You are on page 1of 80

Historia de las cosmovisiones (Parte 1)

Desde la antigüedad hasta el Renacimiento


Contenido:
La religión y cosmovisión babilónica
Origen histórico de la cosmovisión babilónica
Características de la religión babilónica
Resumen de la cosmovisión babilónica
El camino de la cosmovisión babilónica a través del mundo
Levantamiento y caída de las culturas
La relación entre religión y cultura
Cosmovisión griega
La antigua Roma
La Edad Media – Cosmovisión católico romana
El Renacimiento
(Gran parte de este capítulo se basa en la obra de Alexander Hislop, “The Two Babylons”
(Las dos Babilonias), 1858.)

La civilización babilónica es la civilización más antigua conocida por los arqueólogos. Según
la Biblia, es la primera civilización que se desarrolló después del diluvio. Desde que la
escritura babilónica (escritura cuneiforme) fue descifrada, se sabe mucho acerca de la
cultura, religión y cosmovisión de los babilonios antiguos.

Referencias bíblicas importantes acerca de Babilonia


Gén.10:8-10: Nimrod.
“Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue
vigoroso cazador delante de Jehová (otra traducción: en contra de Jehová); por lo cual se
dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de (en contra de) Jehová. Y fue el
comienzo de su reino Babel (Babilonia), Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.” (“Sinar”
es también conocido como “Sumer”, y los primeros habitantes de Babilonia como
“Sumerios”.)
Hablaremos más adelante acerca del significado de estos versos.
Esta es la historia de la primera rebelión organizada de la humanidad en contra de Dios.
Vemos los siguientes aspectos:
• Dios había mandado a los hombres “llenar la tierra”, o sea, debían extenderse por
toda la tierra. En vez de hacer esto, se reunían en un solo lugar y se negaron a “ser
esparcidos por toda la tierra”.
• En vez de adorar a Dios y reconocerle a El como Señor, los hombres querían “subir
hasta el cielo” y hacerse iguales a Dios.
• Hasta el momento de edificar la torre, toda la humanidad estaba unida. Esto
significa que los capítulos 1 a 11 de Génesis son la herencia histórica común de toda la
humanidad. De hecho encontramos relatos de la creación, de la caída, del diluvio, etc,
en las tradiciones y leyendas de muchos pueblos y muchas tribus alrededor de toda la
tierra.
• Desde la torre de Babel, vemos un conflicto fundamental entre dos cosmovisiones:
la cosmovisión bíblica, basada en la revelación y verdad de Dios; y la cosmovisión
babilónica, que se levanta en rebelión contra Dios. Este conflicto fundamental de
cosmovisiones es también una herencia histórica de toda la humanidad. Todas las
cosmovisiones posteriores tienen de alguna forma sus raíces allí: o en la revelación de
Dios, o en la cosmovisión babilónica. Aunque hoy en día conocemos muchas diferentes
religiones, filosofías y cosmovisiones; en el fondo existen solamente dos religiones o
cosmovisiones básicas: la cosmovisión bíblica, y la cosmovisión babilónica.

Isaías 14: El rey de Babilonia como símbolo de la rebelión de Lucifer.


Este capítulo empieza con una profecía contra el rey de Babilonia. Pero repentinamente
cambia el contexto, y detrás del rey de Babilonia aparece la persona de Lucifer (satanás), el
primer rebelde contra Dios: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! … Tú que
decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi
trono … y seré semejante al Altísimo.” (v.12-14) – Aquí entendemos claramente que la
intención de construir “una torre que llegue hasta el cielo”, fue inspirada por el enemigo de
Dios.
Jeremías 50:39-40: La eterna destrucción de Babilonia.
En estos versos es profetizado que la ciudad de Babilonia será destruida por siempre, y que
nunca más será habitada. Babilonia fue destruida en el año 312 A.C, y es hoy un lugar
desierto y abandonado en el país actual de Irak. – Estos versos nos demuestran que las
profecías acerca de “Babilonia”, que mencionaremos enseguida, no pueden referirse a la
Babilonia histórica.
Apocalipsis 17 y 18: “Babilonia, la gran ramera”, encabeza la rebelión contra Dios y la
persecución de los cristianos en los últimos días.
Según lo dicho, “Babilonia” en estos capítulos debe referirse a una ciudad diferente que
lleva sus características, puesto que la Babilonia literal no será reedificada nunca más.
Apoc.17:9 menciona “siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer”. Esto nos refiere a
Roma, la ciudad que desde la antigüedad es conocida como “la ciudad sobre los siete
montes”.
(Nota: Incluso los comentaristas católicos romanos, en su mayoría, están de acuerdo con
que “Babilonia” en Apocalipsis se refiere en Roma. La diferencia está en que ellos lo aplican
solamente al Imperio Romano pagano del pasado, y se niegan a aplicarlo a la Roma actual.
El juicio sobre la gran ramera lo interpretan como la caída del Imperio Romano.)
La Biblia nos da la genealogía de Noé – Cam – Cus – Nimrod.
Las tradiciones babilónicas identifican a Cus como fundador de Babel, y probablemente el
iniciador para la construcción de la torre. Historiadores antiguos llaman a Cus con el
nombre “Bel” = “el que confunde”. Nimrod (que también es conocido bajo muchos otros
nombres) fue el posterior edificador de la ciudad, quien continuó la rebelión contra Dios.
Al lado de Nimrod, el rey de Babilonia, se encontraba la reina Semíramis. Las fuentes
antiguas no son claras acerca de si Nimrod fue el hijo, o el esposo, de Semíramis. Muy
probablemente Nimrod fue ambos, o sea, Semíramis se casó con su propio hijo.
Acerca de Semíramis, se dice que ella fue una mujer muy bella, que llevaba una vida muy
inmoral y tenía relaciones sexuales con una gran multitud de hombres.

Es interesante, ante este trasfondo, comparar lo que dice el cronista Guamán Poma de
Ayala sobre el origen de los incas:

“El dicho primer Ynga Mango Capac no tuvo padre conocido; por eso le dijeron hijo del
sol… Pero de verdad fue su madre Mama Uaco. Esta dicha mujer dicen que fue gran
fingidora, idólatra, hechicera, la cual hablaba con los demonios del infierno y hacía
ceremonias y hechicerías. Y así hacía hablar piedras y peñas y palos y cerros y lagunas
porque le respondían los demonios. Y así esta dicha señora fue primer inventadora las
dichas uacas ídolos y hechicerías, encantamientos, y con ello les engañó a los dichos
indios. … Y así fue obedecida y servida esta dicha señora Mama Uaco, y así le llamaron
Coya y reina del Cuzco. Dicen que se echaba con los hombres que ella quería de todo el
pueblo …, según cuentan los dichos muy viejos indios.
… Se llamó Mama Uaco después que se casó con su hijo y entró a ser señora y reina. Se
llamó Mama Uaco, Coya y supo por suerte del demonio que estaba enpreñada un hijo y
que el demonio le enseñó que pariese el dicho niño y que no lo mostrase a la gente y que lo
diese a una ama llamada Pillco Ziza. Que le mandó que lo llevasen al agujero llamado
Tambo Toco, que de allí lo sacasen de tiempo de dos años y que lo diesen mantenimiento y
que lo publicase que había de salir de Pacari Tambo un Capac Apo Ynga rey [señor
poderoso Inca] llamado Mango Capac Ynga, hijo del sol y de su mujer la luna y hermano
de lucero.”
(En “Nueva Crónica y Buen Gobierno”.)
Nimrod, el “cazador” (Gén.10:9), fue celebrado como libertador, y esto por dos razones:

a) él libraba al pueblo de las fieras que los amenazaban;

b) él los “libraba” también de la dependencia de Dios, porque se rebeló contra Dios y así
llevó la humanidad a la independencia.

Después de la muerte de , Semíramis indujo al pueblo a adorar a Nimrod como a un dios.


Esta fue la primera vez en la historia que un hombre fue adorado como dios, y así se
cumplió su deseo de “ser como Dios”. Posteriormente, también Semíramis misma fue
adorada como una diosa. De allí se origina la adoración de “la madre y el hijo”, que
observamos en muchas religiones bajo diferentes nombres:
Isis y Osiris en la religión egipcia; Astarte y Baal en la religión cananea; Fortuna y Júpiter, y
Venus y Cupido en la religión romana; y María como “Madre de Dios” en el catolicismo
romano. (La adoración de “la virgen” no tiene nada que ver con el cristianismo, sino viene
directamente de la religión babilónica.)
La figura de Cupido es especialmente interesante en este contexto: ¿Por qué se le
representa con arco y flecha? Si Cupido representa el amor romántico, no podemos
comprender qué tienen estas armas que ver con el amor. Pero lo comprendemos fácilmente
cuando entendemos que Cupido es también una representación de Nimrod, el cazador. –
Otro símbolo de Cupido es el corazón, que también viene de la religión babilónica: El
corazón es el símbolo de Bel (Cus), cuyo nombre significa “corazón” en el idioma
babilónico. Por tanto, el “corazón flechado”es un símbolo babilónico.
Semíramis fue adorada como “la reina de los cielos” (Jer.44:17-19.25).
Desde los primeros días de la humanidad, Dios había dado una promesa acerca del
Salvador. El dijo a la serpiente: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente
y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” (Gén.3:15) – La
expresión “simiente de la mujer” es interesante. Biológicamente, el portador de la
“simiente” (semen) es el varón, no la mujer. Entonces vemos aquí ya una indicación de que
el Salvador debía nacer de una virgen, sin intervención de un padre humano. Entonces, esta
profecía acompañaba la humanidad desde sus inicios, y se esperaba ansiosamente un
Salvador nacido de una virgen.
Nimrod trató de aparecer como este Salvador prometido. Por eso, él se puso también el
nombre “Zero-ashta” (“Simiente de la mujer”); de allí viene el nombre del dios persa
“Zoroastro”.
De allí Nimrod es también relacionado con la serpiente. En las mitologías alrededor del
mundo entero existen leyendas acerca de un héroe que mata a una serpiente o un dragón,
pero muere de las consecuencias.
En la cosmovisión babilónica, la serpiente tiene una doble función. Por un lado, aparece
como enemigo que es vencido por Nimrod; pero por el otro lado, la serpiente es también
adorada como “iluminadora” que lleva al hombre al conocimiento. Nos recordamos de la
falsa promesa de la serpiente: “Serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el
bien y el mal.” (Gén.3:5). (En Roma, se adoraba al dios Esculapio en forma de una
“serpiente que enseña a los hombres”; la serpiente de Esculapio es hasta hoy el emblema de
los médicos.) – Posteriormente, veremos que muchas cosmovisiones esperan que del
conocimiento venga el desarrollo y la salvación de la humanidad.
Sobre la muerte de Nimrod no se encuentra mucho en las fuentes babilónicas; pero lo
podemos deducir de las fuentes egipcias acerca de la muerte de Osiris (el nombre de
Nimrod en la religión egipcia): Osiris/Nimrod fue descuartizado, y las partes de su cuerpo
fueron enviadas a las 14 provincias del reino (de lo que se deduce que fueron 14 partes).
Como demuestran paralelas bíblicas (Jueces 19:29, 1 Sam.11:7), el enviar las partes de su
cuerpo significa una advertencia solemne a todos los habitantes, a no seguir el camino del
hombre que fue ejecutado de esta manera (obviamente como castigo de su rebelión contra
Dios). En otras palabras: Nimrod fue ejecutado judicialmente, por un gobierno justo, para
castigar su rebelión.

En la religión egipcia, los seguidores de Osiris tienen el deber sagrado de juntar


nuevamente los huesos de Osiris, esparcidos por todo el reino, para enterrarlos; y esperan
que algún día Osiris vuelva a vivir. – De allí se origina la costumbre, en muchas religiones,
de venerar los huesos de “santos” muertos (reliquias), y de hacer procesiones con estas
reliquias. – Nuevamente existe una paralela interesante con la mitología incaica, donde
también existe la creencia de que los huesos de los últimos incas muertos volverán a unirse.

Otra paralela interesante encontramos en la creencia de que en la Semana Santa, en Cusco,


cuando se traen los 14 “santos” de toda la ciudad para reunirlos en la catedral, que en la
noche estos “santos” adquieren vida y empiezan a conversar unos con otros. (Estos 14
“santos” representan también los 14 incas; pero también nos recordamos de que el cuerpo
de Nimrod fue partido en 14 partes.) – ¿De qué conversan? – La respuesta nos da una
tradición babilónica, relatada por el antiguo historiador Maimonides:

“Cuando el falso profeta Tamuz predicó a cierto rey que debía adorar a las siete estrellas
y los doce signos del zodiaco, este rey mandó hacerle morir una muerte terrible. En la
noche de su muerte, todas las estatuas de todos los confines de la tierra se reunieron en el
templo de Babilonia ante la gran imagen dorada del sol que estaba colgada entre el cielo
y la tierra. Esta imagen se postró en medio del templo, y lo mismo hicieron todas las otras
imágenes alrededor, mientras (la imagen del sol) les contó todo lo que le había sucedido a
Tamuz. Las estatuas lloraron y lamentaron toda la noche, y en la mañana volvieron a los
confines de la tierra, cada una a su propio templo. Así se originó la costumbre de llorar y
lamentar por Tamuz cada año, el primer día del mes de Tamuz.”

(Nota: el primer día del mes de Tamuz cae en la fecha del 24 de junio – la fecha del “Inti
Raymi” (fiesta del sol) en Cusco, la antigua capital de los incas.)

Tamuz fue un segundo hijo de Semíramis. Después de la muerte de Nimrod, Semíramis


presentó a Tamuz al público como “hijo sustituto” en lugar de Nimrod, o sea, como
“reencarnación” de Nimrod. De allí empezó la costumbre de “llorar la muerte de Tamuz”
(Ez.8:14), y celebrar su “resurrección” o reencarnación, el día 24 de junio.
Después que Nimrod fue condenado a muerte, su religión pudo extenderse solamente en
secreto. Por tanto, sus seguidores inventaron muchas artimañas para mantener sus
verdaderas creencias en secreto, y para engañar aun a sus propios seguidores, hasta que
hubieran alcanzado “niveles superiores” de iniciación. La religión babilónica es una religión
secreta y disimulada, así como también las otras religiones que se derivan de ella.

El sacerdocio juega un papel importante en la religión babilónica. Los sacerdotes son los
“iniciados”, los “guardianes del secreto”. Solo ellos conocen el camino de la salvación; nadie
lo puede descubrir sin la ayuda de los sacerdotes. Además, era necesario confesar los
pecados a los sacerdotes; de esta manera, los sacerdotes conocían los secretos personales de
todos. En consecuencia, los sacerdotes tenían mucho poder para manipular a la gente. Ellos
levantaron un sistema de abuso espiritual.

Muy importante era la adoración de los astros; especialmente del sol y su imagen. De
Babilonia se origina también la astrología (Is.47:13). – La adoración del sol se extendió
también a otras religiones, p.ej. la religión incaica. – En el catolicismo romano, la hostia es
(según su significado original) una representación del sol. Por eso, la hostia tiene que ser
redonda; y la custodia donde se guarda, es una imagen del sol con sus rayos.

Babilonia era también en la antigüedad el centro mundial del ocultismo, de la magia y del
espiritismo (Is.47:12).

Otra característica de la religión babilónica fue la “prostitución sagrada”. En sus fiestas


importantes, el rey subía al templo principal, donde tenía relaciones con una sacerdotisa,
como manera de acercarse a sus dioses. – En general, Babilonia se caracterizaba por la
inmoralidad sexual.

La religión babilónica se caracterizaba también por la borrachera, el alcohol y las drogas.


“La copa de Semíramis” fue famosa; era una copa gigantesca de oro que pesaba 15 talentos
(aprox. 545 kilos) y se encontró en el botín del rey Ciro cuando conquistó Babilonia. De allí
podemos entender por qué el Apocalipsis presenta a Babilonia como ramera, ebria, y con
una copa de oro en su mano (Apoc.17:4-6).

La diferencia básica entre la cosmovisión bíblica y la cosmovisión babilónica es esta:


¿Empezamos con Dios, o con el hombre? – La Biblia empieza con Dios, mientras la
cosmovisión babilónica empieza con el hombre.

La cosmovisión babilónica empieza con el primer hombre deificado. El hombre quiere ser
Dios. Esta es la raíz del humanismo de todas las épocas: en la filosofía griega, en el
Renacimiento, en la Ilustración, y en la actualidad.
La cosmovisión babilónica enfatiza la unificación de toda la humanidad. Allí está la raíz de
la globalización y de la visión de un solo gobierno mundial, que es propagada por el
movimiento de la Nueva Era, y por las Naciones Unidas.

La cosmovisión babilónica enfatiza el desarrollo del potencial humano, independiente de


Dios, que culmina en la altivez contra Dios (manifestada en la torre de Babel). Esta misma
altivez provocó la caída de Lucifer (Is.14).

La cosmovisión babilónica enfatiza la justificación por obras y el esfuerzo propio (“el


hombre puede salvarse a sí mismo”).

En la cosmovisión babilónica permanece un conocimiento subyacente acerca del único Dios


Creador; pero en la práctica, este Dios no es adorado. (Lo mismo se observa en la religión
incaica y andina.)

Otras verdades bíblicas aparecen en una forma falsificada:


- se adora a un falso Mesías;
- la serpiente aparece como “buena”, “iluminadora”, que nos libera al darnos conocimiento.
En la cosmovisión babilónica hay una unión del poder religioso y político, que puede
manifestarse en diferentes variaciones:
- el rey es adorado como dios (Nimrod; los emperadores romanos)
- el rey es a la vez el sumo sacerdote (reyes babilonios posteriores; los incas)
- el rey es un súbdito del sumo sacerdote (catolicismo romano); o los sacerdotes son
empleados del rey.
En el Antiguo Testamento, en cambio, vemos que el poder sacerdotal y el poder político
(reyes) son estrictamente separados (2 Crón.26:16-20); y solo en Jesucristo, el Mesías, se
unen estos dos poderes.

La cosmovisión babilónica es sacerdotalista: el hombre necesita un sacerdote como


mediador, para poder acercarse a Dios. Personas comunes no tienen acceso a Dios.

La cosmovisión babilónica promueve la adoración de “la madre y el hijo”, del sol y de los
astros, la astrología, el ocultismo y espiritismo, y la creencia en la reencarnación.

La cosmovisión babilónica alcanzará su culminación en el reino de la “bestia” como lo


describe Apoc.13: Un solo gobierno mundial, el cual controla la política, la economía, y la
religión, en el mundo entero; este gobierno se pone a sí mismo en lugar de Dios.

Puesto que la cosmovisión babilónica es una herencia histórica común de toda la


humanidad, todas las naciones llevaron consigo elementos de esta cosmovisión. Por eso
encontramos hasta en los incas unas paralelas con las tradiciones babilónicas.
Pero en el mundo antiguo, donde existen fuentes históricas escritas desde tiempos muy
antiguos, podemos trazar de manera bien definida el camino del “conocimiento” babilónico:

De Babilonia, este “conocimiento” llegó a Egipto, y de allí a Grecia. (Nos recordamos que
Grecia fue conocida por su cultura y filosofía.) Por estos países pasó también el sacerdocio
babilónico. El sumo sacerdote de la religión babilónica tenía el título “Pontifex Máximus”
(“el más grande constructor de puentes”, como el que hace un puente entre los hombres y
los dioses). Después de la caída de Babilonia, la sede del sumo sacerdote babilonio fue
Pérgamo (Apoc.2:13), que entonces pertenecía a Grecia. Posteriormente, Pérgamo fue
conquistado por los romanos. Julio César fue el primer emperador romano que asumió el
título de “Pontifex Máximus”, y poco después empezó la adoración del emperador romano
como un dios. – El emperador Graciano (375-383) prohibió toda religión pagana y renunció
a su título de “Pontifex Máximus”; pero después otorgó este mismo título al obispo de
Roma, Damaso. Desde entonces, este es el título del papa romano.
Si más adelante hablamos del Imperio Romano, entonces tengamos presente que el
Imperio Romano es el heredero de los babilonios.
Conclución
En Babilonia se manifestó por primera vez abiertamente la lucha entre dos cosmovisiones
fundamentales: la cosmovisión Bíblica, que se basa en Dios y Su revelación; y la
cosmovisión que se basa en el hombre y que por tanto podemos llamar “humanismo”.
Desde entonces han surgido muchas cosmovisiones (algunas de ellas estudiaremos a
continuación). Pero en el fondo, todas ellas se remontan a una de las dos corrientes: la que
se basa en Dios, o la que se basa en el hombre. Babilonia ya contiene el núcleo de todo lo
que vino después; y es por eso que el Apocalipsis llama “Babilonia” al sistema anticristiano
de los últimos tiempos. No tenemos que esperar a que este sistema aparezca alguna vez en
el futuro; ya existe desde hace más de 4000 años.

Preguntas de repaso:
¿Cuáles son las características de la religión babilónica?
¿Cuáles son las características de la cosmovisión babilónica?
¿Por qué podemos decir que la cosmovisión babilónica anticipa el humanismo?
¿Cómo se explican las similitudes entre tradiciones babilónicas e incaicas?
Para reflexionar más:
¿Cuál sería la respuesta babilónica a las 4 preguntas filosóficas?

Hasta el siglo XIX, prácticamente todos los científicos y arqueólogos eran convencidos de
que el hombre se originó en el Medio Oriente (lo que concuerda con la Biblia). Pero la teoría
de la evolución produjo un cambio radical en la interpretación de la historia.
La interpretación secular actual tiene un concepto evolucionista acerca del desarrollo de las
culturas: la humanidad se estaría desarrollando en una secuencia ininterrumpida desde un
estado primitivo hacia culturas cada vez más avanzadas. Por tanto, cuando los arqueólogos
encuentran restos de culturas y hombres “primitivos”, creen que estos deben ser más
antiguos. Entonces empezó un gran debate sobre el origen del hombre, porque se
encontraron restos de hombres “primitivos” en lugares muy distintos de la tierra, como
muestra el mapa siguiente:

(Fuente: Arthur Custance, “The Doorway Papers Series”, Zondervan 1975)

Llama la atención que casi todos estos lugares se encuentran muy lejos del Medio Oriente.
¿Realmente puede la humanidad haberse desarrollado en lugares tan distintos de la tierra,
para después levantar la primera civilización desarrollada, la babilónica, tan lejos de sus
orígenes? – Mucho más probable es la siguiente explicación: Después de la construcción de
la Torre de Babel, las diferentes nacionalidades empezaron a separarse y a migrar en
distintas direcciones. Durante estas migraciones perdieron poco a poco sus habilidades
culturales. Aquellos que llegaron a los lugares más remotos, eran los que degeneraron más.
Entonces, los restos de hombres “primitivos” que encontraron los arqueólogos, en realidad
no son los más antiguos, sino los más degenerados.

En cuanto al desarrollo cultural, no es cierto que este desarrollo hubiera sido una sola línea
ininterrumpida. Al contrario, cada cultura alcanzó su clímax en una etapa bastante
temprana. Después empezó a declinar y a dar lugar a una nueva cultura. Así les siguieron a
los babilonios los egipcios, los persas, los griegos, etc. La nueva cultura pudo edificar sobre
las bases de la cultura anterior, y por tanto llegó un poco más lejos; pero pronto empezó a
su vez a declinar, hasta ser vencida por otra cultura más joven.
Todo esto tiene que ver con el marco de referencia, la cosmovisión, que elegimos para
interpretar la historia. ¿Tenemos una cosmovisión bíblica o una cosmovisión evolucionista?
La cosmovisión Bíblica nos enseña que la humanidad, en su estado presente, es caída y por
tanto tiene siempre una tendencia “hacia abajo”. Esto explica perfectamente por qué cada
cultura decae y es remplazada por otra.

La ciencia moderna (especialmente la antropología y la sociología) explica la religión como


un apecto de la cultura. En una u otra forma, estos científicos asumen que el hombre
inventa su propia religión, para satisfacer sus propias necesidades. Dicen, por ejemplo, que
el hombre inventó la religión para justificar su ética; para encontrar seguridad y
tranquilidad en cuanto a las preguntas fundamentales de la vida; o para mantener la unidad
de un imperio. En otras palabras: dicen que primero fue el hombre y su cultura, y después
el hombre produjo su religión como un aspecto de la cultura.

Pensamientos como estos se encuentran incluso en libros evangélicos sobre antropología y


misión transcultural. Esto es muy extraño, porque esta clase de pensamiento es típico de
una cosmovisión que empieza con el hombre, y no con Dios.

Pensando bíblicamente, vemos que lo primero fue la comunión del hombre con Dios, y la
revelación de Dios al hombre. De allí surgió la cosmovisión general del hombre, y de esta
cosmovisión surgió la cultura. En el inicio de la creación del hombre encontramos a Dios
hablando con el hombre (revelándose al hombre): “Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla …” (Gén.1:28-29). De allí vino el primer conocimiento de Dios como
Creador y propietario de todo lo que existe, y como proveedor de toda su creación. De allí
vino también el primer conocimiento del hombre acerca de su propia vocación en el
universo: ser un “administrador” de la creación de Dios, cuidarla y gobernarla bajo Dios.
(Vea también Gén.2:15: el hombre tenía que “labrar y guardar” el huerto de Edén.) Y de allí
surgió la cultura: primero la cultivación de la tierra (note que la palabra “cultura” es
derivada de “cultivar”), y enseguida la ciencia y tecnología necesarias para esta tarea.

De la misma manera, la cultura babilónica empezó con un conocimiento distorsionado


acerca de Dios: un hombre – Nimrod – fue adorado como un dios. Como vimos arriba,
surgió de esta (falsa) religión toda la cosmovisión y cultura babilónica. La construcción de
la torre de Babel fue una consecuencia de esta religión equivocada. Obviamente, la idea
religiosa fue primera, y la construcción de la torre fue una consecuencia de esta idea.

En resumen: Pensando bíblicamente, entendemos que la religión es el fundamento de la


cultura (no solo un aspecto de ella). Sobre la religión se edifica la cosmovisión, y sobre la
cosmovisión se edifica la cultura. Por tanto, para comprender una cultura en lo profundo,
tenemos que comprender primero su religión, y después su cosmovisión o “filosofía” básica.
Los griegos antiguos enfatizaban el desarrollo máximo del potencial del hombre. Ellos se
esforzaban para destacar, entre otros, en la filosofía, la matemática, la arquitectura, la
lógica, la retórica, y el deporte. Para ellos, el hombre ideal era aquel que tenía desarrollado
al máximo todas las posibilidades de su ser. Su cosmovisión era en el fondo humanista:
empezaba y terminaba con el hombre; y puso al hombre en lugar de Dios.

Ellos eran convencidos de que el conocimiento mejora el carácter del hombre. (Este es un
postulado clave del humanismo hasta hoy día.) Por tanto, la persona ideal para ellos era el
filósofo. – Al fondo de este concepto está la idea humanista de que el hombre en sí es
bueno, y que puede mejorarse a sí mismo.

¿Qué dice la Palabra de Dios a esto?


La Biblia nos dice que por naturaleza, todos somos inclinados hacia el mal. (Jer.17:9,
Rom.3:9-23) ¡La educación no cambia esta inclinación mala! Cuánto más una persona
desarrolla su potencial (se “educa”), más crece también su potencial para hacer lo malo.

Incluso una “educación de valores”, una “educación moral”, no mejora automáticamente el


carácter del hombre. Este era el concepto de la filosofía griega, de que el conocimiento de
principios morales debe llevar al mejoramiento de la persona y de la sociedad en general.

El apóstol Pablo refuta decididamente este concepto (vea Rom.7:18-21) – Todo el


conocimiento del bien no puede lograr que el hombre realmente haga este bien que sabe. Ni
siquiera la decisión firme de hacerlo (“queriendo yo hacer el bien”), puede lograrlo. El
hombre por sí mismo, sin la intervención de Dios, tiene que llegar a la conclusión de que “el
mal está en mí”. ¡No importa cuánta “educación” tenga!

En el primer capítulo de Romanos, Pablo se refiere claramente a la filosofía griega, donde


habla de la corrupción de este mundo (Rom.1:21-23. 28-29). – La cultura griega, en aquel
tiempo, era considerada la cumbre de la educación y sabiduría; pero a la vez era una de las
culturas más idólatras e inmorales. La filosofía griega estaba inseparablemente unida con la
idolatría y con desviaciones sexuales, especialmente la homosexualidad. (La idea de
desarrollar su potencial al máximo, especialmente en el deporte, los llevó a la adoración del
cuerpo humano; y del cuerpo masculino todavía más que del femenino. Llama la atención
que muchas estatuas griegas representan cuerpos desnudos. Nuestra palabra “gimnasio” se
deriva del griego “gymnos”, “desnudo”.)

De la misma manera, en 1 Corintios, Pablo demuestra que la sabiduría de este mundo es


necedad para Dios (1 Cor.1:19-25, 3:18-20, vea también Stgo.3:13-17).

- Nota: Los libros de filosofía normalmente se centran en el pensamiento “abstracto” de los


filósofos y omiten, por ejemplo, las numerosas referencias a los dioses que se encuentran en
las obras de Platón y otros filósofos. Pero tenemos que entender que su adoración de los
dioses (ídolos) era una parte integral de su filosofía.

El filósofo enseñaba que todos los fenómenos visibles de este mundo se originan en ideas
abstractas, universales. Por un lado, esto tiene una paralela bíblica: Dios creó el mundo por
Su Palabra; y antes de la creación existía un decreto, una “idea”, en la mente de Dios. Esta
idea era antes de las cosas creadas. Pero las “ideas” de Platón son abstractas, no tienen
personalidad; mientras Dios es una persona.
La enseñanza de Platón llevó a un dualismo entre espíritu y materia. El espíritu, las “ideas”,
se consideraba superior, y la materia se consideraba inferior. Este dualismo podía tener dos
consecuencias muy diferentes:

a) el ascetismo, el retiro completo de este mundo material, a la esfera del “espíritu”


(estoicismo; ermitaños).
b) el libertinaje: si “la materia no importa”, entonces puedo cometer cualquier pecado con
mi cuerpo, y esto no va a afectar mi espíritu. (epicúreos)
Este dualismo entró también en la iglesia cristiana primitiva y causó bastantes problemas.
Por ejemplo, algunos empezaron a enseñar que Cristo no se había realmente encarnado en
un cuerpo humano, sino que su cuerpo era solo una ilusión; o que el hombre “Jesús” y el
espíritu “Cristo” eran dos personas diferentes (1 Juan 4:2-3). – Bíblicamente, tenemos que
entender que tanto el mundo espiritual como el mundo material es creación con Dios, y que
Dios valora el mundo material (por eso resucitaremos con nuestro cuerpo, 1 Cor.15:35-44).
Por el otro lado, lo “espiritual” (o intelectual, abstracto) no es bueno en sí; la Biblia nos
advierte contra la realidad de los malos espíritus, y condena la sabiduría de este mundo
(Stgo.3:13-17).

Preguntas de repaso:
¿Cuál era el ideal que los antiguos griegos intentaban alcanzar?
¿Cuál era para ellos el camino de alcanzar su ideal?
¿Qué responde la Biblia a estas ideas?
Describe tanto las similitudes como las diferencias entre la filosofía de Platón y la
cosmovisión Bíblica.
Para reflexionar más:
¿Qué elementos de la filosofía griega encontramos nuevamente en la pedagogía moderna?
(Nota: A partir de aquí, este estudio incluye muchos pensamientos de la obra “How should
we then live?” (¿Cómo viviremos entonces?), por Francis Schaeffer. Las referencias a
Schaeffer se refieren siempre a esta obra.)
Roma conquistó a Grecia en el sentido militar, pero podemos decir que Grecia conquistó a
Roma en el sentido cultural. La cosmovisión griega seguía dominando en el Imperio
Romano, y los dioses romanos son, en su mayoría, los mismos dioses griegos bajo otro
nombre.

cuanto a la religión, los dioses griegos y romanos eran antropomórficos, o sea, la gente se
imaginaba a los dioses en forma de hombres. Francis Schaeffer dice: “Los griegos – y más
adelante los romanos – intentaron también fundamentar su sociedad sobre sus dioses. Pero
estos dioses no eran lo suficientemente grandes, porque eran finitos y limitados. Incluso
todos sus dioses juntos no eran infinitos. Los dioses en el pensamiento griego y romano
eran en realidad como hombres sobredimensionados, que no se distinguían
fundamentalmente de seres humanos. Un ejemplo de miles, que podríamos citar, es la
estatua de Hércules borracho y orinando.”
Esta observación demuestra algo más profundo: En la cosmovisión griega y romana no
existe el concepto de lo “infinito”.

El científico griego Arquimedes descubrió la “ley de la palanca”: Cuando se apoya una


palanca en un punto fijo, de manera que un extremo es mucho más largo que el otro, una
carga que reposa sobre el extremo corto puede levantarse con muy poco esfuerzo,
apretando sobre el extremo largo; porque hay una proporcionalidad inversa entre la fuerza
requerida y la longitud de la palanca. Impresionado por su descubrimiento, Arquimedes
exclamó: “¡Denme un punto fijo, y moveré el mundo entero!” – De verdad, si uno tuviera
una palanca lo suficientemente grande, podría desviar todo el globo terráqueo. El único
problema es: ¿dónde puedo apoyar la palanca? Este “punto fijo” no puede estar en la tierra
misma; tiene que estar afuera de ella.

Esto lo podemos comparar con el intento del hombre de encontrar valores absolutos,
empezando consigo mismo: es como el intento de mover la tierra, apoyándose en ella
misma. ¡Esto no puede resultar! Así como necesitamos un punto fijo fuera de la tierra para
moverla, así necesitamos un punto de referencia fuera de nosotros mismos para poder
llegar a valores absolutos. Solo la revelación de Dios nos da este “punto fijo” donde
podemos apoyarnos.

Puesto que los griegos y romanos no conocían a un Dios infinito, no tenían este “punto fijo”.
Como dice Schaeffer: “(Los romanos) no tenían ninguna base satisfactoria para su
pensamiento. Ellos no conocían nada que hubiera sido lo suficiente grande, o que duraría el
tiempo suficiente, para servir como punto de referencia para su pensamiento o su vida. Por
tanto, su sistema de valores no era lo suficientemente fuerte para soportar las cargas de la
vida, sea en el ámbito individual o en la sociedad.”
Por esta misma razón, los romanos no conocían valores y verdades absolutos. Puesto que su
cosmovisión empezó con el hombre y no con el Dios absoluto, ellos conocían solamente
valores y verdades establecidos por hombres. Pero los hombres pueden fallar, pueden
contradecirse, o pueden cambiar su opinión. Los hombres no son infinitos ni eternos; los
hombres son finitos. Por eso, las verdades establecidas por hombres no pueden ser
absolutos, y no pueden ser eternos. Esto se parece mucho a la situación actual, donde el
humanismo está ganando más y más influencia, y las verdades y los valores se consideran
relativos.
Empezando con lo finito, nunca se puede llegar a lo infinito. (Un número finito, no importa
cuántas veces es multiplicado por sí mismo, nunca llega a ser un número infinito.) No
podemos mover la tierra entera con una palanca, mientras intentamos apoyar la palanca en
la misma tierra.
Alrededor del tiempo de Jesús, los romanos intentaron establecer un valor “absoluto” en la
persona del emperador (César): el emperador empezó a ser adorado como un dios. (¿Nos
recordamos de Nimrod?) Más tarde, esta adoración al emperador (y el ofrecer sacrificios en
adoración a él) fue obligatorio en todo el Imperio Romano.
Esta fue una de las razones por qué los cristianos fueron perseguidos en el Imperio
Romano. Schaeffer describe el conflicto entre el Imperio Romano y los cristianos en dos
puntos:

1. Los cristianos tenían un Dios único y absoluto. El Imperio Romano toleraba muchas
religiones diferentes: cualquier forma de religión era permitida, mientras uno adoraba
también al emperador. Los seguidores de casi todas las otras religiones no tenían ningún
problema con ello, porque sus religiones tenían solo verdades relativas. Entonces podían
seguir adorando a sus dioses, y añadir al emperador como un dios más. Pero el Dios
cristiano es absoluto; por eso los cristianos se negaron a adorar al emperador. Esto fue
considerado traición contra el emperador y el Estado.

2. Los cristianos tenían valores y verdades absolutos. – “Ninguna autoridad totalitaria,


ningún estado autoritario puede tolerar a aquellos que poseen una norma absoluta según la
cual juzgan a este Estado y sus actos. Los cristianos tenían una tal norma absoluta en la
revelación de Dios. Puesto que ellos tenían una norma absoluta, de vigencia universal, y
juzgaron según esta norma no solamente la ética personal sino también el comportamiento
del estado, por tanto, ellos fueron considerados como enemigos de la Roma totalitaria y
fueron echados ante las fieras.”

Aquí vemos claramente el conflicto entre una cosmovisión que empieza con el hombre (la
cosmovisión griega y romana), y una cosmovisión que empieza con Dios (el cristianismo).
El Imperio Romano decaía más y más, en cuanto a su cultura y su moral. Schaeffer dice: “La
caída de Roma no se debía a fuerzas externas como por ejemplo la invasión de los bárbaros.
Roma no tenía ninguna base interior suficiente; los bárbaros solamente completaron la
caída, y Roma se convirtió en una ruina.”

Un aspecto de esta decadencia me parece muy importante: “Cuando la economía empezó a


decaer, con una inflación fuerte y un gobierno lujoso, el señorío del estado se volvió cada
vez más autoritario para contrarrestar la apatía. Puesto que nadie más estaba dispuesto a
trabajar voluntariamente, el estado tuvo que intervenir mucho más, y se perdieron las
libertades personales. Por ejemplo, se promulgaron leyes que obligaban a los campesinos
pequeños a quedarse en su tierra.”

Este es un tema de mucha actualidad: Aun entre cristianos, la mayoría cree hoy en día que
es tarea del Estado, ayudar a los pobres, construir hospitales y escuelas, y “crear trabajo”.
La Biblia no nos da ninguna indicación de que esto fuera tarea del Estado. Durante casi
toda la historia, fueron la iglesia y personas privadas que asumieron estas tareas. El “Estado
de ayuda social”, al final de cuentas lleva al totalitarismo: Si espero que el Estado me provea
trabajo, entonces pierdo mi libertad en cuanto al trabajo, y me convierto en un esclavo del
Estado. Si espero que el Estado me ayude económicamente, entonces ya no soy libre en la
administración de mi dinero. Si espero que el Estado provea por mi salud, entonces ya no
soy libre en la elección de un médico y de un tratamiento. Si espero que el Estado provea
escuelas para mis hijos, pierdo el derecho y la libertad de educar a mis hijos; los niños se
convierten en propiedad del Estado. Cuanto más disminuye la responsabilidad personal,
más aumenta el totalitarismo de parte del Estado.

El profeta Daniel profetizó dos veces acerca de cuatro reinos sucesivos que iban a gobernar
antes de la venida del Reino de Dios. (Daniel cap. 2 y cap.7). Estos cuatro reinos son los
Babilonios, Persas, Griegos y Romanos. Si la profecía dice que el imperio romano es el
último, entonces nosotros nos encontramos todavía en la época del imperio romano. A
primera vista, esto parece que no coincide con la realidad actual. Pero los siguientes puntos
nos ayudarán a ver que Roma todavía gobierna, en un sentido cultural y de cosmovisión:
• Los idiomas que se hablan en toda Latinoamérica (español y portugués), y en gran
parte de Europa (incluido el francés, italiano, y otros), son derivados del latín, el
idioma del Imperio Romano.
• La iglesia católica romana ha ejercitado una influencia religiosa y cultural a nivel
mundial, desde sus comienzos hasta hoy.
• Hasta los inicios del siglo XIX, la figura de integración de casi toda Europa
Occidental era el emperador alemán, quien a su vez fue coronado por el papa en Roma.
Este “Santo Imperio Romano de Nación Germana” terminó solo con la Revolución
Francesa y las subsecuentes conquistas de Napoleón.
• Francis Schaeffer constata que el pensamiento actual y los desarrollos sociales
actuales son muy parecidos a lo que sucedió antes de la caída del Imperio Romano
antiguo. El dice que “Roma es el antepasado directo del mundo moderno occidental”.

(Nota: Los comentaristas liberales sostienen que los cuatro reinos de Daniel son Babilonia,
Media, Persia, y Grecia. Pero esto no coincide con la verdad histórica:
- Nunca existía un reino independiente de los medos.
- El tercer reino de Daniel tiene “cuatro cabezas”, o sea, es repartido en cuatro partes
(Dan.7:6), lo que sí sucedió con Grecia, pero no con Persia.
La razón verdadera por qué los teólogos liberales llegan a esta interpretación, es que ellos
no creen en la inspiración de Dios para profetizar eventos futuros. Por tanto, ellos alegan
que el libro de Daniel fue escrito en el período griego, por un autor desconocido, que
describió solamente lo que ya había pasado hasta aquel entonces. Esta interpretación surge
de la presuposición errónea de que la Biblia sería solo una obra humana. – Para refutar esta
idea, es suficiente señalar que Daniel profetizó también con exactitud el año de la
crucifixión de Jesús (Dan.9:25-26). Ningún teólogo se atrevería a decir que el libro de
Daniel fue escrito después de la crucifixión.)
Preguntas de repaso
¿Cuál era la característica común de todos los dioses griegos y romanos, en contraste con el
Dios verdadero?
¿Qué consecuencias tenía esto para el sistema de valores de aquellas culturas?
¿Cuál fue la razón principal por qué los emperadores romanos perseguían a los cristianos?
¿Por qué podemos decir que en cierto sentido nos encontramos todavía en el imperio
romano?
Para reflexionar más:
Menciona algunas áreas de la sociedad actual, donde los valores absolutos del cristianismo
van en contra de las normas de la sociedad y del Estado.

Cosmovisión católico romana


Durante la Edad Media, la cosmovisión dominante en Europa fue la cosmovisión católico
romana. Analizaremos algunos aspectos básicos de esta cosmovisión:

- En el primer siglo, era claro que los apóstoles eran la autoridad suprema de la iglesia en la
tierra, y sus enseñanzas eran la medida de la verdad. Pero cuando los apóstoles ya no
estaban, ¿quién iba a ejercer la autoridad? Al inicio parece haber sido claro que la máxima
autoridad la tenían las Sagradas Escrituras, porque allí estaba la enseñanza autoritativa de
los profetas antiguas y de los apóstoles. Nadie podía enseñar algo diferente de las
Escrituras; cada líder en la iglesia tenía que someterse a lo que dicen las Escrituras. (Esto
corresponde a la cosmovisión que empieza con Dios: El hombre depende de la revelación de
Dios para conocer la verdad.)
Pero pronto surgió otra corriente que puso la autoridad en líderes humanos. Según ellos, el
oficio de los apóstoles debía continuar en sus sucesores (sucesión apostólica). Estos
sucesores (los obispos) debían tener la misma autoridad como los apóstoles. Más tarde se
dijo también también el obispo de Roma era el sucesor del apóstol Pedro, y por tanto debía
tener autoridad sobre los otros obispos. (Por lo menos hasta la mitad del siglo III, casi todos
los escritores cristianos y “padres de la iglesia” se opusieron a esta idea.)
Nota: La idea de que el obispo de Roma sería sucesor de Pedro, tiene muy poco apoyo
histórico en los primeros siglos. La Biblia ni siquiera menciona alguna presencia de Pedro
en Roma (excepto si interpretamos “Babilonia” en 1 Pedro 5:13 como Roma; pero esto ya
fue hacia el final de la vida de Pedro). No hay ningún testimonio antiguo de que Pedro
hubiera instituido sucesores. Solo a partir del siglo III empiezan a surgir listas de los
“obispos de Roma” sucesivos desde Pedro – en un tiempo cuando obviamente algunos
círculos ya tenían un interés en defender la idea de que la iglesia de Roma tenía autoridad
sobre las otras iglesias. Fue preservada una carta de Clemente de Roma, el tercero en estas
listas; esta carta en ninguna parte presenta a Clemente como sucesor de Pedro. Aunque
menciona de manera general que los apóstoles instituyeron “obispos”, hay que tomar en
cuenta que en el lenguaje del Nuevo Testamento, y aun hasta la mitad del siglo II, la palabra
“obispo” es sinónimo de “anciano”. (Vea las “95 tesis sobre el estado de las iglesias
evangélicas”, No.49) Ningún escritor de los primeros siglos interpreta las palabras de Jesús
a Pedro (Mat.16:18-19) como una promesa para sucesores de Pedro; algunos (como
Tertuliano) se oponen fuertemente a esta idea.
La idea general detrás de esta enseñanza es la de colocar la autoridad y la verdad en los
hombres (la iglesia), en lugar de la revelación de Dios. La enseñanza de la infalibilidad del
papa fue proclamada muy tarde en la historia (1870); pero muchos siglos antes ya se creía
en la infalibilidad de la jerarquía de la iglesia, y de los concilios; y antes en la infalibilidad
de la iglesia en conjunto. Esto corresponde a la cosmovisión que empieza con el hombre; “el
hombre (por pertenecer a la iglesia) puede saber la verdad”. (Una de las razones por qué
Lutero fue condenado por la iglesia, fue su dicho: “Aun los concilios pueden equivocarse.”
Lutero fue consecuente en poner las Escrituras por encima de toda autoridad humana.)

- De alllí viene también el de la iglesia católica. El creyente católico tiene acceso a Dios solo
por medio del sacerdote – una autoridad humana tiene que interponerse entre él y Dios. No
puede confesar sus pecados directamente a Dios; tiene que confesarlos al sacerdote. No
puede ser bendecido directamente por Dios; tiene que recibir la bendición del sacerdote. No
puede comprender la Biblia por sí mismo; tiene que comprenderla según la interpretación
del sacerdote. (Vea en cambio 1 Tim.2:5.) Y aun donde se le permite al “laico” rendir algún
servicio a Dios por sí mismo, siempre tiene que ser en la forma aprobada por la jerarquía.
- Podemos decir que en la cosmovisión católico romana, la iglesia misma es el valor
absoluto. Aunque en la teoría la iglesia se fundamento sobre Dios, sobre Cristo y sobre las
Sagradas Escrituras; en la práctica la iglesia puede proclamar de manera “infalible”
doctrinas que contradicen las Escrituras, sobre la base de que son “parte de la tradición de
la iglesia” y que estén “implícitas” en las Escrituras. (Pregunta: ¿Podrían las Escrituras
enseñar “implícitamente” algo que contradicen explícitamente?). Entonces, en la
cosmovisión católico romano, la revelación de Dios es relativa, y la iglesia es absoluta. (Esto
se refleja también en el dicho conocido: “Fuera de la iglesia no hay salvación.” – la salvación
ya no es por Cristo solo, sino por Cristo, representado por la iglesia católica.)

- De allí podemos comprender que en la Edad Media, la iglesia católica se esforzaba por
dominar todas las áreas de la sociedad. La iglesia dominaba sobre la política y los
gobiernos, la educación, la ciencia, la ayuda social, etc.
Según la interpretación católica, el milenio (el reino de Cristo durante mil años en la tierra,
Apoc.20:1-6) es la época actual, la época de la iglesia. La iglesia católica romana, como
institución, sería encargada de ejecutar el gobierno de Cristo en la tierra. Bajo esta
perspectiva, se comprende que la idea católico romana acerca del gobierno tiene que ser
totalitaria – la iglesia tiene que dominar la sociedad totalmente; porque lo que está fuera
del dominio de la iglesia, estaría fuera del dominio de Cristo.
Entonces, durante muchos siglos, la sociedad europea se identificaba a sí misma con el
reino de Cristo. Por supuesto que esto era una gran ilusión. Aunque se practicaban muchas
ideas cristianas, la iglesia se había metido en campos que no le correspondían, y eso mismo
corrompió a la iglesia. La jerarquía vivía en grandes lujos, mientras la mayoría de la
población era pobre. Los papas se dedicaron a intrigas políticas y guerras, igual como lo
hacían los gobernantes mundanos. Muchos líderes de la iglesia vivían en fornicación.
Grandes partes de la población eran ciegos frente a la corrupción de la iglesia, porque su
dominio era total y no existían alternativas.
- Otra característica de esta cosmovisión es la separación entre el “mundo religioso” y el
“mundo secular”. Francis Schaeffer señala como este cambio se expresó en un cambio del
estilo artístico:

“La pintura romana era llena de vida. También el arte temprano del cristianismo era
lleno de vida. En las paredes de las catacumbas encontramos figuras simples, pero muy
realistas. … representaban a los hombres como hombres verdaderos en un mundo
verdadero. … Líderes como Ambrosio de Milán y Agustín enfatizaban un cristianismo
verdadero, bíblico.
Más tarde, la iglesia se alejó más y más de la enseñanza de las Escrituras, y esto fue
acompañado por un cambio en el arte. Hubo una transición desde el realismo naturalista
hacia una preferencia por lo fantástico e irreal. Hacia el fin del siglo VI se habían
abandonado los últimos vestigios del realismo. El arte bizantino se caracterizaba por
mosaicos y retratos formalistas, estilizados y simbólicos. Lo positivo consistía en que
estos artistas hicieron sus obras como un testimonio cristiano para el público. Pero
tenemos que evaluar como negativo el hecho de que ellos, en su concepto de
espiritualidad, dejaron de un lado la naturaleza y no reconocieron el significado de lo
humano.
… los hombres no fueron representados como verdaderos hombres, sino solamente como
símbolos. … La representación de la naturaleza fue abandonada, y el elemento vivo
humano fue eliminado.”
Podemos decir que esta separación entre “lo natural” y “lo espiritual” es una influencia
del dualismo platónico, que mencionamos antes.
Siguiendo esta línea, podemos observar que durante toda la Edad Media hubo una
separación entre el “mundo religioso” y el “mundo secular”. Si alguien quería ser realmente
“espiritual”, tenía que separarse físicamente del “mundo secular” y retirarse en un
monasterio. Por el otro lado, las personas del “mundo secular” no veían ninguna necesidad
de ser espirituales ellos mismos: los monjes oraban “por ellos”, estudiaban la Biblia “por
ellos”, y llevaban una vida de virtud “por ellos” – entonces las personas “seculares” ya no
necesitaban hacer todas estas cosas. Así, la vida y el pensamiento de la gente fueron
divididos en una “esfera religiosa” y una “esfera secular”. La religiosidad estaba separada de
la vida diaria, y la Palabra de Dios no tenía nada que decir para la vida diaria y profesional.
Ya vimos en la introducción que la Reforma empezó a romper con este dualismo falso, y
empezó a aplicar nuevamente la Palabra de Dios a todas las áreas de la vida y de la
sociedad. Pero este concepto ha vuelto a perderse en la mayoría de las iglesias evangélicas
modernas; por lo cual tenemos muchos “cristianos convertidos” que pasan completamente
por alto la Palabra de Dios en lo que se refiere a su vida diaria, sus estudios y su profesión.

- Un último aspecto también tiene que ver con una influencia humanista (o sea, de una
cosmovisión que empieza con el hombre en vez de Dios): La cosmovisión católico romana
considera al hombre como “no completamente caído”.
Schaeffer menciona como ejemplo a Tomás (1225-1274), uno de los teólogos y filósofo más
influenciales:
“Aquino creía que el hombre se había rebelado contra Dios y por eso había caído; pero su
entendimiento de la caída era incompleto. El pensaba que la caída había afectado
solamente una parte del hombre. Según su idea, la voluntad humana estaba caída y
corrompida, pero el intelecto humano no. Por tanto, los humanos pueden confiar en su
propia sabiduría humana, y por tanto eran libres para mezclar las enseñanzas de la Biblia
con las enseñanzas de los filósofos no cristianos.”
Este concepto tenía dos consecuencias. La primera es que se cree que el hombre tiene
dentro de sí la capacidad de salvarse (o por lo menos, de pensar o desear lo bueno, y así
encontrar a Dios). Esto lleva a la idea de la salvación por obras: Si el hombre puede
contribuir algo a su propia salvación, ¡por supuesto que tiene que hacer todo lo que puede!

La segunda consecuencia es la que menciona Schaeffer: La enseñanza cristiana fue


mezclada con enseñanzas de filósofos paganos. Tomás Aquino dio a Aristóteles la misma
autoridad como a la Biblia. Entonces, la teología empezó a dar igual valor al razonamiento
humano, como a la revelación divina. Y a lo largo de la historia vemos que el catolicismo
romano tiene siempre una tendencia hacia el sincretismo (la mezcla de diferentes
religiones).
El apóstol Pablo también usó de vez en cuando una cita de un filósofo o poeta griego; y
algunos escritores de los primeros siglos hacían lo mismo. Pero hay dos grandes
diferencias:
- Nunca citaron a estos autores paganos como “autoritativos”; solo usaban sus dichos para
ilustrar algún punto de la enseñanza cristiana.
- No permitieron que su pensamiento fuera influenciado por estos autores paganos;
“examinaban todo y retenían lo bueno”. En las palabras de Glenn Martin: Estos cristianos
tempranos sabían muy bien lo que creían, y por qué lo creían; y también sabían muy bien lo
que no creían, y por qué no lo creían. Tenían una cosmovisión cristiana firmemente
establecida, y por tanto no fueron desviados al leer literatura pagana.
Como señala Schaeffer, en la Edad Media, la situación fue muy diferente. La fe cristiana
estaba debilitada; la gente se apoyaba sin cuestionar en las tradiciones de la iglesia, pero no
examinaban la verdad por sí mismos. Ya se habían abierto para elementos de una
cosmovisión que empieza con el hombre en vez de Dios. Entonces, cuando los cristianos de
la Edad Media empezaron a exponerse a la filosofía griega, muy pronto su cosmovisión se
volvió más griega que cristiana.

Aquí se trata otra vez una pregunta de mucha actualidad: ¿Puede un cristiano exponerse a
la erudición pagana, o sea, la educación secular? La respuesta se puede resumir así:
Depende de cuán fuerte es su fe. Por eso, el apóstol Pablo no comprometió su fe al usar citas
de autores paganos. Sus convicciones eran lo suficientemente fuertes para leer y usar estas
obras sin ser influenciado por ellas. Pero los teólogos de la Edad Media sí fueron desviados
por la lectura de filosofía pagana.

El mismo problema se plantea hoy en día. En ciertos círculos evangélicos se enseñaba que
los jóvenes no debían ir a las universidades, por el temor (muy justificado) de que allí
podrían perder su fe. En consecuencia, hubo una gran escasez de profesionales cristianos. –
Otros, en cambio, enfatizan que un cristiano debe recibir una buena educación; pero no
examinan el contenido de esta educación, y entonces mezclan su cristianismo con
cosmovisiones anticristianas. (Las carreras que son especialmente vulnerables a estas
influencias dañinas, son las “ciencias sociales” y “ciencias humanas”: psicología, sociología,
antropología, educación, etc.) – La respuesta correcta sería formar a cristianos jóvenes con
convicciones fuertes; en otras palabras, con una cosmovisión cristiana bien arraigada.
Entonces estos cristianos fuertes deberían ser animados a estudiar carreras universitarias.
(Cada cristiano joven debería estudiar y asimilar los principios de una cosmovisión
cristiana, antes de ingresar a un estudio secular.)

Además, deberíamos tener mucho más temor en cuanto a la escuela primaria y secundaria.
Un niño o adolescente se deja todavía influenciar mucho más, y no tiene el discernimiento
suficiente para distinguir entre un pensamiento cristiano y uno que es solo pseudo-
cristiano. ¡Pero la cosmovisión humanista y anti-cristiana se introduce en los niños desde
los primeros años escolares! Allí habría mucho más razón de proteger a nuestros hijos y
velar para que reciban una educación cristiana.

Preguntas de repaso:
¿Cuál es el valor absoluto de la cosmovisión católico romana?
¿Qué consecuencias tenía esta cosmovisión en la religión, la sociedad y la política de la
Edad Media?
¿Cómo se expresó el dualismo en el arte, y en la cosmovisión, de la Edad Media?
¿Cuál problema surgió del concepto de la Edad Media en cuanto a la relación entre iglesia y
estado?
¿Qué es necesario para que un cristiano pueda exponerse a la educación secular sin sufrir
daño espiritual?

El fin de la Edad Media es marcado por dos movimientes muy diferentes, pero ambos en
oposición contra la cosmovisión de la Edad Media: el humanismo y el Renacimiento por un
lado, y la Reforma por el otro lado.
Podemos decir que el humanismo y el Renacimiento fue un “regreso al hombre”, en contra
de la espiritualidad alejada del mundo que prevalecía en la Edad Media. Y la Reforma fue
un “regreso a Dios”, en contra de los elementos humanistas que se habían mezclado con el
cristianismo católico romano.

Hemos mencionado que Tomás Aquino introdujo nuevamente el pensamiento de


Aristóteles. Con esto, el pensamiento del fin de la Edad Media empezó a alejarse del énfasis
exagerado en lo espiritual que había tenido antes. Aristóteles había descrito muchas
observaciones de la naturaleza, de animales y plantas. Así la filosofía volvió a prestar
atención a las cosas materiales. (Esto podría haber sido un desarrollo positivo, si las cosas
materiales se consideraban como creación de Dios, creadas para Su gloria.) De allí surgió el
Renacimiento.
El nombre “Renacimiento” indica, sobre todo, la idea de hacer “renacer” la cultura griega y
romana de la antigüedad. Esa fue una cultura muy dedicada a lo material, a las cosas de
este mundo, y al hombre. (Hemos visto como los antiguos griegos y romanos describieron
hasta sus dioses como humanos.)
En el arte, el Renacimiento volvió al realismo: En vez de pintar a los hombres solo como
símbolos, los artistas del Renacimiento volvieron a pintar a los hombres como hombres
verdaderos, y pintaron retratos de personas realmente existentes. También se dedicaron a
pintar paisajes, y otros motivos de la naturaleza. Además volvieron a descrubrir la
perspectiva, para dar a sus cuadros un aspecto tridimensional – una técnica que había sido
olvidada desde de la caída del Imperio Romano.
La gran pregunta es: ¿De qué manera interpretaba el Renacimiento al hombre, y a la
naturaleza? Viniendo desde el trasfondo de una filosofía con muchos elementos cristianos,
podrían haber interpretado al hombre, y a la naturaleza, como creación de Dios; y podrían
haber realizado sus obras de arte para glorificar al Creador. Pero nos recordamos que
durante toda la Edad Media existía un fuerte dualismo entre lo espiritual y lo natural. Así
como la espiritualidad de la Edad Media se separaba de todo lo material y natural, así
también el Renacimiento separaba ahora al hombre, y a la naturaleza, de las cosas
espirituales. Entonces, mientras la gente del Renacimiento empezó a valorar nuevamente
las cosas creadas, a la vez olvidaba más y más al Creador.

El arte del Renacimiento glorifica al hombre, no a Dios. Los artistas del Renacimiento
volvieron a producir, como los antiguos griegos, estatuas muy realistas de hombres y
mujeres (y muchos de ellos desnudos). Así expresaron el postulado humanista de que “el
hombre es la norma y medida de todas las cosas”. El hombre fue su valor supremo, su
“dios”.

Hemos visto que según Tomás Aquino, el intelecto del hombre era “bueno” y no afectado
por la caída; y esto dio lugar a los errores del humanismo en el Renacimiento. – tarde,
contemporáneo con la Reforma, surgió otra corriente humanista, que algunos llaman
“humanismo cristiano”. Su representante más conocido fue Erasmo de Rotterdam (1466-
1536). Erasmo incluía dentro del “Renacimiento” al cristianismo temprano (por fin, el
cristianismo también fue una influencia importante en la antigua Roma). Por tanto, Erasmo
publicó el texto del Nuevo Testamento griego; y Lutero usó este texto para su traducción al
alemán.
Erasmo también pensaba en una reforma de la iglesia, pero solo una reforma limitada,
eliminando los abusos más sobresalientes. La base de su pensamiento fue humanista, y por
tanto Erasmo no pudo imaginarse un regreso radical a la iglesia original, únicamente con la
Palabra de Dios como guía.
En cuanto al hombre, Erasmo tenía una idea similar a la de Tomás Aquino. Solo que
Erasmo buscaba el “núcleo bueno” del hombre no en el intelecto, sino en la voluntad. Según
Erasmo, el hombre, aunque caído, todavía sería capaz y libre de hacer buenas decisiones. El
expresó esta idea en un libro con el título: “Del libre albedrío”; al cual Lutero contestó
tajantemente con otro libro, titulado “Del siervo albedrío – Que el libre albedrío es una
nada.”
Un problema filosófico muy discutido hacia el fin de la Edad Media fue la relación entre “los
universales” y “las cosas particulares”. (A veces se llamaba también “el conflicto entre
naturaleza y gracia”.)

Francis Schaeffer lo resume de la siguiente manera:


Gracia, lo superior:
Dios el Creador; el cielo y las cosas celestiales; lo invisible y su influencia sobre la tierra; la
unidad o los universales o lo general, lo que provee un significado para la existencia y la
moral.

Naturaleza, lo inferior:
Lo creado; la tierra y las cosas terrenales; lo visible y lo que suicede normalmente en el
universo condicionado por causa y efecto; lo que hace el hombre como hombre en la tierra;
la diversidad o las cosas particulares, o las acciones particulares de los hombres.

Se puede describir también como la tensión entre Platón y ,


como fue ilustrado gráficamente por Rafael en su cuadro “La escuela de Atenas”. Citamos
nuevamente la descripción de Schaeffer:
“Rafael representó a Platón con un dedo señalando hacia arriba; esto significa que él señala
hacia los ideales absolutos. Al contrario, a Aristóteles le representó con los dedos bien
separados señalando hacia la tierra. Con esto quiso decir que Aristóteles enfatizó lo
particular. Con “lo particular” queremos decir las cosas concretas a nuestro alrededor: una
silla es una cosa particular, al igual como cada molécula que compone la silla. Cada persona
también es un particular – ¡entonces usted también!”Entonces, con introducir el
pensamiento de Aristóteles, Tomás Aquino introdujo un nuevo énfasis en las “cosas
particulares”. Ahora viene el problema: Observando solo las cosas particulares, ¿cómo
podemos llegar a “universales”? ¿Cómo podemos llegar a un principio unificador que dé
sentido y significado a las cosas particulares?
La respuesta es que simplemente no podemos. Empezando con lo finito, nunca llegaremos
a los infinito. Empezando con lo relativo, nunca llegaremos a un absoluto. Empezando con
el hombre, nunca llegaremos a la verdad de Dios.
Lo podemos ilustrar con el siguiente gráfico:

Estas son algunas “cosas particulares”. Podemos describir su forma, su tamaño, su color.
Pero observándolos así, uno por uno, no encontramos ningún significado en ellos. Es que
nos falta la idea “universal”, el marco de referencia, dentro del cual colocar estas cosas
particulares. Solo observando las cosas particulares, no podemos decir cuál es este marco
de referencia.

Pero cuando añadimos el marco de referencia correcto, veremos como éste da significado a
nuestras cosas particulares:

(Pauta: No te fijes en las partes coloradas; fíjate en las partes que quedan en blanco, y
podrás distinguir unas letras.)

Este concepto será importante más adelante, cuando estudiaremos el racionalismo y el


existencialismo.
La última consecuencia del humanismo es el pesimismo
Francis Schaeffer ilustra en el ejemplo de Leonardo da Vinci (1452-1519), que este énfasis
en el hombre y en las cosas particulares, lleva finalmente al pesimismo y la desesperación:

“A Leonardo se le reconoce como el primer matemático en el sentido moderno. Sus


conocimientos de la matemática no eran solamente abstractos, sino él los aplicó a todo
tipo de problemas técnicos. Con su genio se dio cuenta de que al acercarse a las
matemáticas de forma humanista, uno se queda estancado en la esfera de lo particular.
Cuando el hombre parte de sí mismo y pasa de manera lógica y racional por el campo de
la matemática, nunca llegará a lo general; solo encontrará fenómenos aislados y no
podrá darles sentido alguno; por tanto, no llegará más allá de la pura mecánica. Al
perseguir este pensamiento, Leonardo llegó hasta el punto donde se encuentra nuestra
generación hoy: Todo, incluso el hombre mismo, es una máquina.
Al reconocer esto, Leonardo pensó que quizás el pintor, como persona sensible, podría
encontrar un significado. Entonces intentó pintar “el alma” – no el alma en el sentido
cristiano, sino “lo general”, “lo absoluto”. … Pero nunca logró pintar “lo general” desde
una base humanista – igual como el matemático no pudo hallar “lo general” desde una
base humanista. Leonardo, el hombre humanista (que solo tenía a sí mismo como base)
fracasó como matemático y como artista en el intento de representar lo general, basado
en la observación de lo particular. Los humanistas estaban firmemente convencidos de
que el hombre, basándose en sí mismo, era capaz de resolver cualquier problema. El
humanista decía: “Puedo hacer todo lo que quiero; solo denme tiempo hasta mañana.”
Pero Leonardo, el pensador brillante, reconoció al fin de su vida la derrota venidera del
humanismo.
La teoría de Leonardo no se pudo aplicar a la práctica. Ni en la matemática ni en la
pintura pudo él encontrar un sentido o un principio general. En su vejez, cayó en
profunda desesperación. Como piensa el hombre, así es él – y el humanismo ya había
demostrado que su conclusión natural es el pesimismo. ¡Podríamos decir que fuimos a
visitar la Florencia del Renacimiento, y encontramos allí al hombre moderno!”
Preguntas de repaso:
¿Cuál fue el lado positivo del Renacimiento (y por qué fue positivo, desde un punto de vista
Bíblico)?
¿Cuál fue el desarrollo negativo que tomó el Renacimiento?
Explica en tus propias palabras: ¿Qué son “universales”, qué son “cosas particulares”, y cuál
fue el énfasis diferente que Platón y Aristóteles dieron a cada uno de ellos?
¿Por qué la conclusión natural del humanismo es el pesimismo? (Nota que tiene que ver
con los conceptos de “universal” y “particular”.)
Fuente:
http://www.altisimo.net/maestros/cosmovision/historia1.htm

Historia de las cosmovisiones (Parte 2)


La Reforma – La Ilustración
Contenido
• La Reforma
• La Reforma y el problema de las universales
• Las artes de la Reforma
• La Reforma y el Estado de Derecho
• Resumen de la historia de Europa y Norteamérica después de la Reforma
• Una mirada a Sudamércia
• La Reforma y la ciencia moderna
• La Ilustración
Más que todo, la Reforma fue un intento de volver al cristianismo original, basado
únicamente sobre la Palabra de Dios. (Mirando desde la perspectiva histórica, tenemos que
decir que la Reforma quedó muy lejos de restaurar el cristianismo original. Pero si
tomamos en cuenta el estado corrompido de la iglesia en aquel tiempo, vemos que
probablemente se hizo todo lo que se pudo hacer en aquellas circunstancias.)

Los principios básicos de la Reforma se han resumido en las tres “Sola” de Lutero:

- “Sola Scriptura”; solo las Escrituras son la norma de la Verdad.

Esto incluye que podemos saber la verdad acerca de Dios, y la verdad acerca del hombre;
Dios nos la reveló. No estamos en oscuridad en cuanto a nuestro origen y nuestro destino.
Específicamente, podemos saber la razón por qué y para qué las cosas existen; podemos
conocer su significado.

Veremos más abajo que este principio tenía una influencia muy importante en el desarrollo
de la ciencia moderna:

- “Sola Fide” y “Sola Gratia”; solo por la fe, y solo por la gracia de Dios, podemos ser salvos;
no por nuestras obras. Esto implica un entendimiento correcto acerca de la caída del
hombre: La caída afecto todo el ser del hombre, de manera que el hombre natural no es
capaz de hacer lo bueno sin la ayuda de Dios. – Con esto, la Reforma se opuso tanto
a Tomás Aquino como a Erasmo.
Podemos añadir dos otros principios de la Reforma que fueron igualmente importantes:

- La soberanía de Dios como principio dominante de la fe cristiana. (Este punto fue


elaborado especialmente por Calvino, aunque también Lutero lo mantenía.)
Esto implica que todas las esferas de nuestra vida están bajo el dominio de Dios; y por
tanto, estamos obligados a cumplir la voluntad de Dios en todas las áreas de nuestra vida.
(Profundizaremos más en este tema al estudiar las“Exposiciones sobre el calvinismo”.)
Cuando se trata de la aplicación práctica de este principio, notamos que las diferentes
corrientes de la Reforma hicieron aplicaciones diferentes (vea abajo).
- El sacerdocio general, cada cristiano es un sacerdote.
(Vea en las “95 tesis sobre el estado de las iglesias evangélicas”, Nos. 56-60)
Este principio tiene dos aplicaciones igualmente importantes:
• a) Cada cristiano tiene acceso directo a Dios, sin la mediación de un sacerdote
(Hebr.4:14-16). Con esto se rechaza el sacerdotalismo de la iglesia católica romana
(que es, como vimos, una herencia de la religión babilónica). Cada cristiano, por tanto,
tiene también el derecho de asumir responsabilidades espirituales. (Aunque los
reformadores no fueron consecuentes en la aplicación de este principio en la iglesia.)
• b) No hay separación entre “actividades religiosas” y “actividades seculares”:
incluso nuestro trabajo diario, si es hecho para Dios, es una actividad “religiosa” y
“sacerdotal”. (Vea la cita de Lutero en la sección sobre el trabajo, en la Introducción.)
En el ámbito político, el acceso directo a Dios llevó al concepto de la libertad de la
conciencia. Una persona que está sujeta a un sistema sacerdotal, está con su conciencia
atada a este sistema. No puede permitirse pensar de manera diferente del sacerdote, porque
de otro modo tendrá que temer el castigo de Dios (según la enseñanza de los sacerdotes).
Pero si el creyente tiene acceso directo a Dios, entonces su conciencia no está sujeta a nadie
sino a Dios. La libertad de la concienca, en el sentido de la Reforma, no significa que cada
uno pueda establecer sus propias normas (esto sería relativismo); pero que cada uno tiene
su propia responsabilidad ante Dios, sin la interferencia de terceras personas.

Abraham Kuyper comenta sobre este tema:


“La conciencia nunca es sujeta a un hombre, sino siempre y solamente al Dios
Todopoderoso. … La soberanía de la iglesia encuentra su límite natural en la soberanía de
la persona libre. … Y dondequiera que ocurriera una transgresión de su poder, en
violación de este principio, el gobierno tiene que proteger a cada ciudadano. La iglesia no
puede ser obligada a tolerar entre sus miembros a alguien a quien se siente obligada
expulsarlo; pero por el otro lado, ningún ciudadano del estado puede ser obligado a
permanecer en una iglesia la cual su conciencia le obliga abandonar.
Lo que el gobierno exige de parte de las iglesias en este respecto, lo tiene que practicar él
mismo, dando a cada ciudadano la libertad de conciencia, como el primer e inajenable
derecho de todos los hombres.
… Y aun si estoy obligado a admitir que nuestros padres, en la teoría, no tenían la
valentía de llegar a las conclusiones que siguen de esta libertad de la conciencia: la
libertad de la expresión, y la libertad del culto; aun si estoy consciente de que ellos
hicieron un esfuerzo desesperado para impedir la propagación de literatura que no les
gustaba – todo esto no anula el hecho de que la libre expresión del pensamiento, por la
palabra hablada y escrita, alcanzó su victoria por primera vez en la Holanda calvinista.
… Tan temprano como en 1649, se declaró que la persecución por causas de la fe era “un
asesinato espiritual, un asesinato del alma, una rabia contra Dios mismo, el más horrible
de los pecados.”
(“Exposiciones sobre el calvinismo”, Exposición 3)
Otra expresión política del sacerdocio general fue la igualdad ante Dios; Dios no hace
acepción de personas. Por tanto, los países de la Reforma desarrollaron formas cada vez
más democráticas de gobierno.

De la Reforma, encontramos tres corrientes importantes.


Estas tres corrientes tienen ciertas diferencias en cuanto a la aplicación de una cosmovisión
Bíblica:

- La corriente luterana. Lutero enseñó que existen “dos reinos”, el reino de Dios que se
manifiesta en la iglesia, y el “reino secular”. Según Lutero, el “reino secular” no es
gobernado directamente por la Palabra de Dios, sino por la razón del hombre. Por tanto,
Lutero no es consecuente en su aplicación de una cosmovisión cristiana. El mantiene
todavía una cierta separación entre una “esfera espiritual” y una “esfera secular”, y
considera que la “esfera secular” es buena, aun cuando la Palabra de Dios no se aplica
claramente en ella. En consecuencia, las iglesias luteranas son dependientes del gobierno
civil (en algunos lugares hasta el punto que el gobierno paga a los pastores).

- La corriente calvinista. Calvino es muy claro en que la soberanía de Dios se extiende a


todas las áreas de nuestra vida. Entonces, la voluntad de Dios tiene que realizarse no solo
en la iglesia, sino también en la vida personal, en el estado, en la economía, etc. Esto no
significa de ninguna manera un gobierno de la “iglesia” sobre el estado; pero cada cristiano,
en su responsabilidad que ejerce en la sociedad, debe verse como un enviado de Dios en su
esfera de la sociedad. Por esta razón, el calvinismo es más consecuente en la aplicación de
una cosmovisión cristiana.

- La corriente anabaptista. En cierto sentido, los anabaptistas eran los más consecuentes en
la aplicación de principios bíblicos (por ejemplo, eran los únicos en aquel tiempo que se
opusieron al bautismo de infantes). Por eso, a veces se les llama “la Reforma radical”. Los
anabaptistas insistieron en una aplicación estricta de la Palabra de Dios, pero dentro de su
propio círculo cerrado, separado del “mundo”. Por tanto, su idea era similar a la idea de los
monjes: ellos consideraron al mundo secular como completamente malo, y se retiraron del
mundo. En consecuencia, perdieron su influencia en la sociedad. Como Lutero, hablaron de
“dos reinos”; pero a diferencia de Lutero, para ellos el “reino secular” no era bueno, sino
malo.
Vimos que el Renacimiento y el humanismo se concentraban en las “cosas particulares”, y
en el hombre (que también es un “particular”). Por tanto perdieron de la vista
los “universales”, y comenzaron a perder el significado de las cosas particulares.
La Reforma no tenía este problema, porque la Reforma tenía un marco de referencia
absoluto en la revelación de Dios. Por tanto, todas las cosas particulares tenían su
significado como creación de Dios. La Reforma pudo prestar atención a las cosas
particulares sin perder su significado.

Francis Schaeffer hace una comparación entre las obras de arte de la Reforma, y el arte del
Renacimiento. Ambos pusieron un nuevo énfasis en la naturaleza, y las cosas creadas. Pero
a diferencia del Renacimiento, la Reforma interpretó la naturaleza como creación de Dios.
Por tanto, su arte nunca desbordó en el desenfreno y la inmoralidad, como sucedió con el
Renacimiento. Los artistas de la Reforma estaban conscientes de que Dios había creado
todas las cosas para Su propia gloria; entonces también sus obras de arte debían glorificar a
Dios.

En el tiempo de la Reforma surgieron muchos nuevos cantos de alabanza. Lutero mismo


escribió coros, y Teodoro Beza (el sucesor de Calvino) adaptó los Salmos para ser cantados
en la iglesia. Antes de la Reforma, era prohibido para los laicos cantar en la iglesia. Ahora,
como señal de su acceso directo a Dios, se permitió nuevamente a los laicos (por primera
vez después de muchos siglos) participar en el canto en el culto

. Los pintores de la Reforma pintaron, igual como los


del Renacimiento, paisajes y personajes muy realistas. Pero lo hicieron – a diferencia del
Renacimiento – para resaltar la creación de Dios y glorificar al Creador. Muchas de sus
obras tenían un mensaje cristiano directo. Schaeffer menciona un ejemplo:”El ejemplo más
claro lo encontramos en Rembrandt (1606-1669). El era un verdadero cristiano que creía en
el significado de la muerte de Cristo para él personalmente. En 1633 pintó “El
levantamiento de la cruz”. Un hombre con la boina azul de un pintor levanta a Cristo a la
cruz. Este hombre es Rembrandt; es un autorretrato. Con ello, Rembrandt testificó ante
todo el mundo que eran también sus propios pecados los que llevaron a Cristo a la cruz.”

(A la derecha: Recorte de “El levantamiento de la cruz”. El hombre a los pies de Jesús es


Rembrandt.)

A menudo se escucha decir que los reformadores eran en contra de las artes, porque
hicieron destruir muchas obras de arte en las iglesias. Schaeffer contradice este prejuicio:

“Pero la Reforma no estaba en contra de las artes en sí. Para la gente de aquel tiempo, las
estatuas eran objetos de adoración. Los reformadores reconocieron que la Biblia enseña
claramente que hay un solo mediador entre Dios y los hombres – Jesucristo. Por tanto
destruyeron las imágenes – no como obras de arte, sino como imágenes religiosas que
contradecían la enseñanza bíblica de Jesús como único mediador.”

(Este tema se discute con más profundidad en Abraham Kuyper, “El calvinismo y las
artes”).
Preguntas de repaso
- Resume en tus propios palabras los principios de la Reforma.
- ¿De dónde viene el significado de las cosas particulares, para la Reforma?
- ¿Por qué se dice que los reformadores eran en contra del arte; y qué responde Schaeffer a
esta crítica?
- Describe las diferencias entre el catolicismo y la Reforma, en su concepto acerca del arte.
Para reflexionar más:
- ¿Cuáles son las diferencias más importantes entre la Reforma y el catolicismo?
- ¿Cuáles son las diferencias más importantes entre la Reforma y el humanismo?

En 1644, el presbiteriano escocés Samuel Rutherford publicó un libro titulado: “Lex rex”
(“La ley es rey”). El libro trata de este debate: ¿Quién es superior, el rey o la ley? ¿El rey
tiene que someterse a la ley, o tiene una autoridad por encima de la ley? – Este es,
básicamente, el mismo asunto como entre Lutero y el papa: ¿Quién es superior, el papa o la
Palabra de Dios? ¿El papa tiene que someterse a la Palabra de Dios, o tiene una autoridad
por encima de ella? La respuesta de la Reforma era clara: La Ley de Dios es superior, y cada
autoridad humana tiene que someterse a ella. Este mismo principio, Rutherford lo aplicó a
la política y al Estado: El Estado tiene una ley fundamental, una Constitución; y el gobierno
tiene que someterse a la Constitución.
Esta es la idea básica de lo que hoy llamamos “el Estado de Derecho moderno”. “Estado de
derecho” significa, básicamente, que la ley está por encima del gobierno; un gobernante no
puede hacer decisiones arbitrarias por el solo hecho de ser gobernante. Esta idea vino de los
principios de la Reforma. ¡Los pensamientos de la Reforma colocaron la base para el Estado
de derecho moderno! – Las ideas de Rutherford tenían gran influencia más adelante en la
redacción de la Constitución de los Estados Unidos.

Además, Rutherford enfatizó que la ley del Estado tiene que estar de acuerdo con la Palabra
de Dios. Entonces, si el Estado tiene leyes, pero estas leyes no concuerdan con la Ley de
Dios, entonces tampoco podemos hablar de un “estado de derecho” en el sentido de
Rutherford.

El principio del Estado de Derecho ya está en la Biblia, solo fue “re-descubierto” en la


Reforma:

“Y cuando (el rey) se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro
una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrá
consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios,
para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para
que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a
siniestra; a fin de que prolongue sus días en el reino, él y sus hijos, en medio de Israel.”
(Deut.17:18-20)

“¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley?”
(Sal.94:20)

La idea del Estado de Derecho se complementó con el principio de la separación de


poderes. Este principio se considera algo bastante moderno, pero en realidad ya está
anticipado en el Antiguo Testamento: Is.33:22 menciona los tres poderes “juez” (judicial),
“legislador” (legislativo), y “rey” (ejecutivo). Además, este verso enfatiza que los tres
poderes están en la mano de Dios. – Como punto adicional podemos mencionar la estricta
separación entre el poder religioso y el poder civil, que se mantenía en la Israel del AT.

Aquí tenemos por primera vez un ejemplo claro del poder transformador de la cosmovisión
cristiana, cuando se aplica de manera consecuente a una sociedad entera. Los países
reformados asumieron muy pronto un gobierno constitucional, mientras al mismo tiempo
en Francia se desarrollaba el absolutismo que más adelante llevó a la sangrienta Revolución
Francesa.

Francis Schaeffer dice que solo por el regreso a la enseñanza Bíblica, la sociedad pudo tener
libertad sin caos. Bajo el catolicismo de la Edad Media hubo orden, pero no hubo libertad.
El Renacimiento, y más adelante la Ilustración, trajeron libertad, pero a la vez trajeron caos
con las revoluciones y el desenfreno moral (lo que a menudo llevó a una nueva dictadura
con pérdida de la libertad). Solo en los países influenciados por la reforma se produjo
verdadera libertad, bajo un gobierno ordenado, pero limitado en su poder.

El evangelista argentino Alberto Mottesi describe las diferencias entre los gobiernos de los
países reformados, y los gobiernos de los países latinoamericanos que nunca
experimentaron una Reforma:

“En general el gobernante hispanoamericano no se sujeta a la ley, particularmente si es una


ley de su propia hechura. Nuestra filosofía de gobierno es de corte maquiavélico: el
gobernante es el que hace la ley. Se inspira en el iluminismo francés que cambia el
absolutismo de la monarquia (“l’Etat c’est moi”, el Estado soy yo) por el de la rebelión
contra el orden establecido. La Revolución Francesa no reconocía, según Bakunin, “ni Dieu
ni maitre”, ni Dios ni amo.

Aunque nuestros países usan la forma constitucional norteamericana, no se ha


comprendido el espíritu que la anima. Por eso nuestras imitaciones no han funcionado. …
Entre nosotros tanto los gobernantes como los gobernados suelen violar la ley si no hay una
vigilancia y una amenaza de castigo de por medio. Es que creemos que la ley es de hechura
humana, que el gobierno otorga derechos. No debe extrañar que veamos al gobernante
como a un potentado que debe aprovecharse lo más posible de la oportunidad, mientras la
tenga.

En los países avanzados se suelen usar máquinas en el cobro del peaje, sin que operen
barreras físicas para contener a los violadores. En una ciudad extranjera que visité, el 92%
de los automobilistas pagaban su cuota sin que nadie los vigilara ni los obligase. ¿Qué
porcentaje pagaría el peaje en nuestras capitales si no hubiese quien los obligase?”

(Alberto Mottesi, “América 500 años después”)

(… Kuyper, Soberanía en su propia esfera…)

Resumen de la historia de Europa y Norteamérica desde la Reforma

El siguiente cuadro representa el desarrollo espiritual de Europa y Norteamérica:


Con la Reforma empezó un regreso al cristianismo Bíblico. La Biblia se difundía muy
rápidamente, el conocimiento de la Palabra de Dios aumentó, y con ello el nivel espiritual
en general. Así vemos que la curva sube durante los siglos XVI y XVII.

El nivel más alto de espiritualidad se alcanzó en el siglo XVIII. Durante ese siglo hubo
grandes movimientos de avivamiento en Europa (sobre todo Inglaterra y Alemania) y en
Norteamérica. Grandes partes de la población se convirtieron a Jesucristo.

De estos avivamientos surgió también un movimiento misionero. Después de muchos


siglos, los cristianos europeos empezaron nuevamente a asumir su responsabilidad de
alcanzar a todas las naciones con el Evangelio. (Como consecuencia de este movimiento
misionero, llegaron también los primeros misioneros al Perú durante el siglo XIX. Las
primeras iglesias evangélicas peruanas son “bisnietos espirituales” de los avivamientos en
Inglaterra.)

Poco a poco, los avivamientos perdieron su fuerza. A la vez surgió otro movimiento,
la “ilustración”. Las personas “ilustradas” poco a poco dejaron de lado la fe en Dios y la
sustituyeron por la fe en la ciencia y en el pensamiento humano. Desde entonces vemos que
la curva de la espiritualidad baja.
Todavía hubo algunos avivamientos en el siglo XIX, pero ya no alcanzaron la misma fuerza
como los anteriores. En general, el número de cristianos y su nivel espiritual bajó. Hoy día,
el nivel espiritual de Europa es posiblemente más bajo que antes de la Reforma. (En Suiza y
Alemania – ambos países de la Reforma – hay actualmente menos de 3% de cristianos
nacidos de nuevo, mientras en Perú se dice que hay alrededor de 10%).

El desarrollo moral (o de la ética)


Cuando aumenta el conocimiento de la Palabra de Dios, es de esperar que la gente empiece
también a actuar según esta palabra y a cambiar sus principios morales. Se renueva la ética
personal de los cristianos, y con el tiempo, la ética de toda la sociedad en general.
No sucede de un día al otro. Tenemos que entender que aquí hay un efecto de retraso. Para
que la ética de una sociedad pueda cambiar (según la Palabra de Dios), se necesita:
• un número significativo de cristianos comprometidos

• y que estos cristianos realmente vivan según lo que creen; en otras palabras, que
tengan una cosmovisión cristiana. (!!)

Por eso vemos que durante los siglos XVI y XVII el nivel ético de Europa todavía permanece
bajo. Todavía hay mucha violencia, delincuencia y guerras donde se cometieron atrocidades
terribles. Pero poco a poco empieza a subir el nivel de la ética y moralidad. (Como ejemplo:
El libro “Lex Rex” fue escrito más de cien años después de Reforma. Este fue el tiempo que
las ideas de la reforma necesitaban para penetrar en el ambiente de la política.) Por eso, la
curva de la ética empieza a subir en los siglos XVII y XVIII. La gente se vuelve más
responsable, más justa, hay más amor al prójimo, etc.

Podemos ver la cumbre de este desarrollo durante el siglo XIX. Un buen ejemplo es la
abolición de la esclavitud en Inglaterra: Después de los grandes avivamientos hubo un gran
número de cristianos, y poco a poco los cristianos pudieron ingresar en puestos de mucha
influencia en la sociedad. A inicios del siglo XIX ya hubo un buen número de congresistas
cristianos que realmente se esforzaron para hacer una política de acuerdo con la Palabra de
Dios. Uno de ellos, William Wilberforce, luchó especialmente contra la esclavitud. Esto no
era fácil, porque los amos de esclavos eran generalmente de la clase alta y de mucha
influencia. Pero Wilberforce ganó esta lucha porque había también una fuerte influencia
cristiana en la sociedad. En el año 1807, el tráfico de esclavos y la esclavitud en general
fueron prohibidos en Inglaterra.

El nivel ético bajó rápidamente durante el siglo XX. ¿Por qué? ¡Porque la base espiritual
faltaba! Cuando la sociedad europea se alejó de la Biblia, se quitó el fundamento sobre el
cual estaba edificada su ética.

Pero tenemos que tomar en cuenta otra vez el “efecto de retraso”. Los pensamientos de la
ilustración no tenían un efecto inmediato sobre la ética. El efecto vino unos cien años
después. El ejemplo más claro son las dos guerras mundiales, las guerras más sangrientas
de toda la historia. ¡Estas guerras se libraron justamente entre aquellas naciones que eran
consideradas las más avanzadas del mundo!

Podemos decir que Europa y Norteamérica viven todavía de una ética heredada de la
Reforma, aunque rechazaron las mismas bases de esta ética. Por eso, podemos prever que
esta herencia pronto se agotará.

Preguntas de repaso:
- Explica el principio “Lex Rex”.
- ¿Por qué dice Schaeffer que solo la ética Bíblica puede darnos “libertad sin caos”?
- ¿Por qué podemos decir que ciertas innovaciones de los siglos XVII y XVIII se basan en la
Reforma que ocurrió en el siglo XVI?
Para reflexionar más:
Schaeffer dice lo siguiente acerca de un gobierno basado en una cosmovisión cristiana: “El
ciudadano puede levantarse en cualquier momento y declarar, a base de la enseñanza
bíblica, que la mayoría está equivocada.” – Describe las diferencias entre este concepto, y el
concepto actual de “democracia”. Después responde a la pregunta: ¿Qué consecuencias
tienen estas diferencias para las democracias actuales?

Al hablar de la Reforma, estamos también en la época de la Conquista. Los conquistadores


eran contemporáneos de los Reformadores. Por tanto, es apropiado examinar ahora lo que
sucedió en Sudamérica en ese tiempo.

Al inicio citamos al cronista Guamán Poma de Ayala, y vimos que los incas aseguraron su
poder con un mito religioso que ni ellos mismos creían: que eran hijos del sol. Se sabe de las
crónicas antiguas, que por lo menos un inca (Inca Yupanqui, según la mayoría; Pachacutec,
según otros) reunió a los sacerdotes para instruirlos que el sol no era un dios, sino un ser
creado, y que por tanto no debían adorar al sol; pero que mantuviesen este conocimiento en
secreto. – Podemos decir que un elemento importante en el poder de los incas era el engaño
religioso.

También es notable que en la religión incaica, los dioses no son legisladores, ni se someten
a alguna ley; son dioses arbitrarios. Por eso, el seguidor de la religión andina vive en un
miedo constante a algún “golpe” imprevisto de parte de los dioses. Esto, a su vez, tiene
consecuencias para el gobierno: Si los dioses deciden de manera arbitraria, el gobierno hace
lo mismo. En el gobierno incaico, el rey es superior a la ley. (Como ejemplo: Para el pueblo
había castigos drásticos en casos de incesto; pero para el inca se consideraba ventajoso
casarse con su propia hermana.) Puesto que el inca era considerado un semidiós, él también
era temido como los dioses.

Los conquistadores eran católicos romanos. Quizás nos sorprenderá encontrar elementos
muy parecidos a los mencionados, en la cosmovisión católica romana.

En la captura de Atahuallpa, una persona clave fue el sacerdote Vicente Valverde. El


justificó la Conquista con una “comisión divina” y se dirigió a Atahuallpa con las siguientes
palabras:

“…Los papas … gobiernan el género humano. …Un Papa ha dado a los reyes de España
todos estos países para pacificar a los infieles y traerlos al dominio de la Iglesia Católica
fuera de la cual nadie puede salvarse. … Debéis, pues, señor, reconoceros tributarios del
Emperador, abandonar el culto del sol y todas las idolatrías … Si así lo hacéis, Dios os dará
el premio y los españoles os protegerán contra vuestros enemigos.”

Aquí tenemos otra vez el engaño religioso. De alguna manera, Pizarro se había enterado de
que los incas creían en una antigua “profecía”, de que algún día llegarían unos extranjeros
desde la parte del mar para traerles bendición. Entonces, los conquistadores pudieron
apoyarse en esta creencia y decir que eran enviados de Dios.

La cosmovisión católica romana contiene también el elemento de la arbitrariedad. La iglesia


católica (y sobre todo el papa que es considerado “infalible”) puede promulgar cualquier
doctrina nueva y declarar que está contenida en la Biblia de manera “implícita” (aunque
contradiga lo que la Biblia enseña de manera explícita). De esta manera, hay una autoridad,
un “rey” arbitrario, que está por encima de la Ley.

Ignacio de Loyola – también contemporáneo de la Reforma y de los conquistadores – dijo


en sus “Ejercicios espirituales”: “Debemos siempre tener para en todo acertar, que lo blanco
que yo veo, creer que es negro, si la Iglesia jerárquica así lo determina.” – En otras
palabras: la iglesia católica romana se atribuye el derecho de alterar y manipular la verdad,
y nadie la puede cuestionar.

Se ha escrito mucho sobre el “enigma histórico” de que un imperio tan grande como el
incaico, pudo sucumbir tan rápidamente ante un número tan pequeño de invasores.
Considero que un factor importante eran las similitudes entre la cosmovisión incaica y la
cosmovisión católica romana; una cosmovisión que predispuso a los incas a entregarse a la
esclavitud.

(Este tema está detallado en mi libro “Las ovejas del Perú”.)


Francis Schaeffer demuestra que las presuposiciones cristianas (redescubiertas en la
Reforma) eran necesarias para dar inicio a las ciencias modernas:

“Los comienzos de las ciencias modernas no estaban en conflicto contra la Biblia. Muy al
contrario, en un punto crítico la revolución científica dependía de la Biblia. Tanto Alfredo
North Whitehead (1861-1947) como Roberto Oppenheimer (1904-1967) señalaron que las
ciencias modernas surgieron desde la cosmovisión cristiana. Según sé, estos dos
científicos no eran cristianos; pero ambos reconocieron plenamente que las ciencias
modernas surgieron del cristianismo.
Whitehead declaró que el cristianismo es la madre de las ciencias, por causa de “la
enseñanza medieval sobre la racionalidad de Dios”. Whitehead mencionó también la
confianza en “la racionalidad entendible de un ser personal”. En sus exposiciones declaró
que a raíz de la racionalidad de Dios, los científicos tempranos tenían “una fe
inconmovible de que cada acontecimiento particular se relaciona con los acontecimientos
anteriores en una manera que expresa principios generales. Sin esta fe, los esfuerzos
increíbles de estos científicos no hubieran tenido esperanza.” En otras palabras: Puesto
que estos científicos eran convencidos de que el mundo fue creado por un Dios racional,
creían que era posible descubrir datos verdaderos sobre la naturaleza y el universo, con
la ayuda de la razón.
… Su convicción de que el mundo había sido creado por un Dios racional, les dio a los
científicos la confianza de que iba a ser posible descubrir datos verdaderos sobre el
mundo, basándose en observaciones y experimentos. Este era su fundamento
epistemológico – el fundamento filosófico sobre el cual podían estar seguros de que el
conocimiento es posible. Puesto que el mundo era creado por un Dios racional, no les
sorprendió a los científicos que encontraron una relación entre ellos mismos, como
observadores, y los objetos que observaban. Esta base depende de un marco cristiano, y
es necesario trabajar dentro de este marco cristiano para observar la naturaleza. Sin esta
base cristiana, las ciencias modernas no hubieran sido posibles.
… En Londres se fundó en 1662 la “Royal Society for Improving Natural Knowledge”
(Sociedad Real para el mejoramiento del conocimiento natural). En sus primeros años,
casi todos sus miembros confesaron el cristianismo. George M. Trevelyan escribe:
“Roberto Boyle, Isaac Newton y los otros miembros de la Sociedad Real eran hombres
religiosos. Ellos acostumbraron el pensamiento de sus paisanos al principio de una ley
natural del universo, y a los métodos científicos para descubrir la verdad. Se creía que
estos métodos nunca podían llevar a conclusiones incompatibles con la Biblia y con la
religión sobrenatural. Newton vivió y murió en esta fe.
…Los griegos, los musulmanes y los chinos perdieron finalmente su interés en las ciencias
naturales. Como mencionamos antes, los chinos tenían muchos conocimientos acerca del
mundo. Joseph Needham explica por qué los chinos nunca desarrollaron sus
conocimientos hacia una ciencia completa: “No tenían ninguna esperanza de poder
descifrar alguna vez el código de las leyes naturales, porque no tenían ninguna certeza de
si existía un ser divino, racional, que hubiera formulado alguna vez un tal código, de
manera que nosotros lo podríamos leer.”
Tenemos aquí un ejemplo de como los cristianos bien fundamentados en una cosmovisión
Bíblica, en siglos anteriores, realmente eran “cabeza y no cola”. Las innovaciones más
importantes de los siglos XVI y XVII (el Estado de Derecho y los descubrimientos
científicos) se debían a cristianos que pensaban bíblicamente. Más tarde, el mundo no
creyente se apropiaba de estas innovaciones; pero los pioneros habían sido los cristianos. –
Algo muy parecido sucedió también en las áreas de la educación y de la salud: los primeros
y mejores hospitales y escuelas fueron fundados por cristianos con convicciones Bíblicas;
pero más tarde fueron secularizados.

Las presuposiciones cristianas eran necesarias para poder formular “leyes naturales”.
Profundizaremos este punto:

Un científico que no tiene esta base cristiana, ¡en realidad no tiene ninguna base para
afirmar que algo así como “leyes de la naturaleza” realmente existen! – Un científico secular
puede observar, por ejemplo, que un objeto, cuando se lo suelta, siempre cae hacia abajo.
Incluso podría medir el tiempo que el objeto necesita para llegar al suelo, y observaría que
cada vez cae con la misma velocidad. Pero aún después de hacer la misma observación mil
veces, ¡nuestro científico no tiene ninguna base segura para afirmar que la milésima
primera vez va a suceder lo mismo! – ¿Por qué no? – Es que el científico solamente pudo
hacer observaciones acerca del presente y pasado. Hablando en un sentido estrictamente
científico, esto no fundamenta de ninguna manera una declaración acerca del futuro. Si la
ciencia se limita a lo que se puede medir y observar, entonces no puede hacer ninguna
declaración acerca del futuro, porque el futuro no se puede observar.

Si el científico de nuestro ejemplo quiere establecer una “ley universal” (en este caso la ley
de la gravedad), que le permita predecir que lo mismo ocurrirá en todos los lugares y en
todos los tiempos, entonces tiene que introducir un elemento más: la uniformidad del
universo. En otras palabras, para establecer su “ley”, el científico tiene que asumir que las
leyes de la física son las mismas en todo lugar del universo, y en todos los tiempos. Esta es
una presuposición que el científico tiene que aceptar por fe, pues no es posible comprobarla
científicamente. (¡Nadie tiene la posibilidad de viajar a todos los lugares del universo y por
todos los tiempos, para comprobar si las leyes de la física realmente son las mismas allí!)
Además, nuestro científico tiene que asumir que es posible hacer observaciones y
conclusiones verdaderas acerca del universo; que existe alguna conexión entre la estructura
de nuestra mente y la estructura del universo. (No existe ninguna razón por qué debería
existir una tal conexión, excepto si ambos fueron creados por el mismo Creador.) Por eso,
las ciencias naturales en la actualidad no tienen ningún fundamento epistemológico. (La
mayoría de los científicos ateos prefieren ignorar estos problemas filosóficos. Ellos siguen
trabajando con los métodos de antes porque “funcionan”, pero no pueden explicar por qué
funcionan.)
(Nosotros hoy estamos acostumbrados a ver p.ej. leyes de la física expresadas en fórmulas
matemáticas. Pero en los siglos XVI y XVII, ¡esta fue una idea completamente novedosa y
no le había ocurrido a nadie antes! Por fin, las leyes de la matemática, construidas dentro
de nuestra mente, son algo completamente diferente de los movimientos de la creación de
Dios alrededor de nosotros. ¿A quién le ocurriría que podría haber una conexión entre los
dos? Fue Isaac Newton quien por primera vez expresó claramente la idea de que las leyes de
la naturaleza podrían expresarse por medio de la matemática – y él llegó a esta idea desde
sus convicciones cristianas.)

Si nuestro científico fuera un cristiano y tuviera una cosmovisión cristiana, entonces el


asunto sería muy diferente. ¡Es que la cosmovisión cristiana nos explica por qué podemos
contar con la uniformidad del universo! – Cuando hablamos de “leyes”, tenemos que hablar
también acerca del Legislador. Como cristianos, podemos saber que este mundo fue creado
por Dios, y que Él mismo estableció sus leyes. Sabemos que Dios procede de manera
ordenada, y que por tanto también este universo creado por Él debe ser ordenado. La Biblia
expresa este hecho, por ejemplo, en el pacto de Dios con Noé (en términos de “leyes” que la
gente de aquel tiempo pudo observar), cuando dice: “Mientras la tierra permanezca, no
cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.”
(Gén.8:22) – Entonces, como cristianos, entendemos que la “uniformidad del universo”
tiene su base en los atributos de Dios: en Su fidelidad y Su veracidad.

Uno de los pocos científicos de aquel tiempo que no mantuvieron presuposiciones


cristianas, fue René Descartes (1596-1650). Podemos considerar a Descartes como el
precursor del racionalismo (la filosofía dominante en lailustración más tarde). Su frase
célebre, “Cogito ergo sum”, es a menudo traducida con: “Pienso, entonces soy.” Pero el
significado fundamental, en el propio pensamiento de Descartes, es: “Dudo, entonces soy.”
– Descartes se había propuesto encontrar un fundamento seguro para su pensamiento.
Entonces empezó a dudar de todo lo que podía dudar: de Dios, del mundo, de su propia
existencia. Por fin encontró que existía una sola cosa de la cual no podía dudar: su propia
duda. Entonces, Descartes edificó su cosmovisión sobre su propia duda. Podemos decir que
el racionalismo es la cosmovisión que duda de todo, excepto de la razón del hombre. – Pero
Descartes nunca se preguntó si su “confianza en su propia duda” era justificada: era una
confianza ciega.
Es también interesante observar que a pesar de este fundamento “ateo”, Descartes nunca
abandonó realmente su fe en Dios. En su obra principal, “Discurso del Método”, Descartes
pretende incluso demostrar racionalmente que Dios existe. (Por supuesto que este es un
punto de partida equivocado: Descartes pone la razón por absoluto, y desde allí intenta
comprobar la existencia de Dios – entonces su “Dios” ya no es absoluto, porque depende de
la razón humana. Pero un “Dios” que no es absoluto – que depende de alguna otra cosa -, ya
no puede ser el Dios de la Biblia. Esta objeción tenemos que levantar contra todos los
intentos de “demostración” racional de Dios.)
Las siguientes citas demuestran el trasfondo cristiano de algunos de los primeros
científicos:

“Los seis planetas primarios giran alrededor del sol en círculos concéntricos, y en la
misma dirección, y casi en el mismo plano. Diez lunas giran alrededor de la tierra,
Júpiter, y Saturno, en círculos concéntricos con ellos, en la misma dirección, y casi en los
planos de las órbitas de estos planetas. Pero es inconcebible que causas meramente
mecánicas hubieran dado origen a tantos movimientos regulares, puesto que los cometas
se mueven por todas las partes del cielo y en órbitas muy excéntricas … Este sistema tan
hermoso del sol, los planetas, y cometas, puede proceder solamente del consejo y dominio
de un Ser inteligente y poderoso. …”
(Isaac Newton, “Philosophiae Naturalis Principia Mathematica”)
“Quizás parezca extraño que la geometría no defina ninguno de sus objetos principales;
pues no puede definir el movimiento, ni los números, ni el espacio; y sin embargo, es de
estas tres cosas que la geometría trata en particular, y según la investigación de cada uno
de ellos toma los diferentes nombres de mecánica, aritmética, y geometría…

Pero esto no nos sorprenderá si notamos que – puesto que esta ciencia admirable se
preocupa solo de las cosas más sencillas – esta misma calidad que los rinde dignos de ser
sus objetos, los rinde incapaces de ser definidos; de manera que la ausencia de una
definición es más una perfección que un defecto, porque no se debe a su oscuridad, sino al
contrario a su notoriedad y claridad, que es tal que aunque no tenga la convicción de
demostraciones, tiene toda certeza. Por tanto se supone que sabemos qué es la cosa que
entendemos con las palabras movimiento, número, espacio; y sin detenerse para
definirlos sin propósito, (la geometría) penetra su naturaleza y descubre sus propiedades
maravillosas.
Estas tres cosas que comprenden el universo entero, según las palabras: “Dios ha hecho
todas las cosas en peso, número y proporción”, tienen una conexión recíproca y necesaria.
Pues no podemos imaginar el movimiento sin un objeto que se mueva; y este objeto,
siendo uno, esta unidad es el origen de todos los números; y por último, el movimiento no
puede existir sin el espacio; y así vemos estas tres cosas incluidas dentro del
primero.” (Blas Pascal, “Del espíritu geométrico”)

“La primera (máxima) fue obedecer las leyes y costumbres de mi país, adhiriendo
firmemente a la Fe en la que, por la gracia de Dios, fui educado desde mi niñez, …

Habiéndome así provisto de estas máximas, y habiéndolas puesto en reserva junto con las
verdades de la Fe, que siempre han ocupado el primer lugar en mi creencia, llegué a la
conclusión que ahora podía con libertad empezar a despojarme de lo que quedaba de mis
opiniones.”(René Descartes, “Discurso del método”)

“Grande es la naturaleza absoluta de las armonías, con todos sus detalles como expuestos
en mi tercer libro, todo se encuentra entre los movimientos celestiales, de hecho no de la
manera como yo me imaginaba, pero de otra muy diferente, y sin embargo la más
perfecta y excelente. … Robé los vasos de oro de los egipcios, para construir un
tabernáculo para Dios lejos de los confines de Egipto. … La suerte está echada, el libro
está escrito; para ser leído ahora o por la posteridad, no me importa cual; podrá bien
esperar un siglo por un lector, si Dios ha esperado seis mil años por un observador.”
(Juan Kepler)
En la siguiente cita vemos que algunos científicos mantuvieron esta herencia cristiana hasta
tarde en el siglo XIX:

“Si entonces queremos obtener estándares de la longitud, el tiempo, y la masa, que sean
absolutamente permanentes, tenemos que buscarlos no en las dimensiones, o
movimientos, o la masa, de nuestro planeta, sino en la longitud de onda, el período de
vibración, y la masa absoluta de aquellas moléculas imperecibles, inalterables, y
perfectamente similares.
Cuando encontramos que aquí, y en las estrellas del cielo, hay innumerables multitudes de
pequeños cuerpos de exactamente la misma masa, tanto y no más, y vibrando en
exactamente el mismo tiempo, tantas veces por segundo y no más; y cuando
contemplamos que ningún poder en la naturaleza puede alterar ni en lo más mínimo ni la
masa ni el período de alguno de ellos, entonces parece que hemos avanzado por el camino
del conocimiento natural a uno de estos puntos donde tenemos que aceptar la guía de
aquella fe por la que entendemos que ‘lo visible no fue hecho de cosas que aparecen’
(Hebr.11:3)”.
(James Clerk Maxwell, Discurso ante las secciones de Matemática y Física de la
Asociación Británica, Liverpool, 15 de Setiembre de 1870)
¿No es el desarrollo científico, técnico y económico un resultado de la ilustración?

Así nos enseña la interpretación humanista de la historia, y muchos lo creen. La idea parece
convincente porque la industrialización de Europa empezó poco después de la ilustración.
Pero el hecho de que una cosa sigue a otra cronológicamente, ¡todavía no significa que la
primera haya causado la segunda!

En primer lugar, tenemos que entender que el desarrollo industrial y técnico no hubiera
sido posible sin los fundamentos científicos necesarios. Pero estos fundamentos fueron
colocados por científicos como Newton, Bacon, Pascal, Kepler, y otros, que vivían antes de
la ilustración, y que en su gran mayoría eran cristianos nacidos de nuevo.

En segundo lugar, un factor importantísimo era la “ética protestante del trabajo”. Este es un
hecho reconocido por muchos historiadores, no solamente los cristianos.

Basado en 1 Cor.7:24, Lutero enseñó que el trabajo de cada persona es un llamado de Dios.
Entonces cada uno debe esforzarse también para hacer su trabajo de una manera que
agrada a Dios (Col. 3:17. 23-24). Esto significa que cada cristiano que trabaja, no importa
en qué trabajo, puede ver su trabajo como un servicio para Dios. Esto significa también que
debe ser cumplido y honesto en su trabajo, y hacer un trabajo de buena calidad. Esto fue un
gran cambio frente al pensamiento de la Edad Media. Ahora los cristianos tenían una nueva
motivación para su trabajo, porque entendían que era una manera de servir a Dios. Así
mejoró también la calidad de los trabajos que se realizaban.

En tercer lugar, tenemos que tomar en cuenta nuevamente el “efecto de retraso”. El


desarrollo científico tiene su base en la ética renovada, pero esta nueva ética no produce
resultados inmediatos. Se necesita cierto tiempo desde el momento cuando una sociedad
aprende a trabajar de una manera más responsable y eficaz, hasta que se vean los
resultados visibles de este cambio. Por eso vemos el gran auge de la ciencia y de la industria
recién en el siglo XIX, que podemos llamar “el siglo de los inventores”. En ese siglo se
inventaron por ejemplo los motores eléctricos y de gasolina, la luz eléctrica, la locomotora,
el automóvil, etc.

La cumbre de este desarrollo podemos ver aproximadamente en la segunda mitad del siglo
XX. Pero el fundamento ético sobre el cual se ha construido este desarrollo, está
desapareciendo. Por eso es de esperar que el desarrollo de estos países llegará a su fin.
¡Ningún árbol puede seguir produciendo fruto cuando su raíz está cortada! En los últimos
años ha disminuido la capacidad económica de los países industrializados, y muy
probablemente sufrirán una caída mucho más fuerte todavía en los próximos 50 años.

En cuanto a la ilustración, los verdaderos resultados del racionalismo aparecieron recién en


el siglo XX, en forma de la tremenda caída moral de la civilización occidental.

Preguntas de repaso:
- ¿Cuáles eran las presuposiciones del pensamiento de la Reforma que hicieron posible la
ciencia moderna?
- ¿Por qué es un anacronismo decir que la ilustración produjo el desarrollo científico y
técnico?
- ¿Por qué la ciencia actualmente no tiene ningún fundamento epistemológico, o sea,
ninguna base racional para la adquisición de conocimientos?
La filosofía dominante de la ilustración fue el racionalismo. La razón humana fue el valor
absoluto para los hombres “ilustrados”. Ellos rechazaron la revelación de Dios, y creían
poder encontrar toda la verdad por medio de su propio razonamiento. Schaeffer menciona
que esto fue expresado públicamente durante la Revolución Francesa, cuando los
revolucionarios en la catedral de París proclamaron “la diosa de la razón”, representada por
una actriz que fue cargada sobre los hombros de unos hombres en vestimentas romanas.

Casi paralelamente estallaron dos revoluciones en continentes diferentes: En América la


independencia de los Estados Unidos, en 1776, y en Europa la Revolución Francesa, en
1789. En las clases de historia, a menudo se habla de los dos eventos juntos, como si se
trataría del mismo fenómeno. En realidad, los dos movimientos fueron motivados por
espíritus muy opuestos.
En Estados Unidos predominaron principios cristianos, desde la herencia de la Reforma y
de los puritanos. La Revolución Francesa fue básicamente un movimiento ateo, en contra
de la iglesia y en contra del cristianismo en general.
Tan diferentes fueron también los resultados: En Estados Unidos, un estado ordenado que
dio una verdadera dignidad, y mucha libertad, a sus ciudadanos. En Francia, un gran
derramamiento de sangre que culminó en una nueva dictadura bajo Napoleón.
Por tanto, la Revolución Francesa no es ninguna paralela de la independencia
norteamericana. La Revolución Francesa es más bien comparable con la Revolución Rusa
en 1917, que fue también una revolución atea. La Revolución Rusa también causó grandes
matanzas y llevó a una dictadura.
Inglaterra ya había pasado por una revolución un siglo antes. En 1688 se introdujo un
gobierno constitucional y parlamentario, pero sin abolir la monarquía completamente. De
hecho, era un cambio tan pacífico que los historiadores lo llaman “la revolución sin sangre”.
Esta revolución también se basaba en los principios cristianos de la Reforma.
Voltaire (o Voltario), uno de los pensadores más influenciales de la Ilustración y de la
Revolución Francesa, fue profundamente impresionado por la forma inglesa de gobierno.
Schaeffer dice:
“Voltaire (1694-1778), a quien se llama “el padre de la Ilustración”, se impresionó mucho
por los resultados de esta “revolución sin sangre” cuando se encontró en Inglaterra en el
exilio (1726-1729). Particularmente le impresionó la libertad de la expresión. En sus
cartas sobre la nación inglesa escribió: “Los ingleses son la única nación en la tierra que
ha logrado limitar el poder de los reyes, oponiéndose a ellos; y que en una serie de
disputas establecieron por fin un gobierno sabio donde el rey tiene todo el poder de hacer
lo bueno, pero se le impide hacer lo malo … y donde el pueblo participa en el gobierno sin
que esto lleve a la confusión.”

Pero cuando la revolución Francesa intentó reproducir las condiciones de Inglaterra, sin
tener la base de la Reforma (solamente en base a la ilustración humanista de Voltaire), el
resultado era una matanza terrible y un quebrantamiento rápido.”

Tenemos aquí otro ejemplo donde los cristianos eran “cabeza y no cola”. Su sistema de
gobierno era tan sobresaliente que hasta los ateos lo tomaron como ejemplo e intentaron
reproducirlo. Solo que la reproducción atea no funcionó, porque le faltaba la base cristiana.

Es importante notar la gran diferencia entre la teoría del derecho que surgió de la Reforma,
y la teoría del derecho que surgió de la ilustración. En la Reforma, el derecho es basado en
Dios; por tanto trajo una libertad verdadera. En la ilustración, el derecho es basado en el
hombre; por tanto trajo la dictadura del hombre sobre el hombre.

Abraham Kuyper señala como la Declaración de la Independencia, de los Estados Unidos,


fundamenta los derechos del hombre en el derecho de Dios, y la igualdad de los hombres
ante Dios:

“Se expresa en tantas palabras en la Declaración de Independencia, por John Hancock,


que los americanos se aseguraron “por la ley de la naturaleza y del Dios de la
naturaleza”; que actuaron “como provistos por el Creador con ciertos derechos
inajenables”; que apelaron “al Juez Supremo del mundo en cuanto a la rectitud de su
intención”, y que publicaron su Declaración de Independencia “con una firme confianza
en la protección de la Providencia Divina”.”
(Abraham Kuyper, “El calvinismo y la política”)
Los “derechos humanos” proclamados por la Revolución Francesa, en cambio, no trajeron
ninguna libertad verdadera, porque se basaron en un Estado omnipotente, absoluto.
Francis Schaeffer dice:

“Los miembros de la Asamblea Nacional juraron establecer una Constitución a base de


una teoría humanista de los derechos. Ellos redactaron también su declaración de los
derechos humanos. Esto sonó muy bien, pero no hubo ninguna base sobre la cual podrían
haberse apoyado. En la declaración de los derechos humanos, se entendió con “el ser
supremo” lo mismo como con “la soberanía de una nación”: la voluntad general del
pueblo. Esto era un fuerte contraste contra la revolución inglesa, y también contra la
Declaración de Independencia de los Estados Unidos trece años antes de la Revolución
Francesa.”

Esta perspectiva de los derechos humanos lleva al totalitarismo (el Estado controla la
sociedad totalmente). – Las declaraciones y convenciones actuales de la ONU siguen la
línea de la Revolución Francesa: Los derechos humanosdependen del Estado (resp. de la
misma ONU) quien es soberano para garantizar estos derechos, o limitarlos. Cuando no se
reconoce a Dios como autoridad soberana, el gobierno del Estado se vuelve soberano y
absoluto, y se pone a sí mismo en lugar de Dios. Lo mismo sucedió y sucede también en los
países comunistas. Esta es la esencia del totalitarismo.
Schaeffer hace la siguiente evaluación:
“Al observar el contraste entre los países de la Reforma y los países del sur y este de
Europa, no podemos minimizar las riquezas que creó la reforma para el gobierno y la
sociedad. Incluso donde los resultados de la Reforma no eran tan consecuentes como
deberían haber sido – los hombres como Shaftesbury, Wilberforce y Wesley pudieron
decir que los males y las injusticias que combatían eran absolutamente malos. Aunque
tenemos que confesar que en muchos casos los cristianos se callaron donde debían haber
hablado – en cuanto a la discriminación racial y la falta de misericordia -, ellos tenían la
posibilidad y el mandato de levantar la voz, en base a las claras direcciones de la Biblia.
En contraste, para el humanista no es posible declarar con certeza que ciertas cosas son
correctas y que otras son equivocadas. Para el humanista, la realidad absoluta (el
universo impersonal) es neutral y calla ante justicia o injusticia, crueldad o misericordia.
El humanismo no puede establecer normas absolutas. Como resultado, la moral personal
y política se vuelve un asunto completamente arbitrario.”
La independencia de los países sudamericanos fue mayormente inspirada por la corriente
de la ilustración. (Tenemos que tomar en cuenta que los gobiernos coloniales, bajo la
presión de la iglesia católica, cerraron sus países herméticamente contra cualquier
influencia de la Reforma. Un protestante que se atrevía a entrar en una de las colonias
españoles, ya estaba condenado a muerte. Por tanto, no hubo posibilidad que los
pensamientos fundamentales de la independencia de los Estados Unidos pudiera
influenciar de alguna manera en las colonias españolas.)

Es interesante analizar ante este trasfondo la Constitución Política del Perú (1993). Aunque
el preámbulo contiene una invocación de Dios, el Artículo 1 dice: “La defensa de la persona
humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado.”
Después sigue una enumeración de los derechos humanos. Esto revela el carácter
puramente humanista de la Constitución:
• El hombre está en el centro; Dios y Su voluntad quedan al margen. (En el
preámbulo, Dios es solo “invocado”, pero el mandato del pueblo es “obedecido”.)
• Se revela una tendencia hacia el totalitarismo cuando dice: “el fin supremo de la
sociedad y del Estado”, lo que insinúa que el Estado es quien reglamenta todos los
aspectos de la sociedad, e incluso dicta su cosmovisión. (La Constitución de un Estado
puede declarar legítimamente cuál es el fin supremo del Estado, pero no tiene
injerencia en dictar el fin supremo de la sociedad.)

Regresaremos a estos asuntos al estudiar las “Exposiciones sobre el calvinismo” – “El


calvinismo y la política”.
Comenzó un cambio con la Ilustración.
Como vimos arriba, los primeros científicos modernos eran cristianos con convicciones
Bíblicas. Para ellos, las leyes de la creación podían investigarse y describirse de una manera
racional, porque el universo fue creado por un Dios racional. Sin embargo, en su trabajo
científico se limitaban a investigar lo que se puede observar y medir (o sea, las cosas
visibles), y a sacar conclusiones de estas observaciones. Ellos no aplicaron su método a las
cosas invisibles del mundo sobrenatural, porque su enfoque fue en las ciencias naturales.
Para investigar las cosas de Dios, existían otras ciencias “sobrenaturales” (p.ej. la teología)
que tienen otros métodos. Podemos decir, en este sentido, que las ciencias naturales se
limitaron a sí mismas a la observación de las cosas visibles y que se pueden medir.
Pero los científicos racionalistas de la Ilustración fueron un paso más allá. Puesto que para
ellos la razón humana era lo absoluto, todo lo que estaba más allá de la razón no tenía
derecho de existir. En vez de decir: “Nos limitamos a la investigación de lo que se puede
observar y medir”, ellos dijeron: “Lo que no se puede observar y medir, no existe.” – Desde
entonces, muchos racionalistas y materialistas han abusado de las ciencias naturales para
“comprobar” el ateismo: “Si Dios existiera, los científicos le hubieran encontrado.” Quien
dice esto, no toma en cuenta que las mismas ciencias naturales, por su método inherente, se
han limitado a no investigar las cosas de Dios – o sea, por sus propias presuposiciones, no
pueden encontrarle. Es como si alguien intentara captar ondas de radio con un barómetro,
y después dijera: “Mi experimento ha comprobado que las ondas de radio no existen.”

(Acerca del “conflicto científico”, vea también en “El calvinismo y la ciencia”.)


El racionalismo tuvo otro efecto más en las ciencias: Los métodos de las ciencias naturales
empezaron a aplicarse en campos donde nada tienen que ver: en la sociología, la psicología,
la política, etc. Cuando la razón humana es absoluta, ¡todo tiene que someterse a ella! – En
realidad, el alma humana (psicología), o las relaciones sociales humanas (sociología), no se
pueden observar directamente ni medir. En otras palabras, no pueden ser objeto de
investigación de las ciencias naturales, porque no pueden ser observados según el método
de las ciencias naturales.

Al aplicar estos métodos a las “ciencias humanas”, ocurrió un cambio en la manera de


interpretar estas áreas de la vida. Anteriormente, las ciencias naturales habían hecho
posible describir matemáticamente las leyes que gobiernan las cosas inanimadas del
universo: la física, la química, etc. Entonces se podían describir estas partes del universo
como una máquina inmensa que ejecuta constantemente los movimientos prescritos para
los que está programada – cada astro, cada grano de arena, cada molécula era una parte de
esta máquina. Pero no era posible describir los seres vivos en estos términos – ni mucho
menos los pensamientos, emociones y acciones de los seres humanos. Era claro que el
hombre no era una máquina; no era “programado”. También era claro que Dios podía
interferir de manera soberana en el universo, y en las acciones y la historia de los hombres.

Pero al aplicar el método de las ciencias naturales a las “humanidades”, los científicos
empezaron a describir también al hombre en términos de una máquina. Los psicólogos, por
ejemplo, no podían observar el alma de una persona; solo podían observar y medir su
comportamiento externo. Entonces empezaron a describir la psicología ya no como “el
estudio del alma”, sino como “el estudio del comportamiento humano”. (De allí nació la
“psicología del comportamiento”, resp. “behaviorismo” o “conductismo”. En su última
consecuencia, esta rama de la psicología considera al hombre como una máquina, cuyas
reacciones pueden ser programadas y manipuladas de manera completamente previsible.)
– Nos damos cuenta de que esta es una reducción del hombre: el alma está siendo reducido
al aspecto del comportamiento exterior, y se pasan por alto otros aspectos (como las
emociones, motivos, decisiones, la dimensión espiritual, etc.). Ya no vale el dicho de Blas
Pascal: “El corazón tiene sus razones que la razón no conoce.” – Algo parecido sucedió en
los otros campos de humanidades. Este reduccionismo, al final de cuentas, reduce al
hombre a una mera máquina, o a un conjunto de sustancias químicas.
¡Cuán diferente es el concepto Bíblico que nos presenta al hombre creado en la imagen de
Dios!

El siglo XIX;
el racionalismo llegó también a dominar la teología; primero en Alemania, pero poco a poco
en toda Europa y en otros países. Los “teólogos modernos” empezaron a investigar la Biblia
según las presuposiciones racionalistas: “Lo sobrenatural no existe; por tanto, la Biblia no
puede ser revelación de Dios. Tenemos que considerar la Biblia como un libro escrito por
humanos, que contiene muchos mitos, leyendas, y errores científicos. Tenemos que leer la
Biblia con una actitud crítica, y tenemos que distinguir entre lo que puede ser verdad
histórica, y lo que es solo mitología.”
Así surgió el “método histórico-crítico” en la teología (también conocido como “teología
liberal”, “Alta Crítica”, “Ciencias bíblicas”, y muchos otros nombres más). Los teólogos
críticos descartan de la Biblia todo lo que es sobrenatural o “históricamente improbable”.
Por ejemplo, a lo largo del siglo XIX hubo muchos intentos de descubrir y describir al
“Jesús histórico” – un Jesús que era solo hombre (aunque un hombre extraordinario), que
no hizo milagros, que nunca pretendía ser el HIjo de Dios, que murió en la cruz pero no
resucitó – en breve, un Jesús que encajaba en las presuposiciones del racionalismo. (Estos
intentos eran poco convincentes. Albert Schweitzer demostró que lo sobrenatural es tan
entretejido con la vida de Jesús, que no es posible separar a un “Jesús histórico” por un
lado, y lo sobrenatural por el otro lado.)
También hubo muchos intentos de reconstruir la historia de Israel de una manera
“históricamente más probable”: Puesto que es “extremamente improbable” que varios
millones de israelitas hubieran pasado cuarenta años en el desierto, la historia del Éxodo es
descartada como “leyenda”. Igualmente las historias de milagros sobrenaturales, y de
profecías cumplidas. Para todo esto se intentaba encontrar explicaciones racionales,
naturales; y donde esto no fue posible, descartar estas historias como “mitos” y “leyendas”.

Como resultado, se establecieron muchas teorías acerca del origen de los mismos libros
Bíblicos: Los teólogos modernistas creen que los libros Bíblicos son colecciones de leyendas
antiguas que posteriormente fueron juntados y alterados por “redactores” desconocidos.
Entonces descartan lo que los mismos libros dicen acerca de sus autores, y descartan la
inspiración de Dios.

El “método histórico-crítico” sigue siendo dominante hasta hoy. Esta teología se enseña
actualmente en la mayoría de las universidades y facultades teológicas de nivel superior,
como la única “teología científica”. También está siendo difundida por medio de muchos
comentarios bíblicos, Biblias de estudio, y manuales de estudios bíblicos.
Este es un ejemplo de como los cristianos se han convertido en “cola”, en lugar de ser
“cabeza”: En vez de tener una cosmovisión bíblica firme y dar un ejemplo al mundo, la
mayoría de los teólogos del siglo XIX se dejó llevar por la filosofía predominante del mundo
secular, que era el racionalismo. En vez de ser “sal y luz” y de enseñar al mundo, los
cristianos se dejaron enseñar por los incrédulos.

(Vea también: “La teología crítica de la Biblia”)


La Ilustración puso la base para la cosmovisión que llamamos también modernismo. Se
caracteriza por:
• el humanismo y el racionalismo. Se cree que el hombre es lo absoluto, el centro del
universo, “la norma y medida de todas las cosas”. Se cree que el hombre con su
razonamiento puede descubrir toda la verdad y descifrar todos los secretos del
universo.
• la indiferencia o hasta hostilidad hacia Dios. El hombre moderno cree que no
necesita a Dios, que la idea de Dios es irrelevante o incluso dañina.
• Algunos sectores del modernismo se inclinan hacia el materialismo (no el hombre,
sino la materia es lo absoluto). Para el materialista, absolutamente todo es efecto de
causas puramente materiales: la vida y el hombre evolucionaron por casualidad desde
la materia muerta, e incluso nuestros pensamientos y sentimientos son solo reacciones
químicas y eléctricas en nuestro cuerpo. – Siguiendo esta corriente, ya no hay base
para afirmar que el hombre tiene valor; y así, estas ideas ya prepararon el camino para
el posmodernismo.
• el optimismo. El modernista cree que el hombre es bueno en sí, y que el hombre
mismo puede solucionar todos los problemas del mundo. De allí la confianza orgullosa
en un desarrollo científico, técnico y económico ilimitado, que prevalecía durante el
siglo XIX y gran parte del siglo XX.
• el evolucionismo. La teoría de la evolución biológica fue solo una de la muchas
expresiones de esta creencia optimista en el desarrollo ilimitado. Evolucionismo es la
creencia generalizada de que el mundo se está desarrollando constantemente hacia lo
mejor, desde lo primitivo hacia lo más complejo y avanzado. (La teoría de Darwin no
hubiera sido tan bien recibida, si este no hubiera sido el pensamiento predominante de
su época.) Ya en el tiempo de Darwin, el pensamiento evolucionista fue aplicado a la
filosofía, la historia, la sociología, la política, y muchos otros campos que en sí no
tienen relación con la teoría de la evolución biológica.
(Notamos aquí que la Biblia no sostiene ningún principio evolucionista; no en la
biología, pero tampoco en la historia humana ni en otros campos. Vea abajo.)
Preguntas de repaso:
- ¿Por qué Inglaterra logró instituir un gobierno constitucional, mientras la Revolución
Francesa no lo logró?
- Explica el gran contraste entre la revolución inglesa y norteamericana por un lado, y la
revolución francesa y rusa por el otro lado. a) en la cosmovisión que estaba en su base; b) en
los resultados que produjo.
Para reflexionar más:
- ¿Cómo evaluaríamos la Declaración de los Derechos Humanos, desde una base Bíblica?
- Ante lo dicho sobre la revolución rusa, reflexiona sobre el dicho que Dostoievski puso en la
boca de uno de sus personajes: “Si Dios no existe, todo es permitido.”
Fuente:
http://www.altisimo.net/maestros/cosmovision/historia2.htm

Historia de las cosmovisiones (Parte 3)


El posmodernismo – Conclusiones
Contenido:
El posmodernismo
Precursores filosóficos del posmodernismo
El relativismo
La teología neo-ortodoxa y existencialista
La posmodernidad y las artes
La “Nueva Era”
Perspectivas del presente y futuro
Resumen final: El conflicto de las cosmovisiones
El posmodernismo puede entenderse como una reacción en contra de la ilustración y el
modernismo. Esta reacción fue provocada, sobre todo, por el trauma de las dos Guerras
Mundiales en la primera mitad del siglo XX. Estas guerras – las más sangrientas de toda la
historia – fueron libradas exactamente entre aquellas naciones que se consideraban las más
avanzadas del mundo. Este trauma sacudió profundamente el optimismo del modernismo.
Fue una demostración práctica de que el modernismo no funcionaba.

Entonces, se observa un cambio del racionalismo al emocionalismo e irracionalismo, del


materialismo a una “nueva espiritualidad”, y del optimismo al pesimismo. Sin embargo,
este cambio no regresó a las raíces cristianas de la civilización occidental. Su irracionalismo
busca todo tipo de “revelaciones”, pero no la revelación de Dios. Su “nueva espiritualidad”
es pagana y ocultista, no cristiana. Y su pesimismo solo reconoce que el modernismo está
mal, pero no reconoce la pecaminosidad fundamental del hombre ni la salvación por
Jesucristo.
Lo que es aun más preocupante: Los cristianos, al parecer, siguen siendo “cola” en estos
tiempo. La mayoría de los teólogos y líderes cristianos actuales parecen seguir la
cosmovisión posmodernista, con la misma falta de discernimiento que en el siglo XIX
siguieron la cosmovisión racionalista y modernista.

Algunas “marcas” históricas, que marcan el comienzo de una influencia posmodernista


predominante sobre la cultura occidental, son:
- En 1968, las violentas protestas estudiantiles en Francia y otros países, que eran una
expresión de que los estudiantes ya no encontraron significado en sus estudios y sus vidas.
- Al mismo tiempo, el auge del movimiento “hippie” en Estados Unidos, que propagaba el
uso de drogas, el “sexo libre” y la música rock, como expresión de un estilo de vida sin
valores absolutos.
- En 1973, la sentencia de la Corte Suprema de los Estados Unidos, que legalizó el aborto.
Con esto se introdujo “oficialmente” el relativismo, y el rechazo a los valores cristianos.
- 1975 fue el año señalado por los precursores de la “Nueva Era” y del “Nuevo Orden
Mundial”, para publicar su ideología abiertamente y a nivel mundial. (Antes de esta fecha,
estas ideas se propagaban solo dentro de círculos secretos.)
Francis Schaeffer traza los orígenes del posmodernismo desde las ideas de algunos filósofos
influenciales que vivían en el siglo XIX (o incluso un poco antes). Aunque las ideas
fundamentales del posmodernismo fueron concebidos en aquel tiempo, esto no significa
que ya hubieran influenciado la sociedad de entonces. Debido al “efecto de retraso”, estas
ideas están moldeando la sociedad solo desde hace unas pocas décadas.
Schaeffer describe el cambio en la filosofía como un “desplazamiento”: Los filósofos
anteriores intentaban encontrar un concepto unificado, coherente, acerca de la realidad.
(Podemos decir, una cosmovisión.) Aunque debatían acerca de muchos diferentes
conceptos, estaban convencidos de que un tal concepto existía. En otras palabras, estaban
convencidos de que una verdad absoluta existía, y que alguien algún día la iba a encontrar.
Pero los filósofos nuevos abandonaron esta esperanza, y declararon básicamente que la
verdad no existe. Por tanto, su filosofía es pesimista y destructiva.
Juan Jacobo Rousseau
Veamos la evaluación de Schaeffer acerca de Rousseau:
“Uds. se recordarán que los humanistas del Renacimiento tuvieron el problema de
encontrar un sentido en las cosas particulares, al empezar solo con el hombre (y no con
Dios). Podemos imaginarnos este problema así:
LO UNIVERSAL que da significado a lo particular
LO PARTICULAR (a lo cual pertenece cada uno de nosotros como persona)
Entre estas dos esferas hubo una tensión que los humanistas no pudieron solucionar.
Hasta los tiempos de Rousseau, este problema humanista se había desarrollado más.
Rousseau formula el mismo problema de una manera un poco diferente; podríamos
expresarlo así:

LIBERTAD AUTÓNOMA
NATURALEZA AUTÓNOMA
Hubo dos aspectos en esta nueva fórmula. Primeramente, los pensadores empezaron a
darse cuenta de que más y más se consideraba todo como una máquina – incluso los
mismos hombres. …
En segundo lugar, Rousseau percibió esta tensión, especialmente en la sociedad, la
política y la cultura. Él consideró que el hombre primitivo, el “noble salvaje”, era superior
al hombre civilizado. El escribió: “Si el hombre es bueno por naturaleza, como demostré –
según creo -, entonces el hombre permanece así, mientras nada que es ajeno a él le
corrompa.” En el año 1749, Rousseau llegó a la conclusión de que el hombre, por medio de
la Ilustración y su racionalismo, había perdido más de lo que había ganado. Por tanto,
abandonó su fe en el “progreso”.
Rousseau y sus seguidores empezaron a despreciar la razón, y consideraban las
limitaciones de la civilización como un mal: “El hombre nació libre, ¡pero por todas partes
está en cadenas!” Rousseau creía que el hombre primitivo era inocente, y que la libertad
autónoma era el bien supremo. La libertad como él la entendía, significaba ser libre de
Dios y de la Biblia. Pero más todavía: significaba ser libre de cualquier clase de
restricción: libre de la cultura, libre de cualquier autoridad, una libertad absoluta del
individuo – una libertad donde el individuo se encuentra en el centro del universo.
Teoréticamente, esta libertad individual se aseguraría por la “voluntad general” en un
contrato social. El terror de la Revolución Francesa demostró cuan ilusorio era este
concepto: La “purificación por la voluntad general” significaba no solamente la pérdida
de toda libertad individual, sino la muerte. – Pero no era necesario esperar esta prueba
para reconocer el problema. El problema ya se puede ver en los mismos escritos de
Rousseau.
El concepto de Rousseau de la libertad autónoma entró en conflicto con sus propias
explicaciones, cuando escribió acerca de la sociedad entera en vez del individuo. En “El
contrato social” (1762) escribe: “Para que el contrato social no sea una fórmula vacía,
contiene el acuerdo tácito que solo puede dar eficacia a todo lo demás, que cualquiera que
se niegue a obedecer a la voluntad general, sea obligado por la sociedad a obedecer. Esto
no significa nada menos que ser obligado a ser libre.” – Una vez más, una utopía
humanista termina en la tiranía; primero en los escritos de Rousseau, después en el
régimen del terror que puso esta actitud en la práctica. Robespierre, el “rey del terror”,
era un seguidor estricto de Rousseau y fundamentó sus acciones con las teorías de
Rousseau.
… Su concepto de la libertad autónoma llevó al ideal de la vida inconvencional, cuyo héroe
es aquel que combate todas las normas, valores y limitaciones de la sociedad. Este ideal
era uno de los factores que contribuyeron al surgimiento del movimiento hippie de la
década de los 60.”
… Los racionalistas se veían más y más obligados a concluir que todo, incluso el hombre,
era una máquina. Pero no era posible creer por un lado, que todo es una máquina, y
aspirar por el otro lado la libertad del hombre. Por tanto, era difícil mantener (como los
pensadores anteriores) que existía un conocimiento unido de todo. En los tiempos de
Rousseau empezó la tendencia de separar diferentes conceptos de la realidad: el uno que
dice “todo es una máquina”, y el otro que enfatiza “la libertad autónoma del hombre”.
Como Rousseau tomó “la naturaleza” como fundamentalmente buena, abogó por “derechos
naturales”: Lo que es “natural”, es la medida de lo que es bueno y justo. Esta es una teoría
muy problemática. Por ejemplo, en la naturaleza, el más fuerte domina sobre el más débil.
¿Es este un principio aceptable para la sociedad humana? ¿No debería la sociedad humana
proteger a los débiles? – Como nos demuestra la Biblia, el problema está en que la
naturaleza no es buena en sí; está afectada por el pecado (Rom.8:20-21). La naturaleza
todavía glorifica la grandeza del Creador con su hermosura, pero a la vez está sujeta a la
corrupción y la maldad. Por eso, la naturaleza no puede ser automáticamente la medida de
lo que es bueno o malo. Lo que es (en el presente), no es la medida de lo que debe ser; solo
Dios puede darnos esta medida.

Un abogado cristiano-judío escribió a Francis Schaeffer, respecto a los procesos de


Nuremberg (donde los nazis condenaron injustamente a los judíos): “Entonces yo supe que
ni en las hojas del pasto, ni en una gota de agua, ni en las estrellas hay una ley moral escrita.
Me di cuenta de la necesidad de la ley de Dios inalterable, como está escrita en la sagrada
Torá, que consiste en mandamientos, estatutos, ordenanzas y juicios claros.”

Rousseau es también conocido como autor de libros sobre educación, y muchos educadores
modernos se basan en sus teorías. Como Rousseau defiende la libertad absoluta del
hombre, él dice que el niño se desarrolla mejor cuando puede hacer todo lo que quiere: “La
mejor educación es la ausencia de educación”. De allí se origina la “educación
emancipatoria” que tiene mucha influencia en el presente. (Es irónico que el mismo
Rousseau no fue capaz de educar a sus propios hijos, y los dejó en un orfanatorio.)
al mismo tiempo, vemos que Rousseau pone a la sociedad, o la “voluntad general”, en una
posición de autoridad suprema (lo que significaría una dictadura de la mayoría, y
contradice lo que dice anteriormente sobre la libertad absoluta). Esta idea también entró a
la pedagogía moderna, en forma de la “pedagogía de la socialización”. Esta corriente, en su
fondo contradice la pedagogía emancipatoria. Sin embargo, teorías actuales como el
“constructivismo” mezclan las dos corrientes sin notar las contradicciones entre ellas, de la
misma manera como lo hizo Rousseau.
(Vea el estudio “Cosmovisión cristiana y educación escolar”.)
Esta contradicción o tensión parece que es inevitable dentro del humanismo: El
humanismo pone al hombre como valor supremo y absoluto. Pero en la realidad diaria
suceden muchos choques y contradicciones entre hombres. Si cada persona humana es el
valor absoluto, ¿como puede un “valor absoluto” contradecir otro “valor absoluto”? – Los
humanistas han dado dos respuestas divergentes a este dilema: el individualismo y el
colectivismo.

En el individualismo, el valor supremo es la persona individual. Cada persona es su propio


absoluto y puede hacer lo que quiere, sin considerar a los demás. La meta del individualista
es “realizarse a sí mismo”. En última consecuencia, el individualismo lleva a la guerra de
todos contra todos, la anarquía y el caos.

En el colectivismo, el valor supremo es la sociedad, el colectivo. Entonces la persona


individual tiene que adaptarse y someterse completamente a la sociedad. Con esto se
pierden las libertades personales. En última consecuencia, el colectivismo lleva al estado
totalitario, la dictadura.

Rousseau empezó con el individualismo, pero para evitar la anarquía, se vio obligado a
introducir el colectivismo, con la idea paradójica de que “el hombre debe ser obligado por la
sociedad a ser libre”. Obviamente esta ya no es libertad verdadera; es el intento de obligar a
un pájaro a creer que la verdadera libertad consiste en ser encerrado en una jaula.

A lo largo de la historia hubo tanto tiempos de individualismo excesivo, como de


colectivismo excesivo. También hubo tiempos en las que se hicieron intentos de
“reconciliar” el uno con el otro, sobre la base del humanismo que es la raíz común de
ambos.

Durante el siglo XX, los Estados Unidos y Europa Occidental han producido una cultura
extremamente individualista, donde ya no existen normas ni valores generalizados. Por el
otro lado, los gobiernos comunistas llevaron el colectivismo a un extremo y suprimieron la
libertad de la expresión, de la religión y de la conciencia. Desde de la caída de la Unión
Soviética, y bajo la influencia de la “Nueva Era”, se hacen nuevamente intentos de
“integrar” estos polos opuestos. Por ejemplo, en las últimas décadas, los Estados Unidos se
están moviendo más hacia el colectivismo. Las reformas educativas que se promueven a
nivel mundial bajo la influencia de la ONU, son una mezcla entre pedagogía emancipatoria
y pedagogía de la socialización.

Por lo general, se observa que la historia sigue el camino de Rousseau y de la Revolución


Francesa: Se comienza con el individualismo y se prometen libertades sin límite; pero
después empieza a dominar el colectivismo, y se termina con una dictadura que suprime las
libertades personales. Esto es, cuando la sociedad se construye sobre premisas humanistas;
en este caso no hay alternativa entre individualismo (anarquía) y colectivismo (dictadura
total).
Con premisas cristianas, como se aplicaron después de la Reforma, sí hay una tercera
alternativa: la libertad del hombre redimido por Dios, bajo la Ley de Dios. Por eso dice
Schaeffer que solo bajo la influencia de la Reforma fue posible tener libertad sin caos.

Immanuel Kant
“El formuló el problema de su tiempo de una manera diferente de Rousseau, pero seguía
siendo el mismo problema:

MUNDO NOUMENAL – los conceptos de significado y valor


MUNDO FENOMENAL – el mundo que se puede pesar y medir; el mundo exterior; el
mundo de las ciencias naturales
Kant intentó también mantener estos dos mundos juntos. Gran parte del contenido de sus
tres obras principales es dedicado al esfuerzo de solucionar este problema. Pero, como
Rousseau, no logró llegar a una unidad. Con sus obras, el conocimiento se iba a separar
en dos partes que no tenían ninguna relación la una con la otra. El dilema humanista que
empezó en el Renacimiento – la pregunta cómo el hombre autónomo, sin tener algo
universal, puede dar significado y valor a las cosas particulares – iba a reventar.
Empezando con el hombre, era imposible juntar el mundo noumenal (del griego “nous”:
mente, razón) con el mundo fenomenal.”(Francis Schaeffer)
Hay otro aspecto de la filosofía de Kant que tuvo consecuencias tremendas
para la teología y la ética en la actualidad:
Como humanista, Kant basó su pensamiento sobre el hombre (y sobre este mundo visible
que el hombre es capaz de observar). Pero desde allí intentó llegar a un concepto de Dios, y
encontró dos “indicios” para la existencia de Dios: “El cielo estrellado por encima de mí, y la
ley moral dentro de mí”, eran para Kant las señales de que Dios existe. Entonces, Kant
propuso la idea de que existe una ley moral universal; ciertos valores que serían comunes a
todos los hombres, y que desde allí se podría construir una ética universal. En otras
palabras: lo que los hombres en general consideran correcto, debe ser correcto.

Notemos la diferencia tremenda con la ética Bíblica: Para Kant, el hombre empieza con lo
que él, y su sociedad, consideran “lo correcto”. De allí concluye que la existencia de estos
valores es un indicio de que Dios mismo dio estos valores; pero en realidad siguen siendo
los valores del hombre. La ética Bíblica, en cambio, se basa en valores que son revelados por
Dios, y el hombre tiene que aceptarlos, no importa si concuerdan con la “ley moral dentro
de él” o no.

En el caso de Kant, los valores de su sociedad eran casi idénticos con los valores Bíblicos.
Por eso, Kant concluyó (erróneamente) que toda la humanidad debería llegar
necesariamente a los mismos valores. Pero esto no era nada más que una coincidencia
histórica: Kant vivía en la Alemania del siglo XVIII, un país que había sido moldeado por
los pensamientos de la Reforma durante dos siglos. (Vimos que la vida espiritual en
aquellos países alcanzaba su desarrollo máximo en el siglo XVIII.) Los valores que Kant
encontró en su alrededor, y los consideraba “comunes a todos los hombres”, eran en
realidad la herencia Bíblica de la Reforma. Kant nunca viajó a Papua, donde algunas tribus
honraban la traición como suma virtud. (Descrito por Don Richardson en “Hijo de Paz”).
Tampoco llegó a la India, donde era la costumbre en la muerte de un hombre casado,
quemar viva a su viuda; y donde solo bajo la influencia del cristianismo se abandonó esta
costumbre cruel en el siglo XIX. Si Kant hubiera conocido estas realidades, quizás se
hubiera dado cuenta de que los valores “humanistas” no pueden existir sin una base Bíblica.
Pero esta idea de Kant, de que los valores son inherentes al hombre y universales, ha sido
aceptada por casi todo el mundo occidental. En la “educación de valores” que se promueve
actualmente, todos asumen que estos valores son “naturales”, comunes a toda la
humanidad, y que no se necesita ninguna revelación divina para conocer los valores
verdaderos. (En la realidad, muchos de los valores que se enseñan, contradicen la Palabra
de Dios; y mucho más todavía contradicen la vida práctica de las personas que los enseñan.)
Otra diferencia importante es esta: Los valores humanistas de Kant y de sus seguidores son
principios abstractos, anónimos. Los valores Bíblicos, en cambio, se basan en la
personalidad (el carácter) de Dios. El amor, por ejemplo, no se define en términos
abstractos, sino se demuestra en la manera como Dios mismo actúa. Si Dios nos manda
amar, no es por algún capricho de El, sino porque el amor es consistente con Su propia
naturaleza. Nosotros no tenemos el derecho de definir a nuestra manera qué es el amor;
tenemos que mirar al ejemplo de Dios mismo.

La idea de Kant, de que la ley moral se origina en el hombre, llevó más tarde al relativismo.

Hegel introdujo el concepto de la dialéctica:


“El sistema complicado de Hegel enfatiza el proceso de la historia y del Estado. Según
Hegel, el universo se desarrolla constantemente, e igualmente se desarrolla el
entendimiento humano del universo. Ninguna declaración acerca de la realidad puede
realmente reflejar la realidad. En cambio, en el corazón de cada declaración se encuentra
su exacto contrario. Donde esto se reconoce, el contrario se desarrolla y se contrapone a
la tesis. Pero se encuentra algo de verdad tanto en la tesis como en la antítesis. Donde se
reconoce esto, se forma una síntesis, y una nueva declaración describe la verdad de una
situación recién reconocida. Pero resulta que esta nueva declaración también contiene
dentro de sí su propio contrario, y este proceso continúa ad infinitum. De esta manera,
tanto el universo como nuestro entendimiento del universo se desarrollan de manera
dialéctica. En resumen, el universo se evoluciona junto con su conciencia que es el
hombre.”
Como resultado, se puede relativizar cualquier opinión o actitud. Aunque esta es una
simplificación de la enseñanza de Hegel, surgió la idea de que la verdad no se encuentra
en la antítesis, sino en la síntesis. La verdad y lo moralmente bueno ya no se buscan en la
tesis y antítesis (que ciertas cosas son verdaderas y su contrario es falso), sino en el
proceso histórico de una síntesis continua. Este concepto empezó a dominar toda nuestra
civilización. Nuestra generación ya no busca soluciones en normas absolutas, sino
solamente en una síntesis – no solo en la filosofía, sino también en la política, en el
gobierno, y en el comportamiento ético de cada uno. Al aplicar esto de manera
consecuente, la verdad, como siempre se entendía, ha muerto.”
(Schaeffer)
Con Hegel, entonces, ya hemos dado un paso más hacia el relativismo. Su concepto
dialéctico es muy importante en el pensamiento de la “Nueva Era”, donde se dice que no
existen contradicciones, que no existe distinción entre lo bueno y lo malo, que todo es uno y
que hay que “integrar” los polos opuestos, considerándolos como facetas complementarias
de la verdad.

Otra aplicación de la filosofía dialéctica se hizo en el marxismo. Por tanto, el marxismo


tampoco puede aceptar una norma absoluta de la verdad y de la moral, y rechaza a Dios. Su
ética dice: “El fin santifica los medios”. Pero, mientras Hegel vio la dialéctica en el progreso
de las ideas (el “mundo noumenal” en las palabras de Kant), Marx la vio en el mundo
material (el “mundo fenomenal”), en las condiciones sociales y políticas y en la lucha de las
clases. Para Marx, eran las condiciones materiales las que producen las ideas y las
religiones – un punto de vista puramente materialista.

Como lo describe Schaeffer, Kierkegaard enfatizó “la opinión de que la razón siempre lleva
al pesimismo. Esto significa que hay que buscar respuestas optimistas en un “nivel
superior”, desconectado de la razón. Por medio de un “salto de fe” hay que intentar
encontrar un significado sin la razón.
Kierkegaard formuló nuestro problema de esta manera:
LO IRRACIONAL = Fe, Optimismo
RAZÓN = Pesimismo

Entonces, el optimismo siempre se encuentra en la esfera de lo irracional.”

Muchos autores, incluso evangélicos, han considerado a Kierkegaard un “filósofo cristiano”,


y han seguido sus pensamientos. De allí entró un concepto fatal en las iglesias evangélicas:
la idea de que la fe cristiana es algo “irracional”, y completamente separada del mundo
“secular”, de las ciencias, etc. Los cristianos que siguen esta idea, fácilmente aceptan el
concepto de las “dos verdades”: que pueda existir una “verdad religiosa”, descrita en la
Biblia, y otra “verdad científica” que contradice la Biblia. Como resultado, estos “cristianos
existencialistas” ya no se preocupan por aplicar la Biblia al conocimiento “secular”; aceptan
cualquier enseñanza equivocada cuando se presenta como “científica”; y creen que al entrar
a la iglesia hay que dejar la razón afuera. También creen que el cristianismo no se puede
fundamentar ni explicar con argumentos razonables. “Hay que aceptarlo por fe”, significa
para ellos: “Es completamente absurdo, pero sin embargo tienes que creerlo.”

De las ideas de Kierkegaard surgió el existencialismo. El postulado básico del


existencialismo es que “todo es absurdo”, la vida y la existencia no tiene sentido. (Cuando
uno empieza con los valores relativos del hombre, es muy lógico llegar a esta conclusión:
Sin una verdad absoluta que abarca todo, las cosas particulares no tienen significado.) Para
el existencialista, lo único que puede afirmar o desear es su propia existencia; pero sería
absurdo preguntar “por qué” o “para qué” existimos. Lo mejor que puede hacer es dar algún
“salto irracional”, desconectarse del mundo real, y esperar que esta experiencia le dé algún
sentimiento de satisfacción y significado.
Lo que esto puede significar, lo describe Schaeffer así, ilustrando un pensamiento de Jean-
Paul Sartre:

“Cada uno debía abandonar su papel de espectador y empezar a actuar en este mundo sin
plan. Pero puesto que, según Sartre, la razón es totalmente separada de esta “realización
de sí mismo”, la voluntad puede dirigirse hacia cualquier lado. Desde este punto de vista,
la realización de uno mismo puede suceder cuando ayudamos a una anciana a cruzar la
pista; pero también cuando pisamos el acelerador de nuestro carro y atropellamos a la
anciana. La razón no tiene nada que ver con esta realización de uno mismo, y nada puede
proveer una dirección para la voluntad.”

La “realización de sí mismo”, el “salto irracional”, puede tomar muchas formas diferentes:


Experiencias inducidas por drogas; prácticas religiosas hinduístas y budistas (meditación
oriental); ocultismo; arte moderno; deportes extremos de aventura; etc. etc. – Lo que todas
estas experiencias tienen en común, es que están completamente desconectadas del mundo
real y de la razón. Schaeffer describe como característica central del existencialismo la
dicotomía (separación o división irreconciliable) entre dos mundos: El existencialista no
puede reconciliar el mundo real y el pensamiento racional (que es absurdo) con su mundo
de experiencias irracionales (que le provee la “realización de sí mismo”). Tampoco hace el
intento de reconciliarlo; es simplemente imposible.

La gran pregunta es, si esta cosmovisión puede proveer una base para la vida. ¿Puede
alguien realmente vivir con la idea de que todo es absurdo? – La respuesta es No; y muchos
existencialistas sacaron la última consecuencia, cometiendo suicidio.
Sin embargo, esta manera de pensar ya está dominando grandes partes de la sociedad;
especialmente entre la generación joven. Una señal alarmante de ello es el alto índice de
suicidios de jóvenes. Como dice Schaeffer, “la influencia del existencialismo como corriente
filosófica ha disminuido. Pero como corriente de pensamiento del hombre común, el
existencialismo está aumentando, aun entre personas que ni siquiera conocen la palabra
“existencialismo”. Dicen que la razón solo lleva al pesimismo, y actúan de acuerdo con esta
idea. Hablan o actúan según la receta: “Intentemos encontrar una respuesta que sea
totalmente separada de lo racional.”

Uno de los efectos de esta dicotomía, es el hecho de que muchas personas actualmente
viven desconectados de su historia. La manera actual de enseñar historia, nos presenta
unos datos aislados del pasado, sin conexión entre sí y muy alejados de la realidad actual.
Este es el resultado de la creencia de que no haya significado, ni propósito divino, en la
historia. Entonces se cree que la historia del pasado no tiene ninguna influencia sobre el
presente, y la generación actual no entiende que los pensamientos del pasado moldearon la
realidad actual.

(El propósito de este estudio exactamente este: demostrar que las cosmovisiones de
nuestros antepasados sí nos influencian. Entre estas cosmovisiones el pasado y presente
hay dos corrientes básicas que se contradicen: la corriente Bíblica, que empieza con Dios, y
la corriente humanista, que empieza con el hombre. Tenemos que elegir o la una o la otra.)

Relacionado con esto es la “mentalidad del consumo”: La generación actual desea


satisfacción instantánea, “recetas que funcionan”; en cambio no están dispuestos al
sacrificio y al compromiso a largo plazo. Es muy difícil, en medio de esta realidad,
encontrar a verdaderos seguidores de Cristo que estén dispuestos a aceptar y practicar las
palabras de Jesús en Mateo 16:24-26 y Juan 12:24-26. Los cristianos de hoy hemos caído
muy lejos de las convicciones inquebrantables de los primeros testigos y mártires, quienes
estaban dispuestos a dar hasta su vida por su fe.

Hemos visto que el posmodernismo afirma que “no existen valores o verdades absolutos”;
entonces “todo es relativo”. En el relativismo, cada uno puede tener sus propios valores,
pero nadie tiene derecho a decir que sus valores son absolutos. “Todo es relativo; tú puedes
tener tu verdad y yo tengo mi verdad.” Esto se convierte más y más en la manera común de
pensar en el mundo occidental. – Lo paradójico es que el relativista afirma de manera
absoluta que no existe la verdad absoluta.

El relativismo es muy hostil contra el cristianismo: puesto que el cristiano afirma conocer la
verdad absoluta, el relativista no puede tolerarlo. Esto tiene consecuencias concretas muy
tristes: En Estados Unidos existe un movimiento “contra el lenguaje de odio”, que tiene
mucha influencia política. Según este movimiento, las declaraciones absolutas del
cristianismo (p.ej. los Diez Mandamientos, o que Jesús es el único camino a Dios)
constituyen “discriminación” y “lenguaje de odio”. Se hacen esfuerzos para poder castigar
penalmente a cualquiera que publique declaraciones cristianas como estas; y en algunos
casos, ya hubo sentencias judiciales al respecto. – En las escuelas públicas de Estados
Unidos, en la actualidad es prohibido orar, es prohibido usar Biblias u otra literatura
cristiana; en ciertos estados incluso es prohibido enseñar que el matrimonio tradicional es
mejor que una relación homosexual.

Hemos visto la influencia del racionalismo en la teología. Pero también en la teología llegó
la reacción posmoderna: Una teología que critica la Biblia y la trata solo como un libro
humano, no puede proveer ninguna base para una fe viva. Por eso, también los teólogos
empezaron a decir que “la razón lleva solo al pesimismo”. Pero con todo esto, ¡no estaban
dispuestos a abandonar la teología crítica! Más bien, dieron un “salto irracional” a un
mundo completamente diferente: la experiencia religiosa irracional. Esta experiencia estaba
completamente separada de la investigación racional de la Biblia.
El primer teólogo que introdujo esta dicotomía en la teología, fue Carlos Barth. Schaeffer lo
describe así:

“Barth mantuvo hasta el último momento de su vida la Alta Crítica, y por tanto era
convencido de que la Biblia contiene muchos errores. Pero él enseñaba que a pesar de ello,
una “palabra” religiosa nos alcanza. Esta era la variación teológica del existencialismo.
Ahora, también la teología fue llevada a la esfera de lo irracional.
Así surgió la teología existencialista “neo-ortodoxa”, que declara que en la esfera de la
razón, la Biblia contiene errores, pero que sin embargo la Biblia puede llevarnos a una
experiencia religiosa en la esfera de lo irracional. Los teólogos neo-ortodoxos no esperan
que la Biblia nos presente una verdad que se pueda exponer en palabras comprensibles.
Particularmente no en asuntos del cosmos y de la historia, o sea, en asuntos que pueden
comprobarse científicamente. Y para muchos, la Biblia tampoco contiene normas
morales. Estos teólogos no creen en “algo” – solamente creen en su fe.”
Es demasiado fácil ser engañado por esta teología “neo-ortodoxa” (¡que en realidad no es
ortodoxa en absoluta!). Esta teología utiliza muchos términos bíblicos como “Palabra de
Dios”, “Salvación”, “Conversión”, etc, de manera que podríamos pensar que se trata de una
teología genuinamente cristiana. Sin embargo, el significado que estos teólogos dan a estos
términos, es muy diferente del significado Bíblico.

Podríamos mencionar aquí también a Rodolfo Bultmann, que no fue neo-ortodoxo, pero
que a su manera también hizo uso de la filosofía existencialista. Bultmann, en sus libros
teológicos, hablaba mucho más abiertamente que Barth en su crítica de la Biblia:
“El anuncio (del Nuevo Testamento) habla en lenguaje mitológico: …Dios envió a su hijo,
un ser divino preexistente, que aparece en la tierra como hombre … Todo esto es lenguaje
mitológico, y los distintos motivos se pueden fácilmente reducir a la mitología
contemporánea de la apocalíptica judía y del mito gnóstico acerca del redentor. En
cuanto ahora es lenguaje mitológico, es increíble para el hombre de hoy, porque para él la
cosmovisión mítica es algo del pasado. … ¿Puede la prédica de hoy exigir que el hombre
de hoy acepte la cosmovisión mítica como verdad? Esto es sin sentido e imposible. …
¿Cómo puede mi culpa ser expiada por la muerte de un inocente? ¿Qué conceptos
primitivos acerca de la culpa y la justicia están en la base una tal imaginación? ¿Qué
concepto primitivo acerca de Dios?” (R.Bultmann, “Nuevo Testamento y Mitología”, 1941)

Sin embargo, la prédica de Bultmann y sus seguidores era casi igual como la prédica de un
expositor conservador, y solo un oidor muy perspicaz podía darse cuenta de la diferencia.
Esto se debía a su propio método que él llamó “interpretación existencial”. Bultmann no
creía en la verdad literal de la Biblia; pero él creía que la Biblia expresa en forma mitológica
ciertas experiencias y situaciones psicológicas de la existencia humana. Entonces, él quiso
quitar el contenido “mitológico” de la Biblia, pero mantener su aplicación a la existencia
psicológica del hombre. Según Bultmann, es imposible para el hombre saber algo cierto
acerca de Dios, y Dios es tan completamente separado de este mundo que no puede
interferir en el mundo. Sin embargo, al leer la Biblia podríamos identificarnos con la
“experiencia de fe” de sus autores (tomando la “fe” como nada más que una impresión
psicológica).

Entonces, al predicar p.ej. sobre Marcos 4:35-41, un seguidor de Bultmann puede decir que
“Jesús calma nuestras tormentas interiores, que en él encontramos paz cuando estamos
atormentados”, etc, de la misma manera como lo puede decir un predicador evangélico. La
gran diferencia consiste en que el seguidor de Bultmann no cree que Jesús alguna vez
hubiera calmado una tormenta real. (Pero esto no lo necesita mencionar en su prédica.)
Entonces, ¿en qué se basa su expectativa de que “Jesús nos da paz”? Para el seguidor de
Bultmann, la Biblia se convierte en una colección de ideas para la autosugestión
psicológica, y Dios existe solo en la imaginación humana. Así no hay ningún fundamento
donde nuestra fe podría apoyarse. – Solo si sabemos que Jesús calmó una tormenta real,
tenemos una base para creer que él tiene también poder sobre nuestras “tormentas
personales”. Pero para Bultmann esto no tiene importancia, porque él aplica la dicotomía
existencialista: Aunque en el nivel “inferior”, racional, considera que la Biblia es pura
mitología; en un nivel “superior”, irracional, la aplica a su existencia personal para
encontrar un significado en la vida.
En las últimas décadas, esta manera de tratar la Biblia ha dado lugar a una multitud de
“teologías” que reclaman la Biblia para su propio programa político o ideológico: “Teología
de la liberación”, “Teología feminista”, “Teología interreligiosa”, “Teología del Dios
muerto”, “Teología deconstruccionista”, “Teología homosexual”, etc. Todas estas “teologías”
tienen algo en común: En el fondo consideran la Biblia como nada más que mitología, sin
verdad histórica. Entonces, en la “esfera superior” de lo irracional, la Biblia se puede usar
para fundamentar cualquier programa o propósito, no importa cuan absurdo sea.

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el movimiento ecuménico, en las últimas décadas,


han dado más y más lugar a prácticas paganas en sus conferencias. Cuando lo importante es
“la experiencia irracional”, entonces ya no importa desde qué trasfondo espiritual vienen
estas experiencias. Preguntar por la verdad se considera obsoleto.

Esta dicotomía existencialista nos trae un problema grave en la apologética: Con una
persona que piensa de manera existencialista, no se puede argumentar de manera racional.
La única manera como Dios puede alcanzar una tal persona, es sacudirla en lo más
profundo de su propia existencia.

Antes que todo, el mensaje del existencialismo fue expresado por los artistas. Una
característica común del arte posmoderno es el surrealismo – un arte que distorsiona la
realidad en tal manera que se pierde su significado. Esta es la forma artística de expresar el
mensaje de que “todo es absurdo”.
En la pintura, esto comenzó con Pablo
Picasso. El descompuso los objetos de sus pinturas en figuras geométricas y los arregló de
manera diferente, fragmentada. Así expresó su cosmovsión de que la realidad perdió su
unidad; solo se pueden percibir fragmentos (“cosas particulares”) que no tienen relación
entre ellos y no significan nada.

Schaeffer señala la inconsecuencia de Picasso:


”Pero es interesante observar que Picasso no pudo realmente vivir con esta cosmovisión.
Cuando estaba enamorado de Olga, y posteriormente de Jacqueline, el no las pintaba en
su técnica fragmentada, sino de la manera como eran realmente – como seres humanos.
También al pintar a sus hijos pequeños, Picasso se alejó a veces de su técnica de
fragmentación.”

(Pablo Picasso, “Retrato de una niña”)


Otro pintor surrealista era Salvador Dalí. El pintaba las cosas como se ven en realidad, pero
las transformó y combinó en una manera que no hace sentido.(A la derecha: Salvador Dalí,
“La persistencia de la memoria”)Otros artistas produjeron obras de arte con métodos de
pura casualidad, o tomaron cualquier objeto que pudieron encontrar (una silla, una taza,
una rueda de bicicleta) y lo declararon “un objeto de arte”.

El escultor Jean
Tinguely construyó máquinas que se mueven constantemente, pero su movimiento no hace
sentido; no producen nada.
En la música sucedió lo mismo. Arnold Schönberg inventó el sistema dodecafónico, en el
cual ya no existen tonalidades ni armonías. Le siguieron compositores como John Cage, que
produjeron una música de pura casualidad. Cage compuso obras musicales usando el
método de echar la suerte. En una oportunidad hizo conducir una orquesta por medio de
una máquina que producía movimientos aleatorios. Una obra de Cage se llama “4 minutos
33 segundos”, y consiste en 4 minutos y 33 segundos de silencio.
Schaeffer comenta que Cage demuestra la misma inconsecuencia en su cosmovisión:

“Pero también la vida de Cage demuestra que no es posible vivir sobre esta base, porque
su concepto de la casualidad no coincide con el universo tal como es. Cage es también un
experto en la micología (el estudio de los hongos). El mismo dijo: “Me di cuenta de que
muy pronto yo iba a ser un hombre muerto, si yo iba a coleccionar hongos según mi
método de casualidad.” Al coleccionar hongos, uno tiene que discernir con mucho cuidado.
La teoría de Cage acerca del universo no coincide con la realidad del universo.
… Otra pregunta es si en el caso de Cage se trata realmente de arte. La respuesta es: No.
En vez de expresar algo que es el ser humano y que es el esplendor y la grandeza de
nuestro mundo, Cage hace solamente una declaración filosófica, intelectual. Cuánto más
la música se convierte en una declaración intelectual, se convierte en anti-arte.”

La misma corriente invadió también la poesía y literatura, el teatro y la película. Por


ejemplo, del existencialismo francés surgió el “teatro absurdo” – dramas donde cada uno de
los actores habla de algo completamente diferente, de manera que no hay ninguna
comunicación y el sentido se pierde.

Schaeffer señala el gran contraste entre este tipo de arte (o anti-arte), y las obras de la
técnica moderna como p.ej. un avión: “Un avión es construido con mucho cuidado, según
un plan exacto, y muchos consideran que el resultado es también estéticamente hermoso.
¿Por qué se construyen los aviones de esta manera, mientras Cage con su música produce
solo bulla? – ¡Es que el avión tiene que corresponder a las leyes ordenadas del universo
para que vuela!”
El “mensaje filosófico” de un avión es que el universo sí está ordenado y tiene sentido –
muy en contraste con el arte surrealista y absurdo.
Preguntas de repaso:
- ¿En qué consiste el posmodernismo?
- Esencialmente, ¿en qué consiste el “desplazamiento” que describe Schaeffer? (Intenta
describir el núcleo del asunto en pocas palabras.)
- ¿Qué problemas surgen cuando tomamos la naturaleza como norma de la moral y del
derecho?
- Usando el ejemplo de Kant, describe cómo es posible mantener valores cristianos y a la
vez rechazar una ética Bíblica.
- ¿Qué es relativismo?
- ¿Por qué la dialéctica de Hegel lleva al relativismo?
- Describe la diferencia entre “fe” en el concepto de Kierkegaard, y la fe Bíblica.
- ¿Por qué dice Schaeffer que el existencialismo está aumentando, aun entre personas que
ni siquiera conocen la palabra “existencialismo”? – Menciona ejemplos concretos de tu
alrededor.
- ¿Qué mensaje transmite el arte moderno?
- – - ¿Con qué ejemplo refuta Schaeffer este mensaje?
- ¿Cómo es posible para un teólogo como Barth, mantener la teología de la Alta Crítica y sin
embargo declarar que por medio de la Biblia nos llega la Palabra de Dios?
- ¿Qué consecuencias para la ética tiene el método de la teología liberal y neo-ortodoxa?
Para reflexionar más:
- En las prédicas que escuchaste en los últimos meses, ¿encontraste señales de la dicotomía
descrita por Schaeffer, y de la idea de que el cristianismo no tiene que ver con la razón? –
Menciona ejemplos.

- En tu propio pensamiento, ¿hay áreas donde admites la existencia de “dos verdades”? (por
ejemplo en tu teoría y práctica profesional; en el debate sobre creación o evolución; en tus
opiniones políticas; etc.) – Menciona ejemplos.

- Examina la conexión entre el pensamiento existencialista, y la teoría pedagógica actual del


“aprendizaje significativo”.

El movimiento y la cosmovisión de la “Nueva Era” está muy relacionado con el


posmodernismo. Pero la “Nueva Era” no comparte completamente el pesimismo
posmoderno. Ofrece unas promesas optimistas que atraen a mucha gente. Después de
quebrantarse esta cultura obsoleta del modernismo y racionalismo, dicen, se levantará la
cultura de una “Nueva Era”, con un “nuevo paradigma” (una nueva forma de pensar), una
“nueva espiritualidad”, y una unidad y paz mundial (“Nuevo Orden Mundial”). En otras
palabras, la “Nueva Era” promete llenar el vacío que dejaron el modernismo y el
posmodernismo.

Se basa en la idea mística de que “todo es uno”. El hombre y el cosmos son uno. Tú y yo
somos uno. Todas las religiones son uno. El mundo y Dios son uno. (La “Nueva Era”
entiende con “Dios” no el Dios de la Biblia, sino una fuerza impersonal que penetra todo el
universo.) No existen contradicciones; hay que reconciliar los polos opuestos y verlos como
partes complementarias de la verdad.

Esta idea de “unidad” obviamente es muy atractiva para los posmodernistas desilusionados
con este mundo fragmentado. Pero no es la unidad Bíblica. El concepto unificador cristiano
comprende todo este mundo bajo los decretos de Dios según la revelación Bíblica. Esta es la
“unidad” cristiana que da significado a todo. En esta cosmovisión cristiana hay una
distinción clara entre lo que es la voluntad de Dios y lo que no lo es; entre lo bueno y lo
malo; entre la verdad y la mentira.

La “unidad” de la “Nueva Era”, en cambio, prohíbe hacer tales distinciones. Para que todos
sean “uno”, no se puede tolerar que alguien diga que su religión es mejor que otra, o que la
heterosexualidad es mejor que la homosexualidad (para mencionar solo unos ejemplos). –
Vea arriba acerca del relativismo.
Entonces, las religiones que se basan en la revelación Bíblica (judíos y cristianos) son
percibidos como obstáculos en contra de esta “unidad”. Por el momento, la “Nueva Era”
intenta sobre todo infiltrar estas religiones con su “nuevo paradigma”, para que se dejen
“integrar” en su “nuevo orden mundial”. Pero si los judíos y cristianos se niegan a
abandonar sus valores Bíblicos absolutos, con seguridad enfrentarán mucha hostilidad de
parte de la “Nueva Era”.
En el fondo, podemos decir que la “Nueva Era” pretende llevar la humanidad de regreso
a Babilonia:
- Una unificación de toda la humanidad, construyendo una nueva “torre babilónica”,
- bajo la dirección de una clase especial de “sacerdotes” con “conocimientos esotéricos”,
- sobre la base del humanismo (porque la “Nueva Era” enseña que el hombre es bueno en sí
mismo y tiene un “núcleo divino”),
- con la influencia de la “nueva espiritualidad”, que en realidad es ocultismo y espiritismo.
En otro trabajo aparte se mencionan más detalles acerca de la “Nueva Era”.
Citaré primero algunas partes del análisis de Schaeffer, y añadiré unos
comentarios:
Valores degenerados
“A medida que se debilitaban los valores cristianos, la mayoría de las personas aceptaron
dos valores miserables: la paz personal y la prosperidad personal.
La paz personal significa que me dejen en paz y que no me molesten con los problemas de
otras personas, sea en el mundo o en mi ciudad – una vida con un mínimo de
posibilidades para un conflicto. La paz personal significa que yo quiero llevar mi estilo de
vida como yo quiero, sin importar las consecuencias posibles para mis hijos y nietos. La
prosperidad significa riquezas en aumento – una vida que consiste en cosas materiales,
cosas materiales, y más cosas materiales -, y un éxito que se mide según una abundancia
material y creciente.
… Cuando los estudiantes preguntaban a sus padres por qué debían estudiar, a menudo
recibían la respuesta: “Porque un graduado de la universidad tiene un sueldo mayor.” – Y
cuando preguntaban por qué uno debía tener un sueldo mayor, les decían: “Para que tú
puedas enviar a tus hijos a la universidad.” – Con esta clase de respuestas (sea
explícitamente expresada o tácitamente asumida), ni el hombre ni su formación
profesional tiene sentido alguno.”
Estos valores degenerados hacen que la sociedad sea muy fácil de manipular. La gente
seguirá cualquier ideología que les promete paz personal y prosperidad personal. Esto se
puede observar en toda campaña electoral: La gente elige a sus gobernantes no según sus
convicciones, sino según las promesas que hacen en cuanto a la paz personal y prosperidad
personal.

Marxismo
“En algunos lugares de Europa y Sudamérica, el marxismo y el maoísmo empezaron a
dominar. Pero también el marxismo-leninismo es un salto a la esfera de lo irracional. Los
jóvenes seguían el marxismo a pesar de que ya estaba demostrado claramente que la
opresión en los tiempos de Stalin no era un exceso, sino un elemento indispensable del
sistema comunista.
Alejandro Solshenizyn dice: “Desde la antigüedad, la justicia es un término con dos lados:
la virtud triunfa, y el vicio es castigado. … Pero los jóvenes rusos crecen con la convicción
de que los malos actos nunca son castigados en esta tierra, al contrario, que traen suerte.
… ¡Será incomodo y terrible, vivir en un tal país!” – Esto se aplica no solo a Rusia, sino a
todos los países donde el comunismo tiene el poder. En China hay probablemente menos
libertad interior que en Rusia bajo el comunismo.
… El materialismo, el fundamento del marxismo-leninismo, no provee ninguna base para
la dignidad humana o los derechos humanos. Donde el marxismo-leninismo no tiene el
poder, parece atractivo porque habla mucho de la dignidad y del derecho – aunque su
fundamento materialista no provee ninguna base para ello. Pero se hace atractivo con su
propaganda idealista.
Para entender este fenómeno, tenemos que entender que Marx habló de aquello que es
basado en el cristianismo – la dignidad del hombre -, y adoptó este término como uno
suyo. En este sentido, podemos considerar el marxismo-leninismo idealista como una
herejía cristiana. Sin tener un fundamento cristiano, los marxistas utilizan aquellos
términos que solo en el cristianismo tienen un fundamento – hasta que lleguen al poder.
Pero en los casos donde el marxismo-leninismo llegó al poder, no se puede nombrar ni un
solo ejemplo donde no hubiera habido opresión. Tan pronto como los comunistas tenían el
poder, el “deseo de la mayoría” se volvió un concepto muerto.
El hombre vive según las presuposiciones de su pensamiento, de manera más consecuente
de lo que él mismo sabe. … Y cuando un estado entero se apoya conscientemente en el
materialismo filosófico, entonces un “socialismo con rostro humano” es imposible. … El
marxismo no tiene base para la dignidad del hombre; por tanto actúa de manera
arbitraria, oportunista.
… Los estados con una base diferente, por ejemplo una base cristiana (o por lo menos el
recuerdo de una base cristiana en el pasado), de hecho pueden actuar de manera muy
inconsecuente y terrible. Pero si un estado materialista actúa de manera arbitraria y
quebranta la dignidad del hombre, entonces este estado es solamente consecuente según
sus propios principios.”
Con la caída de la Unión Soviética, el marxismo propiamente dicho ha perdido influencia.
Pero la idea básica delcolectivismo está ganando influencia, aun en países tradicionalmente
“capitalistas” como los Estados Unidos. Y toda la filosofía y política de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) es completamente colectivista.
Schaeffer describe como el relativismo lleva a decisiones arbitrarias para manipular la
sociedad. De esta manera, la ciencia, el derecho, y los medios de comunicación perdieron
su objetividad. En lugar de ello, tenemos ahora una “ciencia sociológica”, un “derecho
sociológico” y un “periodismo sociológico”:
Donde existen diferentes teorías científicas acerca de un asunto, se decide a favor de
aquella teoría que es “más aceptable” para la sociedad. O sea, ya no son los datos
objetivos que deciden, sino la aceptación sociológica.
“Oliver Wendell Holmes (1841-1935) dijo que el derecho se basa en la experiencia. “Verdad
es la mayoría de votos de aquella nación que tiene el poder de pegar a todas las otras
naciones.” También dijo: “Cuando se llega a establecer un corpus iuris, solo se levanta la
pregunta: qué es lo que quieren las fuerzas dominantes de la sociedad, y si lo defenderán
con tanto énfasis que todos los obstáculos se pasarán por alto.” – Esta declaración es muy
diferente de la base bíblica de Samuel Rutherford, y del cuadro de Paul Roberts donde la
Justicia señala a “La Palabra de Dios”.
En el periodismo “está desapareciendo la distinción entre noticias objetivas y comentarios
subjetivos. La pérdida de una base filosófica para la verdad, llevó en la práctica a una
ciencia sociológica y a medios de comunicación sociológicos, que ambos son propensos a
la manipulación. Esto es particularmente peligroso en la ciencia, porque la gente tiene
una fe casi “religiosa” en la objetividad de la ciencia y cree en todos sus resultados.”
De esta manera se pueden introducir nuevos valores y verdades “absolutos”, que son
completamente arbitrarios.

“Esto significa que se pueden hacer cambios enormes en el rumbo de una nación, y la
mayoría los aceptará calladamente. No importa cuán arbitrarios sean estos cambios, o
cuánta diferencia exista con el derecho y las opiniones anteriores, la Corte Suprema
decidió que cada mujer en los Estados Unidos tiene el derecho de hacer abortar su bebé en
los primeros tres meses de su embarazo, sin examen previo. …
Con esta decisión, la corte definió que el niño no nacido no es ninguna persona en el
sentido de, y bajo la protección de, el artículo suplementario no.14 de la Constitución. De
esta manera, todos los niños no nacidos fueron privados de toda la protección
constitucional de su vida, su libertad y sus pertenencias.
Hay mucho que comentar acerca de ello. Primeramente, se estableció un absoluto
completamente arbitrario. En primer lugar, es arbitrario desde el punto de vista médico.
… El problema consiste en que el óvulo, después de la fecundación, “posee el potencial
genético completo de desarrollarse en un ser humano… ¿En cuál etapa del desarrollo se le
debe conceder al embrión o feto la calidad de paciente?” Entonces, se considera conceder
a un feto de seis días la calidad de paciente.
…Segundo, es también una arbitrariedad legal. La decisión no tomó en cuenta de manera
correcta los artículos suplementarios 13 y 14 de la Constitución.
…Con este juicio arbitrario, tanto desde el punto de vista médico como desde el punto de
vista legal, la Corte Suprema anuló las leyes de casi todos los estados de EE.UU. acerca
del aborto.
…Los absolutos arbitrarios de la Corte Suprema están en contra del consenso de los siglos
anteriores, y en contra del derecho anterior. Si la mayoría de los ciudadanos aceptan hoy
tales absolutos arbitrarios – a causa de la idea de que todo es relativo -, ¿por qué no
aceptarían también otros absolutos arbitrarios en cuanto a limitaciones autoritarias de
la libertad, si esto parece sociológicamente ventajoso?
…Cuando desaparece el consenso cristiano, ya no sobran muchas alternativas
sociológicas.
• Una posibilidad es el hedonismo, donde cada uno puede hacer lo que quiere. El
intento de edificar una sociedad sobre el hedonismo, lleva al caos.
• Una segunda posibilidad es lo absoluto de los “cincuenta y un por ciento”. Cuando
la cultura era todavía más cristiana, una sola persona con la Biblia en su mano
podía enfrentarse con la sociedad y advertirla, y no importaba quien tenía la
mayoría – porque existía un absoluto según lo cual uno podía juzgar. Tanto para la
ética como par el derecho, existía un absoluto. Pero a medida que desapareció el
consenso cristiano, esta posibilidad también desapareció. Recordémonos que Hitler,
con una mayoría de “cincuenta y un por ciento”, era completamente legitimado para
hacer lo que quería. Sobre esta base, el derecho se convierte en un valor promedio.
Sobre esta base podríamos, si la mayoría lo apoyara, matar a los ancianos, los
enfermos incurables y los enfermos mentales, y negar la humanidad a otros grupos.
Y nadie podría decir algo en contra.
• Si no hay valores absolutos y no queremos ni el caos del hedonismo ni la mayoría
de los “cincuenta y un por ciento”, entonces queda solo una alternativa más: Una
persona, o una élite, tiene que establecer normas absolutas arbitrarias, autoritarias.”

Schaeffer dice que “la mayoría aceptará la pérdida de sus libertades sin levantar su voz,
mientras su estilo de vida personal no se ve afectado.” Tenemos que añadir que la mayoría
vive en una ilusión de libertad, e incluso considera como bendición la pérdida de sus
libertades.

Aplicándolo al Perú, basta un ejemplo: Durante la última década, los padres peruanos
perdieron la libertad fundamental de poder educar a sus propios hijos, ¡y nadie protestó!
Actualmente, todos los niños a partir de los tres años obligatoriamente tienen que ser
educados en una escuela y bajo el control del Ministerio de Educación – lo que significa,
bajo el control de una cosmovisión humanista y anticristiana. Los padres cristianos, y los
líderes cristianos, no se han dado cuenta de que esto significa la pérdida de una de las
libertades más fundamentales: la libertad de un padre cristiano para dar una educación
cristiana a sus hijos.
Algo muy parecido podemos decir acerca del sistema de salud: El ciudadano común no
tiene la libertad de hacerse tratar por un médico de su elección; excepto las personas
adineradas que pueden pagar a un médico particular.
En estas dos áreas se manifiesta claramente el deseo creciente de vivir a expensas del
estado, y la mayoría no se da cuenta de que esto significa la pérdida de sus libertades.
Schaeffer describe las posibilidades de manipulación por medio de la televisión:

“Un ejemplo para la manipulación es la influencia del subconsciente. Es posible introducir


en una película o en la televisión un mensaje repetidamente a una velocidad tan alta que
el espectador no sabe que lo ha visto, pero sin embargo queda influenciado. En un
experimento, se avisó de esta manera al público de un cine que comprasen una bebida
determinada. La gente no sabía que habían visto estos mensajes; pero después de
terminar la película, las reservas de esta bebida se agotaron en las tiendas alrededor del
cine. … No tenemos ninguna posibilidad de darnos cuenta cuando se empiece a emitir
mensajes subconscientes en la televisión.

El espectador ya es manipulado por la manera usual como funciona la televisión. Muchos


televidentes asumen que lo que ven en la tele, lo vieron con sus propios ojos. El espectador
piensa que él mismo estuvo allí. Lo “sabe”, porque sus propios ojos lo vieron. Pero esto es
muy equivocado. No olvidemos que cada minuto del programa fue redactado. El
espectador no ve los sucesos, sino una versión redactada de los sucesos. Uno se imagina
una objetividad y verdad; pero aun si los operadores fueran completamente neutrales,
nunca podríamos ver toda la verdad. Si la cámera se moviera tan solamente cinco metros
más hacia la derecha o hacia la izquierda, tendríamos una “representación objetiva” muy
diferente.

Y además, los operadores y redactores tienen su propia opinión que influencia en la


película. Cuando vemos a un político en la televisión, no vemos a la persona como es en
realidad; más bien vemos la imagen que ellos quieren que veamos.”

Una anécdota personal acerca de la manipulación de la cual es capaz la televisión: Una vez,
entre amigos, vimos una noticia acerca de cierto país africano, donde supuestamente se
había cometido un masacre en una ciudad. Se mostraron imágenes de una plaza donde
mucha gente estaba tendida en el suelo. Por casualidad, uno de mis amigos había regresado
de un viaje a aquel país pocas semanas antes. El se enojó y dijo: “¡Qué mentira! Yo mismo
he caminado sobre esta plaza y he visto a esta gente tendida allí. ¡Estos no son muertos!
Ellos simplemente tienen la costumbre de dormir su siesta allí.”
Los redactores de televisión tienen posibilidades ilimitadas de mezclar imágenes y
comentarios de la manera que quieren. El televidente no puede saber si en realidad existe
alguna conexión entre las imágenes que ve, y los comentarios del locutor.

Aparte de la manipulación activa, la prensa ya tiene mucho poder al escoger qué cosas
publica y qué cosas no. Particularmente llama la atención que las influencias positivas del
cristianismo, los milagros de Dios, o los cambios sociales que se producen bajo la influencia
de valores cristianos, casi nunca se convierten en “noticia”.

“Cuando una élite define absolutos arbitrarios, entonces no solo la televisión, sino todo el
aparato de los medios masivos puede difundir la manipulación. No se necesita ningún
acuerdo secreto y ninguna conspiración; lo único que se necesita es que la cosmovisión de
la “élite” coincida con la cosmovisión de los medios de comunicación más importantes. …
Muchos de aquellos que están en posiciones de influencia, y muchos de aquellos que
definen las noticias, defienden unidos la cosmovisión humanista moderna que hemos
examinado con tanto detalle.

Entonces es natural que actúen de acuerdo con esta cosmovisión; solo que no todos están
conscientes de ello y no siempre saben exactamente quién utiliza a quién. Pero su
cosmovisión es como un filtro por donde tienen que pasar todas las informaciones.”

¡Cuánta necesidad tenemos en este tiempo, de estar fundamentados firmemente en nuestra


cosmovisión, para ser capaces de “examinar todo”!

Otras formas de manipulación incluyen la manipulación psicológica y biológica (genética).


La manipulación psicológica funciona sobre todo en el sistema educativo. Desde una edad
muy temprana, los alumnos están siendo moldeados a “funcionar” de la manera que el
“nuevo orden mundial” requiere. Aun los profesores que participan en esta gigantesca
empresa de reeducación, normalmente no se dan cuenta de que están siendo usados para
acelerar el “cambio de paradigma” a nivel mundial. Más bien creen que simplemente están
“mejorando la calidad de la educación” y “aplicando reformas educativas”.

se basa en el darwinismo, y la idea básica es que “el hombre controle su propia evolución
futura”. Existen programas políticos para “mejorar la herencia genética de la humanidad”.
El biólogo renombrado Francis Crick escribe:
“Hemos visto que la discusión de la pregunta cuántas personas deben vivir en la tierra, ya
no está fuera de lo común. Pero la discusión acerca de la pregunta quiénes deben ser los
padres de la próxima generación, quienes deben nacer y quienes deben tener hijos,
todavía no se considera como normal. Se cree que si todos somos amables unos con otros
y cada familia tiene dos o tres hijos, todo marchará bien. Yo no creo que esto sea correcto.
Por buenas razones genéticas, …esta sería una situación biológica malsana. Algún grupo
debería decidir que algunas personas deberían tener más hijos y otros menos. … Tenemos
que decidir quiénes deben nacer.”

Notamos que la manipulación genética se presenta como la continuación lógica de la


planificación familiar. Primero se acepta la idea de limitar artificialmente la población de la
tierra; después se va un paso más allá y se acepta el hecho de que el gobierno determine qué
clase de personas deberían vivir en la tierra. Esto hace recordar mucho al nazismo, y de
hecho la raíz de la idea es la misma. Jim Keith, en “The Depopulation Bomb”, demuestra
que los programas de “planificación familiar”, inventados en Estados Unidos y exportados a
través de entidades de las Naciones Unidas, tienen el objetivo directo de reducir la
población del “Tercer Mundo”, y especialmente la población indígena, nativa.

Las siguentes citas dicen mucho acerca de la motivación de estos “planificadores” (note que
se está refiriendo a la población del “Tercer Mundo”):

“Aquellos que son menos adaptados para correr en la carrera, se multiplican más
rápidamente … Los fondos que deberían usarse para elevar el estándar de nuestra
civilización (norteamericana), están siendo desviados para mantener a aquellos que
nunca deberían haber nacido.” (Elsah Droghin, citado por Margaret Sanger, Fundadora
de “Paternidad Planificada”).
“La esterilización debe aplicarse a un círculo cada vez más amplio de socialmente
desechados; empezando con los criminales, los discapacitados y mentalmente enfermos, y
gradualmente extendiéndose a los tipos que llamamos débiles, y quizás últimamente a
tipos raciales de valor inferior.” (Madison Grant, co-fundador de la Sociedad Eugenésica
Americana)
Hoy podemos encontrar a predicadores evangélicos que dicen que el mandamiento
“Fructificad y multiplicaos” (Gén.1:28) ya no se aplica. ¿Existe alguna razón Bíblica que nos
permitiría anular este mandamiento?
Es una cosa (que puede ser justificada) si una familia decide, por razones económicas o
personales, ya no tener más hijos de los que tienen. Pero es una cosa muy diferente si se
enseña que es un deber de las naciones y de los gobiernos, limitar su población.
Es apropiado citar aquí una conclusión de la Coalición para Avivamiento, que dice:

“Afirmamos que el nacimiento de nuevos seres humanos debe recibirse con alegría y
gratitud porque ellos llevan la imagen de Dios y tienen la capacidad de enriquecer a otros,
tanto espiritualmente como materialmente; que no existe ninguna relación causal
consistente entre la densidad de la población (o tasa de crecimiento) y su bienestar
económico; y que la idea de “sobrepoblación” planetaria es un mito, aunque el
amontonamiento local de personas lleva algunas economías locales a su límite (Sal.127:3-5,
Juan 16:21, Gén.1:26-28).
Negamos que altas tasas de nacimientos necesariamente debiliten la economía; que la
cantidad de riquezas materiales en el mundo sea estática; que una población más numerosa
exija divisiones más pequeñas de las riquezas del mundo; que se deba frenar o parar el
crecimiento de la población; que la inmigración, mientras el mercado de bienes y servicios
permanece libre, sea dañina para una economía o para los ciudadanos de la sociedad
anfitriona; y que la capacidad de Dios de proveer por la población pueda alguna vez ser
sobrepasada.” (“La cosmovisión cristiana acerca de la economía”, Art.14)
En cuanto a la afirmación de que “no existe ninguna relación causal consistente entre la
densidad de la población y su bienestar económico”, podemos ver los siguientes ejemplos:
Japón, Alemania, Inglaterra, entre otros, son países sumamente poblados, pero a la vez
muy desarrollados. – Perú, Ecuador, Bolivia, y otros, son países escasamente poblados,
pero pobres.

Todas estas tendencias tenemos que ver en el contexto de los planes de la “Nueva Era” y de
la ONU, de crear un mundo unificado bajo un único gobierno. Un tal gobierno mundial
sería totalitario: controlaría todas las áreas de la sociedad. Y con una sociedad tan
manipulable como la actual, no se levantará mucha resistencia en contra de un gobierno
totalitario.
Es importante entender que este gobierno mundial no se levantará de un día al otro. El
mundo está siendo preparado para ello poco a poco, en pequeños pasos de “cambio de
paradigma” y de “integración”.

Se dice que es posible cocinar un sapo vivo, si se le pone en una olla con agua tibia y se
calienta el agua poco a poco. Si pusiéramos el sapo de frente al agua caliente, se escaparía.
Pero cuando se le calienta poco a poco, el sapo no se va a dar cuenta del cambio de la
temperatura, hasta que se muere. – Lo mismo sucede en la sociedad actual (e incluso con
los cristianos): Los cambios en la cosmovisión suceden poco a poco, de manera que no nos
damos cuenta. Muchos cristianos se adaptan a los valores de la sociedad, y no se dan cuenta
de cuán lejos ya estamos de los principios Bíblicos. Es necesario discernir este “cambio de la
temperatura”, antes que seamos “cocinados vivos”!

Todavía tenemos la posibilidad de presentar una alternativa: una cosmovisión bíblica-


cristiana, como fue desarrollada desde la base de la Reforma.
Hoy en día, los países del “Tercer Mundo” miran a los países industrializados y desean
tener el mismo desarrollo, la misma prosperidad. Entonces quieren importar e imitar todo
lo que hacen los países industrializados, porque piensan que así tendrían los mismos
resultados. ¡Pero este es un error! Como hemos visto, la prosperidad de los países
industrializados es como un árbol que creció a través de muchos siglos, bajo la influencia de
una cosmovisión cristiana. En la actualidad, los países industrializados siguen cosechando
frutos de este árbol, pero a la vez están muy ocupados cortando sus raíces: se están
esforzando para eliminar los últimos restos del cristianismo Bíblico. Por eso, este árbol
pronto dejará dar fruto: los países industrializados experimentarán una fuerte caída
económica dentro de los próximos cincuenta años.
Entonces, si el Tercer Mundo importa el relativismo, el posmodernismo y la “Nueva Era”, el
resultado no será prosperidad. Solo seremos “integrados” en un sistema de control
mundial. La única alternativa sería volver a una cosmovisión cristiana.
En Sudamérica, esto requerirá un esfuerzo bastante grande, porque no existen precedentes
históricos donde se hubiera puesto en práctica una cosmovisión cristiana. Aun peor, con los
conquistadores españoles se había introducido una falsificación del cristianismo; y aun las
iglesias evangélicas todavía mantienen muchas ideas y costumbres que provienen de esa
falsificación. Pero lo mismo podríamos decir de Europa en la Edad Media; y sin embargo, la
Reforma fue posible.

Un niño que crece en una familia disfuncional, está convencido de que su familia es normal,
porque no conoce otras familias y no sabe qué es realmente normal. De la misma manera,
una persona que ha crecido en una sociedad disfuncional, cree que esta sociedad es normal
y no se puede imaginar una manera diferente de vivir. El estudio de la Reforma y de sus
resultados debe habernos abiertos los ojos para ver que la sociedad actual no es “normal”,
según criterios cristianos, y que podría funcionar de manera muy diferente si aplicara
principios Bíblicos. Si la Reforma trajo estos resultados para Europa en el pasado, ¿no
podrá traer los mismos resultados para Latinoamérica en el siglo XXI? En cierta manera, la
situación de Latinoamérica es comparable con la situación de Europa poco antes de la
Reforma: Se están difundiendo pensamientos cristianos, hay cierto número de creyentes
evangélicos, pero su pensamiento todavía no se ha reformado. Cuando suceda esta reforma
del pensamiento en un número significativo de cristianos, estos cristianos podrían causar
cambios verdaderos en la sociedad.

Preguntas de repaso:
Según Schaeffer, ¿cuáles son los valores predominantes de la sociedad actual?
¿Por qué el comunismo se contradice a sí mismo cuando habla acerca de los derechos
humanos y de la dignidad del hombre?
¿Cuál cambio decisivo en la cosmovisión es ilustrado por la sentencia de la Corte Suprema
de Estados Unidos referente al aborto?
¿Qué consecuencias tenemos que esperar para el futuro, de este cambio en la cosmovisión?
Cuando los valores absolutos de la Biblia ya no son aceptados en una sociedad, ¿cuáles tres
alternativas existen para establecer valores en la sociedad?
Explica la conexión entre la ayuda de parte del estado, y la pérdida de las libertades
personales.
- ¿Por qué probablemente la mayoría no protestará contra el surgimiento de un sistema
totalitario?
Para reflexionar más:
¿En qué otras áreas puedes observar que el pueblo está dispuesto a abandonar sus
libertades, si a cambio recibe beneficios de parte del estado?
- Describe síntomas de la idea de que “el estado es responsable de solucionar todos los
problemas”, según lo que observas en tu alrededor.
- Describe ejemplos de manipulación que observas en tu alrededor.
- ¿Qué harás ahora en aplicación del mensaje de este libro a tu vida personal?
Hemos estudiado muchas cosmovisiones, pero en el fondo hemos trazado la historia del
conflicto entre solo dos sistemas de pensamiento: el pensamiento Bíblico, que empieza con
Dios; y el pensamiento humanista, que empieza con el hombre. Desde Babilonia hasta hoy,
es este mismo conflicto que se manifiesta en toda la historia, bajo diferentes formas.

Conocí a muchas personas (sobre todo en los países industrializados, y en los círculos
intelectuales), que creen que el humanismo es algo como una rama del cristianismo: “Amar
al prójimo, hacer lo bueno y ser tolerante, esto lo tenemos todos en común.” Después de los
estudios realizados, no debe quedar duda de que en realidad el humanismo es exactamente
lo contrario del cristianismo.

Lo que significa el humanismo realmente, fue claramente expresado en el “Segundo


Manifiesto Humanista”, por la Asociación Humanista Americana (American Humanist
Association, AHA):

“No encontramos suficiente evidencia a favor de la creencia en la existencia de los


sobrenatural; es algo sin sentido o irrelevante a la cuestión de la sobrevivencia y la
realización de la raza humana. Como ateos, comenzamos con el humano, no con Dios; con
la naturaleza, no la deidad. … No podemos descubrir ningún propósito divino o providencia
para la especie humana … Los humanos son responsables de lo que somos o nos
volveremos. Ninguna deidad nos salvará; nosotros debemos salvarnos a nosotros mismos.”

La gran mayoría de nosotros, en nuestra formación escolar, hemos sido moldeados por una
cosmovisión humanista. Por eso, aun muchos cristianos nacidos de nuevo tienen mucha
dificultad de discernir los fundamentos humanistas en su propio pensamiento, y de
sustituir estos pensamientos por una cosmovisión bíblica.
Por tanto, como resumen final de esta sección, quiero brevemente contrastar los rasgos
básicos de estas dos cosmovisiones:

- El punto de partida, para el pensamiento humanista, es el hombre: su razón, sus


pensamientos, sus valores. “El hombre es la norma de todo.” – El punto de partida para la
cosmovisión Bíblica es Dios: El, y Su comunicación revelada con el hombre, es la norma de
todo.

- El humanismo confía ciegamente en el hombre, mientras cuestiona a Dios. – La


cosmovisión Bíblica conoce a Dios como completamente digno de confianza, pero cuestiona
al hombre.

Vimos que Descartes, el precursor del racionalismo, basó su pensamiento sobre “la duda
metódica”. Pero Descartes nunca se preguntó si su “confianza en su propia duda” era
justificada: era una confianza ciega.

La cosmovisión Bíblica se basa en la convicción de que podemos conocer a Dios y confiar en


El. Jesús dijo: “Si alguien quiere hacer la voluntad de Dios, conocerá si la enseñanza es de
Dios, o si hablo por mi propia cuenta.” (Juan 7:17). Entonces, aquí también empezamos con
un paso de fe y obediencia. Pero esta fe se puede comprobar: Quien se compromete con ella,
“conocerá”.

Desde este trasfondo, no es correcto hablar de un conflicto entre “ciencia y fe”. El


racionalismo empezó también con una fe, y paradójicamente, con “la fe en su propia duda”.
Cada científico tiene que empezar con un fundamento de fe (creencias), desde donde
construye su edificio mental. Ninguno de todos los posibles fundamentos de fe es “más
científico” que algún otro. Cada uno escoge los fundamentos de su pensamiento, sus
creencias básicas, sin poder comprobarlas. Esto es lo que llamamos “fe”; sea la fe en la
razón humana o la fe en la Biblia.

- El humanismo cree que el hombre es “bueno en sí”. La cosmovisión Bíblica describe al


hombre como caído en pecado, y por tanto incapaz de hacer lo bueno por sí mismo
(Romanos 3:9-23).

- El humanismo culpa a Dios de lo malo. La cosmovisión Bíblica busca la culpa en el


hombre mismo.

El humanismo considera que lo malo en el hombre es un “resto de imperfección”, que será


vencido con el desarrollo de la humanidad. “Solo dennos tiempo hasta mañana”, dicen los
humanistas – desde 4000 años. El humanista cree que el hombre puede superar la maldad
con sus propios esfuerzos. O, como alternativa, se abandona completamente el concepto de
“lo malo” (relativismo moderno).
Entonces será muy difícil explicar por qué exactamente el siglo XX entró en la historia
como el siglo más sangriento de todos los tiempos. Algunos humanistas se apoyan en la
explicación de Rousseau: “El hombre es bueno hasta que la sociedad le corrompa.” Pero
esto no es satisfactorio para un humanista realmente consecuente: La sociedad consiste
también en personas humanas, que supuestamente son “buenas en sí”. Por eso, otros
acusan a Dios: “Si Dios existe, ¿por qué permite todo el sufrimiento en el mundo?”
La cosmovisión Bíblica es realista en cuanto al hombre: “Engañoso es el corazón más que
todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). Esta es una explicación
mucho más obvia para la maldad en el mundo; y quien se examina honestamente a sí
mismo, estará de acuerdo.

- es dominado por la idea del progreso constante y de la evolución. – La cosmovisión Bíblica


interpreta al mundo en el marco de la creación, la caída, y la redención.
Esta es una diferencia fundamental. El humanismo asume básicamente que este mundo se
mueve constantemente desde un estado imperfecto y “primitivo” hacia un estado perfecto y
“desarrollado”; tanto en el reino vegetal y animal, como también en la sociedad humana. Se
asume que la fuerza para este progreso viene de las leyes naturales de la materia muerta, o
del hombre mismo, o del mundo espiritual (Nueva Era).
Estos pensamientos acaso no son nuevos. En la Grecia antigua ya hubo filósofos que creían
que el mundo había surgido de la interacción casual de los átomos; y otros creían que el
hombre, por medio de la educación filosófica, podía alcanzar un estado de virtud. Los
hinduistas creen desde los tiempos antiguos en un “alma del mundo” (Brahman) que
desarrolla el universo desde sí misma. (Solo que en la creencia del hinduismo, el universo
nunca alcanza un estado perfecto, sino se deshace periódicamente y vuelve a desarrollarse.)
Y la construcción de la Torre de Babel ya se basaba en la idea de que “el hombre se
engrandece a sí mismo”.
La Biblia nos presenta una cosmovisión muy diferente. Aquí hay en el principio una
creación ordenada y perfecta (“Todo fue muy bueno”). Después, el hombre fue seducido a
cuestionar a Dios, a desconfiar de El, y finalmente desobedecerle. Desde entonces, este
mundo se mueve “hacia abajo”: La delincuencia, las enfermedades y la muerte aumentan; la
expectativa de vida disminuye; especies animales se extinguen. El hombre, que sigue siendo
“imagen de Dios”, todavía tiene la capacidad de crear cosas nuevas y así producir ciertos
períodos de progreso material (las culturas avanzadas de la antigüedad y modernas); pero
estas culturas avanzadas también decaen pronto y tienen que dar lugar a una cultura nueva.
Un cambio decisivo sucede con la venida de Jesucristo (lo que testificamos hasta hoy con la
manera como contamos los años). Por medio de Su muerte redentora, el hombre tiene la
posibilidad de reconciliarse con Dios y volverse una “nueva criatura” (2 Corintios 5:17). Esta
reconciliación y nueva creación es la esperanza no solamente de la humanidad, sino del
universo entero (Romanos 8:19-23). – Por tanto, desde entonces hubo muchos ejemplos de
progreso material y moral bajo la influencia del cristianismo; especialmente en los tiempo
modernos como consecuencia de la Reforma. Pero aun esta influencia cristiana no cambia
nada en la tendencia general “hacia abajo” en la creación y la humanidad. Solo el Señor
mismo, en Su segunda venida, producirá con Su poder un estado perfecto, comparable con
el principio. Esto en la naturaleza y también en la humanidad.
Una diferencia significativa existe en la interpretación de la muerte. Según la teoría de la
evolución, la muerte (y aun la extinción de especies enteras) es necesaria para el desarrollo.
Entonces, la muerte se considera “natural” e incluso “buena”. – Según la Biblia, no hubo
muerte antes de la Caída; y también en la nueva creación no habrá muerte. Entonces, la
muerte es un enemigo, una maldición, y por tanto no es natural. La primera de las dos
creencias tiene consecuencias devastadoras. Nos recordamos que en 1973, la Corte Federal
Suprema de los Estados Unidos legalizó el aborto. En la actualidad, en ese país se discute la
posibilidad de legalizar aun el matar a bebés ya nacidos, si estos tienen alguna discapacidad
grave. Si la muerte de seres “no aptos para vivir” sirve al desarrollo, entonces no hay
argumento en contra. – Esta es una paralela espantosa con la década de los 30 en
Alemania: Hitler no empezó de frente a matar a los judíos, sino él empezó su programa de
“eutanasia” con introducir sutilmente una distinción entre “vida que merece vivir” y “vida
que no merece vivir”.

Creo que este punto ilustra de manera particular cuán importante es distinguir entre la
cosmovisión cristiana y la cosmovisión humanista. Estos no son detalles marginales, sino se
trata del marco de referencia general para nuestra interpretación del mundo entero. La
decisión acerca de este marco de referencia tiene resultados concretos en la política y la
sociedad.

- El humanismo es contradictorio en cuanto al valor del hombre: por un lado proclama que
el hombre es el máximo valor; pero por el otro lado enseña que el hombre es solo un animal
entre muchos. – La cosmovisión bíblica fundamenta el valor del hombre con su creación en
la imagen de Dios.

El problema para el humanista es este: Cuando afirmo que el hombre es el máximo valor,
no puedo fundamentar esta afirmación. “Valor” se basa en que algo o alguien afuera de mí
me otorgue este valor, me “valore”. Cuando el hombre se otorga valor a sí mismo, entonces
intenta apoyarse sobre sí mismo en medio del vacío. Por eso, de allí se llegó muy pronto y
de forma lógica al materialismo: Si no puedo fundamentar mi propio valor, entonces
tampoco tengo una razón para decir que un hombre vale más que un animal o una piedra.
(Esto interfiere también en la discusión acerca del aborto y la eutanasia.)
- Según el humanismo, Dios no interfiere en el mundo visible. – La cosmovisión Bíblica nos
muestra a Dios como El dirige todos los sucesos, tanto los “naturales” (por medio de las
leyes naturales que son creadas y hechos eficaces por Dios) como los “sobrenaturales” (que
llamamos “milagros”).

- El humanismo cuenta con “dos verdades”: La “verdad religiosa” y la “verdad científica”


son separadas una de la otra. – En la cosmovisión Bíblica existe una sola verdad indivisible:
aun la economía, el trabajo, la ciencia, la política, etc, están bajo la verdad de Dios; y la
Palabra de Dios se aplica a todas las áreas de la vida y del conocimiento.

Fuente:
http://www.altisimo.net/maestros/cosmovision/historia3.htm

You might also like