You are on page 1of 4

MARTES CON MI VIEJO PROFESOR

Esta historia comenzó hace muchos años, en una escuela donde


se conocieron Bruno y Don Arturo.

- Sale a escena Bruno.

Bruno era un niño al que le gustaba mucho ir al colegio porque


allí aprendía un montón de cosas y podía jugar con sus amigos y
amigas. Pero lo que más le gustaba a Bruno eran las clases de su
profesor Don Arturo. (Sale a escena Don Arturo) en ellas además de
aprender cosas interesantísimas se lo pasaba genial, ya que cada día
aprendía muchas cosas nuevas y podía contar con él para cualquier
problema que tuviera.

• BRUNO: ¡profesor, profesor! ¿Cuántos son 2 más 2? Es que se


me ha olvidado.
• ARTURO: ¡pero muchacho!, la solución no te la tengo que dar
yo, intenta resolverlo tu solito con lo que ya sabes, y si después de
pensarlo no encuentras la respuesta correcta yo estaré aquí para
explicártelo.

Don Arturo, era un profesor muy querido por sus alumnos. Era
una persona entrañable, inteligente, cariñosa y con un gran sentido
del humor, además, se lo pasaba muy bien jugando con los niños. A
Don Arturo le gustaba ir a las fiestas para bailar.

- Sale Arturo bailando con música ABBA “Dancing Queen”.

Pero por desgracia un día, Don Arturo tuvo que dejar el colegio,
ya no era el de antes, no tenía la misma fuerza que cuando era joven
y ahora necesitaba tiempo para descansar. ¡Qué pena más grande!
¿Qué sería ahora de sus alumnos? Se habían quedado en manos de
Don Manuel, un profesor que vivía en un mundo sin fantasía (no le
ponía caras a los soles).
El tiempo pasó, Bruno se hizo mayor, ¡ya tenía 8 años! Don
Arturo y él, habían perdido el contacto, y aunque Bruno se acordaba
mucho de su profesor, olvidó las cosas importantes que había
aprendido con él.

• BRUNO: ¡Cuánto tiempo sin ver a mi profesor Don Arturo!,


¿vosotros lo habéis visto?, ¿sabéis algo de él?

- Sale a escena Don Arturo en la televisión.


- Habla el público, (esperemos).

1
• BRUNO: ¿Dónde?, ¿en la televisión?... ¡Ah si!, ¡callad,
callad que no oigo nada! (silencio) Muchas gracias chic@s, vamos
a escuchar lo que dice.

- En escena la televisión y Don Arturo.

• ARTURO EN LA TV: yo antes era profesor de un colegio,


pero tuve que dejarlo porque me jubilé, ahora soy viejito y me
gusta mucho que la gente venga a mi casa a visitarme para hablar
y así seguir enseñando y ayudando a quien lo necesite. Me
acuerdo mucho de mis alumnos y me encantaría volver a verlos
porque con ellos pasaba muy buenos ratos.

Efectivamente, Don Arturo, estaba viejito y esperaba la visita de


alguien muy especial, aunque ese alguien no lo sabía todavía.

• BRUNO: pobrecito mi profe, y yo lo había olvidado durante


todos estos años. Tengo que ir a visitarlo.

ENCUENTRO

- Sonido DING DONG.

• ARTURO: ¡mi viejo amigo, has vuelto por fin! (se abrazan)
• BRUNO: te he visto por la tele. ¿Cómo te encuentras? Te he
echado mucho de menos. Si no puedes ir al colegio a dar clase, yo
vendré aquí para que me sigas enseñando cosas maravillosas.
• ARTURO: me ha hecho muy feliz tu visita, si quieres podemos
vernos todos los martes.

COMIENZAN LOS MARTES

- 1º MARTES. LA FAMILIA

• ARTURO: Hola Bruno, ¿de qué quieres que hablemos hoy?


• BRUNO: pues estoy un poco preocupado y triste, porque mi
prima Mª Sol me ha dicho que ya no me quiere.
• ARTURO: ¡si que te quiere!
• BRUNO: No, no me quiere, porque me ha dicho muy seria y
mirándome a los ojos: BRUNO YA NO TE QUIERO. (Dirigiéndose al
público) ¿A QUE NO, A QUE NO ME QUIERE?
• ARTURO: Si que te quiere Bruno, a veces se dicen las cosas sin
pensar. La familia es muy importante, porque siempre va a estar
ahí para compartir tus penas y tus alegrías, y tú también tienes
que cuidarla, ya que serás más feliz si lo vives todo con ellos.
• BRUNO: ¡Ah! entonces mañana cuando venga a mi casa
hablaré con ella y le diré que yo si que la quiero. ¡Qué a veces las
cosas se dicen sin pensar!

2
2º MARTES. LAS EMOCIONES

• ARTURO: ¡hola Bruno!, tenía ganas de que pasara la semana


para volver a verte.
• BRUNO: Yo también, querido amigo. Arturo, ¿sabes qué? La
otra noche no pude dormir, tenía como mariposas en la barriga.
• ARTURO: ¿no te estarás enamorando?
• BRUNO: ¿enamorando yo? ¡qué va! Pero por aquí puede haber
alguien que me pueda interesar, ¿alguna candidata?
• ARTURO: ¡Bruno... en serio!, esas mariposas son una señal de
cómo te sientes, se llaman emociones, que pueden ser de alegría,
de tristeza, por estar nervioso. No las puedes ni ver ni tocar, pero
si que puedes sentirlas dentro de tu cuerpo.
• BRUNO: ¡Entonces ya se de que eran esas mariposas!, estaba
nervioso porque al día siguiente me iba de excursión.
• ARTURO: ¡Claro que si Bruno, era eso!

- 3º MARTES. EL DINERO

• BRUNO: ¡Arturo, Arturo!... ¿sabes que?


• ARTURO: ¿Qué te pasa?, ¿por qué estas tan nervioso?
• BRUNO: ¡Pasado mañana es mi cumple y mi madre me está
preparando una fiesta genial! ¿Te gustaría venir?
• ARTURO: No puedo Bruno, pero muchas gracias por la
invitación. Cuéntame ¿Qué es lo que mas te gusta de tu cumple?
• BRUNO Los regalos, invitar a mucha gente para que me
regalen muchas cosas
• ARTURO: ¿Ah si?, ¿me has invitado para que te lleve un regalo?
• BRUNO No... o si... no se.
• ARTURO: Bruno... lo más importante de tu cumpleaños es
celebrarlo con la gente que te quiere y que quiere estar a tu lado,
y no los regalos. Te gustaría que la gente te dejara los regalos en
la puerta y se marchara y estar solito el día de tu cumpleaños,
tendrías que jugar solo y nadie te cantaría cumpleaños feliz.
• BRUNO: Tienes razón, el mejor regalo que puedo tener es la
compañía de mis amigos y familiares sin ellos no habría fiesta.

- 4º MARTES. EL PERDÓN

• ARTURO: ¡Hola! ¿Qué tal la semana?


• BRUNO: Bien como siempre.

3
• ARTURO: ¡AY! ¡Me has pisado!
(Bruno mirando al público)
• ARTURO: ¡¡¡Bruno que me has pisado!!! ¿no piensas decir
nada?
• BRUNO: ¡Ah! PERDÓN.
• ARTURO: ¿Sabes que hay mucha gente que no sabe pedir
perdón? Se que me has pisado sin querer, aún así siempre hay que
pedir perdón.
• BRUNO: ¡es verdad!, tienes razón, cuando te piden y cuando
pides perdón te sientes mejor.

Así fueron pasando los martes... un martes y otro martes… Siempre


había algo nuevo que aprender y compartir con Don Arturo.
Esta historia termina aquí, pero podríamos estar contando muchas
más.
Y... para terminar todos a bailar.

(Salimos a bailar, como hacía nuestro magnífico profesor Arturo con


música de ABBA)

You might also like