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Conferencia de Ernesto Garzón

Valdés.
Las muletas morales del ciudadano en democracia.

“La democracia es, del punto vista moral, el mejor sistema político del que
contamos”

Democracia  Decisiones que se toman por vía mayoritaria por el ejercicio del
sufragio.
Pero, hay que justificarlo, y es acá donde surgen algunos problemas. Hay dos
básicas:

– Razón Utilitarista  Si los que votan por A son la mayoría, como sus
deseos fueron satisfechos, hemos ganados en felicidad. Es decir, el
quantum de felicidad es mayor.
– Razón de mayoría, o epistémico  Si más gente está de acuerdo con la
solución, parece ser la solución mejor. (Cuatro ojos ven mejor que dos).

La posición del profesor es que ninguno de esos argumentos funciona.


Respecto del primero, tiene problemas, ya que si es que llega a haber tres
partidos, habría problemas con el Quantum. Ahora, otro problema es que,
satisfacción del deseo, y satisfacción del interés, no son lo mismo. O sea, no es
cierto que uno siempre es el mejor juez de sus intereses.

A veces, también, los deseos de una mayoría podría jugar en contra de una
minoría, y esto sería porque a la mayoría le da lo mismo. (Ejemplo de los
homosexuales).

Es decir, el profesor piensa que el quantum de felicidad depende de la


intensidad de los deseos, y no de la mayoría de gente feliz.

Respecto al segundo argumento, si aumenta mucho el número de votante, hay


una curva que puede empezar a bajar (puede ser), por lo que no hay una
garantía que el aumento de la cantidad de los votantes acerque más al
episteme.

A demás, en la democracia no se puede requerir que todos tengan en el mismo


nivel racional, o sea que están iluminados en el mismo nivel. Y, a demás, que
voten de buena fe. Es decir, es imposible que todos sean veraces, igual de
sagaces, etc. Esto lo decía Condorcé.

Nino decía algo parecido, sólo que con otros términos.

Pero entonces, ¿cómo justificamos la Democracia?


Hay que pasas del ser humano sufragante al ser humano sufragante
restringido. Pero ¿Qué tipo de restricciones?

O subjetivas o objetivas (vienen de otro o son personales).

Las subjetivas, como las de Rousseau, quien suponía que la gente en


democracia debía ser la voluntad general, pero, esa voluntad generalmente no
estaba en lo cierto. La voluntad general, decía Rousseau, es la que será
formada por una suma y resta de todas las voluntades de los votantes. Esto es,
el bien común. Ejemplo en el minuto 31.

Pero Rousseau sabía que esto no podía ser práctico. Vale decir, pedir que cada
uno de nosotros actúe con la voluntad general (renunciar a nuestra vanidad y
orgullo, y preocuparnos por el bien común) es falso.

Una alternativa a Rousseau, sería la hipocresía. Pretender que se actúa bajo la


voluntad general. Ejemplo minuto 38. Es posible que de tanto ser hipócritas, y
tratar bien a la gente, con simpatía, puede terminar siendo una costumbre, y
se haga más fácil. Es como una “acción civilizadora de la Hipocresía”.

Habría otra posibilidad, que sería, no seremos ni ángeles, ni simpáticos ni


hipócrita, sino que seamos razonables, lo que tiene que ver con el
cumplimiento de ciertos principios morales. Ser racional no tiene connotación
moral, en cambio ser razonable, es diferente. Pero entonces, ¿quiénes son las
personas razonables? Las que llegan a acuerdos razonables, lo que hacen las
personas razonables, pero ¿Qué chucha es ser razonable?

Habría que indicar pautas de la razonabilidad.

Ahora, si no funciona ninguna de estas restricciones subjetivas, habría que


acudir a restricciones objetivas, o institucionales o verticales.

El profesor cree que no somos “buenos tipos”. Es decir, somos egoístas, vivos,
etc. Por lo que, lo que habría que hacer es alguna justificación o algún método
que la confianza de la naturaleza humana. Así, para esto, Kant propone su
teoría ética.

Kant  “El problema del establecimiento del estado tiene solución incluso para
un pueblo de demonios. Ordenar una muchedumbre de seres racionales que
para su conversación exigen leyes universales aún cuando cada uno quiera
eludir la ley. “

Para esto, era claro que no había que convocar una asamblea, sino que debía
venir de afuera.
A esto es a lo que Néstor llama “Muletas Morales”.

*No hay que confundir legitimidad con la estabilidad de un sistema.


Un sistema legítimo cuando las normas básicas del sistema político coinciden
con normas morales básicas. Y la estabilidad depende de que los ciudadanos
sigan estas normas morales.*

“Coto vedado  Dºs Fundamentales” Con lo que no se pasa a llevar la


autonomía.

Ahora, fuera del coto vedado, el regirse por la mayoría, tampoco se pasa a
llevar la autonomía, ya que desde el “vamos”, se determina que se está
dispuesto a lo que la mayoría quiera. Es como un contracto. O sea que se da
consentimiento voluntario, que nos pone bajo la obligación de cumplir con la
sentencia, tomándose un carácter deontológico y no teleológico.

“El Homo Sufragans necesita muletas morales para que la democracia


funcione”

Si aceptamos estas restricciones objetivas, es decir estas muletas morales para


que la democracia ande, porque por un pacto aceptamos que alguien nos
gobierne y conscientemente aceptamos acatar las leyes, sea cuales fueren, y,
además, teniendo en cuenta que por lo mismo estas leyes no puede afectar a
nuestra autonomía porque aceptamos acatar las leyes cuando pactamos y
aceptamos que haya quien las dicte, qué pasa cuando un fallo pasa a llevar la
felicidad de las personas, o bien de la mayoría de las peronas, ¿es legítimo que
las personas pasen por encima del contrato, o bien, se revelen contra la
autoridad que ellos mismos determinaron?

En otras palabras, ¿pueden las personas desechar las muletas morales


impuestas por la autoridad elegida por ellos mismos por un caso repugnante
para la sociedad?

O bien, qué utilidad tendrían estas muletas si existe la revelación de una


mayoría.

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