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Ética del discurso: el impulso comunicativo de Habermas

Desde hace ya poco menos de un siglo, la lucha por descifrar como entender la
normativa moral para una mejor convivencia social ha pasado a ser un tema
importante dentro de la delimitación de lo moderno y lo post – moderno. Esta
situación que se ve en la superación de la modernidad y su racionalismo
requiere de una observación rigurosa para el alcance ético y deontológico.

En una lucha por lo instintivo y lo racional, habermas ve reflejada una moral


cognoscitivista, desprendida de los preceptos de Kant y su ética formal. Este
presente ensayo resaltará la importancia del imperativo categórico dentro de la
ética del discurso como la argumentación de lo moral y la acción comunicativa
que parte de la racionalidad, legado de la modernidad que se intenta superar
mediante la complementación de los significados morales de Kant y las
conjeturas hegelianas.

Para Habermas, Kant es fundamental en la medida que trata de la


universalidad de la moral, esto porque, está seguro de que tienen que existir
normas que no rijan solo a nivel cultural, sino que sean principios universales y
estén consensuadas a nivel mundial por todas las culturas existentes. Para ello
Habermas se dio cuenta de que la ética kantiana encerraba algunos vacíos que
logró demostrar con los argumentos hegelianos, tales como1:

A la conjetura de Hegel en contra del formalismo de la ética de kant:

“como el imperativo categórico exige abstraer de todo contenido determinado


de las máximas de acción y de los deberes, la aplicación de ese principio moral
no tiene más remedio que conducir a juicios tautológicos”.

Sabemos pues que los juicios tautológicos dentro de la acción moral son
imposibles ya que la dinámica cultural dentro de la sociedad ejerce máximas de
acción y deberes distintos. Sería más fácil trabajar con juicios meramente

1
Habermas Jurgen (1981) “Aclaraciones a la ética del discurso”, editorial Taurus. Pág. 34
– 35.
tautológicos que no procedan a refutaciones, pero un juicio a pesar de poseer
racionalidad no logra tener la ansiada tautología.

A la conjetura de Hegel en contra del universalismo abstracto de la ética de


kant:

“como el imperativo categórico exige separar lo universal de lo particular, los


juicios válidos conforme a tal principio tienen que resultar insensibles a la
naturaleza particular y al contexto del problema que en cada caso se pretende
solucionar y, por ende, permanecer externos al caso particular”.

Es pues, una clara razón por la que se tiene que reconocer los juicios morales
que están sujetos a un determinado contexto, limitado de tiempo y
circunstancialmente finito, en donde el robar puede ser una necesidad. El juego
de las excepciones en la moral hace que esta se debilite y sea relativa, más ni
con el propio imperativo categórico se decide que hacer con los casos
particulares.

A la conjetura de Hegel en contra de la impotencia del simple deber:

“como el imperativo categórico exige una rigurosa separación entre el ser y el


deber-ser, ese principio moral no puede ofrecer indicación alguna acerca de
cómo poner por obra las ideas morales”

Las ideas morales necesitan tender una relación entre lo que “es” y lo que
“debe ser”, esto no como relación causa y consecuencia sino como lógica de
planteamientos en donde la argumentación de lo que “deber ser” debe de partir
de lo que “es”, lo real, lo propio. En este caso Hegel y Kant se dieron cuenta
que el imperativo categórico a pesar de regir universalmente tiene limitaciones
aplicativas muy notorias en lo práctico.
A la objeción de Hegel contra el terrorismo de la pura intención:

“como el imperativo categórico establece un corte entre las exigencias puras


de la razón práctica y el proceso de formación del espíritu y las concreciones
históricas de ese proceso, no puede menos de sugerir a los abogados de una
visión moralizante del mundo una política que se pone por meta la realización
de la razón y que, por motivo de la consecución de fines más altos, acaba
aceptando y dando por buenas acciones inmorales”.

Algunas modificaciones de las morales establecidas a nivel mundial, no pueden


traducirse como un atentado a la formación del espíritu, por el contrario, una
actualización o formalización de una norma moral con intenciones productivas
mejoran la calidad de vida de cualquier individuo en el planeta. El problema
está en quién modifique las normas, en ese caso las acciones que conducen
intereses propios deben ser realizadas como intereses colectivos y no
individuales.

Por otro lado, cuando hablamos de buscar la verdad de lo bueno, Habermas se


está refiriendo a una validez, esto porque la moral formalista de Kant atribuye
validez al consenso y porque la racionalidad del consenso no llega a la
categoría de verdad. Está moral formalista espera que los afectados puedan
estar a favor para incrementar el grado de validez y hacerse, como
consecuencia de lo anterior, más legal.

Entendamos pues que el universalismo, no solo obedece ha los alcances


intuitivos sino a la aprobación de todos en conjunto. Por ello las normas al ser
sometidas a una prueba de detección etnocéntrica determinan los hechos por
la razón y no a los hechos de la razón. Los hechos de la razón no existen como
factum, solo es especulable en la medida que la argumentación de las normas
sean de una experiencia similar pasada. Se requiere de hechos porque los
juicios se dan por los hechos y por ellos se puede ser imparcial, esto lo llamaría
Habermas “punto de vista moral”, al que se le hace necesario empezar por una
“posición original”, puesto que según John Rawls, los acuerdos existentes
pueden resultar, con el uso de la racionalidad, más equitativos.
Existe otra postura de la que Habermas también toma referencia en su acción
comunicativa, aquella a la que Mead recomienda, se trata de una moral
empática en la que los juicios tienen que ser vividos por todo y que posibilita un
mejor pronunciamiento de los juicios morales. Esto involucra a todo individuo
racional, por ello llega al universalismo. Sin embargo lo que Mead recomienda,
no tiene alguna forma de comprobación de los hechos empáticos de los
individuos y no soluciona el problema de la relatividad moral, ocasionada por la
cultura.

Empero, la argumentatividad moral de Mead ese discurso práctico es


importante por considerar al afectado por la norma y le brinda la oportunidad de
que se parta por la interpretación, algo que Kant no establece en su imperativo
categórico, por considerar como inmoral las intenciones dentro de su
imperativo categórico. Lo que Mead establece solo es comparable con las
posición original que postulaba Rawls, por acercarse al consenso e integrar a
la parte excluida cuando se establecen los juicios morales.

Se habla pues entonces de la asunción del rol, dentro del proceso de


entendimiento de la norma, aquello que mejora la acción comunicativa y que
ayuda a tener un discurso racional y consensuado, algo más para escapar de
la modernidad y de la forma temeraria con las que se enunciaban sus juicios
morales.

Las intuiciones morales obedecen a la parte sustancial de la moral y es propia


del individuo, en donde las recomendaciones de una mejor forma de vida,
puede resultar de la vulnerabilidad del individuo y por estar en todos esta
vulnerabilidad se considera moral.

Hasta este momento hemos visto que la universalización, la formalización y las


entradas a los juicios morales como la posición original y la asunción ideal del
rol, son algunas de las cosas que habermas toma para lograr su moral justa.
Veamos también algo que para Habermas es muy importante, el lenguaje. El
lenguaje ha podido modificar parte de nuestra estructura genética al ser
incorporado mucho tiempo antes por nuestros antepasados, la comunicación
es inter - subjetiva y ningún individuo como individuo puede vivir en soledad sin
antes tener que ligarse a una sociedad que lo pueda lograr como individuo. Por
consiguiente el lenguaje lo vuelve dependiente de los demás pero necesario
para los demás en donde su tendencia a ser vulnerable puede servirle de
mucha para mejorar su convivencia con los otros. Existe una intensidad de la
fuerza en los individuos, aquella que Habermas también pudo notar:

“Cuanto más progresa la individuación, tanto más se ve envuelto el sujeto


particular en una red cada vez más densa y sutil de recíprocas posibilidades de
desamparo e indefensión, y de correspondientes necesidades de protección
que implican un sinnúmero de riesgos. La persona sólo desarrolla un centro
interior en la medida en que a la vez se extraña de sí en relaciones
interpersonales comunicativamente establecidas. Ello explica el riesgo, por así
decir, constitucional y la vulnerabilidad crónica a que está sometida la
identidad, que son incluso superiores a la palpable posibilidad de merma y
quebranto a que está sujeta la integridad del cuerpo y de la vida”2.

Aquí viene el fundamento de la crisis de la identidad y la ejecución de una


acción comunicativa que establezca control y justicia a todos los individuos que
lo crean necesario. Visto el individuo como tal, indefenso y solo, se hace
necesaria una moral que lo entienda y que el acepte someterse, por la que
todos estén de acuerdo y que se rija por la vulnerabilidad, ese instinto que hace
que el individuo siga preservándose. Volvemos pues al imperativo categórico
pero esta ves con la certeza de que la validez moral puede formalizarse
mediante la racionalidad y el consenso como motor del impulso inicial hacia
una post - modernidad completa y libre de la relatividad moral que solo un
punto de vista racional y no universalista puede brindar. Lo que caracteriza al a
acción comunicativa es en realidad su simetría y su principio de justicia
ordenado y racional entre sujetos.

2
Habermas Jurgen (1981), “Perfiles filosóficos políticos”, Madrid, Pág. 106.
“Todas las morales giran en torno al trato igual, la solidaridad y el bien
común”3.

Con todo esto pasemos a diseñar cual es la estructura que en este momento y
desde antes fue un margen de error para la dominación moral de los
imperantes, dentro del patrón de ignorancia que Habermas también comenta.
Para ello tomaderos algo de su maestro intelectual Max Weber, que es el
infaltable en sus producciones intelectuales tanto como Hegel y Kant.

De las condiciones del hombre para crear el problema

“Max Weber introduce el concepto de racionalidad para definir la forma de la


actividad económica capitalista, del tráfico social regido por el derecho privado
burgués, y de la dominación burocrática. «Racionalización» significa en primer
lugar la ampliación de los ámbitos sociales que quedan sometidos a los
criterios de la decisión racional. Paralelamente a esto corre, en segundo lugar,
la industrialización del trabajo social, con la consecuencia de que los criterios
de la acción instrumental penetran también en otros ámbitos de la vida
(urbanización de las formas de existencia, tecnificación del tráfico social y de la
comunicación)”4.

De un tiempo al nuestro los hombres, entes con razón y dignidad, vienen


poseyendo una claridad en sus organizaciones, claridad que los llevan al punto
de conciliación y desastre, pese a ello el hombre y su racionalidad, ha
efectuado un gran trabajo dentro de su desarrollo como hombre.

Sus sociedades han crecido enormemente y sus problemas sociales han ido
evolucionando en el pasar de los días, desde el problema de encender fuego
hasta el problema para apagar un incendio de miles de hectáreas. El desarrollo
de los pueblos en los cuales fueron invadidos en todas sus medidas y que no
tuvieron respiro alguno de poder levantarse fueron persuadidos por esos
3
Habermas Jurgen (1983) “Conciencia moral y acción comunicativa”, Editorial taurus, Pág. 42.
4
Habermas Jurgen (1983) “Ciencia y técnica como ideología”, Editorial Tecnos, Madrid. Pág.
53.
individuos que aseguraban todo con la metrópolis y mantenían como colonia a
las tierras donde nacieron.

De las sociedades sub.-desarrolladas

“el dominio está ahora condicionado por la capacidad y el interés en mantener


el aparato en su conjunto y ampliarlo5”.

El problema social causal de tanto daño, es aquel que no se le puede combatir


con las armas, puesto que esta lo genera, es también aquel que no se le puede
atribuir paz por que le gusta el conflicto, es aquel diablo mensajero de
persuasiones de hombres mediocres, que aceptan sus rúbricas y mantienen
sus creencias. Nuestra sociedad crece y los niños, jóvenes, ancianos y adultos
con él; de un tiempo al actual, los ancianos, algunos, se quedaron en el pasado
prefiriendo no regresar y asomar la cabeza por la ventana de la realidad. Una
colonia de todos y que no es de nadie de su País, salvo de quien lo gobierna,
algo así como una chola sin sentido de elección que escoge a quien floree más
bonito en lenguaje criollo, y que ciertamente nos recuerda nuestro hermano por
conveniencia que somos un país hembra listo para que le chanten las manos y
se aprovechen de él.

Nuestra historia es historia de Incas y no de Reyes, nuestra principal fuerza es


el trabajo y el uso de aquella materia gris de la que todos intentamos hacer uso
y que se desgasta con cada vaso de cerveza extranjera y con cada jalada que
dicen experimentar placer. Algunos prefieren refugiarse en la ideología de los
que siempre critican y no llegan ni siquiera a conocer el problema, mis
condolencias por esas vidas perdidas, aquellos que tengan que estudiar por
que alguien les obliga, mejor no lo haga porque el pueblo en que vivimos no
necesita de más mediocridad. No hay libertad que aprovechar, aprovechemos
la esclavitud para crear libertad, no somos libres ni lo seremos siempre, no nos
engañemos con discursos del corazón y que solo intentan definir los intereses
de muchos, o un “América para los americanos” que alguna vez se grito fuerte,
pero que solo era el inicio de una dominación por el más fuerte, los sistemas
más que construir algo se mantienen estáticos después de construidos, aunque

5
Habermas Jurgen (1983), “Ciencia y técnica como ideología”, editorial Tecnos. Pág. 56.
hay que aceptar el trabajo del sistema capitalista de construir para destruir, y es
que la verdad las metrópolis solo pensaron en nuestras riquezas y no en la
pobreza interna de esta, al final de cuentas sus intereses estaban por encima
de todo.

Del problema del sistema capitalista

“La aplicación de la teoría de las crisis, de Marx, a la realidad modificada del


«capitalismo tardío» tropieza con dificultades. Ello ha motivado interesantes
ensayos para concebir de modo nuevo los viejos teoremas sobre la crisis o
para reemplazarlos por otros6”.

Pero necesariamente porqué criticar a un sistema como el actual. La medida


del sistema capitalista estuvo desequilibrada desde sus inicios, recordemos
pues que nunca hubo un intercambio equitativo, y que desde el periodo
mercantilista tal y como lo distingue Amin, las ganancias siempre estuvieron del
lado de la metrópoli, ¿acaso alguna ves este sistema ha generado un
desarrollo en las colonias?, Si lo ha hecho y lo hizo con el fin de evolucionar a
otra etapa más elaborada y tanto en los países Latinoamericanos como
Africanos los persuadieron de especializarse de la exportación de materias
primas, como era de esperarse las metrópolis fueron las primeras en
industrializarse y las porciones de individuos metropolitanos que lograron
independizarse lograron también un éxito en su desarrollo, el pueblo estado
unidense logró su desarrollo gracias a que no se entre mezcló con los
indígenas de esos lugares y los erradicaron a pequeños espacios que ahora
se exhiben cono si fueran animales, pero libres al fin.

El sistema económico capitalista no es un sistema malo en si mismo, su


aplicación en medidas de ganancias crean riquezas de las dos partes, el
problema se centra en que a las metrópolis no les convienen que sus colonias
se desarrollen en mayor medida que la misma, puesto que su dominación
peligraría y quedaría a merced de otros mercados, cuyos interese podrían estar

6
Habemas Jurgen (1999), “problemas de legitimación en el capitalismo tardío”, editorial
Amorrortu ediciones, Madrid. Pág. 17.
manejados por otras metrópolis. Por tanto crean condiciones para persuadir a
los individuos de aquellas colonias más frágiles y lejanas al desarrollo, entre
ellas intercambian colonias y el capitalismo justamente crea estas condiciones.
Un ejemplo claro es que nuestro país ya a pasado a ser colonia de varias
colonias y hasta de la mayor metrópolis que hubo en su tiempo, hemos pasado
por etapas y en estas se pueden percibir las metrópolis que nos manipularon
en su tiempo y esto de acuerdo a una estructura de avance del capitalismo,
siguiendo la estructura capitalista-histórica de Amin podemos determinar estas
etapas:

• Mercantilista-España
• Capitalista maduro-Inglaterra
• PRE-monopolista-Estados Unidos e Inglaterra
• Imperialista- Estados Unidos

Estas etapas reflejan su crecimiento como sistema, y que resume la idea que
un sistema real esta fuertemente sostenido con las variables económicas, tal
caso permite hacer pensar que los sistemas económicos proponen nuevos
sistemas reales o mejor dicho meras interpretaciones de la realidad existente,
pero tales sistemas no cambian mucho el orden interno de lo ya establecido la
realidad es mayor que un sistema real, y un sistema real es mayor que un
sistema económico, pero este sistema económico trae ciertos cambios al
sistema real.

Dentro de sus etapas mencionadas de crecimiento analizadas de un punto de


vista materialista-histórico y no metafísico, en una forma profunda del problema
podemos señalar que en la etapa capitalista el intercambio que hubo fue
mínimo y las condiciones fueron impuestas por la metrópolis de tal forma que
las colonias se limitaron a pequeños beneficios después de la explotación
indígena sufrida. En un principio del mercantilismo, después del descubrimiento
del nuevo mundo las metrópolis se especializaron en recolectar fondos para
sustentar su desarrollo industrial, aunque algunas solo se dedicaron a
malgastar lo ganado. Alemania, Inglaterra, Francia, España, Portugal, Austria,
fueron metrópolis beneficiadas por las materias primas valiosas que extraían de
las colonias recientemente invadidas y conquistadas, las colonias seguían en
su confusión de lo que acontecía cayendo en un enriquecimiento sobrevaluado
de manos de la metrópolis, en esta etapa la colonia era un ente pasivo de la
actividad de la metrópolis. Posiblemente se aya regulado la dominación
pasando de una etapa capitalista clásica a una liberal.

La libre determinación de los bienes privados sobre los públicos, ha construido


toda una realidad basada en puramente costos y beneficios, y que elimina o
excluye todo lo que no es útil o necesario para el crecimiento económico. Más
aún el neoliberalismo y el avance de los productores de tecnología y
generadores de mano de obra tecnificada en serie, genera un alcance mundial
en un mundo que ya bordeaba los finales de siglo.

Pero dentro de los problemas sociales que no han dejado dar cuenta de la
verdadera realidad está el problema de la educación y su constante lucha por
cubrir a los sectores que han sido olvidados por siglos y que ahora sin querer
los hemos visto, sin todavía entender que pueden llegar a representar para
nosotros.

Si el Perú hubiera aprovechado los tiempos de la transformación de los países


industrializados (de los clásico a lo liberal y de lo liberal a lo neoliberal)
entonces quizá las políticas regidas dentro de una constitución serían más
coherentes a la hora de resolver un problema, y además siempre se trato de
obtener capital de donde sea, hasta del mismo sector informal.

El capitalismo debe de mutar y cada ves y aligerando su camino hacia el


cambio del sistema, no se trata de pensar que desaparecerá de la noche a la
mañana, pero sus partícipes cuando vean lo que han desarrollado a partir de
todas las leyes y teorías científicas duras, empezarán a crear sistemas que
resulten de la propia interacción de hombres y de los mismos con la naturaleza.

Volvemos a ver lo que habermas decía con respecto a la crisis de identidad


social en el marco de un cambio radical, heredado de Max Weber:
“El destino se cumple en la revelación de normas antagónicas frente a las
cuales sucumbe la identidad de los personajes cuando estos se muestran
impotentes para reconquistar su libertad, doblegando el poder mítico del
destino mediante la configuración de una nueva identidad7”.

Sin embargo tenemos que entender que Habermas no intenta solucionar el


problema del neo – capitalismo, sino que trata de adaptar su ética universalista
a los accionares políticos que tiene el sistema capitalista. Dicho de otro modo,
intenta adaptar una idea moral, al sistema de ideas pragmáticas del
<<capitalismo tardío8>>, si esto funciona, se puede modificar la estructura
moral consiguiendo universalizarla utilizando al capitalismo como medio de
transporte, no como sistema al que se intenta preservar, sino como sistema al
que modificando su estructura moral, se puede legitimizar normas más justas y
equitativas, siguiendo su aparato moral que ya hemos planteado.

Pero para penetrar las desiciones de un sistema, se necesita de un cierto poder


adquisitivo de patrones morales que involucren una nueva moral o en su
defecto una moral actualizada. Los mecanismos de poder que voy a presentar
a continuación es parte de la intención por mejorar la relación entre individuos
pero internamente como una llegada al poder.

Digamos entonces que las relaciones estudiadas entre la razón de ser del
poder y su sucesivo acto, es muy impredecible, pienso que debe existir un
mecanismo por el cual podemos evitar la corrupción del poder y todas sus
manifestaciones, pero las fallas de la conciencia producidos por un propio
bienestar, muestran que ello es complicado.

Las relaciones entre poder y acto, se establecen como intensificadores de la


conciencia valorativa corrupta, haciendo que prevalezca sobre cualquier otro
acto valorativo que implique un bien externo a su propio ser (sociedad, familia,
etc.). La conciencia desarrollada por los hombres con cultura es limitada y

7
Habemas Jurgen (1999), “problemas de legitimación en el capitalismo tardío”, editorial
Amorrortu ediciones, Madrid. Pág. 17.
8
Término utilizado por Habermas que es la desencadenante del final absoluto de la
modernidad, ya que salta de la razón a lo práctico moralmente hablando.
determinante a su suceder; la lógica social, los valores morales, implican un
desarrollo intencional de beneficio personal e involucran un estado de ser en
donde al final, sean en cualquier sistema, predomina una idea. El resultado es
que, aún siendo sistemas que integren más a la comunión social, están regidas
por un conjunto de ideas aceptadas por beneficio propio y no por el beneficio
colectivo. El hombre solo trata de ser social para satisfacer su ser egoísta (el
poder ser valorado, querido, escuchado socialmente), su mera construcción
sistemática de la realidad, está establecida por leyes que en realidad no lo
protegen de los dominadores, sino de aquellos que dentro de un espacio
mayor, son insignificantes.

Pero existe una manera que involucra tanto a la corrupción como al poder, yo
la denomino, “circunstancias artificiales”; Las circunstancias artificiales son
aquellas que se crean y se construyen con la finalidad de persuadir a las
masas y que hacen que las mismas ya en un estado de persuasión generen
una conciencia social equivocada, así por ejemplo: dentro del fenómeno social
conocido como huelga en donde se protestan por los derechos, en el Perú
nunca se ha marchado por la mejora de la calidad de la educación pública,
pero si por los salarios de los maestros, aquellos que son parte de la
educación. Y ¿como se genera una circunstancia artificial?, bien: tenemos un
sujeto A con un poder P sobre la sociedad S en una circunstancia real R, y este
sujeto A quiere que la sociedad S sea de más pasiva y no se genere una
conciencia valorativa potencial, entonces el sujeto A utilizará la persuasión E
para atraer y distraer a los sujetos de la sociedad S, seguidamente, los sujetos
de esta sociedad S se distraen con los pensamientos y las palabras que el
sujeto A les dice, a esta forma que el individuo utiliza para alterar el
pensamiento de la sociedad real yo la llamo circunstancias artificiales.
Hablemos pues del sujeto A, este individuo, ha tenido que obtener el poder en
alguna parte, y en el conjunto de la sociedad este ha tenido que ser, un ser
influyente, y ¿cómo llegó a serlo?, simple, a tenido que aprender a relacionarse
y ha establecer contacto con gente que ya era influyente, después de esto a
persuadido a que estos para que lo respalden en situaciones políticas, estos
individuos los llamaré herramientas de las circunstancias artificiales.
Bien, entonces tenemos ya al individuo que ha conseguido el poder con la
persuasión (entiéndase la palabra persuasión no solo como retórica, sino
también como todo factor que genere confianza en los demás) y a los demás
sujetos que les servirán de herramienta para las circunstancias artificiales,
ahora necesita desplazar el poder hacia los que van a ser sus primeros
partidarios, entonces al observar con detenimiento la sociedad, encuentra las
primeras personas que se sienten atraídas por las circunstancias artificiales.
Rápidamente las entremezcla con los demás (los del pueblo) y estos empiezan
a distorsionar el pensamiento de las demás de manera inconsciente, aquí ya se
produjo la corrupción y el poder fue aumentando.

Lo bueno de este País es que es un País democrático, (o al menos eso


pretenden hacer creer) y como es democrático, los ciudadanos tienen derechos
a elegir libremente quienes son los próximos al cargo, diré pues que una
circunstancia artificial trae como consecuencia la elección de aquella persona
que la generó, después, ya estando este individuo en el cargo, solo mantiene el
poder y les brinda el poder suficiente a sus partidarios como para que se
queden tranquilos, pero de los que olvida, son justamente ellos los que,
persuadidos por otros individuos actúan de forma aparente, concluyendo pues
que sucederá probablemente lo mismo, puesto que, todos quieren alcanzar el
poder y estando en el poder quieren mantenerlo.

Ahora hablemos de la sociedad S, las características para que esta sociedad


se persuada con las circunstancias artificiales, son las siguientes: pobreza,
pasividad, preferencia por lo cotidiano, y sobre todo ignorancia académica
(ausencia de estudios secundarios y superiores), siempre he creído que un
País que no sabe leer, escribir, y matemáticas, es un País con altos índices de
circunstancias artificiales. ¿Porqué creo esto?, bien, por la sencilla razón de
que si uno no lee ni escribe tiene pocas posibilidades de enterarse lo que pasa
alrededor y en consecuencia de tomar conciencia valorativa potencial. En el
sentido de las matemáticas, las matemáticas hacen pensar y desarrollan el
pensamiento de manera rápida y eficiente, su inutilización no permitiría el
desarrollo científico y un tanto racional del ambiente.
A esto hay que añadirle la emotividad que nos caracteriza y la pasión por cosas
como la comida, tal es el caso que la comida también se podría utilizar como
una circunstancia artificial por la atención que genera, caso gracioso en nuestra
cultura que hasta en los velorios esperamos la comida y nos causa malestar si
no nos dan algo. Todo esto y de forma mixta constituye la sociedad persuadida.

Se entendería que la dinámica del poder, entonces se desarrolla en un


ambiente creado y desarrollado por el hombre para la dominación de otros, yo
creo que no existe la comunidad y la igualdad de derechos, si fuere así el único
camino que quedaría sería un potencial anarquismo o en el peor de los casos,
aquella definición de “social: conjunto de individuos conviviendo en soledad.

Pero aún en ese caso, estarían relacionados por normas que los controlen y
limiten a no destruir, ni ocasionar desorden, en este caso, la acción
comunicativa de Habermas funcionaría más como una moral de condiciones
abiertas y solucionadas, no por solucionar. Es aquí la desventaja frente a la
ética de la liberación de Dussel, puesto que se resume en una moral para
individuos que busquen el control moral de sus vidas y no la supervivencia en
el sistema. De hecho lo que postula Habermas se enmarca en situaciones ya
controladas que intentan generalizar las particularidades a través del consenso,
la gran pregunta sería, ¿llegarían alguna vez al consenso, los miserables y los
grandes post capitalistas?, Yo creo que al final de cuentas, el gran intelectual le
dejó el poder al propio individuo, afirmando que él tiene que darse cuenta de lo
importante que resultan todos los que son como él.

Finalmente, los aportes de Hegel a la ética discursiva de Habermas modifican


su marco ideológico Kantiano y posibilita una moral necesaria y universal,
capas de solucionar todos los problemas con racionalidad, consenso,
manteniendo una posición original, respetando los puntos de vistas y
aprovechando el instinto que demarca la vulnerabilidad del individuo.
Bibliografía:

Amin (1972), “La estructura del capitalismo”, Editorial debate, Barcelona,


España.

Habermas Jurgen (1999), “Teoría de la acción comunicativa I”, editorial


Taurus, Madrid, España.

Habermas Jurgen (1992), “conciencia moral y acción comunicativa”, editorial


taurus, Madrid, España.

Habermas Jurgen (1989), “El discurso filosófico de la modernidad”, Editorial


taurus, Madrid, España.

Habermas Jurgen (1999), “problemas de legitimación en el capitalismo tardío”,


Editorial Amorrortu, Madrid, España.

Habermas Jurgen (1986), “Ciencia y técnica como ideología”, editorial Tecnos,


Madrid, España.

Weber Max (1919), “El político y el científico”, UNSAM, Buenos Aires


Argentina, actualizado (2001).

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