El Informador
desde tierra Apache
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Boletín informativo del Comité Estatal del Gobierno Legítimo en Chihuahua
Volumen 1, no. 24 EDITORIAL
La crisis de seguridad en
ULTIMAS NOTICIAS Chihuahua no ha sido atacada
AMLO: hay que recuperar desde raíz, porque no responde
el Estado para reintegrar a las causas que la han genera-
bienes públicos concesio- do, pobreza y falta de un traba-
jo con salario digno. Se men-
nados ciona que el estado es líder en
En el umbral de la pobre- generación de empleos, pero
za, 39.7 millones de perso- no se aclara el tipo de empleos
nas en México que se han creado, ni el des-
De 2000 a la fecha han gaste físico y emocional que ha
asesinado a 59 periodistas acarreado la construcción de
en el país, asegura la una oferta laboral que deja en
CNDH la supervivencia a los opera-
Op er at ivo Co n ju nt o rios, menos aún se comenta
Chihuahua ahora será Ope- que el argumento de los profe-
ración Coordinada Chihu- sores a sus alumnos es, que si
ahua no estudian serán trabajadores
de maquila toda la vida. El es-
Aún costarán militares al fuerzo de la clase trabajadora
municipio 17 millones de para la construcción económi-
pesos ca del país se ha visto ningu-
Nuevo coordinador anti- neado a la opinión pública. El
narco fue cesado en 2007 Operativo Conjunto ha cambia-
Rebote inflacionario por
cascada de alzas de precios, Alberto Brunori en Chihuahua
El miércoles 15 de enero a
las cinco de la tarde en el
local del Barzón de Chihu-
ahua capital, asistimos a
una invitación para presidir
el informe de Alberto Bru-
nori, Alto Comisionado de
los Derechos Humanos en
México por la ONU. Ese in-
forme se dio en el marco de
inseguridad en el que se
encuentra el estado de
Chihuahua, en el que no se
garantiza la certidumbre de
vida para el ciudadano
común, afectando con mar-
cado énfasis a los periodis-
tas, reporteros y a los de-
fensores de los derechos
humanos. Entre los elemen-
tos que llamaron la aten-
ción de la prensa fue que en
EDITORIAL 1 México el 98.5 por ciento de
las agresiones documenta-
Alberto Brunori en 1 das contra defensores de
Chihuahua este rubro, quedan impu-
¿Qué pasaría? nes. Brunori afirmó que la
2 gran parte de estos delitos
Haití quedan impunes debido al
2 desinterés presentado por
Chihuahua, Chih., a 19 de enero del 2010
do de nombre, como si tal
fuera la manera de resolver la
razón y la causa de la exacer-
bación de la violencia, y se
suplirán de nombre las funcio-
nes de quien enfrente a la de-
lincuencia, pero se insiste en
buscar a los delincuentes en-
tre la juventud empobrecida y
desempleada. Las campañas
políticas por la gubernatura y
las alcaldías en el estado ya
han iniciado y las promesas de
campaña de unos y otros men-
cionan la inseguridad y el des-
empleo. ¿Con qué cara los
posibles candidatos respon-
den a la ciudadanía?, si ambos
partidos en la práctica no han
respondido más que para dar
pretextos a su ineficacia o
colusión con los intereses
distantes a la sociedad mayori-
taria de Chihuahua.
parte de las autoridades. Dijo
además que quienes pade-
cen más esta problemática,
son quienes luchan por los
derechos económicos, socia-
les y culturales; de las muje-
res; de migrantes; de perio-
distas; pueblos indígenas y
quienes están a favor de los
derechos de homosexuales.
Así mismo comentó que para
contrarrestar esta situación,
se deben implementar diver-
sas estrategias como una
difusión mediática de las
acciones de los y las defen-
soras de los derechos huma-
nos para que así se les reco-
nozca su labor a la par de
crear una cultura, además de
Ante esta crisis de valores,
son los mismas candidatos
quienes llaman al retorno de
los valores tradicionales de la
ciudadanía chihuahuense.
Lamentablemente, la articula-
ción de la sociedad y de la
manera en la que sobrevive
ante el avasallamiento de las
mafias económicas y políticas
no permite que veamos la so-
lución con herramientas bucó-
licas que nos descontextuali-
zan.
El estado debe recuperar la
viabilidad de la vida pública,
porque ese es su trabajo y por
que sólo él posee las herra-
mientas y si no pueden, que
renuncien.
Que pague la inseguridad y la
carestía quien la generó, no el
ciudadano común.
una pronta acción y protec-
ción por parte de los tres
niveles de gobierno.
Mencionó también que de
acuerdo con el análisis de la
oficina que representa exis-
ten tres derechos claves
para un buen funcionamien-
to de una sociedad democrá-
tica: el acceso a la justicia,
el derecho a la protesta so-
cial y a las manifestaciones
pacíficas y la libertad de ex-
presión, en donde se en-
cuentra la libertad de infor-
mación.
Entre las conclusiones enu-
meró que es importante revi-
sar las condiciones de impu-
nidad, la inseguridad y el
tema de los prejuicios que
se tienen contra los derecho
humanistas.
Para consultar el informe
íntegro se puede consultar
en la s oficinas del Gobierno
Legítimo y en la siguiente
d irecció n electró n ica:
www.hchr.org.mx

El Comité Municipal del
Gobierno Legítimo cuenta
ya con La Casa del Movi-
miento, en donde se da
apoyo y orientación a
aquellos que tienen pro-
blemas con los cobros de
luz, agua, tarjetas de crédi-
to, hipotecas, despidos no
justificados, pensiones o
becas. La dirección es
Aldama 710, despacho 10,
colonia Centro en Chihu-
ahua, capital, de lunes a
viernes de 10 am a 3 pm, el
teléfono es el 614 410 50
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El Informador desde tierra Apache
¿QUE PASARÍA?
¿Qué pasaría si un día des-
pertamos dándonos cuenta
de que somos mayoría?
¿Qué pasaría si de pronto
una injusticia, sólo una, es
repudiada por todos, todos
los que somos, todos, no
unos, no algunos, sino to-
dos? ¿Qué pasaría si en vez
de seguir divididos nos mul-
tiplicamos, nos sumamos y
restamos al enemigo que
interrumpe nuestro paso?
¿Qué pasaría si nos orga-
nizáramos y al mismo tiempo
enfrentáramos sin armas, en
silencio, en multitudes, en
millones de miradas la cara
de los opresores, sin vivas,
sin aplausos, sin sonrisas,
sin palmadas en los hom-
bros, sin cánticos partidis-
tas, sin cánticos? ¡Qué pa-
saría si yo pidiese por ti que
estás tan lejos, y tú por mí
que estoy tan lejos, y ambos
por los otros que están muy
lejos y los otros por nosotros
aunque estemos lejos?
¿Qué pasaría si el grito de un
continente fuese el grito de
todos los continentes?
Página 2
M. Benedetti
¿Qué pasaría si pusiésemos
el cuerpo en vez de lamen-
tarnos? ¿Qué pasaría si
rompemos las fronteras y
avanzamos y avanzamos y
avanzamos y avanzamos?
¿Qué pasaría si quemamos
todas las banderas para te-
ner sólo una, la nuestra, la
de todos, o mejor ninguna
porque no la necesitamos?
¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas
para ser humanos? No sé...
me pregunto, ¿qué pasaría?

HAITÍ Fausto Fernández Ponte

Sweezy (1910-94), fue uno de
los grandes economistas esta-
dunidenses y autor de ―Teoría
del desarrollo capitalista‖, obra
ya clásica en la economía polí-
tica, aludió alguna vez, en una
entrevista en Excélsior en
1969, a Haití.
De Haití, nuestro personaje
dijo por entonces a éste escri-
bidor que ―si es difícil com-
prender la naturaleza del de-
sarrollo del capitalismo, báste-
le al estudiante con darle un
vistazo a la economía haitiana;
será toda una lección‖.
Sweezy, quien dirigía el presti-
giadísimo cuaderno ―Monthly
Directorio: Review‖ por él fundado y fue
EDITORES incluso perseguido por el
Javier Silva ―Establishment‖ estadunidense
Rocío Sánchez por sus ideas ―radicales‖ en
GOBIERNO economía, pensaba que Haití
LEGÍTIMO era un país esclavizado.
Y no le faltaba razón. La escla-
Armando Morales vitud tiene manifestaciones
Armando Hernández morfológicas que desconside-
Carolina Lozoya ran el componente humano, es
Daniel Martínez decir, el desarrollo social. En
David Díaz Haití, la economía se expresa-
Javier Silva ba sólo en términos de un sub-
Julia Mondragón capitalismo voraz .
Mario Chico La economía haitiana tenía por
Maudelio de la Riva nutrientes ya desde entonces
Norma Reyes –hace cuatro décadas— las
Oscar Castrejón remesas de los haitianos en
Ramón Sánchez Estados Unidos, Canadá y
Rodrigo Yáñez Francia. Hay más haitianos en
Rocío Sánchez
la diáspora que en el terruño.
Por supuesto, para Sweezy la
Tomás Jabalera economía haitiana se susten-
Victoria Acosta taba entonces, como hoy, so-
bre las premisas y silogismos de
un modo de producción prevale-
ciente en algunas formaciones
en Africa y, tal vez, en la Asia
himaláyica.
El tema es atañedero hoy. El
terremoto que sacudió brutal-
mente a Haití estremeció a los
pueblos de Nuestra América y,
sin duda, la América anglosajo-
na y francosajona.
En México, país con vivencias
telúricas, el calamitoso trauma
haitiano es también nuestro.
Las percusiones sísmicas --la
geodinámica propia del planeta-
- ha cobrado ya cien mil vidas,
si no es que más, y destruyó
bienes materiales.
México es hogar de miles de
haitianos. Millones de universi-
tarios del pasado y el presente
conocen a algún estudiante
haitiano en nuestros centros de
educación superior. Por añadi-
dura, nos identificamos con su
misticismo animista.
Así, tocante a los mexicanos, la
respuesta solidaria ha sido
pronta y generosa en lo posible,
no sólo la del gobierno federal y
algunos gobiernos de los esta-
dos, sino también de entidades
de la sociedad civil, empresas y
particulares.
Ésta implacable tragedia exhibe
ante el mundo sin matices y con
crudeza que el Estado haitiano,
de por sí magro en su andamia-
je, fue rebasado totalmente;
dejó de ser funcional al ser des-
truido su símbolo mayor, el pala-
cio presidencial..
Sin una infraestructura para
rescates –carencia, incluso, de
palas mecánicas y hospitales
públicos--, la tragedia se multi-
plica. Pero ese drama tiene con-
texto apocalíptico. Esa tragedia
ocurrió sobre otra, igual de terri-
ble.
Y esa otra tragedia es, a dife-
rencia de la secuela del sismo,
asaz estructural, no coyuntural
como el fenómeno geológico.
Tiene que ver con su condición
de ser el país (y el pueblo) más
pobre de Nuestra América en
términos de bienestar.
Mas la pobreza extrema en Haití
es rayana en miseria, discernida
e identificada diríase que espec-
tacularmente bajo todos los pa-
radigmas de medición de bien
ser y estar. Esa pobreza es ab-
soluta. Lacerante. No necesita
adjetivos.
Pero esa miseria tan obscena
no es la consecuencia de pena-
lizaciones teístas. Deviene de
una forma de organización
económica bestial, opresiva,
equivalente a la esclavitud colo-
nial que los haitianos rompieron
en 1804, indicando caminos.
En nuestra crisis nos identifica-
mos con Haití. El fantasma de la
miseria ya está en México. Hay
más pobres aquí que en ese
desesperanzado país. Y mu-
chos de nuestros pobres son
más pobres que los haitianos.
¡Ay, México! ¡Ay, Haití!