Pensar en qué momentos escucháis de esta forma a vuestros/as hijos/as, por qué razón, si es frecuente, si es igual con todos/as los/as hijos/as...
DISTRAÍDA/O: Cuando escuchamos pensando en
otras cosas, tareas que tengamos que hacer, o si estamos cansados/as o preocupados/as.
En lo no verbal lo demostramos con bostezos, mirando
el reloj o o la televisión, haciendo otras cosas...
“A MI TAMBIÉN”. Le quitamos el protagonismo a la
persona que está hablando, terminamos contando cosas parecidas que nos han pasado, interrumpiendo sin dejar que la otra persona termine...
“REBAJADOR/A”. Quitándole importancia a lo que
siente (eso no es nada), a lo que piensa (eso es una tontería), a lo que ha hecho o ha sucedido (pues vaya cosas) o frases del estilo “ya se te pasará”...
Hay muchas veces que lo hacemos con la intención de
ayudar, pero impedimos que la otra persona se desahogue y exprese sus sentimientos.
ACONSEJADOR/A. Terminamos diciéndole lo que
tiene que hacer, dándole lecciones, desde la superioridad, sin dejarle terminar, ofreciéndole soluciones como si fuera tonto/a (aunque no lo creamos)... Como aspectos negativos están el no dejar terminar a la otra persona, no pedir permiso para dar consejos, ni buscar soluciones de forma conjunta.
“YA TE CONOZCO”. Escuchamos a la otra persona
con la sensación y seguridad de que sabemos lo que va a decir y hacer, por qué, cómo... Creemos que conocemos a la otra persona más que ella misma y eso nos hace no darle tiempo a expresarse, a equivocarse, a ser ella, a cambiar...
TODO OÍDO. Escuchando a la persona, mirándola, desde la cercanía (tampoco atosigando), haciendo gestos de comprensión, inclinando el cuerpo hacia delante... de forma natural.
INTERESADA. Cuando escuchamos a la otra persona
mostrándole nuestro interés, pidiéndole aclaraciones, haciéndole preguntas, pero no para interrumpirle, sino para que hable más y mejor, para que vea que le estás siguiendo, ayúdale a profundizar pero no mediante intervenciones largas que se vayan a otra parte.
MOSTRANDO CONFIANZA. Escuchamos a la otra
persona transmitiéndole confianza, que va a ser capaz de solucionar los problemas de la mejor forma posible, que no se trata de hacer “heroicidades”, pero que en las circunstancias concretas va a saber encontrar una salida, ofreciéndole nuestro apoyo no desde la superioridad...
RESPETUOSO/A: Pidiendo permiso para opinar,
después de haberle escuchado a fondo, no opinando desde arriba, sino a su lado, preguntándole, sugiriéndole... haciéndole saber que no le estás dando soluciones, sino ayudándole a encontrarlas... se trata de mostrarle confianza...