You are on page 1of 4

CAPERUCITA ROJA

Imágenes
- pueblo
- mamá
- abuela
- caperucita
- lobo
- casa de la abuelita
- flor
- palo
- armario
- ropas
- cestita
- cama

Consignas

- caperucita: una palmada


- mamá: manos en jarras en la cintura
- abuelita: curvamos espalda y hacemos ¡ay!
- Lobo: auuuuu
- Llamar a la puerta: toc, toc
- Abrir la puerta: ñiiiiiiiiii
- Asustarse: aaaaaaaah
- Comer: ñam, ñam
- Tortitas: tres palmadas
- Mantequilla: nos relamemos

EL CUENTO

En un pequeño pueblo vivía una niña con su madre. Tanto


su madre como su abuela la querían mucho. Así fue que, un
buen día, su abuela le hizo una caperuza roja, y así todo el
mundo conoció a la niña por el nombre de Caperucita Roja

Un día, su mamá, este encargó le mandó:


- Caperucita, vas a ir a casa de la abuelita, a llevarle
esta torta y un tarro de mantequilla.

Así que Caperucita salió y a casa de la abuelita marchó.

1
Cuando por el bosque pasaba, ¿a quién creéis que
encontró? Al lobo, que por allí andaba.

El lobo le preguntó:
- ¿Adónde vas, Caperucita?

Y ella le contestó:
- A casa de mi abuelita, que voy a llevarle una tortita y
un tarro de mantequilla.

El lobo se quería comer la cesta, a la niña y la abuela.


Pensó que si engañaba a Caperucita, podría comérselo
todo.

Entonces el lobo le dijo:


- Yo también iré a ver a la abuelita ¡A ver quién llega
antes! ¿Aceptas?

El lobo, por el camino más corto, echó a correr. Mientras,


Caperucita cortaba flores, de esas que huelen, ¡a ver cómo
olemos las flores!

Cuando el lobo a casa de la abuela llegó, a la puerta así


llamó: TOC, TOC, TOC.
La abuelita preguntó:
- ¿Quién es?

El lobo contestó:
- Soy yo, Caperucita, que te traigo una torta y un tarro
de mantequilla.

La abuelita, que estaba un poco sordo, no se dio cuenta de


que no era la voz de Caperucita, así que, desde la cama le
gritó:

- Tira de la aldabilla
y caerá la tarabilla

El lobo abrió la puerta, se abalanzó sobre la buena mujer e


intentó comérsela. Pero, la abuela pudo encerrarse en el
armario.

2
Así que, como el lobo no había podido atrapar a la abuelita,
se preparó para esperar a Caperucita, que tenía que estar a
punto de llegar. Así que se puso el gorro de dormir, el
camisón y las zapatillas de la abuela, y se metió en la
cama, esperando a que Caperucita llegara.

De pronto, Caperucita llamó a la puerta, y el lobo le


contestó:

- ¿Quién es?
- Soy yo, Caperucita. Te traigo una torta y un tarro de
mantequilla.

El lobo, suavizando un poco la voz, le gritó:

- tira de la aldabilla
Y caerá la tarabilla

Caperucita se asustó de semejante vozarrón, pero entró, y


acercándose a su abuela, le preguntó:

- Abuelita, ¡qué brazos más grandes tienes!


- Son para abrazarte mejor
- Abuelita, qué piernas más grandes tienes
- Son para correr mejor
- Abuelita, qué orejas más grandes tienes
- Son para oírte mejor
- Abuelita, qué ojos más grandes tienes
- Son para verte mejor
- ¡ Ay, abuelita! ¡Qué dientes más grandes tienes!
- ¡Son para comerte mejor!

Y entonces, ¿Qué pasó?


La abuelita, que en el armario estaba escondida, corriendo
salió, y con un palo, al lobo ahuyentó, que se alejó gritando
del dolor.

Así que, el lobo huyó, la abuelita se comió la torta y la


mantequilla y Caperucita pensó:
Ya no desobedeceré en otra ocasión.

3
Y colorín colorado, en cuento de Caperucita Roja, de su
abuelita y del lobo ha terminado.

You might also like