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192 p. 749-750, 15 Restricciones cognitivas sobre las representaciones culturales: ontologias naturales e ideas religiosas Pascal Boyer representaciones cul les Peleeit 1 2 lt weld, pole PREOE A LD gr 7 ciendo estos presupuestos, tomaré como punto de partida los si- guientes principios: 1. Los sistemas culturales pueden y deben ser estudiados como conjuntos de representaciones mentales adquiridas y almace- nadas por la mente humana, ya que los procesos de adquisicién imponen fuertes restriceiones a los eonter ala organizacién de 2. Su innegable varial varnos a ignorar la exis- tencia de importantes rasgos reeurrentes, que requieren una explicacién. 3. Finalmente, el argumento de que todo el material cultural se adquiere a través de la interaccién social es demasiado vago. Po- dria suceder que algunos aspectos importa: reser taciones culturales no se adquieran.precisamente_a través de la socializacién. ge thes ? En estas paginas no me embarcaré en una, defensygeneral de este marco tedrico." Me limitaré a mostar la utilidad dé reformular algu- nos problemas antropolégicos clasicos. Las ideas religiosas parecen ser la parte «més cultural» de la cultura yen consecuenga Tame . que, si las hipotesis eognitivas son relevantes para Ta explicac las ideas religiosas, entonces otros aspoctos de las representaciones culturales serian a fortiori pasibles do ese tipo de deseripeién. Por debajo de la nocién de restriceién cognitiva subyace la presun- cién de que la transmisién cultural es un proceso inherentemente «e- lectivo». Dadas ciertas circunstancias y teniendo la poblacién una va- riedad de representaciones, algunas de esas respresentaciones tienen mas probabilidad de almacenarsé en la iiemoria de los sujetos y de transmitirse a otros sujetos. El proceso de transmision en si mismo favorecerd la supervivencia de representaciones culturales particu- Tages, a causa tanto de sus propiedades estructurales como de los pn se aa ‘cesos cognitivos que requicren. Una consecuencia importante. postiTacion es que no necesitamos suponer que existe alguna razén forzosa por la cual el material cultural debe ser tal como es, Por otra parte, puede haber razones de peso que hagan que una vez que un material ha aparecido, sea selectivamente transmitido de generacién en generacién.* 194 tN Soe. Cover » seats OP Gix@rLa bu s de las represen 2° ban ck ieda de restricciones cognitivas-tiniversales no entraia la postulaeién de wniversales culturates: En todos los grupos humanos podemos hallar un conjunto de idpds relacionadas con los procesos y agentes no observables, extranafurales, Mas alld de este punto nino, sin embargo, solemos encantrafun parecido familiaiy no“tas-_ gos universales, Por ejemplo, en muchos grupos humanos (aunque no en todos) se da por sentado que las personas poseen un componen- te no fisieo que sobrevive después de la muerte. Esas entidades in- tangibles suelen concebirse como seres intencionales, es decir que se» considera que poseen deseos y creencias. Del mismo modo, es ha- (i. bitual suponer (aunque esto no es siempre ast) que ciertas personas tienen mas posibilidades que otras de recibir inspiracién o mensajes de esas entidades sobrenaturales, como los dioses y los espiritus. Asimismo se suele dar por sentado que tales eapacidades son relati- vamente estables, es decir que estas personas son fundamentalmen- te diferentes de las demds. En muchos grupos humanos (pero no en todos) se supone que ciertos eventos importantes (p. ¢j. la enferme- dad o Jas desgracias) son sintomas de conexiones causales entre se- res sobrenaturales y el mundo de los seres vivientes. También se suele aceptar que, a través de la ejecucién de ciertas recetas ritua- les, practicadas del modo y en el orden indicados, es posible lograr cambios en el estado fisieo de las cosas. En la mayor parte de os gru- ep pos humanos se pueden encontrar recetas adivinatorias, que supues- 4.4 tamente garantizan la veracidad de las afirmaciones que surgen de #24 estas téenicas. Estos hechos recurrentes en las representaciones religiosano Yo por supuesto, un descubrimiento efectuado a partir del marco cogni- tivo que aqui se propone, Han constituido un punto de partida para mayor parte de las teorias antropolégicas de la religién desde Ty- Jor, Frazer 0 Durkheim. En esos marcos tedricos, no obstante, cicrtos Zasgos recurrentes se consideraban a menudo como hipotéticos uni- Versales religiosos. Era necesario entonces explicar por qué no esta- iente presentes en todas las sociedades observadas. A di- ferencia de lo que sucede con la futil biisqueda de universales, Fa teoria que aqui proponemos parte de un presupuesto mas realista: que ciertos rasgos de las representaciones culturales son propios de_ muchos enfomnos culturales distintos y que esta recurrencia est clar- Bupuesto principal en este MATEO Gs qué as Festricciones copnitivas sobre la adquisicién y la re- 195 presentacién pueden aportar una explicacién para este fenmeno de recurrencia. A fin de pr plausible de las representae tas ambigtiedades conceptu: literatura antropolégica, como 1) la «innatu iosas, 2) su diversidad cognitiva y Ja transmisién cultural, n satisfactoria y psi gy eligi Bue aparecen continuamente en La innaturalidad como una propiedad intuitiva La representaciones religiosas se centran tipicamente en postulados que violan las expectativas de sentido comin respecto de las co: seres y los procesos ordinarios. Por ejemplo, las entidades reli iosas se describen como seres invisibles y sin embarg: bles y sin embargo capaces d 3. Algunos de esos seres se c iceiones mecsinicas iben como no pa sobre objetos sibles de ser afectados por los procesos corrientes de crecimiento,en- etttife ) vejecimiento y muerte. También hay artefactos que aparecen como poseedores de propiedades causales que van mas alld de las carac- terfsticas de los objetos ordinarios, Se podrian dan una gran cantidad de ejemplos de este tipo. Un marco eognitivo deberia explicar por qué yy e6mo los seres humanos llegan a concebir tales nociones y a en gunta acerea de la relacién entre los postulados religiosos y Presentaciones del mundo cotidian, $e debe Tons ntologias religiosas n las teorias antropot6ui as, Sin. emban mas evitado que abordado. U1 nes que no parecen naturales a los observadores veciden chas veces son consideradas perfectamente naturales po nas que las sustentan, y son naturales si se toman en cuenta ciertas creencias, teorias, visiones del mundo, ete. De esta manera queda eli- nas y las sobrenatur: Este argumento, sin embargo, desaparece cuan tos hechos. Ilustraré esta cuestién con un ejemplo senc 196 WDE vis . waka jocie ct cut thy abuts + Ce cxeyiel ver we tae, ‘edie propio trabajo etnogréfico Hevado a cabo con los fang de Came- run, Muchas personas del grupo fang consideran que las brujas son personas que poseen un érgano adicional, que abandona su cuerpo ne toda clase de habilidades extranas. El evur pue- de volar sobre hojas de banano y hacer que la sangre de una pers na se torne negra y espesa. Puede también matar fetos en el vientre etc. Estas ideas parecen extrafias porque violan los princi- pios generales de la cognicién cotidiana. Se supone que los miembros ma especie poseen los mismos érganos; se sabe que es muy jbre hojas de banano y realizar todas esas acciones. Sin embargo, estas son las razones que hacen precisamente que esas ideas llamen la atencién a los fang. Las historias de érganos volado- res y asesinatos misteriosos les resulta Fascinantes y aterradoras justamente porque violan sus expectativas acerca de los fenémenos fisicos y biolégicos. Ciertamente, estas historias son consideradas por e las personas como relatos de hechos reales, lo cual roblemas para la descripcién peicologica. No obs- tante, esta clase de acontencimientos no son considerados hechos reales ordinarios. Llaman tanto la atencién porgue implican afirma-» ciones contraintuitivas. CX No o€ "creeu* (nanten ? Muchos antropélogos se muestran reacios a adnfir esto porque * creen que el hacerlo implicaria la idea de que personas como los fang misma «eoncepcién de la naturaleza» (y de lo «sobrenatu- el observador; pero, segtin sostienen, sabemos que nues- occidental de «lo natural» es una elaboracion filoséfica nstruida en circunstancias histéricas particulares. Botga hievion a cubaree( Zs relevante para nuestra argumen - innaturalv de Tas postulaciones religiosas no surge d@ nénguna concepeién exp nije y accesible de la naturale: que ota pro: piedad intuitiva, Para representar los hechos o estados evtcados por Tas postulacionef religiosas de manera no ordinaria o contraintuiti- va no hace falta una concepcién explicita o accesible de lo natural 0 le lo sobrenatural. Sélo hacen falta expectativas intuitivas acerca del comportamiento de los ohjetos ., de los procesos bioldgicos que llevan a la muerte y a la decadencia y demas. En al- gunos contextos culturales, ciertas personas desarrollan nociones ex: plicitas o hasta teorias acerca de lo que es patural y lo que no lo es. Bistas ideas, sin embargo, no deterisivian 8U8 iAtliiciomessPor el con- io, 68 inuy probable que esas nociones explicitas estén edificada partir de generalizaciones practicadas sobre un rango estable de tuiciones acerca del cardcter natural de hechos o estados verdaderos Gee Berke ithe. etre > age’? i) BTN 197 WECM’ Fok E UNOS OBL, ba 10S DOE, Do eta o imaginados. En otras palabras, la postulacién de que existe un con- lof Courte: do) de Ciendo la perspectiva antes mencionada, que realiza una simplifica- junto de representaciones acerca de objetos no naturales sélo nos Nee Cue cion excesiva, sugieren que distintos dominios conceptuale: eb om a gomi ead ‘compromete con la siguiente presuncién: las personas en cuestiGn tie Ru AUCH? quieren a part —— 4 de la activacion de principios estructurales signifi- nen alguna manera cognitiva (de la cual no necesa rente estados que violan las expectativa cientes) de separar los evel tativg de pasar a.examinar en detalle esta euestién, podemos ya Tmtultivas de los que nolo hacen, v8 den ' JominioxDadativo de las representaciones religiosas en SE STG gn Sieg ite ah leet te det na serie de epertoriosy de representacioney que probablemente yakatlone® Geuteptin‘ct - egcetetacionatet tengan diferencias significativas en cuanto a Ta adquisicién y fijacién. s. En este caso distinguiré entre cuatro repertorios: el el causal, el de la accién y el de las categortas sociales. El repertorio ontologico es el conjunto de ideas que tienen las personas respecto de la existenci de entidades no observables, Este catdlog ‘ria, por ejemplo, las ideas acerca de la existencia de un Crea- La diversidad cognitiva como especificidad de dominio En los trabajos antropologicos, las representaciones religiosas se \ presentan a menudo como afirmaciones generales compartidas, in- tegradas, explicitas y sin contexto, por ejemplo «los espiritus habitan en los rios» 0 «los antepasados son invisibles», etc, Esto es bastan. dor distante ¢ impersonal, que habita en algun lugar del cielo, la idea te engafioso, ya que la mayor parte de las personas nunca se re de espiritus de las aguas que residen cerca de los lagos y rios o de los senta las presunciones religiosas de este modo. Como saben todos antepasados invisibles que acechan en la oscuridad del bosque. El re- los antropélogos, describirlas en este estilo «tedrico» es incurrir en ‘1, pertorio causal es un conjuntos de ideas y presunciones acerca de las ‘una simplificacién excesiva, No todas las ideas de un sistema reli. ~ relaciones causales entre las entidades descriptas en el repertorio gioso son compartidas » ontolégico y los hechos y estados de ensas observables, Bl repertorio integradas en un solo sistema principal y, (a" causal puede ineluir aseveraciones teles como «los dioses se enojan allas no son explicitas. Ademés, y lo que es mas importante ain cuando no se practican sacrificios» o «recitar una formula garanti- muchas representaciones religiosas se refieren a realidades con. 2, Muna buena cosechar. Bl repertorio ée episodios consiste en las des- Textuales particulares y no a los tipos abs-ractos a los que pertene.,\— cripciones de una cantidad de acciones e interacciones contectadas ‘ - i con las ideas de los repertorios ontolégico y causal. La deseripcién cen, por ejemplo, a una accién llevada a cabo por una determinada_ i y no «al ritual X». Por esta razén los antropé en de una religion implica describir un cierto conjunto de acciones 0 estados que se consideran de tipos particulares. Obviamente, las og complementar las descripciones abs tas con una gran cantidad de material anecdético detallado, destinado a dar a los lectores una acciones rituales estan entre las clases de episodios religiosos mas idea acerca de las las verdaderas complejidades del pensamiento 2p, importantes. El repertorio de categorias sociales es un catiilogo de re- religioso presentaciones referidas a diferencias entre personas. En este cata- No trataré aqui este aspecto de las deseripciones etnogra logo incluimos las ideas de las personas respecto de sus sacerdotes, ‘cro centrarme en otra clase de simplifica chamanes y otros especialistas religiosos, pero también las ideas més dafina. Cuando abordamos las representaciones religiosas, so- referentes a otras diferencias relevantes en la accién religiosa, La_ lemos pensar que ciertos principios cognitivos generales, especial base para la divisién entre las euatro categorias es que los elementos mente en lo que se refiere a la adquisicién y representacion de con- ios se puedea comportar de maneras fun- ceptos, estén presentes del mismo modo en todos los dominios de la ente diferentes en la adquisicion y la fijacion de la creencia. in religiosa, Esta idea es congruente con una visién pia En este capitulo, sin embargo, sélo examinaré la presunciones onto- getiana cldsiea del desarrollo cognitivo, que supone que el ni logicas recurrentes que subyacen en la mayor parte de los sistemas quiere gradualmente una serie de principios estructurales y los com- (para el tratamiento de los cuatro repertorios, véase Bo- plejiza. Una vez que estos principios son adquiridos, se los aplica del ‘mismo modo a todos los dominios conceptuales. En las paginas que iguen me referiré a una serie de estudios recientes que, contradi- 198 199 dural antropologia cultural generalmente postula un do comin, intuitivo, preteorico, de la adquisicién foque de sent al, al que lla. naré Ja teoria de la transmisién cultural exhaustiva. El principal supue8té@s que [as representaciones de los miembros adultos com: petentes de un grupo estan completamente determinadas por lo que reciben a partir de la interaccién social. Esta concepcién de la ad: mn cultural, que eonstituyp lo que Bloch Hlamé «teoria antr ‘a 4hy/1985), a menudo se da .s antropolégicas. El punto central de esta teoria es que jas personas que son criadas en una «cultura» reciben un esquema. prefabricado que es absorbido tal cual, como si fuera de niodo misterioso que nunca es descripto. Esta «teorfa de Ia cogni- ~ cid» Supone que la transmisién cultural es primordialmente un pro- ceso pasivo. Las mentes son concebidas como receptacul is © menos vacfos al comienzo de la adquisicién cultural, que son Henados gradualmente por cualquier producto prefabricado que les aporta sla cultura». Lo que los antropélogos estudian son, supuesta- ‘ite, representaciones creadas por los grupos humanos sin la presencia de restrieciones cognitivas relevantes. Esta idea de transmision cultural esta sustentada por nu cidn intuitiva, de sentido comin, del desarrollo cogniti mente tiene una fuerte tendencia hacie lo empirico, ya que tenemo una tendencia a creer que los nifios van adquiriendo gradualmente las competencias propias de los adultos en la mayor parte de los d minios cognitivos a partir de las experiencias. Los sujetos memori zan los datos que observan y utilizan los que son recurrentes co punto de partida para elaborar hipétesis abstractas. Obviamente, la concepeién de sentido comin deja, en el caso de los dominios complejos, un espacio disponible para la intui 'a, que no se basa en la experiencia. — @ A diferencia de lo que sostiene la caneepeién antropalégi tulo que las representaciones culturales estn subdeterminadas po a transmision cultural, El rango de representaciones que tienen las personas acerea de In ener Jor parte de los entornos culturales, de cuestiones términos religiosos son bastante en términos abstractos la «teoria» acerea de los es} ntada stra no- 200 Rn. ates TDi nes propias de cada entorno jalmente por comentarios relativos al uso de las categorias del lugar y no por instruceiones referidas a su de- notacién putativa.' En segundo lugar, aun en aquellos casos en que se brinda cierta ensefianza religiosa, esta generalmente se da de una manera demasiado incomalela o iucaberente como para llegar a Ja base de.ciertas inferencias, En tercer lugar, y To que es més importante, ¢l input también.es muy incompleto. La mayor parte de las nociones religiosas no se pueden adquirir o transmitir si no estn ‘ertos presupuestos no expres yr ejemplo, en algu- nos rituales las personas adquieren ideas generales respecto de los antepasados a partir de ocasiones especiales en las que se producen » misticos con ellos. Esto hace que se legitimen general zaciones basadas en situaciones particulares en lo que respecta a ciertos aspectos del comportamiento de los antepasados, pero no en lo referente a otras cuestiones. Es imposible aprender algo respecto de los antepasados si no se cuenta con prineipios subyacentes que guien las generalizaciones induetivas ‘Mi principal postulacién tiene dos aspectos: 1) que las representa- ciones religiosas se configuran a partir de ciertas presunciones i ‘plicitas y Giertos prineipios intuitivos de conocimiento; 2) que es ‘prineipios y presunciones desempefian un papel fundamental en la adquisicion y transmisién de las representaciones en cuestion. En las proximas paginas fundamentaré estas postulaciones basindome en un ejemplo etnogrfico y luego analizaré las implicaciones de estas conexiones para una explicacién general de las ideas religiosas. Los supuestos explicitos y sus antecedentes En este apartado utilizaré un aspeeto particular de las ideas religio- sas de los fang, qu 5 diversas presunciones re! nunca habian ofdo hablar acerca de estas cosas, de todos modos inferfan, a partir de esas expresiones, que un hyrax »puede tener hambre» y que un throstle podria «estar hecho de me- tab. Por el contrario, negaban siempre que una hyrax pudiese ser «metéli- co» (Keil, 1986). Los sujetos no necesitaban ninguna instruecién explicita, como la indicacién de que los son «hyrax son animales 217 18 seres vivientes una expliea: n esos prineipios ext )..No contamos aqui con espa ante trabajo, centrado en las no tide de que no es ete fe de una ereacién cultural Referencias bibliogréficas . 8. 1985, The nature of fo logist, 87, pp. 298-315. 1987. 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