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Estudio Exegético del Éxodo (Capítulo 2)

Damos comienzo a un nuevo estudio Exegético del Éxodo en su capítulo segundo.

Vamos a observar el capítulo desde su punto de vista histórico, geográfico y teológico.

Repaso

Hacemos una breve mención de lo estudiado en el capitulo anterior:

 Introducción al Libro del Éxodo.

 Tres divisiones: Crecimiento y aflicción del pueblo, Servidumbre Dura, muerte decretada de
los varones recién nacidos.

 Crecimiento y aflicción del pueblo: Mano providencial de Dios sobre su pueblo, fidelidad y
ejecución sobre su pacto.

 Servidumbre dura: 1° medida adoptada por el faraón de Egipto (Sometimiento a esclavitud).

 Muerte decretada de los varones recién nacidos: 2° medida adoptada por el faraón de
Egipto. Se divide en dos nuevos métodos:

a) Muerte por acto de la partera en la concepción del niño.

b) Muerte por ahogamiento luego del nacimiento del niño.

 Ninguna medida ni decreto adoptado por el Faraón funcionó, ya que se estaba enfrentando
con el pueblo del Dios Vivo.

 Enseñanza del Temor de Dios en las parteras.

a) El temor de Dios viene por reconocer su autoridad y soberanía total.

b) El temor de Dios es obedecerle (V.17)

c) El temor de Dios es estar dispuesto a correr riesgos por ser fiel (V.18)
d) El temor de Dios es ser usado por el para cumplir sus planes y voluntad (V.18)

e) El temor de Dios es ser honrado y bendecido por Él.

ÉXODO 2:1-9

Nacimiento y preparación Hebraica de Moisés

V.1 Según Ex 6:20, los padres de Moisés se llamaban Amram (Lit. “pueblo exaltado”) y Jocabed (lit.
“Jah es honor”). El relato Biblico de la genealogía nos cuenta que Jocabed era tía de Amram, la cual
tomó por mujer y dio a luz a María, Aarón y Moisés.

Moises provenía del linaje Levíta, el cual sería elegido por Dios para ejercer el oficio sacerdotal con
la nación de Israel posteriormente. Estos habitarían en derredor del Tabernaculo, teniendo la tarea
especifica de servir en la actividad sacerdotal.

V.2 El versículo relata el nacimiento de un gran Patriarca, quien actuaría posteriormente como:
Sacerdote, Profeta y Mediador entre su pueblo y Dios. Este patriarca nació en el momento vigente
de la Ley que decía que todo niño que nazca debía ser echado al río (Dicha ley se promulgó entre el
nacimiento de Aarón y Moisés). La familia Levita tuvo dos hijos mencionados por la escritura antes
de que esta ley tuviera efecto: María, la mayor (ver Ex 2:4 y 15:20) y Aarón, que tenia tres años mas
que Moisés (ver Ex 6:20; 7:7). Cuando moisés nació se emplearon tres términos Bíblicos para
describir al niño:

 Éxodo 2:2 dice, “Viéndole que era hermoso”

 Hechos 7:20 dice, “Nació Moisés y fue agradable a Dios”

 Hebreos 11:23 dice, “Le vieron niño hermoso”.

Estos relatos describen al niño tal como lo vieron sus padre, “Un niño hermoso en perfectas
condiciones físicas”. El rotundo amor fraternal de una madre hacia su hijo lo lleva a conservarlo a
pesar del riesgo que esto implicaría, y lo hace por un período de tres meses.

Vemos ahora la providencia divina en la vida de Moisés, nacido de una Madre Excepcional, del una
familia con Fé (Heb. 11:23), los cuales formaron parte del propósito divino del pueblo de Israel al
preservar la vida del gran Patriarca que intervendría en su liberación. Su Fé les llevó a reconocer
que mucho del futuro de Israel dependería de la vida de aquella criatura. Su Fé hecho fuera el temor
de la orden Real, esta decía: “Echad al Río a todo niño que nazca”, sin embargo lo conservaban
teniendo Temor del que es digno que le teman y no de Faraón.

V.3 La Fé de esta familia no se desvaneció en ningún momento, a pesar de que el niño ya cumplia
su tercer mes de vida y comenzaba a agudizar su llanto, lo cual impedía seguir conservándolo. Su Fé
prevaleció y echaron al niño al río, pero proveyéndole los medios necesarios para que subsistiera.
En esto la Biblia da un profundo detalle del resguardo que el niño tuvo.

La familia de Moisés utiliza una antigua estratagema semítica, una arquilla de juncos. La
construcción de dicho objeto se llevaba a cabo con la utilización de Juncos o papiros crecientes en
las orillas del río Nilo. Estos Juncos eran unas largas cañas de aproximadamente tres metro con un
tallo de gran diámetro, el cual permitía la construcción de la base de las barcas en ese entonces. Esta
caña jugó un gran papel en la historia del Libro, eran desenrolladas y utilizadas para la escritura. En
cuanto a la arquilla de juncos se trataba de una barca en forma de canasta ya que la misma poseía
una tapa como lo relata la escritura. Su base conformada por tallos de caña, y todo el resto por
filamentos entrelazados de junco. A dicha estructura la calafateó con asfalto y brea (mezcla de lodo
negro y pegajoso que se extraía de las orillas del Nilo y betún o alquitrán), para permitir que la
estructura flotara. Esta arquilla de Juncos no era una invención de Jocabed, sino que era una forma
de abandonar a un hijo como hoy día lo es en plazas y puerta de hogares, pero Jocabed lo hizo con
Fé y actuó sagazmente dentro del propósito divino.

V.4 La Fé puesta en que Dios tenía el propósito de que ese niño fuese grande, y que pensaba hacer
grandes cosas por medio de él a favor de su pueblo seguía en pie. La Biblia así lo relata cuando nos
dice que la hermana mayor lo siguió por la orilla del río. Su madre envía a su hija, probablemente
María, una adolescente, para que viera que le había de acontecer a Moisés. Podemos observar que
Jocabed conocía una parte de la rutina diaria de la princesa Egipcia, que era bañarse en el río con la
compañía de sus doncellas. Esto le ofreció el escenario para un plan audaz y genial de una madre
humilde que por amor a su hijo hermoso hizo todo lo posible para salvar su vida. Con una mente
iluminada por Dios, Jocabed manda a su hija para que lo siguiese.

V.5-7 Allí junto al carrizal, en medio de todos esos juncos se atascó la arquilla, al mismo tiempo en
que la hija de faraón gustaba de su baño, y al verla mandó a que se recogiera. Al abrirlo se encontró
con la tierna figura de un hermoso niño llorando y tuvo compasión de él. La princesa sabía sin lugar
a duda que era hijo de los hebreos y que debía morir, pero Dios la utilizó de manera providencial
para prevalecer sobre el decreto de Faraón y para proteger la vida del Guía escogido por Él para la
liberación de los Israelitas.

En ese mismo instante su hermana entra en la escena y redacta su papel, el cual había aprendido
rigurosamente de memoria: “¿Iré a llamar una Nodriza de las Hebreas para que te críe este niño?”
V.8-9 Los pasos de Fé que la familia de Moisés estaba dando habían de conducir a que un miembro
de la familia real educara al futuro libertador de la nación. Es así como la Princesa movida a
compasión le responde a María: “Ve”. Rápidamente se encarga de llamar a su Madre, ambas
irradiando de alegría se acercan a la hija de faraón, la cual le da el mandato de criárselo a costo de
un salario. La mano Soberana de Dios se manifestó en todo tiempo, providencialmente guardo la
vida de este pequeño en un momento crucial para los niños, y no solo eso, sino que también lo
introdujo en la corte real de Egipto para que fuera educado en toda disciplina.

Lo próximo a analizar es la oportunidad que tuvieron los padre para hacer una impresión religiosa
en la vida del pequeño. Probablemente el niño estuvo con su verdadera madre hasta la edad de
cuatro años o más, durante todo el tiempo de amamantamiento. Antiguamente este período de
extendía por un tiempo mas grande que en la costumbre moderna de la actualidad. Ha de suponerse
que en este tiempo se ha logrado una profunda impresión religiosa en la mente de Moisés, la cual
quedaría grabada para siempre en su vida.

CONTEXTO DEL NUEVO TESTAMENTO

Podemos observar el gran paralelismo que existe entre el nacimiento de Moisés en el Éxodo y el
nacimiento de Jesús en Mateo (Cp.2). A pesar de que no hay citas explícitas de Ex. 2 en Mt. 2, existe
una gran conexión entre ambos. La primera evidencia de comparación se ve en la secuencia y
contenido de narración: Ambas hablan del nacimiento de un niño varón cuya vida es amenazada por
un monarca reinante. El niño es rescatado mientras los otros son sacrificados por la orden del
decreto real.

Para agudizar un poco mas esta idea podemos observar como segunda evidencia la cita de Oseas
11:1: “Desde Egipto llamé a mi hijo”, que traza un paralelo tipológico entre la liberación de Israel de
Egipto y la subida de Jesús desde el citado país. El nacimiento de Moisés es una tipología que
anunciaba el nacimiento del Mesías, Moisés en este caso actuó de libertador para su pueblo, Cristo
para su Iglesia del pecado. Dios llama a su hijo (Su Pueblo) de Egipto, tanto como llama a su hijo
(Cristo) de Egipto. He aquí una gran enseñanza, Cristo ocupó en tierra el lugar de Israel,
satisfaciendo toda la demanda justa y santa de la ley. El Padre encontró un verdadero deleite en su
hijo amado (Mt 17:5).

Como tercera evidencia la orden de volver al territorio de Israel en 2,20 es también una clara
referencia a las instrucciones a Moisés en Ex 4,19.

Simplemente trata de un paralelismo tipológico y representativo del nacimiento del Mesías.


EXODO 2:10

Preparación Egipcia Secular

V.10 El niño ya crecido es devuelto a la hija de faraón y es aquí donde permanecería por un tiempo
de cuarenta años. La madre le pone por nombre Moisés, que quiere decir “de las aguas lo saqué”
según el relato Biblico.

Vamos a analizar detalladamente el crecimiento y la preparación de Moisés en este período de su


vida. Antes de comenzar a analizarlo dividiremos la vida de Moisés en tres etapas de 40 años: (1)
Desde su nacimiento hasta los cuarenta años de edad, cuando hizo su gran decisión de que no sería
llamado el hijo de la hija de Faraón, incluyendo su nacimiento, primeros años, educación, y sus
hechos mientras era parte de la corte de Faraón; (2) El período de retiro, cuarenta años en Madián;
(3) Los cuarenta años que se extendían desde el llamamiento de Dios en el zarzal ardiente hasta su
muerte. En el último período se abarca la mayor parte del libro del Éxodo. Levítico, Números y
Deuteronomio, el Salmo nonagésimo y todas las otras cosas que hizo. Este es el periodo de su
actividad literaria y de sus grandes hechos.

Por ahora nos enfocaremos en los primeros 40 años de Moisés en la corte Real, gozando de todos
los beneficios reales y de una educación óptima. Esteban en su discurso frente al concilio narra de la
vida de Moisés que: “Fue enseñado en toda sabiduría de los Egipcios; y era poderoso en sus palabras
y obras” (Hch 7:22). Enfoquémonos en su preparación, la educación de los príncipes era amplia y
rigurosa. Todo llegaría a serle útil en los años venideros. La educación clásica incluía instrucción en
las ceremonias y en las creencias religiosas. Los estudios legales también formaban una parte del
plan de estudios. Los príncipes recibían instrucciones en el arte de escribir, en la sabiduría egipcia,
en los escritos de los sumerios, en los sistemas legales asirios y babilónicos, en la medicina, en la
magia, en la geografía y en la ciencia militar. Y como Príncipe, debió haber realizado conquistas y
proezas que lo hicieron famoso, es probable como dice Flavio Josefo, (Historiador del primer siglos)
que él encabezara una expedición contra los Etíopes en una gran guerra y triunfara señaladamente.

Nuevamente una gran enseñanza obtenemos de dicho pasaje, y esta es la preparación. Moisés había
adquirido distintas disciplinas, como han de ser la escritura y lectura, la geografía de su tierra y
derredor, las tecnologías militares, y en cuanto a esto Esteban dice que era poderoso en palabras y
hechos. Dios había forjado un patriarca con un nivel de preparación elevado.

Debemos entender que si no nos preparamos difícilmente seremos usados por Dios por cosas
grande. Dios tiene un propósito en la vida de cada creyente, pero este se llevará a cabo por medio de
la preparación. Y en lo que concierne a la preparación Dios nos puso en su palacio Real por medio
de Jesucristo, y nos brinda todos los medios para que nos preparemos. Estos son la Sagrada
Escritura y la plena enseñanza de ellas por medio del Espíritu Santo. No podemos pretender ser
parte del propósito de Dios si no nos preparamos como Moisés lo hizo y Jesucristo también.
Debemos abocarnos al estudio de la escritura, debe ser algo sistemático, es decir, debemos
estudiarla por área, de una forma organizada y desde los puntos de vista Teológico, Histórico y
Geográfico. Además debe ser una devoción diaria en la vida del creyente, una necesidad y
satisfacción en su vida.

EXODO 11-15

Moisés rehúsa ser llamado hijo de Faraón

V. 11-12 Para comprender esta porción de la escritura es necesario que la estudiemos junto con
Hebreos 11:24-26, donde nos muestra la Fé de Moisés, por la cual rehusó ser llamado hijo de la hija
de Faraón. Si bien había compartido 40 años de su vida en la realeza, él seguía siendo un hebreo con
dicha sangre. Dios obró providencialmente en su vida y lo eligió para ser usado en su plan divino de
liberación. El momento ya estaba próximo, Moisés estaba preparado, era todo un erudito y
combatiente.

Al ver a sus hermanos ser maltratados en sus duras tareas, Moisés siente gran compasión por ellos.
Como narra la Biblia Su enojo desorbitado tras ver la injusticia del Egipcio lo llevó a golpearlo
fuertemente al punto de matarlo. El verbo es nacar que significa golpear fuerte, quizás la intención
de Moisés no era Matarlo pero su enojo produjo que se saliera de si mismo.

V.13-15 Moisés tenía un llamado, el había depositado toda su Fé en Dios. El rehusó ser parte de la
corte, dejando todos los deleites temporales que le proveía la realeza, identificándose con su
verdadero pueblo. Pero un gran problema se desató cuando el se adelantó al tiempo de Dios. Moisés
cometió la misma equivocación que Jacob y Rebeca, Dios había prometido que el mayor serviría al
menor, por lo cual se resolvieron a apresurar el cumplimiento del propósito de Dios. De la misma
manera Moisés pecó no esperando que la providencia de Dios abriera el camino por el cual habría
de librar al pueblo. No debía haber sacudido el reloj de arena. Dios le dijo “Debes librar a mi
pueblo”, pero no le dijo que habrá de hacerlo a su propio juicio. Cuando vio peleando a dos de sus
hermanos, movido por la misma idea, se adelanto con el aire de un libertador y comenzó a resolver
este caso, pero ellos rehusaron someterse. En otras palabras, vino solo, por su propia autoridad, sin
ninguna credencial y sin nada de prueba de parte de Dios. Sus hermanos lo rechazan y faraón
procura matarlo tras haberse enterado del crimen y la traición hacia Egipto.

Volvamos nuevamente a Hebreos 11:27: “Por Fé dejó Egipto no temiendo la Ira del Rey, porque
persistía como quién veía al que es invisible”. Si bién Moisés tenía un ultimátum de muerte sobre su
vida, no fue la causa principal esta por su destierro. En Hebreos se nos dice que no temió a la ira de
Rey, sino que su partida mas bien fue por Fé, por un impulso divino. Le pareció entender que su
preparación no era completa, y que había algo que no había recibido todavía. Esta va a ser su
experiencia en la tierra de Madia, la cual habitó por cuarenta años en la segunda etapa de su vida.

ÉXODO 2:16-25
La preparación en el desierto

V.16-17 Moisés ya estando en la tierra de Arabia llega al pueblo de Madián, situado al este del Golfo
Akaba. Los Madianitas procedían de Abraham, por medio de su esposa Quetura (Gn.25:1-2).
Moisés, ya habiendo emprendido el viaje, y estando en la tierra de Madian, se topa con un pozo de
agua, el cual le permitió refrescarse y saciar su sed. En ese mismo entonces siete doncellas, hijas del
sacerdote de Madia, vinieron a sacar agua del pozo cuando pastores se les acercaron echándolas de
allí. Podemos observar a continuación como Moisés deja fluir ese espíritu de combate y se enfrenta
contra los pastores demostrando así su cortesía para con las doncellas. Este rasgo de heroico y
caballerosidad era producto de su crianza como príncipe.

V. 18-22 Estas dondellas regresaron antes de lo normal a su morada, lo cual llamo la atención de su
Padre Reul o Jetró. Así contaron todo lo sucedido en el pozo, y Jetró invitó a comer a Moisés en su
hogar. También así le daría morada con él y una hija por mujer, la cual le dio a luz y le puso por
nombre Gersón, que significa: “Forastero soy en tierra ajena”. Meditemos un poco en el nombre de
su primer hijo, el se presenta como un extraño en tierra ajena. Esto era el comienzo de una nueva
etapa en su vida, él debí morar en aquella tierra por 40 años aprendiendo y preparándose para así
libertar a su pueblo. Allí consiguió una educación que le era de valor incalculable. La sublimidad de
las grandes montañas, la soledad de las llanuras desiertas. la comunión silenciosa con Dios bajo las
brillantes estrellas que resplandecen allí tal vez más que en ninguna otra parte del mundo; lo hacia
meditar. Allí estudió los mejores medios de andar en el desierto, pues se necesita un guía aún ahora,
para andar en ese país. Se familiarizó con los arroyos, y los mejores lugares para acampar; aprendió
cómo soportar la vida del desierto por cuarenta años; cuarenta años que fueron llenos de la más
grande ostentación del poder divino que el mundo ha visto jamás.

V.23-25 Por último vemos que este Rey que quería matar a Moisés había muerto, los hijos de Israel
gemían a causa de la servidumbre. Pero ya la hora de su libertad se estaba acercando, Dios tenía
presente su Pacto con el pueblo y sería fiel a él.

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