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oberto G. Grau TOMO IV ESTRATEGIA SUPERIOR 6 ROBERTO G, GRAU debida atencién, para dar remate a nuestra obra con un estudio de finales Ge torres y peones, que consideramos como wn capitulo estratégico vineue Tado al medio juego, ya que en més del setenta por ciento de las partidas ‘l problema estratégico de Ta simplificacién esté en considerar si el final Ge torres y peones a que se llega basta para ganar, es favorable, o por lo menos igual, para el bando que lo proyecta, Este trabajo abarca desde la lucha tipiea de finales hasta ta accién de las torres en la etapa intermedia det final, cuando hay muchos peones en al tablero, terreno sobre el cual la teoria no marcha, por cuanto es dificil encontrar las verdades matemédticas que son en realidad ta exencia y base del estudio de los finales. El libro comprende, pues, una incursién sobre aquellos finales tipica- mente estratégicos, 0 sea los que acechan constantemente al ajedrecista en la partida viva. Con esto ponemos al aleance det ajedrecista estudioso la base de conocimientos necesarios para. comprender el ajedrez de ma- ‘era cabal, y, sobre todo, inteniamos enseftarle a proceder en todos los casos por razonaméento, evitando la acumulacién de variantes magramente explicadas, que hacen tan pesado y drido el aprendizaje del juego. Confio arin en poder lanzar en el futuro a la venta dos nuevos libros razonados. Uno sobre ideas medulares de las aperturas, con una nueva y racional clasificacién por temas estratégicos y no por nombres raros, otro sobre finales, que serd més que un acopio de novedades, ya que nada ay nuevo en esta etapa de la partida, una nueva forma de explicarlos para facilitar por medio de reglas el razonamiento del jugader, evi:ando os confusos anilisis, tan dificiles de realizar como improductivos para la gran masa de aficionados. Entretanto, aun cuando con algiin retraso, he cumplido la promesa tantas veces reclamada por la aficién de poner término al estudio sobre Estrategia, que la Editorial Sopena Argentina ha querido agregar a su yo magnifica Biblioteca de Ajedrez, que tuve el honor de énaugurar. Ronsnto G. Gaav. Caviruto T LA TRANSFORMACION DE LAS AMENAZAS La verdadera dificultad del ajedrea esta en conocer el grado de traseen dencia que para la gravitacién completa de las partidas tienen las posi ciones a crearse. Esto hace que las jugadas més intrascendentes en apa- riencia puedan tener importancia decisiva en el curso de las luchas, y brin- Ga al juego acentuado interés, el cual surge de la dificultad que estas sutilezas teenicas presentan, atin para el jugador més experimentado. ‘Hemos dicho en varias oportunidades que el ajedrez no era ese monu- mento de complejidad que algunos jugadores vanidoscs hacen suponer, @ insistimos en Jo mismo, Jugar al ajedrez es relativamente facil, y jugar Giscretamente tampoco es una tarea de gigantes. Sélo hace falta cierta Gedieacién y bastante practica. Ahora que esto no quiere decir, ni mucho ‘menos, que las dificultades se vayan agotando cuando el ajedrecista avan- 72, Por él contrario, éstas se acentian a medida que se sutiliza, y resulta asi el hecho paradéjico de que quien tiene més dificultad para jugar, como él aspira a hacerlo, es el jugador de primera fuerza, pues pretende ‘a menudo imposibles: quiere agotar los anélisis y trata de legar a con- clusiones definitivas por medio del examen minucioso de las posibilidades futuras y por el estudio de las jugadas y respuestas postbles, sin, de vez en cuando, hacer un examen de concieneia y considerar si en verdad su cerebro esta en condiciones de realizar tarea tan extensa, sin riesgos de incurrir en errores de andlisis muy graves EL AJEDRECISTA DEBE DEDUCIR de fomentar 1a deduccidn. Bs claro SIN ANALISIS PROFUNDOS que resulta més peligrosa, pero lo cierto es que de esta suerte la intui- Es por esto que siempre hemes sostenido que el jugedor debe, en Jo posible, desechar el sistema ana- litico para adoptar el deductivo. Debe, en el medio juego y en la apertura, creer menos en la verdad ‘matematicn —porque en realidad es muy diffeil desmudarla— y confor- marse con la verdad légica, que sie prees mésaccesible y posee la virtud cién juega un papel més importante, yy la imaginacién halla menos trabas. Si el ajedrez fuera un juego ma- tematico, seria por clerto mucho més aburrido que en Jo presente, Le posibilidad de que quien razone con més légiea pueda superar a quien analice mejor, 0 que aun quien esté mejor inspirado supere al de més égica en muchas oportunidades, ha- 8 ROBERTO 6, GRAU ce de este juego un tan delicioso como intraseendente arte, y le ase- gura perpetua juventud. LA TRANSFORMACION DE LAS ‘AMENAZAS Por eso seguiremos navegando en el agradable mar de la légica, para entrar en zonas un poco mas com- plejas. Veremos ahora eémo se ava- Joran ciertas.posiciones y como se ‘transforman las amenazas, Observa- remos cdmo deficiencias aparente- mente insignificantes van acentudn- dose en el transeurso de la lucha, y, Ja manera de una bola de mereu- rio, van agigantando su importancia, detivanco en males muy graves. ero esto es facil de reducir, en la mayoria de les ocasiones, a prinei- ppios de logica clara y bonita, y tra- faremos de hacerlo para facilitar la tarea del jugador bisofo, y aun de muchos qiie creen no serio porque actiian en eategorias pomposamente Namadas superiores. Bien sabemos que hay muchos ajedrecistas que saben muy poco ajedrez. Juegan ede ido», y por cierto que Io hacen bien, MAGNIFICO EJEMPLO Muchos son los ejemplos que se podrfan mostrar, pero pocas parti- das tan exprestvas en este senti- do como esa obra de arte que pro- aujo Capablanca en el torneo de Nueva York de 1927, cuando vencié @ Aaron Nimzovieh, en la primera rueda del importante certamen. En ella, el entonces campedn mun- ial descubre el hilo sutil de In des- ventaja del adversario, Io atrapa, y poco 8 poco va apoderndose por medio de él de toda la partida. Y luna vez més veremos cémo aquello de «a pequerias causas grandes efee- tos» tiene en ajedrez un gran signi ficado, cuando el encargado de ex- plotar los errores juega con maestria, [BLANOAS: NIMZOVICM, NEGRAS: CAPABLANCA 1 P4AD,C3AR:2.C3AR, P3R; 3. P4D, PAD Luego de haber iniciado Ia partida con la apertura Inglesa, y haber se- guido con la Zukertort, Nimzovieh vuelve a elas aguas mansas+ de la apertura del peén dama, Su propo sito de complicar mucho la partida frente a Capablanca no ha prospe- rado, como fruto, sin duda, del gran respeto que tenia por el maestro cubano. 4P3R ¥ no sélo Nimzovich no eorpli- ca Ja lucha, sino que adopta en el sambito de la dama la maniobra mas prudente que pueda escogerse. Blo- quea su alfil dama, como en algu- nas variantes de la defensa Eslava, para llevar la partida por esas vias estratégices. 4 ss. ABR; & ED2D, O—O; 6. ASD, P4A! En la defensa Eslava se efectiia contra esa eonstraccién estratégica de las blancas Ia jugada P4 AD, en dos tiempos. Ahora, con un tiempo de ventaja, debe Ser mucho mis fuerte y ya podria asegurarse que Jas negtas tienen la iniciativa Por regla general, en la apertura pate dana, cuando. ot cabal fo en 2D. la Ta da P4AD es muy fuerte. La ra- zon o clara, ya que se especula con el hecho de gue el caballo, desde ese sector, no vulnera el cuadro 4D de Jas negras y la debilidad del pen dama negro, apoyado por sélo un edn, no puede ser aprovechada. 1. PXPA, C3T! ‘TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 8 Como derivado del planteo defec- tuoso de les blaneas, las negras han Togrado dominar el centro. Ahora el caballo dama entraré a cooperar en Ia fiscalizacién del euadro 5 R en co- laboraeién con el caballo de 3A R. 8 0—0,CXP;9.A2R Obsérvese e6mo, también en esta partida, se ha hecho sentir Ia des- ventaja’ que significa tener una pie- za carente de apoyo, Las blaneas han debido perder un tiempo con el al- fil y las negras siguen acumulando pequefias ventajas. P3CD; 10. PXP, xe, COMIENZA A ELABORARSE LA VICTORIA, Estamos en el momento culminan- te de la partida y el mas dificil de todos. En ajetirez, la dificultad esta, precisamente, en’ saber cudndo ha Megado el momento de iniclar los planes de accin decisives. Analicese someramente la posicién, y si el afi- ciontado razona con clatidad hallaré ‘una desproporeién en el desarrollo de Tas plezas, Veré que las negras tienen dos tiempos de ventaja, pues han movilizado todas sus piezas y les toca jugar, y que, en cambio, el blanco tiene aim el alfit dama sin desarrollar. Y habremos puesto el dedo en Ia aga. La verdadera desproporelén estra- tégica y la tiniea razén que puede permitir la victoria del negro, sin ne- cesidad de que algin error providen- cial del rival la ayude, es la situa: cin de ese alfil que desvincula las torres, Este hecho es tanto mas im- portante cuanto que existen dos eo- lumnas abiertas: la de AD y la de D, por la cual, si las blancas no se apresuran, se filtrarén las fuerzas negras. Tenemos atrapado, pues, el plan el problema se nos presenta més ficil: geudl os Ja jugada que puede impedir que el alfil dama se coloque en 21D ? Pues simplemente: 13, ....., DBAR! Que tiene la virtud de atacar el pedn de CD que el alfil de 1.4 apo- ya, y a la vez dar juego a las to- res, sacar Ja dama de la columna dama —donde podria ser atacada por le torre rey enemiga—y esimnis- mo tomar el cuadro 5 para evitar que eventualmente elcaballo blanco se Tlegue a ese sector, para seguir con A3AR o CTD, eliminando el valioso alfil de 4D. Mu. AGT ALFIL BUENO CONTRA ALFIL 21ALO Nimzovich juega con gran 1 gica. Hliminara ahora el poderoso aifil dama negro, sin duda el mis fuerte de los dos que pose Capa- blanca, por la presion que ejerce so- bre el enroque; pero, para lograr esto, que es siempre el que corre por cua: dros de distinto color que los que ‘ccupan Tos peones del bai Ora nUeVOs fervas men Ja sinfonfa de amenazas que gesta Ca- 10 ROBERTO G. GRAV Jplanca, Al dominio del punto ECD, y la consiguiente anulacion transitoria del alfil rival, se uniré ja debilidad del cuadro 6D, que se conjugaré con la anterior si en ese ‘punto se pone tn caballo que tam- bien ataque el punto 2CD. M4, ee AXA; 15. DXA, CHC! EL CONCEPTO MAGISTRAL DE CAPABLANCA PARA SIMPLIFICAR ‘Alekhine sostiene en el libro sobre 1 torneo de Nueva York que TR1D fera mis fuerte. Pero se olvid6 que Capablanca tenia conceptos distin- ‘os sobre la simplificacién. El maes- tro cubano, que hizo su secreto en ajedrez de la habilidad para simpli- ficar las posiciones con toda opor- ‘tunidad, sostuvo en sti libro como dirfa Tartalower— del ajedrez. 16.D2R, TR1D; 17, PITD, CBD; 18.C1R ‘Es necesario elitminar a toda costa el caballo de 6D. ¥ esto es precisa mente lo que desea Capablanca, que, como experto cirujano, lo que quiere es localizar-claramente el officer del juego enemigo. Yimpiar. ones: éste ven- ‘aria a ser en buen romance el se- creto de la simplificacién que tantos triunfos le brindé a Capablanca, 18, ....0XC;19.TXC,TDIAD Y LA LUCHA SB CONCRETA Las negras han logrado todo su plan. Obsérvese cémo la lucha ha quedado reducida a las piezas en que hay desequilibro estratégico, y que, entretanto, el alfil dama blanco esta inmovilizado, eon la consiguien- te dificultad para las blancas, que vven divorciada la accién de sus to- res, Ambas torres negras dominan Jas columnas abiertas, la dama sigue con su accién a la distancia, inmo- vilizando el juego enemigo, y el al- {il negro fija el peén de 3R, pues éte no debe avanzar mientras sub- sista Ia presifn sobre el punto 2 AR, por la razin de que desde 3R paraliza la accién del alfil adver- sario, 20. TICD. Nimzovich logra, por fin, iniciar una maniobra para poder avanzar el peén caballo dama y liberar su alfil, pero los recurs0s del maestro Capablanca se ponen nuevamente en evideneia. 20. .....,D4R Esta jugada signifiea una trans- formacion de amenazas. Ahora las negras tienen que permitir el avan- ‘ee del pedn caballo dama, pero tra- tan de sacar el maximo provecho de su ventaja posicional y transformar el dominio de las columnas en to- res en séptima. 21, P3CR Si 21, PACD, ASD; 2. P3CR, DSR; con posicién muy ventajosa ipor Ja amenaza de D XT, TTA y D4 AR, S121. A2D, sacando de una ver el ominoso alfil de su ridicuia situacién, seguiria 21. A3D; 2. P8C, TTA; 28 D3D, Tx PC: 4 ABA, TXT 25. AXD, TXT +, 26. R2C, A2R; con final muy fa vorable, ¥ ganador, segin Capablan- cay Alekhine, Probablemente segui- ria, si 27. DOT, A4A; 28. DPT, PSTR, y luego TTR-T (1D) 7D, testers, LA MANIOBRA TACTICA 21. .....D4D! EL seereto de la maniobra. Ahora Ia dama coopera con la torre en la fiscalizacién de la columna dama y el alfil sigue sin accion, pues no puede situarse por via 2D en 3.AD. 22. PACD (por fin), Al A; 23, A2C, DIT! Las blancas han logrado movili- zar su alfil, pero a cambio de ceder Jas dos columnas abiertas al negro. La jugada del texto tiende a impedir la réplica A 4D de las blancas por la presién que la dama ejerce sobre el pein de 3'TD. Prepara, ademas, la réplica P4TD para hacer del peén de 3T un buen punto de atague. 4 TIT Pero lo que en realidad deseaba Capablanca, dentro de todo el , que esto es mas eficaz ‘que una resistencia pasiva y normal, que generalmente se transforma en una Tenta agonfa, o permite un an- gustioso empate, Ahora se juega un ajedrez mas ambietoso, aun cuando menos arménico. La jugada de Capablanea tiene, ademés, el propésito de evitar el desarrollo del alfil dama por via 2CD, pues si P3CD, seguiria 8 D3ARu 8 ASC-+. Técnica mente la jugada choca con el prin- cipio elemental de que no debe mo- verse dos veces la misma pieza en Jos planteos, antes que, hayan sido Puestas en accién las demas piezas menores que se hallen en su casilla {nieisl. Pero en este caso Ja excep- cién es aceptable, por el propésito que se persigue de restarle una ma- niobra de desahogo al rival. Manio- ‘bra muy importante, porque es e3- sualmente el alfil dama encerrado el verdadero cdncer en germen de Ja posicién negra. 7 very ABD; 8, DBA, PSA LOS PELIGROS DE LA RUTINA Esta jugada rutinaria, que se an- ticipa @ un eventual jaque del alfil “ ROBERTO G, GRAU en SCD, @& un error estratégico (que gravitaré poderosamente en el transeurso de la partida. Encierra 1 alfil dama, pues coloca otro peon fen casilla blanca, lo que ha de res- farle movimiento, y sélo tiene el propésito de amenazar A X C, se- guido de D4T-+, amenaza que es facil de neutralizar. Lo mas enérgi- ‘eo cra P4AD, vulnerando Ja base de apoyo del caballo de 5R. En cambio, seria malo A X C, porque si bien se elimina el poderoso caballo, se cede el alfil més valioso y queda una casilla muy débil en 6D, asi omo una diagonal muy promisoria para el blanco (3TD-8AR), que puede ser ocupada eventualmente por el alfil 9, P3A, O—O; 10. ASC, A2R La necesidad de Hacer esta juga- da, que entrefia una grave pérdida Ge tiempo y significa la consolida- cién automatica del caballo blanco de 5R, muestra hasta qué punto ha sido falsa la defense pasiva de las negras. 1. ABD, CIR La situacidn de las negras no ofre- ce atin otra debilidad que la del al- fil encerrado y Ia posesién del cua- dro 5 R de las blancas. Pero la ven- taja en espacio, transformada en iniciativa, esta por dar sus prime- ros frutos, Les blaneas amenazaban D8, con fuerte ataque. Si las nex ‘gras siguieran con P3C R, entonces quedarian muy débiles los cuadros negros en el enroque, y seguirian engendrandose debilidades. 12, D3T, PAAR (Varo dagen tere) EL FINAL DEL PRIMER ACTO Ha terminado la primera etapa de Ja partida, Capablanea no ha busca~ do otra cost gue provocar esta ju geda, que si bien neutraliza la ofen siva ‘blanea, crea ya un mal endé- mico en Ia’ posieldn negra, que se propagard més tarde a toda la par- fida: el pein de 3 y la casilla que est delante, donde actualmente se halla un caballo. ‘Ahora, una vez logrado, por medio de Ia amenaza de mate, crear la ver- dadera debilidad del juego negro, Capablanca simplifiea la lucha, cam- bia el alfil adversario, encargado de euidar los euadros negros que tanto necesitarian de su aceién, y comien- za Ja segunds etapa que mencioné Cheron, y nosotros reproducimos: concentracién de fuerzas sobre el punto 3R. 13, AXA, DX A; 14 0—0, T3.A; 45, TRIR, C3D; 16. T2R, A2D; V1, TD1R, TAR; 18. P4AD, C2A Ingeniosa trampa con la cual el negro pretende zafarse de su ined- moda posicién. Aparentemente en- trega un peon, pero, de caer éste, Jas negras lograrian el desahogo que busca. Si 19. CX A, DXC; 20,AXPA,C4C;21 DAC, TX Ay 92, P&PR, PATR; 23. D XT, PX Di am TXT+, R2T; 2, PXC, DX PD; eteétera. Pero se ha llegado, segtin Cheron, a una de eses posiciones t{pieas en Jas que, si bien es posible prevenir ‘TTRATADO GENERAL DE AJEDREZ 16 tuna linea de ataque, ha de facili- tarse la realizacién de otras. En buen romance, las piezas negras, por la fescasez de espacio en que deben ac- tuar, se entorpecen entre si y no tienen la agilidad necesaria como ra neutralizer todas las amenazas Que sobre la desventurada colurna ey se ciemnen. 19, PSD! Y EL EQUILIBRIO SE ROMPE Rompiendo el equilibrio, Capa- blanca ha legado al Iimite de sus preparativos y ahora transformaré 1 peon débil en dominio de columna para valorizar de esta suerte sus torres y explotar Ja situacién de la dama negra delante de la torre, que esti conira el principio que aconseja no colocar las pigzas de mayor valor este a Tas eer alee w= por: (fee se ala ta fiona de estas a mas. aD eX C ‘Mejor que PA P, pues esto da- ria Ja casilla 4AD al elfil dama blanco. 20, Tx C, PCR; 2. D4T, R2C; 22, D&D Ingenioso pase de la dama al cen- tro del tablero. 2. sey PSA Forzado, a causa de la amenaza Dx PT yP x PR, especulando con Ja situaciém de la torre de 3 AR, que esté eimpresionadas por la dama, 23. DSA, P3CD ‘Las negras se deciden a entreger el peén: dado lo penoso que resulta sostenerlo, tratan de simplificar la pesicién y busear por esta via un ‘mayor equilibrio, Ademés, quieren ‘que sean las blancas las que se pre- ‘ccupen en sostener el pedn aislado. 24 PXP, ALA; 25. A2R! La maniobra maestra, Todas las piezas mayores blancas coinciden en Ja accién sobre la columna Tey, pues hasta Ja dama, por su presién sobre el rey, que se halla en la gran dia- gonal, es muy eficaz, Falta coloear al alfil en el punto més fuerte que Je brinda el tablero, ;Cudl es? Fécil le sera al aficionado observar que Ja casilla 5D ha de ser un bastion magnifico para esa pieza. Y para lograrlo no dndan Ias blancas en de- volver a su vez el peén. AXP; 26. A3A, R2A; 27, ASD EL FIN DEL DRAMA 'Y entramos en Ia tercera etapa de Ja lucha. La pequena debilidad ini- cial se ha transformado en una ps- rilisis absoluta de las piezas negras, que estin agrupadas, y que sélo de esta manera se pueden sostener. Las Dblancas ahora van a poner la dama en 6TR, para seguir luego con P4TR, bloquear los peones que protegen al rey e iniclar mis tarde Ia ofensiva decisiva, una ver que se le quiten todas les posibilidades 16 ROBERTO ©. ORAT de hufda al ejército negro, que est casi copado. 21. D3D; 28, D3R, T2R Si 28, ....., P5A; 29, DISTR, P4TR; 30. D&T, T2R; 31, DSC, R2C; 32, P4T, D2D; 33, P3CR, PX Py 34 P4A, y Jas negras no tendrian ninguna jugada pera neutralizer la amenaza P9A y, finalmente, en el momento oportiino, TX A, que des- morona de una vez Ja resistencia adversaria. 29. D6T, R1C Para evitar que lo ataguen por la retaguardia. 30. PATR, P3TD; 31. PST, PSA; 32, PXP, PX P; 33. TX A, y Tas negras abandonan. Se observa ahora una de las ma- niobras de sacrificio tipicas en es- tas posiciones de bloqueo y_piezas clavadas. Capablanca sacrifica ca~ lidad, para explotar més tarde la situactin de la torre de 3AR, que pasaré a 3R, y quedara inutilizada ara apoyar el pein de 3CR por la accién del alfil de 5D. Por ejemplo: B..., TOXT % TXT, TXT; 33. DXPC+, ganando la tore y la partida. Es esta produccién de Capablanca un ejemplo acabado de cémo una pequefia debilidad, aparentemente sin importancia, resiente toda la ‘onstruceién estratégiea de una par- tida, Hay un principio mecanico, que dice: «toda armazén es tan ida como el més débil de sus torni- Tos», y esto es un simil perfecto pa- a el tema que hemos esbozado. OBRA DE ARTE TECNICA No son habitualmente los torneos por equipos los mas a propésito pa~ 7 producir um ajedrez de muy alta calidad, Se juega a razin de 20 mo- ‘Vidas por hora en lugar de 16, como suede en los coneursos individuales, y Ja necesidad de esforzarse para ‘sumar puntos del equipo hace que a menudo se deba buscar la vieto- ria por el peligroso camino del bluffs téctico. Pero es también na- tural que en la enorme suma de partidas efectuadas abunden las de gran valor técnica, Muchas, en ma- teria de planteos, dejaron un saldo apreciable para la bibliografia y renovaron el concepto sobre deter- minadas lineas de juego, Otras han enriquecido la teoria de los finales y dicron tema al comentario abun- dante en adjetivos. UNA PARTIDA MAGNIFICA Pero no gon éstas precisamente las pattidas de valor medular y las que Significan une clase acabada de es- frategia. Hay ottas menos aparato- sas, pero de més delicada estructura, y sin duda entre’ ellas pocas han Sido mas eategéricas en materia de técnica que la que me gané el cam. peén de Letonia, Petrovs. ‘La partida comenz6 con el peén dama y las negras lograron un buen planteo, Omitieron més tarde una {TRATADO GENERAL DE AIEDREZ Ww jugada para mantener el equilibrio central, y esto permitio a Petrovs asegurarse una neta ventaja en es- pacio en el ala dame, para presionar fen ese sector y realizar un verda- Gero tejido estratégico hasta lograr una vietoria merecida e impecable. La partida fue asi ‘BLANCA: PEEROYS, NEGHAS: GRAU 1, P4D, P4D; 2, C3AR El viejo problema sobre la mayor menor bondad de la jugada del texto en comparacién eon 2. P4AD est en vias de quedar disipado, La técnica moderna reconoce que esta iiltima movida tiene mayor caudal de ihiciativa y restringe en alto grado les posibles réplicas del ne- gro. Contra la movida adoptada por Petzovs, el negro puede ensayar di- vversas variantes, que no son posibles si se juega inmediatamente P4AD. Es verdad que esas variantes, como son, por ejemplo, 1a defensa Chi- gorin y el desarrollo del alfil dama a 4A, como sucede en la partida del texto, estin lejos de haber de- mostrada’ una bondad indiseutible, pero también es cierto que hay que ‘conocerlas en todos sus detalles. La agresion lateral por medio de peones es, en realidad, la base de la estrategia moderna del ajedrez, y aun en los planteos tiene una base de légica indudable. Pero la movida del texio es, a pesar de todo esto, tan efectiva como la mAs agresiva asada en el avance del peén alfil dama Bh ng A Esta jugada sdlo es posible reali- zarla en segunda movida, cuando el adversario no puede replicar en seguida D3C. Ahora el blanco, para atacar al pedn caballo dama negro, debe primero avanzar el peén alfil, 1o que da el tiempo necesario al negro para contrarrestar ese plan. 3, P4A, PBR; 4 D3C, C3AD; 5, A2D,T1C Las negras construirén una posi- cién de piezas en el ala dama que ha de asegurarlas contra toda ten- tativa de explotar le debilidad crea- da por el antinatural desarrollo del alfil a 4. 6. P3R, P3TD Necesario para evitar Ja maniobra PX, seguida de ASCD, que dar tia neta ventaja posicional al blaneo, Ahora el ala dama negra es por el momento inexpugneble. 71. ASD, AXA; & DXA, C5G AXE Lo mejor, Malo seria retornar a 3C con la dama, pues si 9. DIC, seguiria PXP; 10. DxP, DAD; 1 DXD (no DX PA, a causa de A3D, seguido, si D3 A,deC3ARy C5R), PX D, con esmoda igualdad. 8... AX A+; 10.CD2D, CIA; 11, O—0, 0-0 EL PRIMER ERROR... Y DEFINITIVO Un error téenieo grave, Las ne- gras han logrado un planteo eémodo ¥ ouiza preferible. La jugada justa era mantener el «statu quo» central mediante la agresiin lateral al pedn més avanzado del centro blanco. O sea jugar il. ....., P4A. También era mejor que la del texto, pero in- ferior a P4A, la retirada del aléil negro a 2R. Ahora, Petrovs blo- queard el ala dama mediante el avance del peén alfil dama y se aseguraré un dominio estrategico ‘apresfable en ese sector, que en vano Ins negras intentaran_balan- cear con la amenaza de una ruptura central. 18 ROBERTO G, GRAU 12, PSA, AXC Se amenazaba C3C, seguido de P3TD. 13, CX A, P3A; 14 P4A, C2D; 15. PACD, PAA La maniobra més natural 15. ...., P3AR, para seguir con P4R, no era buena por la réplica PAR de Jas blancas. 16. PATD, D2A; 17, TRIA Muy sutil. Las negras quieren ju- gar T1T para luego avanzar P3CD y quebrar un poco la presién en ese sector. Pero la torre en 1 AD, al vul- nerar 1a columna alfil dama, anuc Ja ese plan, ya que la debilidad del peon de 3.AD seria en ese caso muy fuerte, pues no habria tiempo de seguir con P4AD. Ws...., TI; 18, PE TRIC, 19 C34, Las blaness dominan en el ala dama y han evitado la maniobra Hberadora basada en P3CD, Ade- més no corren ningin riesgo en el centro, y al colocar el caballo en 3AR inutilizan el caballo negro de 2D, que no puede abandonar la cus- todia del punto 4B 19, ....., PT XP; 20. PXP,D1D Las negras preparan la simplifi- cacién en el flanco dama mediante PX P, seguido de P3CD. No temen P&C, por creer que la ventaja mi- niiscula de Ta columna abierta no + bastaré para ganar, ya que el blo- queo de peones asigna aparentes perspectivas de tablas. Petrovs de- muestra cémo se gana una posicién de este tipo, a1. P6C ‘Necesaria por la amenaza 21. ...., ‘TAT, seguido de TR1T, pasando la columna negra a poder del segundo Jugador. Bh fe cabs bol Quizés esto facilite la tarea de las blaneas, pero éstas amenazaban TTT, con ventaja decisiva. 2. TXT, P3T; 23,177, RA EXPLICACION MAGISTRAL Las negras se han hecho el sie guiente rezonamiento: mi adversa- rio puede atacar el pein de 20D s6lo eon dos piezas y pueden defene derlo también con dos. Por Jo tanto | no hay aparentemente ningiin peli: | gro. Pero se han olvidado de algo | muy importante y es que el | edn que las blaneas pueden ataear | con ta torre en 7T y un caballo en 5, silo puede ser sostenido con Ja torre y la dama. Queda entonces al blanco libre su dama para actuap ya las negras sélo el caballo. Y coe mo éste no podré parar todas las entradas de la dama sin grandes de= bilidades, en determinado moment se hard factible de sacrificio en 2G, Jo que desmoronara la resistencia negra. , A eualquier jugada que hagan, pier- den, por lo menos, un peén y Ja partida, 30, DAT, CIC ‘Ahora las blancas han logrado poner al caballo en una posicién preearia y realizan una finisima ma- hiobra para dejario definitivamente en esa situacién. 31, PAC, R2A; 32, PSC, PAT Y ahora, ya resuelto el problema del caballo ¢ imutilizado en la fis- calizacin del euadro 1D, Petrovs eva su dama nuevamente al ala ama para finiquitar la combinacién ganadora, 83, D2A, RIR; 34 D2T, C2R; = exuc! La combinacién que ha estado la- tente durante toda la partida se efectia ahora, cuando el negro no tlene ya defensa 8. sey TX C96. TXT Las negras abandonaron, Fue un caso interesante de trans- formacién de amenazas. Primero do- minio del ala dama con 12. PSA Luego, bloqueo central con 19. C3A. Posteriormente, la columna TD abierta se transforma en pedn débil en 2CD después de 21. PEC, y luego piezas activas contra piezas trabe- das (comentario de la jugada 23). Finalmente, bloqueo en el ala rey Para evitar est en la situacién elistica de los peones de 4CD y 5AD, y Ia cooperacién que la dama pueda prestarles, 21. TLA iMés lefia al fuego! 2 ....4, PSC; 8, C2R, DST; 29. C4¢,C2D Si DX PT, seguiria CX PA, ga- nando, 30.7 (4) 21, RIC 26 ROBERTO G. GAAu Si 30. ....., DX PT} seguiria 31.C4A, ADA; 32. COC 4,AXC; 33. PX A, P8T; 34. TXP, CX TS 35. TXC, PXT; 36. DXPT+, RiC; 37. CXP mate. Si 33. C1A; 34 CXP, PX C; 35. TXP, C2D; 36. T7A, eteétera, 31. CLA, POA; 32 PSCD, DSA ACUAL ES EL PUNTO CRITICO? critico de Ja lucha es aqucl_en_el_que_actian_o pueden actuar mayor numero de piezas de Girbando- 1a essilla A ees Ta gue, {razindose tna Iinea imaginaria que haga el recorrido de la dama, del caballo y las dos torres, une la ac- eién de estas plezas. {Qué impide que ese dominio se eanerete? Pues Ja existencia del pein de 5A, que, por otra parte, en caso de desapare- cer el pein de 3A, puede avanzar pujantemente, Hemos, pues, atrapa- do el plan, como Jo hizo mucho me- jor Pillsbury, y lo levé a cabo. Se Jmagina el aficionado la fuerza que tendria esta posicidn si hubiera un pein blanco en 5CR, atacando al pein de 3, especulando con el he- cho de que las negras no podrfan jue gar PXP, por la fuerza del even- tual avance de P§AR? Todas les piezas convergirfan en ese cuadro, que seria un perfecto ejemplo del tema que estamos tratando, 33. PRTR Déndole ta casilla 2 al caballo para poder avanzar el pein CR. 33. ....., PATD; 34. CAT, PST; 35. PAC, PXP; 36. PXP, TIT Las negras, que nada pueden ha- cer en el flanco rey por la falta de espacio, intensifican sus maniobras en el ala damna, para distraer al ban- do enemigo, pero esto no se produce, 37. PSC, TOT; 38, CAC Se ha legado a la misma posicién anterior en el flanco rey, pero con el pedn en 5C. La presién va ago~ tando la resistencia negra, que se verd en el trance, para evitar que el blaneo juegue PGA, de entregar Ja columna CR. La presion persis: tente sobre un punto vital de Ia po- sicién adversaria sirve de maniobra tactica para lograr Ja victoria, Es AXP ¥ el negro gané el pein y Nevé también a feliz téemino su plan en el ala de Ja dama, pero cuando ya su orgenismo estaba minado. Pero atin en este momento pudo, quizis, apelar al supremo recurso de sacri- ficar calidad, por cuanto en esta posicién, en la que es necesario de- fender el flanco rey, el alfil es mucho més agil y eficaz. 39, T2CRI, RIT Es evidente que 1a jugada natural PX PC serfa fatal porque surgiria en toda su fuerza el avance del peo alfil rey y la posesién del panto § A ppor las {uerzas blancas serfa deci- siva por la proximidad del mismo sobre el rey enemigo. 40. Px P EI blanco se conforma ahora con Ja posesién de Ja columna caballo rey. TTRATADO GENERAL DE AJEDREZ Pd M0. ...-.) PXP; ASC KA! Fliminando ma de las pocas pie- zas que pueden defender el desmnan- telado enroque, 4. TXC; 42 COT, TIC; 43, TXT, RXT; #4. D3C+, RXC SiR1A,D8C+4; ganaria la torre, 4. RIT Gracioso_y elegante golpe que pone un sello de brillantez a esta partida tan logicamente conducida, Ahora la torre cooperara en la mi- sin de mantener atrinconado al rey y la dama amenazaré darle el golpe de gracia. 45, ....,D4D;46. TICR,D XP Ai 41. DAT}, DAT; 48. D4A+4, DAC; 49. TXD,P XT; 50. D6D-+, RAT. Si R2C, seguiria DX C+ y Iuégo de unos pocas jaques més caeria la torre, Por ejemplo: 50. .....,R2C; 51. DX C+, RIA; 52. D8D-+, R2C; 53. DXP+, RIA; 54. DEA, seguido de DER -+, eteétera, 51. DX C, PTA; 52, DX PT mate, La ‘itima jugada de las negras fue un error, pero ya estaban per- didas. Las blancas pueden, median- te jaques, colocarse en la’ columna alfil dama y, Iuego de paralizar los peones, avanzar el peén dama, lo que seria decisive. Notable ejemplo de plan bien lo- grado por In feliz aplicactén de un Principio estratégico. IV. —La red de amenazas Ahondemos en el tema de las casillas vineuladas. Veremos ahora cémo hay relacién estratégzica entre algunos sectores del tablero y_cé- mo una debilidad engendra otra; que existe una red de casillas — como ya indicamos oportunamen- ‘te— que mantiene una cohesién es- trecha cuando existen eiertas pie- zas _menores sobre el tablero. Por ejemplo, cémo habiendo caballos, si un jugador posee, v. gr, et cuadro 5A, ataca indirectamente toda la red. de saltos que esa pieza puede realizar alrededor de ese punto, ¥ Jo que debe hacerse para valorizar Ja aceién del caballo. Este tema tiene relacion con otro fundamental que trataremos muy en breve y que es: la importancia que adquieren las piezas en la aper- ftura, de acuerdo con la configura- cin de peones, y Io que significan los cambios erténeos de elementos ‘eérieamente del mismo valor, pero de distinta eficiencia estratégica. LA GRAVEDAD DE LAS DEBILIDADES CENTRALES Queremos hacer notar con esto Ta gravedad que entrafa el debilitar un punto central del tablero, ya que quien sepa sacar provecho de ello, necesariamente debe crear nuevas debilidades en el juego adversario y transformar paulatinamente la ventaja estratégica en superiorided de material ‘Al correr de las paginas preceden- tes vimos algunas partidas en las que este tema era explotado nota- bblemente. En la de Capablanca con un aficionado se mostraba cual es Ia intima relacién de este tema que ahora estudiamos con el de saber intensificar la aceién en el punto de coincidencia de las plezas, LA PARTIDA DE RETI CON BELGRANO Detengémonos en une partida ju- gada por Ricardo Ret, en nuestro pais, frente al malogrado ajedrecis- ta que se Tlamé Luis Belgrano Raw- son, al que ain hoy recuerdan con 2B ROBERTO ©. GRAU carifio quienes tuvieron la fortuna de ser sus amigos, Para produeir una partida digna de ser mencionada como ejemplo de tun tema hace falta que el veneido colabore en la Tabor del vencedor mediante la fiel observaciin de principios téeticos ajustados al es- piritu de la partida y, en le presen- te oportunidad, sucede eso, Un error dé Belgrano Rawson en el planteo es el origen de di cultades insalvables que Reti explo- 16 de magistral manera. Y, ya que hemos recordado a uno de los dos rivales, justo es que ha- gamos lo propio con Reti, el ver- dadero maestro de la nueva gene- racién argentina de jugadores y comentaristas que el 6 de junio de 1929 apagaba su vida en Prega y privaba al ajedrez de las Tuces de uno de los mas formidables peda- gogos que nunca posey’, LA NOTABLE LECCION DE RETI Y ahora estudiaremos esa partida, que e un ejemplo tipico del tema de casillas vineulades por Ja accién de un caballo que domina un punto fuerte del tablera La partida ya ha sido publicada por nosotros, pero ilustrando otro tema, 1 P4R, P3AD; 2. P4D, PAD; 3. C3AD En Ia actualidad est de moda la maniobra que nace de 3. P X P, se- guido de P4AD; pero esta lejos de haberse probado. sus ventajas sobre esta continuacién que es, por cierto, mucho més légica, pues no crea, como en el easo de ia femo- st maniobra original de Panov, un edn débil en 4D, 3 »PXP; 4 CXP, C3A Es mAs practicada la jugada 4, AA; atacando al eabailo, pero tam- ign no es facil afirmar que sea me- jor que la maniobra del texto. iin élla, si bien se corre el albur_de queder con tn pen aislado en 2TR, Tuego de 5. CXC, PCXC, se logra, fen cambio, Hevar tun pedn del flanco hacia el centro, abrir la columna caballo rey y hacer también diffeil el enroque corto adversario; ademis se fiscaliza, econémicamente, el cua- dro 4R, que en la defensa Caro. ‘Kann suele ser el mnotivo central de Ja estrategia inicial de las blancas. 5.C3C, PAR Jugada légica de desarrollo, pero un tanto peligrosa si no se eontinia con la mayor atenci6n. El avance del peén alfil dame ha dejado la cesilla 3D sin la natural proteccién de un peén, ¥ al abrirse la columna dama se acentuard la debilidad de ese punto, Mientras el negro conserve su alfil rey las cosas podrén andar bien, pero desdichado si Iega a te- nner que cambiarlo, 6. C3A,PXP;7.DXP LOS PRIMEROS ACORDES DEL se ha tradu- eido en ventaja material y pronto hha de acabar con la tesonéra resis- tencia de las negras. * ROBERTO G. GRAU %......,R2C Malo seria CXC a cause de tcipa 36. PX C+, TXB; 31. T2C-+, so Anticipandose a la amenazaT2T, Seite Goat ae seguidode TST oT7T mate, ‘Suid. de 1X7 etectera, 34 PSC, c4D 80. CST 41, RIC; 97. TWA) LTE Y las negras abandonaron, COMENZO LA AGONIA ‘Mediante una bri THD La AG diante una deliciosa maniobra cpt adnate” aneram COLE g he pee huir a causa de C6C ++, ganando la Cavirovo TL LA LUCHA DEL ALFIL CONTRA EL CABALLO Uno de los problemas estratégicos mas serios que se le presentan al abeionado en ajedrez es saber cuando Je conviene llegar a un final con un alfil o con un caballo. Tanto se ha hablado de la bondad de una pieza sobre otra y tan poco se ha precisado sobre la verdad estratégica que debe orientar el razonamiento del jugador, que, a pesar de lo mucho que se ha escrito, a los ajedrecistas de habla hispana que no tienen la fortuna de comprender otros idiomas les resulta dificil saber cules son los prine ‘ipios que orientan esta fundamental parte de le lucha. Algunos libros alemanes e ingleses han tratado de resolver en parte ese Problema, Capablanca, en «Chess Fundamentalss, se ocupa del mismo, ero dando mas ejemplos que conceptos. Trataremos de establecer algu- os principios generales que pueden ser de mucha utilidad, ya que este tipo de finales de peones y una pieza menor por bando es muy freeuente em ajedrez, Ademas, de la buena interpretacién de nuestras pélabres pue- de Uegar el aficionado, por razonemiento, a desentrafar el misterio dé Ja simplificacién en ajedrez, Como que sabrd distinguir, si no todas, por Jo menos algunas posiciones en Ins que la posesién de un caballo basta ara asegurar el triunfo, y otras en las que es necesarlo mantener a toda Costa el tinieo alfil de que se disponga Podria anticiparse que en reslidad el valor de ambas piezas es igual y que sélo la situacion que en el tablero ocupen los peones de que los jtk gadores dispongan es lo que les da mayor o menor importancia. Entra, Pucs, a gravitar en estas finales, tambien, el fundamental problema del ajedrez, que es la buena o mala conformacién de peones, Ya hemos dicho, a través del curso que estamos desarrollando, que el ajedrez es simplemente un problema de ubleacién de las peones, y que alrededor de esto, que es la armazén estratégica del juego, giran sus difi« cultades y casi todos sus problemas téctices. TRATADO GENERAL De AseoREZ 33 Algunas reglas fundamentales En tos finales en que hay peones anoles el cia cs generalmente ei: peter al caballo, St éstos se hallan ‘equitativamente distribuides (todos en la misma columna y frente a frente) es dificil ganar, pero apenas haya superioridad de peones en uno de los flancos, el alfil adquiere una influencia decisiva. Por ejemplo coléquense en un tablero ambos reyes en IR y los peones en 212, 2CR y 2AR. Agréguese un alfil blanco en 1AD y un caballo negro en 2D. Fste final es tablas, sin Gificultad para ninguno de los dos Jugadéres, por cuanto los peones ho oftecen desniveles estratégicos, Agréquense ahora en el mismo tae blero ottas tres peones por bando, en2AD,2CDy 27D. El final con alfil y seis peones contra caballo y seis peones, situadas todos en su casilla de origen y frente a frente también, debe ser tablas, pero con més dificultad para el eaballo que para el alf], segiin la autorizada opi- nicn de Capablanca, quien agrega que el jugador que posea el caballo debe actuar con mas eautela, ya que elalfil, por su mayor agilidad, puede 1 répidamente de un sector al otro ¥ debilitar la ahora flexible eadens Ae peones del negro, IMPORTANCIA DE LA MAYORIA DE PHONES EN UN FLANCO Pero si en cambio a esa posiciin (interesante resulta hacerlo sobre el tablero) se Je quita el peon negro de 21R, y el blanco de 27D, el final es muy dificil para quien po- see el caballo, por la posibilidad de pasar el pedn torre rey y empujatlo en su avance, sin esfuerzo, por me- dio del alfil, desde 1a gran diagonal, Y¥ si ahora sacéramos un nuevo peén por bando, por ejemplo, el pedn ne- gro de 2CR y el blanco de 2CD, quedaria la sigutente posicion: Se legaria a una posicién estra- tégicamente perdida para el negro, por Ja enorme presién que ejercera el pesn torre rey, que seré apoyado desde distancia, sin esfuerzo, por el alfil, Este es caballo en estos finales, ya que no Puede sostener_a los peones que das, EJEMPLO ABSURDO EL caballo necesita siempre un nimeta par de jugadas para retor- far a una misma posicion; en cam ee ‘ROBERTO @. GRAU bio con el alfil se puede ir en miime- To par o impar de movidas, y esto se verd a través de los dos tes finales: En este final, si juegan las blan- cas, es tablas, y si juegan las negras, éstas pierden. 7A’ qué se debe esa Giferencia fundamental, a pesar de fener un caballo y un peén més? Pues, simplemente, al hecho de que el caballo, en el primer caso, ‘no Puede nunca desalojar al rey adver. sario del lugar que ocupa en 7A o en 8A, y en cambio, en el atro caso, si. En ina posicién similar el alii gana siempre porque con esa pieza Se puede ganar tiempos. El alfil tun mismo punto, y el eaballo cada ber que te nineve dole de oc JQ y Sees at mayor delecto park este tipo de posiciones, ‘En la posicién del ejemplo, el-can ballo necesita llegar a 6C, 8D ¥ 7A, sin dar jaque al rey adversarfo, para, gue éste,.al moverse, no pueda vol~ Vera LAy-deba pormitir que el rey adversario vaya a 8C 0 7C. En sintesis: sia quien tiene ol cballo en casilla del mismo color Er responde jugar, munca wird desalojar del punto que ocu- con si solo esfusrzo, al rey ene- migo. Para hacerlo debe inielar su marcha cuando el rey esta en easi- la de distinto eolor a la que oeupa, en ese precisa momento, el caballo, LA SUPERIORIDAD DEL ALFH En cambio veemos un final muy arecido de alfil contra rey, en el que el alfl logra librar a su monar~ ea de una situacién de ahogado, co- mo la anterior, por medio de ‘una habil pérdida de tiempo. En esta posicién el alfil se halla esclavizado en el dominio de 1a ca- silla 1CD, para evitar que el peén adversario se corone. No puede, ues, jugar 1. A1C, porque Inego del. -...,R2A;2 A2T +, RIA el alfil no puede desplazar’al rey: enemigo por medio de la natural jus gada ASC, 0 44, 05D, 0 6R u SC, por la entrada del peén adver- satio a dama, Debe, pues, obrarse con sutileza, Un caballo no podria Gesarrollar la misma aecién ofensi va y defensiva a la vez, Coléquese, Por ejemplo, un caballo en 3AD y Se verd que el final es tablas, por- que como pieza de tiro corto que 5, no puede tomar el euadro 10D ¥ actuar en la zona de combate, en la que estén ambos reyes, El final se gana ast: ‘TRATADO GENERAL DX AJEDREZ 35 Al, R2AR; 2. A1C, R1A; a aa nual que en el caso del caballo, bit debe ir sin jaque a 2", para tomar la casilla 7A y obligar a que ¢l rey se vaya hacia la columna rey. 3. PEC (D) {Triste obligacién! 4, AXD, R2AR; 5, A2T +, RIA; 6. A se mueve en la diagonal larga que ahora ceupa, y luego R7C, seguido de PBT, gana en seguida, LA FUERZA DE DOS ALFILES SUNTOS -Ademés, podria agregarse que dos alfiles son infinitamente superiores a dos caballos, en el 90% de las posiciones, ya que ambas piezas Se complementan perfectamenie. Se podria demostrar, mateméticamente, que si tn alfil vale 8 y %, dos al- files juntos valen casi'ocho, y que si un caballo vale tres, dos caballos Juntos valen simplemente seis, Pero esto serd tema préximo. Ahora solo nos interesa el duelo singular de un alfil contra un caballo, que en teo- tig son equivalentes, pues la situa ion es favor: Jas _posiciones_abiertas y_general- menie mejor para el caballo en las osiciones de blogues de peones. EJEMPLO CLASICO Empecemos por ver una posicién a la que arribaron Schlechter y Wal- brodt, en el torneo de Viena de 1898. En esta posicién, las blancas ga- an matemiiticamente, a pesar de la igualdad teérica de material, Bs evi- dente que si les tocara jugar a las negras, estarian perdidas, porque si mueven el rey seguirfa RSC, y si mueven el alfil, Cx PA, ganando, El problema es, pues, Uegar a esta misma posicién, pero correspondien- do jugar a las negras, para ganar de acuerdo con la maniobra citada. ‘¥ por medio de una serie de precisas jugadas con el rey, Schlechter logra ‘51 propésito. Debe partirse de la base de que el rey negro no puede avanzar nunea, por la necesitiad de evitar Ja manio- bra C7AR, seguido de C6D de las blancas; sobre este detalle especula Schlechter para sacar provecho de Ja mayor movilidad de su monarca. LRSA!,R2R! Si R2C; 2 RAR, R se mueve; 8.R4A, ganando. Sil. .....,R4A; 2. CTA, seguido de C6D; ganando, Queda, pues, por estudiar, en lugar de Ia jugada efectuada, 1. ....., R3R; a To que seguiria 2, C3D, RBA; 3. RBRY R4A; A CAA, RSC;5.CXPTRX C6. R4A, seguido de R5R, 6D y TAD, ga nando. Si en esta variante, en lugar de 8, R4A, las negras jugaran el rey a otra parte, seguiria 4. R4A, R3A; 5. COR, y se habria ganado 1 tiempo, que es lo que se busca. 2. R2A, RBA No servitia 2. ....., R8R; por 2.R3R RAR; 4 RGA, RIR: 5. C8D, ete. Ni tampoco seria bueno 36 2. essa RIA; por 8. R2B!, RIK; 4 H3R!, RIK; 5. RBA, etestera. 3. R2R! ASCH $i3,...R4A; 4 ROA, ROR; 5. CBD, eteétera Si 3... RBR; 4 R3R, R2R; 5. RIA, ROR: 6. CBD, eteétera. Si 3. .....,R2R; 4, R3A, BBR; 5. C3D, etcetera, 4, BBR, AA; 5. R4A Y se ha legado a la misma posi- cién, correspondiendo jugar a las negtes, que por esta causa no puc- den evitar Ia entrada del rey ene- migo 0, en su defecto, la entrega del caballo por el pedn de 3D. UNA PARTIDA EXCELENTE ‘Terminaremos esta primera par- te del estudio sobre Ia eficacia res- ppectiva del caballo y él alfil en los finales, con el ejemplo de un nuevo caso en que el eaballo es superior al alfil, a pesar de no haber peones trabados ni un alfil inmovilizado, Sélo existe un pedn central débil y tun caballo que domina los euadros negros, por Jos cuales nunca podré ejercer fiscalizacién el alfil, que, al no contar con Ia ayuda de su com- pafiero, s6lo puede vulnerar la mi- tad de las casillas del tablero SECU! pe ore MAREINES 1, P4D, C3AR; 2 C3AR, P3R; 3. PAAD, PAD; 4 ASC, CD2D; 5. PSR, 'A2R; 6 C3A, O—O; LDIA PAA E PAXPPAXEL 4 x CXP,CXP; 10. AXA, DX Aj 1.CX GPX G12 A8D,D5C+; D2D,C4A; 14 ASC,Dx D4: 16. RX D, PITD; 16. A3D, ASR; 11. TRIAD, TRIA; 18. T2A, CX 4:19. RYE TXT; 20.RXT TIA4; 21, R2D,R1A; 22, TIAD, TXT, RXT, RIB; 24 RIA, R3D; 2. RBA AZD [ROBERTO G. GRAU Esta es la posicidn que nos inte- resa realmente. La partida, hasta este momento, ha sido excelente y valiosa por los detalles técnicos del planteo. Las blaneas han logrado i- jer el peén aislado, y, de acuerdo con el clésico principio de Capa- blanca sobre la simplificacién, han cambiado todas las piezas accesorias de la lucha, para reducit ésta a las que ofrecen desniveles, El caballo es superior al alfil en esta posicién, por su mayor movilidad y por el hecho de que el alfil estara obstrui- do en su propia aecién por el ped de 4D. Ahora, la necesidad de, apo- yar a exe pedn lo convertiré paula- tinamente en un alfil malo, ¥ Ja par rilisis ira minando el juego negro. 26. C3A Para darle el cuadro 4D al rey; 26... PSA Si R4A soguiria 27. CSR, ASR; 28. C3D +, R3D; 29. RAD. 27, RAD, A4C; 28, C2D, PCD Es necesario tomar los saltos al caballo, especialmente los cuadras nnegros, va que los blancos estén fis- ccalizacos por el alfil. Asimismo hay que quiter la casilla 3AD al roy, pero todo esto serd imitil, a pesar de a notable defensa de las negras VTRATADO GENERAL DE ATEDREZ aT 99, PATR, P4TR; 30. P3CD, ABA; 31. C1A, R3R; 3 CSC, P3C;93. PAA! sta jugada tiende a fijar al rey negro en 3R, pata impedir POA ‘Asimismo Ja movida del texto obliga 4 jugar ALR, para apoyar el PTR. Poco a poco se va trabando el juego ‘negro. 33. AIR; 34, P37, A2A; 35 PAC, ALR; 98. RID! ‘DETALLE TACTICO FUNDAMENTAL Notable movimiento que encierra tuna sutileza. Fernandez Coria quie- ze jugar P4TD, pero para que ello ‘sea posible necesita que el alfil sal- ga de esa diagonal y esta retirada fiende a eso, Como las negras no pueden jugar P4AR por lo gra- ve que seria que el blanco colo cara su caballo en 5R por via 2R y 3A, y tampoco mover el rey a 3D por la grave amenaza P5 AR segui- do, si PACK, de PXP y PAR, el tiempo se gana matematicamente. 86. ....., ASC; 37. RBA, ALR; 38, RD! ¥ con esto termina una impor- fante escena del final. Ahora deben Jugar las negras y no pueden mover fl rey, por la variante antes men- clonada, 38......,A2A;39, PAT, PAT Unica. No puede permitirse PS, gue guitaria el peén de 3C y daria al blanco el fuerte acceso hacie los eones rivales por via 5AD. 40. P5C. Pate aanar en tos finales de eaba- To coat eee Ter peones en ambos flancos. Por ‘a jugad que a Ta ver reduce I al facial! tdversario a'un papel muy es mejor que PX P. 40. 2... ATR; 41. PBA+! Y ahora se ha vinculado a la par- tida el tema de Ja entrega del peén Jateral, para desunir los peones ene- migos. Como se recordaré, a partic de la posicién del texto, este final lo dimos como ejemplo, en su oportu- nidad, de aquel tema, en el tercer tomo. Por eo no haremos ms eo- mentarios, Se gana matematicamen- te por agotamiento de jugadas de las negras. 41. ....., BBD; 42, PAR AZA. Sia, .....PX PRM. CX P+, R2R; 44 R5D, Px P: 45. CBD, A2D; 46.P3CLA3R+; 47. RGA, AGC; 48. CBA-+, ganando. 43, PX PD, R2R; 4. PX P, AXP: 45. C4R, AGA; 46. POD +, RIK; 4. PID, RXP, 8 CKP4, RRA, 49, C54, RIC; 50. RBA, ‘ASC: 51, R4D, ABD, 52. C3A, A5C: 53. R5R, R2A; 54 CHD +, R2C; 55. C3R, ATR; 56. RAD! R2A; 57. RBA, R3D; 68. R2D, v ‘ganan, Mis adelante seguiremos esti- diando este tema, con nuevos ejem- plos pera poder deducir y sacar prineipios generates. I —Bl alfil es superior en as po- jones de peones méviles El tema que estamos eonsiderando tiene vital importancia para la prée- tica del ajedrez. La lucha de eaballo contra alfil, o viceversa, en los fina- les de partidas, es muy comin, ya que después de los finales de torres ¥ peones, que en realidad son los mis frecuentes en el juego y res- ponden # una estrategia especial, de Ja que ya nos ocuparemos, es el tipo de lucha més familiar para el afi- clonado. 38 ROBERTO G, GRAU Es evidente que estos temas de- ben interesar mas al jugador de al- ‘guna experiencia y habilidad. Gene- Falmente el ajedrecista bisofio no ogra arribar a los finales en sus partidas, y euando juegan entre si Gos de ellos, las luchas se desequili- brardn en, el medio juego de manera decisiva, ¥ preeisarnente los finales, la estrategia del prefinal que aho- ra nos ocupa, es la'de aquellas posi- ciones en las que hay un equilibrio de material absoluto. Queremos mostrar eémo la igualdad de mate rial, y aun de espacio, no basta para poder afirmar que una posicién es pareja, aun cuando aparentemente no existan desniveles. Los cabsllos valen menos que los alfiles, dijimos anteriormente, Esta- Dlecinios hasta un atrevido céleulo de aumento potencial del valor de Jos alfiles, cuando existen ambos en aceién. Dijimos que en las posiciones abiertas, con pocos peones, un alfil es mucho mas fuerte que un caballo, Y esto es fécil de comprender para quien cologue un alfil solo en un ta- Blero, en una de las posiciones cen- trales. Péngase, por ejemplo, un al- fil en 4R, y se vera que esta pieza domina 13 casillas: slete de la gran Giagonal y seis de la otra. En cam- io, se observaré que el eaballo nun- a puede dominar més de ocho casi- Tas. Péngase Iuego al alfil en Ta peor casilla que pueda ocupar, que es cualquiera de los angulos 1C 0 2°T de cada esquina del tablero, y se vera que actiia sobre siete cuadros. Higase Io propio con un caballo, ¥ se verd que sélo domina dos, LO QUE DESNIVELA TODA 'TEORIA PURA Esto quiere decir que existe una razén matemética para que el alfil sea tedricamente mejor. Pero como en ajedrez, para luchar, es necesario que existan otras piezas, resulta que de la posicin de éstas, especial- mente de la situacién que tengan los peones de cada bando, depende que las piezas puedan hacer uso de esa movilidad. El caballo, para ser mas efieaz que el alfil, necesita de la existencia de otras piezas dispues- tas de especial manere, pero, por suerte para él, muy frecuentemente colocadias de modo favorable a sus planes, También se podria argumen- iar, para mostrar la superioridad del alfil, que esa pieza puede copar, por sus propios medias, a un caballo y un caballo nunca a un alfil. Por ejemplo, un caballo en cualquier casilla de Ia banda del tablero esta- A siempre copado por un alfil ene- migo que se coloque frente a él, de- jando dos casillas libres por medio (Gi el caballo esta en 1R, el alfil en 4R; si el caballo esté en 7TR, el alfil en TR, etcétera) LA DEBILIDAD DEL ADVERSARIO COMO RECURSO PROPIO Pero ya sabemos que en la ma- yyoria de las partidas hay peones de ambos bandos en juego, permanen- temente, y de la situacion que éstos ‘ocupen depende que sea verdad 0 zo lo manifestado, ya que son estas , y 6s un inconveniente tactico que obliga a jugar eon mayor cau tela atin, se , R3D; 31 Pac, PAC! 2 ROBERTO 6. GRAU Para tomar Ja casilla 44 al rey enemigo. 32, P4A, P3T; 33, RBA, RIR; 34 RBC! IMPORTANCIA DE PEQUEROS PROBLEMAS TACTICOS EL segundo y mis grave problema tactico a resolver. El negro ha ju- gedo con gran légica y ha dispuesto sus peones de manera que el rey Blanco no conjugue su aceién con el caballo, Le ha cerrado el. acceso a 4A y es necesario obligar a que sean las negras les que deban jugar PXP. ,Cémo hacerlo? Meditese y se vera que las blaneas pueden co- ocar tres piezas sobre el peén de 4CR enemigo: el pein alfil rey, que ya esta en 4A, el de TR, desde 47, y el caballo desde 3AR. Esta presion debe obligar a simplificar, ¥ esto facilitaré la marcha del rey. ‘Técticamente est, pues, resuelto el segundo problema, ‘Veamos eémo: 34. ....., RSD; 35, PAT, R2R; 36. C3D, A2D; 87. C1R, PXPAL YY Jas blancas ganaron la pequefia aialla entablada en el ala del rey, que en realidad es una escaramuza de gran importancia para definir la Jucha en el ala de la dama. Si ST... R2A; 38. CSA, RSC; 39. PXP, seguido, después de la simplitcactén, de C5N- con jaque oble, 3%. RXP, ALR; 39. C3D, A2D Necesario para poder fra 1A y apoyar el peén torre. Se observa asi la pobre accién del alfl, que es- té a meted del caballo blanco, 40. ROA COMO SE GANA UN TIEMPO Las blaneas quieren ganar un tiempo, es decir, egar a esia misma posicién correspondiendole jugar al negro, y lo logran mediante el pro- cedimiento tipico de volver con el rey a la misma posicién, en un nie mero impar de jugadas, Si ahora 40. P5C, seguiria PAT y la victoria seria dificil, porque si 41. PP, RXP} 42. C5R05A,ALRo1A, y. las blancas, al tener que jugar, pierden su notable posicion actual. Como sabemos que el caballo no sirve para ganar tiempos, habra de lograrse es0 con el rey. | 40. 4 41, RBC, AD RGA AL Y ahora juegan las negras, 42. ny R2AG43.P5CR!PTXP + Si 43. ....., PAT; 44 RSC! R2C (no 44’... PX P; por C5R+4, seguide de Cx Ay Px P; nid4. 2... A5C; por 4, PP, ser guido de C5); 45.P x P+, RXP; 48. C5A, ALA; 41. R4A, y ahora | | deben jugar las negras, que pierden, por esfar en un absolatoczugewang», 4. PXP, RSC; 43, PXP, RX 46. CBR} TRATADO GENERAL DE ATEDREZ 8 a 5A, porque hace falta que a nihino tone i caila 4H, que ford el tiempo de que el rey blanco Gispondré para ganar el final 46.00-+ ALR; 47, RAC, RIK inicia el replfegue del rey nono, en derrota, gue permite el favanee demoledor del rey blanco. Cambiados los tres peones del ala sey, se ha llegado a la posicién ima- gnada en el comentario de la ju- ada 27°. Ahora el camino del trian- fo es matemitico, 48, ROC, RBR? Esto facilita el desenilace. Pero igualmente se ganaba, si 48. ... A2D, mediante 48. ROC! (nd 49. CX A, por RX C; 50. R6A, R&D; y tabias, porque ias negras ganarfan Ya oposicién), A1R +; 0. RIC, R3R (no 50. ..... A2D; por 51. CX A, seguide de R7 A, ganando la opo: cin y Ta partida); 51. C3R, y se Mega a la misma posicion del texto También ganaria 51, RBA. 49. C3D, A2D; 50. C5A+, R3D; OL XP, AIA; 52. COA, RIA; 8 RGA, AGT; 54. R7R, ABA: $5, C6R+, R2C; 56. RED y las negras abandonaron, TH. —Los caballos son superiores en las posiciones de bloqueo Hemos afirmado que el alfil es mas valioso en las posiciones abier- » Por esta causa algiin aficionado fe Presuntaré a qué ge debe que ise, @© sa afirmacién nos. com- Forsnimes en mostrar posiciones fa- J dablts # la accién de los caballo, Mentgt’s la rez6n, Dijimas que co- Fe ntatiamos oportinamente el tipo Posiciones en que el alfil es mas eficaz; también expresamos que dos alfiles son muy superiores a dos ea- boallos, casi siempre, pues hay posi- ciones de bloqueo absoluto que los anulan, Lo que no hemos dicho es que las posicionés de bloqueo o se- mibloqueo, por Ta accién restrictiva que en la movilidad de las propias piezas ejercen los peones, son més decididamente favorables a Jos ca- ballos que las posiciones abiertas a los alfiles. ALGUNOS DETALLES VALTOSOS DE LA LUCHA DE CABALLO CONTRA ALFIL En las posiciones abiertas Jos al- files y los caballos Iuchan de igual a igual en el méximio de su accion, ¥ como la ventaja del alfil sobre ef ‘caballo esta considerada en medio peén, que no es por cierto mucho, sucede que no es tan claro deter- minar las situaciones decididamente favorables, pues Ta acelin es mas lenta y menos tipiea. En cambio, en Jas posiciones de bloqueo, el caba- lo lucha mantenfendo su accion y si, por ejemplo, se coloca entre das ‘peones adversarios, ataca a los peo- es que sostienen a éstos, Por ejem- plo, un caballo en 5 R, enive un pen rival en 4D y otra ‘en 4AR, que generalmente estén sostenicos por otros peones en CR y 8A D, ataca sus bases de apoyo. Y aun cuando no existiera esto, si lucha contra el alfil dama adversario, éste ser tra- bbado por los peones de 4D y 44 R. Ofrecen asi un desnivel favorable mayor aquellas ‘posiciones en las que el caballo domina. La Tucha del alfil en posiciones abiertes es més sutil y mucho menos simple de atra- par, para darle unidad al tema; pe- To, a pesar de esto, lo intentaremos, para tratar de agotar este problema de vital importancia para los ajedre- cistas, ya que alrededor de él gira ” ‘ROBERTO G. GRAU gan parte dela estrategia del aje- rez y del secreto de la buena o mala simplificacion, IMPORTANCIA DE UN DETALLE TACTICO Antes de seguir adelante mostra- remos una posiciin de final com- puesto en la que se observa eémo el caballo puede competir también en algunas posiciones de juego abi to contra el alfil, y cdnio es de difi- cil el buen manéjo de estas piezas. Es ésta una posiciin muy simple en aparfencia, Es difiel eonstruir un final bonito como éste, con tan po- cas piezas, Veremos ¢6mo el caballo logra apoyar al poén de 61 para permitir que se eorone, copindole dos saltos al elfil rival, Pero como el alfil es muy gil, para lograr do- minar a esta pieza debe el caballo hhacer uso del recurso que nace de un oportuno jaque al rey enemigo, que en cierto. momento permitira ganar un tiempo con el caballo, iCémo se resuelve el final? De paso haremos el tipo de razonamien- to que debe seguir el jugador prin- cipiante, Es evidente que se debe evitar que el alfil negro vaya a 5D, pues el caballo no podria desalojarlo nunca de Ja gran diagonal. Agreguemos ahora otra reflexion para no navegar a ciegas, :En qué punto podria estar el caballo para que dispusiera de més probabllida- des de ganar un tiempo mediante Jaques al rey enemigo, una vez que el alfil se mueva? Pues, en 6R, don- de no sélo impide ASD, sino que amenaza cambiar répidamente de posicién mediante CSAD+ 0 C4D, segtin el sitio a que vaya el alfil rival. La primera jugeda es, pues, 1 CGR, Bl negro, para poder de- tener al pe6n adversario, debe jugar o ABR OASTR 0 AGC. Si va a 8R 0 STR observamos que es necesario evitar que luego se eoloque en §AD 0 3AR, sogin los casos, ¥ advertimos también que un caballo desde 4 R toma todos esos saltos, Entonces hay que seguir con 2. CBAD +1, R se mueve; 3. C4R!, Y¥ no ¢s posible evitar la entrada del pe6n, pues el alfil esta semicopado ¥ necesita, por lo menos, tres jue adas para meterse en la gran dia- gonal. Si, en cambio, 1. ....., ABC; se hace necesario evitar A4R; para ograr esto se hace uso del otto j que, 0 sea 2. C4D-+, R se mucve; 3. C3A, y también se logra tomar todas las vias de répido acceso a la gran diagonal del alfil adversario. Pero, como hemos dicho, este final es una excepeidn, pues de no haber mediado el accidente favorable de la posicién del rey negro, que permi- te hallar esos jaques intermedios y salvadores, no se habria logrado co- ronar al pe6n torre. Volvamos ahora Tas verdaderas posiciones en que el caballo es favorable, sin mediar accidentes técticos, pués éstos ‘son detalles, y lo que a nosotros nos preocupa es mostrar situaciones es- tratégicas donde no radique el re- sultado en azares dificiles de preci- sar en un curso racional, Hemos mastrado el ejemplo, mas por lo bonito que por lo préctieo. TTRATADO GENERAL DE AJEDREZ 6 (0 LE GANO _BOGOLJUBOW oa ‘A GILG feamos ahora una posicién a la ue ilegaron Bogoljubow y Gig, en torneo de Carlsbad de 19289 ‘A esta posicién se legs después de la jugada 26° de las blaneas. Evi- dentemente las negras estén perdi- das, de acuerdo con nuestra expe- criencia, El alfil que poseen hace las vveces de un peén y no puede corn- Petir con el caballo, por tratarse de tuna posielin de blogue, donde Ja ‘celén de estas piezas tanto se des- niivela, Para que en una posicién de este tipo no exista este peligro, debe Poseerse el alfil que actiia én las asillas de color diferente a las que estén ocupadas por los peones. Si, or ejemplo, este alfil en lugar de estar en 2AR estuviera en 27D, habria siempre el recurso de eli: minar el poderoso caballo de 4D, ‘que ahora desarrolla una accion de- cisiva. La partida siguié ast %. ....., RIC; 217. PXP, PRX P; 8. T5A, DIR; 29, PATD EL PUNTO DE COINCIDENCIA DE LAS PIEZAS. Aprovecharemos la oportunidad para recordar un tema muy impor- tante que hemos estudiado, y que ahora se vincula. De la buena com- prensién del mismo surge la teoria del plan. {Cul es el sitio en que coincide la accién de todas las pie- as blancas? Es fécil verlo: la easilla de3 AD de las negras, que osté ata- cada por el caballo, las dos torres y Ja data, Esté vulnerada por euatro plezas y puede ser presionada por otra mis: el peén desde 5CD. Sa bemos, pues, que el punto critico de Ja partida es el punto 6 AD, y hacia 41 convergiran todas las fuerzas Dblaneas. Como Tas negras tienen des- ventaja en espacio (menor terreno donde aceionar eon sus fuerzas), han de hallar dificultades para defen- derse. Tenemos, pues, la idea estra- tégica de Ia partida, por cuanto ¢o- nocemos la teoria'del punto de coincidencia de las piezas, y hacia 1 va Bogoljubow. 29. ....., ABR; 30. PBC, PTX P En estos casos, siempre, casi sin ninguna excepeién, se debe cambiar uno de los peones, pues, si no, Iuego de PX PA de las blancas, quedaria otto peén débil en 87D, muy dificil de defender. ¥ es prudente achicar Jas preoeupaciones, especialmente cuando se esté inferior y no pue- den distraerse efectivos. 3L PX P, PATR; 32 PX PPX P; 33. CBC! ¥ ahora el caballo, mediante un detalle tictico (Ia imposibilidad de ser capturado), mejora su situacién, pues va en busca de una calidad enemiga. Pero no era preciso esto para ganar. 3B. ....., T2D; 34 COD, TX C; 35. PX'T, A2D; 36. TSTD, DBR; 37. DSA, R37; 38, T7T, TICD; 39, P3TR, TAC; 40. DAD, y las negras abandonaron. 48 ROBERTO G, GRAV UN BJEMPLO FAMOSO Veremos ahora, para poner fin al tema de la lucha del caballo contra clalfil en posiciones estratégicamen- te favorables para el primero, un ejemplo extraordinario, que mere- ib calificativos especiales del doc- tor Emanuel Lasker. Se trata de la valiosa partida que gan6 Bogolju- bow contra Romenovski, en el tor- neo de Mosci de 1925, Fué asf: [BEANEAS: NOGOLJUBOW. NEORAS: ROMANOVSKE 1.C3AR,C3AR;2, P4AD,P4D; 3. PXP,'CXP; 4. PAD, P3CR; 5. P4R, C3AD; 6 CIA, A2C; 7, PaTR A esta jugeda, el doctor Lasker hace el siguiente comentario: «Los alfiles son, cuando Tas lineas se abren, més fuertes que los caballos Y¥ deben estar asegurados contra los cambios. Por eso, las blancas juegan P3TR, que tiende a seguir con ASR, apoyendo el centro, sin el riesgo de C5 CR seguido de C x A». ‘Ademis —agregamos nosotros—, es- ta jugada impide ASCR de las ne- gras, en su oportunidad, y anula la posible accion ofensiva de ese alfil, gue al clavar el caballo de 3 AR ac- cionaré sobre el pedn de 4D que éste defiende. 1. .-..4, O—0; 8, ABR, P3AD; 9. D2D, T1R; 10, A3D, CD2D Las blancas dominan el centro — agrega Lasker— pero las negras amenazan simplificar el juego me- diante P4R, La fuerza del contro Blanco consiste en la influencia que tiene en la accién de las piezas ene- migas, La jugada P4R de las negras Jo liberarfa y las blaneas deben ape- lar a un recurso estratégico heroico Pata evitar no s6lo que entre a ac- tuar la torre adversaria, sino que su peén de 4R sea luego un tema de ataque para él negro. 1. PSR! Avanee attevido, ya que todo avance de pedn central que no esté provocado por otto peén debilita los eones. En este ‘caso eso se acentiia por la situacién del peén dama, pero si se observa que las negras no tie- nen otra retirada para su caballo que el cuadro 4D, se verd que me- Giante el cambio de peones desapa- zece Ja gravedad de esa debilidad. UU, ..... C4D; 12. CXC, PXC; 13, 0-0, P3AR Ahora las negras hacen del peén de 5 R avanzado un tema de ataque. ‘Tres piezas gravitan sobre él, y si Jas blancas jugaran P x P, seguiria ‘PX P, con equilibrio casi absolute. Pero Bogoljubow ha previsto esto y a Ja vez que parece ceder al plan adversario, se crea una casilla fuer- te en 4D. M AGTR PXP No A1T por P6R seguido de A5CD. 1. AXA, RXA Las blancas han cambiado su peor alfil, el que actuaba en casillas del mismo color que la que ocupa el peén propio mas avanzado, y han eliminado, en cambio, el mejor al- fil de su rival, Ahora comenzaré la lucha estratégica que @ nosotros nos interesa, 16. PXP EL DUELO ESTRATEGICO DE DOS CABALLOS La lucha entra en su faz critica, Las blancas estén mejor por Ia ac- cidn que ejetee el peén de 5R, que fiscaliza las casillas negras. El ca- yhallo blaneo amenaza entrar en 4D y colaborar en su aecién, y si se lo- ‘TRATADO GENERAL DE AJEDREZ aT ambiar todas las piezas y eee al eaballo contra él Ter neato, se ganaria por la pre uderancia que en Ja lucha adqule- eae ae ne ne © fos alles, en este caso, no pue~ den fiscalizar. 16. ...--, C4A; 17. C4D, C3R Romanovski trata de cambiar los caballos, pues en un final de alfiles, ai len las blaneas sequirian algo ‘mejor, porque su alfil esté mejor Goloeade, probablemento no podrian ganar, especialmente por la fuerza que podria tener el pedn libre que Tas negras poseen en 4D. 18. C2R! Como es natural, Tas blancas con- servan el caballo, pues lo que desean € cambiar su alfil por el caballo adversarfo, quo es la tniea pieza que les impediré dominar el punto 4D. 18. ......, TIAR; 19. P4A, D3C+; 20. R2T, CBD; 21. C3AD EL CABALLO SIGUE HUYENDO. Las blancas prosiguen eludiendo el cambio de los caballos, en el que ibria caido anteriormente més de Un ajedrecista experimentado, por- gue tienen plena conciencia de la gran fuerza de esta pleza para el blaneo, en una posicién de este tipo, en la que hay un punto fuerte a do- minar y se hallan debilitadas les casillas’ negras por la desaparicién de los alfiles de ese color y estar los fpeones centrales més avanzados en. cuadros Blancos. 21, ws.) P8R; 22 TD1D, C44; 23. AXC Las blancas, por fin, han podido extirpar la tinica amenaza enemiga que podria diseutir la posicién de jas casillas negras a su caballo, que se colocara decisivamente en 4D. TX A; 24 C2R, A2D; C4D, T2A; 26. PATR! Ahora comienza el debilitamiento del flanco rey enemigo, por quella ee ‘yez blocueado el centro, debe ata- arse en los flancos, Fsto se basa en Frodticaltad que exible para que quien tiene desventaja en espacio en ese sector pueda llevar las piczas de una ala a la otra. 26. TDLAR;2.T3A, RUT; 28. TD1AD, D1D; 22. R3C! El rey, al apoyar el pein de 4A, permitiri gue ia dama blanca pueda Gistraerse en otros menesteres mu- cho més valiosos, como es el domi- nnio de la columna alfil dama, punto descuidado por el negro en su apre- surada aceién del flanco rey. . D1C; 90, D&C, T1C; 31. D6D, DIR Si 31. ....., DXD; 32. PXD, T1D;33.T7A, ALR: 34 TRIAD, TXB; 3. TXT AXT 96 TTA, seguido de TX BCD, etoétera. 32, TTA, ALA; 33. TXT, DXT esa Din G@ TIART ROBERTO G, GRAU A, T2C; Scr La lucha de caballo contra alfil resulta en esta partida muy intere- sante. Malo habria sido 38. . D1D; por 89%. D6D, y si DXD: 49. PX D, R2C; 41. CBT, seguide de CBC; ganando el alfil, Si por ejemplo, en vez de 28. .....,D2A; ola variante 38. .....,D1D; siguie- ra $8. .....,D10; 39. DTR. D2C; 40. D8D +, D1C; 41, C8R, ganan- do igualmente el alfil. Ese pobre alfil inutilizado por sus peones. 39. CX PD, A2D; 40. COA, AZ A; 41 D6D, PATR; 42. R3T, R2C; 43. PACR, AGA El alfil negro entré a jugar a costa de un peén, pero a pesar de esto no puede competir con la formidable resin que ejerce el indesalojable caballo blanco, de 6A R, que précti- camente inutiliza la defensa negra, 44.P XP, PX P;45.D3C, ASC 4; 4.0K A SB ELIMINO AL CABALLO, PERO A DEMASIADO PRECIO Las negras, ante la doble amenaza de Dx A,ode D7T-+, seguido de DXDyC XPT, han preferido He- gar al final eon dos peones menos, Bero con damas, que siempre olre- cen probabilidades de un jaque per- petuo, 6. ...., PX C47. RXP, ROT; 4. D8D, RIT De nada serviria D4A+, por RSC amenazando DSC+ 0 D6A+, sequido de D X PR, segin a donde fuera la dama negra, 49.D6A,D1C+4;50,D5C,DLAD; 51 PST, D3A; 52 DEC}, R1 53. RSC, y las negras abandonaron, Una partida instructiva que cie- ra de excelente manera la serie de ejemplos que hemos dado para mos- trar hasta qué punto es valioso el caballo como elemento estratégico en las posiciones cerradas. En el pré- ximo pardgrafo estudiaremos aque- las posiciones tipicas en las que es mucho més fuerte el alfil. Para terminar con esto repetire- mos lo que expresa Tarrasch en , No tienen ninguna jugada buena, ya que la mejor po- sicién de resistencia es la actual, y neeesariamente Getven mover aigo. Si suegan 3i. RIA, sigue P7T; 32. RIC, | ‘TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 1737; con la amenaza P8T-+, es silando con que la torre de 1A esta sobrecargada en la defensa del caballo y en la de la octava tinea, Sil, TSA, sigueT x P.Si3L.T2A, Tx S18. C4D, P7T 4; seguido de TIT y T8T mate, Ahora debe el blanco realizar el sacrificio del peén, pero en peores condiciones. a1 PGR, TX PR; 92, P4C ‘Tampoco puede mover él blanco ahora el caballo, por Ja formidable aceién del alfil, que esté ganando Ja partida s6lo por imperio de tna amenaza, ya que estd obstruida to- talmente su aecién por el caballo. SiC4D, seguitia PTT + y el mis- ‘mo mate mostrado antes. 2.2... DSP IA Si 58. PSC, P74; 34. RIT, TXC!, el tipico sacrificio de cali- dad pera clavar la torre con el al- fil, tema del que nos ocupamos en otro tomo. Contra 35. TXT, segui- ria Tx PA, ganando luego, ya con P3A, como con RIA - 2Ry 2D, eteétera. ‘Marshall, a quien tiene obsesiona- do ese terrible alfil, prefiere ceder integramente la séptima linea a la torre adversaria, con tal de poder jugar con su caballo. at 38, ...., 9D; 34. CTR, TED)TD; 35, COAL, RBA; 96 C47, RAC: 31. CBA, TIC+4; 38, RIA, PIT; 39, P4A'4, RXPA, y las blancas ‘abandomaron. NOTABLE MODELO DE ‘SPIELMANN Para completar un poco este ejem- plo veremes offo en que tambien fue protagonista Marshall (blancas) contra Spielmann (negras). Qbser- varemos e6mo en una posiciin de peones semitrabados, pero en la que el alfil acta por la diagonal buena, también esta pieza es supe- rior al caballo, A esta posicion se ego después de la jugada 36° de Jas negras. Se trata de una lucha tipica de alfil contra caballo, en Ta que existe Ja colaboracién de una torre por bando, Bl alfil esta en su mejor po- sieién, ya que no tropieza con el obstéeulo de ningiin peon propio y toma los saltos posibles y fuertes Gel caballo rival, que no puede colo- carse en 5D ni en 5 AR, sin riesgos de ser eliminado, Acentuan la venta Sa negra la situaeién restringida del pedn de 3D blanco y la escasa mo’ Jidad del caballo, Pero en esta mis- sma posicién si el alfil negro, en lugar 58 ROBERTO ¢, CRAU de estar en 3R estuviera en 3D, tendria Spielmann muchas dificulta- des para empatar. Se ve emo esta de coordinada la fuerza de los alfi- les con Ja situscién de los propios ppeones. La partida siguid asi: 37, T2AD, R8A; 38, P3T, PAC; 39. T3A, R3D; 40. C2A, T2CD; 41 C3R, P5CD LA VENTAJA DE PODER PASAR UN PEON CUANDO HAY ALFILES En este final se aplica un prinei- pio que destacamos al iniciar el andlisis de este tema. Dijimas que Jas alfiles agrandaban su eficiencia cuando habia algin peén libre, o superforidad en algin flanco. Ahora se verd de qué manera cooperara al avance vietorioso del peén caballo dama, {Qué diferente seria la posi- cin si el caballo pudiera ubiearse en los choles» de 5D 0 5AR, sin riesgo de ser eliminado por el vigi- ante alfil! Se observa claramente la enorme fuerze de una configuracién de peones favorable a la accién del alfil. Como que los peones en negro reemplazan al ausente alfil rey. #2. PXP, PX P; 43. T2A, PGC; ‘44.720, R4A Y el segundo acto se inicia, EL monarea negro, amparado en la fal- ta de accién ce las piezas blancas, decide Ta lucha, Una ver mas se prueba Ta eficacia de saber movil zar répidamente al rey en los fina- tes de partida, 45, R2R, RSC; 46. R2D, RET; AURA, T2A 4/48. R1C,T2TR; 49. T2D, PSC! Magnifico, Amparado en que el caballo no puede actuar sobre el punto 4C y ademas apoyar a la torre contra la amenaza T8T +, Spielmann busca una maniobra para dominar Ja séptima linea con su ton are, Si 50, PX P, T8T-4; 51. T1D, TXT+;52 CXT AX P53. C3 A, A2D; 54 PSC, ABA; 55. PAC, ALR) 56, C1D, A4CD; 57, C2A, ‘A3'Ty se llega a una posicién per ecta de «zugewang>, en la que el alfil gana precisamente por esa vir tud que tiene de perder tiempos y en cambio el caballo no. Se trata de una variante muy instructive ‘para el tema que estamos tratando, 50. TID, PXP; 61. PXP, TIF Y como los temas estratégicas siempre se vinculan, las amenazas se transforman, Ahora entra a gra vitar la poderosa accién de la torre en séptima y el acto final del drama se avecina, 82, TLAD, TICD4; 33, R1Ty TTR; 54.C1D,T7D! Si P7C4; 55. CXP, TXG 56. 'T6A, y la victoria seria diffeil 85. RIC, TXP; 58. C3A, PIC? 57. T2A, TED+! Las blaneas abandonaron. Gra- cioso fin de partida, Contra © X'Ty sigue A7'T mate. VL—La ventaja del alfil en las posiciones abiertas Sutilizaremos ahora un poco més el tema de la lucha esiratégica del caballo contra el alfil, tema dificil por la complicacién que surge para establecer principios generales, de- bido a Ja gran mutacién del valor de estas piezas en cada posicién. Hemos visto al caballo imponerse pujantemente en todas aquellas por Siciones donde hay peones trabados, Y especialmente en las que existe un alfil entorpecido por sus propios ‘TRATADO GENERAL DE ATEDREZ 59 jpoones, que necesita esclavizarse en Petjefonsa de los mismos, en lugar Ge recurrir al expediente de domi- Sir las vias de acceso del caballo. “Esta es, en realidad, la ventaja del alfil bueno, Cuando’el alfil actia Sficazmente es cusndo puede evitar que el caballo vulneze os peones Hrediante 1a posesién de los cuadros donde puede colocarse el travieso fequino de madera. Es malo cuando Qebe inmovilizarse en el apoyo de puntos atacados. "Ahora veresnos ejerples puros de finales. Observaremos imo es efi- ‘eaz 0] alfil en posiciones abiertas, Jos recursos a que es necesario ape- Jar para dar acciin a esta pieza ‘cuando la posee retaceada, y Iuego ‘veremos cémo gravita decisivamen- te Ja simple ventaja de un peén en estos finales. UNA OBRA MAESTRA DE FLOR, En el afio 1929, Samuel Flohr, el Joven maestro checoslovaco, era ca- Si desconocido en el mundo. Fue in- vitado a jugar en el torneo de Ro- gaska Slatina (Yugoslavia), y se elasifie) segundo de Rubinstein, quien por iiltima vez ganaba un torneo de gran importaneia, Yuges- lavia presentd su mejor equipo, y en él Ja nueva esperanza de su aje- Grez; Pire, Frente a frente esos dos hombres del futuro, en plena ado- lescencia, triunf Flohr nego de un magnifico final de alfil contra eaba- Wo, y con esa victoria arrebats al Joven yugoslavo la segunda coloca- cién de la prueba y lo relegé al tercer puesto, en compaiiia de Ma- Yocay y Takacs. Sexto legs Prze- Biorka, séptimo Canal, empatando on Griinfeld, y tras ellos nueve fuertes jugadores del centro de Europa, Después de la jugada 40 de tas blances se Llegé a la siguiente posi- cién, en la partida de Pire y Flohr. La posicién es tipica y muy ins tructiva, En realidad se trata de una posicién delicada para el negro, por ser un final en el que hay un punto A6bil en 4D, que puede ser ocupado por el caballo, lo que, al bloquear el juego negro, permitira a Pirc, sino ganar, por lo menos asegurar- se todas les probabilidades de triun- far. El alfil negro poco podria ha- cer, por euanto sus propios peones centrales Te coartan Ja accién, Un jugador adoeenado se habria concretado a defenderse, evitando que el rey blanco lograra coaperat con el caballo, y a buscar de esta manera el empaie; pero Flohr quie- re sacar ventaja de la mejor situa- cién de su rey, que se encuentra en el centro del tablero, y hace uso del recurso que mostramos anterior- mente: el sactificio del peén débil que entorpece 1a movilidad de las propias piezas, Pero antes necesita abrir una via para su Tey. Esto no quiere decir que el final esté absolutamente ganado, pero si que quien debe jugar con cautela es el blanco, y no el negro, como podria suponerse. 4, , PST! 60 [ROBERTO G, GRAU Primera maniobra tipica, Esto tiende a abrir lineas y sobre todo a dar al rey negro um acceso hacia Jos peones blancos, por via 5AD. 41. PAC, PDI! EL SACRIFICIO DEL PEON DEBIL, ‘Magnifico. El negro no puede evi- tar C4D de las blaneas. Si las ne- gras conservan su peén en 4D, el flanco dama blanco serd inaccesi- ble para el rey negro, por obra del pein débil y retrasado de 4D, y Flohr, con un concepto magistral del juego, lo sacrifica para dar accién a su tey ¥ ampliar la zona de ope raciones de su alfil, ®, CXP, RAD; 4. R2C, ASTI; 4 PBA En busca de eompensaciones, Pire, gue no puede impedir que el mo. area negro ataque sus peones de 3T y 4CD, trata de pasar un peon central para asegurarse probabili- dades de victoria. Sin embargo, pa- Fece que ahora pierde sus ‘micas posibilidades de empatar. Debié ju- ger 44. PATRI, RSA; 45. RIA, R6A+; 48. R1B, RTC; 47, RAD, Rx P; 48, PSC! A2C; 49. RBA, con «chances» reejprocas. 44 .....,R5AL 45, PXP,RBAI; 48. C5A, ROC; 47. COD, ABD; 48. PSR, ASC Unica forma de tomar Ja casilla de acceso a dama del peén blaneo. Obsérvese la excelente colocacién del caballo, que, sin embargo, no basta para quitar al alfil, pieza tan gil, sus recursos defensivos, 49. R9A, RX P; 50, PAT, RXP; 51 R4C, POT; 2. PST, AXP Lasblancasabandonan. $153. RXA, P17; 54. POR, P8T (D);55. PTR, DAR 4, seguido de DB, eteétera, Este final ha sido ganado exelus vamente porque la mayor agilid del alfil permitié al rey negro jarse de la zona central, confiado e que aquella pieza se bastaria por sola para contener al pedn enemigo, UNA EXCEPCION EN LAS POSICIONES DE BLOQUEO Antes de estudiar finales con des ventajas de peones, mostrarer tuna Posicién curiosa, en la que, pesat de haber peones trabados rigidos, el alfil es mas valioso qu el caballo, Se trata de un final de partida jugado entre el Dr. Tarraschy con las blancas, y Janovsky, com Jas negras, en la segunda rueda del torneo de San Petersburgo, el de abril de 1914 Se trata de una posicién de se bloqueo, en 12 que sélo hay columna abierta. Hay dos caden de peones absolutamente trabs ¥ por lo tanto completamente ‘as, ¥ el alfil es mejor que el cabs a pesar de correr por casillas d mismo color que sus peones. A qu se debe esto? Pues, simplemente, @ que el caballo no tiene forma de i ‘TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 61 entrar en os jmaportantes puntos dé- piles de 9D y 5 AR, porgue las vias byfaceeso a esos puntos, o sean las (feillas 3CR- 3R-3AD y 4CD, $fran dominadas por los peones ne- SP puntos débiles son realmente aébiles si pueden ser explotados, y Gete 65 un caso en que no sucede Sexi Ademés, el alfil negro esta de- Jante de su cadena de peones y pue- de entrar en el juego enemigo para poder conjugar més tarde su accion Fon le dama, sobre el monarca blan- co, y, por otra parte, le quitard al caballo la casilla 1 A.D, desde donde esa pieza podria dar un punto de ‘apoyo a la dama, para proponer un ‘eambio favorable. 6... ATDS OL TXT, TXT 62 D2T, AGR; 63. RIA, DIC Maniobra tipica cuando se desea apoderarse de una columna abierta. Quien primero logre forzar el cam- bio se queda duefio de ella. 64 TXT, DXT; 6. D2A, DSC! @6. D2T, R3D; 67. R2C, RIAL 68 RIA, R1A; 69. R2C, DER! 0, D2C, DIA4; 7, RIT, ASA Las blancas abandonan. Esto no habria sido postble con el rey en 3D. por D6C-+, con jaque pexpetuo. CONCLUSIONES TECNICAS Hagamos unm paréntesis para e5- tablecer algunos prineipios respecto @ Ja lucha estratégioa de caballo contra alfil en el medio fuego. 1° Los alfiles y caballls tienen un Valor parecido en easi todas las po- Seiones. normales y especialmente cuando se trata de la lucha de un lfil contra un eaballo, 2° Dos alfiles som, en cambio, muy Superiores a dos caballos. 3 En las posiciones méviles de peones y simplificadas, con Kineas y Giagonales abiertas, el alfil es leve- mente superior al caballo. 4? En las posiciones de bloqueo donde hay peones entrelazados. y puntos débiles (choles»), el caballo es levemente superior al alfil euan- do éste se halla en cuadros de dis- {into color que sus peones, y deci- idamente superior cuando el alfil actia restringido en su accién por los propios peones. ‘58 Los caballos, en las posiciones de bloqueo tipo ezigzwangs, son los que traben al alfil enemigo al obli- garlo a defender Ios peones, pero para decidir Ja partida es necesaria Ja cooperacién del rey. Estas luchas ‘se definen, habituelmente, en un simple final de oposicién de los reyes. {9 Los caballos que no pueden ha- lar un sostén en su aceién, general mente no sirven como pieza defen- siva en los finales, por cuanto al ser desalojados dejan sin epoyo al pen defendido, El alfil, en cambio, pede replegarse y persistir en su dominio de un punto, "22 El caballo es 1a ‘mica pieza de ajedrez (sin contar Ios peones) que no puede ganar un tiempo por im- perio de su sola accién. Para volver a una misma posicién necesita tea- Tizar un mimero par de jugadas, y Jos tiempos se ganan con una pieza al colocarla en una posicién ante- ior en nimero impar de jugadas. 8° Cuando hay peones en ambos flaneos en los fineles de reyes y peo- nes, ¥ estos peones no ofrecen desni- vveles en miimero en las respectivas zonas, mejor dicho, tienen una con- formacién casi simétrica, los eaba~ Tlos son superiores a Jos alfiles, por a posibilidad de atacar a los peones, cualquiera que sea le conformacién que pose §9 Los alfiles, en cambio, son muy

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