O ESPIRITUAL • ¿Quiénes son los constructores de paz que Jesús felicita en el Evangelio?
• TENDRA QUE VER LA PAZ
SOCIAL QUE EL HOMBRE ANUNCIA CON LA VERDADERA PAZ DE DIOS??? EL SALVADOR, UN GOBIERNO CON SENTIDO HUMANO • Los constructores de paz son aquellos que hacen de la tierra un lugar donde es bueno vivir, Y NADIE SE QUIERA IR.
• Hay paz cuando, para todos, - no solo
para una elite- hay lo necesario para vivir una vida feliz.
• El shalom, como se dice en hebreo,
engloba la salud, el bienestar, las buenas relaciones en la familia y con los vecinos, la seguridad. •Una nación o país puede estar en paz con otros cuando no toma partido o alianzas destructoras o guerreras contra terceros o el vecindario.
•Tómese nota que de uno en uno,
los habitantes de un determinado lugar o región formamos una Nación. • La paz es una plenitud que borra la angustia de carecer de algo. La paz se hace presente cuando todo está bien, cuando no hay más envidia ni rencor. • El mismo Dios es constructor de paz. Ha creado al mundo y quiere darle la paz. Lo uno no puede existir sin lo otro. PAZ PARA TODO MUNDO • La obra de la paz lleva a término la de la creación. Todo lo que Dios crea es bueno: «Vio Dios que todo era muy bueno» (Génesis 1,31). • Pero las injusticias y las guerras hacen irreconocible esa cualidad de la creación. • De ahí que no puede llenarse la boca alguno diciendo HAY PAZ SOCIAL!!!, siendo cómplice absoluto e incondicional del enfrentamiento entre otros y la consecuente destrucción. • Dios, creador del mundo, está obligado a ser también creador de paz. Dios no se encuentra solo para realizar dicha obra de paz. Entre la muchedumbre que se reúne a su alrededor en el monte para escucharle en cualquier lugar, Jesús reconoce a aquellos que trabajan con Dios por la paz. Dice a propósito de ellos: «Felices los constructores de paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mateo 5,9). PERO LOS FINGIDORES!!! Los constructores de paz forman la familia cercana de Dios, son sus propios hijos. • En la época de Jesús ello quería decir que compartían el mismo oficio. «Lo que ve hacer al padre, el hijo también lo hace del mismo modo» (ver Juan 5,19). • Si alguno cree ser Patrocinador de la Paz Social o Paz de Dios, debe dar primero el ejemplo de mansedumbre, cero propagandas baratas para él y caras para los demás, cero jactancias, arrogancias, populismos, servilismos, orgullo e hipocresías. • Los constructores de paz trabajan con los ojos del corazón fijos en Dios.
El repliegue en la pasividad no ayuda a que
la paz avance. Son imprescindibles las energías creadoras para «vencer el mal por el bien» (Romanos 12,21). • Es cierto que en su libertad los hijos de Dios renuncian a veces a sus derechos: «Al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica déjale también el manto» (Mateo 5, 40).
• Lo contrario surge cuando nos lanzamos
irracionalmente contra los demás o participamos de la maldad e imperialismo de los injustos y opresores. • Los constructores de paz no temen los conflictos. • Pero enfrentan primeramente en ellos mismos sus propios miedos y rebeliones. • Resuelven sus problemas interiores, -los de su casa-, luego urgentemente buscan solución a los problemas de los demás, sin entremeterse estérilmente en lo ajeno. • Y cuando se liberan se atreven a realizar gestos inesperados y valientes que desestabilizan la lógica del enfrentamiento. Cristo nos precede en el camino que pasa a través de una lucha interior (Efesios 2,14- 18). • Para «crear una humanidad nueva y hacer la paz», nunca huyó de las situaciones conflictivas. • Se expuso al odio que terminó clavándolo en la cruz, pero con fundamento divino. • Pero en realidad es Cristo quien vive y el odio está muerto. • En la cruz, en su propia persona «suprimió la enemistad» y «mató al odio». NO MAS ODIO, NO MAS CRIMENES ALGO IRONICO NO MAS CONFUSION!!! • Jesús, humillado y ultrajado, experimentó los sentimientos que todo hombre sufre. «Fue probado en todo como nosotros» (Hebreos 4,15).
• La sed de venganza y el germen de
violencia asaltaron su corazón de hombre. • Pero amando hasta el final, Jesús no cedió y nos ha abierto el camino de la paz.
• ¿Cómo podemos perseverar en la
esperanza de la paz ? El evangelio comienza con una gran esperanza de paz: «Gloria a Dios en lo alto del cielo y paz en la tierra a los hombres que Él ama» (Lucas 2, 14). A partir del nacimiento de Cristo esta promesa resuena en el canto de Gloria. Es verdad que a continuación los evangelios evocan también las grandes pruebas que los pueblos atraviesan, el hambre, el desorden, la guerra, que casi siempre se originan por ambiciones de poder o falso liderazgo promovido por conflictos entre politicos- partidarios. • Pero el inicio del evangelio marca la tónica: Dios no ha enviado a su Hijo para que nada cambie. • Su gloria en el cielo es la paz en la tierra, no importado la vanagloria de los hombres que argumentan ser gestores de Paz enviando súbditos a la guerra. • Incluso en las horas sombrías, el recuerdo de esta promesa es fuente de perseverancia. • Es el deseo de felicidad el que sostiene el esfuerzo humano por la paz. • «Si uno quiere vivir y pasar años prósperos (...) busque la paz y corra tras ella» (1Pedro 3,10-11). • Quien ama la vida está motivado por la paz. Pero esa paz es siempre frágil, es tendencioso siempre se le encarame aunque sea en su último vagón la politiquería, demagogia o ganguerismos de los interesados en falsamente promoverla. • Por eso hay que buscarla con determinación. La paz es como un pájaro temeroso que solamente una infinita paciencia llega a domesticar. • SIGNIFICA CONCRETAMENTE: neutralizar a tiempo el veneno de las palabras hirientes, no detenerse en los malentendidos, desactivar los inicios de conflictos, muy diferente a continuarlos e insitarlos.
• NO AGITAR A OTROS PARA QUE
DESTRUYAN A LOS DEMAS, NI SER COMPLICES DE LA BARBARIE. • En resumen: «cubrir una multitud de pecados» (1Pedro 4,8). • Es el amor el que lo realiza. El amor inventivo y dispuesto a perdonar es infatigable. • Sabe quitar a las faltas y a los pecados lo que puede dañar y destruir la paz.
• Pero este amor no se encuentra, es imposible
hallarlo en aquellos que no se responsabilizan ellos mismos, sino que se enfrascan en atribuirle a otros las culpas de los problemas pasados o presentes y ponen en temor escandalosamente a otros sobre su futuro, maxime cuando temen de sus adversarios, todo por la ambición de liderazgo a toda costa entre sus súbditos y ser idolatrado y venerado en su orgullo. • ¿Pero cómo podemos perseverar cuando la paz no es verdaderamente posible, al menos en lo inmediato? • El apóstol Pablo escribe: «Proponeos hacer el bien que todos aprueban. • En lo posible, de vuestra parte, tened paz con todos» (Romanos 12,17-18). • Pablo insiste en la esperanza de una paz universal, en la cual estará contenida la PAZ SOCIAL PARA TODOS. PAZ SOCIAL DEL MUNDO ENTERO • Pero cuando la paz con todos resulta imposible, no hay razón para estar de brazos caídos. La paz no es un asunto de todo o nada. La paz se empieza en cualquier parte, se prepara para el futuro.
• Para Dios, incluso lo imposible es posible.
Por medio de la oración hay puertas que se abren a lo inesperado. • Orar por la paz es como pedir el pan de cada día: hoy necesitamos pan, hoy necesitamos un poco de paz. En la oración no intentamos mirar lejos en el porvenir, sino que pedimos sencillamente lo que nos hace falta para hoy.
• Pablo termina una de sus cartas con este
saludo: «Que el Señor de la paz os dé siempre y en todo la paz.» (2Tesalonisences 3,16). • En otras ocasiones llama a Dios «el Dios de la paz» y «el Dios de la esperanza» (Romanos 15,33 y 13). • Un cristiano no puede desesperar de la paz, a menos que desespere de Dios. • Porque nuestro Dios mismo es esperanza, es paz. • RECORDEMOS QUE LA PAZ DEL MUNDO ANUNCIADA POR EL MUNDO: NO SIEMPRE ES LA PAZ DE DIOS. • BIEN DICE LA PALABRA: CUANDO TODOS DIGAN QUE HAY PAZ, SEGURIDAD Y TRANQUILIDAD, ENTONCES VENDRA LA DESTRUCCION.