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DE ESTUDIO EN ANTROPOLOGÍA
Sergio López Martínez
María E. Vargas Figueroa
Agradecimiento: Las principales fuentes documentales utilizadas para este artículo ha sido
obtenidas gracias a la lista de antropología Rediris moderada por Jose Luis Molina.
(Departament d'Antropologia social. Universitat Autonoma de Barcelona).
1. INTRODUCCIÓN
Son muchos los estudios y trabajos que se están realizando a nivel antropológico de Internet, y
de muy diversa calidad y profundidad conceptual. Entrar seriamente en todos ellos sería
expandirnos hacia una diversidad de información que no sólo es inmensa, sino que además (lo
que es casi más peligroso) es accesible de forma casi inmediata.
A modo de ejemplo, hoy en día, un websurfer tarda en encontrar una determinada información
aproximadamente 100 veces menos de lo que lo hubiese hecho un documentalista especializado
que trabajase en una empresa editorial tradicional de hace unos 5 años.
Actualmente cualquier portal de tipo medio ofrece la posibilidad o bien de crear páginas web
personales a través de un simple interface o bien de participar en las mismas añadiendo
información mediante determinados programas o scripts (por ejemplo mediante las herramientas
CGI). Si esto lo trasladamos a las ciencias sociales, nos encontramos ante un impresionante
instrumento de comunicación, ya que posibilita la interactividad de cada uno de los usuarios
individuales de Internet con el resto de las personas conectadas a la red.
El resultado es que cualquiera de estos usuarios puede introducir en Internet la información que
desee sin necesidad de tener conocimientos especiales de programación o computación. Las
consecuencias han sido espectaculares: mientras que el número de usuarios en el mundo es de
259 millones de personas, el número de páginas web es una cifra de ocho a diez veces superior.
Dando un paso más, y mirando hacia el futuro de Internet, podemos utilizar algunos datos
relevantes:
Dentro de este entorno, ¿Cual es el papel de un antropólogo como observador y como científico
social?
1. TEORÍA Y PRÁCTICA
Aunque el reto de los antropólogos y en general de los científicos sociales ante esta situación
admite varias líneas de análisis, hay una realidad que debe de quedar clara: podemos aplicar los
conocimientos y estudios tradicionales mientras comenzamos (sólo comenzar) a olvidarnos del
aura de duda y relativismo en la que con frecuencia entra nuestra disciplina, debido a las
dificultades de aplicar un método de investigación científico a las ciencias sociales. Poco a poco
tenemos tenemos la seguridad de disponer de datos completamente inmediatos y fiables, de
estadísticas puntuales y de información depurada sobre la que trabajar. ¿Podremos afirmar que
nuestro trabajo de campo, se volverá mucho más rápido y cómodo?
Aparentemente, además, esta información es accesible de forma gratuita. Este detalle nos puede
dar pie a realizar un pequeño paréntesis. Una de las preguntas más repetidas que nos hacen a los
profesionales de Internet es acerca de la forma de obtener ingresos por parte de las empresas que
se dedican al negocio de la red, ya que ofrecen servicios, cuentas de email, programas, noticias
actualizadas e información de todo tipo de forma gratuita. Nos encontramos además con que
estas empresas gastan importes desorbitados en campañas de marketing, promociones, televisión
o distribución de software, por mencionar sólo algunos aspectos.
Desde luego, no está en el ánimo de este artículo el analizar este tipo de factores, que entrarían
más bien a formar parte de un análisis estratégico de tipo empresarial (como referencia,
podríamos señalar por ejemplo los beneficios potenciales de tener una audiencia cautiva,
facturación a operadores de telefonía, que son en definitiva los que nos cobran los minutos que
estamos conectados a la red, además de otras muchas y variadas fuentes de ingresos). Como
científicos sociales, esto nos afecta más bien por sus consecuencias a posteriori: por ejemplo, el
caso del efecto burbuja que proporciona las subidas descontroladas en bolsa de algunas
compañías dedicadas a la red, y especialmente el cambio de mentalidad que obliga a mantener a
un científico social para re-adaptar sus sistemas de estudio y -utilizando la expresión de Hannerz-
ser capaz de "pensar en redes".(3). No hemos estado nunca antes acostumbrados a que nadie nos
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dé diariamente las noticias sin tener que comprar el periódico, o a que podamos enviar una carta
al otro lado del mundo en unos segundos y sin tener que pagar por el sello; si bien es cierto que
tampoco estábamos acostumbrados a pagar facturas de teléfono tan elevadas o a recibir tanta
publicidad en nuestro buzón. Esto es también una prueba de que ahora, más que nunca, los
científicos sociales nos encontramos ante la necesidad de empatizar con una nueva cultura.
Sin embargo, y como hemos mencionando, la teoría antropológica ha recorrido ya un largo
camino para utilizar sus conocimientos y aplicar sus teorías al estudio de una nueva realidad
social. Podríamos realizar una aproximación a la red desde varios campos, si bien aquí
mencionaremos sólo dos aspectos de este conocimiento, que a nuestro juicio son los que de
forma más fiable nos pueden ayudar a comprender la red. Por un lado, y con el objeto de
comenzar a afrontar este estudio desde un punto de vista práctico, analizaremos Internet desde la
perspectiva del Análisis de Redes sociales. Por otro lado, y con el objeto de plantearnos una
comprensión teórica, nos adentraremos en las similitudes que tiene el estudio de Internet con un
marco teórico evolucionista.
"Los seres humanos están conectados por una compleja red de relaciones que tiene una
existencia real. Una relación social particular entre dos personas existe sólo como parte de una
amplia red en la cual están implicadas muchas otras personas, y es esta red lo que yo considero
objeto de nuestra investigación". (4).
Si esta afirmación hubiese sido realizada en el año 2000 estaríamos a un paso de afirmar que el
autor está hablando de Internet. Y es que Internet encaja casi a la perfección con el modelo de
red social que se utiliza al desarrolar la teoría de redes sociales.
El estudio de Internet lleva varios años siendo abordado por los estudiosos de redes. En términos
generales, hay dos grandes debates recurrentes, centrados en los siguientes planteamientos:
• a) Internet como vehículo de la GLOBALIZACIÓN. ¿El desarrollo de Internet implicará
una nueva era de relaciones humanas o más bien supondrá una amenaza a la comunidad y
a los patrones culturales tradicionales?
• b) Desde el punto de vista de la metodología, ¿Existe paralelismo entre la red Internet
como y las redes formadas en vida real?
Para abordar este estudio, es conveniente analizar la red a través de sus propios componentes, es
decir, los nodos que forman dicha red. Una breve reflexión comparativa sobre de los tipos de
nodos sociales que conforman Internet y las redes tradicionales nos pueden ayudar a comprender
mejor estos dos aspectos.
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2.1.LOS NODOS SOCIALES DE INTERNET Y SUS PARALELISMOS
TRADICIONALES. FORMAS DE COMUNICACIÓN
Una red se estructura a través de nodos. En nuestro estudio, definimos un nodo como un punto
de receptor y/o emisor de una corriente de comunicación.
Proponemos establecer una clasificación de nodos sociales en Internet según el siguiente modelo:
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inmediatos.
EJEMPLO RED REAL: Comunicación personal a través de muestas de ábum de fotos o
fotografías y películas familiares.
4) Nodo Social
El espacio de reunión ya no está elaborado por un solo agente individual que expone su mensaje
a la generalidad, sino que en él participan todos aquellos agentes que quieren aportar algo más al
mensaje.
A la vista de este paralelismo, ¿Cómo podríamos evaluar el estudio de Internet? Desde luego,
aunque no podamos afirmar que Internet sea un símbolo de las redes sociales tradicionales, no
podemos negar en absoluto que su estructura guarda verdaderas similitudes. Es más, sería una
auténtica tentación afirmar que la red Internet refleja, pero de forma mucho más acelerada y
visible, los flujos y estructuras de una red social.
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y acelerada por Internet- puede tener consecuencias negativas, ¡Es porque la propia
comunicación las tiene!
A modo de ejemplo: cuando leemos un artículo en una revista impresa y este nos refiere a citas o
a notas, tenemos que irnos a las últimas páginas para ver dichas fuentes. Además, si queremos
profundizar y leer dichas fuentes, debemos de ir a una biblioteca, obtener el libro e identificar la
cita (haciendo un ejercicio de honestidad, ¿Con qué frecuencia los lectores compulsivos
acudimos sistemáticamente a consultar las citas o referencias de un artículo?). Si esto lo hacemos
en un documento html o similar, leido en un Navegador, podemos ver de forma inmediata las
citas; y si el artículo de referencia está vinculado con un enlace de hipertexto, además obtenemos
de forma inmediata la fuente con un "click de ratón".
Internet nos sirve para realizar un paso similar al de la bicicleta al automóvil, del pozo al agua
corriente, de la pluma de ganso al bolígrafo o del tipómetro a la maquetación por computadora.
Pero el resultado originado suele ser más complejo, ya que lo que se genera es un conjunto de
relaciones que dependen tanto de las redes reales como de las virtuales. Es decir, el análisis
social debe pasar necesariamente por el estudio de la interacción de un tipo de redes con otras.
No se trata de separar redes reales de redes virtuales, sino de unirlas en una red mucho mayor
formada por el conjunto de las dos. Podemos afirmar que las relaciones sociales se construyen
dentro del conjunto de una red de redes. Estudiar Internet como fenómeno aislado rara vez tiene
sentido.
Por otra parte, el rápido crecimiento de Internet sólo nos ha hecho acelerar nuestro planteamiento
en la construcción de dicha red de redes, utilizando la matización de diferenciar cada uno de sus
componentes en función del medio en que se desarrollan. Hace quince años podríamos estar
hablando de esa misma red de redes sociales como el conjunto formado por lo que hemos
llamado redes reales más lo que originaría el uso de redes tales como una red telefónica hablada,
o incluso una red de correo postal. Internet, en realidad, de nuevo, nos está proporcionando la
posibilidad de dar un extraordinario paso cuantitativo, más que cualitativo.
En el caso de Internet, este cambio cuantitativo está evolucionando de forma imparable hacia los
que podríamos llamar un marco social de comunicación perfecta. Haciendo una analogía con la
teoría económica, podríamos asemejarlo a lo que supone una situación de transparencia en
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situación del mercado de competencia perfecta definido por la escuela clásica. El modelo teórico
del darwinismo social desarrollado durante el siglo XIX se ofrece como una alternativa idónea
para referenciar a este fenómeno social.
Internet tiene en esta transparencia un rasgo primordial que le permite afrontar su estudio desde
el marco teórico que mencionamos. Es lo que podríamos denominar también como el hecho de
ser una red social sin fronteras. Como indica Barry Wellman, Internet es un ejemplo extremo de
red sin fronteras. Aquellos usuarios que no estén contentos con un tipo de relación o
comunicación pueden perfectamente escoger otro distinto sin ningún compromiso y además
manteniendo su anonimato si así lo desean.(5).
Ahora bien, hablar de una filosofía darwinista en Internet implica necesariamente realizar una
serie de matices para diferenciar de qué tipo de darwinismo estamos hablando, si es que se puede
llamar así.
En primer lugar, como ya hemos indicado, el estudio de Internet no puede realizarse de forma
aislada, sino integrado en el conjunto de otras redes de tipo social. Puede que este marco lo
podamos situar en Internet, considerado como fenómeno separado, pero no es tan fácil realizarlo
en otro tipo de entorno social (la influencia que está teniendo la implantación de Internet en
comunidades indígenas constituye un importante campo de estudio en bastantes proyectos
actuales de investigación).
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programa de doctorado o maestría en carreras de humanidades, sociales o ciencias de la
información donde se dedique una cierta formación específica o curso completo al estudio de
Internet. De hecho, y salvo error u omisión, no existen cátedras dedicadas a ello. Si alguna
universidad o algún departamento universitario de antropología social desea lograr una ventaja
comparativa con respecto a su calidad de enseñanza y ponerse a la cabeza en poco tiempo, lo
tiene bastante fácil, aunque se trate del centro docente con menos prestigio de su continente. En
definitiva, sólo tenemos que fijarnos en que más de un 80% de los anuncios publicitarios que
recibimos tienen alguna referencia directa o indirecta sobre Internet. ¿Qué clase de enseñantes de
investigadores sociales nos podemos hacer llamar si ni siquiera nos estamos preocupando de
crear un título real dedicado a estudiar en serio este fenómeno?
Por último, en tercer lugar, y retomando un tema ya mencionado en el presente artículo, podemos
hablar de otra característica de la red que nos obliga a matizar el marco evolucionista en que se
desarrolla. Se trata de lo que podríamos denominar como "Altruismo cibernético". Curiosamente,
en la red Internet la palabra mágica para obtener éxito es "GRATIS", algo que, por otra parte, los
grandes portales descubrieron hace ya tiempo. Peter KOLLOCK. se pregunta cómo es posible
que en las comunidades electrónicas se pueda obtener asesoramiento y programas de forma
gratuita mientras que en el mundo "real" esos mismos servicios tengan un precio. Sus respuestas
son:
A la vista de estos aspectos, podemos concluir que, efectivamente, el darwinismo social que se
da en la red parece ser....paradógicamente...altruista.
GLOSARIO
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desarrollarse, probarse y rediseñarse; y con cada encarnación nace una nueva
especificación que puede convertirse en un estándar más, de hecho o regulado. (volver)
NOTAS
• (4) Radcliffe Brown en Hannerz, Ulf. 1980. Explorando la ciudad Madrid FCE.
(volver)
• (5) Wellman, Barry. An electronic Group is Virtually a Social Network. en Ed. Sara
Kiesler Culture of Internet 1997.
http://www.chass.utoronto.ca/~wellman/publications/publications.html.
(volver)
• (6) SMITH, Marc A.; Peter KOLLOCK, 1999. Communities in Cyberspace. London:
Routledge.
(volver)
© Agosto 2000
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