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NIKANOR URIBE ACELAS

MINISTERIO DE ORO

IGLESIA MISIONERA PENTECOSTES TRINITARIA


EL ARCA DE LA SALVACION

Julio de 2006
MOISES
SU VIDA Y MINISTERIO
A mi Señor,
A mi esposa e hijos,
A los Pastores de la Iglesia el Arca de la Salvación
Y a mis hermanos en la fe de nuestro Señor Jesucristo; siervos que lo aman con pasión y que dedican
tiempo de oración por mi vida.
Les amo en Cristo Jesús
Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean
dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen Y
cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares
de Israel.
(Num. 10:35-36)
INDICE

Prefacio ____________________________________________________________________________ 7

1. El nacimiento de un profeta _______________________________________________________ 8

2. Su infancia y cuidado en la corte __________________________________________________ 8

3. El amor por los suyos ____________________________________________________________ 9

4. Su vida como pastor de ovejas ____________________________________________________ 9

5. Su llamado al ministerio __________________________________________________________ 9

6. El respaldo de Dios en Egipto y el Exodo __________________________________________ 10

7. Moisés sus luchas y ministerio como pastor _______________________________________ 10

7.1 Entre la espada y la pared _____________________________________________________ 11

7.2 La falta de agua es una prueba ________________________________________________ 12

7.3 Las murmuraciones son contra Dios ____________________________________________ 13

7.4 De la peña sale un manantial __________________________________________________ 14

7.5 Un ídolo no es superior a quien lo creó __________________________________________ 16

7.6 La codicia, la gula son tumbas _________________________________________________ 18

7.7 La familia también se opone al llamado _________________________________________ 21

7.8 El informe inservible, el informe bueno __________________________________________ 21

7.9 Contra los ministerios hay murmuración _________________________________________ 25

7.10 Señal de respaldo es mostrada ________________________________________________ 28

7.11 La gloria es solo para Dios ____________________________________________________ 29

7.12 La cuña del mismo palo aprieta más ____________________________________________ 30

7.13 El desierto es rudo ___________________________________________________________ 31

7.14 ¿Por qué maldecir al que Dios no maldijo? ______________________________________ 31

7.15 Celo por la obra de Dios ______________________________________________________ 34

8. Dios levanta a quien quiere ______________________________________________________ 36

9. Algunos sucesos importantes para Moisés ________________________________________ 36


Iglesia el Arca de la Salvación

10. Biografía de Moisés ___________________________________________________________ 36

11. Árbol genealógico de Moisés ___________________________________________________ 39

12. Anexos ______________________________________________________________________ 41

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Ministerio de oro

Prefacio

Sal 2.8 “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra”.

Cualquier esfuerzo que hagamos por amor al evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, siempre será
pequeño comparado con la obra grande de Dios, su amor y sus propósitos para con toda la humanidad.

Aunque reconocemos que somos imperfectos, debemos tener siempre presente en nuestras mentes que
lo que hagamos debe ser lo mejor; de corazón dispuesto y sincero, con amor a Dios y a su obra
salvadora, como haciendo siempre lo perfecto para Dios. Igualmente recordar que las obras buenas que
podamos hacer no son nuestras, sino que es la mano del Señor que actúa en nosotros y nos usa como
sus siervos amados para sus propósitos santos.

Por su grande misericordia y longanimidad, el Señor me ha permitido hacer este ensayo con el objetivo
de compartir con mis hermanos la vida de un personaje bíblico del Antiguo testamento, su obra y su
ministerio. Es hoy un ejemplo vivo para mi vida. En la Biblia podemos ver la forma como él le sirvió a
Dios, se trata de Moisés.

No pretendo exaltarlo por que él no fuese nada, sino hubiese sido por el Señor. Sólo que hoy con su
ejemplo y testimonio, nosotros quienes de alguna manera le servimos al Señor, veamos que El
respaldaba y aún respalda a quien le es fiel, a quien le es fiel a su palabra; y es así entonces que con
ese amparo y respaldo también hoy nosotros si somos fieles, podremos decir que vemos como a cara
descubierta la gloria de Dios.

Tal vez en la obra del Señor no hayas pasado por situaciones como las que pasó Moisés con su pueblo;
aún así se presentan muchas luchas y cargas que se deben llevar por amor a la causa de Nuestro
Salvador Jesucristo, pero la palabra de Dios le anima, le motiva y le insta para seguir adelante y con la
mano del Señor puedas desarrollar un verdadero ministerio de oro.

Cuando veas las luchas que este siervo de Dios tuvo con el pueblo que le fue rebelde al Señor, y
seguramente has apreciado como Moisés intercedía por los suyos y como lograba conmover el corazón
del Señor y sólo así obtener respaldo pleno y victoria en su obra como libertador y salvador de un pueblo
que estuvo esclavo por cuatrocientos treinta años en Egipto; Podrás decir entonces que es un ministerio
de oro para tomar como ejemplo de obediencia plena a Dios tu Salvador.

Al final de cada sección vas a encontrarte con unas preguntas. Son para ti. Reflexiona y contéstalas.

A todos mis hermanos que amo en Cristo Jesús, este pequeño trabajo con amor.

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Iglesia el Arca de la Salvación

1. El nacimiento de un profeta

Este es el siervo del Señor: “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que
había sobre la tierra. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños
hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y
claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová”. (Num.12:3-7

Este es el siervo del Señor Ap 15.1-4 1Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que
tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. 2Vi también como un mar
de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su
marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. 3Y cantan el
cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus
obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. 4¿Quién no
te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones
vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.

Este es el siervo que sabía quien era Dios. Ex. 15.1-3 1Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este
cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado
en el mar al caballo y al jinete. 2Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi
Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. 3Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.

M
oisés (Salvado de las aguas). Fue agradable a Dios (Hch. 7:20). El gran líder del pueblo israelita,
era hijo de Amram y Jocabed, de la tribu de Leví (Ex. 6:20; Num. 26:59). Aarón y María eran
hermanos mayores de Moisés (Ex. 2:1; 6:16–20). En el momento de su nacimiento se estaba ejecutando
la orden de Faraón para controlar la población israelita (“Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija
preservad la vida” Ex. 1:22). Pero la madre de Moisés pudo esconderlo por unos tres meses y al no
poder guardar el secreto por más tiempo “tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea”.
En ella colocó al niño y lo expuso “en un carrizal a la orilla del río” (Ex. 2:3).
Había un propósito de Dios para con Moisés desde su nacimiento.
¿Tú puedes decir de corazón Jehová es mi fortaleza y mi cántico?

2. Su infancia y cuidado en la corte

La hija de Faraón lo encontró y decidió criarlo como hijo suyo. Una hermana de Moisés, que presenció la
escena, le propuso a la princesa buscarle una nodriza. Al ser aceptada su oferta buscó a Jocabed, la
madre del niño, que vino así a criarlo.
Moisés “fue enseñado... en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”
(Hch. 7:22).
¿Tú crees que Dios te ha escogido desde tu nacimiento para un propósito grande?

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Ministerio de oro

3. El amor por los suyos

Escogió antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado
(He.11:25). Llegó a pensar “que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya”
(Hch. 7:25-29). Eso le llevó a matar a un egipcio que abusaba de un hebreo. Y al otro día, cuando quiso
mediar entre dos hebreos que disputaban, se dio cuenta de que el crimen que había cometido era ya
cosa pública, por lo cual tuvo que huir de Egipto.
¿Hasta dónde ama a los tuyos y estás dispuesto a ser maltratado por amor a la obra del Señor, por la
causa de Jesucristo?

4. Su vida como pastor de ovejas

Cuando tenía cuarenta años fue a Madián, donde conoció a Jetro y se casó con Séfora, hija de éste, y
se dedicó a cuidar los rebaños de su suegro. Tuvo dos hijos: Gersón y Eliezer (Ex. 2:22; 18:3–4).
Allí pasa cuarenta años en el desierto aprendiendo a pastorear ovejas y ganados. Allí en el desierto se le
cumple la otra mitad de su vida, hasta ese momento de su vida, vive oliendo a boñiga de ovejas y
ganados. Y allí no fue más que un simple pastor de animales; pero estaba en la escuela, en la
preparatoria. Su vida como pastor. Aunque no parece, aquí estaba en los propósitos de Dios.
¿Tú crees que aunque ahora no veas nada del desarrollo de tu ministerio, Dios te tiene olvidado, o no te
va a tener en cuenta?

5. Su llamado al ministerio

Su vida cambió cuando tuvo un encuentro personal con Dios, quien se le apareció en la teofanía1 de la
zarza ardiendo. (Hech. 7:30-33) Enviado a liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto a pesar de sus
excusas, (cuatro en total: limitaciones personales Ex. 3:11, teme la incredulidad de la gente Ex. 4:1, falta
de elocuencia Ex. 4:10, pide que otro líder sea enviado Ex. 4.13) Dios le dio una señal que le serviría
para autenticar su misión frente a los ancianos de Israel. Así, viajó a Egipto, fue recibido por Aarón su
hermano y habló al pueblo israelita, que creyó en él (Ex. 3 y 4).
Si tú tienes limitaciones; por edad, sexo o económicas,
¿Crees que Dios te llama por lo que tienes o no tienes, en cuanto a capacidades físicas o intelectuales?
O ¿te llama por lo que hay dentro de tu corazón y por los propósitos que Él tiene con las almas?

1
TEOFANÍA Término que se utiliza en teología para señalar a las apariciones o manifestaciones visibles de la presencia de Dios.
Generalmente, se prefiere usar esta palabra para aquellas que registra el AT. En muchas de ellas aparece una figura identificada con el nombre
de Ángel de Jehová. En varios pasajes del AT se produce un extraño fenómeno en el cual aparece un ser espiritual llamado con este nombre,
que al hablar o en la narrativa se identifica con Dios mismo. Por ejemplo, el Ángel de Jehová se apareció a Moisés en la zarza (Ex. 3:2), pero
sucede que luego se dice que es Dios quien lo llama “de en medio de la zarza” (Ex. 3:4). Este fenómeno se produce en otros casos, como el
de Agar (Gn. 16:7–14), Abraham y los tres visitantes (Gn. 18:1–33), Abraham en el monte Moríah (Gn. 22:1–18), etcétera. Esta identificación
del Ángel de Jehová con el mismo Jehová conduce a la interpretación, aceptada por la mayoría, de que se trata de una manifestación de Dios
en forma visible o audible al ser humano. Como el papel de revelar a Dios es exclusivo del Señor Jesús (Mt. 11:27; 1 Ti. 6:16), se deduce que
estos casos especiales son apariciones, o teofanía., del Hijo de Dios.

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Iglesia el Arca de la Salvación

6. El respaldo de Dios en Egipto y el Exodo

Tal como Dios le había pronosticado a Moisés, Faraón se negó a dejar ir al pueblo, por lo cual se
produjeron las diez plagas de Egipto. Tras la última de ellas, la muerte de los primogénitos,
concomitante con la celebración de la Pascua, el pueblo logró finalmente salir, llevando consigo plata y
oro que pidieron a los egipcios (Ex. 5 al 12). Faraón se arrepintió luego y persiguió con su ejército a los
israelitas, pero Dios hizo el milagro de abrir el mar Rojo de manera que ellos pasaran en seco; y cuando
los egipcios intentaron hacer lo mismo murieron por las aguas que volvieron a su curso (Ex. 13 al 15).

A partir de ese momento comienza la peregrinación por el desierto, cosa planeada por Dios, quien
quería entrenar al pueblo en su nueva relación con él.

Durante todo ese período, conocido con el nombre del éxodo, Moisés tuvo que ir sufriendo los
problemas de la incredulidad del pueblo y, al mismo tiempo, confirmando su liderazgo sobre él.
Continuamente había quejas de diversa naturaleza. Es a partir de aquí donde quiero hacer énfasis
sobre el desarrollo pleno del ministerio de Moisés y a través de su ejemplo para nosotros, hoy podamos
darnos cuenta que si hemos sido llamados por Dios, Dios mismo estará con nosotros respaldándonos.

Aunque Moisés es protagonista, quiero que veamos desde una buena óptica los comportamientos de los
personajes principales de este ensayo. Como actuó el Señor con Moisés, como actuaba Moisés con el
Señor, como actuó el Señor con el pueblo y como actuaba el pueblo con el Señor y finalmente como
actuaba el pueblo con Moisés y viceversa. Todo esto dependiendo de las circunstancias en las que se
desarrolló la travesía por el desierto.
¿Tú crees que si Dios te ha llamado para hacer su obra El se ha equivocado? O ¿Tú crees que lo que
puedas lograr a favor de los tuyos será por tus méritos?

7. Moisés sus luchas y ministerio como pastor

Encontramos una serie de luchas para Moisés por las diversas quejas del pueblo de Dios; pues Israel
era un pueblo de dura cerviz (Ex. 32:9, 33:3-5, Det. 9:13, 31:27), vemos por su parte como Moisés
intercedía por su pueblo y conmovía el corazón del Señor. Igualmente vemos el amor y la misericordia
de Dios para con sus amados, pues Él no se negaría a su palabra y a la promesa hecha hace muchos
años atrás a su siervo Abraham.

Con todas estas luchas que tuvo Moisés con el pueblo del Señor, es donde creo yo, que él desarrolla un
ministerio de oro. No fue fácil por su puesto, pues salía de una adversidad y ahí mismo se encontraba
con la otra; o bien por comida, o por bebida, o por que los hijos de Israel tenían a Egipto en sus
corazones. La vida allí en el desierto era otra; hay que reconocerlo no era para nada fácil. Solo que
sabemos que la gloria de Dios los acompañaba; pero sin lugar a dudas el pueblo era probado
continuamente, pues Dios mismo quería saber si los suyos andarían en sus leyes o no.

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Ministerio de oro

Analizaremos entonces cada una de las esas luchas que tuvo Moisés. Les he colocado un nombre para
su fácil identificación. Recuerde que es importante para cada uno de los que anhele servir al Señor y
que Él ha llamado como su siervo, que se coloque en los zapatos de Moisés y pueda vivir cada escena
como si estuviera en ese lugar presenciando los actos mismos de contradicciones en el pueblo de Dios,
la firmeza de Moisés por cumplir fielmente con su llamado y la misericordia continua con poder y Gloria
de Dios para consumar la promesa a los suyos

7.1 Entre la espada y la pared

Cuando Faraón persigue el pueblo una vez salen de Egipto. Dios mismo no los llevó para que se
encontraran con los filisteos y desmayaran; sino que los lleva por otro camino, el Señor se quería
glorificar en Faraón por el milagro portentoso que iría a hacer por un lado, y por el otro, el mismo pueblo
de Israel vería la mano poderosa una vez más de quien era el que los sacaba de la tierra de esclavitud.
La palabra dice que el Señor iba delante de ellos y que nunca se apartó de delante del pueblo la
columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. (Ex. 13.17-22) Y luego que Faraón dejó ir al
pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios:
Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18Más hizo Dios que el
pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto
armados.

Ex 14.10-18 10Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los
egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.
11Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el
desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12¿No es esto lo que te
hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los
egipcios, que morir nosotros en el desierto. 13Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la
salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para
siempre los veréis. 14Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 15Entonces Jehová dijo
a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16Y tú alza tu vara, y extiende tu
mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. 17Y he aquí, yo
endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su
ejército, en sus carros y en su caballería; 18y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me
glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

El pueblo se halló entre la espada y la pared; por un lado perseguido por los egipcios y por otro el mar
que no podía cruzar. Desearon mejor morir como esclavos a tener que confiar en la mano de Dios que
los sacaría del antiguo mundo.

Moisés les dice: no tendremos problema yo se quien es el que me llamó, quien es el que nos saca de
aquí ¿por que tenéis temor? Por otro lado el Señor esta listo para mostrase como el Dios de Abraham

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Iglesia el Arca de la Salvación

de Isaac y de Jacob. Y le dice a Moisés: “Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y
entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco” eso es todo.

Aunque el pueblo ya había visto el respaldo de Dios en Moisés estando en Egipto por lo de las señales y
las plagas enviadas, aquí una vez más él logra por la mano de Dios, algo que ninguno otro ser ha
logrado sobre la faz de la tierra… dividir el Mar Rojo.
A la orden de Dios, Moisés alzó su cayado sobre el mar e hizo que un fortísimo viento del este, toda
aquella noche separara las aguas para que la gente pudiera seguir por tierra firme. Solo cuando
estuvieron a salvo del otro lado, las aguas volvieron a fluir, ahogando al ejército egipcio que los
perseguía.

Moisés y su hermana María rompieron a cantar e iniciaron una danza de victoria a la que se sumó todo
el pueblo:
«Cantaré yo a Jehová,
Porque se ha magnificado grandemente (Porque se ha cubierto de gloria);
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Jehová es mi fortaleza y mi cántico.
Ha sido mi salvación. (Ex 15.1-2)

A lo largo de la historia de Israel, esta poderosa liberación en el Mar Rojo se ha visto como el acto
supremo de Dios para salvar a su pueblo, junto con la Pascua, su gran acto de redención de la
esclavitud en Egipto.2
¿Tú crees que si Dios te ha llamado podrá hacer grandes cosas? O ¿Tú estás dentro de esos siervos
que no pueden salir cuando se encuentran entre la espada y la pared?

7.2 La falta de agua es una prueba

Cuando Dios los probó en el desierto de Shur estuvieron tres días sin encontrar agua y murmuraron
contra Moisés. A falta de agua en Mara, Dios mostró un árbol que Moisés echó sobre unas aguas
amargas que habían encontrado, endulzándolas así y pudiendo el pueblo beber Ex. 15:22–27 22E hizo
Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el
desierto sin hallar agua. 23Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran
amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.5 24Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo:
¿Qué hemos de beber? 25Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas,
y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26y dijo: Si oyeres
atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te

2
Mary Batchelor, Abramos La Biblia, electronic ed. (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 2000, c1993).
5
Esto es, Amargura.

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Ministerio de oro

enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. 27Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y
setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.

Entonces el pueblo murmura y le dice a Moisés algo así como: “bueno tenemos tres días sin beber,
¿que vas a hacer por nosotros?” vemos entonces que Moisés inmediatamente clama a Dios. Por su
puesto Dios le da la respuesta.

Allí el Señor los prueba y les da ordenanzas para hacer lo recto ante sus ojos. En el desierto; por la
situación del mismo, es donde más se necesita agua, pero Dios se la retiene por varios días por que
quería conocer la intención de sus corazones.
¿Tú que haces cuando el pueblo tiene sus luchas y viene a ti para pedirte respuesta?, ¿clamas a Dios?

7.3 Las murmuraciones son contra Dios

Luego “toda la congregación... murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto” (Ex. 16:2). Esta vez era
por la falta de comida. Dios contestó dándoles el maná. Ex.16:1-15 1Partió luego de Elim toda la
congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince
días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los hijos
de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3y les decían los hijos de Israel: Ojalá
hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de
carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de
hambre a toda esta multitud. 4Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo;a y el
pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o
no. 5Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día. 6Entonces
dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la
tierra de Egipto, 7y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones
contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8Dijo
también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros;
porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros,
¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová. 9Y dijo Moises a
Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová, porque él ha
oído vuestras murmuraciones 10Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron
hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube 11Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
12Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis
carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. 13Y venida la
tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor
del campamento. 14Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa

a
16.4: Jn. 6.31.

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Iglesia el Arca de la Salvación

menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra 15Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron
unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová
os da para comer.

El pueblo solo llevaba cuarenta y cinco días de su salida de Egipto Y toda la congregación de los hijos
de Israel murmuró por comida contra Moisés y Aarón en el desierto. Sus corazones estaban atrás (en
Egipto) pues se acordaban de la comida que tenían estando esclavos.

Moisés por su parte le recuerda al pueblo que la obra no es del hombre sino que es de Dios, (“En la
tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto; y a la mañana veréis la gloria de Jehová”)
y El es el que alimenta y sostiene a su pueblo. Y que El lo permite así, poniéndole en estrecho a falta de
comida, pues el mismo Señor los quería probar si andarían en sus leyes o no. Aquí vemos la respuesta
de Dios, pues el pan del cielo es la gloria de Jehová.
Si tú le sirves fielmente a Dios las murmuraciones que venga no serán contra ti, sino contra Dios. contra
la obra de Dios.
¿Tú desmayarías cuando el pueblo murmure contra ti, sabiendo tu mismo que no te ha colocado el
hombre sino Dios mismo?

7.4 De la peña sale un manantial

Cuando siguieron por el desierto hasta el monte Horeb, volvieron a quejarse por la falta de agua. Dios
ordenó a Moisés que golpeara una peña, y de allí surgió un manantial que resolvió el problema. Ex.
17:1-7 1Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme
al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2Y
altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué
altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? 3Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra
Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y
a nuestros ganados? 4Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí
a un poco me apedrearán 5Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los
ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 6He aquí que yo
estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el
pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7Y llamó el nombre de aquel lugar
Masah7 y Meriba,8 por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está,
pues, Jehová entre nosotros, o no?a.

Una vez mas el pueblo alterca contra Moisés por agua, pero también el pueblo mismo, ve la respuesta y
respaldo de Dios al clamor de su siervo. Aunque las cosas cada vez se complicarían más, en cuanto a

7
Esto es, Prueba.
8
Esto es, Rencilla.
a
17.1–7: Num. 20.2–13.

--- 14 ---
Ministerio de oro

las relaciones de Moisés con su pueblo, pues vemos que éste le dice a Dios “¿Qué haré con este
pueblo? De aquí a un poco me apedrearán” aún así Dios responde con agua desde la peña, manantial
que sale de la peña en Horeb para todos los que estaban allí e igualmente para sus ganados.
¿Cómo le hablas a Dios cuando el pueblo está pasando una necesidad? ¿Le reclamas por que todo el
pueblo no tiene lo que quisiera tener?

Posteriormente el pueblo se vio atacado por los amalecitas. Moisés subió a un monte desde el cual se
dominaba el espectáculo de la batalla. Moisés mantenía sus manos levantadas hacia el Señor. Aarón y
Hur tuvieron que ayudarle para mantener en alto sus manos, pues cuando eso sucedía, Israel
prevalecía, hasta que por fin Josué deshizo a Amalec y a su pueblo y ganó la batalla.

El Señor le da victoria a Israel cuando el pueblo peleó con Amalec Ex. 17:8-16 8Entonces vino Amalec y
peleó contra Israel en Refidim 13Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. 15Y Moisés
edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi; 3
Mantener las manos levantadas al cielo te puede dar victoria.
¿Tú lo haces?

Después de esto, Moisés recibió la visita de su suegro Jetro, mediante cuyos consejos se formó una
estructura judicial que permitiría que sólo los casos más importantes fueran traídos a Moisés (Ex. 18:1–
27).
¿Recibes los buenos consejos para guiar al pueblo?

Luego el Señor les da los mandamientos y continúa mostrando al pueblo el respaldo que le daba a
Moisés. (Ex. 19:9) Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que
el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las
palabras del pueblo a Jehová.

El mismo pueblo luego que sentía la presencia tremenda de Dios, pide a Moisés que él hable con Dios.
(Ex. 20:18-22) 18Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el
monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19Y dijeron a Moisés: Habla
tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos. 20Y Moisés
respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de
vosotros, para que no pequéis. 21Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad
en la cual estaba Dios. 22Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto
que he hablado desde el cielo con vosotros.
Así el pueblo reconoce otra vez más que Dios estaba con Moisés. (“para que el pueblo oiga mientras yo
hablo contigo, y también para que te crean para siempre”). Igualmente el angel de Jehová es enviado
para que guarde al pueblo por el camino, allí el Señor les da ordenanzas de no ser rebeldes, y Dios
mismo les daría la victoria, si no se inclinaban a otros dioses y si no hacían como los otros pueblos

3
Esto es, Jehová es mi estandarte

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Iglesia el Arca de la Salvación

solían hacer. Sólo así el Señor los bendeciría con el pan y el agua, no tendrían ninguna enfermedad y
les daría la victoria sobre sus enemigos. (Ex. 23:20-33).
Cuando llegaron al monte Sinaí, Dios dio a Moisés sus leyes, especialmente los Diez Mandamientos.

La experiencia de Sinaí fue extraordinaria. Mientras por un lado el monte humeaba y se cubría de
“estruendos... relámpagos... sonido de la bocina… el pueblo temblaba y se ponía de lejos”, etc. Por otro
lado Moisés disfrutaba de una especial comunicación con Dios, tanto que allí antes de volver a subir otra
vez al monte, Moisés levanta un altar al pie de éste. (Ex.24:4).

Luego subieron también con él Aarón y sus hijos, así como setenta ancianos de Israel “y vieron al Dios
de Israel... y comieron y bebieron” (Ex. 24:9–11).

Finalmente Moisés subió solo “y entró... en medio de la nube y estuvo... cuarenta días y cuarenta
noches” Ex. 24:15-18 15Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16Y la gloria de
Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de
en medio de la nube. 17Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre
del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y
estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

Entre las leyes y estatutos que Dios dio a Moisés estaba la orden de construir el tabernáculo y las
ordenanzas sobre las vestiduras sacerdotales, cuyos detalles aparecen descritos en (Ex. 25 al 31).
¿Tú crees que sin entrar en la presencia de Dios, en la nube, podremos obtener victoria para guiar el
mismo pueblo de Dios; en otras palabras, el Señor te respaldaría, si no estás continuamente en su
presencia?

7.5 Un ídolo no es superior a quien lo creó

Sin embargo, al descender del monte, Moisés encontró el espectáculo de que el pueblo se había dado a
la idolatría, construyendo un becerro de oro. Indignado, rompió las piedras que contenían los Diez
Mandamientos, destruyó el ídolo, e intercedió en favor del pueblo para que Dios no lo consumiera. Ex.
32.7-14 7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de
Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un
becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus
dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 9Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que
por cierto es pueblo de dura cerviz. 10Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los
consuma; y de ti yo haré una nación grande. 11Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y
dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto
con gran poder y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó,
para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y
arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a

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Ministerio de oro

los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las
estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por
heredad para siempre. 14Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.
Sin embargo Allí mueren 3000 hombres por el pecado de idolatría. (Ex. 32:28)
El problema aquí ya fue grave. Creo que la palabra misma nos habla claramente. Como primera medida,
la ofensa a Dios mismo; cambiándolo por un ídolo que fabricaron en menos de dos meses durante la
ausencia de Moisés, segundo vemos como Moisés con sus súplicas le recuerda a Dios sus promesas
“Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo” y tercero
por la mortandad de gente que hubo por la idolatría.
Dado estas situaciones adversas y terribles para el pueblo de Dios, no obstante, seguimos resaltando
una vez más el pleno respaldo de Dios para con su siervo, la intercesión de éste ante el Señor en amor
a los suyos e igualmente una vez más el corazón del Señor que es movido a misericordia. (“Jehová se
arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo”)

Algo que llama poderosamente la atención es cuando el Señor le habla a Moisés las siguientes
palabras: Ex. 33:2-4 2y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al
heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo 3(a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio
de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino. 4Y oyendo el pueblo esta
mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos.

Di a los hijos de Israel que eres pueblo de dura cerviz le dice el Señor a Moisés, Por su parte Moisés
levanta el tabernáculo lejos, es decir, fuera del campamento y lo llamó Tabernáculo de Reunión, dice la
Biblia que “cuando salía Moisés e iba al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba y cada cual estaba en
pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo Cuando
Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo,
y Jehová hablaba con Moisés Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del
tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba Y hablaba Jehová a Moisés cara
a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Ex. 33:11)
Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién
enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia
en mis ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino,
para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Y él dijo: Mi
presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no
nos saques de aquí. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino
en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están
sobre la faz de la tierra? Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has
hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. El entonces dijo: Te ruego que me muestres
tu gloria Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de

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Iglesia el Arca de la Salvación

Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que
seré clemente.d

Entonces allí Moisés busca una nueva visión Ex. 34:5-10 5Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí
con él, proclamando el nombre de Jehová. 6Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová!
¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7que
guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo
tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de
los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.a 8Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia
el suelo y adoró. 9Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de
nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos
por tu heredad. 10Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que
no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás
tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.

Luego Moisés subió de nuevo al monte, donde tuvo otra experiencia inefable con Dios y bajó trayendo
dos nuevas tablas de piedra con los Diez Mandamientos. Allí en el monte Sinaí estuvo con Jehová
cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua. Era la segunda vez que Moisés
permanecía este tiempo en la presencia del Señor.
Su rostro brillaba intensamente, después de esas experiencias. El apóstol Pablo explica que el velo que
Moisés puso sobre su cara cuando ésta le brillaba, lo que hacía era indicar la transitoriedad de aquella
gloria (“... la cual había de perecer” (2 Cor. 3:7).
¿Tú crees que Dios respaldaba a Moisés? ¿Tú crees que cuando el pueblo falla a Dios por algo grave;
pero si tú estás en plena comunión con El, puedes lograr conmover el corazón de Dios como lo hizo
Moisés?

Algunos datos curiosos: en el mes tercero de la salida de Egipto llegan a Sinaí. En el segundo año el día
primero del primer mes, Moisés erige el tabernáculo, siete días pasan para la consagración de los
sacerdotes, al octavo día Aarón hace los sacrificios y a los catorce días entre las dos tardes se celebró
la primera pascua (Ex. 19:1; 40:17; Lev. 8:35; 9:1; 9:24 Num. 9:1-5).

7.6 La codicia, la gula son tumbas

La organización del pueblo fue comenzada en Sinaí. Moisés llevó a cabo un censo (de edad de veinte
años arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta.) y puso líderes sobre las tribus,
indicando el orden en que marcharían por el desierto y la forma en que acamparían. Las ordenanzas
acerca de todos los ritos y sacrificios que se realizaban en la adoración en el tabernáculo vinieron

d
33.19: Rom. 9.15.
a
34.6–7: Ex. 20.5–6; Num. 14.18; Dt. 5.9–10; 7.9–10.

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Ministerio de oro

acompañados de una serie de estatutos y leyes que hoy llamaríamos de carácter religioso, civil, penal,
sanitario, etcétera, que representaban una verdadera revolución para la época.

Una vez celebrada la primera pascua los Israelitas salen del Sinaí. (Num. 10:11) Vemos como Moisés es
otro; por un lado en cuanto a la experiencia, destreza, maestría, conocimiento y por el otro el respaldo
del Señor como autoridad para con su pueblo. Lo corroboramos con estos versículos (Num.11:2).

Hay unas las palabras de Moisés, que me llaman poderosamente la atención en Num. 10:35-36
35Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y
huyan de tu presencia los que te aborrecen.b 36Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los
millares de millares de Israel. Era como si a la palabra de Moisés, Dios mismo ejecutara su obra, dando
victoria a la corte de príncipes de Dios al paso por el desierto. De la misma forma, Moisés a estas alturas
de su vida ya había palpado la Gloria de Dios. (Ex. 34:6)

A pesar de estos privilegiados hechos, el pueblo continuaba quejándose y frecuentemente, por distintas
razones. Se quejó a oídos del Señor y ardió su ira, se encendió fuego y consumió uno de los extremos
del campamento. El pueblo tiene que recurrir a Moisés para que éste interceda y el fuego se extinga.
Por si fuera poco la gente extranjera se mezcló con ellos y tuvo un vivo deseo y los hijos de Israel
también volvieron a llorar y dijeron: ¡quien nos diera a comer carne! Aparezca ahora un salvador para
que satisfaga nuestro deseo, pues nuestra alma se seca por este fastidioso maná que ven nuestros ojos.
Se acordaban del pescado que habían comido en Egipto, de los pepinos, los melones, los puerros, las
cebollas y los ajos.

Ahora bien, el pueblo se esparcía cada mañana y recogía el maná que descendía como rocío sobre el
campamento por la noche. Esto quiere decir que mientras los israelitas dormían en la noche, Jehová de
los Ejércitos les estaba preparando la comida para el día siguiente. Los hijos de Israel se cansaron de
esto; por su puesto le pareció mal al Señor y también a Moisés, éste viene al Señor con unas preguntas
bastante retadoras, pero a la vez como pidiendo auxilio, pues realmente el pueblo era bastante duro de
corazón. Ya lo hemos visto y corroborado.
Num 11.11-23 11Y dijo Moisés a Jehová:
 ¿Por qué has hecho mal a tu siervo?
 ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
 12¿Concebí yo a todo este pueblo?
 ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la
tierra de la cual juraste a sus padres?
 13¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos
carne que comamos. 14No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.

b
10.35: Sal. 68.1.

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Iglesia el Arca de la Salvación

15Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que
yo no vea mi mal.
16Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que
son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí
contigo. 17Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y
llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. 18Pero al pueblo dirás: Santificaos para
mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a
comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. 19No

comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20sino hasta un mes entero, hasta
que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio
de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto? 21Entonces dijo
Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y
comerán un mes entero!
 22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten?
 ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?
23Entonces Jehová respondió a Moisés:
 ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová?
Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.

Moisés reunió los setenta varones de los ancianos del pueblo y los hizo estar alrededor del tabernáculo,
Entonces Jehová descendió en la nube y tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo puso en los
setenta. Ellos profetizaron sin cesar. Había dos varones sobre los cuales también reposó el espíritu;
estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el
campamento. Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo:
Señor mío Moisés, impídelos. Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojala todo el pueblo de
Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.

Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de
camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz
de la tierra. (esto es 90 cms) Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo
el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a
lo largo alrededor del campamento. Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese
masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga
muy grande. Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo
codicioso. La ambición, la codicia, lleva a la tumba.
¿Cuántas veces has dicho al Señor no puedo más, es demasiada carga la que tengo? ¿Por qué no me
quitas de este ministerio? ¿Por qué has hecho mal a mi vida?

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Ministerio de oro

Tú ves mal cuando el pueblo de Dios quiere volver al mundo ¿y tú crees que Dios te dará la victoria
cuando tienes que exhortar?

7.7 La familia también se opone al llamado

Después de esta crisis vino otra, cuando “María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer
cusita que había tomado” (Num 12:1-2). En realidad, era una lucha por el liderazgo “¿Solamente por
Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros?” Dios castigó a María con lepra, que
sólo sanó por la intercesión de Moisés. Num. 12:3-8 3Y aquel varón Moisés era muy manso, más que
todos los hombres que había sobre la tierra. 4Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid
vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. 5Entonces Jehová descendió en la columna
de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos. 6Y él les
dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en
sueños hablaré con él. 7No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8Cara a cara hablaré con
él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de
hablar contra mi siervo Moisés?
Querido hermano tenga cuidado de decir esto o aquello como si fuera de parte de Dios. Cuando Dios no
te ha hablado, es peligroso.
¿Tú sabes que debes tener cuidado de no murmurar contra los siervos de Dios? ¿Tú sabes que aunque
tu familia te critique por la obra que haces para Dios, El está allí para respaldarte y que después ellos
vendrán a ti para que ores a favor de ellos?

7.8 El informe inservible, el informe bueno

Conforme a las palabras de Jehová, Moisés envió a doce príncipes de los hijos de Israel desde el
desierto de Parán para que conocieran la tierra de Canaán. Moisés envía pues, espías a reconocer la
tierra. Al regreso, el informe de éstos fue contradictorio. Sólo Josué y Caleb recomendaron que entraran
en Canaán, pero los otros diez espías decían lo contrario. Num 14:1 “Entonces toda la congregación
gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche”. Por la intercesión de Moisés, Dios perdonó al pueblo,
pero decidió no permitir que entraran en Canaán los que habían sido incrédulos.
“Moisés pues había enviado a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: observad la tierra cómo es, y
el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso; cómo es la tierra habitada, si es buena o
mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas; y cómo es el
terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país. Y volvieron
de reconocer la tierra al fin de cuarenta días. Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la
congregación de los hijos de Israel, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les
mostraron el fruto de la tierra. Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos

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Iglesia el Arca de la Salvación

enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que habita
aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de
Anac. Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo
habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y
dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Mas los
varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que
nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra
por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos
en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de
los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”.

Como observamos aquí, aunque ninguno niega que la tierra ciertamente fuese buena, se entregan dos
tipos de informes; uno es que diez de ellos presenta un informe inservible, su único argumento era que
la situación resultaba imposible de afrontar para ellos, y el otro es que dos de los doce presentan un
informe bueno.
Hablar con frecuencia sobre nuestra herencia celestial, puede despertar mucho entusiasmo entre el
pueblo de Dios. Pero Dios dice que es “un informe inservible si no existe el deseo, ni la fe, ni la
esperanza, ni la expectativa de entrar en la Tierra y poseerla”4 Por el contrario a los dos no les faltó la fe
de la promesa que Dios había dado a los patriarcas y que hasta ahora se estaba cumpliendo aunque no
a la manera de ellos; es decir no por la voluntad de su pueblo amado, que fuese fácil entrar así como
servido en bandeja; sin ser probados, sino como Dios quería que fuese. Esto, Dios lo permite así para
que siempre en cada triunfo que el hombre obtenga, éste deba darle la gloria a Dios; y no crea en sí
mismo que es por los méritos, capacidades y/o cualidades que el hombre posee para obtener la victoria.
Por cuanto tú no ves los resultados fácilmente, ¿Cuántas veces te has dejado desanimar en algo que
Dios mandó que se hiciese?

Por este desanimo que contagia a los israelitas, deciden colocar a otro capitán, desechan así a Moisés y
quieren volverse a la tierra donde habitaban como esclavos. Num.14.1-10 Entonces toda la
congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra
Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud:
 ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto;
 o en este desierto ojalá muriéramos!
 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños
sean por presa?
 ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.

4
Un camino por el desierto, George H. Warnock pag 64

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Ministerio de oro

Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación
de los hijos de Israel. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían
reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel,
diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se
agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por
tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los
comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de
reunión a todos los hijos de Israel,
Culpaban a Moisés y a Aarón de haberlos traído al desierto para que murieran a espada con sus
mujeres y sus hijos. Además quisieron apedrear a Josué y Caleb, cosa que no pudieron por que Dios se
los impidió.
¿Sabiendo que Dios le daría el respaldo, no crees que es un buen ejemplo para nosotros el de Moisés,
que cuando no le creyeron el fue directamente a Dios sin arremeter contra el pueblo?
Num. 14.11-24 11y Jehová dijo a Moisés:
 ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo?
 ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?
 12 Yo los heriré de mortandad y los destruiré,
 y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.
13Pero Moisés respondió a Jehová:
 Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder;
 14 y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de
este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día
ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; 15y que has hecho morir a
este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo: 16Por

cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el
desierto.
 17 Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo:
18Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de
ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta
los terceros y hasta los cuartos. 19Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu
misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
20Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. 21Mas tan ciertamente como vivo yo, y
mi gloria llena toda la tierra, 22todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en
el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, 23no verán la tierra de la cual juré a
sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. 24Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en

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Iglesia el Arca de la Salvación

él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la
tendrá en posesión.

Aquí vemos la respuesta de Dios para dos personajes (Josué y Caleb) que si creyeron en las promesas
de Dios.

Por lo tanto ahora nos encontramos con el castigo del Señor para con su pueblo, cosa que ni el mismo
Moisés lo pudo impedir. Morirían en el desierto todos los que fueron contados de veinte años hacia
arriba, y para los hijos vendría el deambular por el desierto los 40 años, uno por cada día que
permanecieron los espías en la tierra de Canaán. Las palabras del Señor fueron fuertes para un pueblo
que a estas alturas ya lo tenía merecido. Así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra
mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.

La pregunta: ¿Tú sabes hasta cuántas veces Dios tiene misericordia? Num. 14:26-39 26Y Jehová habló
a Moisés y a Aarón, diciendo: 27¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las
querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan? 28Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis
hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. 29En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el
número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado
contra mí. 30Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría
habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. 31Pero a vuestros niños, de
los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros
despreciasteis. 32En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. 33Y vuestros hijos
andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que
vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34Conforme al número de los días, de los cuarenta
días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y
conoceréis mi castigo. 35Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado
contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán. 36Y los varones que Moisés envió a
reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación,
desacreditando aquel país, 37aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga
delante de Jehová. 38Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre
aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra. 39Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de
Israel, y el pueblo se enlutó mucho.

Averigua por la palabra cuantos dejaron de entrar de entre los que fueron contados en el primer censo.

Luego de esto tampoco Dios iría con ellos en lo que habían emprendido, pues es cuando Dios quiere, no
cuando el hombre quiere. Si Dios quiere que sea hoy es hoy y no es mañana u otro día. Num. 14:40-45
40Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al
lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado. 41Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el
mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien. 42No subáis, porque Jehová no está en medio

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Ministerio de oro

de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos. 43Porque el amalecita y el cananeo están
allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por
eso no estará Jehová con vosotros. 44Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el
arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. 45Y descendieron el
amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos
hasta Horma.
¿Tú crees que Moisés se paró en la brecha?, ¿tú harías lo mismo cuando Dios manda?

7.9 Contra los ministerios hay murmuración

Muchos quieren bajarte del púlpito por que no están conformes con lo que Dios te ha dado. Muchos
murmuran por lo que Dios te permite compartir, no entendiendo que es bendición para sus mismas
vidas.

Otra rebelión se presentó después cuando intentaron desconocer la autoridad de Moisés y Aarón.
(Num.16) Coré, Datán Abiram y On, éstos tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos
cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de
renombre. Y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y
en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
Moisés, les dice entonces: “Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se
acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí”.

Dios mismo mostraría quien era el que lo había colocado allí, o si por el contrario ellos los rebeldes,
debían ministrar y tener autoridad sobre el pueblo.
Les dice Moisés: “tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos
incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os
baste, hijos de Leví”.

Dijo más Moisés a Coré: “¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de
Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de
la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví
contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra
Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?”

Tenían envidia de ellos y no aceptaban la autoridad que ellos ejercían sobre el pueblo. Hoy los siervos
de Dios sirven en el altar pero hoy los hijos de Coré quieren bajarlos. ¿Cómo si todos no pudieran
ministrar?
¿Tú has visto esto dentro del pueblo del Señor?

Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.

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Iglesia el Arca de la Salvación

 ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el
desierto,
 sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?
 Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel,
 ni nos has dado heredades de tierras y viñas.
¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.

Realmente los argumentos, aunque sin ninguna validez eran muchos contra Moisés. Dice la Biblia que
Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: “No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de
ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal”. Aunque Moisés no quería el mal para los israelitas, también
habló a Dios para que no recibiera la ofrenda de ellos.
Después dijo Moisés a Coré: “Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y
Aarón; y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada
uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su
incensario”. Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se
pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón.

Ya estaba preparado el golpe de estado para Moisés por parte de Coré y su comitiva. Pues la Biblia
dice: Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión;
entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. Y Jehová habló a Moisés y a Aarón,
diciendo: “Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento”. Y ellos se postraron
sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que
pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? Allí ellos tienen que interceder por la
congregación.

Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. Y él
habló a la congregación, diciendo: “Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis
ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados”. Y se apartaron de las tiendas de
Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus
tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. Y dijo Moisés: “En esto conoceréis que Jehová
me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. Si como
mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los
hombres, Jehová no me envió. Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare
con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a
Jehová”.
Podemos ver por la palabra que el asunto era en serio y que Moisés realmente estaba resuelto a dar por
terminado este plan y a mostrarles de parte de quien estaba Dios. Había seguridad en él.

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Ministerio de oro

Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de
ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus
bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de
en medio de la congregación. Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de
ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. También salió fuego de delante de Jehová, y
consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

Esto fue una tragedia, pero así lo quiso (lo pidió) Moisés por la insistencia de ellos y pienso yo, que todo
esto pasó por la soberbia que había en los corazones de los israelitas. pues ver como la tierra se abre y
se los come vivos, a sus casas, a todos los hombres de Coré y a todos sus bienes y luego ver como
desciende fuego y consume a los doscientos cincuenta que ofrecían el incienso es realmente un
infortunio.

Obviamente estas desgracias no las vemos en nuestras congregaciones hoy, pero si es claro que Dios
siempre coloca en el sitio que le corresponde a cada cual. ¿Tú lo crees así?

No se trata, por su puesto de que le digamos: “¡Dios haznos justicia!” por que creo que seríamos
consumidos también nosotros, pues la justicia comienza por casa. Nuestra justicia no nos alcanza para
que otros sean desechados y nosotros siempre salgamos airosos, como si se tratase de demostrar al
pueblo quien es más poderoso. Se trata de que le digamos: “tu sabes Señor el lugar donde me debes
colocar por amor de Ti mismo y por amor a tu obra.
Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los
batieron para cubrir el altar, en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la
descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como
Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.

Así podemos entender hoy, que Dios coloca en el púlpito o en cualquier lugar es a quien El quiere y
como El quiere. Pero esto lo sabemos, lo importante aquí es no hallarnos luchando contra Dios mismo
por haber Él colocado a alguien que nosotros no aceptamos. Lo valioso es apreciar lo que Dios ha
establecido y punto. Si colocó a Aarón, es a Aarón; no es a Coré ni es a Datán.
¿Crees que Dios coloca en su lugar a los suyos o que es la iglesia quien lo debe colocar?, ¿esto sería
un problema para tu ministerio, o solo para la iglesia?

Ahora miremos por la palabra que el problema para Moisés no termina aquí, si no que por esta desdicha
toda la congregación se les viene encima (¿sabes cuántos eran en ese momento?) El día siguiente, toda
la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: “Vosotros habéis dado
muerte al pueblo de Jehová. Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón,
miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de
Jehová. Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. Y Jehová habló a Moisés,
diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento.

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Iglesia el Arca de la Salvación

Es así como las cosas se complicaron aún más Y ellos se postraron sobre sus rostros. Y dijo Moisés a
Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la
congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la
mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de
la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo
expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron
en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré.
(14.700+250+Todo el séquito de los hombres de Coré).
Realmente fue una desgracia con consecuencias nefastas. También es funesto meterse contra los
siervos de Dios.
¿Tú crees que debes perdonar al pueblo cuando se rebelan contra ti y orar por ellos para que Dios los
perdones? salmo 130

7.10 Señal de respaldo es mostrada

Seguimos comprobando por la palabra que Dios respaldaba a los que Él mismo había establecido y
señal es mostrada delante de todos los hijos de Israel. Vemos también como éstos tienen que reconocer
quien es el que establece a los siervos. Num 17.1-13 1Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: 2Habla a
los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos,
doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. 3Y
escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá
una vara. 4Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a
vosotros. 5Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los
hijos de Israel con que murmuran contra vosotros. 6Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los
príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce
varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos. 7Y Moisés puso las varas delante de Jehová en
el tabernáculo del testimonio. 8Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del
testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y
arrojado renuevos, y producido almendras. 9Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová
a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara. 10Y Jehová dijo a Moisés:
Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y
harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran. 11E hizo Moisés como le mandó Jehová,
así lo hizo. 12Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos,
perdidos somos, todos nosotros somos perdidos. 13Cualquiera que se acercare, el que viniere al
tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?
Dios mismo te muestra de varias formas que Él te ha colocado, tú eres su siervo; sólo que tengas
cuidado de no enseñorearte de la iglesia.

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Ministerio de oro

¿Tu crees que haciendo la voluntad de Dios, Él mismo se encarga de colocarte donde debes estar?

7.11 La gloria es solo para Dios

Nos encontramos aquí con la mayor dificultad para el ministerio de Moisés. Aún así he titulado este
trabajo “ministerio de oro”. La parte mas determinante es cuando Moisés es arrastrado por la angustia
del pueblo y pierde la bendición de la promesa tan anhelada para su vida. Num. 20

Mi opinión es que Dios, cuando lo escogió como el libertador y líder de su pueblo sabía claramente
quien era Moisés; era el hombre más capacitado para hacerlo de todos los que había sobre la faz de la
tierra. Igualmente el Señor mismo sabía (por ser Dios), que Moisés le fallaría en no glorificarle delante
del pueblo. No por eso deja de ser un siervo del que se da testimonio en el Nuevo Testamento, tanto
que se halla hablando con el Señor Jesucristo en el monte cuando se transfiguró. (Mt. 17:3; Mr. 9:4)
Dice la Biblia que toda la congregación, llegaron al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el
pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada. Y porque no había agua para la congregación,
se juntaron contra Moisés y Aarón. Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo:
 “¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!
 ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y
nuestras bestias?
 ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera,
de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber.
Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se
postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. y habló Jehová a Moisés,
diciendo: “Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de
ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus
bestias”. Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó.

Podemos observar aquí la dificultad grande para Moisés y para Aarón; el primero no entra en la tierra
prometida aunque lo procuró y el segundo muere allí por ello. (Num. 20:26-29; Det. 3:23-28; Det.32:50-
51) Reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes!
¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su
vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Y Jehová dijo a Moisés
y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no
meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. Estas son las aguas de la rencilla,5 por las
cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos.a
Moisés no le dio la Gloria debida a Dios delante de todos los hijos de Israel. Pienso que esto fue lo más
trágico para su vida. Pues allí Moisés estaba bastante triste, fue duro para el. En este mismo lugar

5
Heb. Meriba.
a
20.2–13: Ex. 17.1–7.

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Iglesia el Arca de la Salvación

Moisés pierde a María su hermana, aunque no se registra por qué muere, a su vez su hermano es
castigado con la muerte y el recibe una noticia inesperada; pues vivir todo el tiempo en el desierto y no
poder entrar a hacer parte de la promesa deja a cualquiera sin alientos para seguir luchando por el
pueblo o la obra de Dios.
Aún así Moisés siguió adelante hasta culminar su labor. Su ministerio fue de oro. Por que he dicho que
de oro... por que es como tomando toda la autoridad que Dios le dio cuando salen con mano poderosa
de Egipto, y con esa misma autoridad los lleva por el desierto, es como tomando del oro que sacaron de
Egipto, pero no para hacer un becerro si no para hacer los utensilios del tabernáculo donde los
sacerdotes entraban a ministrar y a ofrecer sacrificios aceptables a Dios.
¿Tienes tu cuidado de no dejarte llevar por la ira o angustia, por que el pueblo está pasando una prueba
y tratas de solucionarlo todo sin darle la gloria a Dios?

7.12 La cuña del mismo palo aprieta más

Como si fuera poco ahora los israelitas se encuentran con los descendientes de Edom (Edom era el
mismo Esaú, hermano de Jacob patriarca de los hijos de Israel). Y Edom rehúsa dar paso a Israel. Envió
Moisés embajadores al rey de Edom desde Cades, diciendo: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido
todo el trabajo que nos ha venido; cómo nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos en Egipto
largo tiempo, y los egipcios nos maltrataron, y a nuestros padres; y clamamos a Jehová, el cual oyó
nuestra voz, y envió un ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad cercana a tus
fronteras. Te rogamos que pasemos por tu tierra. No pasaremos por labranza, ni por viña, ni beberemos
agua de pozos; por el camino real iremos, sin apartarnos a diestra ni a siniestra, hasta que hayamos
pasado tu territorio. Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré contra ti armado.
Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino principal iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados,
daré el precio de ellas; déjame solamente pasar a pie, nada más. Pero él respondió: No pasarás. Y salió
Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte. No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su
territorio, y se desvió Israel de él. (Num 20:14-21)
La vieja rencilla entre Jacob y Esaú persistía. Claro esto posteriormente les costó caro a los Edomitas.
Así el camino se hace más largo, el pueblo sufre por esto e igualmente las luchas de Moisés no paran.
¿Crees que tus parientes más lejanos les importe que tú estés pasando por una prueba por que le estás
sirviendo a Dios, y que ellos vendrán a ti corriendo a decirte: “servido está… con mucho gusto…que
necesitas… tome… pase”?
¿Ha ocurrido esto en tu ministerio?

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Ministerio de oro

7.13 El desierto es rudo

Las quejas del pueblo nunca cesaron pero igualmente el castigo de Dios por un pueblo rebelde tampoco
cesó. Num 21.4-9 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de
Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés:
 ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y
nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de
Israel.
Vuelven los israelitas a recurrir a Moisés para que interceda. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo:
“Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros
estas serpientes”.
Por su puesto Moisés nunca se negaba a los suyos cuando de interceder ante Dios se trataba Y Moisés
oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso
sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
¿Cuándo Dios le coloca pruebas al pueblo y luego vienen las quejas, hasta cuántas puedes tu aguantar?

7.14 ¿Por qué maldecir al que Dios no maldijo?

Dura cosa es meterse con los hijos de Dios. Dios los lleva por el desierto pero la plena gloria de Dios
está sobre ellos. Permitamos que la misma palabra nos enseñe sobre esta victoria y experiencia
maravillosa para el pueblo de Dios. Podremos ver como Moisés es respaldado cuando sus enemigos
vienen contra él y por ende el pueblo del Señor también recibe bendición.
Números cap. 22.23 y 24. los hijos de Israel, acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente
a Jericó. Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a
causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo Moab a
los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la
grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab. Por tanto, envió mensajeros a
Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo
llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de
mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda
herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será
maldito.
Luego dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es.
Sin embargo Dios aún tiene que hacer hablar a un animal con tal de realizar sus propósitos en el
hombre.

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Iglesia el Arca de la Salvación

Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con
ellos; pero harás lo que yo te diga. Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con
los príncipes de Moab. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el
camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna
vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el
asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino.
Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y
viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él
volvió a azotarla. Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había
camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo
de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces Jehová abrió la boca al asna, la
cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al
asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna
dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he
acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio
al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo
reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas
tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me
ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo
también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva. Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado,
porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me
volveré.
Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás.
Balaam se presenta ante Balac. La Biblia dice que Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti;
mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
Al día siguiente Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?
¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?
Porque de la cumbre de las peñas lo veré,
Y desde los collados lo miraré;
He aquí un pueblo que habitará confiado,
Y no será contado entre las naciones.
¿Quién contará el polvo de Jacob,
O el número de la cuarta parte de Israel?
Muera yo la muerte de los rectos,
Y mi postrimería sea como la suya.

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Ministerio de oro

Hasta aquí Israel recibe la primera bendición, pero la misma prosigue, ¿puedes ver la misericordia de
Dios para con sus hijos?

Entonces él tomó su parábola, y dijo:


Balac, levántate y oye;
Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
He aquí, he recibido orden de bendecir;
El dio bendición, y no podré revocarla.
No ha notado iniquidad en Jacob,
Ni ha visto perversidad en Israel.
Jehová su Dios está con él,
Y júbilo de rey en él.
Dios los ha sacado de Egipto;
Tiene fuerzas como de búfalo.
Porque contra Jacob no hay agüero,
Ni adivinación contra Israel.
Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel:
¡Lo que ha hecho Dios!
He aquí el pueblo que como león se levantará,
Y como león se erguirá;
No se echará hasta que devore la presa,
Y beba la sangre de los muertos.
Hasta aquí Israel recibe la segunda bendición.

Dijo Balaam hijo de Beor,


Y dijo el varón de ojos abiertos;
Dijo el que oyó los dichos de Dios,
El que vio la visión del Omnipotente;
Caído, pero abiertos los ojos:
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob,
Tus habitaciones, oh Israel!
Como arroyos están extendidas,
Como huertos junto al río,
Como áloes plantados por Jehová,

--- 33 ---
Iglesia el Arca de la Salvación

Como cedros junto a las aguas.


De sus manos destilarán aguas,
Y su descendencia será en muchas aguas;
Enaltecerá su rey más que Agag,
Y su reino será engrandecido.
Dios lo sacó de Egipto;
Tiene fuerzas como de búfalo.
Devorará a las naciones enemigas,
Desmenuzará sus huesos,
Y las traspasará con sus saetas.
Se encorvará para echarse como león,
Y como leona; ¿quién lo despertará?a
Benditos los que te bendijeren,
Y malditos los que te maldijeren.b

Los enemigos de Israel querían maldecirlo… pero aquí acabamos de ver como recibe tres veces la
bendición.
¡Impresionante verdad!
¿Tú bendices lo que Dios bendijo?

7.15 Celo por la obra de Dios

Finalmente encontramos que a medida que pasaba el tiempo también vemos como los sacerdotes
tenían celo por la obra de Dios y Moisés encontraba respaldo y ayuda para llevar al pueblo hasta la
tierra prometida. Esta tragedia también fue tremenda ya que mueren muchas personas allí. Num 25.1-13
1Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, 2las cuales invitaban al
pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. 3Así acudió el pueblo
a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel. 4Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los
príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará
de Israel. 5Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que
se han juntado con Baal-peor. 6Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus
hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la
puerta del tabernáculo de reunión. 7Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó
de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; 8y fue tras el varón de Israel a la tienda,
y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos
de Israel. 9Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil. 10Entonces Jehová habló a Moisés,

a
24.9: Gn. 49.9.
b
24.9: Gn. 12.3.

--- 34 ---
Ministerio de oro

diciendo: 11Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de
Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel. 12Por

tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él; 13y tendrá él, y su descendencia después de
él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de
Israel.
¿Has pensado como sería si hoy murieran veinticuatro mil? Claro… sí mueren muchos por la rebeldía
hacia Dios. ¿Tu estas dispuesto a luchar por mantener el celo por la santidad y fidelidad a Jehová?

--- 35 ---
Iglesia el Arca de la Salvación

8. Dios levanta a quien quiere

Como buscaba Moisés a Dios Como respaldaba Dios a moisés


Cuando Moisés acabó la obra, respecto del tabernáculo y La gloria de Jehová cubría el tabernáculo de reunión. Israel se
demás ordenanzas para ministrar en el mismo Ex. 40:33 movía al movimiento de la nube. Tenía la protección de Dios.
De día la columna de nube y de noche la columna de fuego
sobre el tabernáculo. Ex. 40:38
Cuando Moisés intercede por el fuego de un extremo del Dios escuchó el ruego de Moisés y el fuego se extinguió Num.
campamento que fue enviado por Dios. Num. 11:1 11:2
Cuando los israelitas se cansaron de comer maná. Moisés Dios colocó la carga también a setenta varones ancianos del
clamó a Dios para que lo ayudara con el pueblo que llevaba. pueblo, pues sólo Moisés la llevaba. Num. 11:17
Num. 11: 11-15
Cuando Moisés tuvo que rogar a Dios por María para que la Dios lo respaldó, el Señor le atribuyó virtudes que tenía
sanara de la lepra. Num. 12:1-2,14 Moisés. “Mi siervo que es fiel en toda mi casa” Num. 12.7-8
Cuando murmuraron contra Moisés y Aarón y quisieron Dios dijo a Moisés: “yo lo he perdonado conforme a tu
apedrear a Josué y Caleb dos de los doce espías que habían dicho”. Num. 14:20
ido a Canaán, que si dieron un buen informe. Num. 14.19
Cuando se rebeló Coré y su grupo, que se ensañaron contra Dios abrió la tierra y los hombres fueron tragados por ella, a
Aáron y Moisés Num 16 otros Dios los consumió con el fuego. Num 16
Cuando el pueblo estuvo en el desierto de Zin Num 20, la Dios siempre le dio a Moisés la respuesta, pues éste se
murmuración por agua, cuando iban rodeando la tierra de postraba ante el Señor para implorar misericordia Num
Edom Num 21, y cuando Israel acude a Baal-peor Num 25 20,21,25

9. Algunos sucesos importantes para Moisés

 El becerro de oro Ex 32.28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del
pueblo en aquel día como tres mil hombres.
 Es Moisés quién consagra al primer sumo sacerdote, y los viste con sus ropas sacerdotales, él es el
primero que ministra los sacrificios por el pecado, por primera vez (ver Lev. 8)
 Cuando mueren sus dos sobrinos por ofrecer fuego extraño a Jehová que El nunca mandó. Por que el
Señor debía ser glorificado en presencia de todo el pueblo (Lev. 10:3)
 En la rebelión de Coré Num 16.49 Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil
setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. (14.700+250+Todo el séquito de los hombres de
Coré).
 Cuando Israel acude a Baal-peor Num 25.9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
 Los últimos años de Moisés es decir desde los ochenta a los 120 años vivó comiendo maná. Dt 34.7
Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su
vigor.

10. Biografía de Moisés

 Nacido en Egipto bajo amenaza de muerte del faraón; hijo de Amram, un levita, y de Jocabed .
 Escondido de los soldados egipcios y puesto en un canasto impermeable a orillas del Río Nilo, es
encontrado por la hija del faraón y criado en la corte tras un cuidado inicial a cargo de su madre.
 En defensa de sus hermanos israelitas, mata a un capataz egipcio y es obligado a huir del país

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Ministerio de oro

 Se casa en Madián, y trabaja como pastor para su suegro, Jetro, durante 40 años (Exodo 2-3).
 Atraído por la zarza ardiente en el desierto, es llamado por Dios para rescatar a su pueblo (Exodo 3).
 Regresa a Egipto; el faraón se niega a dejar ir al pueblo. Moisés y Aarón anuncian una serie de
desastres: las diez plagas (Exodo 7-12).
 Muerte de los primogénitos; la Pascua; Moisés saca al pueblo de Egipto (Exodo 12-13).
 El cruce del Mar Rojo y una canción de triunfo (Exodo 13-15).
 Recibe la ley de Dios para su pueblo en Sinaí y sella la alianza (Exodo 20-24).
 El becerro de oro. Enojado, Moisés rompe las tablas de la ley; pero más tarde intercede ante Dios por
su pueblo (Exodo 32).
 Exploradores son enviados a Canaán desde Cades; la rebelión tiene como resultado 40 años de
peregrinaje en el desierto bajo el liderazgo de Moisés, que estaba siempre alentando a su pueblo
(Números 13).
 Agua brota de una roca; la ira de Moisés (Números 20).
 El último gran discurso de Moisés al pueblo recordándoles la alianza; Moisés entrega el liderazgo a
Josué y observa la Tierra prometida desde el monte Pisga (Deuteronomio 34).
 Muerte de Moisés (Deuteronomio 34).

El libro de Números describe a Moisés como «un hombre muy humilde”. Tal vez esta sea la cualidad que
mejor lo describe. Se crió gozando de todas las ventajas de la educación ofrecida en un palacio. Fue
escogido por Dios para ser líder de su pueblo, y además tuvo una relación íntima con Dios. Sin
embargo, Moisés nunca se impuso a nadie ni luchó por sus propios derechos. La mayor parte del tiempo
soportó las quejas y la desobediencia del pueblo con paciencia. Habló con dureza al pueblo solo cuando
el honor de Dios estaba en juego.

No solo sacó al pueblo de la esclavitud y lo llevó a la frontera de la Tierra prometida, sino que también
les entregó la Ley y confirmó la alianza entre ellos y Dios. Hizo de una muchedumbre indisciplinada un
pueblo casi unido. Cuidó de sus necesidades diarias —alimento y agua— y administró justicia. También
los guió en victorias militares.

El libro de Deuteronomio cataloga su grandeza con estas palabras:


Nunca más se levantó un profeta en Israel como Moisés, a quien Jehová conoció cara a cara; nadie
como él por todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, contra el
faraón y todos sus siervos, y contra toda su tierra, y por el gran poder y los hechos grandiosos y terribles
que Moisés hizo a la vista de todo Israel. (Dt 34.10-12)5
Moisés dirigió a su pueblo en diversas luchas contra naciones que se opusieron al avance de Israel.
Entre ellos el rey cananeo de Arad (Num 21:1–3), Sehón, rey amorreo, Og, rey de Basán y varios reyes

5
Mary Batchelor, Abramos La Biblia, electronic ed. (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 2000, c1993).

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Iglesia el Arca de la Salvación

madianitas (Num 21:21–35; 31:1–8). Tuvo que hacer frente también a la astucia de Balaam, cuando “el
pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab” (Num 25:1).
Un segundo censo fue hecho por Moisés y Eleazar, hijo de Aarón (Num 26:1–65). Moisés aceptó el
deseo de las tribus de Rubén y Gad para ocupar la Transjordania (Num 32:1–42).

Cuando Dios decidió que había llegado la hora para la muerte de Moisés, le dio órdenes a éste para que
invistiera a Josué como su sucesor (Num 27:18–23). También dijo a Moisés que subiese a la cumbre del
monte Abarim, para que desde allí viera la Tierra Prometida antes de morir (Dt. 32:48–52). Tras bendecir
al pueblo de Israel, Moisés murió. Dios mismo buscó un lugar secreto donde enterrarlo (Dt. 34:6).

En el Nuevo Testamento, Moisés es citado frecuentemente. Los israelitas decían que trataban de vivir
de acuerdo a “la ley de Moisés” Por lo cual son frecuentes las frases “lo que ordenó Moisés” o “lo que
mandó Moisés” (Mt. 8:4; 19:7; Mr. 1:44; 7:10; Lc. 2:22; Jn. 8:5). El mismo Señor Jesús expuso en sus
sermones el verdadero sentido de lo que Moisés había enseñado y ordenó que se cumpliera lo dicho por
él (Mt. 23:2–3), diciendo: “... si creyereis a Moisés, me creerías a mí, porque de mí escribió él. Pero si no
creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Jn. 5:46–47). De manera que el Señor traza la
pauta de interpretación de todo lo que se expresa en el Pentateuco. Así lo repitió cuando, tras resucitar,
explicó a los discípulos de Emaús, “comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas... lo
que de él decían” (Lc. 24:27).

El autor de Hebreos hizo una comparación entre el ministerio de Moisés y el de Cristo, probando que el
de este último es muchísimo mejor (“Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste...”
[He. 3:3]). De manera especial, el mismo autor enfatiza que las grandes obras realizadas por Moisés
surgieron por causa de su fe (“Por la fe Moisés...” [He. 11:23–29]).6

Muchos rasgos de su carácter y de su vida suministran interesantes elementos que lo hacen uno de los
tipos de Cristo en sus diversas facetas, de Cristo como el libertador, el gobernante y el gala de su
pueblo, rechazado por él, pero amándolo siempre, intercediendo por él como mediador, rescatándolo,
enseñándolo y alimentándolo hasta llegar a la tierra prometida. (Det. 18:15-18)

Sus cánticos triunfantes en Ex. 15; Deut. 32 y 33 son un preludio del canto final y eterno de Moisés y el
Cordero (Ap. 15:3). Sus escritos manifiestan la familiaridad del testigo que relate aquello en que él
mismo tomó parte, y los monumentos de Egipto que existen hoy día, todavía confirman sus
observaciones hasta en sus mínimos detalles.

Ex 3.4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y
él respondió: Heme aquí.

6
Alfonso Lockward, Nuevo Diccionario De La Biblia., 717 (Miami: Editorial Unilit, 2003).

--- 38 ---
Ministerio de oro

¿Tú le puedes decir al Señor sinceramente Heme aquí?

11. Árbol genealógico de Moisés

SALMO 90
La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre
Oración de Moisés, varón de Dios.
1
Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.
2
Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
3
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
4
Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,a
Y como una de las vigilias de la noche.
5
Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Como la hierba que crece en la mañana.
6
En la mañana florece y crece;
A la tarde es cortada, y se seca.
7
Porque con tu furor somos consumidos,
Y con tu ira somos turbados.

a
90.4: 2 P. 3.8.

--- 39 ---
Iglesia el Arca de la Salvación

8
Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro.
9
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.
10
Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
11
¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?
12
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.
13
Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.
14
De mañana sácianos de tu misericordia,
Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15
Alégranos conforme a los días que nos afligiste,
Y los años en que vimos el mal.
16
Aparezca en tus siervos tu obra,
Y tu gloria sobre sus hijos.
17
Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros,
Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.

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Ministerio de oro

12. Anexos

DEL LIBRO DE EXODO


EL PACTO ESTABLECIDO, 19:1-24:18
1. El pacto confirmado en Sinaí, 19:1-25
(1) La llegada a Sinaí, 19:1, 2
(2) El pacto ofrecido, 19:3-9
(3) La purificación del pueblo, 19:10-15
(4) La venida del Señor, 19:16-25
2. El decálogo: la constitución moral del pueblo, 20:1-20
(1) La relación correcta con Dios, 20:1-7
(2) La adoración correcta, 20:8-11
(3) La vida correcta con los semejantes, 20:12-17
(4) El terror del pueblo, 20:18-20
3. El Libro del Pacto: los estatutos iniciales, 20:21-23:33
(1) Leyes del culto, 20:21-26
a. La prohibición de imágenes, 20:22, 23
b. Instrucciones sobre la edificación de altares, 20:24-26
(2) Leyes civiles y criminales, 21:1-22:17
a. La esclavitud hebraica, 21:1-11
b. La violencia que merece la pena capital, 21:12-17
(a) El asesinato premeditado, 21:12-14
(b) Ofensas graves contra los padres y el secuestro, 21:15-17
c. Actos injuriosos sin pena capital, 21:18-32
d. Leyes sobre la restitución, 21:33-22:17
(a) Leyes sobre el descuido, 21:33-36
(b) Leyes sobre el robo, 22:1-4
(c) Leyes sobre la negligencia, 22:5, 6
(d) Leyes sobre bienes en custodia, 22:7-15
(e) Leyes sobre la seducción de una doncella, 22:16, 17
(3) Leyes morales y religiosas, 22:18-23:19
a. Ofensas con pena capital, 22:18-20
(a) La brujería, 22:18
(b) La bestialidad, 22:19
(c) El culto a otros dioses, 22:20
b. Responsabilidades morales, 22:21-28
(a) El trato al extranjero, 22:21
(b) Las viudas y los huérfanos, 22:22, 23
(c) Los préstamos, intereses y usura, 22:25-27
(d) Deberes para con Dios, 22:28
c. Leyes del culto, 22:29-31
d. Relaciones justas entre personas, 23:1-9
(a) Los pleitos, 23:1-3
(b) El trato con el enemigo, 23:4, 5
(c) La justicia para los pobres, 23:6-8
(d) La justicia para el extranjero, 23:9
e. Un calendario agrícola, 23:10-13
(a) El año sabático, 23:10, 11
(b) El día sábado, 23:12
(c) El culto único de Jehovah, 23:13
f. Las tres fiestas anuales, 23:14-17
(a) Origen de las fiestas, 23:14, 17
(b) La fiesta de los panes sin levadura, 23:15
(c) La fiesta de la siega del trigo, 23:16

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Iglesia el Arca de la Salvación

(d) La fiesta de la cosecha a la salida del año, 23:16


g. Ofrendas y sacrificios, 23:18, 19
(4) La exhortación final, 23:20-33
a. La función del ángel del Señor, 23:20-23
b. Advertencias y promesas, 23:24-33
4. El pacto confirmado, 24:1-18
(1) El pacto ratificado, 24:1-12
(2) Moisés sube al monte de Dios, 24:13-18

INSTRUCCIONES PARA EL CULTO DE ADORACION, 25:1-40:38


1. Instrucciones para el tabernáculo y el sacerdocio, 25:1-31:18
2. El pacto roto y renovado, 32:1-34:35
(1) La apostasía: el becerro de oro, 32:1-29
a. La rebeldía, 32:1-6
b. La justicia y misericordia divinas, 32:7-14
c. La ira de Moisés, 32:15-29
(2) Jehovah se aparta del campamento, 32:30-33:11
(3) La gloria de Jehovah revelada, 33:12-23
a. La primera petición, 33:12-14
b. La segunda petición, 33:15-17
c. La tercera petición, 33:18-23
(4) El pacto renovado, 34:1-35
a. Una experiencia nueva, 34:1-9
b. La renovación del pacto y advertencias, 34:10-26
c. Las tablas nuevas y el resplandor de la cara de Moisés, 34:27-35
3. El tabernáculo erigido y recibido, 35:1-40:38
(1) El día de reposo, 35:1-3; 31:12-17
(2) La ofrenda para el tabernáculo, 35:4-19; 25:1-9 y 36:3-7
(3) La ofrenda entregada, 35:20-29
(4) Los artesanos de la obra, 35:30-36:7; 31:1-11
(5) La construcción del tabernáculo, 36:8-38; 26:1-37
(6) El mobiliario del tabernáculo, 37:1-38:31
a. El arca, 37:1-9; 25:10-22
b. La mesa, 37:10-16; 25:23-30
c. El candelabro, 37:17-24; 25:31-40
d. El altar de incienso y el aceite, 37:25-29; 30:1-10, 22-38
e. El altar del holocausto, 38:1-7; 27:1-8
f. La fuente de bronce, 38:8; 30:17-21
g. El atrio, 38:9-20; 27:9-19
h. El informe de los materiales usados, 38:21-31
(7) Las vestiduras de los sacerdotes, 39:1-31
a. Las instrucciones divinas, 39:1
b. El efod, 39:2-7; 28:5-14
c. El pectoral del juicio, 39:8-21; 28:15-30
d. La túnica del efod, 39:22-26; 28:31-35
e. Otras vestiduras, 39:27-31; 28:36-43
(8) La obra de la morada terminada, 39:32-43
(9) El tabernáculo erigido, 40:1-33
(10) La gloria del Señor llena el tabernáculo, 40:34-387

7
Daniel Carro, José Tomá Poe and Rubé O. Zorzolia, Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 2: Exodo, 41 (Editorial Mundo Hispano,
1994; 2003).

--- 42 ---
EL EXODO Y LA TRAVECIA POR EL DESIERTO

Ex 12.37-19.2; Num. 10-11s; 12.16; 14; 20; 33; Det. 1-2


RUTA Y CONQUISTA DE

ISRAEL
Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y
lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.
(EX. 15:2-3)

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