APTTNIES SOBRE
I.A C{)NTEI}ERACIÓN PMÚ.BOLtrVIAT{A
Cauas muy poderosas coacrmieron en
1836 al esüablecimíerto en el Peni de lr lidsa
eonfederación Peni-boliviana bajo el protecto-
rado de Smta Cruz. La república cala en
verdad bajo la dictadura de m unrpadon
armado; pero eÍtonc€s sélo so vefa en el
hesideme de Bolivia, al pacifica&r invicto y
al protec'for de una confederaciúr, que pdia
asegurar a los puebloo, por largo tieryo
victimas de la discordia y anarqda, los inapre-
ciables beneficios de rm gobierno regulr,
ifugrado y reryotable. Las vicioriás de Yana-
cocha y Socabaya de$tmbrabm a l¿ tuóa-
multa que da siemgre la razón al mác firerte:
los goces de la paz fascinaban después de
tiempos tan atormeofsdos por la guenra; las
esp€ranzas de proryeddad y engradecimiento
seúrlan a mucbs pariAas; todos 106 parti-
dos, con excepción det rcducído c{rculo que
h¿bia srcrmbido con Salaverry, vefan en el
nrevo mden de coúas, sino el témino de sus
principios, ventajas pa¡a sE per$nas e idere-
ses. I¡s conserr¡adores 1o apoyaban sin reer-
virs, como la comagracidn de ss ideaq los
liberales desconcertados por la exalf,acién de
las pasiones pollticas y por la fragitidad de las
ongitu iones fuo rüicas se resignaban a
una dictaúna, cuyas refomas deblan taer en
pos de progr€soc apacibles mayor libertad,
prác{ic4 jrdo con más bienest¿r y rnayor€s
h¡ces. Por sr afuinist¡ación en Bolivia cmo
jefe del Esado, y en el Perú como Presidente
del Corsejq hacia esp€fiar Sanl¿ Cruz un
gobierno bienbecbr; lm gue le negaban el
genio, no podlan tt$nos de cmcedenle el buen
Juicio, el acierto en la elección de los cooso-
jos, la flexibilidad necesuia para plegars a
las exigencias del bien público, sdiciente
energia, m escasa acüvid¿d y uo porte digno,
capaz de devolver al poder el p&di& p¡esti-
gio.
I-os departamenfos meridionales del
Peni, fuerteme,nte cod¡ariados por la exagera-
da ceiúratización, que esancaba en Lirna la
vida nacional, y halagadas de años atrás con
las ventajas que les hacia eryerar la m€ntida
fed€racióq ta acogieron coo satisfacción
visiblg sr trhmfo era el de sus mds ca¡as
aspiraciws, y al temor que les hsbia inryi-
rado el tenible Salaverry, se rmla para foriñ-
c¡rr su adhesióú el mayor presligio, que por
toda clase de seducciones se habla ga¡ado
Sarda Chtz. Reuidos en Sicuani a principios
de Mmzo de 183ó, bajo la presidencia de D.
Nicolás de Pi&ola ex,-Diputado a las cortes
españolas los regreseilantes de Ayacucho,
&tztn, Ptmo y Arequipa aprobaron por umni-
midad la creacidn del Esado Sm-peruano, qrc
debia federme cm los de Bolivia y Nor-
penümo: sl¡¡¡ annas¡ eran un sol con cuatro
esreilas, y bmdera tricolo¡, uniéndose el
verde al blanco y al punzó; eÉffila gobernado
por Sada fruz con el ütnlo de P¡otector y coÍr
los reryectivos minid¡os. Habiendo acwdado
el sueldo de t¡einta mil pesos, expresivas
Sacias j lás más altas disti¡ciones al Jefe del
nuevo Esado, concedida una medalla a los
pacificadores aprobado el fraado de iderven-
cién y adofla&s oüos pocos desrdos de
iderés seqm¿ariq ao tdó en pone$e eri
receso una Asamblea fIrc cueciendo de
voltmtad p¡opra, nada tenla gue hacer, una vez
csnsagrado por m famtama de representación
popular el tfunfo del uzurpador.
A haberse podido manifdar libremente
la opinión priblica. no era de esperar tan
humilde ac@ación en el none d€l P€n[ AIll
se h¡blan ler¡antado grandes clamores por las
ifudx€s vlctimas sarrificadas en Arcquipa y
por loo penru¡os disinguidos, que sufrian las
amaxguxa¡¡ det destier¡o; alü rrc se habia
echado e,n olvido la baffia nacioüal hecba
girones, l¿ libertad compiniaa y hs hmi-
llaciones nacionales y privadas" Pero la reac-
cft5n acaudillada por Orbegoso y apoyada en
las huestes bolivian¿s sellaba los labios de
mr¡chos patriotas indignados, a quims no
hablan podido sedt¡cir ni el prestigio de la
victoriq ni loa halagos & la paz, ni las pro.
mesas de engrardecimiento nacional bajo m
gobierno ruis reqpetable. Debe explicarse la
fascinacion de mrpbos liberales por las
prrresas reservadas de Sada Cruz, que
grincipiando por dmembrar el Peni bacia
speratr qrn, natura&neote en virtud de l¿
preponfuarcia polltica y social, Lima vemdrla
a ser la capital de ua Estado compuesto de las
antigtras audiencias de los Reyes y Charcas:
ad lo prme*ió al señor Diegez, ftúuro
Obispo de Tmjillo; y veinfisi€[e aúos de^ryués
nos decia en Pa¡is: "los peruotas fiwieran a
nal, que yo divüiese ta paria sólo con el
Sequilao: Año II, Nrrs.4-5, 19yJ 13S
Señc Fuentg
objeto dc reitrotporarv Bolivi.a'. Preciso es
recordar, que en 1823 se habia opuesto a qr¡e
fuese separada de la República p€ruana el Alto
Peni y qr¡e sts convenie,rcias personales le
debian afirmal en las misne^s ideas' una vez
pueso ala cabeza de b Confderacióm.
Todo recelo de oposición a los planes
federates se atejó remiéndose los di¡nilados de
Amazonaq Libertsd, Junin y Lima a principios
de agoslo, en el pueblo de Huarna, bajo la
presidencia del señor Dieguez. Orbegoso se
apresnó a hacs dimisién &l gobierno Fovi-
sorio de la reprÍblica, y solo lo cmserr¡ó los
dias indirymables para resolver el cambio
que se Foyectaba, asegurmdo que n¿da
quebrantaria s resolrrción de retirmse a la
vída privada. Segrh se eryeraba" el esrableci-
miento de Ia Confederación fue acordado por
los diprúados del norte con igual unanimidad
y coo las hrmildes diferencias que hablan
tenido lrya en Sicuani. [¡s cual¡o departa-
mentos idica&s fonnarian el Eslado Nor-
penuno; la srgrema autorídad serla ejercída
por el prc{ector, quien en caso de ausencira ú
cro iryed'rmento podla nombrar un suplede'
eryecificando $¡s ahibucioúes; t@bién podfa
dejar nmbrado su s¡rcesor; si venda a morirse
le erigirla una e$alua en el paeo & aguas
que tomrfa el nombre de Campo de Santa
Cruz, y obtendria ot¡os altfuimm bonores. I¿
abnegación moslrada por Orbegoso se recom-
pensé con las distincimes propias de un
hasidede de la repriblica y señalfodole la
cantidad de cien mil pesos por vla de idmi-
zación de las pérdidas sufridas en su fortun¿
particuhr.
En Lima s hiciemon Pomposas fiesas
pard inaugl¡rar el gobierno del hofector,
qur€a apoyado en las declarasionss hechas
por la Asmbtea de Sicumi por el Srn del
Peni de Huarna por el norte y de Tapacari
por parte de Bolivi4 declaxó e$ablecida la
Confederacién por decleto de 28 de octubre de
1836. Un¿ asmblea de plenipotenciarios
elegi&s por él mism se remiria en el do
siguiente en Tacna a fm & decrt{n el pacto
federal.
Títulos más só'lidos al reconocimiento
priblico se es¿ba adquiri€'ndo el hotector,
haciendo olvidar con los beneficios de ura
adminisr¿ción bien ordemada y mim¡da de
excelentes miras' las inegularídades y menü-
das apariencias del gobierno, impuesto por la.
victoria y pof vanos simulacros de re'prasenta-
136
cién nacioml. t¿ hacie¡da sin cuya buera
afuinigración no puede mejorar el gobiemo,
habfu llegado ¿ la situación más lmentable; ni
podla ser de ot¡o mdo, habifudose rtrellosca-
bado en smo grado por las gueras civiles y
extranjeras, desorganiziindose por las
a¡bitrariedades & Bollvar y abmdonada por
Gamarra a lra rapacidad de zus criatruas. MaS,
bajo Smta Cruz eficamede secundado por
Garci,a del Rio y otros hombres homados y
edendidos se hallé de súbito con ura inerye-
rada holgrua, úóse con grata sorpresa, que sin
crear nuevos irnpuestos erm sati$echas todas
las atwio$m del servício con exlrasrdinaria
regulmidad, debiéndos tan favorable t¡an$or-
mación a la prrictica fiel de cierto nrhe¡o de
reglas sencillas. Se dismimdan los gastos cor
la supresión o refqma de e'mpleados innecesa-
rios; se evitaban dispendiosos proc*res; la
yis¡ia eutryulosa de las oficinas armed¿ba
los ingresosi la severidad con los adminigra-
dores infieles y la responsabilidad exigida a
slrs lia&res ptecavieron elurres de-
ftaudacios€s: se cobraba con exactitrd, y se
pagaba ptdualmente.
La br¡ena marcha & la hacie¡rda elevó
nipidmente el crédito del Estarlo; los valores
priblicos tuvieron rma alza considerable y e'n
los primeros momentos de m$l$i¿ ptdo
contrataxse un emprésito de cien mil pesos al
doce por ciedo al año. La mejora del ram de
arbinios, la lidelidad en los pagos y la prospo
ridad cteciente de los recursos prometlan
eryeril grmfu ventajas del crédito nacimal
cada dia mis levanado. Pa¡a que los pacicu-
laes pudiesen gozar v€ntaias anfllogas se
Foyecté la creación de r¡n banco nasioml'
cuyos est¡Ntulos se principiaron a trabajar.
El comercio {lue tanto apoyo debla
esperar de ese gran establecimierto de crédfo,
groryeraba visiblemente por la protección
dfuect¿ del gobierno. El reglamento de adua-
fla$ $¡e abundaba en disposiciones liberales,
se üsinguia eryecialmenfe por le ¡certada
rebaja de derechos, Ptr b ausenci¿ de moles-
tas y onerosas formalidades y por la provecho-
sa con{ianza que dispensaba a los comercian-
ües. La lraslación de ta pincípal aduana del
Callao, el guerto de deposito abierto en Arica
jmto con las hansacciones mris expeditas
ed¡e el sur del Perú y Bolivia, la apertura o
ruryor consideraciónr de ot¡os puertos, los
derechos de impo'rtación reducidos a la mitad
respecto a los btquas extraojeros, qrn oo

toca¡an elr ot¡os estados del Paclfico, y b
buena vohmtad mograda de todos modos a los
comercíantes qrc a$d se establecieran, cqnu-
nicaban gran actividad a las tansacciom.
Atraldos por las fianquicias, por las co¡sidera-
ciones públicas y privadasn pú la mayor
seguridad p¡lra suÁ¡ persoú¡s e intereseg por Ia
ñmdada eryeranza de enriErecerse, y por l¿
lolerancia leligiosa, que meaba y defendía de
los insultos del fanalimo el cerenterio pro-
tesfanle de Bellavisa se ar¡mentaban los
inmigrados, trayemdo rm precioso codingeirle
de lrces, capitales y Mbitos econó,micos. Un
privilegio acordado al emprendedor Whe-
crighl para establecer la navegación por vapor
daba derecbo a 6p€ftu granfu incremeirtos en
el cmercio y en lE navegacióo
l¿s mineros no emn merros considera-
dos gue los comscimtes. Una comisión de los
má^c competedes ñrc encargada de redactar un
nuevo código de minas. Como el alto precio y
la escasez del azogue emn uno de los princi-
pales ob$óculos pam el desarrollo de la indus-
úi¿ minera; se procuró yencerlo, ya cürce-
di€ndo premios a los descubddor€s, ya pagá¡r-
do primas a los introdugones; y se hicieron
so$il€úidos, aunque vaoos esfue,Ízoq tanto por
el Estado, como lror ma cmpañla, para sacar
el mineral de Hr¡ancavelica de su larga postra-
ción l-os beneficiadores y rescatadores de la
plala fuerm favorecidos cor la abolición del
derechoo que afll€s se exigla al presentar las
ba¡ras en la casa de mmeda. Pe,ro el pafs
elrl€ro, si bien pocos se apercibieroo de p¡on-
to, habiia de recibir incalculables perjuicios por
h¿b€rse ar¡toizado la fuú¡oducción en el Perú
y aur la actrñacion en la fábrica del Cuzco de
la de la moneda de baja 1sy, lltmada plata
boliviana, qrc por un mal cdlsulo se e$aba
acuñaodo eo Bolivb desde 1830.
La agricuttrn4 cuyo porvenir en ol Peni
ha de sobrepujar mtrch a los inagotables
veneros de metales preciosos, obtuvo la
protección, que donde guiema mer€ce la prime-
ra de las idu$rias. El establecímimio de una
escuela agrfcola debla favorecer nr ultoriores
progrcsos, y desde luego los hizo considera-
bles, ya por la segwidad de que gozaban los
cultivadores €n $ts peñnnas y bienes, ya por
la desamortización de grdes fmcas, $re se
pusieron en exploación más activa. Al$mos
cultivog que ya dan muy valiosas eniradas'
principialon a adguirir rm incremenlo visible,
sobresaüendo enl¡e los plantadores de algodón
Isptttc; Esañios sún el Perlt del SW W
el emprendedcr D. Domingo Elias, quien
también dio el iapulso m{s útil a Ia elabora-
ión de vbsr
La difr¡sión de tu as, que lanto apda al
progfeso de las grofesiones úüles, no podfu ser
echada en olvido pot üra adminiqnción tan
ilushada" El'Eco del P¡oteclorado," que era el
periódico oficial" puesto bajo la dirección del
mtdido Morq formaba verdaderos an¿les
adminisf¡afivos y presentaba ideas muy ade-
lantadas sobre vrios rarnos cienfificos y
literaríos" h generat la prens4 refreoada por
la cmsna y confiada a hábiles escritorcg dejé
de ser tm pasquln al servicio de las pasionm
revolrcionarias y de las mimosidafu privadas
para co'nvertirse €n una gran citedra de ihÉra-
ción nacional. Un mrseo de hi$oria latrüal,
abisto m el local del Eryirfu Santo. debia
exhibir al pÍblico las nr¡merosas muestras de
las ricas prodwciones del pa$ la "Bibüdeca
Nacional" a la que vino por primera vez el
docto Vigil, exponfu diariameate los tesoros
de la ciensia; el renombrado Convictorio de
San Carlos adquirfa medios materiales y
mor¿les de recobrar su jusa celebridad, con la
asignacion de la sisa hecha por Oúegoso, lm
nuevo plan de estudios y el mmbramiedo
para Rector del Mbil presbltero D. Grúllemno
Ctantrq el Colegio de la In@dencia debla
salh de nr abatimiedo recibiendo atgmas
r€ntas y siendo cmfiado al erlusiasta D.
Cayetano Heredia; t¡mbién se diryenso lL
protección oficial al establecimiedo de du-
candas, que dirig¡a Moreieu Nuza¡d, al
colegio de hrffmos, al mr¡seo latino y a las
escwlas primarias, asi de la capital" como de
atgunas glovincias, donde pudieron crearr¡e
r€tÍas p€rmmeNrtes. La ingruccién popular,
que en Lfuna recooocfa por di¡ector general aI
bondadco prebltero Navarrete, fue objelo de
tm reglamento particular. En general, la educa-
cién debla recibir un irnpulso concerta& por
la croación de un miniserion a quien compe-
tíao tmbien los agldos eclesi¡Ísticos y a cuya
ea}r;zt fue colocado el ilustrado prcSitero
Villard¡r Ya se habia dado a conocer vedajo-
sameríe dirigiendo e,n Huánrrco el Colegio
Ceffial de lvfinerla, gue, ú bizo poco en favor
de su objeto eqpecial, favorecié mucho la
idnpcion laicat & los jóveoes det departa-
me¡rto. El colegio de Ocopa, qrc no hahia
realizado las miras de Bolívar, ñ¡e restfuido a
su primitivo destino, preparrfudose a recibir a
los va¡ones apostólicos gue deblan ve¡rir de
Squilao: Año II, Nrns.4-5, 1993 13:
Ssie Fumrc
Bnopa para comaglars a la conversión &. los
salvajes. I¡s asuntos eclesi¡igicos, {lue no
babim dejado de rce,ntirce mucho asl del
erylritu poco relígiom del siglo, como de las
revr¡oltas duradems! deblan oryaúízars mejor,
ya por la accién del indicado ministerio, y¿
por b proteccióü prestada ¿ los seminarios.
La bw.ficencia esperaba también
mejoras dwaderas del nombramiento &
visitadmes, de la centralización de fondos y
del arreglo de colradiag pero en cambio de
algmas ventaja^s eflmeras se vio prodo en
gmdes apuros¡ por la aplicaciócr de srs rcntas
p¡qpia.s a obje[os muy diversos Tampoco se
realiza¡on las eqeranzas, {¡ue €n beneficio de
la $sicia concibió el hotedorado por la
formación de un nuevo reglmnento de tribuna-
ls y por la promulgacién de los códigos civil,
penal y de procedimietrlos, llamados codlos
de Smta Cruz, arqw la redacción fue obra
&l s€ñor Mora. Algunos defectos f¡icíle de
percibirse, cierüa oposición del clero y de la
magigralur4 y sobre todo el odio que conlra
el régimen federal dift¡odiern loe partidarim
de la Restarracion, condeúaron ese lrabajo
legislativo al olvido, deryldÁ de haber sido
obje[o de acerbas ceruR¡l¡rs.
No tuvo mejor suerte la legión de
bnor, con que imil¿ndo a Nryoleón I preten-
dió Sa¡úa Cnz recompensar toda eqecie de
mffto, es¿bleciendo las categorlas de graodes
digratados, comendadores y oficíales con el
premio respectivo de quiníentog trescieirlos y
dosciedos pesos aouales y cm alguas deis-
tinciones honorificas. F{¡er¿ & que los princi-
pales agraciados fueron envueltos en la perse-
cución contr¿ el hotectora&, la insitución
era demasiado aristocrátíca pam que pudiera
resigir al rcvimíenrto impetmso de la demo-
c¡aeia,
Por represmtar interess pemamtes y
e$lar eú armonla con la opinión, se han con-
senmdo las principales divisiones te,rritoriales
creadas por Sana Cruz. que fireron los go-
bieenos del Callao, Pfura y Tacna y el departa-
medo & Huaylas. Ipalrente han ¡esistido a
los cambios politicos ciertas reglas c¡nsigna-
,las en sr reglamento de policia y si bien las
disposiciones hnn va¡i¡do mrrcho, se recue¡dan
con elogio, y más de 16a vez I han procura-
do imif¿r los arreglos del ejércfo y de la
guardia racional. En esa se ali$aban los
bombres de valer para sogener el órden
priblico, y aquel se pen€traba de un nrpvo
13E
espirituo esando dirigido pm ilus*res gue$eros
de la Independencia, sdefo a ura disciplina
severa y bieir ate¡¡dido. Los pueblos, basa
edonces recelosos del miforme y $re pG
irevitables hopelfas & todo género hablaú
mirado con t€f,ror la apoximación de tropas,
solicíl¿bm su penmnencia; la porqrc nada
üemtan que temer de amables hr@edeq ya
porque sie¡rdo satisfechos con mucba escnlpu-
losidad los gastos de fomages y provisiones,
las guarniciones dejaban donde guiera entradas
aseguradas a los propietarioo y trabajadors.
El prestigio, que el brilto y porte det
ej&ciüo commicaban a la admini$ració4 y las
alabmzas que le alralatr su ihrstrado celo por
las mejoms, se acreceotaban eri el inferior por
bab€r sabido rodearse de hombres reryetables
m todas las esferas &l gobiemo. En el exte-
rior su gloria se realzaba por el exagerado
descrédito en {¡ue báblán caldo las adminislra-
ciones precodenües, y por los apasionados
elogios que le prodigaban en las correspden-
cias piblicas y privadas los exümjeÍos, a
ryíenes prestaba decidida prctección
Lns gabine[es de Washinglon y Iodes
a
se qpes¡raron esfreshar sus relaciones
irte¡¡acimales con la bien reputada Confede-
ración, celebrando lratados de ami$ad y
comercio; y el cuerpo díplmático obleniendo
en Lima las merecidas defere¡rcias parecla
a,segurar lapz con todas las nacioreg que era
el principal tltulo para consolidar en la opi-
nión de los perumos aquel gobiemo de legiti-
midad mds qrrc &do6a.
Una grmra sin tregua con Chile, cuyo
mE€Nl se corfimdia con el de la Confedera-
ción, no l¿rdó en deryres,igiar at invicto
Pacilicador, y mtes de t¡es dos derribó su
wrpada autoridad. I¿s caruas de la irrecmci-
liable enemislad er¿tn co!rcrciales y pollücas;
anfes de la llegada del hotector, Orbegozo
habla declrado rdo el tratado de comercio
perwno+hileno" aprobado por Salaverry; y el
diqgusto pe seutia Chile por la pérdida de las
ventajas egipuladaf vino á agmvaxse con el
nuevo reglamento de aduanas y cor. la protec-
ción special dispensada a los prcrtos Arica y
el Callao, cuyo fmento dhec{o, mido a los
de¡echos dobles impuestos a los buques qn
tocaxan en Vatparaiso, era una flnernza conlra
el gan d€pósito del Pacilico. Por otra parte la
arfoc¡cia y la politica invasona de Sana Cruz
gue le hacfan aparccer como Bollvar el Chico,
irepiraban s€rios recelos a los chil€nos celosoe

por sus iñitr¡ciones, por s indepefficia
nacional y por str preponderarcia marifima El
grm es{adisfa Portales que con los hábiles y
sost€rúdos esfuerzos de dete años habla
eclado las bas par¿ la proqperidad duradera
de aquella repiblic4 temla gue las miras
mbiciosas y las inlrigas del hotectorado
hicieran venir a üerra su glorioea obra. [¿
proteccion escandalosa p¡egada e¡r I ima a
s¡s enemigos politicos, jugificaba denr$iadt
$¡s temores y le indujo a aplicar sin d€mora
medidas eñcaces at c¡ecienle peügro, el
creneral F¡eire, que i[t€ülaba derrocar al
gobierno chileno, €mbmcó su reducida hrste
en buques que hab{an pertenecido al gobieno
federal; y fueron vendidos como si se tratase
de tma especulación purae€nte mrcantil tam-
bifu se emba¡caron en ellos algt¡oos ritiles de
guüra, qw hablan pertemido al Esado, y los
empleados púüIicos de 11 Confederacion
intervinieron con poco recato en los aprestos
de l¿ malh¡dada empresa; además, con prdex-
tos poco phusibles se detuvo l¡a salida de un
bugue, 4n prdiee dar oportunos avims a las
aüoridades chilenas. Los agravios no podaa
s mls pal€des ni egar nu{s fimdados los
gr¿ves recelos.
Bl poco $ftido y cauto gabinete &
$rnti¿go, qr¡e tuvo la foftna de sofocar en su
origen la revoh¡ción de heire, m quíso diferir
muchoo ni cohnegar con artíficiosos procede-
res sus r€pr€$úias contr¿ el hotectorado.
Esaba Saol¿ Ch¡z celebrado en Lim¿ la
inaguacién de su gobierno, cuado ef,r 4gos{o
& 1866 (l) se preffitó en el Callao la fragata
chilena 'Aquiles; arryue isa ohuvo la rejor
acogrd4 y el español Garrido encargado de
slñ¡ fue¡zas visitó amistos@ente al Gobem¿-
dor de |a plaA m apoderó durante la ¡oche
& tres bquc feder¿les &samados, sin
ninguna formalidad, ni previa dectüacidn.
Irit¿do el hotectsr y temíe,ndo alguna conju-
ración, rrestó a Lavallg rep¡estmte de
Chile; peno pmcediendo cm más calm¡ y
rnflyor previsión le prco m libertad pocos
minutos después y solicilé arreglar el gravisi-
rno conflicto, laciedo lás gestionos m¡[s
paclficas y valiéndose de los buenos oficios de
los agent€s extranjeros. Ió rhico que eü
ñre,rza de satidacciones dadas, de garmlas
of¡ecidas y de buenos oficios edablados por
los represenmes exfxaügeros, pu& conse-
guÍIue de Ganido que desistie de nuevos
ataqu€s a los bu4m lrenruros, y {il¡e retenier-
Iaenúe; Esfrtdim sún cl Pcnít d4, SW m{
do los capturados se negociase 6a $nuliago la
mejor reparación de los agravios reciplocos.
I^a negociacion frre confiada por el Protector
aI h¡ibil Olátu4 pero toda la sagacidad del
rqpr€sedarüe fed€rat se estrelló mte la firme
resohlción de Portales, qüe no querla hatar
sino sobre la base de disolver la Codedera-
ci¡n"
En ese coñde proposito le empeña-
ban a Po¡tales m sélo la defensa de lm inte¡e-
ses comerciales y politicoe de Chilg sino
tmbién las activas y sagac€s gestiones de los
emigrados p€manos, entre qui€nos se diSín-
gula Pardo, dacaodo a los oprewres de su
paüiq ya con los actos de un cor[ilnnado
polltico, ya con las mortlferas armas del
ridlculo. Santa Crw aspiraba a rodearse en la
Chdad de los Reyes de uuna deslunbradora
corie, m daba fásihenfe la mamr ni el asien-
'retiraba
b, s de los qrc se le acersaban
mtrcho, en los dias de rccepción se asenfaba
aparte, no levautáadose a la llegada de nin-
gún personajg ni conteoando sino con ligeros
movimientos de cabez4 y obligaba a loe
edecmes a dejtr la espada en la antesal¿. Pe¡o
el L¿¡a limeño le enregé a la bu¡la de sus
satiricos paimnos y paisanas, exagerando las
imperfecciones ffuicas y morales del hotector
en graciosos ven¡os y aplicdffile el expresivo
apodo de C'ef$c¡n.
Como era indispensable complobar a los
ojos del mundo civilizado y eqpecialmente
anle los Agentes extranjeros decididos en
favor de la paz la necesidad de hacer la
guerra, declaró el Gabi¡ete de Santiago, que
por oo pod€rse segufuse altl las negociacimes
coo éxfo cumplido, vendrla a termina¡las en
Lima el ninistro chíleno Egaña. Pocas qe-
mnzas de arreglos amisl.osos podian csrcebirse
vid venir a este negociador acompaúado de
ma reqpetable ecudra" la $rc petendié fuese
recibida en el Callao sh ¡6¿sls, como si las
retraciones de mbos paises fuesen de perfecta
cordialidad, y el aleve proceder de la fragata
"dquiles'no acmejara tomar grmd€s precau-
ciones conlxa ¿l¿qrrc inminentes. Negada esa
iqiu*ificable prefeirsión, quim Egaña que püa
edrar en la via de gestiores pacÍficas. se
wspendíeran por parte del hdeclor todos los
agr€stos marltims y se corcedxasen lÁs
fuerzas navales en puertos seguros. Cmo
tampoco fueran satisfechas estas exigwias,
declaxó, la guena, y pa¡a ejercer las primeras
bstilidades dirigió la essuafra chilena hacia
Sequilao: Año II, Nros.4-5, tgq3 13l
 Scric Fa¿nB
las costas del Norte.
Los res¡ltados maferiales de la belicosa
actitud no ñ¡eron de gran consideraciéru los
buqrcs p€nunos se salvaron en Guaya4rit las
presas hechas por los chile,lros fuerm de un
y¿l¡6 irñigrificante; las exacciones verificadas
en peqwños puertos, lelos de roh¡stecer su
causia, les atrala la indignacíón de loe pueblos;
l¿ defección de la gole*a federal "Lib€rtad'
acrecmtaba poco $a fuerzas. y el prolnrcia-
mienlo infenfado a principios de marzo de
1837 en Islay por el capitm 7-egwa no encon-
t¡o eco. Este cabecitlA obligado a embarca¡se
en débfl lmch¿ sin bnÍjul& ni pildo, tuvo que
tomar tier¡a no lejos de Quilca; y qresado alU
con lreint¿ de sus corylices, ñre conde¡rado al
último srpücío, que sufrió con cuat¡o de elloe
sacados por suerte.
Serejames contrariedades m erao de tal
rnngnitud, que pdieraor coryromoter la toda-
üa floreciede y reryetada Cmfederación por
tierra aparecla invuherable, y para hrcha¡ con
rnenos dewentaja en el mar se haclan con
grm actividad loo apred.os marltimos y se
autorizaba el corso, que, afe,odida la diryosi-
ción de ánimo dominane en los extraqierosr
podfa d8 un go$e mortal al comercio chilero,
No obdante los elemelrtos de guerra de
que podla diryomr, conocfa Saota Cruz, qrrc
habiéndose resignado el Peni at sacrificio
temporal de su libertad y autonomla sólo con
la fundada confimza de cmervar bajo el
humillente hroteclorado paz duradera y gran-
des mejoras, no tmdaria en srülevare el
es?irifu griblico confra la usrrpación y tirania,
si veia alejarse las eryeranzas de paz y los
grandes progresos pome[idos. Por lo tanto
bizo el Protector cumto estaba en sl pod€r,
pa¡a cortar el peligroso conflicto con Chile
aceflé la medi¿cién del minisxo rnglés; ajustó
IAS I}Iffi I}E CASTTLT,A
I¿ balalla de b Palü¿ desruyó para
siempre una administración gue no podia
sstenerse, faltándole el ascendienie & la
ñ¡erza mililaq pero la revolución üirmfmte
encontraba dificulüades casi insrperables para
gobernar apaciblemente la Re,pública. El éxito
mismo del movimiedo revolrcionario alerrtan-
& a los eryfritus irrylietos, desco'ntetos y
140
con el Pr€sidente Floaes un t¡atado de amistad,
desaprobado por el Congruo del Ecuador, y
se edorzó porque el gabinde de Quito presen-
tándose neuhal inerpusiese els ges.iones en
favor de la reconciliacidn. El comercio erhan-
jero solicitado por é1, prestaba sus buenos
oficios y ha$a exigió, que a nombre de los
üenedores de bonos mglo+hilenos se elevaran
al gabine[e de Santiago reclamaciones para
que tro de$inase e gados de gueera los fondos
con gue debia pagar s¡ derda lrfas, si recr¡nia
a toda sueile de medios a fin de alcanzar la
paz, ocullaba cuidadosa¡neote Sada Cruz el
secr€to de su debilidad, mo$ri{ndw fuerte y
resuelto a tofu ev€nlo. Para dm a la reorgani-
r,apión poUtica mayor re$petabilidado reunió en
mayo de 1837 el Congreso Fed€r¿l de Ta¿n¿.
[¿s nr¡eve plenipotenciarios que lo coryo-
nim, simdo todos hechrna $ya, no podian
menos de dar a la Confederación una ley
findmedal, que fuera de zu agrado, y a fin
de gue esa ley fuese bien recibida por las
clases influy€des, eligió para tan alta rcFre-
se,ntación hes mi€mb¡os del alto clero, tres de
lr magisrafura y t¡es del ejército. En el pacto
federal, compuesúo de 45 aúiculog se dejaba a
cada r¡no de los Esados m gobierno p¡opio y
el de¡ech de darse rm¿ cons[itución especíal.
AI gobierm gmeral qredaban resr¡adas las
rel,acio'nes exteriores de pax, o gu€rra, la
organizacíón del ejército, la afuinisüración de
lm fmdos comunes, las supremas decisiones
de la polltica y la adopción de leyes generales;
est&ia dirijido por un ltotectoro cuyas facul-
fades dmarian diez afu; sr Asamblea l*.gisla-
tiva se cmpon&ia de dos gdm¡ra^q, la de
senadores y la de dipiladog la supr€m¿
afuinistracion de juSicia seria ejercida por un
Tribrm¡l Federal
turbulenlos pam ouevos lxaslomos, era rna
altre¡raza pennmerÍe pam h paz píblica. No
faltaban muchm intsesados err ftrbaxl¿; ya
poqlue era irnposible satisfacer todas las
esperaxuas cmcebidas, ya potque el nuevo
orden de cosas ccnt¡ariaba gran nrhero de
ideas e intereses.
Enlre los que habian codribuldo a crear

l¿ nueva situación, alguos no acegaban sls
irevit¿bles coreeguerrcias, y de los adheridos
since¡amente a ell¡L unos querian marchar
adelante sin contemporizaciorcs ni lreguas, y
otros aconsejaban procederes más lmlos y
circunspectos. Vemla iuego el cboque de las
mbiciones rivales e impacientes, y on fin, oo
todos los llamados a dirígir los negocios del
Esado poseian la abregación y pueza idis-
pensables a un gobierno, {lüo los pueblos
habian levadado invocado el palrioüsmo y la
justici¿; grandes revoh¡ciones qw deb{an ser
iospiradas por wra politica elevad4 se desvir-
tuaron por las ciegas pasiones del mmeno.
Nada e¡a más ju$o, ni conforme a los
fmes de la revoh¡ción becha a nombre de la
moral y del derecbo, gue imponer la pena
merecida a los cu@bles de dilapidacion y &
compción afuinisrativa; la impmidad
absoluta, qn algunos aconsejabm invocmdo
las nec€sidad€s de b paz y de la consiliación,
no podla Írerroc de alenta¡ a mayores desórde-
nes; los mds delincuentes y los que hablan
ostentado con menos recato una fortun¿ habida
a experx¡¡rg del tesoro, no tardarlao en ecMrse-
las de hombres honrados; las defraudaciones a
ñ¡erza de ser repetidas y ptiblicas acabaron por
parecer irremediables, inocentes y basüa cierto
pl¡¡rto dign¿s de elogio por la babilidad con
que eran ejeafadas. Ia prosripcidn en maÁa
de cuantos se hubieran mezclado en la so6o-
lidación y apoyado a la administ¡acíón der¡o-
cada eca arÍn más injusüa, m.is impolttica y de
peores consecuencias; persrguido sin disrin-
ción a criminales y bem&itog a honrados
servidores del EsÍaclo lo mismo Ere a los
complices del desorden, se desmoralizaba el
castigo, se ju$ificaba la oposicióm y deqpués
de incalculables sufrimientos y graves trastor-
nos haMa necesidad de envolver eü una
absotución comrh a los proscripos sin distin-
ción de causas. Tales ñ¡eron y no podlan
mems de ser los lamentables resüados de los
decretos del gobierno revolucionariq que
dabm de baja ¿ cuados jefes y oficiales
bablm ninado en las filas de Eche,nigue o no
hablan favorecído de atgút modo el movi-
míe,nto de los pteblos; depotdan a muchos
empleados inteligentes y bwméritos, deferlan
o negaban el pago de detdas comlidadas y
sometian a juicio a las arforidades, y arin a
particulareg gue hablan intervenido en los
abusos de l¿ consolídacién El esplritu ptÍblico
vivamente impresiona& por la emrmidad de
Law&; Esaúiols súrc el Perit dst SW lflf
], no calmado cotr la fabril excita-
las faltas,
cién de la contienda civil" erigia con tanta
imprevisión como vehwnci¡a la represión
mds severa; y auque el genreral (lasilla se
h¿llaba investido, por la victoria, de la absolu-
ta dicl¿úrr4 no podla ser en los primeros dlas
mero in$nmento & las iras populreq, pero
su prestigio de Libertador, tros consejos de
revolucionarios inlluyedes y el bueo sedido
&l pneblo. le habrian allanado el camino de
politica mcs conciliadora, más equitaliva y
'ma
menos azaxo8a.
L¿ indigxación violenta de los persegú-
dos pareció manifestarse por uilro de esos
atentados qw sélo pueden concebirse por
partidos redwidos a la deseryeracióm y gue la^s
guefras civiles no hablan dado arln ningúo
eje,nplo bien averiguado. Al amchecer. el 20
de enero se retiraba el Presidente a visita¡ loa
heridos y al entrar a sr casa e le acercó el
coronel Villmar cono para ayudarlo a
descende¡ del c¿ballo; ya puesto a su lado
alargé la úanoo cual si fi¡eca a presentule m
memorial, y tÍató de drle ma púalada por la
espalda. Ca$illa logró ¿sir el brazo del asesi-
no, qlrc en tierra y amenaza& por la mñneci-
da guardia, bubiera sido hecho pedazos irsán-
tanearneüte sino le salva¡a lavoz acatada del
general, clá¡rtando: "¡w lo toqaef ,l¿ noticia
del assinao frusrado, propagándose como la
chirya eléctrica, produjo un¿ vivlsima indigna-
ción coúra los presrntos cómplíces; y los má.q
notables, asilados en las legaciones y los
consulados habrlao sido vicfimas del ñnor
poputm, si desde hngo no se hubier¿ res
guardado por las fuerzas sus asilos y ro se
verifica¡a días deryues su salida al extraqiem.
El tribunal que intervino en la causa de
Villam¡r lo declaró loco, y en realidad ni
ades ni deryués habla dado gruebas de eslar
er¡ su sano juicio. Maq se aseguó qrn en
algms conciliábulos se discr¡tió algo más
tarde, si comvendrla dar ñn a la perwución
asesitundo a Castilla; los milita¡es dados de
baja rechazaron noblemente el crimhal expe-
dienten y un antigm consejero suyo, que aios
de^qlués volvió a estar cerca de á, aploM tan
abomín¿bb proyecto.
Entre tanto el gobierro del Libertador
adquiria imJ¡erecederos tltulos al reconoci-
miento unive¡sal decrelmdo la lib€rt¿d de los
esclavoq la abolición del lributo y el Regla-
m€nlo de In$n¡cción Pública" Nunca l¿ ecla-
vituil se mamhó Mbikmnte e¡r el Psti con los
$equilao: Año II, Nrcs.4-5, 1993 14)
 S¿,rie Fwnts
brribles tratamientos tarr comr¡ffi en otros
pai$es,ni alcanzó un desr¡ollo peligroso a la
üaoquílidad del E$ado; los esclavos, gp en
los riltimos aúos no llegaban a veinte mil
residan en la capitd con destino al s,wicio
dodsico o en algunos oficios rnec¿hícos para
asegurar u¡a ganancia ¿ sus amoq y en las
inmedialas provincias de la cosa lrabajaban
las haciendas de caña, viña u dras grandes
explotaciones; la dulzua del carácter nacional
bacíra raros los t¡atamientos drnos, y la abm-
dancia de la tiw¿ alejaba las üás pefosas
privaciones. Sin embargq la inhmma institu-
ción m dejaba de ser un cáncer de las bue¡ms
costtmbres y c¡ilNn perm¿nerúe de degrada-
ción social y tambifu obdáculo invencible
para las mejoras materiales €n apoyo de las
que se babía continuado, falt¡indose escandalo-
samenfe al deseto de San MaÍin" qc declró
libertos a los bijos de escl¡avos nacidos des-
ptilts de la proclama de la independencia el28
de julio de 1821. Embruteciendoss al negro,
inocul¿dos en sus amos el orgullo y el conta-
gio de la seniú¡mbre en los menos generososr
envileciendo el trabajo, perpetuando el azcl'r.,
imponiendo f¿reas excesivas, alimentmdo en
el campo escasamte, haciendo asi casi
inevitables los ¡obos at hac€ndado y a los qrle
tr¿ficabm. sin la ¡ecesa¡ia seguidad y trayea-
do su ireepmable cortejo de vicíos y mis€rias,
e¡a la eslavitud una fortisima rémora para la
cultura moral y aun pma loo prog[esos mate-
riales. Los revoh¡cionarioo de 1854, Ere ya lo
babtan combatido en la cáte&a y en la preúsa,
acogieron la ocasión gue srministraba Echeni-
que ofrecido libert¿¡ a los que le sirvieran
durmte dos años, y aconsejaon um a.bolición
desint€resada, complda y sin perjuícío de los
propietaios. El gobierno libertador que habia
predado buen¿ acogida a los conejos de la
humanídacl y de Ia cterci4, dio rm decreto
jr¡sto y regenerador, qrp todo lo cmciliaba"
I¡s esclavos obtuvieron la liberfad inmediat¿
y a los dwños se les ¡econoció rm crédito &
3@ pesos por cada eabe,za manrumitada. Sin
embargo, los inüeresados, calificarm la b€oéfi'
ca providencia de pre,manra y ruinosa Los
que habfun aconsejado la libertad replicaron
con ... i oque con semejantes ahtsas no hay
contemporizacün posible; que Io mejor opor-
tunidad dc exirparlos es la primera rcasün
de hacerlo, y qae este habh llegada y4
transcurrifu 34 ailo's d¿l sle¡nne compromiso
y esfando Ia lwcbnda en diryasicün dc pager
t42
Ia indcrnización oftecida",
.Pdgose en efecto, y en mucha mayor
cantidad de la debida. Los hacdados dispe
ni€afu de mayores capitales y brazos rejm
retríbuidos principiaron a mejorar los culüvos
de una msriera extraordinria; el Reglamenfo
Ruml, $rc se creia indiryensable y Ere fue
e,ncargado a lna cmisión, dejó de aplicarse
sin que se echa¡a de ver su neccidad apro-
míante; casi desaparecison las raterias en la
proximidades de las baciendas; y no aumenta-
ron los crlmenes con que los profaas de la
deryracia pretendian as¡sftr a los bmbres
apacibles, amnnciando la conversión de los
übres en hordas de foragidos. Tampoco se
verificaron los fat{dicos an¡ncioq con que se
qniso combatir la abolicién del inm€morial
tdbuto de los indios. I-t pereza gue so decla¡a-
ba natural en los indlgenas, y los habjos
forzados a que la capitacion los sujeÍaba, eftm
considerados csmo condiciones vitales & las
idusrias indiryemsables a la consrvacftSn y
progreso de las provincias ideriores: abolir el
tributo era decetar la ociosidad, la miseria y
sr¡s tristes corlejos de degradación y de crhe-
¡e,s. Nada de esto srrcedió: los indios almque
ya no necesitabm eslavisarse [sicJ para pagar
el inicuo impueso, codinuaron üabajando
para sostener a sus familias" e iban aficionán-
dos máq y mds al trabajo, a medida que la
desapan*in lenta y graduat de las servidrmb-
res les p€mniüa gozar mls crmplidamente del
fruto de sus $dores. Por lo melrcs nadie prdo
dejar de reconocer, que la repriblica principia-
ba a ser una verdad y la indepdencia se
apücaba realme¡rte a la mayorla de los p€rua-
nos, desde que nivelados en los cargos con $ls
conciudadanos podim diryoner mds libremen-
te de sus peñonas. Mienlras zubsistió el t¡ibu-
üo, llüo sa el súrbolo de la serviúmbre
t€ocrritica bajo los incas y de la servidrmbre
colonial bajo l^ dominacion eryañol& el
indte¡ra e$uvo cmdenado a servir a todo el
mrdo sin más recompense rye las mal¡as
cuerúas y los peo¡es üatamientos. Pagando
&siguat contrihrciór, sin alención a sus
haberes ni a la aptfud para adEdrirloq, pagan-
do sólo porque el indio era puesto por la ley
en lna subordinación fecunda m vejaciones y
mis€rias temla $F pagax, bien estuviese
robrsüo, bien enfermo, ya gozaÁie de algua
fortun4 ya lrchara con la indigencia; pagaba
anles de alcalr,ar la edad legal y pasado su
támino; mc-q de üra vez se hizo pagar a las

mujeres y tada por los ülrcrtoq cumdo no e
le podla sacar dinero se Ie a¡rebafaba el
gaoado, los animales y úiles de labrmza" los
uternilios domésticos, el tech & su casa y
hasüa sus üernoo hijm condeim&s a la servi-
dumbre bajo el mbre de "cblil,os", Armqtn
no hubiese sido sino para evitar tales atentados
que subsidiendo la capitación h¿brian sido
inemediables, para el bien de la Patria y de la
hmanidad ju$ificaron con su aboüción el
titulo de libertadones los cmsejeros de Casi-
lla que desde el primer movimie¡rto de Jauja
bsblm emedado ya m palabra a los indlgenas
con la i¡fención firme de mmplirla.
Otras de las grandes eslerrnuas En la
revohrióm habla hecho concebir y que procu-
ró cumplir con celo ifuslxa&, fi¡e la mejora de
la inslrucción plblica Mien¡as se gastaba
swnas ingenles en desacertadas eapresas
mililares y eo otros objetos perjdiciales o de
pura o$edación" sólq se habfan dado prome-
sas falaces, protección elimera o recursos
parciales y escasos a los escablecimientos &
instrucción pública; los mejores laoguidecian
faltos de auxilios eficacas, y ea conjunto se
ecbaba de ver la falt¿ de sistma: el Regla-
mento General de 1855 se propuso dar un
impulso general & las escuelas, colegiog
universidades, llevar la iñr¡rccién popilar a
los lugales mds olvidados, y sacarla de zu
esado rudimenta¡io; multiplica los colegios
basla donde fuera hacedero y completar zu
programa; dar vida a la emseñanza unive¡sita-
ria, no separar la educación de la indrucción
propiamente dicha; coordinar los medios de
ejearción y &jar al espfritu de asociación y a
las empresas individuales üodo el grado de
libefiad compaüble con la intervencíón de que
no puede despojarse m gobierno cuidadoso de
la culüna racional [.m resuftados, auryue el
citado re$amerto sólo se ba aplicado mry
incompHamente, no hffi dejado de coneryon-
der al deseo si¡ce¡o de mejoras, Erc las bÍzo
aconsejarlas y decrdrlas. los mayores enemí-
gos de la revolución han confesado con noble
ftanqueza, que este decreto y los que abolie-
ron la esclavitud y el tribrro, son dignos del
rnás ¿Í,o encomio.
No obtuvieron tan lisoqieraacogrda
dras reformas de l¿ dictaduran las tmas por s€r
de aplicacién limitada o de utilidad cuestiona-
ble, y cen$¡radas las otras de ineficaces ino-
porhmas o poco equiüativas. Ellas, corno
minist¡o de hacida deüetó. coffia el dicta-
Lauú¿: Esfrrdios sútz et Penít ¡lcl Sigb ml
mente Islcl de muchos, pero cm sobra de
r.aa;ón, $É las barras de plata s¿ erllortaran
übre & derechos, hizo algunas modificaciolres
en el Reglaorento de Comercio y comunicó
órdenes al minisüro de la República en Lon-
ües para que se pagaxa los intereses de la
deuda convertidq con ñenos acierto sr¡primió
la Dirección General de Hacienda, que des-
pttés hubo de reslablecets y decretó rma Jurta
de Comercio que no llego a ser efecÍiva.
El lvfirislro de lusticia abolió la tercera
o$lica, ar¡nentó el persoral de la magigratura
y sepa¡o algunos magi$rados sindicados por la
opinióq perc $te ¡o fueron oidos m juicio.
En el ramo & Ciobierm se tonnarm algmas
disposiciones reryecto a v{a.s de comunicación
y otras obras piblicas qrc no tuvienon ejecu-
ción o dieron lugm a graves mr¡rmuracimes.
Por el Miniserio de Gue¡¡a fuera de los
ecretos de baja, q¡rte se hizo extensivo a todos
los muertos con bnor en el campo de batall4
se traló de separar a mucbs jefes improvisa-
dos por zu propia autoridad a favor de los
movimientos revohrionariog se pagaron los
gaslos de las compañias, suya econünla rro
obgante ciertos abusos de pormenor contrasüa-
ban con las prodigalidades de la pasada admi-
nidracién" y poco ¿ poco, se diryuso que los
reclutas y vohmtarios regr€saran a sus bga-
res. No todos tuvieron la dicba de volver al
seiro de ou familias: algunos soldados iryre-
visores s imFacideso o malgastaron o no
recibieron los soconos indiryeúsables para el
regreso a zu tierr4 y perecieron sn sl gamim,
por las privaciones, por los ercesos, poa la
fanga, o por el violedo cambio de clima. Más
desgraciados los que se bablan emhrcado e,n
el vapor 'Rimac" n¿utagaroú cerca de l¿
cocta de Nazca a la que se allegaron sin saber
a causa de la fusa d€bla; los más sucumbie-
ron €n el dilatado &sierto de4ués de la
agoüfu mác brrible: alll el vi€nio del $r
azotaba h ca¡a con inflamadas arenillas; era
en extr€mo fafigosa la ma¡cha por el movedi-
zo arena! ninguna sombra venla a moderar la
reverberacién del ardiede sol sobre el caleda-
do suelo; ni un alóm de vsdt¡ra rec¡eaba la
vi$q ningtio indicio de vida ofrecf¿ la menor
*persnza de poder teryh at sed [sic] deve'
radora; y si alguna vez el engdom miraje
prese,ntaba co'mo próximas las aguas del mar,
ffi si oo se consegui,a algrh refrigerio, por
lo menos se esperarfa effie menores tormsn-
los, en el eSr¡erzo para alcanzar el a¡rsirado
Sequilao: Año II, Nros.4-5, 19ql Ui
 Scric Fncrrfs
llquido y la ilusidn brevemenfe disipa@
exasperaba lapyna sin acortar el martirio; ya
la lengua resquebrajada por la sequedad no
pod{a moverse en la boca inftamada; fattaba la
saliva y arfn se apuraba ot¡o llquido initme e
impro con que la desesperacftin p¡eteodfu
h¿I¡r atgtin aliúo: al fm venla l¿ muerte en la
árida soledad y
el cadáver del mfsero que
había envidiado el fin de los $F se ahogalon
al naufragar, servüa de bas al momecillo
levantado por el vierr.o del desierto, ocultdn-
dose para siempre en un desc¡nocido médano.
L¿ impevista catást¡ofe no podla rnenos
de afixrar al Gobierno dicúatorial, armque
e$uúera ex€rdo de toda reryonsalifA0: ] ro
dejaba de preocuparlg ctnndo las car¡sas m¡is
diversas em.bmgaban pod€rosam€nte su
dnino. En el ser¡o misyro del mini$erio *
desa¡rollaba rm adqgonimo peligoso por la
rívalídad €dfe dos ministrcp cr¡yas ideas y
aryiracíones eran incompatibles. Este obsüicu-
lo fotim principió a detener et penCImiento
de decreiar nuevas rejoras, actrca de las qrc.
la pnrdensia acorejaba no proceder con
ltger:er.a suscitando gxaves mtipalfas sin erye-
ranza de mejoras efectivas, la oposicirÍn ávida
de acusaciones cdemaba esfas dissretas
eryectativas aconsejando a bs minishos ir
adehne o ahás, sólo con el designio poco leal
de mútiplic¡u s¡s cer¡sur¿rs por wo u otros
procedimienÍoe. I¿ reacsión s¿ msraba
destemplada y prodigaba $¡s ataques con tan
poca brrcna fe que haSa prAendlan negar la
pogularidad de la ¡evolución obocureciendo y
LT]IS TETLOVIDAL
ffiPROFE$ilOr{AL
IIIAffi - ARIESGRAFICAST
Irirwiffin: Ilnifud Yütu|
Tei6ftroe
l4
dewirtuas.do el sufragio manifiesto de los
pueblos y sr vohmtad no confraslada con la
desegerada pmión del portido echeniquiSa a
fuerza de sritiles explícaciolres o de groseros
sofimas El minisho de ju*icia peosó mde-
rm la prensa reaccionraria o ult¡aliberar decl¿-
rando la übre publicación de artlculos, petro
so,metiendo loe delitos cometidos por la prensa
a los tribrmales ordinarioq como era nafural,
mientras algunos echaban de menos la insfu-
sión del jrnado para confener una ilimitada
licencia, otros más previsores veim haga
encadenada la prensa con su sünetÍmiento a
los procedimienlos comrrres. En cuanto a la
popularidad de Ia revohniór, Ere fiÉ fácil
por¡er en evidencia r€capitulaado s¡ marcha
quedó fi¡era de duda al h¡cerse la eteccíóo de
dipfados para l¿ Cmvmidn Naciolral que
debla de insatarse en el mes de julio.
La autoridad dqió ñrncionar libremente a
los legtorcs; e,n ausencia de toda fuerz¿ pribli-
ca, ñ¡eron elegidoo donde qui€ra representan-
ües del partido revolrcionario. En verdadn que
lm echeniguidas no osaron acerca¡se a las
umas elecciona¡ias, Irero slr alejamiedo,
qundo ninguna fuerza exfraña a la opinión
venia obstruirles el camino" probaba bien en
Ere senido se habfa¡r decla¡ado y persisfan
casi todos los pueblos.
NOTA.-
1. F¡¡or en l¿ edición original; el ¡ño e¡r
cuestíóo es 1836.
M nhrrlc fub *I
WtW,