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Trabajo Práctico Nº 1 de resolución grupal.

1- Definir bioma. Ubicar en un mapa de la República Argentina las zonas en las


que se asientan los biomas: pastizal pampeano- parque mesopotámico- parque
chaqueño- selva misionera- selva salto jujeña-tucumana- bosque andino
patagónico- semidesierto patagónico y litoral antártico – monte puna y altos
andes.
2- Elegir uno de los biomas sobre el de hará un estudio pormenorizado de rodos
los temas que tratemos en este capítulo de la materia, factores bióticos y
abióticos, cadenas y ciclos alimentarios, relaciones intra e ínter específicas,
intervenciones del hombre sobre los ecosistemas naturales, principales
problemáticas ambientales.

1- Se define como bioma a una gran comunidad unitaria caracterizada por el tipo de
plantas y animales que alberga. En cada bioma el tipo de vegetación culminante es
uniforme (hierbas, coníferas, arboles caducos), pero una especie particular de planta
puede ser distinta en diferentes partes del bioma. La clase de vegetación culminante
depende del medio físico y este y aquella determinan el tipo de animales presentes. La
definición de bioma incluye no solo la comunidad dominante de una región, sino
también las comunidades intermedias que la preceden.

No suele haber línea de demarcación precisa entre biomas adyacentes, sino que, por
el contrario, cada uno se superpone en una vasta zona de transición llamada ecotonía.

Los principales biomas, catalogados en orden de la disponibilidad de agua en el suelo


y calor, son los siguientes: Bosque, sabana, pradera, desierto y tundra.

2- Parque mesopotámico

Clima y relieve
Abarcando el centro de Santa Fe, Córdoba, San Luis y Pampa en un clima templado
con lluvias de 400 a 700mm aparecen los bosques de algarrobo, chañares, talas y
caldenes.

En Corrientes y Entre Ríos con un clima subtropical sin estación seca, en un relieve
apenas ondulado o plano que desarrolla una pendiente hacia el Paraná, aparecen los
pastizales íntimamente asociados con palmeras

Los bosque se realzan hacia las zonas bajas confundiéndose con los pajonales que es
la vegetación característica de los suelos inundables.
A orillas de los ríos se forman las selvas en galerías.

La característica preponderante del suelo es que está bañado por extensas fuentes
hídricas superficiales. Es decir compuesto por un dilatado sistema de bañados, esteros
y lagunas, y un nutrido sistema fluvial, cuyas aguas provienen de las abundantes
lluvias.
En su zona central existe una gran planicie cubierta por esteros, lagunas y pantanos,
cuyo principal conjunto recibe el nombre de Esteros del Iberá .Esta región anegadiza
cubre una superficie de unos 7.175 km2. hacia el sureste y suroeste, es decir hacia los
ríos Paraná y Uruguay.

Flora:
Se pueden distinguirse los siguientes tipos de vegetación o formaciones: Sobre ambos
límites de la provincia, sobre el este y oeste, se desarrollan bosques en galería que
constituyen la prolongación de la selva misionera a lo largo de los cursos de agua y su
nombre alude a que acompañan el recorrido de los ríos y arroyos que cuando son
angostos permiten que los árboles de ambas márgenes junten sus copas en lo alto. En
el interior de las selvas en galería el aire es muy húmedo. Las especies arbóreas y
arbustivas que predominan son el tacuaruzú, pindó, sauce criollo o colorado, higuerón
o agarrapalo, quebrachillo, virarú, ombú, laurel, timbó colorado, ibirá pitá o caña fístula,
lapachillo, seibo, lecherón o curpí, Sarandi blanco, molle, coronillo, arrayán, guayabo,
canelón, lapacho de Misiones y aliso del río. Los bosques hidrófilos crecen en las
regiones húmedas, se distinguen de la selva en galería por la menor variedad de
especies y la ausencia de lianas, siendo frecuente la existencia de bosques puros de
una sola especie formando seibales, sauzales, alisales, etc. Un árbol característico es
el seibo que ese adapta perfectamente a los suelos pantanosos donde forma extensos
bosques abiertos.

Las especies características son además de las mencionadas el aliso de río,


espinillares, timbó blanco y Sarandi colorado. La vegetación de bañados y de agua se
manifiesta en todos los esteros, lagunas, pajonales, riachos y tierras inundables tan
frecuentes en la región. La vegetación acuática es la dominante. Se destaca el irupé,
ninfácea cuyas hojas alcanzan los dos metros de diámetro. La flor es blanca por fuera
y por dentro puede ser blanca, anaranjada o roja. Se abre al amanecer y se cierra al
atardecer. El fruto, del tamaño de una sandía, crece bajo el agua y de sus semillas,
comestibles, se puede extraer una harina parecida a la de maíz. El jugo de sus flores
es muy refrescante. Existen también numerosas especies flotantes de gran tamaño
denominados camalotes. Los Palmares que se presentan en la región responden a
varias especies entre las que se destacan el yatay, el caranday, el pindó, y el
mbocayá. Son conocidos los palmares de Concordia y Colón. Los yatayes de
Concordia se hallan formados por árboles muy altos y viejos que se renuevan con
mucha dificultad. El Palmar de Colón, declarado Parque Nacional, se presenta a la
manera de un bosque abierto, sobre una superficie de alrededor de quince hectáreas
entre la costa del río Uruguay y la Ruta Nac. Nº 14. La especie predominante es la
Syagrus Yayay, esbelta palmera de 12 metros de altura, hojas pinadas de más de dos
metros de longitud y tronco de aproximadamente 40 centímetros de diámetro. Casi
todas las palmeras superan los 100 años de edad.

En la zona central, hacia el sur se encuentran extensiones de pastos bajos, utilizados


para la actividad ganadera, y entre los árboles se pueden nombrar aromos,
aguaribayes, ceibos y sauces. Hacia el norte crecen los bosques del espinal,
compuestos por aromitos, quebrachos blancos, espinillos, ombúes y ñandubays entre
otros.

Fauna:
La fauna del Delta, al igual que la flora, está conformada por especies provenientes de
diversos biomas. Su estratégica ubicación geográfica lo convierte en receptor de todas
las especies animales que se dispersan a través de los ríos Paraná y Uruguay.

Las aves se distribuyen, desde luego, con mayor facilidad, siguiendo, por ejemplo, los
bosques en galería que se presentan a todo lo largo de los grandes ríos, en forma casi
ininterrumpida, desde Misiones hasta las márgenes del Río de la Plata.

Los mamíferos, anfibios y reptiles han aprovechado para alcanzar estas latitudes, un
medio de transporte natural: los "camalotales". Esta verdaderas islas vegetales
flotantes provenientes del norte, han acarreado desde los orígenes del Delta, una gran
cantidad de animales que paulatinamente colonizaron y poblaron las islas,
conformando así su actual composición faunística. Las grandes inundaciones del
Paraná se encargan de arrancar con la fuerza de sus aguas, camalotales de mayor o
menor extensión provenientes en su mayor parte de los esteros del Chaco Húmedo.
Sobre estas plataformas se han encontrado una infinidad de insectos, ranas, sapos,
culebras, víboras venenosas, yacarés, carpinchos, monos aulladores, y en los
camalotales de gran tamaño, hasta yaguarets o tigre, el mayor carnívoro del Delta, ya
forma parte del recuerdo; presencia habitual de la zona hasta bien entrado el siglo XX,
sufrió una encarnizada persecución por su cuero y por el temor que producía su
presencia. Se supone que la desaparición definitiva del tigre en el Delta se produjo
entre los años 1920-1930.

Gracias a esta característica, el Delta constituye el punto más austral de dispersión de


numerosas especies animales de origen subtropical. En el Delta del Paraná, la
mayoría de las especies de vertebrados están perfectamente adaptados a sobrellevar
los largos períodos de inundaciones. Grandes y pequeños animales son capaces de
nadar, para poder así buscar las tierras más altas y esperar el retiro de las aguas.

Entre los vertebrados de mayor porte encontramos al carpincho. Otro mamífero de


hábitos acuáticos es el coipo o nutria, que habita las lagunas interiores de las islas.
Esta especie, al igual que el carpincho, se alimenta de vegetales, pero a diferencia de
éste construye plataformas flotantes con plantas acuáticas. Allí descansa y
permanecen sus crías durante los primeros días de vida.
El lobito de río, especie que ha sido muy perseguida por el valor de su piel,
pudiéndoselo ver en parejas recorriendo los arroyos y riachos, sus escasas
poblaciones han llevado a considerarlo en peligro de extinción.

En los bosques de albardón halla refugio marsupiales como la comadreja overa,


mientras que su pariente, la comadreja colorada, prefiere lo pajonales y la vegetación
vecina a los bañados y lagunas. También encontraremos rastros del gato montés, gato
de los pajonales, el yaguaroundí, zorro de monte, corzuelas, jabalíes, hurones,
armadillos, avestruces.

Pequeños vertebrados como cuises y ratones de campo, habitan la mayoría de los


ambientes.
Otro roedor autóctono: la vizcacha especie que trata de encontrar en los parques
provinciales refugio de sus mayores predadores el zorro de monte, el gris y el hurón,
que no se acercan por la presencia humana.

El ciervo de los pantanos, el mayor ciervo autóctono sudamericano, tiene en el Delta


una de sus dos poblaciones más importantes de Argentina. Adaptado a los ambientes
anegadizos, se refugia en los pajonales del centro de las islas.

Entre la fauna exótica se encuentran el jabalí europeo y el antílope de la india.

Entre los mamíferos alados se halla el vampiro, un murciélago que se alimenta de


sangre, hoy en día principalmente del ganado doméstico. Se mueve en grandes
bandadas que se refugian durante el día en lugares oscuros, para salir durante la
noche en busca de su alimento.

Los reptiles están representados por las tortugas de laguna, una gran variedad de
culebras, la venenosa yarará o víbora de la cruz, la boa curiyú , varias culebras y el
siempre presente lagarto overo, que utiliza las vizcacheras como refugio.

En los bosques de albardón se encuentra la mayor variedad de aves, siendo


característicos los espineros, chivíes, pepiteros, tacuaritas, piojitos, etc.
En las zonas bajas e inundables, predominan las aves acuáticas, pueden observarse
varias especies de patos, cutirí, sirirí, silbón, chiflón, pecho amarillo, gallito de agua e
ipacaá macáes, picazo, garzas, gallaretas, chajáes, burritos que se ocultan entre la
densa vegetación, caraus, una curiosa rapaz, el caracolero, posee un ganchudo pico
que es un eficaz instrumento para extraer a los caracoles de sus valvas. Tambien
podemos encontrar al carpintero blanco, al real y al campestre y a los inambúes
colorados o martinetas, íntimamente ligados al ambiente formado por el palmar-
pastizal, grupitos de ñandúes entre otras especies.

En las márgenes de los arroyos se halla el biguá, que con sus alas extendidas, toma
sol para secarlas, y al martín pescador grande, al acecho de alguna presa. La
lechucita de las vizcacheras se encuentra muy ligada al hábitat de estos roedores
debido a que aprovechan sus cuevas como guarida. Asociados a estos ambientes se
pueden ver cardenales, horneros y zorzales, que buscan su alimento en la vegetación
herbácea de baja altura.

En la selva en galería se encuentra el arañero de cara negra, el tingazú y la urraca


paraguayas.
Los arroyos y riachos son el hábitat ideal para especies pescadoras como el biguá
común, el biguá víbora, pava de monte, que posee en el Delta su límite austral de
distribución, el juan chiviro, el chiví, el vistoso cardenal azul y los martines pescadores.
El sábalo forma enormes cardúmenes; en los riachos interiores, donde se crían
numerosas especies del gran Río Paraná podremos ver saltar a los legendarios
corados, persiguiendo los cardúmenes de mojarra, pacú y surubíes el manchado y el
atigrado son las más buscadas por los pescadores deportivo, bagres de diversos tipos,
anguilas, tarariras, patís, bogas y otras numerosas especies conforman el elenco
ictícola.

Los anfibios están representados por sapos y ranas, algunas de las cuales son
exclusivas del Delta, como la rana de las cardas y la ranita isleña, entre las tortugas
encontramos la pintada y la de lagu

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