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PRÓLOGO

Todos añoramos la salud. Muchas veces queda reflejado ese


anhelo en la expresión de que es la necesidad más importante,
junto al amor. Escribió Aristóteles en el siglo IV a. d C. que
«el hombre opina a lo largo de su existencia de modos diver-
sos: cuando está enfermo, su felicidad consiste en la salud». Y
añade, en el capítulo 1 de Ética a Nicómaco: «Lo más hermoso
es lo más justo; lo mejor, la salud; pero lo más agradable es
lograr lo que uno ama».
Hace algo más de una década propuse analizar las organi-
zaciones con la metáfora de la persona humana. De esa intui-
ción original han surgido hasta el momento seis modelos de
gestión (Gestión de lo Imperfecto, Patologías organizativas, Feelings
Management, Will Management, Dirección por Hábitos, y Liderar
en Incertidumbre) que, en la actualidad, son aplicados en múl-
tiples organizaciones de treinta países.
Con el modelo Patologías organizativas propongo analizar
las organizaciones —públicas y privadas, nacionales o multi-
nacionales, familiares o no...— siguiendo el esquema de las
enfermedades físicas, psicológicas o psiquiátricas que padece
el ser humano. De hecho, hace muy pocos meses, y con la
ayuda de Marcos Urarte y Francisco Alcaide ha visto la luz
un diccionario de enfermedades organizativas que lleva por
título Patologías en las organizaciones (LID).
Jesús Gabriel Gutiérrez, autor del libro que el lector tiene

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entre las manos, me comentó —y así lo reitera en la obra—
que la lectura de mis estudios fueron uno de los principales
detonantes para que este libro —La Empresa y los 5 elementos—
viese la luz.
Es para mí un placer prologar una obra que cuenta entre
sus principales afluentes ideas y conceptos con los que vengo
trabajando desde hace tiempo, y que son implantados a nivel
internacional —bajo licencia— por la empresa Tatum, que
cuenta —entre otras cosas— con un Health Test on line a dis-
posición de los interesados.
Gabriel, en La Empresa y los 5 elementos, analiza paralelis-
mos entre el cuerpo humano y las organizaciones. Lo hace
con eficacia y buenos resultados, pues posee una formación
multidisciplinar, tan relevante hoy en día, en un mundo en el
que muchos saben algo de algo, pero muy poco de cualquier
otra cosa.
Resulta para mí profundamente satisfactorio verificar que
propuestas realizadas años atrás merecen el interés y son inspi-
radoras de nuevas iniciativas. Explicaba Kant que los grandes
temas de la humanidad vuelven a aparecer periódicamente
a lo largo de la historia. Que a la sombra del pensamiento
de algunos vayan surgiendo nuevas iniciativas es un motivo
más del optimismo con el que debemos contemplar la reali-
dad, también en tiempos convulsos como los que nos están
tocando vivir a causa de una crisis económica que hubiera
podido ser evitada si quienes estaban al timón —muchos
directivos de entidades financieras, numerosísimos políticos,
determinados funcionarios...— hubiesen tenido un poco más
de técnica y sobre todo de ética (casi, me atrevo a decir, de
vergüenza torera).
El libro de Jesús Gabriel Gutiérrez resulta, pues, un libro
oportuno. No es sencillo de leer, pero sí atractivo. No es lineal,
pero sí intelectualmente retador.
Animo al potencial lector a que lo disfrute; eso reclama
sabiduría. Es decir, capacidad de saborear. Esta obra no es de

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esos libros al uso que uno compra en el aeropuerto y en ape-
nas una hora ya ha podido leerlo en diagonal quedándose
—en el mejor de los casos— con el par de ideas sobre las que
pivota.
La Empresa y los 5 elementos reclama atención. No siempre
será posible estar de acuerdo con sus propuestas y observa-
ciones, pero desafiará al lector para que cavile. Como se ha
dicho de múltiples modos a lo largo de la historia: «piensa lo
que quieras, pero ¡piensa...!».
El libro de Jesús Gabriel Gutiérrez, que con gusto he pro-
logado, apunta en esa dirección. Y no es de poca importancia
la cuestión, porque quien sobrevolase la existencia sin dete-
nerse a pensar, más que vivir, duraría.

JAVIER FERNÁNDEZ AGUADO

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