Año 18, No.

203 Santiago de Cali, Abril de 2010 | Periódico Cultural de la Universidad del Valle Periodismo al servicio de la ciudad y la región

VALLE DEL CAUCA

¡100 años!
Angustia en el El tambor: Periodismo y
pecho escudo y arma cultura
La periodista chilena Este instrumento fue un ¿Cómo interpretan
Carolina Rojas escribe medio de comunicación la cultura los medios
un testimonio del para la sublevación de de comunicación en
terremoto en Chile. los esclavos africanos. Colombia?
Pág. 3 Pág. 5 Pág. 4

Visítenos
Visítenos en internet: lapalabra.univalle.edu.co
en Internet: lapalabra.univalle.edu.co
 La Palabra
2
EDITORIAL
Cali, Abril de 2010

UN ANIVERSARIO EN LA SOMBRA

E
clipsado por la conmemo-
ración del bicentenario de
la independencia, el Valle
del Cauca cumple sus prime-
ros cien años como depar-
tamento. ¿Cómo se fundó y
qué condiciones propiciaron
su existencia?, ¿Qué otros
municipios de nuestro actual
Valle del Cauca a su vez fue-
ron departamentos?, ¿Cuáles
fueron las principales expre-
siones de su modernización?,
¿de qué forma Cali alcanzó
protagonismo económico e
industrial en el país? A estos y
otros interrogantes buscamos
proponer una respuesta en la
presente edición, pues es no-
torio el desconocimiento de
los vallecaucanos acerca de
la historia de su región y de
sus propios pueblos.
Vivimos en un país carente
de un proyecto nacional,
que, por el contrario, tiene
identidades regionales muy
fuertes que compiten entre
sí. En ese panorama, El Va-
lle del Cauca ha alcanzado
un notable liderazgo, espe-
cialmente desde 1910, año
en que la dirigencia caleña
logró materializar la inde-
pendencia administrativa de
la Gobernación de Popayán
y especialmente de las élites
señoriales payanesas. Con
su fundación se iniciaría un
nuevo proyecto de región
que encontró en la construc-
ción del ferrocarril del pa-
cífico, la consolidación de
Buenaventura como primer
puerto nacional y el fortale-
cimiento de la industria azu-
carera, algunas de las prin-
cipales expresiones de una
modernización. No obstante
ese espíritu progresista, lide-
rado por las élites locales,
no alcanzaría a contener
las expresiones de exclusión
y desigualdad social, situa-
ciones que terminarían radi-
calizando fuertes conflictos
sociales en la región.
El Valle del Cauca no fue ajeno
a fenómenos mundiales como
el crecimiento desmesurado
de la natalidad, especialmen-
te, durante el siglo XX, y las
masivas migraciones de los
habitantes del campo hacia la
ciudad como producto de los
coletazos de una incipiente
revolución industrial. Tampo-
co fue ajeno a situaciones del
orden nacional como la pro-
pagación de la violencia par-
tidista, la deslegitimación de
sus instituciones gubernamen-
tales y la emergencia de una
subcultura de la ilegalidad,
especialmente vinculada al fe-
nómeno del narcotráfico.
A pesar de que la totalidad
de la geografía del Valle del
Cauca es apta para la vida
humana, las mejores tierras
para la agricultura siguen
controladas por grandes te-
rratenientes y gamonales, y
Cali, su capital, sigue con-
teniendo forzosamente las
caravanas migratorias que
dispuestas en sus cada vez
más extendidas laderas, se
asientan en la urbe para lu-
char por la subsistencia.
Por su parte, el más reciente
Informe de Desarrollo Humano
para el Valle del Cauca, dirigi-
do por las Naciones Unidas,
señala que el Departamento
aventaja significativamente
a otras regiones en aspectos
como la cobertura en servicios
públicos, especialmente en
agua y energía e infraestruc-
tura vial. Así, un panorama de
luces y sombras se refleja en
la conmemoración de nuestro
primer siglo. Hay una historia
por conocer.

MIRADAS BIZCAS

Periódico cultural de la Universidad del Valle publicado para la Región. Las expresiones están avaladas por el nombre del autor y no reflejan necesariamente la posición de los
editores. ISS121-7712. Personería Jurídica. Artículo 80 Ley de 1987.Rector IVÁN RAMOS CALDERÓN Director DARÍO HENAO RESTREPO Consejo Editorial FABIO MARTINEZ,
GERMAN PATIÑO, CARLOS PATIÑO MILLÁN, LUIS GUILLERMO RESTREPO, JULIANE BAMBULA, GABRIEL SUÁREZ y DARÍO HENAO R. Editor KEVIN ALEXIS GARCÍA. Apoyo
Editorial PATRICIA LASSO BUITRAGO Coordinación Grafica y Diagramación: DARÍO BOLIVAR (RAMIRO OROZCO). La Palabra, Ciudad Universitaria Meléndez. FACULTAD DE
HUMANIDADES, Edificio 386, oficina 2045 Fax: 3308894 Teléfonos: 3334922-3308894 Correo electrónico: Lapalabra@univalle.edu.co
Asistente de redacción YVONNE BARRETO CELIS Colaboradores: ALBERTO ISAZA, ANDRÉS SANCLEMENTE, CAROLINA ROJAS, ROSA RODRÍGUEZ, DENNIS RUBIO, CRIS-
THIAN GARCÍA, MARÍA ANDREA DÍAZ, NORMA LEAL, LILIANA ARIAS, LINA MARCELA HURTADO. Certificado de Registro Cámara Nacional de la Industria Editorial num.
226 derechos artísticos y literarios reservados conforme la ley de 1993, para su venta y distribución solo en COLOMBIA. Portada: FAMBERLIN TABA Contraportada: RAMIRO
OROZCO M. Agradecimientos especiales: Archivo Histórico de Cali, Arhivo Histórico de Cartago, Patrimonio Fotográfico del Valle del Cauca.
 La Palabra
Angustia
Cali, Abril de 2010
en el pecho
La periodista Carolina Rojas, de la Nación de Chile, escribe para La Palabra un testimonio de la tragedia que vivió su país.
“Algunos dicen que los chilenos estábamos sumidos en un arribismo sin límites, y vino el click. Hoy, Chile ha vuelto a su vida
cotidiana de a poco, con el efecto postraumático, igual que un niño golpeado que oculta su rostro tras sus manos”.
Carolina Rojas
Santiago de Chile
Fotografía: The New York Times
D
icen que el miedo es como
un frío cuchillo que traspa-
sa la cabeza. A esa des-
agradable sensación, le suma-
ría una corriente que se apode-
ra de la espalda como miles de
hormigas que bajan por la co-
lumna vertebral sin dar tregua.
Los chilenos tienen una larga
lista de miedos: a la delincuen-
cia (más que a la desprotección
social), a las enfermedades (en
cada esquina de Santiago hay
una farmacia), a perder el em-
pleo, incluso al vecino que pue-
de vender drogas.
La madrugada del 27 de fe-
brero estaba en un piso quin-
ce con unos amigos cuando
el terremoto movió nuestros
pies y nuestras vidas. Ante
el primer remesón, la risa se
nos borró de las caras. Inme-
diatamente estuve calmada
por esos amigos que llevan
el gen del terremoto. Así les
digo a todos los que vivieron
el estremecimiento de 1985
y que siempre dicen: “ya se
va a pasar, este temblor no
es nada”. (Unas vacaciones
fuera de Chile me privaron de
esa brutal experiencia y no
tengo el gen).
Pero el temblor siguió y enton-
ces la guitarra que llevaba la
animada fiesta saltó lejos y nues-
tro canto enmudeció al ver que
aquel temblor se hacía terremo-
to. Tras el sacudón, se cayeron
la mesa y la lámpara y alguien
gritó “abran la puerta, podemos
quedarnos encerrados”.
En el pasillo hasta la salida
de escape no podíamos equi-
librarnos. De inmediato vino
el miedo a lo inesperado. El
peor de todos los miedos. En
la escalera de evacuación, el
sacudón se hizo brutal. El ruido
de los otros apartamentos era
ensordecedor, entre gritos mu-
dos y miradas. Creo que todos
pensamos “esto puede ser el
fin”. Igual de cómplices baja-
mos los quince pisos de dos en
dos y luego de cinco en cinco
escalones, por un poco de aire
y un poco de cielo. Huimos
mientras en la cabeza llevába-
mos ese micro film que se pasa
con toda tu vida en momentos
como esos. Y los rollos incluye-
ron preguntas ¿dónde estarán
mis hermanos?, ¿mi madre?,
¿y mi viejo?, ¿se habrá derrum-
bado ese apartamento antiguo
en el que viven ambos?
Abajo en el hall del edificio la
situación no fue mejor: los niños
asustados, la gente semidesnu-
da, las caras de horror y los vi-
drios rotos en el suelo. En la ca-
lle una nube de polvo envolvió
todo. Santiago estaba aterrado.
Escuchamos en la radio “8, 8 “
un mega terremoto, un cataclis-
mo y el llanto se nos atoró hasta
desgarrarnos la garganta. Des-
pués de esperar, caminamos
mudos, sonámbulos, empujados
sólo con la idea de regalarles
un abrazo a nuestros seres que-
ridos. En el camino a nuestras
casas, nos dimos cuenta que la
ciudad estaba destruida, pero
también su alma. Fue un viaje
al infierno: la oscuridad, los es-
combros, las fogatas, la gente
durmiendo en las calles.
Y así fueron los siguientes días:
un pan costaba diez veces
más que hace unos días atrás,
la gente seguía preocupada
de los saqueos, mucho más
después que se supiera de los
muertos de los chilenos del sur.
Mucho pánico.
Dos remesones en esta semana
devolvieron a los chilenos a
las evacuaciones, los gritos y
el llanto, sólo dos se sintieron
fuertes, porque en realidad fue-
ron once. Fue la gran réplica,
la profecía de los sismólogos.
Como autómatas, mis vecinos
y yo abrimos la puerta (acto
para que no se bloqueen),
tratando de no tropezar con
la mochila a la entrada. Con-
tiene lo indispensable en caso
de otra réplica o en caso de
quedarse sin casa: dinero en
efectivo, una linterna y un poco
de ropa. Hoy todos los santia-
guinos tienen una, incluso las
carteras de las mujeres se han
transformado en verdaderos
backpack de guerra, donde
llevan lo indispensable en caso
de lo peor. Y mientras la nor-
malidad vuelve de a poco, lo
más difícil es asumir la idea
de la costa hermosa y su gen-
te que fue tragada por el mar
y, también con la realidad de
los barrios históricos hechos
añicos. Es duro pensar en la
madre que perdió a su hijo en
el maremoto, cuando una ola
lo arrancó de sus brazos justo
después de ponerle un chaleco
salvavidas. Nuevamente Chile
busca a sus muertos y sólo en-
cuentra jirones de ropa.
Tenemos miedo, vivimos con la
angustia, se nota en el acto de
tocarnos el pecho con las ma-
nos al hablar. Los especialistas
dicen que la angustia se aloja,
justo ahí, en el pecho. Vive con
miedo el señor que respira pro-
fundo para evitar una crisis de
pánico en el subterráneo, yo no
he vuelto a subirme a uno. Vive
con miedo la gente que no llega
a dormir a sus casas. Todos sen-
timos miedo cuando el piso se
mueve y saltamos de golpe a la
puerta. Miedo de las imágenes
de rescate y más derrumbes que
3
CRÓNICA
no dejan de pasar por la televi-
sión. También tenemos miedo a
dormir y a no despertar jamás.
Desde el 27 de febrero hasta
hoy, Chile ha vuelto a su vida
cotidiana de a poco, con el
efecto postraumático, igual que
un niño golpeado que oculta
su rostro tras sus manos. Pero
como de lo malo siempre se
saca algo bueno, desde ese
día, como cualquier persona
que se ha enfrentado a la par-
ca, vino la reflexión. Por estos
días, ya no hemos convivido sin
vernos. Algunos dicen que los
chilenos estábamos sumidos en
un arribismo e individualismo
sin límites, entonces vino el click.
Desde el terremoto, hay gente
que ha pensado dejarlo todo
por vivir en comunidad y qui-
zás, por unos días, creo ya no
convivimos sin vernos. La gente
se ha vuelto más amable con los
vecinos a la hora de trazar un
plan de evacuación de los edifi-
cios. La vecina ya no cree que
su vecino vende drogas, porque
aquel tipo tumbó su puerta para
rescatarla cuando quedó atra-
pada. El chico del colegio rico
y el chico del colegio pobre re-
colectan juntos ropa y alimentos
para las zonas más afectadas
del sur. Hoy algo es distinto
en nosotros. Hemos recordado
que en un chasquido de dedos
se puede acabar todo. Los chile-
nos no estábamos muertos, sólo
un poco dormidos.

4
CULTURA
Periodismo
y Cultura
Un rastreo a la agenda informativa de 15 medios de comunicación
permitió identificar tres interpretaciones de la cultura: la masiva, la culta
y la popular. Mientras la televisión ha fusionado el entretenimiento con la
cultura masiva, la prensa escrita da más espacio a la llamada cultura culta.
De la popular dan cuenta, especialmente, los medios regionales. En todos
los casos faltaría más investigación y análisis de la información.
Yohana Vélez Dorado
Estudiante de Lic. en Literatura
¿
Qué expresiones de la
cultura existen en nuestro
país y de qué maneras tra-
tan los medios de comunicación
con ellas? Según las observa-
ciones realizadas por la Funda-
ción Nuevo Periodismo en aso-
cio con el Ministerio de Cultura,
la noción y las manifestaciones
de la cultura culta ocupan aún
el lugar más importante de la
cobertura informativa en este
ámbito. Se distinguen tres tipos
de cultura; la masiva, la culta y
la popular, la primera mimeti-
zada con la cultura general y la
segunda manteniendo cambios
internos en su representación
periodística. Así, la presencia
de los medios de comunicación
ha contribuido a la “ mediatiza-
ción de la cultura” en una mes-
colanza del mundo literario y
el mundo televisivo, este último
como desplazante de lo cultu-
ral ante la farándula. Para un
periodista regional entrevistado
“la cultura si no deja ganancias
financieras y si no está empa-
rentada con los discursos glo-
bales, no es de interés”, asunto
Se resalta la pobre y casi inexistente crítica cultural,
así como poco análisis y la elaboración de informes
especiales. La cultura sigue siendo cenicienta de la prensa”
que desde hace un buen tiem-
po se vislumbraba, cuando en
los principios de la televisión en
Colombia un sector la conside-
raba como herramienta cultural
y el otro bando como una po-
tente herramienta comercial.
El estudio realizado evidencia
que por otro lado la prensa es-
crita conserva “relaciones aún
muy estrechas con una versión
de la cultura culta”, mientras
la televisión “ha fundido el en-
tretenimiento con la cultura”,
resaltando fenómenos como
la música, el cine y el espec-
táculo y restando un poco de
densidad a la cultura culta
para poderla presentar en un
lenguaje más liviano. Aun así
la prensa escrita también se ha
dejado influenciar tendiendo a
abreviar los textos, aligerando
su contenido, reforzando sus
presentaciones e incorporando
interpretes de la actualidad, la
política o la farándula. Las di-
ferencias entre prensa escrita y
televisión vienen a marcarse vi-
siblemente: “los periódicos cu-
bren más la literatura, las artes
escénicas y las artes plásticas
que la televisión, mientras que
la televisión sobrepasa a la
prensa escrita cuando se trata
de música, cine y diseño de
modas”. Pero la cultura culta
persiste, en el estudio realiza-
do, estas noticias “doblan a las
que se pueden definir como de
cultura masiva y éstas a su vez
doblan a las que se encuadran
dentro de la denominación
de cultura popular”, todo esto
mostrándonos una realidad
que diferencia a los medios
frente a las interpretaciones de
la cultura. Esto último no quiere
decir que la expresión popular
esté completamente olvidada,
los periódicos regionales se
encargan de ella, ofreciendo
mayor información sobre sus
procesos, aprovechando su
cercanía con lo local, las cele-
braciones, fiestas, y manifesta-
ciones que conforman la vida
cotidiana en Colombia.
Para el diseño del estudio los
integrantes de la Fundación
acudieron a tres herramientas
metodológicas: el análisis de
contenido de 15 periódicos
entre nacionales y regionales;
el análisis de noticieros de te-
levisión en sus emisiones de
mayor cobertura informativa
y el análisis de percepciones y
prácticas periodísticas por me-
dio de entrevistas a editores y
periodistas con capacidad de
decisión sobre la agenda infor-
mativa de los medios.
Sobre los logros obtenidos se
resalta la pobre y casi inexis-
tente crítica cultural, el análi-
sis, la entrevista y el informe
La Palabra
Cali, Abril de 2010
especial, dado a la reducción
del espacio que cada día se
presenta, en este caso, en los
periódicos. De forma que “la
investigación y el fortaleci-
miento de la reportería son
dos tareas aplazadas de la
formación cultural que se de-
ben fortalecer y acrecentar”,
aún más conociendo que los
fenómenos culturales no son
pocos y que desde ellos se
pueden abandonar los luga-
res comunes y profundizar en
diversas variantes de sus pro-
cesos, no será de extrañar
el encuentro con sorpresas
llenas de relatos por estudiar
y contar. No obstante, se re-
conoce a las instituciones de
educación superior como los
sujetos más importantes de la
formación cultural, en lo que
tiene que ver con la sociedad
civil y a la música como la
manifestación cultural “más
importante y posiblemente
una de las más diversas del
panorama simbólico ibero-
americano. Ésta se crea, se
escucha en diferentes sopor-
tes tecnológicos, posee una
gama amplia de géneros, se
mezcla con otras expresiones
culturales y se diferencia por
edades, género y nivel socio-
económico” convirtiéndose
en el arte de más acogida
en los medios, seguida por el
cine, definitivamente la mú-
sica representa mucho para
los colombianos. Sea esta la
invitación a una reflexión so-
bre la calidad de los conteni-
dos informativos que apare-
cen en los medios masivos de
información en Colombia.
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
El tambor en su son:
escudo y arma
Más allá de ser un instrumento para la recreación de los esclavizados africanos, el tambor fue empleado como un
medio de comunicación que propició la resistencia, la sublevación y la conformación de los palenques que ayudarían
Rosa Elena Rodríguez T.
Estudiante de Lic. en Historia.
L
El sonido del tambor ex-
presa las alegrías, los
dolores de mujeres y
hombres quienes sostuvieron
el legado cultural y también
resistieron a la opresión es-
clavizadora en las Américas;
los hombres y mujeres traídos
desde África por medio de la
trata atlántica para ser escla-
vizados como mano de obra
en las colonias, traían en su
cosmovisión del mundo, el tra-
bajo comunal y la agricultura,
la religión, la danza, la músi-
ca y el ritmo.
Estos elementos culturales se-
rían manifestados y combina-
dos con otros componentes
culturales y físicos como beju-
cos, maderas y cueros del nue-
vo territorio para construir el
sonido de la palabra a través
del tambor en las haciendas,
minas y plantaciones en que
se desarrolló un orden social
y cultural diferente al estableci-
do en el continente africano.
El tambor como instrumento
musical para las culturas afri-
canas que tenían su propio
modo de producción y nivel de
desarrollo antes de la llegada
de los europeos, es un medio
de comunicación, se inscribe
en los bailes, en la trasmisión
de mensajes religiosos, es am-
plificador de la memoria y el
a deteriorar la sociedad esclavista.
recuerdo de la identidad que
expresa emociones y pensa-
mientos colectivos.
Alrededor de los tamaños y
formas del tambor se esce-
nifica una vida cultural y or-
ganizativa de las sociedades
africanas. La oralidad canta-
da o hablada con el toque del
Los bejucos, maderas y cueros del territorio americano
ayudaron a construir el son de la resistencia africana
y la conformación de palenques”
tambor acompaña las dan-
zas, congregaciones, rituales
y cantos religiosos; también
fue un arma de resistencia
que alertaba de los peligros;
como los batá, tambores afri-
canos cuya historia es un tes-
tamento de la cultura.
Una vez traídos hombres y
mujeres libres de África para
su esclavización en las Amé-
ricas, por medio del rapto y
el destierro, se generó una
diáspora africana en la que
el sonido del tambor les per-
mitió continuar con su forma
de comunicación para evadir
y burlar los controles a través
de códigos cifrados en él. Así
este instrumento se tornó en el
escudo y arma que permitió a
los esclavizados fugarse a las
montañas, montes y planicies
sublevándose desde el siglo
XVI hasta el XVIII, conforman-
do palenques como el de San
Basilio, deteriorando con el
cimarronaje el sistema y la so-
ciedad esclavista, dado que el
fugitivo representaba la pérdi-
da del capital pagado por la
compra del esclavo.
En las plantaciones los escla-
vizados vivían en barracas
aislados de los demás, esto
les permitió recrear su cosmo-
visión y tener espacio para
recomponer sus prácticas
culturales. Caso diferente y
riguroso para quienes vivían
en las haciendas en donde
debían estar alrededor de la
casa principal, de la familia
y del hacendado. Así surgie-
ron las adoraciones no solo
como control ideológico y
religioso, también como fac-
tor que permitió la cohesión
de los esclavos y el fortaleci-
miento de la identidad.
Un sueño de libertad
Roto el lazo con África en el si-
glo XVIII por la escasa transac-
ción de esclavizados bozales,
los negros criollos adaptaron la
religiosidad cristiana diferente
a la cosmogonía africana. Sin
embargo, después de un siglo
y medio de la trata atlántica,
a pesar de que los esclaviza-
dos podían recurrir a leyes
para conseguir su libertad, no
todos los hombres y mujeres
lograron manumitirse. Algu-
nos lo lograban pagando un
precio aprobado por el amo,
por concepción del propieta-
rio o por medio de la ley de
libertad de vientres de 1821,
en la que el estado liberaba a
todos los nacidos de esclaviza-
dos bozales y descendientes a
partir de esta fecha. Sólo has-
ta 1851 se promulgaría que a
partir del 1 de enero de 1852
los esclavos fueran libres.
De esta manera hombres y
mujeres esclavas ante el trato
inhumano propiciaron suble-
vaciones y resistencias cultura-
les que fueron marcadas por
la libertad. Desde el siglo XVI
hasta el XVIII se presenciaron
varios alzamientos, presiones y
resistencias como Popayán en
1556, alzamientos en Chocó,
Valle del Cauca, Antioquia,
Cundinamarca, Llanos Orienta-
les y Panamá durante 1750 y
1790, dando origen a los pa-
lenques, parcelas y comunida-
des como espacios de libertad,
en donde el ritmo, la música,
las danzas, bailes y los toques
del tambor harían parte de las
ceremonias y festejos.
Los códigos y leyes excluye-
ron al esclavizado a ejercer
profesión y arte, prohibiendo
el acceso a las ciencias hasta
la quinta generación. Con-
tinuaron labores en la agri-
cultura y venta de frutos en
pequeña cantidad, también
5
HISTORIA
como cargadores. Quien des-
obedeciera o se fugara era
castigado con azotes, con
cepo, con marcas de fuego y
la mutilación corporal que no
impidiera sus labores.
El uso del tambor no solo fue
ejercido en las prácticas cultu-
rales y como medio de alerta
durante la resistencia, Martha
Lucia Barriga Monroy mencio-
na en su texto La historia del
tambor africano y su legado
en el mundo que: “Los negros
se han distinguido como jefes y
soldados en casi todas las cam-
pañas de independencia del
nuevo mundo; contribuyeron
con su talento y aptitud, a las
campañas de Simón Bolívar, y
la de San Martín, en donde no
faltaron sus tropas, organiza-
das y disciplinadas”.
De esta manera, el tambor
fue y es esencia para la vida
y la cultura, permitió el re-
conocimiento y la lucha por
la liberación, sostenida a
través de hombres y mujeres
que pasaron de esclaviza-
dos a ser cimarrones de pa-
lenques. De acuerdo con Luis
Antonio Escobar con el mes-
tizaje musical debieron escu-
charse y producirse ritmos y
melodías que implicaban la
rebelión y búsqueda de li-
bertad. Huyendo escenifica-
ban el himno de la rebelión
“y aunque mi amo me mate
a la mina no voy, no quiero
morirme en un socavón”.
 La Palabra
6
CIENCIA
Cali, Abril de 2010

“La enfermedad
de la pobreza”
Cada año en Colombia mueren alrededor de 600 mujeres embarazadas como
consecuencia del aumento de la presión arterial durante la gestación. Esta
enfermedad, conocida como preeclampsia, afecta principalmente a mujeres con
problemas nutricionales. El investigador de la Universidad del Valle, Julián Herrera,
ha desarrollado un vital medicamento que previene la enfermedad.

sidad del Valle, bajo el lide-
razgo del médico familiar Dr.
Julián Alberto Herrera, estu-
diaron y analizaron la forma
de prevenir la eclampsia y la
preeclampsia en las mujeres
gestantes y crearon una me-
todología denominada Mo-
delo Biopsicosocial.
La metodología profundiza
básicamente en el área nu-
tricional; el modelo se creó
razo, previene la preeclamp-
sia en un 60%, y en caso de
presentarse la enfermedad dis-
minuye su severidad.
El desarrollo científico fue so-
cializado al Ministerio de la
Protección Social, el cual se
mostró interesado en subsi-
diar este nuevo medicamen-
to de gran beneficio para
las embarazadas pobres
del país, que son las que en
2000 intelectuales más so-
bresalientes del Siglo XXI.
El país cuenta con una nueva
herramienta para el cumpli-
miento de una de las metas
del Milenio: la reducción de la
Mortalidad Materna, mediante
la recomendación del Modelo
Biopisococial como una Buena
Práctica por Acción Social de
Presidencia de la República y
por Naciones Unidas.

‘El profesor Herrera ha sido invitado a la Segunda

Conferencia Mundial sobre descubrimiento de
Nuevos Medicamentos y Terapias.”

con el objetivo de mejorar mayor proporción sufren de

Dennis Rubio
gestación, acompañada de las condiciones de riesgo nu- pre-eclampsia, eclampsia y
Agencia AUPEC, convulsiones. Ataca general- tricional y psicosocial de las Síndrome de HELLP.
Universidad del Valle mente a las mujeres, que en- mujeres embarazadas de los

E
l Instituto Nacional de Vigi-
lancia de Medicamentos y
Alimentos-INVIMA aprobó
oficialmente el soporte nutri-
cional que el médico familiar
Julián Herrera desarrolló con
el ‘Modelo Biopsicosocial. La
combinación nutricional fue
aprobada por la sala especia-
lizada de medicamentos del
INVIMA, como coadyudante
en la reducción del riesgo de
la preeclampsia.
La preeclampsia es el aumen-
to de la presión arterial en las
personas embarazadas en el
segundo o tercer trimestre de
tre otros factores de riesgo,
tienen problemas nutriciona-
les durante su embarazo, y
es llamada la enfermedad
de la pobreza.
En Colombia mueren al año
alrededor de 600 mujeres em-
barazadas por preeclampsia,
el país tiene una tasa de mor-
talidad materna y prenatal muy
alta: por cada mil nacidos vi-
vos mueren 78 madres.
Prevenir la preeclampsia
Desde hace 25 años un gru-
po de científicos de la Univer-
sectores marginales.
El componente nutricional de
este modelo (Calcio-Ácido
Linoleico Conjugado) se ha
venido recomendando en las
capacitaciones que ha dado
la Universidad del Valle a los
diferentes actores de la Segu-
ridad Social en Colombia y
está incluida en las Normas
Técnicas del Ministerio de la
Protección Social y en el Plan
Nacional de Salud Pública.
El medicamento suministrado a
las pacientes embarazadas en
forma de pastillas, a partir de
la semana 20 y 25 del emba-
La combinación acaba de ser
presentada por invitación del
Gobierno de Emiratos Árabes
Unidos por el Profesor Julián
Herrera en la Segunda Con-
ferencia Mundial sobre descu-
brimiento de Nuevos Medica-
mentos y Terapias.
Por este logro el profesor Ju-
lián Herrera fue biografiado
en el libro americano ‘Who is
who in the world’ (Quién es
quién en el mundo), publica-
do desde 1898. También fue
seleccionado recientemente
por el International Biogra-
phic Centre de Cambridge,
Inglaterra como uno de los
Julián Herrera es profesor
Titular y actualmente es el jefe
del Departamento de Medici-
na Familiar de la Universidad
del Valle, Profesor Honorífico
de Ginecología y Obstetricia
de la Universidad de Alcalá
en España y Miembro Ho-
norario de la Sociedad Ca-
nadiense de Ginecología,
reconocimiento del país con
la Mortalidad Materna más
baja del mundo. Es autor de
más de 150 publicaciones y
seis libros y ha recibido quin-
ce premios por su labor en el
ámbito internacional.
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
Acusado por las dictaduras de Chile, Argentina y Uruguay de ser un instrumento para la corrupción de la juventud, en ‘Las
venas abiertas de América Latina’ Eduardo Galeano nos dirá que la pobreza de Latinoamérica es una consecuencia de la
riqueza de su propio suelo y que los lugares privilegiados por la naturaleza han sido malditos por la historia.
Cristhian Manuel García L.
Estudiante de Comunicación Social
El episodio presidencial
E
n la V Cumbre de las
Américas, Hugo Chávez,
Presidente de Venezuela,
le regaló un ejemplar de Las
venas abiertas de América
Latina al Presidente de Esta-
dos Unidos, Barack Obama.
El mandatario en referencia
a este gesto por parte de su
homologo venezolano señaló
que es una costumbre de bue-
na diplomacia aceptar estos
regalos. Eduardo Galeano,
el autor del libro, alguna vez
citó a Karl Marx para señalar
que: “Nada de extraño tiene
que los libremercadistas sean
incapaces de comprender
cómo un país puede enrique-
cerse a costa de otro, pues es-
tos mismos señores tampoco
quieren comprender cómo
en el interior de un país una
clase puede enriquecerse a
costa de otra”.
La controversia suscitada por
el regalo entre presidentes dio
sus frutos: Las venas pasó de
un día para otro, en las ventas
de Amazon.com, del puesto
54.295 a ser el número 2 en
tan sólo un día. Ahora Galeano
puede enorgullecerse de que
su libro sea reconocido por sus
ventas y no por la censura de
las dictaduras de Chile, Argen-
tina y su natal Uruguay, acusa-
do de ser “un instrumento de la
corrupción de la juventud”.
Antes de que llegara a las ma-
nos de Obama, Galeano ya
se había formado una opinión
sobre él en el 2008: “La Casa
Blanca será la casa de Obama
pronto, pero esa Casa Blanca
fue construida por esclavos ne-
gros. Y me gustaría y espero
que él nunca lo olvide”.
Una verdad que
parece cuento
Así fue en sus inicios y aún
nada ha cambiado en Latino-
américa: la pobreza y la vio-
lencia se ceban sobre sus tie-
‘Venerada por unos y menospreciada por otros,
es ésta una obra irremediablemente certera.”
rras, malditas por su riqueza,
y una minoría de poderosos
aún se mantienen en la cima.
Las venas es una realidad que
parece cuento: los muertos
que se cuentan por miles son
verdaderos, enumerados con
Continente de
venas abiertas
Eduardo Galeano
detalles y cifras. No puede
ser coincidencia la muerte sis-
temática de aquellos quienes
se han rebelado contra los
intereses de potencias extran-
jeras. Eduardo Galeano nos
dice en el libro que la descrip-
ción de la riqueza de nuestras
tierras en el pasado solamente
es superada por la ambición,
avaricia y descaro de los es-
pañoles, sustituidos luego por
los ingleses y más tarde por
los norteamericanos:
“Hay ángeles que todavía creen
que todos los países terminan
al borde de sus fronteras. Son
los que afirman que los Estados
Unidos poco o nada tienen que
ver con la integración latinoa-
mericana (…) Quienes susten-
LATINOAMÉRICA
America Latina:
tan este criterio seráfico olvidan,
interesada amnesia, que una
legión de piratas, mercaderes,
banqueros, marines, tecnócra-
tas, boinas verdes, embaja-
dores y capitanes de empresa
norteamericanos se han apode-
rado, a lo largo de una historia
negra, de la vida y el destino de
la mayoría de los pueblos del
sur, y que actualmente también
la industria de América Latina
yace en el fondo del aparato
digestivo del Imperio.”
Las heridas que no cierran
Galeano se sumerge en la bús-
queda de un pasado oculto con
velos de vergüenza y olvido,
donde a un hecho increíble lo
sucede otro, escrito en un len-
guaje diáfano e inteligente: “Sé
que pudo resultar sacrílego que
este manual de divulgación ha-
ble de economía política en el
estilo de una novela de amor
o de piratas. Pero se me hace
cuesta arriba, lo confieso, leer
algunas obras valiosas de cier-
tos sociólogos, politicólogos,
economistas o historiadores,
que escriben en código. (…)
Sospecho que el aburrimiento
sirve así, a menudo, para ben-
decir el orden establecido: con-
firma que el conocimiento es un
privilegio de las élites”.
7
Su narración es envolvente y
atrayente, una donde el pasa-
do aparece convocado por el
presente, queriendo entender-
se a sí mismo. Nos ayuda a
conocer qué fuimos para sa-
ber qué podemos llegar a ser.
Nos enseña una realidad en
la que la pobreza de Latino-
américa es una consecuencia
de la riqueza del suelo que pi-
samos, que los lugares privile-
giados por la naturaleza han
sido malditos por la historia.
La Biblia Latinoamericana como
también es conocida, ha hecho
un recorrido interesante en sus
casi 40 años de existencia. Ve-
nerada por unos y menosprecia-
da por otros. Y lo más descon-
solador de su vida es que aún
es irremediablemente certera:
las venas de Latinoamérica aún
están abiertas, y sangran.

8
MÚSICA
Toño Barrio
Latin Groove
La orquesta musical Toño Barrio hace honor con su nombre a San Antonio,
tradicional barrio caleño que está lleno de colinas, de arte, de música, de
salas de teatro, cafés, fritangas, champús, helados, artesanías, buena
música, buenos músicos y buenos artistas. Salsa fusión.
Norma Leal
Lic. en Música, Univalle
L
legaron a Cali, se co-
nocieron en medio del
ambiente musical del
conservatorio Antonio María
Valencia. La mayoría de ellos
por comodidad y cercanía
decidieron vivir en San An-
tonio, un barrio que alberga
gran cantidad de artistas en
la ciudad, testigo y lugar de
creaciones en múltiples cam-
pos artísticos. Empezaron a
estudiar música de manera
profesional e hicieron parte
de importantes orquestas y
grupos mientras cumplían sus
obligaciones académicas.
Una sensación innata les hizo
identificarse como nativos de
la ciudad, el golpe, el mon-
tuno, el sabor de la clave, la
salsa, la buena salsa. Toma-
ron la salsa de los 70’ para
darle una nueva forma sin
perder el estilo ni la esencia.
Acudieron a los elementos
del latin jazz, el funk, el cha
cha chá y reggae. Pusieron
en práctica sus conocimien-
tos de la armonía, las formas
musicales, la composición y
plasmaron su ingenio en la
realización de una música
que no sólo está bien hecha
sino que a nivel comercial es
bastante efectiva.
La idea principal de los “Toños”
como se llaman ellos mismos,
es permitir una integración de
la salsa tradicional con las ten-
dencias musicales modernas
para crear una nueva forma de
expresión musical latina. El pú-
blico identifica claramente esa
esencia de la música del Cali
viejo con ritmos modernos: los
cuerpos responden bailando,
gozando, azotando baldosa,
arena, concreto, madera. Las
letras nos dibujan el paisaje
de la ciudad, los lugares por
los que normalmente recorre-
mos a diario, las personas que
acostumbramos a ver y que a
la hora de prender el equipo o
ir a un concierto responden de
Tomaron la salsa de los 70’s para darle una
nueva forma sin perder el estilo ni la esencia.
Acudieron a los elementos del latin jazz, el funk, el cha
cha chá y el reggae.”
manera sincera si la música le
llega al alma, a los oídos y a
las venas. Este grupo ha teni-
do esa dicha, a pesar de todas
las dificultades que los buenos
artistas generalmente tienen
para llegar a ser reconocidos.
Es muy poco usual ver en nues-
tros días un formato tan grande
como el que tiene Toño Barrio,
nos estamos acostumbrando a
los grupos de secuencias con-
formados por dos, tres o cuatro
personas y que son normalmen-
te los que tienen fácil acceso a
la remuneración económica, se
basan en pistas y en muchas
ocasiones el nivel musical es
eclipsado por las curvas de lin-
das jovencitas e intérpretes con
una imagen agradable, a eso
le agregamos que normalmente
en sus presentaciones no expo-
nen composiciones, ni arreglos
propios. Pero es de resaltar
entonces la gran osadía de los
integrantes de Toño Barrio, que
con 10 integrantes en escena,
todos músicos de academia,
composiciones propias, arre-
glos complejos y conscientes,
calidad profesional y artística
se han mantenido como fami-
lia musical hasta el momento,
a pesar de los inconvenientes
para la difusión y el reconoci-
miento de su música.
El formato de Toño Barrio in-
cluye batería, timbal, congas,
guitarra eléctrica, piano, bajo
eléctrico, trompeta, trombón y
saxofón, voz principal y coros
echos por los mismos integran-
tes del grupo.
Su trayectoria desde febrero
del 2006, fecha en que for-
mó el grupo, ha ido evolucio-
nando hasta participar en el
famoso Salsa al Parque 2008
en Bogotá, El Gran Concierto
Nacional, la Feria de Cali con
el concierto joven y el Festival
de orquestas. En el Festival
de Salsa 2009 fueron nomi-
nados a Banda Revelación.
Su primer sencillo “Maníqui”
La Palabra
Cali, Abril de 2010
fue incluido como parte de la
banda sonora de la película
Perro Come Perro.
Toño Barrio tiene como obje-
tivo principal la calidad musi-
cal y la buena aceptación del
público, construir una mejor
nación desde la música más
que llevar un mensaje de con-
ciencia social o una crítica del
entorno, así estas temáticas se
encuentren inherentes al con-
tenido lírico. Trabajan para
madurar cada vez más en su
estilo propio, manteniendo
el formato, la calidad de las
composiciones, la fuerza de la
puesta en escena, la particula-
ridad de su sonido y el deseo
de contribuir al legado cultural
de la música colombiana con
impacto y visión. Junto al talen-
to natural y sus conocimientos
sienten un compromiso para
mantener latente la cultura
caleña, la identidad y cos-
tumbres propias de la gente
de Cali. La versatilidad de sus
composiciones nos ofrece una
amplia gama de ritmos, com-
binaciones y sabores que pal-
pan nuestras raíces latinas y
se activan con el groove, acos-
tumbrando a nuestros oídos y
nuestro cuerpo a la buena mú-
sica en medio de tanta pobre-
za musical que presenciamos
en nuestra actualidad. Toño
Barrio es la muestra de que
aún hay buena música para
bailar, para escuchar y apre-
ciar, aún siendo comercial.
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
En los inicios las películas eran mudas, se proyectaban acompañadas por música de fondo que componía alguna orquesta local.
No se exhibían en teatros acondicionados como en la actualidad, sino en solares, patios de casas residenciales, zonas baldías, al
descubierto y únicamente en las horas de la noche por cuestiones de instalación y luz.
María Andrea Díaz
Estudiante de Comunicación Social
A
l observar detenidamen-
te el escenario cinemato-
gráfico del Valle del Cau-
ca, uno termina por concluir
que más allá de una industria
o impronta de “progreso”,
respaldada a diestra y sinies-
tra por el Estado o las multi-
nacionales, se trata de un te-
rreno apenas cultivado por un
grupo de gente tan precario,
tan selecto, que sobrevive a
la adversidad solo gracias a
que son y han sido, una pe-
queña gran familia.
Probablemente, sin el prome-
dio de los seis gatos de siem-
pre que por cada generación
han creído a ciegas en las po-
sibilidades de un cine local,
películas de peso como Sata-
nás (2007) o El Rey (2004),
no harían parte de ese ar-
chivo audiovisual nacional
capaz de hacer frente a esto
que somos y vivimos, a través
de un proceso de reconstruc-
ción de memoria, producción
de material y reconocimiento
entre obra y público.
Aunque los expertos hablan
de pocas investigaciones so-
bre el patrimonio fílmico de
la región, todo parece indicar
que la primera exhibición en
Cali se llevó a cabo a finales
del siglo XIX, cuando la ciudad
todavía hacía parte del depar-
tamento del Cauca: compren-
dido para la fecha entre Popa-
yán y Cartago. Eran tiempos
remotos. No había luz. La
ciudad estaba completamente
desprovista de pavimento. Las
películas, que por supuesto
eran mudas, se proyectaban
acompañadas con música de
fondo compuesta por alguna
orquesta local, no en teatros
acondicionados como en la
actualidad, sino en solares,
patios de casas residenciales,
El cine en el Valle encontró otras formas de ver y
hacer escuela. Descubrió otras aperturas.”
zonas baldías, al descubierto,
salones de administración pri-
vada, y únicamente en las ho-
ras de la noche por cuestiones
de instalación y luz.
Justo antes de la irrupción del
cine sonoro, a mediados de
los años veinte se produce y
estrena un argumental que su-
pone un gran vuelco en la for-
ma tradicional de concebir el
cine en Colombia: Garras de
Oro. Se trata de un filme polí-
tico encargado por una com-
EL cine
pañía de Cali, sobre el hurto
glamuroso, por consenso, del
territorio de Panamá por parte
de la administración presiden-
cial de Roosevelt a Colombia.
Se comienza a perfilar desde
entonces, una suerte de esti-
lo contestatario de reivindi-
cación social, dentro de la
cinematografía del Valle que
tendrá sus altibajos hasta co-
mienzos del siglo XXI, fecha
para la cual las producciones
harán mayor énfasis en la psi-
cología de los individuos.
El otro gran salto de la región se
produce nuevamente en un es-
cenario de efervescencia políti-
ca, combinado con la explosión
y el auge de las vanguardias
cinematográficas europeas,
importadas al vecindario un
par de años antes del 68 por
Carlos Mayolo. Europa, que ya
se reponía de los estragos de la
Segunda Guerra Mundial, des-
cargó sobre su forma de hacer
cine toda una serie de inquietu-
des tanto estéticas como políti-
cas, que dieron lugar a movi-
mientos cinematográficos como
el Neorrealismo Italiano y La
Nueva Ola francesa. Comien-
en el Valle
zan entonces a nacer los pri-
meros cine-clubes en la región.
¿Su misión? Propiciar espacios
para la proyección de cintas de
vanguardia o de culto, despla-
zadas por una oferta comercial,
atribuida a las grandes casas
productoras norteamericanas.
Las creaciones herederas de
esta cinefilia no se hicieron
esperar: al panorama audio-
visual local llega a una serie
de cortos argumentales como
Oiga, vea (1971), Asunción
(1975) y Agarrando Pueblo
(1977) - los tres de Luis Ospina
y Mayolo. Comienza a hacer-
se crítica, a tomarla y conside-
rarla como un oficio serio. Se
abren revistas. Nace Ojo al
cine. Ciudad Solar se levanta.
Aparecen en la escena perso-
najes como Patricia Restrepo
y Ramiro Arbeláez. Se arma
la Cinemateca del Museo La
Tertulia. Rodrigo Vidal entra a
dirigir el cine club de la Univer-
sidad del Valle. Llega Focine.
El cine triunfa finalmente: o al
menos, eso parece.
Sin embargo, pese a los in-
convenientes y a las presuntas
pérdidas que trajo consigo
la comercialización de estas
nuevas producciones colom-
bianas, es imposible afirmar
que el cine del Valle fracasó.
9
CINE
Por el contrario: encontró otras
formas de ver y hacer escue-
la. Descubrió otras aperturas.
A finales de los años ochenta,
luego del estreno La Mansión
de Araucaima y Visa USA -
ambos largometrajes produci-
dos en 1986 con uno de los
últimos apoyos que Focine iba
a ser capaz de proporcionar
- llega Oscar Campo, comuni-
cador social de la Universidad
del Valle, a instalarse primero
como realizador de mediome-
trajes y luego como precursor
de un proyecto elaborado a
partir de un legado estético
inaugurado por Luis Ospina y
transmitido finalmente, durante
15 años en formato documen-
tal, por el canal Telepacífico:
Rostros y rastros.
Bajo esta línea de producción
documental inscrita en la aca-
demia, pero también retroali-
mentados por otras formas de
contar quizás más próximas al
cine oriental, se forman algu-
nos realizadores de la nueva
generación como Oscar Ruiz
Navia y Jorge Navas: ambos
seguidores de una extraña di-
námica de hacer cine que cree
en la imagen poética como dis-
positivo esencial de narración.
http://lapalabra.univalle.edu.co

10
TEMA CENTRAL
Hace 100 años, exactamente el 16 de abril de 1910, en cabeza de un puñado de líderes locales,
se concretó la anhelada autonomía del impetuoso Valle del Cauca, hasta entonces anclado a la
Gobernación de Popayán. Aquel día comenzaría un nuevo proyecto económico y político que
cambiaría el destino de la región.
Semblanza de un sueño: Valle del Cauca
Alberto Isaza Gil
Historiador y Comunicador Social
Ilustración: Famberlin Taba
C
ansados de ver como
algunas provincias de
la floreciente y promete-
dora región del valle geográ-
fico del Río Cauca crecían
al compás de la llegada de
los medios y las vías de co-
municación, de su cercanía
al Pacífico, del comercio y la
naciente industria, mientras
dependían política, civil y
eclesiásticamente de la muy
señorial, pero adormilada
Popayán, un grupo de diri-
gentes locales, desde finales
el siglo XIX, emprendieron un
proceso por la consolidación
de un nuevo proyecto de re-
gión con rumbo directo a la
modernidad y el progreso.
Conseguirlo, sin embargo, no
fue sencillo ni inmediato.
100 años
Hasta 1886 Colombia fue una
república federal compuesta
por grandes regiones sobera-
nas, entendidas como extensas
territorialidades que habían lo-
grado cierto sentido de unidad
económica, cultural y política,
y habían alcanzado una gran
autonomía frente a un Estado
Central evidentemente débil.
En cabeza de grupos dirigen-
tes con mucho poder, llámen-
sele élites o caudillos, a estas
regiones se les empezó a seña-
lar tendencias separatistas que
atentaban contra la unidad de
la república. Es por ello que la
Constitución de 1886 restituyó
nuevamente la centralización
del poder, despojando a las
regiones de su carácter de Esta-
dos Soberanos para convertir-
los en Departamentos. Con ello
se buscaba fortalecer la unidad
nacional y debilitar el poder de
los dirigentes regionales.
La Palabra
Cali, Abril de 2010
Los propósitos de reordena-
miento territorial de la Constitu-
ción regeneracionista se acen-
tuaron entre 1094 y 1095,
bajo el mandato del presidente
Rafael Reyes, el cual implantó
una política de división admi-
nistrativa que dio inicio a una
sucesiva fragmentación de los
antiguos Estados, escindiendo
de ellos territorios que eran lue-
go elevados a la condición de
Departamentos. Esta tendencia
dio origen a un conjunto de
nuevos entes territoriales entre
los que se contó a Nariño,
arrebatado de los dominios del
otrora Gran Cauca.
En el Valle del Cauca este
proceso de reforma territorial
administrativa, reavivó los ape-
titos autonomistas de dirigentes
locales que desde el siglo XIX,
habían manifestado un deseo
de separación del Cauca, ante
los constantes conflictos de inte-
reses que se presentaban y las
vigorosas élites payanesas que
desde la Colonia habían con-
seguido controlar tanto los ór-
ganos locales de poder, como
los espacios económicos más
representativos de la región.
En el Valle del Cauca, el epi-
centro de este movimiento au-
tonomista se ubicó principal-
mente en Cali, liderado por al-
gunos dirigentes de la ciudad.
Empezaron una campaña
sistemática que tuvo un fuerte
sustento mediante la fundación
de varios periódicos en la re-
gión. Una de las cruzadas más
incisivas a favor de este ideal la
llevó a cabo el médico y políti-
co bugueño Ignacio Palau por
medio de su periódico el Co-
rreo del Cauca, y a través de
misivas personales que escribía
a sus amigos de la capital y de
otras ciudades de la región, en
busca de adeptos a la causa.
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
El proceso, a pesar de la apa-
rente favorabilidad de las po-
líticas estatales, no pareció
favorecerlos. En principio la ini-
ciativa separatista no contó con
el apoyo del presidente Reyes,
quien juzgó a Palau como un
antipatriota y perturbador del
orden, esto en tanto que desde
el centro, según se argumen-
taba, se tenían proyectos de
infraestructura sustanciales que
pretendían consolidar al Depar-
tamento del Cauca como el más
próspero del país. La persisten-
cia de Palau en contra de la
unidad del Departamento que
tanto defendían el presidente y
el gobernador de Popayán, le
valió una orden de confinamien-
to y la censura temporal de su
periódico en 1907.
Sin embargo, el rumbo de esta
historia comienza a cambiar
el 5 de agosto de 1908, lue-
go que la Asamblea Nacional
Constituyente y Legislativa apro-
bara la Ley 1ª de 1908 que por
iniciativa del presidente Reyes
pretendía formalizar una nueva
reorganización territorial, que
esta vez, terminaría dividiendo
a la República en 34 Depar-
tamentos. En esta ocasión, el
Gran Cauca sufrió otra fragmen-
tación que dio origen a ocho
nuevas divisiones territoriales,
tres de ellas ubicadas en el valle
geográfico del río Cauca: Cali,
Buga y Cartago.
En principio las élites dirigen-
tes vallecaucanas recibieron
con optimismo esta nueva dis-
posición administrativa, sin
embargo, esta reforma terri-
torial, comenzó rápidamente
a sufrir algunos resquebraja-
mientos como la derogación
del estatuto de Departamento
para Cartago, tan solo unas
semanas después de haberse
proclamado. Por otro lado, las
dirigencias locales no tarda-
ron en darse cuenta que este
nuevo estatuto era meramente
nominativo, pues continuaban
dependiendo administrativa
y económicamente del gran
centro del que se habían des-
prendido, de manera que no
tardaron nuevamente en ex-
presar la inconformidad, esta
vez con el apoyo decidido de
algunos políticos vallecauca-
nos asentados en el Congreso
Nacional, los cuales propu-
sieron la realización de una
contrarreforma territorial.
Esta propuesta, que tomó
fuerza luego de la caída del
gobierno de Reyes en 1909,
comenzó a ser debatida en
el Congreso. La posición que
asumieron los dirigentes políti-
cos vallecaucanos fue respal-
dar una propuesta que preten-
día volver a estructurar la Re-
pública tal y como se planteó
en 1905, es decir, volver a los
nueve antiguos departamen-
tos, más Nariño, pero con la
condición de que Cali fuera la
capital del Cauca. Esta posi-
ción reavivó el añejo antago-
nismo entre Cali y Popayán
por la supremacía, y a su vez
con Buga, que no estaba dis-
puesta a perder su estatuto de
Departamento, o a subordinar-
se a Cali, en caso de fusionar
las dos territorialidades.
Con el avance de este debate
en el Congreso, nuevamente las
Fotografía: Cortesía del Archivo Histórico de Cali.
élites caleñas se movilizaron e
hicieron campañas a través de
la prensa y las cartas, argumen-
tando que la subordinación al
Cauca era un obstáculo al de-
sarrollo de su región. Los paya-
neses a su vez, en cabeza del
senador Guillermo Valencia,
propendieron por la defensa de
su ciudad como centro de poder
TEMA CENTRAL
económico y político del Depar-
tamento. Tanto unos como otros
esgrimían como argumentos sus
propias condiciones geográfi-
cas, económicas, demográfi-
cas, sociales, militares y hasta
históricas, para justificar por
qué tal ciudad debería ser la
capital del Cauca en caso de la
reintegración.
11
A favor de Cali se apelaba,
entre otros argumentos, su
cercanía al mar, su dinámico
movimiento comercial, sus bue-
nas vías y medios de comuni-
cación, la dinámica financiera
que atrajo con la creación del
Banco de Comercio, y su capa-
cidad de generar rentas pro-
pias. Era cierto, con el paulati-
no desembotellamiento del Va-
lle hacia el mundo a través de
Buenaventura, Cali fue ganan-
do protagonismo económico y
financiero, perfilándose como
la subregión más importante
desde el siglo XIX, eclipsando
definitivamente a Popayán. Se
erigía así en el centro del pro-
greso en tanto que se asegura-
ba que el esplendor, la gloria
y la importancia que en algún
momento había alcanzado Po-
payán, eran cosa del pasado.
Las élites caleñas aseguraban
que Popayán era una ciudad
incapaz de sostenerse a sí mis-
ma pues carecía de industrias
y comercio, y lo único que pro-
ducía era una burocracia pará-
sita que dependía de las rentas
de los pueblos vallecaucanos.
Finalmente, la discusión en el
Senado sobre la organización
territorial concluyó en 1909
con la promulgación de la Ley
65 con la cual se consiguió re-
tornar a la organización territo-
rial de 1905. De esta manera
tanto Cali como Buga, volvían
al seno del Cauca. Sin embar-
go, la ley dejó abierta la posi-
bilidad para que los municipios
suprimidos consiguieran nue-
vamente su autonomía si antes
del 1 de abril de 1910 reunían
los siguientes requisitos: una
solicitud avalada al menos por
las tres cuartas partes de los
miembros del Consejo Munici-
pal de la comarca; un mínimo
de 150.000 habitantes; un
presupuesto efectivo de rentas
no inferior a $150.000 oro
anuales; también exigía que
el Departamento del que se
segregaran conservara estas
mismas condiciones para no
afectarlo demográfica ni eco-
nómicamente.
Continúa pág 12
 La Palabra
12
TEMA CENTRAL
Cali, Abril de 2010

Había una condición que ni
Cali ni Buga podían cumplir:
la poblacional. Para enton-
ces los censos indicaban que
Buga contaba con 97.017
habitantes, mientras Cali sólo
tenía 96. 000. Se comenzó
entonces a madurar la idea fu-
sionar los dos departamentos
como la única alternativa para
poner fin al longevo someti-
miento del Valle del Cauca a
Popayán. Aunque al princi-
pio ciertos sectores bugueños
manifestaron su oposición, el
gobernador de entonces, José
Ignacio Ospina, favoreció el
espíritu independentista adu-
ciendo que era necesario rom-
per con las ataduras que cons-
treñían las aspiraciones de las
comarcas pequeñas por auto-
determinarse y conseguir por
fin una vida independiente.
De esta manera, los goberna-
dores de Cali y Buga, deci-
dieron proclamar la fusión de
los dos departamentos y pro-
clamando, de acuerdo con
una discusión que se dio entre
los Consejos de los diferentes
municipios, a Cali como su
capital. El acuerdo sería ofi-
cializado por el Ministerio de
Gobierno mediante el decre-
to 340 de 1910, a partir del
cual se sancionó el nacimien-
to de los nuevos departamen-
tos de la nación.
Este es, agrandes rasgos, el
periplo histórico que comen-
zó hacia finales del siglo XIX
en nuestra región. Lo que vie-
ne de allí es otra larga histo-
ria que supuso el despegue
de un proyecto económico y
político que buscó la apertu-
ra a la modernidad y la con-
solidación del progreso del
Valle del Cauca; una historia
que orgullosamente cumple
su primer centenario.

La modernidad en la
capital del Valle

La apertura de la carretera al mar, la consolidación de Buenaventura como principal puerto nacional, el

fortalecimiento de Cali como centro estratégico de negocios, el crecimiento de la industria azucarera y los
cambios en la infraestructura de la ciudad, fueron signos de un proceso de modernización que, a su vez, no
contuvo las expresiones de pobreza y exclusión que se empezaban a vivir en la ciudad.

Liliana Arias el mayor proyecto de las élites apertura de la carretera al mar, na de la ciudad, son algunos pueden constituirse en único
Asp. Magister en Historia locales que lideraron el movi- construida entre 1926 y 1945, signos de este proceso. referente para señalar a una
miento separatista. Las iniciati- la consolidación de Buenaven- sociedad como moderna. Los

L
a fundación del departa-
mento del Valle en 1910
y la designación de Cali
como su capital fueron elemen-
tos motores de un proceso de
modernización, asumido como
vas, movilizadas desde arriba,
generaron las condiciones para
una modernización económica
que, por supuesto, afectó la co-
tidianidad de la ciudad. Obras
como la construcción del ferro-
carril del pacífico en 1915, la
tura como el principal puerto
nacional que convirtió a Cali
en centro estratégico de nego-
cios, la instalación de servicios
públicos, el crecimiento de la
industria azucarera y los cam-
bios en la infraestructura inter-
Tensiones de la modernidad
Aunque las transformaciones
materiales, técnicas e institu-
cionales son un indicio impor-
tante para medir la movilidad
de una sociedad, éstas no
cambios eran necesarios e
inaplazables. Las innovacio-
nes fueron motivadas por una
tendencia internacionalista,
pero al ser adoptadas en con-
textos con prácticas rurales y
tradiciones fuertemente arrai-
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
gadas, generaron la tensión
propia del choque entre la no-
vedad y la tradición.
Este entusiasta proyecto de
modernización, agenciado
por los sectores dirigentes de
la ciudad, no generó trans-
formaciones sociales y cultu-
rales significativas. El discur-
so modernizador sustentaba
un ideal de progreso acu-
mulativo y unilineal, que no
contemplaba un proyecto de
integración de todos los sec-
tores sociales de la ciudad,
ni mucho menos, la construc-
ción de una comunidad po-
lítica y cultural que estimula-
ra la crítica y la creatividad
como vías para construir nue-
vos significados de la expe-
riencia de vida ciudadana.
Con todo, el impulso renova-
dor de las primeras décadas
del siglo XX, propició transfor-
maciones más significativas
que se consolidaron en la
segunda mitad del siglo, aun-
que en las primeras décadas
que se generaron las condi-
ciones para los cambios más
radicales que vendrían poste-
riormente. A nivel económico,
presenciamos el tránsito de
una economía agroindustrial
que lentamente se abría paso
hacia el capitalismo, median-
te modestas aplicaciones tec-
nológicas y la emergencia de
un mercado interno ligado
a la satisfacción de las ne-
cesidades de la moderada
población caleña. A la agili-
zación de los procesos de ur-
banización, años más tarde,
contribuiría la conformación
de un parque industrial, con
una relativa tecnificación de
sus procesos de producción,
así como el desarrollo de una
economía de mercado, cuyas
redes trascendían los flujos
comerciales locales.
La política es de las élites
En el plano político las señales
de cambio fueron menos visi-
bles. En los primeros años del
siglo pasado, el poder local se
mantuvo centralizado en grupos
cerrados que condicionaron las
decisiones más importantes de
la ciudad a sus propios intere-
ses. La carencia de un sistema
educativo sólido que fortalecie-
ra cualquier proceso de forma-
ción política, los escasos meca-
nismos de opinión pública y la
actitud hermética que las élites
asumieron frente a los espacios
de poder, mantuvieron margi-
nada al grueso de la población
de una participación real en los
reducidos escenarios democrá-
ticos. Más adelante, y ante el
recrudecimiento de las condicio-
nes laborales, las masas obre-
ras protagonizaron una intensa
actividad huelguística en fases
intermitentes entre los años
1930 y 1960, pero el período
de mayor politización se pre-
sentará durante 1960 y 1970.
Fue un momento de emergencia
de nuevos actores sociales en el
escenario político de la ciudad,
con discursos que abogaban
por reivindicaciones sociales
más estructurales. Las protestas
sociales, entre las que se cuenta
el movimiento estudiantil de los
años 70, reconfiguraron el es-
pacio de la ciudad con lugares
de encuentro y reconocimiento,
pero también de conflicto. Las
contradicciones sociales de la
urbe fueron incontenibles.
Poco a poco el espíritu pro-
vincial de los primero años
fue desapareciendo. Los
cambios más radicales de
la segunda mitad de siglo
aceleraron los procesos de
urbanización en temas como
el poblamiento, la infraes-
tructura, la ocupación y dis-
tribución del espacio urbano
y generaron una nueva sen-
sibilidad. La ola reformista
que invadió la ciudad con
la preparación de los juegos
panamericanos en 1971, co-
incidió con la radicalización
de los conflictos sociales de
una población en crecimien-
to, híbrida, que luchaba por
inventarse a sí misma en un
espacio cada vez mas frag-
13
TEMA CENTRAL
mentado. La ciudad crecía y
con ella la pobreza, la exclu-
sión y el desarraigo.
Una emergencia cultural
En este contexto, surgieron al-
gunas experiencias creativas
que evidenciaron una verda-
dera ruptura cultural y dieron
cuenta de la emergencia de
una nueva sensibilidad, me-
diante la creación de nuevos
campos de producción que es-
timularon la vida cultural. Esta
experiencia se visualizó en el
movimiento cultural entre los
años 60 y 70, como instalación
de la verdadera modernidad
en la ciudad, de la que dan
cuenta diversos ejemplos. Por
un lado, la renovación de las
prácticas narrativas en la pro-
ducción literaria, con la que se
logra superar el costumbrismo
narrativo decimonónico involu-
crando dramas urbanos, pro-
blemas universales, personajes
sombríos, trasgresores y estilos
narrativos novedosos. Obras
de autores como Fernando
Cruz Kronfly, Andrés Caicedo
y Umberto Valverde dan cuen-
ta de este proceso. Por su par-
te, la intensa actividad teatral
de este período estrechamente
ligada a la fundación de escue-
las de teatro en la ciudad; IPC
(1954), Bellas Artes (1954),
El TEC (1962), junto a la con-
solidación del movimiento del
Nuevo Teatro liderado por
Enrique Buenaventura, logra-
ron potenciar la imagen de
la ciudad como centro cultural
importante a nivel nacional. A
esta imagen contribuyó la cele-
bración del Festival de Arte en
Cali desde 1961. De igual for-
ma, la creación de la Facultad
de Humanidades en la Univer-
sidad del Valle en 1963, pro-
piciará la emergencia de una
intelectualidad local que co-
mienza a pensar los problemas Fotografías: Patrimonio Fotográfico del Valle del Cauca.
de la región, redescubriendo
el país desde su devenir histó- a la tradición poética y la mo- contraron en la salsa la mejor
rico. Finalmente, no se deben ral patriarcal, todavía persis- expresión lúdico-erótica como
olvidar las tendencias de borde tente desde tiempos coloniales vía de escape a los infortunios
como la emergencia del movi- y las prácticas culturales de cotidianos del trabajo.
miento nadaísta, con su crítica los sectores populares que en-

14
TEMA CENTRAL
El Ferrocarril:
memorias
del progreso
Vallecaucano
El libertador Simón Bolívar fue uno de los primeros en advertir la necesidad de una salida al mar. Por ello ordenó abrir un
camino que comunicara a Cali con Buenaventura, ardua tarea que sería sólo la antesala del Ferrocarril del Pacífico.
Lina Marcela Hurtado y
Alberto Isaza Gil
Comunicadores Sociales y
Periodistas
1872
L
os vecinos del Gran Cauca
viven en una tierra bendeci-
da por la fertilidad. Tierras
bañadas por un imponente río,
perfectas para la agricultura y
la ganadería. En pleno desen-
lace del siglo XIX, Popayán se
erige como la noble capital del
estado y una de las ciudades,
económica y políticamente, más
importantes del país. Sin embar-
go, la historia y la tradición no
son suficientes, con el correr de
los años el avance industrial y
comercial la va dejando atrás
frente a otras provincias bajo
su tutela, consideradas menores
como Cali y Buga.
Estas provincias vallecaucanas,
enclavadas entre las cordilleras
central y occidental, se encuen-
tran aisladas del resto del país y
del mundo. Con caminos here-
dados de la Colonia, los albores
del nuevo siglo las sorprenden
en un estado de relativo atraso.
Al margen de la incorporación
de los barcos a vapor por el río
Cauca, un gran adelanto pese
a sus limitaciones, sus medios
de transporte continúan sien-
do principalmente las mulas,
los caballos y la fuerza de los
hombres. Era imperioso para el
progreso de la región un medio
de transporte efectivo y eficiente
que le diera una salida al mar.
El encargo que el libertador hizo
a Eusebio Borrero, un camino
de carretas para salir a Buena-
ventura, parece que no se cum-
plió. Ha pasado mucho tiempo
de eso y si bien, los vapores
han traído grandes beneficios
para la comunicación, unien-
do una serie de poblaciones
que bordeaban el afluente del
río Cauca y acercando al mar
productos de exportación que
toman impulso como el café,
aun queda mucho por recorrer.
Desde Cali hasta Buenaventura,
los productos deben atravesar
un largo trecho surcando la
Cordillera Occidental a lomo
de mula; un trayecto que en el
mejor de los casos tarda aproxi-
madamente 20 días, pues sólo
existen uno o dos pésimos sen-
deros de Cali al río Dagua, cuya
caudalosa corriente lleva a via-
jeros y cargamentos al puerto
sobre el Océano Pacífico.
El gobierno ha tomado por fin
una decisión: debe extender-
se una red ferroviaria que una
al Valle del Cauca con el mar
pacífico, una empresa muchas
veces emprendida de la que di-
versos oportunistas y embauca-
dores, nacionales e importados,
quieren sacar ventaja. Es 1872
y se inicia el trazado de la línea
preliminar desde el puerto marí-
timo hasta el río Cauca.
Sin embargo, este camino no
es fácil de construir, aquí llue-
ve todos los días. La selva es
colosal, lo es todo. La vegeta-
ción es una masa tupida, ines-
crutable. La ruda topografía,
homicida. Los mosquitos y san-
guijuelas adheridos a la piel,
las serpientes y demás reptiles,
los escorpiones, las arañas, re-
cuerdan a cada momento que
estos son sus dominios.
Además están las guerras civi-
les, los constantes abandonos
por parte de los contratistas, las
construcciones y reconstruccio-
nes, dos pasos adelante y tres
atrás, el clima pluvial inclemen-
te, las crecientes del río Dagua.
Tienen que pasar seis años para
que se emprendan las obras
y ya es 15 de septiembre de
1878, temprano en la mañana.
El gobierno se ha endeudado
para asumir los costos, los con-
tratistas siguen dejando tiradas
las obras y entre tanto la selva
se come los trabajos. Cada nue-
vo contratista debe reconstruir
lo avanzado por el anterior.
Miles de obreros se rompen
la espalda con picas y palas
contra la roca dura, trabajo
agotador. Con el lodo a mitad
de la pierna le pellizcan de a
poquito pedacitos a la monta-
ña. Y así, a paso lento, se va
construyendo. Es 20 de julio de
1882 y hay fiesta, inauguran la
carrilera y el servicio al público,
los primeros 27 Km que entre la
selva, unen Buenaventura con
la estación Córdoba. Un primer
gran paso de los muchos que se
necesitan para completar el tra-
zado de 174km. que separan
al puerto de Cali.
Todavía sin culminar el Ferro-
carril ya se insinúa como el
gran motor económico de la
región y como uno de los prin-
cipales argumentos que esgri-
mirán las élites vallecaucanas
para pedir la autonomía del
Gran Cauca, la cual se alcan-
zará en 1910. Los trabajos
continúan. Franquear la cor-
dillera no ha sido tarea fácil:
sinuosas estribaciones, caño-
nes interminables, paredes
de roca sólida, han opuesto
mucha resistencia. Se han te-
nido que perforar 15 túneles
y levantar 103 puentes.
Primer día de enero, 1915.
Una multitud espera reunida en
la estación, cierto ánimo festivo
La Palabra
Cali, Abril de 2010
y mucha expectativa. Al fin, a lo
lejos, se escucha un silbato, los
rieles empiezan a vibrar: El tren
ha llegado a Cali trayendo con-
sigo vientos modernizadores.
La región, hasta ahora aislada
y a grandes rasgos detenida, ve
cómo el ferrocarril le da un im-
pulso definitivo a su economía.
Cali especialmente comienza a
germinar como el polo de desa-
rrollo más importante del occi-
dente colombiano. Un proceso
rápido de crecimiento económi-
co y demográfico afecta la ciu-
dad y los pueblos circundantes.
La modernización llega jalona-
da por las locomotoras. El ferro-
carril, sumado a la apertura del
canal de Panamá, le abre las
puertas del mundo a la región
a través del Pacífico, ofrecién-
dole una posición estratégica
para exportar productos como
carbón, ganado vacuno y café,
y para importar artículos tecno-
lógicos; ambos fundamentales
para fortalecer el sector agro
industrial, entre el que comien-
zan a despuntar las fábricas de
textiles, bebidas y los nacientes
ingenios azucareros.
Aquel 1 de enero, tras la huma-
reda y los pitos del ferrocarril,
muchas cosas comenzaron a
cambiar en el Valle del Cauca.
http://lapalabra.univalle.edu.co
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
El Valle tambien es loma
El Valle del Cauca, más allá del pasado señorial de algunas de sus ciudades y de los cultivos de caña de
la planicie, también tiene una historia de pueblos cafeteros de cordillera, creados con tejidos de culturas
y gentes de otras zonas del país. Esta es la historia de ese otro Valle, el Valle que también es loma.
Alberto Isaza
Historiador y Comunicador Social
S
i bien hace 100 años el
Valle del Cauca se con-
solidaba en torno a muni-
cipios tradicionales como Cali
y Buga, en otras zonas del
departamento se gestaban sig-
nificativos procesos de pobla-
miento y fundación. En donde
mucho tiempo fueron extensos
territorios despoblados, baldíos
e improductivos en accidenta-
das zonas entre las cordilleras
Central y Occidental, se daba
lugar a una irrigación de pue-
blos nacidos entre el coraje, la
aventura y las incidencias de
colonos, provenientes de Cal-
das, Antioquia, Cauca y el cen-
tro del país. Estos colonos de a
poco comenzaron a conformar
municipios hoy representati-
vos del Departamento como
Sevilla, Caicedonia, Trujillo, El
Águila, Restrepo, Versalles, El
Dovio y Calima Darién.
Hacia finales del siglo XIX y
principios del XX, estas zo-
nas dominadas por la espe-
sura del monte, comenzaron
a transformarse de la mano
de campesinos que tomaron
sus mulas y sus hachas para
recorrer caminos, trepar cordi-
llera, adentrarse en el monte,
El Valle ofrece una naturaleza de contrastes e historias
que van del mar a la cordillera y del latifundio de
caña al minifundio cafetero.”
descuajarlo y asentarse sobre
terrenos que consideraban
baldíos sobre los que erigie-
ron sus ranchos y sembraron
huertas. Este proceso, en el
que se dieron cita desocupa-
dos, vagabundos, familias
extensas y desposeídas que
buscaban un pedazo de tierra
o un poco de suerte, es el que
da origen a muchos pueblos
nortevallecaucanos fundados
en el siglo XX. Las razones que
atrajeron este flujo migratorio
al Valle del Cauca son diver-
sas: algunas gentes buscaban
terrenos periféricos en los cua-
les pudieran huir de los estra-
gos de la Guerra de los Mil
Días, había también buscate-
soros que deambulaban tras
las tumbas indígenas o minas
de oro de aluvión, aventure-
ros atraídos por la posibilidad
de ocupación y progreso que
ofrecía la construcción del Fe-
rrocarril del Pacífico, o simple-
mente desposeídos que vieron
en estos terrenos baldíos la
posibilidad de apropiarse de
un pedazo de tierra para sem-
brar café, fruto cuyo cultivo se
había aumentado gracias a la
masificación de la despulpa-
dora de manubrio.
Las fundaciones espontáneas
Podría afirmarse que la co-
lonización y posterior funda-
ción de cada uno de estos
pueblos del norte del Valle
del Cauca tiene sus propias
particularidades. Algunos de
ellos obedecieron a decisio-
nes espontáneas de grupos
de personas, tal y como su-
cedió en Versalles, fundado
oficialmente en 1893 por ini-
ciativa de algunos guaqueros
que llegados a la zona, se
TEMA CENTRAL
habían sedentarizado y con-
vertido a la agricultura; has-
ta ese momento ese territorio
era el lugar de encuentro
para el comercio y la sociali-
zación. Casos similares expli-
can la fundación entre 1890
y 1900 de poblados como
Argelia, El Águila y El Cairo
en la cordillera Occidental.
Como una fundación también
espontánea se ha explicado
el origen de los municipios de
Sevilla y Caicedonia en 1903
y 1910 respectivamente.
Fueron creados por colonos
agricultores que llegaban pau-
latinamente a la zona desde
finales del siglo XIX huyendo
de las guerras civiles y en bus-
ca de oro. Tras establecerse
comenzaron a despejar la sel-
va y a cultivar hasta legitimar
por ocupación su estancia en
los terrenos, sobre las cuales
grandes terratenientes decían
tener títulos de propiedad.
Otro caso de fundación es-
pontánea es el que explica el
origen de Calima Darién en
1910, por parte de colonos
15
que se habían asentado en la
zona para fortalecer una de-
cisión judicial ante un agudo
y violento conflicto de tierras
frente a terratenientes que ase-
guraban ser los dueños. Igual-
mente un caso particular es La
Cumbre, poblado que nació
de manera fortuita, a partir de
un caserío que comenzó a for-
jarse en los alrededores de un
campamento ferroviario.
Las fundaciones planeadas
Otras fundaciones fueron de
alguna manera planeadas,
dirigidas o impulsadas por
individuos o compañías con
el objeto de valorizar, comer-
cializar o evitar posibles con-
flictos con los colonos que
se asentaban en el interior
o cerca de alguna hacien-
da. Es el caso de Restrepo,
fue fundado en 1916 por un
hacendado que prefirió favo-
recer la creación de una nue-
va población en sus terrenos
antes que comenzar un litigio
incierto, largo y costoso. Por
su parte Trujillo, fue un mu-
nicipio fundado en 1924
por un puñado de familias
lideradas por dos hermanos
que buscaban atraer más in-
migrantes hacia terrenos su-
puestamente baldíos, que en
realidad eran de ellos, para
después entablar pleitos judi-
ciales, que terminaban en el
pago de las parcelas.
Valga entonces esta sintética
reseña histórica para reco-
nocer, a propósito del cente-
nario de fundación del Valle
del Cauca, la condición de
este Departamento como una
región compuesta por pobla-
ciones que responden a de-
sarrollos históricos, culturales
y económicos disímiles, que
le ratifican una naturaleza de
contrastes e historias que van
del mar a la cordillera, del
latifundio de caña al minifun-
dio cafetero, del vallecauca-
no de raíz al vallecaucano
de ascendencia forastera.

16
PALABRA CRÍTICA
Historia del
Valle del Cauca
Yumbo, de resguardo indígena
a capital industrial del Valle del Cauca.
Autor: Luis Alberto Londoño Rosero
Editorial: Colección de Autores
Vallecaucanos. 1996.
Este trabajo muestra las distintas formas históricas
de ocupación en el territorio que hoy constituye el
Municipio: La ocupación española y el conflicto con
los indígenas, el establecimiento de los indígenas, el
establecimiento en la encomienda y la utilización del
trabajo nativo, la conformación del resguardo y los
pleitos de tierras con los nuevos ocupantes, hasta la
utilización iniciada en las postrimerías de los años
treinta del siglo XX.
Hábitats y sociedades del pacífico Vol. 2
Génesis de Buenaventura
Autor: Jaques Aprile- Gniset
Editorial: Universidad del Pacífico, 2002
Con estas “Memorias del Cascajal” se presenta un
episodio de la escasa historia urbana del pacífico.
Se parte del ámbito costero de colonización agraria,
hábitat de una pequeña sociedad doméstica y verná-
cula. Luego se expone una secuencia de condiciones
“exógenas” que presionan en procura de un cambio.
En adelante se reseña y analiza el “processus” de
transformación del lugar en un puerto internacional y
cosmopolita, con marcado carácter de enclave comer-
cial extranjero. Entrando este a operar exitosamente,
entonces se asoma la necesidad/ posibilidad de pla-
near la asignación y el manejo del espacio, diseñar
y edificar la cuidad que ahora exige el puerto.
Cartago: La ciudad de los confines del Valle
Autor: Francisco Zuluaga
Editorial: Universidad del Valle, 2007
Corría el año de 1536 cuando las múltiples comuni-
dades indígenas asentadas en el piedemonte de la
hoya del río Cauca fueron testigos de la llegada de
un grupo de españoles desde el sur y la parte alta
de río Cauca. Cabalgando en grandes bestias des-
conocidas, vencían y saqueaban las comunidades
que hallaban en su camino o que se les resistían.
Desde allí se inició un proceso de descubrimiento de
tierras y fundación de ciudades que, con el tiempo,
le serían reconocidas como territorio bajo su gobier-
no. Los territorios más norteños, hacia los confines de
ese valle, aledaños a un río que desde entonces se
llamó La Vieja, serían los linderos con los territorios
de otros conquistadores.
La Palabra
Cali, Abril de 2010
Guadalajara de Buga: su herencia
histórica y cultural
Autor: Alonso Valencia Llano
Editorial: Universidad del Valle1997
Los trabajos que conforman este libro fueron reali-
zados colectivamente durante el año de 1993 por
docentes que, buscando mayor capacitación para
mejorar su desempeño profesional, quisieron cono-
cer de una manera más precisa los esfuerzos que
sus antepasados hicieron para hacer de su ciudad
un importante centro colonial desde el punto de vista
económico y político, un espacio de conservación y
desarrollo de nuestra cultura religiosa y, hoy día, un
polo de desarrollo agroindustrial.
Bugalagrande. Formación histórica
de un pueblo valluno. Siglos XVII-XIX.
Autor: Eduardo Mejía Prado.
Editorial: Universidad del Valle, en convenio inte-
rinstitucional, 2008
Esta obra “nace de la deuda de un paisano con el
terruño que lo vio crecer. Esta motivación tan per-
sonal lleva por tanto a Mejía a realizar un riguroso
trabajo de archivos locales, una revisión sopesada
de bibliografía y un cuidadoso proceso de escritura
para así reconstruir los procesos más significativos
en la historia de este pueblo del centro del actual
departamento del Valle del Cauca”.
Historia de Cali en el siglo 20.
Sociedad, economía, cultura y espacio.
Autor: Edgar Vásquez Benítez
Editorial: Universidad del Valle, en convenio
interinstitucional, 2001
El presente libro es una mirada múltiple de Cali en
el siglo XX: vida cotidiana, mentalidades y cultura se
combinan con lo económico, lo social y lo espacial.
En esta reconstrucción histórica se rescata los hilos
de los procesos de evolución de la ciudad. De la
Cali aldeana a la metropolitana hay múltiples rutas
y caminos para explorar como lo demuestra en este
trabajo Edgar Vásquez. Con la ciudad que cada
cual tiene y construye”.
En camino a la Villa del Samán
(Monografía histórica del municipio de Alcalá)
Autor: Fabiola Estrada H.
Editorial: Universidad del Valle
El panorama poblacional del actual territorio ocupado
por el Municipio de Alcalá, hunde sus raíces en el pe-
riodo pre hispánico, que a la llegada de los españoles
se vieron diezmados o totalmente destruidos y que en-
contraría desarrollo con el desplazamiento micro regio-
nal y la colonización dirigida la Colonia y el Período
Republicano, teniendo este proceso continuidad en los
distintos procesos migratorios durante el Siglo XX.
 La Palabra
Cali, Abril de 2010
En el filme, ganador de seis premios Oscar, aparece otra forma de realidad
aumentada. El soldado americano es un héroe intrépido y el pueblo iraquí
un boceto, difuso y provocador. Una vez más la industria del entretenimiento
norteamericana se congracia con su ejército.
Kevin A. García
Editor de La Palabra
L
a más premiada película
en los premios Oscar 2010
una vez más recurre al hé-
roe norteamericano; esta vez
mediante la figura de William
Janes, un técnico en bombas
del ejército estadounidense
que intenta “pacificar” a Irak.
La historia se cuenta mediante
una bitácora del día a día de
los soldados antiexplosivos, na-
rrada mediante una sucesión
de episodios de tensión; los
primeros muy bien logrados,
pero de a poco se agotan.
En el filme Kathryn Bigelow,
su directora, propone una hu-
manización exagerada de los
soldados: el protagonista es un
héroe temerario hasta el límite.
Por su parte, el pueblo iraquí
aparece como un boceto, di-
fuso, provocador, terrorista,
incomprensible desde su pro-
Zona
de miedo
pio lenguaje. A través de una
cámara subjetiva de los solda-
dos todo iraquí es un potencial
violento: los niños que juegan
en la ventana, la mujer que cru-
za la acera, el joven que filma
con una cámara, los hombres
que miran desde la azotea,
tratamiento que una vez más
refuerza esa mirada que, inca-
paz de comprender realidades
distintas a la propia, criminali-
za todo lo que ve.
Entre los premios que obtuvo
Zona de miedo están los de
mejor edición y mezcla en
sonido y video. Sin duda en
esto evidencia grandes acier-
tos, pero lejos está el séptimo
arte de ser sólo una cuestión
de técnica; la película no ex-
pone mayor innovación en el
lenguaje cinematográfico, ex-
cepto por el uso de la cámara
en mano y cierta “suciedad”
de sus desplazamientos.
Bien señaló Jean Luc Godard
que el solo movimiento de una
cámara es una cuestión de
moral. Una vez más la indus-
tria del entretenimiento norte-
americano se congracia con
su ejército. Y si bien toda pie-
za artística tiene vida propia,
también hace parte de un con-
texto cultural, que en este caso
hace bien la tarea: el discurso
político de Bush legitimó la in-
vasión, el discurso periodístico
oficialista lo enalteció, y aho-
ra el discurso cinematográfico
olvida su ilegalidad y con sus
instancias de consagración, lo
glorifica. Ya hace parte de la
memoria de las masas la justi-
ficación de la Segunda Guerra
Mundial en Pearl Harbor y la
criminalización de los vietna-
mitas en la famosísima serie
Misión del Deber. Ahora el tur-
no les llegó a los iraquíes. Pero
tal vez ese extraño pueblo no
necesite, como ellos creen, téc-
nicos en bombas, tal vez sólo
requerían el respeto por sus
vidas y por la libre autodeter-
minación como pueblo.
17
CINE
RECOMENDADOS DE CINE
El imaginario mundo
del Dr. Parnassus
Director: Terry Gilliam
Acusado por su presunta esquizofrenia,
este año Terry Gilliam nos vuelve
a traer otra de sus raras películas,
siempre traídas de los cabellos, pero
al fin y al cabo lo suficientemente
minuciosa y recursiva para que ser
considerada dentro de lo genial. El
imaginario mundo del Dr. Parnassus
cuenta con las actuaciones de Johnny
Depp, Jude Law, Collin Farrell y Heath
Ledger (que falleció en la mitad del proceso de rodaje) trata en
general, de la confusión de un hombre más viejo que Matusalén,
dueño de un teatrino ambulante que va sin público de aquí para
allá por las calles de un Londres contemporáneo, desprovisto de
imaginación, frívolo, mercantilista, o en otras palabras y para no
herir sensibilidades, de un Londres distinto al de siempre.
El Fantástico Sr. Zorro
Director: Wes Anderson
Dirigida por Wes Anderson y basada
en un libro de Roald Dahl - también
autor de Charlie y la fábrica de
chocolate - El Fantástico Sr. Zorro es
una película infantil pero diferente,
que rememoran por su textura esas
animaciones más artesanales,
hechas en Stop Motion. La historia
es sobre una familia de zorros
que viven en lo alto de una colina,
ubicada precisamente frente a tres de las granjas más grandes
y tecnificadas de la zona. El protagonista, que es el padre de
familia, roba unas cuantas gallinas de las granjas por efecto de
sus instintos animales, poniendo en peligro no sólo a su familia
sino al resto de vecinos, también miembros del mundo animal.
Solo que en esta oportunidad, el héroe no tendrá que decidir...
Donde viven los monstruos
Director: Spike Jonze
Así como no puede verse una película
como Jesucristo Superestrella (1973)
sin tener sospecha del significado o
la importancia de un personaje como
Jesús de Nazaret en nuestra cultura,
no se puede ver Donde Viven los
monstruos (2009) sin verla en clave
de alegoría de ese horrible y difícil
proceso que nunca cesa ni desaparece
de nuestras vidas: crecer. Inspirada en
un libro que lleva el mismo título, la cinta que definitivamente no es
para niños pequeños, narra las experiencias - ¿imaginarias? - de
Max, un niño muy inventivo de unos nueve años que se escapa de
la casa luego de morder a su mamá durante una pelea. Se trata
de la cinta más reciente de Spike Jonze.
18
EVENTOS UNIVALLE
Exposición permanente
Museo Arqueológico
Julio Cesar Cubillos
‘El Valle del Cauca Pre-
hispánico: una historia
por conocer’
Esta exposición recopila un
total de 36 piezas cerámi-
cas y 10 pósters que mues-
tran la diversidad socio
cultural que existió en el te-
rritorio actual del Valle del
Cauca 10.000 años antes
de la invasión española.
Las piezas pertenecen a 8
culturas prehispánicas del
sur occidente colombiano
y norte del Ecuador: Ca-
zadores, recolectores y
productores de alimentos,
Cultura Ilama, Cultura Yo-
toco/Malagana, Cultura
Tumaco- Tolita II, Cultura
Quimbaya Tardío, Cultura
Sonso y Cultura Bolo Que-
brada seca.
Además, continua el pro-
grama ‘el Museo y los Co-
legios’ que busca acercar
a los estudiantes de Cali
y el Valle del Cauca a la
historia de nuestra región,
en un recorrido de 50 mi-
nutos por la exposición
permanente y al final dis-
frutarán de juegos didác-
ticos y manualidades con
temáticas prehispánicas.
Lugar: Plazoleta de las
Palmas
Horario de atención: 8:00
a.m.- 12:00m y 1:30 p.m.-
5:30 p.m.
Los colegios deben separar
la cita al teléfono 3212975
Entrada gratuita
AGENDA CULTURAL
Simbiosis simbólica
Bajo un cielo con huellas
de continuo amanecer
Alexander Buzzi
Más allá de forma, color,
textura, entorno y ser, se
entreveran existencias des-
de profundidades ances-
trales hasta espesuras y su
cobijo en Simbiosis Simbó-
lica. Obra de reinvención,
reinterpretación, concepto,
resguardo y defensa. Este
homenaje al hombre, al
mundo y a la naturaleza,
subsiste en la tímida pero
sabía mirada de nuestros
pueblos indígenas.
Fecha: 14 de abril al
14 de mayo
Lugar: Sala José Celestino
Mutis. Biblioteca Mario
Carvajal
Los tiempos de
la independencia
Bicentenario de la
independencia
1810 - 2010
La independencia fue un
proceso que perteneció a
la complejidad de la trans-
formación política y eco-
nómica que vivió el mundo
occidental, principalmente,
entre la segunda mitad del
siglo XVII y comienzos del
siglo XIX; fue un proceso
inscrito en una etapa de
revoluciones, de formación
de Estados nacionales, de
ascenso de las ideas polí-
ticas liberales, de afirma-
ción del capitalismo.
Fecha: 8 de abril
al 14 de mayo
Lugar: 2do piso Biblioteca
Mario Carvajal
PROGRAMACIÓN PERMANENTE
Domingos infantiles
Fábula para colorear
una sonrisa
Dirige: Eduardo Eimil
y Linderman Herrera
Una niña muy alegre recibe
la visita de un extraño quien
PRIMERA SEMANA
LUNES 29 DE MARZO
CINE PARA COLEGIOS
‘Mentes Peligrosas’
Director: Jhon N. Smith, USA.
Hora: 10:00 a.m.
Lugar: Auditorio 2, Biblioteca
Departamental.
Inscripciones previas: 620 04 54
SEGUNDA SEMANA
LUNES 5 DE ABRIL
LUNES DE DEBATE
Temática: ‘Lenguaje y Poder’
‘La retórica en la nueva granada’
Ponente: Gilberto Loaiza
Hora: 6:00- 8:00 p.m.
Lugar: Salón Caracolí
Centro Comercial Unicentro (Área
cultural)
MIÉRCOLES 7 DE ABRIL
CONCIERTO
BEETHOVEN 7.30
TERCERA SEMANA
LUNES 12 DE ABRIL
LUNES DE DEBATE
Temática: ‘Lenguaje y Poder’
‘Discurso, poder e ideología’
Ponente: Cristina Martínez
Hora: 6:00- 8:00 p.m.
Lugar: Salón Caracolí
Centro Comercial Unicentro (Área
cultural)
CINEFAGIA LA MALETA
CICLO: CINE-CIUDAD
‘Reconstrucción’
CUARTA SEMANA
LUNES 26 DE ABRIL
LUNES DE DEBATE
Temática: ‘Lenguaje y Poder’
‘El Poder Político en la Palabra’
Ponente: Antonio Sampson
Hora: 6:00- 8:00 p.m.
Lugar: Salón Caracolí
Centro Comercial Unicentro
(Área cultural)
despiadadamente le roba su
sonrisa. Tras descubrir que no
puede reír unos súper héroes
muy particulares son alerta-
dos para ayudar a esta niña.
¡Una divertida historia clown
para grandes y chicos!
SEMANA DE LA BIBLIA
‘LA BIBLIA, LA ÉTICA SOCIAL
Y POLÍTICA’ Hora: 2.00 p.m.
Expositor: Dr. José Fernando Gil-
Concejal de la ciudad de Cali.
Hora: 5:00p.m.
Lugar: Sala 1- Biblioteca
Departamental
MARTES 30 DE MARZO
TALLER
Lecciones de tecnología para
personas invidentes
Camilo Ojeda, Flauta Traversa
Caucamerata, orquesta de cuerdas
(invitado – Popayán)
Hora: 7:30 p.m.
Lugar: Sala Beethoven- Bellas Artes
Entrada Libre
JUEVES 8 DE ABRIL
INAUGURACIÓN EXPOSICIÓN
Los tiempos de la independencia
Bicentenario de la independencia
1810 - 2010
Hora: 6 p.m.
Lugar: La Tertulia
Entrada Libre
MIÉRCOLES 14 DE ABRIL
CONCIERTO
BEETHOVEN 7.30
Jesús Darío Ortiz, piano
(invitado-Pasto)
Mauricio Moreno, flauta traversa –
Cristian Cardozo, guitarra
Hora: 7:30 p.m.
Lugar: Sala Beethoven- Bellas Artes
CINEFAGIA LA MALETA
CICLO: CINE-CIUDAD
‘Roma ciudad abierta’
Dir. Roberto Rossellini
Italia 1945
Hora: 6 p.m.
Lugar: La Tertulia
Entrada Libre
La Palabra
Cali, Abril de 2010
Fechas: Abril 11, 18 y 25
Hora: 5:00 p.m.
Lugar: Cali Teatro
Cra. 12 # 4 – 51 San Antonio
Informes y reservas: 401 91 61
www.show-comedy.com
Dicta: Juan Gabriel Soto.
Coordina: Luz Stella Otálvora.
Lugar: Sala Hellen Keller, Biblioteca
Departamental.
Informes: 620 04 35.
Fecha: 8 de abril a 14 de mayo
Lugar: 2do piso Biblioteca Mario
Carvajal
VIERNES 9 DE ABRIL
TEATRO UNIVALLE ‘FRAGMENTOS’
Grupo: Stone River (Alemania)
Hora: 5:30
Lugar: Auditorio 4- Univalle Meléndez
Valor: 3.000
MÚSICA - CONCIERTO
CAMINO AL AJAZZGO 2010
Entrada Libre
JUEVES 15 DE ABRIL
TEATRO
‘LOS SIETE CONTRA TEBAS’
Adaptación y Dirección: Álvaro
Arcos
Grupo: Cali Teatro
Hora: 7:30 p.m.
Otras fechas: Viernes 16 y sábado
17; jueves22, viernes23 y sábado 24
Fundación Escénica Cali Teatro
Cra. 12 # 4 - 51 B/ San Antonio
MARTES 27 DE ABRIL
CONCIERTO
BEETHOVEN 7.30
 La Palabra
Cali, Abril de 2010 PROGRAMACION ABRIL 2010 19

Continúa la exposición: Eros,
Dolor y Muerte
Hasta abril 30 de 2010
Horario: 11:00AM - 6:00P.M.
Lugar: Museo La Tertulia
Domingos en la tarde entrada
gratuita - Informes: 893294
VIII Festival Internacional de
Coros Javeriana 2010, ¡Por ti
Colombia!.
En el marco de las celebracio-
nes de los 200 años del na-
cimiento de la República de
Colombia y de los 40 años de
la Universidad Javeriana en
Cali, el Centro de Expresión
Cultural de la Vicerrectoría
del Medio Universitario, invita
a todos al VIII Festival Inter-
nacional de Coros Javeriana
2010, ¡Por ti Colombia!, que
se realizará durante los días
6, 7 y 8 de mayo, en la Uni-
versidad mencionada.
http://coro.puj.edu.co
Centro de Expresión Cultural:
(572)3218200 Ext.506

SEMANA DE LA BIBLIA Lugar: Sala 1- Biblioteca Fecha: Hasta el 23 de abril

‘LA BIBLIA Y LA PSICOLOGÍA’ Departamental Lugar: Sala de Exposiciones, Piso 1.
Expositor: Dr. Dr. Alejandro Centro Cultural Comfandi
Aracena H. Entrada Libre.
Hora: 5:00p.m.
Lugar: Sala 1- Biblioteca VIERNES 2 DE ABRIL
Departamental EXPOSICIÓN ‘FOTOGRAFIANDO SÁBADO 3 DE ABRIL
MIS DERECHOS’ MERCADO DE LAS PULGAS
MIÉRCOLES 31 DE MARZO Fecha: Hasta el 30 de abril Hora: 9 a.m. a 6 p.m.
SEMANA DE LA BIBLIA Lugar: Sala de exposición, piso 5 Otras fechas: Domingo 4.
‘Panel sobre los principios bíblicos y JUEVES 1 DE ABRIL Centro Cultural Comfandi Lugar: Parte baja parque de San
el ecumenismo’ EXPOSICIÓN Entrada Libre. Antonio
Expositor: Dr. Rogelio Aracena FÉMINA- Omar Rayo Informes: 8937034
Hora: 5:00p.m.

Grupo: Barrio Blues Entrada Libre

Hora: 8:00 p.m.
Valor: General $ 15.000 LITERATURA - PALABRA SUELTA
Informes: 5542411 Lectura Dramática
Obra: El triciclo
Autor: Fernando Arrabal
SÁBADO 10 DE ABRIL Grupo: VIII Semestre Escuela de
TEATRO Teatro IPC
‘FUNCIÓN NOCTURNA’ Hora: 7:00 P.M.
Dirige: Danilo Tenorio Lugar: Teatro Salamandra
Hora: 6:30 p.m. Entrada Libre
Lugar: Sala Julio Valencia- Bellas
Artes

Tel. 893 8790 TEATRO Hora: 6:30p.m.
www.caliteatro.com CIRCLOWN
VIERNES 16 DE ABRIL Grupo: Saltimbankis Espectáculos
Fecha: Viernes 16 y Sábado 17
TEATRO UNIVALLE Hora: 8:00 p.m.
‘LA REINA DE LOS BANDIDOS’ Lugar: Teatro Salamandra
Grupo: La Máscara Valor: General $ 15.000
Hora: 5:30 Informes: 5542411
Lugar: Auditorio 4- Univalle Melén-
dez SÁBADO 17 DE ABRIL
Valor: 3.000 TEATRO
‘JUEGO A LA HORA DE LA SIESTA’
Dirige: Aída Fernández
Centro Comercial Unicentro Hora: 5:00 p.m.
Lugar: Sala Julio Valencia- Bellas CINEFAGIA LA MALETA Lugar: Sala José Celestino Mutis.
Artes CICLO: CINE-CIUDAD Biblioteca Mario Carvajal
Entrada Libre ‘Metrópolis’
Dir.: Fritz Lang CONCIERTO
LUNES 19 DE ABRIL Alemania 1927 BEETHOVEN 7.30
LUNES DE DEBATE Hora: 6 p.m. Alumnos de Lucia Mora y Orfa Cruz
Temática: ‘Lenguaje y Poder’ Lugar: La Tertulia (invitada Univalle)
‘Análisis del discurso político de Entrada Libre Hora: 7:30 p.m.
Jaime Garzón’ Lugar: Sala Beethoven-Bellas Artes
Ponente: James Cortés MIÉRCOLES 21 DE ABRIL Entrada Libre
Hora: 6:00- 8:00 p.m. RECITAL DE GUITARRA
Lugar: Salón Caracolí Natalia Holguín, José D. Pachón

Sergio Guzmán, piano (invitado Dirige: René Ordoñez Fecha: Viernes 29 y sábado 30 TEATRO
– Bogotá) Hora: 7:00 p.m. Hora: 7:30 ‘NUESTRA SEÑORA DE LA NUBES’
Hora: 7:30 p.m. Lugar: Sala Beethoven-Bellas Lugar: Teatro La Máscara Dirige: Luis Ariel Martínez
Lugar: Sala Beethoven-Bellas Artes Hora: 6:30 p.m.
Artes Entrada Libre LANZAMIENTO LIBROS Lugar: Sala Julio Valencia-Bellas
Entrada Libre Novedades Editoriales FERIVA - 2010 Artes
TEATRO Hora: 7 p.m. Entrada Libre
JUEVES 29 DE ABRIL ‘EL DOBLE’ Lugar: Auditorio 309
CONCIERTO DE GALA Grupo: Dpto. de Artes Escéni- Salón: Madera
Banda Departamental del Valle del cas Univalle Centro Cultural de Cali
Cauca Dir. Mazheng Hong VIERNES 30 DE ABRIL