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Consejería de Educación
CEIP “ C A S I M I R O S A I N Z ”
MATAMOROSA (Cantabria)
PROPUESTA PEDAGÓGICA
DE EDUCACIÓN INFANTIL
Según el Decreto 79/2008, de 14 de agosto por el que se establece el currículo del segundo ciclo de Educación
Infantil en la Comunidad Autónoma de Cantabria. El equipo docente de etapa de Educación Infantil (ya que
se incluye también a la unidad de 2 años) elabora esta PROPUESTA PEDAGÓGICA durante el curso escolar
2008-09.
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B. Observar y explorar su entorno familiar, teniendo en cuenta las nuevas
estructuras familiares, su entorno natural y social inmediato, fomentando la actitud de
curiosidad y cuidado, identificando las características y propiedades más
significativas, apoyándonos en el PLAN DE SALIDAS DEL CENTRO. Recabar
periódicamente información de las familias sobre los aprendizajes del entorno y de
la familia así como orientar en tareas tipo para trabajar las competencias en casa.
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Como en el PEC constan varias adecuaciones a nuestra realidad, los objetivos de las áreas
se verán afectados por:
o Los objetivos del Plan Lector: acercamiento a la literatura mediante el uso y
disfrute de la Biblioteca y una aproximación a la prensa escrita: periódico,
revistas...
o El Plan de Integración Curricular de las TIC del Centro: una primera toma de
contacto en muchos casos, y una posterior actitud positiva hacia las TIC.
o El Plan de Convivencia: resolución de pequeños conflictos que le permitirá una
actuación cada vez más autónoma y, a su vez, va a contribuir a potenciar su auto
estima y su identidad personal .
o Plan de atención a la diversidad: respondiendo a la diversidad de necesidades
tanto educativas como asistenciales, que tanto se manifiestan en este primer ciclo
de educación infantil.
o Plan de salidas del centro: en la medida de lo posible compartiremos salidas con
E. Infantil pero muchas deberán ser a nivel de ciclo dado el grado de madurez
motora y psicológica.
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Emplearemos diferentes modelos didácticos alternativa o simultáneamente, buscando una enseñanza
activa, motivadora, participativa, individualizada y socializada. Así mismo utilizaremos los métodos
explicativo, expositivo, interrogativo, globalizado; todo ello complementado con el refuerzo positivo. Desde
el Equipo de Educación Infantil se ha decidido que los modelos didácticos antes mencionados se aplicarán
para cualquier tipo de actividad incluida la lectoescritura; donde primará el método global-fonético-gestual
combinado con el método constructivista.
Para establecer nuestra metodología hemos tenido en cuenta una serie de principios, que nos permiten
tomar decisiones didácticas fundamentadas.
1. Motivación.
Consideramos fundamental partir de los intereses, demandas, necesidades y expectativas de los
alumnos.
2. Metodología activa.
Los aprendizajes que se realicen en el aula deben partir de propuestas didácticas significativas
para los niños. Estas propuestas deben permitir la exploración, la experimentación, la investigación y
la reflexión.
Las actividades podrán desarrollarse a través de proyectos, talleres, rincones, rutinas, juegos, etc.
Esta variedad de situaciones hace posible que no todos los alumnos hagan lo mismo a la vez, ni que
su nivel de aprendizaje sea el mismo.
Las actividades serán flexibles y estarán abiertas a posibles modificaciones.
3. Constructivismo.
El aprendizaje es un proceso activo y creativo, mediante el que los niños aprenden construyendo
el propio conocimiento a partir de ideas, experiencias e interacciones.
En este proceso el profesor actúa como guía para facilitar la construcción de aprendizajes
significativos que permiten establecer relaciones entre los conocimientos y experiencias previas y los
nuevos contenidos.
El papel mediador del profesor implica ajustar la ayuda pedagógica a las características y
necesidades del niño a lo largo de todo este proceso de construcción del conocimiento, en el que el
lenguaje constituye la herramienta principal para el desarrollo y la organización del pensamiento, el
aprendizaje, la regulación de la conducta y la manifestación de ideas, sentimientos, emociones, etc.
Todos estos aspectos educativos lo reflejaremos en el método lectoescritor y matemático.
4. Enfoque comunicativo, sociocultural y funcional.
El enfoque comunicativo es una forma de concebir y abordar la enseñanza y el aprendizaje de los
distintos lenguajes que supone diseñar situaciones didácticas en las que sea significativo y real el uso
y manejo de textos y lenguajes variados (matemático, informático, lectura y escritura).
5. Socialización de los aprendizajes.
Nuestra escuela permite que todos los alumnos mejoren sus condiciones de partida y desarrollen
al máximo todas sus capacidades.
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Al diseñar las propuestas didácticas y la organización de tiempos y espacios tenemos en cuenta
las diferencias individuales de nuestros alumnos.
6. Aprendizaje cooperativo.
El aprendizaje cooperativo nos permite que se produzcan intercambios para abordar una tarea o
un proyecto con un objetivo común, teniendo en cuenta las aportaciones de cada alumno desde sus
propias posibilidades.
La interacción entre los alumnos contribuye a que conozcan el modo de pensar de los demás y a
que ajusten sus actuaciones a las de otros Pero también resulta enriquecedor desde el punto de vista
cognitivo que los alumnos tengan la oportunidad de interactuar, ya que argumentar, explicar y
contrastar ayudan a la estructuración y reestructuración cognitiva.
Además aprovecharemos las ventajas de realizar actividades entre niños de diferentes edades.
Con este tipo de propuestas los niños se dan cuenta de que hay diferentes personas que nos pueden
ayudar y proporcionar información.
7. Actividad, experimentación y juego.
La actividad del niño es una de las fuentes principales de su aprendizaje y desarrollo y tiene un
carácter realmente constructivo, en la medida en que es a través de la reflexión, la experimentación y
las interacciones con el adulto y sus iguales como los niños crean un significado del mundo y
participan activamente en él.
Es importante ofrecer oportunidades para que los niños desarrollen su capacidad creativa y el
placer por el conocimiento, a través de la resolución de problemas que se presenten como retos.
Habrá que promover situaciones para que los alumnos exploren, observen y busquen información a
través de diferentes fuentes. Las actividades que les propongamos deberán promover experiencias
que conlleven la expresión y la comprensión desde diferentes lenguajes.
Tendremos en cuenta siempre que el juego es una actividad natural en el niño y que tiene una
enorme importancia en su desarrollo, por lo que debemos estimularlo siempre.
8. Atención a la diversidad.
Nuestra intervención educativa con los alumnos asume como uno de sus principios básicos tener en
cuenta sus diferentes ritmos de aprendizaje, así como sus distintos intereses y motivaciones.
En los objetivos generales de etapa, en los objetivos de las áreas, en los contenidos de procedimiento y en los
criterios de evaluación, la importancia de la adquisición de herramientas de trabajo ( observación sistemática,
análisis, exploración, búsqueda de información,...) que sienten las bases para que el niño pueda ir articulando
estrategias de aprendizaje autónomo, para que desarrolle pautas relacionadas con la iniciativa y autonomía
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personal. Ello materializa una de las dimensiones de la educación vinculadas al desarrollo de la función
tutorial y orientadora a través de la docencia: el enseñar a pensar y trabajar y el enseñar a emprender, mostrar
iniciativas y decidir.
Partir del nivel de desarrollo del alumnado. Adaptando los procesos de enseñanza-aprendizaje a su
particular forma de percibir la realidad y de construir el conocimiento, esto supone tener en cuanto
tanto sus capacidades como sus conocimiento previos. Respetando su ritmo de maduración.
Asegurar la construcción de aprendizajes significativos. Basándonos en experiencias
vitales promoviendo actividades próximas a la experiencia pues aprenden y conocen a través
de los sentidos, del movimiento y de experiencias que se potencian a través del juego.
Partir de intereses y necesidades y ser funcionales, es decir, tener relación con la realidad y
favorecer la comprensión del mundo que les rodea, sin fragmentar artificialmente los
aprendizajes. Por ello, se diseñarán actividades variadas con sentido dentro de una
planificación general, que inciten a la exploración, a la observación y a la investigación
Carácter integrador y globalizador. Promover experiencias y actividades con sentido vital y
afectivo que se relacionen con sus intereses y que impliquen activamente a cada uno de los
niños supone globalizar e integrar todas las dimensiones de su desarrollo (afectivo-
emocional, sensorio-motriz, relacional-social y cognitivo-lingüístico), sin eludir ninguna de
ellas ni tratarlas de manera independiente
A tenderemos a la relación personal y adecuada con cada niño , individualización, en la
satisfacción de las necesidades de alimentación, higiene y descanso, y en el diseño de
propuestas didácticas se debe tener presente la diversidad del alumnado, derivada de sus
peculiaridades personales, culturales, y socioeconómicas. Esta diversidad y pluralidad
cultural la aprovecharemos para enriquecer la vida en el aula.
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La interacción entre iguales se favorece la aceptación de lo diferente. Fomentando unas
pautas de convivencia que facilita un conocimiento de si mismo y la incorporación y el
funcionamiento del grupo. Potenciaremos el aula como un lugar donde los niños aprenderán
a participar, colaborar, compartir y vivir en grupo, avanzando hacia la autonomía personal y
la convivencia con los demás
El juego como actividad fundamental para la adquisición de aprendizajes, pues a través de
actividades lúdicas se puede crear un ambiente imaginativo, creativo, dinámico y potenciador
de relaciones tanto externas (con el resto de personas implicadas) como internas
(interactuando lo real y lo simbólico dentro de cada uno). Aprender a jugar supone la
adquisición de habilidades, la incorporación de normas y desarrollo de actitudes.
Principalmente los grupos serán horizontales, compuestos por todos los alumnos, salvo cuando se
lleven a cabo determinadas actividades (viernes tarde, ensayos…), que se mezclarán todos los alumnos de
infantil.
Estamos convencidos de que el tipo de relaciones que se establecen entre los alumnos tienen gran
repercusión sobre los aprendizajes y creemos que:
Los profesores debemos tener en cuenta que, en los primeros niveles de la escolaridad, el egocentrismo
intelectual y socio-afectivo dificulta tremendamente la posibilidad de llevar a cabo tareas complejas en grupo.
Esto deberá llevarnos a planificar trabajos muy concretos, en los cuales las tareas queden claramente
distribuidas y los períodos de tiempo sean cortos.
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Para conseguir que la interacción alumno / alumno sea lo más enriquecedora posible, será preciso aplicar
el principio de flexibilidad. Los agrupamientos, en los que se lleven a cabo las experiencias de enseñanza-
aprendizaje, serán diferentes en función de los objetivos a conseguir y de los contenidos a tratar. La
flexibilidad no sólo se referirá al numero de alumnos de los grupos, sino también al espacio que ocupan y al
tiempo de la modalidad de trabajo.
La diversidad en los agrupamientos ofrece la vía fundamental para la adaptación a las posibilidades
cognitivas, socio-afectivas y perceptivas de los alumnos. También hace posible que las dimensiones
individual y colectiva reciban un tratamiento equilibrado en nuestro sistema de educación personalizado.
Cada fórmula de agrupamiento posee unas características determinadas, desarrolla habilidades específicas y
necesita de estrategias propias. Así según los objetivos concretos que nos propongamos utilizaremos, cada
una de ellas:
• Gran grupo.
Se utilizará en la asamblea y en actividades colectivas (grupo aula, ciclo o etapa) facilitando el diálogo, el
enriquecimiento individual con las aportaciones de los demás y el respeto de turnos. Esto nos permite regular
la participación de todos los alumnos, motivando en todo momento a los niños que más dificultades
presentan.
• Equipos de trabajo.
Requieren el empleo de estrategias de indagación y los trabajamos sobre todo para procedimientos y
actitudes. Gracias a ellos pueden ser realizados proyectos de trabajo conjunto. En ellos los niños realizarán
pequeñas investigaciones, llevan a cabo sus proyectos, desarrollan su creatividad, se relacionan y actuarán a
su ritmo según sus intereses y necesidades de forma autónoma respetando las normas de comportamiento.
Es uno de los agrupamientos con más ventajas (cooperan, argumentan y dialogan, trabajan
la zona de desarrollo próximo, favorece la autonomía y solicitan ayuda si la necesitan) y menos
desventajas aporta. Buscamos que surja espontáneamente un trabajo cooperativo acercándonos de
esta manera a un modelo tutor-par.
• Trabajo individual.
Lo aplicamos, como en el agrupamiento anterior, a la realización de estrategias de indagación,
permitiendo por tanto la reflexión personal, el trabajo autónomo, la adquisición de automatismos, el
planteamiento y la resolución de problemas y la adquisición de experiencias en la búsqueda y consulta
autónoma de información. Determinados aprendizajes requieren este tipo de agrupamiento porque únicamente
de esta manera se ve si el niño puede afrontar solo la tarea, si reflexiona y si lo ha interiorizado. Habrá
determinados trabajos individuales que cuenten con la ayuda del tutor para realizar un seguimiento más
intensivo y reforzar la motivación y la atención.
La importancia de las interacciones entre los diversos alumnos nos obligan a buscar una alternancia entre
estrategias didácticas expositivas y estrategias didácticas de indagación. Asimismo, los agrupamientos
flexibles permiten una adecuación del proceso de enseñanza al de aprendizaje y gracias a ellos podemos,
mantener un equilibrio entre la vertiente individual y social.
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La aplicación de estas estrategias organizativas flexibles, favorecen la comunicación entre los diversos
alumnos, preparándoles para vivir y desenvolverse de forma activa en los diversos grupos sociales en los que
se integrarán gradualmente. Es decir, buscamos formas organizativas que favorecen la interacción y
comunicación social.
Tanto el diseño del ambiente como la organización del espacio son dos instrumentos básicos
que poseemos para llevar a cabo nuestra tarea. Hemos intentado planificar, en la medida de lo
posible, la organización de los espacios en coherencia con los objetivos seleccionados. Debido a
que los niños van a pasar mucho tiempo en la escuela, se crearan ambientes que respondan a sus
necesidades y faciliten su desarrollo y aprendizaje. El espacio debe de promover el crecimiento
global del niño, por esto tendremos en cuenta todas sus necesidades: afectivas, de autonomía, de
movimiento, de socialización, fisiológicas, de descubrimiento, exploración y conocimiento.
Además del aula donde se desarrollará la mayor parte de la actividad diaria, se utilizarán
otros espacios del centro: el patio, el aula de Psicomotricidad, aula de informática, los baños,
biblioteca, polideportivo, SUM...
Valorando la importancia que tiene la organización de los espacios en todo el proceso educativo y las
características físicas del aula en la que desarrolla la actividad, dispondremos ésta, aprovechando al máximo
sus posibilidades. Para ello, crearemos diversos espacios de trabajo, tanto colectivo, en pequeño grupo como
individual (zona asamblea, zona trabajo por equipos, de juegos…
Las necesidades biológicas van a marcar los ritmos para que el niño se oriente en el tiempo. Este tipo de
pautas van a dejar paso a otras de índole social.
En la escuela hay que evitar una excesiva división y rigidez del tiempo, en todos los momentos la
actividad se adaptará al ritmo y necesidades del grupo de alumnos.
La organización de nuestro tiempo dependerá de la del centro, como se refleja en el PEC y en los
horarios presentes en la PGA. Tenemos que evitar segmentaciones ya que en Educación Infantil se trabaja de
manera globalizada. En todo momento tendremos en cuenta las necesidades de los niños y todos los factores
que influyen: edad, características del grupo, momento del año, duración de la jornada, etc.
Atendiendo a estos criterios y buscando adaptarse a las necesidades biológicas de los niños, nuestra
tarea irá encaminada principalmente al establecimiento de rutinas y ritmos de trabajo. Así, los niños
adquirirán conciencia del tiempo, establecerán relación entre éste y el espacio, así como personas y actividad.
Todo ello junto, conseguirá que los niños anticipen cada situación y se sientan seguros.
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En el primer ciclo de E. Infantil concretaremos los agrupamientos del alumnado y organización
espacial y temporal de las actividades:
El agrupamiento del alumnado, respetaremos la edad cronológica que nos marca la ley para
hacer los distintos grupo-clase, pero en determinadas actividades que consideremos
enriquecedoras para el alumnado juntaremos a los ciclos
La distribución del espacio y del tiempo responderá a las necesidades de los niños, y a las
características de las actividades que se quieran desarrollar. Se ofrecerán modalidades
organizativas distintas que posibiliten actividades diferentes y, a la vez, simultáneas en el
aula.
Dentro de este apartado hay que hacer mención especial al periodo de adaptación, resultando
fundamental para la buena entrada del niño en el ámbito escolar y la separación del entorno familiar.
En este periodo el horario será más corto y sucesivamente se irá ampliando de forma gradual y
flexible, respetando el ritmo de cada uno, con una atención más individualizada, pero empezando a
crear unas rutinas y un sentimiento de grupo. Con la idea de que en el mes de octubre el grupo este
adaptado al horario que probablemente llevará cada niño durante el curso.
Es indispensable la coordinación entre todos los profesionales que intervienen en el proceso educativo de
Educación Infantil, para asegurar la coherencia en todos los aspectos que implican el desarrollo del proceso
de Enseñanza-Aprendizaje, así como para asegurar la continuidad del mismo y la toma de decisiones
compartida. Desde la diversidad de conocimientos, de experiencias y de formación de cada docente, resulta
preciso que el equipo de Ed. Infantil lleve a cabo tanto la adopción de acuerdos y criterios para cuestiones
comunes de organización y planificación de actuaciones (reflejados en el PGA), como procesos de formación
y planificación. Para ello y antes del comienzo del curso escolar se programará conjuntamente cada tutora con
los especialistas todos aquellos puntos de la programación que impliquen a aquellos. El tutor permanecerá en
el aula con el especialista durante su intervención.
A la largo del curso se dedicarán las sesiones establecidas en la PGA para coordinarse y tratar los
posibles problemas, cambios y evoluciones que se estén dando, de forma que pueda realizarse un proceso de
feed-back en todo momento; a demás también se realizará una reunión conjunta (tutor-especialista) por
trimestre para revisar y poner en común el proceso de evaluación.
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Del mismo modo se cuidará la coordinación entre el primer y segundo ciclo de Ed. Infantil, para
conocer y dar continuidad a la línea de trabajo iniciada en dos años. El tutor del aula de dos años elaborará al
final del curso un documento personal, a modo de informe, de cada alumno con información relevante de la
historia y evolución del mismo, que quedará a disposición del tutor de tres años para el nuevo curso.
Al comienzo del curso se elabora conjuntamente el horario con los apoyos para cada curso de Ed.
Infantil, que queda reflejado en la PGA.
Durante el comienzo del curso y en lo que se prolongue el periodo de adaptación del alumnado de tres
años el apoyo permanecerá especialmente en las entradas y salidas y el uso de los baños de éstos niños, una
vez ganen en autonomía se irá reduciendo el tiempo de permanencia el apoyo en este aula para aumentar el
tiempo presente en el aula de cinco años, y así contribuir a cubrir las necesidades propias en la lectoescritura
de los mismos.
Como recoge la PGA en el apartado dedicado a los horarios, todos los cursos contarán con la
colaboración del apoyo durante la visita a la biblioteca y la tarde de los viernes que asistimos al polideportivo.
El apoyo vigilará el uso adecuado de los aseos antes de la salida el recreo y también antes de la hora
del comedor, momento en el que tiene lugar el aseo para la comida. Y se dedicará principalmente al aula que
más necesidades precise bien por número o por las características del grupo.
En los momentos en los que se realicen salidas y puesto que son comunes a todo el ciclo, los alumnos
permanecerán al cuidado de las tutoras y del apoyo, solicitaremos al Equipo Directivo la ayuda de más
personal docente según la disponibilidad horaria del centro.
Tal como queda reflejado en los documentos pertinentes contamos con un tiempo dedicado a la
coordinación del ciclo, donde entre otros aspectos se realizará la necesaria regulación del papel del apoyo así
como las posibilidades de modificación del mismo.
En el primer Ciclo de Educación Infantil hay que hacer mención especial al periodo de adaptación,
resultando fundamental para la buena entrada del niño en el ámbito escolar y la separación del entorno
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familiar. En este periodo el horario será más corto y sucesivamente se irá ampliando de forma gradual y
flexible, respetando el ritmo de cada uno, con una atención más individualizada, pero empezando a crear unas
rutinas y un sentimiento de grupo. Con la idea de que en el mes de octubre el grupo este adaptado al horario
que probablemente llevará cada niño durante el curso.
La mayor parte del alumnado de tres años procede del aula de dos años, lo que supone que ya han
estado escolarizados y no es su primer contacto con el colegio. No obstante, se cuidará este momento de
cambio de ciclo que implica una nueva tutora, nuevos compañeros y un cambio físico en lo referente a la
ubicación. Tendremos en cuenta la posible llegada de nuevos alumnos al centro, en cuyo caso los criterios de
actuación serán comunes a los del primer ciclo de Ed. Infantil, a excepción de los niños que utilicen el
transporte, quienes comenzarán la permanencia en el centro en días alternos hasta su adaptación. La actuación
también varía en el caso de que el alumno sea extranjero, aquí tendremos como referente el protocolo de
acogida.
Sabido es que en nuestro centro se cuidan mucho las relaciones con las familias del alumnado tal y
como refleja el PEC y la PGA, en relación con esto es importante destacar la colaboración que presta el
AMPA al centro y su contribución por tanto a las relaciones entre la comunidad educativa.
Tanto el Plan de Acción Tutorial, el Plan de Convivencia, el Plan de Atención a la Diversidad como
el Reglamento de Régimen Interno regulan en diferentes aspectos la calidad de las relaciones sociales en
nuestro centro, con las adaptaciones propias a la edad del alumnado.
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G. CRITERIOS GENERALES SOBRE LA VALORACIÓN DEL PROGRESO DEL
ALUMNADO.
La evaluación será global, tendrá un carácter continuo no solo a lo largo de cada curso sino también
en cada uno de los ciclos de la etapa, considerándose un elemento inseparable del proceso de enseñanza y
aprendizaje.
serán comunicadas de manera periódica a las familias, con el fin de establecer pautas conjuntas de actuación
para mejorar el proceso educativo del alumnado.
Las entrevistas con las familias, la observación directa y sistemática, el análisis de las actividades
realizadas por los niños, constituirán las principales fuentes de información del proceso de evaluación
continua del alumno.
Las sesiones de evaluación son las reuniones del maestro tutor con el resto de maestros y
profesionales que atienden el grupo de alumnos. Se realizarán tres sesiones de evaluación, que quedaran
especificadas en la PGA.
Al incorporarse por primera vez un alumno a un centro, el maestro tutor realizará una evaluación
inicial que recogerá los datos más destacados de su desarrollo, tendrá en cuenta los datos relevantes aportados
por la familia en la entrevista inicial y, en su caso, los informes médicos, psicopedagógicos y sociales de
interés educativo.
La evaluación inicial se completará con la observación directa del grado de desarrollo de las capacidades del
alumno durante el primer periodo de su incorporación al centro y, en su caso, de la información proporcionada
por el centro en el que estuvo matriculado anteriormente, si así fue. Los datos recogidos en la evaluación
inicial serán la base para la elaboración de la Ficha personal del alumno.
Ante un cambio de Centro por parte de alguno de nuestros alumnos enviaremos al futuro Centro la
ficha personal, el último boletín de notas del niño, así como otros documentos que pertenezcan a su
expediente académico. Para realizar el análisis de la situación del alumno en ese momento en concreto,
realizaremos una valoración donde recogeremos datos referentes a todas las áreas, tomando como referente:
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ANEXO para el cambio de Centro
Dar muestras de mejora de sus destrezas motoras y de sus habilidades manipulativas y participar en
juegos, regulando progresivamente la expresión de sentimientos y emociones.
Mostrar cierta autonomía en la adquisición de hábitos elementales de cuidado personal, higiene, salud y
bienestar y consolidarlos progresivamente. Avanzar en la realización autónoma de actividades
habituales para satisfacer necesidades básicas, mostrando interés e iniciativa.
Mostrar curiosidad e interés por el descubrimiento del entorno: identificar y discriminar objetos y
elementos del entorno inmediato y actuar sobre ellos. Agrupar, clasificar y ordenar elementos y
colecciones según semejanzas y diferencias ostensibles; discriminar y comparar algunas magnitudes y
cuantificar colecciones mediante el uso de la serie numérica.
Mostrar interés por el medio natural, identificar y progresivamente: nombrar algunos de sus componentes,
establecer relaciones sencillas de interdependencia, manifestar actitudes de cuidado y respeto hacia la
naturaleza, y participar en actividades para conservarla.
Identificar y conocer los grupos sociales más significativos de su entorno, algunas características de su
organización y los principales servicios comunitarios que ofrece. Poner ejemplos de sus
características y manifestaciones culturales, y valorar su importancia.
Utilizar la lengua oral del modo más conveniente para una comunicación positiva con sus iguales y con
adultos, según las intenciones comunicativas, y comprender mensajes orales diversos, mostrando una
actitud de escucha atenta y respetuosa e interés por comunicarse.
Interesarse por los textos escritos presentes en el aula y en el entorno próximo, iniciándose en su uso, en
la comprensión de sus finalidades y en el conocimiento de algunas características del código escrito.
Interesarse y participar en las situaciones de lectura y escritura que se proponen en el aula.
Expresarse y comunicarse utilizando medios, materiales y técnicas propios de los diferentes lenguajes
artísticos, tecnológicos y audiovisuales, mostrando interés por explorar sus posibilidades, por
disfrutar con sus producciones y por compartir con los demás las experiencias estéticas y
comunicativas.
ANEXO 2
Manifestar un control progresivo de las posibilidades motrices, sensitivas y expresivas del propio
cuerpo en distintas situaciones y actividades, como juegos, rutinas o tareas de la vida cotidiana.
Reconocer y nombrar las distintas partes del cuerpo y ubicarlas espacialmente, en su propio cuerpo y
en el de los demás.
Identificar los sentidos y las principales sensaciones asociadas a cada uno de ellos: sabores, olores,
colores, sonidos, temperaturas y texturas.
Desarrollar una imagen personal ajustada y positiva, que le permita conocer sus posibilidades y
limitaciones, y tener confianza en las propias capacidades.
Manifestar respeto y aceptación por las características de los demás, sin discriminaciones de ningún
tipo.
Dar muestras de mejora de sus destrezas motoras y de sus habilidades manipulativas y participar en
juegos, regulando progresivamente la expresión de sentimientos y emociones.
Participar de forma activa en distintos tipos de juego, manifestando aceptación y respeto de las
normas que los rigen y disfrutando con ellos.
Coordinar y controlar las habilidades manipulativas de carácter fino que cada actividad requiere.
Mostrar cierta autonomía en la adquisición de hábitos elementales de cuidado personal, higiene, salud y
bienestar y consolidarlos progresivamente. Avanzar en la realización autónoma de actividades
habituales para satisfacer necesidades básicas, mostrando interés e iniciativa.
Realizar, de manera progresivamente autónoma y con iniciativa, las actividades relacionadas con la
higiene, la alimentación, el descanso, los desplazamientos y otras tareas de la vida diaria.
Identificar algunos posibles peligros en sus actividades habituales, pedir y aceptar la ayuda del adulto
ante situaciones peligrosas.
Mostrar curiosidad e interés por el descubrimiento del entorno: identificar y discriminar objetos y
elementos del entorno inmediato y actuar sobre ellos. Agrupar, clasificar y ordenar elementos y
colecciones según semejanzas y diferencias ostensibles; discriminar y comparar algunas magnitudes y
cuantificar colecciones mediante el uso de la serie numérica.
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Con este criterio se pretende valorar la capacidad del niño y de la niña para:
Establecer relaciones entre las características o atributos de los objetos y otros elementos del entorno
(forma, color, tamaño, peso…) y su comportamiento físico (caer, rodar, resbalar, botar…)
Explorar las relaciones numéricas con materiales manipulativos y reconocer las magnitudes relativas
a los números elementales.
Manejar las nociones básicas espaciales (arriba, abajo; dentro, fuera; cerca, lejos…), temporales
(antes, después, por la mañana, por la tarde…) y de medida (pesa más, es más largo, está más
lleno).
Dar muestras de interesarse por el medio natural, identificar y progresivamente: nombrar algunos de sus
componentes, establecer relaciones sencillas de interdependencia, manifestar actitudes de cuidado y
respeto hacia la naturaleza, y participar en actividades para conservarla.
Mostrar interés por conocer los elementos de la naturaleza, tanto vivos como inertes, investigando
algunas de sus características y funciones generales, acercándose a la noción de ciclo vital y
constatando los cambios que este conlleva.
Establecer algunas relaciones entre medio físico y social, identificando cambios naturales que afectan
a la vida cotidiana de las personas (cambios de estaciones, temperatura…) y cambios en el paisaje
por intervenciones humanas.
Manifestar interés por el conocimiento del medio, haciendo observaciones y preguntas, así como
formulando hipótesis sobre sus causas y consecuencias.
Identificar y conocer los grupos sociales más significativos de su entorno, algunas características de su
organización y los principales servicios comunitarios que ofrece. Poner ejemplos de sus
características y manifestaciones culturales, y valorar su importancia.
Conocer los grupos sociales más cercanos (familia, escuela…), así como los servicios comunitarios
que estos ofrecen (mercado, atención sanitaria o medios de transporte) y su papel en la sociedad.
Tomar conciencia de la importancia que, para la vida de las personas, tienen las organizaciones
sociales y la necesidad de dotarse de normas para convivir.
Participar de forma activa en la vida del aula, acomodando su conducta a los principios, valores y
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normas construidas y aceptadas por todos.
Comprender algunos símbolos o elementos que identifican a otras culturas presentes en el medio, así
como las manifestaciones culturales de su comunidad y de dichas culturas.
Utilizar la lengua oral del modo más conveniente para una comunicación positiva con sus iguales y con
los adultos, según las intenciones comunicativas, y comprender mensajes orales diversos, mostrando
una actitud de escucha atenta y respetuosa, así como interés por comunicarse.
Expresarse y comunicarse oralmente, con claridad y corrección suficientes, para llevar a cabo
diversas intenciones comunicativas (pedir ayuda, informar de algún hecho o situación vivida o
imaginada, dar sencillas instrucciones, participar en conversaciones de grupo…).
Utilizar, de forma pertinente y creativa, la expresión oral para regular la propia conducta, relatar
vivencias, razonar, resolver situaciones conflictivas, comunicar sus estados anímicos y
compartirlos con los demás.
Manifestar respeto hacia los demás, mostrando interés y atención hacia lo que dicen y en el uso de las
convenciones sociales (guardar el turno de palabra, escuchar, mirar al interlocutor, mantener el
tema), así como en la aceptación de las diferencias.
Participar, con interés y disfrute, en situaciones comunicativas en una lengua extranjera, iniciándose
en su uso oral.
Mostrar interés por los textos escritos presentes en el aula y en el entorno próximo, iniciándose en su uso,
en la comprensión de sus finalidades y en el conocimiento de algunas características del código
escrito. Interesarse y participar en las situaciones de lectura y escritura que se proponen en el aula.
Con este criterio se evalúa la capacidad y el interés del niño y de la niña para:
Mostrar atención y curiosidad por los actos de lectura y de escritura que se realizan en el aula.
Hacer un uso adecuado del material escrito (libros, periódicos, cartas, etiquetas, publicidad…)
Explorar los mecanismos básicos del código escrito, así como el conocimiento y uso de algunas
características y convenciones de la lengua escrita al interpretar y producir textos acordes a su
nivel evolutivo.
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Expresarse y comunicarse utilizando medios, materiales y técnicas propios de los diferentes lenguajes
artísticos, tecnológicos y audiovisuales, mostrando interés por explorar sus posibilidades, por
disfrutar con sus producciones y por compartir con los demás las experiencias estéticas y
comunicativas.
Experimentar y explorar las posibilidades expresivas del gesto, el movimiento, la voz y también el
color, la textura o los sonidos.
Desarrollar la sensibilidad estética y actitudes positivas hacia las producciones artísticas en los
distintos lenguajes, además del interés por compartir las experiencias estéticas.
Los maestros tutores estableceremos una relación de cooperación con las familias de su grupo de
alumnos. Dicha cooperación incluirá la comunicación periódica por medio de informes escritos, entrevistas
individuales y reuniones colectivas. Nos reuniremos con las familias cuantas veces sean necesarias; se
garantizará, al menos, una entrevista individual al inicio de cada curso para recabar información sobre los
aprendizajes no formales del alumno, otra a lo largo del curso y una reunión colectiva por trimestre, en la
primera de las cuales informaremos a los padres de la programación del curso correspondiente.
Las familias informarán a la tutoría de sus hijos/as de aquellas situaciones familiares en las que se
producen aprendizajes no formales, así como los informales. El profesorado los incluirá en el proceso
formativo del alumnado.
El profesorado informará a las familias de los aspectos curriculares a trabajar en cada trimestre, con
especial incidencia en las competencias básicas y les orientará para su colaboración en casa con tareas-tipo,
haciendo un seguimiento posterior (por ejemplo, las del proyecto Atlántida).
Existirá una colaboración y comunicación permanente entre ambas (familia y escuela), de modo que
coexista un intercambio fluido de información relevante para conocer la situación de cada alumno y poder
contribuir a su desarrollo integral. Asimismo, es necesario el conocimiento por parte de las familias de los
objetivos y actuaciones que se están desarrollando en el aula, para posibilitar su participación y colaboración.
Proporcionaremos a los padres información sobre el modo en que se desarrolla el proceso formativo de sus
hijos a través del boletín informativo y ofreceremos pautas y estrategias educativas para fomentar una
continuidad real entre escuela y familia.
Se facilitará la participación de todas las familias en el proceso educativo de sus hijos, a través de
diversas actuaciones y actividades (contacto diario, aportación de materiales para los temas que se desarrollen
en el aula, encuentros formativos e informativos, entrevistas, fiestas, salidas, etc.). Del mismo modo, el centro
posibilitará dicha participación con algunas medidas adecuadas (horarios apropiados, notas explicativas,
actitud receptiva y cordial, etc.).
Al finalizar la etapa de infantil se cumplimentará un informe que refleje el aprendizaje realizado por
el alumno y se incluirá en la carpeta de documentos personales.
El desarrollo de las clases en el segundo ciclo se centra principalmente en el uso del método
didáctico elegido comúnmente a comienzos del curso, además se ampliará con material fotocopiable.
En ambos ciclos nos ayudaremos del uso de las nuevas tecnologías y medios audiovisuales. Un peso
muy importante en consonancia con nuestra metodología recae sobre los juegos didácticos, algunos de ellos
interactivos. Mención especial merece también el uso de la biblioteca y el material disponible en la misma.
Como norma utilizaremos también materiales didácticos comprados y materiales de uso cotidiano.
La tutora o el apoyo se ocuparán del alumnado que opta por no cursar las enseñanzas de religión.
Permanecerán en el aula ordinaria siempre que sea posible, en caso de no ser así se buscará un espacio
alternativo adecuado a las necesidades. Las tutoras del segundo ciclo de Educación Infantil acordaron
conjuntamente trabajar la inteligencia emocional con este alumnado.
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La decisión queda justificada por medio de distintos argumentos en concordancia con el PEC:
Si reflexionamos recordaremos que “las cosas importantes sobre cómo ser y cómo
comportarme las aprendí en la escuela infantil”. Allí aprendimos a jugar limpios, a no pegar, a
compartir, a limpiar lo ensuciado, a pedir disculpas cuando era necesario, a lavar las manos antes de
comer...; multitud de estudios universitarios a escala internacional ponen de manifiesto que la
inteligencia emocional es tan importante e incluso más que otros tipos de inteligencia hasta ahora
con mayor protagonismo social, a saber, la inteligencia lingüística, matemática, musical... Incluso se
ha llegado a demostrar exhaustivamente que las personas que poseen un nivel de inteligencia
emocional mayor consiguen tener más éxito en sus vidas en todos los ámbitos.
Como consecuencia, no es necesario redundar mucho más sobre el tema para saber por qué
motivo nos planteamos que forme parte de las experiencias educativas que se deben trabajar desde la
etapa infantil, a demás nos permite favorecer el desarrollo de forma práctica de gran parte la las
competencias básicas establecidas en la LOE. Así pues, en primer lugar cabría preguntarse, ¿qué es
realmente la inteligencia emocional?. Se refiere al conjunto de habilidades de procedencia psíquica
que influyen en nuestra conducta. Desde esta perspectiva, la inteligencia emocional pone de relieve
las limitaciones del coeficiente intelectual, al que tradicionalmente se le había dado tanta
importancia en la educación, sosteniendo que no es el único factor que indica la capacidad del sujeto
humano, pues existen una serie de habilidades que se pueden aprender basadas en los sentimientos y
las emociones: el autocontrol, el entusiasmo, la empatía...
Sin embargo, la inteligencia emocional no es algo que se adquiera de hoy para mañana, sino que se
trata de un continuo que requiere de un trabajo constante y colaborativo entre casa y escuela.
Además, para el trabajo de la inteligencia emocional es importante entender al niño como un todo
que se desarrolla no sólo en el ámbito cognitivo, sino también -y paralelamente- en el ámbito motor,
moral, social y afectivo, ya que todos estos ámbitos contribuyen de una u otra forma al desarrollo de
la personalidad del niño.
Otra pregunta que nos hacernos antes de abordar el trabajo de la inteligencia emocional en
Educación Infantil se centraría en ¿cómo es el desarrollo afectivo del niño en la etapa infantil?.
Dicho desarrollo pasa por una serie de hitos, que habría que conocer al ser la base de la que
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partiríamos para el trabajo de la inteligencia emocional de nuestros alumnos y alumnas. Utilizando
una metáfora, diríamos que estos hitos, son como una plataforma de lanzamiento individual para la
inteligencia emocional de cada niño o niña. Así pues, el alumnado de Educación Infantil empieza a
formar el concepto de sí mismo diferenciándose de lo que le rodea, a los tres años pide más
independencia y autonomía, aprende a identificar emociones sencillas en otras personas, juega de
forma individual y paralela a otros niños y a partir de los 5 años empieza a construir la propia
identidad y a afianzar las relaciones con los otros.
Por poner un ejemplo de lo anterior, difícilmente podremos lograr que un niño desarrolle la empatía
si no es capaz de reconocer ninguna emoción en los demás. De ahí que el trabajo de la inteligencia
emocional requiera un conocimiento de la maduración del niño y una asociación con ésta.
Desde el aula de Educación Infantil si podemos estimular dicho desarrollo. O dicho de otra forma,
crear las condiciones idóneas para que se produzca cuánto antes y de la mejor forma posible.
Cómo puede lograrse, existen una serie de recomendaciones muy eficientes que se pueden poner en
práctica, como por ejemplo proporcionar un ambiente seguro, relajado y motivador, utilizar un
lenguaje afectuoso, servirse de consignas y normas claras que ayuden a que el comportamiento del
alumnado se adecue a las demandas del entorno, valorar al niño para que se sienta valioso ante los
demás y estimularlo para que exprese sus emociones.
Si llevamos a cabo todos estos pasos en el aula estaremos contribuyendo de una forma sencilla, pero
a la vez eficaz, a que nuestros alumnos y alumnas se vayan desarrollando afectivamente. Es por
entonces cuando podremos trabajar de una forma más concreta la inteligencia emocional en sus
diversas facetas o aspectos:
El autoconocimiento.
La automotivación.
El autocontrol.
La empatía.
Habilidades Sociales.
Utilizaremos como apoyo distintos materiales didácticos, plásticos, musicales, tecnológicos; así
como “Sentir y pensar” de SM, el material propuesto por la Fundación Emilio Botín, y sobre todo
cuentos como “Corocota” de María Méndez- Ponte o “Ranas en nata” de Jorge Bucay.
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K. CRITERIOS PARA EVALUAR Y, EN SU CASO, REVISAR LOS
PROCEDIMIENTOS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE, Y LA PRÁCTICA
DOCENTE DE LOS MAESTROS.
El carácter continuo de la evaluación supone que los maestros y profesionales que atienden al alumno
recogeremos permanentemente información, en las diferentes situaciones de aprendizaje, que nos permitirá
conocer, comprender y orientar el dicho proceso, con el fin de analizar los progresos y dificultades del
alumno y la propia práctica docente, así como ajustar la intervención educativa.
de la comunidad educativa: profesorado, familia, alumnado y otros profesionales que atienden al alumno.
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L. CONCRECIÓN DE LOS PLANES, PROGRAMAS Y PROYECTOS
ACORDADOS Y APROBADOS, RELACIONADOSCON EL DESARROLLO DEL
CURRÍCULO.
Tal y como se recoge tanto en el PEC como en la PGA, tenemos en marcha diversos Proyectos
institucionales de innovación educativa en nuestro centro, que enumeramos a continuación:
En los propios documentos se especificarán las acciones para educación infantil y quedarán
concretados la forma de llevarlas a cabo en la P.G.A. En ambos casos el punto de partida será el informe del
equipo de Educación Infantil.
Dicha propuesta pedagógica incluirán las previsiones acerca de los momentos en que la referida
evaluación ha de efectuarse y de los instrumentos necesarios para llevarla a cabo.
Se evaluarán los apartados que se recogen en el artículo 9 de los Decretos 143/2007, de 31 de octubre, y
79/2008, de 14 de agosto.
Los resultados de la evaluación de la propuesta pedagógica serán incluidos en la memoria final del
curso y servirán como base para la revisión de dichos documentos en la programación general anual del curso
siguiente.
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2.- El plan de atención a la diversidad del centro (PAD).
Nos acogemos al PAD ya que, según decisión del claustro es un documento de centro.
C/ Casimiro Sainz, 44 :-: Teléf. 942 75 23 49 :-: Fax: 942 75 50 14 :-: Apartado 114 :-: 39200 MATAMOROSA (Cantabria)
E-mail: :-: casimirosainz@telefonica.net :-: casimiro@centros3.pntic.mec.es
http://www.casimirosainz.com
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