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UNIVERSIDAD

ESTATAL

A
DISTANCIA


MAESTRÍA EN DERECHO DEL TRABAJO


Y SEGURIDAD SOCIAL


SISTEMA
DE
ESTUDIOS
DE
POSGRADO


TRABAJO
PARA
OPTAR
POR
EL
GRADO
DE


MASTER
EN
DERECHO

DEL
TRABAJO


Y
SEGURIDAD

SOCIAL


TEMA


“DELITO
DE
RETENCIÓN

INDEBIDA

DE
LAS


CUOTAS
OBRERAS”



ALUMNO:


GIOVANNI

ANDRÉS
RODRÍGUEZ

MEJÍA

AGOSTO
2009



TUTOR:
DR.
CARLOS
CHINCHILLA
SANDÍ


1
A Papi y Mami por enseñarme a luchar y amar

A Magie y Giova por ser inspiración!

A Xioma por motivarme a terminarla, sacar tiempo para revisarla y además


ser la inspiración

A Pi por las porras

A don Carlos por despertar el interés por el tema, apoyarme y guiarme

2
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un
esfuerzo total es una victoria completa…” Mohandas Karamchand Gandhi

3
Indice

I.- Introducción ................................................................................................ 4


II. Antecedentes............................................................................................ 10
2.1 Ley constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social .................. 12
2.2. Reforma del año 1975 ........................................................................... 14
2.3.- Reforma introducida por la Ley de Jurisdicción Constitucional............ 17
2.4.- Texto vigente (reforma introducida por la Ley de Protección al
Trabajador) ............................................................................................... 28
III.- Elementos constitutivos del delito de retencion indebida de cuotas
obreras. ..................................................................................................... 32
3.1.- Sujeto activo......................................................................................... 32
3.2.- Sujeto pasivo........................................................................................ 39
3.3 Tipicidad ................................................................................................. 40
3.3. A) tipo objetivo....................................................................................... 40
3.3. B) tipo subjetivo ..................................................................................... 51
3.4.- Sanción ................................................................................................ 56
3.5.- Prescripcion de la acción penal............................................................ 59
3.6.- Bien jurídico tutelado............................................................................ 63
3.7.- Inscripción en el registro de delincuencia. ........................................... 65
Iv.- Propuesta de reforma............................................................................. 70
V.- Conclusión. ............................................................................................. 72
Vi.- Bibliografía ............................................................................................. 74

4
EL DELITO DE RETENCIÓN INDEBIDA

I.- INTRODUCCIÓN
La intersección que crea el delito estudiado entre el Derecho Laboral y el
Penal, no es muy común en nuestro ordenamiento1. En cambio, en países
como España2 y Francia3, por citar algunos, hay un punto de encuentro
mayor entre estas disciplinas.

En Costa Rica no hay, entonces, un desarrollo de un verdadero derecho


penal laboral y, usualmente, son perseguibles los delitos comunes
cometidos dentro de la ejecución de una labor subordinada, ya sea por el
empleador o el trabajador.

La retención indebida de cuotas obreras, es una excepción4 a esa regla y


nos ubica en la posibilidad de comisión de un delito derivado, precisamente

1
La experiencia, cuando sea ha verificado, no ha sido la más feliz, por ejemplo el caso del
delito respecto de la huelga que por muchos años mantuvo a nuestro país al margen del
cumplimiento del convenio 87 de la OIT (artículos 335 y 336 del Código Penal hoy
derogados). Podría también incurrirse dentro de una relación laboral en el supuesto del
artículo 373 del Código Penal en cuanto a una acción discriminatoria.
2
Con el código penal español de 1995 se establece un capítulo completo dedicado a los
delitos con ocasión de la relación laboral. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre. Título
XV.
3
En Francia el Código Penal , Libro II, Título II, Capítulo V, Sección III, ha sufrido recientes
modificaciones, precisamente en cuanto a la protección a los trabajadores mediante las
leyes N°916-2000 del 19 de setiembre y 239-2003 del 18 de marzo de 2003.
4
Otras podrían ser el artículo 172 del Código Penal “Quien promueva, facilite o favorezca la
entrada o salida del país de personas de cualquier sexo, para que ejerzan la prostitución o
para mantenerlas en servidumbre sexual o laboral, será sancionado con pena de prisión de
tres a seis años. La pena será prisión de cuatro a diez años, si media alguna de las
circunstancias enumeradas en el proxenetismo agravado.” Y también aún cuando es un
delito común, pero que puede darse con facilidad dentro de una relación laboral el artículo
373 “Será sancionado con veinte a sesenta días multa, la persona, al gerente o director de
una institución oficial o privada, administrador de un establecimiento industrial o comercial,
que aplicare cualquier medida discriminatoria perjudicial, fundada en consideraciones
raciales, de sexo, edad, religión, estado civil, opinión pública, origen social o situación
económica.”

5
de la existencia misma de una relación laboral. Sin embargo, tampoco
constituye la respuesta al incumplimiento de algún elemento intrínseco al
contrato de trabajo, sino que, emerge más bien como la falta a una
obligación del empleador para con la seguridad social.

El derecho Penal laboral deambula el ámbito difícil de penalidad de lo que


algunos denominan “delincuencia de cuello blanco”5, además o talvez por
esa razón, algunas sanciones no son lo suficientemente intimidantes, el
aparato judicial no está preparado o diseñado para esta clase de
delincuencia6 y existe, si se quiere, cierta valoración social positiva hacia los
empresarios, que al fin de cuentas arriesgan en favor del progreso, respecto
de los delincuentes comunes. Esos son hechos reales que en nada invalidan
la legitimidad de la incriminación7, pero sin duda la complican.

Sin embargo, debemos estar concientes de que la delincuencia económica y


social no es un fenómeno menor o marginal8, sino que, los intereses en
juego y afectados por ésta, son muchas veces más nefastos que la
delincuencia común por la repercusiones sociales, la experiencia en
Centroamérica sobre este particular es sencillamente terrible y por supuesto
que nuestro país no está exento de ella.

Como hemos arriba mencionado, el delito de retención indebida de cuotas


perjudica, sin duda, a la seguridad social, la cual es uno de los pilares del

5
Terradillos Basoco, Juan, “Delitos societarios”, Madrid, 1987, pp. 23-35
6
Cabe indicar que en los últimos años el Poder Judicial ha tenido que lidiar con una mayor
cantidad de imputados de delitos socio-económicos, que ha permitido una mejor atención,
sin que sea la mejor, subsisten la trabas y problemas antes indicados.
7
Baylos Antonio y Terradillos Juan, Derecho Penal del Trabajo, Madrid, 1997, p. 38
8
Cohen, Maurice, “Las sanciones penales en el derecho laboral”, en Revista Internacional
del Trabajo, Vol. 95 Num. 1, Ginebra, enero febrero de 1997.

6
sistema democrático de nuestro país y una forma en que el Estado busca
equilibrar las fuerzas del mercado para la protección de la población en
general. Adicionalmente, la Seguridad Social, como sistema que tiende a
una cobertura de protección colectiva cada vez más generalizada, exige a su
vez el establecimiento de mecanismos de control cada vez más depurados y
eficaces.

El análisis de los aspectos financieros del Sistema pone de manifiesto la


interrelación entre el sistema económico y su capacidad para llevar a cabo el
cumplimiento de sus fines en la diversas contingencias protegidas, lo que
significa que, estando demostradas las dificultades de financiación, se hace
necesaria la intensificación de las acciones de control respecto del
cumplimiento de las obligaciones de contenido económico imputables a los
sujetos responsables.

En este sentido, los ordenamientos jurídicos intentan perfeccionar las


cautelas para asegurar el cobro de las deudas, no sólo estableciendo
procedimientos tendentes a garantizar este extremo, sino además,
ampliando el elenco de los sujetos a imputar9.

La Seguridad Social, es un derecho fundamental de los trabajadores, así lo


declara la Organización Internacional de Trabajo: La Conferencia reconoce
la obligación solemne de la Organización Internacional del Trabajo de
fomentar, entre todas las naciones del mundo, programas que permitan: (...)
f) extender las medidas de seguridad social para garantizar ingresos básicos
a quienes los necesiten y prestar asistencia médica completa; g) proteger
adecuadamente la vida y la salud de los trabajadores en todas las

9
Mateos Beato, Alfredo y Martin Jiménez, Rodrigo. La Derivación de Responsabilidad por
Deudas de Seguridad Social. Valladolid España. 2003. Pág. 15

7
ocupaciones...10 Asimismo, el derecho a la seguridad social es uno de los
componentes esenciales11 de lo que la OIT ha denominado el “trabajo
decente”12 que, ni más ni menos, es la aspiración mínima que debe tener
cualquier Estado en el que se respete los derechos de sus ciudadanos.

En una reciente declaración este organismo ha reforzado la importancia y


atención que debe darse a la Seguridad Social en tiempos de cambios
económicos, señalando que en el contexto de cambios acelerados, los
compromisos y esfuerzos de los Miembros y de la Organización para poner
en práctica el mandato constitucional de la OIT, en particular mediante las
normas internacionales del trabajo, y para situar el empleo pleno y
productivo y el trabajo decente como elemento central de las políticas
económicas y sociales adoptar y ampliar medidas de protección social –
seguridad social y protección de los trabajadores – que sean sostenibles y
estén adaptadas a las circunstancias nacionales, con inclusión de: — la
ampliación de la seguridad social a todas las personas, incluidas medidas
para proporcionar ingresos básicos a quienes necesiten esa protección, y la
adaptación de su alcance y cobertura para responder a las nuevas
necesidades e incertidumbres generadas por la rapidez de los cambios
tecnológicos, sociales, demográficos y económicos; — condiciones de
10
Declaración de Filadelfia. Organización Internacional del Trabajo. Biblioteca Electrónica
de Normas Internacionales del Trabajo 2002. Otros instrumentos internacionales que
explicitan la importancia de la seguridad social como derecho humano son: la Declaración
Universal de Derechos Humanos, 1948, se afirma que «Toda persona, como miembro de la
sociedad, tiene derecho a la seguridad social [...]» (artículo 22), y se hace referencia
específicamente al derecho a la asistencia médica y a los servicios sociales necesarios, a la
seguridad en el caso de enfermedad, discapacidad, viudez, vejez y desempleo, y a los
cuidados y asistencia especiales a la maternidad y a la infancia (artículo 25). En el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966, se reconoce «el
derecho de toda persona a la seguridad social, incluso al seguro social» (artículo 9).
11
Otros son el respeto a los derechos fundamentales de los trabajadores establecidos en la
Declaración de la OIT de 1998, mayores y mejores condiciones de empleo e ingresos, el
fomento del diálogo social y la mencionada protección social.
12
OIT. Somavía Juan, “Memoria del Director General” 87 Conferencia Internacional del
Trabajo, Ginebra, 1999.

8
trabajo saludables y seguras13.

Por otra parte, Costa Rica pone de manifiesto la trascendencia de la


seguridad social, en la propia Constitución Política, en su numeral 73: “se
establecen los seguros sociales en beneficio de los trabajadores manuales e
intelectuales, regulados por el sistema de contribución forzosa del Estado,
patronos y trabajadores, a fin de proteger a éstos contra los riesgos de
enfermedad, invalidez, maternidad, vejez, muerte y demás contingencias
que la ley determine. La administración y el gobierno de los seguros sociales
estarán a cargo de una institución autónoma, denominada Caja
Costarricense de Seguro Social. No podrán ser transferidos ni empleados en
finalidades distintas a las que motivaron su creación, los fondos y las
reservas de los seguros sociales”.
Para nadie es un secreto que en los últimos años el sistema de seguridad
social de nuestro país ha enfrentado vientos de crisis por distintas
razones1415, lo que ha motivado una constante revisión de los dispositivos de
cobro y de gestión de administración del seguro social. Como uno de los
“mecanismos de cobro” por excelencia, también sujeto a ese vaivén,
encontramos al delito de retención indebida de cuotas obreras.

Esta figura ha tenido el inconveniente de que sus últimas modificaciones han


sido parte de dos reformas legislativas de gran magnitud e importancia,

13
OIT. Junio 2008. Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización
equitativa. www.ilo.org/public/spanish/bureau/dgo/download/dg_announce_es.pdf
14
Entre otras se citan: problemas de cobertura, mala gestión de las inversiones de la CCSS,
cambios en los índices demográficos (transición demográfica), etc.
15
Situación que no ha sido exclusiva de nuestro país, sino más bien una tendencia
internacional, “Las crisis económicas iniciadas a mediados de los años setenta han afectado
gravemente a la Seguridad Social cuya financiación, a su vez, ejerce un influjo
desequilibrador sobre el conjunto del sistema económico”>. Montoya Melgar, Alfredo.
Derecho del Trabajo. 27 edición 2006.

9
como lo son la creación de la Sala Constitucional, “Ley de Jurisdicción
Constitucional” y la “Ley de Protección al Trabajador”, por lo que, a nuestro
juicio, el debate parlamentario no fue el ideal.

Pretendemos con este estudio analizar la figura con el objeto de entender su


naturaleza y provocar una discusión sobre su aplicación adecuada,
permitiéndonos también sugerir una modificación que permita mejorar su
incidencia.

10
II. ANTECEDENTES
Como es sabido, las empresas están obligadas a cancelar sus
contribuciones a la seguridad social pero, además, sirven como agentes
retenedores de las cuotas correspondientes a los trabajadores. Es por ello
que podemos afirmar que existe una interrelación entre el sistema de
seguridad social y la participación de la empresa, la cual se refleja no sólo
como contribuyente directo, sino que, también. aparece ésta como el anillo
intermedio entre el destinatario de esa zona de la seguridad que son los
seguros sociales y los órganos gestores de los mismos16.

El papel de la empresa es de relevancia extrema en el sistema de la


seguridad social ya que depende de ésta que los trabajadores puedan
disfrutar de una forma efectiva de los beneficios que el sistema prevé.

Es claro también que el derecho a la seguridad social, como lo vimos líneas


atrás, es un beneficio con carácter de fundamental por lo que su aplicación y
cumplimiento no puede quedar a la buena fe de los representantes de las
empresas y se requiere de mecanismos que coadyuven a la vigilancia y
cumplimiento de este deber del empleador.

La empresa tiene una doble obligación con la seguridad social: una como
contribuyente directo y otra como “intermediario” de sus trabajadores y el
sistema. Ambas relaciones jurídicas son diferentes y deben quedar bien
delimitados sus ámbitos de acción. Debe, por lo tanto, permanecer
debidamente clara la idea de que, si el empresario no hace efectivas esas
cantidades a la entidad aseguradora, incurre en dos tipos de infracciones
distintas: una la que se desprende del incumplimiento de una obligación, la
que mantiene con la entidad aseguradora, y otra la que se deduce de la

16
Herrero Nieto Bernardino, “Aspectos Patrimoniales del Derecho del Trabajo”. En Revista
de Derecho Privado. Madrid, España, 1958, Tomo XLII, Pág. 135.

11
retención indebida o, mejor dicho, de la privación o apropiación de una cosa
que no es suya.17

Para nuestro trabajo interesa la segunda relación de la empresa con


respecto a la seguridad social. En efecto, trataremos de dilucidar las
consecuencias del incumplimiento de la empresa de su responsabilidad
frente a la seguridad social como agente retenedor.

Esta doble función con su consecuente diferencia de trato que, naturalmente


es esencial respecto del análisis del artículo 45 de la Ley Constitutiva de la
Caja Costarricense de Seguro Social (en adelante LCC) no siempre fue tan
evidente, dado que en un principio las consecuencias del incumplimiento de
estos deberes estuvo sujeto a una misma sanción, es decir, eran
“censurables” con la misma medida.

17
Ibíd., 139

12
Así iniciamos el análisis de la norma original que introdujo la LCC, veamos:
2.1 LEY CONSTITUTIVA DE LA CAJA COSTARRICENSE DE SEGURO
SOCIAL.18
La LCC originalmente previó una sanción de multa o de arresto cuando el
patrono retuviera las cuotas y no las enterara a la Caja. De hecho, la sanción
era la misma para una serie de incumplimientos relacionados con los otros
deberes del empleador con respecto a la seguridad social.

Así, la sección VI, artículo 44 de la LCC fijaba:


“Será penado con multa de veinte a trescientos sesenta colones o arresto de
diez a ciento ochenta días el patrono que cometa alguna de las faltas
siguientes:
a) Que no inscriba a sus trabajadores en el plazo reglamentario;
b) Que en el acto de cancelar los salarios o sueldos de sus trabajadores
no descuente a éstos el monto de sus respectivas cuotas, sin perjuicio de la
obligación de pagar por su cuenta el valor de ellas;
c) Que descuente esas cuotas y no envié su monto a la Caja
oportunamente;
d) Que con el objeto de cubrir a costa de sus trabajadores la cuota que
le corresponda a él, rebaje a éstos sus sueldos o salarios;
e) Que en cualquier forma directa o indirectamente, ocasiones daño a
los intereses económicos de la Caja o de sus asegurados, sin perjuicio de la
devolución o pago, en su caso, de las sumas que hayan dejado de percibir la
Institución; y
f) Que por más de una vez incurra, después de haber sido apercibido al
efecto, por un Inspector o mediante nota escrita del Gerente, en

18
Ley N°17 de 22 de octubre de 1943.

13
19
inexactitudes en los informes, datos que presente o remita a la Caja.”
(énfasis agregado)

Como elementos a resaltar de esta primera previsión de la sanción podemos


señalar:
- El hecho de que se sancionen de igual forma los incumplimientos de la
empresa respecto de su obligación como contribuyente y su actividad como
“agente retenedor”
- Las sanciones de multa o arresto
- La forma amplísima como se regula la posibilidad de punición a quien
cause algún daño a los intereses económicos de la Caja o de sus
asegurados.
- La LCC fue también reformada en su artículo 44, en el año de 1951 por
medio de la Ley N°1330 del 31 de julio de 1951, manteniendo la misma
sanción anterior, y en cuanto a la conducta punible se modificó el supuesto a
no remitir dentro de los ocho días siguientes la planilla y la cuotas.20
Dejando de lado la diferenciación entre cuotas del empleador y las retenidas
al trabajador.

19
Sistema Costarricense de Información Jurídica. SCIJ. Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social, versión original. Texto en línea: http://www.pgr.go.cr/scij
(consultada noviembre 2002)

20
“Artículo 44.- Será sancionado con multa de veinte a trescientos sesenta colones o
arresto de diez a ciento ochenta días, el patrono que cometa alguna de las faltas siguientes:
a) b) c) Que no remita a la Caja, dentro de los ocho días primeros de cada mes, las
planillas y cuotas correspondientes al mes vencido…”

14
2.2. REFORMA DEL AÑO 1975
Es por medio de la Ley N°5844 del 21 de noviembre de 1975, cuando la
sanción por la retención de cuotas obreras pasa a ser el artículo 45 de la
LCC, mismo numeral que en la actualidad. A propósito de una reforma que
se planteaba al artículo 44 de la LCC en la Asamblea Legislativa tendiente a
asegurar la prestación del servicio por parte de la Caja, aún cuando el
empleador no hubiese satisfecho las cuotas correspondientes, en los
documentos históricos de dicha reforma consta que se consultó a la Caja
sobre dicha modificación, lo que motivó la respuesta de ésta en el sentido de
que “la Caja (…) ha presentado ante esa Asamblea desde hace muchos
años y en tres oportunidades distintas, un proyecto de ley en que se incluye
hasta la idea del apremio corporal contra los patronos morosos, pero sus
instancias no han tenido éxito en esa Asamblea por lo que no es culpa de la
Caja sino por falta de instrumentos jurídicos adecuados que no le han
querido otorgar, que la morosidad patronal subsiste…”21

Acompañado con esta vehemente solicitud se incluyó el nuevo texto de la


norma que fuera aprobado en la Asamblea Legislativa incluyendo entonces
una sanción más severa:

“Artículo 45.- Se decretará apremio corporal contra el patrono, cualquiera


que sea su edad, que no remita a la Caja dentro de los plazos
reglamentarios las cuotas de los trabajadores correspondientes al mes
vencido anterior, bastando para ese efecto, una certificación de la Caja que
haga constar esa circunstancia. El apremio será efectivo del tercer día de
efectuada la notificación del auto que lo ordena, siempre que dentro de ese
término no se hubieren pagado las cuotas.

21
Expediente legislativo N°7094, folio N°10 de la Ley N°5844.

15
El apremio no cesará hasta tanto no se presente el escrito o telegrama
respectivo en que la Caja haga saber al Tribunal competente que el patrono
cumplió con la indicada obligación. La no deducción de la cuota obrera no
libera al patrono de esta medida. Serán sancionados con multa de noventa a
trescientos colones o arresto de cuarenta y cinco días a ciento ochenta días
los patronos que resulten responsables de maniobras, declaraciones falsas
o cualesquiera otros actos u omisiones tendientes a defraudar los intereses
de la Caja.”22

Esta versión tiene una serie de particularidades que vale la pena analizar:
- Al contrario de la versión anterior, en esta norma ya se van individualizando
las diferentes conductas o responsabilidades de las empresas para con la
seguridad social. Sin embargo, como adelante se comenta, existe todavía un
igual castigo a la obligación de deducir la cuota obrera y la de enterar la
misma a la seguridad social.
- Sin duda alguna, esta norma hace mucho más severo el régimen, ya que
permite aplicar el apremio corporal23 por todo el plazo que se mantenga
vigente la infracción. Aunque técnicamente el apremio no era una sanción,
sino un mecanismo de presión, en la realidad se convertía en una sanción,
con la debilidad de no contar con un proceso escrupuloso para su imposición
como lo es el proceso penal. “En efecto, para la persona recluida en un
centro carcelario, su aflicción es la misma ya se trate de medida temporal

22
Centro de Estudios Superiores de Derecho Público, Costa Rica. Ley 5844 del 21 de
noviembre de 1975. En Línea: http://www.cesdepu.com/leyes/5844.21-NOV-1975.htm
(consultada noviembre 2002)
23
“Por apremio se entiende la facultad de compeler u obligar a una persona , bajo
mandamiento de autoridad jurisdiccional a que dé o haga algo en virtud del derecho
reconocido a otra persona o la propia autoridad, lo que normalmente ocurre sobre los
bienes de la primera”. Enciclopedia Jurídica “OMEBA”, Bibliográfica Argentina, Buenos
Aires, Argentina, 1954

16
para forzarla al pago que no ha hecho, o de una sanción por no haber
pagado, sin posibilidades de redimirse”.24
- En el texto de los primeros párrafos parecía claro que únicamente se
sancionaba la conducta de no enterar las cuotas obreras deducidas con
anterioridad, pero al establecer el legislador que: “La no deducción de la
cuota obrera no libera al patrono de esta medida”, nos plantea el problema
de que el empleador era responsable, ya no sólo de no enterar lo retenido,
sino de la no retención también. Se unifican ambas acciones bajo una
misma sanción.

24
Arias Arias Juan Luis, “Síntesis de la evolución histórica”. Jornada Académica Sobre el
Apremio Corporal. San José, Costa Rica. 1981. Escuela Judicial, Corte Suprema de
Justicia.

17
2.3.- REFORMA INTRODUCIDA POR LA LEY DE JURISDICCIÓN
CONSTITUCIONAL.

En la Ley número 7135 del 11 de octubre de 1989, en su numeral 112,


inciso ch) , se reforma varias leyes entre las que se encuentra la LCC,
respecto de la cual se indica:

"Artículo 45: Constituye retención indebida y, en consecuencia, se impondrá


la pena establecida en el artículo 216 del Código Penal, a quien no enterare
a la Caja el monto de la cuota obrera establecido en el artículo 30 de esta
ley. En el caso de la prevención señalada en el último párrafo del artículo
223 del Código Penal, el patrono podrá ofrecer garantía real suficiente por el
monto de las cuotas obreras retenidas. Se aplicará de treinta a ciento
ochenta días multa al patrono que no dedujere la cuota obrera que establece
el artículo 30 de esta ley. Si el patrono fuere una persona jurídica, la
obligación recaerá sobre su representante legal. El patrono deberá ser
apercibido por el Jefe del Departamento de Gestión de Cobros y Créditos de
la Caja Costarricense de Seguro Social para que, dentro del quinto día,
contado a partir del recibo del comunicado, deposite en favor de la Caja
Costarricense de Seguro Social, el monto de las cuotas no retenidas.
Transcurrido ese plazo sin que se efectúe el pago, el hecho se denunciará al
Ministerio Público para que se haga el requerimiento respectivo. Será
sancionado con pena de sesenta a trescientos días multa el Patrono que
realice maniobras, declaraciones falsas o cualesquiera otros actos u
omisiones tendientes a defraudar los intereses de la Caja Costarricense de
Seguro Social, tratándose de sus cotizaciones."25

25
Sistema Costarricense de Información Jurídica. SCIJ. Ley de la Jurisdicción
Constitucional, Ley N°7135 11 de octubre de 1989. En línea:
http://www.pgr.go.cr/scij/Busqueda/normativa/NORMAS/nrm_articulo.asp?nBaseDato=1&nN
orma=38533&nVersion=2&nRecopilada=1&nArticulo=171476&strFechaVersion=11/10/1989
(consultada noviembre 2002)

18
El artículo 30 de la LCC que complementa el tipo objetivo instituye:

“Artículo 30.- Los patronos, al pagar el salario o sueldo a sus trabajadores,


les deducirán las cuotas que éstos deban satisfacer y entregarán a la Caja el
monto de las mismas, en el tiempo y forma que determine la Junta Directiva.
El patrono que no cumpla con la obligación que establece el párrafo anterior,
responderá personalmente del pago de dichas cuotas; y si el culpable fuere
un trabajador al servicio del Estado o de sus Instituciones, el incumplimiento
será sancionado con suspensión del respectivo cargo, durante quince días,
sin goce de sueldo.”26

Es por medio de esta reforma, en la que se incluye, por primera vez, la figura
del delito de retención indebida en la LCC. Nace de la discusión en torno a
la eliminación del apremio corporal por deudas que se establecía en el
proyecto de creación de la Sala Constitucional. La Caja por medio de su
presidente ejecutivo, el señor Guido Miranda, solicitó que se señalará en el
inciso ch) del artículo 113 del proyecto “que tanto el apremio por deberes
alimentarios como el apremio por no pago de las cuotas obreras del Seguro
Social no constituyen violación a los principios constitucionales”27 por lo que
sugirió establecer claramente esa excepción a la norma por cuanto “una
eventual interpretación errada de las normas de referencia y la consiguiente
eliminación del apremio corporal como mecanismo para compulsar el
cobro de las cuotas obreras adeudas a la Caja, sería de tan funestas e
irreparables consecuencias que con ello se estaría poniendo en juego la
suerte de la Seguridad Social del país”28 (énfasis agregado).

26
Sistema Costarricense de Información Jurídica. SCIJ. Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social, texto vigente, Ley N°17 del 22 de octubre de 1943. Texto
en línea: http://www.pgr.go.cr/scij (consultada noviembre 2002)
27
Expediente legislativo 10.273, folios 1230-1231.
28
Ibídem

19
No obstante, en relación con la seriedad de las consecuencias de eliminar el
apremio corporal nos parece mucho más acertado el criterio esbozado por el
ex magistrado Piza Escalante (q.d.D.g.) en cuanto que la discusión era
bizantina porque Costa Rica ya había suscrito la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) “en esta ley estamos
garantizando una verdad que ya existe en Costa Rica, pero que no ha
habido forma de lograr que se cumpla”29, refiriéndose a la eliminación de la
cárcel por deudas.

Asimismo esta prerrogativa de la Caja atentaba contra lo establecido en el


artículo 39 de la Constitución Política porque “no hay derecho al juez penal,
ni derecho de defensa, ni cinco días para pagar, o sea, estamos convirtiendo
no en un delito, sino en un superdelito, porque se está creando una prisión
civil sin derecho a defensa”30.

Finalmente, se introdujo una moción que propuso la redacción final del


artículo donde se elimina el apremio corporal y se “crea” de forma
compensatoria la figura de la retención indebida de las cuotas obreras.

Al ser el antecedente más próximo a la norma actual y, regular ya como


delito la retención indebida de cuotas obreras, nos ocuparemos con mayor
detalle de los alcances de ésta.

- Vale comentar que se individualizan claramente las distintas conductas que


se pueden imputar al empleador: por un lado la obligación de enterar las
cuotas a la seguridad social una vez deducidas al trabajador y por otro, el
mandato de deducir. Primer cambio que podemos apuntar respecto de su
predecesora.

29
Expediente legislativo 10.273, Acta Número 33 Comisión Permanente de Asuntos
Jurídicos, folio 1294.
30
Ibíd., folio 1293

20
-Como ya lo adelantamos, el cambio fundamental de crear una figura
delictiva, es sin duda, uno de los aportes más significativos en esta versión,
abandonando la figura del apremio.
-Si bien es cierto, se crea una delito por norma especial, éste no constituye
una norma autosuficiente y remite al propio Código Penal (numeral 216)
para efectos de establecer la penalidad correspondiente a su infractor.
- La nueva versión del artículo 45 de la LCC, viene introducido por la norma
que crea también la Ley de Jurisdicción Constitucional, por lo que vamos a
tener la oportunidad también de conocer el desarrollo que ha tenido esta
regla a la luz de este tribunal. Rasgos de relevancia que son desarrollados
por la Sala Constitucional que, al resolver varias consultas y acciones
pendientes sobre la constitucionalidad de esta norma y que, de ordinario,
son de suma importancia para el presente análisis. Las que estudiaremos
más adelante.
- Otro aspecto importante de resaltar es la prevención, mediante la remisión
al artículo 223 del Código penal, que ya establecía esta figura para la
apropiación o retención indebida regulada en el Código Penal.
- Finalmente cabe resaltar que introduce la posibilidad de sancionar a los
representantes de las personas jurídicas, en caso de que la omisión sea
realizada por una persona moral.

El análisis jurisprudencial, respecto de esta norma, facilita sin duda el


conocimiento respecto de su aplicación y de sus elementos.

En primer término, como bien lo señala la Sala Constitucional, la reforma al


artículo 45 de la LCC implica la creación de tres diferentes figuras, todas
perseguibles desde la sede penal:
“a) al patrono que no enterare a la Caja el monto de la cuota obrera, b) al
patrono que no dedujere la cuota obrera, y c) al patrono que realice
maniobras, declaraciones falsas o cualesquiera otros actos u omisiones

21
tendientes a defraudar los intereses de la Caja Costarricense de Seguro
Social, tratándose de sus cotizaciones. -Cada una de esas conductas
conlleva una sanción diferente y un procedimiento diverso. Así, para el caso
del primer ilícito, se establece una prevención en sede judicial, conforme se
realiza tratándose del delito de retención indebida establecido en el numeral
223 del Código Penal. Para el segundo delito se dispone la obligación de
efectuar una prevención en sede administrativa y no se contempla
prevención alguna en sede judicial. Para el último caso no se establece
prevención alguna.”31

Por otra parte, este tipo hace una triple remisión a normas legales: por una
parte, para imponer la sanción remite al artículo 216 del Código Penal, es
decir, el monto de la pena a imponer por este delito es el que indica el
Código Penal para el delito de estafa; al mismo tiempo, en cuanto a la
determinación del objeto del delito, -sea la cuota no enterada o retenida-,
envía a otra norma legal de igual rango, que es el artículo 30 de la misma
LCC y finalmente, al artículo 223 del Código Penal respecto a la prevención.
En este caso, “nos encontramos frente a un caso de ley penal en blanco”32
por estas se entienden aquellas normas “que, excepcionalmente, no
expresan completamente los elementos específicos del supuesto de hecho
de la norma secundaria, sino que remiten a otro u otros preceptos o
autoridades para que completen la determinación de aquellos elementos33”.

Lo anterior se asentó cuando fue cuestionada la norma en la vía


constitucional, en virtud de que, según el accionante, el artículo impugnado

31
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°6365-98 de las 16:24 horas
del 2 de setiembre de 1998.
32
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°3465-93 de las 15 horas del
veinte de julio de 1993.
33
Mir Puig, Santiago, “Derecho Penal Parte General”, 7ma Edición Editorial IBdeF,
Montevideo-Buenos Aires 2005, Página 76.

22
no contenía el enunciado de tipicidad tal y como lo exige el principio de
legalidad.

De igual forma, en esa misma acción de inconstitucionalidad fue cuestionada


la denominación y la independencia o no de la norma respecto del delito
establecido en el numeral 223 del Código Penal, resolviendo el punto la
Sala en los siguientes términos: “En cuanto a la denominación que hace el
legislador de la conducta delictiva que se pretende sancionar, al decir que:
<Es retención indebida y, en consecuencia, se impondrá la pena establecida
en el artículo ...>, se trata simplemente de un "nomen iuris" y si es o no la
misma figura del artículo 223 del Código Penal, es un aspecto
intrascendente en relación con la constitucionalidad de la figura analizada,
porque se trata de un tipo autónomo, que, como ya se vio en el
considerando anterior, contiene en sí mismo los elementos necesarios
constitutivos del tipo, complementado con la remisión a otras normas
legales. En todo caso, de haber algún cuestionamiento sobre la existencia
de dos tipos penales que sancionan conductas similares, según lo alega la
accionante, como lo son en este caso, el artículo 45 de la Ley Constitutiva
de la Caja Costarricense del Seguro Social, objeto de esta acción y el
artículo 223 del Código Penal en el que tipifica la figura de la retención
indebida, se trata de un asunto de mera legalidad, que el derecho penal
soluciona a través de la figura del concurso aparente de normas, <cuando
una misma conducta esté descrita en varias disposiciones legales que se
excluyan entre sí, ...>, en este caso, la norma especial que prevalece sobre
la general, pero lo que interesa es que una misma conducta, con todas sus
circunstancias, esté descrita en dos tipos normas diferentes, no que a dos
tipos penales se les haya puesto un mismo epígrafe.”34

34
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°3465-93 de las 15 horas del
veinte de julio de 1993

23
Dentro de ese mismo cuestionamiento a la norma, se alegó que el hecho de
cobrar las cuotas obreras era una simple cuestión financiera y privada, que
no era merecedora de una sanción penal, que al hacerlo así se estaría
estableciendo una sanción penal por deudas y que, además, si dicha
conducta fuera merecedora en realidad de una pena, estaba ya tipificada en
el artículo 223 del Código Penal, por lo que sería innecesaria la existencia
misma de la norma.

La Sala Constitucional se pronunció respecto de dichos cuestionamientos en


los siguientes términos: “en primer lugar, no es posible considerar, desde
ninguna perspectiva, que el cobro de las cuotas que el patrono deduce al
trabajador de su salario, destinadas a la seguridad social sea una cuestión
de índole <financiero y privado>; todo lo contrario, lo que está en juego es el
sistema de seguridad social del trabajador costarricense. No estamos ante
un particular cobrando una deuda, sino ante una institución estatal
cobrándole al patrono lo que él, como designado del Estado para ello, le
deduce al obrero de su salario para contribuir con el sistema de seguridad
social que garantiza su atención médica, incapacidades y pensiones de
retiro, entre otras, como consecuencia de la garantía social establecida en el
artículo 73 de la Constitución Política. En segundo lugar, no se trata de una
<prisión por deudas>, en los términos del artículo 38 constitucional, al
penalizar la conducta del patrono que no entrega a la Caja Costarricense del
Seguro Social las cuotas que deduce del salario de sus trabajadores, si no
estuviera expresamente penalizada en la ley comentada, lo estaría en la
norma general del Código Penal que se refiere a la retención indebida,
según lo acepta la propia accionante y obedece a una decisión político
legislativa que encuentra justificación en el artículo 73 constitucional citado,
en lo que interesa dice: <(...)> Resulta entonces que la norma cuestionada
no es inconstitucional, sino que, por el contrario, lo que hace es dar
efectividad a un principio contemplado en el artículo 73 de nuestra carta

24
fundamental, calificando como delito una conducta que por su
trascendencia, al atentar contra bienes jurídicos tan relevantes como la
salud y la vida misma del trabajador, merecen especial tutela por parte del
ordenamiento jurídico. De lo expuesto resulta que el artículo 45 de la Ley
Constitutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social no es
inconstitucional y por ello debe declararse sin lugar esta acción. El hecho de
que el legislador haya estimado pertinente hacer un tipo especial para el
caso, diferenciándolo del de retención indebida del Código Penal, se
encuentra plenamente justificado en el caso, pues si bien es cierto existe
gran similitud entre ambas figuras típicas, es lo cierto que la ahora en
análisis contiene algunas circunstancias especiales que justifican el trato
diferenciado, como lo son la materia de que se trata, la forma diversa en que
puede hacerse la prevención de pago y la garantía de pago por parte del
patrono, además se penaliza la no deducción de la cuota obrera.”35

La Sala Constitucional es concluyente en el análisis de los dos tipos penales


y determina la autonomía del delito de retención indebida de cuotas obreras
regulado en la LCC, respecto de la figura incluida en el Código Penal,
indicando que el problema de la aparente doble tipificación podría, a lo más,
ser un concurso aparente de normas, aunque en realidad se inclina más, al
igual que nosotros, a pensar que con la utilización de un nombre similar se
genera confusión, ya que en realidad, como lo veremos, y especialmente
luego de la última reforma, son sin duda delitos distintos.

Otro aspecto interesante respecto de esta versión del artículo 45, es el


hecho de que, según pudimos observar, en el Voto 3465-93 la misma Sala
deja ver que existe la posibilidad de “una prevención de pago” diferente a la
establecida en el Código Penal para el artículo 223, al indicar respecto del
artículo 45 que:

35
Ibídem

25
“contiene algunas circunstancias especiales que justifican el trato
diferenciado, como lo son la materia de que se trata, la forma diversa en
que puede hacerse la prevención de pago y la garantía de pago.” (énfasis
agregado)

Esto permitió cuestionarse, si como parte del tipo penal se requería o no,
que se hiciera una prevención administrativa (la establecida en el párrafo
tercero del artículo 45 LCC), o si bien, únicamente era necesaria la prevista
en sede judicial instituida en el numeral 223 del Código Penal la aplicable al
artículo 45 de la LCC.

Al efecto y, pareciera ser que en contradicción con el referido tema de la


especial o no prevención del 45 de la LCC, la Sala resolvió:

“que si bien es cierto la redacción de la norma cuestionada no es del todo


correcta, básicamente por las remisiones que hace y por la puntuación no
muy rigurosa; es claro que la prevención en sede administrativa que dispone
sólo debe hacerse en el supuesto de la denuncia que se planteé contra el
patrono que no deduzca la cuota obrera; conducta que es completamente
diferente a la que establece el primer supuesto de la norma que es no
enterar a las arcas de la Caja los dineros que de la cuota obrera recibió. En
este último caso, sí se efectúa la deducción, pero no se hace entrega del
dinero a la Caja Costarricense de Seguro Social, dado que el sujeto activo
del delito se apropia o retiene el monto en forma ilegítima.- El legislador
quiso que sólo para el caso del patrono que no deduzca la cuota obrera, se
cumpla con la condición o requisito de procedibilidad que consiste en
efectuar un apercibimiento administrativo, previo envío del asunto al
Ministerio Público. Ya en sede judicial, no debe realizarse prevención
alguna, pues la norma no lo establece.- De manera que la norma
cuestionada no vulnera en modo alguno algún derecho o principio
constitucional, pues, conforme bien señala la Procuraduría General de la

26
República en su informe, se trata de conductas diferentes para las que el
legislador otorgó un trato y procedimiento diverso, lo cual no infringe el
principio de igualdad, ni el debido proceso que el accionante echa de menos.
(...) El accionante cuestiona la jurisprudencia que interpreta que en el caso
de la retención indebida de cuotas no opera como requisito de procedibilidad
de la acción penal, la prevención de pago en sede administrativa, que
contempla la norma impugnada. Ese criterio jurisprudencial no contiene roce
alguno de constitucionalidad, sino que lo único que hace es aplicar la norma
conforme fue diseñada por el legislador. Tal y como se indicó, es
específicamente para el segundo delito tipificado en la norma, para el que se
prevé como requisito de procedibilidad el realizar una prevención en sede
administrativa, esto es, sólo para el caso de la no deducción de la cuota
obrera. Para el caso de quien no enterare a la Caja el monto de la cuota
obrera, únicamente se establece la prevención que contempla el artículo 223
del Código Penal36

Lo resuelto por la Sala Constitucional podría ser contradictorio con lo que,


por otro lado, la Sala Tercera resolvió en un caso similar al indicar que
“(...) Otro elemento que también se echa de menos, es el cumplimiento de la
prevención administrativa de depósito. En efecto, según lo exige el artículo
45 de la Ley Constitutiva de la C.C.S.S., para que se pueda formular
denuncia ante el Ministerio Público <... el patrono deberá ser apercibido por
el jefe del Departamento de Gestión de Cobros y Créditos de la Caja
Costarricense del Seguro Social para que, dentro del quinto día, contado a
partir del recibo del comunicado, deposite en favor de la Caja Costarricense
del Seguro Social el monto de las cuotas no retenidas. Transcurrido ese
plazo sin que se efectúe el pago, el hecho se denunciará al Ministerio
Público para que se haga el requerimiento respectivo ...> Al no

36
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°6365-98 de las 16:24 horas
del 2 de setiembre de 1998.

27
establecerse en el fallo impugnado que se hubiera cumplido con el
requisito de la prevención administrativa, es claro que falta un
elemento de procedibilidad. (...).”37 –el destacado no es del original–

Desde nuestra perspectiva, si bien es cierto la redacción de la norma no es


la más feliz, pareciera que la intención del legislador fue la de establecer tres
conductas con sanciones y procedimientos diferentes, siendo que la
prevención administrativa no cabía respecto de la retención de cuotas, sino
únicamente respecto de la no retención de las mismas.

37
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, Voto N° 604-97 de las 11:05 horas del 20
de junio de 1997.

28
2.4.- TEXTO VIGENTE (REFORMA INTRODUCIDA POR LA LEY DE
PROTECCIÓN AL TRABAJADOR)
Resta entonces analizar el texto actual del artículo 45 de la LCC que
penaliza la retención indebida de cuotas obreras del sistema de seguro
social en Costa Rica.

Como producto del largo camino del proceso de concertación se aprobó la


Ley de Protección al Trabajador. Esta norma viene a reflejar el resultado de
diferentes mesas de trabajo que tenían a su cargo aspectos sociales o
económicos determinados. Es el resultado específico de, al menos, dos de
las mesas de análisis, una que estudió las posibles modificaciones al
régimen de cesantía y otra encargada del análisis de la problemática de los
diferentes regímenes de pensiones, especialmente el de reparto.

La Ley de Protección al Trabajador está compuesta por capítulos de


materias distintas, vinculadas por esa necesidad de la sociedad de asegurar
que el régimen de pensiones de reparto pueda hacer frente a los retos del
futuro.

La reforma a la Ley Constitutiva de la Caja fue puesta en la corriente


legislativa con antelación a la configuración de la unidad del proyecto de Ley
de Protección al Trabajador. La LCCSS procuró, desde un inicio, mejorar la
forma en que se recaudaban y administraban los fondos de pensiones
administrados por la Caja.

En primer término, la reforma buscaba optimizar los sistemas de


recaudación de la Caja, así como establecer sanciones más fuertes para los
patronos que no cumplan con sus obligaciones para con el sistema del
seguro social.

29
Es dentro de este paquete de reformas a la LCC que se incluye la
modificación al artículo 45, siendo que la misma es aprobada el 18 de
febrero del 2000, por Ley N°7983 “Ley de Protección al Trabajador”.

El artículo 85 de la Ley de Protección al Trabajador establece, en lo que


interesa: “Reformase la Ley Orgánica de la Caja Costarricense de Seguro
Social, N° 17, del 22 de octubre de 1943, en las siguientes disposiciones:
a) b) c) d) e) f) g) h) i) El Artículo 45, cuyo texto dirá:
“Artículo 45. Constituye retención indebida y, en consecuencia, se impondrá
la pena determinada en el Artículo 216 del Código Penal, a quien no
entregue a la Caja el monto de las cuotas obreras obligatorias dispuestas en
esta Ley.”

Prima facie, corresponde señalar algunas diferencias que podemos observar


respecto del texto anterior del delito, y que devienen de la reforma
introducida.

En primer término, cabe evidenciar la “despenalización” de dos de las


conductas antes sancionadas por este mismo numeral. Ciertamente, el
antiguo artículo 45 sancionaba tres diferentes conductas: a) al patrono que
no enterare a la Caja el monto de la cuota obrera, b) al patrono que no
dedujere la cuota obrera, y c) al patrono que realice maniobras,
declaraciones falsas o cualesquiera otros actos u omisiones tendentes a
defraudar los intereses de la Caja Costarricense de Seguro Social,
tratándose de sus cotizaciones.

30
Con la reforma verificada, algunos de las conductas reprochables al tenor
del anterior numeral 45, pasaron a ser sancionadas únicamente en sede
administrativa, según lo estipula el numeral 44 de la LCC: “Las siguientes
transgresiones a esta ley serán sancionadas en la siguiente forma: a)… b)
Será sancionado con multa equivalente al monto de tres salarios base,
quien:

3.- No deduzca la cuota obrera mencionada en el artículo 30 de esta ley, no


pague la cuota patronal o que le corresponde como trabajador
independiente.

c) Será sancionado con multa de cinco salarios base quien no incluya, en las
planillas respectivas, a uno o varios de sus trabajadores o incurra en
falsedades en cuanto al monto de sus salarios, remuneraciones, ingresos
netos o la información que sirva para calcular el monto de sus contribuciones
a la seguridad social.”

Otro cambio a nuestro juicio, no menos importante, tiene que ver con la
eliminación del párrafo referente a la prevención y al arreglo de pago. La
redacción del artículo antes de la reforma indicaba “En el caso de la
prevención señalada en el último párrafo del artículo 223 del Código Penal,
el patrono podrá ofrecer garantía real suficiente por el monto de las cuotas
obreras retenidas”.

Esta modificación es sumamente relevante en cuanto a la configuración del


delito, por lo que abordaremos sus posibles implicaciones cuando se analice
la acción típica.

Por otro lado, también se elimina la frase que señalaba “…Si el patrono
fuere una persona jurídica, la obligación recaerá sobre su representante
legal…”. Nos parece que la misma no implica una despenalización de la

31
conducta tratándose de personas jurídicas, sino que se aplicaría la teoría
general de responsabilidad que será analizada al revisar el tema del sujeto
activo del delito; no obstante es importante dejar anotado dicha modificación.

32
III.- ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL DELITO DE RETENCION
INDEBIDA DE CUOTAS OBRERAS.

3.1- SUJETO ACTIVO

El artículo 45 de la LCC no identifica al responsable, pues se limita a indicar


“...quien no entregue a la Caja el monto de las cuotas obreras obligatorias
dispuestas en esta Ley”.

Por tanto se debe complementar la norma con el artículo 30 de la misma


Ley, la cual establece el obligado a enterar a la Caja el monto de las cuotas
obreras:

“Artículo 30.- Los patronos, al pagar el salario o sueldo a sus trabajadores,


les deducirán las cuotas que éstos deban satisfacer y entregarán a la
Caja el monto de las mismas, en el tiempo y forma que determine la Junta
Directiva. El patrono que no cumpla con la obligación que establece el
párrafo anterior, responderá personalmente por el pago de dichas cuotas.

Cuando el patrono fuere el Estado o sus instituciones, y el culpable de que


no se haga la retención fuere un trabajador al servicio de ellos, la
responsabilidad por el incumplimiento será suya y se le sancionará con
suspensión del respectivo cargo, durante quince días, sin goce de sueldo.

En caso del traspaso o arrendamiento de una empresa de cualquier índole,


el adquiriente o arrendatario responderá solidariamente con el transmitente o
arrendante, por el pago de las cuotas obreras o patronales que estos últimos
fueren en deber a la Caja en el momento del traspaso o arrendamiento. Para
que la Caja recupere las cuotas que se adeuden, se procederá de acuerdo
con lo dispuesto en el penúltimo párrafo del artículo 53 de esta ley. (Así
reformado por el artículo 1º de la ley No. 4189 de 10 de setiembre de 1968).”

33
Como “patrono” debemos entender, según nuestro Código de Trabajo,
“...toda persona física o jurídica, particular o de Derecho Público, que
emplea los servicios de otra u otras, en virtud de un contrato de trabajo,
expreso o implícito, verbal o escrito, individual o colectivo.”38

Cuando el empleador o patrono, como lo denomina la LCC y el Código de


Trabajo, es una persona física y es ella también la encargada personalmente
de hacer las contribuciones no deberíamos encontrar mayor problema en
determinar su responsabilidad como autor o sujeto activo del delito.

Ahora bien, cuando la obligación de la entrega de las cuotas obreras a la


Caja recae en una persona jurídica debe establecerse a quién le
corresponde la responsabilidad penal por la omisión incurrida. Lo anterior,
toda vez que ésta, la persona jurídica, no puede ser objeto de una pena de
prisión al no constituir una persona39 corpórea, sino simplemente una “ficción
legal”.

Quien ostente la facultad de representar a la persona jurídica es quien debe


ser el responsable penalmente, ello significa que los delitos cometidos en el
ámbito de la empresa, sólo responden penalmente las personas individuales
a las que puedan imputárseles, y en la medida en que pueda imputárseles,

38
Vargas Chavarría, Eugenio, “Código de Trabajo”, Investigaciones Jurídicas, 2001. p.39
39
Cabe señalar sin embargo que nuestro Código Penal establece una sanción aplicable a
las personas jurídicas “Agiotaje artículo 238.- Será reprimido con prisión de seis meses a
tres años o con treinta a cien días multa, la persona que con el propósito de obtener un
lucro inmoderado para sí o para un tercero, tratare de hacer alzar o bajar el precio de
mercaderías, valores o tarifas mediante negociaciones fingidas, noticias falsas,
acaparamiento, destrucción de productos o mediante convenios con otros productores,
tenedores o empresarios. La pena se elevará en un tercio si se lograre la alteración de los
precios, y en el doble, si en el caso se tratare de artículos alimenticios de primera
necesidad, se logre o no la alteración de sus precios. A la persona jurídica responsable, de
cualquiera de los delitos comprendidos en la presente sección, se le impondrá una medida
de seguridad consistente en la clausura del establecimiento, por un término de cinco a
treinta días. El intermediario en dichos delitos será considerado como cómplice. (énfasis
nuestro)

34
mientras que la corporación en sí no puede ser sometida a ninguna pena
criminal.”40 41

La voluntad de la acción, en cambio, no parece posible imputarla a la


persona jurídica, sino que queda exclusivamente en la esfera jurídica del
representante actual42.

Con respecto al caso de la transmisión de la propiedad de la empresa, si


bien el artículo 30 de la LCCSSS establece la solidaridad del adquirente
respecto a las cuotas adeudadas, no parece dable la posibilidad de que al
adquirente también le sea imputable penalmente la retención indebida.

Ahora en el supuesto de que el anterior propietario no haya entregado las


cuotas obreras retenidas y que se notifique al nuevo empleador, nos parece
que debe iniciarse el proceso contra el adquirente, pero no valiéndose del
proceso anterior.

40
Silva Sánchez, Jesús María. Fundamentos de un Sistema Europeo de del Derecho
Penal”, en Antología de UNED “Delitos en Contra de los Trabajadores”, recopilada por
Doctor Carlos Cinchilla Sandí, San José, 2002.
41
Caso interesante prevé la legislación panameña reformada en el año 2000. En el numeral
195D del Código Penal, se establece no solo la responsabilidad penal de quien era obligado
a enterar a la Caja de Seguro, sino que además para evitar cualquier posibilidad de
impunidad indica: “…igual sanción se le aplicará al empleador, al representante legal o al
que, en una u otra forma ordene al gerente, al administrador o contador retener la entrega
de cuotas” en palabras de los legisladores “…de tal manera que se va a sancionar
independientemente de la posición que ocupe el empleador o quien este al servicio del
empleador, a efectos de que no se acepte, bajo ninguna circunstancia, el argumento de la
obediencia superior. La norma se aplica a quien incurra en esta conducta punible por
extensión al empleador, al empleador sustituto, en el caso de cambio de propietarios de
empresas, al representante legal, (sic) las personas jurídicas a quien ordene a un
subalterno de la empresa a retener la entrega de las cuotas obreros-patronales”. Así
reformada por Ley N°60 de 29 de diciembre de 1999, publicada en la Gaceta oficial del
lunes 3 de enero del 2000. Intervención del legislador Rubén Arosemena, Acta de la sesión
ordinaria de la Asamblea legislativa (Panamá) del día 13 de diciembre de 1999.
42
Gracia Martin, Luis. La Cuestión de la Responsabilidad Penal de las Propias Personas
Jurídicas en Responsabilidad Penal de las empresas y Sus Órganos y Responsabilidad por
el Producto. Barcelona. 1996. Pág. 42

35
En este sentido, recientemente fue publicado el proyecto de Ley N°17.170
“Delitos Contra los Derechos de los Trabajadores” en el que se pretende
introducir una serie de delitos. Nos llama la atención de la propuesta, que
incluye un artículo donde trata de esclarecer a quién corresponde la
responsabilidad penal en caso de las personas jurídicas señalando que:
“Cuando el patrono fuere una persona jurídica, se impondrán las penas por
los hechos previstos en los artículos anteriores, a los gerentes,
administradores o personeros de la empresa que hubieren participado como
autores, instigadores o cómplices de los mismos y a los socios que, teniendo
conocimiento de tales hechos y contando con el poder para remediarlos, no
hubieren adoptado medidas para ello43.”

En la motivación de la propuesta podríamos inferir las razones para incluir


una norma como la indicada. “El perjuicio para el trabajador se concreta
cuando, a pesar de tratarse de una actividad económica de un volumen
considerable, o con patrimonio visible, con bienes dedicados a su
explotación, la sociedad que formalmente ejerce como patrono, quien da la
cara frente a los trabajadores, no tiene bienes con que responder. Algo
similar ocurre cuando varias sociedades vinculadas económicamente entre
sí, pertenecientes a los mismos socios, son utilizadas para romper de forma
ficticia la continuidad de la relación laboral, lesionando los derechos del
trabajador derivados de su antigüedad. O cuando una sociedad suspende
sus actividades, es cerrada o simplemente abandonada, <se le deja morir>
sin cumplir con el pago de los derechos laborales de sus trabajadores,
mientras que sus actividades y su patrimonio son trasladados a otra
sociedad formalmente distinta, que inicia sus actividades sin deudas, como

43
Proyecto de Ley N°17.170 publicado en La gaceta Nº 216 del 07 de noviembre de 2008

36
si se tratara de una <empresa nueva>44”.

La propuesta está apenas presentada, por lo que se desconoce cuál será su


futuro; en todo caso, nos parece que al menos esta parte de la propuesta
puede ser útil, aunque es claro que no se resuelven los problemas que
pueden derivar de la aplicación del artículo 45 de la LCC.

Una cuestión que se relaciona con el sujeto activo, tratándose de personas


jurídicas, importante de determinar es ¿qué sucede con la responsabilidad
penal? Por ejemplo cuando el responsable, una vez prevenido45, renuncia a
su puesto en la empresa, ¿será siempre posible tenerlo como autor del
delito?

Estamos analizando como caso hipotético la situación de un representante


que ha sido notificado de la necesidad de enterar a la Seguridad Social las
cuotas que retuvo. En este supuesto ya ha sido penalmente requerido, no
obstante ello, se separa de la empresa.

Frente a esta pregunta vemos uno de los problemas interesantes que


devienen en la aplicación de la norma. En efecto, nos cuestionamos si el
incumplimiento por parte de un responsable de la empresa se extingue al
separarse de la organización o si al salir de ella se mantiene la misma,
esencialmente si ya ha sido notificado de la obligación de enterar las cuotas.
Una posible respuesta nos las facilita la jurisprudencia que a continuación se
expone: “…Lo anterior significa que para que surja la tipicidad de la
conducta descrita en esa norma, es necesario que el sujeto activo incumpla

44
Ibídem
45
Asumiendo que sea necesaria la prevención del Art. 223 del Código Penal, a pesar de
que la norma actual no la obliga a realizar, situación que será analizada cuando analicemos
al tipicidad.

37
la prevención de devolver los bienes, pues mientras exista la posibilidad de
devolver el delito no se habría configurado porque podría desaparecer con
esa sola devolución, según la propia descripción que hace el Código Penal
(...) Lo anterior significa que, aún cuando el aquí acusado ostentaba la
condición de representante legal de la empresa cuando se verificó la
retención de las cuotas obreras, todavía en ese momento no se había
configurado delito alguno, pues la prevención para que se devolviera lo
retenido no se había formulado ya no era quien mantenía bajo su poder o
custodia el bien ajeno y por ello no era el obligado a realizar la devolución.”46

Esa misma resolución señala “En la sentencia de instancia – con base en lo


dicho por el acusado y en la aludida protocolización de acta – se tuvo por
plenamente acreditado que para enero de 1995 MG se había desligado de
su empresa, independientemente de que dicho acto jurídico se le de
publicidad registral. Lo cierto del caso es que – y esto es lo que interesa a
efectos de establecer la tipicidad de la conducta – al momento en que se
notifica al imputado la prevención para devolver lo que se dice retenido por
la empresa, él ya había traspasado todas sus acciones de M y L S.A., por lo
cual no tenía relación alguna con la misma. Lo anterior significa que, para
efectos penales, no interesa que aquel formalmente aún aparezca como
representante legal, pues dicha circunstancia (originada en que no se haya
inscrito en el registro la documentación pertinente) no desnaturalizaría los
efectos del acto. Debe tenerse en cuenta que en esta sede se juzga con
base en una verdad material y no una formal. El delito de apropiación
indebida o retención indebida lo comete quien no devuelve un bien estando
obligado a hacerlo, y desde luego siempre que haya estado en posibilidad

46
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, Voto N° 604-97 de las 11:05 horas del 20
de junio de 1997

38
real de devolver. Por todas estas razones, se declara sin lugar el recurso
interpuesto…47”

Según se desprende de esos extractos, podríamos afirmar que se requiere,


para poder sancionar la conducta, que el individuo que representa a la
persona jurídica, ostente tal mandato, tanto al momento de detectar la
anomalía, en la prevención y hasta que venza el plazo que otorga la misma.
Nos parece que dicha interpretación podría facilitar el incumplimiento y hacer
inoperante la norma.

Este es uno de los cambios considerados necesarios respecto de la


interpretación de la norma, evitando así la impunidad, situación que está
relacionada con la adecuación típica de la norma ya que parece
desprenderse de la interpretación de la Sala Tercera que el tipo penal no
está completo sin la prevención, misma que se echa de menos en la
norma48.

43
Ibídem
48
En éste mismo sentido la Sala Tercera se pronunció al señalar “Por último, que no se
trata de un caso de responsabilidad penal objetiva, sino atribuible a las acciones personales
del encausado, surge claramente del hecho de que, a pesar de haberse retenido las cuotas
obreras, y de habérsele notificado personalmente la prevención para su pago a la Caja, el
recurrente omitió cumplir con ese deber legal (folios 127 y 128) De ello se infiere que no fue
simplemente, como acertadamente lo considera el a quo, que a Carazo Zeledón se le
atribuye las calamidades financieras de la empresa, sino el haber retenido la cuota obrera
del salario de los trabajadores y, una vez hecha la prevención para que efectuara la entrega
correspondiente a la entidad, no haberlo hecho” (voto 116-04).

39
3.2.- SUJETO PASIVO
Consideramos que el sujeto pasivo, -sea el titular del bien jurídico protegido-,
es la Caja Costarricense de Seguro Social.

Podría pensarse que el afectado sea el propio trabajador -cuya porción del
salario fue deducida por el patrono-, sin embargo, a juicio nuestro, el dinero
que aporta el trabajador debe entrar a las arcas de la Caja para que ésta la
administre de conformidad con su mandato.

Si bien es cierto, los dineros deducidos del salario del empleado implican su
contribución para el régimen de seguridad social, nuestro régimen es de
reparto y no de capitalización individual, lo que implica que los dineros
aportados por el trabajador no se reflejarán directamente en una cuenta
individual, sino que, pasan a ser utilizados de conformidad con el sistema.

Finalmente, el hecho de que el empleador no entere esos dineros a la Caja


no perjudica los derechos de los trabajadores respecto de la seguridad
social.

40
3.3 TIPICIDAD
3.3. A) TIPO OBJETIVO
La acción típica, prevista en el artículo 45 LCC, es la omisión de la entrega
de las cuotas obreras retenidas al salario del trabajador:

“Constituye retención indebida (....) quien no entregue a la Caja el monto


de las cuotas obreras obligatorias dispuestas en esta Ley” (énfasis nuestro)

En este aspecto parece similar a la retención indebida estipulada en el


Código Penal. En efecto, para la configuración de este delito (retención
indebida) se requiere “quedarse con el bien mueble en forma ilegítima, no
teniendo facultad para ello49”, siendo “presupuesto de la figura la entrega
voluntaria de la cosa mueble al autor50, en virtud de un título que le obligue a
entregarla a un tercero o a devolverla al que se la dio”.51

No obstante la afinidad puntualizada, corresponde llamar la atención de una


diferencia clara respecto a la figura general de la retención indebida y la
correspondiente de las cuotas obreras. Esta diferencia puede ser la razón
que sostiene, talvez con mayor peso, la existencia de una figura autónoma al
menos desde nuestra perspectiva.

Justamente por el hecho de que el empleador no recibe materialmente las


cuotas del trabajador, sino más bien es por medio de una ficción que el

49
Loría Luna, Leonel. “Apropiación Indebida y Retención Indebida”. Tesis de grado para
optar al título de licenciado en Derecho, Universidad de Costa Rica. Facultad de Derecho,
1985, Pág. 62.
50
Soler Sebastian – Bayala Basombrío, Manuel A. Derecho Penal Argentino, t IV, p. 430;
Núñez Ricardo C., Derecho Penal Argentino. Parte Especial. TV, p. 372; Fontán Balestra,
Carlos, tratado de Derecho Penal, t VI, p.115; Rubianes Carlos J., El Código Penal y su
interpretación jurisprudencial, actualización, t V, p. 355. Citados en Luis Leiva Fernández.
“Derecho de Retención, 1991. p.377.
51
Breglia Arias, Omar, Código Penal y leyes complementarias. Comentado, anotado y
concordado, p.609 citado en Luis Leiva Fernández. “Derecho de Retención, 1991. p.377.

41
mismo debe “retener” del pago a realizar el monto correspondiente a la
cuota obrera. No obstante, no hay en realidad esa tradición de una cosa
mueble, como sucede en la retención indebida, en la que es preciso que la
persona haya recibido el bien objeto de retención.

Por otro lado, cuando analizábamos algunos de los cambios que se


verificaron en la redacción de este tipo penal, respecto de su versión
precedente, llamábamos la atención en lo tocante a la eliminación de la
referencia específica al artículo 223 del Código Penal, especialmente en lo
atinente a la prevención de entrega del bien retenido.

En efecto, según lo había advertido nuestra jurisprudencia, existía una cierta


relación de dependencia o de integración respecto del artículo 45 de la LCC
y el 223 del Código Penal. “Así para el caso del primer ilícito, se establece
una prevención en sede judicial, conforme se realiza tratándose del delito de
retención indebida establecido en el numeral 223 del Código Penal”52;

La eliminación de esta prevención no es un asunto baladí, ya que como lo


señalaba la Sala Tercera, la prevención en punto a la retención indebida era
un presupuesto necesario para que se configurara el delito, al menos en la
versión anterior.

“De acuerdo con la figura que describe el numeral 223 del Código Penal en
relación al 45 de la Ley Constitutiva de la C.C.S.S., a efectos de establecer
la tipicidad de la conducta, no tiene ninguna importancia el que se determine
quién fue la persona que recibió el bien retenido. En el artículo 223 citado se
dispone que si después de prevenida por la autoridad la persona devuelve el
bien retenido <...no habrá delito...>.- Lo anterior significa que para que surja

52
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°6365-98 de las 16:24 horas
del 2 de setiembre de 1998

42
la tipicidad de la conducta descrita en esa norma, es necesario que el sujeto
activo incumpla la prevención de devolver los bienes, pues mientras exista la
posibilidad de devolver el delito no se habría configurado porque podría
desaparecer con esa sola devolución, según la propia descripción que hace
el Código Penal. Lo anterior significa que, aún cuando el aquí acusado
ostentaba la condición de representante legal de la empresa cuando se
verificó la retención de las cuotas obreras, todavía en ese momento no se
había configurado delito alguno, pues la prevención para que se devolviera
lo retenido no se había formulado. Así las cosas, la descripción de hechos
que contiene la sentencia no configura el delito de apropiación o retención
indebida como lo pretende el Ministerio Público, toda vez que -como bien lo
razonó el órgano de instancia- la prevención de pago se le notificó a una
persona que, en ese momento, ya no era quien mantenía bajo su poder o
custodia el bien ajeno y por ello no era el obligado a realizar la devolución.”53
(énfasis agregado)

Menudo dilema presenta la nueva concepción del delito de retención de


cuotas obreras.
Este asunto puede verse desde dos perspectivas bien disímiles. Por una
parte, podría considerarse que la prevención en vía judicial es siempre
necesaria, o por el contrario, que la misma ya no lo es y que el delito se
configura con el sólo hecho de estar en mora respecto a las cuotas obreras
no entregadas. Trataremos de buscar una justificación en ambas vías y
presentar luego nuestra conclusión.

Para justificar la necesidad de la prevención en sede judicial podríamos


iniciar diciendo que en materia penal rige el principio de la aplicación
restrictiva de las normas, como lo indica el artículo 2 del Código Procesal

53
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, Voto N° 604-97 de las 11:05 horas del 20
de junio de 1997

43
Penal: “Deberán interpretarse restrictivamente las disposiciones legales que
coarten la libertad personal o limiten el ejercicio de un poder o derecho
conferido a los sujetos del proceso. En esta materia, se prohíben la
interpretación extensiva y la analogía mientras no favorezcan la libertad del
imputado ni el ejercicio de una facultad conferida a quienes intervienen en el
procedimiento.”

Desde esta perspectiva, se podría entender, por ejemplo, que la norma al


indicar que se configura el delito de “retención indebida” hace una remisión
implícita al artículo 22354 del Código Penal con todas sus implicaciones; es
decir, con la necesidad irremediable de realizar la prevención para que se
configure el delito55.

Nos parece importante hacer un pequeño paréntesis acá, para hablar de la


prevención y su naturaleza. Asumimos en el presente análisis que la
prevención funciona como una condición objetiva de procedibilidad; es decir,
no afecta el tipo penal, sino que es un requerimiento de previo a entrar a
analizar la tipicidad. Distinta eso si de la condición objetiva de punibilidad
que hace donde una conducta típica, antijurídica y culpable se considera por
política criminal no “merecedora” de penalidad, son circunstancias ajenas a

54
“Se impondrá la pena establecida en el artículo 216, según el monto de lo apropiado o
retenido al que, teniendo bajo su poder o custodia una cosa mueble o un valor ajeno, por un
título que produzca la obligación de entregar o devolver, se apropiare de ello o no lo
entregare o restituyere a su debido tiempo, en perjuicio de otro. Si no hubiere apropiación
sino uso indebido de la cosa, con perjuicio ajeno, la pena se reducirá, a juicio del juez. En
todo caso, previamente el imputado será prevenido por la autoridad que conozca del
asunto, para que, dentro del término de cinco días, devuelva o entregue el bien, y si lo
hiciere no habrá delito, quedando a salvo las acciones civiles que tuviere el dueño.”

55
En línea: Bueno Díaz de León, Mario Antonio, En Revista Jurídica, N°36 1999,
Merecimiento de Pena y Necesidad de Pena. http://www.stj-sin.gob.mx/Merecimiento.htm
consultado en diciembre 2002.

44
lo injusto culpable de las cuales depende la celebración de un proceso
penal56. En palabras de Schmidhäuser lo que posibilita la separación de las
condiciones objetivas de punibilidad de los presupuestos de procedibilidad
sería la vinculación de aquéllas al acontecer fáctico, cuya ausencia
conllevará la impunidad del autor, mientras que éstos son elementos que se
hallan al margen de ese acontecer fáctico y condicionan únicamente la
persecución penal de datos relacionados exclusivamente con la esfera
procesal y basados en una modificación posterior de las circunstancias57. De
una forma excelente el tema de las condiciones objetivas de punibilidad es
abordado por Mario Antonio Bueno Díaz de León, al indicar que “La
condición objetiva de punibilidad excluye la punibilidad del hecho delictivo
para todos los que hayan intervenido en el mismo, a pesar del carácter
antijurídico y culpable del hecho realizado. Las condiciones objetivas de
punibilidad no pertenecen al ámbito del injusto ni de la culpabilidad, se les
ubica más allá de la culpabilidad, ya que son consideradas como
presupuestos de la punición. Dicho en otros términos, un delito puede
consumarse con independencia de que el mismo no pueda sancionarse
mientras no se cumpla la condición o presupuesto de la pena. En síntesis,
las condiciones objetivas de punibilidad propias o auténticas, son
circunstancias completamente ajenas a los elementos del delito, que la ley
consigna como necesarias para que el injusto culpable - delito- sea punible.”
Continúa expresando: “Bajo el linaje de razones antes expresado, debemos
asumir que si en el estado de Sinaloa, la punición se impone porque se
constató la existencia de un delito y la responsabilidad penal; debemos
admitir ahora, que la responsabilidad penal tiene como presupuesto: el

56
Mendes de Carvalho, Érika en Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología. 2005,
núm. 07-10, p. 10:1-10:29 _Las Condiciones De Procedibilidad y su Ubicación Sistemática
Una crítica al sistema integral del derecho penal.
57
Schmidhäuser, E. “Objektive Strafbarkeitsbedingungen”, ZStW, 1959, Citado por Érika
Mendes de Carvalho en Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología. 2005, núm.
07-10, p. 10:1-10:29 _Las Condiciones De Procedibilidad Y Su Ubicación Sistemática Una
crítica al sistema integral del derecho penal

45
merecimiento de pena (existencia de delito, es decir conducta, tipicidad,
antijuridicidad y culpabilidad) y la necesidad de pena. Dos son los motivos
hasta hoy conocidos por los que prescindimos de la punición (no de la
punibilidad ya que ésta es inherente al delito, pues no puede hablarse,
legalmente, dogmáticamente, de tipo perfecto sin pena), unas son las
condiciones objetivas de punibilidad antes aludidas y otras son las excusas
absolutorias también precisadas.”

Por otro lado, respecto a la condición objetiva de procedibilidad nuestro


Tribunal de Casación Penal señaló “La redacción del artículo 223 del Código
Penal, contiene un error, situación que no incide en el contenido del tipo
penal y que mantiene inalterable la prevención como una condición objetiva
de procedibilidad58”.

No obstante lo claro de la resolución del Tribunal, la Sala Tercera se refirió a


la prevención con una naturaleza jurídica distinta “…En otras palabras, el
sujeto activo recibe legalmente el objeto, con un titulo que le obliga a
devolver, pero no lo hace cuando corresponde. Este último momento, no se
debe considerar desde la perspectiva de la negociación que existía con el
sujeto afectado, sino que se traslada al momento de la prevención judicial
por la autoridad que ha recibido la denuncia. Por esto, la devolución del bien
en los cinco días posteriores a la prevención se ha considerado como parte
de los elementos del tipo59.”

Consideramos que la prevención no es parte del tipo; de hecho, no se


debería realizar ya que la norma no lo obliga. Como prevención podría

58
Tribunal de Casación Penal. Voto 936 de las 10:00 horas del 22 de setiembre de 2003
59
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°1079 de las 09:40 horas del 10 de
setiembre de 2004. En ese mismo sentido los votos N°44 de las 10:05 horas del 25 de
enero de 1991, Voto 604-97 de las 11:05 horas del 20 de junio de 1997 y Voto N°1060-02
de las 09:40 horas del 25 de octubre de 2002 todos de la Sala Tercera.

46
tomarse el proceso administrativo que inicia la Caja cuando detecta la
anomalía. En todo caso, si el infractor cumple con su obligación
evidentemente debe de finalizar el proceso penal. Esto es parte de las
modificaciones que nos parece importante realizar.

Volviendo al ejemplo de estudio, es decir, tomando al artículo 45 de la LCC


como un modo de retención indebida del artículo 223 del Código Penal,
pareciera ser que no constituye un delito autónomo. En todo caso, desde
este punto de vista, los elementos constitutivos y la sanción penal del delito
serían los mismos.

La opción antes indicada, no parece tan clara ya que la descripción del tipo
penal establecida en el artículo 45 de la LCC parece tener los elementos
necesarios para definir un delito penal autónomo, como ha sido considerado
por la jurisprudencia constitucional y penal antes citada.

Si bien el tipo penal del artículo 45 no contiene todos los elementos para
describir la acción penal, es un delito autónomo puesto que el legislador
utilizó la técnica denominada en doctrina como “normas penales
incompletas” por medio de la cual se completa, en este caso, la especial
condición del autor (remisión artículo 30 LCCS y artículo 2 del Código de
Trabajo), su penalidad (artículo 216 del Código Penal) y la misma acción
delictiva (artículo 30 de la LCC).

La anterior tesis podría verse reforzada por la opinión esbozada por la Sala
Constitucional, antes comentada, pero que consideramos oportuno reseñar
nuevamente: “En cuanto a la denominación que hace el legislador de la
conducta delictiva que se pretende sancionar, al decir que: <Es retención
indebida y, en consecuencia, se impondrá la pena establecida en el artículo
...>, se trata simplemente de un <nomen iuris> y si es o no la misma figura

47
del artículo 223 del Código Penal, es un aspecto intrascendente en relación
con la constitucionalidad de la figura analizada, porque se trata de un tipo
autónomo, que, como ya se vio en el considerando anterior, contiene en si
mismo los elementos necesarios constitutivos del tipo, complementado con
la remisión a otras normas legales.”60

El voto anotado, si bien fue realizado a la luz del texto de la norma anterior,
bien puede ser válido para el nuevo. No consideramos que existan razones
para que se modifique esa interpretación.

Siguiendo esta teoría para constituir el delito se requiere entonces que exista
una “mora” en la entrega de las cuotas obreras para poder determinar
cuándo se incurre en el delito, ya que, como sucede en otras legislaciones61,
podría no ser necesario una prevención de entrega del bien para que se
configure el delito de retención, sino que éste se puede verificar cuando el
autor no restituya en tiempo el bien. “La mora requerida se sigue del

60
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°3465-93 de las 15 horas del
veinte de julio de 1993.
61
Por ejemplo el Código Penal Argentino que establece “Art. 173.- Sin perjuicio de la
disposición general del artículo precedente, se consideraran casos especiales de
defraudación y sufrirán la pena que él establece (...)2º el que con perjuicio de otro se negare
a restituir o no restituyere a su debido tiempo, dinero, efectos o cualquier otra cosa mueble
que se le haya dado en depósito, comisión, administración u otro título que produzca
obligación de entregar o devolver ...”. El Código Penal Español: Artículo 252.Serán
castigados con las penas del Artículo 249 ó 250, en su caso, los que en perjuicio de otro se
apropiaren o distrajeren dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble o activo
patrimonial que hayan recibido en depósito, comisión o administración, o por otro título que
produzca obligación de entregarlos o devolverlos, o negaren haberlos recibido, cuando la
cuantía de lo apropiado exceda de cincuenta mil pesetas. Dicha pena se impondrá en su
mitad superior en el caso de depósito necesario o miserable. En Venezuela, Art. 468 del
Código Penal “El que se haya apropiado, en beneficio propio o de otro, alguna cosa ajena
que se le hubiere confiado o entregado por cualquier título que comporte la obligación de
restituirle o de hacer de ella un uso determinado, será castigado con prisión de tres meses a
dos años, por acusación de la parte agraviada.”

48
vencimiento del término fijado por la Ley, o del título conforme al cual se
obtuvo la tenencia”.62

En el caso de las cuotas obrero patronales es el numeral 31 de la LCC el


que establece el plazo, “Artículo 31.- Los patronos y los asegurados
facultativos pagarán sus cuotas directamente en el tiempo y forma que
establezca la Junta Directiva (...) Créase el Sistema Centralizado de
Recaudación, para llevar el registro de los afiliados, ejercer el control de los
aportes al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, de Pensiones
Complementarias, de Enfermedad y Maternidad; a los Fondos de
Capitalización Laboral; además de las cargas sociales cuya recaudación ha
sido encargada a la CCSS y cualquier otra que la ley establezca. (...) El
registro del Sistema Centralizado de Recaudación será administrado por la
Caja. El Sistema Centralizado de Recaudación se regirá además por las
siguientes disposiciones: a) La recaudación deberá ser efectuada por la
Caja o por medio del sistema de pagos y transferencias del Sistema
Financiero Nacional de manera tal que se garantice a los destinatarios
finales, el giro de los recursos en forma directa. b) La Caja será responsable
de realizar todas las gestiones administrativas y judiciales para controlar la
evasión, subdeclaración o morosidad de los empleadores así como, de
gestionar la recuperación de los aportes indebidamente retenidos por los
patronos según lo establecido en la presente ley. Lo anterior, sin perjuicio de
las gestiones que puedan realizar terceros de acuerdo con el artículo 564 del
Código de Trabajo. El patrono girará las cuotas correspondientes a cada
trabajador, dentro de un plazo hasta de veinte días naturales,
siguientes al cierre mensual, por medio del sistema de recaudación de la
Caja Costarricense de Seguro Social. Vencido dicho plazo, el patrono
cancelará intereses conforme a la tasa básica pasiva calculada por el Banco

62
Leiva Fernández, Op Cit, p.377

49
Central, los cuales serán acreditados directamente a la cuenta de cada
trabajador..." (énfasis agregado)

Desde nuestra perspectiva entonces la mora se presentaría desde el día


siguiente al vencimiento del plazo establecido para la entrega de las cuotas
obreras y el estado de retraso es necesario para la configuración del delito.
Por lo tanto, la conducta no puede ser punible antes de que se verifique el
estado de mora respecto de la obligación.

Estimamos también que existe un “margen de maniobra” respecto de la


posibilidad de aplicar el principio de oportunidad que consagra el Código
Procesal Penal63 que podría abrir la puerta para que, aún cuando se

63
Así consagrado en los artículos “ARTÍCULO 22.- Principios de legalidad y oportunidad
El Ministerio Público deberá ejercer la acción penal pública en todos los casos en que sea
procedente, con arreglo a las disposiciones de la ley. No obstante, previa autorización del
superior jerárquico, el representante del Ministerio Público podrá solicitar que se prescinda,
total o parcialmente, de la persecución penal, que se limite a alguna o varias infracciones o
a alguna de las personas que participaron en el hecho, cuando: a) Se trate de un hecho
insignificante, de mínima culpabilidad del autor o del partícipe o exigua contribución de este,
salvo que afecte el interés público o lo haya cometido un funcionario público en el ejercicio
del cargo o con ocasión de él. b) Se trate de asuntos de delincuencia organizada,
criminalidad violenta, delitos graves o de tramitación compleja y el imputado colabore
eficazmente con la investigación, brinde información esencial para evitar que continúe el
delito o se perpetren otros, ayude a esclarecer el hecho investigado u otros conexos o
proporcione información útil para probar la participación de otros imputados, siempre que la
acción penal de la cual se prescinde resulte considerablemente más leve que los hechos
punibles cuya persecución facilita o cuya continuación evita. c) El imputado haya sufrido, a
consecuencia del hecho, daño físico o moral grave que torne desproporcionada la
aplicación de una pena, o cuando concurran los presupuestos bajo los cuales el tribunal
está autorizado para prescindir de la pena.
d) La pena o medida de seguridad que pueda imponerse por el hecho o la infracción de
cuya persecución se prescinde, carezca de importancia en consideración a la pena o
medida de seguridad ya impuesta, o a la que se debe esperar por los restantes hechos o
infracciones, o la que se le impuso o se le impondría en un procedimiento tramitado en el
extranjero. En estos últimos casos, podrá prescindirse de la extradición activa y concederse
la pasiva. La solicitud deberá formularse por escrito ante el tribunal, el que resolverá lo
correspondiente, según el trámite establecido para la conclusión del procedimiento
preparatorio.

50
considere un delito autosuficiente, si es válido el término, se desestimen las
denuncias una vez, satisfechos los intereses de la Caja, por lo que el
entuerto no tendría mayor complicación. Es decir aplicar, a manera de
prevención, la etapa previa a la denuncia formal.

Otro aspecto relevante respecto de la acción típica es que la misma no


admite tentativa64, algo típico en los delitos de omisión. Se requiere en este
caso estar en estado de mora para que se complete la acción punible.

Existe además, una discusión ya presentada en nuestra jurisprudencia, con


la salvedad antes reiterada, a propósito del texto predecesor Se analizó la
posibilidad de un concurso aparente de normas respecto del tantas veces
mencionado artículo 223, que es necesario traer a colación desde la
perspectiva apuntada de considerar el nuevo artículo 45 como un delito
autónomo e independiente del citado 223, presentándose, sin duda la
necesidad de comentar el posible concurso aparente de normas y la
solución a esta posibilidad: “En todo caso, de haber algún cuestionamiento
sobre la existencia de dos tipos penales que sancionan conductas similares,
según lo alega la accionante, como lo son en este caso, el artículo 45 de la
Ley Constitutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social, objeto de esta
acción y el artículo 223 del Código Penal en el que tipifica la figura de la
retención indebida, se trata de un asunto de mera legalidad, que el derecho

ARTÍCULO 23.- Efectos del criterio de oportunidad Si el tribunal admite la solicitud para
aplicar un criterio de oportunidad, se produce la extinción de la acción penal con respecto al
autor o partícipe en cuyo beneficio se dispuso. Si la decisión se funda en la insignificancia
del hecho, sus efectos se extienden a todos los que reúnan las mismas condiciones. No
obstante, en el caso de los incisos b) y d) del ARTÍCULO anterior, se suspende el ejercicio
de la acción penal pública en relación con los hechos o las personas en cuyo favor se aplicó
el criterio de oportunidad. Esa suspensión se mantendrá hasta quince días después de la
firmeza de la sentencia respectiva, momento en que el tribunal deberá resolver
definitivamente sobre la prescindencia de esa persecución. Si la colaboración del sujeto o
la sentencia no satisfacen las expectativas por las cuales se suspendió el ejercicio de la
acción, el Ministerio Público deberá solicitar al tribunal que ordene reanudar el
procedimiento.
64
Leiva Fernández Op. Cit p. 377

51
penal soluciona a través de la figura del concurso aparente de normas,
<cuando una misma conducta esté descrita en varias disposiciones legales
que se excluyan entre sí, ...>, en este caso, la norma especial que prevalece
sobre la general, pero lo que interesa es que una misma conducta, con
todas sus circunstancias, esté descrita en dos tipos normas diferentes, no
que a dos tipos penales se les haya puesto un mismo epígrafe.”65

3.3. B) TIPO SUBJETIVO


Consideramos que en este aspecto psíquico e intelectual del actuar del
autor66 el delito no acepta la figura culposa y es necesario el dolo. Siendo la
estructura de la figura dolosa, se requiere por parte del agente el
conocimiento y querer de la realización del tipo, el incumplimiento del deber
positivo que le corresponde. Y aquí debe tenerse presente la existencia de
elementos normativos dentro del mismo cuyo conocimiento debe ser real
para poder afirmar el dolo.- Con otras palabras, el sujeto activo debe saber
que le incumbe un deber específico tributario (extrapenal) que lo erige en
custodio del bien jurídico, ya que sin su violación no puede sostenerse que
obró con dolo.- Obviamente que el conocimiento exigido por la ley es el
correspondiente al profano, bastando con que conozca que es agente de
retención ó percepción y cuales son los deberes a su cargo67.

65
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°3465-93 de las 15 horas del
veinte de julio de 1993.
66
Kindhäuser, Urs. El tipo subjetivo en la construcción del delito. Una crítica a la teoría de la
imputación objetiva. En línea para Revista WWW. INDRET.COM. Consultada en enero
2009. http://www.indret.com/pdf/579_es.pdf

67
Falcone, Roberto. Defraudación de Agentes de Retención y percepción tributarios y
previsionales. En línea consultada en diciembre 2008.
http://procesalpenal.wordpress.com/2008/06/24/defraudacion-de-agentes-de-retencion-y-
percepcion-tributarios-y-previsionales-roberto-falcone/

52
La Sala Tercera ha señalado como fundamental la prevención para poder
configurar ese dolo, “en primer término, porque la responsabilidad que se le
está achacando no es de carácter objetivo, sino que es la prevista
explícitamente por la ley penal, cuando el mismo artículo 45 de la
mencionada Ley Constitutiva señala que si: <...si el patrono fuera una
persona jurídica, la obligación recaerá sobre su representante legal...> que
en este caso era el imputado. De forma que es un vínculo obligatorio
impuesto por la legislación misma. Luego, que el encartado incurrió
conscientemente en la omisión que se reprime, consta en el hecho probado
tercero, que en el cual los juzgadores dejan establecido que, pese a haber
sido oportunamente percibido sobre el deber de realizar los pagos
incumplidos, no lo hizo. En lo que concierne al otro extremo del recurso, a
saber si se cumplen o no los requisitos del tipo penal de retención indebida
contenido en el artículo 223 del Código Penal, la cuestión de si había
entrado en posesión de los fondos o no, está fuera de discusión. Lo anterior
porque el haber practicado las deducciones sobre el salario de los
trabajadores también está explícitamente acreditado, así como que la
especie típica recogida en el artículo 45 ya aludido es diferente a la del 223
del Código Penal, en el sentido de que este prevé como configurativa
simplemente la conducta de omitir la entrega de la cuota obrera68”.

Nos parece que para poder demostrar el dolo tiene un papel importante la
prevención. Ahora bien, consideramos que la misma no necesariamente
debe ser realizada por el Ministerio Público, como en el caso del delito de
apropiación o retención y indebida. Nuestro criterio es que este conocimiento
necesario de la infracción puede solventarse con la notificación por parte de
la Administración del Seguro Social al empleador correspondiente.

68
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°116 de las 10:18 del 20 de febrero
de 2004, en igual sentido Voto 526, de las 9:45 horas del 16 de septiembre de 1993

53
El delito es detectado por la Caja y en ese sentido puede comunicar al
patrono formalmente la omisión, siendo que de no acatar éste la prevención
de esa institución. procedería la denuncia en su contra. Esto sin perjuicio de
que aún iniciado el proceso, el encartado pueda pagar el adeudo y así
extinguir la responsabilidad.

Nos parece que no es necesario un ánimo de lucro de parte del autor, sino
que basta con el incumplimiento de su deber69.
Lo anterior es de suma importancia abordarlo, ya que usualmente cuando la
empresa incurre en esta omisión es porque atraviesa momentos financieros
difíciles. Usualmente sucede que contablemente realiza la retención pero
materialmente el giro empresarial no está generando los ingresos necesarios
para cubrir el pago correspondiente y la empresa decide mantener el giro a
pesar de ello, por lo que no implica un ánimo de lucro, pero aún así es
perseguible. Así lo establece en forma diáfana la Sala Tercera: “No lleva
razón el recurrente: En primer término, porque las situaciones que
menciona el recurrente entran dentro del análisis de si podía cumplir el acto
ordenado por ley y, de no ejecutarlo, qué tan reprochable le resultaba la
acción. Honrar el compromiso con la Caja Costarricense de Seguro Social,
no sólo estaba entre las posibilidades de la empresa, que (aunque
deficitariamente) continuó su giro comercial, asumiendo en consecuencia la
necesidad de satisfacer ese deber, sino que a sus trabajadores les era
descontada la suma correspondiente, entregándoseles el resto. Esto
significa que aunque en condiciones limitadas, había fondos disponibles. El
tema lleva a la segunda cuestión, de qué tan reprochable es haber omitido la

69
Un análisis distinto propone el Dr. Falcone cuando señala “Por último y para concluir con
este aspecto de la tipicidad, corresponde señalar que si bien la figura no exige la realización
de maniobra ardidosa alguna, la omisión de ingreso de los montos retenidos o percibidos,
debe estar presidida por <ánimo de lucro>, consistente en una mejora patrimonial del autor
emergente del impago de deudas tributarias y previsionales cuyo importe detentaba a
nombre de la Hacienda Pública” Ibíd. “Falcone, Roberto. Defraudación de Agentes de
Retención y percepción tributarios y previsionales…”

54
entrega a la Caja del dinero que se había descontado a los trabajadores. La
respuesta es que resulta altamente reprochable, aún si, en el peor de los
casos, la alternativa fuera tener que cometer la falta laboral de un pago
incompleto del salario, lo cual constituye una infracción de la relación de
trabajo, pues resulta mucho más dañoso no entregar la parte del salario del
trabajador que le ha sido descontada y que tiene por finalidad garantizar su
acceso a la salud y la seguridad social de él y sus dependientes, así como
una pensión digna para el primero; amén, claro está, del propósito de
solidaridad social que cumple en cuanto a los demás trabajadores y sus
dependientes. Encima, se está infringiendo un bien penalmente tutelado por
el legislador en razón de esos mismos elementos. Dicho de otra forma, de
haberse incumplido el deber de entregar el salario neto a los trabajadores,
se estaría violentando su derecho a percibir su pago y, por ende, el
ordenamiento laboral; por el contrario, no consignando a la Caja la parte del
salario que no había sido entregada a los obreros, no sólo al igual que en la
hipótesis anterior se transgredía su derecho al salario y se irrespetaba el
ordenamiento laboral, sino que también se perjudicaba la salud y seguridad
social de él, sus dependientes y los demás asegurados. De tal suerte que,
ni aún en dicha hipótesis extrema, era menos reprochable la omisión que se
persigue. Por otra parte , partiendo otra vez del razonamiento expuesto por
el recurrente en cuanto a la difícil realidad social del agro nacional y, en
particular, de la agroindustria del banano, debe recordarse que esa
situación pesa no sólo para los empresarios, patronos o sus representantes,
sino ante todo para la parte más débil de la relación laboral: los trabajadores,
quienes precisan del respeto y fiel cumplimiento de sus garantías mínimas
(como obviamente es la seguridad social), especialmente en las veleidades
desfavorables que refiere el impugnante, por lo que su acción es todavía
menos admisible y conserva enteramente su recriminabilidad”70.

70
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°116 de las 10:18 del 20 de febrero
de 2004.

55
56
3.4.- SANCIÓN
El artículo 216 del Código Penal establece la pena aplicable: “Quien
induciendo a error a otra persona o manteniéndola en él, por medio de la
simulación de hechos falsos o por medio de la deformación o el ocultamiento
de hechos verdaderos, utilizándolos para obtener un beneficio patrimonial
antijurídico para sí o para un tercero, lesione el patrimonio ajeno, será
sancionado en la siguiente forma:
1) Con prisión de dos meses a tres años, si el monto de lo defraudado no
excediere de diez veces el salario base71.
2) Con prisión de seis meses a diez años, si el monto de lo defraudado
excediere de diez veces el salario base.
Las penas precedentes se elevarán en un tercio cuando los hechos
señalados los realice quien sea apoderado o administrador de una empresa
que obtenga, total o parcialmente, sus recursos del ahorro del público, o por
quien, personalmente o por medio de una entidad inscrita o no inscrita, de
cualquier naturaleza, haya obtenido sus recursos, total o parcialmente del
ahorro del público.”

De ordinario la retención indebida de cuotas no se da en forma aislada, sino


que la empresa o empresario que incumple lo hace en forma reiterada en un
lapso, lo que resulta en omisiones reiteradas mes a mes al elaborar las
planilla. Lo anterior implica, que cuando se llega a sancionar se debe

71
El Consejo Superior de la Corte Suprema de Justicia en sesión Nº 98-08 celebrada el 18
de diciembre de 2008, artículo LXXXV, de conformidad con el párrafo 3° del artículo 2° de la
Ley N° 7337 de 5 de mayo de 1993, publicada en el Diario Oficial La Gaceta N° 92 del 14
de ese mes, que reformó varios artículos del Código Penal, y con el Transitorio I de la Ley
N° 8656 denominada “Modificación de varios artículos de la Ley de Procedimientos de
Observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual, N° 8039” de 18 de julio del 2008,
publicada en el Diario Oficial La Gaceta N° 154 de 11 de agosto del 2008, acordó
comunicarles que a partir del 1° de enero del 2009, el salario base a aplicar para definir las
penas por la comisión de diversas figuras delictivas contenidas en el referido Código y la
mencionada Ley, es de ¢269.800,00 (doscientos sesenta y nueve mil ochocientos colones
exactos)

57
penalizar una o varias retenciones o bien podría ser una sola por la totalidad
de la deuda con la Seguridad Social.

Desde la perspectiva penal cabe cuestionarse la forma de fijar la pena, en


especial porque según el monto de lo adeudado pueden caber dos
diferentes sanciones. La situación debe resolverse según cuándo se
consideren cumplidos los requisitos del tipo objetivo. Si consideramos que la
prevención, por ejemplo, viene a completarlo, entonces todas la retenciones
que se hayan realizado pueden considerarse como un todo. Así lo interpretó
la Sala Tercera al indicar “…En el presente caso, el Tribunal sentenciador
tuvo por acreditado que el imputado M M, en su condición de cobrador de la
empresa ofendida (…) tenía la obligación de cobrar una cantidad
determinada de facturas a los clientes de la empresa ofendida, que sumaban
en dinero un total de 931,190 colones que debía luego depositar en la
cuenta bancaria respectiva (Véase hechos probados b) y c) de folio 290 y el
folio 296). Es así que no importa entonces, si esas facturas las cobró
en diferentes ocasiones y a diferentes clientes, lo que importa es que
tenía una obligación de devolver a la empresa todo el dinero que
representaban las respectivas facturas y que resultó en una suma
única y global. No es relevante tampoco, para este caso, si la obligación
de devolver estos dineros se debía contar desde que el imputado hiciera los
depósitos, o desde que se hicieran las liquidaciones respectivas, porque
como se ha dicho, todas las facturas sumaban un total de dinero del que el
imputado se apropió y que no hizo devolución una vez prevenido por la
Autoridad judicial competente72”. (Énfasis agregado)

Como hemos asentado al analizar el tipo objetivo, somos del criterio de que
la prevención no viene a completar los requerimientos del tipo, por lo que

72
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°1079 de las 09:40 horas del 10 de
setiembre de 2004.

58
nos inclinamos a pensar que cada planilla mensual implicaría una retención
de cuotas autónoma y que debería aplicarse entonces la regla establecida
para el delito continuado en el artículo 77 del Código Penal para la
determinación de la pena: “Cuando los delitos en concurso fueren de la
misma especie y afecten bienes jurídicos patrimoniales, siempre que el
agente persiga una misma finalidad, se aplicará la pena prevista para el más
grave, aumentada hasta en otro tanto”.

Finalmente, el tópico tiene relevancia también para determinar aspectos


sobre la prescripción, en primer término, sobre el inicio del conteo del
término, de tal forma que si se considera concretado el delito con la
prevención ésta marcaría el inicio del plazo y no el hecho mismo de la
retención. Además, implicaría la posibilidad de ampliar el término de la
prescripción, en caso de que las retenciones sumadas sobrepasen el
extremo regulado en el inciso primero del artículo 216 del Código Penal.

59
3.5.- PRESCRIPCION DE LA ACCIÓN PENAL.
La LCCSS establece en su numeral 56, en lo que nos interesa “…La acción
penal y la pena en cuanto a las faltas contempladas en esta ley, prescribirán
en el término de dos años contados a partir del momento en que la
Institución tenga conocimientos de la falta. El derecho a reclamar el monto
de los daños y perjuicios irrogados a la Caja, sea que se ejercite la vía de
ejecución de sentencia penal o directamente la vía civil, prescribirá en el
término de diez años. (Así reformado por el artículo 1 de la ley No. 2765 del
4 de julio de 1961.)”

Dos aspectos nos parecen cruciales de comentar sobre este tópico. Por una
parte, el término de la prescripción ordenado en la LCC es menor al
establecido en el Código Procesal Penal; en efecto, este cuerpo normativo
señala en el artículo 31: “Plazos de prescripción de la acción penal. Si no se
ha iniciado la persecución penal, la acción prescribirá: a) Después de
transcurrido un plazo igual al máximo de la pena, en los delitos sancionables
con prisión; pero, en ningún caso, podrá exceder de diez años ni ser inferior
a tres. b) A los dos años, en los delitos sancionables sólo con penas no
privativas de libertad y en las faltas o contravenciones”.
Al ser un delito la retención de las cuotas obreras si aplicamos el CPP el
término para prescriba la acción penal sería de 3 años, “artículo 31.- Plazos
de prescripción de la acción penal Si no se ha iniciado la persecución penal,
la acción prescribirá: a) Después de transcurrido un plazo igual al máximo de
la pena, en los delitos sancionables con prisión; pero, en ningún caso, podrá
exceder de diez años ni ser inferior a tres. b) A los dos años, en los delitos
sancionables sólo con penas no privativas de libertad y en las faltas o
contravenciones. No obstante la propia LCC como lo hemos transcrito
establece un plazo de 2 años”. En este particular nos inclinamos por aplicar
la prescripción que beneficie al imputado, es decir la menor de 2 años.

60
Por otro lado, cabe cuestionarse a partir de cuando corre la prescripción, en
la LCC artículo 56, nos indica que a partir del momento que la Caja conoce
de la retención “…La acción penal y la pena en cuanto a las faltas
contempladas en esta ley, prescribirán en el término de dos años contados a
partir del momento en que la Institución tenga conocimiento de la falta…”
(énfasis nuestro)

Mientras que por otro lado, el Código Procesal Penal señala en su numeral
32 “Cómputo de la prescripción. Los plazos de prescripción se regirán por la
pena principal prevista en la ley y comenzarán a correr, para las
infracciones consumadas, desde el día de la consumación; para las
tentativas, desde el día en que se efectuó el último acto de ejecución y, para
los delitos continuados o de efectos permanentes, desde el día en que cesó
su continuación o permanencia. La prescripción correrá, se suspenderá o se
interrumpirá, en forma individual, para cada uno de los sujetos que
intervinieron en el delito. En el caso de juzgamiento conjunto de varios
delitos, las acciones penales respectivas que de ellos resulten prescribirán
separadamente en el término señalado a cada uno.” (Lo resaltado no
pertenece al original).

Desde nuestra perspectiva, es claro que no es aplicable lo señalado en la


LCC, en el sentido de que la prescripción no correrá mientras la Caja no
tenga conocimiento del delito, ya que tal situación permitiría mantener
vigente la acción penal, en forma indefinida. Así que debe establecerse el
inicio de la prescripción al momento de consumarse el delito. Lo anterior,
nos lleva otra vez a cuestionarnos cuando se cumple el tipo objetivo, si lo es
con la prevención o si se verifica con la omisión del pago de las cuotas.
Hemos insistido que nuestra posición es que la simple omisión del pago
perfecciona el delito por lo que es a partir de ese momento cuando iniciaría

61
el término de la prescripción. Un reciente Voto73 del Tribunal de Casación
Penal reafirma esta interpretación respecto de la figura de la apropiación y
retención indebida establecida en el Código Penal, sirve además para
cambiar de criterio sobre el inicio del término de la prescripción “…El
reclamo no es atendible.- Tal como lo advierte la representación del
Ministerio Público (…), la acción penal sí ha prescrito en el presente asunto,
aunque no por las razones expresadas por el tribunal de juicio, sino más
bien porque tratándose de un delito de «Apropiación y retención indebidas»
de menor cuantía, el plazo de prescripción corresponde a tres años, los
cuales se vieron reducidos a la mitad en razón de la indagatoria al
encartado, ocurrida el 18 de marzo de 2002 (…), de manera que el plazo de
dieciocho meses para la prescripción se cumplió el día 18 setiembre de
2003. No fue sino hasta después de esa fecha que aconteció el siguiente
acto que, según la ley, podría haber interrumpido aquel plazo, a saber, el
señalamiento de la audiencia preliminar de fecha 11 de febrero de 2004
(…). Por otra parte, no consta en el acta de audiencia preliminar que el
imputado hubiera renunciado expresamente a la prescripción (…), por lo que
no son atendibles las pretensiones del impugnante. Es importante aclarar
que aunque en otros casos relativos al delito de «Apropiación y retención
indebidas» (artículo 223 del Código Penal) en la jurisprudencia de este
Tribunal se ha afirmado que ese delito «... no se tiene por constituido sino
hasta que vencido el término prevenido el agente omita devolver o entregar
el bien, de lo que se sigue que el plazo de la prescripción no podría correr
sino a partir de esa consumación, conforme a la regla que para el cómputo
de la prescripción contempla el artículo 32 del Código Procesal Penal »
(TCP, Nº 1113 de las 9:10 horas del 20 de octubre de 2006, en igual sentido
la N º 1118 de las 15:20 horas del 27 de octubre de 2004), lo cierto es que
en el presente caso no puede considerarse que el incumplimiento de la
prevención (la cual fue hecha luego de la indagatoria), enerve o torne
73
Tribunal Casación Penal. Voto 978 de las 09:00 horas 26 de setiembre de 2008.

62
ineficaces las circunstancias de que el procedimiento se inició y de que el
imputado fue indagado, desconociendo a este último acto el efecto jurídico
de haber interrumpido la prescripción. Inicialmente el actor penal sostuvo
que los hechos constituían el delito de «Apropiación irregular» ( cfr . solicitud
de señalamiento de audiencia para conciliación, folio 67), pero
posteriormente el actor recalificó a «Apropiación y retención indebida», e
hizo la correspondiente prevención de devolución, a las 8:00 horas del 3 de
julio de 2003 (…), esto sucede tiempo después de haberse practicado la
indagatoria, por lo que no puede desconocerse –en perjuicio del imputado–
el efecto jurídico de aquellos actos procesales, sobre todo si se tiene en
cuenta que el fundamento de la prescripción es sancionar el incorrecto
ejercicio de la acción penal. Por otra parte, la particular situación que aquí se
presenta, nos ha hecho reflexionar sobre nuestros precedentes
jurisprudenciales, en el sentido de que los elementos constitutivos de cada
una de las modalidades previstas en el tipo penal denominado «Apropiación
y retención indebidas» están previstas en los párrafos primero y segundo del
artículo 223 del Código Penal, de manera que se consuma el delito cuando
el agente se apropia de la cosa o valor ajeno, o no lo entrega o restituye al
tiempo que indica el título que produce la obligación de entregar o devolver.
La hipótesis prevista en el párrafo tercero del artículo 223 en realidad no es
un elemento constitutivo del tipo penal, sino una condición que excluye el
delito (la fórmula empleada por el legislador es «no habrá delito») y por eso
quienes suscribimos este voto de mayoría recientemente habíamos
considerado que la prevención de devolución del párrafo tercero del artículo
223 no tiene el mérito de variar el momento en que se configura el delito
(TCP, Nº 601 de las 13:20 horas del 1º de julio de 2008). Por las razones
indicadas se declara sin lugar el recurso de casación interpuesto.”

63
3.6.- BIEN JURÍDICO TUTELADO.
El bien jurídico tutelado en la retención indebida ordinaria o simple, regulada
en nuestro Código Penal en su numeral 223 es la “propiedad”, afirmación
sólo fundamentada en su ubicación en el título VII, “De los delitos contra la
propiedad”, sino porque parece una aserción pacífica en la doctrina74.

Ahora bien, una razón más que nos hace pensar que estamos frente a un
delito autónomo es que la especial regulación que hace el legislador de este
delito encuentra talvez su razón de ser, precisamente, en realzar el bien
jurídico tutelado.

Como bien lo recuerda la Sala Constitucional, aludiendo otra vez al texto del
artículo 45 de la LCC, hoy reformado, “resulta entonces que la norma
cuestionada no es inconstitucional, sino que, por el contrario, lo que hace es
dar efectividad a un principio contemplado en el artículo 73 de nuestra carta
fundamental, calificando como delito una conducta que por su
trascendencia, al atentar contra bienes jurídicos tan relevantes como la
salud y la vida misma del trabajador, merecen especial tutela por parte del
ordenamiento jurídico”.75

De lo que podemos concluir que el bien jurídico no es en este caso particular


la simple propiedad, sino que, más bien, lo constituye la salud y vida
protegidas por el régimen de la seguridad social. Asimismo, lo ha
establecido en forma acertada la Sala Tercera al resolver “Debe tenerse
claro, entonces, que cuando se comete el ilícito de retención de cuotas
obrero-patronales, quien lo perpetra está atentando directamente contra el

74
Ver Silva Castaño Silva, El Delito de Apropiación Indebida y la Administración Desleal.
Curso de Derecho Penal Económico. En Antología de UNED “Delitos en Contra de los
Trabajadores”, recopilada por Doctor Carlos Cinchilla Sandí, San José, 2002.
75
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°3465-93 de las 15 horas del
veinte de julio de 1993.

64
régimen de seguridad social previsto en el artículo 73 de la Constitución
Política. En ese sentido, estima esta Sala que puede resultar inconstitucional
que se deje en manos de la propia Caja Costarricense de Seguro Social la
determinación de cuándo deben inscribirse estas condenas en el Registro
Judicial, pues en realidad no importa si el monto retenido es alto o bajo, ya
que en ambos casos se trata de conductas igualmente graves, pues
cualquier suma retenida indebidamente significa un menoscabo a los
seguros sociales . La cantidad retenida tendría importancia para la
determinación de la pena en cada asunto específico, pero no incidiría en la
tipicidad de la conducta, ni en la responsabilidad penal por el hecho. Así, a
juicio de los suscritos Magistrados, la redacción actual del artículo 56 de la
Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social podría constituir
un quebranto del principio de razonabilidad de las leyes . Esto porque –vale
la pena reiterarlo- cualquiera que sea el monto de cuotas obrero patronales
no pagado a la Caja, siempre se vulnera el principio de solidaridad en que se
basan los seguros sociales y en todo momento se atenta contra el principio
de universalidad de cobertura que orienta el sistema, de modo que siempre
se trataría de un delito, lo que torna irrazonable que no se exija la inscripción
de la condena en todos los casos76”.

76
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°772 de las 10:15 horas del 18 de
agosto de 2006.

65
3.7.- INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO DE DELINCUENCIA.
La LCC establece en el artículo 56, en lo que nos interesa “Las sentencias
condenatorias dictadas en los juicios a que se refiere este capítulo no se
inscribirán en el Registro Judicial de Delincuentes, salvo el caso de
que la Caja, dada la gravedad de la falta, así lo solicite expresamente al
tribunal respectivo. Las multas impuestas con ocasión de la aplicación de
esta ley ingresarán a los fondos de la Caja Costarricense de Seguro Social
debiendo ser giradas de inmediato a dicha Institución una vez practicado el
depósito respectivo”. Hasta hace apenas unos meses esta situación se
había mantenido pacífica es decir sólo se inscribía en el Registro Judicial de
Delincuentes las sentencias que la Caja señalara, sin embargo esta
situación varió. En efecto, la Sala Tercera al resolver un recurso de
casación77 consideró que el artículo 56 de la LCC, podría ser
inconstitucional al permitir la no inscripción de las sentencias condenatorias,
con interesantes argumentos que lo atinente transcribimos “Como único
motivo, la recurrente alega que el Tribunal sentenciador se equivocó al
aplicar en la especie el artículo 56 de la Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social y, con base en el mismo, disponer que no se
inscribiera esta condena en el Registro Judicial. Estima que la disposición
legal de comentario fue derogada al promulgarse la Ley Nº 6723, de
Registro y Archivo Judiciales, en la cual se dispone que toda sentencia
condenatoria debe estar inscrita en el Registro Judicial. De previo a resolver
el recurso de casación promovido por el Ministerio Público, estima esta Sala
que debe consultarse a la Sala Constitucional la constitucionalidad del
artículo 56 de la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social .
En efecto, tal como lo menciona la recurrente, tanto al final del Considerando
V (relativo a la sanción aplicable al caso concreto…) como en la parte
dispositiva del fallo (…), consta que el a quo resolvió lo siguiente: <En

77
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia Voto 772 de las 10:15 horas del 18 de junio
de 2006.

66
aplicación del artículo 56 de la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de
Seguro Social no se ordenará la inscripción en el Registro Judicia>. Así,
como se ve, efectivamente el cuerpo juzgador determinó que no debía
inscribirse la condena de GRV en el Registro Judicial, pese a que se le halló
responsable de un delito, específicamente el de retención indebida de
cuotas obrero patronales, previsto y sancionado en el artículo 45 de la Ley
N° 17 de 22 de octubre de 1943, Constitutiva de la Caja Costarricense de
Seguro Social. (…) Así las cosas, es evidente que la norma utilizada por el a
quo para disponer la no inscripción en el Registro Judicial de la condena que
aquí interesa, fue el artículo 56 de la Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social, tal cual fue reformada mediante Ley N°
2765 del 4 julio de 1961. Esta Sala no cuestiona la competencia de la
Asamblea Legislativa para reformar la normativa que rige la Caja
Costarricense de Seguro Social, siempre que se observe el procedimiento
contemplado en el artículo 190 de la Constitución Política. Lo que sí genera
una duda de constitucionalidad a esta Sala, es que en la primera oración del
artículo 56 (…) se obligue la inscripción en el Registro Judicial de las
condenas dictadas por los delitos establecidos en dicha ley, sólo cuando la
Caja determine que se trata de un hecho grave. Observa esta Sala que, en
esa primera oración del citado numeral, el legislador optó por dejar en
manos de la propia Caja Costarricense de Seguro Social, la decisión de
pedir o no la inscripción de tales condenas, según la magnitud del daño
causado. Es en relación con esa específica potestad que surge la duda de
este Despacho: Ello porque el artículo 73 de la Constitución Política es claro
al establecer que el régimen de seguridad social constituye una medida para
proteger a los trabajadores, contra los riesgos de enfermedad, invalidez,
maternidad, vejez y muerte. El sistema de seguridad social se basa los
principios de solidaridad, universalidad y justicia social, y se hace realidad
gracias al sustento que se le da mediante contribuciones forzosas por parte
del Estado, los patronos y los propios trabajadores. Por otra parte, la

67
administración y gobierno del sistema de seguros sociales compete, por
definición constitucional, a la Caja Costarricense de Seguro Social, por lo
que esta debe velar siempre y en todos los casos por el buen
funcionamiento del mismo, para lo cual está obligada –entre otras muchas
cosas- a llevar a cabo todas las acciones legales pertinentes para garantizar
que se los obligados paguen las cuotas obrero-patronales que les
corresponden. Ahora bien, de lo que se está hablando aquí es de la
retención indebida de fondos que debieran haber sido entregados al régimen
de seguros sociales y que por no haber sido transferidos oportunamente al
mismo, sin que medie causa de justificación o exculpación alguna, implican
una condena penal para el responsable. Debe tenerse claro, entonces, que
cuando se comete el ilícito de retención de cuotas obrero-patronales, quien
lo perpetra está atentando directamente contra el régimen de seguridad
social previsto en el artículo 73 de la Constitución Política . En ese sentido,
estima esta Sala que puede resultar inconstitucional que se deje en manos
de la propia Caja Costarricense de Seguro Social la determinación de
cuándo deben inscribirse estas condenas en el Registro Judicial, pues en
realidad no importa si el monto retenido es alto o bajo, ya que en ambos
casos se trata de conductas igualmente graves, pues cualquier suma
retenida indebidamente significa un menoscabo a los seguros sociales. La
cantidad retenida tendría importancia para la determinación de la pena en
cada asunto específico, pero no incidiría en la tipicidad de la conducta, ni en
la responsabilidad penal por el hecho. Así, a juicio de los suscritos
Magistrados, la redacción actual (…) podría constituir un quebranto del
principio de razonabilidad de las leyes. Esto porque –vale la pena reiterarlo-
cualquiera que sea el monto de cuotas obrero patronales no pagado a la
Caja, siempre se vulnera el principio de solidaridad en que se basan los
seguros sociales y en todo momento se atenta contra el principio de
universalidad de cobertura que orienta el sistema, de modo que siempre se
trataría de un delito, lo que torna irrazonable que no se exija la inscripción de

68
la condena en todos los casos. Además, la potestad establecida en la
oración inicial del artículo 56 (…) <tal como está vigente hoy día> se hace
aún más irrazonable, si se aprecia que la inscripción de condenas facilita la
determinación de la reincidencia y que esta última sirve de parámetro –en
algunos supuestos- para fijar la sanción adecuada al caso particular, y si se
considera que dicha inscripción también es útil para determinar en cada
caso si es procedente conceder el beneficio de condena de ejecución
condicional de la pena, razones por las cuales no se comprende por qué el
registro de las condenatorias por el delito que aquí interesa resulta algo
facultativo y no obligatorio. Asimismo, debe hacerse notar que al dejarse en
manos de la propia Caja la posibilidad de decidir cuándo pide la inscripción o
no, esto abre la posibilidad de que según quién sea el imputado que se trate,
se solicite el registro o no, cosa que –de darse- implicaría un favorecimiento
ilegítimo, un privilegio antidemocrático. Cabe agregar que, a juicio de esta
Sala, no puede obviarse que la retención indebida de cuotas obrero-
patronales es un delito, por lo que resulta incomprensible, desde el punto de
vista de razonabilidad de las leyes y de los principios de igualdad de las
personas y de respeto de la dignidad humana, que en unos casos la
inscripción de la condena dependa de lo que acuerde el órgano
administrador de los seguros sociales <situación que podría ser catalogada
como un privilegio inconstitucional a favor de algunos>, mientras que en la
generalidad de las causas penales la inscripción sea obligatoria. Finalmente,
debe destacarse que el registro de las condenas es una actividad propia del
Poder Judicial, pues resulta esencial para la tramitación de las causas
penales, para resolver sobre ellas y para ejecutar lo juzgado. En ese sentido,
estima esta Sala (…) se le permitió a una institución autónoma, que no
ejerce la jurisdicción, interferir en el adecuado funcionamiento de la
Administración de Justicia, lo que constituiría una violación del artículo 153
de la Constitución Política. Es por lo expuesto, que a los suscritos
Magistrados les surge una duda acerca de la constitucionalidad de lo

69
establecido en el hoy vigente artículo 56 (…) el cual parece podría contrariar
la Ley Fundamental, por cuanto se estima que toda condena por delito debe
inscribirse en el Registro Judicial. Con base en lo anterior, se formula
consulta facultativa ante la Sala Constitucional, para que se pronuncie sobre
la constitucionalidad de la oración inicial del artículo 56 de la Ley Constitutiva
de la Caja Costarricense de Seguro Social, N° 17, del 22 de octubre de
1943, tal cual fue reformado mediante Ley N° 2765 de 4 de julio de 1961.”
(énfasis nuestro)
La Sala Constitucional resolvió78 acoger la posición expresada por la Sala
Tercera “…En ese contexto, encuentra esta Tribunal Constitucional que lleva
razón la Sala consultante al dudar de la constitucionalidad de la primera
oración del artículo 56 (…) pues no supera el juicio de razonabilidad de las
leyes, que es requisito de su propia validez constitucional (...) Sobre el
principio de razonabilidad de las leyes y otras normas o actos públicos y
privados se dijo (…) <una norma o acto público o privado sólo es válido
cuando, además de su conformidad formal con la Constitución, esté
razonablemente fundado y justificado conforme a la ideología constitucional.
De esta manera se procura, no sólo que la ley no sea irracional, arbitraria o
caprichosa, sino además que los medios seleccionados tengan una relación
real y sustancial con su objeto. Se distingue entonces entre razonabilidad
técnica, que es, como se dijo, la proporcionalidad entre medios y fines;
razonabilidad jurídica, o la adecuación a la Constitución en general, y en
especial, a los derechos y libertades reconocidos o supuestos por ella; y
finalmente, razonabilidad de los efectos sobre los derechos personales, en el
sentido de no imponer a esos derechos otras limitaciones o cargas que las
razonablemente derivadas de la naturaleza y régimen de los derechos
mismos, ni mayores que las indispensables para que funcionen
razonablemente en la vida de la sociedad.> En efecto, estima esta Sala que

78
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Voto 3905 de las 14:44 horas del 21
de marzo de 2007.

70
es contrario a la ideología constitucional (normas, principios y valores del
Derecho de la Constitución) que exista una ley que permita un trato diferente
a personas que jurídicamente se encuentran en igualdad de condiciones,
como sucede con las y los condenados a pena privativa de libertad como
consecuencia de la comisión de un delito. En el caso que se somete a
conocimiento de este Tribunal Constitucional, con el agravante que la ley
deja al arbitrio de la Caja Costarricense de Seguro Social la aplicación de
esa excepción que consiste en la no la inscripción en el Registro Judicial de
Delincuentes de las sentencias condenatorias dictadas en los juicios a los
que se refiere su Ley Constitutiva, mientras que a todas las demás
personas, igualmente condenadas por conductas tipificadas como delito, se
les debe anotar el antecedente penal en el Registro Judicial de Delincuentes
según establece la Ley N° 6723 del tres de marzo de mil novecientos
ochenta y dos <Ley del Registro y Archivo Judiciales>. Se crea, con esa
posibilidad legal, un privilegio odioso a favor de algunas personas al
eximirlas, con fundamento en el arbitrio de un ente público ajeno al Poder
Judicial y sin justificación objetiva alguna, de una de las consecuencias del
fallo condenatorio que apareja la comisión de todos los demás delitos que
contempla nuestro Ordenamiento Jurídico Penal, en detrimento de los fines
que cumple en nuestro Ordenamiento Jurídico el Registro Judicial de
Delincuentes”.

Con base al anterior Voto, es obligación entonces para todos los juzgadores
solicitar la inscripción en el Registro Judicial de Delincuentes a todos los
actores responsables del Delito de Retención de las Cuotas Obreras.

IV.- PROPUESTA DE REFORMA.

Con base a las observaciones que hemos realizado durante el presente


estudio consideramos oportuno reformar el artículo 45 de la LCC para en

71
adelante diga:

“Constituirá retención indebida y se sancionará con prisión, al empleador


que, dentro de los veinte días naturales siguientes al cierre mensual,
omitiere el depósito total o parcial del importe de las cuotas obreras
establecidas en esta ley que hubiere retenido.

1.- Será reprimido con prisión de dos meses a tres años, siempre que el
monto no ingresado sea inferior a diez veces el salario base (*)
2.- Será reprimido con prisión de cuatro a diez años cuando el monto no
ingresado excediere de diez veces el salario base.

De previo a la denuncia, en sede administrativa, la Caja deberá prevenir al
empleador que, dentro del plazo máximo e improrrogable de 10 días
naturales, cancele los montos que ha retenido. En caso de omisión de
cumplimiento de dicha prevención, se procederá a interponer la denuncia
respectiva en sede penal.
Cuando el empleador fuere una persona jurídica, se impondrán la pena a su
representante legal.”
(*) Salario base según el artículo 1º de la ley Nº 7337 de 5 de mayo de
1993.”

72
V.- CONCLUSIÓN.
Consideramos que una vez analizado el delito establecido en el artículo 45
de la LCC, surgen una serie de dudas respecto de su verdadero alcance.
En efecto, se requerirá que la jurisprudencia desarrolle cuál es la naturaleza
de este delito, si es dependiente del delito de retención indebida regulado en
el 223 del Código Penal y, por consiguiente, requiere de una prevención en
sede judicial, o si por el contrario es un delito autónomo y autosuficiente que
modifica radicalmente la forma en que venía operando la figura para
establecer una retención indebida carente de prevención en sede judicial.

A manera de reflexión, consideramos que, de ser considerado una figura


autónoma, tesis por la cual nos inclinamos, se pudo haber realizado un
craso error con la reforma.

El delito de retención de cuotas obreras ha venido funcionando en la práctica


como un elemento de prevención con gran poder, pues la amenaza de que
se pueda sancionar con prisión ha tenido un impacto importante,
especialmente cuando se verificaba la prevención judicial.

Sin embargo, si el delito se configura con el solo hecho de la mora, podría


aumentarse el número de sanciones penales, que sin duda no es el objetivo
que persigue la CCSS con este artículo.

Parece obvio que la finalidad es simplemente una forma de coaccionar para


lograr el pago. Asimismo, los procedimientos administrativos para poder
proceder en estos casos deben ser establecidos con precisión especial,
máxime tomando en cuenta las reforma en materia procesal penal,
especialmente en lo atinente al principio de oportunidad. Puede ser este
modelo el cual sustituya la prevención, es decir aun cuando se configure el

73
delito, una vez satisfechas las pretensiones de la CCSS, puede
desestimarse con base a este criterio.

Queda trabajo por realizar y se requiere un mayor análisis de las autoridades


judiciales y administrativas para que se determinen con certeza los
procedimientos a seguir y que se pueda evitar la incertidumbre que ahora
nos ha heredado este análisis. Finalmente, proponemos una reforma legal
que viene a palear, desde nuestra perspectiva, algunos de los problemas
que hemos vislumbrado en este estudio.

74
VI.- BIBLIOGRAFÍA

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- Declaración de Filadelfia. Organización Internacional del Trabajo. Biblioteca


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09:54 horas 16 de octubre de 1998

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las 15 horas del veinte de julio de 1993.

- Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Voto N°6365-98 de


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14:44 horas del 21 de marzo de 2007.

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del 18 de junio de 2006.

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horas del 20 de junio de 1997.

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horas del 10 de setiembre de 2004.

- Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°1060-02 de las


09:40 horas del 25 de octubre de 2002.

- Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto 526, de las 9:45 horas
del 16 de septiembre de 1993.

- Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°116 de las 10:18 del
20 de febrero de 2004.

- Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°772 de las 10:15


horas del 18 de agosto de 2006.

- Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. Voto N°44 de las 10:05


horas del 25 de enero de 1991.

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2008.

- Tribunal de Casación Penal. Voto 936 de las 10:00 horas del 22 de


setiembre de 2003.

80

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