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1.- EL ÁTOMO.
1.8.- Ejercicios…………………………………….................................. 24
1.1.- Introducción.
Desde la aparición de la teoría atómica de Dalton, han sido muchas las experiencias que han dado la
evidencia de que los átomos no eran indivisibles, sino que estaban formados por partículas
subatómicas; y estos descubrimientos dieron lugar a la elaboración de modelos teóricos a cerca de la
estructura del átomo.
En este tema vamos a conocer a fondo cómo es el átomo, describiendo las experiencias y los modelos
atómicos que surgieron a lo largo de la historia.
1.2.1.- El electrón.
Si en un tubo de rayos catódicos introducimos un gas a muy baja presión y le aplicamos un alto voltaje
entre los electrodos, se observa la formación de unos rayos que van del cátodo al ánodo (rayos
catódicos).
Se trataba de partículas materiales ya que si colocábamos en su trayectoria un molinillo de aspas muy
finas, éstas giraban al chocar sobre ellas los rayos catódicos y además tenían que ser de carga negativa
puesto que se dirigían al polo positivo y podías ser desviados por la acción de campos magnéticos.
Si en el tubo se aplicaba el vacío el fenómeno también ocurría. A estas partículas se las llamó
electrones.
Sea cual fuese el material del cátodo o el gas del tubo, las partículas emitidas eran siempre las mismas,
lo que llevó a la idea de que los electrones eran un constituyente fundamental de todos los átomos.
Años más tarde, en 1909, Millikan, mediante un famoso experimento a través de campos eléctricos y
magnéticos, pudo determinar que:
El descubrimiento de los electrones y de los rayos catódicos supuso toda una revolución ya que ponía
en evidencia que la teoría atómica de Dalton podía tener fallos: los átomos no eran indivisibles sino que
estaban formados por partículas más pequeñas. Pero, todo ésto planteó nuevos interrogantes: ¿cómo era
el átomo en su interior?, ¿cuál era su estructura?
"El átomo está constituido por una esfera material, pero de carga
eléctrica positiva, dentro de la cual se encontraban embebidos los
electrones necesarios para neutralizar dicha carga y distribuidos en
una ordenación que depende del elemento correspondiente".
Este modelo explicaba el fenómeno de los rayos catódicos ya que
el átomo así constituido desprendía electrones al provocar una
diferencia de potencial elevada entre los electrodos del tubo de
rayos catódicos.
1.2.3.- El protón.
Si la materia es eléctricamente neutra y está compuesta por partículas de carga negativa, (electrones),
es de esperar que también existan partículas de carga positiva. La primera evidencia experimental de la
existencia de dichas partículas fue dada por Goldstein en 1886 usando también un tubo de descarga de
gases en el que se habían practicado unos orificios en el cátodo (polo negativo).
Más tarde se demostró que dichas partículas estaban cargadas positivamente y que su relación c/m
dependía del gas utilizado en las experiencias.
La explicación de todos estos fenómenos, era la siguiente: al aplicar un alto voltaje al tubo se
desprenden electrones del material que forma el cátodo dirigiéndose hacia el ánodo (polo positivo).
Algunos de los electrones chocaban por el camino con las partículas del gas, de las que se desprenden a
su vez electrones, quedando las partículas del gas cargadas positivamente y dirigiéndose hacia el
cátodo (rayos canales). Se demostró que la más pequeña de estas partículas tenía aproximadamente la
misma masa que 1 u.m.a. y una carga positiva de igual magnitud que la del electrón. A esta partícula se
la llamó protón.
A principios del siglo XX ya se sabía que el átomo estaba constituido por dos partículas: el electrón (e-)
y el protón (p+).
En 1906 Rutherford llevó a cabo un experimento para comprobar la veracidad del modelo de Thomson,
para ello, bombardeó con partículas alfa, "α", (núcleos de átomos de He, es decir, partículas con dos
cargas positivas), una lámina de oro de unos 500 Å de espesor.
Según el modelo de Thomson, al tener el átomo la carga positiva uniformemente repartida por todo el
volumen del átomo y ser de densidad muy baja, sólo debería ejercer débiles fuerzas eléctricas de
repulsión sobre las partículas alfa y por lo tanto deberían pasar todas sin sufrir modificaciones
significativas de su trayectoria, sin embargo, Rutherford se encontró con un hecho sorprendente:
a) La mayoría de las partículas, efectivamente, atravesaban la lámina de oro sin desviarse, pero lo
sorprendente del experimento era que:
b) unas pocas se desviaban de su trayectoria y muy pocas incluso rebotaban (una de cada 8000 se
desviaba más de 90º con respecto a su trayectoria inicial). El mismo Rutherford describe su
asombro ante tal resultado con estas palabras: "...Esto era lo más increíble que me había ocurrido en
mi vida. Tan increíble como si dispararas un proyectil de 15 pulgadas, contra una hoja de papel de
seda y rebotara de vuelta hacia ti”
Para explicar este fenómeno, Rutherford, en 1911, emitió una serie de hipótesis acerca de la estructura
interna del átomo:
1.2.5.- El neutrón.
Ya en 1920, el mismo Rutherford, supuso que el núcleo de los átomos estaba constituido por protones y
además parejas protón - electrón, que denominó neutrones. Sin embargo, fue en 1932 cuando, al poder
determinar con mayor precisión la relación carga / masa de algunos iones, James Chadwick pudo
demostrar la existencia de un tercer componente del átomo, el neutrón, que no poseía carga eléctrica y
tenía una masa similar a la del protón.
Si dos átomos poseen el mismo número atómico Z, pertenecen al mismo elemento. Es decir, que un
elemento queda perfectamente definido dando su número atómico; sin embargo, para dar más
información, también se suele dar el número másico, representándose de la siguiente manera:
por ejemplo:
13
C 6 protones, 6 electrones y 7 neutrones
14
C 6 protones, 6 electrones y 8 neutrones
14
N 7 protones, 7 electrones y 7 neutrones
con frecuencia, como vemos, el número atómico se omite, ya que al dar el símbolo del elemento
queda perfectamente definido.
Los isótopos son átomos de un mismo elemento, (por tanto, igual número atómico) con distinto
número másico A, es decir, poseen diferente número de neutrones en su núcleo.
1.3.1.- La radiactividad.
Becquerel en 1896 descubrió, de forma casual, que ciertas sales de Uranio emitían espontáneamente
radiaciones. Mediante campos magnéticos, se vio que había tres tipos de radiaciones:
α (alfa): Se trata de partículas positivas que
hoy se sabe que son núcleos de átomos de He.
Poseen poca energía y no pueden atravesar una
simple hoja de papel. Rutherford utilizó estas
partículas α en su experimento, procedentes de
la desintegración radiactiva del Polonio.
ß (Beta): Son partículas, cargadas
negativamente, de propiedades similares a los
rayos catódicos. Son, por tanto, electrones.
Poseen una energía media y se detienen con una
plancha de aluminio de un milímetro.
γ (Gamma): No tiene carga ni masa. Es
energía pura similar a la luz pero de longitud de
onda más pequeña. Para detenerla necesitamos
una capa de plomo de unos 22 cm de ancha.
La radiactividad natural es debida a la ruptura espontánea de los núcleos. Una indicación de la
estabilidad de estos núcleos, es la relación neutrón/protón (N/P). Para los 20 primeros elementos, la
relación es aproximadamente 1 y a partir de masa atómica 40, los núcleos se van enriqueciendo de
neutrones para neutralizar la repulsión de los protones (por ejemplo, el isótopo 238 del Uranio tiene 92
protones y 146 neutrones).
A pesar de esto, los núcleos más abundantes poseen una relación N/P inferior a 1,2 y no se hallan
núcleos estables con N/P superior a 1,6. Sin embargo, a partir del número atómico 83, la repulsión de
los protones es tan grande, que neutrones adicionales ya no pueden estabilizar el núcleo, y estos
núcleos muy pesados se descomponen espontáneamente ya sea con radiación α, ß y/o γ.
Soddy formuló las siguientes leyes que rigen los procesos de desintegración radiactiva:
1. Cuando un núcleo emite una partícula α, su número másico disminuye en 4 unidades y su número
atómico en 2.
2. Cuando un núcleo emite una partícula ß, su número másico no se modifica y su número atómico
aumenta en una unidad.
3. Cuando un núcleo emite una partícula γ, no varía ni su número másico ni su número atómico, sólo
pierde cierta cantidad de energía (que debe ser múltiplo de un cuánto de energía).
La estructura de los núcleos puede perturbarse artificialmente bombardeándolos con neutrones u otras
partículas y se producen entonces núcleos inestables que se descomponen espontáneamente emitiendo
radiaciones α, ß y γ, es la llamada radiación artificial. Así se han obtenido isótopos radiactivos de casi
todos los elementos. Algunos de ellos tienen aplicaciones de interés científico, por ejemplo:
a) El electrón del átomo de Hidrógeno describe una órbita circular alrededor del núcleo.
b) En el átomo, el electrón sólo puede estar en ciertos estados permitidos (determinadas órbitas). Cada
una de estas órbitas tiene una energía fija y definida.
c) El menor estado energético en el que el e- puede encontrarse se llama estado fundamental. Cuando
el e- se encuentra en un estado energético más elevado (estado excitado), puede "saltar" a otro
menor emitiendo un cuanto de energía h.υ, correspondiente a las diferencias de energías de los dos
estados.
d) Sólo pueden existir aquellos estados del movimiento electrónico cuyo momento angular (m.v.r), sea
múltiplo de h/2π.
Esto indica que la energía sólo puede tener ciertos valores, es decir, está cuantificada, y en cualquiera
de las órbitas permitidas se debe cumplir que la fuerza centrípeta que actúa sobre el e-,(me.v²/r), sea
igual a la fuerza de atracción electrostática (K.e²/r²). Bohr realizó una demostración matemática muy
compleja para comprobarlo pero que escapa de nuestro nivel; la expresión que desarrolló permitió
obtener los radios de las órbitas permitidas. Definió “n” que es el número cuántico principal y puede
tomar valores enteros positivos desde 1 hasta infinito.
Para comprender el modelo atómico de Bohr hay que tener presente dos cosas:
a) No todas las órbitas son posibles. como vemos a medida que el número cuántico principal
aumenta, el radio crece de forma cuadrática, es decir, que las órbitas están cada vez más
alejadas unas de otras conforme nos alejamos del núcleo.
Modelo atómico de Bohr. Estableció que el electrón se mueve en orbitas definidas en torno al núcleo.
El modelo atómico de Bohr constituyó la primera explicación cuantitativa del átomo, pero para ello
hubo que abandonar los principios de la mecánica clásica (energía está cuantizada). Por ello la teoría de
Bohr es la primera teoría cuántica del átomo. Sin embargo, el átomo de Bohr no es capaz de explicar
los espectros de átomos plurielectrónicos, tan solo explica el del átomo de hidrógeno.
Todas estas ideas se resumen diciendo que tanto la energía como la materia son discontinuas. Algunas
de las teorías que surgieron de la mecánica cuántica son:
A partir de todo esto el modelo atómico de Bohr debería considerarse incorrecto puesto que con él
podía medirse con exactitud la posición y la velocidad del electrón (radio y energía de la órbita).
Actualmente no se habla de órbitas sino de zonas donde es probable encontrar al electrón. A dichas zonas
se las llama orbital atómico y se definen como la zona del espacio que encierra entre un 90 y un 99% de
la probabilidad de encontrar el electrón en un estado energético constante.
c) Ecuación de Schrödinger: Como todas las partículas pueden comportarse como ondas se pensó en
describir al electrón mediante las ecuaciones matemáticas de las ondas. El primero que lo hizo fue
Schorödinger en 1927 (mecánica ondulatoria).
Cuando se soluciona un problema en mecánica clásica se obtiene la posición y velocidad de un objeto, sin
embargo en mecánica ondulatoria la solución viene dada por funciones de onda Ψ. Dicha función de ondas
no tiene significado físico real, sin embargo, su cuadrado (Ψ2) es una medida directa de la probabilidad de
encontrar al e- en una determinada región del espacio. En consecuencia, las representaciones de los
cuadrados de las funciones de onda, constituyen una expresión matemática del orbital atómico. En el punto
siguiente tienes algunas de las citadas representaciones.
Cada función de onda viene determinada por una serie de números cuánticos y sólo son permitidas las
funciones de onda de determinados conjuntos de números cuánticos que sirven también para definir el
orbital atómico. Estos números cuánticos son tres:
El número cuántico principal y el secundario determinan conjuntamente la energía del orbital en un átomo.
La forma de nombrarlos es, o bien a través de sus números cuánticos, o bien colocando en primer lugar el
valor del número cuántico principal, después la letra asignada para el valor del número cuántico
secundario y a continuación la letra o letras de los ejes coordenados del espacio como subíndice; por
ejemplo:
n = 1, ℓ = 0, m = 0 (1, 0, 0) orbitales 1s
n = 3, ℓ = 2, m = 1 (3, 1, 1) orbitales 3pz
n = 5, ℓ = 2, m = -2 (5, 2, -2) orbitales 5dxy
Es importante recordar que no todas las posibilidades de números cuánticos están permitidas, sólo aquellas
que cumplen los rangos de validez de cada uno de ellos, por ejemplo, estos tríos de números cuánticos no
podrían representar a un orbital de un átomo:
Para n = 2 existen cuatro orbitales, de acuerdo con el rango de validez de los números cuánticos:
Los orbitales designados por una misma letra son parecidos, así los 1s son parecidos a los 2s, pero como n
es mayor los orbitales son más grandes. A continuación tienes una representación gráfica de algunos de los
orbitales atómicos antes descritos:
En 1928, Dirac, al combinar la teoría cuántica con la teoría relativista, introdujo un cuarto número cuántico
para designar al electrón:
Los electrones de spines opuestos, como dos imanes colocados paralelamente y de sentido opuesto, se
atraen, compensando las fuerzas de repulsión electrostática, quedando éstos apareados. Por otro lado,
los electrones de spines paralelos, al igual que dos imanes colocados paralelamente y en el mismo
sentido, se repelen. Es imposible aparear dos electrones del mismo spín por las repulsiones de las
fuerzas eléctrica y magnética.
Para determinar a un electrón, hay que indicar el orbital atómico en el que se encuentra y su spín, es decir,
hacen falta cuatro números cuánticos:
Como en cada capa hay n² orbitales, en cada una de ellas cabrán un máximo de 2n² electrones:
Nº cuántico principal “n” 1 2 3 4 5 ... n
Nº de orbitales 1 4 9 16 25 … n2
Nº de electrones 2 8 18 32 50 … 2n2
La mecánica cuántica se basa en asignar una función de onda a los electrones de los átomos para describir
su movimiento y estado energético. Dicha función de ondas, se puede escribir para todos los átomos
plurielectrónicos, pero sólo se ha podido resolver para el átomo de hidrógeno dada su sencillez (sólo un
protón en el núcleo y un electrón en la corteza).
Esta imposibilidad en la resolución de la función de onda, surge de la gran complejidad matemática que
resulta debido a la interacción de varios electrones y protones entre sí, por eso, se han tenido que resolver
mediante aproximaciones.
Una vez conocidos los orbitales atómicos de un átomo, sólo nos hace falta saber cómo son ocupados éstos
por los electrones en estado fundamental o de mínima energía. A este proceso se le llama hallar la
configuración electrónica de un átomo. Para ello, hay que seguir una serie de reglas:
la del ion sodio Na+ (al tener carga +1, tendrá un electrón menos):
la del hierro:
y la del bromo:
La configuración electrónica sirve para conocer los e- que hay en la última capa, y ésto es muy importante
ya que, átomos de configuración electrónica de última capa similar tienen propiedades químicas parecidas.
De hecho, la ordenación de los elementos en el sistema periódico actual se basa en las configuraciones
electrónicas.
Hay algunas excepciones. Por ejemplo el Cr (Z=24) debería ser 4s2 3d4 y, sin embargo, en realidad es 4s1
3d5 debido a que los orbitales 4s y 3d son de energías muy parecidas y la energía debida al
desapareamiento de los e- compensa. Lo mismo les ocurre a los que poseen 9 e- en los 5 orbitales d.
a) Elementos “normales” - ns1 ns2 np1 ........np5 cada uno de estos grupos o familias de elementos
tienen un nombre característico:
Los elementos de la diagonal se llaman semimetales. La clasificación no es tan clara en las proximidades
de la diagonal.
La energía de ionización, o también llamada potencial de ionización, es la mínima energía necesaria para
arrancar a un átomo en estado gaseoso su electrón más externo (el más débilmente unido a él). Las
ecuaciones que rigen este proceso son:
ya que costará menos arrancar un electrón a un átomo neutro que a un átomo cargado positivamente, con
defecto de electrones. Hay que tener en cuenta que en el momento en el que se vacía una subcapa, y se
separa el primer electrón de la subcapa inmediatamente inferior, se produce un salto pronunciado de la
energía de ionización, por ejemplo:
los valores están dados en eV (electrón-voltios), que es la energía de un electrón acelerado a través de una
diferencia de potencial de un voltio y que equivale a 1,602 •10-19 J.
Influyen tres factores en la energía de ionización:
a) Número atómico: a mayor número atómico, (más protones), mayor será la energía necesaria para
ionizarlo.
b) Radio atómico: a mayor distancia la fuerza de atracción entre el núcleo y el e- disminuye y, por lo
tanto, la energía de ionización disminuirá, ya que será más fácil arrancarlo.
c) Orbitales atómicos completos o semicompletos, ya que dan estabilidad al átomo y por lo tanto costará
más arrancarle un electrón.
por estas tres razones, con algunas excepciones, la energía de ionización varía a lo largo del Sistema
Periódico de la siguiente manera:
b) En un mismo período, en general, aumenta a medida que nos desplazamos hacia la derecha, ya que
los elementos allí situados tienen tendencia a ganar electrones y por lo tanto costará mucho más
arrancarlos que a los de la izquierda que, al tener pocos electrones en la última capa les costará mucho
menos perderlos.
mientras que la AE1 es generalmente una energía desprendida, es decir, negativa, la AE2 es siempre
energía absorbida, ya que el segundo electrón a captar es repelido por el anión formado al haber captado
ya el primero. El hecho de que la primera energía de afinidad electrónica sea generalmente una energía
desprendida, significa que el anión formado es más estable que el átomo neutro. Esta situación es bastante
probable para los elementos situados a la derecha de la tabla periódica (a excepción de los gases nobles) ya
que estos tienen tendencia a ganar electrones para adquirir configuración electrónica de gas noble. Por el
contrario, los situados a la izquierda, tendrán una baja afinidad electrónica ya que lo que tienen tendencia
es a perder electrones y no a captarlos.
En un grupo suele aumentar a medida que disminuye el
número atómico, ya que al ser átomos más pequeños, el
electrón que se capta queda más influenciado por la
cercanía del núcleo.
El método más efectivo para medir el radio de un átomo consiste en determinar, por difracción de rayos X,
la distancia internuclear que existe dos elementos que forman un enlace covalente simple en estado
gaseoso y dividirla por la mitad, tal y como muestra la figura de la derecha.
En el caso de los elementos metálicos, la distancia internuclear se determina por el mismo procedimiento
pero sobre la estructura cristalina de la sustancia metálica.
Sin embargo, en los períodos largos, esta atracción es compensada por el llamado efecto de
apantallamiento de los e- que consiste en que a medida que se van llenando los niveles periféricos, las
repulsiones entre los e- aumentan, con lo que los e- periféricos no experimentan tanta atracción por el
núcleo. y quedan más sueltos aumentando, por lo tanto, el radio del átomo.
a) El radio de un catión, ión positivo, es menor que el del átomo neutro del mismo elemento, ya que al ser
menor el número de electrones, aumenta la carga efectiva del núcleo que atraerá más a los electrones
restantes por lo que su tamaño disminuirá.
b) El radio de un anión, ión negativo, es mayor que el del átomo neutro del mismo elemento, ya que al
tener un electrón más, la carga efectiva del núcleo disminuirá y habrá una mayor repulsión entre los
electrones, por lo que el radio aumentará.
Un caso especial supone la comparación del radio de especies que tienen el mismo número de electrones,
por ejemplo:
Podríamos pensar que al tener las tres especies el mismo número de electrones, deberían tener el mismo
volumen, sin embargo no es así, ya que el número de protones que hay en el núcleo no es el mismo. La
especie Na+, por el hecho de tener más protones en el núcleo (11), atraerá con más fuerza a los 10
electrones y por lo tanto será el más pequeño, mientras que el F- será más grande, es decir:
Los estados de oxidación (valencias), están en relación con la configuración electrónica de los elementos,
por lo tanto, también variaran de forma periódica.
Los estados de oxidación más importantes corresponden a la pérdida o ganancia de e- para conseguir una
configuración electrónica de gas noble, (ocupación total de los orbitales s y/o p).
Un caso interesante es el de los elementos del grupo IIIA, que tienen una configuración electrónica ns² np1.
En teoría los cationes más estables serían los formados por la pérdida de 3 e-, Al3+, Ga3+, lo que es cierto,
pero a medida que aumenta el número atómico, aumenta la tendencia a eliminar sólo el e- p, hasta el punto
que en el Tl la valencia más importante es +1.
En otros grupos ocurre lo mismo, Pb2+ es más estable que Pb4+, mientras que el Si y el Ge actúan siempre
como tetravalentes.
A partir del grupo Va se advierte la tendencia de los elementos a formar iones negativos sobre todo en los
elementos superiores; N y P captan 3 e- para adquirir configuración electrónica de gas noble, sin embargo,
en el As este estado de oxidación no tiene importancia y en el Bi ni siquiera existe.
Para los elementos de transición este estudio es mucho más complejo debido a la gran variedad de estados.
El estado máximo de oxidación corresponde al catión con carga positiva igual al número del grupo al que
pertenece, por ejemplo Cr+6, (VIb).
Los estados de oxidación inferiores son más estables en el primer periodo largo, (Fe+2, Fe+3), y a medida
que bajamos en el grupo, el estado de oxidación mayor se hace más estable:
A continuación, (en la página siguiente) te presentamos una tabla periódica con algunas de las propiedades
que te hemos comentado.
1.7.6.- Electronegatividad.
Es un concepto que trata de sintetizar los dos anteriores. Mide la tendencia que posee un átomo para atraer
hacia sí el par, o los pares, de electrones que comparte con otro a través de un enlace covalente.
La electronegatividad está relacionada con el carácter metálico o no metálico de un elemento; así, los
elementos de alta electronegatividad serán No metales y los de baja electronegatividad metales.
1.8.- Ejercicios
1. Indique las similitudes y/o diferencias que pueden existir en los siguientes casos:
a) Los átomos del mismo isótopo de oxígeno, de número atómico (Z = 8) y número másico
(A = 17)
b) Los átomos de los tres diferentes isótopos de oxígeno.
c) Los átomos de elementos diferentes, que tienen número másico idéntico.
a) Mg2+ (Z = 12)
b) P (Z = 15)
c) S2- (Z = 16)
4. Establezca los valores que pueden tomar los números cuánticos l, ml y ms, cuando el número
cuántico principal, n, tiene el valor de 3.
5. Encuentre los valores de n y l para el último electrón, de tres elementos en los siguientes grupos de
la tabla periódica:
a) 1 (I A)
b) 4 (IV B)
i. [Ne] ↓↓ ↓ ↓ ↓
ii. [Ne] ↓ ↑↓ ↑ ↑
iii. [Ne] ↑↓ ↑ ↑ ↑
iv. [Ne] ↑↓ ↑↓ ↑
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Indique
a) ¿Cuál de estas configuraciones es la correcta?
b) ¿Cuáles son las razones de que las otras configuraciones electrónicas sean incorrectas?
8. Explique en qué consistió el experimento de Rutherford y mencione cuáles fueron sus conclusiones.
Dr. QF. Mario Avila Garrido 24
Universidad Finis Terrae Bioquímica I
TABLA PERIÓDICA
10. De la siguiente lista de elementos: Na, S, Co, Cl, Ni, Br, Ne y Ag. Indique qué elementos tienen
propiedades no metálicas.
11. De la siguiente lista de elementos: Li, P, Br, As, F, C y Sn. Orden de mayor a menor, con respecto a
la electronegatividad.
12. Indique cuales de los siguientes elementos se comportarían como buenos conductores de la
corriente eléctrica: K, I, Se, Rb, Br y Cs. Justifique.
13. Indique qué elemento posee una mayor electronegatividad entre los siguientes pares de elementos.
Fundamente su respuesta:
a) Cl, Na d) N, Sn
b) Rb, S e) B, Sr
c) Be, I f) O, Sb
14. Ordene los siguientes iones, de mayor a menor tamaño: Se2-, I-, Cs+, Mg2+, Pb2+, K+, Fe2+, O2-.
15. Indique qué ion posee un mayor radio iónico, entre los siguientes pares de iones. Fundamente su
respuesta.
16. De los siguientes iones: F-, Cl-, O2-, K+ y Al3+. Indique cuál presenta el radio iónico más pequeño.
Fundamente su respuesta.
17. Realice un cuadro comparativo entre las principales características de metales y no metales
(mencione al menos cuatro).