MIÉRCOLES, 14 MAYO 2008
Baltasar Porcel
Pilar Rahola
Apología terrorista en Barcelona
N
egociar no sirve, la ocupación
sólo se termina con lucha ar-
mada”. No rescato esta frase
de algún panfleto del IRA, de
ETA, o de las FARC colombianas. Pero
cualquiera de ellos podría haberla dicho,
plenamente coincidentes con su filosofía
del “viva la muerte”. Tampoco se trata de
unas declaraciones hechas al amparo de
la clandestinidad, con pasamontañas y es-
tética de guerrillero. No. La frase en cues-
tión es una de las perlas que nos está rega-
lando estos días Leila Jaled, famosa terro-
rista palestina de los años setenta,
que ha sido invitada a
nuestro país, para
dar conferencias so-
bre la causa palesti-
na. Que esta mujer, di-
rigente de la organiza-
ción marxista-leninista
(parece mentira, pero
aún hay) Frente Popular
de Liberación de Palesti-
na (FPLP), creada por Georges Haba-
che en 1967, tan radical que incluso
consideraba a Arafat un “flojo” y cau-
sante, ella misma, de actos terroris-
tas, defienda el terrorismo, no es nin-
guna sorpresa. De hecho, para quie-
nes conocemos su biografía y su retó-
rica, la expresión aún resulta recata-
da. La cuestión no es, por desgracia,
que en Palestina haya personas que
defiendan poner bombas en escuelas,
en autobuses, en una boda..., con la
única finalidad de matar civiles de
forma indiscriminada, para sembrar
el terror. La cuestión es que este tipo
de personajes, execrables para su pro-
pio pueblo, reciban el amparo de or-
ganizaciones catalanas, sean invitados
con dinero público, y puedan dar conferen-
cias donde se respire una evidente apolo-
gía del terrorismo. De los muchos palesti-
nos que podía invitar el Consell de la Jo-
ventut de Barcelona, que es quien organi-
za el acto, a los preclaros miembros del
Consell se les ocurrió invitar a una de las
voces más cargadas de odio de la historia
de Palestina, solo superable por algún diri-
gente de Hamas. Lo más trágico es que el
partido de Leila Jaled, que está calificado
formalmente como terrorista por la Unión
Europea y por el Departamento de Estado
norteamericano, ha defendido siempre el
terrorismo europeo, y sus relaciones con
el IRA son históricas. Es decir, para con-
Miquel Siguan
El precio del gladiador
C
uando la antigua Roma se con-
virtió en cabeza de un imperio
atrajo a gente de muchas par-
tes que acabó por formar una
ciudadanía numerosa e inquieta que con
frecuencia se amotinaba y frente a la cual
los emperadores adoptaron la acreditada
política del “pan y circo”, en su caso re-
partos gratuitos de trigo y espectáculos
frecuentes en el Coliseo, y entre estos es-
pectáculos, los combates entre gladiado-
res, individuales o por equipos, ocupaban
un lugar principal. Los combates eran
emocionantes en su desarrollo y no diga-
mos por su final cuando el público exten-
diendo las manos con el pulgar alzado
perdonaba la vida del vencido o con el
pulgar hacia abajo autorizaba al vence-
dor a rematarlo.
Existían escuelas de gladiadores que
compraban esclavos jóvenes, los entrena-
OPINIÓN
cretar el caso y el escándalo, en Barcelona,
y gracias al amparo de instituciones como
el Ayuntamiento de Barcelona y la Conse-
lleria d'Interior de la Generalitat, hoy se
podría dar una conferencia que justificara
y defendiera el terrorismo, como vía para
resolver los conflictos. Dalia Levinshon, la
presidenta de la Federación de Comunida-
des Judías de España, ha pedido a la fisca-
lía que actúe, no en vano es inimaginable
que en un país con un grave problema de
ASTROMUJOFF
terrorismo se puedan hacer actos de esta
naturaleza. También ha protestado la
JNC, en un indignado comunicado, donde
pide la retirada de los fondos públicos de
este acto.
La pregunta, conocidos los hechos, es
tan simple como antipática: ¿después de
Leila Jaled, el bonito Consell de la Joven-
tut de Barcelona invitará a algún etarra
para hablar de la necesidad de la lucha ar-
mada? Y, más aún, ¿cuándo considera el
Consell que es terrorismo, y cuándo es
lucha armada? ¿Depende de si nos matan
a nosotros o matan a otros? ¿Matar a israe-
líes es épico, y matar a españoles es trági-
ban para la lucha y luego los revendían a
buen precio a los propietarios de los dife-
rentes equipos que competían en el Coli-
seo romano. El prestigio de estos luchado-
res era muy grande, tenían partidarios
apasionados y se decía que había señoras
de la aristocracia ligeras de cascos que
ofrecían fortunas por pasar la noche con
un gladiador antes de que este afrontase
la muerte a la mañana siguiente. Y había
gladiadores famosos que, antes de que en-
vejeciesen, eran revendidos a buen pre-
cio a los circos de otras ciudades del impe-
rio romano.
Los espectáculos del circo se mantuvie-
ron durante varios siglos pero la oposi-
ción del cristianismo naciente acabó por
eliminarlos. Luego, en la edad media, hu-
bo también enfrentamientos armados
convertidos en espectáculo, los torneos,
pero eran entre caballeros y en principio
co? La verdad, todo esto da bastante asco.
El escándalo, en este caso, deriva hacia
preguntas de calado sobre el Consell de la
Joventut de Barcelona. Este organismo
fue creado, en principio, para agrupar a
las entidades que trabajan en el ámbito de
la juventud y que intentan conocer y resol-
ver sus problemas. Para ese fin, recibe
una interesante ayuda pública, que le per-
mite organizar actos notoriamente caros,
como el que hoy nos ocupa. Sin embargo,
¿qué tiene que ver con los problemas de la
juventud de Barcelona, la posición radical
de la dirigente de una organiza-
ción terrorista palestina? ¿Es
función de este organis-
mo, dedicarse a pro-
yectar una visión sec-
taria de un complejo y
externo conflicto béli-
co? ¿Es el Consell de la
Joventut, una embajada
palestina, versión radi-
cal? ¿Cómo parará el Con-
sell, a partir de ahora, las peticiones
de otros líderes terroristas, que quie-
ran pasar una bonita tarde en Barcelo-
na? ¿Conocía el alcalde Hereu, y el
conseller Saura, la naturaleza de la in-
vitada a los actos de Palestina al cor
que organiza dicho Consell, y que
ellos financian? ¿Cómo explicarán to-
do esto a las autoridades israelíes,
cuando pidan una conferencia de
paz? Y aterrizando en el surrealismo,
¿el conseller Saura enviará a los Mos-
sos, si lo ordena la fiscalía, a vigilar
un acto que su departamento ayuda
económicamente a organizar? Más
que surrealista, es delirante.
Como delirante es la visión de
una izquierda lunática que confun-
de la solidaridad con el todo vale nihilista,
y que cree que defender la causa palestina
es defender las bombas palestinas. En su
torticera visión del conflicto, no se dan
cuenta de que muchos padres palestinos
se horrorizan ante la idea de que sus hijos
sean captados por el terrorismo. Pero este
es otro tema. El de hoy es que, con dinero
público, en la ciudad de Barcelona, diser-
tará alguien que secuestraba aviones, que
defiende el terrorismo y que no cree en
una salida negociada. Si esa es la idea que
tiene el Consell para inculcar valores a la
juventud, es para tirar de la cadena.c
www.pilarrahola.com
al caballero derribado se le perdonaba la
vida. En la actualidad el enfrentamiento
como espectáculo se ha confiado a los de-
portistas. Y en los espectáculos deporti-
vos el vencedor sube al podio mientras el
perdedor se marcha discretamente
Y sin embargo... Supongamos que cuan-
do un partido de fútbol entre dos “eter-
nos rivales” se pierde por los errores evi-
dentes de un jugador, la hinchada pudie-
se, bajando los pulgares o agitando los pa-
ñuelos, eliminarlo físicamente, por ejem-
plo colgándolo de una portería: ¿cuántos
aficionados dejarían de hacerlo? Y es evi-
dente que si se generalizase esta costum-
bre, el sueldo y los traspasos de los juga-
dores subirían enormemente igual como
subirían los derechos televisivos y los con-
tratos de esponsorización, de manera que
es seguro que tampoco faltarían candida-
tos a formar parte de la elite del fútbol.c
LA VANGUARDIA 21
El vozarrón,
gente e historia
M
ariano Rajoy, mostrán-
dose compungido y aje-
no a cualquier progra-
ma, va afirmando en
abstracto ante los medios que sabe
qué hacer, por lo que puede ganar
unas elecciones. Y sugiere que le ayu-
dará en la empresa un valenciano ape-
llidado González Pons.
Mientras Catalunya, al cabo de afir-
mar sin tregua que el tripartito y el Go-
vern son una olla, se lleva la sorpresa
de que sus dos máximos jerarcas se
abrazan tácticamente amenazando a
España. Carod con ese referéndum,
¿acaso separación?, del 2014, y Monti-
lla advirtiendo a Madrid que da el di-
nero que debe y deberá, o Catalunya
emparenta con Bossi.
El cual enardece Lombardía y el Vé-
neto contra “Roma ladrona” y el Mez-
zogiorno mafioso. En tal sentido, y pa-
ra no dejar en calzoncillos los princi-
pios nacionales tan esgrimidos, era ho-
ra que alguien levantara un vozarrón
catalán. Y esto después de tanto opor-
tunismo político sillonero, de votar
con hechizo el socialismo, de esa so-
ciedad civil barcelonesa que en el Cír-
culo de Economía pontifica antes de
una opípara cena; de CiU que cree
que irá adelante si arrincona a Pujol...
¿Pero Montilla y Carod pueden ha-
Montilla advierte a
Madrid que da el dinero
que debe o Catalunya
emparenta con Bossi
blar como lo hacen? El president qui-
zás no debiera exaltar tanto a Catalu-
nya, sino a un oleaje social y cultural
que cubre mucho el Barcelonès más
inserto en relaciones españolas e inmi-
grantes, en especial la ecuatoriana, ru-
mana y marroquí.
Pues con eso de Bossi, la izquierda
y así el sector cultural que bebe vien-
tos políticos, le repudiarán por fascis-
toide. Y la derecha grande le dará la
espalda con sólo que el Rey se presen-
te cordial en una recepción de tronío.
Y es que parece inútil embarcar a
esa ciudadanía en las tesis de ERC e
incluso de CiU, después de tantos
años de ser expuestas sin prender de-
masiado por arriba ni por abajo. Va-
mos, que ahí apenas ni TV3 miran, y
retrocede cuando tenía que constituir
el pivote del edificio nacional.
Y ERC debería cambiar bastante pa-
ra resultar creíble en rebeldía. Esto
que hace ahora de estar con y por la
izquierda española no es insólito, co-
mo se le reprocha, sino acorde con lo
que hizo durante la II República y la
guerra civil. Además, en los años 20
ya nació con Macià al unísono y a la
vera del socialismo catalán, que en
una década y con Comorera alumbró
el comunista PSUC.
A la par, su líder había cabildeado
en Moscú tras Kamenev, tutelado por
Andreu Nin, ambos luego víctimas de
Stalin. Mejor no fue a Macià la tentati-
va de separar Catalunya de España en
Prats de Molló y por las armas en el
marco de los pueblos oprimidos. La
acabó otro Bossi, que pese a llamarse
Garibaldi era mussoliniano.
Asuntos estos de ayer y hoy que no
juzgo, sólo constato. Lo que no sobra-
ría que hicieran Montilla y Carod en
provecho propio, y quizás de Catalu-
nya. ¿O conviene más no aclararse?c