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Autonomía y heteronomía. Instituyente e instituido.

Laboratorio de Análisis Institucional de Rosario

1. Se trata de cuatro conceptos que distinguen dimensiones importantes a la hora de


orientarse al interior de un dispositivo.

2. Autonomía, del griego autos (sí mismo) y nomos (ley, acuerdo, norma, contrato,
convención) significa “darnos a nosotros mismos nuestra propia ley” e implica todo
establecimiento de reglas en el que participen aquellos sobre los cuales estas reglas
tienen efecto. La noción de autonomía contrasta con la de espontaneidad, laissez
faire o independencia: una vez establecido colectivamente, para que podamos hablar
de autonomía, el nomos tiene que tener, para todos y cada uno, fuerza de ley, al
menos hasta una nueva instancia colectiva donde pueda ser reexaminado.

3. La heteronomía es la ley (nomos) que proviene del otro (héteros). Una situación será
heterónoma cuando quienes participen de una experiencia no participen de la
construcción de las normas que la organizan.

4. En la experiencia concreta de los dispositivos suelen encontrarse situaciones híbridas


en las cuales líneas de heteronomía y autonomía atraviesan y tensionan la
experiencia, abriendo al juego de los desanudamientos y reanudamientos de los
modos en los que se organizan las prácticas.

5. Lo instituyente será entonces aquella dimensión de apertura y reconfiguración


presente en un dispositivo, mientras que lo instituido será la estabilización que es el
fondo contra el cual el movimiento instituyente se despliega. En tanto categoría de
proceso, lo instituyente nomina las dimensiones de innovación y discontinuidad
presentes en un dispositivo mientras que, en tanto categoría de estructura, lo
instituido nomina las dimensiones de repetición y continuidad.

6. El cruce entre estas cuatro categorías permite organizar una matriz de lectura de la
experiencia:

Instituido Instituido
autónomo heterónomo
Autonomía
Heteronomía
instituyent
instituyente
e

7. Así como un movimiento de innovación que se da a sí mismo su propia ley (autonomía


instituyente) puede operar sobre la estabilización de una ley surgida del exterior o
desde una parcialidad del dispositivo (lo instituido heterónomo) también puede
operar sobre una normatividad previa construida colectivamente (lo instituido
autónomo).
8.
Del mismo modo, desde la exterioridad del dispositivo o desde una parcialidad del
mismo pueden imponerse nuevas reglas que impliquen una nueva configuración del
dispositivo (heteronomía instituyente) modificando un estado de cosas previo
autónoma o heterónomamente instituido.

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