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E aparición del Homo Sapiens hasta la actualidad. Esta historia está marcada tanto por una sucesión
gradual de descubrimientos y de nuevos inventos, como por desarrollos muy acelerados ligados a
cambios de paradigma y a periodos revolucionarios, que finalmente hacen posible la evolución
material y espiritual de la humanidad.
En la historia humana, y en oposición a la prehistoria, hay que destacar un hecho relevante convertido de
manera independiente en diferentes lugares de la Tierra: la invención de la escritura. Este hecho ha
hecho posible la existencia de un medio para difundir y preservar de manera más duradera el
conocimiento adquirido.4 5 6 La escritura, a su vez, se ha convertido en una necesidad fundamental desde
la aparición de la agricultura,7 8 del desarrollo de asentamientos estables y de la aparición del comercio.
Las civilizaciones se desarrollaron en los bordes de los grandes ríos. Una de las primeras en aparecer,
entre el 4000 y el 3000 a . C., fue la de Sumeria, en Mesopotamia, palabra que en griego significa "entre
ríos" (Ɋɚɐɍɑ, "entre" y ɎɍɒȽɊɟɑ, "riu").9 Otras civilizaciones también se desarrollaron en las orillas de los
ríos, como la de Egipto en el Nilo,10 11 12 la del valle del Indo,13 14 15 la de Caral-Supe en los ríos cortos del
desierto peruano,16 y la de la Antigua China a las orillas del Río Amarillo.17 18 19
De manera progresiva la mayoría de los seres humanos de Europa, de Asia y de África del Norte pasaron a
depender de estados organizados, proceso que también sucedió en México y en la parte occidental de
América del Sur. Poco a poco, todas las regiones y poblaciones del globo cayeron bajo la tutela de uno u
otro estado hasta que el tratado de Berlín de 1878 distribuyó los últimos territorios desocupados, a
excepción de la Antártida.20
c La Antigüedad, hasta alrededor del siglo VI, con el Oriente Medio,21 22 23 el Mediterráneo cuna de la
Antigüedad clásica, de China,24 y la India.
c La edad Media,25 26 desde el siglo VI hasta finales del siglo XV.
c La edad Moderna,27 desde finales del siglo XIV hasta 1750, que incluye el Renacimiento europeo.
c La edad Contemporánea, iniciada en 1750, con la Ilustración y la Revolución industrial, y que llega
hasta nuestros días.
]rigen de la humanidad
Paleolítico
Cráneo de un Homo erectus (Hombre erecto), es un homínido extinto, que vivió entre 1,8 millones de
años y 300.000 años antes del presente (Pleistoceno inferior y medio).35
La genética y el estudio de los fósiles muestran que el Homo sapiens apareció en África hace unos
200.000 años,36 37 después de un largo período de evolución biológica a lo largo del Paleolítico.38 39 En
aquella época, la Tierra se encontraba inmersa en una glaciación, con un clima mucho más frío del que se
vive hoy en día.40
Mucho antes, otras especies de homínidos, como por ejemplo el Homo erectus, ya utilizaban
herramientas y, con el transcurrir del tiempo, estos utensilios fueron cada vez más elaborados y
complejos.41 Es también en el paleolítico cuando se desarrolla el lenguaje y se generaliza el entierro de los
muertos.[b]42 Probablemente los entierros tuvieron como uno de sus objetivos ocultar la descomposición
de los cuerpos, e indicar una comprensión más avanzada del concepto de la muerte.
En un determinado momento, los humanos comenzaron a hacer uso del fuego tanto para calentar como
para cocinar sus alimentos.43 En esta fase, los seres humanos dependieron de la carroña, la caza y la
cosecha; eran nómadas, y no tenían la capacidad de producir su propio alimento. También se adornaban
con diversos objetos y es en este periodo cuando aparecen las primeras manifestaciones artísticas.
Hace unos 50.000 años, los seres humanos comenzaron a establecerse por todo el planeta. Primero, en
África, después llegaron a Asia Central, desde donde se dirigieron, por un lado, hacia Europa, y por el otro,
hacia América cruzando el Estrecho de Bering.44 45
La rápida colonización humana de América del Norte y de Oceanía tuvo lugar durante la glaciación, en
una época en que las actuales zonas templadas eran extremadamente inhóspitas. Al final de la última
glaciación, hace aproximadamente unos 12.000 años, el hombre ya habita casi la totalidad de las zonas
libres de hielo del mundo.46 Las últimas áreas colonizadas fueron las islas de la Polinesia, que fue ocupada
a lo largo del primer milenio de nuestra era.
Con el tiempo, la mayor parte de estas sociedades o se transformaron en estados agrícolas más
poderosos, o fueron exterminados o absorbidas por otros grandes estados; algunos grupos continuaron
sobreviviendo aislados del resto y, en la actualidad, todavía siguen existiendo en algunas regiones muy
remotas.
ál Mesolítico
El Oriente Medio fue una de las primeras regiones en desarrollar su agricultura, por lo tanto, se
adelantaron al Mesolítico y comenzaron a hablar de Epipaleolítico.
El mesolítico (Mesos: medio y Litos: piedra, que quiere decir Edad Media de Piedra) inicia al final del
Paleolítico, hace aproximadamente unos 10.000 años,47 y finaliza con el desarrollo de la agricultura,
aunque esta fecha inicial varía según las determinadas peculiaridades de cada región. En algunas zonas
llegó a durar unos cuantos milenios, pero en ciertos lugares donde la agricultura ya existía, como por
ejemplo en el Oriente Medio, el mesolítico tuvo una duración corta y quedó mal definido,47 en las regiones
poco afectadas por la glaciación a veces se prefiere hablar de Epipaleolítico.47
Donde persistió más tiempo fue en sociedades de Europa del Norte,48 ya que tenían abundancia de
alimentos debido a que vivían en zonas pantanosas aparecidas como consecuencia del cambio climático.
Estas condiciones favorecieron la existencia de diferentes ritmos en el desarrollo, como se puede
observar analizando los vestigios de las culturas Aziliense y Maglemosiense.49 La persistencia del
Mesolítico retrasó la llegada del Neolítico, que se produce alrededor del 7000 a. C.50
Sin embargo, se han hallado pocos vestigios de este período y éstos se limitan generalmente a residuos
alimenticios, pero cabe destacar que en las regiones boscosas aparecen los primeros signos de
deforestación. Esta práctica no se generalizó sino hasta el neolítico, que es cuando la agricultura comenzó
a requerir de la utilización de grandes espacios de cultivo.
En muchas zonas, el Mesolítico se caracterizó por la existencia de herramientas de sílex, para objetos
destinados a la pesca, aixes de piedra y artefactos de madera, como por ejemplo canoas y arcos que se
han encontrado en algunos lugares. Estos objetos producto del progreso tecnológico se desarrollaron
primero en África, asociados con la cultura aziliense, antes de extenderse hacia Europa a través de dos
zonas: la Península Ibérica y el Levante mediterráneo.51
ál Neolítico
La agricultura y la ganadería fueron las dos principales actividades del Antiguo Egipto, las cuales elevaron
su supremacía, su riqueza y los empleos en la civilización conllevándolo a convertirse en uno de los
imperios más poderosos de toda la historia.52
El Neolítico Ȃque quiere decir, la "nueva edad de piedra"Ȃ, es donde se produce el primer periodo de
desarrollo
tecnológico y social.53 Inició hace unos 12.000 años (10.000 a. C.) y se caracterizó por la creación de los
primeros poblados y por la aparición de la agricultura, la ganadería, y la metalurgia.54 55 En éste período
es cuando comienza el cultivo de ciertos cereales como el arroz, el trigo, el maíz, y de tubérculos como la
patata. De esta manera, el ser humano dejó de depender de la caza, la pesca y de la recolección de
productos de las plantas silvestres, y se convirtió en autosuficiente; esto permitió que se pudiera adoptar
un tipo de vida sedentaria, aunque algunas actividades como el pastoreo aún siguieron requiriendo de la
práctica del nomadismo o del semi-nomadismo. La incorporación de este cambio de vida conllevó
cambios en la alimentación y, de esta manera, se aprendió a fabricar pan y a elaborar bebidas alcohólicas.
La agricultura
A mediados del X milenio a. C. se produjo un cambio crucial que es el desarrollo de la agricultura, cambio
calificado como "revolución" por el historiador australiano Gordon Childe;56 tuvo lugar en la zona del
Creciente Fértil, y hacia el 7000 a. C. se extendió a otros lugares, como al valle del Indo, a Egipto
(6000 a. C.), y a China (5000 a. C.).57 Por otro lado, en Mesoamérica también se han encontraron restos
arqueológicos que confirman que la agricultura ya se practicaba en éste lugar en el 2700 a. C.58 A partir
del 5500 a. C. se generalizó el desarrollo del regadío organizado y de la utilización, por parte de los
sumerios, de mano de obra especializada.
La investigación tradicional ha tendido a concentrarse en la región del llamado Creciente Fértil pero los
estudios arqueológicos realizados en el continente americano, así como en el este y sudeste de Asia,
muestran que ciertos sistemas agrícolas que utilizaban diferentes tipos de cultivos y que funcionaban con
el apoyo de determinados animales, podrían haberse desarrollado de manera paralela prácticamente en
la misma época.59
Después del cobre, se descubrieron nuevas aleaciones del cobre como el estaño o el plomo, que juntos
dieron lugar a un nuevo producto, el bronce; este nuevo material es menos maleable, pero más duro. Un
gran salto tecnológico se dio con el uso de la forja, estos hornos de alta temperatura hicieron posible la
manipulación del hierro para producir herramientas aún más resistentes. Esta secuencia tecnológica ha
configurado la denominación de las diferentes etapas de la edad de los metales: la edad del cobre, la edad
del bronce, la edad del hierro.
Todos estos metales ya eran conocidos por el hombre preneolítico, pero éste no dominaba las técnicas
para su elaboración y manipulación, técnicas que requerían de temperaturas muy altas. Los utensilios,
armas y adornos de cobre o bronce eran el material básico en el 3000 a. C. Posteriormente, en el
Mediterráneo oriental, en el Oriente Próximo y en China se implantó, de manera generalizada, el uso del
hierro.60
Es posible que los habitantes de América no conocieran el uso del hierro con anterioridad a la cultura
Chavín (900 a. C.),61 pero se sabe que los mochiques disponían de armaduras, de cuchillos y de vajillas de
metal.62 Los incas, que tenían poco recursos para conseguir metales, recurrían al relevo de sus arados, al
menos durante la conquista de los Chimú.63 La investigación arqueológica en Perú ha sido poco
desarrollada pero es posible que el acero ya existiera en esa zona antes que en Europa.64
Hasta el inicio de la colonización europea, en el siglo XIX, una gran parte del planeta estaba ocupado por
grupos humanos que no pertenecían a ningún estado. Muchas sociedades tribales se transformaron en
estados cuando fueron amenazados, o recibieron la influencia de estados ya constituidos. Algunas
"tribus", como por ejemplo los Casitas de Babilonia o los Manchuria de China, consiguen conquistar a
estados muy desarrollados y, posteriormente, se integraron dentro de sus estructuras.69
Es, pues, el desarrollo de la agricultura el que crea las condiciones necesarias para hacer posible la
emergencia de sociedades complejas, llamadas "civilizaciones", la formación de estados y la aparición de
mercados. Y, de manera paralela, el desarrollo de la tecnología permitió al hombre ejercer un control de
la naturaleza y desarrollar sistemas de transporte y redes de comunicación.70
Los primeros estados
La Gran Muralla China es un ejemplo de la delimitación ejercida por cada estado para defender su
territorio y separarlo del resto.
Existen diversas acepciones del término estado. Max Weber lo define como "una organización humana
que controla de manera exclusiva y legal el uso de la fuerza sobre una zona geográfica específica".71
Los primeros estados aparecieron en el IV milenio a. C. (4.000 a. C. - 3.000 a. C.) al oeste de Irán, en
Mesopotamia, y en Egipto y en el III milenio a. C. (3.000 a. C. - 2.000 a. C.) en el valle del Indo, en la India, y
en Caral, en la costa central del Perú. En China, la aparición de los primeros estados es posterior; pues fue
a finales del tercer milenio y principios del segundo.72 A partir del 2500 a. C. se crearon las primeras
sociedades protourbanes, pero la primera dinastía testificada por la arqueología es la de los Xia.73 En el
segundo milenio emergieron civilizaciones en Creta, Grecia Oriental y Turquía.74 Las civilizaciones maya,
moche y nazca aparecieron en América Central y en Perú a finales del I milenio a. C.
Civilizaciones e imperios
A partir del III Milenio antes de Cristo surgieron grandes civilizaciones, creadoras de imperios territorial
y orgánicamente más vastos cada vez.
Ver también:
c Mesopotamia: Sumeria, Imperio Acadio, Babilonia, Elam, casitas, Asirios, Caldeos, Imperio persa.
c Antigua Grecia: Creta, Micenas, Troya, Edad Oscura, Homero, Polis, Jonia, Guerras Médicas, Atenas,
Esparta.
mperios de áurasia.
Hacia finales del Primer Milenio a.C., por una serie de circunstancias, todas las regiones civilizadas de
Eurasia se unificaron en varios imperios:
c mperio persa. Los persas fueron un pueblo indoeuropeo originario de Irán. Su imperio unificó
un gran territorio entre Grecia y la India, incluyendo a Egipto y el Asia Central (Transoxiana),
entre los años 538 a. C. y 330 a. C.
c Veinos Helenísticos. Después de que el macedonio Alejandro Magno conquistó todo el antiguo
Imperio persa y propagó la cultura helénica, la región cayó en manos de varios reinos, siendo los
más importantes el de los Lágidas (Tolomeos) en Egipto y el Imperio seléucida en Siria y
Mesopotamia. Ambos subsistieron, mejor el primero que el segundo, hasta la época romana.
c mperio romano. En el Lacio (centro de Italia), la República Romana (509 a. C. a 31 a. C.) inició
una imparable expansión, imponiéndose a los etruscos primero, y a los cartagineses después
(véase Guerras Púnicas), y a los reinos helenísticos al último, hasta conquistar todo el Mar
Mediterráneo, al que llamaron Mare Nostrum ("Mar Nuestro") y rigieron de manera absoluta
entre 31 a. C. y 395, fecha esta última en que se fraccionó de manera definitiva en dos mitades. Al
mismo tiempo, los romanos conquistaron los territorios de Galia, Hispania y Britania, y llegaron a
controlar Germania durante un tiempo.
c Partos y sasánidas. Desplomado el Imperio seléucida, surgió el Imperio Parto en Persia, que
gobernó entre 226 a. C. y 221. Los partos, a su vez, fueron sucedidos por los sasánidas, cuyo
imperio duró hasta la conquista de los musulmanes, en 651.
c |actria y Kushan. En Asia Central, por su parte, al hundirse el Imperio seléucida los griegos se
independizaron y crearon el reino de Bactria, después de lo cual invadieron la India y destruyeron
al Imperio Maurya. Cuando el reino griego de Bactria se desplomó a su vez, fueron reemplazados
por el Imperio Kushan.
c mperio Han. En un entorno casi completamente diferente, aparte de tímidos contactos por el
Asia Central, China fue unificada durante unos cuatrocientos años por dos dinastías, la Han
Anterior o Han Occidental y la Han Posterior o Han Oriental, entre los siglos II a. C. y II d. C.
Salvando el caso de China, cuyo desarrollo histórico corría por carril aparte, los siglos III, IV y V fueron de
grandes conmociones políticas, en parte por la decadencia interna de los reinos, y en parte por las
presiones de bárbaros procedentes de más allá de sus fronteras, como los germanos o los hunos. De estas
conmociones, sólo el Imperio bizantino (gravemente quebrantado entre la época de Justiniano I y la de
León III Isaurio), el Imperio sasánida y el Imperio Gupta de la India consiguieron sobrevivir. Este
hundimiento marca tradicionalmente el paso de la Antigüedad a la Edad Media.
A la caída de los grandes imperios, grandes religiones de carácter ecuménico, que trascienden el
nacionalismo de los primitivos cultos para transformarse en Religiones abiertas a toda la Humanidad, se
transforman en motores de la civilización eurasiática: el Cristianismo, el Islamismo, el Hinduismo y el
Budismo Mahāyāna. En su torno se aglutinan una nueva serie de civilizaciones, desde Irlanda en el
extremo occidental, hasta Japón en el oriental. El mundo cristiano, después de sucumbir a las invasiones
germánicas, se divide en dos ramas: el Imperio bizantino al este, y el mundo feudal al oeste. De esta
manera, Europa vivió la llamada Edad Media. Todo esto ocurrió en el paso de los siglos IV a VII.
La actividad del profeta Mahoma, quien predicó entre 610 y 632, galvanizó a las tribus de la Península
Arábiga, quienes se lanzaron a una serie de campañas militares que duraron ininterrumpidamente
durante más de un siglo (desde la conquista de La Meca en 630 hasta la Batalla del Río Tallas en 751). Se
construyeron así un gran imperio, que abarcó desde el Asia Central hasta España. Bajo el dominio árabe,
muchas culturas, tales como la bizantina, la persa y la griega, se mezclaron, y durante el período del
Califato Abasida (750-1258), el Medio Oriente vivió una gran época de esplendor. Después de que los
abasidas entraran en decadencia, con la irrupción de los selyúcidas (siglo X), la religión musulmana siguió
extendiéndose hacia regiones aún más alejadas, incluyendo el Africa Central o Indonesia, al tiempo que su
cultura alcanzó incluso hasta la Europa cristiana.
En general, las grandes culturas del período fueron:
c áuropa ]ccidental. Después de las invasiones germánicas, se formaron varios reinos. El más
poderoso fue el de los francos, que gracias a la labor de Carlomagno se convirtió en el paneuropeo
Imperio carolingio, que aunque fue de breve vida, creó una mística de una Europa política unida.
Después del desplome del Imperio carolingio, Europa Occidental cayó en el feudalismo, que
alcanzó su apogeo entre los siglos IX y XIII. En todo este período cobraron importancia política
suprema, tanto el Sacro Imperio romano Germánico, que se proclamaba sucesor de los carolingios,
como la Iglesia Católica, notablemente fortalecida por el Papado de Gregorio VII (1072-1085).
c mperio bizantino. Los bizantinos soportaron las arremetidas de germanos y hunos, pero
después de la muerte de Justiniano I (565) entraron en decadencia, de la que sólo salieron gracias
a la labor de León III el Isaurio y sus sucesores. En la época de la Dinastía macedónica, los
bizantinos evangelizaron a los eslavos. Después de 1071, en que los bizantinos perdieron Bari en
Italia y fueron batidos en la Batalla de Manzikert, entraron en decadencia.
c Vusia. Los territorios rusos fueron colonizados por los godos en tiempos de los romanos, y
después por los jázaros y los varegos (vikingos). Estos últimos fundaron Kiev en 962. El Rus de
Kiev impulsó la bizantinización de Rusia, aunque no pudo impedir la invasión mongola y la
imposición sobre el mundo ruso de la Horda de Oro. La ruina de Kiev marcó el ascenso de otras
dos grandes potencias rusas, Nóvgorod y Moscú, hasta que la segunda conquistó a la primera en
1481.
c Mundo musulmán. En 661, una guerra civil llevó a la instauración del Califato Omeya,
conformado por una casta de señores de la guerra instalados en Damasco (Siria). En 750, éstos
fueron derribados por una rebelión promovida en el Jorasán por los abasidas, quienes vivieron
una edad de oro cultural durante la centuria siguiente; esto, aunque surgieron "anticalifatos" en
Egipto y España. El Califato Abasida fue reemplazado por el gobierno de facto de los turcos
selyúcidas, y después, sus últimos restos de poder fueron abatidos con la conquista de Bagdad por
los mongoles, en 1258.
c India Medieval. Después del Imperio Gupta, la India inició una cierta recuperación. Hacia el año
1000, conquistadores turcos de religión musulmana ingresaron militarmente, y desde entonces el
territorio indostánico es a medias musulmán y a medias hinduísta.
c China Medieval. Después de un período de conflictos, China fue unificada por la Dinastía Sui y
luego por la Dinastía Tang. A pesar de varias crisis política sucesivas, después del Imperio Tang,
China permaneció más o menos unida, e incluso vivió una época de esplendor cultural, con
inventos como la pólvora o la brújula. Durante el siglo XIII, Genghis Khan y sus mongoles
invadieron China, y su nieto Kublaikan completó la conquista militar en 1281. Finalmente, los
chinos se rebelaron, y en 1368 expulsaron a los mongoles e instauraron la Dinastía Ming.
c ºapón Medieval. Hacia el siglo VII el Yamato, uno de los protorreinos feudales japoneses, ganó la
supremacía del sur del archipiélago, e instauró el régimen del Mikado. En los siglos siguientes, la
llamada Era Heian, Japón vivió una edad de oro, la cual terminó después una intensa guerra civil
en 1056. En 1085, el último Emperador con poder efectivo fue derrotado, principiando así el
gobierno de los shogunes, jefes militares que gobernaban nominalmente en nombre del
Emperador, aunque eran los señores de facto de Japón. El régimen de los shogunes alternó épocas
de estabilidad con cruentas guerras civiles, hasta la imposición del Shogunato Tokugawa en fecha
tan tardía como 1603.
c Ourcos y mongoles. En las estepas de Asia, los antiguos nómades no permanecieron tranquilos.
En el siglo X, distintas tribus turcas irrumpieron en el Medio Oriente. Después, en el siglo XIII, bajo
el dominio de Genghis Khan, los mongoles unificaron la estepa, y atacaron Rusia, el Medio Oriente
y China. Bajo su nieto Kublai Khan, el Imperio mongol se desintegró en una serie de kanatos, los
cuales fueron sometidos uno a uno en el curso de los seis siglos siguientes, por invasores rusos y
chinos, desapareciendo los últimos en el siglo XIX.
c ndochina e nsulindia. Comerciantes de la India llevaron en el siglo VII el Hinduísmo hasta el
Sudeste de Asia. Bajo su influencia, en Indochina surgió el Imperio jemer, que fue poderoso entre
los siglos VIII y XIII, para ser sustituido luego por otros reinos. En la actual Indonesia, por su parte,
surgieron el Imperio Srivijaya primero, y el Imperio Mohopahit después, antes de la irrupción de
los musulmanes desde Malaca.
Véase también:
La irradiación de las antiguas culturas negras del Antiguo Egipto, de Nubia, de Etiopía y, posteriormente,
de la cultura árabe islámica, conformarían la civilización negroafricana. Las sucesivas crisis invasoras
vividas por el Imperio egipcio obligaron a constantes movimientos poblacionales desde el valle del Nilo al
resto de África.
mérica Precolombina
Mesoamérica
Oeotihuacán
La primera gran cultura con rasgos distintivos propios en Mesoamérica, fue la de los olmecas, que
prosperó en la costa del Golfo de México entre 1200 a. C. y los albores de la Era Cristiana,
aproximadamente, teniendo como centros sucesivos los asentamientos de San Lorenzo, La Venta y Tres
Zapotes. Dos grandes núcleos culturales recibieron y prolongaron su legado: la cultura de los mayas, y la
cultura de Teotihuacan y Monte Albán.
Los mayas prosperaron en la región que actualmente corresponde a Guatemanla, Belice, Honduras y los
estados Mexicanos de Yucatán, Campeche, Chipas, Quintana roo , al este del antiguo mundo olmeca. Se
organizaron en la jungla, en torno a un modelo de asentamiento conocido como centro ceremonial. Nunca
fueron un estado unido. En su defecto, cada centro ceremonial se constituyó como una teocracia militar.
Los más fuertes fueron Tikal, Palenque, Copán y Uaxactún, entre otros. Estos asentamientos alcanzaron
su apogeo en el llamado Período Maya Clásico, entre 300 y 900 d. C. aproximadamente, y fueron
abandonados por razones aún no del todo aclaradas.
Hacia el oeste se formaron dos subnúcleos culturales relacionados. El Valle de México fue controlado,
entre 250 y 750 d. C. aproximadamente, por Teotihuacan, ciudad que era una de las más pobladas de la
Tierra en su minuto. La influencia cultural de Teotihuacan llegó, a través de las rutas comerciales, tan
lejos como el actual sur de Estados Unidos, en donde florecieron asentamientos como Cahokia o
Snaketown, incluso siglos después del hundimiento de la ciudad madre. En paralelo al Valle de México, en
el Valle de Oaxaca, floreció Monte Albán, la gran ciudad de la cultura zapoteca.
Hacia el año 1000, el área mesoamericana fue sacudida por invasiones y cambios en el poder político. En
el Valle de México, el declive de Teotihuacan fue acompañado por el ascenso de Tula, capital del Imperio
Tolteca; cuando éstos a su vez fueron derrotados por los chichimecas, una facción suya emigró hacia el
Yucatán, en donde se fusionaron con emigrantes de la cultura maya para consolidar el poder de ciudades
como Chichén Itzá y Mayapán. Por su parte, en el Valle de Oaxaca, Monte Albán debió cederle su lugar a
los recién llegados mixtecas. Durante el siglo XIV, el Valle de México vivió un período de relativa paz bajo
el control de Azcapotzalco, pero cuando éste se desplomó en 1428, fue reemplazado por una nueva
potencia: los tenochas de Tenochtitlán, creadores del Imperio azteca, la última gran potencia regional,
antes de ser abatido por los invasores españoles en la guerra de 1519 a 1521.
ál mundo andino
Machu Picchu
Artículo principal: Civilización andina
Véase también: mperio inca
En el mundo andino se sucedieron varias fases en las cuales se alternaron reinos unificadores, por
hegemonía indirecta o dominación militar directa, con potencias regionales que emergieron
aprovechando determinados vacíos de poder. La primera de las grandes potencias que parecen haber
dominado la región, es aquella que se consolidó alrededor de Chavín de Huantar. Una vez derrumbado
este núcleo, fue consolidándose poco a poco el poder de Tiahuanaco, ciudad que controló casi todo el
mundo andino gracias a una vasta red de comercio, y que tuvo su contraparte en la ciudad de Huari,
emplazada en las cercanías del Océano Pacífico. Otras potencias relevantes a lo largo de la historia del
mundo andino, son el reino de los moche, Paracas, Nazca y Chimú. La influencia cultural andina rebasó,
llegado el minuto, las actuales fronteras peruanas, y se esparció hacia Chile en una dirección, y hacia
Colombia en la otra. En Chile surgieron culturas urbanas tales como la de los atacameños y los diaguitas.
En Colombia, por su parte, prosperó la cultura de los muiscas, que pronto se reunieron en señoríos
militares, siendo el del Zipa de Bacatá el más poderoso de todos.
En el siglo XV, en el Valle del Cuzco, se consolidó el poder militar de los quechuas. Su rey el Inca
Pachacútec, que salvó a Cuzco de ser conquistada por los chancas en 1438, emprendió una larga serie de
guerras contra los reinos vecinos, sentando así las bases del Imperio inca; su labor no sólo fue militar,
sino que también se dedicó a construir fortalezas y organizar la administración y la religión, creando para
esto último el templo de Coricancha. El orden fundado por Viracocha resistió casi un siglo entero, hasta
que en 1527, la guerra civil azotó al Imperio inca, enfrentando dos núcleos imperiales: Quito, al norte, y
Cuzco al sur. El Rey de Quito Atahualpa venció al cuzqueño Huascar en 1528 y se mantuvo en el poder
hasta 1533 cuando fue derrocado por Francisco Pizarro y sus tropas; el resto es la historia de cómo el
Imperio inca fue abatido y repartido por los conquistadores españoles, en una seguidilla de guerras que
duró hasta que en 1545, Pedro de la Gasca fue designado Virrey del Perú, y pudo pacificar estos dominios.
Hombre de Vitruvio
Como consecuencia del desarrollo científico y técnico, y después de las invasiones de los mongoles contra
China, la India, el Medio Oriente y Europa durante los siglos XIII a XVI, la estepa se transformó en un
medio de comunicación apto para el comercio y los viajes, por lo que misioneros como Guillermo de
Rubrick y comerciantes como Marco Polo tendieron puentes hacia la creación de una cultura
absolutamente terráquea. Algo más tarde, en China, el emperador Yung-lo envió una serie de escuadras
mercantiles a las costas del este de Africa, aunque esta iniciativa no fue continuada por sus sucesores.
Esto convertía a Eurasia en un mundo interconectado, pero fuera de esa región, el resto seguía en
aislamiento.
En el siglo XVI, por iniciativa de Europa, cuyos navegantes se habían hecho peritos en el uso de la brújula
y la carabela, se construyó una red de comunicaciones oceánicas que por primera vez envolvió a todo el
planeta. El pionero fue Enrique el Navegante, quien desde Portugal impulsó (a partir de 1415) las
expediciones marítimas hacia África. Después, Cristóbal Colón conectó Europa con América (1492), Vasco
de Gama conectó Europa con la India (1498), y Hernando de Magallanes lideró la expedición que llevaría
a Juan Sebastián Elcano a circunnavegar por primera vez el globo (1519-1522). A inicios del siglo XVII fue
alcanzada la legendaria Terra Australis, que pasó a ser Australia. Sólo la Polinesia quedó fuera, y aun así,
las civilizaciones del Océano Pacífico fueron sumadas en el siglo XVIII (Isla de Pascua en 1722, Hawaii por
el capitán Cook). Al mismo tiempo, fueron confirmadas por primera vez las hipótesis sobre el mítico
continente austral, al recibirse reportes de la existencia de la Antártica.
El siglo XVI vio el inicio del imperialismo de Europa sobre el resto del mundo. En la época, como una
herencia de la revolución del siglo XII, Europa estaba sumida en los cambios y trastornos del inicio de la
Edad Moderna (Absolutismo, Reforma Protestante, Renacimiento, expansión del capitalismo, etcétera), y
era aún una región relativamente atrasada en relación al resto del planeta.
En el Extremo Oriente, los europeos fueron recibidos con condescendencia y curiosidad. China estaba
gobernada desde 1368 por la Dinastía Ming, y se mostró curiosa hacia el mundo occidental, pero a pesar
de esfuerzos aislados, éstos no hicieron progresos visibles allí. Japón, que en el siglo XVI vivió una cruenta
serie de guerras que terminaron con la imposición del Shogunato Tokugawa en 1602, reemplazó su
primitiva política amistosa hacia los europeos con una violenta persecución, aceptándolos sólo en la isla
de Deshima, aislados, y para meros propósitos comerciales. Aun así, los europeos consiguieron enclaves
imperiales en Indonesia y las Molucas, merced a la ausencia de poderes políticos o militares fuertes en la
región.
En el mundo islámico, que abarcaba desde la India al Danubio, una serie de imperios fuertes y
centralizados (el Imperio Mogol en la India, el Imperio Safávida en Persia, y el Imperio otomano en los
Balcanes y el Medio Oriente) impidieron los progresos europeos. Los europeos tendrán su oportunidad
de ingresar a la India recién en el siglo XVIII, y en el resto, recién en el XIX.
Donde sí los europeos obtuvieron un éxito devastador, fue en América. Su superior tecnología militar les
permitió conquistar en apenas medio siglo, toda una extensión de tierra que iba desde Canadá hasta
Tierra del Fuego. Los españoles abatieron a los aztecas e incas, mientras que los portugueses se
instalaron en Brasil, los ingleses en la costa oriental de Estados Unidos (Trece Colonias), y los franceses
en Canadá y Luisiana. Estos imperios coloniales durarían hasta las revoluciones del último cuarto del
siglo XVIII y primero del XIX, en que se desplomaron para dar paso a nuevos estados independientes, que
en casi ningún caso representaban una continuidad con el mundo precolombino.
Las relaciones entre razas y pueblos en estos imperios americanos fue compleja. Los europeos se
instalaron, sin excepciones, como los amos absolutos. En cuanto a los nativos, la inmensa mayoría de ellos
pereció, víctimas de la guerra, la explotación económica, y las epidemias. En numerosas regiones, sin
embargo, sobrevivieron muchas etnias indígenas de sangre casi pura; al mismo tiempo, especialmente en
las ciudades hispanoamericanas, se formó un estamento social mestizo entre los indígenas y los europeos
de sangre pura. En los inicios del Imperio español hubo una dura discusión filosófica y legal sobre el
estatuto que debían tener los indios, y el trato que debía dárseles, lo que se llamó las Polémicas de Indias;
finalmente se aceptó que por el bien de los indígenas (según el concepto cristiano europeo), debía
protegérseles y evangelizárseles, lo que se buscó llevar a cabo mediante el sistema de la encomienda. Los
resultados de esta operación política son discutidos hasta el día de hoy en la historiografía sobre el tema.
Para complicar aún más las cosas, a los indios, mestizos y blancos se sumó un vasto contingente de
población negra, traída como esclavos desde Africa. Esta red de trata de negros que los europeos
montaron en el Atlántico, es sin duda la mayor operación de tráfico de esclavos de todos los tiempos, y no
se extinguió por completo sino hasta el siglo XIX.
En Africa misma, por su parte, los europeos no pudieron hacer grandes avances. El clima insalubre de
extensas regiones africanas (junglas, desiertos, sabanas) causó enormes dificultades a los europeos,
quienes debieron contentarse con reconocimientos costeros. Al contrario de la creencia común, hubieron
también de habérselas no sólo con salvajes, sino también con reinos altamente organizados, con quienes
prefirieron entrar en relaciones comerciales, antes que librar guerras de conquista. REFORMISMO
ál mundo industrial
Durante el siglo XVII, hubo cierta estabilidad social a nivel mundial. La excepción fue la ciencia. En el siglo
XVI, los avances de Andreas Vesalio en medicina y Nicolás Copérnico y Galileo Galilei en astronomía
cambiaron la visión del mundo (para los europeos, al menos). Sentaron así las bases para una serie de
descubrimientos: la Teoría de la Gravedad de Isaac Newton, el principio de que toda vida procede de otra
vida de Lazzaro Spallanzani, el descubrimiento de los microorganismos por Anton van Leeuwenhoek, la
vacunación de Edward Jenner, etcétera. Paralelamente, los esfuerzos de inventores como Thomas
Newcomen y James Watt llevaron a la invención, a finales del siglo XVIII, de la máquina de vapor.
Por su parte, la serie de guerras civiles en la Inglaterra del siglo XVII llevó a la generación de un nuevo
sistema político, la democracia con separación de poderes. En éste encontró refugio el principio de la
libre empresa. Además, se abandonó el proteccionismo, en boga gracias a la escuela mercantilista, en
beneficio del librecambismo. La suma de todo esto (democracia, libre empresa, librecambismo, máquina
de vapor) permitió el lanzamiento de la Revolución industrial. Inglaterra se transformaría así en la nación
más poderosa de la Tierra, y el imperio colonial británico llegaría a cubrir la quinta parte de todas las
tierras emergidas.
Esta transición, que en Inglaterra fue gradual, se produjo en el resto de Occidente de manera brusca y
violenta, en lo que se llaman las revoluciones liberales, las más importantes de las cuales fueron las
siguientes:
A mediados del siglo XIX, la fórmula de gobierno dieciochesca (basada en la alianza del rey, la nobleza y el
clero) había sido reemplazada por pujantes oligarquías industriales. Todo esto generó, además, un nuevo
problema: la cuestión social, que fue caldo de cultivo para el surgimiento de los socialismos.
ndustrialismo y colonialismo
La industrialización puso en manos de las potencias coloniales europeas todo un nuevo repertorio de
tecnologías para la guerra, como por ejemplo el rifle de retrocarga, el acorazado o la ametralladora, lo que
les dio la supremacía sobre los ejércitos de viejo cuño de las potencias no occidentales. Así, éstas
debieron elegir entre occidentalizarse o perecer. Rusia lo hizo de manera pionera, en la época de Pedro I
el Grande. El Imperio otomano se negó renuentemente, hasta el siglo XIX. China lo hizo sólo después del
desastre que significó la Guerra del Opio (1848). La India fue controlada militarmente por Inglaterra
desde la conquista de Delhi en 1804, y mantuvieron su dominio a pesar de una gran rebelión nativa en
1857. En cuanto a Japón, tras obligársele a abrirse al comercio exterior en 1853, empezó su
occidentalización forzada en la Era Meiji (1868).
A comienzos del siglo XIX, Africa era un continente casi inexplorado, gobernada por reyes tribales como
Shaka Zulu. Pero en el transcurso del siglo, varios misioneros y exploradores la cartografiaron casi por
completo. Luego, los imperios coloniales la absorbieron. En 1900 sólo eran independientes Liberia,
Abisinia, Libia, y los últimos reductos de los bóers estaban en proceso de anexión por Inglaterra (ver
guerra de los bóers).
Hubo también intentos aislados de potencias europeas por construir imperios coloniales a costa de las
repúblicas latinoamericanas, entre ellas la invasión de Francia contra México (1864-1867, bajo el
gobierno de Benito Juárez), o la invasión de España contra Chile y Perú en 1865-1866, que no tuvieron
mayor éxito. Pero a finales del siglo XIX, siguiendo la Doctrina Monroe de aislamiento continental,
Estados Unidos comenzó a crear una esfera de influencia en la región. A esto, el Presidente Theodore
Roosevelt lo llamó el Gran Garrote. El ejemplo más visible fue la independencia de Panamá y la cesión a
Estados Unidos de una zona para construir un canal transoceánico en la región.
La industrialización y la producción en serie permitieron abaratar los costos de producción. Por primera
vez, bienes antaño considerados de lujo estaban ahora al alcance de grandes personas. Esto llevó a la
sociedad de consumo. En el paso de los siglos XIX a XX, el surgimiento de leyes laborales protegió a los
trabajadores y permitió el surgimiento de una clase media, y de una sociedad próspera basada en el
consumo a gran escala. Esto no fue sin duras luchas, en las cuales las organizaciones de trabajadores
(sindicatos) fueron muchas veces prohibidas y perseguidas. En 1935 se dio el paso decisivo en Francia, al
crearse por ley el descanso dominical. Por otra parte, el progreso de la Medicina con investigadores como
Louis Pasteur y otros, permitió alargar notablemente la esperanza de vida de las personas.
Pero esta prosperidad fue sólo para Europa y Estados Unidos, y parcialmente Latinoamérica,
fundamentalmente países como Argentina y Chile. En el resto del mundo, cuatro quintas partes de la
población seguía viviendo en condiciones medievales de vida.
^uerras mundiales
El agotamiento de los territorios mundiales para ser colonizados, llevó a las potencias europeas a chocar
unas con otras. En 1914, un incidente menor (el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria)
desató la Primera Guerra Mundial. A pesar de sus dantescas consecuencias, la paz no fue satisfactoria, y
hubo una nueva conflagración. El resultado de esos años (1914-1945) fue la ruina de los imperios
coloniales,y desde ese entonces han sucedidos varios hechos de renombre como la revolucion rusa de
1917, la Guerra Civil Española y como maximo acontecimiento la Segunda Guerra Mundial en la cual se
enfrentaron las potencias Aliadas (Gran Bretaña, Union Sovietica, Estados Unidos, Francia Libre, Polonia,
China y muchos mas) contra el Eje (Alemania Nazi, Italia, Japon, entre muchos paises mas de Europa del
Este, que luego se unieron a la Union Sovietica y formaron el pacto de Varsovia, durante la guerra fria) y
la división del mundo en dos esferas de influencia: Estados Unidos y la Unión Soviética. Otra siniestra
herencia fue que, por primera vez, gracias a la bomba atómica, la humanidad tenía el poder necesario
para aniquilarse completamente a sí misma. Surgió así el llamado equilibrio del terror, en que la
humanidad ha vivido desde entonces.
c Primera ^uerra Mundial: Triple Alianza, Triple Entente, Atentado de Sarajevo, Guerra de
trincheras, Guerra submarina, Tratado de Brest-Litovsk, Tratado de Versalles.
c `egunda ^uerra Mundial: Tercer Reich, Adolf Hitler, Pacto Ribbentrop-Mólotov, V-2, Pearl
Harbor, Operación Barbarroja, Batalla de Stalingrado, Batalla de El Alamein, Desembarco de
Normandía, Batalla de Midway, Batalla de Iwo Jima, Bomba atómica.
c Ciencia del siglo XX: Teoría de la Relatividad, Mecánica Cuántica, Principio de incertidumbre,
Antimateria, Penicilina, Leyes de Mendel.
c Janguardias artísticas: Impresionismo, Postimpresionismo, Expresionismo, Cubismo, Dadaísmo,
Surrealismo.
c rtículos relacionados: Fascismo, Nazismo, Falangismo, Comunismo, Historia del siglo XX.
El mundo bipolar
A partir del final de la Segunda Guerra Mundial en 1946, emergió un orden bipolar encabezado por
Estados Unidos (EEUU) y la Unión Soviética (URSS). Ambos buscaban el dominio mundial, pero el temor
al arsenal nuclear enemigo los llevo a evitar la confrontación abierta. Por eso, a este período se lo llama la
guerra fría.
Esta guerra fría se libró en el resto de los países, tratando de hacerlos caer y mantenerlos dentro de sus
esferas de influencia, gracias a regímenes títeres de sus intereses. Se intentó crear un nuevo orden
mundial tendiente a evitar repetir los horrores de las guerras mundiales, y para eso se creó la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945, que en 1948 formuló la Declaración universal de los
derechos humanos. Pero la ONU fue relativamente insolvente para contener a los "dos grandes". Estos,
por su parte, apoyaron activamente la descolonización, desmantelando los imperios coloniales de
Francia, Inglaterra y Alemania, como una manera de intervenir directamente en las nuevas repúblicas. El
resultado fueron cruentos golpes de estado y sangrientas guerras étnicas, religiosas o civiles, que
azotaron a Africa y Asia durante toda la segunda mitad del siglo XX. Así, al eje "Este-Oeste" (URSS-EEUU)
se sumó un eje "Norte Sur" (países ricos y países pobres). A los países más pobres y atrasados se los
llamó el Tercer Mundo, por no tener mayor cabida en ninguno de los otros dos mundos, el del capitalismo
estadounidense o el del comunismo soviético.
La intensidad de las hostilidades entre Estados Unidos y la Unión Soviética fue escalando hasta que casi
llegó a la confrontación atómica total, durante la crisis de los misiles de 1962. A consecuencia de esto,
ambas potencias se abocaron a relaciones más cordiales, surgiendo así la Distensión. En la década de
1980, Estados Unidos se embarcó en una nueva carrera armamentista. En respuesta, la Unión Soviética
buscó reformarse y abrirse en un proceso llamado Perestroika, el cual se salió de control, y llevó al
desmantelamiento final de la Unión Soviética y del bloque comunista (1989-1991).
En este período ingresa también China al club de los poderosos, después de haber sido una potencia
atrasada y feudal, en particular desde las reformas de Mao Tsé Tung en adelante (1949). A la vez, Europa
deja sus tradicionales guerras intestinas y crean la Comunidad Económica Europea, que andando el
tiempo, después del Tratado de Maastrich, se convierte en Unión Europea (1989).
El desarrollo de la cohetería en la primera mitad del siglo XX, permitió por primera vez al ser humano
enviar más allá de la atmósfera, naves y satélites robóticos primeros, y sondas tripuladas después,
empezando así la astronáutica. La exploración del espacio se desenvolvió en el marco de la llamada
carrera espacial entre la Unión Soviética y los Estados Unidos; después del derrumbe de la primera, la
exploración se ha vuelto una empresa más bien de colaboración internacional entre varias potencias,
como lo prueba que la antigua y soviética Estación Espacial MIR haya sido reemplazada por la Estación
Espacial Internacional.
De este modo, en 1957 la Unión Soviética pone en órbita el Sputnik, el primer satélite artificial. Luego, en
1961, le sigue Yuri Gagarin, el primer cosmonauta. La primera mujer será Valentina Tereshkova, en 1963,
y el primer caminante espacial será Alexei Leonov en 1965. En 1969, el Apolo XI corona con éxito el
primer vuelo tripulado a la Luna. En 1977 empieza la misión Voyager, destinada a explorar el exterior del
Sistema Solar. En 1983, por primera vez un artefacto humano, la sonda Pioneer 10, llega hasta la
heliopausa, el confín más remoto del sistema solar, y abandona definitivamente éste. En 1990, entra en
órbita el Telescopio Espacial Hubble, el primer telescopio ubicado más allá de la atmósfera, y pionero de
varios otros satélites que captan ondas electromagnéticas del espacio para su estudio.
La exploración del espacio cambió en muchos aspectos a la Humanidad. La cantidad de información sobre
el universo recolectada desde 1957 es muchas veces superior a la compilada en los cuarenta siglos
precedentes. Asimismo, numerosas innovaciones científicas desarrolladas para el espacio exterior,
encontraron después aplicación tecnológica en la Tierra. Pero lo más importante, crearon conciencia del
aislamiento de la Tierra como un cuerpo celeste único en el universo, y la fragilidad de la vida sobre él,
potenciando los movimientos ecologistas y conservacionistas.
`ociedad de la información
ál mundo globalizado
Después de la caída de la Unión Soviética, Estados Unidos queda como el poder dominante en el mundo.
Este se ha convertido, en el intertanto, en un mundo globalizado e interconectado, con seres humanos
explorando su propia dotación genética gracias al Proyecto Genoma y a la naciente ingeniería genética. Es
también una sociedad de masas, que consume aceleradamente recursos y con ello pone en riesgo al
propio planeta. Las grandes pandemias, que se creían erradicadas, resurgen gracias al estallido del SIDA.
La hegemonía de Estados Unidos dura apenas una década (1990-2001). El 11 de septiembre de 2001, un
atentado de carácter genocida contra las Torres Gemelas inaugura una nueva época en que grupos
étnicos, políticos o religiosos buscan mantener intacta su propia identidad, de manera casi integrista,
frente a la casi imparable globalización. El resultado de dicha confrontación, que algunos catalogan como
"choque de civilizaciones", está aún abierto.
Notas y referencias [Ú De acuerdo con la Encyclopedia Americana, 1986 ed., Vol. 29, p. 558, "La escritura
da permanencia al conocimiento de los hombres y les permite comunicarse a grandes distancias .... Sin el
arte de la escritura no
Fases de la expansión territorial de Roma, desde el Lacio inicial hasta la máxima extensión en tiempos de
Trajano (siglo II), y la posterior división del imperio y caída de Occidente.
La Esfinge y las Pirámides de Giza (en el antiguo Egipto, III milenio a. C.).
Egipto es un don del Nilo (Heródoto), pues pocas civilizaciones tuvieron una relación tan determinante
con un río. Su crecida anual permite la fertilidad y altísima densidad de población de una estrecha franja
que recorre el despoblado desierto norteafricano (desertizado en el periodo postglacial) desde las
cataratas del sur hasta el delta del norte. La dualidad entre el Alto Egipto y el Bajo Egipto forjó, sobre una
sociedad campesina extraordinariamente estable y vinculada por el trabajo colectivo en las obras
hidráulicas, unas instituciones y una cultura caracterizadas por la sacralización de la figura del faraón, la
fortaleza de los templos, una eficaz burocracia y una compleja religión del más allá. Dentro de una gran
continuidad a lo largo de milenios (que a veces se ha interpretado como homogeneidad o incluso
estereotipación, con escasísimas excepciones Ȅel periodo de Tell el-AmarnaȄ), se mantuvo una repetida
dialéctica entre la unidad y la disgregación en el devenir cíclico de las fases de la historia egipcia, con
periodos de esplendor y de crisis.
Mesopotamia antigua
La desembocadura del Tigris y el Éufrates (los dos ríos ȄpótamosȄ en medio ȄmesoȄ de los cuales se
desarrolló este espacio de civilización) en la Baja Mesopotamia dio origen a la acumulación de depósitos
aluviales en la zona de marismas que va ganando paulatinamente terreno al mar frente a la costa en
retroceso del Golfo Pérsico (actualmente a más de cien kilómetros del lugar que ocupaba en el
IV milenio a. C., y con los dos ríos confluyentes ȄShatt al-ArabȄ). La zona fue propicia (con la condición
de mantener una gran capacidad de organización social para el trabajo colectivo en la construcción de
obras hidráulicas como canalizaciones), regadío y drenajes, para el desarrollo de las ciudades-estado
sumerias (Ur, Uruk, Eridú, Lagash). Éstas, en competencia entre sí y con los pueblos nómadas de estepas
y desiertos circundantes, así como con los núcleos que se fueron formando más al norte (Babilonia) y más
aún en la Alta Mesopotamia, fueron desarrollando las características constitutivas de la civilización
(sociedad compleja) y el estado (superestructura político-ideológica): templo, clase sacerdotal y religión
organizada, frontera, guerra territorial, ejército, propaganda, impuestos, burocracia, monarquía,
construcciones como murallas y zigurats; y el rasgo que marca el inicio de la historia: el registro de la
memoria en la escritura.El inicio de la Edad Media
Aunque se han propuesto varias fechas para el inicio de la Edad Media, de las cuales la más extendida es
la del año 476, lo cierto es que no podemos ubicar el inicio de una manera tan exacta ya que la Edad
Media no nace, sino que "se hace" a consecuencia de todo un largo y lento proceso que se extiende por
espacio de cinco siglos y que provoca cambios enormes a todos los niveles de una forma muy profunda
que incluso repercutirán hasta nuestros días. Podemos considerar que ese proceso empieza con la crisis
del siglo III, vinculada a los problemas de reproducción inherentes al modo de producción esclavista, que
necesitaba una expansión imperial continua que ya no se producía tras la fijación del limes romano.
Posiblemente también confluyeran factores climáticos para la sucesión de malas cosechas y epidemias; y
de un modo mucho más evidente las primeras invasiones germánicas y sublevaciones campesinas
(bagaudas), en un periodo en que se suceden muchos breves y trágicos mandatos imperiales. Desde
Caracalla la ciudadanía romana estaba extendida a todos los hombres libres del Imperio, muestra de que
tal condición, antes tan codiciada, había dejado de ser atractiva. El Bajo Imperio adquiere un aspecto cada
vez más medieval desde principios del siglo IV con las reformas de Diocleciano: difuminación de las
diferencias entre los esclavos, cada vez más escasos, y los colonos, campesinos libres, pero sujetos a
condiciones cada vez mayores de servidumbre, que pierden la libertad de cambiar de domicilio, teniendo
que trabajar siempre la misma tierra; herencia obligatoria de cargos públicos -antes disputados en
reñidas elecciones- y oficios artesanales, sometidos a colegiación -precedente de los gremios-, todo para
evitar la evasión fiscal y la despoblación de las ciudades, cuyo papel de centro de consumo y de comercio
y de articulación de las zonas rurales cada vez es menos importante. Al menos, las reformas consiguen
mantener el edificio institucional romano, aunque no sin intensificar la ruralización y aristocratización
(pasos claros hacia el feudalismo), sobre todo en Occidente, que queda desvinculado de Oriente con la
partición del Imperio. Otro cambio decisivo fue la implantación del cristianismo como nueva religión
oficial por el Edicto de Tesalónica de Teodosio I el Grande (380) precedido por el Edicto de Milán (313)
con el que Constantino I el Grande recompensó a los hasta entonces subversivos por su providencialista
ayuda en la Batalla del Puente Milvio (312), junto con otras presuntas cesiones más temporales cuya
fraudulenta reclamación (Pseudo-donación de Constantino) fue una constante de los Estados Pontificios
durante toda la Edad Media, incluso tras la evidencia de su refutación por el humanista Lorenzo Valla
(1440).
MPáV] |NON]
La división entre Oriente y Occidente fue, además de una estrategia política (inicialmente de Diocleciano -
286- y hecha definitiva con Teodosio -395-), un reconocimiento de la diferencia esencial entre ambas
mitades del Imperio. Oriente, en sí mismo muy diverso (Tracia -Península Balcánica-, Asia -Anatolia,
Cáucaso, Siria, Palestina y la frontera mesopotámica con los persas- y Egipto), era la parte más
urbanizada y con economía más dinámica y comercial, frente a un Occidente en vías de feudalización,
ruralizado, con una vida urbana en decadencia, mano de obra esclava cada vez más escasa y la
aristocracia cada vez más ajena a las estructuras del poder imperial y recluida en sus lujosas villae
autosuficientes, cultivadas por colonos en régimen similar a la servidumbre. La lingua franca en Oriente
era el griego, frente al latín de Occidente. En la implantación de la jerarquía cristiana, Oriente disponía de
todos los patriarcados de la Pentarquía menos el de Roma (Alejandría, Antioquía y Constantinopla, a los
que se añadió Jerusalén tras el concilio de Calcedonia de 451); incluso la primacía romana (sede
pontificia o cátedra de San Pedro) era un hecho discutido.
La supervivencia de Roma en Oriente no dependía de la suerte de Occidente, mientras que lo contrario sí:
de hecho, los emperadores orientales optaron por sacrificar la ciudad de Rómulo y Remo -que ya ni
siquiera era la capital occidental- cuando lo consideraron conveniente, abandonándola a su suerte o
incluso desplazando hacia ella a los bárbaros más agresivos, lo que precipitó su caída.
ál papel de la burguesía
Los burgueses, nombre que se dio en la edad media europea a los habitantes de los burgos (los barrios
nuevos de las ciudades en expansión), tienen una posición ambigua en la Edad Moderna. Una visión
lineal, que tome como punto de llegada la Revolución Burguesa, les buscará emplazándose a sí mismos
fuera del sistema feudal, como hombres libres que, en Europa, se hicieron poderosos gracias a la creación
de redes comerciales que la abarcaban de norte a sur. Ciudades que habían conseguido una existencia
libre entre el imperio y el papado, como Venecia y Génova, crearon verdaderos imperios comerciales. Por
su parte, la Hansa dominó la vida económica del Mar Báltico hasta el siglo XVIII. Las ciudades eran islas
en el océano feudal, pero el que la burguesía fuera realmente un disolvente del feudalismo, o más bien un
testimonio de su dinamismo, al crecer con el excedente que los señores extraen en sus feudos, es un tema
que ha discutido extensamente la historiografía.14 El mismo papel de la ciudad europea durante la Edad
Moderna puede considerarse un proceso de larga duración dentro del milenario proceso de urbanización:
la creación de una red urbana, preparación necesaria para el cumplimiento de las funciones sociales del
mundo industrial moderno. A la línea de meta llegaron con ventaja metrópolis como Londres y París en el
siglo XVIII; por el camino quedaron rezagadas, sin capacidad de articular una economía nacional de
dimensiones suficientes para el despegue industrial, Lisboa, Sevilla, Madrid, Nápoles, Roma, Viena... y
jugando en otra división (no de tamaño, sino funcional) Ciudad de México, Moscú o San Petesburgo,
Estambul, Alejandría, El Cairo, Pekin.15
Aunque la diferencia de posición económica era enorme entre alta burguesía, baja burguesía y plebe
empobrecida, no lo estaba en muchos extremos por su condición social: todas eran pueblo llano. La
diferenciación entre burguesía y campesinado es aún más significativa, pues fuera de las ciudades es
donde vivía la inmensa mayoría de la población, dedicándose a actividades agropecuarias de muy escasa
productividad, lo que las condenaba a la invisibilidad histórica: la producción documental, que florece de
forma extraordinaria en la Edad Moderna (no sólo con la imprenta, sino con la fiebre burocrática del
estado y de los particulares: registros económicos, protocolos notariales...) es esencialmente urbana. Los
fondos de los archivos europeos empiezan ya a competir en densidad de fuentes documentales con
enorme ventaja frente a los chinos, de milenaria continuidad.
También puede verse a la burguesía como un aliado del absolutismo, o como un agregado social sin
verdadera conciencia de clase, cuyos individuos prefieren la "traición" que les permite el
ennoblecimiento por compra o matrimonio, sobre todo cuando la ideología dominante persigue el lucro y
santifica la renta de la tierra.16 Su papel como agente revolucionario había ocasionado las revueltas
populares urbanas de la Edad Media, y continuará vivo pero errático en las de la Edad Moderna, algunas
teñidas de ideología religiosa, otras de revuelta antifiscal o incluso de motines de subsistencia.17
En otros continentes, la caracterización social de una clase definida por su actividad urbana, su
identificación con el capital y la condición de no privilegiada, es mucho más problemática. No obstante, se
ha aplicado el término en Japón, cuya formación económico social ha sido asimilada al feudalismo, y con
muchas más dificultades en China, aunque las interpretaciones de su historia están muy vinculadas a
posiciones ideológicas.
El mundo islámico tenía desde sus orígenes una fuerte componente comercial, con un desarrollo
impresionante de las rutas a larga distancia (navieras y caravaneras), y una artesanía superior a la
europea en muchos aspectos, pero el desarrollo de las fuerzas productivas demostró ser menos dinámico,
y con éstas la dinámica social. Los mercaderes árabes o el zoco, sin dejar de ser bullicioso y reflejar el
descontento popular en periodos de crisis, no estuvieron nunca en condiciones de significar un desafío a
las estructuras.
América fue desde el comienzo de su colonización una tierra de promisión donde hacer experimentos de
ingeniería social. Las reducciones jesuíticas o los peregrinos del Mayflower son casos extremos, siendo el
fenómeno más importante la ciudad colonial hispánica, con su urbanismo trazado a cordel a partir de una
amplia Plaza Mayor sobre tierras vírgenes o ciudades precolombinas, a veces incluso convirtiéndose en
ciudad peregrina, cambiando su emplazamiento por terremotos o condiciones sanitarias. Es posible
encontrar la formación de una burguesía en América durante la Edad Moderna, en las colonias británicas
del norte, y en los criollos hispanoamericanos, que impulsarán los procesos de independencia y
contribuirán decisivamente al final del Antiguo Régimen y la plasmación de los valores de la Edad
Contemporánea.
Las exploraciones patrocinadas por las monarquías europeas (en Portugal, el caso precoz de Enrique el
Navegante), y protagonizadas por personajes como Cristóbal Colón, Juan Caboto, Vasco de Gama o
Hernando de Magallanes, se aventuraron en mares desconocidos y llegaron a tierras que eran
desconocidas por los europeos, aprovechando una serie de mejoras náuticas: la brújula y la carabela. La
relación que el espíritu individualista y la búsqueda la fama pudieran tener con los valores burgueses no
es tan clara: no supone ninguna novedad desde tiempos de Marco Polo y tiene posiblemente más relación
con el espíritu caballeresco y los valores nobiliarios de la baja edad media.18 Aprovechando sus
descubrimientos, España, Portugal y Holanda primero, y Francia e Inglaterra después, construyeron
imperios coloniales, cuyas riquezas, sobre todo la extracción de oro y plata de América, estimularon aún
más la acumulación de capital y el desarrollo de la industria y el comercio, aunque a veces más fuera del
propio país que dentro, como fue el caso de la castellana, que sufrió las consecuencias de la Revolución de
los Precios y una política económica, el mercantilismo paternalista que busca más la protección del
consumidor (y de los privilegiados) que la del productor.
Fuera de Inglaterra y Holanda, en el siglo XVII, la burguesía tenía un poder económico relativo, y ningún
poder político. No sería propio decir que llegó a sus manos ni siquiera cuando reyes como Luis XIV
empezaron a llamar a burgueses como ministros de estado, en vez de la vieja aristocracia
La mujer
Todas las grandes civilizaciones de la Edad Moderna siguen el modelo patriarcal que restringe a la mujer
a un papel subordinado y la invisibliliza ante la historia; pero la mujer no está ausente, ni de la sociedad
ni de los documentos. Los llamados estudios de género o, más propiamente, la Historia de la mujer tienen
para el periodo de la Edad Moderna mucha tarea por realizar. El papel de la mujer en la civilización
occidental fue seguramente más visible, y su visibilidad histórica mayor, cuando el azar y las leyes
dinásticas le permitían el papel de reina o regente. Aunque la Edad Media había dispuesto de mujeres en
esa función (Teodora de Bizancio, Leonor de Aquitania, Urraca de León y Castilla), la historiografía solía
tratarlas con una extraordinaria misoginia. En cambio, algunas reinas de la Edad Moderna han sido
tratadas con gran admiración (Isabel I de Castilla la católica, que ha sido incluso propuesta para
beatificación, o Isabel I de Inglaterra la reina virgen), aunque bien es cierto que muchas otras han sufrido
su inclusión en crueles estereotipos (Juana la loca, María la sangrienta de Inglaterra, Cristina de Suecia,
Catalina II de Rusia la grande) algunos de ellos vinculados a una libertad de costumbres en lo sexual que
en los reyes varones se daba por supuesta. El estereotipo de la mujer pacificadora (tan viejo como la
humanidad, como puede verse en el mito del rapto de las sabinas) también se vio escenificado en su
papel como prenda de paz entre dinastías que las conduce al matrimonio (Isabel de Valois a Felipe II de
España, Ana de Habsburgo a Luis XIII de Francia...) o en la llamada Paz de las Damas. Lo excepcional son
las mujeres a las que se concede un papel intelectual, a veces vinculado con su posición excéntrica, bien
las monjas (en camino de ser santa, como Teresa de Jesús o poeta, como Sor Juana Inés de la Cruz), bien
las cortesanas venecianas (como Verónica Franco). Un caso paralelo son las geishas japonesas, que a lo
largo de la edad moderna fueron suplantando a los varones que antes realizaban las funciones no
evidentemente sexuales que las caracterizan. En algún caso, la posición de subordinación de una mujer
quedaba superado por las circunstancias para adquirir un insospechado protagonismo individual, como
ocurrió con La Malinche, la esclava-traductora-concubina azteca de Hernán Cortés.
Sin perjuicio de esa tendencia general, la Edad Moderna registra algunas civilizaciones y situaciones en
las que las mujeres ocuparon un papel protagónico, como el de la Confederación Iroquesa, en donde
existía una división del poder político entre hombres y mujeres, de resultas del cual las cinco naciones
que integraban la alianza estaban gobernadas por las mujeres que eran cabeza de cada clan.31 Algunos
antropólogos analizan el caso como uno de los muchos y diferentes ejemplos de situaciones de lo que
tradicionalmente se llamaba matriarcado y sostienen que sólo anacrónicamente pueden entenderse
como un precoz feminismo.32 Otros autores describen una realidad más compleja, ya que entre los
iroqueses el poder político-militar estaba rigurosamente dividido entre hombres y mujeres, ocupando
aquellos los cargos militares y estas los cargos políticos.33 Una situación favorable para el protagonismo
femenino se produjo en las revoluciones liberales, como la revolución francesa (en la que algunas
mujeres pretendieron superar el papel social que se las limitaba al poder informal de los salones de
Madame Pompadour) o la Guerra de Independencia Hispanoamericana en la que algunas mujeres
ocuparon puestos decisivos como la Coronel Juana Azurduy en el Alto Perú.
La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que
convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras numerosas naciones de Europa que
enfrentaban a partidarios y opositores del sistema denominado del Antiguo Régimen. Se inició con la
autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado
de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía durante 71 años
después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es
que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la
burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en
el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la
medida que le derrocó con un discurso capaz de volverlo ilegítimo.
ádad Contemporánea
es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa y la
actualidad. Comprende un total de 221 años, entre 1789 y el presente. La humanidad experimentó una
transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas (el llamado primer mundo) y aún
en curso para la mayor parte (los países subdesarrollados y los países recientemente industrializados),
que ha llevado su crecimiento más allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza,
consiguiendo la generalización del consumo de todo tipo de productos, servicios y recursos naturales que
han elevado para una gran parte de los seres humanos su nivel de vida de una forma antes insospechada,
pero que han agudizado las desigualdades sociales y espaciales y dejan planteando para el futuro
próximo graves incertidumbres medioambientales.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en la
economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución industrial, al tiempo que
se destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía
que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el nacimiento y desarrollo
de uno nuevo (el movimiento obrero), en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al
capitalismo. Más espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución
liberal, nacionalismo, totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores
guerras conocidas por la humanidad.
En cada uno de los planos principales del devenir histórico (económico, social y político),2 puede
cuestionarse si la Edad Contemporánea es una superación de las fuerzas rectoras de la modernidad o más
bien significa el periodo en que triunfan y alcanzan todo su potencial de desarrollo las fuerzas
económicas y sociales que durante la Edad Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la
burguesía; y las entidades políticas que lo hacían de forma paralela: la nación y el Estado.
Presentación al Congreso
Continental por la comisión
de los "cinco hombres" de la
propuesta de Declaración
Jean-Jacques Rousseaude Independencia de losEl general y primer
(Quentin de la Tour, Estados Unidos (4 de juliopresidente George
1753) es el padrede 1776). Aparecen entreWashington despide al
intelectual de lasotros Thomas Jefferson,noble francés y también
revoluciones de finalesBenjamin Franklin y Johngeneral Marqués de La
del siglo XVIII. Ve en laAdams (Cuadro de JohnFayette (1784). Al frente de
sociedad corrupta delTrumbull, 1817).22 En estetropas de la monarquía
Antiguo Régimen menostexto se aplicaron losfrancesa había apoyado la
valores que en el buenvalores de la Ilustración a laindependencia de las Trece
salvaje (avanzado en suconstrucción del primerColonias frente a Inglaterra,
Discours sur les Sciencessistema políticoal igual que hizo elEl británico Thomas
et les Arts -"Discurso contemporáneo. Lagobernador de LuisianaPaine tuvo una
sobre las Ciencias y lasrecepción de estaBernardo de Gálvez ytrayectoria vital ligada
Artes"- y popularizadoexperiencia en Europa,Madrid con tropas de laa las revoluciones
con la novela Emilio). Suprincipalmente en Francia,monarquía española, en unamericana y francesa.
doctrina de Contratofue una mezcla de simpatíaajuste de cuentas de laExpulsado de
social, basado en esey paternalismo: el mito delanterior Guerra de los SieteInglaterra, también
concepto de bondadbuen salvaje contribuyó aAños. La Fayette, influidotuvo problemas
natural del hombre,ello, y también la habilidadpor su experiencia
llevará a la búsqueda dediplomática del propioamericana, fue partidario de
la soberanía nacional, yFranklin, embajador enlas reformas moderadas y
más adelante, de laParís. Los estadounidensesde una monarquía
democracia, pero tambiénse presentaron a sí mismosconstitucional durante la
está en el origencomo resistentes a laposteriores
intelectual del estadotiranía, con referenciasacontecimientos
uniformador y totalitarioneoclásicas a la antiguarevolucionarios en Francia.
de las dictaduras del sigloRepública Romana, de la
XX. que se verán herederos de
allí en adelante (Nueva
Roma)
En el siglo XIX, estos elementos confluyeron para conformar la formación social histórica del estado
liberal europeo clásico, surgido tras crisis del Antiguo Régimen socavado ideológicamente por el ataque
intelectual de la Ilustración (L'Encyclopédie, 1751) a todo lo que no se justifique a las luces de la razón
por mucho que se sustente en la tradición, como los privilegios contrarios a la igualdad (la de condiciones
jurídicas, no la económico-social) o la economía moral3 contraria a la libertad (la de mercado, la
propugnada por Adam Smith -La riqueza de las naciones, 1776). Pero, a pesar de lo espectacular de las
revoluciones y de lo inspirador de sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad (con la muy significativa
adición del término propiedad), un observador perspicaz como Lampedusa pudo entenderlas como la
necesidad de que algo cambie para que todo siga igual: el Nuevo Régimen fue regido por una clase
dirigente no homogénea, sino de composición muy variada, que junto con la vieja aristocracia incluyó por
primera vez a la pujante burguesía responsable de la acumulación de capital. Ésta, tras su acceso al poder,
pasó de revolucionaria a conservadora.4 Ambas se asientan sobre una gran masa de proletarios,
compartimentada por las fronteras de unos estados nacionales de dimensiones compatibles con
mercados nacionales que a su vez controlaban un espacio exterior disponible para su expansión colonial.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en la
economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución industrial, al tiempo que
se destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía
que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el nacimiento y desarrollo
de uno nuevo (el movimiento obrero), en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al
capitalismo. Más espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución
liberal, nacionalismo, totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores
guerras conocidas por la humanidad.
En cada uno de los planos principales del devenir histórico (económico, social y político),2 puede
cuestionarse si la Edad Contemporánea es una superación de las fuerzas rectoras de la modernidad o más
bien significa el periodo en que triunfan y alcanzan todo su potencial de desarrollo las fuerzas
económicas y sociales que durante la Edad Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la
burguesía; y las entidades políticas que lo hacían de forma paralela: la nación y el Estado.
En el siglo XIX, estos elementos confluyeron para conformar la formación social histórica del estado
liberal europeo clásico, surgido tras crisis del Antiguo Régimen socavado ideológicamente por el ataque
intelectual de la Ilustración (L'Encyclopédie, 1751) a todo lo que no se justifique a las luces de la razón
por mucho que se sustente en la tradición, como los privilegios contrarios a la igualdad (la de condiciones
jurídicas, no la económico-social) o la economía moral3 contraria a la libertad (la de mercado, la
propugnada por Adam Smith -La riqueza de las naciones, 1776). Pero, a pesar de lo espectacular de las
revoluciones y de lo inspirador de sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad (con la muy significativa
adición del término propiedad), un observador perspicaz como Lampedusa pudo entenderlas como la
necesidad de que algo cambie para que todo siga igual: el Nuevo Régimen fue regido por una clase
dirigente no homogénea, sino de composición muy variada, que junto con la vieja aristocracia incluyó por
primera vez a la pujante burguesía responsable de la acumulación de capital. Ésta, tras su acceso al poder,
pasó de revolucionaria a conservadora.4 Ambas se asientan sobre una gran masa de proletarios,
compartimentada por las fronteras de unos estados nacionales de dimensiones compatibles con
mercados nacionales que a su vez controlaban un espacio exterior disponible para su expansión colonial.
Vevolución marcista
Vevolución marcista
Comandantes
La Vevolución marcista, también conocida por varios autores como la Vevolución de marzo o la
Vevolución de 1845, se desarrolló entre el 6 de marzo y 17 de junio de 1845 y fue un movimiento
armado revolucionario en Ecuador que enfrentó a las fuerzas en apoyo al presidente Juan José Flores y a
las facciones rebeldes opositoras marcistas. La revolución es el primer movimiento armado que se dió en
el país desde su creación en 1830. Se inició en la ciudad de Guayaquil y finalizó en la hacienda La Virginia
en los alrededores de Babahoyo.
La revolución se inició el 6 de marzo en Guayaquil debido a la mala administración del general Juan José
Flores en calidad de presidente de la nación. Los personajes principales dentro de la organización del
movimiento fueron Vicente Ramón Roca, Diego Noboa y José Joaquín de Olmedo. También se encuentra la
figura de Vicente Rocafuerte, sin embargo varias veces hubo dialogos entre él y Flores, por lo cual en
repetidas ocasiones hubieron alianzas entre ellos. El movimiento armado estuvo liderado por el general
Antonio Elizalde, sin embargo luego a nivel nacional tomaría gran importancia las acciones de José María
Urbina y Viteri.
Después de la derrota que sufieron las fuerzas floreanas bajo mando de Carlos Wright en la hacienda La
Elvira, Flores tuvo que rendirse tras la creación de un gobierno provisional en todo el país que
desconocía su autoridad por medio del golpe de estado. Finalmente el 17 de junio se firma un tratado por
lo cual queda oficialmente asentada la capitulación de Flores, y marcaría el inicio de una nueva forma de
gobierno en el país de carácter civilista-militar.
ádward ^ibbon
ádward ^ibbon
]cupación historiador
Nacionalidad Reino Unido
Período Georgiano
Movimientos Ilustración
ádward ámily ^ibbon (8 de mayo de 1737 - 16 de enero de 1794) fue un historiador británico,
considerado como el primer historiador moderno, y uno de los historiadores más influyentes de todos los
tiempos.1 2
Su obra magna, The History of the Decline and Fall of the Roman Empire (Historia de la decadencia y
caída del Imperio romano), publicada entre 1776 y 1788, es un trabajo fundamental cuya influencia
perdura hasta hoy en día, no sólo para comprender la evolución historiográfica sobre este tema Ȅque no
el estado de la cuestión, dado que la obra está, lógicamente, desfasadaȄ, sino también como sólido hito
metodológico en el estudio histórico.
Fustel de Coulanges nació en una familia bretona instalada en París. Su padre era teniente de navío, y
murió poco después de su nacimiento, por lo que es acogido por su abuelo. Gracias a la amistad de éste
con el provisor, es admitido en el lycée Charlemagne de París.
Lee con avidez la obra de François Guizot sobre la Civilisation en France, que tendrá una fuerte influencia
sobre su porvenir como historiador. Medianamente dotado como alumno, es admitido en la Escuela
Normal Superior de Ulm. «Tenía un nivel mediocre», según su alumno y biógrafo Paul Guiraud. Durante
una etapa ideológicamente problemática, frecuenta con asiduidad la biblioteca de la Escuela.
Defiende en 1858 una tesis sobre el historiador griego Polibio y otra sobre los Vestas, en un momento en
que las cuestiones tocantes a los orígenes indoeuropeos son muy discutidas. En 1860, es nombrado
profesor de historia en la universidad de Estrasburgo, donde va dando forma a los apuntes que
terminarán constiyendo la materia de La cité antique. Obligado a abandonar Estrasburgo por la anexión
de Alsacia y Lorena por Alemania en 1870, es nombrado maître de Conférences en 1870 en la Escuela
Normal Superior, donde será director en 1883. En 1875, obtiene una cátedra en la Sorbona y es elegido
miembro de la Académie des sciences morales et politiques.
Jere ^ordon Childe fue un arqueólogo australiano. Nació en Sídney (Australia) el 14 de abril de 1892 y
falleció el 19 de octubre de 1957 en Monte Victoria (Nueva Gales del Sur, Australia).
Especialista en la prehistoria europea de los milenios segundo y tercero, fue catedrático de Arqueología
Prehistórica de la Universidad de Edimburgo entre 1927 y 1946, director del Instituto de Arqueología de
la Universidad de Londres, de 1946 a 1956 y miembro de la British Academy. Es destacado por su visión
materialista dialéctica, o marxista, de la prehistoria, siendo el máximo representante de esta escuela
historiográfica en este campo.
Comenzó a producir sus primeros estudios en un momento en el que la prehistoria dejaba de ser una
disciplina estática, susceptible de parcialización y fragmentación. Childe consideraba el estudio de la
historia como de una evolución dinámica, sin la cual no podrían entenderse las contradicciones y
paradojas que componen la historia humana. V. Gordon-Childe acuñó el término «revolución neolítica», el
paso de una economía depredadora a otra productora, así como la revolución urbana.
Henri Frankfort
Henri 'Hans' Frankfort (24 de febrero de 1897 - 16 de julio de 1954) fue un egiptólogo, arqueólogo y
orientalista holandés.
Entre 1925 y 1929 Frankfort fue director de las excavaciones de la Egypt Exploration Society (EES) de
Londres en El-Amarna, Abydos y Armant. En 1929 fue invitado por Henry Breasted para ocupar el cargo
de Field Director del Oriental Institute (OI) de Chicago en su expedición a Iraq. En 1949 se convirtió en
director del Warburg Institute de Londres. Junto con EA Wallis Budge, propuso la idea, revolucionaria en
su tiempo, de que la civilización egipcia surgió de una base africana en vez de asiática (tanto en sus
aspectos culturales, como religiosos y étnicos). Escribió 15 libros y monografías y unos 73 artículos en
revistas, todos sobe el antiguo Egipto, arqueología y antropología cultural, especialmente sobre los
sistemas religiosos del Antiguo Oriente Próximo.
Murió en Londres.
Napoleón |onaparte (Ajaccio, 15 de agosto de 1769 Ȃ Santa Helena, 5 de mayo de 1821) fue un militar
y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del golpe de
Estado del 18 de Brumario que le convirtió en Primer Cónsul (Premier Consul) de la República el 11 de
noviembre de 1799; cónsul vitalicio desde el 2 de agosto de 1802, el 18 de mayo de 1804 fue proclamado
Emperador de los franceses (Empereur des Français) y coronado el 2 de diciembre; proclamado Rey de
Italia el 18 de marzo de 1805 y coronado el 26 de mayo, ostentó ambos títulos hasta el 11 de abril de
1814 y, nuevamente, desde el 20 de marzo hasta el 22 de junio de 1815.
Durante un periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y
Central mediante una serie de conquistas y alianzas, y sólo tras su derrota en la Batalla de las Naciones,
cerca de Leipzig, en octubre de 1813, se vio obligado a abdicar unos meses más tarde. Regresó a Francia y
al poder durante el breve período llamado los Cien Días y fue decisivamente derrotado en la Batalla de
Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, siendo desterrado por los ingleses a la isla de Santa Elena,
donde falleció.
Napoleón es considerado como uno de los mayores genios militares de la Historia, habiendo comandado
campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igualmente estrepitosas. Sus agresivas
guerras de conquista se convirtieron en las mayores operaciones militares conocidas hasta ese momento
en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos de la época. Además de
estas proezas bélicas, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del Código Napoleónico y
es considerado por algunos un «monarca iluminado» debido a su extraordinario talento y capacidad de
trabajo. Otros, sin embargo, lo consideran un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de
millones de personas, así como uno de los personajes más megalómanos y nefastos de todos los tiempos.4
Se le considera el personaje clave que marcó el inicio del siglo XIX y la posterior evolución de la Europa
contemporánea.
Sus soldados lo llamaban el Pequeño Cabo (Le Petit Caporal), en tanto que los ingleses se referían a él con
el despectivo Boney y las monarquías europeas como el tirano Bonaparte, el Ogro de Ajaccio o el
Usurpador Universal.
`imón ºosé ntonio de la `antísima Orinidad |olívar y Palacios, mejor conocido como `imón
|olívar, (Caracas, 24 de julio2 de 1783 Ȅ Santa Marta, Colombia, 17 de diciembre de 1830) fue un militar
y político venezolano, una de las figuras más destacadas de la Emancipación Americana frente al Imperio
español. Contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador,
Perú y Venezuela.
Le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela que, tras serle
ratificado en Caracas, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes fueron
tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era "el hombre de las dificultades" en una carta
dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran
confederación política y militar en América, de la cual fue Presidente. Bolívar es considerado por sus
acciones e ideas el "Hombre de América" y una destacada figura de la Historia Universal, ya que dejó un
legado político en diversos países latinoamericanos, algunos de los cuales le han convertido en objeto de
veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas o
monumentos, parques, plazas, etc
ntonio ºosé de `ucre y lcalá, conocido como el «^ran Mariscal de yacucho» (Cumaná, 3 de febrero
de 1795 Ȃ [[Montañas de Berruecos, Depto. de Nariño; Colombia, 4 de junio de 1830), fue un político,
estadista y militar venezolano, prócer de la independencia, así como presidente de Bolivia, Gobernador
de Perú, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y Comandante del Ejército del Sur. Era hijo de
una familia acomodada de tradición militar, siendo su padre coronel del Ejército realista. Es considerado
como uno de los militares más completos entre los próceres de la independencia suramericana.