Professional Documents
Culture Documents
Gobierno Monarquía
ajpop
• ~1250–1275 K'ok'oja
• ~1275–~1300 Tz'ikin
• ~1300–~1325 Ajkan
• ~1325–~1350 K'okaib'
• ~1350–~1375 K'onache
• ~1375–~1400 K'otuja
• ~1400–~1435 Q'uq'umatz
• ~1435–~1475 K'iq'ab'
• ~1500–1524 Oxib-Keh
El poder del Reino K'iche' tuve su auge durante el reinado de K'iq'ab, quién
gobernaba desde el pueblo fortificado de Q'umarkaj. Durante su reinado, los k'iche'
subyugaron otros pueblos Mayas como los tz'utujiles, kaqchiqueles y mames, así
como el pueblo nahua pipil. Controlaron extensas áreas en el altiplano, la costa
sur de Guatemala, así como áreas en el sur-occidente de México.
Fuentes históricas
La historia del Reino K'iche' se describe en una serie de documentos escritos en la
época colonial en distintos idiomas indígenas tales como el quiché clásico y el
kaqchikel, y posteriormente traducidos al español. Incluyen a fuentes importantes
como el Popol Vuh y el Título de Totonicapán que, además de la mitología k'iche',
también contienen una historia y genealogía de los linajes. La información
contenido en estos documentos puede ser comparada y corroborada con otros
documentos como los Anales de los Cakchiqueles que narra la historia de los
kaqchikeles, los antiguos vasallos y posteriormente los enemigos de los k'iche's.
Un número de otros manuscritos tales como los títulos de Sacapulas, de C'oyoi,
de Nijaib, y de Tamub, recuentan la historia de los k'iche's desde el punto de vista
de los diferentes linajes k'iche'. Otras fuentes históricas incluyen a documentos
escritos por los conquistadores españoles y eclesiásticos, así como documentos
de la administración colonial.
Historia
Mapa del sur de Guatemala en el período Posclásico mostrando la ubicación de
importantes centros urbanos k'iche' (en negro) y otros grupos étnicos (en blanco)
Origen
Los invasores eran compuestos de siete clanes o linajes: los tres linajes k'iche's
(los nima k'iche', los tamub y los ilok'ab), los ancestros de los pueblos kaqchikel,
rabinal, tz'utujil, y un séptimo linaje llamado tepew yaqui.
E, Tz'ikin ~1275–~1300
Ajkan ~1300–~1325
K'okaib' ~1325–~1350
K'onache ~1350–~1375
K'otuja ~1375–~1400
Quq'kumatz ~1400–~1435
K'iq'ab' ~1435–~1475
Oxib-Keh ~1500–1524
El clan de los k'iche's era compuesta de tres linajes: k'iche', tamub y ilok'ab. Cada
linaje tenía una función diferente. Los nima k'iche's eran la clase gobernante, los
tamubs eran probablemente los comerciantes, y los ilok'abs eran los guerreros.
Cada linaje era dividida en sublinajes, que también tenían sus funciones
específicas. Los sublinajes k'iche' eran ajaw k'iche' , kaweq, nijaib y sakiq. Los
tamubs eran compuestos por ekoamak' y kakoj, los ilok'abs por los sublinajes siq'a
y wanija.
Durante el reinado de Q'uq'umatz -el hijo de K'otuja- los nima k'iche' salieron de
Pismachi' y se asentaron en un lugar cercano llamado Q'umarkaj ("lugar de la
caña vieja"). Q'uq'umatz era conocido como un gran rey nahual de los k'iche's y
según se dice era capaz de transformarse en serpientes, águilas, jaguares, y
podía volar en el cielo o visitar el inframundo Xibalbá.
Durante su reinado hubo una importante expansión del reino. Con la ayuda de los
kaqchikeles logró la expansión del territorio k'iche' hacia el norte donde
subyugaron el pueblo k'oja.5 Para fortalecer su control político sobre los k'oja,
Q'uq'umatz mando su hija en casamiento al rey k'oja. Sin embargo, él la mató y
Q'uq'umatz se comprometió a destruir su yerno y salió con un ejército de sólo 400
guerreros. Q'uq'umatz fue muerto en esa batalla y su hijo K'iq'ab le sucedió como
rey de los k'iche's. Su primera acción fue la venganza de su padre. Su ejército
arrasó la ciudad k'oja, mató a su líder y capturó a su hijo. Durante esta misma
campaña, las fuerzas de K'iq'ab conquistaron los pueblos alrededor de Sacapulas
y subyugaron a los Mames en Zaculeu.6 La expansión del Reino K'iche' continuó
hacia el suroccidente, ganando control sobre el valle de Antigua y la costa del
Pacífico en Escuintla, donde los k'iche's invadieron el territorio de los pipiles.
Declino y conquista
A pesar de que los k'iche's también lograron algunos éxitos militares en este
período, como la sumisión de los rabinal y la de los pueblos en la región de la
costa del Pacífico de Chiapas (Soconusco), los k'iche's no alcanzaron más el
mismo nivel de hegemonía que tuvieron anteriorment.
En 1521, cuando los aztecas fueron derrotados por los conquistadores españoles,
mandaron mensajeros al gobernante k'iche' avisándole de prepararse para la
guerra contra los españoles. Sin embargo, antes de la llegada de los españoles,
los k'iche's habían sido afectados y debilitados por las enfermedades que los
europeos habían traídos a las Américas. Por otra parte, los kaqchikeles se aliaron
a los españoles en 1520, ya antes de que invadieron al reino K'iche', y pidieron
apoyo contra sus enemigos k'iche'. Hernán Cortés envió mensajeros a Q'umarkaj
exigiendo la sumisión pacífica del reino k'iche' y un cese de las hostilidades contra
los kaqchikeles. Los k'iche's negaron estas demandas y iniciaron las
preparaciones para la guerra.
Estatua de Tekúm Umán en Quetzaltenango.
Organización social
Se estima que la zona de Q'umarkaj tenía una población de aproximadamente
15.000 habitantes en el Posclásico Tardío.9 En términos sociales, la población de
Q'umarkaj era dividida en la nobleza y sus vasallos.10 Los nobles eran conocidos
como los ajaw, mientras que los vasallos eran conocidos como al k'ajol.11 La
nobleza era conformada de los descendientes por línea paterna de los caudillos
fundadores, que parecen haber penetrado al altiplano como conquistadores desde
la costa del Golfo de México alrededor del año 1200, y que perdieron su idioma
original y adoptaron el de sus súbditos.10 12 Los nobles portaban atributos reales y
eran considerados sagrados.10 Sus vasallos sirvieron como soldados y eran
sujetos a las leyes establecidas por la nobleza, aunque pudieran recibir títulos
militares como resultado de sus proezas en el campo de batalla.10 Las divisiones
sociales eran profundas y fueron observadas de forma muy estricta, parecido a las
castas.10 Los comerciantes formaban una clase privilegiada, a pesar de que tenían
obligaciones tributarias frente a la nobleza.10 Además de estas clases, había los
trabajadores rurales y los artesanos.10 La clase más baja era conformada de
esclavos y incluía tanto los criminales condenados y prisioneros de guerra.10
Los Mames
Mam
Los mames son una etnia maya que habita principalmente en el noreste de
Guatemala (617,171)1 y en el sureste de México (23.632).2 El vocablo mame se
deriva del quiché mam que significa padre, abuelo o ancestro. En Guatemala al
igual que en Belice les llaman así a las deidades de la montaña que riegan los
cultivos.
La nación mames
Es muy poco lo que se sabe acerca de la organización política y extensión
territorial de los señoríos mames, durante el posclásico tardío, no obstante el
protagonismo que tuvieron en algunos acontecimientos de la conquista española,
la importancia actual de este grupo y la restauración de que fue objeto uno de sus
centros más notables, conocido con el nombre quiché (k'iche') de Zaculeu.
Historia Prehispánica
Antiguamente, los mames ocupaban una gran parte del Altiplano guatemalteco y
frontera serrana mexicana, y antes de que, en el siglo XIV, se produjera la
expansión territorial de la triple alianza quiché, llegaron a controlar un extenso
territorio que comprendía, además de los actuales Departamentos guatemaltecos
de Huehuetenango y San Marcos, casi la totalidad de los de Totonicapán y
Quetzaltenango; así como los municipios mexicanos de Motozintla, Mazapa de
Madero, Cacahotán, Unión Juárez y Tapachula.
Parece ser, sin embargo, por lo que indican las fuentes etnográficas, que no todos
los mames abandonaron sus tierras cuando éstas fueron conquistadas por los
quichés, y que, antes bien, muchos plebeyos se quedaron y fueron sometidos al
dominio político del pueblo conquistador. La persistencia en la región de la
tecnología cerámica tradicional de los mames es una prueba de lo afirmado.
Límites territoriales
Hasta el momento se carece de investigaciones etnohistóricas que determinen la
organización y límites del referido señorío Mam de Zaculeu. Sin embargo, tal y
como se ha podido comprobar en otros casos del Altiplano, es muy probable que
los límites coloniales, y los municipales de la actualidad, equivalgan a las
divisiones y subdivisiones políticas que aquél tenía.
Si ello fuera así, la frontera oriental del señorío Mam de Zaculeu pudo haber
coincidido con el límite entre los municipios de Aguacatán y Chiantla, este último,
una villa de españoles durante la colonia. Por su parte, la actual división entre los
municipios de Chiantla, Huehuetenango y San Sebastián probablemente
corresponde a la antigua frontera norte del señorío. Se puede suponer, también,
que el sitio de Pueblo Viejo Malacatancito ocupaba una posición cercana a los
límites del señorío con los quichés de los actuales Departamentos de Totonicapán
y Quetzaltenango. Las fronteras del suroeste, en cambio, no pueden establecerse
con claridad. La presencia de un sitio arqueológico dentro del municipio de Santa
Bárbara, llamado Chicol, puede indicar que la antigua frontera del señorío de
Zaculeu se encontraba cerca de ese lugar.
Clases sociales
Entre los mames había la misma distinción social general, entre aristocracia y
plebeyos, la que existía en los pueblos de la rama quiché y de otros grupos del
Altiplano. Sin embargo, se desconoce totalmente el tipo de organización local y
territorial, y no se sabe si disponían de entidades territoriales similares al chinamit
quiché o al molam de los pokomames. Lo que sí puede afirmarse es que la
influencia del señorío de Zaculeu llegaba más allá de sus fronteras, aunque no
necesariamente el dominio político. Acerca de la conquista de este lugar, el
señorío estaba aliado con los de Cuilco e Ixtahuacán, pues de ambos sitios
llegaron guerreros en su auxilio durante la conquista española. Tales refuerzos
para la defensa de Zaculeu, procedentes de los altos Cuchumatanes, indicarían
que su influencia se extendía hasta esa región.
Relaciones con los Quichés
Dos documentos quichés, el Popol Vuh y el Título Coyoi, citan a Zaculeu como un
señorío conquistado por el 'rey' Quicab, a mediados del siglo XV. En realidad,
estos dos documentos no pueden ser considerados como fuentes independientes
y complementarias, puesto que el segundo de ellos parece haber sido redactado
según la historia 'oficial' representada por el Popol Vuh. En consecuencia, se trata,
en el fondo, de una misma versión de la pretensión quiché de haber sido
protagonistas de victoria tan importante.
Tal como se afirmó en el ensayo sobre los quichés, no procede un parangón con
la historia occidental moderna, pues la de aquellos grupos estaba muy ligada a la
cosmología. Es evidente, además, que tales 'historias' estaban al servicio del
estrato dominante y bajo su control.
Por lo tanto, las crónicas indígenas, que indudablemente incluyen una dosis de
veracidad, se encuentran necesariamente teñidas de elementos propagandísticos
y de otras formas literarias propias de la cosmovisión que dominaba a aquellas
sociedades. En tal sentido, queda la duda sobre si la narración, de la conquista de
Zaculeu por el rey Quicab, corresponde a hechos reales o si se trata de una
exageración, con el fin de exaltar la figura del gobernante. Por otra parte, existe la
descripción del conquistador Pedro de Alvarado, de la gran ceremonia y
reverencia con que los quichés de Utatlán recibieron al 'rey' de los mames, Caibil
Balam, a quien se le atribuye la estratagema, intentada por los quichés, de
incendiar Utatlán, cuando los españoles estaban dentro de este centro. Tal actitud
de respeto no parece coincidir con la pretensión quiché de que los mames
hubieran sido sus vasallos, aunque la actuación de Caibil Balam, en Utatlán, fuera
un hecho reciente, resultado del resurgimiento de la independencia Mam, en
momentos en que el reino quiché se encontraba debilitado y fraccionado, después
del levantamiento contra Quicab.
El lugar, igual que Gumarcaaj, Iximché y Mixco, era una ciudadela de acceso difícil
por las defensas naturales que lo circundaban. Fuentes y Guzmán, que fue
corregidor de dicha región a finales del siglo XVII, dice que tenía una única
entrada, tan angosta que sólo permitía el paso de un soldado. Además tenía
numerosos terraplenes, pirámides con tableros-talud que cortaban los graderíos,
muchos edificios de calicanto y estaba situado en las márgenes del río del mismo
nombre, en una llanura de 60 km de circunferencia al oeste de Huehuetenango.
La táctica de batalla de los naturales fue más allá de acciones defensivas dentro
del recinto, pues presentaron varias acciones ofensivas a campo abierto. En la
primera de estas acciones unos 6,000 naturales, originarios de Cuilco, Ixtlahuacán
y Zaculeu acometieron a las fuerzas invasoras y lograron matar tres caballos, que
los capitanes castellanos valoraban más que a sus mismos infantes, así como 40
indios auxiliares, e hirieron a ocho españoles, entre los que se contaba el mismo
Gonzalo de Alvarado. Por su lado, los indígenas tuvieron unas 300 bajas. En esta
batalla los castellanos hicieron un rico botín con las piezas de oro (patenillas) que
arrancaron de los cuellos y vestimentas de los naturales muertos.
Caibil Balam ya sólo contaba con un ejército diezmado por la muerte de 1,800 de
sus hombres, y para evitar que los guerreros que le quedaban murieran de
hambre decidió, en consulta con los principales, negociar la paz. Las
conversaciones se realizarían entre la puerta de la fortaleza y el cuartel de la
caballería española.
Geografía de la región
La Sierra de los Cuchumatanes es la región montañosa no volcánica más
espectacular de Centroamérica. Situados al norte del Río Cuilco y al norte y oeste
del río Negro Chixoy, los Cuchumatanes forman una unidad física diferenciada,
limitada al norte por las tierras bajas tropicales de la cuenca del Río Usumacinta y
al oeste por las montañosas tierras de Comitán, en el estado mexicano de
Chiapas. Con elevaciones que van desde 500 hasta más de 3,600 msnm, la Sierra
de los Cuchumatanes se encuentra en dos departamentos de Guatemala:
Huehuetenango al oeste y Quiché al este; así como los municipios mexicanos de:
Unión Juárez, Cacahoatán, Tapachula, Motozintla, Mazapa de Madero, Frontera
Comalapa, Amatenango de la Frontera.
La región con cerca de 16,350 km2, alberga una población de cerca de 750,000
hab. del lado guatemalteco y 35,000 del lado mexicano. Tres de cada cuatro
habitantes son indígenas que hablan lenguas muy parecidas entre sí, de las
cuales las principales son la aguacateca (awakateca), ixil, jacalteca (jakalteca),
kanjobal (q'anjob'al), mam, quiché (k'iche') y uspanteca (uspanteka).
El nombre Cuchumatán significa `aquello que fue reunido por una fuerza mayor', y
se deriva de la combinación de dos palabras mames: cuchuj (`reunir') y matan
(`por la fuerza'). Otra posible derivación puede ser de la palabra náhuatl
kochmatlán, que significa `donde abundan los cazadores de loros'. La derivación
Mam, por ser maya, es posiblemente anterior a la náhuatl en este contexto local.
Sin tomar en cuenta su origen, el nombre Cuchumatán parece ser bastante
antiguo, y si bien se asocia con mucha frecuencia a las comunidades mames de
Todos Santos y San Martín, que se encuentran en el corazón de las montañas, la
designación se refiere, en general, a todo el Altiplano noroeste guatemalteco.
Presencia Española
Sólo un puñado de españoles se preocupó de considerar las posibilidades de
explotar mejor los recursos básicos de los Cuchumatanes, sus tierras y minerales.
Al principio hubo una racha de excitación ante la posibilidad de encontrar oro en la
región, pero tales esperanzas se desvanecieron rápidamente. La especulación fue
más persistente en Pichiquil, un poblado situado a mitad del camino entre
Aguacatán y Sacapulas, y en San Francisco Motozintla, aldea fronteriza que
actualmente pertenece a México. La plata fue tan abundante en Chiantla que, en
1537, le dejó al primer español dedicado a la explotación de las minas locales,
Juan de Espinar, una atractiva ganancia de 8,700 pesos, pero este nivel de
utilidades no se pudo mantener por mucho tiempo. Las minas de Chiantla, sin
embargo, produjeron plata que se usó para decorar los altares de las iglesias
durante todo el período colonial. La envergadura y el resultado de la operación,
aun cuando ésta se realizó conjuntamente con la extracción de plomo, fueron
modestos en comparación con los de la actividad minera en la región de
Tegucigalpa, y nada comparables con los de Guanajuato, Zacatecas o Potosí.
A finales del siglo XVI, los pocos españoles que aún mantenían interés en la
Sierra de los Cuchumatanes consideraron que tomar tierras representaba la mejor
vía para su progreso económico. El contacto entre indígenas y españoles durante
los dos primeros siglos de la dominación española en la Sierra de los
Cuchumatanes ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el significado de la
Conquista y la resistencia indígena. Es un ejercicio que podría dar fácilmente
como resultado una contemplación prolongada del lado oscuro de la historia de
esta región. Aunque de alguna manera ello resulta comprensible, al limitarse sólo
a lo que la Conquista destruyó, se resta importancia a lo que, contra viento y
marea, los naturales lograron salvar y mantener vivo. Este ejercicio se debe
emprender con mucha precaución. Tal como sucede respecto del `salvaje noble',
buscar sólo indígenas que se ajusten a nuestros argumentos e ideologías es una
ilusión que no sirve propósito útil alguno, sea éste académico o de otra naturaleza.
Tampoco se debe descuidar el papel fundamental que desempeñó el medio físico.
Pero ignorar totalmente la dinámica de la resistencia, especialmente cuando es la
supervivencia maya la que se encuentra todavía amenazada, es una injusticia aún
mayor.
Nada resultó como los españoles esperaban. Los documentos coloniales del
Reino de Guatemala, aun los escritos poco después de la Conquista, están
cargados de un sentido casi premonitorio de que las ambiciones e intereses tan
aparentemente justificados no llegarían a nada.
Rama Mam
A finales del siglo XVIII el 10.27% de los naturales hablaba alguno de los idiomas
que formaban este grupo: mam, ixil, kanjobal (q'anjob'al), jacalteco (jakalteco),
solomek, cuilco, aguacateco (awakateko) y motozintla.
El idioma con mayor número de hablantes era el Mam, que se usaba en los ocho
curatos siguientes: Huehuetenango, Santa Ana Malacatán, San Pedro
Sacatepéquez, Ostuncalco, San Miguel Ixtahuacán, Chiantla, Quezaltenango y
Tejutla. El ixil, que seguía en importancia, se hablaba en Santa María Nebaj, San
Juan Cotzal y San Gaspar Chajul.
El cuilco era apenas hablado por un poco más de 1,000 personas que habitaban el
curato de San Andrés Cuilco. El aguacateco era usado por menos de 1,000
personas residentes en Aguacatán. El motozintla, conocido también como
popoluca, se hablaba en un barrio de San Andrés Cuilco, por unas 34 personas.
Sus idiomas
En la década de 1770, los idiomas que más se hablaban eran el cakchiquel
(30.17%), el quiché (18.73%), el chortí (9.57%), el kekchí (7.36%), el pokomam
(7.30%), el xinca (7.09%) y el Mam (6.48%). Los idiomas restantes no llegaban en
conjunto ni al 14% del total. La mayoría de indígenas hablaba únicamente su
idioma materno, con excepción de los principales que tenían conocimientos de
castellano. Las diferencias idiomáticas eran de distinto grado pero, en muchos
casos, individuos de distinto idioma, pero de un mismo grupo lingüístico, podían
entenderse, como sucedía entre quichés, cakchiqueles y tzutujiles. Lo mismo
ocurría entre los hablantes de pokomam y pokomchí.
La castellanización y el consiguiente aniquilamiento de los idiomas nativos era
creciente en las regiones de Amatitlán, Escuintla y Chiquimula. En el caso de los
pueblos periféricos de Santiago de Guatemala se dio el fenómeno del bilingüismo,
pues los naturales, sin perder su idioma, aprendieron también el castellano.
El monolingüismo tuvo en general más efectos negativos que positivos para los
indígenas, si bien les permitió guardar sus costumbres religiosas y referirse a ellas
en sus conversaciones sin peligro de ser entendidos por españoles y mestizos. A
su vez el desconocimiento del castellano fue bien aprovechado por terratenientes,
escribanos y autoridades coloniales para confabularse y hacer arreglos ilícitos
frente a los mismos indígenas, sin que éstos se dieran cuenta.
José Cecilio del Valle opinaba, a comienzos del siglo XIX, que el monolingüismo
era un ‘obstáculo opuesto a la civilización de los indios; un muro de separación
que los aleja de los hombres cultos e ilustrados'.
Uno de los aspectos que, a juicio del Arzobispo Pedro Cortés y Larraz, había
experimentado sólo cambios aparentes era la religión, ya que los indios
continuaban en sus ritos en montañas y ziguanes, y si cumplían con los
mandamientos de la Iglesia Católica era sólo para evitar ser castigados.
En el campo de la educación se había dado una leve mejoría, resultado de haber
permitido a los indígenas ingresar a las órdenes religiosas y a la universidad, y ser
admitidos a dignidades eclesiásticas.
En su primer año de gobierno, Grajales, les condonó los impuestos a los finqueros
y propuso al congreso que se hiciera un nuevo avalúo fiscal para que los dueños
de las plantaciones pagaran menos impuestos, considerando que la crisis había
disminuido el valor de la tierra.
Desarrollo
En la región hay narrativas diferentes, los empresarios y finqueros hablan del
progreso traído por los presidentes Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines; la
protección de la “pequeña propiedad”, el apoyo a las obras de irrigación, la
tecnificación agraria que sustituyó al reparto de tierras. En el Estado se construyó
la presa Malpaso con los afluentes de los ríos Grijalva y Usumacinta. La apertura
de la carretera Panamericana, la construcción de caminos vecinales,
construyéndose la carretera Motozintla-Huixtla, conectando a la sierra madre con
la costa. El presidente Miguel Alemán creó la Comisión Nacional del Café, con el
objetivo de apoyar a los cafeticultores a modernizar sus sistemas de producción y
facilitar créditos agrícolas. Los fertilizantes e insecticidas hicieron su aparición en
el campo chiapaneco incrementando la producción.
El primer CCI se fundó en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, bajo la dirección
del mismo Aguirre Beltrán, en Marzo de 1951, intentando abarcar las regiones
tzeltal y tzotzil. Las campañas integracionistas de los años treinta y cuarentas
fueron tan efectivas en la sierra madre que durante varias décadas esta zona no
fue considerada como una región indígena y no fue integrada al modelo CCI sino
hasta 1978, cuando se fundó el Centro de Mazapa de Madero.
No todos los indígenas mames de la sierra madre de Chiapas son socios de las
cooperativas, sin embargo cada día ven los frutos de sus hermanos y vecinos, por
lo que cada día se asocian más indígenas a estas causas.
No todos los socios de estas cooperativas asumen la misma actitud con respecto
al rescate del pasado. Para algunos es solo un discurso de presentación que no
tiene que ver con su vida cotidiana dentro de sus comunidades. Otros, si han
modificado sustancialmente su estilo de vida a partir de la incorporación a las
cooperativas.
Resulta interesante ver como ahora los campesinos mames establecen relaciones
comerciales con el mercado internacional. Antes, sirviendo a las grandes fincas
cafetaleras. Ahora, estos campesinos han entrado en contacto con un mercado
alternativo, más allá de sus fronteras. Como productores han hecho recorridos de
promoción de sus productos, estableciendo comunicación vía telefónica, fax y hoy
por correo electrónico.
Tz'utujil
Tz'utujil
Población total
78.498 [1]
Sololá
Idiomas
Tz'utujil
Grupos étnicos relacionados
K'iche ' , kaqchikel
Tz'utujil hombres en Santiago Atitlán
El pueblo Tz'utujil
La fecha de la Tz'utujil-clásico período posterior (hacia 900-1500), de la
civilización maya , que habitan en la cuenca sur del Lago de Atitlán, en el Sololá
región del altiplano guatemalteco.
Hoy en día viven en las ciudades de San Juan La Laguna , San Pablo La
Laguna , San Marcos La Laguna , San Pedro La Laguna , Santiago Atitlán ,
Panabaj , Tzanchaj, (se cree que han sido la inspiración, por su sonido similar,
para el nombre de "Santiago") y unos pocos en San Lucas Tolimán , a pesar de
que solían habitar una región más amplia de mucho. En 1523 el español
conquistador Pedro de Alvarado , con la ayuda de los cakchiqueles Maya, los
derrotó en una batalla cerca de la ciudad de Panajachel , en que perdieron una
parte de sus tierras, y el control del lago.