Unidad del pueblo por una

Nueva Democracia

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 Paso a la Nueva Democracia es el
Revista resultado del encuentro de dirigentes
populares que provenimos de tendencias y
tradiciones políticas y organizativas de la
izquierda, la centroizquierda y en general de
sectores progresistas de la vida política y
social venezolana, que forman parte de las
fuerzas que en nuestro país han venido
luchando por la justicia social, el acceso de
Año I. Numero 1 todos a la prosperidad económica y por el
Abril 2010 fortalecimiento y expansión de las libertades
políticas y de la participación directa de los
ciudadanos en la definición de nuestro destino
como sociedad. Los hombres y mujeres que
CONTENIDO integramos Paso a la Nueva Democracia
compartimos claros principios y sólidos
 Editorial.
valores: estamos convencidos de que la
 En torno al equidad y la justicia social son un
momento prerrequisito indispensable para que el país
político actual. alcance el desarrollo pleno; Valoramos la
 Construyamos democracia no sólo como conjunto de
un proyecto de mecanismos institucionales, sino como forma
país de vida que supone, implica y exige tolerancia,
inclusión, amplia participación popular,
reconocimiento de la legitimidad de las
diferencias y estímulo a su debate en libertad.

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2
 

En torno al momento
político actual.
La crisis alcanza magnitudes
delicadas. Agreguemos la creciente
precarización del trabajo,
Parece lugar común hablar de la delsistemático proceso de
crisis que vive nuestro país, de lo desconocimiento de los derechos
profundo que ha erosionado a nuestra laborales al trabajo y salarios dignos, al
sociedad y de sus graves contrato colectivo, a la sindicalización
consecuencias sobre las condiciones de autónoma, a la estabilidad laboral y a
vida de los sectores más desposeídos. la seguridad social, ante lo cual crece la
Es indudable protesta que se
que el cuadro manifestó el
actual de pasado año en
nuestro país, los
constituye levantamiento
una crisis de s populares de
las más Curiepe y
graves que Timotes, y más
hemos recientemente,
vivido, y toda con el estallido
la retorica social de
oficial no Mérida, pero
logra que se
esconder su evidencia con
real más de 3mil
magnitud. protestas en
El caso 2009 y con un
es que existe importante
una aumento en
dramática disminución de la estos primeros meses del presente año.
producción nacional, un desmesurado Mientras, el desgaste gubernamental
aumento de las importaciones, una se hace cada vez más evidente, los
grave crisis de energía eléctrica, un jóvenes caen asesinados por otros
caos generalizado en el acceso a los jóvenes... más de 16mil homicidios en
servicios públicos y se ha 2009.
desmantelado el aparato productivo Es en este contexto de pérdida
nacional a niveles sin precedentes. de derechos sociales y democráticos,
Además del delicado proceso de que no se observa perspectiva alguna
desprofesionalización del país, del de reacomodo o de rectificación, y muy
desabastecimiento, el encarecimiento por el contrario, el gobierno descarga
del consumo, el aumento de la sobre los trabajadores y las grandes
criminalidad, el desempleo, el mayorías, un paquete económico cuya
subempleo y la descomposición social. punta de lanza es la devaluación,
después de haber despilfarrado los más
cuantiosos ingresos, que por renta
petrolera ha tenido el país.

 3

 Al caos económico y social, el Se descompone el respaldo al
gobierno responde con más gobierno.
entreguismo frente a las
transnacionales petroleras. Frente a la
incapacidad manifiesta para
sostenerse en el poder, dado el
creciente descontento y el deterioro de
su base social de apoyo, acude a la
represión y al chantaje. Su único
interés es el de sostenerse en el poder
para continuar usufructuándolo en
beneficio de sus camarillas
burocráticas, y de un faraónico plan de
liderazgo internacional, que cada día
se hace más insostenible.
La corrupción está fuera de todo
control y carcome al país como nunca
antes, de la modalidad del 10% se
evolucionó rápidamente, en primera
instancia al 30 o 40%, para luego La crisis ha llegado al nivel de
colocarse en la aún más perversa impactar sensiblemente a lo interno de
práctica de las colocaciones bancarias, los sectores que venían respaldando al
donde el funcionario recibe gobierno, sobre todo en el seno de los
escandalosas comisiones para que no trabajadores. Las disidencias,
se ejecuten las obras, manteniendo deserciones y saltos de talanqueras, se
cuantiosos recursos en las arcas de los hacen cada vez más frecuentes, bien
bancos para la especulación financiera sea por descontento, disputas por el
que engorda groseramente los bolsillos, control de las posiciones en el reparto,
tanto de banqueros como de por intrigas palaciegas, por temor a la
boliburgueses, que tal como lo inminencia de la debacle, o porque
demostró el último escándalo honestamente se alcanza conciencia de
financiero, cada día que pasa son una la estafa que se ha realizado a las
misma cosa. aspiraciones de cambio y redención
social; el hecho concreto es que este
“proceso” hace aguas por todos lados.
Es creciente la toma de
conciencia en el seno de la base de los
sectores populares de que el liderazgo
del presidente Chávez no encarna sus
aspiraciones, que muy por el
contrario, conduce al país a un
despeñadero de corrupción, ineficacia
y autoritarismo militarista. Ya la
demagogia del socialismo del siglo XXI
no surte el efecto de engaño de años
recientes, mucho menos el chantaje de
que defender los derechos es
contrarevolucionario.
El desorden en que han caído las
misiones asistencialistas, el
estancamiento de los consejos
comunales y la manifiesta incapacidad

4
 

para controlar la criminalidad
desbordada, la escasez, la especulación
y el encarecimiento general de la
canasta familiar, han venido
desmoronando la esperanza que en su
momento despertó el llamado
¨proceso¨, en cambio es indiscutible el
aumento del descontento.
Sin embargo, no subestimamos
la capacidad de maniobras que aún
mantiene el gobierno, dado el control
que ejerce sobre importantes sectores
populares, de los recursos con que
cuenta para ejercer manipulaciones
clientelares de las necesidades del
pueblo, además de todos los
mecanismos de represión
intimidación que viene ejerciendo, ante
la ausencia de un sólido referente
alternativo, tanto al chavismo como a
la corrompida oposición de derecha.
La oposición de derecha no
representa el cambio.
Mención importante merece la
situación de una oposición de derecha,
que en aras de alcanzar sus antiguos
privilegios de hegemonizar el reparto
del país como botín, buscan
presentarse con alguna coherencia
ante las venideras elecciones
parlamentarias. Más allá de que este
objetivo lo alcancen aunque sea
parcialmente, lo relevante es observar
con claridad el carácter antipopular de


este liderazgo, y como encarna una
opción que de llegar nuevamente al
poder no significaría ningún cambio
sustancial.
Les inspira su accionar, son las
cuotas de poder que aspiran alcanzar,
para una vez logradas, defender la
propiedad privada, la libre empresa,
las condiciones para la inversión
extranjera, además de reeditar las
prácticas personalistas, corruptas y
excluyentes que ya han demostrado
históricamente.
Su burocratización y comodidad
mediática, los ha divorciado
sensiblemente del sentir de las
e mayorías, llevándolos a estar ausentes
de las bases de la sociedad y , de los
centros laborales y de los sectores
populares, manteniéndose al margen
de las importantes luchas que se
vienen produciendo, quedando
reducida su influencia a los nichos
socio geográficos de la clase media.
Es claro que su interés está en el
usufructo del erario público para su
beneficio, su culto al mercado y a la
explotación capitalista. Nos
enfrentamos a la perspectiva
inmediata de una Asamblea Nacional
que reflejará la polarización entre esta
oposición de derecha y el gobierno,
escenario en el cual se estará
debatiendo quien hegemoniza el país,
pero no en beneficio de los
trabajadores, de los sectores
populares, de las capas medias y
profesionales.
En esencia, ambos polos
coinciden, prueba de ello la
encontramos recientemente en su
comportamiento frente a la
devaluación, el aumento del alto costo
de la vida, los impuestos regresivos, el
posible aumento de la gasolina, a la
criminalización del derecho a la
protesta, etc, que tan duramente
golpean a las grandes mayorías, y que
no forman parte prioritaria de su
discurso, ni se discuten en los grandes
medios de comunicación, además de
los enormes beneficios que han
obtenido la oligarquía financiera y las
5

transnacionales durante todos estos
años.
Los sectores burgueses que
históricamente han vivido
parasitariamente de la renta petrolera,
que ya venían siendo golpeados desde
el inicio de la aplicación de las políticas
neoliberales, están siendo sustituidos
por nuevos grupos económicos, los
boliburgueses, allí descansa la
verdadera esencia de su confrontación
y de esta polarización que cada día
despierta más rechazo en el seno del
pueblo.
Aparece el movimiento obrero.
Resultado directo de la crisis, de
la ejecución de una política anti obrera
y anti sindical por parte del gobierno,
se ha venido desarrollando una
importante elevación de la toma de
conciencia de importantes sectores de
los trabajadores, sobre todo en el seno
de una insurgencia de nuevos
dirigentes, que defienden con firmeza
los intereses de los trabajadores, el
derecho a la contratación colectiva y la
autonomía sindical.
En ramas industriales tan
vitales como la petrolera, las empresas
básicas, de la administración pública,
aparecen con fuerza, posturas clasistas
de dirigentes sindicales que se colocan
6
 

al frente de importantes luchas y
avanzan en la articulación de un nuevo
referente sindical nacional, que se
deslinda de las cúpulas tradicionales
de la CTV, y se distancia radicalmente
de los aparatos burocráticos colocados
de rodillas ante el gobierno.
Estas corrientes sindicales
autónomas, ya son víctimas de la
represión, del sicariato, de la
intimidación y del chantaje. Pero todo
indica que lejos de detenerlo, el
movimiento sigue elevando su
capacidad de esclarecer ante las bases
de los trabajadores, la verdadera
esencia de las políticas del gobierno, de
su carácter entreguista de la soberanía
nacional y de su responsabilidad en la
crisis del aparato productivo nacional.
Este liderazgo sindical clasista
tiene una enorme potencialidad para
ser factor decisivo en las luchas que se
avecinan, dada la importancia de las
ramas industriales donde ya son
fuertes, por las condiciones objetivas
de reclamos represados y de
aspiraciones insatisfechas que allí se
encuentran. Viene ampliándose la
toma de conciencia acerca de la
esencia de los factores que polarizan la
escena política nacional, el aprendizaje
que dejan los principales
acontecimientos de la confrontación de
los últimos años, y en general, de cómo
han sido manipuladas las legitimas
aspiraciones de redención social de las
mayorías nacionales.
Se perfila un duro combate en
este importante escenario, a medida
que se siga agudizando la crisis, como
todo indica que ocurrirá, se
intensificará la conflictividad laboral
en el país, sumándose cada vez más
sectores a la lucha, generándose
condiciones favorables para el
fortalecimiento de los referentes
autónomos y clasistas en el seno de los
trabajadores.
El papel del movimiento
estudiantil.
Se hace necesario un esfuerzo
importante por disputar la conducción
del movimiento estudiantil a los
sectores que hoy lo vienen dirigiendo,
en función de reorientar sus luchas
hacia la defensa de la autonomía, la
transformación y la democratización
universitaria, por presupuesto justo y
por la defensa de las libertades
democráticas, para sacarlo de la
influencia de esta oposición de derecha
e inscribirlo en la articulación de la
luchas de los trabajadores, en el
torrente común por los verdaderos
cambios que reclama el país, desde una
perspectiva popular y de izquierda.
Se trata de un gran reto, pero así
como en el seno de los trabajadores,
existen importantes sectores que se
vienen desprendiendo de la
manipulación de un gobierno que
cercena la autonomía de los sindicatos
ejecutando una política esencialmente
capitalista, en el movimiento
estudiantil existen importantes
sectores que se levantan en contra de
la manipulación de los medios de
comunicación, partidos de derecha,
empresarios y autoridades
universitarias, en un contexto de
pérdida de sus reivindicaciones.
Detrás de la polarización que ha
venido copando la escena nacional, se
esconden liderazgos corrompidos, que


reclaman el apoyo incondicional de los
sectores descontentos bajo el chantaje
de no dividir a la disidencia frente al
autoritarismo. Perverso proceso donde
el movimiento estudiantil y demás
sectores universitarios, viene
perdiendo importantes
reivindicaciones y la autonomía de sus
organizaciones. Se trata de una
polarización, detrás de la cual se oculta
todo tipo de corruptelas de
seudodirigentes y de autoridades
universitarias que se comportan como
mafias.
Los jóvenes y los estudiantes,
que ven con ímpetu rebelde como este
estado de cosas amenaza su futuro,
deben colocar sus luchas al lado de los
trabajadores y del pueblo por la
superación de la crisis en una
perspectiva revolucionaria.
Es impostergable el impulso de
la construcción de un movimiento
amplio nacional que entre a disputarse
la conducción del movimiento
estudiantil, que dotándose de un
cuerpo de definiciones claras acerca de
una ética distinta de abordar el
ejercicio del liderazgo y del norte de
sus luchas, se inscriba en el torrente
del conjunto de las luchas de los
trabajadores y de los sectores
populares, uniendo sus esfuerzos al
impulso de un proyecto de cambio para
el país, en clara confrontación con
posturas conservadoras y
reaccionarias.
Por la construcción de un
frente unitario de izquierda.
“…se requiere, ineludiblemente,
la articulación de fuerzas
sociales y políticas que encarnen
el proyecto que recoja las
transformaciones que reclama el
país… Es fundamental, en este
sentido, la construcción de un
referente político con claro perfil
ideológico, coherente y con la
suficiente amplitud y flexibilidad
para atraer a la acción
7

 organizada todas las voluntades
posibles.”(Construyamos un
Proyecto de Cambio para el país -
junio de 2009).
El acento principal de nuestro
accionar, debe centrarse en el impulso
de la unidad popular por una nueva
democracia, promoviendo la
articulación de las luchas y de los
movimientos sociales para enfrentar
las políticas del gobierno, levantando
una alternativa de izquierda frente a la
crisis, deslindando de la oposición
burguesa.
Se nos plantea como principal
tarea del momento, trabajar por la
construcción unitaria de una opción
política, revolucionaria y socialista,
aportando nuestra experiencia en este
importante esfuerzo que redundará en
beneficio del rearme político
organizativo de las fuerzas
transformadoras del país, para que el
creciente torrente de luchas y de
elevación de conciencia que viven hoy
los sectores populares, encuentren un
referente en torno al cual unirse.
En esta dirección, debemos
estrechar los lazos, el intercambio de
ideas y de trabajo concreto con los
factores que hoy luchan y se plantean
perspectivas coincidentes con las
nuestras, contribuyendo a la
articulación de movimientos sociales,
compartiendo una construcción común
acerca de la comprensión de la
realidad nacional y estableciendo los
necesarios y urgentes niveles de
unidad e integración de esfuerzos que
reclama la actual situación a los
revolucionarios.
Estamos ante el reto de
confrontar con todo tipo de
aprehensión y de culto al círculo
sectario, colocándonos por encima de
pequeñeces, en la claridad de la
necesidad de avanzar en la unificación
de los revolucionarios, en una
circunstancia de enorme auge de las
luchas, y en un contexto de
polarización de dos enemigos, con los
cuales toca enfrentarse
8
 

simultáneamente. Se ha abierto una
espectacular oportunidad para
fortalecer el planteamiento
auténticamente revolucionario, pero
de no producirse la articulación
suficiente de los revolucionarios, ella
se constituirá en una nueva fuente de
frustración y de derrota para las
aspiraciones de cambio del pueblo
venezolano.
Para que efectivamente podamos
prestar un significativo aporte y se
avance en este sentido, debemos
colocarnos aceleradamente en la mejor
situación posible como organización,
fortaleciendo la profundidad de
nuestro debate teórico, político y de la
capacidad organizativa para la
realización de las tareas trazadas.
Este fortalecimiento pasa porque
proyectemos una política clara en los
espacios sociales concretos donde
tenemos niveles de incidencia o de
relación, para vincularnos desde las
bases a las luchas por los intereses
comunes, creando los espacios para el
debate y la organización del
movimiento popular y de los
trabajadores, priorizando los sectores
populares, trabajadores, estudiantes,
profesores y egresados universitarios.
Nuestra política electoral.
El escenario electoral al que nos
enfrentamos hoy, debe ser utilizado
para el impulso de una política
orientada a levantar una alternativa
distinta que rompa con la actual del presente y por venir, para la
polarización. Promoviendo la unidad realización de las esperanzas de
de las diversas corrientes en torno a cambio del país.
un programa mínimo que recoja las
principales aspiraciones de las grandes Marzo de 2010.
mayorías frente a la crisis y que
proyecte políticamente a los liderazgos
de luchadores honestos.
Los elementos centrales de un
programa mínimo electoral deben
contener: el enfrentamiento a la
entrega de nuestras riquezas
petroleras, la defensa de la industria
nacional, el mejoramiento de los
servicios públicos, la eliminación del
iva, seguridad social, aumento general
de salarios al costo de la canasta
familiarl, autonomía de los consejos
comunales y de los sindicatos, cese a la
criminalización de la protesta, respeto
a la libertad de expresión, de
sindicalización, de huelga y a la
contratación colectiva, trabajo estable
y digno, presupuesto justo para la
salud y la educación, solución al déficit
de vivienda y de infraestructura,
solución al grave problema de
inseguridad, etc.
Es fundamental que
promovamos una campaña política
articulada a la movilización que se
viene produciendo, aunque de manera
dispersa, contra la política antipopular
del gobierno, a la vez que alerte al
pueblo del peligro que significa para
sus intereses, que la dirección
opositora de derecha alcance la
hegemonía de la sociedad venezolana,
llamando a desechar cualquier ilusión
en torno a ellas y abriendo cause a la
creciente conciencia de que en el
marco de la polarización no hay
perspectiva de superación de la crisis.
Se requiere una actuación que
diáfanamente deslinde, en medio de la
presión que significa la polarización
actual, que aún teniendo conciencia de
la aparente y circunstancial debilidad
de las fuerzas sociales y políticas en
que nos inscribimos, significamos la
verdadera alternativa para las luchas


 9

CONSTRUYAMOS UN
PROYECTO DE CAMBIO
PARA EL PAÍS.
Construir un proyecto de cambio para
Venezuela sigue siendo un reclamo
histórico. Pese a la trascendencia de
los grandes esfuerzos, que a lo largo de
nuestra historia hemos librado como
pueblo, para abrirnos un camino de
libertad y justicia social, el resultado
ha sido la frustración de la esperanza
mayoritaria y el reparto de las
riquezas nacionales como botín, por
parte de las camarillas que se han
turnado en el poder.
Desde el inicio de los tiempos, casi
todos los grupos que han gobernado en
lo que hoy es Venezuela no la han visto
como un país para desarrollar, sino
como un botín para saquear. Como su
botín. Mientras más dinero había en el
país, más crecían las desigualdades, la
corrupción y la pobreza. Gobiernos
entreguistas saturados de
incompetencia, prepotencia y precarios
corrupción, promovieron la
masificación de la miseria.
El entreguismo, el pragmatismo y el
oportunismo han signado hasta ahora
a las corrientes políticas
predominantes, detrás de supuestas
ideologías y grandilocuentes proyectos
de “desarrollo nacional”, se han
enmascarado las prácticas
burocráticas, que han conducido al
país a una delicada situación de
vulnerabilidad como nación.
Profundizándose perversos procesos
regresivos de rentismo y que se impone parcialmente desde los
desindustrialización, pérdida de
soberanía económica, tecnológica y
alimentaria, agudizando nuestra
atrasada condición de país
dependiente, monoproductor y
monoexportador.
Esta breve caracterización del país, es
aún más alarmante si observamos sus
consecuencias sociales, un país
mayoritariamente urbanizado, con
ciudades rodeadas de cordones de
pobreza donde el hacinamiento, los
servicios públicos de
educación y salud, el desempleo y el
subempleo, generan la consolidación
de todo tipo de males sociales, en
medio de las cuales, importantes
sectores populares viven en la
desesperanza y en un estado de
sobrevivencia social realmente
deprimente.
Este cuadro de deterioro nacional,
resultante de un acumulado de
décadas, donde el modelo capitalista
dependiente fracasó estrepitosamente,
tanto como la pretensión neoliberal
años 80, lejos de superarse con el
advenimiento de la burocracia hoy en
el poder, se ha visto sensiblemente
profundizado.

10
 

Hoy somos un país más dependiente y
vulnerable que antes, más inseguro,
con perdida objetiva de derechos
sociales y laborales, con menos
libertades democráticas y mayor
precariedad en sus organizaciones
sociales y políticas. Con un capitalismo
monopolista de Estado sustentado por
una autocracia autoritaria y legalista,
que con el afán de sostenerse
indefinidamente en el poder, manipula
las legitimas aspiraciones de redención
social de las mayorías nacionales y la
generalizada conciencia de no retornar
al pasado puntofijista.
Se ha profundizado la dependencia
rentista, el endeudamiento externo e
interno, la ruina de la pequeña y
mediana empresa, la importación
masiva de alimentos, la entrega e
hipoteca de nuestros recursos al
capital trasnacional mediante la
creación de las empresas mixtas y de
la venta a futuro de nuestro petróleo.
Orientación ideológica del proyecto
de cambio.
Con el objetivo de abrir el debate para
la construcción de un proyecto de
cambio que oriente la lucha por las
transformaciones que reclama el país,
sin demagogias ni manipulaciones,
formulamos algunas tesis iniciales


para que se enriquezcan y profundicen
en el estudio y el intercambio abierto.
Porque de eso se trata: de construir un
proyecto de cambio, comprometido con
los intereses nacionales, de los
trabajadores, de los sectores
populares, y de las capas medias, con el
desarrollo soberano del país y con la
verdadera redención social de las
mayorías que siguen excluidas.
Para el avance cierto de un esfuerzo de
construcción colectivo y de perspectiva
histórica, nos ubicamos alejados del
oportunismo que hasta ahora han
pervertido la acción política y social de
importantes agrupaciones e
individualidades del campo
revolucionario y progresista,
produciendo una cadena de
frustraciones,
Partimos en principio, que es necesario
clarificar el referente teórico
metodológico que sirva de instrumento
útil para la comprensión de la realidad,
en claro compromiso ideológico de los
intereses sociales al que deben
responder los objetivos estratégicos del
proyecto de cambio en cuestión.
En este sentido, asumimos la fuente
marxista como corriente de
pensamiento, que históricamente ha
inspirado y orientado las luchas
populares, de manera creativa, con
visión científica, y evitando todo tipo
de religiosidad y anquilosamiento.
Es indispensable, para ello, que nos
adentremos en un terreno difícil y
exigente, donde nada está
preestablecido ni se resuelven
complejas realidades con declaraciones
de fe, de aquellos que de manera
superficial y hasta irresponsable,
creen que con declararse creyentes de
algún dogma, ya tienen resueltas todas
las incógnitas del universo.
La historia proporciona
demostraciones suficientes de los
desaciertos y frustraciones a que han
conducido tanto las intoxicaciones
ideológicas, como los pragmatismos
oportunistas, y valga señalar que por
experiencia propia, hemos constatado
como son dos caras de la misma
11

moneda. Muchos han sido los
proyectos que justifican con dogmas
ideológicos el más ramplón de los
oportunismos conocidos.
De igual manera, nos consideramos
parte de las luchas libertarias que han
animado las ideas de izquierda, donde
la democracia se realiza al lado del
avance hacia la emancipación de los
trabajadores, y la superación autentica
de la inequidad social, como objetivo
histórico irrenunciable. Sin negar la
importancia de la lucha por las
reformas, pero concibiéndolas como
escenario para la toma de conciencia
social, para la maduración del
movimiento que a la postre, de manera
auténticamente protagónica, será
capaz de definir y conquistar su
destino, sin necesidad de caudillos ni
de burocracias “esclarecidas”.
Nos negamos a participar en la
rendición ideológica, de renunciar a
luchar por el objetivo histórico de
conquistar como pueblo, una sociedad
justa, soberana, sin explotados ni
explotadores, excusándose en el
fracaso de las experiencias
“socialistas” que en el mundo
desaparecieron en manos de las
autocracias personalistas y En nombre de la democracia, se
burocráticas ya conocidas, y en la
“viabilidad” de las reformas de un
capitalismo “más humano”.
Reafirmamos que el capitalismo no es
la opción final del progreso de la
humanidad, dada su comprobada
incapacidad de garantizar el acceso
equitativo a la riqueza producida,
aunque reconocemos que como estadio
importante en su desarrollo deben ser
mantenido sus avances, muchos de los
cuales son el resultado de las luchas
populares y democráticas que por la
conquista de más libertad y dignidad
para las mayorías, han librado los
pueblos.
Nos inscribimos en esta perspectiva
histórica, la de luchar por la libertad,
la democracia, la igualdad, el
desarrollo soberano del país, la
participación protagónica del pueblo
en la definición de su destino,
12
 

rechazando cualquier desviación
caudillesca, sectaria o burocrática, que
han sido factores fundamentales para
el fracaso de las experiencias
populares conocidas hasta ahora en el
mundo.
Concebimos la democracia no sólo
como conjunto de formalidades y
mecanismos institucionales, sino como
forma de vida que supone, implica y
exige tolerancia, inclusión, amplia
participación y protagonismo popular,
reconocimiento de la legitimidad de las
diferencias y estímulo a su debate en
libertad.
De igual modo, creemos indispensable
el deslinde con aquellas ideas
simplistas, de renunciar al ideario
socialista por la coyuntura actual
donde una burocracia oportunista y
militarista, esconde sus políticas
reaccionarias y dictatoriales detrás de
un supuesto socialismo del siglo XXI,
que sólo busca manipular la enorme
conciencia de cambio que ha venido
madurando en nuestro pueblo, luego de
vivir en carne propia el fracaso de los
gobiernos orientados en la
socialdemocracia, el socialcristianismo
y el neoliberalismo.
sostuvo durante décadas en nuestro
país, el entreguismo, la inequidad, la
represión y la corrupción. Pero las
luchas democráticas siguen planteadas
como el espacio idóneo para la
superación hacia formas políticas
superiores para los pueblos conducirse
como sociedad, de manera civilizada y
pacifica.
Así mismo, en nombre del socialismo,
se han sostenido en el mundo y ahora
pretenden hacerlo en nuestro país,
burocracias autoritarias, corruptas e
incapaces que han generado más bien
el atraso y la perdida de importantes
reivindicaciones sociales y políticas, a
nuestros pueblos. Pero las luchas por
la libertad y la emancipación de los
trabajadores, siguen planteadas como
objetivo histórico de la humanidad, de
alcanzar una sociedad más justa, más
humana, sin explotación y con
bienestar para todos.
Reivindicamos entonces, que el
pensamiento socialista es nuestro
referente teórico, en un proceso de
recreación correspondiente con la
realidad, con la crítica a las
experiencias históricas y a nuestras
condiciones como país. Para nosotros,
el socialismo debe ser coherente con la
democracia, la participación directa
del pueblo y de sus organizaciones
autónomas.
Por tanto, su realización debe ser
resultado de la toma de conciencia, del
convencimiento de las mayorías, y no
de una imposición dirigida por una
“vanguardia esclarecida” que
ineluctablemente derivaría antes o
después, en burocracias corruptas
alejadas del sentir y los intereses de las
mayorías que reclaman representar.
En este sentido, nos orientamos por un
proyecto de desarrollo nacional, que
supere la explotación, el rentismo,
privilegie a la producción nacional,
tendiendo a la diversificación
económica y la autosuficiencia
nacional en un marco de justa
integración con el resto del mundo,
desarrollando la producción, la
industrialización, la distribución y la
comercialización, para alcanzar los
niveles que permitan el bienestar y la
equidad para el conjunto de la nación.
Construir una sociedad con justicia
social y plenas libertades democráticas
pasa por realizar en Venezuela algo
más que mejoras en la eficacia de
mecanismos de gestión puntuales o de
formas de representación específicas,
el Estado venezolano necesita un
cambio radical para establecer una
relación no autoritaria con la sociedad,
para dar paso a uno que resulte del
poder social que emane de la toma de
conciencia del pueblo en el ejercicio de
su protagonismo genuino.
Creemos en un socialismo que no
signifique capitalismo de Estado, que la
moral y la conducta de un verdadero
revolucionario son incompatibles con
el culto a la personalidad y con la


compulsión militarista, en la certeza de
que la construcción del socialismo es
indivisible de la lucha por la libertad y
la democracia.
Una propuesta socialista que signifique
levantar una nueva esperanza de
transformación para Venezuela, debe
deslindar de la autocracia burocrático-
militarista incapaz de realizar los
cambios sociales y políticos en
beneficio de las mayorías, pero
también de sectores y grupos que se
enfrentan a la autocracia porque
rechazan cualquier cambio, nostálgicos
ansiosos de restaurar lo peor del
pasado.
En un proceso ininterrumpido de
debate acerca del proyecto socialista
que requiere nuestro país,
desarrollaremos estas propuestas,
abordando aspectos concretos
relacionados con: Realidad actual del
capitalismo a nivel internacional,
caracterización de la sociedad
venezolana y del régimen político
actual, el socialismo y sus experiencias
internacionales, etc…
Acerca del instrumento
organizativo.
En las luchas populares y en el
aprendizaje que ellas producen, se
encuentra el escenario donde crece la
conciencia que hará posible el
desarrollo de estas ideas, para lo cual
se requiere, ineludiblemente, la
articulación de fuerzas sociales y
políticas que encarnen el proyecto que
recoja las transformaciones que
reclama el país.
Es fundamental, en este sentido, la
construcción de un referente político
con claro perfil ideológico, coherente y
con la suficiente amplitud para atraer
a la acción organizada todas las
voluntades posibles, y para que pueda
ser eficiente como escenario de debate
y acción creadora.
Creemos en la construcción de un
nuevo tipo de partido democrático que
supere el viejo papel de los partidos
políticos como “correas de
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transmisión” entre el Estado y la Estos núcleos de análisis, debate y
sociedad, en maquinarias clientelares, acción política, deberán ser capaces de
en agencias de empleos, en centros de actuar como centros de generación de
distribución de contratos, en fin, en propuestas, de construirlas junto a las
mecanismos para-institucionales para bases del pueblo, de trascender el mero
la distribución de la renta, en rechazo a los vicios del pasado y del
tentáculos de corrupción. presente para comprometerse también
Una organización, con la más profunda al diseño de un proyecto de
y amplia democracia interna en su transformación socialista.
debate y en sus mecanismos de toma
de decisiones, que rompe con las Junio de 2009.
prácticas personalistas. Por tanto,
pretendemos un movimiento con una
estructura organizativa sencilla que 

reconozca los liderazgos naturales.
Una organización que pregona la lucha
democrática, electoral, la lucha social,
el debate ideológico y la movilización
de las bases de la sociedad, superando
las prácticas burocráticas que de
espaldas al pueblo pretenden decidir
acerca de su destino sin contar con su
participación y protagonismo.
Una expresión política nítida, con
acento popular, un espacio en
construcción abierto a todos los
luchadores populares que actúan en la
construcción del torrente unitario que
se produce a partir de la defensa de los
intereses comunes de las mayorías.
Para abonar y contribuir en todo lo
necesario para la construcción de este
proyecto de cambio, impulsaremos la
constitución de talleres permanentes
de estudios socialistas desde las
bases, para el análisis, el debate y el
intercambio de ideas que definan el
norte del proyecto de transformación
socialista que se corresponda con la
realidad actual, y se inserte en las
luchas concretas del pueblo para
contribuir a su fortalecimiento
ideológico y político organizativo.
Los talleres permanentes de estudios
socialistas serán espacio para el
fortalecimiento de liderazgos a partir
del debate creador, para profundizar el
conocimiento de la realidad en que nos
toca actuar, para hilvanar el accionar
cotidiano con base a planteamientos
transformadores, superando el
coyunturalismo.

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Unidad del pueblo por una Nueva Democracia

http://paso-a-la-nueva-democracia.blogspot.com/
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