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El Fenómeno
Oscilación del Sur El Niño, esta cada día ocasionando mas estragos en Venezuela, ya
que al solo darse dos estaciones en el país (seco y lluvioso) el fenómeno afecta con las
corrientes de aire ocasionando menos precipitaciones.
Se registra que desde finales del mes de Enero, no se ha dado más el evento, esta es su
desaparición más larga en 104 años de registro.
El Salto Ángel se seca
El que más afecta al orgullo de la nación es el estado de la caída de agua o cascada más
alta del mundo con 980 metros sobre el nivel del mar, el Churún Merú, mejor
conocido como el Salto Ángel, a pesar de estar en su época anual mas seca (Diciembre-
Marzo), esta presenta una baja enorme en su caída de agua, casi desaparecida, por culpa
del fenómeno del niño. Lo que es una imagen espectacular en todos sus sentidos el
observar esta magnifica y gigante cascada, hoy en día es algo que impacta y ocasiona
conmoción en los Venezolanos.
El nombre de éste fenómeno fue dado por los pescadores del Perú, llamado así por la
aparición de las aguas cálidas en las proximidades de la navidad.
Por otra parte en cuanto su origen se tiene, que éste se origina en el Océano Pacífico
Tropical (cerca de Australia e Indonesia); alterándose la presión atmosférica en zonas
dispersas, cambia la dirección y velocidad de los vientos y las zonas de lluvia se
desplazan a regiones tropicales. Pero existe otro fenómeno oceánico en las costas de
América del Sur, denominado “Surgencia” (aguas profundas que emergen a la
superficie, cerca de la costa); esto se produce por la acción conjunta de los vientos y la
rotación de la Tierra. Las aguas, producto de la surgencia, son frías y ricas en nutrientes,
lo que permite pescas productivas.
En cuanto sus impactos climáticos globales, el efecto más notorio sobre el clima durante
un evento de El Niño se manifiesta principalmente en la forma de ocurrencia de exceso
o déficit pluviométrico. El desplazamiento hacia el este de la región con mayor
desarrollo de nubosidad en el Pacífico ecuatorial occidental (siguiendo el
desplazamiento de las aguas relativamente más cálidas) produce intensas
precipitaciones en la región ecuatorial cercana a 180 grados de longitud y un fuerte
déficit pluviométrico en gran parte de Oceanía y el sector nororiental de Australia.
Otro impacto notable se observa en la región central del continente cuyos inviernos
tienden a ser relativamente benignos (altas temperaturas y menos acumulación de
nieve).
En América del Sur las regiones afectadas por excesos pluviométricos son la región sur
de Ecuador y norte de Perú durante el verano y el otoño, la región central de Chile
durante el invierno y el sector suroriental del continente (sur de Brasil, Uruguay, sur de
Paraguay y el noreste de Argentina) durante la primavera. Por otra parte la ocurrencia
de estos eventos suele asociarse con déficit pluviométricos en el sector norte,
particularmente en las Guyanas y regiones aledañas, en la región andina de Colombia y
Venezuela, en el Altiplano y en el noreste de Brasil.
De las situaciones meteorológicas que se sucedieron durante el evento del “El Niño”
1997-98 se puede citar las siguientes:
- Durante el evento “El Niño” 1997-98 se apreció un muy frecuente eje de vientos
máximos en la altura procedente desde Colombia y el Pacífico que produjo cambios en
el patrón de lluvias y de las Ondas Tropicales en el Caribe
- Durante “El Niño” 1997-98 la alta presión del Atlántico pareció haber aumentado en
intensidad y ubicarse en una posición mas al sur con una mayor influencia en generar
déficit de lluvias sobre Venezuela durante los meses de temporada seca.
A pesar de no existir un patrón definido sobre las influencias del fenómeno de “El
Niño” en Venezuela se puede decir que cuando ocurre la presencia del fenómeno este
tiende a reforzar la temporada por ejemplo si estamos en época de lluvia esta se hace
mas intensa y por el contrario cuando estamos en temporada de sequía esta se hace mas
fuerte.
Con ésta sencilla explicación, producto de algunas investigaciones que realice sobre éste
fenómeno, espero contribuir en algo al entendimiento por parte de nuestro pueblo de las
medidas preventivas que hoy toma el gobierno nacional con finalidad de evitar daños en
nuestras vidas y que esto no es un problema en Venezuela nada más como lo quieren
hacer ver, sino que es escala mundial.
"En las zonas donde fallan los servicios públicos nos va peor con el clima, que parece un poco
loco", dijo a IPS Martínez, de 64 años, mientras empleaba algo de su agua para riego en "al
menos salvar las trinitarias (buganvillas), que adornan y alegran la casa".
Más al sur, en las llanuras centrales donde se produce buena parte de los alimentos de
Venezuela (que importa dos de cada tres kilogramos de lo que consume) el problema
doméstico de Martínez se multiplica y merma la producción masiva de cereales.
"La sequía ha afectado entre 70 y 80 por ciento de las siembras de maíz, arroz y sorgo en
Guárico (estado del centro-norte, de 65.000 kilómetros cuadrados), se han perdido 60.000
hectáreas de maíz y otras 60.000 están severamente afectadas", dijo el presidente de la
Asociación de Productores Cerealeros de la región, Vicente Figuera.
"También se observa en cultivos como el café en los Andes de Venezuela, Colombia y otros
países de la región, pues los cafetos presentan una floración temprana, alterándose los ritmos
fenológicos de las plantas como consecuencia de la sequía", observó a IPS Eulogio Chacón,
director del Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas de la Universidad de Los Andes, en
el sudoeste venezolano.
Por ello seguramente han resistido para mostrar su belleza las trinitarias de color rojo y violeta
que Martínez exhibe a la entrada de su casa.
La sequía que azota a Venezuela viene del océano Pacífico, "como consecuencia de la
variabilidad climática más importante del planeta, el fenómeno El Niño", señaló a IPS el
geógrafo venezolano Rigoberto Andressen.
El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) se presenta desde hace miles de años, su aparición anterior
data de 2006, y esta vez puede prolongarse hasta el primer semestre de 2010. En tiempos
recientes su recurrencia se asocia al cambio climático global que favorece el recalentamiento
del Pacífico.
La más dañina aparición del fenómeno en las últimas décadas se registró en 1997-1998,
cuando provocó lluvias e inundaciones en distintos puntos del planeta que causaron la muerte
de más de 24.000 personas y pérdidas materiales estimadas en al menos 30.000 millones de
dólares, según un estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados
Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
En la vecina Colombia, después de una irrupción de La Niña, fase fría de ENOS, en 2007-2008,
que dejó 120.000 damnificados por aguaceros e inundaciones, este año El Niño ha disminuido
el caudal de ríos, causado una ola de calor y alentado incendios de vegetación.
Chacón hizo notar que los incendios en Colombia alcanzan incluso los páramos andinos, por
tener una vegetación más rica en pajonales que se resecan con la falta de agua, por contraste
con los páramos venezolanos, más ricos en arbustos.
Otra consecuencia sobre la producción de alimentos es que en las áreas de pastos, los
campesinos y pequeños criadores todavía prenden fuego a los pastizales resecos para inducir
el rebrote de las plantas, con consecuencias dañinas en materia de erosión de suelos, observó
Chacón.
Para Andressen, a Venezuela le aguardan dificultades en los meses próximos por el menor
cauce de sus ríos, incluido el portentoso Caroní, en el sudeste, que alimenta en su curso bajo
varias represas con una capacidad eléctrica instalada de 12.500 megavatios/hora. "ENOS
también se puede aprovechar como un mecanismo de predicción climática, aunque se
requieren para ello buenos servicios meteorológicos, a fin de prever la construcción de
embalses o represas que eviten los desastres de las lluvias y ayuden a conservar el recurso
para tiempos de sequía", estimó Andressen.
Los apagones han generado protestas callejeras, la mayoría de pequeños grupos de vecinos
afectados en todo el territorio, y comienzan a surgir asociaciones de usuarios para debatir el
tema con las autoridades.
La sequía asociada a El Niño ha agravado el problema de este país que tiene una demanda de
17.300 megavatios/hora, con un crecimiento de entre seis y siete por ciento anual, y que
debería ser soportada con unos 24.000 megavatios/hora de capacidad instalada y en buenas
condiciones de funcionamiento, para prevenir fallas o emergencias, según José Aller, docente
de la caraqueña Universidad Simón Bolívar.
Este fenómeno afecta severamente la vida social, económica y política de los países, alterando
su ciclo productivo y el crecimiento económico-social. En las áreas normalmente húmedas se
originan prolongadas sequías, en las zonas áridas se producen torrenciales lluvias y olas de
frío o de calor en distintos lugares del mundo.
Por lo general, esto representa graves pérdidas en las actividades económicas, sobre todo en
las actividades primarias, por lo que afectan mucho más a los países en desarrollo donde éstas
constituyen la base de su economía. Por ejemplo:
• las sequías, aumentan la mortandad del ganado y los incendios forestales que contaminan el
ambiente y provocan pérdida de la biodiversidad;
Los vientos alisios soplan de Este a Oeste y arrastran las aguas cálidas superficiales del
océano Pacífico hacia su sector occidental. Por esta razón, en las costas asiáticas y
australianas, el mar se encuentra alrededor de 50 cm. más alto y con 70 C a 90 C más de
temperatura que en las costas americanas. Esto provoca que:
• frente a las costas del Sudeste Asiático, durante el verano, haya mayor evaporación de las
aguas. Los vientos monzónicos transportan la humedad provocando las lluvias sobre el
continente, y permiten la práctica de la agricultura intensiva, que proporciona el alimento de
millones de personas;
• frente a las costas americanas, donde circulan las corrientes frías de California y de
Humboldt, se dificulta la evaporación. Esto produce que el clima en las costas sea árido y que
las aguas cálidas superficiales sean de poco espesor. Este proceso permite el ascenso de las
aguas profundas con los nutrientes que alimentan a la abundante fauna marina, generando una
de las áreas pesqueras más productivas del mundo.
La niña por su parte, origina un mecanismo inverso al que produjo El Niño: la presión
atmosférica sube en Tahití y baja en Australia, restableciendo la dirección de la circulación
normal pero con más fuerza. Los vientos alisios soplan con más intensidad que la normal y
arrastran hacia el Pacífico occidental mayor volumen de agua, provocando que aflore más
cantidad de agua fría en el Pacífico oriental. Esto produce precipitaciones superiores a las
normales en Asia, Australia e inclusive en África del Sur. Mientras tanto, desciende la
temperatura sobre las costas americanas y aumenta la aridez y la frecuencia de los huracanes
en la planicie central de Estados Unidos
Lo que para muchos no era más que una extraña conjetura parecida a la predicción sobre el
milenio y la desaparición del mundo, hoy es una realidad: a Venezuela llegaron los cambios
climáticos producto del calentamiento global. El proceso no se inició hace unos meses ni un par
de años. De hecho, el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero se siente
desde hace varias décadas.
Uno de los primeros casos estudiados por los especialistas es la disminución del número de
glaciares en la Sierra Nevada de Mérida: de los 10 que existían y que cubrían cerca de 10 km2,
4 desaparecieron, cinco redujeron sus tamaños y del último apenas quedan manchas.
Otro de los efectos más visibles es la variación de las precipitaciones, según Juan Carlos
Sánchez, asesor técnico de la Convención de Cambios Climáticos de la Organización de las
Naciones Unidas y del Protocolo de Kyoto. "Se han reducido casi 30 por ciento tierra adentro,
donde hace más calor debido a la subida de las temperaturas. Mientras que en las costas hay
mayor evaporación y se generan lluvias más intensas. Ejemplo de esto es lo que ocurrió en
Vargas, donde llovió en cuestión de horas lo que llueve en meses", señala.
Y con el tiempo podrían venir más cambios. "El progresivo deshielo de los polos provocaría el
avance del agua de los océanos a las costas, lo cual inundaría comunidades e infraestructuras
ahí apostadas", continúa Sánchez. Algunas de las zonas más vulnerables del territorio nacional
son la Laguna de Tacarigua, en Miranda; Chichiriviche, Morrocoy y Tucacas, en la costa
oriental de Falcón; las plantas de procesamiento de petróleo liviano de José, en Anzoátegui;
algunas zonas de Juan Griego, en Nueva Esparta; la ciudad de Tucupita, y hasta el Delta del
Orinoco.
Por estas y muchas otras razones, vale la pena preguntarse: ¿qué medidas se están tomando
para mitigar los efectos del calentamiento global y adaptarse a los cambios climáticos?
Situación actual
Las actividades económicas que se desarrollan en Venezuela son responsables de 0,48 por
ciento del total mundial de emisión de GEI, según el primer Inventario Nacional de Emisiones
de Gases de 1999. Esta cifra se distribuye en las siguientes áreas: 77 por ciento en el sector
energía (55 por ciento en quema de combustibles fósiles y 21,7 por ciento en venteos de gas a
la atmósfera en la producción petrolera); 14,9 por ciento en la actividad agrícola, cambio del
uso de la tierra y silvicultura; 4,9 por ciento en los procesos industriales, y 3,3 por ciento en la
descomposición de desechos orgánicos.
Estas cifras podrían parecer insignificantes, pero si se mira las emisiones per cápita, Venezuela
aparece como el líder de la región latinoamericana (ver cuadro Emisiones de CO2 pércapita
por países, pag. 80). Por ello, adquirió algunos compromisos al firmar el Protocolo de Kyoto.
Sin cifras
Mientras que los países del anexo I están obligados a entregar un inventario anual de sus
emisiones, los que están en vías de desarrollo no tienen una periodicidad de entrega
establecida. En Venezuela, el primero se realizó en 1999 sobre la base de las emisiones de
1990, y sólo se incluyeron cuatro: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y óxidos de
nitrógeno. Pero hoy se sabe que hay otros involucrados: hidrofluorocarbono y
clorofluorocarbono, que deberían ser incluidos en el próximo documento.
A pesar de esto, Sánchez encuentra una dificultad: el poco seguimiento que se hace a las
emisiones de GEI de cada sector y la incertidumbre en la producción actual de petróleo
imposibilita la realización de un inventario confiable.
Lo que sí es seguro, según Sánchez, es que las emanaciones de GEI han aumentado en los
últimos años, debido a dos factores: "El acelerado crecimiento del parque automotor y la
introducción en el inventario de los impactos que producen las cuatro mejoradoras de crudo
pesado". Estos elementos le permiten concluir que, una vez se actualice el segundo
documento, Venezuela estará sobre 0,48 por ciento. Lo que se contrapone a la meta de 0,36,
según reveló a PRODUCTO una fuente del ministerio.
Por su parte, la viceministra admite que "no nos podemos comprometer con algo hasta que no
estemos muy seguros de poder responder. Nuestro retraso viene desde la firma, porque fuimos
uno de los últimos países en sumarnos al convenio". Agrega que ya se está trabajando en la
segunda, que podría ser entregada en 2009, pero aún no ha asignado un presupuesto.
Centro descentralizado
Otro de los aspectos que incluye el Protocolo de Kyoto es la creación de la Oficina Nacional de
Cambio Climático, que vigilaría las fuentes emisiones de GEI en cada nación. Aunque el
convenio no exige a los países en vías de desarrollo el cumplimiento de esta norma, Venezuela
es el único que no cuenta con esta dependencia.
En la gestión de Ana Elisa Osorio como titular de ambiente se creó el proyecto y definió su
estructura. Pero, cuando se dio el cambio de ministros, no se materializó la idea. "Eso se echó
a la basura", comenta Osorio, que se encarga de la Gerencia Corporativa de Ambiente e
Higiene Ocupacional de Pdvsa.
Lo cierto es que la creación de la oficina no está en los planes de la actual gestión: "Eso
llevaría a la negociación de los bonos de carbono y de la soberanía nacional, y no estamos
dispuestos", afirma la ministra del ambiente, Yuviri Ortega. Y la viceministra la secunda: "El
tema se ha convertido en una función transversal del Ministerio del Ambiente. No podemos
decir que hay un presupuesto destinado sólo eso".
Esto deja claro que en la práctica el Ministerio del Ambiente no centraliza estrategias para
controlar las emisiones de gases de cada sector ni los presupuestos. En realidad, los proyectos
se elaboran desde cada ministerio o empresa responsable y, una vez aprobado por el
despacho, se ejecutan.
Estos factores le permiten a Sánchez concluir que no hay una política nacional para ajustarse
al cambio climático: "El tema es multidisciplinario en la gestión pública, y creo que no fue
correcto dejarlo únicamente a ese despacho. Están involucradas muchas industrias de
diferentes áreas. El control debe ser una acción coordinada y no sólo desde el área energética
y ambiental. Mientras no exista la oficina, tampoco habrá una política nacional orquestada",
argumenta Sánchez.
Posiciones enfrentadas
Una de las alternativas que propone el Protocolo de Kyoto para que los países desarrollados
reduzcan sus emisiones son los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). Son instrumentos
financieros para los países en vías de desarrollo para recibir plataformas tecnológicas
extranjeras y controlar las emanaciones.
Pero Osorio piensa diferente: "Comparto que es una salida mercantilista. Pero podríamos
utilizarlos como una forma de certificar nuestras reducciones y no venderlos, porque en
Venezuela se están ejecutando proyectos con los que está controlando las emanaciones",
puntualiza, y considera que el Estado debería reevaluar la decisión, pues se pueden obtener
beneficios. "Nos hemos planteado la idea de modernizar las plantas de compresión de gas y
sustitución de tuberías, lo cual provoca fugas de metano, que es muy valioso. Y con esos
recursos podríamos crear un fondo para propiciar la adaptación del cambio climático de los
países más pobres del Caribe", finaliza.
A pesar de que desde hace algunos años se ejecutan proyectos orientados al ambiente, el
Gobierno no tiene una política para prevenir los efectos del calentamiento global y de
adaptación a los cambios climáticos. Tampoco se cuenta con un presupuesto para las
estrategias que deben implementar los sectores industriales y empresariales.
"Se habla de algunos países en vías de desarrollo que tendrán que empezar a reducir sus
emisiones, como Brasil, México y Suráfrica. Y aunque Venezuela no ha salido a la luz, sí se
comenta que hay que vigilar a los productores y exportadores de petróleo", afirma Sánchez.
En 1996, la fundación The World Wide Fund for Nature (WWF) indicó que la
mayoría de los expertos están de acuerdo en que los seres humanos ejercen un
impacto directo sobre el calentamiento global, el cual se conoce como efecto
invernadero.
Por su parte, el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC, por sus
siglas en inglés) explica que el calentamiento global se produce por efectos de
gases como el dióxido de carbono, los clorofluorocarbonos (CFC) y otros
contaminantes del aire.
«Si este proceso continúa, en los próximos años la temperatura habrá crecido entre
1.5 y 4.5 grados centígrados, habrá inviernos más cortos y templados, veranos
largos y cálidos, el nivel de los mares podrá elevarse hasta un metro sobre el nivel
actual, los desiertos crecerán y en las zonas húmedas se duplicarán las
precipitaciones», advierte el NRDC.
El magazine Waste ideal.es refiere que desde el año 1981 se observa la existencia
de un agujero en la capa de ozono, la cual protege a todos los seres vivos de los
rayos solares ultravioletas, actuando como un filtro.
«Los responsables del agujero en la capa de ozono son 800 toneladas de gases CFC
liberados anualmente que, al descomponerse, desprenden átomos libres de cloro,
dañinos para el ozono», señala Waste ideal.
Son muchas las informaciones que se elaboran acerca del calentamiento global y sus
consecuencias en el medio ambiente, pero pareciese que aún no existe una
conciencia conservacionista del hábitat que nos rodea, puesto que a diario, el hombre
ejecuta acciones que continúan agrediendo al planeta, haciendo caso omiso del
pensamiento de que la naturaleza es sabia y que los maltratos que recibe del ser
humano le son devueltos.
Así como el ecosistema está afectado, los habitantes de la Tierra, deben saber que las
anomalías que conlleva el caldeamiento de la corteza de terrestre, también ocasionan
secuelas en su salud.
De acuerdo con estudios hechos por la Organización Mundial de la Salud, el aumento
de las temperaturas ocasionará el incremento o movilización de mosquitos
transmisores del dengue o la malaria hacia regiones donde no es convencional la
presencia de estos insectos.
Las zonas del mundo donde se produzca un alza mayor de la temperatura, será donde
más se propagará este tipo de patologías, puesto que estos insectos se reproducen
más rápido en las regiones de clima caliente.
Directo al corazón
Los malestares cardíacos, serán otro factor de riesgo para la población mundial,
provocados por el calentamiento global.
Las olas de calor que a futuro está vaticinado que se generen, acelerarán las
enfermedades del corazón, especialmente en ancianos o personas con sistemas
cardíacos débiles.
No obstante, el corazón no será el único perjudicado, puesto a que por las mismas
razones se agudizarán las molestias respiratorias crónicas.
Es necesario recalcar que las sustancias como dióxido de carbono o de azufre, que
emanan grandes sectores industriales como el petrolero y eléctrico, originan
enfermedades cardiovasculares, respiratorias, alérgicas, dermatológicas, irritación
ocular, incluso cáncer, tanto por los trabajadores como por la comunidad que los
rodea.
Nunca es tarde
El mundo está viviendo una crítica situación por causa de estos cambios climáticos,
cuyos impactos negativos en la Tierra no se reducirán, hasta tanto cada uno de sus
habitantes no coloque su grano de arena para esta lucha.
Lo importante de este asunto es que los pobladores del planeta comprendan que en la
medida en que se conserve el medio ambiente, mayor será la calidad de vida y la
preservación de su salud.
Desde el hogar y en los centros, se deben aplicar las recomendaciones que sirven
para disminuir los daños que causan el calentamiento global, no sólo en el ecosistema,
sino en el buen estado de salud de las personas.
Subida de los niveles del mar, sequías e inundaciones son parte de las
consecuencias del fenómeno meteorológico. Presidente de la República, Hugo
Chávez, considera que esta situación evidencia las secuelas nocivas que ha
marcado el capitalismo en la humanidad. Es importante aplicar las
recomendaciones en el hogar y centro de trabajo para disminuir los impactos
que aceleran este mal ecológico
El calentamiento global, término que se ha enraizado y se ha hecho común en
el día a día de los habitantes de la Tierra, significa el ascenso de la
temperatura de la corteza del planeta, generada por la utilización irracional de
los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) emanados de las
industrias y que a su vez producen los denominados gases de efecto
invernadero.
El dióxido de carbono, monóxido de carbono, metano, óxido nitroso y
clorofluorocarbonos, son los gases de efecto invernadero que se acumulan en
la atmósfera.
Uno de los más conocidos es el dióxido de carbono (C02). Su presencia en la
atmósfera contribuye a que la corteza terrestre mantenga el calor adecuado
para la vida del hombre.
Este gas retiene los rayos ultravioleta o radiaciones infrarrojas que el sol
impacta sobre el planeta, sin embargo el exceso de su concentración en la
atmosfera ha contribuido al aumento de la temperatura de la Tierra,
generándose modificaciones ambientales poco favorables para la Tierra, por
ende, para la existencia de los seres vivos y hábitat que la conforman.
Daños por siglos
La Revolución Industrial, período histórico que data de la mitad del siglo XVIII y
principios del XIX, y que propició el uso de máquinas para las actividades
económicas que anteriormente se llevaban a cabo de forma artesanal,
ciertamente representó un avance de las sociedades del mundo, sin embargo
con el paso del tiempo aumentó de manera abrupta la producción industrial,
motivada por fines económicos, obviándose la preservación del equilibrio
ambiental.
El petróleo, carbón y gas natural son los combustibles fósiles emanados de las
industrias que producen el calentamiento global
Intenciones en papel
El Protocolo de Kioto sobre el Cambio Climático, fue suscrito el 11 de diciembre
de 1997 en esta localidad de Japón.
En Canadá, durante ese mismo año, se realizó una reunión para el seguimiento
del Protocolo de Kioto. En esa oportunidad se conformó un grupo de trabajo
para crear las futuras responsabilidades que debían adoptar estos países. Dos
años más tarde, tuvo lugar en Bali, Indonesia, el tercer encuentro de chequeo
del Protocolo de Kioto, así como la XIII Cumbre del Clima.
*Los hechos superan las predicciones realizadas años atrás por ecologistas y climatólogos
acerca de los efectos, del calentamiento global y el cambio climático, sobre todas las especies
vivientes de la tierra