lunes, 14 de mayo de 2001/ la voz de la escuela
MISCELÁNEA
El cráter Barringer fue causado por un meteorito de unos 75 metros de diámetro que impactó contra la Tierra hace 500 siglos
> LA NOTICIA
Una misión ejemplar
La sonda Shoemaker desvela los secretos de los asteroides
En 1801 el padre Giuseppe Piaz-
zi descubrió desde el Observato-
rio de Palermo un pequeño astro al
que puso de nombre Ceres. Desde
entonces se han localizado varios mi-
les de estos planetas en miniatura cu-
yas órbitas alrededor del Sol se en-
cuentran entre las de Marte y Júpiter,
formando lo que se conoce como cin-
turón de asteroides. En ocasiones, al-
guno de ellos se precipita hacia el in-
terior del sistema solar pudiendo
llegar a cruzarse en el camino de la
Tierra. Sabiendo que los asteroides
seguramente están relacionados con
los meteoritos que en el pasado
han provocado extinciones masivas
Eros fotografiado desde 200 km de distancia
NOMBRE PROPIO
Eugene Shoemaker
Años antes de que la situación polí-
tica en Rusia permitiera a Dennis
Tito convertirse en el primer turista es-
pacial, la comunidad científica ya había
premiado con un viaje honorífico al es-
pacio (a título póstumo, todo hay que
decirlo) al científico estadounidense
Eugene Shoemaker. Desde 1988 las ce-
como la de los dinosaurios, la Nasa
envió una sonda para inspeccionar
de cerca el asteroide Eros, que con
33 km de largo figura entre los de
mayor tamaño.
A lo largo de cinco años la nave NE-
AR-Shoemaker nos ha proporcionado
más de 150.000 imágenes de diversos
asteroides, y aunque nadie lo espera-
El asteroide Eros tiene 33
kilómetros de largo y figura
entre los de mayor tamaño de
todos los conocidos
Capacidad destructiva de un asteroide
que impacte contra la Tierra
DIÁMETRO PERIODICIDAD
75 m 1.000 años
700 m 63.000 años
1.700 m 250.000 años
16.000 m 100 millones de años
nizas del primer estudioso de la geo-
logía extraterrestre descansan en la Lu-
na, donde fueron depositadas por la
sonda Lunar Prospector. Shoemaker
había fallecido un año antes en acci-
dente de tráfico mientras estudiaba im-
pactos de meteoritos en el desierto aus-
traliano. Dejaba atrás una extensa
carrera que comenzó en el cráter Ba-
rringer de Arizona, lugar en el que en-
ba, el pasado mes de febrero logró po-
sarse en la superficie de Eros con
tanta suavidad que sus instrumentos
pudieron seguir enviando datos du-
rante una semana. La información re-
mitida por la sonda nos ha permiti-
do aprender muchas cosas sobre los
asteroides, pero al mismo tiempo ha
sugerido nuevos misterios que serán
desvelados en futuras misiones. Como
ya sabíamos, lo importante de la
ciencia no es llegar a las respuestas, si-
no que éstas nos permitan seguir ha-
ciéndonos buenas preguntas.
> Marcos Pérez Maldonado
marcos@casaciencias.org
ÁREA DE DESTRUCCION DIRECTA
grandes ciudades como Madrid
países del tamaño de Galicia
estados como España
todo un contienente
señaría a los astronautas de las misio-
nes Apolo cómo explorar la superficie
lunar no como turistas sino como
científicos.
Eugene y Carolyn Shoemaker descubrieron
el cometa Shoemaker-Levy que en 1994
se estrelló contra Júpiter
ciencias< > 7
Seguros
Por ahora no se sabe
de nadie que haya fa-
llecido a causa del im-
pacto de un asteroide, pe-
ro aún así es posible
calcular la probabilidad de
que algo así suceda. Te-
niendo en cuenta de que
el tiempo medio entre dos
impactos como el que
acabó con los dinosaurios
es de 100 millones de
años, podemos establecer
que la probabilidad de mo-
rir por un meteorito de es-
te tipo es de una entre
20.000 cada año.
NOMBRE COMUN
Asteroide
Inicialmente se pensó
que los asteroides eran
los restos de un planeta
que se había desintegrado,
pero hoy creemos que di-
cho planeta nunca llegó a
formarse debido a la in-
fluencia gravitatoria del gi-
gantesco Júpiter. Por ello,
en los asteroides encontra-
mos una muestra de la ma-
teria original del Sistema
Solar. Aunque la mayoría se
compone de rocas, algunos
poseen un alto contenido
de metales que quizá pue-
dan ser explotados en el fu-
turo. Los primeros fueron
bautizados con nombres fe-
meninos de la mitología co-
mo Ceres, Palas o Juno.
Pronto se recurrió a nom-
bres ordinarios de mujeres
y en la actualidad se les
bautiza con un número se-
guido por el nombre escogi-
do por su descubridor.