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Claudia Pérez / Paloma Saavedra / Paula Olivieri / Carla Kowalski / Rosa García /

Andres Bilabel / Lisandro / Giovanni Barbieri / Mauricio Schade / Batuel Iriarte/


Schacolly / El Anthar.
Claudia Pérez / Las Evas 04

Andrés Bilabel / Latencia 05

Paloma Saaverda / Me gustas / Azul 06

Paula Olivieri & El Anthar/ Divina Poesía 07

Lisandro/ Mi corazón llora al recordar 08

Giovanni Barbieri / Intenciones quebrantadas 09

Mauricio Schade/ Desolación 10

Shacolly / La amistad es una mierda 11

Batuel Iriarte / Da lo mismo 12

Rosa García C./ Herederos 14

Carla Kowalski / Monólogo vespertino 17

Mario Benedetti 19

Lu-Chi/ Ensayo sobre la literatura 20

Carlos Yusti / Vivir la literatura 21

Oscar Wilde - El príncipe feliz y otros cuentos 23

©Mauricio Schade F.
Tras la buena acogida de nuestro primer volumen-
borrador, decidimos empezar cuanto antes la elaboración del
presente trabajo, para ello extendimos la invitación a varios
escritores para alentarlos a participar de nuestro proyecto y
varios respondieron de buena manera aportando con sus crea-
ciones. Gracias a ellos (y a los que vendrán) “Avenida los es-
critores” empieza a transitarse, a tomar forma y meter ruido
con la expresión literaria.

Nuestra revista está exenta de formalidades, más que


escritores somos cómplices y más que una “revista cultural”
es una “revista de miradas”, por eso dedicamos cada página a
plasmar las palabras de estas mentes sin importar su lucidez,
Avda. Los Escritores es una inteligencia, imaginación o sueños utópicos. Por lo tanto,
revista digital dedicada a la haremos que el lector deambule entre imágenes y una amalga-
literatura en general. ma de sentimientos efímeros.

Coordina y Edita:
El Anthar Finalmente, solo me queda decirles que están todos in-
Vallenar—Chile vitados a adentrarse por nuestra calle.

Redacción:
Paula Olivieri Saludos cordiales.
Buenos Aires—Argentina

El Anthar
Todos los textos y obras
publicadas son propiedad de
sus respectivos dueños.

Avda.losescritores@gmail.com
Me dicen la reina del cinismo
porque estoy en todos,
en las aristas del mundo,
en tantas caras que no recuerdo la mía,
buscando desesperada pertenecer a alguien
para olvidar que la historia me haya convertido
en abnegada
en vez de poderosa,
dejando sólo las tres letras de mi nombre
como rastro de cometa que pasa cada mil años,
con los hijos esparcidos hasta por debajo de las
piedras
multiplicándose sin cesar. entre liquidaciones de temporada
Si lo quieres, y tacos altos dañinos para mis piernas,
soy la mater de las mater en el almuerzo de todos los días,
o la master de las ídem en la sonrisa pávida que le doy al jefe,
cuando cada segmento de ADN en la pildorita mágica de la inconcepción,
vuelve a realizar el milagro divino sabiendo como oración que alcanzo para eso y
cosa que vengo haciendo con cada vuelta que da más.
el mundo Voy a hacerme trizas los pies,
por los siglos de los siglos, amén. caminaré descalza entre paraísos divinos
Más mareada que aturdida. e infiernos contaminados de trabajo y dolor.
Aunque no lo creas No, mejor aún,
también me canso quiero tener las alas que me quitaron,
de andar actuando mentiras la perfección de la que era dueña,
montadas en escenarios diarios mi siniestra pasión por el hombre,
como si fuera la salida infinita. volaré hasta que se me gasten las alas de tanto
¡Diablos! No debí jamás haber salido de los pa- planear,
raísos… de buscar lo que se me perdió
En la cúspide del cáliz me miro irreconocible sólo para asumir
más cínica que siempre que tengo que dejar de estar
escondiéndome tras lápices labiales y esmaltes en cada una de las Evas.
de uñas,
http://mariposaenlallovizna.blogspot.com/

¿Y si pudiera tocar el cielo?


si después de tantos años no hubiera olvidado el camino
si las penas las pudiera borrar con los dedos de tu mano
¿crees que en realidad te estaría amando?.

¿Y si mi madre me llenara con su espíritu tardío?


con su sonrisa tardía
con su latido breve
de más en más recuerdo su nombre
como una palabra suave, constante.

Si me liberas de nuestra promesa


podría reconstruir cimiento a cimiento
nuestra fortuna milenaria
cada estrella de plata en el desierto.

¿Y si la miel de tus ojos no fuera suficiente?


¿y si el mundo no fuera suficiente?
¿Me buscarías?
¿Me amarías?.

Aun desvanecido, con la mirada perdida


ebrio, salido de mi mismo
¿me amarías?
¿estaría dispuesto a amarte?.

©Paula Olivieri
ME GUSTAS

Germinaron las semillas


Que en este páramo se secaban
Con tu sonrisa, con tus caricias
Trajiste la primavera al llano desencantado
a mi cabeza y a mi cuerpo cansado.

Rayito de sol en la penumbra


me gustas
por tu mirada pura
me gustas
porque eres como viento sobre mar
porque das vida a las olas al amar.

No sé hasta cuando vienes


no sé cuando te vas
sólo sé que mis días de júbilo has de llenar.

AZUL

Una mariposa azul se alojó en mi estomago


Subió hasta los pasillos de mi cabeza enredada
Revoloteó mis ideas cuando viajo por mi cuerpo
Y se posó en los pasillos de mi mente desordenada
No sé si es efímera, no sé si es para mañana
Y yo la miro como atolondrada
Hasta humedecer mi cara
Porque su alita está parchada
Porque mis días alegra su cara
Como el sol de amanecida
Y por el suspiro el tiempo
Me dejó ahora sin aliento.
http://paulaolivieri.blogspot.com/

http://amada-poesia.blogspot.com/

©Paula Olivieri

Mi habla, mi palabra, Eres musa, eres diosa,


mi gama de ilusiones, fiel testigo del amor,
te escribo, te repaso, eres canto melodioso
te acurruco en mis pasiones. de las almas con tu voz.

Te cobijo con amor, Eres Reina


entre sabanas de papel porque yo te coroné,
de lo profundo del corazón, eres Luna llena,
siento como quemas mi piel. eres belleza de Mujer.

Te siento aquí en el pecho cuando naces, Lo más bello que me habita,


te inquietas, te alborotas lo profundo de mí ser,
ya no aguantas y emerges, tú conviertes mis dolores
te zambulles en las hojas. en tórridos versos de colores.

Hija de mi puño y tinta, Puedo sentir tus labios,


Madre de mis sentimientos,
puedo sentir que eres mía,
Amada serás por siempre,
por los siglos de los siglos eternos. puedo robarte un beso,
pero tú me robas la vida.
Olvidar... ¿Por qué olvidar?
http://motivosdemisentir.blogspot.com

Si he de olvidar...
Olvidaré los malos recuerdos
pero no los buenos.
Olvidaré las peleas, los rencores,
pero no el amor que alguna vez existió
pero no las reconciliaciones.

Si he de olvidar...
Olvidaré la tristeza de cuando me rechazaste
pero no cuando me dijiste “te quiero”.
Olvidaré las últimas lágrimas de sufrimiento
pero no tus sonrisas del alma
pero no nuestros sentimientos.

Y no logro llegar a un olvido


¡quiero que calle este latido!
¿Cómo hago para olvidarte?.
Mientras el olvido se hace extenso
me instalo a esperarte
a esperarte en silencio.

¡Pero que mi corazón se calle,


que no llore por los recuerdos!
Te amo y te admiro
Con toda mi alma, quisiera ser como tu
Pero no estoy ni cerca de lo que eres
No te merezco, soy un tonto
Un cobarde con suerte
Pero eso no alcanza, nunca basto, lo se
Adormecido e inconciente, un animal que come y duerme
Te amo y te lastimo, te hago daño
Avalaste mis miedos y pagaste el precio
Arriesgaste todo por mí y no valió la pena
Perdóname, no se como pagarte
Soy un deudor, un idiota, un vicioso, un blofiador
Me avergüenza mirarte a los ojos
Nunca he sido quien debo ser, soy solo un loco
Nada extraordinario, nada bueno, solo diferente
Maldita sea, yo también pago mi precio
Me duele dañarte, ensuciar tus intenciones
Me duele y no tengo nada que reclamarte
Aun así te critico, soy un idiota
Te amo, te amo y te amo
Es todo lo que puedo dar y no es suficiente, pero no hay más
Me conoces bien, mejor que nadie, no soy más que esto
Que puedo hacer, ya no se
Se me escapa, no se que decir para no seguir causando dolor, no se
Perdóname, quizás es el dolor más grande que te causo
Pero espero que sea el último.
http://merz00.blogspot.com

Buscando las miradas que desaparecen lentamente y se pierden.


Que se entrecruzan una y otra vez antes de caer.
Mientras son objeto de análisis de uno u otro personaje,
que esta en la misma escena sin que nadie lo perciba.

Así nadie se da cuenta, de que estoy, de que existo.


De que mi mente es un vaivén.
Qué sigue los compases de la nada, que sigue tan solo al silencio.
Mientras miro, me canso, me agoto de sentir lo que los demás sienten
y los envoltorios de chocolates de mis bolsillos, comienzan a transpirar.

El aire se satura, me tiemblan las piernas. hasta que aparece otro.


Rompe el esquema, el ambiente con seguridad y me quedo contemplando.
Hace ya un tiempo que me niego a que hables te golpeare con mi boca ahí
creer que no puedo tocar tu cuerpo como donde nacen tus palabras, no podrás hablar
si fuera el de una mujer, en qué momento y tus labios serán míos, no me importará
me volví tu amigo? por qué tenias que nunca más lo que pienses de mi, ni lo que
pensar de mi como si fuera algo así como otros piensen de mi, esta infinita espera
un hermano mayor? esto nunca podrá ser peor
apesta realmente, cuando así que por qué no ter-
me acerco a ti solo quiero minar con ella de inme-
poseer esos labios, quiero diato y alejarte de mi
meter mi mano por debajo lado habiendo sufrido
de tu polera y recorrer tu todos mi deseos de car-
espalda, quiero sentir cada ne? al fin y al cabo nun-
poro de tu cuerpo, que ca seré un hombre para
agradable sería poder re- ti, solo seré el hueón
correr con mis dedos toda que presta el hombro
y cada una de las células para que llores, aquel
de tu piel, respirar de tu que te da un abrazo
aroma y alimentarme de los manjares que amistoso, eso ya no me interesa, ya no te
nacen de ti. Pero eso al parecer no sucede- quiero, solo te deseo, y una vez satisfecho
rá, solo debo conformarme con besos a mi deseo te desechare porque sé que no te
medias, caricias sínicas, abrazos cortos, intereso, solo espera la próxima vez que
me he tenido que conformar con tus pala- me hables de algún problema tuyo, mi
bras llenas de amor por otra persona, acaso hombro no estará, solo estará la mano des-
me importa que lo pasen bien? me interesa nudadora, la boca violadora, el cuerpo su-
que hayan ido al cine? me hará feliz saber doroso y nada más, vamos, ven a llorar a
que no te aburre en la cama? solo escucho mi hombro!
por tenerte cerca aunque la próxima vez
Cada vez que estoy parado frente a ti, que te veo sonreír, mirándome, se me pasan
muchas cosas por la mente, tantas cosas que me gustaría decirte, a veces creo no poder re-
sistirme a preguntarte…

¿Por qué ríes, mientras que el mundo llora?, acaso, ¿ tan poco te importa la desigualdad
que impera en el mundo, que la pobreza tome carácter hereditario y se parezca cada vez más
a la esclavitud, verte obligado a robar o ser robado, no tener la certeza de regresar a tu casa
cada vez que sales, que en lugares como África, los niños no tienen qué comer por la culpa
de la corrupción de sus mandatarios, la caza indiscriminada de ballenas, el daño a la capa de
ozono, el calentamiento global, la guerra en medio oriente, la muerte de gente inocente cada
segundo del día, el maltrato y abuso infantil, la prostitución de adolescentes, que las drogas
y el alcohol destruyan familias, la crueldad animal, el abandono a los ancianos y la destruc-
ción del medio ambiente?

No es necesario que respondas, sé que no te importa, sé que eres indiferente, sé que sabes
que está mal, que no haces nada por cambiarlo, que sólo piensas en ti.

Lo cómico de esto, es su reciprocidad.

Al mundo no le importan tus problemas, no le importan los míos ni los de él.

Al mundo le da lo mismo el que hallan asesinado a tu tío, el alcoholismo de tu padre y la


drogadicción de tu hermano, que tu madre sea golpeada, que tu hermana tenga sida, tus pri-
mos están en prisión, que vivas en una casa de mierda, en un barrio de mierda, que no sepas
que hacer con tu vida, que estás triste todas las noches o que pasas frío y hambre.

Lo único que haces es fumar un cigarro, tal vez drogas, da lo mismo.

A ti sólo te importan tus problemas, no te importan los míos.

Bueno, espero te hallas reído con mi espectáculo, que te hallan gustado los chistes y las ac-
tuaciones, que hallas pasado un rato agradable. Vuelve a tu vida.

¿Por qué ríes mientras que el mundo llora? ¿por qué en mi espectáculo soy el único que no
ríe?.
Cada vez que me veas sonreír, ten esto en cuenta, es sólo una mueca, no tengo razones para
ser feliz, pero de tu felicidad depende mi sueldo, sé que te da lo mismo.

¿Quién soy? Jamás te importó de verdad, tu preocupación es fingida; se acabó el espectácu-


lo, vuelve a tu casa, con tus seres queridos, riega tus plantas, alimenta tus mascotas, mira el
estúpido televisor hasta dormirte, piensa en ti como siempre lo haces.

Te da lo mismo quien sea, lo que sienta o lo que quiera, haces como si nada pasara, cuando
pasa de todo.

Sé feliz, todas las vidas son miserables, la vida es dura para unos, mientras que para otros es
cruel; la felicidad consta de hacernos olvidar la miseria que nos rodea, pero la felicidad en sí
es detestable, debido a que es tan éfimera como la lluvia en verano.

Tantas cosas que me gustaría decirte antes que se acabe el show, que vuelvas a tu casa pen-
sando en esto, que te des cuenta que lo que sale en el televisor es cierto, que la gente sufre,
que afuera hace frío, y a veces no hay que comer, que lloro por ti, pero sé que te da lo mis-
mo. Fin del Espectáculo, si tan sólo pagaran tan bien como se ríen, darían ganas de levantar-
se cada mañana.

“Ríe y el mundo reirá contigo, llora y llorarás solo.”


http://rosagc8.blogspot.com/

Alberto, corría lo que la cojera le permitía e intentaba subir la escalera de dos en dos,
deseaba llegar cuanto antes. “No se lo va a creer”, se decía agarrando fuertemente la carta
entre sus manos.
Se plantó en el rellano de su casa, exhausto, sin apenas aliento y abrió la puerta con
dificultad.
Manolo, se encontraba sentado en el sofá viendo la televisión, giró la cara y observó
intrigado cómo Alberto se le acercaba cruzando el pasillo, arrastrando su pierna derecha, tan
pesada como un ancla.
—¿Qué demonios te pasa?
—Ya ha llegado la notificación, ya ha llegado… —exclamó Alberto satisfecho.
—¿Estás seguro? ¿la has leído bien?
—¡Pues claro! Toma, léela tú mismo… —le indicó acercándosela.
—¡Tienes razón, por fin la ha palmado el vejestorio!
Los dos se abrazaron y dando brincos gritaban al unísono:
—¡Somos ricos, somos ricos¡
Minutos más tarde se calmaron e intentaron hacer planes:
—Bueno, lo primero es comprar los billetes de avión —comentó Manolo.
—De eso nada, ya sabes que no soporto las alturas —replicó Alberto, señalándose la pierna.
—Creo que exageras, fue una travesura y ya hace más de 15 años que ocurrió, es hora de
que lo olvides. Es más, ahora con la fortuna del abuelo, podrás ir al psiquiatra para que te
ayude a superar el trauma.
—No sigas por ahí, porque no me convencerás… yo iré en tren —sentenció Alberto.
—El avión es más rápido, joder, para qué perder el tiempo en el viaje.
—¡Pues ve tú en avión¡

Cuando compraron los billetes, discutieron de nuevo sobre qué medio de transporte era el
más adecuado, pero ninguno de ellos claudicó.
Tardaron poco en hacer sus maletas, llevarían lo puesto y una muda por si acaso.
Tenían pensado que, en cuanto firmaran en el Notario la aceptación de la herencia, se com-
prarían todo lo necesario y pasarían juntos una semana en el mejor hotel de la ciudad, para
descansar y replantearse la vida, una vida que por cierto, se les ofrecía muy prometedora.
El taxi lo cogieron juntos, Alberto se bajaría en la Estación de tren y Manolo seguiría
hasta el aeropuerto. Se despidieron molestos, no les hacía mucha gracia viajar por separado.
Alberto entró en el compartimento y se acomodó en un asiento libre que encuentra junto a
la ventana, desde pequeño su mayor deseo cuando viajaban en tren, era poder ver a través
de la ventana los distintos lugares por los que iba pasando, pero su hermano mayor nunca se
lo permitió, siempre se adelantaba y lo escogía él, así es que esta vez nadie se lo impediría.
Después de llevar un rato sentado, la pierna le comenzó a doler. Mientras se la masajeaba
para hallar alivio, recordó con gran angustia aquel fatídico día.

Los dos se encontraban jugando al escondite en casa de los abuelos, uno de aquellos
días en que la familia se reunía. De casualidad, escucharon a su padre discutir con el abuelo,
decían algo así como que, no había derecho a que todo se lo dejara a los niños.
En ese momento supimos que éramos los únicos herederos, por lo que rápidamente comen-
zamos a urdir un plan para eliminar al abuelo.

A escasos metros de la fachada de la casa, cada tarde el abuelo se echaba una siesta
recostado en una hamaca, junto a la fuente del jardín, decía que el sonido del agua le relaja-
ba. El edificio, una masía antigua aunque restaurada, tenía el tejado deteriorado y de vez en
cuando caía algún que otro cascote. Por ello, mi hermano mayor me hizo subir allá arriba, lo
hicimos atravesando el hueco de la ventana de la buhardilla.

Inspeccionamos el lugar y observamos que la mayoría de las tejas estaban sueltas, co-
mo el asesinato debía parecer un accidente, pensamos en lanzarle unas cuantas, aunque ra-
zonándolo mejor desechamos esa idea, porque si al tamaño tan pequeño de las tejas añadi-
mos la mala puntería de ambos, la verdad, era bastante difícil que acertáramos.
Después de volver a examinar la zona, mi hermano sugirió que le tiráramos la chimenea,
que con eso seguro que le dábamos.

Nos acercamos poco a poco, la superficie resbalaba, cuando casi llegamos, Manolo
pisó una teja rota y al caer se golpeó el codo. El brazo le sangraba y me dijo que lo tenía
que hacer yo solo. Le obedecí, era mi hermano mayor, quizá debí revelarme, decirle que no,
pero sólo tenía 11 años. Intenté torpemente empujar el trozo de chimenea agrietado, pero
aquello no se movía. Entonces, creí que si lo hacía con todo mi cuerpo la fuerza sería ma-
yor. Abracé hasta donde alcanzaban mis pequeños brazos y comencé a presionar haciendo
palanca con los pies. El trozo se desprendió y cayó por fin, pero con tan mala fortuna, que
no sólo no le dio al abuelo sino que me arrastró hacia el vacio, desplomándome contra un
árbol primero y los geranios después…
En ese preciso instante Manolo
estaba degustando una copa de vino
en el interior del avión, acababan de
despegar y se sentía feliz. Al cabo de
unos minutos, la voz de alarma de la
azafata le hace volver a la realidad, el
avión ha sufrido una avería y deben
ponerse los cinturones urgentemente.
Mira por la ventanilla y el pánico se
apodera de él, cuando ve que del mo-
tor salen llamas.

El avión comienza a caer en picado y de inmediato surgen las mascarillas de oxigeno. El


miedo y la confusión domina a los pasajeros, que lloran con desesperación. Manolo tan solo
puede gritar enloquecido “Mierda, Alberto tenía razón…” una y otra vez, antes de que el
aparato se estrellara.

Ajeno a todo, su hermano se distrae mirando el paisaje, la pierna le ha dejado de do-


ler y disfruta como nunca de su viaje. Con la imaginación desbordada, repasa las cosas que
el dinero le permitirá hacer. Algo inesperado llama su atención. Una columna de humo apa-
rece cerca del puente del ferrocarril. El maquinista acciona los frenos, que chirrían estrepi-
tosamente. Todo ocurre muy rápido, la gente impotente se agolpa en las puertas intentando
salir de aquella trampa mortal, pero el mecanismo se encuentra bloqueado. Las vías ya no
están, los pilares que las soportaban han desaparecido, algo las ha derrumbado. Los vagones
uno a uno se van despeñando por el barranco, Alberto agarrado a su asiento en estado de
shock, repite trastornado “Mierda, Manolo tenía razón…”.

Cuando los efectivos de Bomberos y protección civil acudieron al lugar, poco pudie-
ron hacer, apenas se podía distinguir de entre el amasijo de hierro, restos del avión o del
tren accidentados.
Escucho un fuerte alarido casi después del disparo. Me
ha despertado y siento frío. La veo arrodillarse frente al cuer-
po, murmura palabras pero no le entiendo… está llorando. No
puedo ver quién es, quiero tocarla… tampoco puedo. Me pre-
gunto si soy un espectador de una obra de teatro a oscuras,
ubicado en un rincón oscuro del escenario. El tiempo es otro,
todo transcurre muy lentamente, las escenas son pausadas. Co-
mienzo a sentir un dolor muy agudo, desesperación, angustia,
creo que mi cuerpo es su cuerpo. No, todo es confuso… quizás
sólo siento dolor. Necesito ver su rostro pero está de espaldas a
mí y no puedo moverme, me desespero y éste miedo ahora es
mío.

¿Quién es el que me obliga presenciar ésta escena? Cruel situación en la que sólo
puedo observar sin ser visto; intento cerrar los ojos pero una fuerza mayor a mi resistencia
no me lo permite, quiero volverme pero los esfuerzos son en vano, parece que estoy conde-
nado a no perderme detalle de lo que ocurre frente a mí. Me doy cuenta que desde que des-
perté estoy mojado. Noto que debajo del cuerpo fluye sangre; siento escalofríos al pensar
que me ha salpicado… otra vez ese dolor, ¿será quizás que mi piel se desgarra? No, es ella
que grita nuevamente. Pero ahora una idea ilumina mis pensamientos… soy parte de un
sueño, de una terrible pesadilla, sólo puede ser eso, y mañana no recordaré nada o tan sólo
me reiré de esto… de creer que estaba despierto ante terrible infamia. ¿Cómo no se me ha
ocurrido antes? Es la única explicación lógica ante ésta situación increíble, pero a pesar de
esto nuevamente me siento extraño porque algo dentro de mí me dice que no es un sueño,
pues ya he despertado ante el sonido del disparo.

Ante tal incertidumbre observo detalladamente la escena, ella se levanta y camina


hacia un costado, éste nuevo movimiento me permite ver la identidad del cuerpo.
Una terrible revelación me hiela la sangre, las lágrimas brotan de mis ojos. Es mi rostro, es
mi cuerpo e inmediatamente comienzo a recordar todo… mis pensamientos y mi sufrimien-
to por no poder volver a tocar y hablar con Adela… el revolver en mi sien, el disparo, todo.
Pero algo peor se avecina, me doy cuenta que la mujer de la habitación es Adela, aunque no
pueda ver su rostro ahora se que es ella, la veo arrodillarse frente a mi cuerpo, acariciar mis
cabellos, mi cara… toma el revolver, prepararlo… mis gritos y mis peticiones no sirven de
nada y entonces, dispara, cayendo sobre mi cuerpo. No puedo soportar éste dolor, es mas
terrible que el de saberla lejos… pero mis ojos me devuelven la felicidad, su imagen está
frente a mí. Que hermoso saber que vamos a estar siempre juntos. La miro con amor, pero
sus rasgos se transforman en un gesto de espanto al ver los dos cuerpos. Pobrecita, no debe
querer presenciar ésta imagen, es muy doloroso. Susurro su nombre… lo grito, pero ella no
hace más que llorar. No puedo acercarme, lo intento, pero es imposible. Me siento desvane-
cer al darme cuenta de esta situación desdichada, de ésta tortura, no puede ser tan cruel, no
puede haber jugada mas irónica… destino fatal en el que tendré que soportar el dolor in-
menso de la situación por la que me he matado, y ella estará, encerrada en éste cuarto como
yo, sabiéndome y viéndome muerto hasta que la eternidad no exista.
(1920-2009)
Poeta, ensayista, dramaturgo, crítico y escritor uruguayo,
“Cinco minutos bastan para soñar
toda una vida, así de relativo es el una de las figuras más relevantes de la literatura uruguaya y lati-
tiempo.” noamericana del siglo XX. Mario nació en Paso de los Toros,
hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farugia, quienes lo bautiza-
ron con cinco nombres, siguiendo sus costumbres italianas.
Cuando tenía dos años de edad, la familia se trasladó a Tacua-
rembó por motivos laborales y dos años más tarde a Montevideo.
En 1928 inicia sus estudios primarios en el Colegio Alemán de
Montevideo, dejándolo unos años después. En 1934 retoma sus
estudios en la Escuela Raumsólica de Logosofía. Su instrucción
secundaria la realizó de manera incompleta en 1935, en el Liceo
Miranda, para continuar de manera libre, por problemas econó-
micos. Desde los catorce años trabajó en una empresa de repues-
tos para automóviles. Entre 1938 y 1941 residió en Buenos Aires
(Argentina). En 1945, Mario Benedetti integra el equipo de re-
dacción del semanario "Marcha", nombrado director literario en
1954 y donde permaneció hasta 1974. En 1949 es miembro del
consejo de redacción de "Número", una de las revistas literarias
más destacadas de la época. Años más tarde es nombrado direc-
tor del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Fa-
cultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la Repú-
blica, en Montevideo. Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de
1973, Benedetti renuncia a su cargo en la universidad y se ve
obligado a exiliarse, partiendo hacia Buenos Aires (Argentina).
Posteriormente viaja a Perú, Cuba y España, pasando casi diez
años fuera de su patria. Benedetti regresa a Uruguay en 1983 y
es nombrado Miembro del Consejo Editor de la nueva revista
"Brecha". A partir de 1986 comienza a recibir innumerables pre-
mios y distinciones por sus obras, siendo Mario Benedetti uno de
los escritores más universales e insignes que ha dado Latinoamé-
rica, dotado con su acostumbrado estilo sencillo, directo y bello.
El uso de la literatura consiste en que comunica todas las
verdades.
Expande el horizonte para hacer el espacio infinito.
Y sirve como puente que cruza miles de años.
Hace mapas de todas las carreteras y senderos para la pos-
teridad.
Y es espejo de las imágenes de los venerables antiguos.
Para que las Majestuosas Construcciones de los sabios re-
yes de la antigüedad puedan ser levantadas de nuevo.
Y sus voces admonitorias, llevadas por el viento desde
tiempo inmemorial, sean oídas otra vez.
Ninguna región es bastante remota que no la penetre.
Ninguna verdad es tan sutil que no la teja en su vasto bor-
dado.
Como la bruma y la lluvia, cala y alimenta.
En una hoja de papel está contenido el Infinito.
Hay una frase capital que moldeó, de alguna manera, mi condición de lector. Pertene-
ce a Marguarite Youcenar y se encuentra en la exquisita novela “Memorias de Adriano”:
“La vida me enseñó los libros”.

Leer libros sin vivir es sin duda un acto en extremo vacío y carente, como es lógico,
de alguna significación. A medida que se vive se percata uno de las diferencias notables que
se establecen en la realidad literaria y en la realidad cotidiana. Quizá buena porción de
aquello a lo que denominamos literatura fantástica surge a raíz de experiencias vivenciales
sumidas en la noche del alma. Allí están los cuentos de Poe, Horacio Quiroga, Cortázar, que
son material ilustrativo de primera mano, donde un hecho real pone en marcha todo el en-
granaje fantástico camuflajeado en la cotidianidad. El realismo mágico, instaurado en la li-
teratura por Gabriel García Marquez, con discípulas más o menos falaces como Laura Es-
quivel e Isabel Allende, no es más que la constatación metafórica de una realidad que esta
en el ambiente cotidiano. Un ejemplo clásico es ese cuento del ángel que viene a buscar al
niño enfermo. Hasta ahí lo real. Luego viene García Marquez y patentiza a ese ángel, que es
una superstición religiosa en boca de nuestros abuelos, y lo convierte en un anciano con alas
al que encierran en un gallinero.

Nuestra vida esta conectada con “algo” que sobrepasa los razonamientos lógicos. A
ese “algo” lo llamamos magia, azar y otros conjunto de nombres que designan lo innombra-
ble. Si muchos autores utilizan la materia prima de esa realidad ( que se escapa a las mira-
das atentas, que ablanda los objetos, que materializa ángeles y demonios, que metaforiza el
amor y los sueños ) para escribir sus novelas, es necesario como lector vivir las vicisitudes
propias de esa realidad fantasmagórica, para comprender muchos personajes como el Quijo-
te, Enma Bovary, los tres mosqueteros, el monstruo creado por Frankenstein.

Este juego de espejos entre lo real y lo fantástico tiene muchas variantes y forma parte
tanto de la literatura como de nuestra vida diaria. Por esa razón Borges se pregunta y se res-
ponde: “¿En Qué reside el encanto de los cuentos fantásticos? Reside, creo, en el hecho de
que no son invenciones arbitrarias, porque si fueran invenciones arbitrarias su número sería
infinito; reside en el hecho de que, siendo fantástico, son símbolos de nosotros, de nuestra
vida, del universo, de lo inevitable y misterioso de nuestra vida y todo esto nos lleva de la
literatura a la filosofía. Pensemos en las hipótesis de la filosofía, harto más extrañas que la
literatura fantástica; en la idea platónica, por ejemplo, de cada uno de nosotros existe por-
que es un hombre arquetípico que esta en los cielos. Pensemos en la doctrina de Berkeley,
según la cual toda nuestra vida es un sueño y lo único que existe son apariencias“.

La literatura, en sus más variados géneros, intenta darle cuerpo a todo ese conjunto de
dudas que desde hace bastante tiempo carcome el universo reflexivo del hombre. Trata, si se
quiere, en darle una significación más honda y trascendentes a todo eso que parece deslizar-
se sobre la superficie de nuestra piel y que nos hiere sutilmente. El hombre más que hecho
de piel, alma y huesos esta confeccionado de memoria, palabras e imaginación y es a través
de ese inagotable invento, conocido como libro, es que ha podido desdoblarse para leerse y
escribirse. Paulo Freire ha escrito: “La lectura del universo antecede a la lectura de la pala-
bra y por eso la anterior lectura de ésta no puede prescindir de la continua lectura de aquel.
Lenguaje y realidad están unidos dinámicamente. La compresión del texto que se obtiene
por la lectura crítica implica la percepción de las relaciones entre el texto y el contexto”. To-
do esto nos lleva a pensar que la escritura no es un acto fortuito, muchos menos es una acti-
vidad para domesticar el ocio de fin de semana. Ningún texto es inocente debido a que im-
plícito tiene una lectura del mundo, una observación escrita de esos momentos cruciales (o
insignificantes) que a cualquiera le toca vivir.

El peregrinaje personal que se realiza, para leer una buena porción de libros, responde
a motivaciones muy particulares de cada cual; no obstante el acto de leer posee un rasgo ca-
racterístico: leer es un acto solitario, sin pautas ni parámetros preestablecidos.

La lectura de libros más que empujarte hacia la vileza te empuja hacia la alegría, dicha
alegría se comparte con otros lectores de la especie. La comunidad lectora constituye una
especie de gremio abierto, democrático, crítico, ilustrado y humanista. Entre las distintas
comunidades lectoras se intercambian títulos, impresiones sobre determinados libros, críti-
cas a escritores concretos. Es un trueque sustancioso que tiene como eje común la lectura
de libros a conciencia y en libertad.

Se vive para comprender lo leído, para sentir en carne propia lo que sintió Don Quijo-
te cuando armado de caballero, se dispuso cristalizar en la realidad el mundo virtual de ca-
balleros, damas en peligro, magia y gigantes de las novelas de caballería. El gesto de Alon-
so Quijano desechaba por completo esa idea idílica de la literatura como ornamento intelec-
tual, para devenir en actividad desgarrada que se traspapela con los sueños y la vida de los
lectores.
La perfección formal y el talento extraordinario refle-
jado en ella, han hecho de la obra narrativa de Oscar Wilde,
una de las más importantes de finales del siglo XIX y princi-
pios del XX. Su vena estaba inspirada en las mas diversas
fuentes, como en el caso de su hermoso cuento “el príncipe
feliz” emparentado con la gran tradición narrativa del cuento
fantástico medieval de hadas, príncipes y princesas.

En “El príncipe feliz”, Wilde nos ofrece una conmovedora


historia llena de amor y de esperanza que nos hace recordar
que el ser humano puede elevarse sobre su existencia gris,
gracias a su capacidad de amar y ayudar al prójimo.

Oscar Wilde fue un personaje excéntrico y transgresor, un islote en medio de una sociedad
-la victoriana, que se caracterizó por su mentalidad puritana, encabezada por una burguesía fuerte
en los ámbitos político y económico– incapaz de comprenderlo. Sus palabras hablaban de amor,
de belleza y de muerte, elementos que están presentes en cualquier vida pero que pocos se atre-
ven a definir. Este volumen recoge los libros de cuentos "The Happy Prince and Other Tales"
(1888) y "A House of Pomegranates" (1892). En ellos, con una adjetivación muy rica, Wilde des-
cribe salones de gente elegante y exóticos paisajes a la luz de la luna sobrecogidos por el canto de
un ruiseñor, en una amalgama de humor y crítica inteligente —pero no por ello menos ácida—
que es la seña de identidad de una obra que no envejece.
Avda. Los Escritores,
revista literaria, convo-
ca a escritores a partici-
par de su publicación
Mensual.

Publicamos:

• cuentos
• Poemas
• Prosa
• Ensayos
• Fragmentos de nove-
las
• Artículos

No importa la nacionali-
dad sino solamente las
ganas e interés de difun-
dir sus trabajos.

Contacto: avda.losescritores@gmail.com
hisrafel@hotmail.com
Hemos llegado felizmente al final de está segunda edición de
Avda. los escritores, esperando no haberlos aburrido demasiado
(recuerde que esta es una revista digital, no puede abollarse y tirar-
se a la basura)

Estamos muy contentos por los nuevos colaboradores que se


han sumado haciendo esta revista “Internacional” ¿verdad que
suena importante? Pues así es… tenemos escritores de diferentes
puntos de Argentina, de Chile y de España. Les agradecemos a to-
dos y esperamos contar para la próxima con aún más escritores de
diferentes partes del globo. La idea es difundirnos y propagarnos
por el mero hecho de compartir lo que llevamos en el alma, porque
no escribimos para nosotros mismos solamente, escribimos para los
demás, para enseñarlo, sino no tendría objeto alguno. Así veremos
en que se convierten nuestros esfuerzos cuando los sacamos del
cuaderno borrador del cajoncito de la mesa de luz. Muchas veces
los escritores tenemos aquel prejuicio de guardarnos todo esperan-
do editar nuestro “best seller”, pues mientras eso llega (Dios me oi-
ga) no viene mal ir practicando con cosas pequeñas. Si no somos
conocidos pues divulguémonos entre nosotros, utilicemos de las
ocho mil redes sociales vigentes todas las que no des el tiempo para
incitar a que nos lean. La unión hace la fuerza y juntos empapela-
remos la Web con nuestras voces.

¡Ojala lo hayan disfrutado!

Paula Olivieri

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©Mauricio Schade F.

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