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Y yo siendo más, ¿tengo menos libertad?

José Antonio Sánchez Muñoz

El texto que analizaremos es un fragmento de La vida es sueño de Pedro Calderón de la


Barca, escritor del siglo XVII nacido en el año de 1600 y que fue el continuador del Teatro
Nacional, fundado por su compatriota Félix Lope de Vega algunos años antes.

Esta obra pertenece al género dramático y se ubica dentro del Barroco, fue escrita en el
siglo XVII y es la obra por excelencia del Teatro Nacional del siglo de oro español y una de
las más importantes de este autor, además representa a la corriente del conceptismo, que se
dio dentro del Barroco y que consiste en esconder las ideas detrás de figuras y recursos
literarios para dificultar su comprensión.

Ubicándonos concretamente en el fragmento, es el primero monólogo de Segismundo,


personaje importante de esta obra, hijo del Rey Basilio, que fue encerrado en una torre
desde el día que nació, apartado de todo mundo, sólo teniendo contacto con Clotaldo, fiel
sirviente del Rey. Pertenece a la segunda escena de la primera jornada de la obra y nos
habla del sufrimiento del príncipe por estar encerrado y el clamor por querer salir, de cómo
seres y objetos inferiores gozan de privilegios mayores a los que este hombre y su vida solo
pueden añorar, además, pregunta al cielo la razón o el por qué de estar encerrado y no
poder escapar de su prisión. Así pues podemos decir que el tema de este fragmento es la
pregunta de Segismundo al cielo por saber qué, quién o qué cosa lo tiene ahí como
prisionero, ya que está desesperado por tanto sufrimiento y no entiende cómo seres
inferiores a él tienen privilegios superiores.

Como ya dijimos, es una obra de teatro, que pertenece al género dramático y, por tanto, está
escrita en verso. El fragmento del que hablamos consta de 71 versos que siguen una métrica
regular, aunque en varias partes presenta una o dos sílabas de más o de menos. Tiene siete
estrofas que constan de diez versos cada una. Predominan los versos octosílabos y llegamos
a encontrar versos heptasílabos y nonasílabos, todos ellos de arte menor. Vemos que el
autor aprovecha el uso de sinalefas, diéresis y otros recursos que sirven para ajustar la
métrica de los versos, como la regla de la sílaba final, entre otros. Hablando de la rima, es
consonante entre la mayoría de los versos, y es del tipo abrazada.

Dentro del texto podemos identificar cinco apartados: el primero -1ª estrofa, versos 1 al 5-
nos habla de la queja de Segismundo al cielo por la manera en la que vive, el segundo -1ª
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estrofa, versos 6 al 11- descubre que el delito que cometió fue haber nacido, el tercero -2ª
estrofa- donde quiere saber qué otra cosa lo tiene ahí, ya que su castigo es muy grande, en
el cuarto -3ª, 4ª, 5ª y 6ª estrofa- compara a cosas inferiores con él y nos dice de los
privilegios que gozan éstas, que son menos que él y aun así poseen mayor libertad, y
finalmente el quinto apartado -7ª estrofa- donde nos habla de los sentimientos que provocan
en su corazón todas estas privaciones y se vuelve a preguntar qué es lo que lo tiene ahí.

Entrando en materia de análisis, vemos que el texto comienza con una exclamación: ¡Ay
mísero de mí, hay infelice!, un lamento de la condición propia que muestra claramente el
sufrimiento y la desesperación que tiene en su interior. Continua diciendo Apurar, cielos,
pretendo. Al leer superficialmente nos quedaríamos con el primer significado de apurar que
se nos viene a la mente, que sería apresurar o entristecer, pero si vamos más allá, en este
apóstrofe, apurar significa molestar a alguien para saber algo hasta que se enoje, y dada la
desesperación por saber qué es lo que mantiene preso a Segismundo, él pretende, él está
decidido, su empresa, es hacer enojar a los cielos hasta que le revelen la razón de su
cautiverio; aquí identificamos un asíndeton, con el que se le da una mayor fluidez, mayor
fuerza y resalta el uso de esta palabra. También encontramos una metáfora, pues con cielos
se refiere a lo que es superior, a lo que está por encima de él, a los dioses. Sigue el
apartado con ya que me tratáis así, expresión que es otro apóstrofe, y que comienza con
ya que, lo que expone la manifestación de la justificación, pues expresa que los cielos lo
tratan mal, lo tratan con castigo, frase con la que trata de exigir saber la razón de por qué es
que vive así. El adverbio de modo así, es una alusión a la forma es que vive, señalándose
directamente y poniéndose como evidencia para intentar saber qué es lo que hizo para vivir
en esa condición. Qué delito cometí contra vosotros naciendo, pregunta retórica con la que
intenta saber qué es lo que ha hecho, hace referencia al pasado con el verbo cometer, en
pasado, primera persona del singular, lo que nos muestra que es algo que hizo, mas no sabe
qué fue pues no tenía conciencia de sus actos, es decir, antes de tener razón, pero que fue
cometido al nacer.

Continuando con el segundo fragmento, encontramos que Segismundo se contesta la


pregunta retórica del por qué vive así, de qué fue lo que hizo para merecer tal trato sin
justificación aparente: él descubre que el delito que ha cometido contra los cielos, que
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vienen siendo los dioses, es el haber nacido, pues es el mayor delito que puede cometer el
hombre. Para él, el nacer merece como castigo una condena pesada, que es el sufrimiento
en vida, el rigor y vigor de los cielos contra él. Encontramos otro encabalgamiento dentro
de este fragmento que realza la intención de las palabras en estos versos y le da fluidez para
aglomerarlo en una sola idea. Continuando vemos al final del fragmento un hipérbaton muy
notorio: pues el delito mayor del hombre es haber nacido. Con el desorden de las palabras
reacomoda la idea y hace que nos salte a la vista de inmediato la palabra mayor, que en este
caso se presenta como un epíteto, que cumple la función de exagerar o resaltar la
importancia del delito.

Pasando al tercer apartado, encontramos varias interrogaciones, además vemos que


comienza con una pregunta, Sólo quisiera saber, que expresa la tristeza y desesperación por
saber qué es lo que lo tiene ahí, y también la resignación que tiene, porque piensa que haga
lo que haga su vida será así, y nada que nada podrá cambiar su destino. Con el
encabalgamiento que se presenta en los siguientes dos versos encontramos dos ideas
importantes: la primera está inmersa en el segundo verso que dice para apurar mis
desvelos, para empezar, en este verso el significado de apurar se toma como apresurar, pues
es lo que da sentido a la metáfora que expresa la palabra desvelos, pues hace alusión al
tiempo, a las tantas noches de preguntarse la razón de por qué es que vive así, Segismundo
está resuelto a no dejar pasar más tiempo y saber de una buena vez la tan añorada
justificación de su cautiverio, y la segunda idea es que dejando de lado el delito de haber
nacido, se pregunta mediante, valga la redundancia, la pregunta retórica ¿qué más pude
ofender, para castigarme más?, qué otra cosa hizo para ser castigado. Con lo anterior
podemos ver que, para Segismundo, el castigo que recibe es enorme, que no se puede
justificar sólo con el hecho de haber nacido, además de que la palabra castigarme se usa
como metáfora para referirse a la horrible manera en que vive. Continuamos en el
fragmento y nos encontramos con la pregunta retórica ¿No nacieron los demás? , con la
que expresa su reclamo y su inconformidad por ver que los demás tienen su misma
condición humana y gozan de libertad, de una vida feliz y sin sufrimiento, y sigue
reclamando el por qué vive así, pues si otros, que nacieron con las mismas condiciones que
él, pueden tener libertad y todos los privilegios de los que él no puede gozar, tiene que
existir algo mayor que cause el enojo de los cielos. Aquí el encabalgamiento que se
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presenta es importante porque junta los tres últimos versos para hacerlos una sola idea. Al
final de esta estrofa encontramos otra pregunta retórica, ¿qué privilegios tuvieron que yo no
goce jamás?, mediante la cual da una posible respuesta a su pregunta: que la razón de que
él se encuentre preso es que no goza de los mismos privilegios que los demás. Encontramos
además un verbo en pasado, lo que nos indica que la causa de todo lo que sufre se dio en un
momento anterior al que estuviera preso, y esto se justifica con la última palabra de la
pregunta, jamás, que se usa como adverbio de tiempo para decir que nunca ha gozado de
esos privilegios, ya que si gozara de los mismos privilegios, o si los hubiera gozado, no
estaría así, por lo que fue predestinado a estar encerrado. Al hablar de privilegios, tenemos
que entender que un privilegio es algo que se da como extra, que no es por derecho y que
sólo se da a algunos pocos, por lo que para Segismundo, la libertad, la manera en que viven
y las cosas que tienen las personas de afuera son algo muy valioso, algo que él quiere pero
que no le fue otorgado por razones que desconoce.

Continuamos con el cuarto apartado, y nos ubicamos ya en el punto central del monólogo.
Aquí Segismundo comienza diciendo Nace el ave, y con las galas que la dan belleza suma,
apenas es flor de pluma o ramillete con alas, vemos que la palabra nace hace alusión al
origen, al punto en el que se comienza; y con las palabras el ave se representa a un ser
inferior, a un animal que carece de razón y conocimiento, que no es ni por mucho parecido
a Segismundo. Sigue diciendo con las galas, con la bonita vestimenta que le da una belleza
superior, y podemos encontrar un hipérbaton y una hipérbole, el hipérbaton se ve al
reacomodar el orden de las palabras belleza y suma, lo anterior más la hipérbole le dan una
gran exageración a lo que se quiere expresar: lo bello y la gran condición que le da el nacer
a un ave, a un ser que es de lo más común y corriente, pero que dentro de esa inferioridad y
simpleza, tiene una belleza muy grande que le es dada al momento de nacer. Continua
diciendo apenas es flor de pluma o ramillete con alas. En estas expresiones están
mezcladas varias figuras que, todas enmarañadas, le dan preciso significado y sentido a
estas palabras. En primer lugar, lo que más resalta al leer estos versos es que se expresa un
todo, una flor y un ramillete, por una de sus partes, plumas, que vendrían siendo pétalos, y
alas, que vendrían siendo flores, lo que nos pone frente a una sinécdoque. Al identificar qué
es una flor y un ramillete, podemos ver que se hace una gradación, al ir mencionando de
menor a mayor, de parte a conjunto, pues los ramilletes están formados de un conjunto de
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flores. Al decir flor de pluma y ramillete con alas, notamos que se encuentra un retruécano
indicado, pues estas expresiones podríamos complementarlas con ala de pétalos y ave de
flores, respectivamente, y así podríamos ver el orden de las palabras que cambiaron, con la
intención de expresar otras características del objeto, en este caso, de flor que vendría
siendo la unidad de un ramillete y pluma que vendría siendo el componente de un ala, y
ramillete que se compone de flores y alas que están hechas de plumas. La intención del
retruécano es hacer notar que las plumas del ave que nace, por individual, son una flor y
que juntando flores se hace un ramillete con alas, un ave que es bella. Importante es
identificar que la palabra flor es una alusión a la belleza, lo que convierte a la idea de las
metáforas de estos versos en una repetición, pues en el primero se nos habla de la belleza
como tema principal, y en el segundo vuelve a hablarse de ella con el uso de la palabra flor.
Continúa el texto diciendo cuando las etéreas salas corta con velocidad, negándose a la
piedad del nido que deja en calma. Al leer en primer plano, diríamos, ¿esto que tiene que
ver con la navidad? Aquí necesitamos definir dos palabras claves: etérea y salas.
Entendamos etérea como indeterminado, inmenso; entendamos como salas un espacio
enorme que no tiene límite aparente. Volviendo al análisis, consideremos el
encabalgamiento que se hace es para darle unidad a la idea y retomemos la figura del ave,
que es bella, que es un ramillete de plumas cuando sale a esas salas; aquí, en las etéreas
salas, encontramos una metáfora, donde se expresa la idea de la vida, del vivir, pues estas
etéreas salas son un inmenso espacio infinito, un espacio que la imaginación convierte en
algo que no puede ser observado su límite y en que no hay un punto hasta el cual llegar, que
simplemente se vaga por ella, también encontramos una hipérbole, pues se exagera el
tamaño de ese espacio para ubicarnos y darnos la idea de un lugar enorme, inimaginable,
por donde un ave pequeña, inferior, e insignificante corta con velocidad, por donde un
punto solitario, el único que puede ser distinguido en su vuelo, en su ir hacia ningún lugar
reconocible, saliendo al exterior, vaga hacia su propio rumbo. Se utiliza la palabra
velocidad como adverbio de modo en una hipérbole para enfatizar que vaga, que corta la
salas de una manera rápida, fugaz, violenta, veloz, en poco tiempo, y para darle forma a la
metáfora que se encuentra aquí, la cual expresa lo rápido que esta ave, recorre este enorme
espacio, estas etéreas salas que son la vida, por lo que su recorrido por la vida nadie lo
notó, fue intrascendente, y que lo hace negándose a la piedad del nido que deja en calma.
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Vemos que este verso comienza con la palabra negándose, palabra que nos dice que tuvo
opción, que no fue forzado a salir de ese nido, de ese refugio, hogar apacible, un lugar de
protección donde no se teme nada, donde se encuentra la piedad y la tranquilidad total, a
esas salas situadas en otro lugar opuesto, por lo que se presenta una antítesis entre nido y
salas. Que deja en calma, encontramos que calma se encuentra en forma de adverbio de
modo, por lo que nos expresa que su partida fue en calma, que la entrada a esas salas no fue
violenta, si no que fue de la manera a la que estaba acostumbrado en su nido. Y finalizamos
esta estrofa con y teniendo yo más vida ¿tengo menos libertad? Al leer este fragmento
notamos una antítesis, pues contrasta más vida con menos libertad, esto con la intención de
resaltar la pobre libertad de la que goza Segismundo. Teniendo más vida, teniendo mayor
condición que un ave, siendo más que un ave, encontramos otra antítesis, pues la vida del
hombre puede llegar a ser trascendente, mientras que la de un ave no, sin embargo, tiene
menos libertad, tiene menos espacio, menos privilegios para vivir, y esto es una metáfora
muy evidente, que hace alusión a su condición, a que él es más que un pájaro. La idea que
se contrapone, ¿tengo menos libertad?, nos recuerda de nuevo el tema de este cuarto
fragmento, que es cómo cosas inferiores a él tienen privilegios mayores, siendo él superior
a estas cosas. La pregunta la hace con un toque apreciable de ironía, ya que por lógica un
ser superior posee privilegios superiores, mas esta pregunta retórica se contesta a sí misma
con todo lo que dijo Segismundo en la estrofa: pues sí, tiene menos libertad, aunque suene
irónico, ya que fue predestinado a nacer de esa manera, y a vivir en esa condición.

Nace el bruto, así comienza la siguiente estrofa de nuestro apartado número cuatro. Si
recordamos, la estrofa anterior comenzó con la misma palabra, nacer. Volvemos a un
origen, a un comienzo en el que ahora no es un pez el que nace, ahora nace un bruto. Un
bruto, una metáfora que hace referencia un animal, a un ser salvaje que solo posee instinto,
que no razona, y con la piel que dibujan manchas bellas, apenas signo es de estrellas
gracias al docto pincel, serie de retruécanos que contienen varias metáforas, una de ellas
hace una descripción adicional de este bruto, nos dice que tiene manchas y que éstas
forman figuras en las estrellas, gracias al docto pincel, metáfora que se refiere a Dios, al
artista que, usando con maestría el pincel, pintó en los lienzos del cielo, por lo que nos
habla, juntado todo, de un animal salvaje de piel manchada que está formado por estrellas,
esas estrellas las encontramos en el cielo, y fueron pintadas por el artista celeste, así que
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encontramos de nuevo una alusión a los cielos, a Dios, a lo que controla el destino del
hombre. Palabra clave para entender este fragmento es dibujan. Vemos que encierra un
sujeto tácito, ellos/ellas, tercera persona del plural que indica 2 o más personas externas al
entorno de quien expresa la palabra, podríamos decir que dibujan contiene una alusión otra
vez a los dioses, pues ellos son el sujeto, quienes dibujan esas confusas manchas en la piel
de este bruto que se encuentra en el cielo, y que se compone de estrellas. Continuando con
el fragmento, cambiamos de idea, cuando atrevido y cruel, la humana necesidad le enseña
a tener crueldad. Cuando, adverbio de tiempo que acompaña a un complemento
circunstancial, atrevido y cruel, adjetivos en forma de adverbios de modo, juntos dicen que
cuando está desesperado, cuando se atreve a lo que sea y que deja de lado las cosas y no le
importa ser cruel, la necesidad humana, que es una metáfora de la necesidad de alimentarse
del hombre, convierte al instinto en crueldad. Aquí identificamos una derivación, pues
crueldad parte de cruel, y esto mismo indica que la humana necesidad convierte una inerte
crueldad, que por sí misma no es nada, en tener crueldad, en poseer una actitud, una manera
de obrar, que se ve reflejada en actos concretos como satisfacer la antes mencionada
humana necesidad. Una característica que está algo escondida se presenta a manera de
antítesis, pues una humana necesidad no es propia de un bruto, así que hablamos ya de otro
nivel de bruto, no precisamente de un animal bruto, si no de un humano bruto que no tiene
razón, que fue privado del saber. Monstruo de su laberinto, metáfora que retoma los tópicos
greco-latinos y que hace alusión al minotauro que habitaba en un laberinto al cual no se
podía escapar, siendo imposible salir físicamente una vez que se entraba. Y derivando,
desmenuzando, analizando, encontramos otra metáfora en la explicación de la metáfora
anterior, pues ese laberinto es la vida, a la que no se sale físicamente, si no con la muerte.
¿Y yo con mejor instinto, tengo menos libertad?, volvemos al uso recurrente de la pregunta
tengo menos libertad. Segismundo, que por ser humano, posee un instinto mejor, más
refinado y menos cruel, que influye menos en su actuar ya que razona, no posee la libertad
de este bruto, de este ser que es guiado por un instinto cruel que se basa en satisfacer sus
necesidades, por lo que se convierte en un animal. Encontramos una antítesis con las
palabras mejor y menor, resaltando la idea de la menor liberta que tiene.

Nace el pez, Nace el pez, que no respira, se refiere el a un simple pez, que siquiera respira,
metáfora que se refiere al ser inferior que no puede probar el aire, aborto de ovas y lamas,
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hipérbole que se usa para seguir remarcando la inferior condición del pez comparada con la
de Segismundo, un pez que sale de lamas, de porquería, algo que ni merece ser
mencionado, algo tan bajo que se condena por su mismo nacer, y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira, apenas, hipérbaton en la palabra, que vuelve a remarcar de una
manera exagerada su condición; la palabra bajel se refiere a un barquillo, barquillo de
escamas, navegando, que sigue la corriente, metáfora que expresa lo pequeñito del pez, lo
insignificante que es y cómo sobre las ondas se mira, es decir, que se ve a él mismo en el
agua, y es una metáfora referente a que se autodescubre reflejado en su entorno, en el lugar
donde vive, cuando a todas partes gira, midiendo la inmensidad de tanta capacidad, aquí
encontramos un largo encabalgamiento de tres versos y un trío de metáforas acompañadas
de dos retruécanos, el primero de éstos enfatiza la idea de la primera metáfora de girar, de
moverse, de tratar de estar en todos los espacios, de explorar, en la segunda metáfora
encontramos una antítesis, midiendo, gerundio que nos dice que trata de comprender, de
estudiar, de conocer, e inmensidad, volviendo una paradoja este verso, pues cómo medir la
inmensidad de su entorno, lo que para un hombre sería medir el espacio, y continua con el
adverbio de cantidad tanta, hipérbole que exagera y que junto con inmensidad forman una
repetición de lo grande que es esa capacidad, tercera metáfora que hace alusión a este lugar
donde vive, este océano que es infinito para el pececillo y que éste trata de medirlo en vano,
pues no podrá hacerlo; como le da el centro frío, aquí encontramos un apóstrofe, le da el
centro frío, una metáfora y un retruécano que nos dan a entender cómo es ese centro, ese
corazón del pez, pues nos dice que es frío, que no tiene el calor humano, sin las emociones
que le dan calidez a la existencia, y que es el responsable de motivar al pez para tratar de
medir este grandísimo espacio. Sintetizando lo anterior, vemos que es una paráfrasis de lo
que trata de hacer un pececillo insignificante al verse en el agua, trata de medir ese océano
infinito para él, pues es un ser inferior que está dentro del agua, lo que nos pone ante una
comparación paradójica, pues para el hombre, para Segismundo, no es infinito el océano,
pues él sabe que acaba donde la tierra empieza; motivado por su frío corazón que no tiene
más que frías y vanas emociones. ¿Y yo con más albedrío tengo menos libertad?
Segismundo posee conciencia, capacidad para razonar y tomar sus propias decisiones a
partir de saber qué quiere y saber qué elegir, con lo que encontramos una antítesis, pues si
él que tiene albedrío y sabe razonar está cautivo, cómo es posible, cómo es que un pez, un
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producto de ovas y lama y que se guía simplemente por un corazón frío, pueda tener mayor
libertad que él. También encontramos una antítesis en más y menos, resaltando la frustrada
condición de Segismundo comparada con la del pez.

Pasando a la última estrofa de nuestro fragmento, Nace el arroyo, culebra que entre flores
se desata, encontramos una prosopopeya, pues un arroyo no nace como un humano, se
origina por el constante paso del agua en un sitio específico, culebra que entre flores se
desata, metáfora que compara la forma de un arroyo con la de una serpiente para remarcar
su inferior condición de animal rastrero y su forma, serpenteando, trayectoria irregular y
alternada, mezcla de zigzag y ondas, que entre flores se desata, apostrofe que muestra
cómo se desata: se muestra entre las flores, las flores son es signo de que por ahí pasa, y
que lo único que hace es dar vida a estas flores, y apenas, sierpe de plata, encontramos un
apóstrofe y una metáfora, que significan en conjunto que cuando apenas lleva agua entre
las flores se quiebra: metáfora, entre las flores se va formando, que su camino no es recto,
que depende del lugar donde se encuentren esas flores para poder pasar, además que este
arroyo se rompe en pequeños pedazos que de reparten en cada flor, cuando músico celebra
de las flores la piedad que le dan la majestad del campo abierto a su huida, aquí
encontramos varias metáforas, una de ellas está en músico, que se refiere al sonido que hace
al pasar el agua por las piedras del arroyo, celebra de las flores la piedad, retruécano y
metáfora que nos dicen cómo las flores, cómo esos objetos bellos pero inanimados le tiene
piedad al arroyo dejándole pasar, el arrollo celebra, agradece, exalta esta piedad, este
compadecerse de él, y da de su agua a cada flor como muestra de enorme gratitud, que le
dan majestad del campo abierto a su huida, esta piedad, este dejarlo pasar le da majestad,
belleza, predominancia sobre todo lo que está a su alrededor, del campo abierto, metáfora
que expresa la parte donde el arroyo es libre, donde no hay nada que lo limite y que corre
sin ninguna interrupción, a su huida, alusión que se refiere a su término, al lugar donde
culmina todo su vivir, su corto vivir, pues nace, pasa por las flores y termina, sin dejar
nada atrás que lo recuerde, solamente el rastro de flores que lo vieron pasar y a las cuales
les dio vida con su agua. Y como es costumbre en estas estrofas: y teniendo yo más vida
¿tengo menos libertad? El arroyo, siendo algo que trasciende sólo por las flores que deja
atrás, que su recorrido, su vida, es como la de una serpiente que sierpe entre flores, tiene
Y yo siendo más, ¿tengo menos libertad? José Antonio Sánchez Muñoz

más libertad que Segismundo, teniendo Segismundo más trascendencia, más vida, más
libertad, por su naturaleza, de moverse por donde desea, tiene menos libertad.

Así finalizamos nuestro cuarto apartado, observando en conjunto algunas características,


como anáforas: todas las estrofas comienzan con Nace, también el tercer verso de la
primera y segunda estrofa comienzan con apenas, y el de la tercera y cuarta comienzan con
y apenas, el verso quinto de cada estrofa comienza con cuando, además identificamos un
claro estribillo, pues todas las estrofas terminan con la pregunta ¿tengo menos libertad?,
con lo que nos reitera una y otra vez cómo es posible que seres y objetos de tan poca
trascendencia tengan mayor libertad que él.

Finalizamos con el quinto apartado, donde Segismundo termina su monólogo, expresa su


desesperación, su frustración, su coraje: En llegado a esta pasión, un volcán, un Etna
hecho, quisiera arrancar del pecho pedazos del corazón: llegando, verbo en gerundio que
nos dice cómo se llega a este estado de desesperación total, pasión, palabra, metáfora que
encierra todos sus sentimientos en contra de la vida que lo ha castigado, vemos tres
metáforas y retruécanos, un volcán, metonimia que expresa el signo por el significado,
metáfora, primera de ellas, que hace una comparación entre su corazón y un volcán, algo
que explota con una fuerza inimaginable, con violencia, liberando todo lo que tiene dentro.
Continúa con la siguiente metáfora, un Etna hecho, observamos el retomar los temas greco-
latinos, además de que hecho expresa que no surgió de la nada este enorme volcán, si no
que fue generado por la acumulación de todos los castigos y represalias que le dieron los
cielos, quisiera arrancar del pecho pedazos del corazón, para comenzar, nos expresa un
deseo, algo que no puede realizar, nos dice que es tanta su desesperación, que con
arrancar, hipérbole, exagera la acción de querer quitar ese volcán que estalla dentro de él,
pedazos del corazón, metáfora que pone al corazón como un todo dividido en partes, y que
quiere arrancar algunas de esas partes para poder liberar la presión del esa pasión, por lo
que el corazón actúa como contenedor y barrera de sus sentimientos. ¿Qué ley, justicia o
razón negar a los hombres sabe privilegio tan suave, exención tan principal, que Dios le
ha dado a un cristal, a un pez, a un bruto y a un ave? Todos estos versos son una pregunta
retórica, y vemos una acumulación de sinónimos al inicio que resalta la causa de su penar,
seguida de un retruécano que remarca el cómo niega esos privilegios tan básicos,
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expresados en la palabra principal, que actúa como alusión a la libertad que se maneja a lo
largo del apartado anterior; estos versos nos dicen que Segismundo sigue sin poder
explicarse a sí mismo por qué esta situación, y cuestiona de nuevo a los dioses, a los cielos,
qué es lo que tiene el derecho, el poder, la autoridad de negarle a él el privilegio de la
libertad, un privilegio que es propio hasta de los seres más inferiores. Hay que identificar
algo muy importante, que Dios le ha dado a todos los seres estos privilegios, pero que hay
algo que no se los da al hombre, algo desconocido, que Segismundo ha luchado por
descubrirlo, sin embargo, lo único que ha conseguido es llenarse de sentimientos que están
en su corazón y lo han convertido en un volcán. Además, estos versos son un epifonema
delo que nos dice el cuarto apartado, pues resume en pocas palabras cómo es que seres
inferiores a él tengan privilegios mayores que los suyos, siendo estos privilegios tan básicos
que Dios se los dio a todo cuanto existe.

Concluyendo, este fragmento tiene un vasto contenido de recursos literarios que,


juntándolos todos de una manera muy original, expresan la desesperación de Segismundo,
la impotencia por no saber qué es lo que tiene su vida sumida en ese pesado castigo, nos
dice también que el sólo hecho de nacer no merece tal castigo, que debe hacer algo más que
provoque la ira de esos dioses injustos que le privan de libertad, y compara con él a seres
inferiores, a seres intrascendentes con menos alma, sin albedrío, con menos vida, con un
pero instinto, pero que tienen mayor libertad que él, siendo un hombre, un ser superior con
más vida, con albedrío, con mejor instinto, y simplemente un hombre. También nos dice
que es tanta su desesperación y frustración de no poder explicarse lo que pasa que su
corazón ya es un volcán de desesperación, de coraje y de tantas otras cosas que produce ese
estado, que la única solución sería arrancarse el corazón, porque es ilógico que él viva así.

En mi opinión, me parece un texto de color tinto, con el rojo de la pasión y de los


sentimientos que provoca en él su situación, y con el negro de la oscuridad, frustración e
incertidumbre por saber qué es lo que le permite a seres inferiores gozar de la libertad que
él no. Me gusta porque encierra un significado profundo, y con palabras simples y comunes
expresa una situación seria, muy interesante que pone a reflexionar y nos hace
compadecernos del pobre Segismundo.

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