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Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

HISTORIA DE LA BIOTA CHILENA


Hitos del Cuaternario: Principales cambios oeste). La fase entre 13.800 y 9.500 años está presente, pero
biológicos de norte a sur sólo a mayor altura (3.500 msnm) (Maldonado y otros, 2005).
Para mayor detalle existe un resumen reciente de estos traba-
En Chile existen registros paleoecológicos numerosos y jos en Latorre y otros (2005).
diversos. Se pueden catalogar en cuatro tipos diferentes: Registros de paleomadrigueras aún no existen para la
zona semiárida (Norte Chico) del país (28 a 32ºS). Aquí los
1) Fósiles de vertebrados, impactos producidos por fluctuaciones en la banda de los
2) Paleopalinológicos (el estudio del polen preservado en vientos del oeste fue probablemente mucho mayor y la biota
sedimentos de lagos y turberas), de la zona es actualmente muy sensible a los incrementos en
3) Dendrocronológicos (anillos de árboles), y las precipitaciones asociadas a los eventos El Niño (Gutiérrez
4) Paleomadrigueras de roedores (método utilizado en las y Meserve, 2003; Lima y otros, 2002). La presencia en esta
zonas áridas del país). región de numerosos relictos biogeográficos, como el bosque
de Fray Jorge, aún siguen generando debates en torno a la
Últimamente, los estudios de paleoADN, aún pioneros importancia de las fluctuaciones climáticas del Cuaternario,
en Chile, están tomando cada vez más relevancia, tanto por tanto por los incrementos de humedad asociados a la expan-
su potencial de identificación de flora y fauna como por la sión y mantención de estos relictos como por fases de mayor
información filogeográfica y de genética de poblaciones aridez, que provocarían su retracción o colapso (Villagrán y
(Kuch y otros, 2002; Hadly y otros, 2004). otros, 2004; Hinojosa y otros, 2006). Polen extraído del perfil
del sitio arqueológico en Quereo registra un aumento de las

FLUCTUACIONES CLIMÁTICAS CUATERNARIAS Y Norte


Estudios paleoclimáticos realizados en el Altiplano indi-
condiciones de aridez a partir de 9.370 años cal a.p. (Villa-
grán y Varela, 1990). Registros de polen preservados en bos-
SUS IMPACTOS SOBRE LA BIODIVERSIDAD EN CHILE can la presencia de una fase muy húmeda a finales del Pleis- ques pantanosos presentes en la costa a los 32ºS muestran
toceno. Extensos “paleolagos” existieron entre hace 14.000 y una alta variabilidad climática para los últimos 6.200 años
Claudio Latorre 9.000 años atrás (años cal a.p.) (Geyh y otros, 1999; Grosjean cal a.p. (Maldonado, 1999; Maldonado y Villagrán, 2002).
y Núñez, 1994; Grosjean y otros, 2001). Sin embargo, datos Los bosques mismos (caracterizados por especies arbóreas
concretos sobre los impactos que tuvieron estas fluctuacio- de mirtáceas) comenzaron a expandirse en torno a los 4.200
nes climáticas sobre la vegetación del desierto eran prácti- años cal a.p., principalmente debido a un aumento de la pre-
camente inexistentes hasta comienzos del presente milenio cipitación. Sin embargo, esta expansión fue interrumpida por
(Betancourt y otros, 2000). Esto fue remediado mediante el una pronunciada fase árida que culminó entre 1.800 y 1.300
estudio de paleomadrigueras de roedores: acumulaciones de años cal a.p., tras la cual se estableció el actual clima.
fecas, restos vegetales, huesos y atropados encasillados en
una matriz de orina. Estos depósitos, preservados por miles Centro
de años al abrigo de cuevas y aleros, han sido encontrados Entre los registros mejor conocidos en Chile central se
en todas las zonas áridas del mundo y son comunes en zo- encuentra el estudio paleopalinológico de Tagua Tagua
El Cuaternario es una división informal de la escala geo- temperaturas de los océanos y un completo reordenamiento
nas rocosas del desierto de Atacama (Betancourt y Saavedra, (34º30’S) (Heusser, 1990b; Valero-Garcés y otros, 2005). Este
lógica del tiempo que comprende la última porción del Neó- del ciclo hidrológico. Una “era del hielo” dura en promedio
2002). Fechados de radiocarbono (14C) realizados sobre pa- es uno de los pocos registros paleoecológicos continentales
geno superior incluyendo las épocas del Plioceno superior, 80.000 años. En comparación, el interglacial actual que vivi-
leomadrigueras en el Atacama indican una abundancia de en Chile que abarca más de 50.000 años de manera conti-
el Pleistoceno y el Holoceno (últimos 2,6 millones de años) mos, el Holoceno, ha durado 11.000 años.
estos depósitos en el lapso comprendido entre los 14.000 nua. Destaca la presencia de polen de Nothofagus tipo dom-
(Gradstein y otros, 2004). Tradicionalmente, el Cuaternario Las distribuciones de la flora y fauna presentes hoy sobre
y 10.000 años cal a.p., pero existen algunos que presentan beyi y N. tipo oblicua entre 50.000 y 35.000 años y 28.000
marca el comienzo del mundo glacial (las “eras del hielo”), la mayor parte del planeta reflejan en mayor o menor me-
edades “infinitas” (superiores a 50.000 años, más allá del y 11.500 años cal a.p. Esto sugiere condiciones considera-
y en concreto corresponde al comienzo de las glaciaciones dida la consecuencia de repetidas fluctuaciones climáticas
rango del método de 14C) (Latorre y otros, 2002; Maldonado
en el hemisferio norte (Gradstein y Ogg, 2004). El mundo asimétricas marcadas por períodos glaciales (con una dura-
y otros, 2005). A la fecha, los principales resultados indican
previo al Cuaternario (el “Terciario”) fue considerablemente ción media de entre 80.000 y 90.000 años), e interglaciales,
que al norte de los 25ºS, fuertes aumentos en la precipitación
más cálido y lluvioso, con presencia de floras tropicales muy como el actual (duración media de entre 10.000 y 15.000
estival en hasta dos o tres veces la cantidad actual produjeron
diversas en latitudes que hoy son templadas (Wilf y otros, años).
desplazamientos altitudinales y latitudinales de especies ve-
2003; Hinojosa y Villagrán, 2005). Teóricamente, se podría predecir (o incluso modelar)
getales. Estos aumentos se produjeron principalmente entre
Para tener una perspectiva histórica sobre la diversidad cómo estos cambios afectaron y alteraron la diversidad bio-
los 13.800 y 9.500 años cal a.p., con eventos menores entre
biológica es necesario comprender que el Cuaternario es un lógica chilena. Sin embargo, cada ecosistema y comunidad
los 7.500 y 6.000 y los 4.500 y 3.000 años cal a.p. (Latorre
“mundo de hielo”. Esto significa que la temperatura prome- exhibe un comportamiento propio al conjunto de especies
y otros, 2002; Latorre y otros, 2003). Muchas especies de
dio global es considerablemente menor durante extensos pe- que lo componen (es especie específico). Además, existe una
gramíneas de la estepa alto-andina descendieron hasta 1.000
ríodos. Testigos de hielo tomados en el Domo C en la Antár- “herencia” geográfica difícil de predecir para la mayoría de
metros hacia el margen del desierto absoluto, formando ahí
tica (75º06’S; 123º21’E, 3.233 msnm) muestran que para las las veces mediante el uso de modelos y análogos moder-
una comunidad vegetal que en momentos llegó a tener una
últimas cuatro glaciaciones, los períodos interglaciales son nos (Jackson, 2004). De este modo, resulta imprescindible
riqueza de especies entre cinco y seis veces superior que la
pequeños lapsos cálidos insertos en un mundo con un clima obtener datos fidedignos en terreno con buen control geo-
actual.
más frío que el actual y altamente variable a escala de mile- cronológico de cambios biológicos —también denomina-
Al sur de los 25ºS, un registro de polen preservado en
nios (por ejemplo, los eventos Dansgard/ Oeschger) (EPICA dos registros paleoecológicos— que permitan reconstruir la Figura 1: Cordón de Tuina, II Región, 3.100 metros, sitio con
paleomadrigueras de Quebrado del Chaco (25º30’S) indica presencia de paleomadrigueras. Inserto: Paleomadriguera hecha
Members 2004). La temperatura promedio global llega a te- historia de un ecosistema o comunidad determinada en un
que la principal fase pluvial fue más temprana, entre 25.000 por vizcachas hace 10.000 años repleta de especies de gramíneas
ner 5 ºC menos que la actual, aparejado con descensos en las lugar específico.
y 15.000 años cal a.p., y de lluvias invernales (vientos del ausentes hoy en el lugar. Foto: Julio Betancourt.

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

provocó una fuerte sombra de lluvias hacia el este (Hulton inexistentes. Un estudio reciente (Villagrán y otros, 2004b)
y otros, 2002; Hubbard y otros, 2005). La presencia de este sobre restos de bosques de alerce parcialmente enterrados en

Especies Perennes
Arbustos Puneños
anuales estivales
hielo implicó que gran parte de la biota que hoy predomina los márgenes del mar interior de Chiloé traen a colación la

Gramíneas C4,
Alto-andinas
en la zona se refugió en la cordillera de la Costa, la que, importancia que tiene para la biota no sólo los interestadiales

y Cactáceas

Prepuneñas

Prepuneñas
Gramíneas

Taxa total
en consecuencia, presenta la mayor diversidad y endemismo —períodos levemente más cálidos durante la última glacia-

Anuales
para la flora arbórea de Chile (Villagrán y Hinojosa, 1997). ción—, sino también el nivel del mar considerablemente me-
CONISS En la X Región, múltiples registros polínicos (Moreno, 1997, nor (hasta 150 metros más bajo que el nivel actual) asociado
0 2000, 2004; Moreno y otros, 2001) indican condiciones gla- al mayor volumen de hielo global (Lambeck y otros, 2002).
ciales extremas de entre 24.000 y 17.700 años cal a.p. La
5.000
deglaciación comenzó en torno a los 17.700 años cal a.p.
con la llegada del bosque norpatagónico. Luego, la llegada
de taxa resistentes a condiciones más húmedas y frías ocurrió Bibliografía
ABARZÚA AM, C VILLAGRÁN & PI MORENO (2004) Deglacial and
Edad Paleomadriguera (años calibrados AP)

10.000 en torno a los 15.000 y 13.500 años cal a.p. El período más postglacial climate history in east-central Isla Grande de Chiloé,
cálido y seco fue marcado por una abrupta expansión de southern Chile (43º S). Quaternary Reseach 62: 49-59.
taxa valdivianos en la zona, en particular Eucryphia/Caldclu- BENNETT KD, S HABERLE & SH LUMLEY (2000) The last glacial-Ho-
15.000
locene transition in southern Chile. Science 290: 325-328.
via seguido por un clima más húmedo y frío entre los 7.500
BETANCOURT JL, C LATORRE, J RECH, J QUADE & KA RYLANDER
y 5.500 años cal a.p. y el establecimiento del mosaico actual (2000) A 22,000-yr record of monsoonal precipitation from nor-
20.000 de bosque mixto norpatagónico/ valdiviano a partir de los thern Chile’s Atacama Desert. Science 289: 1546-1550.
5.000 años cal a.p. BETANCOURT JL & B SAAVEDRA (2002) Paleomadrigueras de roe-
dores, un nuevo método paleoecológico para el estudio del
25.000
En la XI Región la vegetación muestra cambios mucho
Cuaternario en zonas áridas en Sudamérica. Revista Chilena de
menos pronunciados. La llegada del bosque se produjo en Historia Natural 75: 527-546.
torno a los 17.500 años cal a.p. seguido por cambios mu- BRADLEY RS (1999) Paleoclimatology: Reconstructing Climates of
30.000 cho menores en cuanto a cobertura y dinámica de recambios the Quaternary, Second edn. Academic Press, San Diego.
GEYH MA, M GROSJEAN, L NÚÑEZ & U SCHOTTERER (1999) Ra-
(Bennett y otros, 2000). Esto en parte puede deberse tanto a
diocarbon reservoir effect and the timing of the late-Glacial/Early
35.000 una menor sensibilidad térmica de la vegetación, hoy carac- Holocene humid phase in the Atacama desert (northern Chile).
terística de la zona, como a la presencia de diferentes regí- Quaternary Research 52: 143-153.
menes climáticos (Moreno y otros, 2001). Para mayores deta- GRADSTEIN FM & JG OGG (2004) Geologic Timescale 2004 - Why,
40.000 How, and Where Next! Available online at http://www.stratigra-
lles se sugiere el resumen de la región realizado por Heusser
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(2003). GRADSTEIN FM, JG OGG & AG SMITH (eds) (2004) A Geologic
45.000 Timescale 2004. Cambridge University Press.
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5 10 10 10 10 30 20 40 60 80 100 120 Holocene environments, human occupation, and resource use
Dos direcciones futuras
in the Atacama (Northern Chile). Geoarchaeology 9: 271-286.
Número de Taxa Suma total de cuadrados
GROSJEAN M, JFN VAN LEEUWEN, WO VAN DER KNAAP, MA
Cabe señalar que probablemente los primeros estudios GEYH, B AMMANN, W TANNER, B MESSERLI, LA NÚÑEZ, BL
paleoecológicos fueron sobre los hallazgos más vistosos: VALERO-GARCÉS & H VEIT (2001) A 22,000 14C year BP sedi-
Macrofloras: cambio vegetacional durante los últimos 45.000 años en la II Región, al sur de salar de Atacama.
ment and pollen record of climate change from Laguna Mis-
los fósiles de vertebrados. En su gran mayoría se trata de
canti (23º S), northern Chile. Global and Planetary Change 28:
estudios taxonómicos y descriptivos, sobre todo de nuevos 35-51.
hallazgos. Sin embargo, cada vez se obtiene una cantidad GUTIÉRREZ JR & PL MESERVE (2003) El Niño effects on soil seed
blemente más frías y húmedas que las actuales, contrastando Sur mayor de información paleoambiental y contextual de estos bank dynamics in north-central Chile. Oecologia 134: 511-517
con los lapsos entre 35.000 y 28.000 años cal a.p. y los últi- Sin lugar a duda, la mayor cantidad de información pa- DOI 510.1007/s00442-00002-01156-00445.
hallazgos. El mejor ejemplo de esto fue un estudio de ma-
HADLY EA, U RAMAKRISHNAN, YL CHAN, M VAN TUINEN & K
mos 10.500 años, en los cuales disminuyen los taxa arbóreos, leoecológica proviene del sur de Chile, en particular de la crorrestos vegetales estudiados a partir de fecas de Mylodon O’KEEFE (2004) Genetic response to climatic change: Insights
siendo reemplazados por quenopodiáceas y gramíneas. X Región. En gran parte esto se debe tanto a la abundancia darwini, preservados de manera intacta por hasta 16.000 from ancient DNA and phylochronology. PLoS Biology 2: 290.
Existen estudios de alta resolución cronológica para los de sitios factibles de ser estudiados mediante métodos polí- años en la Cueva del Milodon o Gruta Fell, los que han per- HEUSSER CJ & SS STREETER (1980) A temperature and precipitation
últimos 7.500 años cal a.p. en laguna de Aculeo (33º50’S) nicos —lagos, turberas— como por los trabajos pioneros de record of the past 16,000 years in southern Chile. Science 210:
mitido inferir que estos edentados estaban asociados a un
1345-1347.
(Jenny y otros, 2003; Villa-Martínez y otros, 2003). Una fase Calvin Heusser (Heusser 1981, 1984, 1990a, 2003; Heusser ambiente de estepa fría y húmeda parecido a las tundras ma- HEUSSER CJ (1981) Palynology of the last interglacial-glacial cycle
de aridez severa (con ausencia de polen y presencia de eva- y Streeter, 1980) y Carolina Villagrán (Villagrán, 1988, 1991, gallánicas en un sector hoy dominado por lenga (Nothofa- in midlatitudes of southern Chile. Quaternary Research 16: 293-
poritas) ha sido documentada entre más de 7.500 y 5.700 1995). Estos y otros trabajos se han centrado primero en re- gus pumilio) (Moore 1978). Este grupo de edentados ha reci- 321.
años cal a.p. Un aumento paulatino de la humedad ocurrió construir la historia de colonización postglacial de la zona HEUSSER CJ (1984) Late-glacial-Holocene climate of the Lake Dis-
bido mucho interés reciente al hacerse factible la extracción
trict of Chile. Quaternary Research 22: 77-90.
a partir de los 5.700 años cal a.p., con un cambio litológico y últimamente han dado paso a estudios de muy alta resolu- de ADN a partir de coprolitos fosilizados (Hofreiter y otros, HEUSSER CJ (1990a) Chilotan piedmont glacier in the Southern An-
pronunciado en el testigo (desde evaporitas a limos) y apa- ción cronológica (medido en décadas) para abordar pregun- 2000, 2003). Estos estudios agregan una nueva dimensión a des during the last glacial maximum. Revista Geológica de Chile
rición de taxa arbóreos y acuáticos. El registro indica que tas tanto sobre sincronía hemisférica de eventos climáticos lo que conocemos en materia de diversidad biológica para 17: 3-18.
el clima mediterráneo actual fue establecido en torno a los desde la última terminación glacial hasta la importancia del HEUSSER CJ (1990b) Ice age vegetation and climate of subtropical
el Cuaternario tardío.
Chile. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology 80:
3.200 años cal a.p., momento en el cual el lago llega a su fuego en la estructuración de la vegetación (Moreno, 1997; Un último aspecto es la importancia de desarrollar regis- 107-127.
nivel actual. Sin embargo, este período además está carac- Moreno y otros, 2001; Abarzúa y otros, 2004). tros paleoecológicos de mayor antigüedad en nuestro país. HEUSSER CJ (2003) Ice Age in the Southern Andes: A Chronicle of
terizado por fluctuaciones fuertes y persistentes tanto en la A diferencia del resto del país, el sur de Chile fue cu- Actualmente lo que mejor conocemos es la última transición Paleoecological Events. Elsevier B.V., Amsterdam.
sedimentología como en el influjo (la tasa de acumulación) bierto en gran parte por glaciares que, de la mitad de Chiloé HINOJOSA LF & C VILLAGRÁN (2005) Did South American Mixed
glacial-interglacial y el Holoceno. Sin embargo son muy po-
Paleofloras evolve under thermal equability or in the absence of
de polen atribuidos a grandes eventos de El Niño (Villa-Mar- (42º30’S) al sur, llegaron hasta el mar. Esta gran masa de hielo cos los registros más antiguos y los que llegan al penúlti- an effective Andean barrier during the Cenozoic? Palaeogeogra-
tínez y otros, 2004). llegó a tener entre 500 y 1.500 metros de espesor, lo que mo interglacial —entre 100 y 110.000 años atrás— son hoy phy, Palaeoclimatology, Palaeoecology 217: 1-23.

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

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Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

HISTORIA DE LA BIOTA CHILENA

LA BIODIVERSIDAD EXTINTA DE CHILE


Jhoann Canto

La palabra fósil, que deriva del latín fossilis, fue empleada numerosos trabajos en colaboración con otros autores (Arra-
por Plinio (23-79 d.C.) para designar los objetos enterrados tia y Cione 1996). Para el caso de los dinosaurios, los pri-
en la tierra. En la actualidad, se refiere a restos de organismos meros trabajos para este grupo son de Casamiquela y Fasola
o de su actividad conservados en sedimentos. (1968), Casamiquela y otros (1969), Casamiquela (1970),
Los restos fósiles constituyen la evidencia directa de la Chong y Gasparini (1976), Chong (1985) y Rubilar (2003).
presencia de distintas formas de vida que han existido en Para el caso de las aves fósiles, los trabajos se reducen a una
nuestro planeta, remontándose los más antiguos a unos 3 mil menor cantidad, destacando entre los primeros reportes el
millones de años. Este gran rango de tiempo posibilitó la evo- trabajo de Wall y otros (1991). Posteriormente, otros autores
lución de millones de formas de vida, que algunos autores como Walsh y Hume (2001), Acosta Hospitaleche y Canto
(Raup, 1992) estiman entre 5 y 50 billones, la mayoría hoy (2005) y Acosta Hospitaleche y otros (2005) han ampliado el
extintas, sobreviviendo sólo algunos linajes casi sin cambios, conocimiento de este grupo.
mientras que otros evolucionaron y dieron origen a la actual Para el grupo de los mamíferos la información existente
biodiversidad. es más amplia, debido fundamentalmente a la mayor can-
La biodiversidad extinta o paleobiodiversidad en nuestro tidad de personas que han trabajado en torno a este grupo
país es rica y variada, pero desconocida en su conjunto por taxonómico y el conocimiento del mismo. Sin embargo, es
la falta de especialistas y estudios continuos. La primera men- necesario señalar los valiosos aportes de autores como Phi-
ción documentada que se conoce sobre fósiles de invertebra- lippi (1887), Gigoux (1899, 1913), Oliver Schneider (1926,
dos en Chile es realizada por Degenhardt en 1839 sobre un 1935), Donoso Barros (1975), Tamayo y Frassinetti (1980) y
bivalvo denominado Pecten alatus y procedente de Copiapó Casamiquela (1999).
(véase la figura 1). Para el caso de los vertebrados, la primera Otros linajes, como los anfibios y reptiles fósiles (excepto
mención es realizada por Wyman en 1855 y se refiere a los dinosaurios y formas marinas), son casi desconocidos para
restos de Mastodon andium, una forma muy similar a los ac- Chile, salvo por algunos trabajos (Núñez y otros, 2005). Esta
tuales elefantes, pero mucho más robusta (véase la figura 2). situación posiblemente obedece a la ausencia de trabajos
Hacia 1887, Philippi en su obra “Los fósiles terciarios i cuater- de terreno y la falta de especialistas en esta materia. Para
narios de Chile” presenta las primeras descripciones de faunas los reptiles marinos en Chile, sólo existen algunos trabajos
fósiles de invertebrados y vertebrados, siendo este trabajo el que inicialmente fueron desarrollados por Philippi en 1887.
primer catálogo de fósiles para nuestro país. Con posteriori- Posteriormente, otros nuevos registros fueron señalados por
dad, se efectúan varios trabajos aislados sobre otros grupos de Gasparini y Chong en 1977.
fósiles, ampliando el conocimiento a nivel nacional. Si bien Es necesario aclarar que para esta breve reseña no se
estos aportes han sido escasos, para dimensionarlos hay que abordarán los invertebrados fósiles, ya que dada la inmen-
considerar que entre 1855 y 1980 se publicaron solamente sa cantidad de especies que existen en Chile y que sobrada-
44 trabajos sobre vertebrados fósiles, con un total de 429 pá- mente justifican un capítulo propio, hacen imposible asumir
ginas (Frassinetti, 1982). Sólo en 1980, gracias al trabajo de tal tarea de manera responsable; sin embargo, es necesario
investigadores como Manuel Tamayo y Daniel Frassinetti, se indicar que este grupo en su conjunto es uno de los mejores
dispuso de un catálogo completo de las faunas de mamíferos
actuales y fósiles de Chile, constituyéndose en un estudio de
importancia al revisar también los aspectos de la nomencla- Página derecha: Costa cerca de Totoral, Copiapó. El proceso de fosi-
tura utilizada sobre los materiales fósiles de mamíferos descu- lización se prolonga durante miles de años y se produce en determi-
nadas condiciones físicas y químicas. El resto orgánico del ser vivo
biertos en el país. Sin embargo, a pesar de que los mamíferos
debe depositarse en un área de sedimentación que no sufra graves
son el grupo mejor conocido, también existen importantes
alteraciones posteriores, de modo que los compuestos minerales
estudios sobre otros grupos de vertebrados fósiles. desplacen a la materia orgánica, que generalmente termina por ser
El estudio de los peces fósiles ha resultado fecundo gra- completamente transformada en sílice o carbonato cálcico. En la
cias a los aportes de la investigadora Gloria Arratia, así como imagen, resto fósil de un diente de tiburón. Foto: Nicolás Piwonka.

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

restantes son de ambientes dulceacuícolas (Arratia y Cione, ya que se situaría en estratos del Triásico, en otras palabras,
1996). En los últimos años, el número de nuevas especies fó- habitó Chile hace unos 250 millones de años.
siles se ha incrementado gracias a nuevos trabajos de campo Estos registros totalizan un mínimo de nueve formas de
en diferentes puntos del país. reptiles fósiles descubiertos para Chile, los que se agrupan
en los siguientes taxa: atosauria sauropoda, ornithpoda, ple-
Los reptiles (Figuras 4 y 5) siosauria e ictiosauria.
Dentro de este linaje, los hallazgos se concentran princi-
palmente en el registro de restos de dinosaurios, representa- Las aves (Figuras 6 y 7)
dos por restos óseos parciales y huellas de diferentes tipos. El registro de aves en Chile es incipiente. Las espe-
Además, se registran reptiles marinos representados princi- cies fósiles descubiertas en Chile están agrupadas en tres
palmente por formas de plesiosaurios e ictiosaurios. grandes categorías: pelecaniformes, gaviiformes y sphe-
Los trabajos de investigación desarrollados en los últimos niciformes. Los restos fósiles de la forma pelecaniformes
años por Moreno y Rubilar (1997), Moreno y otros (2000), proceden de Caldera, Malleco y Mejillones, mientras que
Rubilar y otros (2000) y Rubilar (2003) han ampliado y or- los gaviiformes (Neogaeomis wetzali) han sido registrados
denado el conocimiento existente de los dinosaurios, seña- en Concepción (Tambussi y Noriega, 1996). Sin embargo,
lando la presencia de grandes formas representadas por los los restos más abundantes proceden de la formación Bahía
titanosauridae y sauropoda. En aquellos linajes marinos, los Inglesa, Caldera (sitio de una edad que abarca entre 3 a 12
trabajos realizados por Gasparini y Chong (1977) han permi- millones de años) y corresponden a restos fósiles de distin-
tido describir los primeros crocodilia (formas similares a los tos géneros de pingüinos (spheniciformes) y otras familias
cocodrilos) para la Región de Antofagasta. También se han de aves costeras tales como: sulidae, phalacrocoracidae y
reportado los restos de formas de ictiosauro en el sector del diomedeidae (Walsh y Hume 2001; Acosta Hospitaleche y
Parque Nacional Torres del Paine (Schultz y otros, 2003) y otros, 2002).
una gran cantidad de plesiosaurios en varios puntos del país Si bien es cierto que el conocimiento de este grupo es
(Gasparini, 1985). menor, representan un linaje que se desarrolló ampliamente
Un dato interesante lo aporta Desojo (1993) en sus in- en Chile. Sin duda, nuevos descubrimientos contribuirán a
vestigaciones sobre una forma de aetosaurio, Chilenosuchus incrementar la paleodiversidad de este grupo, como lo in-
forttae, que han permitido confirmar que esta especie sería dican los recientes hallazgos realizados en el norte de Chile
uno de los vertebrados más antiguos registrados para Chile, (Acosta Hospitaleche y Canto, 2005).
Figura 1: Ilustración del primer fósil reportado para Chile, Pecten alatus en la obra dirigida por A. Humboldt.

documentados en nuestro país, tanto en los aspectos de la


sistemática como la geocronología, contribuyendo en gran
manera a comprender en mejor forma las condiciones am-
bientales que existían en Chile en las diferentes épocas geo-
lógicas.

Principales grupos de faunas fósiles

La visión del patrimonio paleontológico en Chile por mu-


chos años se ha enmarcado en la idea de una pobreza de
restos fósiles de vertebrados para el territorio chileno, dado
por las condiciones propias de la geología existentes desde
el Cretácico hasta el presente, cuya principal característica
está representada por un constante desplazamiento de los di-
ferentes sedimentos a lo largo de millones de años. Esta con- Figura 2: Ilustración de los restos fósiles de Mastodon andium,
dición ha ocasionado un redepósito continuo de los fósiles presentada en el trabajo de Wyman 1855.
de diferentes faunas, por lo que se observan altamente des-
articulados y fragmentados, existiendo sólo en condiciones
muy excepcionales ejemplares articulados o semiarticulados Los peces (Figura 3)
y conservados in situ, sin retrabajo, como ha sido observado Este grupo de vertebrados es de antigua presencia, en lo
en algunas áreas del norte de Chile (entre otras, Calama). A referido a su edad geológica, para nuestro país. Sus primeros
pesar de esta situación, en los últimos años, gracias al traba- registros se remontan al Jurásico tardío (oxfordiano), es decir,
jo de campo, están siendo descubiertos nuevos materiales, unos 163 millones de años atrás. Los géneros descritos para
que, aunque fragmentados, permiten comenzar a desarrollar Chile son casi todos procedentes de la zona norte de nuestro
algunas hipótesis sobre la evolución y la historia biogeográfi- país. Sin mencionar aquellas formas conferidas a un grupo
ca de varias formas de vertebrados que habitaron en nuestro taxonómico de mayor determinación, bordean las 24 espe-
territorio, antes de que fuera Chile. cies, de las cuales 18 son de hábitat marino, mientras que las Figura 3: Pez fósil, Protoclupea atacamensis, depositado en las colecciones del Museo Nacional de Historia Natural, Chile.

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

Los mamíferos (Figuras 8, 9 y 10) Figuras 6 y 7: Cráneo fósil de ave. Paleospheniscus sp, y restos de
Los descubrimientos de mamíferos fósiles en Chile han la extremidad posterior (Tarsometatarso derecho) depositados en
las colecciones del Museo Nacional de Historia Natural, Chile. Las
sido, en la mayoría de los casos, fortuitos. Sin duda constitu-
imágenes no están a escala.
yen los vertebrados chilenos mejor representados.
Figura 8: Mandíbulas de Megatherium medinae y Thalassocnus sp,
A pesar que la mayoría de los trabajos de vertebrados fó- depositados en las colecciones del Museo Nacional de Historia
siles se han concentrado principalmente en aquellas faunas Natural, Chile.
de mamíferos que habitaron entre el Pleistoceno y Holoceno,
es decir, entre el último millón de años y hasta hace unos
10.000 años atrás, se observa que en descubrimientos recien-
tes hay una serie de mamíferos fósiles de mayor antigüedad:
El hallazgo del primate fósil (Chilecebus carraescoensis)
sin duda constituye un importante descubrimiento que abre
numerosas interrogantes sobre este linaje en Chile (Flynn y
otros, 1995).
En el extremo austral (Región de Magallanes) se ha logra- 6
do determinar la presencia de grandes felinos representados 7
por Smilodon sp (Canto, 1991) y osos, como es el caso de
Arctotherium sp, lo que contribuye a incrementar la fauna de 8
carnívoros fósiles (Prevosti y otros, 2003) presentes en nues-
tro territorio.
En el caso de las formas de mamíferos que optaron por
el medio marino, su presencia en el registro fósil ha propor-
cionado nuevos géneros: Thalassocnus sp (Canto y otros,
2002a) una especie de hábitos acuáticos perteneciente al or-
den Xenarthra, pero de pequeño tamaño (no superior a 30 o
40 kilos) en comparación con especies del mismo orden que Extinción: el camino de todas las especies, disponer de una idea global de su proceso evolutivo, permi-
Figura 4: Fotografía en que se observan las rastrilladas (huellas) de
sobrepasan la tonelada (Megatherium medinae). pero el origen de otras tiendo de esta forma comprender de manera más aproximada
Sauropodos, en las Termas del Flaco, VI Región.
En faunas de cetáceos (ballenas y delfines), los odontoce- si una especie está camino a la extinción o qué tan particular
tos (delfines) fósiles han mostrado una rica diversidad con el Las palabras extinción y fósil, si bien tienen significados es. Esto significa comprender que no todos los linajes poseen
hallazgo de al menos dos géneros de la familia Pontoporii- diferentes, representan casi lo mismo, ya que “todas las espe- altos números de especies; por ejemplo, los manatíes (ma-
dae, también conocidos como delfines de río. Cabe destacar cies tarde o temprano se van a extinguir”. De alguna forma, míferos acuáticos) están representados por pocas especies
que esta familia es nueva en Chile (Canto y otros 2002a y b). la evolución de las biotas está regulada por este proceso de tanto en la actualidad y a nivel fosilífero, ya que su evolución
En las faunas de carnívoros marinos se han descubierto extinciones y evolución de nuevas formas. En este contexto, siempre estuvo representada por muy pocas especies. En el
formas de focas ya extintas, procedentes del norte (Piscopho- la extinción nos enseña que los ecosistemas y las faunas pre- caso de los roedores, tanto fósiles como especies actuales,
ca y Acrophoca), las que son géneros muy diferentes a las es- sentan diferentes niveles de fragilidad y temporalidad. siempre han sido numerosos, como así lo atestigua el registro
pecies que existen hoy en el extremo austral del país (Walsh Aquí lo interesante es señalar que la extinción “trabaja” fósil para Chile. En cambio, en otros linajes, como los felinos
y Naish 2002). en diferentes escalas, es decir, afecta a determinadas especies de Chile, se observa que en el registro fósil se presentan más
En términos de cantidad, en Chile existe el registro de al por cambios rápidos en su ambiente, que no son capaces de especies que las existentes en la actualidad.
menos 42 familias de mamíferos con representantes fósiles, enfrentar. Por ejemplo, el caso de los grandes megaterios a Todo lo anterior nos debe ampliar la mirada y hacer ver
cifra que podría aumentar con los nuevos trabajos actual- finales del Pleistoceno, muestra que la concatenación de va- que la extinción es un proceso más común y natural de lo
mente en desarrollo. rios factores ambientales, tales como la modificación de los que pensamos, por lo que la valoración de cada especie es
Figura 5: Restos de Plesiosauro (extremidad con forma de aleta) tipos de vegetación y clima, en unos pocos miles de años única por el solo hecho de existir.
depositado en las colecciones del Museo Nacional de Historia pueden extinguir un linaje completo o al menos reducirlo
Sobrevivencia de las especies y Natural, Chile. drásticamente. En este caso, se extinguieron completamen-
la importancia de su protección te, quedando sólo formas muy pequeñas y distantes evolu- Megafauna: extinciones pleistocénicas y
tivamente en el Amazonas. De igual forma, la existencia de poblamiento humano
El conocimiento de las faunas fósiles en sí se justifica por primates fósiles en Chile revela que las condiciones ambien-
el hecho de ser un patrimonio propio de la nación. Pero, de tales han cambiado drásticamente, dado que no pudieron Sin duda, la especie humana es dominante en el planeta,
la misma forma, el estudio de la historia paleontológica de sobrevivir o establecerse como linaje en Chile. en cuanto a ocupación del territorio y desarrollo de tecno-
cada linaje fósil permite comprender en mejor forma el desa- Es conocido que muchas especies han evolucionado en Un caso diferente es el representado por los marsupiales, logía. Esta condición es tema de debate en los últimos años,
rrollo y la evolución de las actuales biotas. Esta información forma tan específica con el medio, que no logran adaptarse que tienen una amplia expresión fósil en nuestro país, con particularmente en el sentido de si estamos o hemos sido los
nos permite disponer de una mejor comprensión al momento ante perturbaciones ambientales rápidas. Este fenómeno ha representantes vivos en la actualidad, lo que da cuenta que responsables de la extinción de especies y particularmente
de formular programas de conservación de las especies ac- sido muy estudiado, por ejemplo, para las faunas fósiles de sus exigencias ambientales y sus estrategias de vida fueron y de la megafauna, es decir, de los mamíferos de una misma
tuales. Este argumento se funda en la premisa que el registro delfines de río, que habitaron durante el Mioceno y Plioceno son diferentes a la de los mamíferos placentados. región, cuya masa en su estado adulto excede los 1.000 kilos
fósil permite indagar sobre las condiciones paleoambientales en el norte de Chile, que se extinguieron sin dejar descen- Lo interesante de esto es comprender que muchas espe- (Fariña y Vizcaíno, 1995).
en que vivieron y evolucionaron estas faunas, permitiendo dencia viva en nuestro territorio. En la actualidad predomi- cies actuales se van a extinguir, es decir, desaparecer para Al respecto, se ha señalado que el proceso de coloniza-
estimar las causas ambientales que afectaron su evolución y nan sólo formas en el Amazonas, pero totalmente distintas a siempre, por lo que nuestro conocimiento de sus restos fósi- ción de los primeros humanos modernos (50.000 años atrás),
eventualmente su declinación. las especies de río que habitaron Chile. les —ya sea a nivel de género, familia u orden—, nos permite asociado al desarrollo de tecnología, como el uso de instru-

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

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