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La Tarjeta de Sonido:
Las primeras PC solamente eran capaces de emitir algunos pitidos mediante el speaker
(parlante incorporado) y no incorporaban capacidades avanzadas de generación de sonidos.
Cuando comenzaron a aparecer los juegos, se lograron reproducir melodías a través de ese
parlantito, aunque éstas no eran de excelente calidad, fueron los primeros sonidos agradables
que se escuchaban en una PC. Sin embargo, eso requería un gran esfuerzo en la
programación y la cantidad de sonidos que se podían percibir con claridad eran muy limitados.
Cuando multimedia se hizo famosa, las tarjetas de sonido comenzaron a ofrecer mayores
prestaciones y dejaron de ser un simple accesorio para mejorar los juegos para transformarse
en un elemento necesario en las PC, ya que el sonido se utiliza en todas las aplicaciones
comerciales, además de los juegos, programas de música, entretenimiento, entrenamiento y
cualquier PC que utilice un sistema operativo con capacidades de multimedia incorporadas.
Crecieron mucho en Windows 98/Me y alcanzaron un punto notable en Windows XP.
Debido a la gran variedad de tarjetas de sonido que han inundado el mercado, la elección de
una es un poco difícil ya que hay que tener en cuenta unos cuantos parámetros muy
importantes que se explicarán en detalle a continuación. Además, las necesidades de calidad
no serán las mismas para un simple usuario de aplicaciones multimedia como para un amante
de la música, por lo tanto no hay que pagar más caro por algo que no se va a utilizar.
Estos convertidores pueden venir en diferentes versiones, siendo los más comunes los
convertidores de 8 y 16 bits. La diferencia entre ambos es que uno de 8 bits permite
representar el sonido en 256 niveles de amplitud posibles, mientras que el de 16 bits
representa el sonido en 65.536 niveles de amplitud diferentes. Las tarjetas de sonido suelen
clasificarse por el tipo de convertidor que utilizan: Tarjetas de sonido de 8 bits o Tarjetas de
sonido de 16 bits. En la actualidad, el convertidor debe ser de 16 bits para poder tener
capacidad de sampling de sonidos de alta calidad, aunque un convertidor de 8 bits es suficiente
para la digitalización de la voz humana, pero no para la música. Una desventaja es que a
mayor cantidad de bits que se utilizan para el muestreo, se necesitará mayor cantidad de
espacio en el disco rígido para almacenar el sonido digitalizado.
La digitalización del sonido no es la única función de una tarjeta de sonido completa, ésta
también tiene la habilidad de producir sonidos electrónicamente a través de un sintetizador
incorporado en la tarjeta compatible con archivos MIDI (Musical Instruments Digital Interface -
Interfaz digital para instrumentos musicales). Los archivos MIDI contienen que indican al
sintetizador de la tarjeta de sonido la nota, la duración de ésta, el instrumento musical y otros
parámetros, que utilizará para que de esta manera el sintetizador se encargue de generar el
sonido correspondiente. De esta manera, el tamaño de un archivo que contiene una partitura
musical completa en formato MIDI es muchísimo menor que
un archivo que contenga la pieza musical digitalizada y las
modificaciones son mucho más fáciles de efectuar en los
archivos MIDI. Los juegos y muchas aplicaciones multimedia
utilizan archivos MIDI para reproducir sus melodías
El número de canales de una tarjeta de sonido indica la cantidad de sonidos que el sintetizador
es capaz de generar y controlar independientemente al mismo tiempo en estéreo (o mono,
según el tipo de tarjeta). El sonido e instrumento sintetizado puede ser diferente para cada voz,
con lo que se logra una gran flexibilidad en el tratamiento de archivos MIDI o similares en los
cuales cada voz o canal pueden controlarse y modificarse en forma independiente. Debido a
que cada canal puede tener la información de cada instrumento, es posible eliminar los
instrumentos de percusión de una partitura, agregar otros instrumentos, etc.
Las tarjetas de sonido poseen como mínimo 11 canales, pero la mayoría supera ese valor y las
de mayor calidad, especialmente diseñadas para músicos, consiguen controlar más de 32
canales al mismo tiempo, un número que no necesitarán quienes deseen disfrutar de las
melodías de un juego o de algunas aplicaciones multimedia que pueden reproducirse sin
problemas con una tarjeta con menor cantidad de voces.
Los chips DSP (Digital Signal Processor - Procesador de señales digitales) son procesadores
que pueden ser programados por medio de software especial para realizar diferentes tareas y
quitarle trabajo al microprocesador para que éste se ocupe de otras cosas. Los chips DSP
pueden utilizarse para agregar efectos especiales al sonido, comprimir en tiempo real sonidos
digitalizados para que ocupen menor cantidad de espacio en el disco rígido y una gran cantidad
de tareas más. Un software de programación del chip adecuado puede hacer que éste haga el
trabajo de un módem/fax, aunque es un poco difícil de conseguir.
Un amante de la música de buena calidad o un compositor deberá inclinarse por una tarjeta de
sonido con capacidad de sampling 6 muestreo de 16 bits y 44,1 Khz., compatibilidad con MIDI
y capacidad de síntesis por tabla de ondas con canales como mínimo y un chip DSP. A su vez,
deberá tener en cuenta otros factores que tienen que ver con la calidad de reproducción del
sonido digitalizado: la relación seña/ruido debe ser mayor de 70 dB mientras que la distorsión
armónica y la distorsión por intermodulación deben ser menores al 0,15%- Si la tarjeta de
sonido no cumple con estas últimas especificaciones no se obtendrá la calidad del sonido
esperada.
En cambio, se puede adquirir un juego de parlantes con amplificador incorporado para que se
puedan reproducir sonidos con excelente calidad y un volumen adecuado. Los parlantes deben
tener una protección contra el magnetismo para que no interfieran con el funcionamiento del
disco rígido y no provoquen daños al monitor, debido a que se colocarán seguramente cerca de
éstos. La mejor manera de seleccionarlos es escucharlos debido a que muchas veces las
especificaciones técnicas son excelentes pero el sonido no convence a nuestros oídos.
Para obtener un volumen adecuado para un usuario, un amplificador incorporado de 5 a 10
watts es suficiente para disfrutar de las aplicaciones multimedia y de los mejores juegos de
acción. A su vez, los controles de graves, agudos y de volumen incluidos en ambos parlantes
ofrecen las posibilidades que solamente podía encontrar conectando la tarjeta a un
amplificador de audio.