Wilfrid Sellars
CIENCIA
PERCEPCION
Y REALIDAD
EDITORIAL TECNOS
MADRIDTe 14 mosoma y 14 ace crentirica
DEL HOMBRE
L._La INDAGACION FILOSOFICA
‘Cuando se lo formula abstractamente, el objetivo de la filosofia consiste
en comprender de qué modo las cosas —-en el sentido més amplio posible
de esta palabra— estén relacionadas entre s{ —asimismo en el més amplio
sentido posible de Ia palabra—; y bajo “las cosas en el sentido més am-
plio posible de Ia palabra” subsumo articulos radicalmente distintos, no
sélo “coles y reyes”, sino incluso mimeros y deberes, posibilidades y chas-
gueares de dedos, experiencias estéticas y la muerte, Asi pues, aleanzar
tun logro filoséfico seré —por emplear un giro contempordneo— “saber
cémo manejérselas” con respecto a todas estas cosas; pero no de la
irreflexiva forma en que el ciempiés del cuento sabfa cSmo bandearse antes
de que se le presentara la pregunta de cSmo andaba, sino de la refiexiva
manera que quiere decir que po se imponen condiciones intelectuales.
Saber Smo manejérselas es —por valermos de una distincién usual—
tuna forma de “saber emo", frente a “saber que": media toda la dife-
rencia del murdo entre saber cdmo se monta én Bicicleta y saber que una
fuerza constante impresa por las piernas de una persona en equilibrio
sobre los pedales dard lugar a un movimiento hacia adelante; igualmente
(Gi queremos emplear un ejemplo més cercano a nuestro tema), entre saber
que cada paso de una demostracién matemética dada se sigue de los pasos
anteriores y saber cémo se halla tal demostracién existe toda Ia diferencia
del mundo: pues hay ccasiones en que para ser capaz de dar con una
demostracién basta serlo de seguir un procedimiento ya establecido,
pero lo mas corriente es que tal cosa no suceda. Cabe sostener que todo
aquello a lo que pueda lamarse acertadamente un “saber cémo hacer algo
presupone un conjunto de conccimientos acerca de un que; 0, por decirlo
de otro modo, un conocimiento de una verdad, o de unos hechos; mas si
asf fuese, Ia aserci6n de que “los patos saben cdmo se nada” serfa tan
* “La filostia y ta imagen centfica del hombre" esté formado por dos confe-
rencias dadas en la Universidad de Pitsburgh en dicembre de 1960, formando parte
Ge una serie de conferensias sobre Ta historia y fa flosola de la cencia pronunciadat
por varios autores; ha aparecdo impreso en Frenters of Sclenee and Philosophy (al
Faidido de Rober Coloeny, Publicado. por ia University of Pitsburgh Pest (it
{ehurgh, 1982) que ba acoedda amablemente a su reimpresion en cl presente volumen,10 Ciencia, percepeién y realidad
Imetafbrica como la de que saben que el agua los sostiene. Sea ello como
fuere, el saber o6mo se hace algo al nivel de la actividad caracterstica.
‘mente humana presupone gran cantidad de conocimientos de que, es
evidente que un saber oémo manejérselas reflexivo en la disposicion de
las cosas (lo cual constituye el objetivo de la filosofia) presupone mucht-
simos conocimientos acerca de verdades,
Ahora bien, en cierto sentido, el objeto o tema de este conocimiento
de verdades que presupone el “saber e6mo” filoséfico cae enteramente
dentro del campo de las disciplinas especiales: en un sentido no desde
fable, la filosofia no posee un objeto o tema que se halle en la misma
relacin con ella que la que otros objetas o temas guardan con sus relti-
vas disciplinas especiales. Si los flésofos tuviesen semejante tema, pod
cedérselo a un nuevo grupo de especialistas, de igual modo que desde
khace dos mil quinientos afos han venido pasando otros temas especiales
4 os no fildsofos (primeramente las mateméticas, mds recientemente la
Psicologia y la sociologta y, en la actualidad, ciertos aspectos de Ia lin-
silstica tebrica): Io que caracteriza a la filosofia no es un objeto 0
tema especial, sino su finalidad de saber cémo manejérselas con respecto
alos temas u objetos de todas las dsciplinas especiales
Ahora bien, estas iltimas saben cémo manejérselas con sus objetos, y
cada una aprende a hacerlo en el mismo proceso de descubrir verdades
relativas a él; pero cada una tiene asimismo que poseer cirta idea sobre
como encaja su alguacilazgo en el conjunto del distrito, idea que en mu-
chos casos apenas excede.del no reflexivo “saber eémo manejérselas” que
a todos nos toca; y a ello se afiade que el especialista ha de tener una
idea de la manera en que, no solamente su tema, sino también los métodos
¥ principios de su forma de pensar sobre él, entran et el paisaje intelec-
tual, Asi, el historiador no reflexiona, sélo acerca de los acontecimientos
histricos mismos, sino asimismo sobre lo que es pensar histricamente,
Pues parte de su ocupacién consiste en reflexionar sobre su propio pensa-
riento (sobre sus objetivos, crterios y trampas): al ocuparse de cuestio-
es hist6ricas se ve obligado a enfrentarse con otras que no son histéricas
en un sentido primario, y darles respuesta; mas trata de estas ditimas a
medida que van surgiendo en su intento de responder a cuestiones espe-
clfcamente histéricas
1a reflexién sobre una disciplina especial cualquiera puede llevar pron-
to a la conclusi6n de que el estudioso idea! de tal dsciplina deberia ver
su tema especial y su manera de pensar sobre él a la luz de una penetrax
ign reflexiva,en-la totalidad del paisaje intelectual, Hay una gran parte
de verdad en la concepcin platSnica de que las disciplinas especiales se
Perfeccionan mediante la flosoffa, pero la que le hace pareja, 0 sea, la
de que el filésofo ha de saber cSmo manejérselas en cada disciplina como
el especialista, viene siendo un ideal cada vez més inaprehensible desde
que comenzé 'la revolucién cientifica. Con todo, si bien el filésofo no
Puede guardar esperanzas de manejérselas en cada disciplina de igual
La filosofia y la imagen cientifica del hombre 11
‘modo que el especialista, en cierto sentido puede hacerlo con respecto al
objeto o tema de la disciplina, y ha de hacerlo para poder aproximarse a
las metas de la filosofta,
La multiplicacién de ciencias y disciplinas es un rasgo de la escena
intelectual con el que estamos familiarizados; y apenas menos conocida
5 la unificacién de tal multiplicidad que se esta produciendo merced a la
construccién de puentes cientificos entre ellas (acerca de lo cual diré algu-
nas cosas més adelante, en este mismo capitulo). Lo que no es tan obvio
para el lego es que, parad6jicamente, la tarea de “‘ver todas las cosas jun-
tamente” se haya fragmentado en especialidades; mas asimismo hay lugar
para la especializacién en filosofia, ya que, del mismo modo que no es
posible Megara saber cémo manejérselas en un sistema de carreteras y
autopistas en conjunto sin saber c6mo hacerlo en sus partes, tampoco
puede esperarse saber la manera de manejérselas en cuanto a “las cosas
en general” sin saber cémo hacerlo en lo que se refiere a los agrupamien-
tos principales de las cosas.
En congecuencia, Io que distingue a la empresa filosbfica es “la mirada
sobre la totalidad"’: por lo demés, apenas hay nada que distinga al fl6sofo
del especialista persistentemente reflexivo, al fildsofo de la historia del
historiador que no ceje en sus reflexiones. En la medida en que un espe-
cialista se preocupe més por reflexionar sobre la manera en que su trabajo
especializado se aiine con otros empefios intelectuales que por preguatar
y responder cuestiones dentro de su especialidad, diremos de él con toda
rain que tiene una mente filoséfica; y, en realidad, es posible “poner la
mirada en el todo” sin fijar Ia vista en él incesantemente (cosa que seria
luna empresa estérl). Ademés, lo mismo que les sucede a otros especialis-
tas, el filésofo que se especialice puede sacar gran parte de su idea del
todo de la orientacién prerreflexiva que constituye nuestra herencia co;
min. Por otra parte, sin embargo, dificilmente podré decirse de un fl6-
sofo que mantiene la mirada sobre el todo (en el sentido que aqu( nos
interesa) a menos que haya reflexionado sobre la naturaleza del pensar
filos6fico: es esta reflexién sobre el puesto de Ia filosofia misma en la
disposicin general de todas las cosas lo que constituye el rasgo distintivo
del fildsofo frente al especialista reflexivo; y en ausencia de esta reflexién
critica sobre 1a empresa fiios6fica, lo mas que puede uno ser, en el mejor
de los casos, es sélo un fildsafo en potencia,
Se ha dicho a menudo en los tiltimos afios que el objetivo del fl6sofo
no es el de descubrir verdades, sino el de “analizar” lo ya sabido. Ahora
bien, aunque el término de “andlisis" ha desempeiado un papel valioso
gracias a implicar que la filosoffa como tal no aporta nada sustantivo #10
que sepamos, y que se ocupa en alguna forma de mejorar la manera de
saberlo, es sumamente desorientador en cuanto opuesto al de “stntesis";
ues, merced al contraste entre ambos, taleé afirmaciones hacen pénsar
‘que la filosoffa es cada vez més miope y cada vez distingue més partes
dentro de otras partes, perdiendo de vista por turno cada una de ellas a
medida que otras se presentan a la mirada, Nos seatimos inclinados, pues,