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EL GIGANTE

EGOÍSTA ( Oscar Wilde)

ADAPTACIONES
HECHAS POR LOS
ALUMNOS DE 1º ESO D
EL GIGANTE
EGOÍSTA

CLARA E IRENE 1º D
Este texto trata de un gigante que odiaba a los niños y no dejaba que
nadie entrase en su jardín. Un día que el gigante no estaba los niños se
colaron en su jardín para jugar y cuando el gigante apareció echó a todos
los niños y animales.
Desde aquel día el invierno se quedó atrapado en el jardín del gigante.
Como el gigante no salía de su casa, un día cogieron los niños y se colaron
para jugar, y cuando apareció el gigante salieron todos corriendo excepto
un niño pequeño que se quedó apartado de los demás.

Durante todo el tiempo que fue invierno en el jardín el gigante echó de


menos la primavera así que al ver a ese niño fue a ayudarle. Los demás
niños que lo vieron todos y vieron que el gigante se había vuelto bueno.
Desde aquel día los niños siempre iban a jugar, pero a aquel niño pequeño
no lo volvió a ver nunca más.

FIN
El gigante
egoísta

Hecho por:
María García López
Rafael Fuentes Molina
Érase una vez, un gigante egoísta al que no le gustaba que los
niños jugaran en su inmenso
y precioso jardín.
El gigante estaba de viaje,
pero un día volvió y se
encontró a todos los niños
allí jugando y disfrutando de
su jardín. Inmediatamente
después de verlos los echó
del jardín. El gigante puso
una valla alrededor del jardín
para que los niños no
entraran y todo se quedó
tranquilo. Lentamente el jardín fue muriendo y todo se quedó
triste. Una mañana, el gigante estaba durmiendo cuando le
llegó un sonido maravilloso a sus oídos. Se asomó a la ventana
y vio a un pajarillo cantando, entonces comprendió lo egoísta
que había sido al haber dejado el jardín solo para él. Entonces
le abrió el paso a los niños y el jardín floreció. Le cogió mucho
cariño a un niño pequeño que estaba sentado en la rama de un
árbol. Un día ese niño desapareció y al gigante le dio mucha
pena. Cuando el gigante estaba a punto de morir vio un día al
niño lleno de heridas en su jardín y le preguntó que dónde
había estado y el niño le respondió – en el paraíso.
Inmediatamente después el gigante murió y creció un árbol
blanco en dicho lugar.
EL
GIGANTE
EGOÍSTA

Esteban López Portero 1º D


A la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del
Gigante que era un jardín amplio y hermoso, los pájaros
cantaban con mucha dulzura y los niños dejaban de jugar para
escuchar el canto de los pájaros.

Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su

amigo el Ogro, y se había quedado con él durante los


últimos siete años. Al llegar, lo primero que vio fue a los niños
jugando en el jardín , y los echó, no dejaría que entraran en este
jardín más niños a jugar . Los niños se quedaron sin sitio donde
jugar, fueron a jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo,

estaba llena de pedruscos, y no les gustó . A menudo


rondaban el muro que ocultaba el jardín del Gigante y
recordaban lo que había detrás.

Cuando la Primavera volvió , toda la comarca se llenó de


pájaros y flores . Sin embargo, en el jardín del Gigante Egoísta
todavía era invierno . Como no había niños, los pájaros no
cantaban, y los árboles se olvidaron de florecer . Sólo una vez
una flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio el cartel, se
sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y
volvió a quedarse dormida. Los únicos que ahí se sentían a
gusto eran la Nieve y la Escarcha .

-La Primavera se olvidó de este jardín . La Nieve cubrió la tierra


con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de plata los
árboles, llegó el Viento del Norte. Venía envuelto en pieles y
anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día,
desganchando las plantas y derribando las chimeneas . Vino el
Granizo también Todos los días se pasaba tres horas en los
tejados de la mansión, hasta que rompió la mayor parte de las
tejas la Primavera no llegó nunca, ni tampoco el Verano. El
Otoño dio frutos dorados en todos los jardines, pero al jardín del
Gigante no le dio ninguno . El jardín del Gigante quedó para
siempre sumido en el Invierno, y el Viento del Norte y el
Granizo y la Escarcha y la Nieve bailoteaban lúgubremente
entre los árboles .
Una mañana de Invierno, miró por
la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues
sabía que el Invierno era simplemente la Primavera dormida, y
que las flores estaban descansando . Miró por la ventana a un
niño y le preguntó:” ¿Quién eres tú, mi pequeño niñito?” y un
extraño temor lo invadió, y cayó de rodillas ante el pequeño .
Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo: “Una vez tú me
dejaste jugar en tu jardín; hoy jugarás conmigo en el jardín mío,
que es el Paraíso” . Y cuando los niños llegaron esa tarde
encontraron al Gigante muerto debajo del árbol . Parecía
dormir, y estaba entero cubierto de flores blancas .
El
gigante
egoísta

Hecho por: Alba Coca y Miriam Carrillo 1º D


Este texto trata de unos niños que todas las tardes iban a jugar al jardín del
gigante, porque era muy bonito y a ellos les gustaba, los pájaros cantaban y
estaba cubierto de flores.

Pero un día el gigante volvió a su mansión después de 7 años, y se enfadó al


verlos allí a todos los niños jugando en su jardín, los echó a todos y creó una
gran pared, y prohibió a todos los niños entrar allí.
Pero cuando en los demás sitios ya había llegado la primavera, en el jardín del
gigante todavía era invierno porque allí la primavera no quería volver ni los
pajarillos, entonces el invierno se quedó allí y la nieve y la escarcha, luego
llegó el granizo y el viento del norte. El gigante estaba preocupado y quería
que volviera la primavera.
Pero una mañana cuando el gigante despertó oyó un sonido hermoso y sin
asomarse por la ventana oyó a un pájaro cantando. Entonces se alegró porque
por fin llegó la primavera. El gigante saltó de la cama y abrió la ventana.
¿Y qué es lo que vio?
En su jardín ya había vuelto la primavera pero también habían vuelto los niños
balanceándose por los árboles. Pero solo en un rincón el invierno reinaba y era
porque había un pequeño niño que no alcanzaba a subirse al árbol y estaba
llorando. El árbol intentaba acercar sus ramas al niño pero él no podía porque
era demasiado pequeño.
Entonces el gigante reaccionó y se dio cuenta de lo egoísta que fue y también
de por qué la primavera no quería volver allí. Subió al niño al árbol, después
destruyó el muro y dijo que su jardín sería siempre un lugar para que los niños
jugaran. A la noche cuando los niños se iban fueron a despedirse del gigante
pero el pequeño no estaba y él lo quería ver a él, era al que más quería porque
le había dado un beso.
El gigante les dijo a los niños que lo llamaran pero ellos no sabían dónde vivía y
nunca lo habían visto. Cuando pasaron los años el gigante se fue haciendo más
débil.
Pero un día de invierno mientras miraba por la ventana vio en el rincón un
árbol con flores blancas y en su tronco estaba el pequeño niño, y el gigante
bajó corriendo las escales para ir a ver al niño pero cuando llegó lo miró y se
enfadó mucho y le preguntó que quién le había hecho daño, porque tenía
señales de clavos en los pies y en las manos. El niño le dijo que eran las
heridas del amor. El gigante le pregunto que quién era y el niño le dijo:
-Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín y hoy tú jugarás conmigo.
Cuando los niños llegaron esa tarde se encontraron al gigante muerto a los
pies del árbol y lleno de unas hermosas flores blancas.
El gigante
egoísta

Trabajo realizado por:Cristina Gutiérrez y Miriam


Espinosa.
Hace mucho tiempo en un bonito castillo vivía
un gigante egoísta, un día se fue a ver al ogro
de Cornish, cuando el gigante se fue los niños
fueron a su jardín a jugar. Estuvieron muchos
días jugando hasta que un día el gigante

regreso. -¿Qué hacéis


aquí en este es mi jardín?
Los niños salieron corriendo a sus casas, a la
mañana siguiente el gigante alzó un cartel que
decía lo siguiente: ¡ este es mi jardín y solo yo
puedo entrar en el!
Era un gigante egoísta…..
Pronto llegó la primavera todo se llenó de
pájaros y flores, menos el castillo del gigante
egoísta.
El castillo del gigante estaba completamente
lleno de nieve y escarcha, el gigante se
preguntaba por qué la primavera no llegaba y
así pasaban los días.
Una mañana el gigante escuchó una dulce
música de un bello jilguero que cantaba posado
en la rama más alta de un árbol; al pie había
un pequeño niño, no podía subir al árbol
porque era demasiado pequeño y aunque el
árbol se esforzaba por estirar las ramas no
lograba alcanzar al pequeño niño.

El gigante se dio cuenta de lo egoísta que


había sido y decidió ayudar al niño. Cuando el
gigante se acercaba los niños salieron
corriendo menos uno, el pequeño, y desde ese
momento el gigante decidió que ese jardín
sería para él y para todos los niños
Después de mucho tiempo el gigante no vio al niño que
ayudó, pasaron muchos años hasta que un día escuchó un
ruido en la puerta, era el niño que ayudó a subir al árbol. El
gigante bajó rápidamente las escaleras , abrió la puerta y
cuando vio al niño se puso rojo de ira, al ver que en las
manos del niño había huellas de clavos, ¿quién te ha hecho
eso?
--Nadie , son las huellas del amor.
El gigante
egoísta

Raúl Iznájar y Alfonso Cortés


Había una vez unos niños que cuando salían del colegio iban a jugar a un jardín
del gigante todos los días. Los pájaros cantaban y silbaban y se lo pasaban muy
bien hasta que un día vino el gigante y echó a los niños de allí. Cuando se
fueron los niños no había animales ni naturaleza. Los niños aburridos no tenían
dónde jugar al igual que el gigante también estaba aburrido.
Hasta que un día el gigante se dio cuenta de que sin los niños no había animales
ni naturaleza, así que invitó a los niños para ir al jardín . Los niños volvieron al
jardín a jugar, volvieron los niños, los animales y los árboles florecieron.

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