El Mal Paso.

Humberto Orsini

Ermenegilda: ave maría purísima; lo que ha ocurrido…¡¡¡

Romualda: y que ha ocurrido mujer? Ah, pero siéntate te vas ahogar?

E: si mijita!!! Déjame respirar para contarte.

R: pero, Ermenegilda que ocurre? Me tienes en ascuas.

E: una desgracia, una desgracia..

R: pero que desgracia ha ocurrido? Cuéntame..

E: Anacleta, Anacleta, la hija de los cabellos peinados…

R: pero que le ocurrió a Anacleta?

E: ayy!!! No me atrevo a decírtelo!!!

R: pero mujer habla de una vez, que me va a dar algo?. Que le ocurrió?

E: te lo diré. (Pausa) que dio un mal paso..

R: ayy, dios mío, y ella que estaba comprometida para casarse.

E: así es mijita, ¡Y con un buen partido!.

R: cómo? Ese muchacho es partido?

E: no, mujer, que es un buen candidato!!!!

R: ah!! Yo creía. Así que dio un mal paso, quien lo iba a creer; tan seriecita que parecía.

E: Dígame, ahora NO se podrá casar.

R: Que desgracia para esa familia.

E: (picara) esa familia como que tiene mavita. ¿Te acuerdas de manuela? La otra hija! ; se
caso con un hombre y al poco tiempo se descubrió que era del otro lado.

R: que horror. Como están las cosas últimamente, que modernismo!

E: ¿ Y que dices del hijo? Parece que le ocurrió algo raro.

R: (Chismosa) Bueno, ellos dicen que está trabajando a la agricultura; pero ya todo el
mundo sabe que está preso.

E: Mujer! , tu si sabes cosas. ¿ Y porque estará preso?

R: Bueno, dicen que robó unos burros y los vendió como carne de ganado.

E: ay, dios mío. Me muero, Voy a vomitar….!!!

R: ¿Pero qué pasa?

E: Entonces yo comí carne de burro…. Bastante carne que le compre cuando tenía la
carnicería. Una vez le dije; “Mira pancracio, esa carne está muy rara; ¿no será de burro?.
Mujer! Se puso nervioso y me respondió mire, Ermenegilda, déjese de esos jueguitos;
puede que esté un poco dura, pero échele bastante candela pa que vea como se pone como
carne de lapa. Ahora me doy cuenta que la lapa soy yoooo..!!

R: Y no se diga de la otra hija, al poco tiempo de casada, se descubrió que ésta se la jugaba
con el boticario.

E: Es verdad. Pero es que los hombres son una amenaza, mijita. Fíjate en sagrario, la de los
rosales, desde que el primo le hizo el daño, no pudo casarse nunca. Claro; quien se va a
casar con una mujer que tiene el camino…. Bueno abierto, o lo que es lo mismo, un hueco
en la carrocería.

R: Volvamos a Anacleta, dime, quien le hizo el Daño?

E: no lo sé, pero lo voy a averigua. Bueno, no es que yo sea chismosa o fisgona, pero una
tiene que enterarse de las cosas que pasan en el pueblo. ¿No crees?.

R: Así es mijita. A mi tampoco me gustan los chismes, pero una tiene que preocuparse por
el prójimo. Y dime como te enteraste del mal paso de anacleta?

E: me lo acaba de decir una prima, tan pronto me lo dijo, corrí a avisarte.

R: que desgracia para esa familia, y el hombre ¿Qué se haría?

E: Mijita debe estar huyendo.

R: Yo no le deseo mal a nadie mijita, pero se lo merecía, la mama le daba muy mala vida al
marido. Y además….

E: además.. ¿Qué mujer?

R: bueno, te lo digo porque eres tú, y yo sé que no se lo vas a decir a nadie.

E: Claro mujer, tu sabes que yo soy como una tumba.

R: se dice que antes de morir el viejo, ella se veía en el corral de las gallinas, con el cura de
la parroquia.

E: Qué horror!!!!

Fulgensio: (entra corriendo, jadiando) Ay, doña Romualda, que bueno que la encuentro.

R: Fulgensio, ¿que pasa?

F: le mandan a decir de mi casa que si tiene yodo para que le preste. Es para Anacleta.

Ermenegilda y Romualda: Para Anacleta? Y eso se cura con yodo?

F: claro, yo me he curado con yodo.

E y R: Como? Ay!!! dios mío. Y a ti también te ocurrió eso?.

F: Claro!! Y me cure con yodo..

E: mijito, pero eso no se cura con yodo... ni con nada. Después que ese camino está abierto,
no se cierra más nunca. Ni con piedra e lumbre.

F: pero no!! Doña Ermenegilda. Si se cierra!!. Yo me cerré la mía.

R: ay dios mio!!!

F: Además a Anacleta se le rajo solamente un poquito.

R: No niño, eso se raja o no se raja.

F: Si fue un poquito nada más, aquí en la nalga.

R y E: en la nalga? Qué horror!!! Fue por la nalga…

E: Esto es el fin de mundo¡¡¡ A lo que hemos llegado. En mis tiempos no se veía esas
cosas.

R: Ese hombre es un sádico!!! ¿Ya está preso?

F: pero que hombre?

E: Muchacho, ¿no entiendes? El hombre que le hizo el daño.

F: pero que daño?

R: El daño que le hicieron a Anacleta.

F: pero sino fue un hombre!!!!

R y E: no fue un hombre?

F: claro que no..

R: ¿pero entonces quien fue? Un burro¡¡¡¡

F: No, fue con un palo..

R y E: ¿Con un palo? Peor todavía..

R: Mira, muchacho. Tranquilízate!!!. Siéntate y cuéntame. ¿Qué fue lo que paso?

F: que anacleta estaba montada en una mata de mango y dio un mal paso y se vino abajo, y
cayó sobre unas ramas y se rompió la nalga con un palo.

R: (mirando a Ermenegilda) Ermenegilda! ¿Tu no me dijiste que Anacleta había dado un

mal paso?

E: Este es el culpable. Pero , Fulgencio ¿Tu eres loco? Tu no me dijiste que anacleta había
dado un mal paso? No me dijiste eso cuando ibas a casa de los Ávila?

F: Si pero usted no me dejo terminar lo que iba a decir y se fue corriendo. ¿Pero que
entendió usted?

E: Bueno.. yo entendí.. no nada.. yo entendí eso. ¿verdad, Romualda?.

R: (juzgándola) Ermenegilda, ermenegilda, eso te pasa por mal pensada.

F: ¿pero qué fue lo que pensaron ustedes? No entiendo.

E: nada niño, eso. Que anacleta se cayó de una mata. ¿Cómo íbamos a pensar nada malo de
una familia tan distinguida y honorable como esa? No faltaba mas.

R: Bueno ya todo está aclarado, voy a buscarte el yodo

E: ay dios mío!!!

R:(alarmada) Mujer, pero que te pasa ahora?

E: Me voy corriendo..

R: Espera!!! ¿Por qué te vas corriendo? Que ocurre..

E: Es que le dije lo del mal paso de Anacleta, a sinforosa, a Encarnación, a Petra. Adiós..
(Sale corriendo)