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Carlo Galli
La humanidad multicultural
discusiones
Primera edición, 2010 Índice
© Katz Editores
Charlone 216
C1427BXF-Buenos Aires
Fernán González, 59 Bajo A
28009 Madrid
www.katzeditores.com
Título de la edición original: L’umanitá multiculturale
© 2008 by Società editrice il Mulino, Bolonia
simple y contradictorio de la identidad individual, que hombre es su origen divino, que en Pablo explícitamente
consiste sólo en aquello que es idéntico en todos. manifiesta su potencia de construcción del género hu-
mano –véase la carta a los Gálatas (, ): “non est Iu-
daeus neque Graecus”, o a los Romanos (, ), donde
se habla de un Dios que es Deus gentium, no de una
. nación en particular–, y que en paralelo da vida a un su-
jeto único vaciado de determinaciones naturales e his-
Desde este último punto de vista, humanidad es onto- tóricas, y saciable únicamente por la relación con Dios.
lógicamente una esencia y lógicamente un universal. La indeterminación antropológica de la noción de hu-
Es decir que es al mismo tiempo “naturaleza humana” manidad, que encuentra en el cristianismo uno de sus
y “género humano”: o sea que es aquello que hace a orígenes más claros y más eficaces, es una constante de
cada ser humano tal cual es después de que hayan sido la reflexión sobre la naturaleza humana: desde Pico de-
eliminadas todas las determinaciones, las cualidades lla Mirandola (suya es la definición del hombre como
que lo hacen único y diferente; y que es también aque- “divino camaleón”) hasta la antropología filosófica ale-
llo que cada ser humano tiene de naturalmente igual mana del siglo (Scheler, Plessner, Gehlen) se ha in-
a todo otro ser humano, aquello que tiene de “univer- sistido mucho sobre el hecho de que la esencia del ser
salizable” y que lo asimila a cualquier otro. humano, su humanidad, es abierta e inestable, y que su
Junto a estas connotaciones formales, el contenido naturaleza no está fijada y garantizada a priori como su-
mínimo y al mismo tiempo universal de la humanidad cede con los animales mediante sus instintos, sino que
puede variar de la venerable definición de Aristóteles es una posibilidad.
(Ética Nicomaquea b, Política a), según la cual En la Edad Moderna las características racionales de
el ser humano es naturalmente social, dotado de razón la humanidad –tanto de la individualidad como de la
y de la capacidad de distinguir el bien del mal, a la pos- universalidad del género humano– se ven sumamente
tura estoica que sitúa a la humanidad en la razón natu- acentuadas: en ese ámbito la humanidad es la proyec-
ral universal (cósmica y cosmopolita) cristiana, y al aun ción a escala más amplia del sujeto moderno, cuyo con-
más radical universalismo de historia y de destino que cepto fue elaborado por el racionalismo y por la ilus-
es el producto del cristianismo, por el cual la esencia del tración, de Hobbes a Kant. La humanidad es al mismo
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tiempo el inicio y el último eslabón coherente de una de tener ciencia objetiva de la esencia de las cosas del
serie que tiene su propio origen en el individuo sin- mundo: la humanidad conoce las cosas del mundo por-
gular (igual a todo otro, con su razón y sus derechos que antes se conoce a sí misma. De aquí se deduce que
que le pertenecen por naturaleza), que prosigue con la la idea moderna de humanidad contribuye a fundar y
ciudadanía (garantizada, como conjunto de derechos a hacer efectiva la idea de que todos los seres humanos
civiles y sociales iguales para todos, por el Estado en- puedan y deban ser sujeto y objeto de un mismo dis-
tendido como universal determinado) y que culmina curso universal: el de que a todos los seres humanos,
en el ideal de la cosmópolis, de la igualdad y la solida- como por otra parte a toda la realidad natural, les sea
ridad universales en las que los seres humanos viven aplicable una norma racional que tiene su origen en
y actúan según su libertad, es decir, desarrollan libre- su misma esencia y naturaleza. Humanidad es ser su-
mente su naturaleza, sus derechos y su dignidad esen- jetos y al mismo tiempo objetos de la razón.
cial. Más que “naturaleza”, la humanidad es, en este ám- La humanidad moderna es, en fin, un producto de
bito, una posibilidad que es también un deber: es norma la metafísica occidental, en la fase, primero humanista
universal, legislación fundada sobre preceptos en torno y luego individualista, de la secularización y de la de-
a los cuales el mundo converge. sacralización de la metafísica cristiana, cuya noción de
Un ejemplo de la moderna identificación entre ra- igualdad en Dios como Padre común de la familia hu-
zón y humanidad está en Feuerbach (Esencia del cris- mana deviene igualdad en cuanto a los derechos huma-
tianismo), el cual reputa como distintivo del ser humano nos e independencia de autoridades externas: la hu-
no tanto la conciencia de sí como el conocimiento de manidad es fundamento de sí misma porque tiene
sí, ya sea como individuo o como miembro de un gé- certeza de sí, es consciente de sí. Y expresa la voluntad
nero o de una especie. Como escribió Pope, “El objeto de potencia de la metafísica moderna: es decir que com-
de estudio más propio de la humanidad es el hombre”; parte su inquietud por la abstracción eficaz, por la pro-
y también para Feuerbach es la capacidad humana de ducción de una unidad racional. Incluso, por lo que res-
tener conciencia de sí lo que hace al ser humano capaz pecta al ser humano, humanidad implica de hecho la
construcción de una esencia que es conocida, y que es
“The proper study of mankind is man” (A. Pope, Essay on man, poseída para que cada miembro de la especie esté en
, , en W. Goethe, Afinidades electivas, , ). condiciones de acceder a sus fines esenciales. Resul-
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tado de la moderna mediación racional, de su impulso cía– hacer del hombre un trozo de naturaleza; el an-
cognoscitivo, la humanidad es por lo tanto el impera- tropocentrismo implícito constitutivamente en la idea
tivo que impone que la esencia universal del ser humano de humanidad, el corte absoluto entre lo humano y
encuentre por doquier, y para todos, su propio derecho, lo animal, se pierde; y no por casualidad hoy se po-
el reconocimiento y el tratamiento adecuados. dría decir que la humanidad es el del hombre,
donde de hecho muchos ven el núcleo del ser humano,
Hay en esta acepción de humanidad –como igualdad unos sacralizándolo, otros manipulándolo.
y unidad esencial del hombre y de los hombres– anti- Esta humanidad –que, accidentalmente, revela para
nomias que se sustancian en paradojas, contradiccio- Heidegger la vocación del hombre, que en su existen-
nes, asimetrías, cortocircuitos entre esencia individual cia custodia la verdad del ser– es la imagen del hom-
y universal, entre actividad y pasividad, entre dema- bre en la época de la imagen del mundo, es decir en la
siada y demasiado poca universalidad, que no son ca- época de la técnica; y es una imagen en que lo humano
suales sino necesarias, como si esta identidad y esta se identifica con lo prehumano o con lo no-humano:
universalidad pudieran operar solamente en virtud de con el animal-hombre, y como tal domable, no sólo su-
algunas diferenciaciones internas dicotómicas, o como jeto (como pretende) sino también objeto de la acción.
si, por el contrario, pudieran esconder otras. Humanidad, hombre-masa, igualdad en serie de la
a) El nivel filosóficamente más radical de la anti- “gente”, tienden por lo tanto a coincidir. Reducido a
nomia ha sido puesto de relieve por Heidegger (Carta esencia, el hombre es tanto dueño de sí mismo y del
sobre el humanismo), quien ha visto que las lógicas mundo cuanto adueñado de su mismo adueñarse, so-
del humanismo moderno, derivación directa de las ló- metido por las lógicas racionales que ha inventado: tanto
gicas de la metafísica occidental, aquello que en el hom- laborador cuanto elaborado, material de labor. La te-
bre tiene valor, o sea cuanto en el hombre hay de más sis humanista e idealista del materialista Feuerbach
alto y de no negociable, es simplemente su condición –que la humanidad es en primer lugar conocerse a sí
de homo sapiens, su pertenencia a la especie humana misma como género, y luego conocer (operativamente)
entendida zoológicamente. Desde esta perspectiva, ra- el mundo– es por consiguiente rebatida: el sujeto se
zonar en términos de naturaleza humana significa fa- conoce a sí mismo como esencia porque se ha situado
talmente –a pesar de cualquier pretensión de prima- ya entre las esencias objetivas que hay que conocer, que