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Pablo Quintero
9
Al contrario de las tendencias actuales más populares, que van en pos del
detrimento de la modernidad, afirmando su disolución, creemos que los
metarelatos modernos son todavía ideas/fuerzas vigentes y eficaces, que
conservan casi intacta su efectividad simbólica. Sin embargo, nos oponemos
también a la popular idea de una modernidad autogenerada por Europa que se
cierne sobre el mundo como un proyecto aún por realizar y como la encarnación
de la mejor forma de existencia que el ser humano puede desear.
1
Fredric Jameson: Teoría de la Postmodernidad. Editorial Trotta, Madrid, 2001.
2
Para una discusión de estos temas ver el completo artículo de Edgardo Lander: “Modernidad,
Colonialidad y Postmodernidad”, Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. Vol. 3,
N° 4 (octubre-diciembre) Caracas, 1997.
3
Walter Mignolo: “Herencias Coloniales y Teorías Postcoloniales”. En Beatriz González Stephan
[comp.]: Cultura y Tercer Mundo. 1 cambios en el saber académico. Editorial Nueva Sociedad,
Caracas, 1996. Pág., 116.
10
Bajo esta perspectiva las investigaciones y las diversas prácticas de producción
de conocimientos académicos de las ciencias sociales deben estar orientadas a
la búsqueda de la superación de las estructuras4 (tradicionales o no) que hacen
al segundo y tercer mundo atrasados; en palabras de Emeterio Gómez:
4
Para una discusión de la historia del surgimiento de las ciencias sociales, sus funciones y
cometidos originales dentro del proyecto europeo de modernidad, ver Immanuel Wallerstein
[coord.]: Abrir las Ciencias Sociales. Informe de la comisión Gulbenkian para la reestructuración
de las ciencias sociales. Siglo XXI Editores, México D.F., 2001. Para apreciar de qué forma las
ciencias sociales impulsan su interés cognitivo a partir de creencias y metarelatos externos a
ellas, ver Alvin Gouldner: La Crisis de la Sociología Occidental. Amorrortu Editores, Buenos
Aires, 2000.
5
Emeterio Gómez: El Imperio del Realismo Mágico. Editorial Futuro, San Cristóbal, 1990. Pág.,
54.
6
Anthony Giddens: Consecuencias de la Modernidad. Alianza Editorial, Madrid, 2002. Pág., 18.
7
Edgardo Lander: “Ciencias Sociales: saberes coloniales y eurocéntricos”. En Edgardo Lander
[comp.]: La Colonialidad del Saber: Eurocentrismo y ciencias sociales. Ediciones del CLACSO,
Buenos Aires, 2000. Pág., 12.
11
contemporaneidad que intentan descifrar las características del estado actual del
mundo cultural y social.
12
artificios de control social que utiliza dicho sistema, y que lo hace tan eficaz en
cuanto al mantenimiento del orden social. Como bien lo percibió un usuario
primerizo del Metro de Caracas que venía del estado Trujillo y del cual tomamos
el título de esta investigación “en esta vaina…todo prohibido y la gente como
boba, como si fuera un lugar sagrado”.
13
posibilidad de analizar los proyectos de desarrollo y modernización de la
infraestructura estatal que han sido promovidos por el imaginario del progreso en
América Latina, y que han actuado “cambiando formas de vida”8, encauzando y
normando la conducta de los usuarios a través de pautas y estrategias de
control social, que incluyen el diseño/construcción de un cuerpo ciudadano. Los
artefactos generados por la tecnología moderna no son artilugios puramente
utilitarios o funcionales, revelan formas de pensar y de actuar, son símbolos
culturales transmisores de significados.
8
Como lo hace notar con orgullo un cartel publicitario en los andenes de todas las estaciones del
metro de Caracas, que conmemora los veinte años de servicio comercial del sistema.
14
Este trabajo, está conformado por tres partes principales, la primera “Cultura,
Sociedad y Modernidad. Hacia una Propuesta Teórica”, es una indagación
teórica que fundamenta las bases conceptuales del trabajo explorando las
categorías y conceptos que utilizaremos a lo largo de la investigación. El primer
capítulo, “Naturaleza, Cultura y Sociabilidad” (I.1), de este apartado versa sobre
la noción de sociabilidad que ha sido un tanto olvidada por las ciencias sociales
en los últimos lustros, empezamos por recorrer algunas corrientes clásicas de la
antropología que discurren acerca de la separación entre la naturaleza y la
cultura para luego remontarnos a los aportes más importantes en las ideas del
contrato social y finalmente proponer un concepto propio de sociabilidad que de
cuenta de su conformación, presencia e importancia dentro de las sociedades
humanas. El segundo capítulo, “Las Fronteras de la Sociabilidad: Límite, Orden
y Control Social” (I.2), examina las limitaciones de la sociabilidad y cómo ésta es
regulada dentro de las sociedades humanas; a partir de la definición que se
brinda de control social, se identifican los elementos que realizan esta regulación
y de qué forma se articulan y actúan. El capítulo siguiente, “Construyendo la
Sociedad: La Percepción de los Componentes Sociales” (I.3), explora por una
parte las formas en que puede presentarse la sociabilidad, distinguiendo a partir
del tipo de interacción social que se realiza, diferentes niveles de sociabilidad, al
mismo tiempo que explica, por otra parte, la forma en que se exhiben los
mecanismos de control social diferenciándolos por la manera en que estos se
articulan, y en último lugar, analizando cómo pueden percibirse estos
componentes sociales. El último capítulo de esta primera parte, “El Metro de
Caracas como Proyecto de Modernidad: El Mito del desarrollo y la Esperanza
del Progreso” (I.4), se detiene en la historia del Metro de Caracas, desde su
origen hasta la actualidad, tratando de dar con los motivos de su construcción y
mantenimiento, considerando su conformación como cuerpo institucional dentro
del ideario del desarrollo y el progreso en América Latina, y a su vez, indagando
en las características de su arraigo en el imaginario de la sociedad venezolana.
15
La segunda parte del trabajo, “El Metro de Caracas como Objeto Antropológico.”,
es el recorrido metodológico de la investigación, y por ende, donde se exponen
los métodos y procedimientos que seguimos para alcanzar los objetivos
planteados en la construcción de esta exploración cualitativa. Su primer capítulo
“La Cuestión del Método y la Antropología de la Modernidad” (II.1), ahonda
sobre los objetos de estudio clásicos de la antropología y cómo en los últimos
lustros se han redimensionado estos objetos, al igual que los locus enunciativos
de la disciplina; asimismo realiza un balance crítico sobre la práctica etnográfica
que transita entre los caminos de la etnográfica cientificista y la literatura
etnográfica; de esta forma se presenta la etnografía como el método
investigativo más adecuado para nuestra disertación, a partir de este punto se
expone la observación participante como técnica de campo, tomando en cuenta
las nuevas tendencias que renuevan esta noción, a la vez, se desarrollan otras
herramientas de registro y recolección de datos. El segundo y último apartado de
esta sección “Hacia una Descripción Densa del Metro de Caracas” (II.2), realiza
un relato etnográfico de corte narrativo que sitúa el entramado espacial y social
del Metro de Caracas, a través del recorrido común que realizan los transeúntes
por el sistema, incorporando imágenes particulares del Metro captadas por el
registro fotográfico.
16
La determinación social de los Espacios” (III.1.1) muestra qué niveles de
sociabilidad se recrean en el Metro de Caracas. A partir de una diferenciación
temporal y espacial de los distintos lugares del sistema se expone en forma de
frecuencias cuáles son las sociabilidades preponderantes que efectúan los
usuarios del Metro al tiempo que describe cómo se presentan estas
sociabilidades. El segundo apartado “Encauzamiento y Control de la Sociabilidad
los Usuarios del Metro de Caracas: Un Discurso Institucional Autodefinido”
(III.1.2) examina cuáles son los mecanismos de control social que encauzan la
sociabilidad de los usuarios del Metro de Caracas, cómo se transmiten dichos
mecanismos, de qué forma se articulan a través de la autoproducción del
sistema Metro a partir de su discurso institucional, y finalmente de qué manera
estos mecanismos restringen la sociabilidad de los usuarios mostrando patrones
particulares que recogimos en el trabajo etnográfico. El tercer y último apartado
“Resultados Socioculturales del Metro de Caracas: Entre la Ciudadanía y la
Alienación” (III.1.3) es una aproximación interpretativa a la luz de la modernidad,
de las implicaciones que ha tenido para la sociedad venezolana la instauración
del Metro de Caracas, esta aproximación muestra y revisa, por una parte, las
explicaciones que evalúan como positiva la instauración del sistema justificando
la creación de ciudadanía, y por la otra, las inclinaciones que valoran como
negativa su construcción alegando la anulación de la condición humana.
17
18
I. CULTURA, SOCIEDAD Y MODERNIDAD. HACIA UNA PROPUESTA TEORICA
19
I.1. Naturaleza, Cultura y Sociabilidad
9
Claude Lévi-Strauss: Las Estructuras Elementales el Parentesco. Editorial Paidós, Barcelona,
1998. Pág., 35.
10
Claude Lévi-Strauss, Las Estructuras Elementales del Parentesco…op. cit., Pág., 41.
11
Ibidem., Pág., 41.
12
Ibidem., Pág., 42.
20
principal punto de conexión entre la naturaleza y la cultura, oponiéndose,
enérgicamente, a la concepción estructuralista que acabamos de observar13.
Para el materialismo cultural de Harris, basado en las teorías clásicas del
marxismo, las sociedades humanas deben hacer frente, en primer lugar a los
problemas de producción, es decir, satisfacer los requisitos mínimos de su
subsistencia. De esta forma, deben también atender los problemas de la
reproducción, evitando aumentos o decrementos que puedan destruir los
efectivos demográficos14.
Otro autor, esta vez el filósofo polaco Leszek Kolakowski, trata de resolver el
problema de la oposición entre naturaleza y cultura, formulando una tesis un
tanto audaz. Para él, la unión de la naturaleza y la cultura se da a través de un
puente que ha sido oscurecido gracias a las “…mentes inocentes de seres
cínicos”: la desnudez16. Analizando el efecto que causa en las sociedades la
desnudez, Kolakowski la define como el origen de la cultura en oposición a la
naturaleza, basándose en el doble carácter del strip-tease:
13
“Otorgar prioridad estratégica a la superestructura mental, como preconizan los idealistas
culturales, es apostar mal. A la naturaleza le da lo mismo que dios sea un padre amantísimo o un
sanguinario caníbal.” Marvin Harris: El Materialismo Cultural. Alianza Editorial, Madrid, 1994.
Pág., 73.
14
Marvin Harris, El Materialismo Cultural…op. cit., Pág., 67.
15
Ibidem., Pág., 73.
16
Leszek Kolakowski: Tratado sobre la Mortalidad de la Razón. Monte Ávila Editores, Caracas,
1993. Pág., 31.
21
desnaturalización del hombre. La identificación de la desnudez como distinta al
estar vestido es el fundamento de la cultura (en contraposición a naturaleza)17.
17
Leszek Kolakowski, Tratado sobre la Mortalidad de la Razón… op. cit., Pág., 34.
18
Utilizamos el término paradigma principalmente como lo enuncia Thomas Kuhn: La Estructura
de las Revoluciones Científicas. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1992. Un estilo de
percibir, conocer y pensar, que es producido predominantemente por las comunidades
académicas (sean estas científicas, eclesiásticas, etc.), que recoge creencias anidadas en el
pensamiento que no es académico, y que se traduce en lenguaje principalmente escrito,
consagrado oficialmente en manuales y que se establece institucionalmente en organizaciones
que se forman a su alrededor.
19
Para un análisis más detallado sobre la importancia de la tradición renacentista y del proyecto
de la ilustración en la conformación del cuerpo de la modernidad, ver Enrique Dussel: “Europa,
Modernidad y Eurocentrismo”. En Edgardo Lander [comp.]: La Colonialidad del Saber:
Eurocentrismo y ciencias sociales. Ediciones del CLACSO, Buenos Aires, 2000.
20
René Descartes: Discurso del Método. Editorial Alfaguara, Barcelona, 1981 [1637].
22
las rutas comerciales21, surjan las primeras tesis filosóficas que oponen la idea
de naturaleza a la idea de cultura o sociedad.
21
Para una exposición más acuciosa de esta idea, ver, Immanuel Walerstein: El Moderno
Sistema Mundial I: La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el
siglo XVI. Siglo XXI Editores, México D.F., 1999.
22
Immanuel Wallerstein [coor.]: Abrir las Ciencias Sociales. Informe de la comisión Gulbenkian
para la reestructuración de las ciencias sociales. Siglo XXI Editores, México D.F., 2001.
23
El problema con este paradigma particular reside en la pretensión de imponerlo a todas las
sociedades del mundo. Imposición que se ha producido casi siempre con la intervención de la
violencia (discursiva, física, epistémica, etc.).
24
Fernando Coronil: El Estado Mágico: Naturaleza, Dinero y Modernidad en Venezuela. CDCH-
UCV / Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 2002.
25
Arturo Escobar: “El Lugar de la Naturaleza y la Naturaleza del Lugar: ¿globalización o
postdesarrollo?”. En Edgardo Lander [comp.]: La Colonialidad del Saber: Eurocentrismo y
ciencias sociales. Ediciones del CLACSO, Buenos Aires, 2000.
26
Eduardo Grillo [ed.]: Cultura Andina Agrocéntrica. Ediciones del PRATEC, Lima, 1991.
23
Por lo tanto, el problema antropológico que genera esta separación bipolar, debe
ser entendido como un problema teórico-metodológico de una tradición de
pensamiento específico, y no como una cuestión trascendental que todas las
sociedades han tratado de resolver.
La sociabilidad ha sido tratada con cierto rigor por la tradición filosófica griega,
especialmente por Aristóteles, que la entiende como una necesidad natural de
las sociedades, y de los individuos que las conforman “…que no pueden nada
sin los otros”28, y que por ende, se organizan en varias agrupaciones, que
forman una línea unidireccional de complejidad, en la cual, en primer lugar está
la familia, después el pueblo y finalmente el Estado. Así, el Estado se basa en la
unión de varios pueblos y los pueblos en la unión de varias familias29.
27
Este término también ha sido utilizado bajo la forma de socialidad y algunas veces de
socialización, sin embargo este último es un concepto que desde hace tiempo ha pertenecido al
argot de los psicólogos.
28
Aristóteles: Política. Ediciones Universales, Bogotá, 1990. Pág., 24.
29
Aristóteles, Política… op. cit., Pág., 25.
24
concluye evidentemente que el Estado es un hecho natural, que el hombre es un
ser naturalmente sociable, y que el que vive fuera de la sociedad por organización y
no por efecto del azar es, ciertamente, o un ser degradado, o un ser superior a la
especie humana.30
En este punto es prioritario efectuar una revisión de las ideas filosóficas más
importantes que contribuyeron a definir la poco clara concepción de sociabilidad
que hoy en día poseemos, para tratar de desglosar al final de este capítulo una
noción de sociabilidad que sirva a nuestro propósito. Repasaremos, pues, las
ideas de algunos filósofos sociales desde el renacimiento pasando por la época
de consolidación de la modernidad, hasta llegar a la época contemporánea con
las contribuciones que se han hecho en este debate en los últimos años32.
30
Ibidem., Pág., 26.
31
Para una revisión de la influencia de Aristóteles y los filósofos estoicos en general, en el
pensamiento moderno, ver Anthony Pagden: La Caída del Hombre. El indio americano y los
orígenes de la etnología comparativa. Alianza Editorial, Madrid, 1988.
32
Creemos con Thomas Kuhn op. cit. y con Paul Feyerabend: Contra el Método (esquema de
una teoría anarquista del conocimiento). Ediciones Orbis, Barcelona, 1984., que el pensamiento
de un filósofo, académico, campesino, etc. representa en mayor o menor grado las creencias de
su época y las formas de percepción del paradigma al cual pertenece, por lo tanto, vemos
innecesaria la revisión de todos y cada uno de los filósofos sociales de los siglos antes
expuestos.
25
“humores los mueve el lucro y la avaricia”33, por lo que, el origen de su
sociabilidad reside únicamente en la subsistencia. Dilucidando si es mejor para
un príncipe ser amado o ser temido dice:
Porque de los hombres se puede decir generalmente esto: que son ingratos,
volubles, simuladores y disimuladores, rehuidores de los peligros, ávidos de lucros;
y mientras les haces el bien son todos tuyos, ofreciéndote la sangre, las
pertenencias, la vida, los hijos, como antes dije, cuando la necesidad es distante;
pero, cuando ésta se te acerca, ellos se rebelan (…) Y los hombres tienen menos
cuidado de ofender a una que se hace amar que a uno que se hace temer; porque
el amor es tenido por un vínculo de obligación, el cual, por ser los hombres por
naturaleza perversos, en cada ocasión de la propia utilidad es roto; pero el temor se
tiene por un pavor a la pena que no te abandona nunca.34
Queda claro aquí, cuál es para Maquiavelo el único mecanismo que contiene el
orden social y por ende las relaciones entre los hombres. Esta concepción,
antropológica está presente también en el ideólogo de la teoría del pacto social,
Thomas Hobbes; éste señala como inclinación general de la humanidad entera,
un perpetuo e incesante afán de poder35, y justifica una monarquía absoluta
como único mecanismo de gobierno que puede mantener el orden social, porque
representa los derechos transferidos de toda la sociedad (libre por naturaleza)
que se organizan en el Estado para evitar la condición de conflicto entre
ellos36.De esta manera el pacto o contrato social entre los hombres, regula la
sociabilidad entre los mismos, aligerando sus conflictivas relaciones en pos del
dominio de una autoridad superior.
33
Nicolás Maquiavelo: El Príncipe. El Nacional / Editorial CEC, Caracas, 1999 [1513]. Pág., 20.
34
Nicolás Maquiavelo, El Príncipe… op. cit., Pág., 79.
35
Thomas Hobbes: Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil.
Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1998 [1651]. Pág., 79.
36
Thomas Hobbes, Leviatán… op. cit., 292.
26
Otro que se encargará de tratar el problema de la sociabilidad a la sombra de la
noción de contrato social37es el filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau, para
quien, la necesidad de favorecer la voluntad común está por encima del benéfico
individual38.
37
Podemos entender, por ahora, por contrato social, un acuerdo o convenio entre los miembros
de un grupo cualquiera con el fin de establecer garantías, derechos, obligaciones, privilegios,
etc., en los que se fundamenta el orden político de los individuos que conforman dicho grupo, así
como de normar su conducta y su sociabilidad.
38
Jean-Jacques Rousseau: El Contrato Social. Ediciones Universales, Bogotá, 1990 [1762].
Pág., 19.
39
Jean-Jacques Rousseau, El Contrato Social, op. cit. Pág., 18.
40
Ver, Jean-Jacques Rousseau: Emilio o de la Educación. Ediciones Universales, Bogotá, 1991
[1761].
41
John Locke: Ensayo sobre el Entendimiento Humano. Fondo de Cultura Económica, México
D.F., 1963 [1690].
27
Hasta este momento, nos hemos ocupado de los aportes más importantes de la
filosofía europea clásica a nuestro debate sobre sociabilidad, y hemos visto
cómo todos coinciden en ubicar la sociabilidad dentro de las características
humanas que pertenecen al orden de la naturaleza. Continuaremos, con Karl
Marx, quien pertenece al igual que Rousseau, al proyecto filosófico de la
ilustración.
42
Karl Marx: Contribución a la Crítica de la Economía Política. Siglo XXI Editores, México D.F.,
2000. Pág., 4.
43
Karl Marx, Contribución a la Crítica de la Economía Política… op. cit. Pág., 19.
44
Ibidem., Pág., 228.
45
Karl Marx: Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844. Ediciones Génesis, Bogotá, 1990.
Pág., 139.
28
Está, pues, presente también en Marx la idea de la sociabilidad como algo
propio de la naturaleza del hombre y de su misma existencia46, los fines sociales
son la unión de todos los fines individuales. Existe, entonces, en él una
contraposición clara a las concepciones de Maquiavelo, Hobbes, Locke y
Rousseau. Para estos, como hemos visto, los fines sociales no son el punto de
convergencia de los fines individuales, sino más bien, sus contrarios. Además,
para llevar el individuo a buscarlos, la sociedad debe ejercer sobre él una
coacción, no importa si los hombres son buenos o malos por naturaleza, la obra
social consiste, por ende, en la organización e institucionalización de esta
coacción.
46
“En modo alguno existen la actividad social y el goce social en la forma única de una actividad
inmediatamente colectiva, aunque la actividad colectiva y el goce colectivo se encuentran
doquiera; esta expresión inmediata de la sociabilidad se basa en la esencia de su contenido y
corresponde a la naturaleza de éste.” Karl Marx, Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844, op.
cit. Pág., 139.
47
Emile Durkheim: La Reglas del Método Sociológico. Ediciones Morata, Madrid, 1993 [1896].
Pág., 130.
48
Emile Durkheim, La Reglas del Método Sociológico… op. cit. Pág., 36.
29
una fuerza que es enteramente natural y que no se origina de ningún acuerdo o
convención entre ellos, sino que proviene de la naturaleza humana.
49
Ibidem., Pág., 141.
30
Definir la sociabilidad como una capacidad natural y un medio cultural, reside
primeramente en su doble articulación. Uno de los debates contemporáneos
mas álgidos dentro de la antropología y la psicología, consiste en tratar de definir
si el hombre es un ser social por naturaleza o por aprehensión, es decir, el
individuo humano posee una condición intrínseca que lo lleva a ser sociable o si
por el contrario la sociedad actúa sobre él obligándolo a vivir en sociedad.
Los extraños casos de los “niños salvajes” que fueron reportados en Europa
desde el siglo XVIII, sirven para ilustrar nuestra discusión53. Los “niños salvajes”,
son relatos histórico-míticos sobre infantes encontrados en algún bosque o en
una selva viviendo en estado natural, es decir, adaptados perfectamente al
medio ambiente en que residían. Sus edades oscilaban entre los tres y los doce
años de edad aproximadamente. Todos los niños encontrados en este estado
desde el siglo XVIII (que es donde empiezan a hallarse los reportes acerca de
estos casos) hasta el recién pasado siglo XX (1920 específicamente) fueron
50
Solomon Asch: Psicología Social. Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1962.
51
Solomon Asch, Psicología Social…op. cit. Pág., 36.
52
Otto Klineberg: Psicología Social. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1954. Pág., 160.
53
Estos casos fueron compilados y presentados por R. M. Zingg: “Feral Man and Extreme
Cases of Isolation”, American Journal of Sociology, No. 53, Chicago, 1940.
31
sustraídos de sus hábitats y llevados casi siempre a algún orfanato donde se les
trató de educar como individuos sociales, aprender el lenguaje, modales
básicos, caminar erguidos54.
El resultado, generalmente es que los niños morían a los pocos meses, quizás
debido al alejamiento del medio natural en el que habían aprendido a convivir, a
su vez, que en su gran mayoría los niños nunca aprendieron ni el lenguaje, ni las
costumbres, ni el desplazamiento bípedo, este último en casi todos los casos,
debido a la deformidad de sus cuerpos al mantener una movilidad cuadrúpeda.
A salvo del caso más famoso “el niño salvaje de Aveyron” encontrado en Francia
en 1799, quien tenía aproximadamente unos doce años de edad y quien pudo
aprender algunos vocablos y vivir hasta los cuarenta años, todos los demás
niños nunca pudieron desarrollar las habilidades propias de los seres humanos,
entre ellas la sociabilidad.
54
Al parecer todos los niños encontrados carecían de la postura bípeda al caminar y se
desplazaban en cuatro patas.
32
caminar no es natural al hombre sino aprehendida. Una mente acuciosa como la
de Ausch, pudiera objetar que los pies como parte del cuerpo humano están
biológicamente determinados para realizar la función de caminar en cambio no
hay ninguna zona del cuerpo que esté fabricada de manera biológica para la
sociabilidad. Fallaría su objeción, pues, los estudios cerebrales realizados en las
últimas décadas demuestran lo contrario55.
Al igual que los niños salvajes, las consortes del emperador adolecen del mismo
mal: la brusca interrupción del desarrollo natural de la vida humana. Si los pies
de las concubinas del emperador no hubieran estado sujetos por un instrumento
que impedía su crecimiento o incluso por la concepción particular de belleza de
la sociedad china del siglo XV, seguramente no hubieran tenido inconvenientes
para desplazarse; asimismo los niños salvajes al ser apartados adrede o no, del
entorno social jamás desarrollaron su sociabilidad y por ende, por supuesto,
nunca dominaron las estructuras que la sociabilidad lleva consigo (lenguaje,
instituciones sociales, instrumentos de cultura material, cargas simbólicas, etc.).
55
Leonard Stevens: Exploradores del Cerebro. Barral Editores, Barcelona, 1974.
56
Claude Lévi-Strauss: Antropología Estructural. Editorial Paidós, Barcelona, 1995. Pág., 98.
33
sintácticas de nuestro dialecto, basta con la repetición y las observaciones de
nuestro entorno social.
57
Ágnes Heller: Sociología de la Vida Cotidiana. Ediciones Península, Barcelona, 1998. Págs.,
21-22.
58
Ireänus Eibl-Eibesfeldt: Etología. Introducción al Estudio Comparativo del Comportamiento.
Editorial Síntesis, Madrid, 1979.
59
Claude Leví-Strauss, Las Estructuras Elementales del Parentesco… op. cit., Pág., 39.
34
etología ha llegado incluso, a clasificar las sociedades animales por su
complejidad, simples, y complejas, y por su forma de filiación en monógamas y
polígamas.
60
En este punto estamos en completo acuerdo con Marvin Harris cuando afirma que las
sociedades humanas deben hacer frente, en primer lugar, a los problemas de la producción, es
decir a satisfacer los requisitos mínimos de subsistencia. Marvin Harris op. cit. Pág., 67.
61
Enrique Dussel: Ética de la Liberación en la Edad de la Globalización y la Exclusión. UNAM /
Editorial Trotta, Madrid, 1998.
35
En la introducción de Ética para Amador62, Fernando Savater diferencia a las
sociedades animales de las humanas por la capacidad que tienen los individuos
de las últimas de elegir, de tomar decisiones. Para ello toma como ejemplo,
momentos de crisis en estas sociedades. En la animal, la arremetida de un
elefante contra montículo de termitas; éstas se defienden como pueden a través
de sus individuos soldados a sabiendas que el elefante las aplastara hasta
matarlas. En la humana, la historia de la Iliada en que Héctor el protector de
Troya en defensa de la ciudad le hace frente al aqueo Aquiles (un semidiós)
conociendo de antemano que esta lucha concluirá en su muerte. Mientras que el
único camino que tienen las termitas por su predeterminación biológica, es
enfrentar al elefante, Héctor puede (dice Savater) quizás huir de Troya con su
familia o negarse a combatir contra Aquiles. Pero, su impulso no es biológico
sino ético, y por ende, cultural.
62
Fernando Savater: Ética para Amador. Editorial Ariel, Barcelona, 1999.
63
Martin Buber: ¿Qué es el Hombre? Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1995.
36
más aún la forma de organización de los hombres rige la forma en que se
enfrentan a la producción64, pero también, al mundo que los rodea.
Decir que el hombre es un ente genérico, significa afirmar por lo tanto que es un ser
social. Efectivamente, él sólo puede existir en sociedad; e incluso sólo puede
apropiarse de la naturaleza con la mediación de la sociabilidad. El hombre se
objetiva siempre en el interior de su propio género y para el propio género; él
siempre tiene noticia de esta genericidad.65
En este sentido, la asociación del ser humano con sus otros semejantes, como
hemos dicho en oportunidades anteriores, es una característica universal, ahora
bien las formas en que se relacionan las diferentes sociedades forman la
particularidad de cada una. Erving Goffman, estudia las maneras en que se
efectúan los distintos vínculos entre los integrantes que conforman las
sociedades, afirma que el individuo está unido a la sociedad a través de dos
lazos principales: a las colectividades por su condición de miembro de ellas, y a
otros individuos por las relaciones sociales66. Estos lazos conforman la identidad
social y la identidad personal:
64
Eric Wolf: Europa y la Gente Sin Historia. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1993.
Pág., 97.
65
Ágnes Heller, Sociología de la Vida Cotidiana, op. cit. Pág., 31.
66
Erving Goffman: Relaciones en Público (microestudios del orden público). Alianza Editorial,
Madrid, 1979. Pág., 194.
67
Erving Goffman, Relaciones en Público…op. cit. Pág., 195.
37
Sin embargo, las sociedades también poseen relaciones ancladas o anónimas,
que consisten en un trato estructurado mutuo entre dos individuos que se
conocen única y exclusivamente conforme a la identidad social
instantáneamente percibida68. Todos estos tipos estructurados de identidad y de
interacción social, son posibles gracias a la sociabilidad, y son estructurados por
ella, a través de los mecanismos de control social (de los cuales hablaremos
más adelante) que rigen el orden en las sociedades, desde el individuo que le
pregunta la hora a un desconocido, la pandilla que pasea por el boulevard, la
ida al cine de los novios, hasta la señora que toma un autobús para ir al trabajo.
En cualquiera de estos casos, el individuo trata de salir de sí mismo, de
quebrantar el recinto del cuerpo personal e integrarse al colectivo69.
68
Ibidem., Pág., 199.
69
Michel Maffesoli: El Conocimiento Ordinario (compendio de sociología). Fondo de Cultura
Económica, México D.F., 1993. Pág., 123.
70
Jürgen Habermas: Teoría de la Acción comunicativa I: Racionalidad de la acción y
racionalización social. Editorial Taurus, Madrid, 1989.
38
identidad social como la identidad personal de los individuos. El orden general
de existencia no se refiere solamente a la adecuación de la conducta y el
pensamiento de los individuos sino a la producción de un marco colectivo de
sentidos: saberes, reglas y normas, ideologías, memorias histórico-míticas,
representaciones, imaginarios y símbolos. Es decir, la instauración de la cultura.
71
Clifford Geertz: La interpretación de las Culturas. Editorial Gedisa, Barcelona, 2000. Pág., 88.
72
No obstante, la adhesión a una definición de cultura propia de la antropología simbólica,
puede llevarnos, si no lo advertimos, a convertir el mundo en su totalidad en símbolos y a
invisibilizar a los sujetos humanos, estas dos consecuencias nos llevarían a reproducir el modelo
cognitivo postmoderno, que sostiene no sólo la muerte del sujeto, sino el fin de los metarrelatos
modernos, pero la muerte del sujeto cognitivo cartesiano de la modernidad (suponiendo su
defunción) no representa la muerte del individuo, asimismo el supuesto fin de los metarelatos
que legitiman al sistema-mundo moderno, no equivale al fin del sistema mundo, por lo que, las
estructuras de poder que lo componen quedan ocultas.
73
Paul Feyerabend: La Ciencia en una Sociedad Libre. Siglo XXI Editores, México D.F., 1978.
39
En este proceso, dos oposiciones semánticas intervienen fuertemente para definir la
identidad específica de cada cultura: dentro/fuera, por lo que se refiere a las
categorías espaciales y la definición del territorio; nosotros/ellos por lo que se refiere
a las categorías de identidad cultural. En verdad territorio e identidad cultural
constituyen partes de un todo complejo, donde una categoría reenvía a la otra para
tener sentido. El nosotros no es posible sin un entorno espacial de referencia, de
manera que la constitución del otro impone también la delimitación de un espacio
externo, lugar del otro: el fuera indeterminado debe adquirí sentido.74
74
Emanuele Amodio: Formas de la Alteridad (construcción y difusión de la imagen del indio
americano en Europa durante el primer siglo de la conquista de América). Ediciones Abya-Yala,
Quito, 1993. Pág., 17.
75
Emanuele Amodio, Formas de la Alteridad… op. cit. Pág., 18.
76
Jean Duvignaud: La Solidaridad (vínculos de sangre y vínculos de afinidad). Fondo de Cultura
Económica, México D.F., 1990.
40
I.2. Las Fronteras de la Sociabilidad: Límite, Orden y Control Social
41
antropológicos se han hecho. Se advierte entonces, la dificultad de generar una
teoría antropológica del control social que pueda abarcar la particularidad de
todas y cada una de las culturas.
42
manera impuesta por medio del uso de la violencia, o por la autoelección de
modelos societales externos al grupo, lo que nos colocaría en la dimensión de
las relaciones de poder a nivel interétnico. Para definir estos procesos Guillermo
Bonfil Batalla, ha acuñado el término de control cultural:
Por control cultural entiendo el sistema según el cual se ejerce la capacidad social
de decisión sobre los elementos culturales. Los elementos culturales son todos los
componentes de una cultura que resulta necesario poner en juego para realizar
todas y cada una de las acciones sociales: mantener la vida cotidiana, satisfacer
necesidades, definir y solventar problemas, formular y tratar de cumplir
aspiraciones.81
A partir de esta definición, Bonfil Batalla construye un cuadro que diferencia por
una parte la utilización de elementos culturales propios/ajenos, y por la otra la
toma de decisiones propias/ajenas, esta diferenciación produce categorías
conceptuales que clasifican a las culturas; así, la utilización de elementos
culturales propios y la toma de decisiones propias da origen a una cultura
autónoma, el uso de elementos culturales propios y la toma de decisiones
ajenas produce una cultura enajenada, el aprovechamiento de elementos
culturales ajenos y la toma de decisiones propias genera una cultura apropiada,
y finalmente el empleo de elementos culturales ajenos y la toma de decisiones
ajenas engendra una cultura impuesta82:
81
Guillermo Bonfil Batalla: “La Teoría del Control Cultural en el Estudio de Procesos Étnicos”.
Arinsana, N° 10, Caracas, 1989. Pág., 10.
82
Guillermo Bonfil Batalla, “La Teoría del Control Cultural en el Estudio de Procesos Étnicos”…
op. cit., Pág., 12.
43
Decisiones
Propias Ajenas
83
Ibidem., Pág., 12.
84
Beatriz González Stephan: “Economías Fundacionales: diseño del cuerpo ciudadano”. En;
Beatriz González Stephan [comp.]: Cultura y Tercer Mundo. 2 Nuevas Identidades y
Ciudadanías. Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1996. Pág., 23.
44
de educación85. Estos ejemplos, evidencian mecanismos de control social
fabricados a lo interno de las sociedades, pero producidos por otros, esto devela
también las tensiones políticas dentro de las sociedades y las diferentes formas
de apropiación del poder político.
Las pautas de control social pueden ser definidas tanto por un vasto colectivo
social como por un pequeño grupo de individuos. Es decir, el contrato social que
rige las conductas de todos los individuos de la sociedad, puede haber sido
adoptado de forma más totalitaria o de manera más democrática, estos
extremos cubren, evidentemente, una amplia gama de posibilidades. En el Reino
Unido del siglo XVIII, el encauzamiento del trabajo manual necesitó un régimen
de disciplina que adecuara a los campesinos recién expulsados de sus tierras al
trabajo en la fábrica, “…la gente no entró a la fábrica alegremente y por su
propia voluntad”86 como han pretendido hacernos creer. En este caso particular,
un grupo minoritario de individuos se apropió del trabajo de un importante
porcentaje de la población social para ese momento, las dos facciones
pertenecen a la misma nacionalidad, configuran el mismo todo social.
85
José Carlos Mariategui: Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Biblioteca
Ayacucho, Caracas, 1995 [1928]. Pág., 75.
86
Edgardo Lander: “Ciencias Sociales: Saberes coloniales y eurocéntricos”. En Edgardo Lander
[comp.]: La Colonialidad del Saber: Eurocentrismo y ciencias sociales. Ediciones del CLACSO,
Buenos Aires, 2000. Pág., 21. y Arturo Escobar: La Invención del Tercer Mundo: Construcción y
deconstrucción del desarrollo. Grupo Editorial Norma, Bogotá, 1998. Pág., 121.
45
social, procuran aumentar la eficacia de la producción social, sostienen la lucha
contra las infracciones del régimen disciplinario gubernativo, las manifestaciones de
particularismo y de visión departamental de las cosas, la negligencia y el despilfarro,
cualesquiera intentos de engañar al Estado y los atentados contra la propiedad
socialista contribuyen el perfeccionamiento de la labor del aparato estatal (…)87
Está en evidencia, un tipo de control social, en este caso proveniente del Estado
(de organización socialista), impuesto a los ciudadanos de la URSS, y a la
amplia gama de países asociados. Estamos en presencia de un lugar de
producción de normas mixto. Por una parte administra las relaciones sociales
internas de la sociedad y por la otra, controla la sociabilidad de otras sociedades
enmarcadas dentro de su eje de influencia.
Habrá menos vida privada pero más seguridad. Vamos a poder anticipar el futuro
gracias a la interconexión de todas las informaciones que les conciernan. Mañana
vamos a saber todo sobre ustedes.89
87
L. Onikov y N. Shishlin: Breve Diccionario Político. Editorial Progreso, Moscú, 1980. Pág., 118.
88
Ignacio Ramonet: “Vigilancia Total”. Le Monde Diplomatique (edición venezolana), N° 14,
agosto, Caracas, 2003. Pág., 16.
89
Ignacio Ramonet, “Vigilancia Total”… op. cit., Pág., 17.
46
No importa aquí, la justificación de esta estrategia de seguridad de la nación
estadounidense, lo fundamental de la cuestión es el lugar privilegiado de
enunciación90, construido a través del entramado de la política internacional, que
le permite diseñar un plan de control social universal.
Puede decirse que la disciplina fabrica a partir de los cuerpos que controla cuatro
tipos de individualidad, o más bien una individualidad que está dotada de cuatro
características: es celular (por el juego de la distribución espacial), es orgánica (por
el cifrado de las actividades), es genética (por la acumulación del tiempo), es
combinatoria (por la composición de fuerzas). Y para ello utiliza cuatro grandes
técnicas: construye cuadros; prescribe maniobras; impone ejercicios; en fin para
garantizar la combinación de fuerzas, dispone tácticas. La táctica, arte de construir,
con los cuerpos localizados, las actividades codificadas y las aptitudes formadas,
unos aparatos donde el producto de las fuerzas diversas se encuentra aumentado
por su combinación calculada, es sin duda la forma más elevada de la práctica
disciplinaria.91
El control social como diseño del cuerpo ciudadano a partir de las disciplinas,
crea un orden general de existencia que regula la sociabilidad entre los
individuos a través de un extenso sistema normativo de orden material e ideal, o
de orden estructural y superestructural92. La dimensión material, está compuesta
por reglas, disciplinas, prohibiciones y castigos, que representan cualquier tipo
90
Para una revisión sobre este tema ver; Edgardo Lander: “Los Civilizados y los Bárbaros”.
Nueva Sociedad, N° 177, enero-febrero, Caracas, 2002.
91
Michel Foucault: Vigilar y Castigar. Siglo XXI Editores, México D.F., 2001. Pág., 172.
92
Marvin Harris: El Materialismo Cultural. Alianza Editorial, Madrid, 1994. Pág., 70.
47
de prácticas que puedan adecuar la conducta del individuo a partir de
enunciados preestablecidos de tipo punitivo con la amenaza de coacción física o
moral93. Estos enunciados descansan en tratados, leyes y constituciones que
fungen como principios básicos del comportamiento ciudadano. El universo ideal
o superestructural, formado por símbolos, mitos e ideologías actúa como
regulador de la sociabilidad de los individuos a través de estructuras cognitivas
que establecen motivaciones y estados anímicos94 que mantienen las relaciones
sociales establecidas: símbolos sagrados, señales, mitos de origen, relatos
históricos, cosmovisiones, imaginarios colectivos, entre otras. Es importante este
punto, porque tradicionalmente el poder ha sido entendido como lo que se ve, lo
que se muestra, lo que se manifiesta95, pero el poder puede, mediante su
movilidad, hacerse invisible.
93
Boaventura de Sousa Santos: La Globalización del Derecho: los nuevos caminos de la
regulación y la emancipación. ILSA / Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1998. Pág., 20.
94
Clifford Geertz: La interpretación de las Culturas. Editorial Gedisa, Barcelona, 2000. Pág., 112.
95
Michel Foucault, Vigilar y Castigar…op. cit., Pág., 192.
96
Georges Balandier: El Poder en Escenas. (De la representación del poder al poder de la
representación). Editorial Paidós, Barcelona, 1994. Pág., 45.
48
inobjetizables, desde las formas de parentesco y filiación hasta las maneras de
producción de bienes materiales. Por lo tanto el control social, es una suerte de
equilibrio naturalizado, producido culturalmente desde la oposición orden/caos.
Como lo demuestran los mitos de origen de cada sociedad, remitiendo a un
tiempo de los comienzos cuando nada existía o donde reinaba el caos97, estos
mitos no deben representar necesariamente la creación del mundo, pueden
bien, atestiguar el origen del pueblo, la sociedad, la nación, la institución, a partir
de un gran escape, una larga guerra o una revolución.
Las reglas tienen eficacia (en la medida en que la tienen) porque las personas a las
que son aplicables creen que son correctas y porque esas personas llegan a
concebirse a si mismas tanto en términos de quien y que es lo que el cumplimiento
de ellas les permite ser como en términos de lo que la desviación implica que han
llegado a ser. El sistema de sanción conexo a una regla es eficaz (en la medida en
que lo es) porque proclama la medida en que un individuo ha llegado o no a realizar
lo que él y los otros creen que debería ser y, en términos más abstractos proclama
el cumplimiento o la desviación por el individuo respecto de las reglas en general.99
97
Georges Balandier: El Desorden. Editorial Gedisa, Barcelona, 1999. Capitulo 1. El mito
proclama el orden primordial.
98
Karl Marx al definir el término alienación está apuntando en esta dirección, al considerar la
imposibilidad del hombre como ser genérico de objetivizar (hacer objeto de su razón) al orden
social circundante, Karl Marx: Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844. Ediciones Génesis,
Bogotá, 1990 y Karl Marx: El Capital: Critica de la economía política. Volumen I. Fondo de
Cultura Económica, México D.F., 1973 [1867]. Un ensayo que contiene esta idea es el de Arthur
Neal: “Alienation and Social Control”. En John Scott y Sarah Scott [eds.]: Social Control and
Social Change. University of Chicago Press, Chicago, 1971. También los trabajos de la Escuela
de Franckfurt siguen esta línea, especialmente Herbert Marcuse: El Hombre Unidimensional.
Ediciones Orbis, Barcelona, 1984.
99
Erving Goffman: Relaciones en Público (microestudios del orden público). Alianza Editorial,
Madrid, 1979. Págs., 110-111.
49
Para tomar un ejemplo, el sistema mundial moderno ha producido el discurso de
una modernidad autopropulsada y autogenerada que además es el único e
inexorable camino a seguir por todas las sociedades del planeta, estableciendo
entonces formas de organización política (principalmente la democracia), formas
de organización económica (modo de producción capitalista), formas de
organización social (El individualismo posesivo100), produciendo así un orden
general de existencia, que contiene por supuesto, tanto modelos de sociabilidad
como mecanismos de control social. ¿Es posible acaso en nuestro tiempo
contemporáneo concebir formas organizativas diferentes a las impuestas por la
modernidad?, ¿Cuánto durarían esas formas de organización distintas, sin ser
destruidas por el espectro moderno, o sin acoplarse a él?
100
Tomamos esta frase del libro de C.B. Macpherson: La Teoría Política del Individualismo
Posesivo. Editorial Fontanella, Barcelona, 1970.
101
Erving Goffman, Relaciones en Público…op. cit., Pág., 108.
102
Emile Durkheim: La Reglas del Método Sociológico. Ediciones Morata, Madrid, 1993 [1896].
103
Marvin Harris, El Materialismo Cultural, op. cit., Pág., 66.
50
poder que se llama la <disciplina>. Hay que cesar de describir siempre los efectos
de poder en términos negativos: excluye, reprime, rechaza, censura, abstrae,
disimula, oculta. De hecho, el poder produce; produce realidad; produce ámbitos de
objetos y rituales de verdad. El individuo y el conocimiento que de él se puede
obtener corresponden a esta producción.104
Podemos entonces enunciar, una noción de control social que resuma nuestros
argumentos. Es un sistema complejo de procedimientos (prácticas y discursos)
empleados por una sociedad, grupo social, organismo, institución, estado o
incluso por un sistema mundial para conseguir que sus miembros se adecúen a
una serie de pautas de comportamiento generalmente aceptadas. Mitos,
símbolos, ideologías, leyes, castigos y disciplinas conforman algunos de los
medios que de manera consciente o inconsciente se utilizan para mantener el
orden. Así, estos procedimientos construyen un cuerpo social que define las
decisiones (acciones y pensamientos) que los individuos del grupo pueden
elegir.
104
Michel Foucault, Vigilar y Castigar…op. cit., Pág., 198.
51
producción y reproducción de la vida social, estas claves conceptuales actúan
sobre los individuos originando la creación de un código de conducta de orden
ético/moral que configura el deber ser de los individuos.
Esta configuración del deber ser de los individuos por parte de las claves
conceptuales genera los dispositivos que adecúan la conducta social, y por ende
las interacciones sociales de los individuos, a partir de la creación de dos
ejercicios principales del poder. El primer dispositivo, de orden discursivo, lo
constituye la conformación de un orden general de existencia transmitido cultural
y simbólicamente que comunica e instruye a los individuos las reglas y normas
sociales que deben mantenerse, el cumplimiento o no de estas normas crea
estados anímicos y motivaciones que colocan superestructuralmente a los
individuos ante manifestaciones de aprobación o reproche por parte del grupo
social. El segundo dispositivo, de orden práctico, custodia y protege
constantemente a la sociedad, en conjunto, de cualquier intento de violentar sus
reglas y normas, además genera una serie de acciones punitivas como la
vigilancia, el castigo y la sanción que resguardan el orden general de existencia
social que configura el primer mecanismo.
Las formas en las que pueden encarnarse estos mecanismos de control social
son bastante extensas, el primer mecanismo puede presentarse desde formas
sociales muy explicitas como la “cartelera de normas” de nuestras escuelas
primarias o de maneras mucho más implícitas y ocultas como a través de los
hechos mágico-religiosos105. Así mismo, el segundo mecanismo puede
presentarse de una forma visible, precisa y constante como los castigos y
suplicios que sufrían los hombres condenados a muerte en la Europa de los
105
Como analiza, con el ejemplo de los Baruya de Nueva Guinea, Maurice Godelier: Economía,
Fetichismo y Religión en las Sociedades Primitivas. Siglo XXI Editores, México D.F., 1974.
Págs., 356-360.
52
siglos XVI, XVII y XVIII106, o representarse inconstante, impreciso y
prácticamente invisible como en la sociedad del ciberespacio107.
Los dispositivos de control social no siempre tienen que ver, como vimos con el
ejemplo del colonialismo, con el reconocimiento del otro, y mucho menos con la
conformación democrática de un cuerpo normativo que defina el deber ser. Los
mecanismos de control social son, si bien configurados por la propia sociabilidad
entendida como capacidad connatural al hombre, engendrados y desplegados
por los entes detentadores del poder en un grupo, una institución o una
sociedad; cuando hablamos de entes detentadores del poder no nos referimos a
masas antropomórficas, sino a entidades que controlan y administran el ejercicio
del poder, es decir, el control social y por ende sus mecanismos, estas entidades
pueden ser instituciones, tipos de gobierno civil, individuos en particular, etc.
todo aquel que disponga de la potestad de ejecutar la fuerza discursiva y
práctica para mantener el orden en contrapartida al caos. Estos entes,
determinan relaciones sociales diametralmente opuestas que componen roles
individuales desiguales a partir de la formación de sujetos subalternos (donde
recae el poder) y de sujetos principales (quienes detentan el poder), esta
separación puede darse a través de diferentes aplicaciones como el castigo, la
segregación, la educación, entre otras.
Es evidente que los sujetos principales (en oposición a los subalternos) también
pueden ser objeto del ejercicio del poder, y hasta cierto punto los mecanismos
de control social también lo instruyen y vigilan, pero se encuentran en una
posición privilegiada con respecto a los individuos subalternos que no ostentan
las posibilidades coercitivas de los primeros. Quizás las construcciones sociales
verdaderamente democráticas puedan tender a igualar (al menos en la utopía
teórica) estas oposiciones casi binarias.
106
Que explora Michel Foucault, Vigilar y Castigar…op. cit., Págs., 38-74.
107
Como lo indican las indagaciones de Zygmunt Bauman: La Globalización. Consecuencias
Humanas. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 2001. Págs., 28-38.
53
I.3. Construyendo la Sociedad: La Percepción de los Componentes Sociales
108
Clifford Geertz: La interpretación de las Culturas… op. cit., Pág., 20.
109
Ibidem., Pág., 88.
54
prácticas, símbolos y discursos de tipo disciplinario110, que se mostrarán de
maneras particulares dependiendo de la dinámica de cada sociedad. Podemos
representar estas relaciones en un diagrama que muestre la movilidad de sus
estructuras.
Sociabilidad
Relaciones Control
Sociales Social
SER
HUMANO
(Sociedad)
Prácticas y
Cultura Discursos
110
En el sentido en que lo entiende Michel Foucault: Vigilar y Castigar. Siglo XXI Editores,
México D.F., 2001. Pág., 218-219. Sin embargo el análisis “genealógico” de Foucault no permite
comprender la forma en que estos procesos quedan vinculados de manera general a todas las
sociedades humanas, especialmente desde el funcionamiento del sistema-mundo moderno.
55
logia de masones, son evidentemente diferentes a los modos de interacción que
se dan entre los miembros de una familia cualquiera, o a los sistemas de
relaciones que se efectúan entre individuos desconocidos en la vía pública. Las
distintas formas en que se presenta la sociabilidad a lo interno de una
sociedad111 nos permite distinguirla en niveles. Los niveles de sociabilidad
pueden identificarse a partir del tipo de interacción social que ésta última
establece, para delimitar cuáles son estos niveles de sociabilidad debemos, en
primer lugar, definir qué es una interacción social, para ello utilizaremos el
concepto que propone Isaac Joseph después de realizar una amplia revisión de
la terminología propuesta por la microsociología.
Para Erving Goffman son tres las bases de la interacción social, la actividad,
accidente o ceremonia, que brindan motivos y también racionalizaciones para la
realización de las interacciones113. Las condiciones esenciales para que estas
bases sean posibles son el contacto social y el empalme simbólico, en ambos
intervienen la comunicación y el lenguaje. En este punto, podemos distinguir los
111
Como ya hemos abarcado en un capítulo anterior “Naturaleza, Cultura y Sociabilidad”, la
sociabilidad también está particularizada por la producción cultural de cada sociedad, el
diagrama antepuesto muestra también esta característica. Salta a la vista que las formas de
interacción de las sociedades mundiales pueden ser bastante diferentes entre sí, dos amigos
marroquíes de sexo masculino que se encuentran por casualidad en una calle de Rabat, se
saludarían con un beso en la mejilla, si los amigos fueran de género opuesto ese tipo de saludo
seria inadmisible. Si un par de amigos varones se encuentran en una calle de Caracas, lo más
probable en que se den la mano en señal de saludo, un beso en la mejilla es este caso sería, en
la sociedad venezolana, un gesto claro de poca masculinidad, sin embargo si los amigos fueran
de sexo opuesto el beso en la mejilla sería obligatorio.
112
Isaac Joseph: Erving Goffman y la Microsociología. Editorial Gedisa, Barcelona, 1999. Pág.,
120.
113
Erving Goffman: Relaciones en Público… op. cit., Pág., 87.
56
niveles de sociabilidad que pueden generarse en un grupo social como
sociabilidad amplia, sociabilidad intermedia, sociabilidad reducida y sociabilidad
mínima.
114
“El espacio en torno a un individuo, en cualquier punto dentro del cual la entrada de otro hace
que el individuo se sienta víctima de una intrusión, lo que lleva a manifestar desagrado y, a
veces, a retirarse.” Erving Goffman, Relaciones en Público (microestudios del orden público), op.
cit., Pág., 47.
115
“Son liturgias breves que un individuo ofrece para otro, que son testimonios de buena
educación y de buena voluntad por parte de quien los realiza y de que el receptor posee un
pequeño patrimonio de sacralidad (…) esto es, cuando un individuo da una señal de interés en y
de relación con otro, corresponde al receptor demostrar que se ha recibido el mensaje, que se ha
apreciado su importancia, que la relación afirmada existe tal como implica el actor”. Erving
Goffman, ibidem., Pág., 79.
57
intercambios correctivos116 y a lo sumo las frases simples (recursos seguros /
safe supplies117) o banalidades de uso frecuente casi siempre producidas por
contactos no previstos, son propias de este nivel, definido por la evasión de la
interacción. La disculpa ofrecida, luego de un tropiezo fortuito, a un individuo es
un ejemplo de esta condición.
116
Erving Goffman, ibidem., Pág., 148.
117
Erving Goffman: Ritual de la Interacción. Editorial Tiempo Contemporáneo. Buenos Aires,
1970. Pág., 98.
118
“Las calles de las ciudades, incluso en tiempos en que tan mal se habla de ellas, brindan un
contexto en el cual series de desconocidos se dan constantemente pruebas de confianza mutua.
Se logra una coordinación voluntaria de la acción en la que ambas partes tienen una idea de
cómo deben manejarse las cosas entre ellas (…) En resumen existen los requisitos previos
estructurales para que impere la convención.” Erving Goffman, Relaciones en Público… op. cit.,
Pág., 36.
119
Johannes Fabián: Time and the Other. How Anthropology Makes its Object. Columbia
University Press, Nueva York, 1983. Pág., 31.
58
hoy por los científicos sociales, es cometer el error de ocultar la existencia del
sistema-mundo y encubrir los acontecimientos actuales que dan muestras de la
simultaneidad120de la experiencia cultural de todas las sociedades del planeta.
Sin embargo, aunque la modernidad es una experiencia global desde la
conquista de América, existen sociedades que mantienen pautas culturales que
difieren e incluso se oponen a la experiencia moderna121.
120
Marc Augé: Hacia una Antropología de los Mundos Contemporáneos. Editorial Gedisa,
Barcelona, 1994.
121
En el capítulo “Naturaleza, Cultura y Sociabilidad. Hacia una Propuesta Teórica”, nombramos
como ejemplo a los pueblos que algunos antropólogos han denominado “cultura andina
agrocéntrica”; otra muestra la brinda el pueblo Tojolabal mexicano, para ello ver, Carlos
Lenkersdorf: Los Hombres Verdaderos Voces y Testimonios Tojolabales. Siglo XXI Editores,
México D.F., 1997; y también Carlos Lenkersdorf y Gemma Van Der Haar [comps.]: San Miguel
Chiptik. Testimonios de una Comunidad Tojolabal. Siglo XXI Editores, México D.F., 1998.
122
Isaac Joseph, Erving Goffman y la Microsociología…op. cit., Pág., 119.
59
forma, una pareja de novios preferirá encontrarse en un parque, que en una
entidad bancaria. Los espacios son construidos socialmente, es decir, son
cargados de sentidos que los prefiguran y definen, lo que hace posible la
clasificación de los mismos, la distinción más común la conforma la dicotomía
publico/privado haciendo que las interacciones sociales se configuren también
por el tipo de espacio en donde se encuentren, la pareja de novios que hicimos
de referencia podrá interactuar de algunas formas en un espacio público y de
otras en un espacio privado. El tiempo, variable también construida socialmente,
prefigura asimismo las interacciones sociales123, será difícil entrar a un lugar
caracterizado por la interacción como una taberna en horas de la mañana
cuando éste ha sido preformado como un espacio propio de la nocturnidad, al
igual que es dificultoso acudir a un parque (lugar también caracterizado por la
interacción) en lapsos de la noche. Es evidente que estas construcciones
sociales pueden ser violentadas, y utilizados los espacios y los tiempos para
niveles de sociabilidad para los que no han sido determinados socialmente, no
obstante la existencia de las normas y reglas que los estipulan, los disponen
para usos generalmente aceptados por el colectivo.
60
codifican a las interacciones sociales que conforman las bases de la
sociabilidad, ésta (la sociabilidad) engendra mecanismos de control social que
configuran a los contextos:
125
Maurice Godelier: Lo Ideal y Lo Material. Editorial Taurus, Barcelona, 1989. Pág., 108-109.
61
El parque, el banco, la habitación, América Latina, el planeta tierra, son todas
entidades geoespaciales, no son simples porciones de suelo, sino
construcciones histórico-culturales que cargadas de significados sociales
delimitan de una u otra forma sus usanzas, los seres humanos pueden o no
respetar, recrear o transgredir estos usos, pero estos respetos y transgresiones
serán siempre socioculturales, el uso que los individuos le den a los espacios
determinará en cierta medida también la definición propia del espacio. No existe
ningún motivo intrínseco, natural e inmutable que defina a los espacios, Cuzco
era para los Incas el ombligo del universo, quizás tanto como lo es Grecia para
la modernidad, pero Cuzco y Grecia no representan geoespacialmente el centro
de nada (hablando estrictamente de manera geográfica), conforman ambas el
punto focal de dos culturas específicas que organizaron (como lo hacen todas) el
espacio circundante.
62
formas generales126, como sistema general de procedimientos se presenta como
prácticas y como discursos, de las cuales nos hemos ocupado con anterioridad.
Las prácticas representan las manifestaciones materiales o físicas que
mantienen el orden social, mientras que los discursos personifican la articulación
social del poder, que hace posible lo visible y lo expresable, es decir, la
justificación de orden simbólico que sostiene, precede y genera las prácticas, y
que se desarrolla a partir de acciones comunicativas diversas.
Para percibir los discursos como mecanismos del control social que se encargan
de modular la sociabilidad, se debe forjar un análisis del lenguaje, en el sentido
de examinar las actividades comunicativas que mantiene dicho discurso y de
qué manera se da a conocer, como códigos de reglas y normas. Un mecanismo
discursivo no es tal si no se presenta en formas inteligibles para los individuos
126
Hemos abordado estos temas de forma más detenida en el capitulo “Las Fronteras de la
Sociabilidad: Límite, Orden y Control Social”, definimos de manera extensa la noción de control
social y cómo y desde dónde puede producirse.
127
Georges Balandier: El Poder en Escenas… op. cit., Pág., 18.
63
que integran una sociedad que se rige por dichos códigos128. Por otra parte,
distinguir las prácticas como mecanismos de control social que regulan la
sociabilidad, pasa por un estudio minucioso de cómo obran éstos para sustentar
y hacer cumplir a los individuos de una sociedad las reglas y códigos
establecidos y comunicados a través de los discursos. En la sociedad moderna
la formación del cuerpo ciudadano se establece a partir de un proceso
escriturario normativo que exige obediencia, trazando claros límites entre las
zonas permitidas y las prohibidas129.
128
El ejemplo que podemos evocar nos ubica en la conquista de América cuando un extenso
documento, llamado “El Requerimento” leído en nombre del rey de España exhortaba a los
habitantes americanos (que hablaban lenguas muy distintas al español) a rendirse y someterse a
las órdenes de los conquistadores, después de la lectura las órdenes de los soldados. Pero
¿Cómo obedecer una leyes que se presentan en un idioma completamente extraño?, más aún
¿Cómo tomar una posición, sea de aceptación u oposición, con respecto a órdenes
indescifrables?
129
Beatriz González Stephan: “Modernización y Disciplinamiento. La Formación del Ciudadano:
Del espacio publico y privado”. En B. González Stephan, J. Lasarte, G. Montaldo y M. J. Daroqui
[comps.]: Esplendores y Miserias del Siglo XIX. Cultura y Sociedad en América Latina. Ediciones
de la USB / Monte Ávila Editores, Caracas, 1995. Pág., 436.
64
colocan superestructuralmente a los individuos ante manifestaciones de
aprobación o reproche por parte de la sociedad. El segundo ejercicio del poder
se muestra como un dispositivo de orden práctico, que custodia y protege
constantemente a la sociedad, en conjunto, de cualquier intento de violentar sus
reglas y normas, además genera una serie de acciones punitivas como la
vigilancia, el castigo y la sanción que resguardan el orden general de existencia
social que configura el primer mecanismo. El diseño de estos dos dispositivos, lo
desarrollan las sociedades a partir de la construcción cultural de los espacios,
configurando así cada lugar simbólico como una zona habitada por claves
conceptuales y mecanismos de control social particulares que dan forma a su
vez a determinados niveles de sociabilidad.
65
Hallar la sociabilidad y los mecanismos de control social en el Metro de Caracas
exige un esfuerzo de observación sistemática de la conducta de los usuarios, a
partir del examen de los tipos interacciones que éstos realizan se pueden
identificar los niveles de sociabilidad que ellos recrean, al mismo tiempo que se
descubren cómo están representados en el sistema Metro los dispositivos de
control social tanto discursivos como prácticos, y determinar a partir de qué
claves conceptuales se articulan y encarnan estos. Si entendemos la cultura
como acción simbólica que “...lo mismo que la fonación en el habla, el color de la
pintura, las líneas de la escritura o el sonido de la música, significa algo”130,
veremos con claridad en la vida cotidiana de los usuarios del Metro la
presentación de estos elementos sociales, que producen y son producidos por el
espacio, construido socialmente, del sistema de transporte subterráneo de la
capital venezolana.
130
Clifford Geertz: La interpretación de las Culturas… op. cit., Pág., 24.
66
I.4. El Metro de Caracas como Proyecto de Modernidad: El Mito del
Desarrollo y la Esperanza del Progreso.
“A América Latina le gusta mucho la palabra esperanza. Nos complace que nos
llamen <continente de la esperanza>. Los candidatos a diputados,
a senadores, a presidentes, se autotitulan <candidatos de la esperanza>.
En la realidad esta esperanza es algo así como el cielo prometido,
una promesa de pago cuyo cumplimiento se aplaza. Se aplaza para
el próximo periodo legislativo, para el próximo año o para el próximo siglo”.
Pablo Neruda
La utopía del progreso y del desarrollo universal, es una de las ideas principales
que impulsa a la edad moderna131. En especial la idea de desarrollo se compone
como cuerpo a partir de la liquidación de la segunda guerra mundial, en esa
misma época se genera como discurso, en los lugares mundiales de
enunciación que Samir Amin132 denomina eurocéntricos, una amplia gama de
relatos que fragmentan al mundo postcolonial en nuevas clasificaciones. Si los
centros de poder renacentistas denominaron a sus otros como salvajes que
debían ser cristianizados, la modernidad del siglo XX designó a sus otros como
subdesarrollados que tenían que progresar. Así, el ordenamiento del mundo fue
ejecutado a partir de divisiones establecidas por el grado de desarrollo o
progreso de las sociedades. Como hemos visto en un apartado anterior, la
identidad cultural de las sociedades humanas está determinada en gran parte
por la producción de diferencias. Las sociedades del renacimiento como las
sociedades de la modernidad contemporánea no escapan a esta circunstancia;
sin embargo, antes de la era moderna ninguna sociedad había podido establecer
sus parámetros clasificatorios e imponer alteridades al resto del planeta.
131
Una descripción más detallada de las ideas que dan fuerza a la modernidad se encuentra en;
Edgardo Lander: “La Utopía del Mercado Total y el Poder Imperial”, Revista Venezolana de
Economía y Ciencias Sociales, N° 2, mayo-agosto, Caracas, 2002.
132
Samir Amin: El Eurocentrismo (crítica de una ideología). Siglo XXI Editores, México D.F.,
1989.
67
De igual manera, la invención del desarrollo como entidad, es el primer discurso
que configura al universo a partir de los parámetros de la economía liberal. No
obstante, el nuevo relato no va a disolver las segmentaciones basadas en las
categorías de raza o religión, que existían ya desde siglos anteriores, sino más
bien va a reconfigurarlas para integrar novedosas nociones que permitan
reconocer la existencia de nuevas potencias hegemónicas, al tiempo que
reproduce el orden del sistema mundial.
133
Fernando Coronil: “Del Eurocentrismo al Globocentrismo: La naturaleza del poscolonialismo”.
En; Edgardo Lander [comp.]: La Colonialidad del Saber: Eurocentrismo y ciencias sociales.
UNESCO / Ediciones del CLACSO, Buenos Aires, 2000. Págs., 89-90.
134
En el Capitulo “Naturaleza, Cultura y Sociabilidad.” hemos ya abordado el tema de las
oposiciones binarias como constructos de la modernidad.
135
Fernando Coronil, “Del Eurocentrismo al Globocentrismo: La naturaleza del poscolonialismo”,
op. cit., Pág., 90.
68
Desde la conferencia de constitución de las naciones unidas en San Francisco en
1945 y hasta finales de la década, el destino del mundo no industrializado fue tema
de intensas negociaciones. Aún más, las nociones de <subdesarrollo> y <tercer
Mundo> fueron productos discursivos del clima de la segunda posguerra. Estos
conceptos no existían antes de 1945. Aparecieron como conceptos de trabajo
dentro del proceso en el cual occidente, y de formas distintas oriente, se redefinió
así mismo y al resto del mundo. A comienzos de los años cincuenta, la noción de
tres mundos –naciones industrializadas libres, naciones comunistas industrializadas
y naciones pobres no industrializadas que constituían el primer, segundo y tercer
mundos respectivamente- estaba implantada con firmeza.136
136
Arturo Escobar: La Invención del Tercer Mundo: Construcción y deconstrucción del desarrollo.
Grupo Editorial Norma, Bogotá, 1998. Págs., 69-70.
69
de estas premisas, es inevitable que lo propio, lo diferente, sea por definición
concebido como negativo, como obstáculo a superar. El reto de la modernización
sería el de lograr que los países de historia y cultura diferentes dejen de ser
diferentes tanto por imposición como por decisión de las propias élites o clases
gobernantes. Todo aquello que les es particular, específico, propio, diferente, tiene
que ser negado, rechazado, reemplazado por ser un impedimento a la
modernización, sea esto religión, cosmología, concepción y utilización del tiempo y
el espacio, ética del trabajo o relaciones entre individuo y comunidad.137
137
Edgardo Lander: “América Latina: Historia, identidad, tecnología, y futuros alternativos
posibles”. En Edgardo Lander [ed.]: El Límite de la Civilización Industrial. Perspectivas
Latinoamericanas en torno al posdesarrollo. ALAS / FACES-UCV / Editorial Nueva Sociedad,
Caracas, 1995. Pág. 105.
138
Beatriz González Stephan: “Modernización y Disciplinamiento. La Formación del Ciudadano:
Del espacio publico y privado”…op. cit., Pág., 434.
70
Venezuela, era congregado por los sectores empresariales y por la organización
política estatal en la capital, una región geográfica escasa en producción de
bienes y servicios, pero especializada en la distribución y consumo de los
mismos, lo que originaba la centralización de las actividades económicas,
sociales y políticas.
139
Todos los datos demográficos han sido extraídos de Julio Páez Celis: Ensayo sobre la
Demografía Económica de Venezuela. Editorial Educen, Caracas, 1988.
140
Metro de Caracas: Exposición de motivos del proyecto de ley que autoriza al ejecutivo
nacional a contratar obras y empréstitos internos y externos pagaderos en varios ejercicios
fiscales para la construcción y equipo de la primera línea del Metro de Caracas desde Catia
hasta Petare. Oficina Ministerial de Transporte, Caracas, 1967. Pág. 3.
71
que necesitaban trasladarse por la ciudad, 60 por ciento eran trabajadores y 15
por ciento estudiantes141. Por esta razón la Organización de las Naciones Unidas
envió, a petición del gobierno venezolano, una misión especial para el estudio
del problema y la producción de una eventual solución. La comisión conformada
por dos economistas y un urbanista, todos norteamericanos, propuso la
construcción de un modelo subterráneo de transporte que recorriera al menos el
trecho entre Petare y Catia142.
141
José González Lander: “El Problema del Transporte en Caracas”. Revista el Farol. N° 221,
abril-junio, Caracas, 1967.
142
P. Langevin, T. Clark y E. Ribbing: El Transporte en Caracas. Informe TAO/ VEN/ 14.
Organización de las Naciones Unidas, Caracas, 1961.
143
Fernando Coronil: El Estado Mágico: Naturaleza, dinero y modernidad en Venezuela… op.
cit., Pág., 407.
72
como la mejor estrategia posible a aplicar. Después de la visita de la comisión
de las Naciones Unidas, se designa al recién creado Ministerio de Obras
Públicas (1963), la responsabilidad de diseñar el sistema subterráneo de
transporte, el cual se presenta como proyecto ante el Congreso Nacional en
1967144. La introducción del proyecto generó álgidos debates en el seno del
congreso venezolano, que se agrupó en torno a dos posiciones, por una parte
diputados, encabezados por el partido nacional COPEI, proponían la
construcción de una red de tranvías que circularán en el área metropolitana por
ser “realmente los medios de transporte modernos”145; la otra postura liderizada
en pleno por el partido nacional Acción Democrática, que defendía el plan
gubernamental de edificación del sistema subterráneo, alegando el buen
rendimiento que han brindando estos medios de transporte en las “ciudades
industrializadas del primer mundo”146.
Llama la atención, en este punto, que la división del Congreso se produzca hacia
dos posturas diferentes en su forma pero iguales en su contenido, en cuanto a
las nociones de desarrollo, progreso y modernidad. Fueron inexistentes posturas
que criticaran estas soluciones o que propusieran modelos basados en otros
supuestos, de la misma forma no hubo oposiciones al modelo desarrollista, ni
cuestionamientos a la centralización de la economía en la capital del país. Esto
revela al sector político institucional venezolano, tanto de derecha como de
izquierda, como sujetos sociales reproductores de una cultura enajenada e
impuesta, si seguimos el análisis de Guillermo Bonfil Batalla147.
144
Metro de Caracas: Exposición de motivos del proyecto de ley que autoriza al ejecutivo
nacional a contratar obras y empréstitos internos y externos. Op. cit.
145
El Universal, Caracas, 12 / 5 / 1968.
146
El Universal, Caracas, op. cit.
147
Guillermo Bonfil Batalla: “La Teoría del Control Cultural en el Estudio de Procesos Étnicos”…
op. cit., Pág., 12.
73
La naturalización de las decisiones tomadas en este caso por los poderes
ejecutivo y legislativo, como las formas más lógicas de solucionar el problema de
tránsito y transporte en Caracas, da cuenta del arraigo simbólico de la idea de
desarrollo y modernidad, defendida por los economistas marxistas y liberales de
la época. Este arraigo simbólico, evidentemente, no envolvió (ni envuelve)
únicamente a los sectores políticos venezolanos, sino de forma casi unánime a
todo el conglomerado social, prueba de ello es la carente discusión sobre el
tema en los medios de comunicación nacionales de ese período caracterizado
por una fuerte confrontación política e ideológica148. La sociedad Venezolana
estaba seducida por el nuevo mito del paraíso.
148
Fernando Coronil, El Estado Mágico: Naturaleza, dinero y modernidad en Venezuela, op. cit.,
Pág., 247.
149
Aun hoy en día es posible distinguir este lema tanto en las estaciones del sistema, como en
el lenguaje publicitario institucional de la Compañía Anónima Metro de Caracas.
74
vía férrea, las escaleras mecánicas, los equipos mecánicos de ventilación y las
plantas de refrigeración150.
150
Metro de Caracas: El Metro: La Gran Solución para Caracas. Metro de Caracas, Caracas,
2003. Pág., 4.
151
Metro de Caracas C.A., El Metro: La Gran Solución para Caracas, op. cit., Pág., 6.
152
Los objetivos de esta compañía adscrita al ministerio de transporte y comunicaciones fueron
los siguientes: “1. Entrenar al usuario actual en la utilización más eficiente del sistema rápido de
transporte incluyendo en ese entrenamiento las medidas básicas de seguridad y prevención de
accidentes, así como la conservación de equipos e instalaciones. 2. Educar a los usuarios
potenciales para que obtengan una comprensión clara de los beneficios o ventajas del sistema y
su importancia”. Metro de Caracas: Objetivos de la Compañía Anónima Formación del
Ciudadano. Ministerio de Transporte y Comunicaciones, Caracas, 1982.
75
Puesto ya en funcionamiento, el sistema de transporte comenzó la ampliación de
sus líneas y sus estaciones, lo que en 1987 se tradujo en la inauguración de la
línea 2 que comprendía el trecho Las Adjuntas - Zoológico - La Paz, lo que un
año después fue incrementado con la incorporación del intervalo La Paz - El
Silencio, que unió las dos líneas del sistema entre sí a través de un túnel de
transferencia, constituyendo así, la zona suroeste de la ciudad. En ese mismo
año se realiza el proyecto de construcción de una línea de autobuses (metrobus)
que fungen como extensión del alcance del sistema. En 1989, la línea 1 también
fue incrementada con la entrada en operación del vía entre Chacaíto y Palo
Verde, articulando definitivamente el este y el oeste de la ciudad. Finalmente en
1994, comienza a funcionar la tercera línea (sureste) del Metro de Caracas,
entre El Valle y Ciudad Universitaria, que se conecta con la línea 1 por medio de
una escalera mecánica de transferencia.
76
Actualmente, la red del subterráneo del Metro de Caracas cuenta con 42,5
Kilómetros de extensión y 39 estaciones en total153, que movilizan diariamente
alrededor de un millón de usuarios. Asimismo, está en construcción el Tramo
Capuchinos - Plaza Venezuela de la línea 4 que recorrerá el casco central sur de
Caracas154.
153
Para observar un mapa más detallado del sistema Metro con respecto a la ciudad de
Caracas, ver Anexo 1.
154
Metro de Caracas, ibidem., Pág., 8.
155
Arturo Escobar, La Invención del Tercer Mundo: Construcción y deconstrucción del desarrollo,
op. cit., Pág., 382.
77
Es absolutamente imposible que América Latina se desarrolle, no importa cuales
sean las políticas gubernamentales, porque lo que se desarrolla no son los países.
Lo que se desarrolla es únicamente la economía-mundo capitalista y esta
economía-mundo es de naturaleza polarizadora.156
156
Immanuel Wallerstein: “La Estructuración Capitalista y el Sistema-Mundo”, Revista
Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, N° 1, enero-marzo, Caracas, 1996. Pág., 11.
157
Publicada en la contraportada de la Revista Encuadre, N° 33, noviembre-diciembre, Caracas,
1991.
78
Su arraigo simbólico le ha permitido recrear un orden general de existencia
ordenada y coherente, diferente y tal vez opuesta al del resto de la ciudad,
caracterizada por el caos y el desconcierto, condición que ha logrado gracias a
la introducción de novedosas pautas de conducta y al diseño de un cuerpo
ciudadano controlado por la normativa y el disciplinamiento. La imagen que en la
sociedad venezolana se tiene del sistema está caracterizada por una sólida
efectividad simbólica que lo hace destacar como la única institución seria del
país158, esto se percibe en los términos de progreso, desarrollo y modernización.
Así lo hace notar, esta publicidad de la Corporación Andina de Fomento159.
158
Metro de Caracas: XX Aniversario de la Compañía Anónima Metro de Caracas (1977-1997).
Suplemento especial encartado en El Nacional, Caracas, 8/ 8 /1997. Pág., 2. También es posible
encontrar esta imagen en la autopercepción del Metro de Caracas: “La razón de ser de nuestro
servicio es el usuario, quien nos impone el reto de ser cada vez mejores. Un contingente humano
se ocupa además de la operación del sistema, de la información y atención del pasajero,
esperando de ustedes su mayor participación, tal como la hemos recibido a lo largo de estos 20
años de operación comercial, en los cuales el cumplimiento de las normas del usuario ha
permitido la creación de la cultura Metro y que éste siga siendo la Gran Solución para Caracas.
Cada amanecer, los trabajadores del Metro de Caracas, dispuestos a cumplir con su labor y
plenos de entusiasmo, con la esperanza de un mejor mañana, abrimos las santamarías de las
estaciones para brindarles un excelente servicio”. www.metrodecaracas.com.ve
159
Metro de Caracas, XX Aniversario de la Compañía Anónima Metro de Caracas (1977-1997),
op. cit., Pág., 9.
79
La fama de las maravillas del metro ha logrado también incentivar a otras urbes
venezolanas a construir su propio sistema subterráneo, incluso a ciudades con
bajos índices demográficos160 y con pocos problemas viales, pero que han
tratado de “caminar con la modernización y el desarrollo”161.
160
Un ejemplo es la propaganda del proyecto Metro de Maracaibo, que felicita al Metro de
Caracas por los veinte años de su constitución como compañía anónima. Metro de Caracas,
ibidem., Pág., 7.
161
Ibidem., Pág., 8.
80
Desde su inicio el proyecto Metro estuvo acompañado, además de resolver el
problema de tránsito en la ciudad, por la responsabilidad de humanizar a
Caracas, de planificarla y en cierta medida de reconstruirla. El Boulevard de
Sabana Grande y de Caricuao, son ejemplos de esta tendencia, al igual que las
obras de arte colocadas a lo largo de la línea 1 del sistema, no obstante el hecho
de que las diferencias estéticas existentes entre las estaciones del Oste (zona
caracterizada por la pobreza y “marginalidad” de sus habitantes162) y del Este
(área de mayor capacidad adquisitiva) saltan a la vista, lo que nos demuestra de
nuevo los contenidos antropológicos que pueden ser sustraídos del
diseño/construcción del sistema Metro de Caracas, dándole una lectura política
a su representación.
162
Para una revisión más acuciosa de la percepción y el estigma que envuelve a las áreas
populares de Caracas y a sus habitantes ver Julio de Freitas: “Bárbaros, Armados y Peligrosos.
La Eficacia del Discurso sobre Violencia Popular Urbana”. En Emanuele Amodio y Teresa
Ontiveros [eds.]: Historias de Identidad Urbana. Composición y Recomposición de Identidades
en los Territorios Populares Urbanos. Ediciones FACES-UCV / Fondo Editorial Tropykos,
Caracas, 1995.
81
82
II. EL METRO DE CARACAS COMO OBJETO ANTROPOLÓGICO
Objetivizar al Metro de Caracas pasa por discurrir acerca del abordaje más
adecuado para cumplir con esa pretensión, de esta manera el método
etnográfico como procedimiento clásico de la disciplina antropológica es
redimensionado aquí para darle un sentido crítico y actual. En este sentido, se
analizan las técnicas y herramientas de la etnografía que conformaron la base
metodológica de esta investigación cualitativa y exploratoria, surgiendo de este
análisis la técnica de la observación participante, tan importante para nosotros,
que rastreamos y transfiguramos a partir de las contribuciones recientes sobre
este tema, asimismo, recreamos las herramientas de recolección de datos de
campo que utilizamos para recopilar las informaciones de interés para nuestro
estudio. A su vez, y por medio de estas técnicas y procedimientos se aborda una
descripción etnográfica de tipo narrativa del Metro de Caracas que denota el
desarrollo de la vida cotidiana dentro de ese sistema.
83
II.1. La Cuestión del Método y la Antropología de la Modernidad
163
James Clifford: Itinerarios Transculturales. Editorial Gedisa, Barcelona, 1999. Pág., 72.
164
Marcel Mauss: Manual de Etnografía. Ediciones Istmo, Madrid, 1971. Pág., 19-20.
84
demás disciplinas constituyó un sistema de control en la producción de discursos
fijando sus límites por medio de la acción de una identidad que adopta la forma
de una permanente reactivación de las reglas. De esta manera el campo de
estudio de la antropología quedó limitado a los pueblos no occidentales
nombrados “tribus” o “razas”165; se conformó así, un modelo de conocimiento que
divide al mundo en esquemas prefabricados primitivos/civilizados,
oriente/occidente, primer mundo/tercer mundo, entre otros, que originó la
subordinación de unos entes por otros a partir de la conformación de lugares
geográficos de enunciación que producen conocimientos sobre “los otros”
subalternos.
165
Immanuel Wallerstein [coord.]: Abrir las Ciencias Sociales. Informe de la comisión Gulbenkian
para la reestructuración de las ciencias sociales… op. cit., Pág., 23-24.
85
todas sin embargo coinciden en el método etnográfico como el pilar fundamental
de la disciplina.
166
James Clifford, Itinerarios Transculturales… op. cit., Pág., 86.
167
Bronislaw Malinowski: Los Argonautas del Pacífico Occidental. Editorial Península, Barcelona,
2001. Pág., 41-42.
168
Marc Augé: Los No Lugares. Espacios del Anonimato. Editorial Gedisa, Barcelona, 1998.
Pág., 24.
169
Marc Augé, Los No Lugares… op. cit., Pág., 30.
170
Arturo Escobar: El Final del Salvaje. Naturaleza, Cultura y Política en la Antropología
Contemporánea. CEREC / Ediciones del Instituto Colombiano de Antropología, Bogotá, 1999.
Pág., 352.
86
han aparecido nuevas tendencias que tratan de redimensionar el conocimiento
teórico antropológico y al mismo tiempo sus métodos. Estos estudios recientes
han sido denominados antropología de la modernidad o de la
contemporaneidad, abarcando un gran espectro investigativo; ellos incluyen,
estudios de la urbanidad, trabajos acerca del desarrollo, disertaciones históricas
que dan cuenta de la formación del sistema-mundo, entre otros.
171
Carlos Castañeda: Las Enseñanzas de Don Juan. Una Forma Yaqui de Conocimiento. Fondo
de Cultura Económica, México D.F., 2000.
172
Un análisis de este tema lo realiza James Clifford: Dilemas de la Cultura. Antropología,
Literatura y Arte en la Perspectiva Posmoderna. Editorial Gedisa, Barcelona, 1995.
87
forma misma de hacer antropología se ha convertido en un círculo
preponderante. Si la antropología parte de premisas como la de que todos los
textos son una ficción, aceptaría también otras como la de que todos los
discursos son verdaderos, sin importar si es la justificación de los campos de
concentración Nazis, o el requerimiento español, o las excusas de invasión
norteamericana; estos argumentos aunque ciertos no proporcionan ninguna
solución para redimensionar la antropología, incluso tienden a justificar los
mismos procedimientos que intentaron socavar. Construir una práctica
metodológica diferente en antropología pasa primeramente por situarse en una
perspectiva intermedia entre el clasicismo antropológico y la fenomenología
descontrolada; en el caso metodológico implica estar colocado entre los
múltiples espacios intermedios que se generan entre la etnografía exacta
(Malinowski, Mauss, etc.) y la literatura etnográfica (Castañeda, entre otros).
173
Por ejemplo en cuanto al lugar de su nacimiento y a la profesión de su padre, para esto ver
Marvin Harris: El Materialismo Cultural. Alianza Editorial, Madrid, 1994. Pág., 350-354.
174
“La cuestión de las condiciones de realización de una antropología de la contemporaneidad
debe desplazarse del método al objeto. No es que las cuestiones de método no tengan una
importancia determinante, o inclusive que puedan ser enteramente disociadas de la del objeto.
Pero la cuestión del objeto es una cosa previa. Constituye incluso un doble previo, puesto que,
antes de interesarse en las nuevas formas sociales, en los nuevos modos de sensibilidad o en
las nuevas instituciones que pueden aparecer como características de la contemporaneidad
actual, es necesario prestar atención a los cambios que han afectado las grandes categorías a
través de las cuales los hombres piensan su identidad y sus relaciones recíprocas.” Marc Augé,
ibidem., Pág., 46.
88
revelar de qué forma afrontaremos la investigación, es decir, que métodos
utilizaremos para inquirir nuestros objetivos.
El tema de la historia inminente, de la historia que nos pisa los talones (casi
inmediatamente en la vida cotidiana de cada uno) aparece como previo al del
sentido o el sinsentido de la historia, pues es nuestra exigencia de comprender todo
el presente lo que da como resultado nuestra dificultad para otorgar un sentido al
pasado reciente: la demanda positiva de sentido (…) que se manifiesta en los
individuos de las sociedades contemporáneas, puede explicar paradójicamente los
fenómenos que son a veces como los signos de una crisis de sentido (…).176
Del exceso de espacio podríamos decir en primer lugar, aquí otra vez un poco
paradójicamente, que es correlativo del achicamiento del planeta: de este
distanciamiento de nosotros mismos al que corresponden la actuación de los
cosmonautas y la ronda de nuestros satélites. En un sentido, nuestros primeros
pasos en el espacio nos lo reducen a un punto ínfimo, cuya exacta medida nos la
175
Manuel Abejón: El Transporte en la Sociedad Actual. Salvat Editores, Barcelona, 1981. Pág.,
47.
176
Marc Augé, op. cit., Pág., 37.
89
dan justamente las fotos tomadas por satélite. Pero el mundo, al mismo tiempo, se
nos abre. Estamos en la era de los cambios a escala, en lo que se refiere a la
conquista espacial, sin duda, pero también sobre la tierra: los veloces medios de
transporte llegan en unas horas a lo sumo de cualquier capital del mundo a
cualquier otra.177
Los no lugares son tanto las instalaciones necesarias para la circulación acelerada
de personas y bienes (vías rápidas, empalmes de rutas, aeropuertos) como los
medios de transporte mismos o los grandes centros comerciales, o también los
campos de tránsito prolongado donde se estacionan los refugiados del planeta. 179
177
Ibidem., Pág., 37-38.
178
Ibidem., Pág., 83.
179
Ibidem., Pág., 41.
90
a la vez que trata de rescatar “lo dicho” y fijarlo en términos susceptibles de
consulta180. Como técnica de trabajo creemos que la más idónea para nuestro
estudio, la constituye la observación participante, ésta posee la virtud de llegar a
percepciones del comportamiento que la gente no verbaliza con facilidad181, lo
que nos hizo abogar por este tipo herramienta para percibir el entramado social
que se desarrolla en el Metro de Caracas. Cualquier investigación cultural que
denote el interés por comprender procesos sociales complejos toma
necesariamente la forma de observación participante porque implica actuar
dentro del mundo social y reflexionar sobre los efectos de esa participación182. La
observación participante que propugnamos es una mirada antropológica desde
el interior del sistema social, en nuestro caso desde el Metro de Caracas,
deteniendo esa mirada en la acción simbólica que realizan los individuos que
recorren el sistema y que al hacerlo dejan de ser simples sujetos para
convertirse en usuarios del Metro, deteniendo la mirada también en sus
interacciones, en sus acciones comunicativas, y tratando de decodificar éstas y
comprender de dónde proceden.
180
Clifford Geertz, La interpretación de las Culturas… op. cit., Pág., 32.
181
Ulf Hannerz: Exploración de la Ciudad. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1993.
Pág., 343.
182
Martyn Hammersley y Paul Atkinson: Etnografía. Métodos de Investigación. Editorial Paidós,
Barcelona, 1994. Pág., 31.
183
Manuel Delgado: El Animal Público: Hacia una antropología de los espacios urbanos. Editorial
Anagrama, Barcelona, 1999.
91
de captar el entramado social sin ocasionar perturbaciones significativas184 en los
sujetos estudiados, ventaja que quizás no podría conseguirse en el estudio de
sociedades diferentes a la propia del investigador, no sólo por las marcadas
disimilitudes culturales, sino también porque precisamente los espacios
contemporáneos del mundo moderno creados para la circulación rápida de
personas configuran a los individuos un estado activo especial que Delgado
denomina trance185 representado como la actitud propia de los transeúntes de las
ciudades contemporáneas, que están sólo de paso, y de los cuales no se sabe
apenas nada “salvo que ya ha salido pero todavía no ha llegado, que antes o
después de su tránsito era o será padre de familia, ama de casa, oficinista,
obrero… pero que ahora, en tránsito, es pura potencia”186.
184
No queremos en este punto sugerir que la observación flotante representa una herramienta
objetiva que no altera en ninguna medida el “objeto de estudio”, pero sí, apuntar que dentro de la
gama de prácticas científicas ésta representa una alteración no significativa del entorno social.
185
Manuel Delgado: El Animal Público: Hacia una antropología de los espacios urbanos… op.
cit., Pág., 119-120.
186
Ibidem., Pág., 201.
92
Durante el trabajo etnográfico, mientras probábamos cómo se presentaban los
mecanismos de control social, fuimos víctimas como cualquier otro usuario
(gracias a la observación flotante) del encauzamiento de la sociabilidad, la
nuestra en este caso, y fuimos detenidos por el personal del sistema, el cual
confiscó nuestros equipos de registro187, tuvimos entonces que justificar nuestro
accionar en el Metro (que había consistido, en ese momento, en violentar
sistemáticamente las normas) y explicar cuál era el motivo de nuestro
comportamiento, dentro de esto el supervisor de la estación Las Adjuntas
accedió a devolvernos nuestros equipos sí y sólo sí le permitíamos darnos una
sesión argumentativa de su labor, en este contexto se hizo factible realizarle una
entrevista a esta supervisora la cual aprovechamos para nutrir los objetivos de
nuestra investigación, al tiempo que recuperábamos nuestros equipos.
187
Esta experiencia se relata con más detalle y precisión en el capítulo “Sociabilidad, Control
Social y Modernidad en el Metro de Caracas”, en la sección III.1.2. “Encauzamiento y Control de
la Sociabilidad de los Usuarios del Metro de Caracas: Un Discurso Institucional autodefinido”.
188
Para esto ver el capítulo “Construyendo la Sociedad: La Percepción de los Componentes
Sociales”.
189
Claude Lévi-Strauss: “Introducción a la obra de Marcel Mauss”. En Marcel Mauss: Sociología
y Antropología. Editorial Taurus, Madrid, 1997. Pág., 26.
93
Ahora bien, captar los mecanismos que adecúan o encauzan la sociabilidad de
los usuarios del sistema requiere un esfuerzo etnográfico más preciso, esto no
quiere significar acaso la poca rigurosidad de la percepción de la sociabilidad,
sino más bien la mayor dificultad que se nos presenta al tratar de identificar los
dispositivos que actúan sobre ella. Para ello en capítulos anteriores hemos
separado las formas en que se presentan estos dispositivos en prácticas y
discursos. Recapitulemos, las prácticas representan las manifestaciones
materiales o físicas que mantienen el orden social, mientras que los discursos
personifican la articulación social del poder, que hace posible lo visible y lo
expresable, es decir, la justificación de orden simbólico que sostiene, precede y
genera las practicas, y que se desarrolla a partir de acciones comunicativas
diversas.
Analizar las experiencias rutinarias y los contenidos que las sustentan se nos
hace posible si asumimos la cultura humana como acción simbólica, es decir,
como toda actividad humana que tiene significado, que dota de sentido al
entorno físico-social, bajo esta perspectiva son pocas o ningunas las acciones
de los seres humanos que no posean un sentido, que no signifiquen nada. Así,
los niveles de sociabilidad son captados a través de la observación del
94
investigador de las interacciones sociales que realizan los individuos que
componen el conjunto social, esas interacciones denotan esquemas culturales
de comportamiento en la medida que los individuos las producen como
respuestas ante el entorno social que los rodea y ante el contacto social con
otros individuos. Asimismo, reconocer cuáles son los mecanismos de control
social que encauzan la sociabilidad y cómo estos se articulan pasa por dirigir la
mirada del observador al código normativo y de conducta que el espacio social
determina, desarrolla y defiende, deteniéndose en descubrir cómo se comunica
este código (educación, represión, publicidad, etc.) , esto es posible porque los
códigos normativos también representan acciones simbólicas que aunque en
este caso son de tipo discursivo se encarnan como los entes productores del
orden general de existencia del sistema social.
190
Dichas estaciones están distribuidas a lo largo de tres líneas de túneles, siendo así su
estructura: Línea 1: Propatria, Pérez Bonalde, Plaza Sucre, Gato Negro, Agua Salud, Caño
Amarillo, Capitolio, La Hoyada, Parque Carabobo, Bellas Artes, Colegio de Ingenieros, Plaza
Venezuela, Sabana Grande, Chacaito, Chacao, Altamira, Parque del Este, Los Dos Caminos,
Los Cortijos, La California, Petare, Palo Verde. Línea 2: El Silencio, Capuchinos, Maternidad,
95
Capitolio, Plaza Venezuela y Petare (línea 1), Silencio (línea 2) y El Valle (línea
3); a fin de realizar en ellas, como hemos dicho, un trabajo etnográfico, hemos
escogido estas estaciones por ser las que movilizan una mayor cantidad de
usuarios diariamente191, así mismo las estaciones del Silencio, Capitolio y Plaza
Venezuela, conforman el entramado de intersecciones entre las líneas por ser
éstas las estaciones de transferencia. De la misma forma, el trabajo etnográfico
también se realizó en los vagones de los trenes que recorren a lo largo las tres
líneas, por ser éstos por excelencia los espacios móviles del sistema.
Artigas, La Paz, La Yaguara, Carapita, Antimano, Mamera, Caricuao, Zoológico, Ruiz Pineda,
Las Adjuntas. Línea 3: Ciudad Universitaria, Los Símbolos, La Bandera, El Valle. Ver anexo 1.
191
www.metrodecaracas.com.ve
96
para quien la primera tarea de un investigador es iniciar y componer un diario de
campo que constituya un repertorio de datos fácil de consultar, en donde se
describe lo que se observó192. Utilizamos esta técnica por ser la más coherente a
la hora de recabar datos etnográficos, Mauss continúa enunciando cómo deben
clasificarse los objetos recabados a fin de construir un inventario de los mismos,
pero no acatamos ésta por la particularidad de nuestro objeto antropológico. Sin
embargo manejamos otras herramientas, que se encuentran englobadas en el
trabajo etnográfico, lo cual vale la pena describirlas.
192
Marcel Mauss, Manual de Etnografía, op. cit., Pág., 22.
193
Marcel Mauss, ibidem., Pág., 24.
194
“Hablar del Metro es pues hablar ante todo de lectura y de cartografía”. Marc Augé: El Viajero
Subterráneo. Un Etnólogo en el Metro. Editorial Gedisa, Buenos Aires, 1987. Pág., 21.
97
En segundo lugar, se encuentra el registro fotográfico, que consiste en recabar
de manera fotoeléctrica toda la información en el terreno del trabajo que pueda
sernos de utilidad en la investigación, en nuestro trabajo este registro ha sido
sumamente importante pues hemos podido dar cuenta de los diferentes
espacios del Metro, diversos tipos de interacciones y sociabilidades, publicidad
institucional, instrumentos utilizados por los mecanismos de control, que hemos
capturado en imágenes gracias a este tipo de recolección de datos.
195
“No solo hay que grabar la voz humana, sino toda la música, y registrar incluso cada golpe de
pies y manos (…) No basta grabar; es preciso poder repetir”. Marcel Mauss, ibidem., Pág., 26.
98
Componentes Sociales
Sociabilidad Control Social
Registro
Morfológico Si No
Registro
Fotográfico No Si
Métodos Registro
Sociológico Si No
Registro
Fonográfico No Si
99
II.2. Hacia una Descripción “Densa” del Metro de Caracas
En Caracas, como en otras partes del mundo, uno de los más importantes
transportes masivos viaja a increíbles velocidades por debajo de la tierra. De
esta manera, la convulsionada vida citadina de la superficie aligera su carga
cotidiana mediante cientos de personas que se trasladan de un lado a otro de la
capital a través de ferrocarriles eléctricos que, libres de colas, transitan veloces
muy por debajo de carros y autobuses. Ahora bien, ¿Cómo es el Metro de
Caracas? Largas escaleras mecánicas y de cemento descienden hasta las
estructuras que anteceden al sistema de transporte en sí. Desde obras de arte y
exposiciones hasta tiendas comerciales se pueden encontrar en estas galerías,
las cuales siempre guardan un amplio espacio para la circulación de los
pasajeros. Las Casetas de Operaciones, las Máquinas de Boletos y una larga
hilera de torniquetes que ocupa todo lo ancho del lugar, conforman el límite entre
las galerías y los trenes que unos metros más abajo dejan y acogen pasajeros.
100
En las Casetas de Operaciones está centralizado el control de cada estación y
desde ella se cumplen diversas funciones: se realizan comunicaciones entre los
distintos funcionarios de las secciones del Metro; se informa, advierte, previene
o agradece a los usuarios del sistema a través de micrófonos; se brinda atención
personalizada de información u orientación a quienes se acerquen en su
búsqueda; se elaboran tareas de vigilancia mediante la observación a través de
los monitores, etc. Sin embargo, a través de los oscuros vidrios que hacen de
paredes de la caseta se puede ver a los funcionarios del Metro realizando la
función principal: la venta de los tickets que permitirán el acceso al sistema.
101
se desee llegar expresada en cantidad de estaciones por recorrer. Además, se
ofrecen varias opciones como tickets que contienen más de un viaje o que
incluyen traslados en el sistema de autobuses del Metro (Metrobuses) los cuales
circulan por calles, avenidas y autopistas de la superficie de la capital y sus
adyacencias. Las Máquinas de Boletos, por su parte, son sistemas
automatizados que, a diferencia de las casetas, sólo se encargan de
proporcionar tickets al usuario, ésta vez a través de un mecanismo que
intercambia boletos por una cantidad exacta de monedas.
Los torniquetes son los entes autorizados para ceder al paso al corazón del
sistema o, en caso contrario, para salir de éste. Más específicamente son una
serie de máquinas que hacen las veces de línea fronteriza cerrando el paso,
hasta entonces relativamente libre, de los usuarios. Son los encargados de exigir
una verificación que compruebe que se transita por el sistema de manera legal.
Aunque su estructura de metal no sobrepasa la cintura de una persona de
102
estatura mediana, cuenta con unos tubos rotantes que impiden el paso y que
sólo mostrarán movilidad una vez introducido el ticket en la abertura de la parte
superior. Ello, siempre y cuando la flecha de luz verde indique que está
habilitado en ese momento para el uso que se le pretende dar (entrar o salir) ya
que los que muestran una equis (X) de color rojo indican que funcionan para los
usuarios del otro lado. Una vez que el tubo se mueve con el impulso del cuerpo,
el ticket sale por el extremo contrario del torniquete ya que éste es tan necesario
para entrar como lo es para salir.
Una vez ubicada la dirección que corresponde tomar de acuerdo con el destino
al que se pretende llegar, el usuario deberá descender por las escaleras a los
andenes correspondientes a dicha dirección. Los andenes de este sistema
subterráneo no se diferencian en mayor medida de los utilizados en otras
103
estructuras ferroviarias: son lugares de espera del tren. Lo más importante a
resaltar es la gruesa línea de color amarillo que marca el límite que el pasajero
no puede traspasar en su espera. Obviamente el espacio existente detrás de la
línea amarilla es incomparablemente más grande que el que se encuentra entre
ésta y el lugar donde se detendrá el tren.
Los pasajeros colocados a lo largo del andén serán prevenidos de la llegada del
tren por un sonido metálico y el titileo de unas luces que les anuncia su
proximidad. Generalmente este tipo de señales representan una preparación del
pasajero quien se acerca a la línea amarilla, preparándose para ingresar en el
vagón. Cuando el tren se detiene, se abren las puertas, tras lo cual algunos
pasajeros abandonarán el vagón y otros ingresarán. Sólo es entonces que se
está permitido pasar la raya amarilla para abordar el tren. Cabe destacar que
son escasos los minutos que se dedican para la salida y entrada de pasajeros
de los vagones por lo que es importante resaltar que son actividades que se
realizan con rapidez. Una señal sonora es la encargada de anunciar que el
tiempo terminó y que las puertas están próximas a cerrarse.
104
Ahora bien, el sonido del pito y el cierre de las puertas son principalmente
indicativos de algo: el viaje está a punto de comenzar. En estos momentos los
pasajeros deben ubicarse y distribuirse dentro del vagón lo mejor que puedan
según el espacio disponible de acuerdo a la cantidad de gente. Sillas con formas
rectangulares bordean toda la estructura del metro dejando libre las entradas y
salidas de los vagones y un pasillo espacioso por el que se pueden movilizar los
pasajeros a lo largo de estos; todo, claro está, dentro de un mismo ambiente.
Por lo tanto, además de las personas que puedan sentarse, el vagón ofrece
mucho espacio para viajar de pie, lo que por su puesto permite la movilización
de mucha más gente.
Así, cerca de las puertas unos tubos marcan el final de las sillas funcionando a
la vez como objetos estables, adecuados para que los pasajeros se sostengan
durante el viaje. De la misma manera, agarraderos que cuelgan desde la parte
alta del vagón o que descansan sobre el lado superior de las sillas, ofrecen
seguros instrumentos para sostenerse y disminuir así la pérdida de equilibrio y
de control de la movilidad personal producto del movimiento veloz y en
ocasiones violento del tren. Grandes ventanas de vidrios oscuros cubren gran
parte de las paredes de los vagones así como también una porción mayoritaria
de las puertas, devolviendo rostros reflejados en ellos y proporcionando una
sensación de amplitud.
El tren inicia su movimiento muy poco después de cerradas las puertas, a la vez
que una tonalidad identificativa del metro suena discreta, confundiéndose con el
ruido metálico que hace el tren en su andar. El arranque provoca un brusco
movimiento en el vagón que generará que los pasajeros se sostengan de sus
agarraderos o se mantengan firmes en sus sillas. Sin embargo, pronto la
velocidad se estabiliza sólo modificándose cuando otro fuerte movimiento indica
que el tren va a detenerse. Por los vidrios oscuros entonces se puede vislumbrar
la llegada a otro andén: una próxima estación. Ésta, sin duda, será el destino de
muchos otros pasajeros que abandonarán el vagón, así como nuevamente el
105
momento de recibir nuevos pasajeros. Para los que no, la llegada a una estación
significará que están un paso más cerca de su destino.
106
De la misma manera, como se hizo al acceder al sistema, el usuario procederá a
introducir por el torniquete que indique con la luz verde su disponibilidad, el
mismo ticket que utilizó para ingresar. Los tubos rotantes presentarán movilidad
y con el peso del cuerpo cederán el paso hacia las galerías. El torniquete
reconocerá que se ha cumplido la fase, es decir, que se ha realizado un viaje
completo y que ese boleto era el indicado para el número de estaciones que se
recorrieron. A menos que el ticket adquirido fuese de varios viajes o incluyese un
viaje en Metrobus, la máquina no devolverá el boleto al usuario que ahora se
verá libre para continuar su camino.
107
El sistema del Metro de Caracas forma un todo unitario en cuanto a su
funcionamiento, pero como todo sistema se compone de partes u organismos
disímiles, quizás porque el Metro es en parte una representación de la ciudad
capital. Las estaciones que componen el sistema y que se distribuyen por el
noreste de la ciudad gozan de una infraestructura llena de exquisitos acabados y
de amplias obras artísticas.
108
Las demás diferencias del Metro de Caracas, que no responden a la estética se
articulan también en torno a las construcciones sociales de los hábitats de la
capital, la gran parte noreste del sistema posee una circulación de usuarios
bastante escasa y solamente colmada en las horas pico del Metro representada
sólo los días hábiles de la semana en dos rangos el primero entre las 6:30am y
las 8:00am y entre las 4:00pm y las 6:30pm. Las tendencias diarias de tránsito
de usuarios es el traslado en horas de la mañana desde las líneas 2, 3 y la parte
noroeste de la 1 hacia la parte noreste de la línea 1 donde se encuentran una
buena cantidad de lugares de empleo y de estudio de la ciudad, y el regreso de
estos usuarios a sus viviendas provenientes del noreste del Metro a sus hogares
a lo largo del sistema.
109
110
III. LA VIDA HUMANA EN EL METRO DE CARACAS: ACCIÓN SIMBÓLICA,
UTILIDAD ESPACIAL Y ÓRDENES SOCIALES
111
III.1.Sociabilidad, Control Social y Modernidad en el Metro de Caracas
112
Puesto que los niveles de sociabilidad varían de acuerdo a los diferentes
espacios del Metro de Caracas, es pertinente y necesario pasar a describirlos.
Nuestra clasificación y descripción de estos diferentes espacios fue realizada
mediante la observación participante y flotante, la cual nos permitió captar y
distinguir las interacciones sociales que los usuarios realizan en el Metro de
Caracas, además de la producción y reproducción social del espacio del
sistema, por parte de los usuarios.
Los primeros espacios que podemos distinguir dentro de todo el espectro que
representa el sistema Metro de Caracas son los espacios de tránsito,
conformados por todos los lugares activos del sistema que se utilizan para cubrir
la primera y básica pretensión de la institución que consiste en trasladar
individuos de la manera más rápida posible, así cualquier zona que esté definida
para la circulación de los usuarios representa uno de estos espacios. Hay que
destacar que ningún lugar, zona o espacio dentro del sistema está construido de
forma azarosa, pues toda la estructura representa un todo complejo
delicadamente diseñado y construido para la finalidad del Metro. El territorio por
excelencia de tránsito lo representa el tren en su totalidad conformado por cada
uno de sus vagones, que transportan a los usuarios a lo largo de las líneas del
sistema; otros territorios que también conforman este espacio son las escaleras
mecánicas o no mecánicas, al igual que lo son los pasillos de transferencia que
realizan la conexión entre las líneas y que los usuarios recorren.
113
De cierta forma el Metro de Caracas en su totalidad conforma un espacio de
tránsito, porque su función reside en el transporte rápido de personas a lo largo
de la ciudad de Caracas, sin embargo, existen espacios dentro de él que son
utilizados con otros fines no tan claros y directos, en ellos no es importante que
de una u otra forma se articulen con la totalidad del sistema, lo fundamental
reside en la usanza que se les da.
114
Los últimos espacios que podemos definir son los espacios de apropiación, que
conforman lugares originalmente diseñados para cometidos diferentes a los que
los usuarios le dan, estos territorios se distribuyen a lo largo y ancho del sistema,
incluso los espacios de transito o los espacios de espera son utilizados por
algunos usuarios de forma improvisada generando la creación de espacios de
apropiación. Las galerías de las estaciones del Metro de Caracas que preceden
a las casetas de operación y a los torniquetes pueden constituir este tipo de
espacio, aunque la gran mayoría de los usuarios que se trasladan por ellos
dándole la usanza para la que fueron diseñados y construidos, otros individuos
las usan como sitios de encuentro. Las entradas al sistema que se ubican en la
superficie de la ciudad suelen ser también utilizadas por los individuos como
sitios de encuentro, es decir, funcionan como espacios de apropiación pero
fueron ideadas con otro cometido, en este caso fundamental, como el de
ingresar al Metro.
115
Las fronteras de estos espacios no están completamente delimitadas, pero
conforman una división importante de la utilización de los territorios del Metro de
Caracas. Es posible también distinguir estos espacios entre los que son
utilizados según la planificación del proyecto de construcción del sistema y los
que se usan de una forma improvisada o no planificada. Una mirada acuciosa
podría objetar que cualquier espacio de tránsito o espera puede ser
transformado en uno de apropiación, sin embargo la compleja trama de normas
y reglas que conforman el sistema, así como su planificación minuciosa hace
imposible las transformaciones constantes de territorios a espacios de
apropiación.
De todas formas, los lugares más propensos a ser usurpados son los espacios
de espera por su condición de pasividad, así, como veremos a continuación, la
conversión de un espacio de tránsito a uno de apropiación se erige como un
imposible: es difícil, imaginar una pareja de amigos que eligen como sitio de
encuentro una escalera mecánica de una estación cualquiera.
116
III.1.1.Niveles y Frecuencias de Sociabilidad en el Metro de Caracas.
La Determinación Social de los Espacios
117
interacciones comunicativas con usuarios se vio siempre restringida por éstos
mediante la utilización de los recursos seguros de la evitación corporal o verbal.
Las repuestas verbales más comunes no podían originar una contrarespuesta
nuestra, sino que más bien marcaban el final de la charla:
En el caso anterior al menos hubo una respuesta que hizo trabajar el aparato
fonador del usuario, pero en la mayoría de los casos no había respuesta al
intento de entablar una conversación más allá del bloqueo corporal, con bloqueo
corporal nos referimos a prácticas sociales que establecen delimitaciones
tajantes en los territorios personales de los que las ejercen a través de
movimientos culturales (en oposición a fisiológicos) de su cuerpo. Este tipo de
prácticas sociales fueron circunscritas por Erving Goffman dentro de un renglón
más general que él denominó glosa corporal, con lo que se refiere a un medio
por el cual un individuo puede tratar de liberarse de implicaciones
caracterológicas no deseables de lo que él se encuentra haciendo196. Aunque la
definición de bloqueo corporal es nuestra, podemos bien incluirla dentro de la
definición más general de Goffman197.
Podemos así, generar una tabla que dé cuenta de la frecuencia con la cual se
presenta en el Metro de Caracas la sociabilidad mínima, tomando en
∗
Tratamos de sostener conversaciones con varios usuarios en todas las estaciones que
seleccionamos para la investigación obteniendo acciones bastante parecidas a ésta que
mantuvimos con un señor de mediana edad en la estación El Silencio.
196
Erving Goffman: Relaciones en Público… op. cit., Pág., 140.
197
Erving Goffman, también utiliza la noción de marcas para definir diversos actos que
reivindican el espacio personal. Erving Goffman, op. cit., Pág., 206.
118
consideración las dimensiones de tiempo y espacio que hemos ya enunciado y
clasificado.
Sociabilidad Mínima:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Tránsito A A A A
De Espera A A A A
De Apropiación D D C C
119
- ¿Me da un permiso?
- Okey.
Inclusive, ante los enunciados ritualizados del emisor que solicita un espacio por
el cual atravesar, el receptor puede simplemente brindar con su movilidad dicho
espacio sin cruzar palabra alguna.
Un tropiezo azaroso podría ser resuelto obviando lo sucedido dentro del nivel de
sociabilidad mínimo, pero aquí, una disculpa serviría para resguardar el espacio
personal al tiempo que se cumple con la ritualización social correspondiente. La
cuestión con la sociabilidad reducida es el resguardo del espacio personal a
través de estrategias que presentan un grado mayor de apertura, y que originan
la producción de intercambios correctivos o recursos seguros en situaciones
imprevistas. Estamos en presencia del cierre del universo social a partir de
interacciones sociales ritualizadas. Las zonas del Metro de Caracas más
propensas a la figura de la sociabilidad reducida son los espacios de tránsito y
los espacios de espera, mientras que su preponderancia disminuye de forma
considerable en los espacios de apropiación.
∗
Los tres casos se captaron en el trabajo etnográfico a través del registro fonográfico en
vagones de trenes del Metro; el primero y el tercero de los ejemplos se realizaron en la línea 1 y
el segundo en la línea 2.
120
Queda así conformada la tabla de frecuencia con que se presenta la sociabilidad
reducida dentro del sistema de transporte masivo Metro de Caracas, tomando en
cuanta los espacios y tiempos del mismo.
Sociabilidad Reducida:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Tránsito A C A C
De Espera A C B C
De Apropiación D C C D
Los intercambios entre usuarios que poseen este tipo de relación lejana al
anonimato, reside en su totalidad en conversaciones acerca de diversos temas,
198
www.metrodecaracas.com.ve
121
los cuales pululan entre las dinámicas propias de sus actividades diarias, la
política o el deporte. Estos intercambios de apoyo que conforman la sociabilidad
intermedia se gestan entre individuos que poseen relaciones generadas en otros
espacios ajenos al Metro (escuelas, universidades, trabajos, entre otros), y que
ingresan a éste sólo en calidad de medio de transporte, transitan a lo largo del
sistema produciendo este nivel de sociabilidad, pero su producción no depende
tanto de los espacios y tiempos del sistema como la sociabilidad mínima o la
sociabilidad reducida.
∗
Esta conversación que ejemplifica la presencia de sociabilidad intermedia la obtuvimos en la
práctica etnográfica, en la estación Capitolio, gracias al registro fonográfico.
122
Sociabilidad Intermedia:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Tránsito D C B B
De Espera B B A A
De Apropiación D C B D
∗
Platica obtenida en la etapa etnográfica de la investigación por medio del registro fonográfico,
en un vagón de uno de los trenes de la línea 3.
123
Metro de Caracas entre individuos que poseen relaciones de arraigo, como las
que hemos enunciado, y de forma azarosa se realicen entre ellos intercambios
no planificados, que dan muestra de una sociabilidad amplia, sin embargo este
caso no es fácil de observar.
Sociabilidad Amplia:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Tránsito B B C D
De Espera B B D D
De Apropiación B A A B
124
aquí percibir cuál es la sociabilidad que presentó una mayor cantidad de A.
Veamos, la sociabilidad amplia 2; la sociabilidad intermedia 2; la sociabilidad
reducida 3, y la sociabilidad mínima 8. Esto genera que en términos de
frecuencia, el tipo de sociabilidad preponderante en el Metro de Caracas es la
sociabilidad mínima, luego se encuentra la sociabilidad reducida y la sociabilidad
intermedia y amplia.
125
Quizás un ejemplo sirva para revelar nuestro enunciado; una pareja de novios
que transita por un centro comercial cualquiera, tiene manifestaciones de
cooperativismo y afecto propias de ese tipo de relaciones en condiciones
normales (nuestro ejemplo no incluye los cataclismos amorosos), y cualquier
individuo que dirija su mirada a la pareja se dará cuenta de su condición o al
menos la sospechará; en el Metro esa condición no es tan evidente y la mirada
del individuo debe ser mucho más acuciosa para darse cuenta de qué tipo de
relación guardan esos sujetos. Es indudable que el espacio del centro comercial,
como cualquier espacio, configura sus manifestaciones y determina en cierto
grado sus formas de interacción, tampoco estamos negando que haya a diario
en el Metro de Caracas manifestaciones afectuosas abiertas de parejas, pero lo
que sí sostenemos es que la condición de noviazgo como un tipo de relación
social específica (por ejemplo) es más difícil descubrirla dentro del sistema199,
por la capacidad de éste a configurar el tejido social.
126
transporte masivo, cuya tarea es distribuir personas a lo largo de la capital. Este
efecto no tiene nada de extraordinario, todos los espacios son socialmente
construidos y esa construcción configura sus usos así como sus posibilidades
sociales. Está claro, que la codificación social de los espacios puede producirse
desde el espectro del totalitarismo y la imposición hasta formas ampliamente
democráticas. La determinación social de los espacios, desde donde sea
producida, limita las posibilidades de acción así como las interacciones sociales
en dichos espacios, puesto que ningún espacio moderno es completamente
libertario, todos restringen sus usos. El Metro de Caracas, al igual que todo
espacio construido socialmente circunscribe su utilización.
Venta
Entrada
de Anden
Boletos
127
Dentro del esquema también existen espacios de tránsito menores que ayudan
en la circulación de los usuarios, como las escaleras. Como vemos la definición
del sistema es lineal en el sentido de su direccionalidad y de su uso. Esta
linealidad no genera muchas opciones al usuario en cuanto a la usanza del
Metro. Está claro que el diseño del sistema restringe las posibilidades de
usanza. Sin embargo, no es únicamente el esquema de construcción lo que
adecúa la conducta de los usuarios, o más precisamente su sociabilidad.
Estos conceptos que configuran el sistema simbólico del Metro, son los
productores y reproductores de las tácticas y estrategias de control social: son
los términos que definen a la institución, es lo que hay que cuidar, es lo que
debe mantenerse por siempre, son los eslóganes que configuran al sistema200.
Aunque, la producción simbólica, y todo lo que ella conlleva está articulada por
estas categorías, no debemos caer en el error de pensar que ellas (las
200
Entrevista a supervisor de estaciones del Metro de Caracas 15/8/04 (Anexo 4).
128
categorías: limpieza, seguridad y orden) se generaron solas, como una
estrategia sin estrategas, fueron ideadas por un conjunto de individuos, no por
una masa antropomórfica que se mueve por si misma, sino que es producida y
reproducida por personas.
129
22. Conserve su boleto en buen estado.
23. No atraviese la raya amarilla hasta que el tren se detenga y abra sus puertas.
24. No coloque los pies en las paredes.
25. No dañe ni ensucie las paredes del sistema.
26. No escupa.
27. No impida el desempeño de los empleados dentro del sistema.201
Las reglas expresadas aquí, buscan el funcionamiento óptimo del sistema que
descansa en este código normativo, y a partir de él entran en funcionamiento los
mecanismos de control social que ha generado el Metro de Caracas para
encauzar la sociabilidad de los usuarios, y así cumplir con el mayor rendimiento
posible del sistema de transporte. La razón de que se generen con esa
frecuencia los niveles de sociabilidad que observamos, es la existencia de los
dispositivos de control que regulan la conducta de los usuarios, sin la presencia
de ellos la frecuencia de sociabilidades sería indudablemente distinta. Ahora
bien, ¿Cuáles son estos mecanismos? La observación etnográfica nos permitió
distinguir dos mecanismos principales que ahora podemos enunciar y que son
los encargados de restringir la sociabilidad de los usuarios dentro del Metro de
Caracas.
201
www.metrodecaracas.com.ve
130
Todos diseñados con la finalidad de adecuar la conducta, de indicar cuál es la
ruta que deben seguir los usuarios, de evitar la congestión y conseguir la rápida
circulación de los individuos202. Los avisos de información comunican cuáles son
las reglas y normas que deben cumplirse en el sistema, enunciando también los
indicativos que ayudan a los usuarios a encontrar su destino. Pero además de
estos signos y señales, existen un conjunto de mensajes que educan, forman,
urbanizan a los usuarios acerca del sistema, estos mensajes se presentan casi
en su totalidad mediante publicidades institucionales, que crean componentes
ético/morales entre los individuos y el sistema, generando formas complejas de
estados anímicos y motivaciones que obligan superestructuralmente a los
individuos a acatar las normas del Metro. Estos componentes ético/morales se
basan en la inclusión y responsabilización del cuidado del sistema a los
usuarios.
-Se les recuerda a los señores usuarios que deben mantener a sus niños tomados
de la mano.
-Se les recuerda a los señores usuarios que no deben ingerir alimentos dentro de
las estaciones o vagones del Metro, recuerde que la limpieza es tarea de todos
-Se les recuerda a los señores usuarios que deben estar atentos a sus
pertenencias, recuerde que la seguridad es tarea de todos.∗
202
“A nosotros no nos importa como se desplacen, sino que se monten y se vayan”. Entrevista a
supervisor de estaciones del Metro de Caracas 15/8/04 (Anexo 4).
∗
Anuncios hechos por la caseta de información de la estación Silencio, y comunicados a los
usuarios a través de los altavoces del sistema interno de sonido de la estación. Estos anuncios
fueron recogidos en el trabajo etnográfico por el registro fonográfico.
131
Lo que se presenta en este punto es la creación de un contrato social, entendido
como un acuerdo entre miembros de un grupo con el fin de establecer reglas,
privilegios, obligaciones y derechos; es evidente que la creación de este acuerdo
ha dependido más de una dirección institucional que de una actividad
democrática de la sociedad venezolana.
132
de normas o mensajes de publicidad institucional, y puede estar articulado a
través del lenguaje hablado (“Se les recuerda a los señores usuarios que deben
circular por su derecha”) o de sonidos específicos (como la señal sonora que se
emite en los vagones antes del cierre de sus puertas).
133
La existencia de este mecanismo actúa sobre los usuarios reforzando
constantemente su conocimiento de las normas y reglas, al mismo tiempo que
los instruye en la conformación del cuerpo ciudadano del Metro de Caracas. De
esta manera los usuarios conocen cuáles son las normas a seguir, no sólo por la
forma en que éstas son comunicadas sino por su transmisión constante a lo
largo de los veinte años de existencia del sistema, a la par que desarrollan y
reproducen conductas aceptadas y generadas por el sistema para su propio
mantenimiento.
(…) a nivel del inconsciente tanto repetirte algo, algo te queda, eso pasa desde en
la crianza de un hijo hasta con los anuncios al público, los anuncios al público
refuerzan conductas que el usuario debe mantener dentro del Metro, por ejemplo no
acercarse a la raya amarilla (…) se da el anuncio de que no deben ingerir alimentos
tu ves que algunas personas entran y comen escondiditos porque saben que están
haciendo algo que inconscientemente ya se les ha internalizado que no lo pueden
hacer; o sea son un poco de normas que de tanto repetírselas a los usuarios ellos
las internalizan, las respetan y velan por que los demás las cumplan.203
203
Entrevista a supervisor de estaciones del Metro de Caracas 15/8/04 (Anexo 4).
134
La sociabilidad genera mecanismos de control social que la regulan, destacando
cuáles son las conductas aceptadas y cuáles las reprobadas que pueden seguir
los individuos de un grupo. Para un individuo la reproducción de
comportamientos permitidos arrojará interacciones en su grupo social que
pueden abarcar desde el anonimato hasta la aceptación, mientras que la
consecución de conductas reprobadas o no aceptadas generarán reprobaciones
e incluso castigos y sanciones por parte del grupo social.
204
Michel Foucault: Vigilar y Castigar... op. cit., Pág., 178.
135
tiempo, mientras que los individuos observados no sólo pueden ver el
instrumento que los observa mas no a los observadores, incluso aquí reside una
de las capacidades de este modelo, la incertidumbre que genera en los
vigilados, la impermeabilidad de la observación panóptica hace imposible saber
con precisión si el vigilante los observa o no.
∗
Con la única excepción de los vagones del tren, todo el resto de sistema del Metro de Caracas
esta cubierto por cámaras de seguridad que los vigilan constantemente. En el trabajo etnográfico
tratamos en diferentes estaciones de descubrir algún espacio que no estuviera vigilado por el
sistema de cámaras, pero no llegamos a descubrir ningún intersticio o abertura espacial que
pudiera escapar del sistema de seguridad. Para más imágenes del sistema de cámaras ver
Anexo 6.
136
La eficacia del mecanismo de vigilancia-sanción reside en la capacidad misma
del panóptismo para adecuar la sociabilidad. En el Metro de Caracas, cualquier
individuo con el que haya fallado el mecanismo de información-formación, y que
presente por esto una conducta no permitida en el sistema o que atente contra
su cometido básico de transportar personas será rápidamente encauzado hacia
el buen comportamiento, primero, el individuo en cuestión es captado por las
cámaras y reflejada su imagen en el juego de pantallas que posee cada una de
las estaciones en la caseta de información, con un funcionario del Metro
dispuesto para la tarea de observar el sistema; luego el funcionario enuncia a
través del sistema de audio un recordatorio general de las normas, o de la
norma que el individuo captado está incumpliendo, si este llamado no tiene
efecto el empleado del Metro hará un anuncio que involucre y señale
únicamente al usuario transgresor, y si este emplazamiento personal no funciona
entonces se recurrirá a la utilización del personal de vigilancia que de forma
coercitiva resolverá el asunto. Las soluciones más comunes son el desalojo del
usuario o usuarios transgresores de las instalaciones, si la falta amerita una
mayor severidad los usuarios serán registrados en un libro de novedades donde
se lleva el reporte de los hechos atípicos, los estatutos legales poseen castigos
determinados para los individuos que violen normas del sistema Metro, estas
violaciones se consideran como alteraciones del orden y la vía publica∗.
∗
Durante una de las jornadas del trabajo etnográfico violentamos sistemáticamente varias
prohibiciones del Metro, estando en un vagón de la línea 2 accionamos el botón de seguridad
que se encuentra al lado de las puertas del vagón, mientras el tren estaba en movimiento hacia
la próxima estación, el conductor dijo por las bocinas del tren que se había detectado una señal
de alarma y que si la emergencia continuaba se presionara de nuevo el botón, lo cual hicimos, al
llegar a la estación dos funcionarios del Metro de Caracas, esperaban justo en las puertas donde
habíamos accionado la alarma, preguntaron cual era la emergencia, y les explicamos que
queríamos accionar el dispositivo para ver que ocurría, acto seguido nos trasladaron a un cuarto
en la galería de la estación de Las Adjuntas, tomaron nuestros datos personales luego de una
reprimenda verbal, decomisaron nuestra grabadora y nuestra cámara fotográfica (que
recuperamos a los dos días sin el casete ni el rollo llenos de valiosa información) y nos dejaron
marchar con la amenaza de sanciones legales, luego de una amplia explicación a la supervisora
N. C. a quien realizamos a partir de este incidente la entrevista ya mencionada.
137
Veamos un ejemplo, que se registró durante el trabajo etnográfico (en la
estación de Petare), cuando un muchacho de aproximadamente 14 años quiso
impresionar a sus dos acompañantes femeninas, traspasando la raya amarilla:
5. Usuario Transgresor se voltea y ríe con sus acompañantes sin retirarse de la raya
amarilla.
8. Usuario Trasgresor sigue sin chistar a los funcionarios del Metro y ve cómo sus
acompañantes de desentienden de la situación por medio del lenguaje corporal.
138
conoce también que existe un aparato que lo está observando, por su parte el
sistema se reorganiza en torno al segundo dispositivo, al captar la violación de
una norma de seguridad, llama la atención en general y luego con precisión al
usuario en busca de que la vergüenza pública lo afecte y deponga su aspiración
transgresora, cuando esto tampoco funciona entonces entra en uso la coacción
por medio de la fuerza física, que termina echando fuera del sistema al
alborotador.
139
La transmisión de este mecanismo, de orden práctico, también se realiza, como
vimos, por medio de los altavoces que se encuentran a la largo del sistema, es
decir se comunican de manera auditiva, en este caso a través de advertencias o
llamados de atención concretos, así como de indicativos precisos que buscan la
intervención de la coacción física.
140
contra la finalidad primigenia del sistema que reside en transportar individuos
masivamente a lo largo de la ciudad de Caracas. La conformación de una
entidad social que defina privilegios, normas, reglas, sanciones, es decir la
construcción de un contrato social configura en su totalidad un sistema simbólico
que aunque configurado por una minoría, se expandió englobando a todos los
individuos que ingresan al sistema, el reconocimiento de su existencia como
ciudadanos y la posibilidad de ingresar al Metro de Caracas se da sólo si
cumplen con las normas, es decir únicamente si aceptan y reproducen el orden
general de existencia (relaciones sociales y representaciones simbólicas)
regulado por un campo de vigilancia y control social.
10
Clifford Geertz: La interpretación de las Culturas… op. cit., Pág., 93.
141
posible, por ello las personas crean y recrean ese orden, como enuncia Erving
Goffman:
Las reglas tienen eficacia (en la medida en que la tienen) porque las personas a las
que son aplicables creen que son correctas y porque esas personas llegan a
concebirse a si mismas tanto en términos de quien y que es lo que el cumplimiento
de ellas les permite ser como en términos de lo que la desviación implica que han
llegado a ser. El sistema de sanción conexo a una regla es eficaz (en la medida en
que lo es) porque proclama la medida en que un individuo ha llegado o no a realizar
lo que él y los otros creen que debería ser y, en términos más abstractos proclama
el cumplimiento o la desviación por el individuo respecto de las reglas en general.206
206
Erving Goffman, ibidem., Págs., 110-111.
∗
Al escuchar la conversación que mantenía la madre con su hijo, de aproximadamente nieve
años, en la estación Plaza Venezuela (de aproximadamente unos nueve años), pudimos notar
que el motivo de su visita instructiva al Metro de Caracas se debía a que en el nuevo año escolar
el niño comenzaría a recorrer por si sólo el trecho de su casa al colegio y para esto su madre
quería enseñarle todo lo necesario: “cuidado con pegarte a la raya amarilla, mira que hay gente
que se atora en entrar al vagón y entonces empujan a las demás, no vaya a ser que te caigas”,
“siempre con los ojos bien abiertos y pendiente de los carteles”, “no es que te vas a poner a
bochinchear con los otros del colegio que se vayan en el Metro, el Metro no es para eso”.
142
Veamos en el siguiente cuadro la presentación resumida de los mecanismos de
control social utilizados por el Metro de Caracas para encauzar la sociabilidad de
los usuarios:
143
Si la operación del primer mecanismo, falla de alguna manera en cuanto a la
transmisión o en lo que se refiera a la instrucción de las normas, el segundo
dispositivo, el mecanismo de vigilancia-sanción entra en acción, coartando y
coaccionando de manera más firme la sociabilidad de los usuarios, a partir de su
organización en un modelo panóptico, que tiene como efecto principal inducir al
observado, en este caso los usuarios, un estado consciente y permanente de
visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del encauce social. Este
modelo aligera la violencia física porque tiende a lo incorpóreo, permite la
evitación de la acción punitiva corporal, al tiempo que garantiza su economía (en
material y tiempo) y su eficacia (por su carácter preventivo y su constante
funcionamiento), “su excelencia consiste en la gran fuerza que es capaz de
imprimir a toda institución a que se lo aplica”207.
207
Michel Foucault, Vigilar y Castigar, op. cit., Pág., 209.
144
Todos los seres humanos poseen la capacidad de relacionarse con sus
semejantes, y en principio esta posibilidad que está compuesta por una amplia
gama de formas (níveles de sociabilidad) se efectúa en cualquier espacio social,
no obstante, los espacios están cargados de significaciones y de intenciones
sociales208, y la construcción social de los espacios determina las formas de
interacción permitidas en dichos lugares, es así, como en el Metro de Caracas
se encauza la sociabilidad de los usuarios, primeramente por su autodefinición
como espacio social determinado única y exclusivamente para el transporte de
individuos, y en segundo lugar por la creación de mecanismos de control que
actúan sobre los usuarios si estos transgreden las fronteras y los límites
establecidos para la realización de interacciones. Todas las conductas y
sociabilidades están permitidas en el sistema menos las que violenten el orden
que el Metro ha delimitado minuciosamente, por ello las sociabilidades que más
se presentan son la sociabilidad mínima y la sociabilidad reducida porque ellas
no representan infracciones contra el sistema, de hecho engendran la
sociabilidad que requiere el sistema para mantenerse recreando socialmente los
espacios autodefinidos del Metro, mientras que las otras sociabilidades (amplia e
intermedia) sí representan infracciones, porque implican relaciones sociales más
elaboradas, relaciones de arraigo y solidaridad que han sido y son diariamente
negadas por el Metro de Caracas, pues separarse del otro humano es la gran
estrategia de supervivencia del sistema Metro.
208
Teresa Ontiveros: “Densificación, Memoria Espacial e Identidad en los Territorios Populares
Contemporáneos”… op. cit., Pág., 31.
145
prestigio sin igual dentro de una nación que considera a las instituciones
públicas como inservibles y caducas. El sistema piensa al usuario del Metro, por
medio de sus mecanismos de control, y parece haber seguido la premisa de
Maquiavelo, “es mejor ser temido que ser amado”209, lo fundamental es
transportar a los individuos por la ciudad de Caracas de la manera más rápida
posible, y para alcanzar este objetivo es imperante regular su sociabilidad,
restringirla, primero formando un cuerpo social que les produzca motivaciones y
estados anímicos, que en definitiva los haga respetar las normas, y los
responsabilice a ellos tanto como a los empleados o el mismo sistema de las
fallas que pueda haber, y luego construyendo y manteniendo mecanismos de
control que aseguren su cumplimiento y actúen en el caso de que algunos
usuarios no cumplan bien su rol en el sistema.
209
Nicolás Maquiavelo: El Príncipe… op. cit., Pág., 79.
210
Como escuchamos manifestar a una señora dentro de la estación El Valle, mientras
realizábamos el trabajo etnográfico: “esto es lo único serio y ordenado que queda”.
∗
Conversación espontánea durante nuestro trabajo de observación en la estación El Silencio,
que tomamos como titulo del trabajo.
146
construcción ciudadana del orden, esa Venezuela profunda no sólo es posible
encontrarla en los territorios alejados a Caracas, porque ella se muestra con
cada intento de trasgresión al orden diametralmente opuesto que representa el
Metro de Caracas con respecto al resto de la ciudad, caracterizada por el caos y
el desorden.
211
Todo lo que sabemos del sistema de transporte subterráneo de Paris se lo debemos a Teresa
Ontiveros, y a la lectura de Marc Augé: El Viajero Subterráneo. Un Etnólogo en el Metro. Editorial
Gedisa, Buenos Aires, 1987.
212
Debemos todo lo que conocemos acerca del sistema subterráneo de transporte de Londres,
de Inglaterra en general a Adriana Gregson.
147
consecuencia de la llegada del sistema es el alcance de una verdadera
ciudadanía a través de una señal de progreso; la otra profesaría que el resultado
del establecimiento del sistema es la abolición de la libertad humana por medio
de la anulación tecnológica. Nosotros no estaremos en consonancia con
ninguna.
213
Fernando Coronil: “Del Eurocentrismo al Globocentrismo: La naturaleza del
poscolonialismo”… op. cit., Págs., 89-90.
148
sistema, reinventan el mundo y las formas de vida sociales y se erige como el
centro de control de éstos (por esto es sagrado como decía el señor trujillano), y
los protagonistas del drama siguen el papel que les ha tocado a la perfección.
149
Caracas y su manutención a lo largo de veinte años en la sociedad venezolana,
está en preguntarse con cierta rigurosidad por qué el Metro y no otra cosa, por
qué se construye este modelo y no otro, por qué se acepta, por qué se
mantiene, son esas precisamente las cuestiones que hemos tratado de despejar
a lo largo de la investigación a la vez que cumplimos con los objetivos
planteados, y sin los cuales no hubiéramos podido acceder a esta última.
214
Marc Augé: Los No Lugares. Espacios del Anonimato… op. cit., Pág., 36-41.
150
occidentalismo para diferenciarse del otro (del resto del mundo), mientras que
esos otros (nosotros) buscan desesperadamente los modos de alcanzar ese
peldaño, y luego de algunos años, décadas, siglos la meta se transforma en
otra, pero mantiene el mismo orden diametralmente opuesto, cual maldición de
Sísifo.
151
152
IV. CONCLUSIONES
153
para finalmente, y valiéndonos de estos aportes, plantear una concepción propia
de sociabilidad, la cual definimos como una capacidad natural y un medio
cultural propios de las sociedades humanas que le otorgan al hombre la
posibilidad de relacionarse con sus semejantes, constituyendo un orden general
de existencia.
215
Erving Goffman, Relaciones en Público (microestudios del orden público)… op. cit.
154
sociabilidad mínima generada por la única condición de la interacción más
simple de individuos o grupos que se relacionan entre sí sólo por el hecho de
ocupar espacios comunes.
216
Marcel Mauss, Manual de Etnografía… op. cit.
217
Manuel Delgado: El Animal Público: Hacia una antropología de los espacios urbanos… op. cit.
155
hasta las 11:00 PM en cuatro grupos de cuatro horas y media cada uno, a fin de
confeccionar el procesamiento de los datos etnográficos.
218
Clifford Geertz, La interpretación de las Culturas… op. cit.
156
de, como hemos dicho, las dimensiones de tiempo y espacio, o mejor dicho del
contexto, término que tomamos de Isaac Joseph219.
219
Isaac Joseph: Erving Goffman y la Microsociología… op. cit.
157
Ambos mecanismos se encarnan a partir de un código discursivo conceptual
autodefinido por el sistema que engloba principalmente a tres nociones:
seguridad, orden y limpieza.
El siguiente fin, que se debía analizar era determinar cómo se transmitían estos
mecanismos de control social a los usuarios del sistema. Se rebeló, que los
dispositivos de control social que encauzaban la sociabilidad de los usuarios
dentro del Metro de Caracas se transmitían, a través de diversas formas. El
mecanismo de información-formación, se comunica de manera visual y auditiva,
conformando una serie de contenidos que abarcan desde el recordatorio de
normas y reglas hasta los mensajes institucionales. De la misma forma, visual y
auditiva, es transmitido o comunicado el segundo mecanismo de control social
de vigilancia-sanción, en este caso a partir de la visualización de las cámaras de
vigilancia, las advertencias concretas e indicativos al personal del Metro que
pueden devenir en la coacción física.
Para finalizar los objetivos que responden al espectro teórico del control social
nos propusimos explorar los resultados que tienen en el comportamiento de los
usuarios los mecanismos de control social. Este objetivo se disipa en parte con
la solución de los anteriores; el principal resultado o consecuencia que tiene
sobre los usuarios la utilización de los mecanismos de control social, es la
conformación de una entidad social que defina privilegios, normas, reglas,
sanciones, es decir la construcción de un contrato social que configura en su
totalidad un sistema simbólico, que genera, permite y restringe a los usuarios el
reconocimiento de su existencia como ciudadanos y la posibilidad de ingresar al
sistema del Metro de Caracas, todas las secuelas que le siguen a esta
disposición del cuerpo ciudadano son producto de ella: el seguimiento de las
reglas y normas, la moderación de su sociabilidad, la custodia del sistema, etc.
Es aquí donde reside la eficacia de los mecanismos de control social en
convencer a los usuarios de que ellos también forman parte del Metro de
158
Caracas, y que por lo tanto son garantes de la seguridad, el orden y la limpieza
dentro del sistema.
Ahondar sobre cuáles son los efectos de la construcción del sistema Metro de
Caracas es penetrar también en las consecuencias que ha tenido la creación de
ese marco ético/moral de resolución ciudadana; en este sentido, los resultados
de la construcción y mantenimiento a lo largo de veinte años del sistema de
transporte subterráneo podría generar, como hemos dicho, dos hipótesis o
conjeturas principales, una creería que la consecuencia de la llegada del sistema
es el alcance de la ciudadanía mientras que la otra profesaría que el resultado
del establecimiento del sistema es la abolición de la libertad humana por medio
de la anulación tecnológica.
159
La interpretación antropológica que propugnamos habita en la conformación
desigual del sistema mundial y en las también disímiles relaciones interétnicas o
internacionales (como se prefiera), que han configurado un orden
diametralmente opuesto entre unas sociedades superiores y otras subalternas,
en estos convulsionados tiempos de principios de siglo buscan las subalternas
desesperadamente igualarse a las superiores que dictaminan los discursos y
prácticas que deben consumar las primeras para conseguir ese reconocimiento
aunque esa desesperación pareciera ser una carrera maniática sobre todo
después de cincuenta años de planes de desarrollo aplicados a la perfección por
ambos competidores. Es, cierto que la construcción y mantenimiento del Metro
de Caracas funda una ciudadanía en el sentido de la creación de un contrato
social en este caso impuesto, como también es cierto que el sistema restringe
los comportamientos y acciones de los individuos y en esos términos limita su
libertad; pero el asunto está, como hemos enunciado, en la búsqueda de las
razones de su instauración y manutención, no importa si estos orígenes nos son
desagradables, la finalidad de la antropología, entre otras, es ampliar el universo
del discurso humano, por ello una interpretación antropológica debe ser “capaz
de trazar la curva de un discurso social y fijarlo en una forma susceptible de ser
examinado”220.
220
Clifford Geertz, La interpretación de las Culturas, op. cit., Pág., 31.
160
ancladas fuera del sistema, las causas que originan la presencia de estas
sociabilidades son los mecanismos de control social diseñados por el Metro de
Caracas para encauzar la conducta de los usuarios, los cuales son, el
mecanismo de información-formación presentado de modo discursivo y el
mecanismo de vigilancia-sanción de carácter práctico, ambos se transmiten a los
usuarios del sistema de forma auditiva y visual, el primero conforma un código
ciudadano del deber ser mientras que el segundo engendra los castigos
punitivos y actúa cuando falla el primero, esta sustentación del control social en
el Metro de Caracas que regula la capacidad con natural al hombre de
relacionarse con sus semejantes, es decir, la sociabilidad es construida y
mantenida por los veinte años de operación comercial del sistema como
consecuencia de la instauración misma de un modelo preexistente encarnado en
los fines de la modernidad basados en la necesidad de trasladar individuos a
grandes distancias de espacio de manera veloz y eficaz, al mismo tiempo
responde a las tendencias arraigadas en el “tercer mundo” y más precisamente
en Venezuela del imaginario del desarrollo y el progreso que es representado y
producido tanto por ideas como por artefactos, generados en el “primer mundo”,
es decir, en los lugares privilegiados de enunciación del sistema mundo
moderno.
Intentamos en esta investigación, tal como hemos dicho, cubrir tres aspectos de
la vida social contemporánea: la sociabilidad, el control social y la modernidad,
en la medida en que estas estructuras se hallaban presentes en el Metro de
Caracas, nuestro objeto de estudio lejos de ser una clásica muestra de los
intereses de la antropología, presentó la particularidad de ser una de las
instituciones modernas que la disciplina se ha negado a objetivizar (con precisas
excepciones). La importancia que depara para la antropología intentos como el
nuestro, de abordar el mundo social y cultural de la convulsionada modernidad
de principios de siglo y de las estructuras que la fundamentan, reside en la
necesidad y responsabilidad trascendental que tienen hoy en día las ciencias
sociales de brindar nuevas alternativas a los rumbos que sigue el mundo
161
contemporáneo, de dirigir su mirada hacia nuevas perspectivas de análisis,
hacia nuevos saberes, hacia nuevos objetos, hacia nuevas prácticas, de
desanclarse de la noción de salvaje y de las clasificaciones en “mundos”.
162
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172
ANEXOS
Anexo 1
Mapa de las líneas del Metro en la ciudad de Caracas
173
Anexo 2
Muestras de campañas publicitarias que toman al Metro como modelo
174
Anexo 3
Tablas frecuenciales de los niveles de sociabilidad
Sociabilidad Mínima:
De Transito A A A A
De Espera A A A A
De Apropiación D D C C
Sociabilidad Reducida:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Transito A C A C
De Espera A C B C
De Apropiación D C C D
Sociabilidad Intermedia:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Transito D C B B
De Espera B B A A
De Apropiación D C B D
175
Sociabilidad Amplia:
Espacios/Horarios 5:00 - 9:30 9:30 – 2:00 2:00 – 6:30 6:30 – 11:00
De Transito B B C D
De Espera B B D D
De Apropiación B A A B
176
Anexo 4
Entrevista a supervisor de estaciones del Metro de Caracas Realizada en la
Estación Las Adjuntas el 15/ 8/ 2004.
¿Podría decirme su nombre, el cargo que posee como trabajador del Metro y
desde cuantos años trabaja aquí?
Por qué no se creó otro sistema de transporte, yo me imagino que sería porque
aquí se podía aprovechar lo que es el subsuelo de la ciudad mientras que el
tranvía que era otro proyecto era a nivel superficial, es más, el proyecto del
Metro está atrasado porque si te pones a ver todo lo que se pudo haber
aprovechado si se seguía con el plan de proyectos de ampliación. Fíjate que
ahorita a pesar de que está el Metro, tu ves que las colas hacia el este son
espantosas, porque Caracas está sobre poblada y fíjate que el Metro no da
abasto todavía y aquí la hora pico es fuerte, hay estaciones donde no puede
haber fallas ni en un solo tren porque se colapsa el servicio. Fíjate tu, que no sé
177
si te has dado cuenta que los nuevos trenes ya les han quitado asientos y les
han hecho modificaciones porque ya no estamos hablando de confort sino de
transporte, antes el Metro era un transporte del que se hablaba que era eficiente,
seguro y confortable ahora se habla de que el transporte es seguro y
confortable, mas sin embargo con la situación del país, este, con el problema de
la policía metropolitana ya dentro del Metro la seguridad se ha desplazado
también.
El Metro fue creado para transporte y la actitud que tiene el usuario en la calle es
diferente a la que tiene una vez que ingresa al sistema, antes se veía más que
los usuarios se comportaban igual arriba que aquí hasta se cambiaban la ropa
inclusive desde que yo entré, yo entré en el ochenta y cuatro, cuando el usuario
se trasladaba al Metro de Caracas era algo tan diferente a una camioneta que él
asumía otra conducta y a nosotros nos empezaron a ver como un símbolo de
respeto, mas sin embargo la necesidad de construir otras estaciones hubo un
incremento muy rápido del personal del Metro y fue bajando la calidad de ética
del trabajo. Pero el usuario sí se transforma, el usuario que está afuera todavía
conserva las instalaciones, pero no solamente el usuario, es también que el
sistema todavía le da importancia a lo que es la limpieza y el orden. Ese sistema
de cambio lo refuerzan las normas, lo refuerzan la vigilancia, también los
mismos usuarios informan cuando hay alteraciones, los mismos usuarios lo
hacen parte de su vida porque imagínate tu que se paraliza el Metro, no todo el
178
mundo tiene un carro para trasladarse, forma parte también del lucro y del
ingreso del dinero de las personas que no tienen otra sino usar el Metro.
¿Cuáles son para usted las razones que hacen que los usuarios se comporten
de esa manera cuando están en el Metro?
Mira no te las puedo decir así como tal, pero te puedo decir que el usuario tiene
un reforzamiento psicológico, tu sabes que a nivel del inconsciente tanto
repetirte algo, algo te queda, eso pasa desde en la crianza de un hijo hasta con
los anuncios al público, los anuncios al público refuerzan conductas que el
usuario debe mantener dentro del Metro, por ejemplo no acercarse a la raya
amarilla, este abstenerse de correr, aunque bueno ese anuncio lo han
minimizado porque por la cantidad de usuarios a nosotros no nos importa como
se desplacen, sino que se monten y se vayan, aunque también por medidas de
seguridad no deben correr, se da el anuncio de que no deben ingerir alimentos
tu ves que algunas personas entran y comen escondiditos porque saben que
179
están haciendo algo que inconscientemente ya se les ha internalizado que no lo
pueden hacer.
El Metro antes tenía tres lemas seguridad, eficiencia y confort. Seguridad porque
todos los equipos que tiene el Metro de Caracas tienen medidas de seguridad si
falla el primero actúa el otro si el segundo falla es ya una contra segura en todo
lo que es implemento de seguridad tiene falla contra segura, o sea que si llega a
fallar el sistema ya es una falla de fabricación. Ahora fíjate bien, si al usuario le
pasa algo es porque viola las normas existentes dentro del sistema, cualquier
imprevisto que suceda es un imprevisto del sistema. Entonces, seguridad,
eficiencia y confort, eficiencia por el personal cada uno de nosotros tiene cursos
especializados para cubrir su determinado rol en la empresa. Y confort, porque
tienes comodidades, y le dan al usuario las expectativas que tienen, esto es
como una línea aérea. Pero ya no son los mismos eslogan porque llegó un
tiempo donde ya no es confortable los equipos se están envejeciendo al igual
que la nomina de nosotros, esto bueno el confort va a disminuir mientras el
servicio no se siga ampliando.
Mira de repente hay algunas consecuencias malas como no sé los terrenos que
fueron expropiados de repente también los lugares así por donde pasa el Metro
como Caricuao que tal vez el ruido moleste a la gente que vive ahí. Pero así, en
general creo que todas las consecuencias son positivas, no sé como sería
Caracas hoy en día sin el Metro, o sea sería un caos total, porque la ciudad cada
vez está más sobrepoblada, entonces yo creo que es una consecuencia positiva
la construcción y todo el mantenimiento del Metro.
180
Anexo 5
Muestras de señales, símbolos y mensajes que se presentan en el Metro de Caracas
181
Estación Petare (línea 1)
182
Anexo 6
Muestras de las cámaras instaladas en el Metro de Caracas
183
INDICE DE FOTOGRAFÍAS
Cartel publicitario “el orden no depende sólo de él” (estación Petare) ________ 130
Altoparlantes del sistema de audio interno de la estación (estación Petare) ____ 131
184
INDICE
Introducción __________________________________________________________ 7
185