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cultural.
Objetivo
En el siguiente trabajo, analizaremos los elementos culturales del mito de creación de la
comunidad Wirarika a través de las interacciones de entidades por medio de los interactores
considerando al mito como replicador de un sistema cultural que no está ajeno a entidades
externas que a través de la interacción generen una resignificación del mismo. A la vez
intentaremos lograr un planteamiento metodológico para una investigación que permita
explicar los cambios culturales que hay dentro de un sistema a través del análisis
estructural.
Introducción:
Plantear analizar la dicotomía entre sociedad-ambiente, nos lleva a profundizar hasta puntos
finitos las interacciones y fronteras de los elementos que le dan esencia a cada uno y
posiblemente hasta identificar los núcleos clulturales llamados así por Steweard cultura
core, por lo que no podemos aislarlos y verlos por separado. A lo largo de la historia de la
ciencia se ha mantenido un recelo de uno a otro, pero consideramos que hay los elementos
para hablar y proponer una metodología que nos permita ampliar a través de la
interdisciplinariedad las formas de observar y analizar tantos los hechos sociales como los
hechos naturales.
Ya en la antropología a través del relativismo cultural de Boas, se planteaba el
análisis de la cultura en relación con su entorno, sólo que se veía muy aislado y ajeno a un
entorno fuera del sistema cultural, hubo posiciones extremas de algunos seguidores
Boasianos a las que Leticia Durand refiere, “la cultura debe ser abordada, de acuerdo con
Kroeber, a partir de sus propias manifestaciones, pues no existen causas exteriores que
puedan explicarlas“, (Durand,2002:171).
Hoy en día no podemos seguir aislando las interacciones y dejar de considerar los
factores ambientales que determinen cierto sistema cultural, Geertz en Durand sugiere que,
“es imposible pensar en un sistema de interacción donde se generan relaciones dinámicas
que provocan movimiento o desarrollo” (Durand,2002:172) y estos movimientos por ende
nos llevan a generar o reestructurar la cultura de cualquier grupo social enclavado en un
sistema biótico, así como a la inversa los mismos comportamientos culturales en un tiempo
biológico generarán cambios que después podrían ser patrones genéticos en cierta
población.
La pregunta es en qué debemos focalizar nuestro análisis para una aproximación de
las causantes de cambios culturales en un grupo social. Consideramos que el proceso de las
interacciones sería el punto focal para su mayor aproximación. Morán en Durand lo sugiere
así, “Steward rompió con los planteamientos de la antropogeografía y el posibilitismo, ya
que para él el elemento crucial en el análisis no eran ni la naturaleza ni la cultura, sino el
proceso de interacción entre la organización social y los elementos del ambiente apropiados
por un grupo cultural” (Ibid). Por ello consideraremos al proceso de interacción como
primordial para la propuesta metodológica aquí planteada.
El proceso de las interacciones para este trabajo serán los grupos de individuos, ya
sea la comunidad en conjunto, los marakames, el consejo de ancianos, la misma familia o
un individuo Huichol que serán referidos como interactores (ver diagrama 1) quienes
puentean entre el mito como replicador y las instituciones sociales como elementos
culturales, viajando a través de flujos de información cultural que no está ajena a un
contexto social y ambiental y que nos permitirán identificar los núcleos culturales que
mantengan y se sigan reproduciendo o los que sean modificados, para así conocer que
determinan sus modificaciones.
Identificar los núcleos culturales nos llevará a analizar los factores que determinen
un mayor peso hacia los elementos sociales o los elementos ambientales. De entrada
consideramos que debe de existir una interacción de ambos y la dialéctica llevada entre
ellos es lo que nos va generando las diferencias y conforme al contexto donde se dé y cómo
se da la dialéctica, podremos identificar los elementos determinantes que den ventajas de
uno sobre otros y no tanto identificar cuál es más presencial o primigenio, sino cual tiene
mayor presencia en un determinado punto.
En aquellos tiempos nadie sabía nada del peyote. Además, había total oscuridad, ya que el sol
aun no había aparecido. El fuego según el mito huichol, no era conocido en el Mundo celestial,
hasta que una zarigüeya Yeuxu, que tenía una conexión especial con el infierno y los muertos,
se arriesgo a entrar a dicha región infernal y se las ingenio para robarle el fuego a su terrible
guardián.
Un hewi llamado Watakame, estaba marcando y cortando árboles y matorrales con su hacha
de piedra, preparando el terreno para sembrar maíz, fríjol y calabazas. Cada noche regresaba
agotado a su casa, después de desmontar y quemar para la siembra, pero al día siguiente
siempre descubría que lo que había desmontado estaba otra vez en su lugar. El no se lo
explicaba, hasta que la Abuela Naturaleza Nakawe, con su bastón sembrador de bambú se le
aprecio, y el se dio cuenta que era ella la que había puesto en orden lo desmontado. Con la
razón de que su preedición era no valía la pena sembrar, ya que todo estaría sumergido por un
diluvio, y solo Watakame sobreviviría. La diosa consigo llevaba a una perrita de color negro
con una mancha blanca, le enseño al hewi como hacer caja de agua, parecida a una balsa, con
materiales del árbol de ámate, y le comento que se lleva vara consigo a la perrita. Cuando el
agua subió, la abuela encerró a los dos en la caja, y se sentó sobre de ella remando por las
cuatro regiones del mundo. Después al bajar el agua, puso la caja en la tierra y empezó a
devolver la vida a las plantas y animales. Watakame y la perrita se albergaron junto a unas
rocas, y empezaron a buscar las cinco mazorcas para sembrar maíz. Puesto que él no tenia
esposa, se preguntaba quien le haría sus tortillas y su atole. Cada noche a su regreso de
coamiliar, se encontraba con atole y tortillas, preguntándose que pasaba ahí, le pregunto a la
anciana que pasaba. Al día siguiente observo como la perrita se ocultaba detrás de la cueva, y
de rato vio como salio una mujer joven desnuda, con un jarro de agua. El siguió las
instrucciones de la diosa abuela, y el entro a la cueva y observo la piel de la perrita con el
lunar blanco en el cuello, a lado estaban las cosas para preparar tortillas, el metate y la piedra
de moler, y la blanca agua de nixtamal. Por instrucciones de la abuela, el arrojo la piel al
fuego, y después se escucharon hacia fuera unos gritos de la mujer, “me estas quemando”,
rápidamente le hecho el agua para nixtamal en el cuerpo. Los huicholes comentan que por eso
no están blancos, ni negros si no de un color quemado. Ya de Watakame y la Mujer perro, ya
trasformada en ser humano, descendió la nueva raza de los hombres.
El nacimiento del padre sol (Tayaupa) se origino en tiempos antiguos, donde las personas-
animales le preguntaron a la Bisabuela Nakawe que podían hacer para que hubiera luz solar.
Luego de una asamblea uno de ellos tenía que auto-sacrificarse, así un joven huerfano hijo de
la diosa de la tierra y del maíz Utuanaka estaría dispuesto al reto de aventarse al fuego, la
diosa no quería que su hijo muriera, pero el joven quería ayudar a la gente para que tuviesen
su Padre Sol. La abuela Nakawe, y el abuelo fuego Tatewari le comentaron a las personas que
siguieran el sendero subterráneo del joven hacia el este, donde asistirían a su nacimiento en el
Cerro Quemado, en el desierto en San Luis Potosí, en wixikuta. El sol salio de su madre tierra,
el se encontraba agotado por su largo viaje subterráneo lleno de obstáculos con peligrosos
animales, donde subió por las cinco escaleras para lo mundano. Para facilitar el correcto
acenso del fatigado padre sol, el Mara’akame Tatewari, le pidió a Kauyumarie (hombre-
venado) enseño a la gente a construir una silla para el cansado sol, donde actualmente se
sientan los mara’akames. Sacrificaron a un niño para que su sangre vital alimentara al Padre
Sol y de diera suficiente fuerza para poder viajar por el cielo hacia el sur y el oeste, a la
distancia correcta, de modo de iluminar el mundo y hacer que maduraran el maíz y otras
plantas. El shaman Tatewari, estaba ubicado entre los humanos (como antepasados, ellos
mismos shamanes) y los poderes hostiles del universo, incluyendo a las fuerzas potencialmente
inherentes al Padre Sol (otro shaman). Es importante por que ahora el shaman se le nombra
como intermediario entre esos antepasados y se le nombra sucesor del fuego. El sol según los
huicholes pueden enviar flechas de enfermedad a una persona, mientras que el abuelo fuego
usa la enfermedad como castigo de una trasgresión ritual o como recordatorio de una
obligación sagrada o descuidada. Por ello los únicos que pueden curar son los que están en
completa comunicación con estos dioses, que es el mara’akame.
Cacería del hermano mayor. En los tiempos antiguos luego que Tatewari y Nakawe, con la
ayuda de kauyumarie ordenaran el mundo, el gran Mara’akame, reunió a los antepasados
para celebran una asamblea, aquellos antepasados eran dioses, algunos venían de los cuatro
puntos cardinales. Todos aquellos dioses, se quejaban muchos males. Uno sufría de dolor de
estomago, a otro le dolía el pecho, y un tercero las piernas rígidas, otro se había golpeado la
cabeza. Le preguntaron a Tatewari que estaba ocurriendo, “hemos venido a ti para que nos
cures, pues eres el gran mara’akame que hace y deshace” Gracias a sus poderes el gran
shaman adivino todas esas afecciones, se debían a trasgresiones, pues el mara’akame de las
normas establecidas por antepasados. Les pidió que fueran a cazar peyote, donde el sol habría
nacido. Los dioses se prepararon para ir peregrinado elaborando sus ofrendas para ir hacia el
lugar luminoso, donde recogieron agua que dejaban las diosas del agua. Ya estando ahí, el
gran mara’akame vieron huellas de venado, intentándolo cazar, las huellas que dejaban se
convertían en peyote, ya cazándolo y agonizando el peyote, vieron que no se moría si no se
convertía en peyote, así le cantaron y le bailaron, dado que su carne era también peyote.
(Anguiano y Furst, 1978:28-43)
Modificación del sistema cultural huichol a partir del contacto con otras instituciones
sociales.
Comentarios fianles
Por lo tanto podemos enmarcar además de núcleos culturales; la caza de venado y
recolección de peyote, la transmisión generacional del mito y las prácticas médicas
tradicionales, también como las memes que se transmitirán generacionalmente y a través de
interactores que reproduzcan el sistema cultural. Esto es posible a través de la imitación a lo
que Dawkings propone; “Por la imitación, considerada en su sentido más amplio, es como
los memes pueden crear réplicas de sí mismos.” (Dawkings, 2000)
En sí casi idénticas, como ya hemos mencionado quedan vulnerables a cómo son
transmitidos por los interactores y los factores del entorno que afecten la transmisión desde
un interactor externo hasta los núcleos culturales del replicador, Dawkings sugiere que;
“Los memes son transmitidos de una forma alterada. Esto no parece propio de la cualidad
particular del «todo o nada» de la transmisión de los genes. Parece como si la transmisión
de los memes se vea sometida a una mutación constante, y también a una fusión” (Ibid).
Por lo tanto la mutación y fusión constante muestra la cantidad de posibilidades de replicar
en las memes, pero que no dejan de mantener su significado. En sí cambia la forma pero su
significado sigue trascendiendo.
La pregunta a plantear es en ¿qué interfiere para que una meme se reproduzca lo
más fiel posible y a la vez evitar su pérdida? Dawnkigs comenta que; “La selección
favorece a los memes que explotan su medio cultural para su propia ventaja”. Por lo tanto
la explotación del medio se vuelve fundamental en la reproducción de los núcleos
culturales. En sí no tendrá las mismas consecuencias el hecho de que un Huichol interactue
con algún turista o servidor público fuera de su comunidad a que interactué dentro de su
comunidad con el mismo sujeto externo.
Bibliografía:
Eliade, Mircea, mito y realidad, editorial Kaidos, segunda edición 2003, Barcelona,
España.
Giobellina Brumana Fernando, González, Mito: Rito: Lévi-Strauss: Mary Douglas,
Universidad de La Rioja, visitada Junio 09,
[http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=633622]