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Georgina Fors Espejo

CRÓNICA DE MADRID

Lunes 22 de Marzo

El Lunes a las 5.45 empezamos un nuevo viaje hacia Madrid, los primeros minutos en el
autocar fueron muy vivos, porque la gente estaba muy nerviosa para llegar, pero al cabo
de un rato la gente fue tomando su ritmo para dormir, leer o escuchar música.
Hicimos dos o tres paradas para poder descansar un rato y estirar las piernas.
A las 4 mas o menos llegó el momento deseado, entramos en Madrid viendo lo grande
que era, y todo el rato con la misma pregunta donde esta la pensión? Cuando el autocar
paró y abrió las puertas para las maletas todos bajamos, escuchamos la explicación de
los profesores y finalmente nos dieron las tarjetas de las habitaciones, nos instalamos en
ellas, comimos y luego fuimos al museo Reina Sofía, allí Eliécer alquiló unos
auriculares para cada uno y él nos iba explicando los cuadros. Saliendo fuimos a cenar,
quejándonos por el camino porque estaba lejos y estábamos todos muy cansados. Una
vez cenado en el Restaurante, tuvimos toda la noche libre para hacer lo que quisiéramos
y llegar a la hora acordada en el hotel.
En mi habitación todo y que estábamos muy cansadas, nos costó mucho dormir.

Martes 23 de Marzo

Nos levantamos a las 8.30, depende de cada uno, para ir a desayunar a las 9, el
desayuno se basaba en un trozo de pan, mantequilla, mermelada, leche o café.
Una vez recuperadas las fuerzas nos fuimos a visitar la casa de Lope de Vega y
grabamos unos poemas en el jardín e hicimos un recorrido por las calles del alrededor.
Una vez comimos, nos dirigimos hacia la residencia de estudiantes, dónde nos hicieron
una explicación un poco aburrida. Cuando salimos, visitamos el parque del retiro, me
gusto mucho, porque por mucho que hagas fotos, nunca sale igual de cómo lo ves con
los ojos. Tuvimos tiempo libre hasta la hora del encuentro en la Pensión. Mi grupo
fuimos a cenar y luego a tomar algo con unos chicos italianos que conocimos.
Nos encontramos a la una en la pensión, esta noche como todas tuvimos visitas de los
vecinos y los profesores.

Miércoles 24 de Marzo

Mi despertador sonó a las 7.55, me vestí, Pau nos pasó a buscar como cada vez que
teníamos que ir a algún sitio y bajamos a desayunar, tuve la esperanza que el desayuno
fuera diferente, pero no!, así que no comí casi nada.
Cuando nos encontramos con todo el grupo fuimos a visitar el Museo del Prado,
acabada la visita, cogimos el autocar dirección Toledo, una vez llegamos estábamos
cansados y muertos de hambre, pero los profesores no nos hicieron ni caso y seguimos
la visita hasta patearnos un buen trozo de Toledo, a la hora de comer nos separamos y
quedamos a una hora para ir a ver una sinagoga, pero como se tenía que pagar, fuimos a
otra, que a partir de las 7 era gratis. Una vez salimos de la sinagoga, fuimos a ver un
claustro.
Una vez llegamos al hotel, nos fuimos a arreglar para ir a ver el musical “Chicago”
hubo gente, que se quedó en la pensión, pero el resto, cuando Pau nos pasó a buscar
fuimos hacia el Teatro, por el camino empezó a llover muchísimo, y llegamos al teatro
chorreando. Cuando el musical acabo, que por cierto estuvo muy bien, nos fuimos a
cenar y a dar una vuelta por la zona de la pensión antes de ir a dormir.
Fuimos a la habitación a jugar a cartas, nos llegamos a juntar medio bachillerato en la
habitación, hasta que fue la hora, y Eliécer se encargó de vaciarla.

Jueves 25 de Marzo

Alguien de la habitación me despertó, nos vestimos y acabamos de hacer la maleta,


esperamos a Pau y bajamos al comedor a desayunar, esa mañana ya no desayuné el
trozo de pan, esa mañana desayune mis magdalenitas mojaditas en leche de soja de
chocolate.
Una vez todos reunidos, fuimos a hacer el recorrido de los personajes del libro “Miau”
de Benito Pérez Galdós. Eliécer nos iba explicando calle por calle con ayuda del dossier
y gente que lo leía.
Tuvimos tiempo libre, para acabar de comprar algunas cosas y para pasear por la plaza
del sol.
Cuando nos reunimos, Andamos hacia el “Hard Rock café” para comer.
Una vez acabamos de comer, fuimos a la pensión para coger las maletas, ponerlas al
autobús y empezar el viaje de vuelta.
Una vez instalados en el bus, la gente se durmió, otra escuchó música o otras
simplemente descansaron, hicimos dos o tres paradas, y llegamos a las 0.30 de la noche.
Cuando llegué a casa no puede explicar casi nada de tantas cosas que tenía para
explicar.

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