Professional Documents
Culture Documents
Autores
Domingo Asún Salazar
Daniel Molina
Claudia Real
2
INDICE
BURNOUT EN EDUCACIÓN
1. Situación de la Educación en Chile
2. El Malestar Docente.
3. Burnout en Profesores
∏ Estudios realizados.
∏ Conclusiones
3
1. SITUACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN CHILE
Durante la década del 90 Chile había adquirido una estrategia global de desarrollo con un
crecimiento económico sostenido. De acuerdo a informes internacionales, nuestro país aparecía
en una posición de privilegio en competitividad mundial dentro del contexto latinoamericano. Sin
embargo, aunque en Educación se podían apreciar ciertos avances, éstos no se mostraban a la par
con el desarrollo de otras áreas del país.
Al inicio del gobierno del presidente Aylwin, como fruto de más de 30 años de esfuerzos
sostenidos de los sucesivos gobiernos, la educación nacional exhibía logros de importancia en la
cobertura, en el aumento de la escolaridad promedio de los chilenos y en la reducción del
analfabetismo (Ministerio de Educación, 1997).
Luego de la crisis política del 73 y del posterior gobierno militar se produce una
desaceleración en la mejora del sistema educacional. En 1980, en el contexto de las grandes
reestructuraciones de inspiración noeliberal del gobierno militar se intenta la privatización del
trabajo docente, por medio de la cual, los profesores dejan de ser funcionarios del Estado,
quedando bajo la administración de las municipalidades y regidos por la ley laboral común. Con
esto, los profesores pierden muchos de sus derechos históricos, entre ellos la estabilidad en el
empleo, y se dio lugar a una alta heterogeneidad de remuneraciones (García-Huidobro, 1999).
4
Cuadro 1
Cobertura del Sistema Escolar
A partir de 1990 se han desarrollado una serie de cambios para mejorar el sistema de
educación chilena; entre éstos cabe destacar el Programa de las 900 escuelas (P 900), el Programa
de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación (MECE), la expansión sustancial de la
matrícula a nivel pre-escolar, la dictación del Estatuto Docente que representó un aumento
importante del gasto en educación, y la formación de la Comisión Nacional de Modernización de
la Educación. Todo lo cual, se ha dado dentro de un proceso progresivo e incremental de
Reforma Educativa, que adquiere un nuevo y decisivo impulso con el gobierno del Presidente
Frei Ruiz-Tagle, que en su mensaje al país el 21 de mayo de 1996, anunció la puesta en marcha
de un nuevo conjunto de iniciativas de modernización de la educación, cuya principal medida
constituye la implantación del Régimen de Jornada Escolar Completa Diurna entre 1997 y 2001
para el conjunto del sistema escolar subvencionado.
El trabajo siempre ha constituido una actividad de vital importancia para las personas en
relación a su supervivencia. No sólo es fuente de sustento, sino que además nutre de seguridad
interna, dignidad y significado de existencia. Es en el trabajo donde pasamos gran parte de
5
nuestras horas y por tanto, donde estamos expuestos a la mayor cantidad e intensidad de
relaciones interpersonales. El ambiente de trabajo en el sentido más amplio de la palabra, tiene
una incidencia fundamental en nuestro bienestar general. A pesar de que las actividades que
realizan las personas son variadas y cada una de ellas con diverso grado de tensión, complejidad
y demandas que exceden nuestros recursos, se ha podido establecer por diversos autores que
aquellas profesiones que mantienen un contacto sistemático con personas, son especialmente
susceptibles de vivenciar algún grado de malestar en la salud de los trabajadores (Freudenberger
& Richelson, 1980; Maslach & Jackson, 1981; Cooper, 1993; Grosch & Olsen, 1994; Kubassek,
1999). Es precisamente en los ámbitos de la Salud y Educación donde más se ha estudiado la
relación entre trabajo y salud. Desde hace un tiempo se vienen desarrollando una gran cantidad
de estudios en salud ocupacional tendientes a conocer y mejorar las condiciones de trabajo en que
se desempeñan dichos profesionales.
En relación a esto, Cox y otros (1988, citado por Travers y Cooper, 1997) han identificado
el cambio como un factor importante dentro de las fuentes comunes de estrés entre docentes, y
añaden que: “El cambio en sí mismo no es la única causa del estrés, sino la aparición de un
cambio tras otro sin que la mayoría de maestros puedan hacer nada al respecto”.
Por lo que junto a los avances en el sistema educativo, se hace igualmente necesario poner
énfasis en las condiciones de salud en que se desempeña el profesorado. Un ejemplo que
demuestra la envergadura del problema lo constituye la comuna de Santiago donde cerca de un
68% de sus docentes, ha debido ausentarse de su trabajo por licencias médicas. De acuerdo con
6
los antecedentes entregados por la Dirección de Educación de la Municipalidad de Santiago,
entre los meses de enero y junio de 1998, hubo un total de 1488 licencias médicas1:
En nuestro país son escasos los estudios que se han interesado en la salud del profesor,
especialmente de salud mental. Menos aún se han desarrollado líneas de investigación al
respecto, que permitieran dar paso a políticas claras y concretas, difundidas a nivel nacional.
Méndez y Bernales (1996) realizaron una primera revisión de los resultados de un estudio
de Satisfacción Laboral y Profesional en profesores de Educación Media de enseñanza
municipalizada, llevado a cabo en distintas comunas de la Región Metropolitana.
5.- Factores del Contexto Social: referidos a contextualizar el momento y la situación social.
De esta manera, se puede apreciar una transformación en los factores de estrés durante el
ejercicio profesional de un profesor municipalizado, “partiendo de una alta autoexigencia al
insertarse en la carrera, la presión se va trasladando al sistema, al ir apareciendo nuevas
situaciones personales, tales como la formación de una familia, y ciertos cambios administrativos
y curriculares, así como una mayor conciencia de una educación en crisis” (Méndez y Bernales,
1996).
1
La dotación docente a julio de 1999 ascendía a 2167 docentes.
7
Finalmente, los autores plantean la necesidad de considerar estrategias en los programas
de perfeccionamiento o formación continua de los docentes en servicio, lo que ayudaría no sólo a
una perfección técnica o pedagógica, sino a obtener recursos efectivos para enfrentar y manejar
exitosamente, individual y colectivamente, los eventuales conflictos dados por el estrés, tanto
para su vida personal y familiar, como para un quehacer profesional de calidad.
En cuanto a salud física, el 37,7% ha tenido licencias médicas. Los diagnósticos médicos
más significativos fueron resfrío o gripe (42,6%), laringitis o disfonía (17%), amigdalitis o
bronquitis (16,2%), gastritis (13,6%), hipertensión arterial (14%) y lumbago (12,6%), la mayoría
de los cuales se han descrito asociados en alguna medida a manifestaciones de estrés y/o Burnout.
2
Dr. Manuel Cifuentes D., especialista en Salud Pública y Salud Ocupacional, docente del Dpto. de Salud Pública de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción.
8
aburrido/a (53,6%); frecuentes dolores de cabeza (35,5%); asustarse con facilidad (34,1%);
dormir mal (32,3%) y mala digestión (31,8%).
Por otro lado, un 16,6% reconoce el consumo de fármacos sin prescripción médica, de los
cuales el 75% corresponde a benzodiazepinas.
Se destacan además estudios españoles que han abordado el tema de la salud en docentes.
Esteve (1995) en “El Profesorado: Salud y Absentismo”, pretende confirmar la relación entre las
dificultades en el ejercicio de la enseñanza y la existencia de repercusiones negativas sobre la
salud de los profesores. Se resalta el fenómeno del absentismo en docentes frente al cual se hace
necesario tomar medidas preventivas como forma de controlarlo. En cuanto a la tipificación de
enfermedades profesionales, aparecen en lugar destacado las otorrinolaringológicas, las
psiquiátricas y las de carácter traumatológico. La adopción de medidas preventivas contempla: su
inclusión en los cursos de formación, constituyendo una actividad permanente del cuerpo
docente; la elaboración de una normativa que considere la adecuación de los medios materiales
con los que trabaja el profesor para la preservación de su salud; el diseño de centros escolares que
responda a las necesidades de higiene laboral de alumnos y profesores, y considere el tipo de
trabajo que se va a realizar; y, finalmente, la ampliación de la normativa actual sobre permisos y
licencias para equilibrar productividad, profesionalidad y humanidad. En síntesis, que se
propenda a mejorar las condiciones ambientales, psíquicas y organizativas del trabajo docente
(Esteve, 1995).
Por otro lado, Gómez y Serra (1989) en “Sobre la salud mental de los profesores”,
enfatizan las alteraciones del comportamiento en el profesorado y su incidencia en el ámbito
laboral. Se destacan las bajas laborales por causas psiquiátricas o psicosomáticas en el colectivo
docente. Los diagnósticos principalmente se refieren a procesos de ansiedad y estrés,
elaborándose un perfil psicológico de los profesores afectados: la media de edad era de 40 años,
con mayor incidencia entre los 35-40 años. En relación a los años de servicio, la mayor
incidencia se producía entre los 15-20 años. La distribución por sexo era liderada por las mujeres.
Los profesores destinados en lugares lejanos a su medio social y familiar presentaban un
incremento en bajas psiquiátricas, respecto a los que tenían destinos próximos al domicilio
familiar. Los profesores más implicados en las tareas docentes serán los que sufrirán mayor
conflictividad. Por último, la mayoría no poseía actividades de formación para el enfrentamiento
del estrés o conflictos, ni técnicas de control emocional, ni programas de modificación
conductual. Los autores describen un proceso en el conflicto docente. Al surgir éste, el profesor
procura evitar la baja laboral (especialmente psiquiátrica), “aguantando” lo más posible. Al no
poder evadirse ni enfrentar el conflicto por medio de recursos personales o técnicas psicológicas,
recurre a un tratamiento médico, el que será principalmente farmacológico. Finalmente se sugiere
un plan de intervención que considere: la planificación de programas de autorrealización
profesional, con modelos de comportamiento equilibrados y variados que posibiliten el descanso
mental, con ejercicio físico, relaciones personales y sociales gratificantes, estimuladoras y
reforzantes, con el desarrollo de actividades creativas, lúdicas, aficiones gratas, etc. También se
deben incluir “herramientas” para enfrentar el conflicto: técnicas de relajación, de manejo de
estrés, de control emocional, de asertividad, etc. (Gómez y Serra, 1989).
9
3. BURNOUT EN PROFESORES
Diagnósticos
∏ Seva Díaz (1985), realizó una investigación sobre estrés, malestar psicológico y disturbios
mentales en docentes de Educación Básica y Universitaria de España. Los resultados arrojaron
que un 44,84% del profesorado presentaba un grado importante de malestar psicológico; un
13,07% presentaba alguna alteración psicosomática; y un 14,84% estaba gravemente afectado de
depresión.
∏ Molina, D; Real C. (1999), realizaron una investigación cuyo objetivo fue diagnosticar el
Síndrome Burnout en profesores municipalizados de la Comuna de Limache (V Región), Chile y,
–de acuerdo a los resultados- se diseñó un Esquema de Prevención para dichos profesionales.
Para este diagnóstico se utilizó un instrumento de medición de Burnout: “Cuestionario de
Actitudes ante el Trabajo Docente”, previamente adaptado y validado para la realidad chilena (De
la Rosa et al., 1998).
Los resultados generales del diagnóstico son los siguientes: Docentes clasificados: “Proclive a
Burnout” = 56%; “Con Burnout” = 24%; “Sin Burnout” = 20%.
En general, los mayores porcentajes se ubicaron en el nivel medio para cada categoría, lo que
equivale a la clasificación “Proclive a Burnout”. Las categorías con más altos porcentajes son las
tres primeras: Fuentes de Tensión, Insatisfacción Laboral y Agotamiento Emocional.
10
Validación de instrumentos.
∏ Schaufeli, Daamen y Van Mierlo (1994), en holanda realizaron una validación del M.B.I. en 2
submuestras de profesores de secundaria. El instrumento resultó ser confiable y válido para
evaluar Burnout en profesores cuyo idioma no es el inglés.
∏ Pretorius (1994), concluyó que el M.B.I. era una medida confiable de evaluación en
Sudáfrica.
∏ Ferrando et al. (1996), realizaron una adaptación al catalán del M.B.I. y sus resultados
mostraron una suficiente fiabilidad y validez de constructo.
∏ De la Rosa et al. (1998), realizaron en Chile la adaptación y validación para profesores del
Cuestionario de esparza et al. (1995).
3.2. Conclusiones
⇐ Variables Laborales: aquellos factores que se dan al interior de la organización y que inciden
directa o indirectamente en el desempeño docente.
- Variables Laborales Primarias: son aquellas que tienen una relación más directa e
inmediata en el bienestar del profesor.
11
- Variables Laborales Secundarias: aquellas que tienen una relación más indirecta e
mediata en el bienestar docente.
Variables Individuales
Variables Sociales
Variables Laborales
Variables Laborales Primarias Variables Laborales Secundarias
12
4. Intervención (Prevención y/o Tratamiento) del Síndrome Burnout en Profesores.
En una revisión a la literatura científica, las técnicas efectivas para el manejo del estrés
consideran los siguientes contenidos: el concepto de estrés, principales mecanismos del estrés,
reconocimiento de los signos de estrés, los estresores (físicos, mentales y sociales), técnicas para
el manejo del estrés que incluyan programas de nutrición - ejercicios físicos – relajación –
reestructuración cognitiva - habilidades de comunicación.
El afrontamiento eficaz comprende todas aquellas estrategias que permiten al sujeto tolerar,
minimizar, aceptar o ignorar la situación de estrés. Se deben distinguir las estrategias de carácter
defensivo y las que permiten resolver el problema, en un proceso de cambio de la relación con el
entorno.
13
• Steptoe ’91 (Taxonomía de doble criterio)
a) Estrategias centradas en el problema de carácter conductual.
b) Estrategias centradas en el problema de carácter cognitivo.
c) Estrategias centradas en la emoción de carácter conductual.
d) Estrategias centradas en la emoción de carácter cognitivo.
14
2. Entrenamiento de la asertividad: La conducta asertiva se define como la expresión directa,
honesta y apropiada de sentimientos, pensamientos, deseos y necesidades. La persona asertiva
es abierta, flexible y respetuosa de los derechos de los demás, al tiempo que es capaz de
reclamar adecuadamente los suyos. En relación a Burnout, el entrenamiento en asertividad
persigue cambiar las creencias y cogniciones que los profesionales poseen sobre sí mismos y
sobre su ejecución laboral. Se supone que así mejorarían sus sentimientos de autoconfianza y
percibirán un control más efectivo sobre sus tareas y funciones. (estudios de Higgins ’86;
Bolle ’88).
5. Rediseño en la realización de las tareas como iniciativa individual: (Phillips, ’84; Glogow,
’86; Maslach, ’82).
6. Distanciamiento mental del trabajo fuera del horario laboral: Hacer ejercicio físico o algún
deporte; practicar yoga o relajación; tener algún hobby, e incluso adquirir compromisos
ideológicos (Maslach, ’82; Freudenberger, ’74; Cherniss y Krantz, ’83, etc.).
7. Tomar pequeños momentos de descanso durante el trabajo: Sirve como un “respiro
emocional” que facilita la relajación del sujeto y su distanciamiento psicológico del
problema (Cherniss, ’81; Zastrow, ’84; Maslach, ’82, etc.).
8. Establecer objetivos reales y factibles de conseguir: Esto permite conseguir y reforzar los
sentimientos de competencia social y efectividad, evitando el sentirse constantemente
frustrado. Es importante asumir experiencias de los profesionales más veteranos, aumentar
los sentimientos de responsabilidad personal con el fin de mantener el compromiso con el
trabajo, y autoevaluarse periódicamente (Cherniss, ’81; Schwab y col., ’86, etc.).
9. Evitar la excesiva implicación con el trabajo y las personas hacia las que se dirigen los
servicios: (Radde, ’82; Maslach, ’82, etc.).
10. Cambiar de puesto dentro o fuera de la organización: Como último recurso para no
abandonar la profesión (Edelwich y Brodsky, ’80; Glogow, ’86, etc.).
15
I. ESTRATEGIAS INTERPERSONALES Y GRUPALES: ROL DEL APOYO
SOCIAL EN EL TRABAJO Y ESTRATEGIAS DE CARÁCTER
INTERPERSONAL.
A este nivel lo que se pretende es mejorar las habilidades de comunicación básicas para poder
aplicar dichas habilidades a situaciones interpersonales conflictivas que pueden presentarse en
ámbitos educativos.
Ya nos hemos topado con algunas de las habilidades necesarias para afrontar este tipo de
tensiones. A través de ejercicios de relajación y de un trabajo cognitivo-conductual interno el
profesor está en una situación mucho más favorable para resolver eficazmente los problemas que
se le presentan en su ejercicio profesional. No obstante, a su estado fisiológico y cognitivo debe
además añadirse un tercer componente: desarrollo de habilidades sociales de comunicación y
fortalecimiento del apoyo social.
Aunque hay dificultades a la hora de definir qué es una conducta socialmente habilidosa,
puede utilizarse como criterio la eficacia de la conducta en tres dimensiones (Linehan, 1984;
citado en Calvete & Villa, 1997):
16
- Comunicación verbal. Contenido o tema del habla.
Están dirigidas a eliminar o disminuir los estresores del entorno organizacional que dan
lugar al desarrollo de Burnout.
Eje central:
Nivel 1 o intervención directa, centrada en el Individuo.
Ejes de apoyo:
Nivel 2 o intervención intermedia, centrada en la relación Individuo/Organización.
Nivel 3 o intervención indirecta, centrada en la Organización Superior.
17
Nivel 2: Intervención centrada en la relación Individuo/Organización (Intervención
Intermedia).
Dirigida a : Profesores y administrativos de cada establecimiento (Director, Sub-director, Jefe
U.T.P., etc).
Objetivo: Fomentar una mejor integración entre los intereses del profesor y los intereses de la
organización.
Método: Grupo de Discusión.
Contenidos: Comunicación horizontal y vertical; Gestión (Administración de los Centros);
Administración del tiempo; Adaptación Persona-Entorno; Participación y Autonomía.
Nivel 3: Intervención centrada en la Organización Superior (Intervención Indirecta).
Dirigida a : Instancias Administrativas superiores: D.E.M. y Directores de los establecimientos.
Objetivo: Establecer un canal de comunicación entre los establecimientos y el organismo superior
(D.E.M.) que atienda a aspectos fundamentales del proceso educativo.
Método: Grupo de Discusión.
Contenidos: Comunicación vertical; Estructura Organizacional; Características Físicas y
Ambiente de Trabajo; Preocupación por la Salud y Recursos; Variables Laborales.
18
BIBLIOGRAFÍA
3. Leiter, M (1994). The Dream Denied: Professional Burnout and the constraints of
Human Service Organizations. Canadian Psychology. Vol. 32, Nº 4, 550-555.
4. Masip Serra, J. (1998). Prevención del Estrés Laboral en Maestros. Centro de Salud
Laboral; Ayuntamiento de Barcelona.
7. Peiró, J.; Salvador, A. (1993) Control del Estrés Laboral. Madrid: Eudema Psicología.
19