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NIETZSCHE Y TA NEGATIVIDAD DE LA VERDAD

HISTORICAlOO

Pedro Angulo Arana

Riedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900) ha impuesto que se hate de su pensa-


miento en este trabajo, en razón que desde su reconocido lugar de filósofo preclaro del
siglo XIX, siempre con personal e identificable estilo, se erigió en teórico-justificador de
la falsificación de la historia.
Antes de entrar propiamente en materia hemos de advertiq que sl bien es cierto
Nietzsche se complacla en su modo asistématico, simbólico, paradójico y estridente, el
mismo que le significó que muchos no le tomaran en serio como filósofo, ello no ha im-
pedido que pueda rescatarse una filosofía seria y brillante del mismo Nietzsche. Leo-
poldo Chiappolol pre.isamente ha reconocido a este respecto, el trabajo llevado a cabo
por Eugen Fink, intitulado: "La Filosofía de Nietzsche", en el que a decir de Chiappo
"libera a Nietzsche de sus másca¡as".
En el anterior sentido, y ya respecto de nuestro tema, estamos convencidos que se
puede extraer de Nietzsche un pensamiento, quizá expresado con lirismo, pero no por
ello falto de profundidad, razonamiento y coherencla, a lo largo de su obra, en el que la
historia es examinada, y sobre todo fustigada, para dar paso a la prédica de la antihis-
toria. Presentar la visión de NIETZSCHE, examinar sus justificaciones y hacerle alguna
crítica, de ser posible, constituirá el cuerpo de este trabajo; reto difícil, pero que se nos
presenta a más de instructivo, como Nietzsche lo hubiera dichovivificante.

I. NIETZSCHE Y LA HISTORIA
Tempranamente, a los 23 años, el 28 de mayo de 1869 inauguró su cátedrd con
un discurso en la Universidad de Basilea, que a poco se convirtió en un opúsculo intitu-
lado: "Homero y la filología clásica". En aquella obra que Nietzsche no destinó al gran
público, sino que repartió algunos ejemplares entre amigos, ya se refiere a la Historia, la
misma que es conceptuada como una disciplina que "quiere reunir en un cuadro gene-
ral los documentos de determinadas individualidades nacionales y encontrar una ley
que sintetice el devenir constante de los fenómenos"lo2. Es.evidente que Nietzsche se
refiere allf a una noción de historia tradicional, tal como era comprendida, y de ella se
hacfa ejerclclo en su época.
Entonces podemos observar el temperamento artfstlco de Nietzsche, su hostllidad
hacia la ciencia, prestigio que ya recubrfa a la Historia, y su amor a lo clásico: "La vida

Fonencia presentada en el IV Coloquio de Btudiantes de Flistoria de la Fontificla Unlversldad


Católica del Perú. Lima, 20 de Noviembre de 1993.
Chiappo, Leopoldo; "NIETZSCI{E, Como experiencia y opc[ón", en [,a Fllo¡ofla Alemana"
deede Nlcoldc de Cuea hasta nueekoe dfac, David Sobrevilla, Editor. Fondo Editorial de
la Universidad Cayetano Heredia, Lima, Perú. 1978, pág. 190.
Nietzsche, F, "Homero y la Filología Clásica", en El Orlgen de
la Tragedla y otrae obrac
póstumas (Obras Completas), hadujo Eduardo Ovejero, Ed. Aguilar, Buenos Aires, fu-
genüna, 1957 , pág. 25.

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es digna de ser vivida, dice el arte. La vida es digna de ser estudiada dice la ciencia"lB
ironiza y luego añade: "Ver los hechos con ojos de historiador es reducirlos a concepto.
siempre perderemos el aroma del ambiente clásico"l&. Paralelamente empieza.u úor-
tigamiento a la ciencia, a la historia y a los historiadores.
En un escrito de 1873 intitulado: "Sobre la ve¡dad y la mentira en sentido exha-
moral", podemos seguir el derrotero de desarrollo de sus ideas. En ese texto publicado
mucho üempo después de su muertelos, Niebsche analiza paralelamente el lenguaje y
la verdad.
hesenta al lenguaje como una convención, una arbihariedad, una forma antro-
pomórfica que sirve para humanizar el mundo. La verdad que sólo se expresa a havés
del lenguaje la disuelve como relaüva. El hombre hata de convertir impresiones nervio-
sas en sonidos, y éstos en nada corresponden a la naturaleza de las cosas.
Dice Niebsche: "Todo lo que separa al hombre de los animales depende de esta
facultad de volatizar las metáforas intuitivas en esquemas, en resolver una imagen en
un concepto". Y en todo aquel ejerclcio de razonarniento sobre el lenguaJe, que apare-
ce modernísimo, la verdad aparece meiros verdad.
Niebsche hace una observación: "sólo en un cierto sentido limitado quiere el
hombre la verdad, en cuanto contribuye a conservar su vida; pero frente al conoci-
miento sin consecuencias para la vida, se muestra indiferente y aun se muest¡a enemi-
go de las verdades que pueden perjudicarle y comprometer su seguridad"l06. Se clasifi-
can así las verdades en inútiles y perjudiciales, que se podrían colocar frente a las ver-
dades útiles y a las benéficas.
Será posteriormente,en 1874, cuando Nietzsche üene 30.años, que es publicada
su obra De Ia Uülidad y de los Inconvenientee de loe estudioe históricoe pa-
ra ta vlda107. En este texto será en el que Nietsche desarrollará, según lo declara en
el prefacio, su conside¡ación sobre el valor y el no valor de la Historia. Asimismo en
este texto, cenhal para nuestro habajo, encontramos el tratamiento que hará Niebsche
de la Historia, pues posteriormente sólo habrán reafirmaciones en aquéI.

II. LAS CI.ASES DE HISTORTA Y SU TNCONVENIENTES


Niebsche, señala la existencia de tres clases de historia a las que denomina: la
monumental, la anticuaria y la crítica.
a) [-a Hietoria Monumental, es la historia que narra lo sublime, los grandes he-
chos de pueblos o de hombres particulares, la historia política, y la historia militar;
ella inspira siempre a la inmortalidad y a la gloria. Los hombres activos que parü-
cipan en grandes luchas la requieren como ejemplo o consuelo.
Pero ocurre que cuando do¡nina las consideración hacia la historia monumental.

103
Nietche, F, "Homero y la ...", ob. cil. p.27.
x04
Idem.
105
Su sobrina Dra H.C. Elizabeth Forster-Niehsche lo dio a conocer en 1,923, apareciendo en
obras complelas de Ed. Aguilar. I

Nlehsche, E, "Sobre h verdad y la rnentira en se¡rtido a<trarnoral" en El Orlgen de la 'Ilage-


dla y okas obras póetumae, Ob. Cit. p.397.
Nieüsche, F, De la Utilidad y de los inconvenienies de los Estudioa Hisfóricos para
la vida, tradujo Gabriel Moner, Ed. Bajel, Buenos Aires, Argentina, 1945.

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grandes períodos de la historia humana son olvidados o menospreciados ,'Se
les
deja correr como un gran río gris 4el cual emergen únicamente algunos hechos
engalanados semejantes a islotes"lo8. También pueden producirse engaños por
analogías que^lanzarían "Al hombre valeroso a empresas temerarias; al entusiasta
al fanatismo"log, señala que en manos y cabezas de ,,bien dotados egoístas,
de fa-
náticos maléficos, los imperios serán, destruidos, los príncipes asesinados; las gue-
rras y las revoluciones fomentadas"ll0. Además expresa qle habrían mayores pe_
ligros si los impotentes y los inactivos se apoderaran y sirüeran de la
Historia Mo-
numental.
b) La Historia Anticuaria, es [a que explica sobre todo los orígenes e identidades,
las hadiciones y costumbres, atesora como las crónicas el patrimonio del
ayer y lo
conserva y venera. Bta historia se corresponde con las actitudes de los que
las es-
criben y de quienes inspirados en ella se dedican a conservar lo lrereclado.
El peli-
gro para Nietzsche está dado porque conduce a venerar toclo
lo pasado y a recha_
zar y combatir lo nuevo. conduce a minar la vida presente y la vic.la superior.
En la historia anticuaria zucede que "el sentido histórico no conserva ya
la vida,
sino que la momifica""'. se verifica que "no tiende más que a conservar
la vida, y
no a engendrar oha nueval Por eso ha,ce poco caso de lo que está en formación,
porque le falta el instinto adivinatorio"r''. Todo lo señalado es el
mal de Ia historia
anticuaria.
c) La Historia críüca, por último, es aquena que censura, denuncia, jwga y
falla.
se erige sobre la necesidad de romper con el pasado y aniquilarle. pero
Nierzsche
encuenha peligroso ahopellar "todos los respetos', l13. según él: ,'desde
el momen_
to en que nosohos somos ros resultados de generaciones anreriores,
somos tam-
bién el ¡esultado de los errores de estas mismas generaciones de
, sus pasiones, de
sus exhavíos, y hasta de sus crímenes. No es posible desprenderse
completamente
de esta cadena. si condenamos estos extravíos .rnyn,-rdo que
nos hemos deshe_
cho de ellos, no por eso suprimimos er hecho de que de eilos haemos.nuesho
ori-
gen' en el mejor caso llegamos a un conflicto enhe nuesba
naturaleza transmitida
y heredada y nuesho conocimiento.l14
Nietzsche señala que estas historias y los modos de usarlas
deben ser colocados
de la. üda, en vista de la vida, "bajo ra dirección suprema de esra
",.,,fri.tól
cla"--. Asi concluirá que "El conocimiento del pasado, en todos los
misma ü_
tiempos no es de
desear sino cuando está al serücio del futuro y del presente, y
no ..,ur,áo debilita el
presente, cuando desarraiga los gérmenes vivos del porvenir"l16.

108
109
Niebsche, De la Utilidad y ... Ob. Cit. p.22.
hídem, p.22.
110
Ibídem, p.23.
lu
lbidem, p.27.
t12
lbídern, p.28.
tl3
hídem, p.29.
114
Ibídem, p.30.
115
Ibídenr p.31.
116
hídem, p.31.

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l19
III. IA HISTORIA COMO UN PEL¡GRO
Nietzsche nos ha presentado a las historias Monumental', Anticuaria y Crítica, en
tanto formas generales identificables en que se escribe historia , y que pueden predom!
nar en una época determinada con los peligros de inspirar o conducir a quienes no de-
be, a promover veneraciones o críticas negativas a la vida.
Fosteriormente, y siempre refiriéndose a un "exceso de estudios históricos", indicará
que aquél, puede ser peligroso en cinco modos distintos:
a) Cuando engendra la contradicción entre el ser íntimo y el mundo exterior debili-
tando [a personalidadllT. Aquí se refiere a la unidad o sentimiento del pueblo que
se debilita ante "una exposición universal" que le ofrece la historia. Recuerda a los
romanos que se hicieron extranjeros en su propio imperio ante "la marea ascen-
dente de cosas exóticas"1l8. Encuentra negativísimo para la unidad alemana, an-
dar "atiborrándonos hasta la indigestión de las épocas ajenas, de las costumbres,
de las artes, de las filosofías, de las religiones, de conocimientos que no son los
nuestros"119 .

b) Cuando da nacimiento a la ilusión de que una época posee más justicia que cua-
lesquiera otra120. Se refiere aquí a que los mismos jueces tienen el ciego deseo de
ser tales, sin que estén animados necesariam ente de la pura voluntad de ser justos,
y se pregunta del historiador virtuoso de una época: "ZEs el hombre más justo de
su tiempo?"121 . L-a generosidad es rara entre los historiadores, finaliza diciendo.
Nietesche sostiene que entre quienes escriben historia, está presente el miedo al
aburrimiento, la envidia, la vanidad, la afición al juego o el acomodamiento indul-
gente y benévolo12z .

De pronto los historiadores piensan que su era "tiene más razén que q!¡guna otra,
y que escribir con arreglo a esta época equivale a escribir con justicia"l23 y "llaman
objetividad" al hábito de medir las opiniones y las acci.orres pasadas con las opi-
niones corrientes en el momento en que ellos escriben""'' . Se juzga, pues, con el
canon "de todas las verdades", y para ello, dice Nietzsche: "La única virtud que
podeis alegar es haber nacido más tarde"''".
c) Cuando se perturba a los instintos populares, qsí como a los del individuo, impi-
diéndoles en general la llegada a la madurezl26 . Se refiere así al peligro del trata-
miento histórico que puede disolver lo elevado cuando disecciona..Fjemplifica que
el cristianismo empalideció luego que fuera.tralado históricamente"' ,"Lo que vive
cleja de vivir cuando se hace su disecclón"1z8. f'resnnta asf una hlstoria desacrall-

tt't lbfdern, p. 38.


I rn
lbrdem.
rre lbídem, p.33.
t2o hídem, p.38.
t2t lbídem, p. 47.
122 lbídem, pp. 46-47
r23 hídem, p.48.
124
loem.
125 hidem, p. 52.
t26 bidem, p.38.
127 lbidem p. 56.
128 ldem.

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zadora, que hace problemas de conocimiento de allí donde se debería extraer
ejemplos para aprender a vivir. Así es que se despoja de ilusiones, de fe absoluta y
la madurez consiguiente. "El hombre se ha convertido en un sinpatria, duda de lo-
das las costumbres y de todas las ideas"l2e. Cita Nietzschn po. últiro a Holderlin,
que luego de una lectura sobre los filósofos griegos expresó melancólicamente lo
trágico que le pareció "lo pasajero y mutable en las ideas y sistemas humanos"l$.
d) Cuando se motiva la creencia en la caducidad humana y en que somos seres r€tar-
dados, epígonosl3l . s"ñulu Nietzsche que el aguijón del medioevo, la amenaza
del fin del mundo o juicio final, con sus secuelas de miedo y paralización, arln tor-
tura a[ hombre. Se tiene un sentimiento de haber llegado tarde, nos oscurece el
sentir la decadencia, tenemos "un sello de canicie"l32. Hay un sentimiento de de-
sesperación por haber llegado rezagados y encontrarnos sin mitos ni garantías.
Sólo los olvidos momentáneos de la "fiebre histórica" permiten alguna actividad y
variar el matiz melancólico de las enseñanzas y educación superiores.
e) Cuando se crean los espíritus de ironía y cinismo, que conducen al practicismo re-
celoso y egoísta que termina para paralizar la fuerza vitalls. Al lado del poder del
hombre, Nietzsche encuentra [a ironía de que vive en el pasado, con la conciencia
de no salvar sus fuerzas y esperanzas. El cinismo, por otro lado, le lleva a abando-
nar su personalidad ante los avalares de un proceso universal sobre el que es im-
posible actuar; entonces "La historia del hombre no es va otra que la continuación
de la historia de los animales y de las plantas"ls
Los principios se descomponen, se llega al hastío de la existencia, al mediocre
abandono o se organiza una filosofía práctica de egoísmos individuales; "nadie de-
berá extrañar que el pueblo perezcÁ de egoísmo y mezquindad, osificado en la
eterna preocupación da sí mismo"'". He allí el fin del ser y de la vida, de lo noble
y sublime y de las imágenes del porvenir, todo lo que Nietzsche deplora.

IV. NECESIDAD DE IA FALSIF¡CACIÓN DE LA HISTORIA


Nietzsche ha hecho una crítica no sólo a los tipos de historia, sino a la historia en
general como disciplina científica. Ha previsto, responsabilizando a la historia, las crisis
en las creencias y en los valores y el general desgano vital, que más tarde retratarán, en
la cultura occidental, Spengler, Manheim, Fromm, Orwel y otros más.
Nietzsche con la misma energía de su denuncia diseña la estrategia para enfientar
el mal. flero, en prlnciplo, no toda hlstoria, no toda verdad hlstórlca, no todo hlstorla-
dor, no toda realidad deben ser combatidos. Recisamente Nletzsche ha dlstlnguido que
hay verdades útiles así como existen las perjudiciales, y obviamente deben existir las
que son inócuas. Habrá t.ambién momentos para servirse de las Historias Monumenta-
les, Anticuarias y críticas'*, por lo que no todas son malas en cualquier momento. y

129
hfdem, p. 58.
130
Ibidem, p.58.
l3l
hídem, p 38.
t32
Ibidem, p. 63.
t33
hidem, p. 38.
t34
hidem, p. 70.
135
hidem, p. 76.
t36
Ibídem, p.88.

Nueva Sí¡rtesis. Nro 3 - 1995 t2l


de los historiadores hay quienes son rescatados, como su amigo Jacob Burckhardt, a
quien admiró y del que conservó la amistad hasta su rnuerte, cosa difícil en la biografía
de Nietsche.
Las historias, las verdades históricas que son y serán atacadas, son las que entra-
ñan peligro para la unidad y la fe del pueblo, para sus esperanzas y madurez, para la
creación y la üda; y la forma de hacerlo será variar, alterar, falsificar. Bcribió
Niehsche: "toda verificación histórica saca a la lu tantas cosas falsas, groseras, inhu-
manas, absurdas y violentas, que forzosamente se disipa la atrnósfera de ilusión piado-
sa en la que únicamente puede prosperar todo lo que tiene el deseo de viür. Pues el
hombre no podría ctear sino con amor; co¡rfortado por la ilusión del amor, alcanzará la
fe absoluta en la perfección y en la justicia. Desde que se obliga a alguien a no amar
de una manera absoluta, se ha cortado laraíz de su poder; desde entonces se secará,
es decir ya no será sincero. Es preciso oponer a los efectos de la historia, los efectos del
arte, que puede conservar los instintos y lrasta despertarlos. Ahora bien, senieJante
manera de escrlblr la hlstorla estarfa en perfecta co¡rtradicción con el rasgo,analítico y
anüarfstico de nuestra época, hasta se llegaría a ver en ella una falsificación
El anterior párrafo será el único en el cual NieLsche se reftere directamente a la
falsificación. En lo siguiente a aquél,y sob¡e todo en las partes finales usará ohos mo-
dos para decir lo mismo. Luego de llamar venenos a los esfudios históricos sostendrá:
"Los cont¡avenenos de lo que es histórico son lo no-histórico y lo supra-histórico"ls-8,
luego añade: "Bajo la denominación de "no-histórico" designo el arte y la fuerza de
poder oMdar y encerrarse en un horizonte limitado. Llamo "suprahistóricas" a las po-
tencias que desvían del devenir la mirada, dirigiéndola hacia lo que da a la existencia
un carácter de eternidad y de identidad: hacia el arte y la re.ligiónlSg.
Niehsche,en diversos modos ataca:"El examen científico,el cual ve en todas partes
un algo devenido,un algo histórico y no un ser, una eternidad"lao,pues todo ello "priva
al hombre de su base de srstentación,de todo aquello que Ie proporciona la calma y la
fe en lo du¡adero y eterno"r'".Termina esa parte diciendo:"lo anü-histórico y lo super-
histórico son los antídotos naturales conha la invasión de la historia en la üda, contra
el morbo histórico. Es posible que nosohos,al estar enfermos de historia, tengamos que
suf¡ir con los anfdotos. Pero esio no es una prueba conha la eficacia del hatamiento
indicado"lf?.En la parte final del texto estudiado Nietzsche sentencia: "todo aumento en
la veracidad debe serür también para preparar y activar la verdadera civilización, aún
cuando esta veracidad pudiera perjudicar seriamente a la disciplina que, por el mo-
mento, goza de la estimación general"l4s . La hansvaluación del valor de la verdad
histórica,'Nielzsche la ha realizado en los cuaho significados que halló Leopoldo
Chiappo, en tanto el hombre es el evaluador de los valores, y él mismo, su üda, es el

t37 hfdem. po.54-55.


r38 rur¿"m, p. g8.
l3e ldem.
r4o hfdem. p.87.
l4l ldem.
t42 hfdem. p. 87.
r43 hfdem, p. 90.

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fundamento de los mismos y por ello los puede devaluar e invertirts.

V. PoR QUÉ PREDICd NIETzscHE IA FALSIFICACIóN DE t.A


HISTORIA
I-a pregunta que hemos planteado es difícil de responder, sin embargo intentare-
mos algún esbozo de respuesta, tanto para completar nuestro trabajo, como para in-
quietar el surgimiento de mejores interpretaciones. A nuestro entender sugerimos cuatro
posibles respuestas, todas ellas biográficas:
a) t-A EXPERIENCIA vITAL: Nietzsche fue un hombre sufriente; desde 1856,
cuando apenas tenía 72 años le empezaron los dolores de cabeza y ojos que desde
entonces jamás le abandonaron, por lo menos no por mucho tiempo. La caída de
un caballo a los 23 años se dice que aumentó sus dolencias. Se le señala además
una discutida infección sifilítica. A los 24 años enfermó gravenrente cle disentería y
faringitis diftérica. Sobre todos estos males se levantó con polente voluntad y
aprendiendo del dolor. Quizá por ello también cuando a los 20 años descubre a
shopenhaueq 5 años después que aquél ha muerto puecle manifestarse así: "su
filosofía hace que el hombre tome sobre sí el sufrimiento voluntario de la humani-
dad"145.
Sólo el que sufre puede comprender tan fácil y entusiásticamente el dolor. Luego
de tener las convicciones propias de un hijo de párroco y nieto de dos párrocos, ha
de haber sido notable el vacío espiritual que sufrió. For ello quizá estimó tanto, las
fuentes en la existencia anímica y espiritual.4-el hombrel6. fuí fue que pudo escri-
bir: "Con Shopenhauer y un nuevo pensar"l47. En general nn ,u, oúru, puede ob-
servarse el relativismo, el dolor, la necesidad de creer y el desencanto ante la
muerte. Toda la experiencia vital, llena de dolor y desencanto, le llevarían a recha-
zar 1o negativo y apostar por lo vital.
b) LA GENERACIÓN DE NlETzscHE: El discípulo que declaró su felicidad y
asombro ante Shopenhauer ha sabido asumir la voluntad, en oposición a la razón;
voluntad que desanolló shopenhauer en contra de la tradición de Descartes,
Leibniz, Kant y Hegel. Obviamente la voluntad lleva de encuentro a los productos
de la razón: llámense lógica o ciencias. El vitalismo de Nietzsche es conespondien-
te en su época al de Guyau en Rancia y al de Butrer en Ingraterra.l€. Ei elitismo
también se presenta casi como una tradición entre los filósofos. Las coincidencias
con el pensamiento de muchos contemporáneos a él lo presentan únicamente co-
mo radical y sincero en su obra y praxis. Nietzsche, pues, había pertenecido a una
generación vitalista y voluntarista, opuesta a lo racional.
c) su TEMPERAMENTO DE ARTISTA: Nietzsche ha opuesto raigalmente el arte
a la realidad, la verdad, la ciencia y la historia. fuí es que íntimamente confiesa:
"Cuando no encontraba lo que necesitaba, debía procurármelo artificialmente, ya

',:. Chiappo, Ob Cit. pp.2O7-208.


:." Chiappo, Ob. cit. pp. 2O7-2O8.
Windelband, Wilhelm, Hisforla General de la Filosofía, tradujo F Larroyo, Ed. Ateneo,
Barcelona, F-spaña, 1970, pág. 623.
]ll
r48
León Herrera, Luis, Ob. cit. p. 181.
Windelband, ob. cit. p. 613.

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por falsificación, ya p?r- invención" y siq;1e "ihan procedido de otro modo los poe_
tas?, iy para qué serviría pues er arte?"'4e. "B ro suficiente,
vivo todavía; y ra vida
no es, después de todo invención de la moral: quiere el engaño;
vive del engaño,'.
Así se expresa en Humano demaslado Humanols
En otra obra Nietzsche ha opuesto el hombre intuitivo al hombre
racional. El ra-
cional es antiartístico, se guía por ra prudencia y el cálculo,
nos dice, está goberna_
do por conceptos y abstracciones, no_alcanza ra felicidad: ,'pues
no pretende más
que vivir con el menor dolor posible"ls1 . En cambio
el hombre intuitivo es irracio-
nal, domina la vida tomando la apariencia y ra beileza por
realidad y se eleva he-
roico sobre las miserias. En Grecia creó cultura y el dominio
del arte sobre la vida;
y termina expresando: "una vida de ésta índole va siempre
acompañada de aquella
simulación artística, de aqueila negación de toda miseria,
de aquel esplendor áe las
intuiciones metafóricas y en general de aquella inmediatividad
de la ifuriáJiur. gn
síntesis diría Nietzsche: El hombre es heredero del cielo
luego de la muerte de Dios;
Sciacca llamó a esto "L¿ profundidad trágica de Nietzsche"fs
d) NlETzscHE PATRIOTA ALEMÁN: El patriotismo de Nietzsche fue praxis
cuando hizo su servicio militar, cuando voluntariamente pidió permiso
en rg70 a
su universidad para participar en ra guerra franco-prusiana, hasta
enfermar gra-
vemente' Su programa por ello, se dirige a la juventud alemana
variándole radi-
calmente Ia educación. B evidente que su noción de la vida
es un objetivo pro-
gramático, así se entiende cuando dice: "exijo que el
hombre aprenda, ante rodo ,
a vivir y que no utilice la historia más que para ponerla al servicio
de la vida una
vez conocida ésta"'* . Nietzsche, cuenta con los historiadores "superiores,,
y
"experimentados" que podrán: "transformar las cosas
más notorias en cosas inusi-
tadas"'*. Revela rambién quien dirigirá: "El esrado debe converlirse en palrón
de
todos los egoísmos sabios, para protegerros, con su poder militar y poricíaco,
con-
tra los excesos del egoísmo poco sabio"ls. Er vitalismo patriota
iá Ni"t ..h"
Ecce Homo dirá: "Sólo a partir de mí se establecerá sobre la tierra gran "n
la políti-
.u"tut y en Más allá der bien y der mar: "El próximo siglo nos promete
ra rucha
por el dominio del mundo, la necesidad de hacer política grandn,,l&.

VI. A MODO DE CONCLUSIONES CRíTICAS


supuesto que Nietzsche no sugiere a todos los pueblos e[ apropiarse
de la verdad y
lanzarse a conquistar el orbe, concluimos que su progra,nu,
huiidá diseñado para Ale-
mania. Entonces, respecto a su modo de entender la historia, observamos
lo siguiente:
149
Nielzsche, F, Humano Demaslado Humano, Ed. Maucci, Barcelona,
150 Bpaña, 1913, p. 10.
Ibldem, p. 11.
I5l
Nielzsche, Sobre la verdad... ob. cit. p. 407.
t52
ldem.
153
sciacca, Michel F, Estudios sobre Fllosofía Moderna, Tiadujo: J. Ruí2,
Ed. Mirache, Bar-
celona, Esp. 1966 p. 240.
154
Nietzsche, De la Utllldad... ob. cit. p. 81
hidem, p.52.
156
Ibidem, p. 79.
t57
Chiappo, ob. cit. p.217.
158
Idem.

t24 Nueva Sínlesis, Nro 3 - 1995


a) E[ modo de entender y pretender usar [a historia es ideológico-político y prográ-
matico, absolutamente distinto a la disciplina que se propone explicar el origen de
los hechos en el pasado, recoger experiencias y proyectarlas al presente y el por-
venir; y sobre todo, presentar al verdadero hombre a sí mismo.
b) La historia únicamente desde la presentación de hechos verdaderos puede conver-
tirse en portadora de material para otras disciplinas, y colaboradora desde su iden-
tidad, en la presentación de programas de convivencia, tolerancia, justicia, fraler-
nidad y paz que diluyan temores, resentimientos, prejuicios y odios. Solamente una
historia convertida por virtud del reconocimiento de su veracidad, en máximo hi-
bunal de apelación en los asuntos humanos, podría manifestar una palabra que
podría ser respetada entre los hombres.
c) Los programas elitistas que deseen conducir a la manipulación de la historia por el
ktado o los grupos que llegasen al poder, únicamente pueden contribuir al aplas-
tamiento de los ciudadanos, al aniquilamiento de las libertades y a la soberanía de
las dictaduras y la injusticia.
Un pueblo que engañosamente pudiera asumir la Autoconciencia de jamás haber
llegado a hundirse en el craso error o haberse dejado arrastrar hacia él; un pueblo que
sufriera la convicción de poseer toda la razón del mundo, la verdad histórica y la cien-
cia, ciertamente podría evitar el sufrir confusiones, frustraclones y doloq pero no podrfa
evitar perder muchos de sus rasgos de humanidad. Un pueblo que pudiera pensar que
posee las llaves de la verdad y los platillos de la justicia, obviamente podría terminar
actuando como dijera Nietzsche, irónicamente falsificado por su hermana y una ideo-
logía, como un frío demonio del conocimiento, que difundiría a su alrededor la atmós-
fera glacial de una majestad sobrehumana y espantosa, que debemos temer y no vene-

rse Nietzsche, De la Utllldad ... ob. cit. p.45.

Nueva Síntesis, Nro 3 - 1995 L26

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