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Introducción
En este ensayo presentamos dos casos de expresión de descontento en Perú relacionados
con la defensa de su territorio y derechos por parte de las comunidades locales, apoyadas
por organizaciones nacionales e internacionales, ante el gobierno y las empresas.
Los casos de la minería en Tambogrande (Paredes, 2008) y el proyecto extractivo Camisea
(Ross, 2008) se comparan para intentar obtener conclusiones sobre las acciones colectivas y
sus puntos fuertes y débiles. Ambos giran alrededor del mismo tema, la explotación de
recursos naturales en regiones menos desarrolladas para beneficio de las empresas
multinacionales y quizás también de la metrópolis, y con claro perjuicios para los
habitantes locales y sus hábitats.
En los dos casos una coalición de fuerzas – organizaciones locales, ONGs nacionales e
internacionales de diferente cuño – intentan oponerse o al menos controlar los impactos de
las actividades extractivas. Las estrategias utilizadas y las problemáticas encontradas son
diferentes, sobre todo debido a la diferente magnitud de los proyectos: en Tambogrande
afecta a una comunidad ya cohesionada y en el proyecto Camisea afecta a diferentes grupos
y entornos – indígenas, trayecto, costa, medio ambiente en general - de muy diferente
manera.
Para el estudio de las acciones colectivas seguiremos la guía de ítems sobre las acciones
colectivas, comparando los dos casos estudiados (Funes Rivas y Monferrer Tomás, 2003).
Por otro lado el proyecto Camisea afectaba a reservas indígenas – valle del Urubamba
(Ross, 2008:204) –, a zonas de alta diversidad y sensibilidad biológica y cultural, y a la
única reserva nacional marina de Perú. En Camisea se descubrió la mayor reserva de gas de
Perú y los gaseoductos atravesaban las tierras mencionadas hasta la planta de
fraccionamiento en la costa. (Ross, 2008:200, 203).
La relación entre las empresas extractivas y las comunidades donde trabajan es clave
(Paredes, 2008: 269). P.e. en Tambogrande operan en un nuevo contexto geográfico y
social, no ofrecen trabajo suficiente y compiten con la agricultura por lo que no fue una
actividad bienvenida (Paredes, 2008:270). Debido por un lado a la creciente globalización
de los capitales y a los crecientes precios de los minerales, y por otro a la falta de confianza
entre los actores involucrados, la polarización de las posiciones y las salidas políticas a
corto plazo los conflictos de este tipo se repetirán e intensificarán (Paredes, 2008:270).
El contexto más amplio en ambos casos es el de una globalización desigual, en la cual las
compañías multinacionales con sede en los países ricos explotan los recursos naturales de
los países en desarrollo de acuerdo con los gobiernos y las élites de estos países que se
reparten los beneficios externalizando los costes indirectos de los proyectos - en forma de
cambios sociales, contaminación ambiental, etc. – a las comunidades locales1. Sin embargo
en estos dos textos creo que las autoras se centran más en el alineamiento entre el Estado y
las empresas, y en el papel de otros organismos internacionales como ONGs y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
Tanto las empresas como el Estado presentan los proyectos como un beneficio para las
regiones y el país en general. El proyecto Camisea permitiría pasar a Perú de ser importador
de energía a ser exportador. Sin embargo la información que se presenta sobre las ventajas
e inconvenientes es insuficiente y no se permite la participación2 de las comunidades
afectadas en las decisiones dado que hay distintas posibilidades de desarrollo y de
colectivos afectados – fundamentalmente las comunidades – y beneficiados – las empresas
y las metrópolis -.
Los conflictos comienzan por la falta de información independiente y veraz, sobre los
proyectos y sus impactos, sobre la monitorización, etc. y por no entender el terreno social
sobre el que se va a actuar. Los conflictos se recrudecen por los sucesivos ocultamientos y
engaños de las empresas y de las autoridades políticas.
En cuanto al papel del Estado destaca su absoluta ausencia en todos los procedimientos
excepto en la aprobación del EIA presentado por la empresa (a través de una consultora).
Además está claramente de parte de las empresas – centrándose en los objetivos
macroeconómicos – creándose un clima de desconfianza. En el caso de Tambogrande el
resultado es una consulta popular cuyo resultado es abrumadoramente mayoritario a favor
de la agricultura. En el caso de Camisea las organizaciones deciden centrarse en el BID
dada la actitud del gobierno.
1
Referencias a lo largo de los dos textos, p.e. respecto a los riesgos ambientales y los costes indirectos ver
(Ross, 2008:214)
2
Los temas sobre participación y gobernanza se trata ampliamente en los textos (p.e. Paredes, 2008:281;
Ross, 2008:200, 211-212, 215-216 y en este ensayo en la sección sobres las teorías de la democracia).
3
En cuanto a las organizaciones en sí se describen en la sección Estructura Organizativa
En cuanto a los que proporcionan su apoyo podemos considerar diferentes explicaciones.
Sin salirnos de la teoría de elección racional podemos entender los beneficios como
Obserschall englobando el estatus social, prestigio y satisfacción personal (Funes Rivas y
Monferrer Tomás, 2003:29). También podemos interpretarlo desde la teoría de la identidad
(Pizzorno, en (Funes Rivas y Monferrer Tomás, 2003:30-31) que considera como
beneficios de la acción el reconocimiento colectivo derivado de la participación en la
acción y la identificación colectiva.
Por otro lado, y sin salir del tema de la motivación, Inglehart (Inglehart, 1998) explica que
dependiendo del nivel de desarrollo y seguridad económica las personas harán hincapié en
los valores materialistas o en los post-materialistas. En estos casos podemos decir que para
el mismo problema los habitantes de las zonas afectadas defienden sus intereses materiales,
ya que su supervivencia depende de su medio ambiente, y las personas que pertenecen a los
grupos de apoyo defienden unos valores post-materialistas, como los derechos de los
indígenas, los derechos de participación y decisión, la conservación del medio ambiente,
etc.
La construcción social que las empresas realizan de la situación está basada en el desinterés
por el escenario social donde van a llevar a cabo los proyectos. En el caso del Estado sólo
se centran en los intereses macroeconómicos.
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Teorías de construcción social de la protesta y análisis de marcos
Que una situación haya sido definida previamente como injusta, que como tal la perciban
los individuos se convierte en el requisito inicial indispensable para el desarrollo de las
acciones de protesta (Funes Rivas y Monferrer Tomás, 2003). En los casos que nos ocupan
los pobladores locales y las organizaciones aliadas construyeron su interpretación de los
proyectos (marco de diagnóstico; injusticia) a partir de la desconfianza, por la falta de
información veraz e independiente y por los engaños de los que son objeto. En el caso de
Tambogrande la empresa afirma las bondades ambientales de la minería moderna pero no
presenta información que lo avale5. Además son conscientes de que el Estado está de parte
de las empresas sin atender a sus opiniones y sin monitorizar las actuaciones.
Estructura organizativa
Locales y nacionales
En el caso de Camisea:
• Comunidades indígenas y sus organizaciones representativas: Consejo
Machiguenga del Río Urubamba (COMARU), Central de Comunidades Nativas
Machiguengas (CECONAMA), Federación de Comunidades Nativas Yine Yane
(FECONAYY).
• Comité de Gestión del Bajo Urubamba: Anteriores más la Iglesia, ONGs y el
gobierno local.
5
La oficina de información establecida en el cerco urbano ofrece boletines y afiches que sólo brindan
información sobre los beneficios de los proyectos pero no sobre los posibles impactos ambientales y su
mitigación o vigilancia (Paredes, 2008:276-277).
En la reunión del 19 de Noviembre el alcalde y la empresa se comprometen a conversar y ofrecer más
información pero el primero ya había firmado la autorización para el inicio de los estudios de exploración y el
22 MCC entra con sus máquinas con lo que los pobladores se sintieron engañados (Paredes, 2008:277-278).
El Estado (Ministerio de Energía y Minas, MINEM) delega las relaciones comunitarias en la empresa siendo
su única responsabilidad la revisión del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que prepara una consultora
contratada por la propia empresa.
En el año 2000 se presenta un estudio de línea base que se considera incompleto sin proporcionar
información suficiente. La versión final se presenta en 2003, tres años después de iniciadas las exploraciones
y varias organizaciones lo consideran incompleto e inadecuado. (Paredes, 2008:279-282).
Ni la empresa ni el Estado pudieron presentaron información clara y convincente sobre los riesgos e
impactos (Paredes, 2008:298).
• Organizaciones de los pueblos indígenas a nivel nacional: Asociación Interétnica de
Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Confederación de Nacionalidades
Amazónicas del Perú (CONAP).
• ONGs nacionales que trabajaban en la zona en temas de desarrollo comunitario y
derechos de los pueblos indígenas.
• ONGs nacionales que trabajaban en la zona en temas de medio ambiente.
• ONGs nacionales y redes de organizaciones con sede en Lima.
• Unidad de Conservación Biológica de la Universidad Cayetano Heredia.
En el caso de Tambogrande:
• El Frente de Defensa de Tambogrande (FDTG). Organizaciones del distrito – junta
de usuarios de agua, comunidades campesinas de la margen izquierda, asociaciones
de agricultores y otras –. Caracterizada por su legitimidad y el liderazgo positivo.
(Paredes, 2008:285 y 286) y por la utilización de medidas pacíficas (Paredes,
2008:287)
• Redes transcomunales: Forman la Mesa Técnica de Tambogrande (MTT):
Diaconía6, Propuesta Regional, Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS),
Cooperación, Asociación Civil Labor, ECO (Andes), Sociedad Peruana de Derecho
Ambiental (SPDA) y FEDEPAZ.
Internacionales
En el caso de Camisea:
• Organizaciones conservacionistas internacionales con oficinas en el Perú. WWF,
Conservación Internacional.
• OXFAM América: Cooperación al desarrollo.
• ONGs activistas en temas ambientales o de derechos de los pueblos indígenas en
Estados Unidos.
Gobierno del Perú: Presidente, Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Ministerio de
Energía y Minas (MINEM), Organismo Supervisor de la Inversión en Energía (OSINERG).
Creadas ex profeso: Defensoría de Camisea, Grupo Técnico de Coordinación
Interinstitucional (GTCI).
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“Los dirigentes del FDTG buscaron apoyo en los actores locales de la Iglesia Católica
quienes tienen una red eclesial de organizaciones muy consolidada en el departamento de
Piura” (pág. 287).
Otras organizaciones
BID, EXIMBANK, Corporación Andina de Fomento (CAF) (Ross, 2008:215).
A nivel micro las redes informales en las que están sumergidos los simpatizantes tienen un
papel importante en la configuración de las redes colectivas, en la configuración de las
estructuras de movilización y en las pautas de reclutamiento de los movimientos sociales. A
nivel meso las interrelaciones entre las organizaciones y su medio y el intercambio de
recursos son importantes para entender la estructura interna, la externa y la conducta de las
primeras (Funes Rivas y Monferrer Tomás, 2003:36-38).
En Camisea las limitaciones fueron (Ross, 2008:262) primero, la comunicación entre las
organizaciones indígenas y las ONGs debido a las dificultades logísticas y también a las
diferencias culturales; segundo, la falta de un plan y estrategia acordado; y, tercero, las
limitaciones de los proyectos de desarrollo tradicionales que no tienen en cuenta la
necesidad de construir relaciones entre los diferentes actores y la necesidad de influir en el
Estado.
Repertorios de acción
En el caso de Tambogrande al estar limitados los impactos a una comunidad y localidad
determinadas las acciones fueron más directas, comenzando por movilizaciones y paros y
continuando con una consulta popular y campañas publicitarias. En el caso del proyecto
Camisea, y debido a la magnitud del mismo, las acciones estuvieron más encaminadas a
obtener información independiente para poder influir en las decisiones.
Tambogrande
Las acciones colectivas que toman los pobladores al principio son movilizaciones y paros
(Paredes, 2008:290-292), centrándose en pedir mayor información y que tomen en cuenta
sus opiniones. A medida que pasa el tiempo y las conversaciones no prosperan el conflicto
se agudiza. Se realizó un paro a nivel de distrito en el que se producen algunos altercados y
vandalismo con la consiguiente instrumentalización de estos hechos aislados por parte de
MCC para deslegitimar al FDTG.
Camisea
Obstáculos para la acción colectiva (220-221):
• Como afectadas las comunidades indígenas tenían que ser el actor principal pero
tenían dificultades para visualizar, anticipar y movilizarse ante esta amenaza que no
había experimentado anteriormente.
• Difícil acceso a la región del Urubamba dificultó la comunicación.
• Diferencias de ritmos de trabajo ente las comunidades, Lima y Washington.
• Pero el principal fue la desconfianza entre los diferentes actores involucrados:
organizaciones indígenas y ambientalistas, organizaciones sociales y ONGs,
organizaciones internacionales y locales.
En línea con las estrategias acordadas – no oponerse al proyecto y centrarse en influir en los
bancos públicos internacionales – se toman una serie de acciones:
• Se envía el documento de posiciones y propuestas al BID, CAF y EXIMBANK
exigiendo ciertas condiciones sobre los impactos ambientales y sociales, las zonas
afectadas, la gobernanza y la monitorización. Lo firmaron 22 organizaciones lo que
fue un logro en sí mismo y causó buena impresión en Washington; además
proporcionó información sobre los interlocutores y los puntos a discutir,
presentando alternativas (Ross, 2008:229-231).
• Acciones (Ross, 2008:232): los diferentes grupos trabajan en los frentes en los que
están especializados. Se reunió información sobre los impactos ambientales y
sociales en las diferentes zonas, se trabajó con las diversas organizaciones
internacionales (embajada estadounidense, EXIMBANK, BID, departamento del
Tesoro de EE.UU.).
• Financiación de informes y estudios independientes, sobre el proyecto y sobre la
monitorización independiente7.
7
El BID respaldó la monitorización independiente en sus condiciones de financiamiento. Necesidad del
mismo debido a la fragmentación de la información recolectada, la ocultación de informes por parte del
gobierno y el BID, etc.
Se llegó a un acuerdo con el BID para llevar a cabo esta monitorización independiente procediendo un
representante a reunirse con las organizaciones civiles para definir los temas.
Sin embargo posteriormente el BID destinó una financiación insuficiente para las tareas a las que se había
comprometido y de hecho no se llegó a implementar la monitorización (Ross, 2008:242-248).
Nivel de análisis macrosociológico8
Teorías de la democracia
Según las teorías de la democracia existen diferentes posibilidades de participación en las
decisiones políticas dentro de una democracia. Los ciudadanos son críticos con la acción
política de los gobernantes por su falta de sintonía y cuestionan los procedimientos
normativos de participación, desarrollando nuevos estilos de democracia participativa
paralela (Funes Rivas y Monferrer Tomás, 2003:38-40).
En el caso de Perú la EOP incluye al Estado (Ministerio de Energía y Minas, MINEM). Los
dos problemas fundamentales fueron, por un lado que el Estado delega las relaciones
comunitarias en la empresa siendo su única responsabilidad la revisión del Estudio de
Impacto Ambiental (EIA) que prepara una consultora contratada por la propia empresa
(Ross, 2008:279, 282-284). Por otro lado el gobierno peruano estaba de parte de las
empresas sin investigar las acusaciones dado que daban más importancia a los objetivos
macroeconómicos.
En el caso del proyecto Camisea pesaba más la importancia de transformar a Perú de ser
importador de energía a ser exportador9. P.e. reacción ante denegación del crédito de
EXIMBANK (Ross, 2008:239).
El caso de Tambogrande muestra que comunidades organizadas con apoyos exteriores son
capaces de hacer oír sus propuestas influyendo en los proyectos en curso. Por otro lado la
experiencia de Camisea ha clarificado que los mecanismos existentes – EIA, monitoreo y
supervisión oficial, condiciones y políticas del BID – fueron inadecuados para evitar los
impactos ambientales y sociales negativos (Ross, 2008:264). Se debe fortalecer la
vigilancia pública sobre las explotaciones y hacer hincapié en los temas de gobernanza
(Ross, 2008:260).
Bibliografía
Funes Rivas y Monferrer Tomás, 2003 Funes Rivas, M. J. y Monferrer Tomás, J.
(2003). Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la
participación. In Movimientos Sociales: cambio social y participación. UNED.
Ross, 2008 Ross, C. (2008). El caso del proyecto Camisea: logros y limitaciones de una
coalición ciudadana naciente. In Scurrah, M., editor, Defendiendo derechos y promoviendo
cambios. El estado, las empresas extractivas y las comunidades locales en Perú, págs.
199–268. Instituto de Estudios Peruanos y OXFAM América.