editorial ramen
Gerard Deladalle
FER A PEIRCE HOY
ae ocdisa
‘on un ensayo de Peirce sobre “La realidad de Dios”
arles Sandor Peirce
859-1914) es uno de
los fundadores mas im-
ortantes del pensamiento con-
bmporineo. Inventor de la logi-
‘a de relaciones, la 16;
uuantificadores y la légica triva:
Ente, “ej asta obra en su
E rte no publicada
hucho después de su muerte
sta
Pritico del cartesianismo, Peirce
bea en el origen del movimien
fp pragmatico. Sus contribucio:
la lingiisti
a solo se han podido apreciar
pes ala semintica y
los tiltimos afios en toda su
gin” lidad y riqueza.
on EL IV
COLECC
Gérald Deladalle, uno de los
més distinguidos especialistas
en el pensamiento de Peirce,
ofrece aqui una presentacion de
ja vida y obra del gran filésofo
nor no, definiendo su
lugar significativo en la historia
de la filosofia contemporanea en
Kier ard,
Wittgens-
comparacién co:
Husserl, Saus:
tein. Deladalle presta una aten-
cién especial a la semistica y al
concepto de signo peirciano,
contrastindolos con la teoria de
Saussure.
Este libro incluye un ensayo ori.
ginal de Peirce, “La realidad de
Dios”, escogido como testimo:
nio de un tema que estd en la
ntratapa
Sigue en la
AAMIFERO PARLANTEDios” se apoya, de hecho, en todas las tesis que Peirce defiende:
realismo escotista, concepcién pragmatista del pensamiento,
cardcter dindmico de la naturaleza de los Universos, presencia
afectiva, fisica y logica del hombre en el mundoy en continuidad
con él.
Laconclusi6n explica el modo en que, a micriterio, hay que
leer a Peirce para poder comprender la filosofia que nos propo-
ne: estructural, pero dialéctico, légico, pero experimental, for-
mal, pero funcional, riguroso, pero falible, contextual, provisio-
nal, abierto.
Todos estos estudios, excepto dos —la primera parte y la
conclusién— han sido publicados en revistas 0 en libros hoy
agotados, en el curso de los treinta y cinco tltimos afios. Los he
elegido porque todos ellos constituian unidades acabadas y
porque, de ese modo, corria menos riesgo de repetirme. No dudé
en efectuar cortes cuando me parecié necesario para el equili-
brio y la coherencia del conjunto. Las repeticiones son imputa-
bles al punto de vista adoptado, que es el del comparatista. No
he incluido ninguna exposici6n, ya fuera teérica o practica.
Luego de la conclusién, ofrezco una lista cronolégica de los
articulos utilizados con el titulo de los capitulos 0 secciones de
la presente obra. Hice figurar entre corchetes al final de cada
capitulo o seccién de capitulo la fecha de publicaci6n o, para los
inéditos, la fecha de redacci6n. Agradezco a los editores que me
han autorizado a reproducir total o parcialmente los textos ya
publicados.
Montbazin, 29 de marzo de 1990.
Notas
1. Amsterdam/Filadelfia, John Benjamins, 1987. Véase también, para
situar a Peirce, mi obra sobre La philosophie américaine, Bruselas, De Boeck-
Wesmael, 1987.
2. Véase Théorie et pratique du signe, Paris, Payot, 1979.
14
PRIMERA PARTE
Charles S. Peirce
El hombre y sus obras. Un esbozoCharles S. Peirce nacié en Cambridge, Massachusetts, el
10 de septiembre de 1839, en el seno de una familia de mateméa-
ticos. Su padre, Benjamin Peirce, ensefié en Harvard durante
casi medio siglo, primero matematicas y fisica, luego matema-
ticas y astronomia. Su hijo James Mills, el hermano mayor de
Charles Sanders, se le unira y ensefiard a su vez matematicas
durante mds de cuarenta afios.
Benjamin Peirce se ocupé personalmente de la formacién
de su hijo Charles. Por supuesto, de su formacién matematica
te6rica en primer lugar. La primera frase del libro que Benjamin
Peirce publicé sobre el Algebra ldgica asociativa definia la
matematica como “la ciencia de las conclusiones necesarias”.
Charles S. Peirce extendera esta definicién ala logica. Benjamin
Peirce queria iniciar a su hijo también en las matematicas
aplicadas, y se cuenta que, muy joven ain, Charles recibié de su
padre una tabla de logaritmos cuyo manejo debié descubrir por
s{ mismo, contenténdose con dos ejemplos como toda explica-
ci6n: uno referido a la manera de encontrar el logaritmo de un
ntimero, el otro ala multiplicacién de los nimeros por logaritmos.
Charles Peirce comprendera unos veinte afios mas tarde
que el andlisis matemdtico no era mds que un aspecto del
andlisis: su aspecto mental, y le parecié indispensable desarro-
llar su aspecto sensorial. Por lo cual se pondra en manos de un
sommelier francés, gran conocedor del Medoc, quien tenia la
misién de formarle el gusto. La experiencia fue determinante.
Charles Peirce adquirié un sentido gustativo que no tenia nada
que envidiarle a un degustador profesional. Pero Peirce adqui-
rié al mismo tiempo la reputacién de entregarse a la bebida. Lo
17que no dejé de crearle algunos problemas en la sociedad purita-
na de Nueva Inglaterra.
No sorprendera entonces que, apenas a la edad de doce q
anos, Charles montara por si solo un laboratorio de quimica
donde emprende andlisis complejos, ni que luego de haber
obtenido su licenciatura de matematicas en Harvard en 1859 y
la maestria en 1862, preparara el afio siguiente y rindiera con
éxito una licenciatura en quimica summa cum laude, otorgada
por primera vez en Harvard, ni que, mas tarde, maestro de
conferencia de légica, realizara experiencias con el psicdlogo
Joseph Jastrow entre 1880 y 1884 sobre “las pequenas diferen-
cias de percepcién sensorial”.
La precocidad de Peirce se manifest6 también en sus
lecturas. A los 13 aiios lee la Légica de Whately. Algunos afios
mas tarde, estudia las Cartas sobre la educacién estética del
hombre de Schiller. Dedica luego dos horas por dia durante tres
afios a la lectura de la Critica de la razén pura que, como é1
mismo dice, terminara por conocer de memoria (1.4).
Durante toda su vida, fueron estos los tres grandes temas
de reflexi6n: la légica, la naturaleza del sentimiento —lo que
raépidamente denominara primeridad— y el problema de las
categorias. A estos temas aplicara el método analitico de los
matematicos, es cierto, pero también el método analitico de los
hombres de laboratorio.
Apenas obtiene su licenciatura en matematicas, Peirce se
emplea en el “Servicio Geodésico de los Estados Unidos” (United
States Coast and Geodetic Survey). Pero su trabajo es tan poco
exigente que en 1860 puede dar cursos de légica y de historia de
las ciencias en Harvard y enel Instituto Lowell, emprender una
expedicién de historia natural con Agassiz y, como lo hemos
visto, completar su formacién cientifica.
En el Servicio Geodésico, para el cual Peirce trabajé
durante mds de treinta afios, de 1859 a 1891, se consagr6 a
multiples tareas cientificas, especialmente entre 1870 y 1877.
En 1870 recorre Europa en busca de un sitio desde donde poder
observar el eclipse de sol del 22 de diciembre en las mejores
condiciones; en 1880 calcula el valor de la gravedad en Paris en
las instalaciones de] Observatorio.
En 1862, a la edad de 23 amos, Peirce habia desposado a
18
una muchacha de la alta sociedad de Cambridge, quien lo
abandon6 en 1876. Volvié a casarse en 1884 con una francesa,
Juliette Annette Pourtalais, Froissy de apellido de soltera
seguin el certificado de matrimonio civil de Nueva York. Pero los
origenes de Juliette, de quien no se ha encontrado el acta de
nacimiento ni la de su primer matrimonio, ni el acta de falleci-
miento de su primer marido ni tampoco la del matrimonio
yeligioso que supuestamente tuvo lugar en Paris, permanecen
aun en el misterio, a pesar de pacientes y minuciosas investiga-
ciones. Charles y Juliette no tuvieron hijos.
En 1887, Peirce se retira con su mujer a Milford, en
Pennsylvania, donde durante todo el resto de su vida se dedica-
yA, con una constancia admirable en medio de dificultades
multiples, sobre todo financieras, a perfeccionar su filosofia y a
convencer a los filésofos de su interés. Sin gran éxito, salvo
entre los mas grandes, William James y Josiah Royce, y de
algunos légicos como Schroeder. Murié pobre y desconocido, sin
haber concluido su obra, en Milford, el 19 de abril de 1914.
*
Podemos preguntarnos por qué Peirce no abandoné el
Servicio Geodésico por la ensefianza, a la que se habia dedicado
cuando apenas habia terminado sus estudios. No es por no
haberlo intentado gran numero de veces entre 1865 y 1895.
Parecié incluso haber logrado sus fines cuando se le confié en
1879 la cdtedra de logica en la Universidad Johns Hopkins.
Pero le fue retirada en 1884, y Peirce sdlo dio ciclos de conferen-
cias como los que el pragmatismo, puesto de moda por William
James, le permitié dar en 1903.
La fecha de 1884 es un claro indicio de las razones sociales
oficiales que motivaron la supresién de la cdtedra de légica de
Peirce en la Universidad Johns Hopkins. Peirce acababa de
divorciarse y volverse a casar con una mujer que pasaba por
excéntrica, y el Medocno tenia secretos para él. Pero habia otras
razones inherentes al tema de su ensefianza, la légica, y al modo
en que él la impartia. Sus cursos eran dificiles de seguir, llenos
de digresiones y non sequitur; segin una de sus alumnas,
19
Asedios a la totalidad. Poder y política en la modernidad desde un encare de-colonial. - Gandarilla Salgado, José G. (Cap2. Del derecho natural a la insociable sociabilidad. El debate desde Kant hacia Marx [apartados sexto 'El derecho racional' y séptimo 'La ética autónoma y el principio de totalidad ']; Cap.3 En apremio total por repensar la totalidad [apartados primero 'De la propiedad a la riqueza, o de Hegel a Marx' y segundo 'Una incursión inicial en lo político']