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CONTENIDO
Abril - Mayo de 2000
Editorial
La salud mental del maestro
Educación
La educación y las relaciones internacionales
Pedagogía
El desarrollo de habilidades de comprensión lectora
Didáctica
El diario como herramienta didáctica
Educación
El tiempo y la educación
Ciencia
La calidad de la prueba
PORTADA:
Filosofía Nicolas Poussin (1594-1665). "El verano o
Educar es privilegiar lo propiamente humano Ruth y Booz", Museo de Louvre.
Condenados al olvido
Anacleto González Flores, "El Maestro"
LA FUNCIÓN DEL MAESTRO ES EDUCAR. Pero, para que esta tarea pueda realizarse con éxito es necesario que se
cumplan diversos requisitos. Algunos competen al modelo educativo o al currículum, otros a la metodología
de enseñanza, algunos más al conocimiento del alumno, pero, sin duda, la eficiencia del proceso educativo
también depende del propio maestro, de sus características personales y de su salud mental, especialmente
si consideramos su crucial influencia en el proceso de ajuste, desarrollo y superación de sus alumnos.
El éxito en la misión educativa del maestro, depende de lo que sabe, la experiencia, los grados y estudios
que posee, pero también depende de lo que el maestro es. El tema de salud mental corresponde
fundamentalmente a este último apartado.
Un maestro saludable, responsable, comprensible, seguro de sí mismo, sin duda tendrá ventajas en la
realización eficiente de su tarea. Pero ¿qué pasa con los maestros tímidos, que no pueden defender una
verdad científica o filosófica por el temor a las reacciones de los alumnos? ¿Qué ocurre con los maestros
agresivos que ven la clase como un lugar para desahogar su hostilidad? ¿Qué sucede con el maestro que
cotidianamente se encuentra envuelto en una serie de conflictos emocionales, al que, lo que menos le
importa es la materia que imparte o las necesidades de sus alumnos?
Las cifras sobre problemas de salud mental del maestro son ya muy preocupantes. En los Estados
Unidos hay datos que sugieren que el 20% del los maestros en ejercicio necesitan algún tipo de ayuda
profesional. En México no contamos con un monitoreo estadístico, pero los casos que se suceden -ya casi
de manera ordinaria- en las escuelas, o alrededor de ellas, y de los cuales encontramos referencias directas
o a través de los diarios y los noticieros, sugieren que el problema no es menos grave.
La docencia tiene diversos retos, que, si no son entendidos y atendidos, pueden afectar la salud mental
del maestro. Para algunos profesores el principal riesgo de la enseñanza es la monotonía. Dar los mismos
temas, un día tras otro, año con año; utilizar los mismos recursos, los mismos métodos; asistir al mismo
tipo de reuniones -y posiblemente con los mismos maestros- sin duda puede generar apatía.
Sin embargo, todo docente sabe que siempre los grupos y los alumnos son diferentes. Si un profesor se
preocupa por conocer y actualizar su programa, conocer y atender las necesidades de sus alumnos, y
diseñar las estrategias de aprendizaje más apropiadas, nunca será rutinaria su tarea. Cuando el docente
asume su responsabilidad de educador, y no sólo de transmisor de conocimientos, se reduce al mínimo
este riesgo.
Otro problema al que enfrenta el docente es que no siempre tiene conocimiento de los resultados de su
labor con los alumnos. Se sabe que se siembra, pero no siempre se ve la cosecha. A diferencia de otras
profesiones, por ejemplo un ingeniero, que planea, desarrolla y construye una vivienda, y en un corto tiempo
ve realizada su idea y conoce el producto de su trabajo, el docente, en cambio, no siempre sabe si su
enseñanza tendrá frutos. En ocasiones el docente tiene la dicha de ver, después de 10, 15 ó 20 años,
resultados de su trabajo, cuando se encuentran con un profesionista exitoso o un hombre de bien, que en
algún tiempo fue su alumno; aunque no sabe a ciencia cierta que tanto contribuyó con su trabajo.
La enseñanza también puede producir mucha tensión nerviosa, especialmente cuando se trabaja con
niños o adolescentes. Estar al pendiente de las travesuras de ciertos niños o de las actitudes retadoras de
los muchachos de secundaria y preparatoria, definitivamente pueden sacar de sus casillas a cualquier
maestro. Se requiere de una buena dosis de ecuanimidad. Cuando un maestro de por sí es ya inestable,
esta situación puede llegar a ser insoportable tanto para él como para sus alumnos.
Es bien sabida la relación que hay entre las conductas de los maestros y las reacciones de sus alumnos:
un maestro agresivo, generalmente tiene también alumnos agresivos. Un maestro inseguro, suele tener
alumnos confusos, desmotivados, que no pueden decidir sobre la forma de abordar una tarea.
Esto no supone la conclusión de que para ser docente se requiere estar libres de defectos. No es así.
Aún los mejores maestros tienen sus limitaciones. Pero sí se requiere que el maestro reconozca sus alcances,
y de que aprenda a trabajar y obtener el mejor provecho de sus fortalezas, y reduzca en lo posible sus
limitaciones -o al menos, aprenda a controlar los posibles efectos negativos-. Dicho de una forma más
simple, que el maestro obtenga el mejor provecho de sus cualidades.
Otro problema frecuente es la fatiga que produce la tarea de la enseñanza. Preparar clases, corregir
exámenes, revisar trabajos, y, sobre todo, estar día tras día, a la misma hora al frente del grupo, propicia que
el maestro se canse. Por esto mismo es necesario que se tome tiempo para reponer energías. Algunos
minutos entre clase y clase, dedicados exclusivamente a relajarse, serían muy útiles. Conviene, además,
que el profesor no se lleve tareas a casa ni se sobrecargue con demasiadas clases u horas extras de
trabajo, que al final minarán su salud y su motivación, y por ende, su eficiencia docente. Es recomendable
también que en los días no laborables y en los periodos vacacionales, planee suficiente tiempo para descansar.
Por otro lado, también la enseñanza tienen muchas ventajas y satisfacciones, que contribuyen a mejorar
la salud mental. La docencia presenta grandes oportunidades para la realización de la personalidad. A la par
que el maestro enseña a sus alumnos, se actualiza, aprende, se desarrolla, pero sobre todo, se conoce
más y se mejora a sí mismo. Un buen profesor, que busca su superación como docente, automáticamente
se supera como persona.
Cuando se establece una adecuada comunicación con los alumnos en un ambiente académico saludable,
la docencia es altamente gratificante. La satisfacción que produce el conocimiento y la motivación que
genera el descubrimiento, o el dominio de una habilidad en los alumnos, enriquece al docente. Esta situación
se logra cuando el maestro cubre tres condiciones básicas: conoce bien su materia, conoce y comprende
al alumno, con sus necesidades e inquietudes, y cuando el maestro instrumenta un ambiente adecuado
para que se de el aprendizaje y se desarrolle el alumno.
La oportunidad de servir a los demás es altamente gratificante. Ver crecer y desarrollarse a los alumnos
hace que todo el esfuerzo y el cansancio vertidos en las actividades de enseñanza se minimicen.
La satisfacción que se obtiene por el servicio que se brinda a los alumnos, a través del acto educativo, es
sin duda la mejor recompensa del maestro, independientemente de todos los beneficios espirituales que
esta tarea conlleva.
Cuando el docente comprende que su tarea va mucho más allá de enseñar geografía, idiomas o anatomía;
cuando entiende y se compromete en la misión de formar personas, ciudadanos y profesionistas; cuando
sabe que su labor se relaciona con la mejora del hombre mismo y de la sociedad, entonces su trabajo
adquiere otra dimensión. Es la función de servicio la que realmente enaltece la tarea docente.
Dada la importancia que tiene el maestro en la educación de sus alumnos, es necesaria su adecuada
selección y capacitación. Los directores tienen una gran responsabilidad, no solo de escoger buenos
maestros, sino también de mantener un clima de trabajo apropiado.
La salud mental de maestro debe de ser uno de los criterios más importante para su contratación. “Algunos
maestros tienen las manos tan llenas de sus propios problemas, que difícilmente puede esperarse que
trabajen bien en orientar el desarrollo de sus alumnos... El daño hecho por unos pocos maestros, que están
mejor en el papel de beneficiarios que de orientadores, es a menudo tan irreparable como inexcusable”.1
_________________
1
. Mouly, G. J. (1978). Psicología para la enseñanza. México: Interamericana.
EDUCACIÓN
Si las relaciones entre los estados se han intensificado, entonces también se ha incrementado el nivel de competencia
y, por lo tanto, los requerimentos para tener una educación competitiva.
Sin embargo, la globalización no significa la renuncia a los programas de educación nacional. Todo lo contrario: la
identidad nacional sigue siendo la base para la definición de los objetivos y de las estrategias que deben ser adecuados
para cada país. México no puede responder a los retos de la globalización y a la inserción de la economía internacional
sin un programa de enseñanza adecuado a nuestra historia y circunstancias nacionales.
Nuestros maestros deben seguir siendo los apóstoles de la nación. La educación debe ser ciertamente universal, pero
debe darse en el marco de la cultura nacional de cada país. No debemos permitir que estos marcos nacionales se
pierdan en aras de una globalización mal entendida.
Los nuevos retos parten de no renunciar a la escolarización universal de calidad para todos, porque con seguridad las
nuevas circunstancias incrementarán el valor del conocimiento y de la información.
En nuestras sociedades, el saber tiende a ser una industria en sí misma. Este tipo de sociedad debería generar tiempo
para la adquisición del conocimiento, facilitar la difusión y el acceso al mismo, acercar los depósitos
remotos del saber a sus potenciales usuarios, hacer del esparcimiento y del ocio actividades
El reto productivas, posibilitar la comunicación entre culturas; necesita, en suma, a la educación como
agente de preparación cultural.
ahora y en
el futuro Disponer de los accesos a esa nueva sociedad y aprovecharlos, va a ser la base de una nueva
estratificación social, cuyos resultados se plasmarán en una contundente dualidad social: los
no es participantes como agentes o como simples consumidores y los marginados, no por la pobreza
conseguir económica, sino por la pobreza de conocimientos.
información, La ideología de la eficiencia social corre el riesgo de reproducir una sociedad próspera sólo para
sino saber algunos, pero seguramente empobrecida espiritualmente para todos.
seleccionar
No basta con estar conscientes de que vivimos en la era del conocimiento, resultado de los
la que sea sorprendentes avances tecnológicos que compartimos con el resto del mundo y que, por lo mismo,
relevante... estamos rodeados de oportunidades para añadir a nuestra experiencia nuevos elementos que
incrementen nuestra capacidad de desempeño, necesitamos actuar decididamente, aunque el esfuerzo
suponga olvidarnos, en ocasiones, de la comodidad y el confort.
Las oportunidades para una educación continua, reservadas en el pasado a una pequeña élite,
son, en la actualidad numerosas, variadas y accesibles, solo que no es suficiente su existencia si no hay, por nuestra
parte, visión de futuro, imaginación creativa y espíritu emprendedor para aprovechar los conocimientos disponibles, sin
mayores límites que nuestra voluntad para la acción.
Es indispensable un profundo cambio de actitud, pues el conocimiento per se no podrá ser líder del cambio. A la par
del conocimiento que proporciona la educación continua, se requiere imaginación para innovar, profesionalismo para
actuar, apertura para colaborar y hacer del cambio productivo un estilo natural de vida.
Este cambio de actitud supone no solo liberarnos de la resistencia a las transformaciones, sino aceptar que los
cambios externos están provocando cambios en nuestra forma de ser y actuar en la comunidad global y que al reducirse
los tiempos en los que se dan los cambios económicos, tecnológicos y sociales, estos han rebasado nuestra capacidad de
adaptación.
Habría que añadir que los mencionados cambios, además de ser cada vez más veloces, intensos y frecuentes son
también impredecibles. Esto nos lleva a pensar en la necesidad de aprender a aprender, sí, pero también de aprender a
desaprender para volver a comenzar un nuevo ciclo de aprendizaje. Estamos en la época del aprendizaje revolvente.
Estamos también en una época en la que hemos tenido que disminuir la repetición textual de los contenidos específicos
para intentar aprender cada vez más estrategias de búsqueda, acceso y almacenamiento inteligente de la información.
El reto ahora y en el futuro no es conseguir información, sino saber seleccionar la que sea relevante.
Enfrentar con éxito las vicisitudes del mundo actual implica, por lo tanto, aceptar la necesidad, por un lado, de un
desarrollo permanente de aptitudes y de un enriquecimiento constante de conocimientos y, por otro, de una modificación
consciente de nuestras actitudes tanto en el trabajo como en la familia y la sociedad para asumir la responsabilidad de
cambiar con el cambio, y aprovechar la oportunidad de convertirnos en líderes.
El liderazgo tiene que darse cada día. No puede ser la responsabilidad de unos cuantos, una acción aislada, o una
oportunidad única en la vida. En el mundo actual hay que enfrentar retos de adaptación todo el tiempo. La solución a los
problemas cotidianos, además de los aspectos teóricos, requiere el cambio de hábitos y actitudes. El liderazgo, desde
este punto de vista, requiere de una estrategia de aprendizaje.
Si consideramos que los líderes no sólo nacen, sino que también se hacen, sería conveniente plantear diversas líneas
de acción que permitan, de manera simultánea, contribuir a su formación en las distintas etapas de la vida.
Aparte quedan los grandes líderes que a lo largo de la historia han encabezado movimientos políticos y económicos
que se traducen finalmente en transformaciones sociales.
Quizá, lo que requiere el mundo actual son muchos líderes, menos destacados, posiblemente anónimos, pero capaces
de conducir su propio cambio y el del grupo más cercano a su influencia. Mentes creativas y espíritus inquietos que
encuentren en cada dificultad una oportunidad, a diferencia de quienes encuentran en cada oportunidad una dificultad.
El difícil trayecto que recorre el proceso educativo, entre lo propio y lo universal, entre lo individual y lo colectivo,
entre lo tradicional y lo nuevo, que marca las pautas de nuestro devenir, nos obliga a volver la mirada al origen mismo de
la formación del hombre, y a entender la educación más que como un proceso de información, un proceso personal y
constante de descubrimiento, exploración, asimilación y creación de valores, actitudes, métodos y lenguajes.
Me referiré en primer término a la infancia, como la etapa ideal para la formación de líderes. Se preguntarán, y con
razón, por qué hablar de la infancia en una reunión de educación continuada en un mundo globalizado. La respuesta es
tan sencilla como que no podemos pensar en construir un penthouse si no tenemos cimientos sólidos. Y esto es válido en
todo el mundo.
Por ello, es necesario propiciar un ambiente de estimulación para que los niños, a partir del nacimiento, desarrollen
aptitudes y actitudes, valores, capacidad para indagar y descubrir, para conocer y aprender, para desarrollar su
autoconfianza y su autoestima, como elementos básicos para lograr una personalidad segura emocionalmente, con
iniciativa y creatividad, con espíritu emprendedor y solidario.
Es necesario aprovechar el sorprendente potencial de los pequeños, para formar personalidades preparadas para
tomar decisiones, para aceptarse y sentirse a gusto consigo mismos. Personalidades capaces de encontrar su propia
identidad en las crisis de la adolescencia; que sabrán orientarse en medio de una sociedad en permanente cambio; serán
también capaces de proyectarse hacia el futuro, eligiendo
sus propias metas con la fortaleza de luchar para
Foto: Y. Velasco
Promover la cooperación y el intercambio entre instituciones de educación superior de los tres países.
Mejorar la calidad de los recursos humanos preparando estudiantes para desenvolverse profesionalmente a lo largo
de América del Norte.
Sus principales avances incluyen la participación de once consorcios en 1995, nueve en 1996, diez en 1997 y treinta
en 1999.
Se han apoyado a 202 instituciones y se han beneficiado 639 estudiantes, en los tres países.
En septiembre de 1999 se publicó oficialmente la convocatoria única para el año 2000, misma que apoyará la cuarta
generación de proyectos participante en este programa.
La reunión anual de directores de proyectos se lleva a cabo de manera simultánea a este encuentro (del 16 al 19 de
marzo), en Austin, Texas.
En octubre de 1999 se llevó a cabo una reunión preparatoria al taller trilateral sobre acreditación, en el que participaron
las autoridades gubernamentales de los tres países . En el taller que se tiene programado para el 30 y 31 de marzo del
presente año, se espera la asistencia de organismos acreditadores, asociaciones de las universidades más representativas
de cada país y las dependencias oficiales relacionadas con la Educación Superior, para analizar los procesos de acreditación
de cada país; cómo lograr el reconocimiento en cada uno de ellos con la identificación de áreas y campos de estudios
análogos; el tipo de acuerdos necesarios a tomar entre las organizaciones acreditadoras; y los mecanismos para promover
los de acreditación en cada país.
La autora es delegada de la Secretaría de Educación Pública en Jalisco. En 1999 recibió el galardón Ocho Columnas de Oro, en el área de
educación.
El presente trabajo fue presentado originalmente como conferencia en el marco de la reunión de "Conexiones globales para la educación
superior", celebrado en Barra de Navidad , en marzo del 2000.
PEDAGOGÍA
El desarrollo de habilidades
de comprensión lectora
Por: Esther María Fors Cruz y Herminia Ruvalcaba Flores
LOS PROBLEMAS DE COMPRENSIÓN LECTORA constituyen hoy uno de los problemas de mayor interés para estudiantes,
directivos y padres de familia. Todos estamos conscientes de que una gran mayoría de los alumnos culminan la enseñanza
básica, la media superior, y algunos hasta la enseñanza superior, sin poder desarrollarse como lectores competentes. Se
piensa que la influencia de los medios de comunicación de la sociedad de consumo ha mermado el interés por los textos
escritos, pues estamos ante una sociedad que prefiere las imágenes visuales que han invadido nuestro medio, antes que
realizar el esfuerzo cognitivo que implica la lectura de textos escritos.
Se presentan serios problemas para poder dar cuenta de la idea general de un texto, para hacer inferencias de lo
leído, y por supuesto, para formarse una opinión que permita emitir un juicio crítico, debidamente fundamentado.
Por otra parte, en estudios realizados en diversos países sobre rendimiento escolar, se ha comprobado que los
alumnos que mostraron un rendimiento escolar bajo, también presentaron deficiencias en la aplicación de estrategias
generales y específicas para la comprensión de textos escritos (Waldegg,1995).
En el proceso lector intervienen procesos cognitivos de alto nivel para el procesamiento de la información, así como
el conocimiento del código gráfico y lingüístico y la reflexión sobre las ideas, organización y calidad de la información,
por lo que los maestros debemos prepararnos suficientemente, para enseñar a nuestros alumnos estrategias que les
permitan entender que la lectura implica el desarrollo de la atención, la anticipación y la reflexión.
La División de Apoyo para la Enseñanza y el Aprendizaje de la UAG., se interesó por investigar cómo se comportaba
el problema de la lectura en nuestra institución, ya que los maestros habían referido también su preocupación al respecto,
en diferentes cursos de capacitación. Se hacía necesaria la realización de un estudio para conocer el comportamiento
del problema, en estudiantes y docentes, y poder emprender, con posterioridad, programas que favorecieran el desarrollo
de habilidades lectoras y estimularan a todos a leer.
Los objetivos de nuestra investigación estuvieron dirigidos a analizar el desarrollo de habilidades lectoras de alumnos
y profesores de la UAG., e identificar el uso de estrategias que utilizan en su proceso lector.
Después de realizar una cuidadosa revisión bibliográfica sobre el tema, se acordó realizar un estudio descriptivo, y
para ello se elaboró una prueba pedagógica, que una vez validada, se aplicó a una muestra de estudiantes y maes-tros
seleccionados aleatoriamente. La confiabilidad se obtuvo por el método de test-retest.
La muestra de estudiantes incluyó 254 alumnos: 41 de Secundaria, 138 de Preparatoria, 34 del CETUAG y 41 de
Licenciatura. En la muestra de 135 profesores, la distribución por áreas fue la siguiente: 9 de Ciencia y Tecnología, 33
de Humanidades, 38 de Medicina, 35 de Educación Media, 10 de FACETRHI y 10 del Centro de Diseño.
La prueba contenía un texto que debían leer, y después contestar preguntas que evidenciaran su comprensión a nivel
literal, inferencial y crítico. Un segundo ejercicio tenía como objetivo conocer el uso de estrategias de lectura empleadas
por los sujetos en su actividad lectora, y el tercero indagaba sobre algunos conceptos esenciales, como el concepto de
lectura y de estrategias del proceso lector y cómo consideraban que podrían mejorar esta actividad lectora y la de sus
estudiantes. Los datos obtenidos se analizaron a través de la técnica de estadística descriptiva.
Entre los resultados más significativos podemos señalar que tanto los profesores como los estudiantes, muestran un
buen nivel al seleccionar ideas que se encuentran literalmente en el texto, de hecho, es la habilidad que más desarrollada
tienen. Sin embargo, en la inferencia textual y el juicio crítico presentan dificultades, pues se observa una marcada
tendencia a responder las preguntas con la información textual del escrito, sin que medie un procesamiento profundo de
la información, ni una relación con el conocimiento previo, un juicio o una valoración.
En cuanto a la identificación de estrategias, la mayoría solo reconoce las de subrayar, resumir o releer. Las referidas
a generar ideas a partir del texto, predecir información, imaginar, enjuiciar o relacionar con otros textos, son poco
conocidas.
Resulta también importante que la mayor parte de la muestra circunscribe el proceso de lectura a la decodificación
del texto, y no toman en cuenta la importancia del proceso de comprensión.
Al analizar las estrategias que señalan utilizar en su proceso lector, un alto porciento hace referencia solamente a
aspectos externos del proceso, como encontrarse en un lugar cómodo e iluminado, confortable y sin ruidos. Solamente
un reducido porcentaje identifica la relación de las estrategias con procesos relacionados con la comprensión cabal e
íntegra del escrito, y que en esto se implican procesos cognitivos importantes como el razonamiento y la reflexión.
El análisis de los resultados nos muestra que los conceptos de lectura y estrategias lectoras no se manejan
adecuadamente por los sujetos, lo que puede estar afectando el desarrollo de las habilidades.
A partir de los datos obtenidos, la División de Apoyo para la Enseñanza y el Aprendizaje, se ha propuesto implantar
varios proyectos relacionados con el desarrollo de habilidades lectoras, y ofrecer programas de ayuda a estudiantes y
maestros para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje y la formación integral de los alumnos.
Departamento de Diseño
Curricular (DAPA), de la
Universidad Autónoma de
Guadalajara.
DIDÁCTICA
AUXILIARES EN LA CLASE II
El diario como
herramienta didáctica
Por: Yéssica M. Velasco Villanueva
Foto: Y. Velasco
Foto: Y. Velasco
accesible.
ANTECEDENTES
Las estadísticas nos muestran que el 70% de la población no lee más de dos libros al año, y solo una minoría lee como
promedio más de diez libros, mientras que en otros países se leen en promedio 10 libros al año (1).
En Jalisco otros estudios nos marcan que el 43% de la población compra, al año, dos libros y el 16% no compra
ninguno.
En cuanto a lectura de periódicos, menciona el mismo estudio local (2), que solo el 36% lee diariamente el periódico.
Si comparamos los hábitos lectores con los hábitos visuales estos últimos rebasan con amplio margen a la lectura.
Por ejemplo, aquí en el estado, las personas dedican mayor parte de su tiempo libre a ir al cine (64%) o a ver
televisión (diario ve televisión el 71%).
Este es un problema que afecta grandemente a la educación en nuestro país. Los profesores cada vez nos enfrentamos
más al rechazo de nuestros alumnos cuando les pedimos que lean un libro completo y esto tiene sus graves consecuencias.
Decía en una entrevista el escritor mexicano Sealtiel Alatriste que: “ el problema de la lectura es muy grave en
México... Todos sabemos que un país lector es un país con imaginación, con futuro, que puede conocer su pasado y que
puede comprender de dónde viene y a dónde va. Y una sociedad que no lee, es una nación que pierde la memoria y que
se puede sublevar ante cualquier cosa”(3)
No se puede negar que un país que lee, tiende a ser más educado y a progresar, entonces es primordial promover la
lectura
Siendo el núcleo familiar el primer peldaño y tal vez el decisivo para la formación de toda persona, es ahí en donde
primero se debe fomentar la lectura, principalmente con el ejemplo y presentándole a la mano literatura al chico que
empieza a desarrollarse.
Sin embargo, la escuela debe continuar con esa empresa y es en todos los niveles que se habrá de promover.
Citando nuevamente a Sealtiel Alatriste afirma que “los medios de comunicación no colaboran demasiado, digamos
que no se ve en la sociedad un proyecto de fomento a la lectura. Los medios deberían tomar conciencia de la falta de
lectores y buscar mecanismos para recuperar a esos lectores perdidos” (4).
Con respecto a esta problemática y haciendo alusión también a otros medios de comunicación, menciona el Lic.
Gonzalo Leaño Reyes que “es fundamental rescatar el hábito de la lectura y , sobre todo, ejercerlo en la niñez y la
juventud, porque hoy más que nunca, desgraciadamente, muchos medios deforman la realidad, presentándola a nuestros
niños de otra manera, inhibiéndoles la capacidad de análisis y manejando un mundo muy diferente al que vivimos...La
lectura induce a la mente en retrospección e introspección, a la formación de juicios críticos y de valores”.(5)
Hay realmente desventaja entre los materiales escritos y los medios de difusión visuales, aparentemente más
“digeribles”. Porque el leer implica un proceso más complejo y sistemático. No sabe leer aquel que únicamente identifica
y repite símbolos sin encontrarles un sentido lógico. El lector pone a trabajar sus facultades intelectivas (memoria,
relación, análisis, síntesis, comprensión, etc.), que no se requieren, por lo menos con el mismo esfuerzo, ante una película
de cine, un programa de radio o de televisión.
Los alumnos que están llegando a nuestras aulas están inmersos en esta situación de desdén a la lectura y apego a
los medios visuales; se le puede calificar como una generación digital y visual, lo que significa un peligro para el
desarrollo de su capacidad intelectual, debido a que no ejercitan el pensamiento.
Ante esta problemática tan evidente como preocupante, algunos medios, específicamente los escritos como son los
diarios, ya se están dando a la tarea de implantar programas de fomento de la lectura, difundiendo la ventaja de utilizar
al diario dentro del campo educativo.
El diario es un medio de comunicación que como tal se debe a su público. Tiene funciones específicas: informar,
entretener, orientar y educar.
Cuando pensamos en el diario, nos viene a la mente inmediatamente la idea de información, sin embargo, posee
características que lo hacen cumplir también con las otras funciones que antes mencionamos.
La manera en que orienta el diario es básicamente a través de artículos de opinión o información comparada, en
donde le muestra al lector opciones para que él se forme su criterio acerca de determinado tema.
La función de educar es más compleja y prácticamente no se llega a cumplir si el lector no va asimilando poco a poco
una serie de conocimientos que posteriormente le permitan tomar decisiones correctas en su vida.
Esa educación no se logra simplemente con leer las notas, los reportajes o los artículos de opinión, sino con el análisis
de las mismas, la comparación y la relación que hagamos de manera independiente o mediante el auxilio y la guía de
otros que tengan conocimiento del tema.
La idea de introducir el diario a las actividades escolares como herramienta didáctica, surge pues, de la preocupación
de fomentar el hábito de la lectura y de la necesidad de cumplir esa función educativa, que como medio al servicio de la
sociedad, debe tener.
El diario en la educación es un programa que nació hace 40 años en Europa con el fin de vincular la información
periodística con la comunidad escolar. En México se comienzan a dar los primeros intentos por establecer este tipo de
programas, así, tenemos el ejemplo de “El Imparcial” de Hermosillo, Sonora, que tiene un programa muy completo
denominado “Prensa - Escuela”.
Hay otros programas también en América Latina que ya tienen vasta experiencia en estos proyectos, como es el “
Diario de los Andes” de Mendoza, Argentina, y el de” La Voz del Interior” en Córdoba, Argentina y en nuestra ciudad,
el diario “Ocho Columnas”, entre otros, promovidos principalmente por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en
su programa “El diario en la Educación”.
Foto: Y. Velasco
Todos ellos coinciden en su metodología:
• Proporcionan la oportunidad de publicar trabajos de maestros y alumnos en ese suplemento o en otra página del
diario.
• En el caso de “El Imparcial”, producen manuales especiales, en donde se describe la actividad a realizar con el
periódico según el tema de la clase (de acuerdo con el plan de estudios de educación primaria)
• Hacen llegar gratuitamente el diario a las escuelas con las que logran tener convenio, o bien establecen una cuota
más baja.
Todos esos programas nacidos fundamentalmente de los periodistas, definen al Diario en la Educación como un “plan
que consiste en emplear el diario en la escuela como recurso para el quehacer pedagógico”.
Seguramente todo maestro en alguna clase ha utilizado el periódico como un auxiliar, bien sea para actualizarse en
algún aspecto del programa, analizando frente a los alumnos el contenido de una nota e incluso para expresar sus
conocimientos e ideas, en el caso en el que el maestro produzca artículos para el periódico.
Los programas de este tipo nacieron con la finalidad de sistematizar esta manera en que naturalmente el maestro
hace uso del diario.
El espíritu del programa del Diario en la Educación, en palabras del Lic. Rafael Rodríquez es el siguiente: “Encauzar
el cúmulo de información, conocimientos, investigación, creatividad y tecnología que se conjunta cada día en las páginas
de los periódicos hacia el mundo de las aulas, desde la enseñanza primaria hasta el posgrado, mediante sistemas diseñados
conjuntamente por educadores y periodistas para producir páginas o suplementos especiales acordes a la programación
escolar, para extraer información digna de incorporar a las lecciones diarias, para estimular a los niños y jóvenes el
aprecio por los periódicos y el hábito de la lectura y para que los maestros y padres de familia se sirvan de ellos como
instrumento de apoyo al aprendizaje” (6)
Podemos entonces concluir que el “Diario en la Educación” tiene los siguientes fines:
1. Aprovechar lo valioso del medio de comunicación en las aulas, como agente de información y como oportunidad,
también, de publicación.
2. Incorporar el uso del diario en los distintos niveles de educación, con la participación de educadores y de profesionales
de la comunicación, en la elaboración de programas acordes con la edad de los alumnos y conforme a los planes de
estudio.
4. Fortalecer la educación social, cívica y política de los estudiantes, ya que el diario difunde, en mucha de su
información, estos valores.
En el primero de los casos las actividades que se pueden realizar con él son muy variadas:
• Utilizar una nota periodística previamente seleccionada como punto de partida del tema de la clase.
• Pedir a los alumnos que localicen artículos periodísticos acerca de determinado tema.
En la materia de Español:
Eje temático: LENGUA ESCRITA
• Debe subrayar cada parte del texto con diferente color, para distinguir su estructura claramente.
En la materia de Civismo:
b) Propósito de la actividad: Reconocer la importancia del cumplimiento de las normas en una sociedad y las
consecuencias que se pueden generar en caso de no cumplirlas.
c) Estrategias:
• Pedir que localicen en el periódico noticias sobre problemas que se hayan presentado debido al rompimiento de
las reglas de la ciudad.
• Pedir que analicen los problemas encontrados y den su opinión de cómo ese problema pudo ser evitado.
• Invitarlos a que participen en la elaboración de normas que ellos piensen que debieran crearse.
d) Cierre: Una vez elaboradas las normas, exponerlas a sus demás compañeros para que conozcan su opinión.
Otros ejemplos que nos propone el diario “La Voz del Interior” de Argentina es el siguiente:
Para Matemáticas:
• Realizar un cuadro comparativo de producción en las décadas 60 - 70 - 80; establecer similitudes y diferencias.
• Obtener porcentajes, proporciones y usar la regla de tres con información del salario mínimo vigente.
En educación musical:
• Lectura, análisis y síntesis de una noticia, subrayando los párrafos fundamentales acerca de las tradiciones y folclor
de la región.
Estos son tan solo unos ejemplos de la utilidad que tiene el diario dentro del aula de clase; otras muchas actividades
y estrategias puede inventar el profesor de acuerdo a su creatividad, no obstante, debemos aquí resaltar que el diario
que se seleccione para las actividades, sea objetivo y veraz.
Como actualizador curricular el diario puede ser consultado por los docentes para enriquecer sus clases teniendo los
temas al día.
Y finalmente como facilitador de producción de mensajes periodísticos, el diario es una enorme oportunidad para
publicar las investigaciones y reflexiones, tanto de maestros como de alumnos.
Son entonces muchas las ventajas que trae el uso del diario como herramienta didáctica:
Podemos con esto concluir que el diario es un medio de comunicación que puede ser aprovechado dentro de las aulas
escolares. Representa una herramienta atractiva con la que se puede trabajara de muy distintas manera.
Si los profesores comienzan a sistematizar su uso con una buena planeación, verán en él un instrumento que facilitará
el aprendizaje de sus alumnos.
NOTAS:
OTRAS FUENTES
• Praga Lozano, Ma. del Carmen y Esperanza Martínez Palau. Breve aproximación a la crisis de la lectura. www.anuies.mx/anuies/
revsup/index.html
• Montserrat, Fanny. Diario en la Educación, un medio como herramienta pedagógica, en Ocho Columnas. 10/05/00 p. 1F
• Diario Los Andes. (1999). Los Andes, el Diario en la Escuela. Mendoza, Argentina: s.e.
• Los docentes cuentan, en suplemento especial El Diario como apoyo educativo, La Voz del Interior.
• Programa Prensa-Escuela. Español, Manual para el maestro 5to. grado. (s.a.) Fundación Educativa y Cultural José S. Healy: El
Imparcial.
• Programa Prensa-Escuela. Civismo, Manual para el maestro 6to. grado. (s.a.) Fundación Educativa y Cultural José S. Healy: El
Imparcial .
La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación y pasante de la Maestría en Educación por la UAG. Actualmente es profesora del
Departamento de Tecnología Instruccional de la DAPA.
Protoideario de la juventud
de México
Centro de Estudios Humanísticos
PARA PROPONER UN IDEARIO A LA JUVENTUD MEXICANA es necesario indagar en el ser de la Patria y en el querer ser de nuestro
pueblo, su propio sentido de la vida; porque en toda proyección existencial, debemos ser congruentes con los valores que
han concurrido en el proceso de nuestra integración, aquellos que fueron raigambre del ser nacional y que por lo tanto,
persisten y trascienden en su destino histórico, cuyo cumplimiento demanda un estado de conciencia firme en las concepciones,
así como dinámico y audaz en sus realizaciones.
El ser de la Patria y los valores trascendentes de nuestro pueblo son punto de partida y meta permanente para el ímpetu
sagrado y heroico de la juventud.
En este considerado preliminar, nos alienta aquella proclama espiritual del poeta francés que sugiere definiciones y
entraña un compromiso: “la juventud no se hizo para el placer, sino para el heroísmo”.
Y más que alentarnos, nos conmueve y entusiasma, la musa de nuestro Ramón López Velarde, cantor de Cuauthémoc
con aquel verso de oro:
Pero, aclaremos: no es capricho literario asociar el heroísmo con la juventud; es entrañable convicción que tiene la forja
de realidades a través de toda la historia de la humanidad.
Por eso nuestra exposición ideológica siempre encontrará en la juventud de México el destinatario, en tránsito de
generaciones, dispuesto a intentar la ejecutoria que honre a la Patria, ante los ojos del mundo y de la historia.
“¡Basta ya,
ha llegado
el momento
de
escombrar
y
reconstruir!
A la primera interrogante respondemos diciendo que toda nación es un sujeto espiritual colectivo operante en la historia,
cuyas generaciones plasman a través de circunstancias geográficas, un estilo definidor y jerarquizador de valores universales.
Así entendida la nación, se nos muestra como una síntesis de experiencia, presencia y vivencia comúnmente vividas,
visión de lo nacional en que se enlazan la tradición histórica (realidad) con el proyecto histórico (idealidad), para dar lugar a
un determinado tipo humano (el estilo nacional).
El anterior ensayo de definición permite salvar el escollo, para algunos inevitable -pongamos por caso a Arnold Toynbee-
de que el nacionalismo necesariamente choca con una concepción universalista de la humanidad y de la cultura.
La cultura y la civilización son formas de vida humana, la última de las cuales revela una creciente tendencia a la
uniformidad universalizadora, mientras que en el caso de la cultura, debido a su complejidad, por una parte, y por otra a la
provisionalidad en muchas de sus dimensiones, se origina una singularidad de cada pueblo en la elaboración de este común
acervo cultural con un peculiar estilo nacional, que modela distintivamente esa herencia universal y milenaria, según la
jerarquía de valores y de preferencias psicológicas tan matizadas, que se puede traer a colación la afirmación de un teólogo
moderno acerca del hombre, pero aplicado por nosotros a las diferencias nacionales: “eres irremplazable, porque eres
irrepetible”.
En el caso concreto de México, el problema de la conciliación entre nuestro nacionalismo y la visión universalista es
mínimo, debido a nuestra tradición doblemente ecuménica: el catolicismo y la hispanidad, pero como quiera que no somos
puramente hispánicos, sino mestizos indoespañoles, tenemos una concomitancia más cercana y menos entrañable: la comunidad
iberoamericana, en la cual es cada día más destacado el papel de México. En la actual tendencia mundial a la integración
supranacional, las organizaciones regionales de estados brindan una oportunidad propicia a la misión de México en Iberoamérica
y a la de esta comunidad regional en el concierto internacional. He ahí una de las afirmaciones más rotundas de la juventud
mexicana en cuanto a programa y en cuanto destino.
¿Cómo empezar exigiendo un reparto de bienes económicos sin inquirir primeramente cuánta existencia hay de ellos?,
¿quiénes y en qué proporción han intervenido para producirlos?
En la ética, el concepto del deber precede y funda la noción del mérito. En la ley civil obligaciones y derechos son
correlativos y mutuamente referibles. La justicia social tiene que fundarse en la realidad económica nacional, cuyo proceso
originario es la producción de la riqueza.
La juventud mexicana proclama la prioridad de sus deberes en la producción de bienes y servicios para la nación, como
título honroso de sus pretensiones económicas y sociales, así como también de su abanderamiento de las reivindicaciones
obreras y campesinas, sobre las bases de la participación activa en el desarrollo económico y social de México de todas las
clases productoras, denunciando a los ojos de la nación a las clases parasitarias y semipasivas voluntarias, como el mayor
obstáculo para la unión y grandeza mexicana.
El verdadero concepto de la igualdad social y económica no puede ir más allá de brindar a todos las mismas oportunidades
de mejoramiento y superación, tal cual sostiene el célebre economista inglés Stuart Mill, pero en nuestro pueblo surge el
problema representado por los llamados grupos marginados, destacadamente el caso de nuestros hermanos aborígenes, los
cuales se encuentran en desventaja en competencia social por su apartamiento e impreparación. Caso similar es el de los
analfabetas. Evidentemente que en todas estas situaciones de postración humana el primer empeño de la
comunidad nacional debe consistir en ayudarles a superarse y a estar en condiciones de equiparamiento
personal con el resto de los mexicanos. He aquí otro desafío espiritual para nuestra juventud.
Respecto de la personas o grupos que no se encuentran en situación de producir, hay que distinguir
Urge
en primer lugar el caso de los que ya lo hicieron y por alguna circunstancia fortuita no están en condiciones rescatar la
de obtener un retiro decoroso, en cuyo caso nuestra solidaridad de mexicanos y de cristianos, nos actividad
obliga a la asistencia social para quienes fueron en su vigor personal elementos productores. En todos
los demás casos de pasividad económica, lo urgente es la rehabilitación, si la incapacidad no es definitiva,
política del
o la asistencia social en menor escala que para quienes tengan los antecedentes mencionados de haber rebajamiento
sido antes elementos productores. a que la
Lo que la juventud mexicana no debe permitir son las diversas formas de explotación del hombre por
han
el hombre, incluyendo el agio y demás formas de succionamiento económico. orillado las
degradantes
En todo caso, la solidaridad de los mexicanos en las empresas comunes será la impronta que la
juventud de nuestro país ostente como insobornable propósito. Los inevitables enfrentamientos entre
prácticas de
intereses disímbolos de los grupos o de los individuos, jamás permitiremos que lleguen a superar en las
calor y profundidad a lo que nos une como mexicanos, para lo cual el Estado Nacional debe sobreponerse facciones...
a las pretensiones de los partidos y de las facciones y no ponerse el propio estado al servicio de las
sectas, de las oligarquías o de las causas antinacionales.
Los únicos que no caben dentro de la unidad nacional, son los que se autoexcluyen por su servidumbre
mental, moral y material a doctrinas e intereses no sólo exóticos, sino antimexicanos. Por fortuna, México ha repudiado
contundentemente al comunismo y ha manifestado su inquebrantable voluntad de desenvolverse y prosperar en un mundo
forjado tanto en justicia como en libertad.
Desafío juvenil:
Competir en libertad, cooperar con la comunidad, armonizar con la autoridad.
Urge rescatar la actividad política del rebajamiento a que la han orillado las degradantes prácticas de las facciones, al
convertirla en contienda de ambiciones y botín de intereses espurios, en instrumento de lucro y en feria de vanidades, como
para justificar con creces el repudio que las gentes de bien hacen de “todo lo que huela a política”. La juventud mexicana en
particular tiene sobrados motivos de agravio para este género de prevaricación pública, por haber sido convertida en instrumento
de los politicoides con harta frecuencia, padeciendo diversas formas de suplantación de su independencia espiritual y de
injerencias enajenadoras de su dignidad; y ante tales experiencias de compulsión, los jóvenes se han retraído frente a la cosa
pública y recelosos de la política militante, han terminado por rehuir la extorsión, las corruptelas y el proselitismo comprometedor
con dichas facciones políticas.
Pero la juventud de nuestro país no puede renunciar perpetuamente al Estado y está resuelta a contribuir en la elaboración
de un verdadero sentido ciudadano en los elementos cívicos de la nación y a prepararse para participar competentemente en
la dinámica social, con actitud y patriotismo, en lugar de tener que seguir soportando tantos corruptos liderazgo de gentes
improvisadas, cuyos únicos títulos suelen ser la demagogia y el autodidactismo, y cuyas motivaciones rara vez van más allá
del mercenarismo y demás concupiscencias económicas o burocráticas.
Comencemos por la libertad, ese legado grecolatino que todos nuestros próceres han cultivado y en cuyo holocausto
muchos han quemado su existencia y ofrendado su propia vida. Libertad, pero libertad para -por lo tanto, constructiva- y
no gesto estéril de inconformidad, sin buscar superarse ni participar en la solución de aquellas lacras contra las que se
protesta. Libertad pero no libertinaje disolvente que
vuelve imposible toda paz, toda concordia, toda
Democracia orgánica
y estado nacional
Una nueva concepción de la democracia es
imperativa hoy, como nuevo deber ser del estilo de
practicarla nuestra juventud. No más democracia for-
mal individualista, sino democracia orgánica nacional,
en la que el pueblo mexicano se exprese a través de la
familia, del municipio, del gremio, de la universidad. No más enfrentamiento antinómico entre el individuo y la comunidad
estatal. Para evitarlo robustezcamos tales sociedades intermedias, representativas de auténticos valores.
En relación con la familia, reafirmemos su función de primigenia célula social y hagamos cuanto esté a nuestro alcance
para enaltecerla, protegerla y perfeccionarla.
Condición esencial de su trascendencia social es el papel de la mujer en el hogar, que jamás admitirá la juventud quede
postergado por otros quehaceres femeninos, bajo el pretexto de una emancipación social de la mujer, que sin ser inferior, es
simplemente distinta del hombre, en su biopsiquismo, en su integración afectiva, en sus aptitudes, en su proyección existencial;
en suma, en sus aspiraciones entrañables y en su misión vital. Evitemos el relegamiento femenino en la comunidad; pero
disipemos el mito feminista de su parangonamiento con el varón, restaurando el cultivo de lo auténticamente femenino y de
su contraparte, la caballerosidad esencial sin truculencias; pero sin transacciones, para que podamos repetir con el canto de
“la Patria impecable y diamantina”, el elogio sin par: “Suave Patria, tú vales por el río de las virtudes de tu mujerío”.
Hagamos efectivo el postulado orgánico del artículo 115 de nuestra Constitución, para que los Estados de la Federación
tengan “como base... de su organización política el Municipio libre”, en lugar de ese seudópodo burocrático en que muchos
ayuntamientos yacen convertidos. La comunidad
local, por su inmediatez favorable a la relación
intuitiva entre las gentes, tiene más adaptación a la
idiosincrasia mexicana, que cualquier otra forma de
Una nueva concepción de la democracia es convivencia política y así como debemos pugnar
por la madurez cívica de los mexicanos, que nos
imperativa hoy, como nuevo deber ser del permita una superior integración republicana,
estilo de practicarla nuestra juventud. debemos afianzar los lazos ciudadanos locales y las
funciones autónomas de la gestión municipal, tanto
en lo administrativo como en su participación en la
democracia mexicana. El camino será el volcamiento de la juventud -con sentido de arraigo- en las comunidades municipales,
como ruta obligada para intereses más ambiciosos.
El espíritu gremial no se acota en el sindicato clasista y pugnaz, independientemente de las corruptelas que empañan la
gestión sindical. El gremio es algo históricamente más amplio y trascendental, como que comprende a todos cuanto consagran
su actividad profesional a tal o cual ramo de la producción de bienes y servicios. En buena hora que de verdad hubiera
sindicatos cuyos líderes fueran luchadores sociales honestos e insobornables; pero aún así seguiría existiendo el problema
de cómo equilibrar y armonizar las clases productoras laboral y empresarial, creando además aquellas condiciones que
eviten los abusos que contra ambas cometen las clases parasitarias de nuestra economía.
Función aparte, el gremio tiene un amplio campo educativo, capacitador profesional y de relaciones humanas, amén de
tantas realizaciones más, pero ninguna tan importante como llegar a coadyuvar los gremios en la tarea política nacional, con
una participación que se traduzca en su mayor capacitación cívica y patriótica.
Pero aún no estamos a salvo, la batalla continúa indecisa y la última palabra -después de Dios- la va a pronunciar esta
generación juvenil; el incomparable ínclito Rubén Darío hablaba de un futuro invasor a principios de nuestro siglo.
Pero también está vigente la proclama del maestro de las juventudes de América para la Universidad mexicana: “Por mi
raza hablará el espíritu”, tengamos fe en los “mil cachorros sueltos del león español”. Están llamados a fundar el Estado que
en el orden nacional, económico y social supere los intereses del individuo, de los grupos y de las clases a través de la
historia, ya que está llamado a realizar todo un ideal de justicia y de bien político: propiciar la perfección integral del
hombre pleno.
EDUCACIÓN
El tiempo y la educación
* Un argumento que “me justifica”
* Lo que es el tiempo
* Organice su tiempo
* Disfrutar de su tiempo
UNO DE LOS ARGUMENTOS MÁS SOCORRIDOS para justificar el no cumplir con los deberes es que se “carece de tiempo”.
Muchos estudiantes afirman que no tienen tiempo, por ejemplo, para preparar un examen o para terminar sus
quehaceres escolares; no disponen de tiempo para ir a la biblioteca; ni siquiera tienen un momento para investigar tal o
cual cosa.
Al igual que esos estudiantes, muchos docentes afirman que no disponen de tiempo para preparar adecuadamente su
clase o para actualizarse en su disciplina; no hay tiempo para capacitarse en la ciencia y arte de la educación; mucho
menos tiempo tienen para preparase en aspectos filosóficos.
Una gran cantidad de padres de familia se escudan en la carencia de tiempo para no asumir su responsabilidad de
educar a los hijos, renunciando a ese derecho y dejando toda la carga de la responsabilidad a las instituciones escolares.
También entre los administradores, los investigadores, y todos cuantos intervienen en el proceso educativo, la falta de
tiempo es un excelente pretexto para no realizar adecuadamente todas sus responsabilidades.
Sin embargo, si el estudiante, el maestro, el administrador, el investigador, etcétera, hicieran una reflexión sincera
sobre el asunto, se darían cuenta de que el problema no es en realidad que les haga falta tiempo, si no que el tiempo de
que disponen no lo organizan adecuadamente.
En realidad, todos disponemos de la misma
cantidad de tiempo: Para todos un minuto tiene 60
segundos; una hora tiene exactamente la misma
cantidad de tiempo: 60 minutos ó 3,600 segundos;
el día tiene 24 horas ó 1,440 minutos ó 86,400
segundos.
El modo de utilizar el tiempo -o malgastarlo- es, sobre todo, cuestión de hábitos. Pero formar un hábito no es cosa
fácil. Para ello se requiere de perseverancia y constancia. Para cambiar se requiere de una voluntad firme, y la decisión
de realizar modificaciones aunque nos cuesten. Solo mediante una firme voluntad podremos aspirar a ser mejores
estudiantes y mejores profesionistas.
El educador húngaro Tihamer Toth, del tiempo decía que es “el paño del que nos hacemos el traje de la vida”. Y
esto es cierto: el tiempo es la vida misma; lo que hacemos con nuestro tiempo, eso mismo hacemos con nuestra vida.
He aquí la importancia de que utilicemos nuestro tiempo, nuestra vida, en cosas que nos permitan ser día con día
mejores, y siempre orientados a la consecución de nuestro fin último.
Como educadores, debemos comprender la imperiosa necesidad de organizar nuestro tiempo, de aprovecharlo para
ser mejores maestros, para ser mejores seres humanos.
Por su parte, el administrador educativo debe tener en cuenta el factor tiempo como un elemento vital. Particularmente,
debe tomar conciencia de que para que el profesor rinda mejores resultados, para que ofrezca una educación más
completa, debe también tener tiempo para ser más humano, debe tener tiempo para ese ocio contemplativo que se
requiere para internarse en sí mismo y descubrirse como un ser con grandes posibilidades.
Lo que el tiempo es
¿Qué es el tiempo? La respuesta a esta interrogante es muy difícil. Es uno de los conceptos más difíciles que se le
puede plantear al hombre. Al respecto el genio de San Agustín de Hipona se mostraba perplejo: “Si nadie me lo
pregunta, lo sé; pero, si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que,
si nada pasase, no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría
tiempo presente...”
Por su parte, el filósofo español, Jaime Balmes, en su “Filosofía elemental”, decía del tiempo que “es la sucesión, el
orden del ser y no ser o de las mudanzas. La idea del tiempo es la percepción de dicha sucesión u orden”.
“El tiempo -sigue Balmes- no es nada absoluto que exista o pueda existir separado de las cosas; una duración
sin algo que dure, un orden de mudanzas sin algo que se muda, son ideas generales que sólo pueden concebirse
por abstracción”.
“El tiempo está realmente en las cosas, pues que, siendo la sucesión de las mismas, no puede menos de ser
real cuando ellas se suceden realmente...”
Copyrigth. IMSI. Master Clip.
Un buen consejo
Ross A. Webber, en “Una guía para la Administración del tiempo”, cita a Ivy Lee, un consultor gerencial que hace
ya más de cincuenta años elaboró el siguiente esquema respecto al uso del tiempo:
3.- Juntas
4.- Administración por crisis
5.- Falta de objetivos
6.- Carencia de un plan de trabajo.
7.- Ausencia de prioridades
8.- Falta de organización
9.- Delegación ineficaz
10.- Hacer demasiadas cosas a la vez
11.- Inadecuada comunicación
12.- Información inadecuada, inexacta o
inoportuna
13.- Falta de decisión
14.- Dejar las cosas “para mañana”
15.- Responsabilidad y autoridad confusa
16.- No saber decir no
17.- Dejar los trabajos a medias
18.- Falta de autoridad
19.- Indolencia o apatía
20.- Distracción
Los intervalos entre tareas distintas pueden ser algo más largos, de unos 15 minutos, que le permitan un pequeño
paseo, tomar un refresco, etcétera.
En fin, requeriríamos de mucho tiempo para seguir tratando del tema, y nuestro tiempo no es mucho, así que:
Bibliografía:
El autor es licenciado en Derecho y pasante de la Maestría en Educación. Actualmente es jefe del Departamento de Tecnología Instruccional de
la DAPA.
CIENCIA
ALGUNAS VECES, Y CADA VEZ CON MÁS FRECUENCIA, escuchamos afirmaciones descabelladas, ya sea por personas conocidas
nuestras o por los medios de comunicación masiva. Tal vez no nos sintamos afectados o nos parezca de poca importancia,
la verdad, es que a fuerza de repetición, empezamos a creer que son normales ciertas cosas para las que NO se nos
ofrecen pruebas, o bien, las que se ofrecen son de baja calidad.
Quienes nos dedicamos a la educación no podemos dejar pasar esto sin respuesta y debemos destacar dos puntos
importantes:
Tratemos de aclarar lo que queremos decir en el punto 1) y dejaremos el punto 2) para mejor ocasión. Pongamos un
ejemplo:
Si un amigo nos dice que en su casa tiene un perro, podríamos creerle fácilmente, al fin y al cabo un perro es el animal
doméstico más común y a lo mejor hasta nosotros mismos tenemos uno; es una afirmación sencilla y poco interesante,
tal vez no pidamos pruebas, o nos damos por satisfechos con una simple foto y ni siquiera queramos ir a ver al perro.
Si otro amigo nos dice que en su casa tiene un tigre de bengala, indudablemente nos causaría sorpresa, y posiblemente
creeríamos que nos juegan una broma. Es una afirmación que no podríamos desechar completamente, pues a través de
los años se ha sabido que algunas personas del medio del espectáculo, tienen tigres en su casa y los han criado desde
cachorros y aunque son peligrosos, les cortan las
garras o les liman los colmillos. Es una afirmación
interesante y quisiéramos ver y tal vez tocar y oír
directamente al tigre, averiguar cómo lo consiguió,
su edad o tamaño. Seguramente una foto no nos
basta pues es posible usar una silueta de cartón y
posar para la foto, como en el caso de la foto que
ilustra el presente artículo.
¿Qué tipo de prueba nos convencería de tal afirmación? Pues posiblemente el saber que nuestro amigo es biólogo,
que hizo un doctorado en el MIT y que hace muchos años trabaja en un laboratorio de genética en un país con desarrollo
de primer orden mundial. Además, tenemos en nuestro poder docenas de sus publicaciones en Scientific American y
Nature donde se reportan los avances de nuestro amigo que solamente se encuentra aquí en unas breves vacaciones.
Además, tenemos sus vi-deos de varias apariciones en noticieros de la televisión. Su casa está cercada con alambradas
de 5 mts. de altura con alto voltaje y poseé siempre un cuerpo de guardias completo. Solamente con pruebas de altísima
calidad podríamos creer esta afirmación tan extraordinaria del tiranosaurio.
¿Cuántos de nosotros utilizamos este criterio para juzgar afirmaciones extraordinarias? ¿Qué pasa, por ejemplo,
cuando alguien nos dice que una nave extra-terrestre le sorprendió en un día de campo y le secuestró, practicándole
varios exámenes, en los cuales frecuentemente están involucrados todos los orificios del cuerpo humano, y después,
sencillamente le abandonaron? Si se nos ofrece solamente un testimonio personal, no vale ni el tiempo gastado. Si se
ofrece una foto o aún un video, es completamente insuficiente pues sabemos que es posible trucar las películas y los
videos. Basta ver películas como Jurassic Park, El Día de la Independencia o La Guerra de las Galaxias para darnos
cuenta que se puede hacer cualquier cosa en una cinta, solamente se necesita algo de equipo que ni siquiera es
demasiado raro, pues cualquier televisora decente lo tiene. Permítame repetirlo para enfatizar: Un video no es prueba
suficiente. Tampoco cicatrices ni testimonios de otras personas son suficientes para una afirmación extraordinaria
como ésta, que requiere pruebas también extraordinarias, como la presentación de un artefacto de procedencia
extraterrestre que no posea tecnología como la nuestra o materiales extraños o la misma presentación en vivo de un ser
extra-terrestre o de su nave espacial.
Hagamos notar que esto no es tener un doble standard o un patrón de medida doble. Los creyentes de lo paranormal
se quejan de que cuando se trata de asuntos ordinarios, a veces se admite como prueba una cosa relativamente sencilla,
mientras que cuando se trata de juzgar lo paranormal se ponen requerimientos más altos. Pues sí, así es. Sencillamente
es pedir una prueba del tamaño de la afirmación pues no podemos pedirle a todos el mismo nivel, no es congruente, como
en nuestro ejemplo del perro, del tigre y del tiranosauro
El mismo tipo de razonamiento debe ser aplicado a las medicinas alternativas. No basta con el testimonio del paciente
curado, supuestamente de un cáncer, SIDA, diabetes, etc. Se necesitan pruebas tangibles. Mencionaré aquí, solamente
el llamado Efecto Arroyuelo:
Una persona se levanta un día con un dolor en el costado. Va con el médico y este le dice que no tiene nada y que no
le puede tratar eso. El paciente se pone nervioso porque cree que lo desahuciaron y va con el médico alternativo y este
le dice que posiblemente tenga un tumor. El paciente se imagina que tiene cáncer. El médico le da algún tratamiento
inútil, o más frecuentemente un placebo, y con el tiempo, el dolor desaparece. ¿Resultado? Según el paciente, el médico
alternativo le curó de cáncer del que los médicos lo habían desahuciado, y así se lo dice a sus conocidos. Le llamamos
Efecto Arroyuelo, porque así sucede con los pequeños arroyos que se van juntando poco a poco para formar un gran
río. En este caso que acabamos de mencionar, el paciente, o bien no tiene nada, o es un transtorno pasajero que igual se
habría curado solo, como sucede con el 80 o 90% de las enfermedades. Necesitaríamos pruebas de laboratorio para
discutir este caso y no solo testimonios, por muchos que sean.
Cuando no conocemos las herramientas del pensamiento crítico podemos confundirnos o conceder la ventaja a un
charlatán o simplemente hacer como que no nos interesa. La idea de La Navaja Filosófica (ver Academia # 14) junto
con esta que desarrollamos hoy de la proporcionalidad entre la afirmación y la prueba, le ayudarán a defenderse de los
charlatanes del New Age y otros, que intentan poner ideas peregrinas en su mente y la de sus familiares o amigos. No
lo permita. ¡Defiéndase!
El autor es ingeniero mecánico electricista. Actualmente es jefe del Departamento de Física del Instituto de Ciencias Exactas de la UAG.
FILOSOFÍA
Foto: Y. Velasco
Educar es
privilegiar
lo propiamente
humano
Por: Jorge Fernando Sánchez Cu
¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN? Aun cuando existen muchas formas de definir la educación, existen un par de cosas en las que
todos están de acuerdo:
1. Educar es mejorar. No existe ninguna postura que niegue que por el acto educativo, aquel que se educa debe
mejorar en ciertas cosas o aspectos.
2. Educar es un acto humano. Aun cuando podemos encontrar referencias a la supuesta educación de los animales,
es claro que todas las corrientes educativas se refieren siempre al hombre.
Por lo tanto, podemos partir de estos dos acuerdos universales para tratar de profundizar en lo que sea realmente
educar, y podemos formularlos en una primera tesis:
Podríamos partir del análisis de lo que signifique acto humano o del análisis de lo que signifique esa mejora. Sin
embargo, parece previsible que si analizamos lo significado por la mejora, es seguro que toparemos muy pronto con
aquél que mejora y se mejora. Por consiguiente, es más razonable partir del acto humano. Pero aún esto nos plantea
el problema de que el acto se encuentra especificado por lo humano. Por lo cual, hemos de iniciar planteándonos qué
sea lo humano.
De esta manera se muestra en todo su peso la concepción del hombre como principio supremo para entender el
acto educativo en toda su extensión y profundidad. Ahora bien, el estudio de lo humano es precisamente el objeto de
estudio de la Antropología Filosófica. Por lo tanto, quien desee penetrar la profundidad del acto educativo deberá iniciar
por un estudio sobre la naturaleza humana; esto es, por un estudio de Antropología Filosófica. Por lo tanto, se puede
formular una nueva tesis:
II. La educación solo puede ser comprendida desde los aportes de la Antropología Filosófica.
Debemos, ahora, plantearnos la pregunta sobre lo que sabemos del hombre. Pero también hemos de tener muy claro
que una simple acumulación de conocimientos no es lo más útil para fundamentar una visión comprensiva de la educación.
Se requiere que esos conocimientos estén organizados, jerarquizados, relacionados, esto es, deben ser sistemáticos,
deben de formar una teoría.
En concreto, ante todo lo tratado se nos presentan dos aspectos imprescindibles:
a) Lo que sabe sobre la naturaleza humana y b) el sistema formado por ese conjunto de conocimientos ciertos.
Evidentemente, ambos aspectos requieren un tratamiento detenido, profundo y de cierta extensión, todo lo cual está
fuera de nuestras posibilidades en las condiciones que impone un artículo, sin embargo, algo hemos de expresar en
ambos aspectos.
Reitero, no se trata de ser exhaustivo, sino taxativo sobre algunos conocimientos suficientemente probados.
1. El hombre es un animal: La humanidad está ligada a las condiciones animales, y como tal, presenta múltiples
aspectos comunes con los animales: posee un repertorio natural que le impulsa de manera necesaria e infalible en ciertos
aspectos vitales, por ejemplo, los instintos de mamar, de conservación de la propia vida, etcétera. Con los animales
compartimos ciertas condiciones biológico - sensitivas, por ejemplo, la seguridad sobre la existencia del mundo, las
condiciones de la sensibilidad, etc.
2. El hombre es racional: A pesar de lo anterior, e incluso en esa condición animal, el hombre se distingue por su
capacidad de formar nociones o conceptos, juicios, raciocinios, inventos, etcétera. Dicho con un ejemplo: el animal ve
una cueva y se refugia en ella; el hombre ve una cueva y construye un rascacielos, una televisión, un teléfono, un auto...
hasta construir una ciudad y una civilización.
3. El hombre es un ser de eternidad: Lo anterior debe ser completado con ese deseo, callado más nunca suprimido,
de permanecer por siempre. Existe un deseo insuprimible de vivir por siempre; el hombre desea y busca la eternidad.
De lo contrario sería imposible de entender la clásica búsqueda de la “eterna juventud”, por mencionar un caso concreto
extendible a ese cuidado de la piel que incluye la cirugía estética y otras muchas cosas.
4. El hombre se hace a sí mismo en alguna medida: El hombre es un ser que recibe su ser en estado incompleto,
con cierto potencial. Esto es, el hombre no llega a la existencia en la plenitud de sí mismo, ni siquiera empieza a existir
siendo médico, ingeniero... Esta apertura de su ser le permite educarse y le obliga a hacerse cargo de su propia vida. Lo
que un hombre logra durante su vida es, en gran medida, su propia responsabilidad.
5. El hombre es un ser ético: De lo anterior se deduce que el hombre es un ser ético, esto es, el hombre responde
por sus actos, proyecta su vida y debe hacer múltiples actos y cosas en su vida y con su vida. Con todos estos aspectos
constituye el ámbito ético.
6. El hombre es un ser incompleto: Está ampliamente demostrado que el hombre no puede subsistir en absoluto
aislamiento. Pero hay una compañía no solo necesaria para el individuo, sino para la especie. Por lo tanto, varones y
mujeres son géneros complementarios, naturales y no contradictorios o electivos. La sexualidad humana muestra la
incompletitud de cada ser humano.
7. El hombre es un ser falible: Es por demás evidente que el hombre comete errores en los más variados aspectos
y con una asombrosa facilidad y frecuencia. Y por lo mismo, se muestra el deseo constante de evitar el error.
8. El hombre es un ser de esperanzas: Es también evidente que el hombre confía y crea proyectos, futuros,
modelos, y en ellos empeña su vida; más aun, cuando los seres humanos pierden la esperanza, pierden generalmente, la
vida. El hombre es un ser vocado al futuro.
9. El hombre es un ser hambriento de verdad: A pesar de las más diversas posturas, es innegable que el hombre
siempre y en todo momento busca, desea, la verdad y estar seguro de conocerla. De aquí surge la necesidad de la
ciencia en todas sus formas.
10. El hombre es un ser que necesita diversión: La diversión es un acto propio del hombre por el cual es capaz de
captar el esplendor del orden en su simplicidad, o el exceso absurdo del artificio humano; la diversión es la introducción
del hombre en lo simple, esplendoroso, en la alegría de la vida. La diversión vuelve al hombre al estado de inocencia por
un momento, aquieta el impulso a la agitación y permite reavivar el deseo de vivir.
Un sistema no es cualquier conjunto de relaciones, sino un orden por el cual se jerarquizan y complementan los
conocimientos.
Es por demás claro que ordenar algo con justificación estos diez conocimientos ciertos y formular las consecuencias
sería muy largo. Sin embargo, hemos de precisar algunos criterios al respecto.
1. El sistema debe jerarquizar según el valor objetivo de cada conocimiento. No parecería correcto iniciar
considerando que la diversión es lo primero en el orden de la naturaleza humana.
2. El sistema ha de expresar un orden de extensión de esas verdades. Así, no sería correcto pretender que de
un conocimiento universal se deduce uno más universal. Así, no podemos decir que es más extenso el aspecto de la
esperanza y menos extenso el deseo de eternidad, o que de la esperanza nace el deseo de eternidad.
En fin, y para no extendernos más, este sistema ha de originar una teoría (explicación científica por causas) del
hombre. Esta sistematización permitiría sostener una teoría sobre la educación, que orienta todo acto posterior al logro
de ese perfeccionamiento que denominamos educación.
Sin dejar de considerar las limitantes de este breve artículo, es claro que la educación deber´estar acorde con la
mejor realización de lo más propiamente humano; así, pues, hemos de afirmar una tercera tesis:
Mas, privilegiar lo más propiamente humano es permitir la expresión depurada de la racionalidad, del hambre de
verdad, de la eticidad humana, del deseo de eternidad; a la vez que implica reducir la falibilidad y otros errores humanos.
Considero que esto nos permite entrever el gran acierto de siglos olvidados por muchos; este acierto he de expresarlo
con una cuarta y última tesis:
Esta tesis ha sido expresada por José Vasconcelos en los siguientes términos: “El fin de la educación no es tanto
descubrir cómo saber, y saber no tanto para poder como para ser o llegar al ser” (1).
No es otra, a fin de cuentas, la tesis de Redden y Ryan o de San Juan Bosco, o de San Agustín en el “De Magistro”,
o de Santo Tomás de Aquino y de muchos otros grandes pensadores universales de todos los tiempos y épocas (¿acaso
solo olvidados por nuestro tiempo?). Hoy las repetimos en un intento de ponerlas de nuevo en circulación entre nosotros,
de provocar ideas y reflexiones que contribuyan al fortalecimiento de la vida académica.
_________
NOTA: 1) Vasconcelos, José. “De Robinson a Odiseo”, p. 22.
El autor es licenciado en Psicología y postulante de la maestría en Filosofía por la UAG. Actualmente es catedrático del Departamento de
Filosofía y Ciencia.
Condenados al olvido
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Su palabra, su pluma, su don de organizar a las masas guiándolas con la doctrina cristiana para llegar al bien común,
no convenía a los revolucionarios, cuyas únicas leyes eran las de sus pistolas y su único anhelo enriquecerse y mantener
al país en un clima de violencia para que sus diarios atropellos y asesinatos quedaran impunes.
“Si la revolución - decía el Maestro - no rectifica su programa y establece un régimen de derecho y de justicia,
estamos dispuestos a darle la batalla”.
La ACJM fue la cuna de luchadores que formó y cuidó Anacleto, con ellos fundó la Unión Popular. Más tarde se
entrelaza con la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa. Tuvo numerosos compañeros que con él
compartieron el deseo ardiente de instaurar el reino de Dios en la tierra, entre los que destaca Miguel Gómez Loza.
El “Maestro” Anacleto escribía vigorosamente en periódicos y semanarios de aquel tiempo: La Época, El Obrero,
Restauración, La Palabra, Gladium... siendo autor además de varios libros entre los que destacan El Plebiscito de
los Mártires, Tú Serás Rey, Ensayos...
Anacleto, con su palabra, con su obra y con su ejemplo, se puso a la cabeza de los católicos a quienes sacudió de la
modorra imperante, animándoles, guiándoles, organizándolos. Con frecuencia decía: “Hay jóvenes; lo que falta es
juventud”.
En varias ocasiones Anacleto fue encarcelado por sus ideas junto con sus compañeros.
Fue coordinador en 1922 del Primer Congreso Nacional Obrero Católico de donde nacería la Confederación Nacional
Católica del Trabajo que se extendió por toda la nación.
Contrajo matrimonio con María Concepción Guerrero Flores. Respecto de la familia decía el “Maestro”: “La familia
es la única y verdadera unidad social; la familia es el núcleo en cuyo derredor se forma el espíritu de las
sociedades y se forman también los hogares que son generalmente su fuerza material y moral. La familia es la
unidad verdadera, la unidad enérgica, la unidad vigorosa en que reposan todas las sociedades”.
Cuando el gobernador José Guadalupe Zuno Hernández ordenó la clausura del seminario conciliar, el orfanato y el
hospital, Anacleto organizó inmediatamente la Unión Popular y se puso al frente de la reacción.
El gobierno jacobino y masón de Elías Calles con el apoyo entusiasta de organizaciones comunistas, arreció la orgía
de asesinatos de sacerdotes y de acejotaemeros, así como la profanación de templos. La sangre de los católicos se
comenzó a regar. Los altares se ensangrentaron. La revolución se ensañó con el católico mexicano.
Frente a los acontecimientos en diciembre de 1926, Anacleto dijo: “La Liga se ha lanzado a la aventura
revolucionaria con una deteminación que puede ser una verdadera corazonada. Por mi parte, mi posición
personal no puede ser otra que la que exige mi puesto. Estaré con la Liga y que quede claro: la Unión Popular
no debió ser nunca un organismo de lucha civil. Hoy, sin embargo, todo nos empuja a la montaña.
“De sobra sé que lo que va a comenzar para nosotros ahora es el calvario. Dispuestos hemos de estar a
llevar nuestra cruz. Los invito a sacrificar su vida para salvar a México. Si me preguntara alguno de ustedes
qué sacrificio pido para sellar el pacto que vamos a celebrar, le diría dos palabras: “Tu sangre”. Para esa obra
está puesta mi vida y para esa os pido la vuestra”.
La suerte estaba echada. Anacleto fue nombrado jefe civil de la resistencia, Miguel Gómez Loza, - su entrañable
amigo y también mártir - , tesorero. Las mujeres pronto se organizaron para animar a sus hijos, novios y esposos para
enrolarse en el Ejército Libertador, y al tiempo en la vanguardia y retaguardia aprovisionaban de municiones a los
valientes guerreros, organizaron militarmente las Brigadas Femeninas Santa Juana de Arco y escribieron también bellas
páginas con letras de oro y sangre en esta epopeya.
Una mañana de primavera de 1927, varios soldados y agentes de la policía reservada asaltaron la casa 405 de la calle
Mezquitán (hoy esquina con Herrera y Cairo, frente al parque “El Refugio”), y fueron aprehendidos: un hombre con
barba crecida y vistiendo ropa humilde, más Jorge, Ramón y Florentino miembros de la familia Vargas González, habitantes
de la casa. Este hombre era Anacleto González Flores, quien fue llevado ante la presencia del jefe de las operaciones
militares en el estado de Jalisco, general Jesús María Ferreira, que pomposamente despachaba en su oficina de la
jefatura y quien celosa y escrupulosamente cumplía con las órdenes provenientes desde la capital de la República para
sofocar la rebelión de los católicos.
Oportunamente Anacleto había logrado destruir documentos del movimiento que comprometían a sus dirigentes.
Simultáneamente habían detenido también al joven líder Luis Padilla; posteriormente liberaron a Florentino Vargas
pensando que era menor de edad.
Funerales de
Anacleto González
Flores y los
hermanos Jorge y
Ramón Vargas
González.
Ferreira ordenó que torturaran a Anacleto que para entonces ya presentaba las ropas estrujadas y su cuerpo magullado
a causa de los golpes y brutales culatazos de sus aprehensores. Le suspendieron de los pulgares balanceándolo provocando
que se descoyuntaran los dedos y luego le cortaron con filosas navajas las plantas de los pies, mientras, feroz, Ferreira
le interrogaba acerca del paradero de sus compañeros y en especial del arzobispo Orozco y Jiménez. Anacleto resistió
en silencio. Le colocaron un marrazo detrás de su cuerpo que lo atravesó.
A las tres de la tarde del 1 de abril de aquel 1927 Anacleto, los dos hermanos Jorge y Ramón Vargas González y Luis
Padilla eran fusilados sin previo juicio en el Cuartel Colorado, brotando de sus labios resecos al morir el grito ¡Viva
Cristo Rey! , que erizó la piel de los verdugos.
Procedente del cuartel donde siguieron cayendo tantas víctimas inocentes, una ambulancia municipal chorrenado
sangre de mártires se abría paso con su lúgubre sirena por las calles de Guadalajara hasta entrar a los patios de la
Inspección General de la policía y sobre el pavimento, como si se tratara de piezas de caza, fueron tirados cuatro
cadáveres para que el pueblo los viera y sus deudos los reclamaran. Por la noche, en tres casas se velaron los cuerpos
de los mártires, miles de personas pasaron frente al féretro de Anacleto, tocándolo. Veinticuatro horas después, toda la
fuerza de los tiranos asesinos no fue capaz de impedir que el pueblo tapatío, el pobre pueblo inerme, se vistiera de luto
y se echara en masa por las calles engrosando en cantidad sin precedente el cortejo fúnebre del Maestro Cleto.
Se calcula en más de diez mil las personas que participaron en el funeral. Frente a la tumba, sus amigos y discípulos
arriesgando su vida, despidieron al jefe moral de los cristeros con palabras de admiración y triunfo.
Ese mismo día, el criminal Ferreira recibió un telegrama de felicitación firmado por el gobernador interino del Estado.
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El 17 de septiembre de 1997 tuvo lugar la sesión de clausura del proceso diocesano de beatificación de Anacleto
González Flores que, a iniciativa de los dirigentes de la ACJM, se realiza, y donde se juró que se haría llegar a la
Congregación para las Causas de los Santos en Roma, las actas y documentos que se levantaron en los distintos
procesos.
¿Qué sucedió?
Anacleto con la legión de mártires Cristeros que supo forjar, ya se encuentra a la diestra del Padre haciendo su
guardia eterna junto a los luceros y desde ahí nos recuerda para cuando vuelva a reír la primavera el vibrante ¡Por Dios
y por la Patria!
Bibiografía:
Entrevistas:
* Vargas González, María Luisa
* González Flores y Guerrero, Anacleto
* Guerrero Flores, Concepción viuda de González Flores.
El autor es abogado, postulante de la maestría en filosofía por la UAG. Actualmente es Subdirector de Investigación Institucional de la misma
Institución y director de la revista “Insignia”.
LOS GRANDES EDUCADORES EN LA HISTORIA
La familia de San Alberto fue pródiga para la orden religiosa de los dominicos. Además de Alberto, su hermano
Enrique (a quien posteriormente San Alberto designara como prior del convento de Wurzburgo) y dos hermanas, de las
cuales no se sabe el nombre, se hicieron dominicas, una en el convento de Gotteszell y otra en Sta. Catalina de Ausburgo.
Los historiadores no han consignado el nombre de su padre, aunque en los documentos profanos de la época se
menciona que había miembros de la familia Bollstaendt al servicio del Emperador: Rodolfo Bollstaendt, Sigfrido Bollstaendt
y Hans Bollstaendt, pero no está claro quién es el padre de San Alberto.
Sobre la niñez del noble vástago se dice que era enemigo de los juegos infantiles y sin sentido. Desde temprana edad
mostró su inclinación hacia la ciencia: era ávido por aprender, gran observador y amante de acumular datos y darles
utilidad. También era muy aficionado a pasar en la Iglesia su tiempo y a cantar con los clérigos himnos y salmos. Devoto
de la Virgen María con mucha entrega y entereza.
Su primera educación, aparte de con sus padres, la recibió de los clérigos, que solían ser los maestros en las escuelas
de esa época (siglo XIII).
La naturaleza le atraía mucho y pasaba mucho tiempo en su estudio, a tal grado que desde temprana edad describía
una gran multitud de plantas y animales. Cuando ingresó a los estudios superiores era conocido como “el naturalista”.
También se dice de él que era un gran cazador y pescador, aunque, por
supuesto, no descuidaba la formación religiosa en la misma liturgia.
Fue enviado a Italia, con un tío, para continuar sus estudios en Padua,
Bolonia y Venecia. Siempre destacó en sus estudios, y se comenta que
para cualquier fenómeno que se presentaba en la naturaleza lo llamaban
para que diera una explicación, como fue un caso en Venecia, en donde
se desprendió de una mina de marmol un bloque en forma de cabeza
humana.
Ya como maestro, tuvo como discípulo a Santo Tomás de Aquino, quien lo superó en Teología, a pesar de ser San
Alberto un gran teólogo iluminado y guiado por la fe cristiana, y como verdadero dominico cumplió con su misión de
apostolado.
En el convento de Saint Jacques, del que llegó a ser prior, escribe la extensa enciclopedia de sus obras. Además
inventa el “autómata sonoro”, que es una especie de máquina que registra las palabras y que es precursora del fonógrafo.
A petición del Papa interpreta el Evangelio de San Juan y todas sus epístolas canónicas.
Alberto Magno fue canonizado por el Papa Pio XI en el año de 1931, se festeja a partir del 15 de noviembre de 1931,
el día de su muerte que fue en 1280.
OBRAS
El "Doctor Universal", como es llamado San Alberto por su amplitud de conocimientos, escribió de todo. Su producción
literaria alcanzó proporciones extraordinarias, entre las que destacan:
Tractatus de natura boni, escrito en 1236-1237, que trata sobre el bien en su noción o concepto general.
Summa de creaturis que se divide en 5 temas principales: De quatuar coaevia (de los cuatro seres coetaneos), De
homine (del hombre), De bono vel virtutibus (de lo bueno así como de las virtudes), De sacramentis (de los sacramentos),
De incarnatione (de la Encarnación), escrito en 1240-1243.
Comentarium in libros sententiarum (comentarios a los cuatro libros de las Sentencias), escrito en 1244-1249, en
donde sobresalen los temas de los nombres, tanto de Dios como de los otros seres.
Comentarium in decaelesti bierarchia (comentarios en las dos órdenes del cielo) escrito en 1246-1248.
Metaphisica (metafísica), escrito en 1254-1257, definiendo adecuadamente el ser, los entes, la sustancia y todo tipo
de ser, de la quididad de estos, en donde la filosofía debe ser de la razón y proceder de acuerdo a las demostraciones
necesarias.
In de ecclesiastica bierarchia (en los dos órdenes de los eclesiástico) escrito en 1246-1248.
De anima (del alma), escrito en 1254-1257, que contiene el modo como se ha de conocer, de las diversas opiniones
del alma, de la misma sustancia del alma en cuanto tal sobre los sentidos, etc.
Summa theologiae, escrita después de 1274, en donde establece los principios admitidos por la fe, de la esencialidad,
simplicidad e incomunicabilidad de Dios, sobre la unidad, la verdad y la bondad, de los nombres que convienen a Dios
temporalmente, sobre el primer principio.
De unitate intellectus (de la unidad del intelecto), contra Averroista que está
insertada en la Summa Theologie.
Una gran preocupación del sabio doctor, fue "cristianizar" las ideas de Aristóteles
y encontrar la verdadera filosofía. Todo esto con la intención de hacer inteligible
para los latinos las obras de Aristóteles y la de los árabes y judíos, que expurgó y
colocó cada conocimiento en el lugar que le corresponde, sobre todo, lo filosófico y
lo teológico.
EL MODELO EDUCATIVO
El modelo educativo de San Alberto Magno, comenzando con sus fines y metas,
está constituido con base en el principio cristiano de llegar a Dios, a la Casa del
Padre Celestial, en donde todos nos sentemos a la misma mesa y que a todos nos
sirvan los mismos manjares, aunque cada uno tiene según su necesidad y su capacidad.
Dios es la bondad de todo bien o la bondad primera, es el Ser justo, que recompensa
según los méritos.
Sobre el bien, dice el santo “Dios es la bondad de todo bien y así todo bien se
dice bien por la bondad primera... que todos lo son por participación de la bondad
primera, el primer bien está incluido en el concepto de todo bien y el primer bien se contrae a diferencias especiales en
este bien y en aquel... más su bondad está esencialmente en ella, luego su bondad es creada” (Sobre el bien, Art. 1).
Sobre la justicia dice: “Dios es llamado justo porque recompensa según los méritos y el hombre es llamado justo
porque da a cada uno lo que es suyo” (Metafísica).
Destaca la importancia de la figura del maestro, y consideraba que quienes ocuparan esta importante misión deberían
ser clérigos, que enseñasen las letras y las ciencias conocidas, la vida de naturaleza, en lucha con ella y en verdad no
falsa y artificiosa, sasonándolo y ordenándolo a un culto esmerado de la piedad y empapado de la liturgia en la religión.
En pocas palabras, “enseñar a los hombres a vivir y a morir y, muriendo, triunfar en las persecuciones” (Sobre el bien,
Art. 1).
Los estudios de Filosofía o de los de trívium y el quatrívium de 7 años, la Teología, para algunos el Derecho y para
otros la Medicina.
Al terminar los estudios de Filosofía, había que enseñar bajo la dirección del profesor, para alcanzar el título de
Maestro, que lo facultaba para enseñar oficialmente; además, el aprendizaje del latín, en las escuelas superiores, el
griego y el francés a los que aspiraban a la Universidad.
El trívium comprendía: gramática retórica y dialéctica y, el quatrivium incluía la aritmética, geometría, astronomía o
geografía astronómica y música.
Las niñas, aunque fuesen de familias nobles y aún princesas, aprendían a tejer, hilar, coser, etcétera y, además, se les
fundamentaba en la doctrina cristiana y en el santo temor de Dios.
Las familias ricas y nobles por lo regular tenían capellanes que educasen a los
hijos en la propia casa, aunque los contenidos y métodos de la enseñanza y educación era uniforme, tanto en la institución
familiar como en la misma escuela.
El método que utilizaba San Alberto consistía más o menos en lo siguiente “Si se mira el orden de la doctrina o
enseñanza, es lo primero que se hace. En efecto, la enseñanza no siempre empieza por lo que es primero en el orden real
y natural, sino por aquello cuya enseñanza es más fácil, es cosa sabida porque el entendimiento humano, por la reflexión
que hace sobre los sentidos recibe la ciencia de estos, y por eso resulta la enseñanza más fácil el que se empiece por lo
que podemos percibir por los sentidos, por la imaginación y por el entendimiento, que no el que se empiece por lo que
percibimos por sólo el entendimiento, por eso se debe estudiar primero la Ciencia Natural, después las Matemáticas,
luego la Ciencia Divina” (Comentarios a la física de Aristóteles).
"El modo común de argumentar, que sepa cada uno discernir el modo propio de cada materia, ya que es de sabios el
tratar de obtener de cada cosa la certeza conciente" (Metafísica).
“La ciencia sagrada se aprovecha más con la oración y la piedad que con el estudio de los libros y lo que en la oración
comienza, porque desciende de Dios, es natural que la oración termine, volviendo a Dios de nuevo lex credenti est lex
orando y viceversa” (Metafísica).
El método estaba inspirado en una gran sencillez y en acostumbrar al trabajo desde el principio a los educandos,
abarcando no sólo el aspecto científico, sino el filosófico y el teológico, y en el que se preocupaba muy a fondo la parte
formativa de la educación.
SUS FUNDAMENTOS:
CONCLUYENDO:
La educación que propone San Alberto Magno está impregnada, principalmente, de la educación religiosa, de educación
filosófica y científica en cuanto a la importancia.
En cuanto a lo metodológico, San Alberto dice que se debe empezar de lo más fácil a lo más difícil, o de lo concreto
a lo abstracto, como ya lo expusimos al referirnos a su libro de los Comentarios a la Física de Aristóteles, y en su misma
Metafísica.
Sus ideales y bienes educativos son de los más sublimes ya que, a la vez que se enseña o se aprende la ciencia, jamás
olvida las verdades religiosas que todo tipo de educación integral debe enseñar. Es decir, se le debe dar ese sazón, como
él ya lo dijo, ordenando todo a un culto esmerado de la piedad, de la liturgia y de la religión, tanto en la educación que hoy
conocemos como formal e informal o escolarizada o no escolarizada.
El autor es licenciado en Pedagogía y pasante de la maestría en Filosofía. Actualmente es docente del Departamento de Aprendizaje de la
DAPA.