Agujas que se clavan en mi alma,

Veneno que se disuelve en mis entrañas,

Deseos maltrechos y taciturnos,
Vida de un errante moribundo.

Me consuela saber,
Que al final tu luz se apagará.
Solo eras reflejo de un sol al nacer,
Sabes también como yo sobre tu final.

Serpientes se enroscan en mis pies,

Gusanos merodean mi piel.
Mi alma se aferra a mis heridas.
Pienso que mi senda está perdida.

Mi cabeza se estremece,
Entre llantos de un ego mal nacido,
Mi sed inmensa se hace,
Entre demonios de helados olvidos.

Arráncame mi alma,
Devora mis entrañas,
Quítame las frías agujas,
Que en mi se clavan.

¡Quizás la nada,
No sea una quimera!