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Prólogo de
Dr. Juanjo Medina y
Dr. Pedro Mateu-Gelabert
Consultores: Investigadoras:
Msc. Vania Solano Laclé (Antropóloga) María Andrea Araya Carvajal (Psicóloga)
Msc. Elena Arce Badilla (Antropóloga) Patricia Soley Alfaro (Psicóloga)
M.Ph. Angel Ocampo Álvarez (Filósofo) Jennifer González Zamora (Psicóloga)
El estudio de campo que constituye la base para esta publicación fue financiado por la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo
Internacional (Asdi) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Las perspectivas y opiniones expresadas en esta publicación son las de los autores y no necesariamente reflejan la posición oficial de
la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional (Asdi) ni del Banco Centroamericano de Integración Económica
(BCIE).
Asdi
105 25, Estocolmo,
Suecia
PBX: (46) 8-698 50 00
FAX: (46) 8-20 88 64
sida@sida.se
BCIE
Edificio Sede, Bulevar Suyapa, Apartado Postal 772, Tegucigalpa, Honduras,
PBX (504) 240-2243
FAX (504) 240-2185 / 87
ISBN: 978-99922-2-380-2
De conformidad con la ley se prohíbe la reproducción parcial o total de esta obra en cualquier tipo de soporte, sea este
mecánico, fotocopiado o electrónico, sin la respectiva autorización de los titulares del copyright.
Prefacio
ix
Prólogo
El presente estudio en el contexto internacional de
trabajos científicos sobre las pandillas
Dr. Juanjo Medina
Dr. Pedro Mateu-Gelabert
xi
Agradecimientos
1
Introducción
3
Capítulo I
Planteamiento metodológico
7
Caracterización general 7
Selección de las muestras e
instrumentos utilizados con cada colectivo 8
Trabajo de campo 10
Limitaciones metodológicas 11
Costa Rica y Nicaragua 11
vi Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Capítulo II
Aspectos organizativos y
de identificación cultural
13
Introducción 13
Las pandillas y la construcción de identidad 14
Organización: jerarquía y poder dentro de las pandillas 15
Las pandillas como cultura 24
Análisis por tipo de pandilla 31
Mujeres y pandillas 36
Capítulo III
Las actividades de las pandillas
43
Introducción 43
Delincuencia y consumo de drogas 43
Actividades cotidianas 46
Trabajo legal y mareros 47
Actividades económicas y delictivas de las pandillas 48
Capítulo IV
Factores de riesgo, percepciones
sobre las causas del fenómeno pandillero e identidades
61
Factores de riesgo de afiliación a las pandillas 61
Diversas percepciones sobre el origen de las maras 66
La valoración de los medios de comunicación por parte
de mareros y pandilleros y otros residentes en sus comunidades 67
Identidades: La normalidad del joven pandillero 71
Capítulo V
El entorno social:
Comunidad y familias de los pandilleros
77
Introducción 77
Comunidad 78
Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica vii
Familiares 80
Apoyo al marero o pandillero y ayuda de instituciones externas 82
Capítulo VI
Policía, comunidad y pandillas
85
Introducción 85
Policía y corrupción 85
La percepción de la policía según las distintas poblaciones 87
Capítulo VII
Desistencia, salir de las pandillas
95
Introducción 95
La salida de la pandilla según los mareros 96
Proyectos de vida 98
Referencias
103
Anexos
109
Glosario 109
Escala Likert de conceptos básicos
sobre sociabilidad y pensamiento pro social 118
Equipo de investigación 120
P REFACIO
En la última década, las pandillas juveniles han Tanto la historia como la ciencia social nos
tomado especial relevancia en Centroamérica, enseña que la delincuencia juvenil es principalmente
convirtiéndose tanto en un problema de inseguridad un fenómeno grupal que refleja situaciones sociales
pública como en un objeto de preocupación para y económicas complejas; mereciendo, por lo tanto,
los gobiernos y de temor entre la población, sobre conocimientos actualizados, concretos y profundos
todo en los países del triángulo norte de la región para lograr el diseño y la aplicación de políticas y
–El Salvador, Honduras y Guatemala– pero con un programas de acción exitosas.
desarrollo algo similar también en Nicaragua y Es en este contexto que la Agencia Sueca de
Costa Rica. Cooperación Internacional para el Desarrollo
Mientras que la existencia de pandillas juveniles Internacional (Asdi) y el Banco Centroamericano
dedicadas a la delincuencia no es nada nuevo en de Integración Económica (BCIE) hemos considerado
Centroamérica, la sistematización del uso de la conveniente financiar un estudio regional y
violencia y la brutalidad demostrada por las pandillas multidisciplinario sobre el fenómeno pandillas y
actuales es algo sin precedentes; reflejado en el maras, con un enfoque contextual (maras-vecinos-
nuevo concepto de «las maras». comunidad-policía) y con una sólida base empírica.
En fin, a pesar de que no sería correcto señalar El objetivo de la presente publicación, que
a las maras como los principales responsables del constituye una versión condensada del estudio
alto nivel de violencia que desde hace algún tiempo realizado por un grupo de investigadores de la
vive Centroamérica, sin duda alguna representan empresa Demoscopía S.A., es facilitar una discusión
un problema fuerte y real que merece mayor atención, pública más amplia y más propositiva, con el
en aras de brindar seguridad a la ciudadanía y deseo de contribuir a políticas y acciones eficientes,
mejorar las perspectivas futuras para la población tanto respecto a la necesidad inmediata de enfrentar
joven de la Región. la situación actual como en lo que se refiere a la
prevención hacia el futuro.
E L PRESENTE ESTUDIO
EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL DE
TRABAJOS CIENTÍFICOS SOBRE LAS PANDILLAS
Dr. Juanjo Medina
Dr. Pedro Mateu-Gelabert*
En 1927 Frederic Thrasher, uno de los padres de la o delictivos, y que ofrecen unos patrones de
Escuela sociológica de Chicago, publicaba su libro identificación a sus miembros que les permite
titulado «The Gang». Este estudio constituyó el organizar su vida cotidiana».
punto de partida de los estudios sobre pandillas
juveniles y del papel que las mismas juegan en la Aunque incluso hoy en día, la gran mayoría de
dinámica de la delincuencia juvenil. El trabajo de estudios sobre este fenómeno social siguen siendo
Thrasher fue seguido por numerosas publicaciones realizados en Estados Unidos, donde las autoridades
académicas que a lo largo del siglo contribuyeron policiales estiman que existen en torno a 24 mil
a documentar y tratar de explicar el fenómeno de pandillas y unos 760 mil pandilleros, las dos últimas
las pandillas delictivas como fenómeno social en décadas han visto cómo investigadores en otras
las grandes ciudades norteamericanas (para una latitudes geográficas han comenzado a tomarse
revisión: Klein, 1995). Aunque las definiciones más en serio este problema social en sus propias
sobre pandillas o maras varían, una definición que sociedades. Así, de forma paulatina, se ha podido
cuenta con bastante respaldo es la que las concibe observar la aparición de publicaciones y estudios
como: tratando de describir y teorizar la aparición de
«Aquellas agrupaciones juveniles estables pandillas juveniles de naturaleza delictiva en países
que cuentan con una identidad grupal construida distintos de Estados Unidos. En Europa, por ejemplo,
a través de la participación en actos violentos la Red Eurogang ha sido particularmente activa a
la hora de desarrollar estudios sobre pandillas
juveniles y como resultado de sus actividades ha
(*) El Dr. Juanjo Medina es doctor en derecho por la
Universidad de Sevilla (España) y doctor en criminología publicado una serie de estudios al respecto (p. ej.,
por Rutgers University (Estados Unidos). En la actualidad Decker and Weerman, 2005). En Latinoamérica y
es profesor titular de criminología en la Universidad de la región centroamericana también se han comenzado
Manchester en el Reino Unido donde coordina varios
estudios sobre pandillas juveniles en el contexto británico a publicar varios estudios que tratan de abordar la
y europeo. Es también miembro de la Junta Directiva de problemática de estas pandillas (p. ej., Rubio,
la Red Eurogang, un colectivo internacional de investiga- 2007; CEPI , 2007).
dores sobre pandillas juveniles.
El Dr. Pedro Mateu-Gelabert es doctor en sociología La literatura especializada ha comenzado a
de New York University, especializado en etnografía hablar de la globalización del fenómeno de las
urbana, con numerosas publicaciones profesionales y pandillas (Hagedorn, 2006), entendiéndose por
larga experiencia llevando a cabo investigación cualitativa
en New York City. En 2000, fue nombrado Principal dicha globalización la aparición de pandillas simi-
Research Associate en National Development Research lares a las estudiadas tradicionalmente en Estados
Institute (New York) trabajando en proyectos que exploran Unidos en otros puntos del planeta. De acuerdo
interacciones comunitarias, uso y mercado de drogas y
riesgo de VIH . con esta literatura, en las últimas décadas se han
xii Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
producido una serie de cambios socio-económicos respecto al trato de pandilleros que habían sido
y culturales que han facilitado la reproducción de condenados a prisión y que provenían de otros
las condiciones que dieron lugar a la aparición de países (sobre todo de Centroamérica). A partir de
las pandillas delictivas en las grandes ciudades 1996, esta categoría de prisioneros –una vez que
americanas y a su proliferación en tiempos más habían cumplido su período en la cárcel– fueron
recientes. El criminólogo norteamericano John Hage- deportados a sus países de origen, donde los
dorn (2006: 181) ha listado una serie de factores conflictos armados ya habían terminado. Gradual-
que en su opinión han favorecido la globalización mente, la lista de delitos que calificaba para ser
de las pandillas. Estos factores incluirían: deportado fue incrementándose, hasta incluir faltas
1) La urbanización sin precedentes que se ha relativamente menos graves. Como consecuencia
generalizado en todo el mundo. se estima que aproximadamente 20 mil delincuentes
2) La retirada del Estado como consecuencia de centroamericanos fueron deportados a sus países
políticas neoliberales y el recorte de políticas de origen (sobre todo a El Salvador) en el breve
asistenciales. Ello ha producido el debilitamiento período del 2000 al 2004 (Arana, 2005). 1
de instituciones sociales capaces de gobernar En realidad no es del todo apropiado decir que
la conducta de jóvenes marginales, fomentando el fenómeno de las pandillas es novedoso en socieda-
una serie de vacíos ocupados por pandillas des distintas a la norteamericana. La delincuencia
delictivas que cuestionan el monopolio de la juvenil siempre ha sido un fenómeno fundamental-
violencia del Estado. mente de naturaleza grupal. En muchas de las
3) El fortalecimiento de identidades culturales sociedades de pronto se habla de las pandillas
alternativas que se ha convertido en un método juveniles como si fueran un nuevo fenómeno social,
de resistencia a la marginalización en los jóvenes, de hecho existen estudios de historiadores sociales
tanto para hombres como mujeres, siendo la que ofrecen evidencia de la existencia de grupos
pandilla una de estas identidades culturales similares más de cien años atrás. En todo caso,
alternativas. incluso si aceptamos que históricamente han existido
4) La polarización económica, los crecientes grados pandillas en estas sociedades, ello no quiere decir
de desigualdad y la marginalización de sectores que la naturaleza y prevalencia de estos grupos no
enteros de la sociedad lo que aporta un fundamen- haya cambiado. Las condiciones listadas por autores
to económico importante para estas agrupaciones como Hagedorn, ciertamente, han podido jugar un
de jóvenes. papel fundamental para promover la proliferación
5) Y, finalmente, los flujos migratorios ligados a y afianzamiento de este tipo de grupos en determina-
estos procesos económicos que han contribuido dos contextos comunitarios. Por otra parte, lo que
a crear minorías étnicas y de inmigrantes que se ha producido de forma paralela ha sido la importa-
son marginadas y geográficamente segregadas ción a otras sociedades de los modelos, conceptos,
en enclaves que se convierten en caldo de métodos y teorías desarrollados en Estados Unidos
cultivo para el desarrollo de pandillas. durante el siglo XX para entender el carácter grupal
de la delincuencia juvenil.
Peculiar a la situación de Centroamérica fueron
las masivas deportaciones que Estados Unidos
hizo de mareros hacia sus países de origen. Un 1. La gran mayoría de los deportados provenían de familias
que se habían asentado en los barrios marginales de Los
hecho que a menudo es percibido como un factor
Angeles durante los años 80, huyendo de las guerras y
directo para la proliferación acelerada de los actuales conflictos armados de sus países. Al ser deportados, estos
grupos mareros de la región fueron los cambios en jóvenes llegaban a países que apenas conocían, y según
las reglas estadounidenses de aquél entonces, los gobiernos
la política estadounidense a partir del año 1992 centroamericanos no fueron avisados respecto a los antece-
(después de los disturbios violentos en Los Ángeles) dentes penales de estos ciudadanos.
Prólogo xiii
El desarrollo del conocimiento científico sobre en, esta realidad social. Es decir, el empleo de un
las pandillas fuera de Estados Unidos se encuentra diseño de estudio multi-método y multi-lugar.
aún en una etapa temprana de desarrollo y todavía El estudio de Demoscopía utiliza precisamente
no ha alcanzado el grado de sofisticación conceptual este tipo de diseño empleando, en primer lugar,
y metodológica que cerca de 100 años de ventaja una variedad de métodos de investigación (encuestas
estudiando la cuestión ha dado a los sociólogos y sociales, entrevistas en profundidad, observaciones
criminólogos norteamericanos. Sin embargo, en directas) para obtener información de los distintos
un contexto, en el que como hemos indicado, se actores sociales implicados (pandilleros, jóvenes
están produciendo una serie de cambios sociales en situación de riesgo, familiares de pandilleros,
que favorecen la reproducción y proliferación de vecinos y comerciantes de zonas pandilleras, repre-
estos grupos, este tipo de estudios resulta clave. El sentantes de la autoridad y de otras organizaciones
desarrollo de políticas públicas adecuadas requiere relevantes, etc.). Esta triangulación de métodos es
estar basado en un conocimiento adecuado del muy importante, dado que cada uno de los mismos
problema y estudios científicos que lo describan y presenta unas limitaciones inherentes que hace
expliquen en sus dimensiones esenciales juegan necesaria su utilización conjunta para poder acer-
por tanto un papel fundamental en el proceso de carnos de forma más certera a la realidad de las
desarrollo de soluciones. De ahí la relevancia de pandillas juveniles. Particularmente loable han
estudios como el que se presenta en este informe. sido los esfuerzos de Demoscopía para incluir en
el estudio a los distintos actores sociales implicados,
algo que no siempre ocurre en numerosos estudios
S OBRE EL PRESENTE ESTUDIO DE sobre pandillas juveniles.
LAS PANDILLAS EN C ENTROAMÉRICA En segundo lugar, el estudio de Demoscopía
ofrece una visión más completa del problema marero
Esta publicación presenta un estudio financiado en Centroamérica al incluir en el análisis a varios
por la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarro- países de la región. Se incluyen así diferencias y
llo Internacional (ASDI ) y el Banco Centroamericano similitudes del problema en El Salvador, Honduras,
de Integración Económica ( BCIE ), realizado por Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. En la escena
un equipo multidisplinario de la empresa Demosco- internacional los pocos estudios comparativos de
pía S.A., con sede en Costa Rica. Es un estudio este tipo son comparaciones realizadas a posteriori
ambicioso en su alcance y representa un loable entre investigadores que trabajan en distintos países
esfuerzo por mejorar nuestro conocimiento sobre y que deciden combinar sus datos cuando éstos han
el fenómeno de las pandillas desde un punto de sido ya recogidos y analizados nacionalmente.
vista metodológico. Este tipo de colaboraciones a posteriori, sin
En una reciente publicación, el profesor Malcolm embargo resulta problemático dado que generalmen-
Klein, una de las autoridades internacionales en la te los diseños empleados por cada investigador en
materia, destacaba la necesidad de emplear el método su país de referencia no son idénticos, lo que limita
comparativo en el estudio de las pandillas juveniles la validez y utilidad de las comparaciones. Existen
como requisito para avanzar en nuestro conocimiento algunas excepciones internacionales en las que
en la materia. El uso de un método comparativo colectivos de investigadores a priori intentan diseñar
alude a la necesidad de comparar la situación de estudios comparando la situación en distintas nacio-
las pandillas en distintos contextos nacionales, nes. Pero estas excepciones, o bien aún no han se
pero también a la necesidad de emplear diversos han materializado en investigaciones concretas
métodos de estudio y contrastar la opinión de (como es el caso de la Red Eurogang), o dan tanta
distintos sectores afectados por, o involucrados flexibilidad a los investigadores para diseñar los
xiv Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
estudios en cada país que limitan la posibilidad de sentido a sus vidas en contextos marginalizados en
comparaciones, o son más modestos que el estudio los que sus opciones vitales y de desarrollo son
de Demoscopía en cuanto a triangulación de métodos muy limitadas. Las pandillas ofrecen una identidad
y tamaños de las muestras. En ese sentido el presente alternativa que se apoya sobre un vocabulario más
estudio de Demoscopía constituye un notable esfuer- o menos común que destaca:
zo de mejora que se suma a recientes estudios en la ● La importancia de una serie de ritos de iniciación
misma línea como el realizado por el Centro de (cuya aplicación, sin embargo, está menos gene-
Estudios y Programas Interamericanos (2007) o el ralizada de lo que se piensa);
de Mauricio Rubio (2007). ● Normas internas de comportamiento (que, sin
Como cualquier otro proyecto de investigación embargo, muy a menudo son vulneradas sin
social, el presente estudio,sin embargo, también que existan sanciones severas);
presenta limitaciones. El diseño siguió un proceso ● Un lenguaje externo de identificación (que es
evolutivo en el que progresivamente nuevos elemen- dinámico, flexible y que, además, es adoptado
tos fueron incluyéndose (nuevos países como Costa por personas que no participan plenamente de
Rica y Nicaragua, nuevas muestras como, por ejem- la pandilla), así como otros referentes simbólicos
plo, las mujeres pandilleras, nuevas versiones de de pertenencia y diferenciación que son diversos
los cuestionarios con nuevos temas y preguntas y que pueden presentarse (o simplemente no
reformuladas de forma más precisa). Estos nuevos presentarse) de forma distinta en cada pandilla
elementos, aunque ayudan a ofrecer una mejor o clica. 2
descripción del fenómeno en la región de forma
global, limitan la posibilidad de realizar comparacio- Estos resultados coinciden con los de la investi-
nes precisas entre los países. Estas comparaciones gación comparada que destacan cómo las pandillas,
también se ven limitadas por el hecho de que a la en gran medida comparten las funciones, contradic-
hora de seleccionar los barrios en cada país donde ciones y fluidez de otros grupos de adolescentes y
se reclutaron las muestras no se emplearon criterios jóvenes adultos.
para garantizar que se trataba de barrios con el En una reciente conferencia, el profesor america-
mismo perfil socio-económico. no Scott Decker contrastaba distintas maneras de
Ello significa que lo que puede aparecer como conceptuar la organización de las pandillas o maras.
diferencias nacionales, son en realidad diferencias Por un lado, nos encontramos el modelo corporativo.
entre barrios con diferentes perfiles socio-económi- De acuerdo con este modelo existen super-pandillas
cos. Finalmente, determinados métodos de investiga- con una presencia nacional un importante grado de
ción como, por ejemplo, las entrevistas en profundi- organización vertical y control centralizado que
dad a pandilleros solo se emplearon en determinados están fundamentadas en la obtención de beneficios
países. Resulta, por tanto, prudente tomar estas en los mercados ilegales. Para este modelo corporati-
limitaciones en consideración a la hora de entender vo las pandillas no son muy diferentes del crimen
los resultados. organizado. Esta visión tiende a capturar la imagina-
ción de las autoridades policiales y de los medios
de comunicación social, en los últimos porque es
O RGANIZACIÓN Y CULTURA una imagen que vende y en los primeros porque
aporta la ilusión de un enemigo reconocible y por
El presente estudio documenta como las pandillas ello más fácil que combatir.
o maras representan comunidades emotivas que
cubren una serie de necesidades afectivas a los
jóvenes que se unen a las mismas y que brindan a 2. La clica es la unidad base de cada pandilla, organizada
éstos de unas identidades que les permiten dar en torno del barrio o una colonia.
Prólogo xv
Sin embargo, ésta es una visión con escaso, de influencia que ocupan posiciones de liderazgo
por no decir ningún respaldo en la literatura compara- en las mismas. Este liderazgo, sin embargo, es
da. El profesor Decker en su conferencia ofrecía inestable y fluido. Por otra parte, como en cualquier
ejemplos de departamentos de Policía en Estados otro grupo social, el gobierno de sus miembros
Unidos que se adherían a esta visión e intentaban presenta límites importantes para quienes ejercen
aplicar los instrumentos legales y de persecución de líderes, sobre todo en un contexto en el que los
del crimen organizado para confrontar el problema propios pandilleros aluden a la horizontalidad de
de las pandillas solamente para más tarde o más estas organizaciones en la toma de decisiones. En
temprano tener que abandonar este modelo ante la este sentido, el descabezamiento de las pandillas
inexistencia de este tipo de super pandillas. no parece una estrategia eficaz de control de las
La realidad de las pandillas es más compleja. mismas, dada la rapidez con la que se pueden
Éstas no existen como entidades organizativas encontrar nuevos líderes.
formales (Fleisher, 2002). Constituyen redes sociales Semejantes resultados coinciden con los del
dispersas, permeables, fluidas e inestables con un Centro de Estudios y Programas Interamericanos
carácter marcadamente local. En estas dimensiones (2007) que concluía que:
no son particularmente diferentes de otros grupos ● Mientras que la violencia relacionada a las
de adolescentes o jóvenes adultos. Como Klein y pandillas juveniles es un problema, ésta no
Maxson (2006) resumen: tiene lazos fuertes con la violencia derivada
«En la mayoría de las pandillas callejeras, del narcotráfico y del crimen organizado.
el liderazgo es efímero, los miembros cambian ● Solamente un segmento pequeño de miembros
rápidamente, y el grado de cohesión grupal es de pandillas en El Salvador, Honduras y Guate-
tan solo moderado. Los códigos de conducta
mala posee lazos transnacionales con otros
solamente existen como retórica, y son fácilmen-
te evitados o violados. Muchas pandillas calleje- miembros, con el crimen organizado y/o narco-
ras no son mas que una agrupación de clicas o tráfico.
redes, mas que un conjunto individual total y
cohesivo». El estudio de Demoscopía, no obstante, también
ilustra la tensión entre lo que algunos actores
Aunque existe una amplia variedad de formas sociales (autoridades públicas, medios de comunica-
y grado de organización de las pandillas, tanto en ción social, y algunos miembros de la comunidad)
la región centroamericana como en otras latitudes, piensan sobre las pandillas y lo que se observa
y sería problemático tratarlas a todas como si cuando se obtienen datos directos de los pandilleros.
fueran una y la misma cosa, resulta poco probable Nos encontramos con que actores sociales que no
que las pandillas centroamericanas sigan este modelo son miembros de pandillas tienden a destacar la
corporativo. En el estudio de Demoscopía ciertamen- verticalidad de estas organizaciones y aluden a
te la forma típica que uno se encuentra es la clica estructuras complejas con capacidad eficaz de
o agrupación de barrio que oscila enormemente en coordinación y cooperación regional, y canales de
tamaño y grado de complejidad, normas internas y comunicación internacional, con vínculos a otras
sanciones asociadas con las mismas, ritos de inicia- organizaciones criminales con las que en algunas
ción, relevancia de signos externos de identificación, ocasiones competirían y en otras cooperarían. El
etc. Este tipo de modelo de pandilla es el mismo modelo corporativo, al que se refería el profesor
que continuamente surge a la luz en los estudios Decker, por tanto también seduce a las autoridades
realizados en otras latitudes geográficas. en algunos contextos centroamericanos.
En estas clicas locales, como en cualquier otro Sin embargo, resulta difícil obtener evidencia
grupo social, existen personas con un mayor grado directa de los pandilleros o ex pandilleros que
xvi Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
permitan confirmar esta visión de las pandillas nuevos estudios e indicadores objetivos más sólidos
como agrupaciones empresariales y de organización y cuantificables que permitan valorar algunas de
cuasi-militar. Generalmente, los pandilleros niegan estas tendencias en cuanto a vínculo con crimen
la existencia de líderes regionales, a lo más que organizado, grado de organización y sofisticación
aluden es a actividades de cooperación con un en la estructuración de las pandillas, y tipo de
carácter local y aunque aluden a contactos con el actividades realizadas. El desarrollo de estos indica-
narcotráfico el carácter de estos vínculos es muy dores permitiría, por un lado, evaluar de qué forma
impreciso y requiere de mayor investigación. Este distintas iniciativas públicas están teniendo un
tipo de estructura es generalmente la que estudios impacto sobre este problema social y, por otra
en otras partes del mundo vienen a documentar. parte, desarrollar un cuerpo de conocimiento más
Lo que sí se observa, de nuevo repitiendo un sólido que el actual que ayude a planificar políticas
patrón muy presente en Estados Unidos, es que en públicas frente a este problema.
el entorno de los centros penales las pandillas han En el ámbito comparado, mientras que los
desarrollado estructuras más cerradas, con un mayor datos policiales siguen sustentando que la gran
nivel de cohesión social, y esto posiblemente ha mayoría de los pandilleros son varones (en torno al
contribuido a la institucionalización de las pandillas 90%), encuestas representativas de la población
en la calle y al afianzamiento de este problema sugieren que en torno al 40% de las personas que
social. La cárcel, como institución total, espacio dicen ser pandilleras son mujeres. El estudio de
en el que uno no tiene escapatoria, favorece y Demoscopía fue inicialmente desarrollado sobre
facilita la aparición de grupos en los que sí puede la visión de que el fenómeno de las pandillas es
haber un mayor control de los miembros y en el fundamentalmente una realidad social que afecta
que la necesidad de supervivencia proporciona sobre todo a varones. Sin embargo, una vez en el
una motivación adicional para prestar servidumbre campo, la realidad del fenómeno obligó a replantear
al grupo. El grado en que estos grupos se refuerzan el diseño de la investigación. También en Centroamé-
en el entorno carcelario puede quizás a la postre rica a pesar de que el mundo de las pandillas se
fortalecer su presencia y el control de sus miembros apoya firmemente sobre una serie de valores conside-
fuera del mismo. La excesiva represión penal contra rados tradicionalmente como masculinos, hay evi-
los pandilleros y la tolerancia de estos grupos en el dencia bastante clara que indica que porcentajes
entorno carcelario pueden ser factores, por tanto, muy importantes de mujeres están afiliadas a las
que estén contribuyendo a agravar el problema de mismas.
las pandillas. Las mujeres generalmente se insertan en grupos
El estudio de Demoscopía indica con base en mixtos con cierta preponderancia masculina en
indicadores fundamentalmente cualitativos y no cuanto al número de miembros. En líneas generales
particularmente robustos, que las pandillas, en se puede decir que las mujeres, aunque muestran
este proceso de institucionalización sobre todo en claros índices de participación en actividades delicti-
Guatemala, El Salvador y Honduras, han podido vas de las pandillas, ocupan una posición de subordi-
quizás desarrollar una identidad criminal más sólida nación similar a la que encuentran en otras esferas
y cimentar su base social y económica, y por tanto sociales y, de la misma forma que en otras esferas
su poder, por medio de la penetración en mercados sociales, también desarrollan específicas estrategias
ilegales, como el de la droga, y por medio de la de subordinación y resistencia dentro de las pandillas.
generalización de prácticas como la extorsión. Las políticas de prevención de este fenómeno, por
Que los pandilleros participan en actividades de tanto, tienen que tomar en consideración las particu-
narcomenudeo y extorsión no cabe duda, pero lares necesidades que presentan las mujeres pandille-
sería importante, no obstante, el desarrollo de ras.
Prólogo xvii
hora de motivar a los jóvenes a unirse a las pandillas fundamental y, desgraciadamente, en buena parte
y que, por tanto, una forma eficaz de prevenir el de la literatura regional a veces se suelen confundir
atractivo de las mismas es por medio del desarrollo ambas cuestiones y la respuesta termina siendo
de políticas públicas orientadas a garantizar la una amalgama desordenada de factores. Por ejemplo,
seguridad de los jóvenes, de forma que los mismos como veremos más adelante, tanto los estudios
no se vean forzados o motivados a vincularse a las anglosajones como los centroamericanos explican
pandillas como mecanismo de protección en contex- el origen de las pandillas aludiendo a factores
tos marginalizados (Mateu-Gelabert, 2004). macroeconómicos y sociales (la marginación social,
En cuanto a otras actividades delictivas que a la falta de capital social y de eficacia colectiva).
menudo se ligan a las actividades de la pandilla, el Pero explicar por qué surgen las pandillas nos dice
estudio de Demoscopía sugiere que las pandillas poco sobre por qué determinados jóvenes en los
en la región centroamericana están jugando un barrios que presentan las condiciones para que
mayor papel en el narcomenudeo y que ello está surjan pandillas se unen a las mismas. Muchos
cimentando su base social y económica, al convertir- estudios sugieren que solo una minoría de jóvenes
se en estrategia de supervivencia para muchos dentro de estas comunidades marginales se afilian
jóvenes marginales. La participación en narcomenu- a las pandillas. 4
deo, de forma poco organizada, espontánea, y Existe un creciente número de investigaciones
muchas veces más a nivel individual que como que empleando una mayor sofisticación metodológi-
actividad coordinada por la pandilla, es algo que ca, particularmente el uso de diseños longitudinales,
también se ha documentado en la literatura compara- tratan de entender qué factores distinguen a los
da sobre las pandillas. jóvenes que se unen a las pandillas de aquéllos que
El estudio de Demoscopía también alude a un no lo hacen. Generalmente, estos factores de riesgo
fenómeno que destaca el particular impacto de las se agrupan en una serie de categorías: factores de
maras o pandillas en algunas comunidades centro- riesgo de carácter individual (peculiaridades del
americanas. Nos referimos al impacto de la extorsión carácter psicológico de estos sujetos), de tipo familiar
de comerciantes y residentes por parte de las pandi- (, así como aquellos asociados al contexto escolar,
llas. En la literatura comparada, con la excepción al tipo de amistades que tienen, y a la colonia o
de algunos trabajos sobre pandillas en los barrios barrio en que viven.
chinos de las ciudades estadounidenses, las referen- Una revisión sistemática reciente de la literatura
cias a la extorsión son generalmente de tipo anecdóti- anglosajona destaca como factores de riesgo impor-
co. Como práctica social tan extendida el grado de tantes para la afiliación a pandillas: el tener amigos
extorsión aquí documentado ciertamente no encuen- delincuentes, el haber presentado conductas proble-
tra paralelo en estudios realizados en otras latitudes máticas y haber sufrido una serie de eventos negativos
y sería por tanto indicador del particular afianzamien- durante su infancia. De igual manera, la investigación
to de estas pandillas en Guatemala, El Salvador y empírica señala el tener actitudes favorables a la
Honduras (únicos países para los que tenemos violación de la ley, la falta de control y supervisión
datos a este respecto). parental, así como el apego a amigos problemáticos.
Otros factores que también han sido estudiados y
que, sin embargo, no encuentran respaldo en la
F ACTORES DE RIESGO Y CAUSAS
¿Qué distingue a los jóvenes que se unen a las 4. Señalar también que las características del diseño de
pandillas de aquellos que no lo hacen? Conviene nuestro estudio nos impiden valorar de forma directa de
que forma el contexto comunitario incide en el desarrollo
distinguir esta pregunta del por qué las pandillas de las pandillas o son un factor relevante a la hora de
aparecen o se desarrollan. Esta diferenciación es entender la afiliación a las mismas.
Prólogo xxi
literatura son: la baja autoestima de estos jóvenes, pandilleros sean más proclives a tener malos recuer-
el proceder de familias pobres, vivir en una familia dos de su infancia, y que un porcentaje mayor de
donde sólo uno de los progenitores está presente, los mismos haya dejado de vivir con su familia de
poco apego a los padres, vivir en malos barrios o origen. La literatura comparada ha sugerido que
colonias y atender escuelas poco seguras (Klein y un entorno familiar negativo puede conducir a una
Maxson, 2006). mayor dependencia del grupo de iguales y en la
¿Qué hemos aprendido sobre factores de riesgo medida que este grupo de iguales tenga tendencias
para la afiliación en pandillas por medio de los antisociales ello puede contribuir al inicio y cimenta-
estudios realizados hasta la fecha en la región ción de carreras criminales.
centroamericana? En realidad ninguno de los estu- En este sentido es significativo que un porcentaje
dios regionales analiza esta cuestión de forma lo considerablemente mayor de los pandilleros que
suficientemente rigurosa, ya que los pocos estudios de los jóvenes en situación de riesgo cita como
cuantitativos realizados a lo más que llegan es a actividad que realiza siempre el reunirse con sus
tratar de valorar con qué frecuencia algunas variables amigos y que un porcentaje también considerable-
consideradas por la literatura comparada como mente mayor de pandilleros que de jóvenes en
factores de riesgo están presentes en la población situación de riesgo declaren tener familiares o
de pandilleros. No obstante, en la medida que no se amigos en las pandillas. Los investigadores de
emplean grupos de comparación constituidos por Demoscopía hacen bien en puntualizar que a pesar
jóvenes no pandilleros no se puede valorar si la de que el proceder de un entorno familiar proble-
incidencia de estos variables en el grupo de pandille- mático es un factor de riesgo para la afiliación a
ros es particularmente alta o no. La única forma de pandillas, la mayoría de los hombres que se afilian
valorar si estas variables marcan una diferencia a pandillas no proceden de este tipo de entornos,
entre pandilleros y no pandilleros es incorporando aunque en el caso de las mujeres sí que es cierto
a jóvenes no pandilleros en el estudio que es lo que que la mayoría proceden de entornos familiares
tanto el estudio de Demoscopía como un reciente violentos.
estudio financiado por el World Bank han comenzado El estudio de Demoscopía además nota como
a hacer en la región. las familias de mareros y los residentes de estas
Hay una serie de factores de riesgo que de zonas, así como otros actores sociales tienden
acuerdo al estudio de Demoscopía pueden servir también a identificar este tipo de factores de índole
para identificar a aquellos jóvenes particularmente familiar como significativos, aunque a la hora de
vulnerables a la atracción de las pandillas. Por un recomendar soluciones tienden a preferir programas
lado, tenemos factores que indican un entorno preventivos de un carácter social más amplio y que
familiar problemático y, por otro, factores que son incida sobre las oportunidades vitales de estos
expresivos de determinados estilos de vida e indica- jóvenes.
dores de un rápido tránsito hacia papeles adultos El estudio de Demoscopía también sugiere que
para los que estos jóvenes no están preparados. los pandilleros son más proclives a estar vinculados
Un factor que resulta claramente visible en el en una unión libre que los jóvenes en situación de
estudio de Demoscopía es que el entorno familiar riesgo, mientras que estos últimos son más propensos
del que proceden los pandilleros es más duro que que los pandilleros a estar casados o ser solteros.
aquel del que proceden los jóvenes en situación de A pesar de la menor probabilidad de que los pandille-
riesgo. Los pandilleros son más propensos a proceder ros estén casados estos tienen una mayor propensión
de un ambiente familiar violento, en el que se ha a tener hijos que los no pandilleros. Por otro lado,
dado una situación de abandono familiar, ha muerto los pandilleros son menos propensos a encontrarse
algún familiar o ha habido maltrato en la familia. aún atendiendo un centro de educación. Todos
No es de extrañar, por tanto, que los jóvenes éstos son indicadores que parecería indicar un más
xxii Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
rápido tránsito aparente a la «vida adulta», en el de vigilancia social informal requiere precisamente
sentido de que se acelera la adopción de una serie lo que nuestros datos muestran: una mayor incidencia
de papeles propios de adulto (padre, participación de factores de riesgo. En la medida que a la mujer
en relación de pareja) y un más rápido abandono de le resulta mas difícil emprender conductas de carácter
papeles propios de su edad (menos vínculos con la desviado, por la presencia de unos mecanismos de
escuela). En parte esto perfila a los pandilleros control social informal más acentuados, el emprender
como jóvenes y adolescentes que están perdiendo estas conductas de riesgo, y la afiliación a las
su juventud, corriendo hacia la adopción de papeles pandillas podría interpretarse en este sentido, requie-
adultos para los que posiblemente no están aún re una mayor fortaleza por parte de los factores
preparados. que impulsan a las personas a emprender este tipo
Hay muy pocos estudios que separan los factores de conductas.
de riesgo para hombres y para mujeres, pero en La literatura comparada insiste en que la investi-
líneas generales hay tres datos que surgen de investi- gación sobre estos factores de riesgo ofrece un
gaciones realizadas en otros países (Klein y Maxson, instrumento de utilidad para la prevención Los
2006): gestores de programas de intervención interesados
● Hemos sido capaces de identificar menos facto- en esfuerzos de prevención secundaria, es decir,
res de riesgo para mujeres que para hombres. dirigida a poblaciones de riesgo, debería emplear
● Los factores de riesgo de afiliación a la pandilla la información sobre aquellos factores de riesgo
para mujeres, en la mayor parte, son factores más fuertes y con mayor respaldo empírico, para
que también sirven para predecir el riesgo de garantizar que sus acciones estén dirigidas a los
afiliación a las pandillas para varones. jóvenes que más las necesitan (Klein y Maxson,
● Parece, no obstante, que hay algunos factores 2006). Estos factores, por un lado, pueden ser
de riesgo que son específicos para el caso de empleados para identificar la audiencia de programas
las mujeres, en particular sobresalen factores de prevención secundaria (programas de prevención
ligados al comportamiento en las escuelas e orientados hacia jóvenes en situación de riesgo) y,
integración en la vida escolar. por otra parte, políticas sociales dirigidas a incidir
sobre estos factores pueden tener también un impacto
El estudio de Demoscopía en este sentido acierta en esta materia.
al incluir mujeres en los análisis. Los resultados de Diversos actores sociales coinciden en afirmar
Demoscopía presentan dos conclusiones funda- que, al margen de la relevancia que puedan tener
mentales. La primera, que los factores de riesgo estos factores de riesgo de tipo psicosocial para
que servían para los varones también sirven para entender por qué determinados jóvenes en comuni-
las mujeres; la segunda, que en algunos casos, dades marginales (y no otros que comparten este
sobre todo en relación con factores de tipo familiar entorno social) se afilian a pandillas, existen también
(malos recuerdos de la infancia, entorno familiar una serie de factores macroestructurales de tipo
violento, fallecimiento y maltrato en la familia) económico, histórico, político y social que son
las diferencias entre las pandilleras y las mujeres más útiles a la hora de entender por qué las pandillas
en situación de riesgo son mucho más acentuadas surgen y se han institucionalizado en estas comuni-
que las diferencias entre los varones. dades.
¿Por qué se da esta situación? Una posible En resumen, aunque el perfil de los pandilleros
explicación reside en la existencia de diferentes es muy diverso, existen varias características que
patrones de socialización para hombres y mujeres. son más comunes entre los mismos que entre jóvenes
La mujer, sobre todo cuando es joven, está sometida que han crecido en el mismo entorno social y que
a un mayor control social informal que los varones. sin embargo no se unen a las pandillas. Los programas
Se podría especular que romper con estos patrones orientados a prevenir las pandillas, por tanto, pueden
Prólogo xxiii
beneficiarse del conocimiento de estas característi- violencia de las pandillas. En un sentido similar se
cas, aunque siempre entendiendo que no todos los manifiesta Rodgers (2006) al hablar de su estudio
pandilleros las van a presentar. Programas de preven- de una comunidad y su pandilla en Nicaragua.
ción que tratan de desarrollar asociaciones prosocia- Esta literatura también documenta como la
les entre los jóvenes en zonas marginales, apoyan comunidad se beneficia materialmente en ocasiones
a sus padres y familiares para que los mismos de la contribución social y económica que realiza
puedan ofrecerles un entorno seguro y propicio al la pandilla. Venkatesh (1997) en su estudio de
desarrollo, y que incide sobre los factores que zonas muy marginales de Chicago, por ejemplo,
pueden estar motivando a que grupos de jóvenes en habla de préstamos y créditos, recados a domicilios,
estas zonas se vean abocados a la rápida adopción ayuda a parientes en prisión, organización de activi-
de papeles adultos para los que no están preparados dades deportivas, control social de actividades
pueden ser de utilidad a la hora de confrontar el delictivas en la calle, etc. Ello no quiere decir que
problema de las pandillas delictivas. no exista ambivalencia o que esta ayuda sea aceptada
fácilmente, o que la aceptación sea unánime y no
haya resistencias por parte de grupos de residentes.
C OMUNIDAD Y FAMILIA Pero de alguna forma en contextos en los que el
Estado se retira y el poder de las pandillas aumenta,
Muy pocos estudios se han preocupado por documen- al aumentar su vinculación al narcomenudeo, se
tar adecuadamente la relación entre pandillas y su presentan importantes condicionantes a la hora de
entorno social, los vínculos que existen y las relacio- aceptar o no la ayuda de las pandillas, sobre todo
nes que se establecen entre pandillas, pandilleros en un contexto en el que existen importantes vínculos
y otros residentes locales o sus familiares, así afectivos y relaciones con los pandilleros.
como el impacto que las pandillas tienen en la vida Otros investigadores también destacan cómo
de estos residentes y de sus propias familias. la dificultad de estas comunidades para obtener
En todo caso, aunque no existen muchos estudios atención del Estado reduce su capacidad para contro-
en el ámbito comparado si que hay algunos que han lar el comportamiento de las pandillas (Zatz y
tratado de explorar esta cuestión y que aluden a la Portillos, 2000). Desmond Arias (2006) analizando
complejidad del tema. Los pandilleros son miembros esta cuestión en Rio de Janeiro plantea cómo en el
de la comunidad y pertenecen a redes familiares contexto latinoamericano las complejas relaciones
que forman parte del capital social de estas comunida- de clientelismo facilitan en parte el papel de estas
des. Ello, como varios estudios han documentado, organizaciones criminales como mediadores comuni-
limita la capacidad de las comunidades para controlar tarios, al tiempo que hace aún más complejo el
el comportamiento de los pandilleros (Pattillo, tratamiento y control de estos grupos. Este tipo de
1998). En su estudio de pandillas chicanas en consideraciones son importantes. Cualquier esfuerzo
Estados Unidos, Horowitz (1987) documenta, por para alistar a la comunidad en el control de la
ejemplo, una cierta tolerancia de la violencia de pandillas tiene que pasar por el uso de estrategias
estas pandillas como resultado de esta imbricación, que vayan mas allá de la segregación social del
tolerancia que varía en grado y que puede ser pandillero, dado que el pandillero, pese a que es
frágil, pero que es generalmente mantenida mediante percibido como causa de muchos de los males que
un proceso de negociación activa informal entre afectan a la comunidad, sigue siendo parte de la
los residentes y los pandilleros. Esta autora mantiene misma, sigue siendo vecino, primo, hermano, padre
que el significado de la violencia de la pandilla es y parte integrante por tanto de las redes sociales de
articulado dentro del marco cultural del concepto la comunidad (Venkatesh, 1997).
de honor que permite a los residentes entender la
xxiv Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Los datos presentados por Demoscopía insisten programas de prevención que quieren «extirpar» a
en algunos de estos temas. Los vínculos entre las maras no entienden de su compleja relación
comunidad y pandilla son complejos, en la medida para con la comunidad en la que viven. Políticas de
que el pandillero nunca deja de ser miembro de la mano dura que tratan a todos los residentes de
comunidad y la comunidad mantiene importantes barrios mareros como sospechosos no hacen sino
lazos afectivos e instrumentales con el pandillero alentar afiliación y alienar al grupo de apoyo más
y la pandilla. A pesar de ello, la comunidad es efectivo para facilitar la salida de las maras.
consciente de que las pandillas están asociadas al
empeoramiento de las condiciones de estos barrios
y colonias. De ahí que no sea de extrañar que la M EDIOS DE COMUNICACIÓN
sensación dominante sea una mezcla de temor y
compasión. Destacar también que existe una deman- Cuando se pregunta a las autoridades de dónde
da de programas de prevención y una predisposición obtienen la mayor parte de su conocimiento sobre
importante para participar y apoyar a los mismos. las pandillas, la respuesta más genérica son los
De acuerdo con los datos de Demoscopía la medios de comunicación. Cuando se les pregunta
familia también, por razones obvias, tiene una a estas autoridades cuál es la fuente de información
relación compleja con sus parientes pandilleros. sobre las pandillas menos fiable, también se alude
Resulta muy claro, en todo caso, que generalmente a los medios de comunicación social. La paradoja
se oponen a esta situación y buscan activamente es que aquellos con la responsabilidad de hacer
mecanismos para facilitar la reintegración de sus algo frente al problema de las pandillas obtienen
parientes pandilleros. La propia familia sufre en casi toda su información de las fuentes menos
su funcionamiento interno y en su relación con los fiables.
vecinos como consecuencia de la condición de El estudio de Demoscopía de forma exploratoria
pandillero de uno de sus miembros, de ahí que trató de abordar la calidad de la información ofrecida
también sea necesario desarrollar políticas asisten- sobre las pandillas en la región centroamericana.
ciales que atiendan a las necesidades de estas Sus conclusiones confirman que la información
familias. A la luz de los datos de Demoscopía ofrecida es poco fiable. Las informaciones sobre
parece claro que las familias de pandilleros pueden las maras presentan un marcado sesgo hacia los
jugar un papel importante en la reintegración de hechos puntuales, las versiones limitadas, las fuentes
sus parientes y que merecen un mayor apoyo en oficiales, los estereotipos y una cierta magnificación
esta labor. Ciertamente, algunos familiares actúan del fenómeno, y en contra de mayor contexto de
como actores sociales de reinserción con un impor- los hechos, enfoques más amplios, diversidad de
tante rol en el apoyo de aquellos mareros que salen fuentes e iniciativas propias de los medios en
de las maras. Este parece un punto crítico a la hora cuanto a ángulos periodísticos que vayan más allá
de diseñar programas efectivos en la comunidad. de lo noticioso.
La relación entre las maras y la comunidad Cuando los investigadores de Demoscopía pre-
donde se desarrollan es muy compleja. Las maras guntan a diversos actores sociales sobre su opinión
no están aisladas de los barrios donde se desarrollan. de los medios de comunicación social, estas opinio-
Los mareros son padres, amigos, vecinos e hijos. nes sobre el desempeño de los medios varían sustan-
Por otra parte también hay que insistir en que no cialmente según las poblaciones consultadas. Las
todos los miembros de las comunidades donde se de los mareros y ex mareros son de crítica y
desarrollan las maras son mareros . Los ciudadanos rechazo; las de los jóvenes no mareros y vecinos
que viven en esas comunidades son los que sufren son mayoritariamente positivas; las de los familiares
más de cerca sus actividades criminales. Las relacio- son negativas, pero en menor proporción a los
nes entre maras y comunidad son complejas. Los mareros. Las percepciones de los informantes de
Prólogo xxv
la administración pública, el Poder Judicial, las Internacional) y, como destaca el estudio de Demos-
ONG y las iglesias, fueron muy diversas, pero con copía, con serios problemas de corrupción.
un énfasis generalmente negativo sobre el trabajo El estudio de Demoscopía documenta la existen-
de los medios. cia de un sentimiento bastante generalizado de
Aun tomando en cuenta que sus efectos pueden insatisfacción con la policía que viene ligado a una
estar condicionados por múltiples factores, los percepción, compartida por numerosos actores socia-
medios de comunicación no contribuyen a generar les, incluyendo la propia policía, de que la corrupción
visiones integrales sobre el fenómeno de las maras policial constituye un serio problema que limita la
entre la población, limitan la visión ciudadana capacidad de esta institución para actuar de forma
sobre la complejidad del problema y no propician efectiva contra las pandillas.
un debate público de calidad al respecto. Además, El estudio también destaca como parece existir
al magnificar y estereotipar el fenómeno, pueden un clima de mutua desconfianza entre la policía y
exagerar el verdadero poder de las maras y, en este los residentes de zonas pandilleras. Este clima de
sentido, distorsionar la conducta de los ciudadanos, desconfianza, obviamente, dificulta el desarrollo
las autoridades y los propios mareros. Aunque de estrechos lazos de colaboración. En este contexto
siempre respetando el principio de libertad de pretender una solución exclusivamente policial
prensa, es importante promover desde las autoridades del problema de las pandillas parece poco viable.
públicas prácticas más responsables desde un punto Curiosamente, a pesar de que la policía funda-
de vista deontológico y más profesionales de quienes mentalmente emplea tácticas tradicionales para
trabajan en los medios de comunicación a la hora controlar el problema de las pandillas, la propia
de informar sobre este problema. policía considera que sería necesario el uso de
enfoques preventivos más creativos e innovadores.
Otros aspectos que el estudio de Demoscopía
P OLICÍA , COMUNIDAD Y PANDILLAS pone de relieve sobre la actuación policial en
relación con las maras en Centroamérica son, en
Como se destaca en el informe USAID (2006), los particular, los siguientes:
gobiernos centroamericanos, sobre todo en El Salva- ● Como los salarios de la policía son bajos se
dor, Honduras y Guatemala, han preferido apostar ven complementados por los sobornos de los
por políticas de represión policial y endurecimiento mareros lo que «paga« el dejar hacer de las
de la legislación penal antes que por otro tipo de maras;
políticas preventivas. Esto contrasta con la ausencia ● Como la policía tiene el papel de cómplice y
de programas de prevención y de rehabilitación garantizador del control territorial de las maras,
para mareros, señalada por los vecinos y familiares la comunidad se ve desamparada, no solo al no
de estos jóvenes en el estudio de Demoscopía. poder recurrir a la policía sino también al
La experiencia acumulada en otros países de- verles como beneficiarios de las actividades
muestra que políticas de mano dura generalmente mareras.
sólo sirven para cimentar la presencia de las pandillas
y marginar aún más a los sectores afectados por El dato del informe que apunta a la simbiosis
este problema social (Klein y Maxson, 2006). entre mara y policía en determinados contextos
Políticas que descansan de forma primordial en parece crítico. A la luz de lo visto, las políticas de
enfoques represivos plantean además serios pro- prevención marera deberían contener elementos
blemas en una región donde el aparato de justicia de prevención de la corrupción policial. El estudio
penal es caracterizado por observadores internos y del CEPI (2007) también concluye que es fundamental
externos como ineficiente ( USAID , 2006), poco investigar y eliminar la participación de los cuerpos
respetuoso de los derechos humanos (Amnistía policiales en actividades relacionadas a las pandillas
xxvi Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
podrían jugar un papel importante en el control de Las políticas penales excesivamente represivas
esta cuestión social. tienden a minar la fábrica social de los barrios en
En resumen, a pesar del mito, lo más común es los que viven los delincuentes al retirarlos de los
que en un momento dado los mareros dejen la mismos. Hagedorn (2002) ha planteado el papel
mara. Es importante, por tato, desarrollar políticas crucial que la economía subterránea tiene en la
que faciliten este proceso de salida y el apoyo de vida económica de barrios marginales donde los
las familias y otros grupos comunitarios, así como jóvenes tienen escasas alternativas para generar
el desarrollo de programas que faciliten oportunida- suficientes ingresos. Al margen de ello, muchos
des laborales. pandilleros son padres y como tales contribuyen al
sostenimiento económico de sus familias. El encarce-
lamiento de los mismos tiene un impacto directo
L ECCIONES DE POLÍTICA CRIMINAL : en el bienestar de sus familias y comunidades.
APRENDIENDO DE LA Fagan y sus colaboradores (2003), por ejemplo,
EXPERIENCIA COMPARADA han podido documentar en Nueva York cómo las
políticas que potencian el encarcelamiento contribu-
Hasta ahora hemos tenido ocasión de resumir los yen al deterioro del tejido social de estos barrios
principales resultados del estudio realizado por empeorando sus niveles de delincuencia. Otros
Demoscopía y de poner estos resultados en el estudios regionales también confirman que el castigo
contexto de la investigación comparada realizada penal drástico empleado no minimiza, sino que
en otros países con una mayor tradición e historia intensifica e incluso incrementa el atractivo de la
en la realización de este tipo de estudios. ¿Cuáles pandilla (Rubio, 2003; USAID , 2006; FAPPH , 2006).
son en cambio las principales implicaciones político- El estudio de Demoscopía hace eco de similares
criminales de estos resultados? En esta sección conclusiones para la región centroamericana. Así
presentaremos algunas de las mismas y presentare- por ejemplo, la encuesta con familiares de pandilleros
mos también de forma resumida las principales refleja los efectos contraproducentes de las políticas
lecciones aprendidas en el contexto comparado de encarcelamiento. La respuesta modal a la pregunta
sobre las intervenciones de actuación frente a las sobre los efectos que ha tenido el encarcelamiento
pandillas. de sus parientes pandilleros es que su conducta se
Los estudios sobre políticas de prevención hizo más violenta y conllevo un mayor ligamen a
coinciden en apuntar que las políticas exclusivamente la mara. El estudio también constata que los pandi-
represivas y de mano dura conducen a efectos lleros contribuyen económicamente a sus familias.
contraproducentes. Las políticas penales represivas, Las entrevistas de profundidad con figuras de
por ejemplo, refuerzan las pandillas al facilitar autoridad, representantes de organizaciones sociales
contactos entre jóvenes pandilleros y los que no lo y del sector de la seguridad señalan de forma
son, poner en contacto pandilleros de distintas reiterada que el desarrollo de políticas de cero
clicas y reforzar la afiliación a estos grupos para tolerancia o mano dura y los encarcelamientos
poder sobrevivir el entorno carcelario (Moore, masivos han impulsado el desarrollo y una mayor
1991; Scott, 2004). La literatura comparada advierte eficiencia organizacional de las maras. Esto, en
del peligro de políticas que convierten a las pandillas opinión de estos entrevistados, a su vez, ha fomentado
en enemigos, porque tales estrategias refuerzan el afianzamiento de las maras, las cuales utilizan
los procesos de cohesión interna; y recomienden los penales como centros directivos, de reclutamiento
más bien, políticas de prevención en la infancia, y de cohesión social. Los responsables públicos
que apoyen el proceso de salida de las pandillas y también coinciden en destacar que la institucionaliza-
que mejoren las condiciones económicas de la ción de la corrupción ha limitado la efectividad de
comunidad (Klein y Maxson, 2006). las acciones contra estos grupos violentos, tanto
xxviii Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
desde instancias institucionales como desde los policías entrevistados apuestan por políticas preven-
propios barrios y colonias en los que surgen. tivas de carácter social. Incluir a la policía misma
Irónicamente la implementación de los progra- en programas sociales en colaboración con los
mas de prevención más extendidos en Centroamérica vecinos podría ayudar a mejorar las relaciones
(«mano dura») recaen en la policía; una institución entre policía y comunidad y fortalecer así una
que muchos actores sociales y sus mismos integrantes alianza critica para la prevención.
describen como corrupta y de la que algunos de sus Un muy bajo número de jóvenes que declaran
integrantes se beneficia de las acciones mareras. ser mareros han pasado ritos de iniciación; a su
Programas de prevención marera que cuenten con vez, un alto porcentaje declara que su actividad
la policía deben contener sistemas de control que más frecuente con la mara es «estar con los amigos»
prevengan la corrupción policial tales como mecanis- Estos datos indican que para muchos jóvenes ser
mos que faciliten el involucramiento comunitario marero representa mayormente una actividad lúdica
(reuniones mensuales entre jefe de policía y comuni- de afiliación. Políticas preventivas que ayudaran a
dad, facilitar la denuncia anónima de practicas desarrollar programas para jóvenes (clubes deporti-
corruptas –vía correo y teléfono– en instituciones vos, de baile o centros con otras actividades organiza-
no policiales, etc.). das) servirían a los adolescentes como alternativas
Decker y Lauritsen (2002) sugieren que una más atractivas a las de afiliación marera. Estos
posible estrategia para incentivar la salida de las programas, por otra parte, ayudarían a enfocar los
maras es intervenir de forma asistencial y rehabilita- recursos de desistencia para aquellos mareros más
dora tras instancias de violencia, cuando los pandille- involucrados en las actividades delictivas.
ros se pueden encontrar más abiertos a considerar La mayoría de los mareros se sustentan a sí
el salirse de la pandilla. Facilitar el proceso de mismos y apoyan a sus familias. Algunos trabajan
salida de las pandillas por medio de políticas legalmente algunos ilegalmente y otros combinan
asistenciales y que ofrezcan apoyo a quienes quieren ambas opciones. Programas de desistencia a las
hacerlo es ciertamente uno de los mecanismos de maras que ofrecieran oportunidades de trabajo,
control más difundidos en la literatura comparada ayudarían a los mareros a encontrar alternativas
sobre pandillas (Klein y Maxson, 2006). legales a sus fuentes de ingresos mientras que les
Los datos presentados por el estudio de Demos- ayudarían a seguir proveyendo para si mismos y
copía indican ciertas posibilidades de intervención sus familias. A la vez, el participar en el mercado
que aprovecharían mecanismos de apoyo ya existen- de trabajo legal podría representar un primer paso
tes en la comunidad. Así por ejemplo, la encuesta, hacia la (re)integración mientras disminuye el estig-
documenta un grado de organización vecinal escaso, ma asociado a su identidad como exmarero.
casi nulo, para prevenir las acciones de los mareros. Algunos familiares de pandilleros pueden jugar
A pesar de la inexistencia de este tipo de programas un papel importante en la reintegración de sus
sí existe un amplio interés de los vecinos en la parientes y que merecen un mayor apoyo en esta
participación en programas de prevención y rein- labor. Los familiares actúan como puntos de inicia-
serción de mareros en su barrio. Políticas de preven- ción y anclaje para la (re)inserción. Apoyar esta
ción impulsadas desde el Estado que canalizaran labor familiar con programas de apoyo sería como
este interés podrían establecer medidas de apoyo sustentar «semillas» de (re)inserción esparcidas
en el propio barrio de los mareros. por toda la comunidad y muy cercanas a los mareros.
Los datos constatan que no solamente los vecinos En resumen, las políticas de prevención hasta
perciben un escaso grado de coordinación, sino ahora implementadas en Centroamérica han sido
que también la policía coincide con existencia de predominantemente represivas. La literatura com-
un gran distanciamiento entre comunidad y policía. parada y el estudio de Demoscopía coinciden en
A su vez, otros datos indican que la mayoría de que estas medidas son contraproducentes. Por otra
Prólogo xxix
parte, los datos de Demoscopía indican que hay dades donde viven los mareros en la tarea de
una voluntad por parte de vecinos y familiares de prevención y (re)inserción. En la segunda opción
los mareros de participar en las tareas de apoyo el papel de la policía es también crucial; trabajando
para la reinserción. La literatura comparada indica en consonancia con la comunidad se podría lograr
qué medidas de apoyo comunitario son las que una mayor eficacia en la prevención y lucha contra
mejor funcionan. el crimen marero mientras se mejorarían los, ahora
Las opciones principales parecen ser claras: muy débiles, lazos entre policía y comunidad.
seguir implementado medidas represivas pero inefi-
caces y contraproducentes, o apoyar a las comunida-
des donde viven los mareros en la tarea de prevención R EFERENCIAS
y (re)inserción.
En resumen, las políticas de prevención hasta
Arana, A. (2005). «How the Street Gangs Took
ahora implementadas en Centroamérica han sido
Central America». Foreign Affairs, May-
predominantemente represivas. La literatura compa-
June 2005.
rada y el estudio de Demoscopía coinciden en que
estas medidas son contraproducentes. Por otra parte, Centro de Estudios y Programas Interamericanos
los datos de Demoscopía indican que hay una ( CEPI ) (2007). Pandillas juveniles transna-
voluntad por parte de vecinos y familiares de los cionales en Centroamérica, México y los
mareros de participar en las tareas de apoyo para la Estados Unidos.
reinserción. La literatura comparada indica que
Decker, S. y Van Winkle, B. (1996). Life in the
medidas de apoyo comunitario son las que mejor
gang. Family, friends and violence. Estados
funcionan.
Unidos: Cambridge.
Con las políticas hasta ahora implementadas
se ha recurrido casi exclusivamente a la policía Decker, S. & Lauritsen, J (2002). «Breaking the
para solucionar el problema de las maras. Elementos bonds of membership: Leaving the Gang».
de la propia policía reconocen las limitaciones de In C.R. Huff (Ed.), Gangs in America III
este enfoque tanto por la naturaleza puramente (pp. 103-122), Thousand Oaks: Sage Publi-
represiva de las políticas como por la corrupción cations, Inc.
existente entre algunos de sus miembros. La propia
Decker, S. H., & Weerman, F. (2005). European
policía se podría beneficiar de su participación en
street gangs and troublesome youth groups:
otras políticas de prevención. Así por ejemplo, al
Findings from the Eurogang Research Pro-
trabajar en colaboración con lideres comunitarios
gram. Walnut Creek, CA: AltaMira Press.
su rol seria percibido mas como instrumento de
apoyo a la comunidad que como elemento represivo. Desmond Arias, E. (2006). «The dynamics of crimi-
Medidas anticorrupción ayudarían a purgar a la nal governance: networks and social order
policía de elementos corruptos, mejorando así su in Rio de Janeiro». Journal of Latin Ameri-
profesionalización y la opinión del publico para can Studies, 38, 293-325.
con su labor y, en ultima instancia, facilitaría la Fagan, J. y Freeman, R. (1999). «Crime and Work».
labor policial al contar con la colaboración de la Crime and Justice: A Review of Research,
comunidad en su tarea de prevención del crimen y 25, 225-290.
persecución de aquellos que lo comenten.
Las opciones principales parecen ser claras: Fagan, J., Holland, J. y West, V. (2003). «Reciprocal
seguir implementado medidas represivas pero ine- effects of crime and incarceration in New
ficaces y contraproducentes, o apoyar a las comuni- York city neighborhoods». Fordham Urban
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A GRADECIMIENTOS
Esta investigación es resultado del apoyo generoso Nuestro reconocimiento al grupo de aproxi-
y entusiasta de varias personas y organizaciones madamente 20 informantes claves de Guatemala,
que comprendieron el estatuto estratégico que reviste El Salvador y Honduras, cuya información contri-
el problema de las maras en Centroamérica: la buyó notablemente en la interpretación de los
Agencia Sueca para el Desarrollo ( ASDI ), en la datos, y cuyos nombres omitimos para no vulnerar
persona de Pierre Frühling, Consejero para América su seguridad y la de sus familiares. Igualmente,
Latina, el Banco Centroamericano de Integración agradecemos a los directores de los centros penales,
Económica ( BCIE ), en las personas de Harry Brau- a los encuestadores, a los jóvenes mareros y mareras,
tigam, Presidente Ejecutivo, y Juan Rafael Lizano, ex mareros y ex mareras, jóvenes en riesgo, y a
Representante en su momento de Costa Rica ante todos aquellos vecinos que valientemente aportaron
el BCIE , así como en el imprescindible apoyo dado el material y recurso invaluable sobre el que se
por todos los representantes de los gobiernos de la cimienta esta investigación. Sin su apoyo esta obra
región ante esta entidad bancaria. no sería hoy una realidad. A todos ellos nuestra
Agradecemos al señor embajador de la República gratitud.
de El Salvador, Milton Colindres, por facilitarnos Todos los análisis, criterios y conclusiones del
el acceso a autoridades políticas y judiciales salva- presente trabajo son exclusivos de sus autores; por
doreñas; asimismo, la Oficina del BCIE en Guatemala lo tanto, no representan la opinión oficial ni la
que diligentemente colaboró con la labor en ese política de los organismos y de las personas que
país. brindaron su colaboración.
I NTRODUCCIÓN
El conocimiento del fenómeno de las maras y reacomodos en las estructuras sociales. Esto acontece
pandillas en Centroamérica se encuentra en una porque en estos reacomodos estructurales el Estado,
relación inversa con la magnitud del problema. o la autoridad política, tiende a desorientarse en un
Aunque en la última década ha habido un número primer momento. Si el Estado persistiera en aban-
creciente de estudios científicos sobre la proble- donar sus deberes, obligaciones y el sentido de ley
mática de las pandillas en esta región, aún queda protectora, como parece ser el caso centroamericano,
mucho por conocer.1 Aumentar y profundizar nuestro quedan vacíos que alguna otra instancia o dinámica
conocimiento al respecto es condición esencial si social llenará, pues, en definitiva, las necesidades
queremos ser capaces de desarrollar políticas de no desaparecen con la nueva situación; persisten y
control y prevención del fenómeno. serán satisfechas de alguna otra manera, sea ésta
Es en este contexto y con ese mismo objetivo legal o no. 2
que la presente investigación pretende llenar algunos En Centroamérica se confirma la asociación
vacíos, a partir de un análisis regional y comparativo entre el reacomodo estructural y la proliferación
que abarca Guatemala, Honduras, El Salvador, de las bandas delictivas. En Guatemala se señala el
Nicaragua y Costa Rica, integrando una mayor año 1985 como fecha de emergencia de las maras,
diversidad de actores y empleando una metodología y como sector social, los jóvenes marginales y
sistémica. expuestos a la violencia social y política desde
Las bandas delictivas no constituyen un muy temprana edad ( ERIC, IDIES, IUODP, NITLAPAN
fenómeno nuevo en la historia de la humanidad. y DIRINRPO , 2001-2004). Esta época tiene para la
Antes bien, constituyen una constante de las diversas región un particular significado: fueron los años a
épocas y civilizaciones. Aunque el pandillaje y el los que la CEPAL llamó «la década perdida» por los
bandolerismo suelen ser considerados como un descalabros económicos sufridos por los países
hecho marginal y oscuro en la historia, en realidad latinoamericanos y el peso oneroso que sobre sus
se trata, tal como lo señaló el historiador inglés economías llegó a significar la deuda externa;
Eric Hobsbawm, de «uno de los fenómenos sociales también fueron los años en los que se inició la
más universales registrados por la historia» (Hobs-
bawm, 2001: 34). Específicamente, Hobsbawm
asocia la proliferación de las bandas delictivas con 2. Un ejemplo histórico está en la mafia italiana. El
desamparo social y la carencia de seguridad de la población
de Sicilia fueron las primeras necesidades que la mafia
vino a subsanar. De hecho, tal como lo señala Eric Frattini
(2002: 15) en sus estudios sobre la mafia, las primeras
1. Ver cuadro A en el Apéndice para un resumen de estos organizaciones mafiosas surgidas en el siglo XVI , fueron
estudios. comunidades que se dedicaban a brindar protección.
4 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
aplicación de los programas de ajuste estructural Salvador) en el breve período del 2000 al 2004
( PAE ) en la región. (Arana, 2005). 3
Adicionalmente, pero no menos importante, Si a esto sumamos que Naciones Unidas consi-
fueron los años del recrudecimiento de la guerra dera a América Latina como «la región más desigual
civil en Guatemala y El Salvador, que terminaron del mundo» ( UNDP , 2003: 69) y que la población
con la firma de los Acuerdos de Paz en los años juvenil es muy elevada (entre el 36% y el 47% de
noventa, los cuales introdujeron nuevas condiciones la población en estos países es menor de 14 años)
a las que no se les dieron respuesta debida: tenemos todos los elementos para que se desarrolle
desmovilización de jóvenes de la guerrilla y del y consolide el fenómeno de las maras y pandillas.
Ejército. En esta coyuntura sobrevinieron bajos Si en la historia general, la presencia de las
niveles salariales, desempleo, la constitución de bandas delictivas no constituye un fenómeno ente-
los jóvenes en soporte económico familiar, deserción ramente nuevo, tampoco lo es en la historia de las
de los centros educativos. A todo ello se sumó el sociedades centroamericanas. No obstante, las maras
sueño del consumismo que el desarrollo de la y pandillas actuales revisten particularidades que
comunicaciones puso al alcance de los jóvenes requieren de un tratamiento directo y específico;
marginados: Internet, celulares, videos, televisión se trata de un fenómeno complejo, cuyas múltiples
y otros. En este contexto, la violencia no se eliminó aristas impiden reducirlo a simples dicotomías.
sino que tomó otras formas. La presente investigación está estructurada en
Factores adicionales a considerar en el ámbito siete capítulos que abarcan los principales ejes
latinoamericano son el crecimiento de la población temáticos de nuestro estudio. Se pretende hacer
urbana (actualmente el 80% de la población vive una caracterización de las maras y pandillas en
en zonas urbanas), el crecimiento de la economía Centroamérica a partir del perfil sociodemográfico
informal (Rosales, 2003), el desempleo juvenil y psicosocial, de su construcción social de la realidad
( OIT , 2003) y el aumento de los flujos migratorios y de su misma dinámica de vida. También se
( SIEMCA , 2001). Adicionalmente, la región registra espera distinguir sus factores y espacios de sociali-
uno de los índices mundiales más elevados de zación, lo que comprende el conocimiento de los
violencia (Buynic, Morrison, y Shifter, 1999). procesos de ingreso, permanencia y desistencia en
Otro factor por varios analistas concebido de estos grupos, así como los factores estructurales
importancia para la rápida expansión de los actuales asociados. Además, se propuso conocer el impacto
grupos mareros de la región, fueron los cambios en social del fenómeno marero y pandillero en Cen-
la política estadounidense a partir del año 1992 troamérica. En este sentido, se ha considerado
respecto al trato de pandilleros que habían sido decisivo identificar la organización de las maras o
condenados a prisión y que provenían de otros pandillas, sus familias, relaciones afectivas, consumo
países (sobre todo de Centroamérica). A partir de de drogas y, en general, su vida comunitaria. Se
1996, esta categoría de prisioneros una vez que propone así identificar los modelos organizacionales
habían cumplido su período en la cárcel fueron y de desarrollo económico que sostienen la actividad
deportados a sus países de origen, donde los de las maras y pandillas.
conflictos armados ahora habían terminado.
Gradualmente, la lista de delitos que calificaban
para ser deportado fue incrementándose, hasta
incluir también faltas relativamente menos graves.
Como consecuencia de estos cambios en la 3. Al ser deportados, estos jóvenes llegaban a países que
política de Estados Unidos se estima que hasta apenas conocían, y según las reglas estadounidenses de
aquel entonces, los gobiernos centroamericanos no fueron
unos 20 mil delincuentes centroamericanos fueron avisados respecto a los antecedentes penales de estos
deportados a sus países de origen (sobre todo a El ciudadanos.
Introducción 5
P LANTEAMIENTO METODOLÓGICO
Cuadro 1
C OMPOSICIÓN DE LA MUESTRA DEL ESTUDIO , POR PAÍS
rado de la manera que lo ha hecho en el resto de profundiza en el análisis del papel y la participación
Centroamérica ( USAID , 2006), en el sentido de que de las mareras en estas redes sociales. Estos cuestio-
la afiliación a determinados grupos juveniles no narios cuantitativos se complementaron con una
implica la determinación absoluta o predominante serie de entrevistas de profundidad a líderes tanto
de su vida cotidiana, se hizo necesario establecer dentro como fuera de la cárcel.
algunos derroteros más generales para lograr compa-
rar los resultados de jóvenes de una misma generación
respecto a los temas principales de la investigación. J ÓVENES EN SITUACIÓN DE RIESGO
De esta manera, se consideraron como pandilleros
a los miembros de otras agrupaciones juveniles Este colectivo está formado por jóvenes en
violentas tales como algunas barras de fútbol, aproximadamente el mismo rango de edad, sexo y
grupos orientados al robo y asalto, entre otros. con una clase social equivalente, pero que no
Aunque se empleó un criterio de selección por pertenecen a maras o pandillas. La selección también
cuotas, no existe un equilibrio total entre las muestras se realizó en etapas. Se utilizaron las mismas
de miembros activos en las comunidades y los comunidades o colonias que habían sido identificadas
privados de libertad, ni entre los tipos de pandilla con una presencia alta de pandillas y se procedió a
de las dos organizaciones más conocidas, a saber, una selección probabilística de viviendas y, poste-
la Mara Salvatrucha o MS y la Pandilla Barrio 18. riormente, de jóvenes en situación de riesgo. A
Tampoco existe una distribución homogénea de estos jóvenes se les administró un cuestionario
los rangos de edad, puesto que, dadas las dificultades cuantitativo similar al empleado con los jóvenes
intrínsecas en un estudio de esta naturaleza, los pandilleros, pero que no recoge tanta información
sujetos se entrevistaron conforme se fueron presen- sobre el funcionamiento de las pandillas, sino que,
tando las condiciones favorables para ello. En este por el contrario, procura explorar el impacto de las
caso, se ha optado por una muestra de juicio o de pandillas en sus vidas. La inclusión de esta población
conveniencia. permite realizar comparaciones con los jóvenes
A estos colectivos se les administró un cuestiona- mareros en distintos aspectos. Sus motivaciones y
rio estructurado que aborda preguntas sobre el actitudes también se exploraron con las escalas
funcionamiento de las pandillas, factores de riesgo Likert y el TOI .
de afiliación a pandillas, motivaciones y actitudes.
La versión cuestionario cuantitativo empleado en
Costa Rica y Nicaragua variaba no de forma sustan- F AMILIARES DE PANDILLEROS
cial del utilizado en el resto de Centroamérica,
pero sí ajustándolo un tanto a la particular realidad Los familiares se contactaron en los mismos
de este fenómeno en estos dos países. Las motivacio- vecindarios identificados como problemáticos por
nes y actitudes también se exploraron por medio la presencia de maras o pandillas. En ocasiones, se
del empleo de escalas Likert (ver apéndice) y el eligieron familiares de los pandilleros entrevistados
test de oraciones incompletas (TOI) sobre pensamien- en este estudio, otras veces, a través de los contactos
to prosocial y proyectos de vida. 3 A los ex mareros locales, se identificaron familiares de pandilleros
también se les interrogó sobre el proceso de salida que no formaron parte de nuestra muestra de pandille-
de la pandilla y en la segunda versión del cuestionario ros. A los familiares se les aplicó un cuestionario
(Cuestionario 2), que sólo se usó con mujeres, se cuantitativo que profundiza en el posible vínculo
entre la familia, la comunidad y la pandilla.
pandilleros, las amenazas de los cuerpos policiales estudio es una buena base para profundizar estas
a los equipos de investigación (en El Salvador) y áreas aunque son necesarias investigaciones comple -
las amenazas de los mareros para interferir la mentarias, principalmente de carácter etnográfico.
investigación (en Honduras y Guatemala).
investigar el tema de las maras y pandillas desde generalizar en dichos países. En este sentido, éste
una perspectiva regional. es un estudio que fundamentalmente se centra en
La inclusión de Costa Rica y Nicaragua en el analizar la cuestión en Guatemala, El Salvador y
presente estudio responde a esta preocupación y Honduras y que comienza a explorar algunas cuestio-
sigue el interés de establecer parámetros que permi- nes relativas al fenómeno de las pandillas en Costa
tan comparar la situación de cada país desde una Rica y Nicaragua.
perspectiva regional. Por tanto, se consideran las Ésta es una advertencia importante al lector
opiniones de los jóvenes de cada país como una para que evite generalizar afirmaciones aquí vertidas
visión generacional, de una cohorte que enfrenta al caso de Costa Rica y Nicaragua. Igualmente, es
condiciones socioeconómicas comunes en un deter- preciso seguir insistiendo en la idea de la diversidad
minado momento histórico. que se oculta tras el término mara o pandilla.
No obstante, se ha procurado partir de supuestos Como Sullivan (2006: 16) ha subrayado: «El proble-
razonables sobre la posible presencia y señal de la ma de los estudios» (sobre pandillas) «es que
incidencia de las pandillas en Costa Rica y Nicaragua, pueden imponer una narrativa arquetípica en una
por tanto, aún cuando se hace referencia a pandilleros amplia variedad de experiencias que se insertan en
o mareros de manera general en el análisis de los contextos ecológicos muy diversos». El fenómeno
datos, es importante advertir que en estos dos de las maras o pandillas es muy diverso. Algunos
últimos países no se está infiriendo la presencia de autores distinguen hasta cinco modalidades distintas
agrupaciones juveniles que tengan un grado de de pandilla tomando en cuenta, entre otros criterios,
sofisticación e impacto social similar al de las el de su institucionalización en las comunidades
maras y pandillas en los restantes tres países. Se ha de las que proceden. También sería peligroso, por
mantenido una posición que destaca indicadores tanto, concluir que existe un modelo único de
en común, como reza la definición utilizada, los pandilla o que se manifiesta de la misma forma en
que giran alrededor de la afiliación a una pandilla todos los países de la región o incluso de forma
como elemento regidor de la vida cotidiana –clave homogénea dentro de cada país. El lector debe ser
en la construcción de identidad durante la adolescen- consciente de ello al interpretar los resultados que
cia–, así como de la proclividad hacia la violencia aquí se presentan.
y las conductas de riesgo. Un análisis más parsimo- Asimismo, debido a la cambiante realidad de
nioso que el que permite el espacio del presente la región centroamericana, y con el propósito de
informe debería dedicar su atención al contraste facilitar la ubicación de nuestro aporte en la discusión
entre los diferentes grupos a partir de sus singularida- sobre el tema, es importante destacar que nuestro
des en cada país. El concepto mara no se aplica en trabajo de campo se llevó a cabo de noviembre del
Costa Rica y Nicaragua. 2005 a octubre del año 2006, con lo cual los
Conviene subrayar que la mayor parte de las posibles cambios que se hayan presentado tanto en
observaciones realizadas en este informe, al estar las políticas como en las acciones en cada país
basadas en elementos de información que no fueron pueden haber afectado en algún grado el comporta-
utilizados en Costa Rica y Nicaragua, no se pueden miento de los eventos en una u otra dirección.
C APÍTULO II
A SPECTOS ORGANIZATIVOS Y
DE IDENTIFICACIÓN CULTURAL
pandillero, el lenguaje, la forma de hablar, y el Decker y Van Winkle, 1996). De esta forma, la
vestuario. 2 territorialidad de las maras y pandillas se manifiesta
en el uso de ciertos lugares o zonas para la reunión
y encuentro de las maras o pandillas, y a través del
O RGANIZACIÓN : control del ingreso, de las actividades que puedan
JERARQUÍA Y PODER desarrollar en éstas y del «uso» de las actividades
DENTRO DE LAS PANDILLAS y de los recursos que en ella existen. En estos
espacios se realizan actividades recreativas y delicti-
I NTRODUCCIÓN vas, así como lucrativas y de mercado.
El grupo básico y más local de una pandilla o
Los estudiosos de las pandillas en al ámbito mara se denomina clica, la cual se organiza en el
norteamericano y europeo indican que en la mayoría barrio o la colonia. Varias clicas conforman una
de éstas, el liderazgo y la influencia son tan difusos jenga (espacio de coordinación de clicas, en particu-
que los intentos de controlar las pandillas o maras lar cuando hay muchas en una zona); la cual a su
por medio del procesamiento penal de sus líderes vez pertenece a una pandilla «madre» (con nombre
o su incapacitación, tan solo lleva a la aparición de propio). Al respecto, los datos de los mareros y ex
otros. «Cómo en la política, o en los negocios, es mareros entrevistados a profundidad indican que
más a menudo el sistema que la persona quien los territorios básicos no son muy extensos (aproxi-
dicta la acción principal así como la resistencia al madamente una colonia), lo que puede estar relacio-
cambio» (Klein y Maxson, 2006: 195). Tal y como nado con la necesidad de mantener un trato cara a
se deduce de esta información y de la que se cara con los vecinos del lugar, ejercer el control y
analizará en el apartado siguiente, el sistema descrito lograr realizar sus actividades con éxito y con
como funcionamiento en la mara muestra que la protección.
desarticulación de uno o varios miembros, aún y El presente estudio revela una fuerte lucha
cuando sean líderes, no lesiona seriamente la organi- entre las pandillas por controlar y dominar los
zación ni sus funciones, que permanecen activas y territorios, cuya dinámica de control y de reunión
pueden ser asumidas por nuevos miembros al amparo no suele ser oculta; al contrario, las maras o pandillas
de los méritos ganados. suelen apropiarse de espacios abiertos y visibles a
Klein y Maxson (2006) han documentado que todos los que conviven en él. Esta visibilidad
el liderazgo tiende a ser funcional, variable, inestable forma parte del control que desean demostrar y
y compartido entre varios miembros de las pandillas, que en muchos casos ciertamente tienen sobre el
en parte porque los subgrupos dentro de las pandillas territorio y sus habitantes.
tienden a identificar prioridades y dirigir conductas La investigación brinda información que muestra
de forma más efectiva que una dirección o liderazgo que la modalidad de apropiación y defensa del
central (Decker y Van Winkle, 1996). territorio de las pandillas hace que las colonias o
Un aspecto importante dentro de la organización los barrios no cuenten con la presencia de muchas
de las pandillas es la territorialidad. El territorio y pandillas diferentes en forma simultánea; al contra-
su apropiación por parte de agrupaciones pandilleras rio, cada pandilla trata de controlar un área y de
es un aspecto medular coincidente con los estudios mantenerlo como suyo e incluso expandirlo. En
de otras latitudes en cuanto a la consolidación de este sentido, los miembros de las maras buscan que
la identidad pandillera (Klein y Maxson, 2006; su territorio sea cada vez más grande en función
del espacio, de la cantidad de vecinos y personas,
y de la cantidad de integrantes a la pandilla. En
2. Ver la discusión más detallada sobre estas cuestiones conclusión, el primer aspecto relevante respecto a
al final de este capítulo. la organización de las maras y pandillas es que la
16 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
dad –pero dentro de un modelo adaptativo, con ranflero es el que convoca al mirin. (El ranflero)
capacidad de gestión y flexible a los cambios del es como el administrador, es el que administra
entorno–. armas, dinero y cosas así, pero no tiene una jerarquía
En el propio discurso de los mareros y pandilleros directa sobre toda la clica. (El primera palabra y el
a los que se realizaron entrevistas de profundidad segunda palabra) son los que llevan la jerarquía.
en El Salvador, Guatemala y Honduras, se reconoce (El ranflero) es el encargado de la plata, podría
que en cada clica existen quienes reúnen condiciones decirse que él sería.» (Informante 1, ex marero
de liderazgo y una cierta capacidad de distribución líder, Pandilla 18, 24 años, Guatemala)
del trabajo entre los miembros –entre los jomies o
jombois, como los mareros se llaman entre sí–. En este discurso reproducido por los mareros
Entre los mareros, los inmigrantes de Estados y pandilleros se señala que los mandos se ganan
Unidos, llamados veteranos, gozan de prestigio según se «trabaja». Realizar una buena misión,
especial, aunque no ocupan posiciones de liderazgo fundar o asumir una nueva clica, son acciones por
formales en las maras o pandillas. Suelen ser las cuales se podrían ascender con el visto bueno
sujetos de consulta y planificación, son referentes del grupo y de otros líderes. Entre las características
del origen o fundación de los grupos y colaboran que denotarían rango se encuentran la experiencia,
como informantes de nuevas acciones y de lo que el haber estado en la cárcel, las responsabilidades
sucede en otros países. asumidas en la clica, el trato a los miembros de la
El ranflero es el administrador de la clica y mara o pandilla, el evitar la exposición innecesaria
tiene como funciones la tesorería y la convocatoria de la clica (seguridad de los miembros), el manteni-
de los mirin. Estos son reuniones periódicas de miento del territorio y la inteligencia. El liderazgo
toma de decisiones, evaluación, planeamiento y se ganaría por antigüedad, experiencia, conocimien-
regulación de pautas de comportamiento grupal e to, misiones realizadas, el cuido de los miembros,
individual. En los mirin participan todos los miem- muertes o robos y fama. Las características necesarias
bros de la clica en forma de asamblea. Suelen para ser un líder antes señaladas denotan una
existir diferencias en el nivel de participación de capacidad de gestión propia de modelos más evolu-
los miembros comunes (soldados), de manera que cionados organizacionalmente.
en algunos casos ésta puede ser más o menos Existen leves diferencias en los relatos con
pasiva. Luego están los puestos de primera palabra respecto a la estructura organizativa de las diferentes
y segunda palabra, los cuales dirigen los mirin y maras o pandillas en los tres países. En El Salvador,
son los voceros de las clicas en las reuniones inter- se habla de la presencia de líderes, palabreros o
clicas. En clicas muy grandes se habla de tercera portavoces, quienes dirigen los mirin, planean,
palabra. Los soldados son los miembros rasos de consultan y dan órdenes al resto del grupo. En
las pandillas y cumplen distintos roles dependiendo Guatemala se habla del coordinador, del supervisor,
de la misión que el grupo o los líderes les asignen. el líder, el ranflero, la primera palabra y la segunda
«[la estructura está compuesta por] el veterano, palabra –quienes dirigen y organizan los mirin–, el
el ranflero, el primera palabra, el segunda palabra, espía y el tesorero. Se suma para Honduras el
en ciertas clicas dependiendo de la cantidad de gatillero. 3 En todo caso, en las entrevistas de
jóvenes que tengan, tienen hasta tercera palabra, profundidad con mareros y pandilleros se observa
de ahí viene el soldado, por decirlo así. El ranflero que no todas las maras o pandillas, incluso en el
es como el que se encarga de hacer cosas como mismo país, emplean la misma terminología para
llevar y traer, tiene una superioridad establecida,
está sobre el primera palabra. [El primera y segunda
palabra] son quienes manejan los mirin, quienes
controlan a la población, controlan a sus jomis y el 3. Quien dentro del grupo cumple la función de disparar.
18 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Gráfico 3
Gráfico 1 P OSICIÓN ASUMIDA DENTRO DEL GRUPO
D ISTRIBUCIÓN DE LA AUTORIDAD PARA ACEPTAR POR LOS MAREROS ENTREVISTADOS
NUEVOS MIEMBROS EN LA MARA , SEGÚN LOS MAREROS (Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Aspectos organizativos y de identificación cultural 19
derivada de la respuesta modal en Costa Rica, El didad con líderes forman parte de lo que el informe
Salvador y Honduras de que la posición ocupada es de USAID (2006) sobre pandillas en Centroamérica
de alguien que manda u obedece. No obstante, considera como líderes de agrupaciones de barrio.
otros porcentajes importantes de mareros y pandi- Estos líderes tienen un control territorial, a menudo
lleros en estos países declaran una posición de reciben privilegios especiales cuando se encuentran
subordinación dentro de la mara o pandilla. El en prisión «y a veces ejecutan órdenes de los
hecho de que haya tan pocos pandilleros en Costa líderes regionales» ( USAID , 2006: 14).
Rica y Nicaragua que dicen ocupar una posición de
obediencia quizás se deba al menor grado de institu-
cionalización en estos países de pandillas con un L AS PANDILLAS COMO UN FENÓMENO
mayor grado de organización o inclinación criminal. CON ESTRUCTURAS DINÁMICAS
El discurso externo sobre las maras o pandillas,
esbozado por las autoridades públicas, alude a un Las autoridades públicas y los representantes
grado de coordinación entre clicas en estructuras del sistema de justicia penal consultados en El
regionales y nacionales, así como la existencia de Salvador, Honduras y Guatemala consideran que
una serie de líderes a esos niveles. Nuestras entrevis- el fenómeno de las pandillas en Centroamérica
tas con mareros y pandilleros ofrecen poco respaldo está en proceso de evolución, pues no son agrupacio-
a la existencia de estas estructuras, directivas centra- nes estáticas inmutables, sino que han ido transfor-
les o líderes regionales o nacionales, aunque algunos mándose con el cambio del entorno legal, social y
testimonios de forma anecdótica apuntan a la colabo- económico:
ración entre distintas clicas y agrupaciones de «La mara como una estructura viva, ¿a qué
barrio: niveles de organización, a qué niveles de tecnifica-
«... mira, nosotros nos reunimos, todos los ción, va a llegar esta implementación? Se están
líderes, yo y todos los jomboys, de todos lugares. viendo obligados a implementar cambios para poder
Solo tiramos el telefonazo, queda, y que hora en sobrevivir esta etapa. Creo que a muy corto plazo
que destroller y caemos allá, parlamos verdad, y si vamos a tener un nuevo nivel de estructura y de
queremos armas también, nos prestan, ellos nos tecnificación de las maras que no teníamos hace
prestan, nosotros prestamos, así nos relacionamos poco. Su organización pareciera que se desarrolla...»
nosotros.» (Líder marero, El Salvador). (Autoridad guatemalteca).
Mencionan también la existencia de reuniones «Hay una dinámica propia de las maras, las
a las que acuden algunos líderes locales, pero sin maras empiezan siendo como pequeñas células
hacer nunca mención a algún tipo de capo o gran que van creciendo, van chocando, las conquistan,
jefe a cargo de la organización, ni siquiera de jefes las dominan, las absorben, se van haciendo más
regionales. complejas en su organización, en su división del
Es posible que aquellos que a veces son identifi- trabajo, tal como puede ocurrir en una empresa.
cados como grandes líderes de estas pandillas sean Van creciendo, se van haciendo una corporación y
simplemente los líderes de clicas particularmente luego tienen sus crisis como la corporación misma.
grandes. Por otro lado, también puede ser debido a Como quiera que sea, estamos hablando de un
la resistencia por parte de los mareros y pandilleros organismo vivo, el cual no anticipa una vida corta.
a hablar sobre estos temas, o a la exageración de la La curva embrionaria ya la superaron, están en la
presencia de estas estructuras y líderes con capacidad etapa de adolescencia y, esa curva va a seguir y se
de influencia real a nivel regional o nacional. puede prolongar, o se puede hacer más corta,
Finalmente, hay que tomar en consideración también dependiendo como jueguen estos factores, estos
que la mayor parte de nuestras entrevistas de profun- factores son en cierto grado concomitantes con la
20 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
efectividad o no efectividad del Estado y sus insti- percibido en la organización, las categorías que
tuciones.» (Autoridad salvadoreña). son más usuales en sus respuestas son las siguientes:
● La organización es más compleja y eficaz (Guate-
De estas declaraciones se advierte la percepción mala: 43%, El Salvador: 38%, Honduras: 59%).
de la evolución de la mara hacia ámbitos socialmente ● Las maras son más violentas (El Salvador:
aceptados y estables, en particular empresariales. 56%, Honduras: 79%).
Según lo indican algunas autoridades públicas
entrevistadas, varios hechos han impulsado el desa- Al preguntarles sobre su percepción sobre los
rrollo y una mayor eficiencia organizacional de las cambios, la respuesta modal de los mareros y
maras y pandillas. Uno de ellos es la inserción en pandilleros señala un aumento de miembros en
las actividades lucrativas, principalmente ilegales, Guatemala (11%) y El Salvador (23%) mientras
aspecto que se tratará más adelante. Además, entre que en Honduras no se hace referencia a este tipo
los aspectos vinculados a la dinámica del Estado y de cambios organizativos.
a las acciones gubernamentales reiterados por los Los cuestionarios a mareros y pandilleros no
entrevistados en los tres países, está el desarrollo destacan un mayor grado de sofisticación organizati-
de las políticas de cero tolerancia o mano dura y va o de participación en actividades violentas o
los encarcelamientos masivos. En opinión de ellos, ilegales en ninguno de los cinco países considerados
estos aspectos han fomentado el afianzamiento de en este estudio. No obstante, queda la inquietud
esta población pues la mara o pandilla, en muchos sobre la reserva que ellos se guardan al respecto, o,
casos, logra sus propósitos en los penales. el desconocimiento de los «soldados» sobre este
En general, todas las autoridades consultadas particular.
señalan un recrudecimiento y una evolución de la Es indudable que el desarrollo de sistemas de
actividad marera en los últimos cuatro años. En su indicadores cuantificables sería muy útil para el
opinión, después del inicio de los programas de diseño y ejecución de respuestas políticas al fenóme-
mano dura, las maras se han organizado mejor –en no de las pandillas, y permitirían valorar más
parte para responder a la represión, control y eficazmente como están evolucionando estas agrupa-
procesos de limpieza, pero a su vez, como una ciones y el tipo de actividades delictivas en las que
respuesta a la necesidad de un posicionamiento están participando. Por ejemplo, empleando mecanis-
más efectivo del poder y control–. Algunos informan- mos similares a la National Youth Gang Survey
tes piensan que han desarrollado una estructura (ver Klein y Maxson, 2006 o la Expert Survey
organizacional de carácter militar y empresarial, desarrollada por la Red Eurogang o asegurándose
convirtiéndose en mano de obra del narcotráfico, que en los cuestionarios nacionales sobre temas de
del delito organizado y agentes de extorsión contra juventud se emplean indicadores estandarizados y
vecinos y comerciantes. fiables que permitan la cuantificación del problema
El cuestionario económico a vecinos y comer- de las pandillas. 4
ciantes en zonas pandilleras también refleja esta Rodgers (2006), en el único estudio longitudinal
opinión de forma clara. La gran mayoría de los sobre pandillas en la región centroamericana, realiza-
participantes en este cuestionario (entre el 61% y do en Nicaragua, describe cómo la agrupación de
el 87% dependiendo del país y la categoría del barrio que él estudió por medio de la observación
sujeto entrevistado –comerciante o vecinos–) piensan participante, dejó de ser una pandilla de barrio más
que se han producido cambios en las formas de
organización de las maras y pandillas durante los
últimos cuatro años, igualmente así lo señalan los
4. Ver, por ejemplo, algunos de los indicadores para
policías en ejercicio en áreas urbanas de influencia encuestas desarrollados por la Red Eurogang en Klein y
marera. Al profundizar sobre qué cambios han Maxson (2006: 267).
Aspectos organizativos y de identificación cultural 21
tradicional 5 hacia lo que la literatura describe Klein y Maxson (2006: 206) señalan, «la guerra a
como pandillas especializadas. 6 Aunque no es posi- las pandillas justifica las pandillas en pie de guerra».
ble generalizar a partir de un solo estudio con una Como un ex líder marero señalaba: «O sea que se
dimensión tan local como el de Rodgers es plausible vuelve más sangrienta la cosa, pues. Así como
pensar que las mismas fuerzas que dieron lugar a la ellos se vuelven duros, también la pandilla» (Entre-
transición descrita por este autor en su estudio vista 2, ex marero líder, Pandilla 18, Guatemala).
etnográfico se hayan reproducido en otras partes De ahí que en diversos estudios se advierta el
de la región. peligro de las políticas que convierten a las pandillas
Aunque indirectos, los datos de los vecinos y en enemigos, porque tales estrategias refuerzan
comerciantes en zonas mareras aluden a un mayor los procesos de cohesión interna de estos grupos.
afianzamiento e identidad criminal y las entrevistas En su lugar recomienda políticas de prevención en
de profundidad con mareros y pandilleros aluden la infancia y apoya el proceso de salida de las
de forma muy clara al creciente papel del narcomenu- pandillas (Klein y Maxson, 2006).
deo en sus actividades. No se puede descartar por Es posible que en la institucionalización de las
tanto que a medida que las pandillas se han ido pandillas, como consecuencia de la perduración de
institucionalizando en la región hayan evolucionado los factores de origen y a la aparición de otros
hacia agrupaciones con una mayor identidad crimi- nuevos que les han dotado de mayor sentido (por
nal. Al contrario, informantes claves, vecinos, ex ejemplo, el uso de penas draconianas) su identidad
mareros, la policía y otros así lo confirman. Si, criminal se haya reforzado, así como su participación
como afirman los estudiosos del tema, el nivel de en mercados ilegales. Otra cuestión es que esta
cohesión de las pandillas está directamente relacio- inserción y este reforzamiento de la identidad
nado con niveles de delincuencia y su penetración criminal ha venido acompañado del desarrollo de
en mercados ilegales, así como con el grado de estructuras regionales de coordinación, cooperación
represión contra ellas (Klein y Maxson, 2006), las y liderazgo entre las distintas clicas o agrupaciones
opiniones de las autoridades reflejadas aquí y las locales.
experiencias de los residentes y comerciantes en La conexión flexible de actividades criminales
zonas de actuación pandillera tendrían un gran en redes internacionales constituye un rasgo esencial
sentido. Ellos son los cotidianos observadores de de la nueva economía global y de la dinámica
un proceso, y a su vez, sus víctimas. social/política de la era de la información. Existe
La «cultura de oposición» (Moore y Vigil, un reconocimiento general de la importancia y
1989) sitúa a las pandillas en oposición y contraste realidad de este fenómeno, que están atestiguadas
con otras instituciones de la sociedad (la policía, por abundantes datos, principalmente de informes
las escuelas, los empleadores, etc.), de tal forma periodísticos bien documentados y de las conferen-
que cualquier rechazo de las pandillas por parte de cias de las organizaciones internacionales. No obs-
estas instituciones simplemente refuerza la cohesión tante, los sociólogos prescinden en buena medida
y auto-dependencia de la pandilla. Al respecto, del fenómeno cuando se trata de comprender econo-
mías y sociedades, con el argumento de que los
datos no son verdaderamente fiables y que adolecen
de sensacionalismo. Sin embargo, si se reconoce
5. Mayor tamaño (en torno a los 100 jóvenes), subdivisión
de la pandilla de barrio en clicas organizadas por edad,
un fenómeno como una dimensión fundamental de
participación en disputas violentas como defensa del nuestras sociedades, e incluso del nuevo sistema
barrio, comisión de delitos variados con una dimensión globalizado, se debe utilizar cualquier dato disponi-
más social que económica.
ble para explorar la conexión entre estas actividades
6. Menor tamaño (en torno a los 18 jóvenes), mayores
niveles de violencia con una orientación más económica criminales y las sociedades y economías en general
que social, y un claro vínculo al narcomenudeo. (Castells, 1997: 194).
22 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
sobre la situación de los mareros y pandilleros que favoreciendo así su accionar. Ciertamente, el refor-
se encuentran en prisión con la de aquellos que se zamiento de las pandillas como consecuencia de
encuentran en la calle, muestra diferencias en políticas penales represivas, por ejemplo, al facilitar
cuanto a las cuestiones discutidas anteriormente contactos entre jóvenes pandilleros y los que no lo
sobre liderazgo y poder en las maras y pandillas. son, ponen en relación pandilleros de distintas
Un 51% de los mareros o pandilleros en la calle clicas y refuerzan la cohesión social de estos grupos
(n=254) dicen no tener ninguna actividad cotidiana obligados a sobrevivir en el entorno carcelario.
que sea ordenada por algún mando superior, mientras Este es un dato coincidente con la experiencia
que este porcentaje en mareros o pandilleros que referida por Moore (1991) y Scott (2007) en otras
están en prisión (n=127) se reduce al 32%. Por otra latitudes.
parte, 36% de los mareros o pandilleros encarcelados
declaran que de forma cotidiana reciben directrices
ordenando su participación en actos criminales, en C OMENTARIOS FINALES
comparación con 18% de los jóvenes mareros o
pandilleros que se encuentran en situación de liber- La composición de las maras y pandillas muestra
tad. Por tanto, la pandilla podría tener una influencia que persiste en ellas buena parte de las formas
más determinante sobre el comportamiento de los originales de generación de identidad adolescente
mareros o pandilleros dentro de los penales que en ligamen con una cultura de resistencia, como ya
afuera. No obstante, se debe hablar de un proceso se ha reseñado. Empero, la descripción de sus
que, según lo estudiado, tiende a relaciones cada actividades actuales, junto con sus enlaces con el
vez menos libres y más estructuradas con arreglo mercado, con la corrupción en la policía e incluso
a directrices y propósitos. probablemente con la política, permiten inferir
El cuestionario con familiares de mareros y una organización mucho más flexible y dinámica
pandilleros también refleja los efectos contrapro- de la que describen sus miembros activos o disidentes
ducentes de las políticas de encarcelamiento. La –o la que dibujan las autoridades–.
respuesta modal a la pregunta sobre los efectos que Sobre los dos primeros niveles de la organiza-
ha tenido el encarcelamiento de sus parientes es ción, se cuenta con datos muy robustos que nos
que su conducta se hizo más violenta y se produjo confirman la siguiente plataforma básica de la
un mayor ligamen a la mara (Guatemala: 61%, El organización:
Salvador: 29%, Honduras: 46%). 1. Mareros y pandilleros rasos (12-25 a 30 años):
Por otra parte, existe una percepción generaliza- ● Funciones operativas y de ejecución;
da entre los representantes de algunas ONG , ex ● Vida útil corta;
autoridades públicas, representantes de organizacio- ● Visibles a la opinión pública.
nes internacionales y entre algunas agencias de 2. Niveles de mando y control: líderes en calle y
seguridad entrevistadas, sobre que las cárceles cárcel (20-30 años):
constituyen centros de logística, reclutamiento 7 y ● Inteligencia operativa;
conducción inteligente de las maras y pandillas, ● Beneficiarios económicos directos.
Además, en el contexto afuera de la organiza-
ción pandillera como tal, parece obvio que hay
7. Algunas de nuestras entrevistas de profundidad grupos e intereses que se pueden –en diferentes
documentan esta función de reclutamiento, con pandilleros formas– beneficiar y/o aprovechar de la existen-
que cuentan como su ingreso en la pandilla se produce en
el entorno carcelario. Este duro entorno hace que afiliarse cia y de las actividades de las maras. Lo que
a la pandilla sea contemplada como una estrategia de queda como una interrogante, sin embargo, es
supervivencia: «Ya en la cárcel yo me uní por cuestiones
de sobrevivencia que por querer integrarla» (ex líder
si también existe un tercer nivel o una tercera
marero, Guatemala). dimensión de la misma organización pandillera,
24 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
que en tal caso eventualmente pudiese definirse que los medios hayan generado el problema de las
como sigue. pandillas, sino que han fomentado un lenguaje
3. Nivel superior: basado en elementos simbólicos similar en diversas
● Inteligencia estratégica; partes del mundo.
● Invisibles a opinión pública (y desconocidos Símbolos como los tatuajes, determinadas indu-
para los miembros de base); mentarias, el graffiti o signos manuales y otros
● Beneficiarios económicos directos y de referentes culturales pueden servir a estos grupos
envergadura. para dotarse de una identidad única, mientras que
los ritos de iniciación, normas y sanciones (con
Sobre la existencia de este último nivel, la independencia de su existencia a partir de su materia-
información no es robusta pero proviene de varios lización en prácticas conductuales que puedan
lados, por lo que debe alertar sobre la necesidad de observase) sirven para dotar al grupo de un discurso
un estudio más sistemático y enfocado acerca de que cimienta una imagen romántica de pertenencia,
ese mismo tema. el atractivo de una identidad alternativa y la cohesión
del grupo. 8 En las próximas secciones se presentarán
los resultados de este estudio sobre algunos de
L AS PANDILLAS COMO CULTURA estos aspectos culturales en las pandillas centroame-
ricanas.
A SPECTOS CULTURALES Y SIMBÓLICOS
COMO ELEMENTOS DE IDENTIDAD GRUPAL
N ORMAS Y SANCIONES
Algunos autores mantienen que la globalización
de los elementos culturales asociados a las pandillas, En las entrevistas de profundidad, los mareros
popularizados por la cultura del hip-hop y el gangsta o pandilleros y los ex mareros hacen mención de
rap, se han convertido en un recurso de resistencia, diversas normas existentes en su grupo, aunque no
en una identidad cultural alternativa para las pobla- siempre pueden generalizarse para todos los grupos.
ciones de gente joven marginada, de la misma Entre estas normas presentes en la retórica de los
forma que en otros contextos el radicalismo religioso mareros y pandilleros se encuentra la prohibición
ha ofrecido este tipo de identidades culturales del consumo de «pega» y de «piedra». 9 Asimismo,
alternativas. De acuerdo con estos autores: «El señalan que tampoco es bien visto fumar marihuana
fracaso del Estado moderno, la falta de fe en la o ingerir alcohol sin permiso y en tiempos no
certeza de un futuro mejor han fortalecido unas previstos por el grupo. El incumplimiento de estas
identidades de resistencia» (Hagedorn, 2006: 188). normas, en general, se considera falta leve, como
Los elementos materiales de la cultura de las se relata en el siguiente comentario:
pandillas, el saber popular y estereotipado asociado «(...) el grupo es muy unido como para que
a ellas, con sus historias sobre normas y sanciones, estas cosas, por ejemplo, si alguien anduviera
el territorio, las pruebas de iniciación, han sido consumiendo crack dentro... es obvio, no, o sea lo
reproducidos hasta la saciedad en los medios de
comunicación social, en pseudo-investigaciones
periodísticas y otros canales de difusión cultural
8. «Understanding the gang means understanding gang
hasta el punto que cualquier joven, en cualquier culture» (Decker y Van Winkle, 1996: 73), la traducción
parte del mundo, con acceso a Internet o a MTV , al español sería: «Entender las pandillas, significa entender
la cultura pandillera».
tiene contacto con estos estereotipos culturales
9. El término «pega» se utiliza para hacer referencia al
que pueden servir para la construcción de identidades pegamento y la palabra «piedra» denomina un derivado
alternativas de resistencia. Ello no quiere decir de la cocaína.
Aspectos organizativos y de identificación cultural 25
ven, ven que cambia las actitudes, ya no es igual, Conviene subrayar, no obstante, la dificultad
entonces estas cosas generan un castigo, que a para precisar el grado de correspondencia entre el
veces puede ser leve.» (Informante 1, ex marero discurso y la realidad vivida por estos jóvenes. La
líder, Pandilla 18, 24 años, Guatemala). investigación realizada en Estados Unidos muestra
que, aunque en otros países también existe un
Otras normas establecen la prohibición de robar discurso entre los pandilleros con respecto a normas
en la misma zona que controla la mara o pandilla, de comportamiento interno y sanciones, el mismo
relacionarse con otras maras o personas, andar o difiere de su conducta. Los propios pandilleros
atacar solo, violar, atacar a un marero o pandillero han desarrollado toda una mitología sobre este
contrario si anda con un acompañante que no es de tipo de normas y sanciones que en la realidad
la mara o pandilla, los drive-by shootings 10 y tienen muy poca vigencia (Decker y Van Winkle,
salirse de la mara. También algunos informantes 1996).
destacan normas sobre el estilo identificador del No obstante, tal contradicción no nos autoriza
grupo, en el cual el uso del corte de pelo, del a inferir que la regulación no exista al interior de
vestuario, de signos y colores específicos está la mara o pandilla, puesto que, en general, todo
pautado en el grupo. grupo o comunidad presenta una tensión entre las
Esta reglamentación implicaría un comporta- normas y valores sobre los cuales descansa su
miento esperado del miembro del grupo. En su existencia, y la transgresión a las mismas. La
defecto, podría ser sancionado, como lo muestra el existencia de las sanciones y penas son un producto
siguiente extracto: de esta tensión; partidos políticos, congregaciones
«(Si un miembro) empieza a hacer cosas que religiosas, organizaciones civiles y, por supuesto,
los homies de este sector no hacen, entonces viene las maras y pandillas presentan este fenómeno que
y se le habla y se le dice que «acá nosotros somos a veces puede aparecer denominado como doble
los que mantenemos las cosas así y así para nuestra moral. Fuera del imaginario, ningún grupo humano
seguridad y para la seguridad de la comunidad, si vive en armonía, sino en un conflicto entre lo que
tú vuelves a hacer eso entonces vas a tener proble- quiere y lo que finalmente hace.
mas»; entonces, hablan con él, si no agarra la onda Sin la realización de estudios de observación
entonces se toman otras alternativas.» (Entrevista participante que permitan observar el grado de
doble, marero repatriado y joven marero Guatemala). correspondencia entre discurso y acciones, resulta
difícil saber si éste es también el caso para las
Los hombres y las mujeres son castigados de maras o pandillas en Centroamérica. Una instancia
conformidad con este discurso por medio del che- donde se puede contrastar esta correspondencia es
queo, calentamiento o pegadita, que es un castigo en relación con la prohibición del consumo de
colectivo que se hace ingresando a la persona en un cocaína y sus derivados. Aunque prácticamente
círculo y golpeándola. Las mujeres suelen ser todas las entrevistas de profundidad realizadas
chequeadas por mujeres. De acuerdo con estas con mareros y pandilleros hablan sobre la existencia
declaraciones, la violencia como mecanismo ritual de prohibiciones sobre el consumo de este tipo de
del grupo juega un papel y funciona, en particular, drogas, cuando se les preguntó acerca de las drogas
como instrumento de control de la conducta de sus que ellos consumen se encontraron porcentajes no
miembros. despreciables de pandilleros, uno de cada cuatro
en casi todos los países, que consumen cocaína y
sus derivados.
que era menos violenta al momento de su ingreso se meta contigo, donde no corres peligro de que
con respecto a lo que observan ahora. Conforme a otra pandilla pueda entrar y matarte, esa es la
su experiencia en la mara o pandilla, los jóvenes importancia de defenderlo. Lastimosamente (se
fueron conociendo la organización en sus muchas defiende) por medio de violencia, ¿no? Si de repente
dimensiones (su jerarquía) y la forma de operar de tú ves que otro grupo está interviniendo hasta
las maras o pandillas en íntima relación con la donde es, hablemos de la zona uno, por decir, ¿no?
violencia. Si miramos que la MS está formando una clica por
«Bueno, el primer contacto con miembros de la 17 calle y 9 avenida y todo eso, de repente uno
la pandilla lo tuve, a la edad como de 14 años, pero dice «los de la Salvatrucha están en la 17 calle», y
no involucrándome directamente con ellos, sino hay que sacarlos, a punta de bala o como sea; pero
pertenecía a un grupo de jóvenes que eran rockeros, nunca hay un diálogo, definitivamente nunca ha
entonces el contacto con ellos era por lucha, por habido un diálogo. Uno siempre, bueno, las pandillas
diferencias entre ellos y nosotros, pero, pero no siempre cuando llegas a un territorio haces un
había violencia entre ellos y nosotros. O sea yo los graffiti, lo marcas. O cuando vas a otros territorios
conocí de esa manera, en ese tiempo no se conocían y ves el graffiti que identifica a una de las pandillas,
como pandilleros, ni tenían mucho auge acá en definitivamente sabes que ahí hay otro tipo de... o
Guatemala. Sólo los conocían como cholos, y de incluso identifica tu propio barrio.» (Ex marero
hecho no estaban tan establecidos.» (Ex marero, líder, Pandilla 18, 24 años, Guatemala).
24 años, Pandilla 18, Guatemala).
Cuando es preciso, el territorio se defiende
«Para mí creía que era un pasatiempo, era un como una actividad espontánea y con los recursos
alucín, pero después conforme fue pasando el inmediatos: «como uno está preparado, de repente
tiempo me di cuenta que era algo más.» (Marero piedras, palos, cuchillos, como se pueda». La modali-
líder, Mara Salvatrucha, 29 años, Honduras). dad de apropiación y defensa del territorio de las
pandillas hace que las colonias o los vecindarios
«Para mí las maras solo eran un grupo de no estén dominados por muchas pandillas; al contra-
batos que se dedicaban a cuidar una cuadra y no rio, cada pandilla trata de controlar un área y de
tenían que molestar personas de otros lugares, mantenerla como suya e incluso expandirla. Ésta
otras colonias y vivir en paz sanamente... en el es una cuestión que se debatirá más detenidamente
tiempo de antes cuando nos metimos.» (Ex marero en el próximo capítulo.
líder, Mara Salvatrucha, Honduras). Por otra parte, el territorio también se construye
como lugar seguro, lugar donde uno está protegido
Otro aspecto relevante de la dimensión territorial frente a la violencia de grupos externos. No obstante,
se manifiesta en su defensa frente a incursiones las tensiones y confrontaciones se mantienen; con
externas por parte de otros grupos. Defensa que lo cual, pese al imaginario de seguridad, prevalece
tiene una dimensión simbólica que emana de la la amenaza para la vida de los mareros y pandilleros
identificación personal con el territorio, pero también y de los miembros del vecindario. Respecto a la
instrumental en el sentido de protección de la dimensión instrumental del territorio, se aprecia
comunidad local y, como se verá más adelante, en en estos extractos de entrevista además cómo operan,
algunos casos de protección de la base económica junto al aspecto económico, la logística armada.
de la mara o pandilla: Asimismo, estos aspectos se entrelazan en el plano
«Bueno, en aquel tiempo, la importancia era simbólico con la noción de poder que connota al
grande, porque era tu territorio, donde puedes territorio y que refleja la sensación de conquista y
movilizarte sin que nadie te moleste, sin que nadie dominio, sobre la que se construye su identidad.
28 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
que hacerlo diferente porque no todos tenemos el autores como producciones culturales que invierten
mismo respeto de las clicas.» (Informante 2, marero, la valoración negativa que se le asigna socialmente
26 años, Mara 18, El Salvador). a determinados estilos, transformando el estigma
en emblema (Feixa, 1998). El graffiti sirve para
Los relatos de los entrevistados sugieren que demarcar el territorio y ser así reconocido por las
los tatuajes deben ser ganados a través de actos que pandillas. Se utilizan números, letras y símbolos
se realizan en beneficio de las pandillas. En este que han identificado como suyos, al igual que lo
sentido, los tatuajes pueden considerarse biografías hacen para los tatuajes.
de la vida de los mareros y pandilleros, como En realidad, el grupo construye estereotipos
cicatrices o marcas de los eventos realizados en los que le sirven como marcadores de identidad, pero
cuales se expuso la vida del individuo en nombre que pueden resultar contraproducentes pues causan
del colectivo. Como letras en un papel para ser segregación tanto de aquellos que ya no desean
visto, no pueden pasar inadvertidos por el grupo. pertenecer al grupo como de los que ya no forman
Es un mérito individual, otorgado colectivamente parte de él. Las virtudes o cargos asociados al
por el esfuerzo y el riesgo individual realizado. estilo, una vez fuera de la pandilla, ya no tienen
Por eso, el rango se asigna según la cantidad y el sentido y, al contrario, funcionan como aspectos
significado de los tatuajes, y reconoce el mérito potenciales para su marginación en espacios sociales
ante el riesgo y la valentía asumidos, siendo sinónimo diferentes a los de la mara. También conviene
de triunfo. No es casual entonces que se nos diga destacar que estudios realizados en la región docu-
que requiera de aprobación para copiar un tatuaje mentan como a veces la adopción de estos símbolos
por parte de la persona que porta el original. del estilo pandillero por jóvenes que viven en estos
Algunos tatuajes señalan la pertenencia al grupo vecindarios no significan que los mismos participen
con letras y números que identifican a la mara o plenamente en las actividades de la pandilla (Rod-
pandilla. La Mara Salvatrucha por ejemplo, utiliza gers, 2006) y que, por tanto, apoyarse en estos
como uno de sus símbolos el número «13» o las símbolos para identificar al pandillero resulta cuanto
letras MS , dibujadas de distintas maneras. En la menos peligroso.
pandilla 18 se utiliza el mismo número que le da Los mareros y pandilleros entrevistados señalan
nombre. En ambos casos se presentan combinaciones que en la actualidad existe una tendencia a abandonar
extrañas de números arábigos con números romanos los símbolos de identidad (en particular los tatuajes),
e incluso con nomenclatura de lenguas indígenas y para no ser identificados tan fácilmente por las
a veces diseños que se suponen son autoría de autoridades. El tatuaje es indudablemente uno de
quien los porta. Otros tatuajes se refieren a las los elementos del estilo de las pandillas más visibles
experiencias personales de cada individuo: la vida y que provoca más polémica por los estereotipos y
en la prisión (cárceles, las torres), las penas y la persecución que han generado.
alegrías vividas (cara feliz y cara triste, los payasos), Ante la pregunta ¿en qué grado se presenta la
la perdición (los dados), la muerte de seres queridos estigmatización del marero y pandillero en nuestro
especialmente compañeros de pandilla (signos acó- país y cómo ello incide en su reinserción?, un
litos, lágrimas), la dificultad para abandonar la magistrado del poder judicial y un sacerdote respon-
vida de marero (la telaraña), y lo que conlleva ser den:
marero (tres puntos que representan la mara, la «Yo no le puedo decir porcentajes, pero sí hay
cárcel y la muerte). estigmatización por parte de la sociedad hacia los
El graffiti, al igual que el tatuaje, tiene además jóvenes mareros o a los jóvenes tatuados. Sí hay y
un aspecto creativo, tanto individual como colectivo. hay como miedo, y la gente tiene razón de tener
Ambas creaciones son consideradas por varios miedo porque miran a un joven tatuado y ya piensan
Aspectos organizativos y de identificación cultural 31
que es un delincuente... y a lo mejor no es.» 18, de los siguientes tres países: Guatemala, El
(Informante 1, Magistrado Corte Suprema de Justicia Salvador y Honduras. Es importante señalar que
de Honduras). las muestras no son equivalentes en cuanto a número
entre pandillas ni entre países (Capítulo 1: Plantea-
«Se le margina totalmente y no se le permite miento metodológico), por lo que los resultados
reincorporarse. Por ejemplo, el tema de los tatuajes, deben entenderse como exploratorios. Para efectos
el que lleva un tatuaje no puede encontrar un de la validez de la investigación, se excluyeron del
trabajo, el que a los 14 años se realiza un tatuaje a análisis las respuestas de la población marera de
los 25 años no encuentra trabajo... es ilógico total.» Honduras que estaba en un centro penal al momento
(Informante 1, Padre de la Iglesia Colonia Monterrey, de la entrevista, en los casos en que esta situación
Honduras). particular podría condicionar la información por
ellos brindada.
Estigmatización significa acentuar la segrega- El objetivo de este tipo de análisis es observar
ción social que conlleva a la marginalidad al punto el comportamiento de los mareros en sus grupos y
de excluirlos de formas de supervivencia básica reconocer si existen patrones, tendencias o activi-
como el trabajo, aun cuando hayan cumplido conde- dades que sean característicos, particulares o propios
nas por sus delitos. El estigma termina siendo una de una específica forma de organización. Este
condena a perpetuidad. estudio también permite, por análisis cruzado,
Por otra parte, en el caso de Costa Rica y percibir si algunos comportamientos están mediados
Nicaragua se han podido identificar algunos de por el contexto nacional más que por el comporta-
estos marcadores simbólicos. La utilización rudimen- miento grupal.
taria del tatuaje y el graffiti sigue algunas de las
coordenadas principales que guían estas costumbres
en el caso de Guatemala, Honduras y El Salvador. R ESULTADOS
La filiación y la territorialidad se caracterizan por
estos marcadores de adhesión. Incluso, algunos En general, los datos señalan que existen más
pocos grupos comparten las denominaciones utiliza- similitudes que diferencias en las respuestas que
das por las maras y pandillas. dan los mareros y pandilleros, no importa cuál sea
su grupo de referencia o país. En muchos casos, la
mayoría de las respuestas se agrupan en dos catego-
A NÁLISIS POR rías principales, pudiéndose dar frecuencias que
TIPO DE PANDILLA varían según tipo de pandilla y/o país. A veces,
existe una dispersión de respuestas al interior de
I NTRODUCCIÓN un grupo, que no respeta un modelo particular de
acuerdo a su grupo de referencia. Es decir, de las
Para explorar el comportamiento de las pandillas respuestas no se desprende un ejercicio o comporta-
se decidió realizar un ejercicio de análisis de la miento homogéneo sistemático al interior de cada
mayoría de las preguntas relacionadas con la organi- grupo ni entre grupos –no importa su pertenencia
zación y las actividades de las maras según el tipo ni país–. No obstante, algunos resultados sí muestran
de pandilla a la que los jóvenes dicen estar adscritos. una situación común en Guatemala y El Salvador,
La muestra se compone entonces de la población en donde se distinguen respuestas distintas entre la
de sexo masculino de los dos principales grupos MS y la Pandilla 18, y una situación particular en
entrevistados: La Mara Salvatrucha (MS) y la Pandilla Honduras.
32 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Cuadro 2
M EDIAS DE EDAD DE INGRESO Y
TIEMPO DE PRUEBA PARA SER ACEPTADO EN LA MARA
Edad de ingreso 13 14 16 15 15 15
Tiempo de prueba (meses) 7 2 2 2 1 2
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios aplicados a jóvenes mareros.
Aspectos organizativos y de identificación cultural 33
En Honduras, las dos pandillas responden de manera una situación particular, en donde una buena parte
similar: solidaridad, diversión y «ninguno». En El de ambas pandillas responden que «Todo» les
Salvador, el 29% de la MS menciona «ninguno» y desagrada (Pandilla 18: 43%, MS : 34%).
le siguen las frecuencias de solidaridad y diversión. En cuanto a la salida de la mara, se encontraron
La pandilla 18 menciona solidaridad, «ninguno» nuevamente diferencias entre las respuestas de la
(21%) y diversión. En Guatemala, la MS menciona MS de Guatemala y El Salvador y las de la Pandilla
la diversión, la lealtad y honor y la solidaridad. La 18 de esos países. Los de la Pandilla 18 mencionan
pandilla 18 menciona en un 43% Ns/Nr y solidaridad en su mayoría no tener ningún impedimento (Guate-
principalmente. mala: 79%, El Salvador: 89%), mientras que los de
En las dos pandillas en los tres países se muestra la MS de Guatemala mencionan en un 68% que sí
importante la mención de las situaciones de violencia existe y dan como razones morir (40%), temor a
como la principal cosa mala que les han sucedido represalias (27%) y la voluntad propia (20%); los
por pertenecer a las maras. Luego, los problemas de la MS en El Salvador mencionan en un 43,5%
legales se muestran importantes en la MS de Guate- que sí y dan por razones las leyes internas (65%) y
mala (44%). 11 En Honduras también los problemas el impedimento de la mara (25%). En Honduras,
legales se mencionan de manera frecuente en las los dos grupos en su mayoría dice no haber ningún
dos pandillas. En El Salvador, sin embargo, llama impedimento (Pandilla 18: 63%, MS : 66%); los
la atención la diferencia entre las respuestas: la MS que sí mencionan un impedimento señalan, ambos,
menciona las enemistades (26%) y la discriminación el morir y el temor a represalias, pero en menor
(17%); la Pandilla 18 señala los problemas legales porcentaje que en Guatemala y El Salvador.
(17%) y «ninguno» (26%).
Con respecto a la satisfacción que dicen sentir
Jerarquía
los mareros con la relación que tienen con sus
compañeros de la mara, en los dos grupos en los Cuando se pregunta por la persona de quién
tres países, excepto en la MS de El Salvador, la depende el ingreso de un miembro a la mara, la MS
gran mayoría se sienten satisfechos. En el caso de Guatemala (56%) y la Pandilla 18 de Honduras
particular de la MS de El Salvador, un 33% dice (37%) mencionan con más frecuencia que depende
Ns/Nr y presenta, en los que respondieron, mayores del líder de la pandilla. Los otros grupos mencionan
porcentajes de insatisfacción parcial o total con con más frecuencia la decisión grupal, seguido de
respecto a las otras poblaciones. Esto hace pensar la decisión individual del aspirante.
que en esta pandilla en particular en este país debe Cuando se pregunta por las cosas que hace con
de existir una condición negativa al interior del entera libertad todos los días los dos grupos de los
grupo, posiblemente relacionada con el control tres países, excepto la MS de El Salvador, menciona
grupal. Esta respuesta coincide con las dadas cuando principalmente el tiempo libre. La MS de El Salvador
se preguntó por lo que más le desagrada de la mara menciona en un 48% «todo lo que yo quiera».
en una dicotomía Todo/Nada. La MS de El Salvador Existe después una dispersión de respuestas alrede-
respondió con mucha mayor frecuencia que la dor de actividades familiares y trabajo.
Pandilla 18 de su país que «Todo» le desagrada, al Con respecto a la pregunta por las cosas que
igual que la MS de Guatemala. En Honduras se da hace cada día y que es ordenado por otros, la
mayoría de la Pandilla 18 de Guatemala (62%) y de
El Salvador (60%) menciona «ninguno»; mientras
11. Es posible que también en la Pandilla 18 de ese país, que la MS de Guatemala menciona actos criminales
ya que un 31.3% no contestó y de los que lo hicieron (37%) y talacha (30%), y la MS de El Salvador,
24.1% mencionan los problemas legales. Puede ser una
condición presentada por el contexto nacional mas que «ninguno» (43%), la responsabilidad grupal (24%)
por el tipo de pandilla. y la talacha (13%). En Honduras, la Pandilla 18
34 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Cuadro 3
S ATISFACCIÓN MOSTRADA POR LOS MAREROS EN RELACIÓN
CON EL LUGAR QUE OCUPAN EN LA MARA , POR TIPO DE PANDILLA Y PAÍS
(Porcentajes)
de alteridad entre estos dos grupos. Además, si consumo antes de ingresar al grupo. En contraste,
bien no es posible decir que una pandilla supera a el 74% de la Mara Salvatrucha de El Salvador
la otra en cada país, es interesante notar cómo se indica haber comenzado su consumo luego de
sitúa cada grupo respecto al otro, siendo que la haber ingresado a la mara (cuadro 4).
Pandilla 18 indica tener supremacía en Guatemala En los tres países, ambas pandillas dan como
y Honduras, y la MS en El Salvador. respuesta más frecuente el haber iniciado con el
consumo de marihuana, en mucho mayor porcentaje
en Honduras ( MS : 75%, Pandilla 18: 68%). Llama
Cambios en la mara
la atención que los grupos de la Mara Salvatrucha
Con respecto a los cambios que los mareros en Guatemala y El Salvador mencionan de manera
perciben en su mara durante el tiempo transcurrido importante el inicio con cocaína (Guatemala: 24%,
en ella, las respuestas indican que en Guatemala y El Salvador: 20%) y con crack (Guatemala: 21%,
El Salvador un mayor porcentaje de los de la MS El Salvador: 31%). En Honduras, la segunda mención
percibe un incremento en las situaciones de riesgo es la cocaína ( MS : 15%, Pandilla 18: 20%); la
(Guatemala: 30%, El Salvador: 24%) y un aumento mención del crack es mínima en las dos pandillas.
de miembros, este último en particular en El Salvador
(39%). La Pandilla 18 en Guatemala en un 44%
Síntesis
Ns/Nr y en un 37% dice «ninguno»; en El Salvador
29% dice «ninguno» y 26% menciona mayor nivel No existen patrones definidos que diferencien
de bienestar grupal. En Honduras, un importante los tipos de pandilla, excepto en relación con las
porcentaje de la MS (47%) dice «ninguno» y un condiciones internas reflejadas en varios ítemes
15% mayor nivel de bienestar grupal, respuestas analizados de la Mara Salvatrucha de El Salvador.
similares a los de la Pandilla 18 (ninguno: 22%, En este grupo aparentemente existe una mayor
mayor nivel de bienestar: 20%). coerción y violencia intragrupo. También la MS ,
tanto en El Salvador como en Guatemala, muestra
mayor vulnerabilidad externa relacionada con situa-
Consumo de droga
ciones de riesgo que pueden estar relacionadas con
Con respecto al consumo de drogas, las respues- políticas represivas estatales. Llama la atención la
tas de los que dijeron consumir drogas siempre o forma en que se reconocen. La MS , en este sentido,
casi siempre, indican que la mayoría inició su parece estar más estereotipada, lo que podría contri-
Cuadro 4
D ISTRIBUCIÓN DEL INICIO EN EL
CONSUMO DE DROGAS EN LAS MARAS O PANDILLAS
(Porcentajes)
Antes de ingresar 57 67 64 13 71 86
Después de ingresar 8 33 25 74 21 12
Ns/Nr 35 — 11 13 7 2
Total 100 100 100 100 100 100
buir a su discriminación y vulnerabilidad, explicando mujeres alcanza niveles importantes (entre el 20%
así las percepciones de estos mareros. Por último, y el 40% son mujeres; ver gráfico 6). 14 Además, en
en Honduras, ambas pandillas presentan menos Guatemala y Honduras existe la referencia minorita-
diferencias en el patrón de respuestas entre sí; sin ria sobre las pandillas compuestas solo por mujeres.
embargo difieren con el patrón de respuesta de las En Guatemala, en promedio 15 existen entre 12
otras pandillas de los otros dos países. mujeres y entre 32 hombres por grupo. Es decir, se
obtiene el dato 16 de que un cuarto del grupo son
mujeres, y que los grupos en promedio tienen 44
M UJERES Y PANDILLAS miembros. Además, existen pandillas o maras com-
puestas solo de mujeres, 19% de las mareras en
Existe muy poca información sobre el papel que Guatemala así lo indica; 81% dice no conocer
las mujeres desempeñan en estas agrupaciones. En alguna mara exclusivamente femenina. El 8% de
el presente estudio se trata de suplir algunas de las que respondieron que sí conocen alguna dice
estas carencias. En el análisis se considera a la que son diferentes a las compuestas por hombres o
mujer como miembro activo de la mara o pandilla, mixtas porque casi no salen a robar.
madre y compañera. En El Salvador, una marera responde que todos
los integrantes son hombres. Se tiene además que
en promedio existen 9 mujeres y 27 hombres por
C OMPOSICIÓN DE GRUPO grupo. Casi un cuarto del grupo son mujeres, y los
grupos en promedio tienen 35 miembros. Es impor-
De acuerdo con las respuestas de las jóvenes tante señalar que las mareras en este país dicen no
mareras en cuanto al número de mujeres y hombres conocer pandillas compuestas solo de mujeres (96%
que integran su grupo, prácticamente todos los así lo indica y 4% no sabe o no responde).
grupos, en los tres países, están compuestos en su En Honduras, ninguna marera menciona pertene-
mayoría por hombres: resalta el dato de que cuando cer a un grupo donde existan más mujeres que
se trata de grupos mixtos 13 el porcentaje de mujeres hombres. Se tiene además que en promedio existen
no supera el 50%. Sin embargo, la participación de 11 mujeres y 20 hombres por grupo. Un tercio del
grupo son mujeres y los grupos en promedio tienen
Gráfico 6
30 miembros. Además, el 24% de las mareras
P ARTICIPACIÓN DE MUJERES EN LAS indica que existen pandillas o maras compuestas
MARAS O PANDILLAS , SEGÚN MARERAS solo de mujeres; el 76% dice no conocer alguna. La
(Porcentajes) mitad de las que respondieron que sí conocen
alguna dice que son diferentes a las compuestas
por hombres o mixtas porque son menos violentas La exaltación de características y cualidades
y no matan. La otra mitad dice que no son diferentes típicamente masculinas, como son la agresividad,
o no sabe o no responde. la valentía, la destreza en el manejo de armas, hace
que necesariamente las mujeres y la feminidad
tradicional sean subvaloradas dentro de las pandillas.
L A POSICIÓN DE LAS MUJERES MARERAS «... antes sí habían (mujeres), ahora ya no...
(...) no las quieren ya... porque son débiles... En
Los datos recabados sugieren que la participación todo, en todo (participaban) igual que los hombres.
de las mujeres en las pandillas en Centroamérica (...) Sí, servían de todo... pero como comenzaban
es subalterna. Por ejemplo, Feixa (1998) ha encontra- a tener babys entonces ya no las querían más».
do que la posición de las mujeres en las culturas (Informante 3, ex marero, Pandilla 18, Guatemala).
juveniles es estructuralmente diferente y que su
marginalidad se debe en gran parte a que están Las desigualdades de género y las claras desven-
centralmente situadas en un conjunto de rango de tajas de las mujeres en las maras se hacen evidentes
actividades necesariamente subordinado. Aunque en situaciones tales como normativas injustas (en
es necesaria una mayor indagación en este sentido, El Salvador se señala que los hombres no son
es posible que el hecho de que las mujeres participen castigados por infidelidad mientras que las mujeres
en menor medida de actividades tales como el sí), en la toma de decisiones (no se les consulta
homicidio, las coloque en una posición desventajosa sobre asuntos importantes o se simula tomarlas en
en relación con el resto del grupo, condición que cuenta cuando en realidad no se consideran sus
viene a reproducir un sistema tradicional de relacio- opiniones), en la jerarquía del grupo (discursivamen-
nes de género a las cuales la pandilla no ofrece te se acepta que las mujeres puedan ocupar posiciones
resistencia. de rango, pero no se las acepta como líderes de las
Después de su investigación sobre la historia clicas de varones) en las concepciones que algunos
de los bandidos, Eric Hobsbawm concluyó que las de los miembros de las pandillas tienen sobre sus
mujeres han desempeñado tres funciones en dichas compañeras (son consideradas como lengua floja,
agrupaciones, la más frecuente es la de compañía débiles, etc.).
sexual de los miembros de la banda; otra menos «En todas en vacile y toda la cuestión, en
conocida es la de colaboradora y enlace con el posiciones ninguna, o sea, líder solo es uno, y
mundo exterior; y finalmente, la menos frecuente, ellas son simplemente otro de la mara; sí participan
un papel en el que solo por su sexo se distinguen de en actividades violentas; en la toma de decisiones
sus pares varones: el de ser ellas mismas bandidas no participan, hay veces en los mirin nos dicen: yo
(Hobsbawm, 2001: 157). pienso y pienso, y uno les dice: está bien, y para
Las mujeres en las maras o pandillas no están que ellas no vean que no se les toma en cuenta,
clasificadas de acuerdo con la tipificación que pero no, los planes de ellas no son como los de
propone Hobsbawm; hasta el momento, ninguna nosotros me entiendes.» (Informante 5, marero
desempeña de manera exclusiva alguna de estas líder, 27 años, Mara MS , El Salvador).
funciones. No obstante, a excepción de ser jefe
pandillera, las otras dos funciones señaladas por En este sentido conviene destacar que porcenta-
Hobsbawm –indistintamente– sí están entre los jes no despreciables de las mareras (Guatemala:
papeles que tienen las mujeres dentro de la mara o 20%, El Salvador: 30%, Honduras: 28%) reconocen
pandillas. Se ha hecho referencia a maras compuestas que como mujeres tienen la obligación de realizar
solo por mujeres en las que, por supuesto, el labores o trabajos tradicionalmente asignados a
liderazgo estaría ejercido por una mujer. ellas (lavar, cocinar, limpiar, o servir a los hombres).
38 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Es más, estas mismas mujeres que reconocían la Las mujeres han ido construyendo espacios
existencia de dichas obligaciones, casi en su totalidad propios –clicas o grupos anexos– en los que toman
señalaban que de no realizarlas eran castigadas decisiones, las cuales comunican al resto del grupo
con violencia. 17 a través de voceras. Por ejemplo, según el «Reporte
Algunos informantes relatan que actualmente de investigación sobre pandillas callejeras», existen
el ingreso de mujeres a las pandillas está vedado. varios tipos de pandillas con mujeres jóvenes y
En Honduras se habla de que en la MS las mujeres adultas: pandillas mixtas, cuyos miembros son
fueron asesinadas por los mismos pandilleros de hombres y mujeres; pandillas auxiliares, en donde
su grupo al rehusarse a trabajar o realizar determina- las pandillas de mujeres están afiliadas a pandillas
das misiones o por soplar cuando eran detenidas de hombres y pandillas de mujeres autónomas
por la policía. (Jones et al., 2004). En contraste, las jóvenes
En El Salvador, en la Pandilla 18 se habla de latinoamericanas están más frecuentemente afiliadas
mujeres pandilleras, pero como un grupo aparte a una pandilla de hombres. El estudio realizado en
que trabaja con los pandilleros hombres. Centroamérica arroja datos similares: las mujeres
«Toman decisiones entre ellas, depende de la tienen sus propias lideresas y todo indica que ellas
mujer que sea, si una mujer tiene mente madura, operan, en general, como un grupo de mujeres
pues sí participa en actividades violentas (...) claro pandilleras anexas a un grupo de hombres, además,
que para brincar a la pandilla, tienen que hacer para tareas específicas acompañan a los hombres o
algo violento.» (Informante 3, marero, Pandilla llevan a cabo misiones para ellos.
18, El Salvador). En Guatemala, Honduras y El Salvador, la
mayoría de los hombres pandilleros dicen que
En este país, también se hace referencia a esa puede haber matrimonios con gente dentro y fuera
organización «anexa» de las mujeres a la Mara 18: de la pandilla. No obstante, las mujeres pertenecien-
«Ellas tienen sus propias voceras, que a cada tes a pandillas en Honduras dicen que esto es
rato andan sacando un verso de inquietudes (...) posible solo al interior de las pandillas. De acuerdo
los hombres no pueden consultar nada a las mujeres, con el 52% de las mareras, las relaciones con
en el cierto sentido de la pandilla, ellas tienen sus personas que no pertenecen a la pandilla están
voceras, para sus rollos de tomate, cebolla, chile prohibidas, aunque no se señala el grado de vigencia
verde... nosotros a ellas no les pedimos opinión de esta norma o si existe algún tipo de sanción.
para nada y ellas nomás nos presentan inquietudes Ciertamente las relaciones entre hombres y
para nosotros resolvérselas a ellas (...) lo único mujeres pandilleras están bastante extendidas. El
que nosotros digamos vamos a castigar o vamos a cuestionario a mareras documenta que la mayoría
quitar a una miembro, le pedimos la valoración a de ellas tenía una relación amorosa con algún
ella y le decimos que tenés de bueno de ella, mira compañero marero (Guatemala: 72%, El Salvador:
de bueno tengo esto, esto y esto... ella es la encargada 93%, Honduras: 72%). El 20% de las mareras,
de llevarle los curriculum más que todo, y mantener- además, reconoce haber tenido que acceder a un
las a ellas vestidas, trabajando, buscándoles trabajo.» favor de tipo sexual con los compañeros o jefes de
(Informante 1, ex marero líder, 29 años, Pandilla la mara y el 43% de las mismas reconocían que las
18, El Salvador). mujeres de la mara o pandilla eran víctimas de
violencia física por parte de compañeros mareros.
Todo lo cual indica que no existe una integración
horizontal de las mujeres en las pandillas:
«En tiempos atrás sí llegaron a ser mucho
17. Es importante recordar que estamos hablando de
muestras muy pequeñas, y que en Costa Rica y Nicaragua tiempo líderes mujeres, pero a este tiempo de acá
no se entrevistaron mujeres pandilleras. casi no porque ellos mismos las han matado a
Aspectos organizativos y de identificación cultural 39
todas, porque a veces la mujer no es como uno, que yo, se puede castigar al hombre, y se levantan
la mujer si la obligan a una misión que tiene que aquel montón de hombres, cómo así, y como eran
hacerla de matar a veces no lo quiere hacer porque unos 80, más que ellas, se levantan, cómo nos van
ella es mujer, no es como nosotros, entonces se les a estar castigando por este montón de mujeres, se
hace más fácil a ellos, que en vez de que las maten me hizo un gran complot, una discusión y un
otras pandillas contra ellos, las matan ellos, y debate, que a nada llegamos, a nada llegamos, y
también las mujeres solo tienen que ser para el aún solo a ellas se castigan a los varones no.»
marido, no pueden tener relaciones sexuales con (Informante 1, Pandilla 18, 29 años, ex marero
otro, con un paisa, con alguien que no es nada, líder, El Salvador).
porque también por eso las matan... la mujer no
lleva muchas de ganancias, solo lleva de perder, En los discursos de los entrevistados sobre la
más pérdidas que nosotros.» (Informante 3, 25 participación femenina en las pandillas, se hace
años, ex marero líder, Mara Salvatrucha, Honduras). referencia a un principio de igualdad al interior del
grupo. No todos los mareros admiten que existe
El control sobre la sexualidad femenina se discriminación en contra de las mujeres, aunque
hace notar no solamente con las restricciones que ésta sí se hace evidente a través de la diferenciación
imponen a las mujeres en relación con la «elección» de actividades y ritos, en la toma de decisiones y
de un compañero, sino también en la utilización de en el aspecto jerárquico. Las contradicciones entre
la mujer como objeto sexual en los ritos de iniciación. discurso y práctica son constantes en los relatos de
«En el tiempo de antes como le digo pagaban los entrevistados, parece que el intento por construir
ellas con darle sexo a todos, a trece personas, pero una cultura alternativa a la imperante, choca con
en este tiempo se les golpea como a un hombre.» las limitaciones que supone una socialización en
(Informante 3, 25 años, ex marero líder, Mara ciertos valores y actitudes tradicionales –patriarca-
Salvatrucha, Honduras). les, autoritarios–. La existencia de una contradicción
entre su discurso de «igualitarismo» y sus organiza-
Las mujeres son conscientes de su condición ciones jerárquicas y patriarcales guarda relación
de opresión dentro del grupo, así lo demuestran con la ausencia de un aprendizaje alternativo, que
situaciones en las que las mujeres han reclamado les brinde a los miembros de las maras y pandillas
ese trato injusto. Como el que se expone a continua- las herramientas para crear comunidades igualitarias
ción:
«La misma pregunta me la hicieron 78 hembras Gráfico 7
A CTIVIDADES EN LAS QUE PARTICIPAN
del barrio, en una levanta una babosa (...) mire yo
LAS MARERAS , SEGÚN ELLAS MISMAS
tengo una pregunta, dale le digo yo (...) mire me (Porcentajes)
dice, cómo es la onda si se supone que nosotros
todos somos dieciocho, igual que ustedes los varo-
nes, como nosotros las hembras, lo único que
ustedes tienen pene y nosotras tenemos vulva,
pero aquí no hay diferencia, aquí la 18 y el 18 no
cambian, entonces somos iguales (...) por qué
ustedes los hombres pueden andar con una y otra
y otra, qué onda, qué los hace a ustedes diferentes,
nosotros las hembras queremos que eso se corte,
que si un hombre es traicionero, también sea castiga-
do, y vengo yo y le digo, mira haz hecho una buena
pregunta, bueno pues contéstamela, mira le digo Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
40 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
y equitativas. Los jóvenes mareros y pandilleros segmento del grupo efectivamente invierte en estas
terminan reproduciendo valores hegemónicos, a sustancias.
los que en ocasiones se oponen en su discurso. Al preguntarles por las actividades lúdicas o
En todo caso, conviene resaltar que la posición distracciones, el consumo de la droga obtiene un
subordinada que las mujeres ocupan en las pandillas 13%; si bien no es de los porcentajes más importantes
no significa que ellas no participen de las principales es recurrente en un sector de la población de
actividades criminales de las mismas. El cuestionario jóvenes mareras o pandilleras. Ésta aparece contem-
a mujeres mareras también incluye datos que dan plada entre otras actividades de diversión, entre
una idea del tipo de actividades delictivas que los amigos (49%), los paseos, juegos y convivencia
ocupan el tiempo de las pandilleras. En el gráfico con la familia (17%) juegos de mesa, electrónicos
7 se puede observar como la participación de las o pasatiempos (8%). Es evidente que los espacios
jóvenes mareras en actividades tales como cobros de socialización y actividades de entretenimiento
de protección, robos y venta de drogas no es despre- con el grupo de pares tiene una importancia pri-
ciable. mordial.
Se registra un importante segmento de la pobla-
ción marera y pandillera que sigue empleando la
L AS MUJERES MARERAS Y SU misma droga con la que inició su consumo. La
RELACIÓN CON EL CONSUMO DE DROGAS droga que se consume en un inicio es la marihuana
(53%), siguiéndole la cocaína (18%) y pegamento
El siguiente análisis se hace tomando en cuenta (13%). Al referirse al momento actual, la mitad
las mujeres mareras de Guatemala, El Salvador y responde no consumir ninguna droga. No obstante,
Honduras. La selección de preguntas gira en torno es necesario tomar en cuenta que la mayoría de las
al tema de las drogas y su consumo. Si bien el jóvenes mareras que fueron entrevistadas estaban
consumo de la droga no es un factor preponderante dentro de las cárceles, por lo que su consumo
en la dinámica del grupo, es un factor persistente actual puede verse afectado por estas circunstancias.
importante de destacar. De la población que dice ingerir droga, un 53%
El promedio de consumo de drogas en el ámbito declara consumir marihuana, un 18% cocaína y un
familiar de las jóvenes mareras cobra relevancia 13% pegamento. Los efectos más esperados y placen-
en la figura de los hermanos (23%) y del padre teros que producen su consumo están vinculados a
(8%). Un 14% de las respuestas de las mujeres dice la sensación de seguridad y confianza (34%), desin-
que ningún miembro de su familia consume drogas. hibición y diversión (26%) y al olvido (14%). Se
Un 52% de las respuestas son no sabe o no responde, evidencia que la droga como sustancia de consumo
lo que puede evidenciar una probable lejanía con es parte de una problemática más global, que a su
el ambiente familiar –con el subsiguiente descono- vez es un factor preocupante que perjudica a las
cimiento de las actividades de sus miembros– o jóvenes mareras o pandilleras como al medio social.
una reserva a contestar la pregunta. Es importante notar que en promedio, un 51%
Con mínimas variantes entre los países de la de las jóvenes mareras inicia el consumo de la
región, en promedio las jóvenes mareras dicen droga antes de su ingreso a la mara o pandilla. Sin
invertir su dinero principalmente en necesidades embargo, después del ingreso a la mara o pandilla
básicas (44%), asuntos personales (12%) y gastos éste continúa siendo elevado (44%). Situación que
personales (10%). Por su lado, el consumo en sugiere dos posibles conclusiones: a) el consumo
drogas es de un 17% y en licor un 8%. Las drogas de la droga es más un factor de riesgo para las
ilícitas no son el principal consumo de la mayoría mareras que una consecuencia del ingreso a la
de las mareras, sin embargo, lo evidente es que un mara –el consumo de la droga es un problema
Aspectos organizativos y de identificación cultural 41
social que no sólo tiene relación con las maras o al grupo juega un papel primordial en la accesibilidad
pandillas, sino también con el entorno social de la a la droga y en el mantenimiento de su consumo.
comunidad, el ambiente escolar y los diferentes Las políticas de intervención y prevención que
espacios de socialización–; b) la dinámica grupal impliquen la disminución de las actividades de
de la mara también promueve el consumo de la riesgo y factores de vulnerabilidad en relación con
droga aunque con reglas y limitaciones como se la droga deberían enfocarse no sólo a la dinámica
observó anteriormente. interna de las maras y pandillas, sino también
En cuanto al tipo de pago que se recibe por contemplar el ambiente social que promueve la
realizar actividades específicas (robar, narcomenu- accesibilidad y el consumo de las drogas.
deo), el pago con dinero en efectivo es de un 35%,
la mención del pago con drogas (30%) es una
opción importante para un segmento de la población L A MADRE PANDILLERA
de jóvenes mareras.
De las actividades mencionadas para poder ser Como se mencionó, las mujeres pandilleras
aceptada en la mara, el rito de iniciación (28%) y mantienen relaciones amorosas con miembros de
robar (15%) aparecen entre las principales, siguién- la pandilla o con otros hombres. A menudo, el
dole el consumo de la droga (4%) junto a tener resultado de estas relaciones es el nacimiento de
relaciones sexuales (4%). Por otro lado, la obtención un hijo. ¿Cómo responde la pandilla a esta situación?
de droga tiene relevancia como beneficio por haber Las jóvenes mareras dan como respuesta modal
ingresado a la mara (11%), después del reconoci- que el comportamiento de los otros pandilleros
miento y diversión (30%) y fraternidad (21%). frente a las mareras embarazadas es de cuidado y
Nuevamente, la cohesión grupal y las actividades de protección. Un dato interesante es que, de acuerdo
lúdicas con el grupo de pares, adquiere un sentido con las entrevistadas, el 30% de los niños recién
fundamental en las motivaciones gratificantes encon- nacidos conviven con la mara o pandilla.
tradas dentro de la dinámica de las maras y pandillas. De hecho, de acuerdo con las pandilleras general-
La participación en la venta de drogas es una mente es la propia pandilla la que se hace responsable
actividad que afirman realizar las jóvenes mareras de cuidar a los niños o recién nacidos. Este dato
con una alta frecuencia (55%), junto a robos (75%) sugiere la importancia de desarrollar políticas que
y peleas con otras maras o pandillas (70%). Si bien atiendan a las necesidades de estas mujeres cuando
no es la principal actividad, tiene una mención
importante en las acciones llevadas a cabo por las Gráfico 8
R ESPONSABILIDAD EN EL CUIDADO DE LOS NIÑOS
mujeres mareras dentro del grupo. RECIÉN NACIDOS EN LA MARA , SEGÚN LAS MARERAS
Entre las razones dadas por las jóvenes pandille- (Porcentajes)
ras o mareras por no haberse salido, a pesar de
haber recibido una ayuda explícita, un 7% menciona
gusto por las drogas, siguiéndole amenazas y presión
de grupo en un 18% y el gusto por la pandilla con
un 39%.
El panorama anterior evidencia que el consumo
de la droga es un factor constante dentro de las
actividades que mencionan las mareras o pandilleras.
Los datos sugieren que si bien la droga como
sustancia de consumo no es uno de los factores
predominantes que inducen a participar en las
dinámicas de las maras y pandillas, la pertenencia Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
42 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
están embarazadas y también de estos niños, necesi- parte, la posible reproducción generacional de la
dades que ciertamente no son cubiertas si tan sólo adscripción y ya no solo por afiliación, y, por otro,
se dedica a la persecución penal de los pandilleros. que la presencia de una generación infantil implica
Este dato sobre la condición de maternidad que la familia extensa y las redes comunitarias se
(tanto como la de paternidad) pone de relieve dos involucren, con lo cual, el entretejido de las maras
aspectos muy importantes sobre el proceso de y pandillas con las comunidades se torna complejo.
organización de las maras y pandillas. Por una
C APÍTULO III
pandilla los que elevan la actividad criminal de los delictiva que otros jóvenes. Este dato se observa
pandilleros. El modelo del fortalecimiento, finalmen- claramente en el gráfico 9.
te, sugiere que aquellos jóvenes que se unen a las Como se aprecia, Costa Rica y Nicaragua no
pandillas tienen una mayor predisposición hacia la son la excepción, sino que las tendencias de estos
participación delictiva, pero que al mismo tiempo, dos indicadores son muy similares al resto de
una vez que se afilian a una pandilla, su comporta- Centroamérica.
miento delictivo se incrementa. La evidencia disponi- ¿Cuáles son los tipos de delitos cometidos por
ble discrepa en cuanto a si el modelo de facilitación los pandilleros? En términos generales, la literatura
social es el más apropiado o si lo es el del modelo comparada destaca que los pandilleros generalmente
del fortalecimiento (Thornberry et al., 2003, La- siguen un patrón de delincuencia muy variado, y
course et al., 2003, Gordon et al., 2004; Klein y no se les considera especialistas en categorías
Maxson, 2006). particulares de delitos; generalmente hacen de
Se ha podido constatar que los pandilleros todo (Klein y Maxson, 2006).
generalmente exhiben mayores niveles de participa- El gráfico 10 muestra los delitos más frecuentes
ción delictiva que otros jóvenes. Este dato se a los que hacen referencia los pandilleros en esta
observa claramente en el cuadro 5. región. En un contexto en el que se exalta la
Una crítica a menudo dirigida contra los estudios violencia, la exageración de la propia bravura y el
de autoinforme o autoincriminación es que solo presentarse como tipos duros es algo cotidiano,
miden aquella delincuencia que no suele generar hay también que tomar los datos con cierta cautela.
ningún tipo de respuesta por parte del sistema de Se denota una particular glorificación de la violencia
justicia penal. Se ha podido constatar que los en el caso de El Salvador y Honduras, donde cerca
pandilleros exhiben mayores niveles de participación de una cuarta parte de los sujetos que admiten
haber cometido un delito, indican que éste ha sido
un asesinato o un intento de asesinato. En el otro
Cuadro 5 extremo se ubicaría Nicaragua donde el tipo de
C OMISIÓN DE DELITOS violencia a la que se hace referencia generalmente
POR PANDILLEROS Y NO PANDILLEROS es de un carácter menos serio. Costa Rica, seguida
(Porcentajes)
Sí No Ns/Nr
Gráfico 9
Guatemala
P ANDILLEROS QUE REPORTAN
Pandillero (n=116) 64 28 8
HABER SIDO DETENIDOS Y LLEVADOS PRESOS
No pandillero (n=68) 7 93 0
(Porcentajes)
El Salvador
Pandillero (n=137) 85 15 0
No Pandillero (n=86) 14 86 0
Honduras
Pandillero (n=124) 87 9 4
No pandillero (n=78) 6 91 3
Costa Rica
Pandillero (n=97) 75 25 0
No pandillero (n=74) 27 70 3
Nicaragua
Pandillero (n=98) 80 20 0
No pandillero (n=79) 22 77 1
Cuadro 7
T IPO DE DROGAS CONSUMIDAS POR LOS PANDILLEROS
(Porcentajes)
Marihuana 43 30 30 52 25
Pegamento 2 1 1 0 2
Cocaína y derivados 26 24 11 19 24
Otras 2 0 0 10 2
Ninguna 4 30 51 18 8
Ns/Nr 23 15 7 1 40
penetración del narcomenudeo en las zonas urbanas pandilleros que habían reconocido algún tipo de
de Nicaragua, pero no se tienen datos que permitan consumo se les preguntó que tipo de drogas utiliza
confirmar esta hipótesis. actualmente.2 Se encuentra que en Honduras, seguida
Dado que este estudio no emplea un diseño por El Salvador, un porcentaje importante de sujetos
longitudinal es imposible determinar si la participa- señalan que no toman ninguna droga. Es posible
ción en la delincuencia y el consumo de drogas que al mencionar sustancias específicas en estos
fueron facilitados o fortalecidos por el proceso de países se haya encontrado simplemente con un
afiliación a la pandilla. Sin embargo, en el caso del mayor recelo a la hora de reconocer el consumo.
consumo de drogas se preguntó a los entrevistados Nótese también el alto grado de no respuesta en
si esta práctica la mantenían antes de ingresar al Nicaragua. En todo caso los datos parecen sugerir
grupo, con el fin de valorar en alguna medida si la que la marihuana, así como la cocaína y sus deri-
afiliación a la pandilla fue un factor que precedió vados, son las drogas preferidas por los jóvenes
al inicio del consumo o viceversa. Los resultados pandilleros que se declaran consumidores.
indican que la mayoría de los jóvenes pandilleros
inician su consumo antes de ingresar en las pandillas
(Guatemala: 57%; El Salvador: 44%; Honduras: A CTIVIDADES COTIDIANAS
77%; Costa Rica: 72%; Nicaragua: 65%). La excep-
ción a este patrón es El Salvador, donde la cantidad Al margen de la participación en actividades delicti-
de jóvenes que inician el consumo antes de iniciarse vas, los miembros de pandillas pasan una buena
en la pandilla es la misma (44%) de aquellos que parte del tiempo realizando actividades que no son
lo inician posterior a su ingreso. muy diferentes de las realizadas por otros jóvenes
También es posible derivar una idea del tipo de y adolescentes. En gran medida, los pandilleros
drogas que se consume por pandilleros. A los son jóvenes, primero, y pandilleros, después. Como
señalan Decker y Van Winkle (1996: 117):
«Como la mayoría de los adolescentes y jóvenes
2. Al codificarse esta pregunta sólo se recogió la primera adultos, los pandilleros... pasan mucho tiempo
mención, con lo cual no es posible ofrecer datos sobre
consumo de varias sustancias. Los datos de el cuadro 7
simplemente estando con sus amigos –-viendo la
incluyen los mareros entrevistados en la cárcel y hay que tele, bebiendo cerveza, sentados y hablando, jugan-
tomar en consideración que no se expresaron siempre con do, fumando marihuana, buscando chicas–. Los
el mismo grado de libertad o que tenían restricciones en
cuanto a acceso. Sirva en todo caso a nivel ilustrativo del pandilleros pasan sus vidas (y generalmente cometen
tipo de drogas a las que hacen referencia. sus delitos) en grupos y generalmente lo que estos
Las actividades de las pandillas 47
sobre fuentes de ingresos individuales y colectivos ca de comunidades marginales donde los jóvenes
las más frecuentemente mencionadas son los robos, tienen escasas alternativas para generar suficientes
la venta de drogas, y el cobro por protección a ingresos. Al margen de ello, los pandilleros, como
vecinos y comerciantes. En las palabras de los se verá en el siguiente capítulo, son padres en un
mareros entrevistados: alto porcentaje y contribuyen al sostenimiento
«Yo mi propio financiamiento es mi taller, yo económico de sus familias. El encarcelamiento de
de ahí saco mi ganancia, hago cuatro balcones, los mismos evidentemente tiene un impacto directo
estoy ganando mis dos mil quinientos colones, y lo que no debería menospreciarse en sus familias y
hago en dos días. (...) La pandilla no es lo mismo, comunidades. Fagan y sus colaboradores (2003),
hay miembros que no trabajan, de qué viven ellos, por otra parte, han podido documentar en Nueva
por lógica tienen que robar. (...) El gobierno no York cómo las políticas penales, al potenciar el
nos deja poner nuestra propia empresa. Teníamos encarcelamiento y contribuir al deterioro del tejido
una disco, (...) y se perdió, la policía andaba social de estos vecindarios, han contribuido a empeo-
encima, no nos dejaban en paz. Probamos con un rar los niveles de delincuencia en los mismos.
comedor y no los dio, vendimos todo, nunca hemos Por otra parte, en el caso de Costa Rica se
intentado porque le tenemos miedo al gobierno.» destaca que los jóvenes entrevistados presentan
(Líder marero, El Salvador). mayor escolaridad y mayor proporción de trabajo
remunerado, indicadores que son levemente menores
«Muchos de nosotros trabajamos, lavamos ca- en Nicaragua. En el caso de Costa Rica, es posible
rros, trabajamos para poder tener recursos y tener que la múltiple filiación a diversas agrupaciones,
dinero. Aquí cualquiera puede ser voluntario, para así como el incipiente desarrollo del fenómeno
tener un dinerito, porque existen cosas de emergen- aquí estudiado expliquen este perfil psicosocial
cia, que uno sale herido, cosas que tenemos que diferenciado. En Nicaragua se agrega que es posible
pagar para sacarlo.» (Líder marero, El Salvador). que los mayores niveles de organización comunitaria
tengan un efecto neutralizador de los factores de
Igualmente interesante es constatar que de riesgo para los jóvenes en mayor vulnerabilidad.
acuerdo con nuestros cuestionarios con ex mareros,
los pandilleros contribuyen económicamente a sus
familias (Guatemala: 45%, El Salvador: 80%, A CTIVIDADES ECONÓMICAS
Honduras: 85%). Éste es un dato significativo Y DELICTIVAS DE LAS PANDILLAS
desde el punto de vista de política criminal. La
mara cada vez más se comporta como fuente propia V IOLENCIA ENTRE PANDILLAS
de actividad lucrativa para sus miembros. Ello es Y LOS CONFLICTOS EN LA
una modificación de un modelo que llegó para DEFENSA DEL TERRITORIO
quedarse. No es una estructura frágil de efímera
existencia. Desde el estudio pionero de Thrasher, la idea
Cada vez existe una mayor concienciación en de conflicto entre grupos ha estado asociada al
el ámbito académico sobre el impacto que el encarce- estudio de las pandillas. Es este conflicto el que de
lamiento tiene en las familias y en las comunidades alguna manera cimienta al grupo, le da sentido y
de los delincuentes. Existen planteamientos teóricos refuerza su cohesión. Prácticamente todos los estu-
que sugieren que políticas penales excesivamente dios sobre pandillas destacan el papel central de la
represivas tienden a minar la fábrica social de los violencia y la fuerza en la cultura de las pandillas.
vecindarios en los que viven los delincuentes. En el caso de Vigil (1988), ésta se presenta más a
Hagedorn (2002) ha planteado el papel crucial menudo como conflicto de fuerza, a la forma de
que la economía sumergida tiene en la vida económi- amenaza omnipresente. Como señala Horowitz
Las actividades de las pandillas 49
(1983), el pandillero tiene que estar preparado ● El rechazo social del pandillero dificulta que
para responder a la violencia en cualquier momento el mismo establezca relaciones y realice activi-
y por lo tanto, a consolidar su identidad a partir de dades más convencionales que facilitarían su
la fuerza. salida de las pandillas.
Decker y Van Winkle (1996) y en igual dirección
Mateu-Gelabert (2004, 2003) han desarrollado una En su estudio de pandilleros en la ciudad de
explicación de las pandillas que toma el papel de San Luis (Estados Unidos), Decker y Van Winkle
esta amenaza o fuerza en consideración. Para estos (1996) observaron cómo la violencia juega un
autores la fuerza –amenaza de violencia física– papel central en discursos sobre protección frente
contribuye al nacimiento y fortalecimiento de las a amenazas reales e imaginarias y sobre venganza
pandillas en varios niveles: contra lesiones e injurias cometidas o imaginadas
● En muchos barrios, las pandillas se forman contra ellos. Algunas de estas cuestiones se ven
como mecanismo de defensa y protección frente reflejadas en los testimonios recogidos por nuestras
a grupos externos, ya sea otras pandillas, las entrevistas de profundidad:
acciones de la policía o contra otros grupos «(...) la pandilla contraria me quisieron brincar
étnicos o de inmigrantes. a la fuerza y, entonces, fue algo que a mí no me
● La fuerza, tanto si esta percepción corresponde gustó de ellos. Porque, (...) yo sinceramente no era
con una realidad o es imaginaria, aumenta el nada. (...) Entonces los batos se me lanzaron, me
nivel de solidaridad de las pandillas. Para pegaron, (...) Yo no quería estar en esa pandilla.
Klein (1971), la cohesión interna de las pandillas Entonces decidí, en ese momento, brincarme a la
crece de forma proporcional con la percepción otra pandilla, que era la 18 ¿Por qué? Para vengarme
de la amenaza que representan pandillas contra- de lo que ellos han hecho.» (Líder marero, El
rias. Salvador).
● El carácter vengativo de la violencia de las
pandillas también contribuye al fortalecimiento En Centroamérica, particularmente en Guatema-
de las mismas. Cada nuevo incidente violento la, El Salvador y Honduras, muchos de los antagonis-
conduce a otro, expandiendo el círculo de mos entre maras y pandillas tienen sus orígenes en
sujetos afectados, a una continua escalada de la división entre dos grandes grupos, la Mara
armamento y a la percepción de que si uno no Salvatrucha y la Pandilla 18. Como indicaba un
está con una pandilla se encuentra en una líder marero en El Salvador: «Es una guerra, herma-
situación de desprotección. Muchos jóvenes no». Generalmente estos conflictos parecen estar
se unen a pandillas ya establecidas como una relacionados con disputas sobre territorio y situacio-
forma de garantizar su seguridad personal, nes de venganza: 3
aunque paradójicamente el estar afiliado a uno
de estos grupos aumenta el riesgo de convertirse
3. Rodgers (2006: 276) en su estudio de observación
en víctima de violencia. participante en Nicaragua observa: «guerras» entre pandillas
● Este proceso, que lleva a los jóvenes a desarrollar en las que se emplea desde piedras hasta granadas y rifles
AK -47, a veces con consecuencias fatales: «Aunque estas
una imagen de tipos duros, con sus tatuajes,
guerras entre pandillas inicialmente parecían ser altamente
historias de guerra y violencia, hace que los caóticas, mostraban patrones muy regulares, casi al punto
mismos sean percibidos como una amenaza de ser ritualizados. Los pandilleros se organizaban en
«compañías» y operaban de una manera estratégica.
por la sociedad, la cual busca distanciarse de Generalmente había una «fuerza de reserva», y aunque las
ellos, cerrándoles puertas para su rehabilitación armas eran de posesión individual, cada pandillero era
y reinserción social y contribuyendo, así, a distribuido entre las distintas «compañías» con el propósito
de balancear las armas de fuego, a excepción de cuando se
perpetuar el problema. necesitaba un «comando de ataque» especialmente poderoso
para un propósito estratégico. Los conflictos giraban en
50 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
«(...) aquí miramos como matan a un amigo de un amigo que es de una clica de aquí de la zona
nosotros, de que tal vez aquí todos somos amigos, doce (...) dice que el chavo ese (...) agarró un par
(...). Ya uno se da cuenta fueron los de aquel de granadas y se las fue a tirar. Los batos estaban
barrio de allá, en aquel barrio de allá, se escucha en reunidos en una casa y se llevó como a ocho
decir de que son 18 (...), y se escucha decir de aquí (...). Y cuando ya vieron los de la MS que aquéllos
se está empezando a llevar una flota, ya después se eran más duros, se fueron de una vez, (...) los
ponen el nombre. Entonces desde ahí va el odio homis abarcaron ya todo ese territorio.» (Ex marero
porque van perdiendo gente de su barrio, es rivalidad líder, Pandilla 18, Guatemala).
del barrio, y poder.» (Ex marero, Honduras).
Estas disputas están ligadas a la reproducción
«El territorio es grande (...) puede ser que esté de un discurso que tiende a disminuir al adversario
tomado por una pandilla, y esa pandilla no deja y a desproveerlo de sus cualidades humanas. Así,
que entre otra pandilla, cuando entra otra pandilla los de la pandilla 18 nos dicen:
los matan entre los otros.» (Ex líder marero, Hondu- «Ahí estaban los MS , pero habían bastantes.
ras). (...) Se subían a los microbuses desde las cuatro de
la mañana hasta las nueve de la noche a robar a la
«A él (su primo) lo mató la pandilla contraria. misma gente de la colonia (...) pintaban en todas
Eso para mi fue un gran impacto. (...) mi tía de la las paredes, se metían en las casas, sacaban a la
decepción se va a Tijuana. Cuando se va a Tijuana gente de las casas (...) para ellos, adueñarse de las
ella iba en su carro y vino una bata borracha en un casas... Los MS (...) Ellos mismos se matan, se
4x4 Toyota y le pegó. (...) Ella quedó invalida por violan, se hacen el sexo el uno al otro, se quitan las
el resto de su vida. Tiene que andar en una silla de mujeres, violan a sus madres (...) Ellos meten a
ruedas. A todo esto, yo aún estoy apegado a ella, cualquiera a su pandilla. De la calle, todos esos
porque mi mamá estaba jalada en la prisión... yo bichos (...) Nosotros somos más selectivos.» (Líder
sentía que tenía que vengar eso. Y lo vengué.» marero, El Salvador).
(Líder marero, El Salvador).
Mientras que desde la Salvatrucha nos cuentan:
«Siempre les guardaba odio, porque ya había «Mira la otra mara friegan a cualquiera y
bastantes amigos de los que cuando no era marero, nosotros no, al menos que nos provoquen.» (Líder
los habían matado, con los que yo me llevaba. marero, El Salvador).
Desde ahí ya les traía odio también a ellos, nunca
quise cambiar a otra.» (Ex marero, Honduras). La reproducción de la cultura de la violencia
quizás se entiende incluso mejor en Centroamérica
«Pero si ahí miras que hay un 18 y está tachado si se toma en consideración el alto grado de violencia
y está la MS también, plaqueada o sea dibujada en que históricamente ha existido en la región. Este
la pared, eso quiere decir que ahí están los dos pasado violento (grupos armados ilegales, escuadro-
barrios y que hay peleas entre ellos (...) Conozco nes de la muerte, ejército y policía, cuerpos especiales
antisubversivos) podría argumentarse que genera
patrones de conducta y hábitos que facilitan la
torno a atacar o proteger un vecindario, y la lucha aceptación, la no reacción y hasta el acostumbramien-
generalmente se enfocaba específicamente en dañar o
limitar el daño, tanto a la infraestructura comunitaria
to a la violencia. Con todos estos antecedentes,
como a sus habitantes, así como en herir o matar estos jóvenes han interiorizado e incorporado la
simbólicamente a pandilleros importantes (su fama se violencia a sus vidas como recurso de supervivencia
basaba en haber matado un cierto número de personas o
en tener alguna característica física distinguida o un o para llevar a cabo sus actividades como pandilla.
modo de comportamiento particular, por ejemplo)». Esto último adquiere mayor relevancia, ya que la
Las actividades de las pandillas 51
violencia no parece ser un fin en sí mismo; es un y tenga que quedarse una persona despierta. No
recurso y un medio para definir el poder y el podía dormir más de dos horas en las 24 horas,
control de la acción. Todo ello con arreglo a para evitar toda clase de cosas. Vivíamos alerta.»
intereses y propósitos organizacionales. (Ex marero, Honduras).
A pesar de la importancia de la violencia para
entender a las maras y pandillas y sus integrantes, «Cuando iba a la escuela como morro yo podía
no se puede caer en el estereotipo de marcar al andar en la calle. No me tenía que preocupar por
marero y pandillero como un sujeto diabólico que nadie, (...). La policía no me miraba. (...) Yo era
disfruta de la realización de actos violentos. General- libre. Podía hacer lo que yo quería. Cuando ingrese
mente, la actitud más común frente a la violencia a la pandilla, ya no. Ya la policía me acosaba. Ya,
es el fatalismo y cuando se hace alarde de la misma yo, como en la escuela, me di color de que pertenecía
se intenta mantener una identidad y no quedar en a la pandilla. Ahí habían pandillas contrarias.
mal frente al grupo: Entonces ya en la calle ya no andaba seguro. Ya
«Uno percibe a veces en sus compañeros nervio- andaba con aquello que sentía que por cualquier
sismo, en algunos casos, como cargo de conciencia, lado me podían dar.» (Líder marero, El Salvador).
o sea, en algunos casos. (...) nerviosismo, adrenalina,
todo eso después de cualquier acto violento. En lo «El precio de la violencia es claro para el
personal siempre me da miedo, estaba latente el marero o pandillero, la muerte: «están muertos,
hecho de que me iba a traer consecuencias, de que murieron por nuestra pandilla, murieron peleando».»
no podía matar. Y no era tanto el que iba a parar a (Ex líder marero, Guatemala).
la cárcel, no, sino el hecho de que te pudiera pasar
a ti lo mismo, y reaccionas siempre, lo único que Resulta interesante constatar cómo, con frecuen-
no lo expresas, o sea, de repente que sí, que no se cia, el marero o pandillero presenta sus acciones
qué, que estuvo bueno y uno hace quizás, algún como una defensa del barrio, por la cual cobra por
momento alardes de lo que pudo haber hecho.» protección, como se verá más adelante.
(Ex líder marero, Guatemala). «(Las maras son) 5 un lugar y flota de personas,
de jóvenes que protegen al barrio, pero la gente no
«No me siento orgulloso de lo que hice tampoco. lo toma de que van a proteger. Pero hay maras que
Pero a la hora de hacerlo yo me sentía con miedo, protegen a los demás jóvenes... Uno tiene su familia
yo me sentía ahuevado, porque sabía la bronca en en ese barrio, tiene que proteger ese bario. Y los
la que me había metido, ¿verdad?... Siempre sentís demás mareros, que no son de esa mara, llegaban
temor, hasta poder llegar a sentir lastima, pero a molestar, a matar a los que no son nada, a
como lo tenés que hacer.» (Líder marero, Guate- molestar la gente (...) Uno no mira de que tal vez
mala). el barrio de nosotros llega allá también y va a
hacer los mismo, pero uno no se está fijando en coadyuvantes, puede contribuir a incrementar el
eso, se fija en los errores que están cometiendo los grado de violencia de las mismas, así como su
demás.» (Ex marero, Honduras). penetración en la vida comunitaria.
Los estudios de Moore (1991) en Los Ángeles
«Cuidando la gente, cuidando la zona, cuidando sugerían que a medida que las condiciones económi-
la gente civil. Porque es lo que hacemos nosotros. cas en barrios marginales empeoraba en las últimas
Cuidamos nuestra zona... cuidamos nuestros jombos, décadas y estas pandillas se institucionalizaban en
cuidar la gente civil. ¡Por qué?, porque nosotros estos barrios, el grado de violencia de las mismas
no somos de esas personas que vamos a molestar a también aumentaba. Algunos testimonios recogidos
la gente civil.» (Líder marero, El Salvador). por las entrevistas de profundidad parecen apuntar
«Nosotros cuidamos la colonia, para que no a esta tendencia:
los frieguen, ni a ellos también, pero la gente no «Nosotros antes sólo nos dedicábamos a cuidar
entiende eso. Nosotros vamos a robar, pero fuera de la gente de la colonia, pero de ahí nos fuimos
de la colonia, aquí la colonia por gusto a nadie desarrollando y ya pensábamos cosas más grandes.
tocamos, salimos fuera.» (Líder marero, El Salva- No pensábamos cosas pequeñas. Asaltar, robar,
dor). violar, matar, todas las cosas malas que existen en
el mundo.
La noción de que la mara o pandilla presta un De repente, por eso te digo, el entorno, todo
servicio social a la comunidad está muy presente cambió, porque entonces ya la gente no aguantó
en el discurso de los pandilleros. Aunque el marero mucha presión de las pandillas. Las pandillas no
o pandillero contribuye, a través de su participación aguantaron mucha presión de la policía corrupta.
en mercados ilegales, a la vida económica de la Entonces mucha gente se organizó y dijo, ‘bueno
comunidad, esto no significa que esta relación con ya no pagamos esto’ (...). Nunca fue una cosa
la comunidad esté exenta de conflictos y de proble- voluntaria, pero por lo menos no era una cosa
mas. De hecho, no es una relación simétrica y, a violenta, entonces, (...) eso empieza a cambiar, de
medida que la mara o pandilla se institucionaliza, hace unos tres años para acá. Se empezaron a
bien por la persistencia de los factores que las cometer delitos, asesinatos, asaltos, secuestros.
hicieron nacer o por la aparición de otros factores Pero todo eso tiene mucho que ver el narcotráfico.
Cuadro 9
A TAQUES RECIBIDOS POR LOS VECINOS
OCASIONADOS POR LOS MAREROS O PANDILLEROS
(Porcentajes)
Asalto 30 24 56 31 49
Golpizas — — — 27 27
Amenazas 63 71 31 — —
Asesinatos e intento 4 — 14 — —
Daños a la propiedad — — — 37 11
Otras — — — 5 14
Ns/Nr 4 6 — — —
O sea, porque el narcotráfico empezó a meterse así era. Y entonces incluso la gente de la comunidad
mucho en las pandillas, o sea, encontró en él, el de nosotros no compartíamos lo que nosotros éramos,
soldado perfecto para el menudeo, no sólo para pero tampoco nos tenía así miedo, no sé, así nos
consumirlo, sino también para distribuirlo, el narco- veía como jóvenes descarrilados... Nosotros no
tráfico sabe que las pandillas tienen mucho territorio, permitíamos que gente que no fuera de la colonia
como que ellos distribuían más.» (Ex líder marero, entrara, pues si alguien que era de allí y estaba
Honduras). asaltando, nosotros nos encargábamos de él.» (Ex
líder marero, Guatemala).
De lo que no cabe duda es que existe un alto
grado de victimización violenta en estas comunida- En la encuesta económica se realizaron preguntas
des. Cuando se les pregunta a los residentes de sobre el problema de la extorsión en general en las
estas zonas si han sido afectados directamente por colonias o barrios donde los vecinos o comerciantes
los mareros o pandilleros, los porcentajes son residen y también se trató de explorar si los entrevis-
elevados (Guatemala: 23%, El Salvador: 15%, tados tienen que pagar dinero de protección a las
Honduras: 33%, Nicaragua: 38%, Costa Rica: 30%). maras o pandillas. Según los datos de dicha encuesta
Además se trata de una victimización que es, si se la mayoría de vecinos y de comerciantes señalan
limita a los datos del cuestionario, de carácter que el cobro se da en sus colonias o barrios (el
fundamentalmente violento, como puede verse en promedio para los tres países, en el caso de los
el cuadro 9. vecinos es del 74%; y para comerciantes 77%). La
En todo caso, sirva de recordatorio también la aplicación del cobro o «impuesto» es una práctica
observación realizada por Klein y Maxson (2006: ampliamente conocida en el entorno social. Ahora
86) sobre estas cuestiones. Acerca de lo anterior bien, las frecuencias de cobro son diferentes, las
los autores se refieren a que las actividades delictivas que más predominan son las semanales y las diarias,
de los pandilleros son diversas. según dijeron los informantes e incluso las víctimas
«Poner el acento en la violencia promueve el de esta situación. El cuadro 10 así lo ilustra.
estereotipo incorrecto de que los pandilleros son La frecuencia diaria concentra el 55% de respues-
delincuentes que se especializan en la violencia. tas y la semanal el 73%. Cuándo y cuánto se cobra
Los pandilleros cometen muchos actos violentos, se analizará a partir de las dos categorías de informan-
pero también cometen muchos otros delitos.»
L A EXTORSIÓN DE LA POBLACIÓN
LOCAL COMO FUENTE DE INGRESOS
Cuadro 10
F RECUENCIA DEL COBRO DE « IMPUESTO »
Una de las formas más comunes de financiación A VECINOS Y COMERCIANTES
Cuadro 11 Cuadro 12
F RECUENCIA Y MONTO DEL F RECUENCIA Y MONTO DEL COBRO DE « IMPUESTO »
COBRO DE « IMPUESTO » SEGÚN VECINOS SEGÚN COMERCIANTES
(Dólares)
Guatemala
Comerciantes (n=100) 19 80 1
6. Es importante señalar que las tarifas varían según el Vecinos (n=100) 28 24 48
país, se mueven en un intervalo de un máximo y un
El Salvador
mínimo. Los resultados aquí dados se derivan del cálculo
de la media sobre el total de opiniones, eliminando aquellos Comerciantes (n=108) 17 80 3
datos extremos o desviados. Por ejemplo, al preguntar Vecinos (n=100) 34 12 54
sobre tarifas diarias, si uno o más entrevistados señalaron Honduras
$100 o más dólares, esta cifra se sale totalmente del Comerciantes (n=141) 19 80 1
promedio de opiniones, generando un sesgo en la media
Vecinos (n=137) 31 38 31
de opiniones emitidas. Puede que se den pagos de este
monto u otros similares, pero los mismos no corresponden Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
a lo usual de la práctica de cobro.
Las actividades de las pandillas 55
aceptar el hecho de haber sido extorsionado u necesariamente a un desconocimiento real del tema.
obligado a pagar obligatoriamente por «servicios» Existe quizás un ocultamiento, por lo que se prevé
no prestados o demandados. Es más fácil opinar que el porcentaje puede ser mayor.
respecto a los demás, que con respecto a uno Los datos aquí recopilados tienden a variar por
mismo en estos asuntos. Siendo el comerciante o una serie de factores, tales como, acciones de
empresario una figura de la comunidad con un represión y control, relaciones y políticas comunales,
estatus superior que el común del ciudadano, tiende rivalidades entre grupos diferentes, negociaciones
a bajar o disminuir su peso emocional negando con la policía, situación económica del barrio y
haber sido víctima. Ésta es una información que a otros. No obstante, el cuadro 19 expresa un estado
menudo aparece con los comentarios paralelos a de situación en segmentos de población y de relativa
las entrevistas realizadas en esta población. normalidad del proceso de cobro.
Para los vecinos que dicen haber pagado, el Además, el pago a las maras y pandillas es un
monto diario se recoge en el cuadro 14. procedimiento que se ha desarrollado más fuertemen-
Para los comerciantes que dicen haber pagado,
el monto diario se recoge en el cuadro 15.
Los cuadros 13, 14 y 15 dan una buena orienta- Cuadro 16
C OMERCIANTES QUE DECLARAN
ción de la población y una cifra aproximada de los
QUE HA PASADO DETERMINADO TIEMPO
montos que se pagan a las maras y pandillas. DESDE QUE SE INSTAURÓ EL COBRO DE « IMPUESTO »
Llama la atención el alto porcentaje de vecinos que (Porcentajes)
dicen que no saben o que prefieren no responder a
la pregunta sobre si han tenido que pagar, pues Frecuencia Guatemala El Salvador Honduras
pareciera que esto se debe más a una evasión y no (n=89) (n=60) (n=86)
País Monto
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
56 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
te en los últimos cuatro años. Así lo señalan las dos Del total de la población que han afirmado que
poblaciones estudiadas, al igual que lo mencionaban las maras y pandillas han variado el monto de los
los testimonios de informantes analizados al inicio cobros en los últimos tres o cuatro años, se les
del capítulo. pidió que recordaran cuánto se pagaba hace dos,
La población de Guatemala lo ve como un tres o cuatro años en comparación con lo que se
procedimiento más reciente, El Salvador y Honduras paga actualmente. Conjugando lo que ellos han
de más larga data. tenido que pagar y lo que se comenta en el medio
Asociado a esta memoria colectiva, se da la social, y calculando la media de lo reportado sobre
coincidencia en cierto grado en que tales prácticas pagos en el pasado con la media de pagos actual-
son comunes y sistemáticas a la vida cotidiana de mente, el resultado por tipo de población se recoge
los últimos años, aunque algunos informantes hablan en el cuadro 18.
de 8 y hasta 15 años de existir procedimientos de Estos datos son reportados sobre la base de una
esta naturaleza. A pesar de ello, estos afirman que semana promedio, estos datos varían un poco a
el cambio y un mayor desarrollo organizativo de otros expuestos. La razón es que para esta categoría
estos procedimientos es mucho más reciente. el interés ha sido medir el porcentaje aproximado
¿En que medida ha crecido o disminuido el de cambio. La población entrevistada tiende a dos
cobro de impuesto y seguridad? Según los entrevista- cifras cercanas o estimadas. Éste ha sido un comenta-
dos de ambas poblaciones existe consenso de que rio que antes lo hemos señalado.
los cobros no han disminuido en lo que respecta al Es interesante que los vecinos, en importantes
monto. Existe una opinión generalizada de que ha porcentajes, señalan que estos cobros se realizan
aumentado. Un número menor de entrevistados por medios legales, tales como cuentas bancarias
manifiestan que se mantiene igual. Las tendencias (Guatemala: 69%, El Salvador: 48%, Honduras:
por tipos de población son las siguientes: 43%). Además, tanto vecinos como comerciantes,
● Comerciantes que señalan que cobran lo mismo: reportan que uno de los medios utilizados para
Guatemala 5%, El Salvador 4.7%, Honduras cobrar el «impuesto» consiste en el empleo de
9%. Promedio de los que afirman que ha aumen- cheques (ver gráfico 12)
tado el cobro: 93.7% Otra forma de analizar la cuestión del volumen
● Vecinos que señalan que cobran lo mismo. económico de la extorsión es entrevistando, no a
Guatemala 7%, El Salvador 12%, Honduras sus víctimas, sino a los victimarios. La estimación
10%.Promedio de los que afirman que ha sobre el monto de dinero que puede recoger una
aumentado el cobro: 90.3% clica por concepto de «impuesto» o tributo por
Cuadro 18 Cuadro 19
C AMBIOS EN EL COBRO DEL IMPUESTO , C AMBIOS EN EL MONTO DEL IMPUESTO ,
SEGÚN COMERCIANTES * SEGÚN VECINOS *
(Dólares y porcentaje de variación) (Dólares y porcentaje de variación)
Guatemala 18 29 61 Guatemala 5 9 80
El Salvador 20 33 65 El Salvador 8 12 50
Honduras 10 15 50 Honduras 4 8 50
Gráfico 12
Cuadro 21
P AGO DEL « IMPUESTO » POR MEDIO DE CHEQUE ,
P ROPORCIÓN DEL « IMPUESTO » RECAUDADO
SEGÚN VECINOS Y COMERCIANTES
CON LA QUE SE QUEDA LA CLICA SEGÚN EX MAREROS
(Porcentajes)
(Porcentajes)
que ocurre en El Salvador, la incorporación de los nando al control del tráfico y competencia con los
«niños de la calle» a sus actividades: carteles, aunque conviene destacar que esto no es
«Han limpiado la ciudad de huela pegas, los algo confirmado en nuestras entrevistas con mareros
han limpiado y organizado, han mejorado su nivel y pandilleros. En ese sentido, también hay informan-
de vida, y son su primera línea de acción.» (Infor- tes clave que afirman que «lo que se conoce de sus
mante clave de El Salvador y grupo focal). negociaciones en el campo delictivo y narco es
poco o nada».
La participación de las maras y pandillas en el Esta relación entre crimen organizado, narcotrá-
narcomenudeo no se considera exclusiva de El fico y maras o pandillas también se daría en otras
Salvador, aunque también se detecta en Guatemala zonas de la región. Por ejemplo, informantes que
y en Honduras. Algunos informantes señalan que pertenecen al sector de seguridad de Guatemala y
en Honduras, a este nivel, las maras y pandillas no Honduras tienden a concebir las maras o pandillas
tienen la misma capacidad de desarrollo de negocios como «mano de obra del crimen organizado». Para
que en Guatemala y El Salvador. Las entrevistas las redes transnacionales del crimen organizado,
con mareros y ex mareros ciertamente reconocen las ventajas de contar con el apoyo de las maras y
una implicación en el narcomenudeo y su potencial las pandillas se podrían resumir en: el conocimiento
de lucro. Como señalaba un ex marero hondureño y el control del territorio donde operan, su eficiencia
«las drogas nos permiten conseguir armas para en la distribución y el poco daño que las bajas les
guerrear.» causa («son sustituidas con rapidez»). En Honduras,
Conviene destacar que la relación entre narcome- en particular, algunos informantes ponen el acento
nudeo y pandillas es una cuestión que ha sido en los vínculos entre maras y pandillas y el crimen
ampliamente debatida por estudios previos sobre organizado en cuestiones relativas a secuestros,
el tema en otras latitudes. Estudios realizados en extorsiones y muertes por encargo.
Estados Unidos sugieren que aunque muchos pandi- Esta relación entre los grupos violentos y el
lleros venden drogas (con excepción de las denomina- crimen organizado es posiblemente más informal
das «pandillas especializadas» (Klein y Maxson, y desorganizado de lo que a veces se puede percibir
2006)), éstos lo hacen de forma individual y no de la lectura de los medios de comunicación social.
como una actividad organizada de las pandillas. A En las palabras de un ex líder marero de Guatemala
la luz de los testimonios de nuestros informantes interrogado sobre quiénes se benefician de las
clave parece que algunas de estas pandillas en la actividades de las maras y pandillas:
región sí están implicadas en el narcomenudeo de «Gente como políticos, como el narcotráfico.
forma organizada por una clica, lo que no excluiría Bueno, por un lado los políticos porque tienen
que también haya mucho narcomenudeo realizado mucha relación con el narcotráfico. Entonces, son
por pandilleros no organizados. como distractores. Y es una parte de la sociedad
Se señala, por las autoridades, que la relación que a la propia sociedad no le interesa. O sea, qué
entre las maras y pandillas y las redes de narcotrafi- suceda, qué no suceda con ellos. Entonces, yo creo
cantes se está intensificando de forma rápida, cons- que la política y el narcotráfico están de la mano y
tante y está en crecimiento como consecuencia de a ellos no les interesa que este grupo desaparezca
la retirada del Estado y de la corrupción política, porque son distractores. Por otro lado son herramien-
económica y social. Prácticamente, todos los infor- tas de trabajo para ellos, para ejecutar muchas
mantes clave reconocen que en las maras o pandillas cosas. Porque como te digo han encontrado en
«hay negocios con el narco y el crimen organizado». ellos los soldados perfectos, asesinando gente,
Hay quienes, incluso, sugieren que en países como volviendo a los pandilleros sicarios, cosas como
El Salvador, la distribución de la droga está evolucio- ésas. (Ex líder marero, Guatemala).
Las actividades de las pandillas 59
Los datos de las entrevistas cualitativas y grupos de «contratos» para la realización de trabajos especia-
de discusión con informantes clave se pueden com- les, propios del crimen organizado.
plementar con los datos de la encuesta económica Para todas las poblaciones analizadas la tenden-
a vecinos y comerciantes de zonas pandilleras. En cia es muy consistente en relacionar a los mareros
estas poblaciones existe la percepción de una estrecha y pandilleros con el crimen organizado y el narcotrá-
vinculación entre estos grupos, el crimen organizado fico. Los comerciantes son los que expresan mayores
y el narcotráfico. El cuadro 22 ilustra la percepción opiniones de no vinculación. No obstante, esta
de las poblaciones estudiadas expresada en términos posición, que oscila entre el 25% al 14% entre los
tres países, no afecta el carácter significativo de
los que sí los vinculan.
La contratación para trabajos especiales va
Cuadro 22
V ECINOS Y COMERCIANTES QUE DECLARAN adquiriendo ciertas actividades de mayor dedicación.
QUE LOS MAREROS SON CONTRATADOS PARA El equipo de investigación en Honduras amplió el
TRABAJOS ESPECIALES POR PARTE DEL cuestionario económico a los ex mareros e incluyó
CRIMEN ORGANIZADO Y EL NARCOTRÁFICO
preguntas similares al respecto. De acuerdo con
(Porcentajes)
ellos el 93% de los ex pandilleros hondureños
País/ Informantes (n) Son No son
reconocían que el crimen organizado o el narcotráfico
contratados contratados contrata a los mareros y pandilleros para realizar
trabajos especiales, en particular la muerte por
Guatemala
encargo (34%), la venta de drogas (17%) y las
Vecinos (n=100) 88 8
Comerciantes(n=100) 72 19
venganzas por deudas (5%). Existe un porcentaje
El Salvador importante de ex pandilleros que no responden la
Vecinos (n=100) 79 16 pregunta (36%) sobre el tipo de trabajos, lo que
Comerciantes(n=108) 66 21 quizás indica el carácter tabú del tema. Estos
Honduras mismos mareros y pandilleros hondureños señalan
Vecinos (n=136) 78 13 que las maras y pandillas reciben apoyo o asesoría
Comerciantes (n=141) 78 14
de otros grupos organizados entendiendo por ello
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. a los narcotraficantes (35%) o a los mafiosos
(10%), aunque de nuevo aquí la respuesta modal es
Cuadro 23
V ECINOS Y COMERCIANTES QUE DECLARAN QUE LOS MAREROS
SON CONTRATADOS PARA TRABAJOS ESPECIALES , SEGÚN TIPO DE DELITO
(Porcentajes)
verdad, si el pandillero lo quiere hacer lo hace, Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
verdad, y le cobra. (...) Hay gente que está contra
ellos, pero que también los ha utilizado. Y de todo
eso la sociedad no se da cuenta.... Ahí en (nombre droga» (ex líder marero, Honduras). Esto es una
de barrio) un grupo (...) de comerciantes, contrató realidad que nos pone frente a modelos más comple-
a otro grupo de jóvenes, para que matara a todos jos que lo expresado en las comunicaciones cotidia-
los pandilleros y les estaba pagando cinco mil nas o en informes oficiales. Es posible suponer,
quetzales por cada pandillero muerto. Entonces la basados en los diversos datos, que la organización
propia sociedad genera su propia violencia, o sea, va más allá de la calle y la cárcel y que existen
está armando a otros para que maten a otros.» (Ex estructuras de un nivel superior organizativo. En
líder marero, Guatemala). Costa Rica y Nicaragua el tema del narcotráfico no
En lo concerniente al narcotráfico, los vecinos es ajeno. Por lo tanto tampoco debería serlo la
y comerciantes entrevistados lo señalan como una preocupación sobre la posibilidad de que agrupacio-
actividad significativa. Los datos comparativos nes juveniles como las aquí consideradas puedan
por país están en el cuadro 24. llegar a ser instrumentadas al servicio, inicialmente,
Prácticamente todas las entrevistas de profundi- del narcomenudeo y, luego, como ha ocurrido en el
dad realizadas con mareros y pandilleros destacan resto de Centroamérica, de actividades delictivas
el narcomenudeo como una actividad que genera más complejas.
ingresos para los pandilleros: «el dinero sale de la
C APÍTULO IV
bivariado para varones y luego para las mujeres. Otro factor claramente visible es que el entorno
Por razones de solidez estadística, se presentan familiar de los mareros y pandilleros, es más duro
estos análisis de forma agregada. que aquel del que proceden los jóvenes en situación
de riesgo. Los jóvenes mareros y pandilleros reportan
con mayor frecuencia una condición familiar violen-
A NÁLISIS BIVARIADOS RELATIVOS A LOS ta, caracterizada además por abandono, maltrato y
FACTORES DE RIESGO EN LOS HOMBRES la muerte violenta de algún familiar. No es de
extrañar, por tanto, que estos jóvenes sean más
Existen diferencias significativas de edad entre proclives a tener malos recuerdos de su infancia y,
los jóvenes mareros o pandilleros (media: 21.03, en un porcentaje mayor, hayan dejado de vivir con
mediana: 20) y los jóvenes que no lo son, pero que su familia de origen. Los estudios en otras latitudes
residen en las mismas comunidades (media:
19.52, mediana: 19).
El cuadro 25 con datos sobre los análisis Cuadro 25
bivariados de una serie de variables sociode- F ACTORES DE RIESGO PARA EL INGRESO DE JÓVENES A LAS
MARAS O PANDILLAS
mográficas y del entorno familiar de los (Porcentajes)
encuestados, muestra diferencias significativas
entre pandilleros y jóvenes en situación de riesgo. Pandilleros Jóvenes en
Muchos de estos factores coinciden con aquellos situación
identificados por otros estudios realizados en la de riesgo
como jóvenes y adolescentes que están prema- Nota: Todas las diferencias de la chi-cuadrada son significativas.
turamente perdiendo su juventud, acelerando la Para contrastar si los sujetos acuden a un centro educativo en la
adopción de papeles adultos para los que no actualidad y para saber con quién viven se excluyó de los análisis a
están aún preparados. los pandilleros que fueron entrevistados en un penal.
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Factores de riesgo, percepciones sobre las causas del fenómeno pandillero e identidades 63
han sugerido que un entorno familiar violento pandilleros presenta este factor que los no pandille-
puede conducir a una mayor dependencia del grupo ros, de ahí que deba ser tomado en cuenta como un
de pares y en la medida que este grupo tenga factor probabilísticamente asociado con el riesgo
tendencias antisociales ello puede contribuir al de afiliación a pandillas, sin querer decir que los
inicio y cimentación de carreras criminales en malos recuerdos de infancia estén presentes en la
cuanto a reiteración y profesionalización del delito situación de todos los pandilleros.
como forma de vida. En este sentido, es significativo Aunque los análisis estadísticos sugieren que
que un porcentaje considerablemente mayor de los se presente el caso de mareros que provienen de un
mareros y pandilleros respecto al de los jóvenes en entorno familiar desventajoso, también puede verse
situación de riesgo, cite como actividad que siempre claramente en el cuadro que la mayoría no procede
realiza el reunirse con sus amigos y que un porcentaje de familias violentas, en las que no hubo abandono
también considerablemente mayor de mareros y o malos tratos. Lo que el análisis muestra es que
pandilleros que de jóvenes en situación de riesgo, cualquier programa de prevención secundaria podría
declaren tener familiares o amigos en las maras y emplear este tipo de factores a la hora de decidir a
pandillas. cuál audiencia dirigir sus intervenciones.
Hay que destacar que la influencia del grupo
de pares es uno de los factores de riesgo para los
que existe un respaldo más sólido (Klein y Maxson, A NÁLISIS BIVARIADOS RELATIVOS A
2006). Como señala Vigil (2002: 2): LOS FACTORES DE RIESGO EN LAS MUJERES
«Cuando la socialización en la calle reemplaza
la socialización ofrecida por cuidadores convencio- Hay muy pocos estudios que separan los factores
nales, ésta se convierte en un factor clave para el de riesgo para hombres y para mujeres, pero en
desarrollo no solamente de diferentes vínculos de líneas generales hay tres datos que surgen de investi-
apego, sino también distintas aspiraciones y objeti- gaciones realizadas en otros países (Klein y Maxson,
vos, niveles e intensidad de participación en las 2006):
pandillas, y sistemas de valores. Con quien se ● Se identifican menos factores de riesgo para
asocia uno, a qué aspira uno, cómo pasa uno el mujeres que para hombres.
tiempo, y por qué uno tiene un determinado sistema ● En su mayoría los factores de riesgo de afiliación
de valores, son todas cosas conectadas de forma a la pandilla para mujeres son factores que
muy fuerte en la cultura de la calle.» también sirven para predecir el riesgo de afilia-
ción a las pandillas para varones.
Un factor de riesgo significa que la incidencia ● No obstante, parece que hay algunos factores
de determinada característica en los mareros o de riesgo que son específicos para el caso de
pandilleros es mayor que en la del grupo de referen- las mujeres, en particular sobresalen factores
cia, los no pandilleros. Esta incidencia no excluye ligados al comportamiento en las escuelas e
que el factor de riesgo pueda ser compartido tan integración en la vida escolar.
solo por una minoría de los mareros y pandilleros.
Por ejemplo, se observaba anteriormente que un En el cuadro 26 se presentan los resultados de
mayor porcentaje de pandilleros (30%) que de no nuestros análisis bivariados. Dos variables emplea-
pandilleros (13%) tenía malos recuerdos de su das con los varones (asiste a un centro de educación
infancia. Pero si se observa el dato detenidamente, y con quién reside) no se han empleado ya que la
sólo una minoría de los pandilleros (30%) presenta gran mayoría de las entrevistas con mareras se
esta característica. Este se convierte en un factor realizaron en centros penales y al excluirlas de los
de riesgo porque ocurre con mayor incidencia en la análisis los tamaños muestrales son demasiado
población de mareros y pandilleros. El doble de pequeños.
64 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Los resultados presentan coincidencias con las Las mujeres proceden, con mayor frecuencia
conclusiones fundamentales antes dadas. La primera, que los hombres mareros y pandilleros, de entornos
que los factores de riesgo que servían para los familiares problemáticos o traumáticos. Los porcen-
varones también sirven para las mujeres; la segunda, tajes mayores de las siguientes variables correspon-
que en algunos casos, sobre todo en relación con den a las mujeres mareras y pandilleras y los otros
factores de tipo familiar (malos recuerdos de la a los hombres: presentaron malos recuerdos de su
infancia, entorno familiar violento, muertes violentas infancia (47%-30%), dijeron proceder de un entorno
y maltrato en la familia) las diferencias entre las familiar violento (63%-44%), señalaron la muerte
mareras y pandilleras y las mujeres en situación de violenta de algún familiar (41%-34%) y afirmaron
riesgo son mucho más acentuadas que las diferencias proceder de familias donde ocurren maltratos (62%-
entre los varones. 28%).
Una posible explicación a este contraste de
género reside en la existencia de diferentes patrones
de socialización para hombres y mujeres. La mujer,
Cuadro 26
sobre todo cuando es joven, está sometida a un
F ACTORES DE RIESGO PARA EL INGRESO DE MUJERES
JÓVENES A LAS MARAS O PANDILLAS mayor control social informal que los varones. Se
(Porcentajes) podría inferir que romper con estos patrones de
vigilancia social informal requiere precisamente
Jóvenes lo que los datos muestran: una mayor incidencia de
Pandilleras mujeres
factores de riesgo. En la medida que a la mujer le
en riesgo
resulta más difícil emprender conductas de carácter
Estado civil desviado, por la presencia de unos mecanismos de
Soltera 62 73 control social informal más acentuados, el emprender
Casada 3 14
estas conductas de riesgo, y la afiliación a las
Unión libre 31 11
pandillas podría interpretarse en este sentido, requie-
Sí tiene hijos 57 36
re una mayor fortaleza por parte de los factores
Educación
(llegó a sexto primaria) 63 91
que impulsan a las personas a emprender este tipo
Su papa sabe leer 94 99 de conductas. Si se observa el porcentaje de mujeres
Malos recuerdos en situación de riesgo, que se refieren al grupo de
de la infancia 47 16 amigos como espacio de socialización (33.5%),
Entorno familiar violento 63 24 éste es mucho menor que el de los hombres (48%).
Abandono familiar 42 21
Fallecimiento en la familia 41 19
Hay maltrato en la familia 62 13
L AS PERCEPCIONES SOBRE
Sí tiene familiar o
LOS FACTORES DE INGRESO
amigo en pandillas 40 17
Siempre se reúne con sus
amigos como actividad 71 34 Diversos agentes sociales (funcionarios del
poder judicial, representantes de organizaciones
Nota: Todas las diferencias son estadísticamente significativas
de acuerdo con la prueba de la Chi Cuadrada. Para contrastar
no gubernamentales, políticos de alto nivel, sacerdo-
si los sujetos acuden a un centro educativo en la actualidad
tes, pastores y empresarios) de Guatemala, El
y saber con quién viven se excluyó de los análisis a las Salvador y Honduras, coinciden en señalar los
pandilleras que fueron entrevistadas en un penal. Se marcan problemas familiares como una de las principales
en azul aquellos porcentajes en los que existen diferencias de causas del ingreso de los jóvenes a agrupaciones
magnitud con los porcentajes expresados por los varones. violentas.
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
En Guatemala, por ejemplo, todos los entrevista-
Factores de riesgo, percepciones sobre las causas del fenómeno pandillero e identidades 65
dos están convencidos de que la desintegración contribuir de una manera más amplia a la compren-
familiar, la paternidad irresponsable, la ausencia sión del fenómeno.
de algún progenitor, la violencia, la falta de amor Dentro del grupo jóvenes en riesgo (que no se
y de comunicación están directamente relacionados hayan afiliado a la pandilla), un alto porcentaje
con el ingreso de los jóvenes a las maras o pandillas. considera que, entre los principales motivos que
«El 90% de los mareros viene de familias tuvieron los jóvenes activos para ingresar a una
desintegradas. (...) Los problemas familiares son mara o pandilla, están las situaciones familiares,
la mayor causa, la desintegración familiar.» (Repre- las necesidades y carencias y la necesidad de afilia-
sentante de ONG , Guatemala). ción y afecto. También destacan problemas de
personalidad, aludiendo a actitudes individuales.
Como se hace evidente en la cita anterior, se La creencia de que los jóvenes que ingresan a
piensa que la mayoría de los jóvenes mareros y las maras y pandillas se caracterizan por tener
pandilleros son producto de lo que llaman «familias familias disfuncionales, con una serie de problemas
disfuncionales», desintegradas y esto trae como afectivos y emocionales es común en los tres países
consecuencia la falta de amor y de orientación por y en diversos sectores sociales. Resulta interesante
parte de los padres hacia sus hijos, lo cual se constatar cómo los vecinos y residentes son mucho
convierte en un factor de riesgo para su ingreso a más propensos a destacar factores de índole familiar,
la mara. Lo mismo se presenta en El Salvador, mientras que los familiares de mareros y pandilleros
donde se menciona repetidamente que los jóvenes señalan el papel jugado por las influencias de los
salen a la calle a buscar el amor y la aceptación que grupos de pares que, prácticamente, no es ni mencio-
no encuentran en sus hogares, pues en éstos prevale- nado por los residentes y vecinos. Sin embargo,
cen la desunión y las familias disfuncionales; los cuando los familiares de los mareros y pandilleros
jóvenes ven en la mara un refugio, pues su situación comparan sus propias familias con aquellas que no
familiar los obliga a buscar el apoyo en amigos que tienen miembros activos en las maras o pandillas,
al final resultan ser malas influencias. En Honduras la caracterización desfavorece en la mayoría de los
las diferentes autoridades entrevistadas mencionan, casos a las primeras en prácticamente todos los
con gran frecuencia, la desintegración familiar y aspectos por ellos señalados; así, opinan que las
la paternidad irresponsable como orígenes
fundamentales de la incorporación de los Gráfico 13
jóvenes a las maras o pandillas. C AUSAS POR LAS QUE UN JOVEN
«Yo creo que el problema de la violencia INGRESA A LA MARA O PANDILLA
(Porcentajes)
viene por la injusticia, me parece que la
mayoría de padres irresponsables han aban-
donado a sus hijos, entonces viene orientado
a que la madre tiene necesidad de trabajar, y
allí es donde aparecen las malas influencias.»
(Líder de opinión, Honduras).
familias que no tienen miembros en las maras y dos últimas décadas, que han llevado a un
pandillas poseen más valores morales, son más mayor grado de polarización y urbanización.
religiosas, respetan más las leyes, son más unidas, Transformaciones que han venido complicadas
tienen más dinero y menos problemas. Las familias por el desarrollo de nuevos flujos migratorios,
de los jóvenes activos tienen un concepto de sus conflictos bélicos y sus secuelas.
condiciones y ambiente familiar negativo, en compa- ● La influencia del crimen organizado y el narco-
ración con otras familias. tráfico.
Explicar toda la dinámica de las maras o pandillas ● La propia acción de los gobiernos que, al
por factores deficitarios en la familia o el individuo poner su énfasis en la represión y en políticas
simplifica la dimensión del problema social y de «mano dura» han venido, por un lado, a
limita la capacidad para enfrentar las condiciones fortalecer la cohesión interna de estos grupos
de vida desventajosas a las que hacen referencia, y, por otro, a generar una serie de condiciones
pues se responsabiliza exclusivamente a la familia sociales favorables para el desarrollo de los
y al individuo y se exonera a la sociedad como mismos.
sistema. Aunque como vimos en nuestros análisis,
así como en la revisión de la literatura empírica Conviene destacar que este tipo de discursos
comparada, no cabe duda que algunos de estos esbozados por las autoridades, por informantes
factores de riesgo juegan un papel relevante a la clave y otros expertos regionales, no difieren en
hora de entender que jóvenes en comunidades con gran medida de los planteamientos esbozados por
una presencia de maras y pandillas se afilian a las los autores que se dedican al estudio de la globaliza-
mismas, es importante tomar en consideración que ción del fenómeno pandillero (ver, por ejemplo,
estos factores de tipo individual y/o familiar operan Hagedorn, 2006).
como mediadores de factores macro-estructurales Algunos estudios sugieren que factores estructu-
más amplios. rales como la exclusión social, inestabilidad residen-
cial, declive económico, pobreza y falta de recursos
comunitarios predisponen a las comunidades a la
D IVERSAS PERCEPCIONES aparición de pandillas. Sin embargo, también han
SOBRE EL ORIGEN DE LAS MARAS destacado que más importante que estos factores
de carácter estructural son las características que
Las entrevistas de profundidad con autoridades, explican la dinámica de las comunidades y su tipo
representantes de organizaciones sociales y del de vida comunal. De acuerdo con varios estudios
sector de la seguridad, coinciden en destacar que realizados en el ámbito estadounidense, factores
los factores relacionados con el origen y desarrollo como la desorganización social, el capital social o
de las maras y pandillas tienen, primordialmente, la eficacia colectiva pueden tener un mayor impacto
una dimensión estructural: en el nacimiento y crecimiento de pandillas en
● El fracaso y retirada del Estado que abandonó determinadas comunidades (Klein y Maxson, 2006;
el desarrollo de políticas sociales adecuadas, ( ERIC, IDIES, IUODP, NITLAPAN y DIRINRPO , 2001-
generando vacíos de poder. 2004).
● La institucionalización de la corrupción, que Por otro lado, muchos de los estudios realizados
ha venido a limitar la acción efectiva contra con anterioridad en la región vienen a subrayar los
estos grupos violentos, tanto desde instancias mismos factores como causantes de la aparición y
institucionales como desde los propios barrios desarrollo del fenómeno pandillero en Centroaméri-
y colonias en los que surgen. ca. Santacruz y Concha (2002) destacan la inadecua-
● Las profundas transformaciones económicas y da urbanización, las secuelas del conflicto armado,
sociales experimentadas por la región en las la privatización del espacio público, el debilitamiento
Factores de riesgo, percepciones sobre las causas del fenómeno pandillero e identidades 67
y jóvenes en riesgo en Nicaragua y Costa Rica, se que apenas es de 13% entre los costarricenses. La
les pidió escoger entre dos opciones antinómicas cuarta parte de éstos, sin embargo, cree que los
sobre el desempeño de los medios de comunicación medios se quedan cortos sobre lo que informan.
(televisión, radio y periódicos) en torno a las Las respuestas de los jóvenes en riesgo y los
actividades de las maras y pandillas. En un extremo pandilleros de Nicaragua son muy parecidas, situa-
se ofreció la opción «exageran, inventan cosas»; ción diferente en Costa Rica.
en el otro, «se quedan cortos, publican poco». El cuadro 27 indica que en los cinco países los
Las respuestas de mareros, no mareros, ex jóvenes mareros o pandilleros escogieron la opinión
mareros, familiares y vecinos presentan claras más desfavorable en altos porcentajes; lo mismo
diferencias en cuanto a su opinión sobre el quehacer hicieron los ex mareros, aunque en un porcentaje
de los medios de comunicación. Los mareros y ex menor.
mareros y, en menor medida, familiares de mareros Cuando se les consultó a los mareros y pandille-
presentan opiniones desfavorables sobre la informa- ros por qué piensan así de los medios, los dos
ción que se publica sobre las maras y pandillas. argumentos más utilizados fue que les atribuyen
Los vecinos y jóvenes no mareros por el contrario asociaciones injustas o que dan información equivo-
sí sienten que reciben una información fidedigna cada. La suma de ambos fue de 88% en Guatemala,
por parte de los medios de comunicación. 76% en El Salvador y 88% en Honduras.
En Nicaragua y Costa Rica, la visión más En una entrevista de profundidad un ex marero
negativa sobre el desempeño de los medios la líder también hace referencia a que los medios de
tienen los pandilleros; es más adversa entre los comunicación exageran e inventan ciertos hechos
pandilleros costarricenses que entre los nicaragüen- relacionados con maras y pandillas.
ses. La mitad de estos últimos cree que los medios «Bueno, de que perjudica, perjudica, porque
dicen la verdad sobre la violencia juvenil, porcentaje de repente también hay cosas... porque depende de
Cuadro 27
O PINIÓN DE INFORMANTES ACERCA DE LAS PUBLICACIONES
DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN TORNO A MARAS Y PANDILLAS
(Porcentajes)
Son objetivos,
dicen la verdad — — — — — — 50 42 13 27
Exageran,
inventan cosas 61 80 76 85 78 84 41 46 50 39
Se quedan cortos,
publican poco 33 12 22 12 21 13 8 11 26 29
A veces la verdad
y a veces mentiras — — — — — — — — 6 —
Ns/Nr 5 8 2 3 1 3 1 2 5 6
Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
lo que veas, en la televisión o en la prensa, porque «(...) Los noticiarios de aquí, los periodistas
de repente dicen: pandilleros asaltan un bus y ellos se venden al partido del poder, (...) lo que el
matan al ... y tú estas consciente de que no es así, gobierno le conviene, ellos le dicen, esto van a
y eso te perjudica. Y la prensa siempre da más sacar, esto no lo van a sacar... Entonces yo lo que
auge a eso, o sea, muchas cosas que estén rela- pienso es que son basura, (...), me tiene mal, (...).
cionadas con las pandillas ellos les dan (lo exageran) Nunca nos han favorecido solo nos han perju-
sí, demasiado.» (Ex marero líder, Pandilla 18, 24 dicado.(...), yo viví en una colonia en San Salvador
años, Guatemala). (...) había un puesto de policía y durante esos dos
años y medio el puesto de policía no sabía que yo
Por su parte, la principal razón por la cual los era miembro activo de la Pandilla 18. Entonces
pandilleros en Nicaragua y Costa Rica consideran vienen ellos y nos hacen un gran complot (...) en el
que los medios exageran e inventan es que sus año 2003. El director de la policía nacional civil y
informaciones son incorrectas. Así se expresó el el partido al poder ARENA quería combatir a los
85% de los nicaragüenses y el 81% de los costarricen- secuestradores y a las pandillas (...) En el parque
ses. Las diferencias en este sentido con respecto a La Libertad apareció una ‘cabeza descabezada’
Guatemala, El Salvador y Honduras probablemente (...) de repente aparece mi nombre en el diario (...)
se deben a que, como muestran los análisis de me (...) unos encapuchados, me llevan preso. (...)
contenido realizados en los cinco países, las informa- De repente nos llega un diario y en el diario (...)
ciones sobre las actividades pandilleras en los (nombre del pandillero) culpable de cabeza del
medios de Costa Rica y Nicaragua son menos parque Libertad. Se la enseño yo a (...), mira le
frecuentes, utilizan mayor diversidad de versiones digo yo y la de él, pero esto ha pasado hace unos
y muestran menos rasgos de estigmatización que días y nosotros aquí ya llevamos cuatro días (...)»
las publicaciones de los otros tres países; por ende, Informante de 29 años, miembro de la M-18 de El
existen menores elementos que conduzcan al rechazo Salvador.
de los jóvenes pandilleros. Posiblemente, entonces,
los pandilleros de esos dos países se sienten menos Además de la sumisión del medio, los mareros
asediados por su entorno, lo cual contribuye a y pandilleros mencionaron como faltas de la prensa:
generar percepciones menos negativas en cuanto a a) les atribuyen crímenes que no han cometido; b)
actores sociales importantes, como los medios. omiten la participación de otros actores sociales
Al preguntarles qué tipo de noticia les gustaría en la facilitación y/o beneficio de actividades mare-
que se publicara sobre ellos, la más citada fue ras; y c) omiten que alguien contrata a mareros
reivindicación individual (por ejemplo, presentar para realizar actividades delictivas por encargo.
noticias favorables tales como mejoras en su vida, Los jóvenes no mareros y los vecinos revelaron
esfuerzos por salir de las maras y pandillas u percepciones muy diferentes a las de los mareros y
aspectos positivos sobre actividades mareras), ex mareros sobre el desempeño de los medios. Los
aunque con marcadas diferencias entre nacionalida- no mareros y vecinos manifestaron opiniones mayo-
des: 26% de los guatemaltecos, 34% de los salvadore- ritariamente positivas sobre la fidelidad a la realidad
ños y 62% de los hondureños. de las informaciones de los medios en torno a las
En las entrevistas de profundidad se indagó maras y pandillas. Los familiares respondieron de
sobre los motivos a los que atribuyeran la percibida forma negativa, pero en proporción mucho menor
distorsión de la prensa. Los mareros y pandilleros a la de los mareros y pandilleros. Las preguntas
perciben a los medios de comunicación como perjudi- sobre el tema hechas a estas poblaciones no fueron
ciales para las maras y pandillas porque solo se exactamente iguales; sin embargo, la magnitud de
hacen eco de la versión oficial de los acontecimientos las diferencias permite apreciar la diversidad entre
al estar supeditados y/o vendidos al poder. las percepciones sobre los medios de los grupos no
70 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
relacionados con las maras o pandillas y los mareros. vecinos; ello puede indicar que las maras y pandillas
En el gráfico 14, se aprecia una sólida mayoría de cuentan con una mayor simpatía entre los miembros
jóvenes no mareros de Guatemala y Honduras que de su comunidad.
cree que los medios son objetivos e, incluso, se La percepción que sobre los medios tienen los
quedan cortos en sus informaciones sobre las maras vecinos es ampliamente positiva en Nicaragua. En
y pandillas. Costa Rica, aunque en menor grado, también las
En Guatemala y Honduras también la mayoría opiniones de quienes consideran que los medios
de vecinos expresan opiniones positivas sobre el proyectan una imagen real de las agrupaciones
trabajo de los medios. En el caso del Salvador hay violentas y barras superaron las negativas, tal como
un considerable desagrado por el trabajo de los muestra el gráfico 15.
medios tanto entre jóvenes no mareros como entre La principal razón que alimenta las percepciones
positivas de los vecinos es que lo que se ve es lo
Gráfico 14
que realmente pasa en el barrio (98% en Nicaragua
O PINIONES DE NO PANDILLEROS SOBRE LA
VERACIDAD DE PUBLICACIONES SOBRE LAS PANDILLAS y 77% en Costa Rica). Quienes expresaron opiniones
(Porcentajes) negativas, se refirieron, principalmente, a aspectos
relacionados con la televisión: Exageran cosas por
el rating (50% en Nicaragua y 40% en Costa Rica)
y Nunca se podría ver la realidad del barrio en la
televisión (11% en el primero y 42% en el segundo).
El gráfico 16 presenta las opiniones de los
familiares de mareros. Los familiares de mareros
en Guatemala y el Salvador, quizás por su conoci-
miento de primera mano, no creen recibir de los
medios una imagen real de las maras y pandillas.
Es interesante notar que, en el caso de Honduras,
una mayoría considera que los medios de comunica-
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Gráfico 16
Gráfico 15 ¿D AN LOS MEDIOS UNA
O PINIÓN DE LOS VECINOS SOBRE SI LOS MEDIOS IMAGEN REAL DE LAS PANDILLAS ?,
« DAN IMAGEN REAL » SOBRE LAS PANDILLAS SEGÚN FAMILIARES DE LOS PANDILLEROS
(Porcentajes) (Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Factores de riesgo, percepciones sobre las causas del fenómeno pandillero e identidades 71
ción sí transmiten una imagen real de los mareros derivadas. En el segundo eje se estudian las actitudes
y pandilleros. hacia el papel y la experiencia de la familia, así
como con el grupo de pares. El último eje, relaciona-
do con los proyectos de vida, se basa en los indicado-
I DENTIDADES : res sobre la organización de proyectos de vida o
L A NORMALIDAD acciones importantes en la proyección a futuro.
DEL JOVEN PANDILLERO El TOI diseñado consta de 56 reactivos lingüísti-
cos, organizados en los tres ejes de estudio, con un
I NTRODUCCIÓN orden aleatorio en su secuencia. Asimismo, salvo
cinco de ellos que abordan aspectos particulares,
En el discurso oficial y en el discurso de los el resto de los reactivos se diseñaron en pares para
medios de comunicación, como se verá más adelante, poder comparar las respuestas de los sujetos ante
se retrata al pandillero como un sujeto anormal, apreciaciones similares, funcionando como factor
que no es como los demás, cuando la realidad es de control en la precisión de las respuestas y de
que son personas que en gran medida comparten profundización en la temática. El resultado de las
una serie de valores, inquietudes, temores con respuestas en relación a su par demostró una consis-
otros sujetos de su misma edad y condición social, tencia en la mayoría de los reactivos en ambos
y que, como se observó en el capítulo anterior, se grupos de los cincos países, por lo que en este
pasan la mayor parte del tiempo comportándose documento se retoma el análisis de un reactivo por
como cualquier otro joven. Son más las similitudes par y no se incluyen los cinco reactivos.
entre grupos de jóvenes mareros y pandilleros y de El TOI se aplicó a jóvenes pandilleros, junto a
jóvenes no pandilleros que las diferencias. los jóvenes no pandilleros o en riesgo, de los cinco
Tratar de identificar una serie de factores de países para tener un factor de comparación y contraste
riesgo que pueden ayudar a seleccionar mejor a los entre las visiones de uno y otro grupo sobre las
beneficiarios de los programas de prevención secun- temáticas exploradas.
daria, no implica que estos jóvenes sean radicalmente En general se observa una amplia similitud
diferentes de otros que comparten el mismo entorno entre las poblaciones de jóvenes pandilleros y no
social, al menos en cuanto a una serie de valores pandilleros en relación a los ejes analizados. No
sociales fundamentales. obstante, los datos permiten afirmar que al interior
Para analizar estos valores se ha empleado el del grupo de pandilleros existen perfiles diferentes,
test de oraciones incompletas ( TOI ). El TOI es un es decir, se percibe a través de la diversidad de
instrumento psicométrico, de carácter proyectivo, respuestas, una importante heterogeneidad tanto
para evaluar las respuestas espontáneas de los entre los jóvenes que participan de la mara o
sujetos en relación a tres ejes de estudio que pandilla, como de los jóvenes en riesgo.
fueron los siguientes:
● Sociabilidad;
Sociabilidad
● Relaciones interpersonales;
● Proyectos de vida. En los cinco países y en ambas poblaciones, se
considera que la ley es necesaria predominantemente
En el primer eje se contemplaron reactivos que para el ordenamiento social (59% en pandilleros y
exploran la posición de los sujetos respecto a 51% en no pandilleros). En un segundo lugar,
cuatro subtemas de interés: a) comprensión-función también ambas poblaciones ponderan la ley en
de la ley; b) implicancia-participación de terceros función de su aplicación (19% pandilleros y 29%
en decisiones personales; c) comprensión-función no pandilleros), siendo la población de no pandilleros
de la religión; y d) actitudes hacia otras personas la que más la menciona. El control de sí mismo es
72 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
la tercera mención con respecto a la necesidad de (8.5%). Los pandilleros mencionan que son culpables
la ley, en ambas poblaciones (7% pandilleros y en un 8%.
11% no pandilleros). Con respecto a la aplicación de la venganza,
En cuanto a la utilidad de la ley, ambas poblacio- las poblaciones responden de manera diferente.
nes, para los cinco países de la región, consideran Los pandilleros responden que se aplica cuando
que ésta sirve cuando se actúa contra la ley (26% hay perjuicio (39%) y en el momento preciso
en pandilleros, 30% no pandilleros). Los no pandille- (17%). También los pandilleros censuran la venganza
ros también consideran que sirve como castigo (34%). Los no pandilleros por su parte, principalmen-
(18%) y para la justicia (17,5%); mientras que los te censuran la venganza (37%), consideran que se
pandilleros mencionan que sirve cuando se hace aplica por decisión o beneficio personal (28%),
algo malo (20%) y cuando la ley es aplicada (21%). cuando hay perjuicio (19%) y en el momento preciso
Las respuestas de pandilleros y no pandilleros (13%).
de la región con respecto a quién acuden cuando En cuanto a las consecuencias de «Con enemigos
tienen dudas, hacen referencia principalmente a o rivales...» ambas poblaciones de los cinco países
seres queridos (65% y 83% respectivamente). Los responden aludiendo a la actitud de mantenerse a
pandilleros mencionan además las personas con distancia y con cuidado (39% en pandilleros, 35%
experiencia (13%) y los demás (10%), mientras en no pandilleros). Además, los jóvenes pandilleros
que los no pandilleros les dan importancia a los mencionan la presencia de problemas (31%) y la
demás (7%) y a las personas con experiencia (4%). necesidad de una actitud constructiva (14.5%); así
Se evidencia que la población de pandilleros acude como el asesinato o intento de asesinato (10%).
más a otras personas diferentes de los seres queridos Por su parte, los no pandilleros mencionan la
que los no pandilleros. actitud constructiva (37%) y la presencia de proble-
Con respecto a la religión en la vida de las mas (16.5%). Se analiza que los pandilleros enfatizan
poblaciones entrevistadas, responden principalmente más la presencia de problemas o de acciones violentas
en términos de formación y valores (44% pandilleros frente a los enemigos y rivales que los jóvenes en
y 40% no pandilleros). Algunos pandilleros respon- riesgo, los cuales mencionan en mayor frecuencia
den por su afiliación religiosa (23%) y por la la búsqueda de una alternativa para evitar el problema
espiritualidad (13%); otros responden que es poco o para solucionarlo. A su vez, mencionan con
o nada importante en sus vidas (14%). Los no menor frecuencia, el asesinato o intento de asesinato
pandilleros responden, con mayor frecuencia que (1%). Hay que resaltar que haciendo el análisis por
los pandilleros, que la religión es poco o nada país, la población de pandilleros en Nicaragua
importante en sus vidas (23%). Cuando se realiza menciona el asesinato o intento de asesinato tan
un análisis por país, se nota que la frecuencia de sólo en un 1% y Costa Rica obtiene el menor dato
esta respuesta es mucho más alta en Costa Rica y promedio de los cinco países.
Nicaragua (44% y 39% respectivamente) que en Las respuestas en relación con el ítem «Si uno
los tres países de la región. Otras respuestas de no perjudica a una o varias personas...» los pandilleros
pandilleros con respecto a este ítem es la mención apuntan hacia la culpabilidad (34%), seguido de la
de su afiliación religiosa (19%) y como pauta de mención de consecuencias negativas (22%), la
vida (9%). desvalorización del que perjudica (18%) y una
En cuanto al ítem «Quien comete un delito es actitud reparatoria (17%). Por su parte, los no
una persona...» ambas poblaciones se refieren a pandilleros niegan el haber perjudicado a alguien
atributos personales negativos (85% en pandilleros (29.5%); también mencionan la culpabilidad (27%),
y 67% en no pandilleros). Los no pandilleros mencio- desvalorizan al que perjudica (20%) y mencionan
nan además que son culpables (18%) e inconscientes actitudes reparatorias (16%). Al igual que en el
Factores de riesgo, percepciones sobre las causas del fenómeno pandillero e identidades 73
ítem anterior, existen diferencias entre las respuestas al entrevistado (52% pandillero y 85% no pandillero).
de las dos poblaciones de la región, en donde la También se rescata en ambas poblaciones, el criterio
población pandillera expresa más consecuencias de formación y de la relación con otros, que según
negativas y no niega directamente haber perjudicado las respuestas de dichos grupos son provistos por
a alguien. Esto revela una dinámica que evidencia el núcleo familiar.
su mayor vulnerabilidad ante un acto de perjuicio Es posible afirmar que, tanto los pandilleros
hacia otros. como los no pandilleros de la región, perciben su
La población pandillera, con respecto al ítem familia como un espacio positivo y formador de
«El momento de desquitarse es...», menciona el principios, lo que coincide con los bajos porcentajes
momento estratégico (50.5%) y cuando recibe un de aspectos negativos en los reactivos anteriormente
perjuicio (18%). También califica el desquitarse mencionados.
de manera negativa (25%). La población no En el caso de «Los amigos me apoyan en...»,
pandillera describe con mayor frecuencia el desqui- las principales respuestas de ambos grupos señalan
tarse de manera negativa (36%), la situación de el apoyo y la ayuda (59% pandillero y 38% no
cuando sufre perjuicio (21%), el momento estratégi- pandillero) que reciben de sus pares en general y
co (19%) y lo antes posible (17%). algunos puntualizan sobre la importancia de dicho
apoyo en la resolución de situaciones difíciles
(11% pandillero y 16% no pandillero). También se
Relaciones interpersonales
menciona la influencia de los amigos en los valores
En cuanto al ítem «Cuando la familia falla...», positivos (10% pandilleros y 20% no pandillero).
los entrevistados expresan diversas respuestas en El apoyo de los amigos para realizar «cosas malas»
la población pandillera de la región, asociadas con recibe una baja frecuencia para ambas poblaciones
consecuencias negativas. El daño emocional marca de la región (5% pandillero y 9% no pandillero), el
la tendencia (23%) e incluye la desintegración de análisis por país evidencia que los jóvenes en
la unidad familiar (20%). Un importante porcentaje riesgo nicaragüenses responden con esta categoría
indica la búsqueda de apoyo alternativo cuando su de forma prioritaria (30%).
núcleo familiar falla (21%). La población no pandi- Por último, respecto al reactivo «La lealtad de
llera expresa las mismas categorías aunque el énfasis los amigos es algo...», las respuestas de ambas
prioriza la desintegración familiar (43%), luego el poblaciones en los cinco países refieren a un valor
apoyo alternativo (19%) y por último, el daño positivo (86% pandillero y 60% no pandillero)
emocional (19%). La relevancia de la familia, como el criterio más frecuente. Los jóvenes pandille-
recobra mayor énfasis en las respuestas de los no ros indican en segunda posición como componente
pandilleros, no obstante, los pandilleros expresan de amistad en las relaciones (9%) y en tercera
una importante tendencia que califica como negativa opción, valoran negativamente la lealtad (3%). En
la experiencia de una familia que falla. el caso de los no pandilleros las respuestas se
En lo referente al reactivo «La familia debe invierten, ya que esta valoración negativa es mencio-
dar...», no existe gran diferencia entre ambas pobla- nada en segundo nivel (20%) seguida del componente
ciones de la región. La respuesta general expresa de amistad (14%). En la población de los jóvenes
la valoración del bienestar emocional (51% pandille- en riesgo de Nicaragua, las respuestas enfatizan la
ros y 68% no pandilleros), del apoyo y de la valoración negativa de la lealtad con un 73%, lo
imagen ejemplar que el núcleo familiar debe enseñar. que puede coincidir con el reactivo anterior donde
Este ítem se integra con el reactivo «En mi familia dicha población asocia el apoyo de los amigos con
yo aprendí a...». Se observa una mayor preferencia realizar «cosas malas».
por la imagen ejemplar que la familia ha provisto
74 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
E L ENTORNO SOCIAL :
C OMUNIDAD Y FAMILIAS DE LOS PANDILLEROS
acción, ya sea preventivo o de control que se tome, o regional más que específico de su comunidad.
debe necesariamente reconocer estas conexiones y Ciertamente, casi todos los entrevistados reconocen
vínculos que conforman el contexto de las maras y la presencia de maras o pandillas en sus barrios.
pandillas. No obstante, las maras o pandillas tienen un
Como punto de arranque para presentar los impacto negativo en estas comunidades. El cuadro
datos recabados en el presente estudio, sirva el 28 muestra la amplia gama de respuestas acerca de
contraste entre la percepción que de los pandilleros cómo las maras o pandillas afectan a los residentes.
y mareros tienen sus familiares y la que tienen Las respuestas incluyen desde reacciones emotivas
otros vecinos de la comunidad. En líneas generales, (las personas tienen miedo) hasta respuestas conduc-
la mayoría de los familiares ven a sus parientes tuales asociadas a dichas respuestas emotivas (las
mareros y pandilleros como jóvenes sin oportunida- personas no salen después de ciertas horas, las
des o víctimas del sistema (El Salvador: 56%, personas no salen solas de su casa, las personas
Guatemala: 67%, Honduras: 80%); mientras que han adquirido armas, las personas no frecuentan
para la mayoría de los vecinos, el marero o pandillero ciertos lugares).
es, por encima de todo, una persona peligrosa Igualmente, existe la percepción generalizada
(Guatemala: 70%, El Salvador: 62%, Honduras: entre los vecinos de que la presencia de las maras
76%, Nicaragua: 53%, Costa Rica: 58%). y pandillas ha afectado de forma negativa el interés
de la niñez y la juventud por el estudio o la
formación profesional (Guatemala: 58%, El Salva-
C OMUNIDAD dor: 58%, Honduras: 90%, Nicaragua: 77%, Costa
Rica: 86%). Las razones esbozadas apuntan en
Resulta interesante notar que, a pesar de que las primer lugar a las amenazas y coacciones, y en
colonias o barrios que se seleccionaron fueron segundo lugar a la persuasión para entrar a la mara.
identificados por expertos como áreas con una El gráfico 17 muestra el porcentaje de vecinos
fuerte presencia de maras o pandillas (algo que que cree que las maras o pandillas han incrementado
nuestros investigadores pudieron constatar) y, a los problemas en sus comunidades.
pesar de la alta prevalencia de actividad marera y De hecho, dentro de estas comunidades un
pandillera de carácter negativo e ilegal, los vecinos porcentaje de vecinos declara haber sido afectado
que residen en estas comunidades nos dan, como directamente por las actividades de las maras o
respuesta modal a la pregunta sobre los principales pandillas (Guatemala: 23%, El Salvador: 15%,
problemas de su comunidad, la drogadicción o el Honduras: 33%, Nicaragua: 38%, Costa Rica: 30%).
alcoholismo. De hecho, son pocos los vecinos que Cuando se pregunta de qué forma se vieron afectados,
consideran a las maras o pandillas como el principal las respuestas que se ofrecen son un catálogo de
problema de sus colonias o barrios (Guatemala: situaciones diversas de victimización criminal,
18%, El Salvador: 18%, Honduras: 7%, Nicaragua: incluyendo situaciones de robos, amenazas y coaccio-
10%, Costa Rica: 5.3%). 1 Resulta difícil de explicar nes, asaltos, daños, etc.
este dato, aunque quizás se podría advertir una No deja de llamar poderosamente la atención
cierta asimilación resignada a la presencia de estas que en el caso de Costa Rica y Nicaragua el impacto
maras o pandillas, que consideren más graves otros en las comunidades sea ponderado de una manera
problemas o que consideren a las maras o pandillas mucho más drástica que en el resto de los países
como un problema de seguridad de carácter nacional centroamericanos. Es posible inferir que al ser de
reciente aparición el fenómeno es registrado con
mayor intensidad e igualmente no existen aún
1. Como promedio, la delincuencia como problema suele redes comunitarias como en el caso de los otros
ser mencionada incluso menos frecuentemente.
El entorno social: Comunidad y familias de los pandilleros 79
Cuadro 28
C AMBIO DE HÁBITOS EN LOS VECINOS
COMO CONSECUENCIA DE LAS ACTIVIDADES DE LAS PANDILLAS
(Porcentajes)
países y, por lo tanto, sigue considerándosele como El Salvador: 56%; Honduras: 63%). Esto muestra
un fenómeno externo que les afecta. la expansión del impacto y de la violencia de estos
La encuesta económica a comerciantes y trans- grupos mareros y pandilleros, pues su impacto se
portistas en zonas mareras también refleja el impacto siente incluso a lo externo de las comunidades en
negativo de las maras y pandillas en este sector de la que se ubican.
la comunidad. Al margen del impacto de la extorsión, Curiosamente, los datos procedentes de las
descrita en el capítulo III , porcentajes considerables encuestas realizadas con los vecinos también ofrecen
de comerciantes y transportistas declaran haber una visión compleja de la posición de los mareros
tenido que cerrar su negocio temporalmente
como consecuencia de las maras y pandillas
Gráfico 17
(Guatemala: 17%, El Salvador: 21%, Hon- P ROBLEMAS QUE HAN AUMENTADO
duras: 28%). COMO CONSECUENCIA DE LAS ACTIVIDADES
El impacto negativo de las maras y DE MARAS Y PANDILLAS SEGÚN LOS VECINOS
(Porcentajes, n=307)
pandillas también afecta a otras personas,
que no necesariamente son miembros de estas
comunidades, y que reportaron haber sido
afectadas o tener personas allegadas que fueron
víctimas de la violencia de estas agrupaciones
mareras y pandilleras. Como lo muestra el
gráfico 18 aparecen con porcentajes impor-
tantes el robo o asalto en Guatemala y El
Salvador, mientras que en Honduras se reporta
el homicidio con el mayor porcentaje. Las
víctimas reportan que la mayoría de los ataques
fueron cometidos en grupo (Guatemala: 73%; Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
80 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Gráfico 19
E MOCIONES QUE LE DESPIERTAN F AMILIARES
LOS MAREROS O PANDILLEROS SEGÚN LOS VECINOS
(Porcentajes)
Como se hizo notar en el capítulo sobre factores de
riesgo, la gran mayoría de los jóvenes pandilleros
o mareros aún viven con sus familias e identifican
a algunos parientes como pandilleros. 2 De igual
modo, algunas características del entorno familiar
constituyen factores de riesgo para la afiliación a El gráfico 20 indica cómo solamente una pequeña
maras o pandillas, pero, ¿qué opinan las familias minoría de familias no se ve afectada por el ingreso
de los pandilleros? ¿Qué tipo de consecuencias en la mara o pandilla de uno de sus miembros. Las
han tenido para estos familiares el hecho de que familias reportan el debilitamiento o pérdida de
uno de los suyos sea un pandillero? ¿De qué forma procesos de funcionamiento interno, tales como la
han respondido las familias frente a esta situación comunicación y la unidad y confianza, en porcentajes
y qué tipo de ayuda han recibido del exterior para importantes en los tres países, sin embargo de
confrontarla? En esta sección se analizarán estas manera más acentuada en Honduras.
cuestiones que generalmente no han recibido sufi- Resulta también significativo cómo un porcenta-
ciente atención por parte de la literatura. je importante de familias nota un deterioro en la
relación con sus vecinos. En general, hay una
relación conflictiva con los vecinos como consecuen-
R EACCIÓN AFECTIVA FRENTE A cia del hecho de que uno de sus parientes sea
LOS PARIENTES MAREROS marero o pandillero. En este sentido, entre el 57%
en El Salvador y el 63% en Guatemala indica que
Las familias de los mareros y pandilleros en su su familia es vista con prejuicio o desprecio. Además,
mayoría ven con preocupación el hecho de que uno entre el 41% en El Salvador y el 46% en Honduras
de sus parientes sea marero (Guatemala: 82%, El y Guatemala considera que los vecinos evitan relacio-
Salvador: 91%, Honduras: 87%). La respuesta modal narse con ellos.
a la pregunta sobre qué es lo que más les preocupa Estos datos en parte se ven respaldados por las
a los familiares de la vinculación de sus parientes encuestas a vecinos de estos barrios, vecinos que
con una mara o pandilla, es la posible muerte de no son familiares de mareros o pandilleros. Casi la
los mismos (Guatemala: 46%, El Salvador: 47%, mitad de ellos muestran preocupación por compartir
Honduras: 49%). Generalmente, una vez que se los mismos lugares o sitios donde asisten las familias
produce el ingreso de uno de sus parientes a una de maras, pandillas o barras (Guatemala: 50%, El
mara o pandilla la reacción de la familia es una Salvador: 36%, Honduras: 55%, Nicaragua: 43%,
mezcla de tristeza y dolor, decepción, preocupación, Costa Rica: 49%) y, en general, la razón que dan
impotencia, resignación y asombro. Entre el 44% para ello es el sentimiento de inseguridad que ello
y el 30% de los familiares reconoce alguno de les genera. A pesar de esto, también la mayoría de
estos sentimientos. Además entre el 28% y el 50%
de familias expresa sentimientos de confrontación Gráfico 20
con sus parientes mareros y pandilleros por el C ONSECUENCIAS EN LA FAMILIA POR EL INGRESO
hecho de pertenecer a estos grupos. Las familias de DE UN MIEMBRO EN LA MARA SEGÚN FAMILIARES
E L IMPACTO EN LA FAMILIA
los vecinos encuestados se muestran predispuestos grandes entre los países, con un mayor grado de
a ofrecer ayuda a las familias de los mareros o apoyo familiar en El Salvador respecto a Honduras
pandilleros (Guatemala: 66%, El Salvador: 86%, y a Guatemala, siendo este último país el que
Honduras: 79%, Nicaragua: 86%, Costa Rica: 84%), presenta los menores grados de apoyo familiar a
lo que indica posibles avenidas de intervención los miembros mareros o pandilleros ya integrados
para la política social y para procurar el reencuentro a pandillas.
entre vecinos y familiares de mareros o pandilleros. Existen otras medidas similares de las familias
en su búsqueda de apoyo para sus familiares mareros
o pandilleros. Aproximadamente un tercio de las
A POYO AL MARERO O PANDILLERO Y familias declara haber buscado ayuda extrafamiliar
AYUDA DE INSTITUCIONES EXTERNAS (Guatemala: 34%, El Salvador: 33%, Honduras:
32%), lo que quizás sea de interés para las autoridades
En líneas generales, muchas de estas familias (Guate- públicas. La institución de apoyo a la que más se
mala: 52%, El Salvador: 41%, Honduras: 48%) acude en todos los países es a las iglesias (Guatemala:
tomaron medidas para evitar que sus parientes 38%, El Salvador: 50%, Honduras: 19%), que se
ingresaran en maras o pandillas. Como puede verse convierten así en importantes puntos de referencia
en el cuadro 29, en la mayoría de los casos las para canalizar las demandas de ayuda a familiares.
familias optan por el diálogo como mecanismo de Son pocas las familias que buscan ayuda extrafa-
prevención. miliar, sin embargo, son aún menos las instituciones
No solamente los familiares reportan la adopción de ayuda las que ofrecen apoyo a estas familias.
de medidas para prevenir la afiliación, sino que Resulta interesante notar este escaso interés proactivo
también declaran apoyo a sus familiares para que mostrado por las autoridades y otras instituciones
logren salir de la agrupación una vez que el vínculo para con las familias de los mareros o pandilleros.
con la mara o pandilla se ha consolidado. Como se La mayor parte de las familias no ha sido visitada
muestra en el gráfico 21, existen aquí diferencias por la policía (Guatemala: 84%, El Salvador: 91%,
Honduras: 77%) o por otras organizaciones no
gubernamentales o iglesias que promueven la preven-
Cuadro 29 ción o la ayuda humanitaria a los mareros o pandille-
F AMILIARES QUE DECLARAN ros (Guatemala: 89%, El Salvador: 84%, Honduras:
HABER ADOPTADO MEDIDAS PARA EVITAR
QUE SU FAMILIAR INGRESARA A LA MARA
(Porcentajes) Gráfico 21
G RADO DE APOYO BRINDADO PARA QUE
UN PARIENTE SALGA DE LA MARA SEGÚN FAMILIARES
Guatemala El Salvador Honduras
(Porcentajes)
(N=52) (N=41) (N=48)
89%). Visitas que, cuando se producen, en la gran de los jóvenes sino que además tiene una disposición
mayoría de casos se contemplan como buenas expe- muy importante para ser parte de esa solución. La
riencias (Guatemala: 87%, El Salvador: 77%, Hondu- búsqueda de ayudas extrafamiliares es indicativa
ras: 100%), lo cual es importante tener en cuenta de esta predisposición. Desde un punto de vista de
a la hora de proponer políticas de prevención y política asistencial, conviene tener en cuenta, ade-
reinserción. más, que las familias se convierten también en
Este abandono del Estado no solamente se nota víctimas de la situación, pues la afiliación de sus
en la ausencia de una respuesta proactiva, en el parientes a las maras o pandillas deterioran su
sentido de buscar y apoyar las familias de los dinámica interna y su relación con los vecinos y su
mareros o pandilleros, sino también en lo que se comunidad. Este deterioro familiar podría convertir-
refiere a la existencia de recursos preventivos en se en un factor de riesgo para que otros miembros
esta área. Todas estas familias entrevistadas dicen de la familia se incorporen a agrupaciones mareras
desconocer la existencia de programas en su barrio o pandilleras, por lo cuál es importante prestarle
que estén orientados hacia la prevención o la atención.
reinserción de mareros (Guatemala: 95%, El Salva - Los datos sobre búsqueda de apoyo y el apoyo
dor: 95%, Honduras: 90%), del mismo modo que ofrecido por las instituciones muestran claramente
casi todas declaran la necesidad de este tipo de que ésta es un área en la que es necesario mejorar
recursos. la respuesta del Estado, ya sea en forma directa o
Se podría concluir diciendo que aunque hay a través del soporte y financiación de otras institucio-
factores de riesgo asociados con la familia (como nes (iglesia, ONG , etc.). La situación actual muestra
se señaló en el capítulo anterior), la familia es una demanda considerable de programas de preven-
también parte ineludible de la solución ya que no ción y rehabilitación que está lejos de ser cubierta
solo sigue jugando un papel importante en la vida por el Estado.
C APÍTULO VI
tiene mayor percepción negativa es Guatemala, policiales para obtener su apoyo y disminuir la
seguido de El Salvador y en menor grado comparativo competencia, tanto de la policía misma como de
Honduras. Ningún país puede alegar no tener proble- grupos emergentes».
mas a este nivel, aunque el discurso oficial afirme Según los entrevistados, del 2004 al 2006,
lo contrario. Las diferencias mencionadas se refieren aumentaron los casos de «quita cargas», en los
a la intensidad de la problemática y no de ausencia cuales participan ex policías, policías en servicio
de la misma. y se cuenta con la influencia de diputados. La
Entre la población estudiada, los informantes estructura formal se impone, el nombramiento de
de Guatemala son los que tienen más claridad y nuevos jefes de la policía conlleva una descripción
amplitud de criterios respecto al papel de la policía paralela de funciones. De ahí la expresión utilizada
y sus relaciones con el narcotráfico y el crimen por diferentes entrevistados y participantes en grupos
organizado. Pareciera que en este campo la problemá- de discusión, que hablan de un «narco Estado» o un
tica en este país es más crítica y más enraizada en «Estado fallido». Esta expresión hace referencia al
el sistema sociopolítico y económico. En Guatemala Estado, a los vacíos de poder y a la influencia
los participantes en los grupos de discusión y creciente de las maras y pandillas, tiene todo un
demás entrevistados señalan que la corrupción de sentido explicativo y analítico en torno al problema
la policía ha ido creciendo y conformando «una que aquí se aborda. La participación de los funciona-
estructura de corrupción» desde mediados de la rios, tal como se ha señalado, incluiría la distribución,
década de los ochenta. Para estos informantes, el la condición de intermediarios y el control del
fenómeno generalizado de la estructura de corrupción mercado de las drogas. En consecuencia, la confron-
se ha caracterizado desde «mordidas» hasta activida- tación con la policía pareciera que trasciende las
des de «trabajos de acompañamiento» en beneficio áreas del mantenimiento del orden y la legalidad,
de los narcotraficantes. Esta actividad se habría y penetra en los espacios de la competitividad del
desarrollado, principalmente, a partir del periodo mercado, la territorialidad y el juego de intereses.
1994 y 1995, complementándose con el apoyo Los informantes de El Salvador y Honduras
logístico en secuestros a partir del periodo 1993 y enfocan la problemática de una forma más general,
1994. En opinión de los entrevistados, estos procesos haciendo referencia a la cada vez más frecuente
se hacen más visibles desde el año 2000 hasta la aparición de los procesos de «limpieza social».
actualidad. Del año 2001 en adelante aumenta la Para ellos, la falta de control de la delincuencia y
relación de corrupción entre funcionarios de gobier- concretamente del fenómeno marero, ha generado
no, diputados y policías. Como señalan los partici- acciones desordenadas al margen de la ley, aplicando
pantes, «la estructura de la corrupción tiene oficiali- un «derecho penal subterráneo», tal como lo denomi-
dad». Este proceso adquiere mayor relevancia entre nan algunos funcionarios de la Fiscalía General de
el 2003 y 2004, periodo en el cual se vinculan El Salvador. La limpieza se adjudica o hace nacer
fuertemente diputados y la Policía Nacional. la «sombra negra», actividad que estaría más ubicada
Hay dos modalidades de corrupción que son en los niveles medios o bajos de la policía. Como
importantes de destacar en este periodo: la protección señalan los informantes: «Son grupos de la policía
a narcos para el envío o trasiego de droga de que les está permitido la limpieza, pero de acallado».
frontera a frontera y los operativos de «quita cargas» Opiniones similares se han encontrado en Honduras.
(droga) a los narcotraficantes. En opinión de los La permisividad de estas acciones es problemática;
participantes y entrevistados: «La fuerza de los como se señalaba anteriormente la «guerra a la
carteles de Zacapa-Petén, Izabal, San Marcos, Es- pandilla justifica la pandilla en pie de guerra.» El
cuintla y Huehuetenango han llegado a los niveles Estado tiene la obligación de confrontar la cuestión
de influir y orientar el nombramiento de los jefes de las pandillas, pero no con políticas que fomenten
Policía, comunidad y pandillas 87
los procesos de cohesión interna de las pandillas, una vez más, se distinguen como sociedades en las
a la vez que destruyen el Estado de Derecho sobre que el problema es menos serio. La pregunta valora,
el cual deben cimentarse las políticas públicas. en términos generales, el comportamiento policial,
El problema de la corrupción es estructural e con lo cual los entrevistados valoraron el desempeño
inherente al funcionamiento mismo del Estado y la global del cuerpo policial. En este sentido, aquí
sociedad: se da en la realidad sociocultural del los entrevistados en Guatemala sopesaron más el
funcionamiento de las comunidades, los vínculos temor a las represalias, lo cual se evidencia en el
humanos en la red de relaciones humanas primarias, altísimo porcentaje (23%) que tiene el no sabe o no
la familiaridad y las condiciones de formas de vida responde en relación con los otros países (El Salva-
propia de los estamentos de pertenencia. Es necesario dor: 3%, Honduras: 9%). Esto podría explicar por
comparar la dimensión de institucionalización de qué aquí Honduras aparece con la policía valorada
la estructura de la corrupción que involucra a la como la más corrupta, a diferencia de otras preguntas
policía, así como la libertad de los niveles medios (como se verá más adelante), en donde es Guatemala
y bajos en «operaciones de limpieza», y con la la que aparece considerada con mayor corrupción
relación entre mareros y policías. Respecto a esta policial.
dimensión, hay consenso entre los informantes y
entrevistados de los tres países.
Existen vínculos primarios de un sector de la L A PERCEPCIÓN DE LA POLICÍA
policía con las maras y pandillas. En diferentes SEGÚN LAS DISTINTAS POBLACIONES
casos son sus vecinos, conocidos, familiares o
simplemente sus similares. El dejar hacer y dejar Ninguna de las poblaciones entrevistadas posee
pasar, la tolerancia, el soborno o el simple negocio una percepción favorable sobre las autoridades
reforzador del ingreso ante los bajos salarios, parece policiales. El escenario más crítico lo presenta
ser una realidad cotidiana en esta dualidad. Como Guatemala, tanto en las percepciones expresadas
lo comentaba una joven marera en Guatemala «los en los datos cualitativos, como en los datos del
policías después de algunas semanas de relacionarse cuadro 30. No obstante, la percepción en Nicaragua
con nosotros se vuelven mareros uniformados». es notablemente menos desfavorable que en el
Este comentario lo hacía no para establecer una resto de la región, posiblemente como resultado de
referencia exclusiva a que se volvía amigo o partida- la política preventiva que la ha caracterizado.
rio, sino en el sentido que adquiría una cierta Aunque como muestra en el cuadro 30 los
complicidad. Ésta es una opinión común entre niveles de percepción de las poblaciones estudiadas
miembros de las maras y pandillas, los informantes en cuanto a evaluar a la policía presentan variaciones
claves y entrevistados. En la relación directa, la comparativas, los porcentajes son altos y muestran
policía parece jugar una diversidad de papeles, una tendencia a no encontrar nada bueno en la
que, como se señalaba antes, se mueven en un policía o no querer o poder referirse a ello. Situación
ámbito de legalidad y de ilegalidad. Es un escenario que despierta una preocupación sobre la imagen
donde confluyen múltiples intereses y compromisos que la población tiene sobre este órgano del Estado.
con las respectivas obligaciones del cargo. Se advierte que la percepción entre la población
La percepción generalizada de que la policía de jóvenes mareros o pandilleros y sus familiares
en estos países es corrupta, se refleja en los resultados es muy consistente en Guatemala, un poco menos
de las encuestas a vecinos de comunidades con en El Salvador y en Honduras. Aquí hay diferencias
presencia de maras o pandillas. Aunque se observan importantes entre estas dos poblaciones. Con res-
diferencias importantes entre los países (Guatemala, pecto a los ex mareros, en su calidad de actores
36%, El Salvador: 36%, Honduras: 51%, Nicaragua: recientes, con todas las implicaciones que aún
16%, Costa Rica: 27%). Costa Rica y Nicaragua, puedan existir, su percepción guarda una consistencia
88 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Cuadro 30
I NFORMANTES QUE AFIRMAN
QUE LA P OLICÍA NO TIENE NADA BUENO
(Porcentajes)
significativa en comparación con la percepción de poblaciones de sus autoridades. ¿Qué piensan los
los mareros de los tres países mencionados. residentes de comunidades con problemas de maras
Cuando se analizó la población de vecinos y o pandillas sobre la policía? ¿En qué grado se
jóvenes no mareros, se encontró que presentan una encuentran satisfechas con la actuación de la misma?
similitud importante: ambos grupos tienden a catalo- Como muestra el cuadro 31, el grado de insatis-
gar a la policía en las mismas tendencias. Cuando facción que reflejan los datos es elevado. Éste es
se trata de establecer diferencias entre los países, particularmente el caso en Guatemala, donde casi
tal como se señaló anteriormente, Guatemala presen- el 70% de la población se encuentra muy insatisfecha
ta el escenario más crítico respecto a la policía, El con la policía. Esto reforzaría el dato ofrecido por
Salvador presenta un escenario un poco menos las entrevistas de profundidad. Costa Rica y El
crítico y Honduras presenta el mejor reconocimiento Salvador expresan grados similares de insatisfacción
a las ventajas de la policía en las poblaciones de con la policía; Nicaragua junto con Honduras son
vecinos, jóvenes no mareros y familiares de jóvenes los países donde existe un mayor grado de satisfac-
mareros o pandilleros. Claro está, esto no significa ción. No obstante, conviene destacar que en Hondu-
que se abandone los juicios de sanción a la misma. ras un alto número de personas no respondieron a
esta pregunta.
Al margen del grado de insatisfacción expresado,
L A P OLICÍA SEGÚN LOS VECINOS , existe una percepción amplia de que las pandillas
LOS COMERCIANTES Y LOS TRANSPORTISTAS actúan sin que la policía genere una respuesta
adecuada. Cuando se pregunta a los vecinos de
Una de las percepciones centrales en el funciona- zonas con maras o pandillas si han visto que la
miento institucional de una sociedad tiene que ver policía actúe contra las maras y pandillas en sus
con las opiniones y apreciaciones que tengan las barrios cuando delinquen, cerca de la mitad de los
Policía, comunidad y pandillas 89
Cuadro 31
S ATISFACCIÓN DE LOS VECINOS CON LA ACCIÓN DE LA POLICÍA O EL E JÉRCITO EN SU BARRIO
(Porcentajes)
Mucho 4 14 23 20 10
Algo 23 19 29 25 32
Poco 32 35.5 22 35 25
Nada 37 24 4 17 32
Ns/Nr 4 7.5 22 3 1
Total 100 100 100 100 100
encuestados señalan que no (Guatemala: 48%, El estos barrios, pero al mismo tiempo, ciertamente
Salvador: 46%, Honduras: 25%, Nicaragua: 41%, existe evidencia de una presión represiva policial,
Costa Rica: 47%), con la única excepción de Hondu- no necesariamente eficaz o eficiente.
ras donde sí hay una percepción de una mayor También queda claro que, a excepción de Nicara-
actuación o beligerancia policial. Este dato, de gua donde existe una mayor tradición de colaboración
todas formas, convendría contextualizarlo con lo autoridades-poblaciones, la respuesta policial gene-
indicado en el capítulo III en cuanto a que casi ralmente se realiza sin coordinarse con los vecinos
todos los pandilleros entrevistados han sido detenidos de estas comunidades (Guatemala: 92%, El Salvador:
o encarcelados en algún momento. Es muy posible 92%, Honduras: 92%, Nicaragua: 82%, Costa Rica:
que la policía no esté actuando de forma adecuada 89%).
para controlar la actuación de las pandillas en Un aspecto adicional que expresa una dimensión
más de la corrupción policial emerge cuando se
pregunta a los vecinos y a los comerciantes de las
Cuadro 32 colonias o barrios, ¿dónde obtienen las armas los
P ROCEDENCIA DE LAS ARMAS DE LOS MAREROS mareros? Se extrae de las respuestas una vinculación
SEGÚN LOS VECINOS
con la policía por parte de estos informantes (ver
(Porcentajes)
cuadro 32).
Guatemala El Salvador Honduras
Es de notar que la categoría más alta para esta
(N=142) (N=134) (N=201) población en la relación armas y suplidores, es la
policía.
Se las roban 17 18 29
En el caso de los comerciantes y transportistas
Complicidad con
la policía y funcio-
de las colonias de influencia marera, la relación se
narios de Gobierno, encuentra en el cuadro 33.
que incluye a La vinculación entre procedencia de las armas
la policía 36 27 26 y la policía es muy significativa en cada uno de los
Las compran 9 8 8 tres países. Para Guatemala es del 50%, El Salvador
Contrabando 3 19 2
del 36% y Honduras del 66%. Es importante volver
Traficantes de armas 6 4 4
a señalar que para el caso de Honduras, la policía
Las fabrican 0 6 9
goza de una imagen menos deteriorada y es menos
Ns/Nr 28 11 4
señalada negativamente por los entrevistados, inclu-
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
yendo los familiares de mareros. Suponemos que
90 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Cuadro 33 Cuadro 34
P ROCEDENCIA DE LAS ARMAS DE LOS MAREROS Q UIÉN DECIDE EL MONTO DEL « IMPUESTO »
SEGÚN COMERCIANTES Y TRANSPORTISTAS SEGÚN EX MAREROS
(Porcentajes)
Guatemala El Salvador Honduras
Guatemala El Salvador Honduras (n=22) (n=26) (n=36)
(N=125) (N=133) (N=196)
La policía 73 58 50
Asaltos, La mara 9 35 47
asaltos a la policía 28 25 53 Ambos 9 8 3
Complicidad Ns/Nr 9 — —
con la policía 22 12 13 Total 100 100 100
Las fabrican 19 5 10
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Crimen
organizado, narcos 8 4 10
Compras 5 6 7 Para Guatemala, que presenta el escenario más
Contrabando 5 12 2 crítico de acuerdo con las entrevistas de profundidad,
Funcionarios la preponderancia de la policía es mayor en la
de Estado 2 4 2 capacidad de decisión: el 73% señala a la policía
Ns/Nr 12 29 2
como la que decide. Únicamente el 9% señala a la
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. mara o pandilla. El Salvador presenta una tendencia
intermedia con una relación de 58% al 35%, y
esta diferencia de opinión se debe a los programas Honduras con un escenario prácticamente compar-
que en la última administración gubernamental se tido del 50% al 47%, entre ambas partes de la
desarrollaron sobre el tema de «comunidades más decisión. Se podría argumentar que a mayor nivel
seguras», cuyo objetivo era comprometer a las de corrupción, la policía tiene mayor influencia o
comunidades con la problemática de la seguridad decisión en el monto a pagar. Existe una coincidencia
ciudadana y con los cuerpos policiales. Este progra- entre los datos cualitativos y los cuantitativos. La
ma contó con el apoyo de las comunidades que tendencia, con sus variaciones pero acorde a lo ya
participaron en el proyecto y los que se informaron analizado, es consistente en Guatemala, El Salvador
del mismo, generó muy buenas experiencias y y Honduras.
expectativas. Es posible que estos programas, suma- El cuestionario dirigido a policías indagó sobre
dos a una menor confrontación entre la policía y el tipo de medidas que se aplican para combatir el
las maras anunciada por el nuevo gobierno, hayan fenómeno de las pandillas en Guatemala, El Salvador
influido en crear una imagen más positiva entre la y Honduras. Se puede ver que la investigación
población de las comunidades y los comerciantes policial seguida del patrullaje de las zonas más
con respecto a la policía. peligrosas, son las medidas más frecuentemente
Esta vulnerabilidad institucional no es exclusiva citadas (gráfico 22).
de Centroamérica ni es la primera vez que se Resulta interesante contrastar este dato con el
asocia con la génesis y dinámica de las pandillas. arrojado cuando se pregunta a la policía sobre qué
Desmond Arias (2006) ha advertido el ligamen tipo de medidas creen que serían más eficaces para
posible entre pandillas, instituciones debilitadas combatir el fenómeno. Aquí la propia policía de
por la corrupción y el crimen organizado, y su Guatemala, El Salvador y Honduras en un porcentaje
impacto en los derechos básicos de los ciudadanos. muy importante apuesta por medidas de tipo represi-
El cuadro 34 recoge las respuestas relativas a vo; sin embargo, en un porcentaje aún mayor apuesta
quién decide, entre la policía y mareros, la cantidad por políticas preventivas de carácter social, acciones
de dinero que se debe pagar por «impuesto». en las que la propia policía podría jugar un papel
Policía, comunidad y pandillas 91
Gráfico 22 Gráfico 23
E STRATEGIAS UTILIZADAS POR LA POLICÍA PARA S UGERENCIAS DE LOS POLICÍAS
RESOLVER LA PROBLEMÁTICA DE LAS MARAS PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LAS MARAS
(Porcentajes) (Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Cuadro 35 Cuadro 36
C OLABORACIÓN DE LA COMUNIDAD P AGO DE SOBORNOS A LA POLICÍA
PARA EVITARLA PRESENCIA DE MARAS Y PANDILLAS POR PARTE DE LA MARA , SEGÚN EX MAREROS
SEGÚN LOS POLICÍAS (Porcentajes)
(Porcentajes)
Guatemala El Salvador Honduras
Guatemala El Salvador Honduras (N=41) (N=40) (N=60)
(n=25) (n=25) (n=30)
Sí 88 65 88
Sí colabora 48 24 63 No 8 25 7
No colabora 52 76 37 Ns/Nr 4 10 5
Total 100 100 100 Total 100 100 100
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios. Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
92 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Cuadro 39 Cuadro 40
J ÓVENES ACTIVOS QUE DECLARAN TENER J ÓVENES ACTIVOS QUE DECLARAN
CONOCIMIENTO DE PAGOS A LA PANDILLA LA EXISTENCIA DE VÍNCULOS ENTRE LAS
POR PARTE DE LA POLICÍA NACIONAL AGRUPACIONES VIOLENTAS Y LA POLICÍA
(Porcentajes) (Porcentajes)
Sí 65 38 Sí 33 27
Sí 35 24 No 58 68
No 61 71 Ns/Nr 9 5
Ns/Nr 4 5
Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
Total 100 100
Rica y Nicaragua. Para Nicaragua las categorías de Finalmente, debe llamar la atención el hecho
rivalidad y soborno, aunque menores, denotan diver- de que en Nicaragua el 23% de los jóvenes refiera
sos grados variados de vínculos entre ambos grupos. que recibe ayuda de la policía, con lo cual se puede
Aunque los porcentajes son bajos, expresan situacio- estar poniendo en relieve la acción policial de
nes de hecho, las cuales señalan procesos con una carácter preventivo en la que este país ha depositado
alta probabilidad de desarrollarse y posicionarse su mayor expectativa de logros, distintiva entre los
dentro del sistema social. En el caso de Costa Rica, países de la región, la cual también se pone de
en esta dimensión de análisis como en otras, se manifiesto en el trabajo de la policía por incorporar
reafirma que la problemática de la droga ocupa a expandilleros a sus actividades preventivas y el
una de las primeras líneas de acción de estos apoyo que reciben en operaciones para asegurar el
grupos. Se ha constituido en medio y fin de la orden.
acción de los grupos jóvenes activos, y de un
sector aparentemente pequeño de la policía, pero
con una relevancia aún no estimada.
C APÍTULO VII
Ya no quiero ser vocero, quisiera irme para las pandillas empleando diseños longitudinales
Costa Rica, porque allá tengo varios compañeros han podido constatar que la mayoría de los pandi-
y compañeras, y dicen que allá la vida es un lleros acaban dejando atrás su vida como tales
carnaval, y que allá todo es tranquilo, no hay (Thornberry et al., 2003). De la misma forma, la
mucho delincuente, y yo lo que quiero es descansar, «curva de la delincuencia y la edad» sugiere que la
no estoy tan viejo, pero ya me siento viejo, siento mayor parte de las personas dejan de delinquir una
que la vida me ha maltratado un montón, y ya me vez que consolida su transición a la vida adulta.
tengo que calmar. Estos estudios longitudinales comienzan a documen-
(Líder marero, El Salvador) tar procesos similares en relación con la vinculación
a las pandillas. El conocimiento sobre esta área,
¿Proyectos a futuro? Futuro digamos que en sin embargo, se encuentra aún en un grado incipiente.
mi caso no creo que tenga. Por mis tatuajes, En una revisión de la literatura reciente, Decker
primer punto, las pandillas. Que uno está since- y Lauritsen (2002) concluyeron que la mayor parte
ramente muy metido y desgraciadamente ya uno de los estudios sobre el proceso de salir de las
que está tatuado de la cara ya no puede hacer pandillas son descriptivos. Sus entrevistas con
nada, no acepta la realidad de la vida, como yo pandilleros en la ciudad estadounidense de San
acepto mi vida. Y sé que tarde o temprano voy a Luis sugieren que el proceso de salida es el resultado
morirme ¿por qué? Por mis tatuajes que llevo en de la combinación de madurar y envejecer con el
la cara. haber estado próximos a una situación de violencia
(Líder marero, El Salvador) que les hizo reconsiderar su afiliación. De acuerdo
con estos autores, una posible estrategia sería
intervenir de forma asistencial y rehabilitadora
I NTRODUCCIÓN luego de experiencias intensas de violencia, cuando
los pandilleros se pueden encontrar más abiertos a
Mientras entrar en la pandilla aparentemente es considerar el salirse de la pandilla. Facilitar el
sencillo, la salida no es un proceso fácil y a menudo proceso de salida de las pandillas por medio de
ni siquiera aparece como algo atractivo. En buena políticas asistenciales y que ofrezcan apoyo a quienes
parte significa abandonar a los amigos en un contexto quieren hacerlo es ciertamente uno de los meca-
en el que el desarrollo de proyectos vitales convencio- nismos de control más difundidos en la literatura
nales es limitado y frente a una sociedad que comparada sobre pandillas (Klein y Maxson, 2006).
rechaza al pandillero. Pero eso no significa que sea En esta sección se explorará el proceso de salida y
imposible ni poco frecuente. Quienes estudian a se analizarán las opiniones vertidas al respecto por
96 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
pandilleros, ex pandilleros y familiares de los «(...) Me salí y me sentí fuera y estuve solo y
mismos. fue cuando me puse a pensar de que tal vez mi
familia me necesitaba más que ellos, yo andaba
una cadena bastante grande que tenía una MS y me
L A SALIDA DE LA PANDILLA la quité y les dejé escrito en un papel en la puerta
SEGÚN LOS MAREROS de la casa y les dije porque me iba (...) Como a los
dos días me encontré a uno de ellos que fue la
En primer lugar se analizarán los resultados de las persona que me llevó a mí con ellos y me dijo de
entrevistas de profundidad y luego se abordarán cómo corrían las cosas, de cómo eran las normas
los resultados de las encuestas. Las entrevistas de con ellos, que si me iba de que me fuera, pero que
profundidad aluden a la dificultad del proceso de no me quedara cerca.» (Ex marero, Honduras).
salirse e incluso hacen referencia a reglas de carácter
informal que hacen este proceso más difícil: De acuerdo con lo documentado en las entrevistas
«(...) la deserción, no, si un man de un ejército de profundidad existe una serie de situaciones que
deserta es traidor, entonces, muchos toman la hacen viable el proceso de salida en tanto son
decisión de desertar porque ya no aguantan la consideradas dignas de respeto por el grupo pandi-
presión de la clica o del barrio, (...) Entonces, llero o marero. Estas situaciones se resumen en el
dentro de las normas del barrio el que es desertor siguiente testimonio:
es traidor y entonces es penado con la muerte.» «Mira (...) si has pertenecido a la pandilla y no
(Ex líder marero, Guatemala). quieres seguir, estar activo, hay tres puntos importan-
tes que los respetan, primero si te has hecho cristiano,
«No es imposible, pero también es difícil en la te lo respetan mucho ... si es de cualquier religión,
forma de que a la vez de pedir tus cuadros hay que pero que sea de verdad, que no estés jugando con
estar centrado y tenés que saber, y tenés que tener las cosas de Dios ... el segundo punto de que ya
toda la papelería lista, ves. La papelería es todo lo tengas a tu esposa y a tus hijos, de que quieras
que habla bien de vos dentro de la pandilla o sea hacer familia, y el tercer punto de que tengas
(...) es haber matado a alguien, es haber hecho familia y tengas un trabajo y no andes, que no te
esto, lo otro. O sea que eso lo toman en cuenta a la miren tomando y fumando, usando drogas.» (Marero
hora de darte permiso los homis, bueno, que has repatriado, Pandilla 18, Guatemala).
hecho por la pandilla, vaya. Entonces los homis
deciden si te dan quebrado o no, están entre si te lo La literatura criminológica suele aludir a factores
mereces o no te lo mereces, por lo que has hecho, de tipo estructural (por ejemplo, obtención de un
pues. (...) Mejor deciden salirse así... Ahí es donde buen trabajo, una buena relación afectiva estable
resulta con broncas la banda... Te prenden la luz de tipo amoroso) y cognitivos (transformación
verde, tenés green light general, todas las clicas...». personal) que son determinantes a la hora de explicar
(Líder marero, Guatemala). el cese de carreras criminales. Este mismo tipo de
factores pueden ayudarnos a entender por qué en
A pesar de estas declaraciones en las que se un determinado momento los pandilleros se plantean
dibuja un panorama difícil y cargado de riesgos, el salirse de estas agrupaciones, tal como se ilustra
los cuales incluyen la muerte, también se encuentran en el siguiente testimonio:
testimonios en un sentido distinto. En las entrevistas «(...) que gracias a Dios doy, que tuve una
existen numerosos testimonios de situaciones en experiencia, que conocí a una chamaca, que ahí
las que se sale de la banda sin serias consecuencias donde esa chamaca fue donde comencé a salirme
para los pandilleros: de la mara, después tuve un niño mío, ya con el
Desistencia, salir de las pandillas 97
niño mío comencé a reaccionar que lo que estaba en ningún caso se menciona a programas ejecutados
haciendo era malo...» (Ex marero, El Salvador). por el Estado.
Es importante enfatizar que gran parte de los
Los diferentes testimonios evidencian que ambas ex mareros relatan que el salir de la mara es una
experiencias han sido posibles. Algunos jóvenes decisión que tomaron por su propia cuenta, tal
mareros se han salido de la pandilla vía excepción, como se mencionó anteriormente (Guatemala: 51%,
asumiendo el riesgo sin que represente alguna Honduras: 36%, El Salvador: 41%).
dificultad. A pesar del estereotipo de que una vez en la
Los resultados de la encuesta vienen a ampliar mara siempre se será de ella y que el pandillero no
lo que las entrevistas de profundidad documentan. tiene voluntad o deseo de salir, un alto porcentaje
A pesar del estereotipo de que no se puede salir, de de los pandilleros, que oscila entre un 44% y un
la existencia de normas que prohíben el salirse y 53%, expresan el deseo de tener una alternativa de
serias sanciones para aquellos que lo hacen, cuando vida que les permita salir de las pandillas. General-
en la encuesta se pregunta a los pandilleros si hay mente, estos jóvenes deseosos de salir querrían
algo que les impida salirse de la mara, la gran tener oportunidades laborales y educativas que les
mayoría de los varones pandilleros declara que permitieran dejar atrás su vida como pandilleros.
nada (Guatemala: 68%, El Salvador: 69%, Honduras: De hecho, la mayoría de pandilleros reconoce
65%) y las mujeres, si acaso, declaran tener menos haber pensado en cambiar su forma de vida en un
impedimentos aún (Guatemala: 76%, El Salvador: futuro próximo (Guatemala: 53%, El Salvador:
83%, Honduras: 88%). Aproximadamente la mitad 75%, Honduras: 68%).
de los que declaran que sí hay algo que les impide Este dato se ve respaldado en las encuestas a
salirse, aluden a posibles represalias de la pandilla familiares de pandilleros. Cuando se les pregunta
y, en porcentajes también elevados, a la posibilidad a estos familiares si sus parientes pandilleros les
de morir (no queda claro, sin embargo, si esto han dicho que quieren salirse de la mara se encuentra
refleja el temor de morir como parte de las represalias que porcentajes importantes de los mismos han
de su propia pandilla o el temor a morir a manos de manifestado dicho deseo (Guatemala: 27%, El
pandillas enemigas). Salvador: 50%, Honduras: 40%). Además, estos
Resulta difícil valorar en qué grado estas represa-
lias se dan en forma efectiva, pero las encuestas
con ex mareros sugieren muy claramente que de Gráfico 24
darse están mucho menos extendidas de lo que se O FRECIMIENTO DE UNA ALTERNATIVA DE VIDA ,
SEGÚN MAREROS Y MARERAS
piensa. De un total de 200 ex mareros entrevistados
(Porcentajes,
en Guatemala, El Salvador y Honduras, a los que N=377 y 80 para hombres y mujeres)
se les pregunta sobre las consecuencias de haber
salido de la pandilla, tan sólo tres aluden a enemis-
tades con la mara o pandilla y ése es el grado más
severo de represalias que se recoge.
Como puede verse en el gráfico 24, un porcentaje
importante de los pandilleros declaran que en algún
momento se les ha ofrecido alguna alternativa de
vida para dejar el grupo, oportunidades que general-
mente son ofrecidas, en primer lugar, por seres
queridos y, en segundo lugar, por instituciones
religiosas. Solamente en una minoría de casos se
menciona a organizaciones no gubernamentales y Fuente: Elaboración propia con base en los cuestionarios.
98 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
familiares, en su mayoría, piensan que sus parientes a la pandilla para lograr definir intervenciones
pandilleros podrían abandonar la mara y lograr su adecuadas en estos casos.
reinserción en la sociedad (Guatemala: 62%, El
Salvador: 83%, Honduras: 61%).
Hay un desfase entre los altos porcentajes de P ROYECTOS DE VIDA
jóvenes mareros y pandilleros que manifiestan
haber contemplado la posibilidad de salir de la Es importante referirse a los elementos que permiten
mara o pandilla y la falta de alternativas y esfuerzos identificar las posibilidades y potencialidades de
sistemáticos que lo posibiliten. En este sentido, los pandilleros para concebir y eventualmente edifi-
los agentes sociales señalan que la sociedad discrimi- car un proyecto alternativo de vida.
na a estos jóvenes y no les ofrece oportunidades En primera instancia, se tiene la respuesta a la
para un cambio de vida. También mencionan la pregunta directa sobre haber considerado cambiar
falta de preparación y organización existente en de forma de vida, por ejemplo, por medio del
las instituciones sociales para lidiar con el fenómeno. trabajo o el estudio. Un porcentaje mayoritario de
Entre los representantes de ONG e iglesias, fue casi los pandilleros (en Guatemala: 53%, El Salvador:
unánime la opinión de que los mareros están altamen- 75% y Honduras: 69%) declara haber considerado
te estigmatizados por el resto de la sociedad, lo sustituir su forma de vida por trabajo y estudio.
cual afecta negativamente sus posibilidades de Aunque esto implica también que un porcentaje
(re)inserción. Aunque exista la disposición de los muy alto no lo ha considerado, ambos datos sugieren,
mareros para reinsertarse en la sociedad, difícilmente primero, la necesidad de estrategias de intervención
podrá darse el cambio si las oportunidades desde diferenciadas y, segundo, que la consideración de
afuera, ya sean institucionales o familiares, no cambiar la forma de vida, como respuesta frecuente,
están disponibles o el entorno es marcadamente muestra una clara posibilidad de acceso para progra-
hostil y tiende a estigmatizar. mas de intervención. Además este deseo de salida
Se puede señalar que la salida de la mara o muestra que una mayoría de los jóvenes miembros
pandilla se dificulta por cuatro razones principales: de estas agrupaciones mareras o pandilleras conside-
el miedo a los pandilleros, la pérdida de beneficios ran que existen mejores opciones de vida, lo cuál
adquiridos por la permanencia al grupo, la falta de abre las puertas a una gama de posibles estrategias
apoyo por parte del estado y el rechazo social de intervención para la reinserción social de estos
existente. jóvenes.
Aún así, los datos de las entrevistas de profundi- En el caso de Nicaragua y Costa Rica, cuando
dad y de la encuesta, ilustran que sería fatalista el se les pregunta en qué les gustaría que cambiara su
pensar que a los pandilleros les resulta imposible vida, señalan principalmente volver a estudiar (Nica-
salir de las pandillas o que no quieren hacerlo. Por ragua: 49%, Costa Rica: 44%), y mejorar el nivel
muy difícil que se configure el proceso de salida es de vida (Nicaragua: 17% y Costa Rica: 37%).
importante destacar que existen vías. Las familias La pregunta referente a en quién le gustaría
de los pandilleros, en primera instancia, así como convertirse indica posibles derroteros y modelos
instituciones religiosas parecen jugar un especial de identificación para estos jóvenes (gráfico 25).
papel en facilitar opciones a estos jóvenes. Es muy Alrededor del 20% de mareros y mareras respon-
importante, por tanto, que se desarrollen políticas de que les gustaría convertirse en sí mismos. Este
que favorezcan el proceso de salida y faciliten a dato evidenciaría la existencia de cierta satisfacción
estos jóvenes opciones de proyecto vital alternativo. con sus condiciones de vida actuales. Sin embargo,
Por otra parte, para el alto porcentaje que no se porcentajes más altos mencionan que les gustaría
matricula en la desistencia, es preciso recabar convertirse en algún personaje real importante
información adicional sobre los factores que atan (por ejemplo: deportistas, cantantes, actores y actri-
Desistencia, salir de las pandillas 99
en cuenta estas diferencias, particularmente atravesa- desistencia. A los varones les han ofrecido alternati-
das por el componente de género. vas para salirse de la mara en menor medida que a
Contrario a lo que se consigna comúnmente las mujeres. El ofrecimiento proviene principalmente
por los medios de comunicación, las autoridades de la familia, pero en el caso de las mujeres es más
públicas e incluso ONG e iglesias respecto al camino acentuado. Lo anterior se debe quizá a una tendencia
sin retorno del ingreso a la pandilla o la irrevocabili- de la cultura general en la que se presenta una
dad de la filiación, estos datos sugieren que el preocupación más insistente por la suerte de las
camino a la desistencia es factible; hay enganches mujeres que por la de los varones.
posibles sobre los cuales diseñar algunas políticas Por otro lado, pese a que la mayoría de mujeres
a partir de la visión de los mareros. y varones manifiesta no tener ningún impedimento
Como parte de estas posibles proyecciones a para salirse de la mara, se nota una diferencia
futuro se contempla la importancia que tiene en importante en las respuestas de estas poblaciones,
sus vidas la familia. Aunque las cifras de hombres lo cual podría revelar la existencia de una mayor
y mujeres son casi idénticas, se aprecian importantes presión relativa hacia los varones que a las mujeres.
diferencias por género al desagregar esta respuesta, El porcentaje de mujeres mareras que a la pregunta
respecto al por qué piensan así. Los hombres ponen sobre la existencia de algún impedimento para
el acento en el beneficio propio y el sentido de salirse de la pandilla responde nada, es mayor, en
posesión o la esperanza que depositan en la familia, todos los países, que el porcentaje de los jóvenes
seguidos por el rol de protector y proveedor. Las mareros que respondieron también nada a la misma
mujeres, por su parte ponen el acento preferentemen- pregunta. En forma complementaria, exceptuando
te en la familia como instancia en la que depositan El Salvador, el porcentaje de quienes sí sienten
el sentido de pertenencia, protección y el rol forma- impedimentos para salirse de la pandilla es mayor
dor, en general, con una valoración positiva. Aunque para los varones. Es importante anotar también
este dato no implica necesariamente que la importan- que un 7% de las mujeres que han recibido un
cia adjudicada a la familia sea un valor excluyente ofrecimiento de alternativa de vida señalan que
de la participación en la pandilla o que la participa- una de las razones por las cuales no salieron de la
ción impida tener una familia, pone de relieve el mara o pandilla es el gusto por las drogas, también
potencial relacionado con proyectos de vida que un 5% señala el hecho de que su pareja pertenece
debería ser retomado a nivel de las políticas. a la mara. Hombres y mujeres requieren, por tanto,
Es interesante advertir que existe una clara consideraciones diferenciadas en el momento del
diferencia de género en los ofrecimientos para la diseño de programas de intervención y prevención.
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A NEXOS
G LOSARIO
Batos: Se refiere a muchachos (miembros) que Gangsta rap: El Gangsta Rap es el sub-género de
pertenecen a alguna pandilla. la música rap en el que las letras dan más
importancia a las historias de gángsteres y
Brincadera: Es una prueba de resistencia física y
drogas sin un mensaje social constructivo.
emocional ante el dolor, ya que cierto
Es principalmente un subgénero temático,
número de personas (tres o cuatro) brincan
que se plasma en diferentes subestilos musi-
sobre la persona que desea ingresar y,
cales de la música hip hop. 2
además, lo agreden con patadas y golpes.
Huele-pega: Persona adicta al pegamento industrial.
Calentamiento: Castigo colectivo que se hace
ingresando a la persona en un círculo y Homeboys: Ver homies.
golpeándola.
Homies: viene de home boys, 3 hace referencia a
Chequeo: Ver calentamiento. las personas cercanas (amigos del barrio)
con las que se ha crecido y en las cuales se
Clicas: Grupos primarios en los que se subdivide
confía.
la mara o pandilla y que tiene control sobre
un territorio a nivel local (barrio o colonia). Jami: Ver homies.
Destroller: Viene de la palabra en inglés destroyer Jommie: Ver homies.
que se refiere a destrucción, aniquilación.
Jomboys: Ver homies.
Drive-by: Disparar de un carro en marcha a un
Jenga: Reunión de tres o más clicas.
pandillero o una persona no pandillera.
Ranflero: Tiene una jerarquía establecida. Adminis-
Gatillero: Dentro del grupo cumple la función de
tra el dinero, armas de la clica y convoca a
disparar. También hace referencia al gusto
los mirin.
que tiene una persona por disparar algo
con violencia. Master Jomi: Cumple la posición de subjefe, en
un grupo de homies.
Hip Hop: El Hip-Hop es un movimiento cultural y
musical surgido a principios de los años
1970 en las comunidades hispanoamericanas 1. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Hip_hop.
2. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Gangsta_rap.
y afroamericanas de los barrios neoyorkinos
3. Tomado de: http://www.urbandictionary.com/define
Bronx, Queens y Brooklyn. 1 .php?term=homey.
110 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Cuadro A
E STUDIOS EMPÍRICOS SOBRE PANDILLAS EN C ENTRO A MÉRICA
Referencia
Tipo de muestra/ recolección de datos / Informantes / datos de origen
Ejes temáticos
Diseño de investigación
Diseño o estrategias de análisis
Central America and Mexico Gang Assessment – Bureau for Latin American and Caribbean Affairs Office of Regional
Sustainable Development, 2006.
Entrevistas a encargados de programas gubernamentales y no gubernamentales, jóvenes en vulnerabilidad, miembros
y ex miembros de pandillas.
México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Investigación y reuniones con expertos en Washington.
Programas efectivos, causas de origen, reclutamiento a la pandilla, políticas de gobiernos, donantes y
organizaciones, respuestas actuales al tema, estatus de seguridad, problemas fronterizos, deportaciones,
papel de los massmedia y pandillas en prisión.
Transversal
Cualitativo/análisis de expertos por país
La cara de la violencia urbana en América Central – Fundación Arias para la Paz y del Progreso Humano, 2006.
Entrevistas a especialistas, representantes de ONG y mareros líderes. Periódicos y tesis académicas de grado. Datos
estadísticos recientes del Poder Judicial, de la Policía Nacional, Ministerio de Salud, Ministerio de Gobernación.
Organismos internacionales adscritos a Naciones Unidas. Legislación especializada en cada país. Informes de
desarrollo humano sostenible. Diversos informes sobre la región. Encuesta de Hogares.
Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Definición de pandillas. Violencia y delincuencia juvenil. Armas de fuego y juventud. Presencia de maras
y pandillas. Orígenes, consecuencias e impacto de la violencia. Marco jurídico institucional. Abordaje
desde la sociedad civil.
Transversal
Análisis cualitativo de entrevistas. Análisis estadístico – descriptivo. Análisis
de expertos.
Living in the shadow of death: violence and social order in urban Nicaragua, 1996 – 2002 – Dennis Rodgers, 2006.
Pandilla del Barrio Luis Fanor Hernández en Nicaragua.
Crimen en Nicaragua y sus consecuencias sociales. Actividades detalladas de la pandilla. Dinámica del
pandillerismo.
Longitudinal
Etnográfico, estudio de caso.
112 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Referencia
Tipo de muestra/ recolección de datos / Informantes / datos de origen
Ejes temáticos
Diseño de investigación
Diseño o estrategias de análisis
Maras y pandillas en Centroamérica. Pandillas y capital social – ERIC, IDESO, IDIES, IUDOP, 2004.
Encuesta de opinión. Muestra intencional comparativa entre vecindarios de alta y baja incidencia de pandillas o
familias con miembros o sin miembros pandilleros. Diferentes modalidades de sistematización en cada país.
Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Sociodemográfica; capital social (confianza interpersonal, comunitaria e institucional; espacios comunitarios
positivos y perversos; apoyo social, exposición a la violencia); presencia de pandillas en la comunidad.
Contextos sociales con características que interactúan para mantener el fenómeno de maras y pandillas.
Transversal
El Salvador y Honduras: comparación entre comunidades que enfrentan el
problema de pandillas y las que no. Guatemala y Nicaragua: análisis descriptivo
de capital social comparando familias con miembros pandilleros y las que no.
Nicaragua añadió comparación entre residentes de una comunidad con presencia
de pandillas y los pandilleros.
Las maras y pandillas en Honduras. Investigación sobre pandillas y violencia juvenil. Consulta nacional. Plan
nacional de atención. Ley especial – Save the childre UK, Asociación Cristiana de Jóvenes de Honduras, 2002.
Jóvenes pandilleros (San Pedro Sula y Tegucigalpa y 2 comunidades rurales cercanas), jóvenes no pandilleros, padres
de familia de pandilleros.
Encuestas, entrevistas a profundidad, historias de vida, grupos de discusión.
Estudio de los enfoques teóricos.
Factores causales. Actividades de la pandilla.
Autopercepción de los pandilleros. Percepción. Políticas públicas y estrategias de intervención.
Recomendaciones de estrategias.
Transversal
Análisis cuantitativo y cualitativo. Análisis de contenido de las entrevistas.
Youth gangs and violence in Latin America and the Caribbean: a literature survey. LCR sustainable development working
paper no. 4. Urban peace program series.– Dennis Rodgers, 1999.
Literatura de Latinoamérica y El Caribe sobre pandillas juveniles
Elementos característicos: pobreza, especificidad, lazos comunitarios, drogas, migración. Políticas e intervenciones.
Hasta 1999
Análisis de la literatura y de algunas intervenciones y políticas.
Anexos 113
Referencia
Tipo de muestra/ recolección de datos / Informantes / datos de origen
Ejes temáticos
Diseño de investigación
Diseño o estrategias de análisis
Solidaridad y violencia en las pandillas del gran San Salvador: Más allá de la vida loca. Homies Unidos, Instituto
Universitario de Opinión Pública, Rädda Barnen de Suecia y Save the Children USA, 1998.
Cuestionario a jóvenes pandilleros.
Muestra representativa de los pandilleros del AMSS sin cuotas muestrales. Grupo de discusión con jóvenes pandilleras.
Características sociales de los pandilleros, la vida en las pandillas, historia personal de los pandilleros,
expectativas para el futuro, perfil, mujeres pandilleras. Sugerencias de intervención.
Transversal
Análisis cuantitativo y cualitativo. Involucra a los jóvenes pandilleros en el
proceso (realización de la encuesta, ayuda en la codificación e interpretación)
Cuadro B
I NSTRUMENTOS Y TAMAÑOS MUESTRALES UTILIZADOS
Cuadro C
T AMAÑOS MUESTRALES UTILIZADOS EN LAS ENTREVISTAS SEMI - ESTRUCTURADAS
Cuadro D
Z ONAS DONDE SE RECOGIERON
DATOS PARA EL ESTUDIO
Guatemala *
Guatemala 1 813 825
Villa Nueva 192 069
Amatitlán 54 930
Villa Canales 62 334
Mixco 305 297
Chinautla 63 463
Fraijanes 17 166
Zona 6 76 580
Zona 7 139 269
Zona 12 43 398
Zona 13 26 734
Zona 18 198 850
Zona 19 26 644
Zona 21 75 265
El Salvador **
San Salvador 2 198 193
San Salvador (Las Palmas, Palermo, DINA, Núñez Arrué) 415 346
San Bartolo 6581
Colonia El Carmen 1698
San Martín 1137
Ilopango 90 634
Honduras ***
Francisco Morazán (DC) 1 180 676
Los Alpes 368
La Peña Vieja 3780
Las Mercedes
Monterrey
El Pedregal 4844
Faldas del Pedregal 1339
La Popular 1140
San Isidro
3 de Mayo
Las Brisas 1650
San Antonio
Sinaí
Los Ángeles
La Rivera Hernández
116 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Nicaragua ****
Masaya Masaya 162,868
Managua Managua 1,015,067
Tipitapa 128,840
Cuadro E
F ACTORES DE RIESGO
VALORADOS POR ESTUDIOS CENTROAMERICANOS
Individual
Desarrollo de personalidad (Falta de comprensión) 1 Estudio 8 - encuesta (9.3% falta de comprensión)
Consumo de drogas 1 Estudio 8 - encuesta (71.9% consumen)
Familiar,
Pobreza 1 Estudio 8. No se define el dato
Problemáticas en el núcleo familiar 2 Estudio 5 – encuesta (21% problemas familiares)
Estudio 8 – encuesta (12.3% problemas con sus
padres)
Educacional
Exclusión del sistema educativo 1 Estudio 8 - encuesta (75.9% no estudian y 74.7%
con nivel de estudios inferior al noveno año)
Pares
Ausencia de grupos de jóvenes alternativos 1 Estudio 5 - encuesta (40 % ingresaron)
Influencia de amigos 2 Estudio 5 - encuesta (20 % influencia de amigos)
Estudio 8 - encuesta (10.3 % influencia de amigos)
Comunitarios
Marginación y exclusión social 1 No se define el dato
Falta de oportunidades de trabajo 1 Estudio 8 (74.4% no trabajan)
Nacional-estatal
Emigración y transculturación 1 Estudio 8 (67,1% deportados y 16,3% que han
estado alguna vez en Estados Unidos)
Instituciones ineficaces y planes
de acción poco concretos 1 No se detalla el dato
Históricos
Conflictos armados 1 Estudio 8 - encuesta (10,2 % fue soldado del
ejército o combatiente del FMLN durante la guerra)
118 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
Esta escala, aplicada a líderes mareros y no mareros, experimentan escrúpulos por la revancha o el desquite, aunque
trata conceptos básicos sobre amistad, familia, sí mismo, leyes es relativizado como acto deliberado de retaliación. El impacto
Los líderes mareros valoran la importancia de la amistad revancha, aparece muy contundentemente considerado como
en contingencias positivas y negativas, inclusive cuando debe positivo. La tendencia a actuar sin experimentar escrúpulos
ponerse a prueba o la familia se ha debilitado. Es un valor antes o después de una situación crítica, o a evaluar las
expresado con alguna frecuencia como incondicional que refleja acciones de esta manera que no perjudique la imagen personal,
la amistad como posiblemente se vea en la mara. Sus pares no aparece entre los líderes mareros. La intencionalidad del alto
mareros la ponderan con mayor mesura. La supeditan más al está claramente definida y se presenta con particular énfasis.
juicio individual en función de las situaciones concretas, Por el contrario, los líderes no mareros tienen mucho
particularmente cuando se trata de asumir compromisos o más presentes los escrúpulos en el instante de las consideraciones
tener que realizar actividades en función de los otros. En el sobre sus propias acciones y el efecto perjudicial en los demás,
caso de los mareros, es posible que la amistad sea imperativa, así como de la ponderación sobre estos actos de una manera
con menor espacio para la deliberación personal sobre que valore la condición personal. De esta posición puede
circunstancias que comprometen la acción individual frente a derivarse que consideran más el efecto de sus acciones sobre
otros. En los no mareros, las circunstancias la relativizan y la los demás, tienen mayor consideración por el perjuicio del
ponen más en perspectiva de la decisión individual. otro, incluso bajo circunstancias extremas y no consideran
Entre los líderes mareros, el interés personal aparece correcta una actitud abierta de retaliación o recurren a ella con
preocupación por otras personas indefinidas y más aún cuando En conclusión, no es posible establecer deficiencias en la
son cercanas, con tendencia mucho menor cuando son rivales. comprensión, concepción o función social de los ejes estudiados
Sin embargo, el éxito no siempre se ve mediatizado por el como explicación de la adherencia a las maras o pandillas, en
posible perjuicio a terceros. Cuando se pone en contraste con tanto carencias que actúan en disconformidad con el consenso,
la amistad, no se supedita una a la otra. puesto que los líderes mareros comparten sistemas de valores
Los líderes no mareros muestran una mayor diversidad y normas sociales, aunque con mayor tendencia a interpretarlas
mismo. Aparece una tendencia a refutar la predominancia de Es preferible proponer que los mareros y pandilleros son
estos aspectos en el éxito personal y la proyección social, pero sujetos que han transitado por una socialización similar a la de
también una consideración hacia los demás cuando se contraponen sus pares. No obstante, el tema de los escrúpulos podría ser
los intereses. Puede inferirse que no depositan tanto peso en indicador de una ética para la vida que la mara o pandilla
habilidades y destrezas personales, o determinan con menor propone y, por tanto, un aspecto de interés en programas de
énfasis la posibilidad de encarar dilemas cotidianos solamente reinserción social, puesto que confrontar la posición que manejan
a partir de aquellas. Es posible suponer que tiene un peso frente a sus actitudes y las consecuencias de sus actos frente
mucho mayor el respaldo de las relaciones sociales, por ejemplo, a otros debería de convertirse en tema de discusión. El potencial
de la familia. Es posible inferir que no se sienten tan dependientes en cuanto a la capacidad para experimentar preocupación por
de sus habilidades personales como lo están sus contrapartes los demás, incluso desconocidos, y el malestar por las acciones
D IAGRAMA 1
120 Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica
E QUIPO DE INVESTIGACIÓN
Para poder responder a la diversidad de temas y de Asimismo, el proyecto ha contado con la participación de
poblaciones se conformó un equipo interdisciplinario, constituido dos colaboradores.
por los siguientes profesionales.
Cuadro G
Cuadro E C OLABORADORES
I NTEGRANTES DEL EQUIPO DE TRABAJO
Profesión Nombre
Cargo Nombre
Analista en
Director del proyecto comunicación periodística Lic. Eduardo Ulibarri
Sociólogo Dr. José Alberto Especialista en Proyectos Msc. Roxana Víquez
Rodríguez Bolaños
Coordinador de Paralelo a este equipo profesional y técnico, han participado
Investigación Psicólogo Dr. Jorge Sanabria León como equipo de trabajo de campo, por cada país, un coordinador
Consultora Antropología Msc. Elena Arce de trabajo de campo, dos supervisores y diez recolectores de
Estadística Bach. Adriana Moya Leiva información. Para las labores de codificación, digitación y
Asesor Filosofía M.Ph. Angel Ocampo control de calidad se ha contado con un equipo de ocho
codificadores, dos en control de calidad y cuatro digitadores.
En labores de asistencia de investigación, procesamiento, Para la preparación del informe final se contó con la
análisis de datos y síntesis de la información, participaron, en asistencia del Doctor Pedro Mateu-Gelabert (Investigador Senior
distintos momentos, las siguientes profesionales. en N.D.R.I) y del Doctor Juan José Medina Ariza (Profesor de
Criminología en la Universidad de Manchester), como asesores
Cuadro F externos.
E QUIPO DE INVESTIGACIÓN Como parte del proceso de análisis, se contó con la
participación de varios expertos por país para la validación de
Profesión o cargo Nombre los resultados.