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EL SABUESO
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BASKERVILLE
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1I NTRODUCCIÓN
para que este indague y a la vez brinde
protección a Sir Henry.
Watson investiga y envía sus informes a
Pocos personajes de ficción adquieren Holmes puntualmente. En ellos, describe
una consistencia material tan palpable el misterioso y aterrador páramo que ro-
como el protagonista de esta novela. dea la mansión de Sir Henry, así como a
Sherlock Holmes y sus aventuras, así las personas que viven en contacto con la
como su inseparable amigo el Dr. Wat- hacienda.
son, forman parte de la memoria colecti- Entre los vecinos, destacan los Stapleton,
va y, sin lugar a dudas, su recuerdo está quienes se hacen pasar por hermanos a
estrechamente ligado al de una ciudad, pesar de estar casados, como bien averi-
Londres, y a una época, la transición del guará Holmes, que en realidad no se ha
siglo XIX al XX. quedado en Londres, sino que se oculta
El éxito de esta novela fue arrollador; en en el mismo páramo para observar sin
parte, porque el autor hacía revivir al ser visto.
personaje, que ya no le pertenecía solo a Una serie de pistas convenientemente do-
él, y sobre todo porque la historia es un sificadas, y los espectaculares razona-
incuestionable ejercicio de la «ciencia de mientos del protagonista, nos llevarán a
la deducción» que nos lleva a compartir la resolución final del conflicto, en la
la certeza del poder que alberga la mente base del cual subyacen problemas de he-
humana. rencia, la apropiación indebida de una
En ella, Holmes es requerido por el doc- superstición popular, la falta de escrúpu-
tor Mortimer, vecino de los Baskerville, los, el egoísmo. Holmes y Watson acaba-
para que investigue la muerte de Sir rán con la vida del enorme sabueso, libe-
Charles Baskerville en circunstancias rando así a Sir Henry, aunque, para
poco claras. El heredero de la fortuna y recuperarse del susto y del dolor por el
de la hacienda de Sir Charles es Sir engaño del que ha sido víctima (estaba
Henry, que vuelve de Canadá dispuesto a enamorado de la supuesta señorita Sta-
hacerse cargo de sus responsabilidades pleton), el joven baronet necesite un lar-
hereditarias. go viaje alrededor del mundo en compa-
Mortimer teme por la vida del nuevo se- ñía de su amigo, el doctor Mortimer.
ñor de Baskerville, sobre todo desde que El volumen presenta, además, un hermo-
ha caído en sus manos un manuscrito so apéndice, novelado, en el que Vicente
que explica la maldición que pesa sobre Muñoz Puelles realiza un ejercicio más
la familia: un sabueso gigantesco perse- de aplicación del método científico-de-
guirá hasta morir a todos los descendien- ductivo, ideando una nueva aventura de
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Holmes. Esa aventura le permitirá no te, excéntrico, que provoca una curiosa
solo recrear el personaje, el estilo y la ló- reacción en el lector: en lugar de identifi-
gica de Doyle, sino también expresar sus carse con él, intenta emularlo y superarlo.
propias ideas sobre creación literaria, Holmes supone un reto para sus enemi-
personajes, intertextualidad, realidad y gos, para sus amigos (véase Watson) y
ficción. para quienes lo hacen revivir cada vez que
leen alguna de sus aventuras.
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Destaca también en la novela el ritmo
que ha sabido imprimir el autor a los he-
OMENTARIO chos, que se suceden de una forma natu-
ral, sin dilaciones innecesarias en la ac-
El gran auge que vivió la narrativa en la ción. Podríamos comparar el quehacer
segunda mitad del siglo XIX y en los co- de Doyle en esta ocasión con el del alqui-
mienzos del XX se debió en gran parte a mista: dosifica perfectamente las pistas,
la utilización de un canal de difusión ase- las intervenciones de los personajes, los
quible y popular: las entregas. Las aven- tipos de discurso narrativo (narración,
turas de Sherlock Holmes, editadas en la informe, diario íntimo...), incluso las
revista The Strand Magazine, son un cla- bromas para hacer de su novela una lec-
ro ejemplo de ello. El público, deseoso tura agradable, a la vez que intrigante y
de reencontrarse con sus personajes fa- misteriosa. Una novela de género; la me-
voritos, podía condicionar a editores y jor de su autor, según los críticos.
autores hasta el punto de ponerles en
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verdaderos aprietos en lo relativo a la ve-
rosimilitud.
Arthur Conan Doyle, defensor a ultranza ALORES
por aquel entonces del método científico y
de un absoluto respeto por las leyes de la ❑ El triunfo de la razón sobre la supers-
naturaleza, se vio obligado a fechar los tición. En todo momento, la leyenda del
acontecimientos de su nueva historia antes sabueso está presente: los campesinos
de la muerte que había inventado para dicen haberlo visto, Watson escucha sus
Holmes en 1893, a pesar de haberla escri- lamentos en el páramo. Sin embargo,
to en 1901. Más tarde llegó a resucitarlo. tanto Holmes como su amigo, defenso-
Y es que, sin duda, el personaje, con su res de la ciencia y de la razón humana,
sorprendente capacidad deductiva, es lo buscan y encuentran una explicación ló-
más destacable de esta novela, cuya tra- gica de los hechos, y eso les permite aca-
ma central parte de una leyenda popular. bar para siempre con el problema de los
El detective es un hombre extraño, distan- Baskerville.
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