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HABLAMOS DE CRISTO EI poder para cambiar Nombre omitide ‘unque faci en la Iglesia y fui activo hasta Axeutus: del Evangelio en mi juventud. En ese tiempo, al estar en busca de algo que pudiera hnacerme feliz, empecé a consumir drogas. ‘Tenia dificultades con una adiccién que se hacia cada vez mas fuerte, y mi vida porecfa una pelicula de mal gusto que no podia apagar. A pesar de que deseaba dejar de hacerlo, me di cuenta de que casi no tenia ningén control de mis pensamientos y acciones. Cuando me encontraba cumpliendo una sentencia penal por un delito selacionado con drogas, descubyt lo que habia perdido. Tenia un ejemplar del Libro de Mormén yyencontré el pasaje de Alma 5:7: “He aqui, él ‘cambié sus corazones; sf, los despert6 de un pro- fundo suetio, ydespertaron en cuanto Dios. He aqui, se hallaban en medio de la obscuridads n0 obstante, la luz ée la sempiterna palabaaiuminé sus almas’, Sabia que estaba en medio de la oscuridad, y deseaba que mi corazén cambiara. ‘Y no fue que no hubier tratado de cambiar antes; habla partcipado en varios programas de secuperaciOn; habla intentado dejar el vcio, tanto ‘para mi propio beneficio como para elde mi familia. Todas esis cosas dieron resultado por un corto tiempo, pero siempre volvia a las mismas. Ese versiculo de Alma me brind6 esperanza en Jesucristo, esperanza en que incluso siyo no tenia el poder de cambiar (y sabia que no lo tenia), HI oda cambiarme. Al darle al Salvador la carga demi adiccion, oré yle admit a mi Padre Celestial: “No puedo hacerlo solo”. ‘Recuerdo haberle entregado al Salvador la carga de mi adiccién; coré y leadmiti a mi Padre Celes- tial: "No puedo hacerlo solo”, Ingresé en el programa de la Iglesia para superar las adiccio- ‘nes, una clase de doce pasos que censefaba un matrimonio misio- nero, Loque ensefaron en.esa dase me sal l vida; mutieroa la semi de la fe que se habia plantado en m{ varios afios antes, ‘cuando solia i a la iglesia con mi madre, Los misioneros me ensefaron en cumnto al ae. pentimienno y el perdén, pero, tspecakmente, me demostaton amor y me djron que podia enconta un amor aun mayoc de parte de mi Padre Celestial y del Salvador. Sed{“un gran cambio cn [ai coran (Alma 5:12), y Gleocubs que a ficidad que por tanto tempo haba estado bus- cando se encom siempre en el Evangefo. Han puiado ses afos desde que decd acudira mi Salvador, hs sido mucho tnbajo, pero me- diante la fortaleza del Setior he superado muchos obsticuls. ‘Nunca me habia imaginado la felicia y el gozo que ahora tengo en mi vida con mi exposa thos. Posen el Sacerdoio de Melquisedec y he recbido las ordenanzas del templo, Esas transformaciones positvas en mi ida las atibuyo Jesueristo, ft sel poder pan cambiar. ‘Tenitoo a aquellos que tienen dificakades como las que youve, ya aquellos que aman a esas personas, que es potble cambiar, y que es algo muy real no tienen que dane por vencl dos, siempre bay una manem de volver ala felicidad, yes por medio de Jesucrso. ara ms informacion en cast al programa para recuperase dels adi ‘ones, sivase acadira su lider del st- ‘endecoo vise woreidstamiyeervices, ‘1g. H manual dl programa: Programa ‘paral racuporacion de adlccones (Gua para ta recaperacin ycuractom de ‘adicciones GoT64 00D, esa disponible fn varie idiomas Junio de 2010 6

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