“Se entiende por trabajo infantil a toda actividad económica y/o
estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas y
niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso”.
La infancia es un tiempo para jugar, aprender, crecer, un tiempo en que todos
los niños y niñas deberían tener la oportunidad de desarrollar sus potenciales y soñar con brillantes planes para el futuro. Sin embargo, para 250 millones de niños y adolescentes en todo el mundo la infancia es un sueño perdido. Se les puede ver vendiendo flores y goma de mascar a turistas en las calles de ciudades ruidosas y sobre pobladas; quemándose bajo el sol en plantaciones gigantescas, sucias, e infectadas de residuos químicos; barriendo los pisos de las mansiones de millonarios inconscientes; doblándose las espaldas en oscuras fábricas de alfombras bajo el látigo de la esclavitud moderna. Estos niños no saben de otro juego que no sea la sobre vivencia. El ingreso precoz al trabajo infantil se encuentra vinculado a las condiciones de pobreza de las familias. Las familias pobres estructurales y las familias empobrecidas ante la situación de ajuste económico, son colocadas en condición de vulnerabilidad social, esto es que pierden su capacidad económica y cultural de contención. De esta forma los niños realizan en la calle diferentes actividades como forma o estrategias de supervivencia, que desarrollan como una manera de generación de ingresos. El concepto de trabajo infantil no es tan sencillo ni claro como parece. Los niños ayudan a las familias, pero estas actividades no se denominan trabajo infantil, se aplica más bien a aquellas labores desempeñadas por menores en condiciones más o menos regulares que les permite ganarse el sustento para sí mismo y sus familias. La noción de trabajo infantil debe aplicarse a niños de menos de 15 años de edad que realizan actividades con el objetivo de ganar el propio sustento o el de sus familias. El trabajo infantil es una realidad, no es algo pasajero o sin importancia. La realidad es que muchos chicos, que tendrían que ir a colegios, a tomar algo con sus amigos e ir a fiestas, tienen que trabajar para poder comer o para darles la plata a sus padres. Hay muchas causas para entender este terrible problema y creo que el más importante es la mala política que tienen algunos países. Trabajos contra la dignidad humana Trabajos que atentan contra el normal crecimiento del niño y la niña y va en contra de su dignidad y respeto personal se convierten además en abuso infantil:
*Prostitución. *Pornografía infantil. *Exhibicionismo. *Uso militar de niños.
El trabajo infantil desvirtúa la percepción de los niños, niñas y adolescentes,
sus modelos a seguir, por lo general son negativos y sus experiencias de vida, muchas veces les hacen dar mayor crédito a actitudes de riesgo y de mayor peligro.