LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVIII.

CARACTERÍSTICAS Y AUTORES:

Ilustración o neoclasicismo:

En el siglo XVIII, se dieron tres características principales:

Racionalismo: Todo era cuestionable, y Dios no formaba parte importante de la
razón;
Utilitarismo: Centrándose en lo práctico, con énfasis especial en la tecnología;
Didactismo: Carácter doctrinal para difundir ideas ilustradas y reformar sociedad
contemporánea. Aparecen las primeras publicaciones periódias y ña prosa de ficción en
esta época es más bien escasa. Destacan por este carácter didáctico dos autores:
Narrativa, Ensayo
1. José Cadalso: Noches lúgubres es una obra dialogada, dividida en tres partes, en
la que el protagonista, enloquecido por la muerte de su amada, intenta desenterrar
su cadáver para morir junto a el, prendiéndole fuego a su casa.
Cartas marruecas (libro cumbre) es una obra que sigue el modelo epistolar,a
imitación de las Cartas persas de Montesquieu, en la que ofrece la visión crítica de
un país con los ojos de un extranjero. Los protagonistas (un español, Nuño, Gazel,
marroquí de visita en España y Ben-Beley, su maestro en Marruecos) entrecruzan
cartas entre España y Marruecos. Esta diferencia de ubicaciones trae consigo una
visión distinta y variedad de perspectivas sobre la realidad. Es una obra con tres
puntos de vista, tres narradores, tres personajes, tres historias personales y tres
lectores, que se centra en la crítica a tipos sociales y costumbres varias. Se
proponen reformas pero también se aprecia cierto pesimismo, porque mezcla los
ideales ilustrados con una añoranza de un pasado glorioso que no tiene nada que
ver con el presente. En cuanto al estilo de la prosa cadalsiana hay que poner
énfasis en su sobriedad y su contención a la hora de guiar su pluma.
2. Gaspar Melchor Baltasar de Jovellanos : Sus escritos destacan por ser poco
literarios, tratándose en su mayoría de ensayos, aunque su producción es muy
amplia. Su ensayo más conocido pasa por ser el Informe sobre la ley agraria , en el
que analiza las causas del atraso de la agricultura del país.
Teatro
En la segunda mitad de este siglo fue implantado desde el poder el teatro neoclásico
como una buena forma de enseñar sus ideales y de ser posible imponérselos al pueblo.
Para ello, el teatro pos-barroco, que gozaba de preferencia entre el pueblo fue siendo
poco a poco prohibido y siendo substituido por la nueva dramaturgia. Los géneros más
populares no fueron la tragedia ni la comedia, sino el sainete y la comedia sentimental.
El mayor dramaturgo que cultivó el teatro neo clásico fue:
Leandro Fernández de Moratín, aunque su producción no es demasiado amplia, tan
sólo cinco comedias, en las cuales aparece siempre una intención didáctica en cuanto a
censurar las malas costumbres. Sus obras más importantes son: El viejo y la niña y El
sí de las niñas, en las que censura una costumbre como es la de los matrimonios
concertados al mismo tiempo critica la educación hipócrita de la época, al igual que en
El barón.
En La mojigata el centro de la crítica es la falsa piedad, la hipocresía religiosa y la
mala educación de los jóvenes. En La comedia nueva o El café se satirizan las obras
que más seguimiento tenían en la época. Es por tanto el tema favorito de Moratín el de
las bodas concertadas para sus comedias.