You are on page 1of 5

COMPARACION DE LA NOVELA CRIOLLISTA Y MODERNISTA

VENEZOLANA

La novela criollista toma temas regionales o propios de un país o una zona.


A partir de la epopeya de una persona real, muestran el paisaje y las
estructuras sociales. Respeta algunas de las características del modernismo,
difiere en otras por eso se lo sitúa como un emergente del modernismo. El
criollismo es estrictamente latinoamericano, mientras el modernismo es
más abarcativo y universal, de actitud aristocratizante y preciosismo.

El color azul y el cisne se destacan como favoritos de los modernistas. El


azul simboliza la libertad y el cisne representa la actitud aristocratizante.
Búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana). Búsqueda de
la belleza, que -según los modernistas- se consigue a través de imágenes
muy plásticas, de una adjetivación en la que predomina el color y los
matices relacionados con los cinco sentidos del cuerpo, de la musicalidad
mediante el abuso de la aliteración y los ritmos muy marcados y la
utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo). Muestran tanto
una fidelidad a las grandes estrofas clásicas como el gusto por ensayar
variaciones sobre estos moldes métricos (vuelven a utilizar versos
medievales como el alejandrino, de catorce sílabas, el dodecasílabo, de
doce, y el eneasílabo, de nueve); enriquecen el soneto aportándole nuevas
variantes y ensayan nuevos tipos de estrofas y versos.

Los modernistas también utilizan la mitología y el sensualismo. La gran


renovación léxica que persiguieron (uso de helenismos, cultismos y
galicismos) no busca tanto la precisión como el prestigio o la rareza del
vocablo. Los modernistas utilizaban unos símbolos que eran inspirados en
la naturaleza, como por ejemplo: los atardeceres, las mariposas, los cisnes,
etc. Son individualistas, tenían un gran deseo de innovar y llegar a
perfeccionarse como era la literatura europea. Adaptación de la métrica
castellana a la latina."

El Criollismo y Modernismo

El criollismo: Esta actividad literaria llamada también "regionalismo" se


afianza en Hispanoamérica en las tres primeras décadas del siglo XX. Los
escritores muestran una definida posición nacionalista en el arte y una
conciencia literaria madura. Son americanistas también, en cuanto se
desentienden del peso de las tradiciones europeas y centran su interés en
nuestro continente.

A diferencia de los americanistas del período romántico (Echeverría y


otros) y de los indigenistas de la misma época ( Zorrilla de San Martín y
otros), ponen su objetivo en el paisaje antes que en los individuos. Por esto
son notoriamente descriptivos. Además, los personajes de sus obras son por
lo común víctimas de esa naturaleza americana, brutal, inhóspita y
grandiosa. Asimismo, son excelentes artistas que dominan la técnica de la
novela, el relato o el cuento, ya maduros por esos años en Hispanoamérica,
después de la maestría literaria que habían revelado en sus obras los poetas
y prosistas del modernismo. Continúan esta tradición modernista de hacer
verdadero arte escrito, pero con contenidos nacionales, antes que los
cosmopolitas preferidos por sus predecesores.

Características del criollismo


Dominan el manejo de la lengua y conocen a fondo los regionalismos de
vocabulario sintácticos, que usan sin prejuicios en sus obras. Los diálogos
se caracterizan por la fidelidad a las hablas locales.

Finalmente, conocen a fondo la psicología de los habitantes de esas


regiones, y los presentan con exageraciones o idealizaciones irreales. Los
más grandes representantes del movimiento criollista en Hispanoamérica
fueron Rómulo Gallegos, Francisco Lazo Martí, (Venezuela), José Eustasio
Rivera (Colombia), Horacio Quiroga (Uruguay-Argentina), Ricardo
Güiraldes y Benito Lynch ,(Argentina).

Francisco Lazo Martí, Comentarios a su obra: El crítico Mario Torrealba


Lossi afirma que «en la Silva Criolla se juntan, en mágica simbiosis, la
concepción de lo hispanoamericano -el paisaje, el hombre, el sentido
telúrico- así como la expresión más genuina del carácter venezolano». El
mismo año en que Manuel Vicente Romerogarcía publica su novela Peonía
(1890), se está graduando de médico Francisco Lazo Martí, un joven
estudiante nacido en Calabozo que ha venido a Caracas sólo a recibir su
diploma universitario. Ha vivido siempre en el corazón de los llanos, y a
ellos regresa con su título y su vocación de servicio público. En Guárico,
Apure y Barinas habrá de ejercer su profesión, más con el carácter de un
apostolado que con miras lucrativas.

Su sensibilidad por las angustias y necesidades de los humildes bien pronto


rebasa sus capacidades como médico, y lo atrae hacia el terreno de la
política. En 1892 es redactor, en San Fernando de Apure, del periódico El
Legalista, en cuyas columnas hace campaña contra el continuismo del
Presidente Raimundo Andueza Palacio, a quien derroca el General Joaquín
Crespo, cabeza de la llamada Revolución Legalista. El triunfo de los
legalistas no representó para Lazo Martí oportunidad para escalar
posiciones o solicitar recompensas. Prefiere internarse en dos pueblos
barineses, Puerto Nutrias y Soledad, en los que permanece cuatro años
(1893-1897), en ejercicio de la profesión.

Características de su poesía

1.-La noche aparece en todos sus poemas como algo cruel, siniestro,
pavoroso.

2.-La naturaleza muere y resucita eternamente.

3.- Vivir es ignorar y es angustiarse ante el misterio.

Modernismo

José Asunción Silva es un escritor modernista pleno como con frecuencia


se le designa. Este es un debate que se ha desarrollado en las últimas
décadas y en el que han intervenido prestigiosos profesores y críticos,
estudiosos de la literatura latinoamericana. Resulta hoy evidente que la
personalidad de Rubén Darío y su genio poético, llevaron a una distorsión
de la percepción correcta del fenómeno literario modernista, distorsión
propiciada en no poca medida por el mismo Darío. Ello hizo que se hablara
durante años de unos precursores o premodernistas, que serían los cubanos
José Martí y Julián de Casal, el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera y el
colombiano José Asunción Silva.

Estos habrían preparado el terreno para los modernistas de verdad, la


pléyade compuesta por Darío, Lugones, Jaimes Freyre, Herrera y Reissing,
Chocano, Egure, Valencia, Nervo, Urbina, Tablada, González Martínez.

Gracias a los estudios de varios analistas, entre ellos debe mencionarse a


Max Henriquez Ureña, Iván Schulman y Manuel Pedro González, parece
claro que hubo dos generaciones modernistas y, también, dos estilos muy
distintos que coexistieron dentro del modernismo. En síntesis, la primera
generación es la que encabeza Martí, que es el mayor del grupo, y cierra
Rubén Darío, quien es apenas dos años menor que Silva.
Está claro que ese modernismo no se gestó gracias al simple capricho
estético de un grupo de escritores, sino como una actitud ante la creación
literaria.
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
U.E BUEN SAMARITANO II
CATEDRAL - EL SOCORRO
VALENCIA, EDO. CARABOBO

COMPARACION DE LA NOVELA
MODERNA Y CRIOLLA VENEZOLANA.

Autor: Elyeth Gabriela Ávila Blanco

Valencia Edo. Carabobo, Abril 2010


INTRODUCCION

La novelística venezolana del siglo xix y comienzos del


siglo xx exige la participación de una crítica no
tradicional, diferente, fresca, que pueda combinar la
rigurosidad histórica con la imaginación creativa, que sea
capaz de generar un discurso comprensible y, a la vez,
poético, y que ese discurso pueda nacer desde los
espacios cálidos de la literatura misma. Ése es el
compromiso de este trabajo: darle a la novelística
venezolana la posibilidad de que hable, interrogue,
discuta o calle. Devolverle su autonomía y encanto,
muchas veces mutilados por la exagerada, y casi
dependiente utilización, de otras disciplinas ajenas a ella
misma, que en vez de acercarnos a su comprensión, nos
aleja inevitablemente.

You might also like